www.AnandaEspanol.com ~ [email protected] Clase Virtual Gratis “Medita y Armoniza tu Vida” Primer domingo de cada mes @ 8 a.m. PST ~ Registro: www.anandaespanol.org/meditacionvirtual EL ARTE Y LA CIENCIA DE LA MEDITACION cómo Despertar la Alegría Interior Nivel 3 - Lectura 3 LOS YOGA SUTRAS DE PATANJALI La Filosofía India consta de seis sistemas filosóficos: Niaia, Vaisesika, Samkia, Yoga, Mimamsa y Vedanta, de los cuales los tres principales son el Sankia, el Yoga y el Vedanta. El Sankia explica cómo (aparentemente) el Infinito se vuelve finito y cómo nuestra naturaleza, en cuanto seres humanos, busca la satisfacción en este mundo material sin conseguirla jamás. El Vedanta explica la naturaleza de la realidad última que produce la verdadera satisfacción. El Yoga es el puente perfecto entre el Sankia y el Vedanta. Responde a las preguntas: ¿Cómo puedo alcanzar la verdadera satisfacción? ¿Cómo puedo alcanzar esa realidad última? Patanjali en sus Yoga Sutras responde a estas preguntas de forma concisa. Esta obra, escrita en forma de aforismos, es considerada como la primera y más importante exposición de la Filosofía del Yoga. Estructura de los Yoga Sutras No se conoce con exactitud la fecha ni el autor de los Yoga Sutras. La mayoría de los eruditos coinciden en atribuírselos a Patanjali y dan como fecha de su escritura el siglo II a.C. Patanjali no creó la Filosofía y las enseñanzas del Yoga, sino que las extrajo de las antiguas Escrituras Indias. Sus Yoga Sutras son la parte central del Raja Yoga y contienen el camino hacia la Iluminación. El libro comprende 195 sutras o aforismos y está dividido en cuatro partes o padas: 1. Samadi (“conciencia cósmica” o “éxtasis divino”). Presenta una visión global del Yoga y de los objetivos de su práctica. Expone cómo alcanza la mente el estado del Yoga; los obstáculos en el camino del Yoga y algunos de los diferentes tipos de Samadi. 2. Sadana (“prácticas espirituales”). Describe los obstáculos para llegar al Samadi y presenta prácticas específicas para alcanzarlo. La parte central de estas prácticas son las ocho etapas del Astanga Yoga, de las cuales en este pada se describen las cinco primeras. 3. Vibuti (“poderes sobrenaturales”). Se describen las tres últimas etapas del Astanga Yoga y los poderes (sidis) derivados de su práctica. 4. Kaivalia (“estado absoluto, único e ilimitado”). Describe la naturaleza del deseo y de la percepción humanos y cómo se progresa hacia el estado de Kaivalia. El Astanga Yoga En el Astanga Yoga Patanjali nos proporciona un mapa del camino que tenemos que recorrer y nos explica qué debemos hacer para alcanzar el estado que todos buscamos, el estado de júbilo, paz y plenitud constantes. Una explicación de estas ocho etapas será de ayuda para comprender los objetivos más profundos del Yoga. 1- Yama – Lo que no debemos hacer 2- Niyama – Lo que debemos hacer 3- Asana – Quietud del cuerpo 4- Pranaiama – Control de la energía 5- Pratiajhara – Interiorización 6- Darana – Concentración en un punto 7- Diana – Absorción 8- Samadi – Unión con el Infinito Las dos primeras etapas del sendero óctuple de Patanjali se conocen como yama y niyama. Yama significa control; niyama, no control. Literalmente estas dos etapas se refieren a los síes y los noes del sendero espiritual. Curiosamente, al igual que “Los Diez Mandamientos” de Moisés, son diez. Pero existe una diferencia importante entre unos y otros, los Yamas y los Niyamas son más recomendaciones que mandamientos, y no ponen el énfasis en qué te ocurrirá si no los cumples, sino en los beneficios que obtendrás siguiéndolos. Cada uno de estos principios, cuando se practica perfectamente, ofrece una recompensa espiritual definitiva. Puede mejorarse indefinidamente en su cumplimiento, hasta llegar a la perfección espiritual. Las dos primeras etapas del sendero óctuple de Patanjali se conocen como yama y niyama. Yama significa control; niyama, no control. Cada uno de estos principios, cuando se practican perfectamente, ofrecen una recompensa spiritual definitiva. 1. Yamas. (Control - lo que no debemos hacer): 1. Ajhimsa (No-violencia) 2. Satia (No-mentir) 3. Asteia (No-robar) 4. Bramacharia (No-sensualidad) 5. Aparigrajha (No-codicia o No-apego) 2. Niyamas. (No-control, lo que debemos hacer): 1. Saucha (Limpieza) 2. Santosa (Contentamiento) 3. Tapasia (Austeridad) 4. Suadhiaia (Autoestudio o Introspección) 5. Ishwara pranidhana (Devoción al Señor Supremo) Yamas - (Lo que no debemos hacer) . Ajhimsa ( No Violencia) Nunca dañar o degradar a cualquier ser vivo Superar cualquier tendencia a desear el mal de ninguna manera, por ejemplo, juzgar a los demás La meta del yoga es sentir la unidad con el todo. Una vez dominado, todas las criaturas se vuelven dóciles en tu presencia Satia (No Mentir) Cuando superamos el deseo de distorsionar la verdad, se revela nuestra tendencia natural: ser veraz. Nunca decir lo que no es con intención de engañar Nunca desear que las cosas sean diferentes de lo que son (aceptación) Absoluta honestidad contigo mismo Aferrarse a verdades más elevadas Una vez dominado, lo que digas se hará realidad Asteia (No-robar) No adueñarse de lo que pertenece a otros No codiciar la propiedad de los demás. No desear nada que no sea tuyo por derecho No desear lo que es tuyo por derecho, puesto que tu felicidad no debe estar condicionada por el hecho de conseguirlo o no No hablar mal de los demás para sentirte bien Una vez dominado, lo que necesites vendrá a ti, cuando lo necesites Brahmacharia (No-sensualidad) Control de los sentidos, es decir, no excederse en los placeres de los sentidos Interiorización de los sentidos; aprender a gozar de Dios en todo Auto-control. Reconocer que nuestro auténtico poder procede de nuestro interior, no de las satisfacciones externas Una vez dominado, obtendrás claridad mental, gran fuerza física, y buena salud a todos los niveles Aparigrajha (No-codicia, o No-apego) Aparigrajha nos propone vivir en el mundo como invitados que pasan aquí una temporada, con una parte de nuestra mente viviendo siempre en la eternidad, libre de todo apego, incluso las cosas que son tuyas por derecho. Una vez dominado, se recuerdan vidas pasadas Niyamas - (Lo que debemos hacer) Saucha (Limpieza) Pureza del cuerpo y el medio ambiente Pureza de la conciencia / vibración Una vez dominado, no hace falta buscar el placer a través del cuerpo Santosa (Contentamiento) Capacidad de aceptar las cosas tal y como son Una vez dominado, dicha constante Tapasia (Austeridad) Autodisciplina; simplicidad; eliminación de distracciones Dominio sobre lo que te gusta y lo que no te gusta, alcanzado al no ceder en la tentación Una vez dominado, se obtiene sidis, o poderes psíquicos Suadiaia (Autoestudio o Introspección) Introspección objetiva acerca de nuestro comportamiento, motivaciones, deseos, etc. Una vez dominado, capacidad de comunicarse con seres en esferas superiores y de recibir su ayuda Isuara pranidana (Devoción al Señor Supremo) Adorar a Dios Despertar el amor natural del corazón y dirigirlo hacia Dios Ofrecer toda nuestra vida y ser activamente a Dios Una vez dominado, uno entra en el rayo de amor divino, la morada de la Consciencia Infinita 3. Ásana. (Postura). Postura significa la capacidad de mantener el cuerpo inmóvil como requisito previo para la meditación profunda Algunos autores han querido señalar que aquí Patanjali se refiere a la necesidad de practicar las posturas de yoga como preparación para la meditación. Pero Patanjali estaba hablando, no de prácticas, sino de diferentes etapas en el desarrollo espiritual. Asana se refiere a cualquier postura que nos resulte cómoda, con tal de que la columna vertebral se mantenga recta y el cuerpo relajado. Se dice que un signo de perfección en asana es la capacidad para sentarse en calma, sin mover un músculo, durante tres horas. Muchas personas meditan durante años sin alcanzar resultados notables simplemente porque nunca han entrenado a sus cuerpos para sentarse en calma. Mientras no se domine el cuerpo, las percepciones más elevadas, tan sutiles que sólo florecen en la quietud perfecta, no pueden alcanzarse. Es bueno practicar algunas posturas de yoga antes de la meditación, ya que ayudan a conseguir asana o postura firme. Pero muchas personas cometen el error de suponer que deben perfeccionar la práctica de las posturas de yoga antes de intentar siquiera meditar. Esto es totalmente falso. Ni siquiera es necesario en absoluto practicar las posturas para la meditación. 4. Pranaiama. (Control de la energía). Como comentamos al hablar de asana, muchos autores han cometido el error de creer que en el Ashtanga Yoga, Patanjali habla de prácticas y no de diferentes etapas del desarrollo espiritual, afirmando que en este caso se refiere a ejercicios respiratorios. El control de la energía a menudo se realiza con la ayuda de ejercicios de respiración, de ahí que los ejercicios de respiración hayan llegado a conocerse como pranaianas. Sin embargo, Patanjali se refiere al control de la energía que se consigue como resultado de diversas técnicas y no a las técnicas mismas. Patanjali no da detalles sobre técnicas de pranaiama específicas; de hecho el pranaiama se menciona únicamente en seis sutras. Las técnicas que en jhata yoga generalmente se conocen como “pranaiama”, son técnicas de respiración basadas en la estrecha unión existente entre prana (energía), respiración y mente. Pero éste es un concepto muy limitado, incluso hablando sólo de técnicas existen muchas más. Por ejemplo, los Ejercicios de Energetización de Paramhansa Yogananda son pranaiamas, pues recargan las células del cuerpo de prana y enseñan a controlar su flujo.(Si estas interesado en aprender estos ejercicios, por favor escríbenos.) Pranaiama indica realmente un estado en el que la energía del cuerpo alcanza una armonía tal que su flujo se invierte; pasa de dirigirse hacia fuera, hacia a los sentidos, a dirigirse hacia dentro, hacia el Ser Divino que reside en el corazón de todos los seres. Sólo cuando toda la energía del cuerpo se dirige hacia este Ser, nuestra conciencia es suficientemente intensa como para atravesar los velos de la ilusión y entrar en el superconsciente. Dirigir esta energía hacia el interior es el primer paso para la contemplación divina. 5. Pratiajhara. (Interiorización de la mente). Una vez que, por medio de pranaiama, la energía ha sido dirigida de nuevo hacia arriba, hacia su fuente en el cerebro, se hace necesario dirigirla hacia el interior del cerebro. De esta forma se evita que fluya hacia el exterior, hacia los objetos del pensamiento y como consecuencia hacia la inquietud mental. Es decir, hay que interiorizar la conciencia, así los pensamientos dejarán de vagar por los interminables desvíos de la inquietud y la ilusión y se enfocarán en los misterios más profundos de las moradas del alma. Esta interiorización es el estado de pratiajhara, el estado en que la mente se retira de los objetos y experiencias externas. 6. Dárana. (Concentración). Es un estado de contemplación o conciencia interior fija. Uno puede ser consciente de las realidades espirituales interiores, la luz interior por ejemplo o el sonido interior o sentimientos místicos profundos, antes de alcanzar esta etapa, pero sólo después de alcanzarla puede entregarse completamente a la concentración en esas realidades. En este estado la mente se centra en un único punto; ya no es perturbada por las sensaciones recibidas a través de los sentidos, ni por la inquietud ni por los pensamientos externos. 7. Diana. (Autentica Meditación, absorción). Por medio de la concentración prolongada en los distintos estadios de conciencia, comenzamos a adoptar las cualidades de cada uno de ellos. Si meditamos en los placeres de los sentidos, el Ser Interior llega a identificar su felicidad con la satisfacción de esos placeres; el individuo pierde de vista la morada interior del Ser como fuente real de sus placeres. (Pero si algo material fuera realmente causa de felicidad, lo sería para todos los hombres. El hecho de que no sea así prueba que son nuestras reacciones frente a las cosas materiales, no las cosas mismas, las que producen nuestra dicha). Del mismo modo, concentrándonos en nuestros defectos personales sólo fortalecemos esos defectos. (Es un grave error llamarse continuamente a si mismo pecador, como proponen muchos seguidores ortodoxos de algunas religiones. Debemos concentrarnos en la virtud si queremos llegar a ser virtuosos). Así, concentrándose en la luz interior o en alguna otra realidad divina que se perciba cuando la mente está en calma, se adquieren gradualmente esas cualidades de la realidad interior. En el estado de Diana nos absorbemos y nos identificamos con el objeto de nuestra concentración El ser individual comienza a expandirse en la identificación con alguna de las cualidades universales, por ejemplo con uno de los ocho atributos de Dios: paz, calma, luz, sonido, amor, júbilo, sabiduría y poder. La mente pierde su identificación con el ego y comienza a sumergirse en el gran océano de conciencia del que forma parte. 8. Samadi. (Unidad). En este estado la conciencia de ego se disuelve. La identificación individual se convierte en universal y se adquiere la percepción de unidad con el universo y su Creador. El samadhi llega cuando el alma, perdiendo por completo su identidad corporal, se funde con la realidad superior de la cual el cuerpo y toda la creación no son sino una manifestación. Una vez que se ha roto el control del ego no hay nada que impida expandir la conciencia hasta el infinito. El devoto en profundo samadhi comprende la verdad de las palabras de Cristo, “Yo y mi Padre somos uno”. La pequeña onda de luz, perdida la ilusión de una existencia separada del océano de luz, se convierte en el vasto océano. Existen dos estados de samadi: sabikalpa samadi y nirbikalpa samadi. El primero está ligado a la quietud total de la meditación y la detención de la respiración. En el segundo se permanece en el estado de unidad universal incluso durante la actividad exterior. En los estados más elevados de samadi, el devoto es capaz no sólo de retener su sentido de identidad con el Océano Infinito, sino también de ser consciente de la pequeña ola de su ego y actuar a través de ella. Puede hablar, trabajar, sonreír y vivir en todos los aspectos como un ser humano normal, sin perder su comprensión interior de la Divinidad. No se debe creer que estos estados son ilusorios. Son Realidad; nuestra limitación actual es la ilusión. Muchos grandes yoguis han demostrado su omnipresencia de diferentes formas. Los estudiantes interesados harían bien en leer la Autobiografía de un Yogui, donde se describen muchas grandes almas y su experiencia de Dios. Estas etapas sutiles de revelación espiritual pueden alcanzarse, en un nivel inferior, en una existencia humana normal. Pues así como una alta montaña tiene en común con un pequeño montículo el hecho de que ambos suben en pendiente hasta una cima, así las verdades más elevadas se relacionan con los caminos prácticos de la vida diaria. Ésta es, de hecho, la razón inmediata por la que toda persona inteligente se beneficia del estudio de la Filosofía. ©2016 Ananda Sangha Worldwide®