por Areuger - Hemeroteca Digital

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rmi
ÓRGANO EXTREMISTA DEL
Año V.—Apartado 786.—N." 175
Madrid, 27 de abril de 1935
iVAYA UN TUTE!, por Areuger
^nr\C
I
GIL ROBLES.—Usted sale, don Alejandro.
mtf^^xi
iv/
HUMORISMO POPULAR
Oficinas: Avenida Pi y MargaH, 9
N ú m e r o 175.—^P&g. !8
GRACIA
— Esccy ya JC.J, director.
—Y loco, ccn razón, querido aodrlguez; porque esto de utilizarse ya la
€radio> para tantísimas cosas es la «carioca» en ondas.
—T a mi me enorgullece, desde luego, este triunfo del micrófono, que tanto carácter está dando a nuestro tiempo; pero, como speaker, digo que más
Yaldría dejarlo, si no hubiera este paro
forzoso„.
¡Paro terrible, director! El que boy
se queda demás, ¡como si hubiera fallecido!
A lo sumo, si se coloca, es en otra
eosa, insospechadamente distinta.
Conozco a imo que era el mejor orfebre de Madrid» ha estado sin trabaJar dos años, y, al fin, ha conseguido
colocarse; pero no de orfebre, sino ¡de
perrero!
Un tal Meléndez, que era el más correcto, exquisito y amable dependiente
del ramo de lencería, se ha tenido que
agarrar a un volquete y se ha convertido en el sujeto peor hablado del
mundo, excepción hecha del ex excelentísimo señor don Indalecio Prieto.
Sé de xtn estupendo mecánico electri
eteta que ha ido a parar de guardián de
mingitorios públicos, y sé, ¡ay!, de un
pobre hombre que, desesperado por no
hal-er vuelto a trabajar desde pocos días
después del 14 de abril, ha tomado el
acuerdo de quedarse paralítico.
Como el señor Guerra del Río no re•uelva este problema pavoroso, como ha
prometido en vísperas de que, por crisis
no le sea posible hacer nada, no sé
adonde iremos a parar.
—Al grano. Rodríguez.
—Sí, señor; como iba diciendo, los
micrófonos están dando ya demasiado,
•íerradoT trabajo. Vea usted el programita que tenemos hoy... ¿Qué hora
es...? Ya, ya vamos a empezar...
Kational-Radio. Madrid.
Vamos a conectar, señores, con el mierófcmo instalado en el centro instructivo, republicano, federal, de la Inc'uaa, "La Idea Roja", donde el veterano
pepúblico don Democracio Fernández va
s pronunciar un discurso acerca de
"Ante todo, demócratas".
Me parece que está hablando ya...
r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r
...Y es derto, señorea, que la democracia se basa esencialmente en el sufragio, en la razón de las mayorías;
pero, vamos a ver, ¿ l a minoría no es
también una selección, no es también
tm sufragio?...
¡Pía, pía, pía, pía, pía, pía, pía, pía!...
ijBravooo!!...
<»•
•
•
_••
Y
JUSTICIA
IHadrld, 27 de abril de 1935
Ja ciel café Nell' Bell's. Música de baile...
...¡¡Baaam...,
fomm...!!
fran
fran,
gron,
—No interesa. Yo no me explico cómo se pueden bailar tales tostones; acabarán un día las parejas por liarse a
«patás3>...
«Conectaremos, señores radioyentes,
con el «micro» que tenemos puesto en
el Salón de Amigos del Parchesi, Luchana, 102, donde la banda de músicos
parados El Calderón Social interpretará
el siguiente programa:
El Poder para los menos, melopea.
Cordero bala, solo de ocarina para
gramola eléctrica.
El mando del mandil, danzón.
Crisis de trabajo y trabajo de erlsis,
potpourri.
Se reforma gabinete, vals-anuncio.
La Carioca (Casares pide amnistía).
¡A ver qué pasa hoy, tú!, pasodoble.
Ritmo acelerado, galop.;
¿...? ¿Que se ha suspendido el concierto ?
Mejor; ya va siendo esto mucha, mucha música.
Vamos a conectar ahora con el chirimbolo colocado en el "CSroilo de Paceros Huérfanos", de Pozas, donde va a
dar un concierto de canto la señora Redondo, de Cuadrado...
¡Ca cacacacacacá!
¡ ¡Ca cacacacacacá!!
iiiCa cacacacacacá!!!
¡üjCa cacacacacacá!!!!
¡¡¡¡¡Cailss!!!!!...
—¡Ha estropeado el micrófono!... Mejor; ELsi no la oyen ustedes.
Será mejor que nos transmitan la
lectura de la carta de Azaña, que se va
a dar ahora a conocer en el mitin que el
club de «Enchufistas Desconectados» de
la Carrera de San Jerónimo está celebrsindo en estos instantes...
"Queridísimos correligionarios: Celebraré que al recibo de ésta se hallen ustedes buenos. Yo... bueno;• ¿para qué lo
voy a ocultar? Estoy negro, por lo de
Etiopía. ¡Eso de hacerme callar a mi,
después de un discurso de cinco hora^...!
Pero ¡adelante! ¡Atráa, n u n c a , hijos
míos! Tenemos el número. ¿CuáJitos sois
vosotros? Pero si, tenemos el número.
Lo que falta es la disciplina, y lo que
pasa es que ncw han tomado «1 número cambiado.
Falta la disciplina. Si me dejáis de jefe, me haré cargo de todo. Ya recordaréis cuando tenía tres cargos. ¡Me k)
cargué todo!
Mucho ojo con ese Martínez, y ¡adelante!
Atrás, ¡nunca más! Es vuestro éste
que no k> es de nadie, Manolo."
—¿Qué cultiva usted por fin, las Ciencias o las Letras?
—Cultivo la amistad de un político, que cuando sea presidente me
nombrará ministro, aunque no sea más que por veinticuatro horas.
—¿Y qué conseguirá usted con eso?
— L a solución, señora. El enchufe vitalicio que ahora se lleva.
Conservatorio, donde Rivas Cherif va a
dar unas "Varietés de Arte".
Pero les recomendamos, primero, que:
Contra las canas,
el Ag^ua del Mar Negro
y
Cedo solar.
Porque he encontrado cueva.
(Paco "el Rana", puerta Iglesia San
Ginés.)
—Conectamos con...
—No hay tiempo ya, Rodríguez, porque ¿qué conectaciones nos quedan?
—^Pues verá usted...
Concierto de xilofón en Iziquierda Republicana (Gato, 4).
Radiación de un acto de Chiquita, morena y garbosa.
Conferencia de don Gorgonio Peláez
en el Club Galguero de Buenavista sobre "Lia eugenesia en la Polinesia". •
Mus blasfemo en la l o g ^ Nicolasa
(Matarifes, 10).
Albornoz, en el Ateneo.
Cante jondo el Círculo socialista clandestino LA Alegría de Ocalia.
—Bueno; pues con todo eso va a conectar el trole de nn 6, porque servidor
se va a la conferencia de Los Amigos
Domlngoeros de la Naturaleza.
—¡Caracoles! Y servidor se va ahora
mismo a. Cuenca en avión.
—¡Cierra, tapa eso. Rodríguez!
—¡Naturalmente, director!... ¡Ah, no
pabe la democracia—porque es muy joVtn—qué papel está haciendo, para siemfire, por negarse a dar el Poder al gruMenos mal que hemos captado algo
po máis numeroso! ¡Eso ha quedado esdivertido.
crito, y no hay quien lo borre!
Ahora, conectemos con el teatro del
Vamos a empalmar ahora con la on-
1 ADIÓS PROGRAMA!, por Orbegozo
''Sera'n multados los que.
en canciones, aludan a
ideas políticas, los que
causen desperfectos en_
parques y jardines, los
que escandalizen,molesten, se embriaguen y pro
Fieran palabras qroseras
o deshonestas . . . „
—¡Anda leñe! Y entonces, ¿qué hacemos el día 1.«de mayo?
Martínez de Velasco pregunta:
"En este juego, ¿cómo están
colocados los peones?" Muy
mal, don José. Y en muy escaso número. Los peones y los
oficiales
Maestro, venga la obertura, que no nos divertimos
Cerrado el Parlamento,
¿puede haber humorista
que esté medio contento?
El Congreso en clausura
«o para el humorista
ima horrible tortura.
¿ A ver quién hace gracia
si no le da motivo
la Hbre democracia?
Pasillos y sesiones,
¡qué fecimdos recursos
de alegres sensaciones!
Pierde la campanilla
gritando el «efior Alba,
y mueve la perilla.
Y Pérez Madrigal
hace una Interrupción.
(LA rtea es general.)
Y todos nos reimos
mucho aunque no comemos,
mas, ¡qué diablo!, vivimos.
Su elocuencia derrocha
«1 ministro de EJstado
(¡y de qué estado!) Rocha,
Si habla el de Instrucción P^bhc
causa nuestra alegría,
y ¡Viva la República!
Hay un debate en curso
y a tm discurso sucede
algo que es un dlscuiso.
A reír no se resiste
el más hipocondriaco,
pesimista o m á s triste^
Aunque sepa que en casa
para comer no tiene
ni xma ciruela pasa.
Que abran el Parlamento,
puesto que es eu misión
que el pueblo esté contento.
Flor de la democracia
que das al comentario
tu perfimie de gracia
y al gracioso salario.
Ábrete como flor
de encendido color,
pues malamente vivo
sin ti. Soy escritor,
•oy «scritor feetivo.
^
Madrid, 27 de abril de 1935
\ÑOIV
NUMERO 175
PAGINAS
^J^
¡VAYA
DÍA
QUE
NOS
ESPERA!
LOS CUATRO "ASES" EN EL RUEDO
Antes del acto
AMANECER FRIOLERO
La del Alba, don Santiago, sería cuando nos diapusimos a comenzar nuestra
información. Tenemos la facultad de anticiparnos al tiempo. Para nosotros es
como si estuviera cerrando la noche del
•sábado, con permiso de don Jacinto Benavente. Sin embargo, empieza a amanecer. La aurora Redondo, tiñe con sus
primeros resplandores el alto de León
(Valeriano). Hace frío. Parece mentira
que estemos en abril, Manolo. En la sierra Ija debido nevar. Pero no importa.
El deber es siempre deber hasta que se
paga. Prosigamos.
¿Qué va a ocurrir aquí? Calma, mucha calma. Sigúenos, curioso lector, y
puede que lo sepas. Tráete la bufanda,
por SI acaso, y algún dinero.
El día se presenta verdaderamente
perruno. Sopla el cierzo. Mejor es asi,
porque eatas cosas tomadas con calor
pueden resultar fatales.
AMBIENTE DE PASIÓN
Entremos én este café, donde por 0.40
dan para desayunar un porción de coaas. menos desayuno. La parroquia ambulante recuelea junto al mostrador.
En torno a las mesas hay ya arbitristas madrugadores que discuten el asunto del día. Algunos empleados hacen la
atinada observación de que debió declararse festivo para que todos pudieran comentar con mayor holgura el acontecimiento^ De todas maneras, se proponen
hacerlo en la oficina mientras despachan
la tanda de pitillos correspondientes.
También estos dos chóferes dialogan
sobre el mismo tema. Elscucha.
—¡Amos, anda! ¿Pero de dónde va a
gobernar Gil Robles para que nos lleve
a la leación?
—Lo que a ti te pasa es que eres un
azañista más cursi que las películas de
amo tes contrarios y no te cabe en la
pelota que mientras no manden las derechas no hay staxi» que saque al día
más de ocho con veinte o así.
—¡A ver si me has tomao por el Casares Quiroga o el Indalecio! Yo sé dis-
Tenemos que hacer polvo la acostumbrada confección de esta tercera página
de nuestro rotativo. Hoy es día de romper moldes, quiera o no quiera el compañero ajustador. Faltan pocas horas para que España se coloque a la altura
de las grandes potencias y aún las sobrepase, porque si Ginebra, sede de la
Sociedad de Naciones, ha tenido su Comité de los Tres, Madrid va a tener su
Conferencia de los Cuatro. ¡Nada más que eso! Aquí, o hacemos las cosas en
grande o desistimos. Sin tantos aspavientos como Mussolini, nuestra capital
se encuentra hoy otra Stresa. Y veremos si de Stresa pasamos a des...
troza, aunque no sería de desear, porque la vajilla no tiene la culpa de que los
hombres no se pongan de acuerdo.
. A la hora en que escribimos estas lineas—qu si el reioj que hemos empenado no miente, son las cinco de la tarde del viernes—todo está a punto. Y
mañana—por hoy—se decidirá nuestra suerte. ¡A ver quién quiere el último
que me queda!
La cosa no tiene precedentes en los fastos ni siquiera en los nefastos de la
historia política contemporánea del venerable ex senador y joven "spormant" Pepito La Morena. Hoy hace veintinueve días justos y cabales que se planteó la
crisis derrumbadora del bloque gubernamental, y hoy vamos a ver alzarse sus
cuatro pilares más firmes y tal vez a dejar de sufrir.
Los cuatro "ases"—que por cierto, los cuatro son de espadas y las llevan en
alto—se hallan ya en la puerta dispuestos para el paseo de la Castellana.
Dentro de unas horas estarán ya los cuatro en torno a la mesa de centro, jugándose las cartas definitivas, mientras los veinticinco millones doscientos cuarenta y tres habitantes que tiene España (sin contar a don Inda por encontrarse ausente) esperamos con ansiedad el resultado del torneo, que según noticias de buena fuente, de la fuente del Berro, va a ser más brUlajite que las
justas que se celebraban antiguamente en la plaza Mayor.
¿Qué ocurrirá? Se han dicho por ahí muchas tonterías. Algunos envidiosos
so han permitido esparcir la especie de que ninguno de los cuatro quería gobernar. Esa es una infamia intolerable para ponerle los dientes largos a Sánchez Román. Lo de no gobernar podemos asegurarles a ustedes que está descartado. Ese no es problema m lo ha sido nunca. Nos sacrificamos y listos.
Aquí de lo que se trata es de saber quién gobierna más. ¿E^tá esto claro? A
nasotros nos parece que sí y que por esa parte.podemos dormir tranquilos toda
la nociie de un tirón.
Ahora si son ustedes curiosos y quieren conocer más detalles, lean la información que rodea este articulo y en la que uno de nuestros más notables
adivinadores del pensamiento anticipa con una clarividencia asombrosa el relato del suceso para que rabien los periódicos diarios que no tienen imaginación ni dinero para adquirirla.
tinguir y no me opongo a que ae vaya
por la derecha.
—Como que es nuestra mano...
—Según por donde tires.
—Pongamos la Gran Vía.
—¡Toma! Si piensas en la Gran Via,
como la que se daba Muiño, por cualquier mano que tires irás al pelo.
En otro corro hablan unos albañiles
parados.
—Mía tú que si acordaran reconstruir
el bloque..,
--Talvez tuviéramos trabajo.
-•S»«íí«1
¡QUE VISTA TIENES, MANOLO!
—¡¡Vaya éxito ei de mi frase!! ¡¡Si llego a decir que Felipe il era
Un antipático!! ¡Nada, el año que viene canto yo saetas...!
—^HombVe, segiin de lo que hagan el
bloque, porque si es de confitería...
—Aquí se trata, según dicen, de un
bloque que dure hasta diciembre y un
bloque así hay que hacerlo de cemento
armao.
—Pero que muy armao.
—Pues tú veráíi.
Como podrá advertirse, hay ambiente
de pasión. Al público le interesa el momento que vivimos.
Si es que nos permiten ustedes llamar vida a esta broma pesada.
PBEPABATI\'OS .\DECUAl>OS
Mientras las multitudes esperan el
acontecimiento, apiñadas en los cafés, en
los bares, en las tabernas, en los comercios y demás lugares de reunión haoitual, los empleados subalternos de la
Presidencia preparan coquetonamente el
saloncito donde han de reunirse los conferenciantes.
En torno a una mesa de tabla redonda, cuatro mullidos sillones de damasco, con cojines de terciopelo y borlas
dorada.s. Sobre la mesa, un centro con
flores cordiales. En las paredes, tapices antiguos representando escenas de
caza y pesca.
En un rincón una mesita auxiliar con
deliciosas golosinas, de fácil digestión.
Pasteles, ni uno, para no excitar el apetito de los tristes conferenciantes.
Sobre la puerta se han echado pesados cortinones para que no se oig^a desde fuera la conversación. En la vigilancia se ha extremado el rigor para
que nadie se acerque al lugar de la entrevista, que promete ser histórica, si
no resulta histérica.
LA CURIOSIDAD NOS
DEVORA
Empiezan a llegar periodistas a montones. Hay muchos que no están en ningún periódico, pero que pueden estarlo
O B S E S I Ó N , p o r don Pako
—¿Qué va a ser?
—¡¡La permanente...!!
i
algún dia. porque esta profesión es asi
de liberal, democrática y tal.
No necesitaremos decir que loa comentarios abundan más que las pesetas.
¡Figúrense ustedes, a 27 que estamos!
Se cruzan bastantes apuéstaos; pero todos de boquilla.
—Me juego lo que queráis a que Gil
Robles se sale con la suya.
—¡Que te crees tú eso! Estoy seguro
de que don Ale se ha conquistado en el
tren a Martínez de Velasco y que se
hace el amo.
—¡Ali! Pero ¿han venido juntos en el
tren?
—^Dicen que desde Sevilla, y hablando toda la noche.
—Hombre, no seas fantasioso. ¡SI
Martínez de Velasco no ha hablado nunca más de media hora!
—Eso era antes de ir a Marruecos;
pero de Tetuán se ha traído un «cUaucka:» que emboba.
En otro grupo se masca el pesimismo.
—Os puedo asegurar—dice un reportero zurdO:—que las cosas están máa
graves de lo que suponéis y que venmioa
nosotros...
—Si, sí; con flores a María.
—No tolero esa ofensa a mi laicismo.
—Pero ¡rediez!, si todos sabemos que
de aquí no va a salir nada.
—¿ Cómo que no ? La disolución.
—¡Pom!
—Sin petardos, ¿eh? Lo que yo os
digo es que limpiéis las estilogi'áficas,
porque se va a organizar una, que pa
qué.
—Nada, hombre, nada. De ahí sale todo como la seda.
—Como el esparto.
—Pesimista que eres. .
—Es que bebo en buena fuente.
—En la fuente de la Teja, lo menos.
Ya está aquí
RUMOR DE LL.\NTAS
En esto se oye un rumor do "autos".
—Ya están aquí—gritan a coro los reporteros. Los fotógrafos preparan sus
máquinas.
—¡Cuidado, que voy a tirar!—grita
Zegrí con los bigotes máa tiesos que
nunca.
—¡Hombre, no seas bárbaro, que creen
que vas a tirar de veras.
—Y tiro.
"^
¡Pum! Martínez de Velasco se encoge. Luego abre los ojos y al contemplar las nubes de hunio del magnesio,
sonríe beatifico como un bue.i labrador
castellano ochocentista.
,
Don Alejandro, habituado a toda clase de explosiones, no pestañea. Así sa-
GRACIA
Número 175.—^Pág. 4
EL SEÑOR BUENO
^i^:^
—Bueno, Ale; juntaros de nuevo y que no os vea yo regañar.
e él tan arrogante, con sus bigotes de
mosquetero, en todas las fotografías.
Los informadores rodean al grupo formado por Lerroux y Martínez de Velasco.
—^Díganos usted algo, señor presideate.
—Pues que Sevilla está hermosa.
— ¿ T de lo de hoy?
—Pues que hoy ya no estoy en Sevilla, sino en Madrid. Y que arriha tengo mi silla.
— ¿ P a r a mucho tiempo?
—^To creo qne si. Después de aqueiJM
noche de los trasgos, que me sorprendieron en la cama, no me vuelven a coger desprevenido.
—¿Y usted, señor Martínez de Velasco?
—Pues que he visto muchos moros y
que creo en Alá y en Mahoma, su profeta.
—Pero de lo que ocurra hoy.
A mi que me registren.
Y los dos suben al despacho, a tiempo
en que llega Gil Robles.
—Usted es el blanco de todas las miradas, don José María.
—Pues miren ustedes; me gusta máis
ser tirador que blanco. De modo que hay
que desviar la puntería.
—¿Viene usted en ;a misma actitud?
—¿No lo están viendo?
Y Gil Robles, con el ala del sombrero echada sobre los ojos, recibe impertuibable el fogonazo del magnesio.
—¿Qué puede ocurrir arriba?
—^Mucho o nada. Tai vez todo.
L#os periodistas se quedan tsui pyerplejos, que no ven pesar a don Melquíades
A un informador que le aborda, ya
cerca del ascensor, le repite maquinalmente:
—No me pregunte nada. Yo me coatento con uno. Me basta con uno.
Lai emociGiíaiite conferencia
Y
JUSTICIA
Madrid, 27 de abril de 1935
do a usted admirablemente el viaje a
Sevilla.
—¡Hombre, Sevilla! Aquello está que
es gloria pura. ¡Si pudiera yo pasanue
allí un par de mesecitos!
—¿Quién se lo impide?—insinúa Martínez de Velasco.
—Los deberes de gobierno.
—Lé sustituiremos a usted con mucho
gusto, don Alejandro—indica amable
Gil Robles.
—No, hijo, gracias. Hay que sacnficaise. ¿Jugamos una partídita de tute?
—Me gusta májs el "bridge".
—^Vaya por los juegos aristocráticos,
querido José María.
—^Usted da.
—Doy y hablo. Un trébol.
—Un coreizón—dice Gil Robles.
—Dos picos—marca don Melquíades.
—^Dos nulos—canta Martínez de Velasco.
—Dos sin triunfo—lanza don Ale.
—Contro.
—Recontro.
—Usted sale.
—¿Ya? Permítame un momento que
repase mis cartas.
—Pues, sí; lo de Sevilla h a sido un
éxito.
—Ese rey de corazón.—Para este as.
—Pues Marruecos está también admirable.
—¿Fallo ya?... ¡Nos hemos divertido!
—Voy a jugar. ¿Otra copita?
—Venga. Esa dama de picos... ¿Quiere usted acercarme la botella, don Melquíades ?
Y asi siguen la partida en una charla encantadora, aunque en el «bridge» no
se debe hablar. Pero eso no reza con los
políticos.
Al ün, al hacer •írubber», se oye la
voz de don Alejandro:
¿ A quién le toca cambiar?
— ¿Quién da?
—Don Melquíades conmigo. Gil Robles con Martínez de Velasco. ¡Hombre
y a propósito! Un momento.
LAS CARTAS BOCA ARRIBA
—Llevamos ya horita y media de conferencia—añade do.i Alejandro—y nos
hemos olvidado de lo esenciaL
—Querido presidente: en lo esencial
estamos todos conformes.
—Sí, si; qué duda cabe; solucionar el
paro obrero, nivelar la Hacienda, mantener el principio de autoridad, elevar el
nivel de cultura, suprimir el desnivel de
los presupuestos...
—Si, claro, nuestro programa.
—^No; el nuestro.
—Bien; el de todos.
—¿Acordes?
•=—Como el final de u.ia aonaia.
—Pues varaos a lo fundamental. ¿ Cuatro carterítas, querido Gil Robles?
—No; cinco.
—Hombre, ¡por loa clavos de Cristo!;
que se me van a poner de uñas los partidarios...
—¿Y los míos?
—^Mire usted que tengo el decreto.
—Vamos, don Alejandro, que usted es
un hombre formal.
—Que lo tengo.
—Que se vea.
—Bueno; vaya por las caico K^.^i^^aa.
Pero no me lleven ustedes demasiado a
la derecha.
—^Por Dios, don Alejandro: uísied
siempre en el centro y nosotros alrededor.
—¿Otro canapé? ¿Otro Oporto?
—¡A 6U salud!
—¡Por el bloque!
—¡Sí nos espera Calvo.
—¡Si nos oyera Calvo!
—Y ahora, reserva y discreción. No
descorramos la cortina.
Nosotros, que estamos detrás de ella,
re •• ¡ramos Kbres de temores.
Después de la entrevista
A VER SI NOS ENTENDE.MOS
Al abrirse la puerta del despacho que
desde hoy será histórico con cuatro
cantos áureos—uno a la Libertad, otro
a la Igualdad, otro a la Fraternidad y
otro a la Continuidad — los periodistas,
anhelantes, sujetando con sus manos
temblorosas los «blocks» y los lapiceros,
avanzan hacia los personajes que empiezan a salir.
Don Melquíades es el primero, y dice:
—No puedo hablar.
—¿Esjtá usted afónico?
—No, emocionado.
A lo que diga el señor Lerroux nos
atenemos—dice con voz velada necrológica el señor Martínez de Velasco.
—¿Y usted, qué nos dice, señor Gil
Robles ?
—^Pues que cada uno ba marcado bien
su posición.
—Creo que usted marcó dos corazones — le interrumpe, distraidamente,
don Melquíades.
—Y
lílrc con la dama.
PROLOGO .'UJINTADOK pita de Oporto?.. ¿Unos canapés de ca
Nosotros no nos hemos preocupado de viar?
—Lo que usted quiera, don Alejanoacer preguntas. Nos importaba más
arbitramos los medios de asistir a la dro.
—Vaya, hombre, vaya—dice don Ale,
conferencia. Vestidos con im uniforme
galoneado, conseguimos entrar en el sa- mientras sirve galante las golosinas de
lón como si fuéramos a disponer los si- Chicote y escancia el vino—. Qué alegría
llones y antes de que penetre el orde- me produce encontramos los cuatro renanza auténtico nos agazapamos detrás unidos.
—Y usted, ¿no toma nada?
de una de las cortinas.
—Yo, mi lechita. Este estómago ya
Los primeros en entrar son don Alejandro y don José (sin María). Quere- no admite cosas fuertes.
—Pues está usted espléndido, don Alemos decir don José Martínez de Vejandro.
lasco.
—Nunca fui tacaño, querido.
—¿Usted cree que será dura la brega?
—lío veremo*—dice en voz baja Gil
—pregunta don Ale.
—Hombre, si nos ponemos en razón Robles, y añade.' —Además le ha senta-,
todos—contesta el agrario.
|
—A usted s€ lo voy a decir en reserLOS TOROS DESDE LA BARRERA, por Borrón
va, querido don José: tengo el decreto.
—¡Caray! No es para ponerse asi,
cpierido presidente.
—Bueno; yo se lo digo a usted para
que luego no haya equívocos.
Y en ese momento entra Gil Robles.
—Señores...
•—Bienvenido.
—Bienvenidos ustedes, que son los que
fisgan de viaje, porque yo no me he moTido.
—Quiere decir que está usted donde
estaba.
—Justo.
Don Alejandro se hace el distraído y
Martínez de Velasco aprovecha la coyuntura para soplarle a Gil Robles al
oido.
—Que tiene el decreto.
—Si. si. Y las diez d^ últimas. A mi
con ventajitas, no.
—Que lo tiene. José Mana.
La entrada de don Melquíades, señala el principio de la conferencia.
Y EJtlPIEZA EL F )BC&JEu
-Nada, que no trastea más que con la derecha.
—Bien, señores, sentémonos. ¿Una ce-Si; pero iijate la faena que nos está haciendo.
—Pero, ¿han estado ustedes jugando
a las cartas?
Los prohombres se quedan un poco
confusos, comprendiendo que no se daban cuenta de que hablaban ante ios
periodistas, y Gil Robles sale prestamente del atolladero con esta contestación:
—Claro que jugando. Para resolver
situaciones como éstas hay que estudiar el libre juego de los partidos y poner las cartas boca arriba.
—¿Y se ha llegado a un acuerdo?
—No me pregunten ustedes más. El
presidente dará la referencia.
HABLA DON .\JLE4AXORO
LXKROirX
El señor Lerroux aparece jovial ante
los periodistas.
—Señores: ya han visto ustedes que
yo no les engaño nunca. Todo llega. Yo
he llegado esta mañana de Sevilla y
aquí me he encontrado mi silla.
— ¿Y del bloque?
—¿Y de la solución?
—Calma, calma. Habrán ustedes observado que hemos vuelto a sentir frío.
Esto me contraría. San Rafael debe
estar imposible. ¡Con lo bonito que es
aquello...! Ustedes ya lo conocen.
—Sí, señor presidente; pero es que
ahora nos morimos de impaciencia por
conocer los resultados de la entrevista.
—Todo marcha.
—Creímos que habría dificultades,
porque corno han lardado ustedes tanto tiempo...
—Ee que eran muchos los problemas
a estudiar. Cuestiones nacionales e internacionales, líneas de conducta, principios básicos de un programa. El examen ha sido laborioso; pero, al fin, hemos aprobado...
—Vaya; no se ha perdido el curso.
—^Desde luego, no; el curso de los
acontecimientos es normal. Como decía,
hemos aprobado todo lo que se refiere
a doctrina.
—Y en el aspecto formal.
^Hombre; eso no se pregunta. Formales hemos sido siempre.
—Quiero decir que se ha Uegado al
reajuste.
—No puedo decirles a ustedes mas.
(Termina en la págbut 5.)
Madrid, 27 de abril de 1935
GRACIA
Y
JUSTICIA
Nininero 175.—Pág. 5
INTERVIUS TELEPÁTICAS DEL MOMENTO
NUESTROS HOMBRES PÚBLICOS EN LA INTIMIDAD
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Lo que puede que nos hubiera dicho Cantos Populares
»«
NUE^STRA DESGRACIA
Todos loa que tienen la repajolera
fortuna de leernos—que son todos los
que saben leer—se han formado la
jocunda idea de que somos, después
de Guerra del Rio, los hombres más
íelices de la tierra, porque no lloramos
^unca ni nos ponemos de mal humor.
Y se equivocan. El hombre que escritje cosas para que los demás se diviertan, es el más infeliz de la creación, porque a él no le divierte nada.
¡Y cuidado que hay en la vida actual
cada episodio como para destornillarse o destemilJarse, que de ambas maneras se dice, según que se tengan
tornillos o ternillos. .
Ahora mismo estamos escribiendo
estos renglones con una hiél más amarga que la de Casares Quiroga. Acabamos de pedirle unos duros al administrador y nos dice que estamos a
veinticuatro. ¡Toma, pues por eso! ¿O
es que cree usted que los duros sirven
para algo a primeros de mes, cuando
uno acaba de cobrar un misero s-jeldo
de humorista a la fuerza. Y es que la
literatura y las finanzas no compaginan. Escribe usted un articulo mas o
menos idiota, y el público se convence. Si escribe usted una carta al cajero, poniendo en ella todas las delicadezas de pensamiento, todas las ternuras del corazón, todas las perfecciones de la preceptiva, y le contesta.
"Que haga el favor de üo darme la
lata con tonterías." Así no hay medio de que España se lleve el premio
Nobel todos los años.
Pero el motivo de nuestra desgracia
de hoy no es ese. Es que estamos pensando en que. después de empezar dos
veces nuestra hermosa galena de retratos de personajes, por medio del novísimo sistema de las intervius telepática!;, hemos tenido que hacer un alto en
la tarea por cambio de decoración^
Del anterior Gabinete hablamos exTengo que meditar. Las Cortes no se
abren hasta el dia 6.
—Pero la crisis se abrirá antes.
—Según. A lo mejor será conveniente
que si algún ministro es sustituido, cobre el mes entero.
—Pues creímos que al salir nos daría
usted la solución.
— Parece mentira que sean ustedes
periodistas! La solución no se da nunca
el mismo dia. Siempre se dice: "La solución, mañana".
—Entonces, ¿mañana la conoceremos?
—Mañana será otro dia.
—Pues el resultado de la entrevista
de Stre.sa, con ser tan grave, se conoció en seguida.
—Porque una cosa es la de Stresa y
otra la reflexión. Déjenme ustedes que
medite.
—Sí, señor — interrumpe un cbrresponsal—. Déjenle ustedes, que «me didite" a mi. que soy el que escribe más
de prisa.
T, como es natural, después de este
golpe ortográfico, se disuelve la reunión,
mientras don Alejandro se dirige, sonriente, a su "auto".
ULTOIA HOR.V
A última hora nos llama por teléfono
nuestro vigía de guardia para decirnos
lue si hay dudas acerca de que la entrevista pueda celebrarse hoy, que si el
tren de Sevilla viene retrasado, que si
a Martínez de Velasco le han cogido cariñosamente prisionero los moros para
que les enseñe las faenas agrícolas; que
si tal y que si cual.
A nosotros nos da igual. Seguimos
Creyendo que la conferencia se celebrai"á hoy; pero si se aplaza, vuelvan ustedes a leer esta información el día que
Se celebre, y es lo mismo.
mm^ —»«-
traído finamente las gallardas figuras
de Vaquero, del Cid y Marracó. Al llegar ahí, la crisis.
Ahora llevamos hechos la de Pórtela
Valladares, vizconde de Brías (¡voto a
bríos!); la de Guerra del Rio Caudaloso,
y hoy intentamos pergeñar la de Vicente Cantos (Vicentico, como le llamamos cariñosamente en Castellón). Pero,
están por medio la conferencia de los
cuatro. ¿Quién uuede hacer planes pa-
antes de que nos vuelvan a cortar la
—LA verdad, es que en aquellos tiemtrayectoria biográfica con un nuevo pe- pos se pasaban las negras para ser miríodo de consultas o asi. popularicemos nistro.
la figura de nuestro titulai', sobre todo
—¡Hombre, no me hables! Entonces
siendo tan campechanote y tan amigo no se reconocía el valor pasitivo. NI
nuestro, como lo es Cantos.
que te pusieras de frente ni que te puHablarnos a nosotros de Cantos y sieras de espaldas...
ponernos a bailar de júbilo, todo es una
—Ni que te pusieras de canto.
misma cosa.
—¡Nada! Y ahora, ya ves; se fijan eo
Cantos—esbocémoslo—es un hombre ti y cartera que te tienes.
perííctamente regional. RepreseTitati—¿Y cómo fuiste antes ministro coa
vo, no sólo de Csistellón, donde tuvo el Samper y ahora con Lerroux?
gusto de abrir sus ojitos, sino de to—^Digo yo que será porque Castellón,
das aquellas regiones. Cantos regiona- mi pueblo, está entre Valencia y Barceles, por consiguiente.
lona.
Vicente Cantos es bajo; es decir, es
—Pues, ya. ves, no hablamos caído. ¿ Y
barítono, pero de corta estatura. Re- cómo andas de ideas para esta segunda
gordete, coloradito, retrechero, c o n etapa ?
unos ojos saltoncetes y algo mofle—¡Oh, muy bien! Lo que ocurre es
tudo.
que no me van a dar tiempo para desDe quien, aunque ya diputado, le lla- arrollarlas. Una de las cosas que penmábamos Cantitos. Luego, cuando Ma- saba hacer era abaratar y simplificar la
nolo García Prieto le hizo director ge- Justicia.
neral, subsecretario o cosa asi, se le —Esco está bien, pero es difícil.
empezó a llamar Cantos.
—¡Quiá! Si es muy sencillo. Los guarAhora que ha conseguido ser minis- dias cogen a uno y se lo llevan al juez.
tro dos veces con la República, habrá Declara en el acto y declaran los tesque llamarle Cantazos, porque en todo tigos. ¿ Que es inocente ? A la calle. Y a
se asciende.
la calle el guardia. ¿Que es culpable? A
Nuestro ministro tiene gustos de ver- la cárcel. Y dos duros más al guardia.
dadera y encantadora sencillez. Algunos
—¿Entonces no habria magistrados
días nos lo encontramos paseando por ni Audiencias?.
la Castellana y nos bebemos una cer—Si, hombre, sí; pero esos para loa
vecita en el quiosco más pnSximo. El asuntos civiles. Llegaría uno a ponerle
paga, como es natural y de justicia. Por- pleito a otro por la posesión de una
que si pagáramos nosotros seria una fmca. Vamos a ver, ¿de quién es la
triste gracia.
finca? —Mía.... ^ N o señor, mía... —^BueGENERALIZACIONES IDEO- no, ¿cuánto mide la finca?.... Dos mil
fanegras._ —¡Hala! MU fanegas para
LÓGICAS
Aprovechando uno de esos encuen- ti y otras mil para ti.
tros tan agradables, pedimos un paque—¡Magnifico! Claro que los abogate de patatas fritas para hacer más idos y procuradores pondrían el grito
larga la entrevista, y empezamos a ex- en las nubes.
traerle ideas del cerebro a Vicentico,
—^No lo creas. Fomiariamos el ejérque las tiene, aunque de una generali- cito de la juridicidad, con Ossorio al
zación muy a propósito para organiza- frente, para la interpretación del Dereciones democráticas.
cho internacional.
—Bueno, don Vicente...
—¡Menuda revolución desde arribas
-—^Hombre, por Dios, no me llames Vi—^Yo soy así cuando me pongo a discente; llámame Cantitos, como en los currir cosas nue\»s.
buenos tiempos de nuestra juventud.
—Lo malo es que hoy es viernes y
—Pues, bien, Cantitos, ¡quién lo iba mañana la conferencia de los cuatro.
a decir! Ministro por segunda vez.
— ¡Toma! Por eso me he soltado el
pelo. Ya recordarás aquel cantar:
—La vida, chico.
*E1 mentir de las estrellas
—¿Y cómo se te ocurrió hacerte rees un seguro mentir,
publicano ?
porque ninguno ha de ir
—Hombre, porque siendo de Castea preguntárselo a enas.>
llón y paisano de Eduardo Gasset, ¡figúrate! ¡Que cosa mas natural!
—Y si alguien lo fuera a preguntar...
—La verdad es que tú siempre fuistes
—Pues se encontraría, probablemenliberalote.
te, que yo era una estrella que se ha—Más que Riego. Yo siempre se lo bía vuelto a eclipsar hasta nueva orra el futuro? ¿Qué figura tendremos decía
a Alhucemas. Si ahora hubiera den.
que escoger el sábado próximo?
República al mismo tiempo que Monar—Eístupendo, chico. Págale al camaSi nosotros fuéramos el Gobierno nos quía, me hacia republicano.
rero y vamonos.
prohibiríamos a rajatabla hacer esta
galería, porque ya es sabido que en
LOS MIRONES, por Rafa
cuanto llegamos a la tercera figura cambia el Gabinete.
Pero, en fin, a lo mejor eso es lo que
conviene para que se ventile el mobiliario, Y por nosotros no ha de que
dar.
NUESTRO ASnCOTE VICENTICO
Pero antes de que termine esta se
gunda temporada de nuestra galería,
si es que el sábado sopla el viento de
otro cuadrante, queremos destacar aquí
—¿hemos dicho destacar? Estereotipar,
galvanizar—la figura de nuestro auténtico ministro, del que pudiéramos llamar el ministro de la casa.
Cuando apareció GRACIA Y JUSTICIA, el ministerio que durante tantos años llevó ese nombre, había perdido !a Gracia. Nosotros la recogimos
y le dejamos la Justicia, que pudiera
hacer, y que ya se vio en los tiempos
de don Papiniano Albornoz de la Nariz.
A pesar de todo, hemos seguido considerando ese ministerio, al que debemos nuestra marca de fábrica, como algo íntimo, como el tronco de donde
DON CASASVIEJAS. -Vamos, Dieguito, hijo; que tú y yo no pinnació esta rama de nuestros amores.
¿Qué de particular tiene, pues, que tainos aquí nada.»
t
"^
Por Vci^Tm
Muchos de los que se dicen "laicos a Dios grnkcias" se apiñaron
en las aceras para presenciar las procesiones en toda E«pa&a
Las muchachas embellecieron las caUes,
ataviadas con la españolisima mantilla.
¡Pitarrosas iban algimas!
A] laicismo tamUén lo
pusieron de mantilla*
Fueron admirados, una vez más, los artísticos pasos
de las procesiones, y fueron comentados los pasos de
don Alejandro, de la C E. O. A. a la Meca...
Solamente hubo qiue registrar esta ligera unprevisión
de tais autoridades mumcipales, leve falta, por cierto.
Yo juro 3 ustedes, con la
mano puesta sobre el corazón, que VI ccn mis ojos a
esta pareja frente al Palacio de la Prensa, tai
y como aparecen
en el dibujo Y que
me F>erdon8 la indiscreción í n f o r
mativa m i
dueño y
s e ñ o r , el
e X c e I ente
alcalde de
Madrid
\^o be podido aguantarme!
/
Anes/^s/a
"To C077 7a war/Z/V/a.
'c/wrfZo*'car) ey /ép/:¿.
Madrid, 27 de abril de 1935
GRACIA
Y
JUSTICIA
N ú m e r o 175.—^Pág. 7
£1 Liberal de Ciempozuelos
ÓRGANO ESQUIZOFRÉNICO DE LA ARITMÉTICA PARDA
AÑO 8476
Viernes 34 de abril de 1918
NÚMEROS CANTAN
DE EUROPA T
¡Hola, Pitágoras! ¿Qué tal? ¡¡Dos y EL EXTRANJERO
BERLÍN, 8.—^Aquí h a estado
^«s s o n c u a t r o , y al que l e pique, Stalin.
Vino a decirle a Hítler que
está enfadado con Laval, con
que se rasque!
¡Rooaevelt y, sobre todo, con l a
Ya no3 hemos cansado de hacer un periódico doctrinal demo•Wtico.
Eso es.
Hay cosaa más hondas que dilucidar.
Hay que Ir, de cara, a la demostración de que el círculo es cuadrado.
Cuadrados puede decirse que son todos los círculos republicanos,
T éste es un paso fundamental para una necesaria coincidencia.
¿Por qué, entonces, no va a poder ser redondo el triángulo? E s *• 63 a.-íiomático: esto es el A '+ B + C de la política republicana.
Tire de número el lector con nosotros, y a ver si no es nuestra
* mayoría de estas Cortes.
¡De estas Cortes y de todas las que salgan, resulten o no favoSables! Tal es el punto neurálgico de la buena doctrina democráti• • y liberal.
Y si no, vamos a ver.
Apunten ahí:
Martínez Barrio
•
-..i...i..,........r..r¿j 10
Azaña
;
' "•••.•.•••
»
Socialistas (sin los procesados) ..:...-...-...Í..-..I
*
w
NUMERO 12
. . U N LIO, por Rafa
Cabeza abajo hace más bonito.
S. de N., que no permite a Rusia
tener un ejército decoroso.
Ha salido en dirección de Polonia, para firmar un tratado secreto con esta nación y con Alemania.
Esta noticia h a caldo muy bien
en París.
BERLÍN, 30.—Lo de Ginebra
trae mareados a los alemanes.
Se teme que el "führer" dé orden de no aceptar máa que cerveza.
—¡ReaJijo! ¡Vaya problemita!.
Los mítines de iz* :- VARIOS Y
quierda 22, 23 y «4 ''• COCHINOS -:-
MOSCÚ, 14.—^Esta semana se
han hecho 430 ejecuciones.
Habrá trabajo, pues, para 430
obreros de los llamados "sobran- TORREMOCHA, 13.^Celebrado « - « ^ ^ P ^ f » ''^J^}]^^^j'
í!f " ^
tes".
ballero decente 86.049. Cont^
mitin izquierdas sin novedad. Ora
nental,
758.
dores no dijeron nada nuevo. AsisRIO DE JANEIRO, 29. — H a tieron 46.875 personas, a pesar de El número 100, Agencia, Negod*»
Esquerra
. . . Í . Í . . . V . . Í . Í . . . Í . . T . . 20
habido un choque en el Chaco, pe- que en el local no caben más mos vergüenzas a precios cabaí^
que 200; tal es el resurgir de las llero. Escriban a W. C , El nA»
Total
• • ^""^
*32 ro chico.
izquierdas en España,
¿Hay "quorum" o no hay "quorum"?
mero 100.
Pero hay más:
Hablaron los señores Mangüé- 5.000.000 señoritas, todas millón*"
CURIOSIDADES MATEMÁTI- lez, Borrájez, Perbólez y Marrárías, aceptarían relaciones caRadicales
•
•••••• "^
CAS
Jez.
balleros intachables, aporten al«
Izquierda Republicana
• i..i..vr.v.i
....v.; 11
Pero l o interesante del mitin guna cantidad.
Comunistas
'
.v.v.-..1 El himno de Riego,
fué la lectura de una carta que Binomio. T« esperé esquina. ¡Iiv>
Sumados a los anteriores, 863.
envió Azaña desde Leganés, pre- grato! Perdí veinte miautos pr««
Como el "quorum", segün el nuevo Reglamento, es 201, se tiene en números
ciosamente escrita a máquina. En ciosos. Me esperaban a mt 191,
A + B - t - C + D = X.
ella dice que hay que ser repu- Tu Ecuación.
12.000, 8.000, 700,
A . _ B — C — D — X, multiplicados por 3 X 100 -}- S 1/4 —
blicano legitimo y no cambiar, y ¿15.000 chinches en su casa? PI"
32, 22, 8.000,
que lo falso no lo pasa.
» » X 10 = 201 + 503.
da insecticidas ésta su Oasa.
1.000.000, 7.000, 400,
Promete un bienio de más rei Está claro, o no está claro?
4.000, 4.000, 4.000.
presión y raáa paro obrero, porAhora bien:
que al trabajador no se le redimi43, 90,
C. E. D. A,
— —
• ."^......•í...í.j 115
rá mientrais no se le mate antes
200, 22,
Bloque
.-.i
.......ríV..f
•
T..-í...,..í..í..iTrí¡Tr..i
35
de hambre.
70, 10, 60,
Agrarios . . . Í . . Í . Í . . . . . T . . . . " " " "
•
••"••
•...-..Í¿....Í5-.-Í..¿ 31
La ovauúón no dejó terminar la Mondadientes para aero'planoi;
3.000,
500,
32.
Radicales
•••*
..Í..-^....*.Í.
77
carta; pero nos pareció que aca- cordones para las botas, tranvías
(Bis.)
Melquiadistaa
.- ••" •••
>••
....-4.•??;...• 10
baba esperando contestación.
para la Guindalera. Agente gen»,
La verdad, es que todos esta- ral: Pepe Martínez.
Independientes
r.,.....iíví..í
•
.........r.íiii,..í.j 10
mos locos.
Total
•
•
• • 11
¿Le duele a usted la paletUlaC
Les restamos los radicales, y se quedan en cuadro.
VALDEHROMPIOONES D E L Rasqúese
con el bastón Ideal.
¡Y cuidado que no nos metemos a extraerle la raíz!...
CERRILLO, 24.—^Aquí ha estado
Ayer vimos a Napoleón en im discurseando Casares. Pide am
Porque s i A + B + C + D = X — X por 10, al extraérsele la
Calcetines, refrescos, bacalaos.
tt&x C por B, ¡quedaría K. O.!
tranvía del disco 3, en dirección Lis tía, convivencia, comprensión y Aujoard'hui
Hotel.
An
A ••í^rtVin
I._
1
r^
_ .^^__ r \
_
.n
Atocha.
Las izquierdas son, pues, el únioo instrumento de gobierno que de
campechanla.
¿Qué
hacemos?
Iba
leyendo
las
Cartas
a
Joseffrenniten estas Cortes.
Vendo elefante.
ina BELker.
GETAFE, 11. — Se ha celebra- Compro paraguas.
¡La raíz de Pi, señores, la raíz de P i !
¡Te
cogil
do
el
primer
mitin
de
la
turnee
¡Éso es lo que hay!
circense que ha organizado Pedro
fc
-i^^^
En el café de Pombo contraje Rico,
,„^„, en
^ .unión
„.„„„ de
v.^ sus compadres Hay que Ir al p u ^ I o con diron enlace laico la beOIa anciana ^ei A>'untamiento,
ligencia. ¡ Al pueblo, al pueblo!
CARTEklA* DE PAPELOTES
divorciada "Loly" Cañamones y el El señor Barrena, republicano " —
-y
elegante limpiavlas Aquiles Veo. de toda la vida, se
lamentó aeLfor
de Por uicuno.
último, Perico
Perico Rico
dijo iqu«
^.v.^»...- — t
—í „
— w„—. .» ,1^0., Dc loiuciiiu
Rion riHn
Llevados a la Casa de Socorro, que se trate como se trata a los si no era aTcalde de Madrid
serla de
de M
Móstoles,
para
levantan
fueron
auxilios de de
la auténticos.
6s?^« ^
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ciencia, inútiles
porque los
el practicante
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Muiño e<a»ó
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ma-la
EJspaña
en
pos
de
su
jefe
políEsta vida es como es, tarias del Botánico ("celtis aus guardia estaba en la cama, con drileños su Ingratitud para con él
" tico, que ahora cree que es Mar<
la quien se deben la Puerta de" Al
licencia
y no valen lamentacio- tralis, pinus vulgaria"), y el ru- i,von,<;a
tínez Barrio; si no le hacen caso,
nes.—^Paco de Alejandría. moreo de las frondas es como el
cala, el "Metro", '
los
tranvías,
el
Albornoz,
o Sánchez Román, o
Su 1700 la Filosofía estaba muy de un mar.
Esta mañana puso fln a su vi1- Museo del Prado,
„ _^
etc., y la
a quien
**>rata, pero, desde luego, no tan- Un m a r de cuchicheos milena- aa,
da, a luerz.»
fuerza de
dlstln- se debe, principalmente,
ue duchas,
uuuioii, el
ci uiauuiCasa Azaña otra vez.
*o como hoy. La Democracia, no rios de Tiro, Nínive, Babilonia, guido enfermo don Julio Jiménez, de Campo, con estanque y ~todo No hubo Incidentes. No fué na•61o es una nueva filosofía, sino Cartago, Troya, Pompeya, Kioto... rey de Egipto, al que le había dai.ldle. ^
•••la nueva economía. Filosofía, Multiplicada entonces la auten- do la chaladura por ser Cristóbal
-Z==3
S*ometria, geografía, melancolía, ticidad Individual por el cociente Colón, cuando ya esa plaza está ^ ^ % I A T K t \ t } » T » iwvw^m & « « ^ ^ « * a
í'ilmonia, Etiopía, se enlazan en del complejo de Edipo rey, uno
más que ocupada hace tiempo.
" " P I V l i l UC ULillMA. HfsKA
•«•
•^ tiempo y en el espacio.
es lo que quiere ser, y yo soy el
Como el
ocurriótodos
ealos
la
«—••*»f-m
«a<i„?»«<^
I ^ r r a no se suicidó. Le mató almirante Togo.
Academia
dehecho
la Historia,
Perdonen ustedes el dolor de cabeza; pero así está viviendo " M
" rótulo de sii calle: Imperial.
Un Togo de toga, "Simila slmi- que estaban allí de juerga, inclu- Liberal" ahora.
Hay, ¡todavía!, quien cree que llbus".
so el muerto, fueron conducidos
Cuando, en estas planas, le hemos hecho la parodia, hemos e s ^ imperio vale un imperio. Paraa la Comisaría, en el taxímetro traído del popular diario galante, y anunciante clandestino, la salsa
O
yo
soy
Togo,
o
dos
y
dos
no
J ^ m e n o s . Porque el verdadero
162.787. Hemos cogido bien el nu- característica.
"^osce te ipsum" es una ecuación son cuatro.
mero: 142.817.
Hoy, no; hoy nos limitamos a darlo tal como está viviendo.
*• primer grado cuando lo sub- Pero hoy sábado, se reúnen loa
Aquí no hemos necesitado urdir la parodia.
••^isciente no se basa más que en cuatro.
Hoy no se han celebrado más
¡Pobre diario democrático! En cuanto le ha contrariado la de¡Porque todo es matemática- que 40.000 atropellos de "autos".
• ' ^ entelequia pírríca.
mocracia
con un sufragio desfavorable, no hace más que "número*
i Para qué se empapelaban ios mente matemático!
Y si nos dieran la plaza de guar- por las paredes".
-¡•^ros. ya allá por el 1803, sino Y ¡pobre Democracia, querido dia de la circulación que hemos
Lean a'stedes, si es que lo dudan, cualquier número, ¡y yeián qué
solicitado, dejaríamos por ella la números hace "El Liberaí"!
t**^ el adentramiento del "ego" ? Castrovido!
AutOBio ZOZAYA
de RothschUd, que no producá.
»^« retiro a laja avenidas soUY'IHoB y ustedes nos perdouea el mal consejo.
-:- ANUNCIOS -t-:- DECENTES -i-
SUCESOS
Y
S U C E S I T O S
YO SOY EL ALMIRANTE TOGO
NAsoen» 175.—P&g. S
GRACIA
Y
JUSTICIA
Madrid, 7 7 de abril de 1 9 3 5
EL GRAN TORMENTO DE AZAÑA AL OÍR LAS "RADIOS" DE
E S P A Ñ A , por Bailarín
¿íOMBÚAtiH
A WU PXBCtSlíHeS
« i l U U U j ' i ALMAS
1
—Decididamente, este país no Cene
iireglo.
—Discrepo en absoluto.
—Pero ¿no ves el espectáculo? Millares de personas languideciendo de
tambre, por falta de trabajo; la siliestra carota del marxismo enseñanIc loe dientes como en septiembre üldmo; el espadón de Mart^ arra^tran' cor fragores de trueno por las canñllerlas europeas; el comercio y la iniustria..., ¡para qué t e voy a contar!;
los agricultores, encantados con la Reforma agraria, la cuestión de los trlgoe, el asunto de las Azucareras, etcétera; y, mientras tanto, nuestra insensata opinión pública pendiente de la
visita de Lerroux a Gil Robles, de la entrevista de Gil Robles con Melquíades
AIyarez, de la conversación de Mel-
quíades Alvarez con Martínez de Velasco, de )a respuesta d€ Martínez de
Velasco a Lerroux... ¡Elste país ao
tíene arreglo!
—Lo que no üene arreglo es tu peaim l s m c derrotista y antipatriótico. ¿ D e
dóode sacas que a los españoles no nos
Interesa m á s que éso? P u e s qué: ¿ n o
fuimos a aplaudir los estrenos teatralee del Sábado de Gloria? ¿ N o noa ves
biteresadísimos en la marcha del torneo de fútbol? ¿ N o vamos a seguir la
Vuelta a £;spaña con igual entusias«tto? ¿ N o nos ha conmovido la cornada
Cfue recibió L A S e m a ? Pues, entonces,
¿qué eetás graznando ahi, so triste?
—Por mí, como si los quieres tomar
coa sQjia; pero dicho está k> que he
Acbo, y allá vosotros con ese incauto
roeicler.
— H a s t a c u r a te pones, querido,
cuando te sientes genio flEigelador y
sacudes las disciplinas, que, en tua manos, resultan unos zorros.
—^Bueno, bueno; adelante. Seguid
vosotros con vuestra insensatez..., y a
ver qué pasa.
—^Pues pasará que si las derechas
parlamentarias mantienen s u actitud
intransigente...
—^Digna.
— D e dignidad intransigente; para
que veas que no m e arrugo i)or substantivo m á s o menos. Si mantienen esa
actitud, repito, el ingenuo Don Ale,
que es un alma Cándida sin la menor
malicia ni conocimiento alguno de las
gentes, se acordará ^e pronto que ejerció na virreynato Eillá en el Paralelo
y, avanzando hasta las candilejas, gritará enardecido:
Llamé a Gil y no m e oyó;
y, pues sus votos me cierra,
de mis pasos en la tierra
responda ese hombre; yo, no.
y , tras el «latiguUlo» que precede,
hará mutis Don Ale por la izquierda;
que es, precisamente, por donde salió a
escena en los primeros tiempos de su
vida política. Todos los «malditos> que
le aguardan en la ribera del Guadalquivir (margen izquierda) recibirán con
alborozo al gran Don Alacandro y restablecerán la República del 14 de abril,
tan distinta a la del 26 de noviembre.
—¡Arrea! ¿ Y era y o el pesimista?
—^Hombre, según el cristal con que
lo mires. Desde San Rafael debe hacer
gran efecto este programa. Y desde la
Cárcel Modelo, no digamos.
—¡Ah, y a ! Y desde la silla gestatoria (lo digo por los g e s t o s ) de Júpiter
Azaña, excuso ponderarte.
—Pero no divaguemos, como decían
nuestros foUetinistas del siglo XIX. Tú
te olvidas de que sería necesario disolver estas .Cortes y . . .
—Y convocar, entonces, otras nuevas.
—Precisamente, i ya v a s a ver tú
las fuerzas derechistas que salen de
las urnas. Ríete del 26 de noviembre.
—¡Ah, iluso Cañizares! Los que ae
reirán de aquella fecha serán ellos. O
¿los crees tan bobos que vuelvan a exponerse otra v e z ? Si hay dos ex ministros de la íiobemación arrepentidos de
haber jugado limpiamente en unsis elecciones, el primero será, quizás, el marqués de Hoyos; pero el segundo es, sin
duda ninguna, don Dieguito Martínez.
Te apuesto un rizo de Pórtela contra
una verruguitíi garrapiñada a que en
la próxima extracción electoral no sale
un diputado derechista.
—¡Mira, qué gracia! Asi, acierta
| cualquiera.
ALBORNOZ.—¿No decías que España había dejado de ser católica?
AZAÑA.—También tú decías que tenías partido y... ¿qué narices
tienes?
CMcotzr
Visto s exitazo
y dado 3i cambiazo,
con los nuevos planes
y excelente fruto
a los catalanes
vuelve el EJstatuto.
BSl separatismo,
con paz o con guerra,
con o sin intriga,
<cazará> lo mismo:
antes, con ezquerra,
y ahora... con «Higa»,
Discutís día tras día
entre el miedo y la sandez
ai tiene o no solidez
la ley de la mayoría...
El Poder, José Marta,
lo espera con sensatez...
¡No hagáis tanta tontería
y . . . dárselo de una vez!
¿ S e reanuda el Congreso?
¿ N o s e reanuda?
¿ S e le ayuda a don AleT
¿ N o se le ayuda?
¿ H a y crisis, o no hay crisis?
¿Tendremos v e t o ?
Total: ¡Que estamos todoa
en el secreto!
£)1 pueblo, que calla y siente,
hace su opinión presente
en misas y en procesiones,
viendo, a la vez, que fracasa
k) de los laicos balcones
que no salieron de casa.
Un gran concurso
de niños guapos
abrió <La Voz>.
Pues ya sabemos
que el agraciado
será Albornoz.
¿ Ta se están enamorando
Rusia y Francia?
¿ Flirteando
el francés con su elegancia,
y esa damita precoz
del martUIo y de la hoz?
¡Cualquiera sabe s u s planes!
Yo creo que esa «katiuska>
ha de hacer, al fin, 1- <cuska»
a franceses y alemanes.
Formóse el ciudadano
m á s oportur
con una simple «m»
entre una y uno.
Ya son dos honorables;
yo no me apoco;
¡todos lo iremos siendo
poquito s poco!
Con sus cuatro aiputados
mal contados
Manolo grita y eisedia.
porque lo que m á s le duele
e s ser parte en la tragedia..^
( L A Tragedia del P e l e l e ) .
¿Conque el Ayuntamiento
destituido
dio el mitin en PardiñasT
Si, y a es sabido:
esos ex concejales
que... «hicieron;, tanto,
apenas se reúnen...
¡mitin al canto!
i Y la Conferencia esa
donde España metió baza
¿ l a firmamos en Stresa,
o en Bstraza'.'
ÍAOa 1>E XAJÍltjLIB
Casares Quiroga pide una amplía amnistía. Y luego nos extrañamos de que haya vuelto
el frío
||ill!tBi¡r«ií;!'B!;il!BliiiÉi|||iBig|iB{jKBii|iiBiii|,Bii(iiBnBwiWHiBii;!iB>iw
NO DEJEN USTEDES DE LEER EL PROXIIVIO NUMERO DE
GRACIA Y JUSTICIA
que traerá el prólogo, la exposición, el nudo, el desenlace y
todos los cantables que tiene la obra que se ha de representar
con gran éxito desde hoy hasta el sábado de la semana próxima.
Será una revista de las que quitan la cabeza, y todo por
^-Oye, mamá; ese don Fernando el socialista, que tú dtces que es
masón y judío, ;c6mo no salió en la procesión azotando a Jesús?
—Mira, hijo; no me fijé; ya te contestaré otro día.
D O S
P E R R A S
=
-««iiaáMiaiiituiíaiíiiiaiuaiiiiiaiiiiiBiuBiiMiiiiaiiiiiB^
G O R D A
b
!
Madrid, 27 de abril de 1935
GRACIA
EL ESPIONAJE Y EL DINERO
Y
RUSO
JUSTICIA
Número 175.—Pág. 9
UN LLORÓN, por Orbegozo
Donde menos se piensa, salta un espía
Estamos aterrados, lector.
Ha aparecido en España una nueva
ipidemla, más terrible que la del oó«»"a morbo y, desde luego, más difi*U de atacar y extinguir: ¿1 espionaje.
Estamos rodeados de espías por to^^s partes: en el café, em el teatro, en
« oficina, en casa...
A lo mejor ves en el bar un pacifi*^ ciudadano que parece querer intoxicarse con una ración de {iceitunas
J^Uenas de anchoas, en la mesa de al
**<^o, y lo que a primera vista parece Una anchoa enroscada en el interior
^ l producto olivarero, no es más que
*na máquina fotográfica, que espera
•1 paso de cualquier empleado del ministerio de la Guerra para llevar su
fostró a las Oficinas del Centro de Espionaje.
Esos pacientes pescadores que se
pasan el día esperando que un barbo
86 enganche en el anzuelo no son más
flue espías que efectúan sondeos en
nuestro Manzanares, para ver el medio
^e que puedan arñarar en él los grandes chidros» extranjeros.
La famosa bailarina que auida sobre el escenario, de puntUlsis para no
armar ruido, entre convulsiones y aspavientos desarticulados, espía.
La elegíante supertanguista que tutoa egipcios, bebe «whisky», baila la
«carioca» y se deja seducir a las primefas encendidas frases de un apasionado, espía.
La madre política que prodiga ios
cuidados al yerno, le hace todos los
días un postre de dulce distinto y le
arregla, mimosa, el lazo de la corbata, espía.
Y hasta el sereno, que nos sonríe
agradecido al recibir la perra gorda
por las noches mientras nos abre la
puerta, espía.
Hoy no hay nadie que se vea libre de ese bacilo que invade nuestro
pobre país.
Los espías son de dos clases: aqueDos que sólo trabajan para fines militares y los espías políticos.
De éstos vamos a dar detalles de
cómo trabajan y cómo viven, con motivo de la llegada de dinero ruso paí a propaganda.
EN CONTACTO CON «KL
.•VGBINTE 41»
Le conocemos porque es vecmo nuestro. «El agente 41» se llama Agapito
Pérez Oso, y está al servicio de la
"Schankza". formidable organización
bolchevique.
Agapito tiene una doDie personalidad.
D« dia es un modesto zapatero de portal, inventor de un parche para la extirpación de ojos de gallo sin dolor, que
se g&n& un modeato jornal poniendo
medias suelas y punteras. Agapito ha
sido, además, fabricante de agujeros
para' ocarinas y constructor de flautas
con caña dulce. Habla «uatro idiomas,
que son: español, findorrano, caló y hurdano.
Por la noche, Agapito suprime el pito y se queda con el Aga sólo, llamAndose Aga Peroso, y su personalidad se
eleva a la categoría de cdandy». Suelta
el tirapiés y el cerote, se pone su flamante «smoklng> y entonces se dedica
a frecuentar los elegantes salones frivolos de noche, donde tiene su cami» de
acción.
Entonces, pertenece por completo a
la organización de etspionaje, a la que
está añilado.
Lia misión de Agapito es averiguar
el nombre y condición de todo español
que pueda disponer de dos duix>s para
divertirse.
Para ello, se vale de auxiliares femeninos—elegíintes y beUas—, que san
las que caen sobre el favorecido y le
suministran los primeros datos.
Luego es el propdo Agapito el que
interviene para completar la información.
De esta manera va pasando a Rusia el nombre de los españoles que, en
su dia, pueden ser despojados de sus
bienes, para ayudar al triunfo del marjdsmo.
VN NEGOCIO EN QUIEBRA
Pero Agapito está desolado. Ya tía
sido advertido por su organización de
que va a ser licenciado, en vista de la
esterilidad de sus gestiones.
—¡ya ve usted!—me decía el otro
dia—. Con lo que yo trabajo...
—Pero... ¿es que no hay quien se
gas le el dinero en divertirse?
—Como haber, c l a r o que los hay.
Venga usted conmigo a cualquier «cabaret», y veré cómo se derrochan los
billetes, y se bebe el «champagne> como
agua, y se tiran los duros como si fuera arena de la playa.
—Entonces...
—Pero es que, ios que hacen eso, son
¡los marxistas precisamente! ¡Lios de
mi partido! Los demás no tienen dos
pesetas, ni por donde les venga.
Agapito no tiene razón.
Porque eso que hacen los marxistas
ea un medio de propaganda como otro
cualquiera.
Mantones de Manila
PRIMERA CASA EN ESPAÑA
9, CALATRAVA, 9.
—¡Eh, amigo! ¿No s© ha enterado usted que se prohibe mendigar?
¿Quién se nos ha comido Azaña, en Leganés
^ e no es broma, ¿eh? No queremos
la "mona" de Pascua? nosotros
decir que Manolo ha perdido
¿Ha sido nuestro gran director Aniceto Chinchón o el simpático, inteligente, exquisito, amable, rico y precioso censor?
Porque el caso es que la "mona" que
nos estuvimos confeccionando la semana pasada en el "Fom de Sant Jaiune",
que es el mejor de Barcelona, no ha
aparecido en las páginas de GRACLA. X
JUSTICIA. Y suponemos que el compañero linotipista no habrá eido...
En fin, la "mona" era monísima, a-un^ e la hayan |ruiUoti"^<^o- Figúrense
que sobre una noble bizcochada de almendra y yemas ascendía una nube de
"chantilly", salpicada con liis fresas
prematuras del Prat del Llobregat, y
entre nimbos de merengue asomaba la
faz de don Manuel Azaña y Díaz, el estadista más grande del orbe y el pedazo
de «genuino» más auténtico de todos los
genuinos, arrebolado con mantequilla,
espolvoreado de azúcar y con toquecitos
acá y acullá de canela
¿Hay derecho a privar a los lectores de cosa tan suculenta, que hasta los
ángeles se chupaban los dedos, como
dicen en la Barceloneta para ponderar
una golosina superfina?
No queremos seguir describiendo el
excelso pastelón, con dos docenas de
huevos duros contingentados, para que
los lectores no decapiten a nuestro jacarandoso director o pidan los bucles
de la "seña Anastasia", por haberles
privado de tan sabrosa "Uaminería".
el juicio. Al contrario, hasta ahora lleva ganados los que tenia pendientes.
Queremos decir que los azañistas celebraron, el domingo pasado, un mitin
en Lieganés, cerca del manicomio, y que
aquello fué la bocina.
Se leyó una carta espléndida de Azaña, en la que dejaba traslucir esperanzas de resurrección próxima.
La gente se rió mucho, y luego visi*
tó el Manicomio provincial.
<<Voy
a dar la vuelta a
España"
•
Esto que parece, dijo Lerroux apenas
se encargó del Poder, y que ha quedado flotando en el ambiente, va a ser
una realidad desde hoy.
GRACaA Y JUSTICIA va a dar la
Vuelta a Hispana..., como seguidor de
los "routier" ciclistas. Nuestros lectores
tendrán, pues, detalles de lo que van a
hacer los ciclistas, porque la vamos a
dar en patinette, para no perdsr comba.
Al mismo tiempo, y dado nasstro espíritu político, les diremos a ustedes lo
que pasa por esas provincias, con esa
sinceridaui que nos caracteriza.
¡Oído al parche!
SI AMÁIS, señora, vuestros hijas, purgadlos únicamente con el delicioso ricino
"Naranjil", de gustoso sabor. Exíjalo en
farmacias en su envase con mirilla
transparente de papel cristal.
LA VUELTA A ESPAÑA »'N "BICI", por don Pako
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ITINERARIO A SEGUIR
Partiendo de Oposición de
Arriba e Fuerrea Iz<|iiierda, sr
paria por Arrastrasilla y después de muchos "zig-zag" se
Ut'ga a Revolución de .Aiiajn
(csntrol secreto). Amenazas de
todos y ot. os lugares comiinesplnforescoB. El fin señalado es
arribar a Poder ^iinque sea «in
fuerzas y alli "sacrificarse".
LOS ASES DEL IJESCE.NSO
UN TREP.ADOR
UNO QCE F.ALLA
Aquí los tenéis en plena cues
AzañofI el corredor seooi
.El célebre corredor, a gra'.ideí
ta ahajo que es su especialidad —¡amos quita moscovita!— Se velocidades. Friettinni que no
descienden a una velocidad fan- las pinta solo para trepar a la!^ aay quien la haga hacer la vuel
tástica. Tienen escasos partida- altas cumbres. Ahora está mu.\ í^ a España ni atado. El se disrios en esta prueba > «tieñan i>a,io de... formas ,v se queja de culpa diciendo que no tiene necon llevarse mucha'- prim»> nur va a tener que torminal frsidad de demostrar sus dotes
auniiue sean de exposición...
si: cairera solo, pues no le h» de corredor, ;,Vlii queda . T úl
quedado lü un solo seguidor.
timó "recürd" Madrid-Farisl
EL L Q l l l ' U V A\ i
Un momento de la curn'ia en
el que se ve a los comp'iüviites
del equipo ipic al fin «e ; ipondrá por su buena forma >• su
clase. Deben pnlendert-í" li'-i: en
.»! áspero recorrido y pr>>>" trse
nutua a.viida. .v el triiin!.. será
SUJO con el aplauso del público.
GRACIA
N ú m e r o 175.-J*4g, 10
Y
ECOS AGUSANADOS
1 ^ 1
Les concejales del bienio celebran
un delicioso acto de ultratumba
¡AVISO, GOKKAS!
No es ésta ia primera vez que enarbolamcs el adjetivo frente a la actuación
que, a partir de su sepelio, vienen desarrollar.do los miembroa de aquel inolvidable Ayuntamiento que presidió el
ma3'or alcalde mayor que ha tenido Madrid. Henios citado a don Pedro Rico.
Nunca se había registrado en la historia del espiritismo actividad y celo
como !os de estos finados. Nosotros,
que hc-;:-.03 leído a Ailan Kardec en los
ratos de buen humor, sabemos muy
bien que nunca se habia dado el oTiginalisrmo caso de que un espíritu se obstinara, como don Pedro Rico, en que
se le irseribiera en la lista de teléfonos con los cargos y sobrecargos que
hubiera dirfrutado en vida.
La mayoría de los espíritus venían
conformándose con envolverse en una
sábana y cirrastrar de madrugada algxma cadena.
Loe ex concejales del bienio no quieren ni oír hablar de cadenas. Y ban preferido obsequiarnos días atrás con un
festiva! absolutamente inédito.
Como puede verse.
HX ACTO
A los compases escalofriantes de la
«Marcha Macabra», hacen su aparición
en el tapiz los actuantes.
Marcha a la cabeza Jel pelotón dea
Pedro Rico, lo cuai despista considerablemente a algunos indocumentados.
Se oye una voz que pregunta:
—Pero ¿es que varaos a presenciar
• n «macht> de «castch as castch can>?
Aclarado que aquello va a ser algo
bastante mejor, el auditorio se tranquiliza, y comienza la parte seria.
Las primeras palabras se las tenemos
que agradecer al generoso espíritu de
don Pedro Rico.
Son para advertirnos, por si no lo
habíamos notado, que allf los oradores
no representan a nadie. (Signois de aprobación.) SB deca:, que cada uno se representa a si mismo, como en tiempo de
loa merovingioe. (Más aprobaciíii.)
Inmediatamente excusa la falta de los
señores Saborit, Castro y Coca.
Tina \oz.—¿La falta de qué?
Se arma un escándelo bastante considerable, gracias a lo cual nos libramos
de oír ia oratoria médico-federal del señor Araus!.
Restablecido el orden y pacificados
kw espíritus, toma la palabra por concesión directa don Manuel Muiño, el
eual. en frases muy elocuentes, evoca
su magnífica gestión como delegado de
Vías y Obras. El publico, puesto en pie,
porque ¡os asientos, aegün parece, son
bastante duros, ovaciona al genial autor
de «el puente de las Ventas^, «el ado-
quinado del Hipódromo» y tantas obras
deliciosamente ruinosas.
Las ovaciones son tan compactas y tan
resistentes que nos quedamos con las
ganas de pregtmtarle a un acomodador
si este don Luis Barrena que está hablando ahora es el mismo que fué elegido concejal monárquico el 14 de abril.
Luego de un intermedio humorístico por el señor Ortega y Gasset (don
Eduardo), al que también tuvimos la
suerte de no oír, vuelve a tomar la
JUSTICIA
palabra el contumaz alcalde yacente,
don Pedro Rico.
Hay una evocación impresionante sobre los medios empleadoe por el Ayuntamiento del bienio para combatir el
paro. Aquellos hombres caza-hojas, a
quienes se les daba xmsl escoba y un duro por recorrer las calles y los parques púbhcos, persiguiendo implacablemente una hoja muerta, producen un
escalofrío en el auditorio.
Y, para terminar, habla el ilustre finado de los aciertos de Saborit al crear
una política escolar que produjo, en
medio año, más de diez mil pulmonías
a los niños de las escuelas.
Y, ¿cómo no?, afirma, una vez más,
que el único alcalde de Madrid es él.
(Ovación.)
Se cambian impresiones sobre la posibilidad de sacar en hombros al orador,
pero hay que, desistir.
Claro.
©$$$a§^^«í©^í«í«^^<í^««í>«««^«««««*í
V'>í*«.^*ÍS«*í*<í^«>í*Oí'^^©«*»
MAESTRO,^—¡Mucho cuidado, que el bicho se "cuela" por la izquierda!
C A S C A J O
Madrid, 27 de abril de 1935
LA LIOA QUE APRIETA
La catástrofe del Madrid
en Las Corts
Grande y sonado revés
ha sido ese cinco a cero...
(Actuó como portero
Nogués).
A consecuencia del palo
quedó una fama deshecha...
(Fué su defensa derecha
Zabalo).
Todos, en cuanto a desgana
fueron de la misraa cuerda...
(Jugó de defensa Izquierda
Arajia).
Según dicen, más de un cgol»
pudo tener su remedio...
(A la derecha, de medio
Pedrol).
Ya se la dieron con «que3y>
en cuanto empezó el encuentro..»
(Actuó de medio centro
Berkessy (1).
Y uno tras del otro al tronco
cinco «goles» que le empala...
(Jugó de otro medio ala
Franco).
Y es que el Barcelona, ya
juega siempre dando el pecho..,
(Fué un gran exrtemo derecho
Ventolrá).
Y el Madrid, está muy «baicb»
en cuainto a brto y valor...
(En el ala fué interior
Raich).
Por eso en cuanto se va
cualquiera lo tiene en jaque»*
(Dirigió bien el ataque
Escola).
Un partido de primera
con una derrota absurda...
(Como interior de la zurda.
Morera).
Total, que los catalanes
se han sacado bien la espina.»
(Y de extremo en la otra esquina
Ciábanos).
En Barcelona ha ocurrido
la sorpresa de las Ligas...
¡Al Madrid le han hecho migas
en este raro partido!
KL L I N I E S
(1) Perdona el ripio de antes,
pero ¡échale coasonantes!
C A L L O S
f f c
Algunos, h6u:íendo un juego de pala- ros españoles que no saben lo que es el juanetes, ojos de gallo, verrugas y toda
bras, asegriran que durante estas Pas- paro.
dureza desaparecen en tres días con al
cuas el señor Lerroox visitó los sagrapatentado
rios, porque visitó a los agraxioe ^5artíEso de colocar adoquines no es alunez de Velasco y Royo Villanova.
sión ni símbolo. ¡Maliciosos!
En todas partes, 1,60; por correo, 2 peLas autoridades han decidido imponer setas. FARMACIA PUERTO. Plaza San
Ahora el hombre más insigne es el
multas
de
0,25
a
los
que
formen
grupos
Ildefonso, 4. »L«)BID.
que no tiene ninguna condecoración.
en las aceras. ¡Adiós! ¡Se acabaron los
M E G A L O M A N Í A S , por Fuñe»
partidos de don Miguel Maura y MartíEl orfebre que elabora condecora- nez Barrio.
ciones, el cocinero que confecciona el
menú de los banquetes y el que coloca
Don José Ortega y Gasset ha rechaadoquines en las calles son loe obre- zado una banda que le ofrecían. Es ex-
•©«•í;««»S«a&S««í^S>$^S«$«í5«íS«í5i«<í$«««^^$««^«^©^$S^«a&^$«^í^
UNGÜENTO MÁGICO
traño, con lo que le gusta a él el bombo.
La primavera madrileña tiene ima
floración sui géneris. Además de cubrirse los árboles de hojas, los lugares más
amenos de los alrededores de la capital
se cubren de hojas de "El Liberal" con
huellas de haber envuelto ima tortilla de
patatas.
iay luioterios Insondables del destino. "El Liberal", periódico grasicnto, tenía necesariamente que ser adecuado
envoltorio de líis tortillas domingueras.
Y los "Doniingueros", lectores de "El
Liberal". Las afinidades electivas ni engañan.
Los partidarios de Azaña ban dado el
mitin el domingo pasado en Carabanchel; como los novUleros incipientes. ¡Lo
que cambian los tiempos! ¡Hace poco les
parecía pequeña la plaza monumental de
Madrid!
—^Te encuentro más delgada.
—Seguramente será por los ayunos de la Cuaresma y anticipándome a tos que tendremos que hacer a la fuerza.
El señor Madariaga ha quedado muy
bien en la Sociedad de Naciones. Tal para cuaL
(HiUer)
AZAÑA.—¡¡Para que digan q"»
no tengo talla de estadista me ho
comprado ésta!! ¿Quién puede decir ahora que no la tengo?
Mndrid. 77 ñt «hri) de 19SS
GRACIA
Y
JUSTICIA
Eran cuatro niños buenos»
jugando a las cuatro esquinas;
tres estaban ocupadas
y uno en el centro pedia^
con voz triste y plañidera:
"Dame un poquito de lumbre".
"Por allí, por allí reluce".
NAmero 175.—P&g. •
También peroró en Melilla
el señor Martínez Barrio,
y a quien todo se lo deb«
puso casi como un trapo.
(¿De nuevo van en Melilla
a resucitar los "pacos"?)
Un grupo de niños meüos
desde lejos los veían,
prontos a entrar en el juego
y a copar las cuatro esquinas.
Piénsenlo los niños buenos
y observen que en su porfía,
aunque se juegue muy limpio,
lia que trabaja es la vista!
Defraudado el pedigüeño,
a la esquina opuesta iba,
y el niño que la ocupaba
lo mismo le respondía.
"Dame un poquito de limibre"
"Por allí» por allí reluce
£1 niño que se quedaba
iba a la tercera esquina,
y su petición idéntica
igual respuesta obtema.
"Dame un poquito de lumbre"
"Por 'allí, por allí reluce".
Prodigó en Monforte
sus frases añeja»
Casares Quiroga
XíTaday Casas Viejas!)
Sánchez Romáoi, en Santander, per9rfk<
Nada, señor Felipe, no es su hortu
Pedro Rico chilla»
Barrena le alaba,
Muuío jaripea.
,(i£sto es la caraba!)
N ú m e r o 175.—Pág. 12
JRACIA
Y
JUSTICIA
Madrid, 27 de abril de 1935
LA EDAD DE PIEDRA, por Lasauga
AxnaJo y pasccal lector: a las cinco
y media de la madrug^ada del domingo
último he despertada en un lecho, algo
duro, ús la Casa de Socorro del Puente
de Va'leeas.
Scgi'in me dice el practicante de guardia, ni.:' han recogido en una calle cercana al puente, a eao de las tres; diagnóstico: congestión cerebral con amagos
de en:eíalitis. Vamos, como si me hubiera 1 ido un discurso de Azaña.
La ncihe anterior yo había estado en
ocho ;catres, y he aquí lo que vi y escuché:
ZarzuJa: "No me olvides", opereta
con música de Victorio Podrecca y libro
de Ind2;;cio Prieto. Casimiro Ortas cantó rwxy bien la romanza del segundo acto y el Júo del tercero, acompañado por
la señor?. Gelabert. que ^ t á de voz mejor C4:e Fabián Vidal. Eadto.
Eslava: "Martes, 13 de abril de 193...".
Obra de los Quintero. Muy buena. Marcos Hedcndo, tan excelente galán como
siempre, aunque casi tan feo como uno
ds los ñires que toman parte en el concurso de infantes guapos organizado por
"lia Voz". Éxito... No del concurso, sino
de la obra.
Alkázar: "Seviyiya", de Ramos de
Castro y Carreño. Gracia, simpatía, ni
un sodo momento de pesadez. ¡Ole! Coi
mo para reconciliarse con Martínez Barrio, aue no es de Sevüla, sino de Lora
del Rio. Manolo Collado lució su excelente escuela de canto, aunque se pasó
casi tocia la noche de perfil. Muy bien
la Caíala y el resto de la compañía.
¡Exitazo!
Lara: "Adiós, muchachos", de Manolo
González. Opereta jamón, vistosidad, alegría y su miaja de intención satírica.
Hay un cuadro en que se reproduce la
conferencia de Stressa, entre Gil Robles,
Lerroux, Martínez de Velasco y Melquíades Aivarez, que es para revolcarse de
euforia. 31 primer actor, señor Suárez
de Deza, estuvo a la altura de su reputación, que es de un metro setenta. Muy
bien la señora Pereroff. Éxito.
Maravillas: "La prisionera", por el señor Carballeda, que salvó muy bien lo» i
riesgos de la obra dando el triple salto I
mortal en trapecio elástico como ya no
lo daba nadie. Ni Dencás. Éxito.
Frice: Presentación de la compañía de
Margarita Carbajal y Carvajal—porque
de las dos maneras sabemos escribirlo—
con la obra para niños "Las insondables", libro de López Silva Aramburu,
óptico, música de Sorozábal y un poco
de Sagi Barba. Nos gustó mucho. Muy
delicado todo aquello. Muy bien la señora Santacana y el resto del elenco.
Éxito.
Victoria: "Teatro dei Piccoli". Valentín González muy bien, así como los señores Romero y Fernández Shaw, que
también estuvieron a la altura de sus
reputaciones respectivas. Éxito.
Muñoz Seca: Presentación de la compañía Quintero y Guülén con "Fuenteovejuna", de Cristóbal de Castro y Ar—Sí, señor, sí; podemos hacer el bloque cuando usted quiera: la
niches, para celebrar ¡de una vez! el
masa
está ahí, en la derecha, y ios adoquines allí, en la izquierda...
centenario de Lope de Vega. Estupendo,
Baustino Bretaño, y magnifica. Mana
ÍÍÍ--W®»
E^pinalt. Éxito.
Total, ocho cosas, ocho éxitos, ea decir, siete y un exitazo. El de "Seviyiya".
Asi da gusto.
Y ya ven ustedes que hemos cumplido nuestra palabra de darles cuenta
Que a un redactor de este repajole«municiosa;? de cuanto ocurriera en los
ro periodícazo GRACIA Y JUSTICIA
— • —
teatros de Madrid la noche dek Sábado
se la den con queso... ¡vamos, que no!
de Gloria. Lo de "municiosa" se lo he- ¡Son los amos de la risa!
Allá por diciembre último, nuestro
mos oído a Angelillo.
redactor envió una novela corta origi«
¡La ruina nos está bupcanda el olea- nal a un concurso abierto por «El Cuento Nuevo» ¡Y vaya novelita con gracia
Al ir a entregar las cuartillas ante- ginoso rotativo de los Busquets and y salero! Como para llevarse el primer
riores al querido director—y de paso Companys con sus hilarantes páginas de premio por unanimidad.
pedirle un aumento de sueldo, porque humorismo! Y por si con esa competenEl número de «El Cuento Nuevo», puasi no podemos seguir—, me doy cuen- cia no tuviéramos bastante, sale el her- blicadr en 12 de enero, daba cuenta de
manastro
s
u
y
o
disidente,
el
que
se
ta de que se me han traspapelado las
los originales recibidos y admitidos al
notas y apuntes que tomé en esa noche arrancó con una cabecera neoyorquina concurso. Eran 133 y entre ellos figuray se puso el título de una estatua momemorable, y "el todo" me ha resulta- numental,
mirador y bar, todo ba el de nuestro redactor, que andaba lodo un ciempiés que, por lo incongrruente junto, sale faro,
con chistes en los artículos co haciendo ya la distribución de las
y deslabazado, parece un artículo de de fondo, para partirnos por el eje.
pesetas que iba a cobrar.
Juan José Domenchina, antea Gerardo
Pero... sí, si; ¡que te crees tu eso!
L<eer, en fin, la Prensa de izquierdas
de Rivera y más antes, secretario de es revolcarse. El que apechuga con tres
Pasó enero, febrero... y ni «El CuenAzaña.
o cuatro papeles de esos, acaba tron- to Nuevo» ha vuelto a aparecer, y, lo
Ya no hay tiempo de arreglarlo.
que es más trágico, el portero de la rechado.
Además, si lo arreglo va a quedar
Ellos creen que no. Ellos piensan que dacción sólo sabe que no sabe dónda
peor.
nos ponen lívidos, tristes y cadavéricos, para el amo del cotarro; en la Imprencon su aire feroche, sus amenazas tre- ta sólo saben que no saben dónde en¿Vamos a dejarlo así?
mebundas y sus profecías catastróficas. terarse, y los 133 concursantes están
Vamos a dejarlo.
Ellos intentan amargarnos fa vida. Ellos hace tiempo dedicados a la caza de sua
Dimitri EISCALPELHOFF
llevan bailando, desde noviembre del 33, cuontos originales...
en la cuerda floja, con piruetas, para
Y el caso es, que en el número ultimo
($í^^-^^.5í5a5s5,5BS,5<5«^$$$$«$íí«$$:$©«®$^©©^©«^«í««^^^
espeluznarnos. ¡Ellos nos hacen de reír del 12 de enero anunciaba «El Cuento
hasta depilarnos de epilepsia retozante! Nuevo» la aparición de un ínteresaut*
La C, E. D. A. mantiene su
Se estudiará qué artículo de
Cogemos al azar un texto: <La aguda relato novelesco, pleno de emoción, tivisión política de don Manuel Cordero.» tulado: «¡Aquel canalla!»
actitud. Pues, hijo, será de
la Consftución debe modifiY resulta que se refiere al hombre de
Bueno; pues «aquel canalla» tampoco
la ex pala y de los ex calzones de pana- ha aparecido.
las
pocas
cosas
que
se
pueden
carse. Nosotros modificaríadero.
Y nuestro redactor dice que si su noY no tenemos m á s remedio que de- vela corta no se le devuelve, va a tirar
mantener en España
mos el de fondo.
cir. ¡Que Dios le conserve la agudez! de la manta y va a escribir un «Cuento
Porque política no será, pero electro- nuevo» con un desenlace apoteósico.
magpnética no hay quien se la nlegrue.
Y lo escribe. ¡Vaya si lo escribe!
Y, en seguida, pescamos otro texto de
Como que es riojano, ¡y del cogoUol
RECUERDOS DE ANTAÑO, por Fervá
otro "auténtico": "Hoy ya se ve cla"...don Pedro Kico habla de sus sacri- ro qi'.e lo conveniente para la República
ficios y amarguras al frente del Ajim- hubiera sido liquidar estas deplorables
"¡Qué tío más grande!"
tamiento". (T>e la Prensa.)
Cortes en cuanto nacieron." ¡Liquidar,
eh! Nada de suspender, cerrar o disolver... ¡Liquidar! Así, con todo ese enorme respeto a la democracia, Celedonio;
con todo es acatamiento a la voluntad
de diez millones de electores.... ¡Para
partirse en dos ondas sonoras de carcajadas! ¡Para retorcerse sobre una alfombra damasquina! ¡Para padecer de
gastroenteritis dislocante!
Y, a renglón seguido, púizamos este
precioso pensamiento: "EU voto femenino ha traído traiciones." ¡Ya lo decía
Sheakespeare: "Pérfida como la onda
del mar, mujer, mentira es tu nombre"!
Para llegar a ese extremo de "guiñaikofobia" se psisaron castigando a las
damas tres años y brindándoles las más
efervescentes efusiones bicarbonatadas,
¡Petra!
En fin, que los "genuinos" vají a
—No hay duda que tspana es
aplastar a Machuca y a sus tozudos.
completamente
laica.
Después de ellos, nadie, nadie, nadie..
—Querido Noé, ¿queda algo en eí arca/*
—Sí, señor; ¡el gato!
Para tazudos de la 'liila- ;Un timo», literario?
ridaz", los "genuinos''
Se importa carbón vegetal, y
los carboneros españoles están negros
—Sin duda, a juzgar por el fervor religioso de esta Semana Santa. ;¡Un nuevo éxito de Azaña Y
compañía!!
Madrid, 27 de abril de 1935
GRACIA
Y
JUSTICIA
Número 175w—^Páig. 13
COMO V E N L A S E M A N A S A N T A D E S D E P A R Í S , por M o r a a
W^m^^^
J n homenaje de desagravio, realEl manitiesto de Azaña, Sánchez Ro"^an y Martínez Barrio, lo que pone de mente.
¡Porque hay que ver las otras flores
nianifiesto son los atropellos indignos,
que le dedican al parlamentarismo...!
\
del bienio.
Aqui, o se ha perdido la memoria, o
Guerra, alarma, o lo que sea.
•* ha perdido algo peor.
Aplausos a la fuerza pública.
¡«Ulogiaaa! ¡Anda, vístete, y vámoLos poderes extraños y ocultos ace"os por íahí>, a echar un rato bueno; chan.
MUe ya no estamos más que en «estao»
Aplausos a la fuei-za pública.
Oe alarma...!
Las izquierdas prometen y amenazan.
Aplausos a la fuerza pública.
El insuperable Marcelino Domingo diUnos, chUlan; otros, callan.
^ que es •preciso que las elecciones las
''^•ean los hombres de garantías.
Aplausos a la fuerza pública.
E>e garantías para ellos, sí, señor;
Triste; pero última esperanza de Hisy ¡que viva la democracia!
pana.
Aplausos a la fuerza pública.
Ha salido de Cádiz el último barco
En esas elecciones. Peña, el ya personaje Peña, exige el frente antifas- español que se comunicará con Américista.
ca del Sur.
¡Ca! El que se va a hacer aquí va a
Es la última noticia que enviamos a
•er el frente anticriminal.
nuestros hermanos de allá.
"^f^^
DON INDA.—¡Sí, sí; habrá sido un éxito, pero «n eso de recorrer
•estaciones" tengo yo el "record"!
Esto es vivir tranquilos
Liquidado el disgustillo aquél que
tuvamce con Cataluña y con Asturias,
¡qué hermoso mes venimos disfrutando!
Ya hacia años que no lo vivíamos
igual.
Para esa liquidación se remitió esa
letra—la Z—, a treinta días vista.
Pero lo cierto es que Vamos viviendo, y que nos quiten lo bailado, que
es lo que dicen los filósofos positivistas y los bailarines suspendidos de
Price.
Sí; tenían razón los izquierdícolas, pidiendo la pacificación de los ánimos.
EUos han dado conmovedor ejemplo
entregando, con generoso amor, todas
cuantas armas les han descubierto.
Y tenía razón este Gobierno, minoritario, pero optimista, con disponer el
a-quietamiento de las pasiones.
En efecto, sentíamos todos tal afán
de paz, que en los mentideros politiSe pide que se cumpla el Es- cón se advirtió en seguida la tregua.
Durante el bienio había menos proNosotros, observadores de profesión, en
tatuto del Vino. Siempre haJ^iones; pero los judíos rebosaban por
cuanto la Prensa, las palabras oficiales
*odas partes.
brá menos borrachos que con y la abundancia de guardias en las
Llenaron de flores la escalinata del
calles estratégicas nos anunciaron que
i n g r e s o de los Diputados...
el Estatuto catalán
estaba restablecida la convivencia entre los ciudadanos, fuimos a tumbarnos en el diván blando de un café.
L A R E C O G I D A D E M E N D I G O S , por Areugcr
I Qué ruidoso entusiasmo celebraba el
anhelado armisticio! Tal viveza había
en Jos ademanes, que a un parroquiano descuidado le pusieron la nariz como un flan, y al progresista de toda la
vida don Sandallo Zapate» de tal manera le incrustaron entre las patas de
una mesa modernista, que, para que no
se estropeara la mesa, le llevaron a ima
clínica hecho un «puzzle».
Bronca, lo que se dice bronca, no
presenciamos más que una: el *casch
as casch can» recibido por un señor
que se permitió decir que en España
se vive ahora intranquilo, y que, como
si lo quisiera demostrar prácticamente, se había sentado sobre tres sombreros ajenos en vez de sentarse sobre
el suyo...
Descartado algún caso particular e Ínfimo, la tranquilidad es completa en
toda "España.
Los concejales cedistas dimiten; pero es que, en realidad, según les dejaron los Ayuntamientos, no hay nada
que hacer en ellos.
Los otros, los de la acera de eníicnte, no hay más que oír qué suaves métodos de gobierno preconizan ahora en
sus mítines: nada de bienio violento;
lo cambiarían ahora por cuatro o seis
años de mando racional y amable.
Paz, paz a toda costa, es lo que el
M E N D I G O 1.°—Yo tengo esperanzas de que la cosa saldrá bien
Gobierno debe seguir procurando, costa vez. Al señor Morala ie han " d a o " cruces por lo bien que orga- mo hasta ahora.
'2a los banquetes. Esto es una garantía pa nosotros, ¿no?
Como ha hecho, por su pai'te aUcuoPeña, dando instrucciones electora'es...
¡Cómo se conoce que hay dinero!
Dinero fresco del Banco y de los coȒercios.
Los ex concejales republicanosocialistas de nuestro Ayuntamiento se reunieron en fraternal mitin, y dijeron todos
a una, que aquel Ayuntamiento ha sido
el mejor que ha tenido Madrid.
Y es verdad: porque el que han dejado
Siguen los extremistas intensificando ellos...
« cultura mural:
"líjanifestaos el 14 de septiembre."
El Liberal no ve claro «1 caso de Lar"Agitaos el 11 de octubre."
go Caballero.
¡Ah! Pero nosotros vemos claro lo
«Os esperamos el 1 de a g o s t o
qye pretende El liberaJ.
«¡Viva Kazakusky!>
Después, la Policía, provista de espe** brocha, va y desftgura las inscripciones, con virtiendo todas las letras en:
"Diario de Madrid" afirma que
^ B B B E B B B B , por ejemplo.
falta un talón de un Banco.
¡BEEEBBBB...! ¡¡Todas borregos!!
A lo mejor es el talón de
Se habla del bloque centro-izquierda.
Esta caKi «e está poniendo ya inhabiAquiles
table.
¡Nos mudamos!
ta, un consecuente agrario, amigo nuestro, el señor Pimentel, a quien encontramos ayer mfiñana con más vendas
que una momia.
—¡Caramba, don Isidro! ¿Qué le ha
ocurrido a usted?...—le preguntamos
anhelosos.
Solemnemente nos explicó él:
—Ostento estas gasas como prenda
honorífica, en bien de mi patria. Figúrese usted que me vi anoche entre dos
socialistas, un liberal demócrata, uno
de Martínez Barrio, tres de Gil Robles
y uno de Guadalajara... ¡Pues logré
ponerlos de acuerdo! Esta tarde nos
reuniremos todoe a comernos un bloque
a la valenciana...
Que el Gobierno se mire en el her*
moso ejemplo dado por este benemérito ciudadano.
Si, cuando se reanuden las Cortes, tí
Ministerio se presenta envuelto en gasas gloriosas, dignas del abundante y
airoso montón de algodón en rama que
ostentará en su cabeza el señor Pórtela
Valladares, todos exclamai-emos conmovidos :
—¡Se han sactifioado por nosotros!
Y si hay crisis, entonces será el más
grande y más fecundo de los heroísmos...
Pero por las biíeníis: a ver si España puede vivir tranquila otro mesecito.
Martínez Barrio dice que "antes de que vuelva la Monarquía, él lo prefiere todo". Pero, sobre todo, el Poder, Dieguillo.
P E U C U L A S , por A b a d
'¡Qué tío más grande!"
GRACIA
Número 175.—Pág. 1*
Y
Madrid. 27 do abril de 1935
JUSTICIA
JklJ^
*.
f
M DE LA SEMAN
>=H i * , ^ 1
EXPUCACION, por Abad
ON ARMANDO Y LAS MUJERES
E: necho no se presta demasiado al comentario humorístico, por tratarse
precisamente de uno de los m á s preclaros Ingenios de las letras españolas
conteniporáJieas, don Armando Palacio Valdés, y de l a s bellísimas y, cuando
menos simpáticas mujeres madrileñas. Aquél, en situación de homenajeado;
é s t a s de "homenajeantas". Pero lo que sí resulta chistoso es que invariablemente estos actos de reconocimiento, admiración y gratitud sean debidos a
la iniciativa particular. U n día los maestros organizan un homenaje "nacional' a don Jacinto Benavente; otro, unos escritores s e constituyen en "amigos it Quevedo"; diversas entidades artísticas y culturales realizan actos
en nonor de Lope de Vega, o de Cervantes... Entre tanto. Gobiernos, Diputaciones y Municipios dejan hacer permaneciendo absolutamente al margen, pensando para sus adentros: "no nos movamos, no s e a que nos pidan dinero". Y
este t-ímor lo sienten como si las personas que representan aquellas entidacies nubieran de sacar el dinero de s u s propios bolsillos. Los organizadores de aquellos homenajea maduran sus proyectos, los finanzan recurriendo a
ritas y a espectáculos, a base de que todo el mundo trabaje de balde. Y cuando
al cabo de vencer toda suerte de dificultades llegan, a veces, a conseguir su
ob.-etivo aparece la entidad oficial, e n c a m a d a generalmente en un señor gordo
con una banda de colores sobre el pecho, un bastón con borlas y una chistera, a prestar su brillante concurso y a recoger como pueda unas bombos de
los chicos de la Prensa con pretexto de unas vacuas "declaraciones" que lea
enjareta al terminar el acto. Lo que este personaje suele decir equivale un
t a n t o a la frase de aquel monaguillo del cuento: "Entre y o y el cura los
casamos".
Elsta vez, sin embargo, la 'oficialidad" no ha aparecido por ninguna parte. Probablemente ni siquiera se h a enterado. Cuando viera que imas señoras
s e agitaban en el clásico ir y venir de comisiones y dar notas a los periódicos,
pensaría: "¡Cosas de mujeres, que no saben qué hacer para no dedicarse
a s u s labores!" Y cuando quiso caer en la cuenta, el homenaje s e había realizado sin la grotesca presencia del señor gordo con su banda, s u bastón de
borlas y su chistera.
La cosa resultó estupenda, según dicen, pues no queremos t i r a m o s la ventaja de decir que lo vimos. Don Armando, tan jugoso a u n en s u s producciones
literarias, se mareó un poquito de ver pasar ante él tantas mujeres. Se retiró antes de terminar el desfile, acaso un poco arrepentido! de haber escrito el
articulo que motivó tal efusión femenina; pero habiéndose ahorrado el discursito del personaje oficial, que hubiera comenzado así:
"Cuando y o era pequeñito y leí por primer v e z la inmortal novela "La
Cabana del tio Tom", de que es autor nuestro ilustre homenajeado, experim e n t é la misma emoción que cuando años m á s tarde m e deleitaba con la lectura de "La hermana S a n Sulpicio", esa obra inmortal que cinceló la pluma
del m á s grande de nuestros escritores contemporáneos. Ya habréis adivinado
que .-ne estoy refiriendo al joven poeta D o n Quijote de l a Mancha"... Y etcétera etcétera.
Todo esto, admirado y venerable patriarca don Armando, se lo ha evitado
usted gracias a la diligencia femenina y a cambio de un leve y pasajero mareo.
ion DD [?(? % os
D61í(p[paria°8(!n
permitimos darle un consejo: ¿Ha contado con Martínez Barrio? ¿Ha recabado siquiera la segfuridad de que abra un
paréntesis? Recuerde el admirado charlista que gfrac&s a este signo abierto por
el prohombre sevillano el Domingo de
^¿Y qué me dices del ministro de la Gobernación.
—¡Pchs! Para el invierno, vale...
Claro, hombre; porque en invierno sé va a Por-tela y de abrigo,
pero en verano con cualquier trapillo nos arreglamos.
Ramos, ha podido celebrarse la Semana
Santa.
¡Cuidado con don Diego, sobre todo si
es de Noche!
SIGUEN LOS TRIUNFOS
Hacíamos notar e n nuestro número
anterior la serie de mercedes y distinciones de que están siendo objeto en la
actualidad los hombres de letras. Un poco tarde, es verdad, nos hemos enterado de que sigue la racha, y que la misma banda que se otorgó a Fernández
Flores se ha otorgado a otros académicos, y, entre ellos, a uno de los dos hermanos Alvarez Quintero.
N o recordamos a cuál, pero no importa para el caso; ¿qué cualidad superior
de un hermano sobre otro ha determinado la oficial preferencia? ¿O es que lo
han echado a suerte? ¿O es que se la
han dado para que cada uno la luzca
cuando quiera?
La serie de preguntas que podríamo*
seguir haciendo resultaría ínacabablo.
Sin embargo, la solución del enigma parece ser que está en que uno de ellos, Serafín, e s siempre el que escribe, mientra*
el otro s e pasea con una varita e n lA
mano. Entonces se discurrió así: "Puea
el que escribe, escribe, y el que pasea
agitadamente encordia o estorba y seguramente retrasa la comedia con su*
interrupciones. Demos la banda ai que
escrii>e". Muy bien nos parece la mane*
ra de discurrir; pero el caso es que par»ce que se h a n confundido, y, al fin, bl
banda ha ido a parar al que pasea.
La injusticia no tiene otra reparacióM
que otorgar otra inmediatamente al qu0
escribe; y si esto parece demasiado, qua
le den la cinta bien cumplida de medida
para que la puedan partir.
Un sabio yanqui pronostica
que el año 2035 se vivirá mucho tiempo y se trabajará dos
horas diarias. ¡Ande! Pues
más que ahora, que no se trabaja nunca
PRÓXIMA
^PEETUEA
«í«^>$«^«i$«íí. .
CENTINELA, ALERTA
> Federico García Sanchiz ha pasado la
Semana Santa en Sevilla y ha quedado,
como todos cuantos tuvieron la misma
suerte, maravillado de lo que ha visto.
£1 entusiasmo popular, netamente popular, ha sido algo grandioso. La brillantez que ha revestido la Semana Santa
sevillana resulta indescriptible. Tanto
es asi que palabra tan expresiva y propicia para describir las mayores maravillas, como e s la suya, se va a limitar
a referir, en una charla, el efecto producido por la presencia en las fiestas
de la Guardia civil. Será un homneaje
si Benemérito Instituto qne le ha sugerido lo contemplado en Sevilla.
Centinela alerta siempre García Sanchiz para captar lo que e s aliento, espíritu y vigor de la raza con eficaz oportunidad, no podía escapársele el signiHcatívo detalle.
Pero, a pesar de todo, nosotros ' n o s
La Empresa de cLos Especjtáculos Marxistas, S. A.» pone en co
nocimiento de su distinguida y
democrática clientela que en fecha inmediata se procederá a la
reapertura de las famosas y ereditadas
CASAS
DEL
PUEBLO
que tanto éxito tuvieron hace
tiempo.
Estas
reaperturas
constituirán
otros tantos acontecimientos inolvidables.
Murgas callejeras en la puerta.
Vino en abundancia para los
amigos
Partidas de mus por eminentes
profesores.
Cucañas con enchufes en la punta.
Festejos populares, y, si nos dejan, alguna revolución de law
buenas
—Los mendigos protestan contra la imposición de multas a los
que den limosna.
—Y tienen razón. Debían declararse en huelga.
Nota.—A todos los asistentes a
estos actos se les entregará una
bonita fotograLfía de Indalecio
Prieto en traje de ir a París, como recuerdo.
Madrid, 27 de abril de 1935
GRACIA
Y
Numero 175.—Pág. 15
JUSTICIA
UN SUCESO DE AUPA
Dos señores con barba se presentaron en la Unión
k Izquierdas diciendo que querían afifiarse
»4
*mm
•«
En el tumulto resultaron varios heridos
¡Elstá visto que con estas cosas de la
política no gana uno para sustos. Desde
hace unos cuantos años, el español consciente no sabe lo que es tener un mollento de tranquilidad. Que si huelgas,
9Ue si revoluciones, que si criáis, que si
discursos de Marcelino Domingo... "En
^ . el acabóse.
•^1 español consciente está, aterrado.
iHaata dónde vamos a llegar? Esto es
"O vivir. Se acuesta uno temblando por9*^6 no tiene confianza en lo que va a
fncontrarse al día siguiente cuando se
Oespierte. Se entrega uno en los bra*'s perniciosos del pesimismo y siempre
•stá uno temiendo lo peor. Muy natural,
«espués de todo.
•Porque no es q'ue ocuira, precisamen**. lo peor; i)ero, desde luego, suele ocu•rtr lo más inesperado.
Véase, m no, lo que pasó ayer en la
Unión de Izquierdas, y que tan des•€rradables consecuencias ha acarreado,
i Quién podía imaginarse una cosa por
•^estilo? Pero no adelantemos los acon**cliiiientos, como decía doña Carolina
Invemicio.
Sirvan estas linoa.q solamente a. ia&**era de prólogo y como un ruego para
9ue las autoridades adopten las necesarias precauciones, a fin de que personas
inocentes, como eataa que componen la
Unión de Izquierdas, estén a salvo de
•ncesos como el que vamos a referir y
l a e tan gran susto les ha metido en el
cuerpo.
COMO OOÜBRIO E L SUOBSO
Anoche, a las ocho menos cuarto, puede decirse sin incurrir en exageración,
Vie la acera derecha de la caUe Alíala estaba concurridísima como pocas
*«ces. ¿ A qué era debida esta animad o n ? ¿Es que el simpático pueblo madrileño sospechaba lo que Iba a ocurrir?
Í E S que se sabía positivamente que a
lt>8 pocos momentos Iba a surgir un
•contecimiento de gran envergadura?
No lo sabemos. T además, no noe importa. Porque en realidad no creemos
' Que tuviera que ver una cosa con la
Otra. LA que pasa es que esto siempre
hace bonito decirlo al empezar.
Bueno, pues pocos minutos después
*e las ocho menos cuarto se presentaron
•n el domicilio de Unión de Izquierdas
dos señores con barba, que no presentaban síntomas exteriores de perturbación mental alguna. La portera ha declarado que no le produjeron ninguna
•ospecha, por lo que no puso obstáculo a
•n íicceso. Lo mismo le ocurrió al ordenanza que les franqueó la entrada en
las o£cin£L3.
A preguntas de este mismo ordenante, los señores barbudos dijeron que no
podían decir el objeto de su visita más
que a una figura de gran importancia de
ta Unión de Izquierdas. Elntonces fué
cuando el ordenanza albergó la primera sospetáia de hallarse ante dos anormales, puesto que a él le constaba que
en la Unión de Izquierdas no hay ninguna figura de importancia.
Por si las moscas, el ordenanza les
hizo pasar a un gabinetito de espera y
fué a contar k) que ocurría al señor Albornoz.
Este, al saber que había visita, se puso muy emocionado, se miró al espejo
para ver si tenia IÍLS narices bien colocadas, se arregló un poco el nudo de la
corbata y salió al encuentro de los recién llegados.
Los señores con barba, después de
reírse un rato como hay que hacer cuando se ve o se oye a Albornoz, se pusieron serios y dijeron:
—Pues mire usted, nosotros queríamos afiliarnos al partido de Unión de
Izquierdas.
—¿Cómo han dicho ustedes?—pregfuntó asombrado el bueno de don Alvaro.
—Que queríamos afiliamos al Partido
de Unión de Izquierdas.
Entonces, don Alvaro se quedó pálido. Torció los ojos y, dando un grito de
espanto, cayó al suelo sin sentido.
Al ruido que produjo el cuerpo al caer,
acudieron varios ordenanzas, los cuales
trasladaron el cuerpo inanimado de Al-
bornoz a la Casa de Socorro más próxima, mientras otros obligaban a los
barbudos a permanecer en el local para
responder de las posibles responsabilidades en que hubieran incurrido.
ESr LA. GASA DE SOCORRO
Apenas Inglesado en el benéfico establecimiento, el señor Albornoz fué asistido por los doctores de guardia, los
cuales dijeron que ya se le iba pasando
y qué había empezado a recobrar el conocimiento; aimque lo recobraba de ima
manera tan lenta que era de temer que
lo menos en dos semanas no estuviera
restablecido por completo.
Sin embargo, persona que conoce bien
s-__.Aibomo, y que se hallaba presente,
dijo que no estaba conforme con ese
diagnóstico y que el ex presidente del
MANOLO.—¿Qué piensas, Miguel?
MiCUEL.^Pues pienso, Manolo, que con esto de imponer muitaj
a los que formen grupos en las aceras se nos van a disolver los partidos respectivos.
Tribimal de Garantías estaba completamente bien, lo que ocurre es que siempre
ha sido un hombre de poco conocimiento.
TRAJfSCIENDE LA. NOTICIA
Mientras tanto, la noticia de que dos
ciudadanos querisui afiliarse a la Unión
de Izquierdas llegó a la calle, causajido
la emoción que es de suponer.
Miles y miles de curiosos se trasladaron al domicilio social de la Unión, ansiosos por ver de cerca tan extraordinarios ejemplares de la reiza humana. Los
alrededores de dicho domicilio presentaban un aspecto imponente, siendo totalmente imposible dar un solo paso por
aquellos lugares.
MARTÍNEZ LLORA
Por diversos conductos, los prohombres de la Unión se fueron enterando
del acontecimiento. Cuando se lo dijeron
a Mai-tíaiez Barrio, por cierto sin adoptar precaucionee, se echó a llorar como
un diiquillo, asegurando que en su vida
había presenciado nada semejante.
SI acreditado don Celipe, por su parte, afirmó que mientras haya hombres
con barba y con el arrojo suficiente para hacerse de la Unión, España será un
país de grandezas sin cuento y capaz
de comprender a los grandes hombres
como el propio don Celipe..
Marcelino Domingo dio su palabra de
honor de que con este motivo publicará
ocho artículos más en "El Liberal" Al
enterarse los de "El Liberal" sufrieron
tremendos síncopes. Bello Trompeta,
también dijo no sé qué. Por fortuna lo
dijo tan bajito, que no se enteró nadie.
VARIOS HERIDOS
Lo más grave fué lo de Azaña. Al
serle comunicada la noticia, se trasladó
sin pérdida de momento al domicilio de
la Unión, y cuando vio que la calle estaba atestada de gente, se asomó al balcón con ánimo de pronunciar un discurso.
Apenas el público se dio cuenta del
peligro, intentó huir despavorido, originándose un tumulto espantoso en el que
resultaron bastantes heridos y contusos,
que también hubieron de ser asistidos
en la Casa de Socorro del distrito.
LA VERDAD DE TODO
Rehecha la calma, a las dos horas de
NO DES CON LA IZQUIERDA PARA QUE NO SE RÍA LA DERECHA, por Lausaga
(Se Impondrán multas a los
que den limosnas.)
(De los diarios.)
^(Historieta tartamuda)
PASATIEMPOS
CONCURSO DE ABRIL
> —
Número 13.—Hace muchos
jeroglíñcos.
CAPITAL
BUUU
PNOOFTA NOTAON V I O M
Número 14.—¿En qué trabaja Julia?
VERAN0-O PSOE
MON QÉÜA
N ú m e r o 15.—En estos menesteres.
ROJO
1
Número
MUUER
«.35.7..>
16.—¿Cómo estás
hoy?
NOTAN 5001 NVIONO
Neta.—Como habrán ya observad*
nuestros lectores, la charada número 14i
tiene un error de imprenta: dice "te 66
la 3.^^.»", en lugar de: "te dé la 3»-2."",
Otra.—Hasta el 18 del próximo mayo se admitirán las soluciones para esUl
concurso de abril.
MEBUN
k » incidentes que dejamos relatados, m
procedió a interrogar a los señorea c<Á
barba, y entonces se supo la verdad da
todo.
i
Resulta que no pretendían afiliarse s
la Unión de Izquierdas, ni mucho menos, sino ofrecerles unas refrigeiadoraa
eléctricas que ellos venden a la comisión
para ganarse BU existencia.
Lo que pasa es que el señor Alborno^
no les entendió bien y se equivocó de
medio a medio.
Está, visto que este buéii señor no 84
entera nunca de nada. Menudo joUIn b a
armado él hombro.
Tiene narices.
Imp., Alfonso Xi, 4.
LA FIESTA DEL TRABAJO, por OrSeeozo
—Pero oye, Nemesio.^ ¿Qué haces? ¿Te has vuelto loco...?
—No seas muía, parienta. ¿No ves que mo estoy entrenando "pa" el día primero de mayo?
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