INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL COORDINACIÓN GENERAL DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES “METODOLOGÍA LENINISTA PARA EL ESTUDIO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL” T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE M A E S T R A E N C I E N C I A S EN METODOLOGÍA DE LA CIENCIA P R E S E N T A: LAURA HERNÁNDEZ LEÓN D IRECTOR : D R . HUMBERTO MONTEÓN GONZÁLEZ México, D.F. Mayo de 2004 Reconocimientos Al Instituto Politécnico Nacional, que me permitió a través de su proyecto académico, iniciar y concluir satisfactoriamente mis estudios de maestría. Al CIECAS, que me proporcionó las facilidades para lograr mi objetivo. A la Escuela Superior de Economía, que por medio de sus políticas académicas, me otorgó en todo momento los medios para mi desarrollo profesional. Al M. en C. Ricardo G. Acosta Reyes, director de la ESE, gracias por su disposición que en todo momento me brindó. Al Lic. Jorge Chinchillas Chávez, subdirector académico de la ESE, mi agradecimiento por su apoyo y comprensión. Al Dr. Humberto Monteón González, mi más eterna gratitud por trasmitirme su conocimiento y guiarme con su singular paciencia, por su espontaneidad, coherencia y agudeza de pensamiento que lo hacen ser un gran hombre. A la Dra. Alicia Bazarte Martínez, mi reconocimiento a su talento y gran sentido humanitario, gracias por tus palabras que siempre me alentaron. A la M. en C. Gabriela Riquelme Alcantar, mi admiración por tu profesionalismo y solidaridad. A las mujeres de mi vida Julieta, Tere y July que siempre han compartido los momentos gratos y difíciles de mi sendero, les agradezco su tolerancia y apoyo incondicional, ya que sin ustedes mi camino estaría lleno de abrojos. A Kiria, por la claridad de su pensamiento y paciencia para trasmitirme sus conocimientos, gracias por tu ayuda que fue invaluable en este trabajo. A Cynthia, gracias por los pequeños detalles, que son las grandes cosas de la vida. A mis amigos, por su lealtad y amistad. Índice Glosario ………………………………………………………………………. 2 Resumen-Abstract ……………………………………………………………..8 Introducción …………………………………………………………………..9 La Guerra …………………………………………………………………12 I. 1.1 La guerra, según Carl von Clausewitz ….……………………………..15 La Guerra en la Historia …………………………………………………24 II. 2.1 Edad Antigua …………………………………………………………. 26 2.2 Edad Media …………………………………………………………… 28 2.3 Edad Moderna ……………………………………………………........ 30 2.4 Edad Contemporánea …………………………………………………. 33 2.4.1 El Imperialismo ………………………………………………………. 39 2.4.2 Alianzas Internacionales ……………………………………………… 45 2.4.3 Primera Guerra Mundial ……………………………………………… 49 III. V. I. Lenin ante la Primera Guerra Mundial 3.1 Semblanza de Vladímir Ilich Ulíanov, Lenin ………………………... 56 3.2 Antecedentes de la Teoría del Imperialismo ……………………………72 3.3 Interpretación leninista del Imperialismo .……………………………...74 3.4 El imperialismo: tiempo de guerra …………………………..………..84 3.5 El movimiento obrero ruso 1914-1917………………………………… 99 Conclusiones…………………………………………………………………114 Bibliografía ………………………………………………………………....116 Anexos I. Tratado de la Triple Alianza …………………………………………120 II. Los Acuerdos Franco-Rusos …………………………………………122 III. Tensión entre Austria-Hungría y Serbia ……………………………124 IV. Tratado de Versalles …………………………………………………127 GLOSARIO Bernsteinianismo Corriente en la socialdemocracia alemana e internacional que surgió a fines del siglo XIX en Alemania y debe su nombre al socialdemócrata alemán Eduardo Bernstein. De 1896 a 1898 publicó en la revista Die Neue Zeit (Tiempos nuevos), órgano teórico de la socialdemocracia alemana, una serie de artículos con el título general de Problemas del Socialismo. Con una postura de “libertad de crítica”, intentó revisar en ellos las bases filosóficas, económicas y políticas del marxismo y sustituirlas con teorías que propugnaban la reconciliación de las contradicciones entre las clases y la colaboración de las clases. Las ideas de Bernstein fueron apoyadas por el ala derecha de la socialdemocracia alemana y por elementos de otros partidos de la II Internacional. Buró Socialista Internacional (BSI) Órgano permanente informativo y ejecutivo de la II Internacional. El acuerdo de fundarlo se adoptó en el Congreso de París de la II Internacional (1900). Tenía su sede en Bruselas. Lo integraban dos delegados por cada partido nacional. Debía reunirse cuatro veces al año, y en los periodos que mediaban entre reunión y reunión, sus labores las dirigía, a título de misión encomendada, el Comité Ejecutivo del Partido Obrero Belga. Desde 1905 formaba parte de él V. I. Lenin en representación del POSDR. La última reunión del BSI se celebró en Bruselas el 29 de julio de 1914 con motivo de la declaración de la guerra de Austria-Hungría a Serbia. Cártel Asociación capitalista basada en un acuerdo sobre distribución de mercados, precios únicos, reparto de materias primas, condiciones de contratación de mano de obra, unidad de cálculo de ganancias, limitación de la producción y establecimiento de una cuota, para cada uno de los integrantes del cártel, en la producción y la venta. La característica de los cárteles sin importar su perfil, es la conservación de la autonomía productiva, comercial y jurídica de todos sus componentes. 2 Comuna de París de 1871 Primera experiencia, conocida en la historia, de dictadura del proletariado, de gobierno revolucionario de la clase obrera, creado por la revolución proletaria en París. Existió setenta y dos días, desde el 18 de marzo hasta el 28 de mayo de 1871. Consorcio Constituye un complejo de empresas heterogéneas tanto en la esfera de la producción como en la del comercio, los bancos, las compañías de seguros y de transportes que se encuentran bajo el control de un grupo financiero. Las empresas integrantes de un consorcio conservan su independencia productora, comercial y jurídica, pero se hallan ligadas entre sí por una interdependencia financiera. Es una forma superior de asociación monopolista, crea las premisas para establecer el dominio de los más grandes capitalistas en la vida económica y política de un país. Cuádruple Entente Alianza imperialista de Inglaterra, Francia, Rusia e Italia resultante de la incorporación de esta última a la Entente en 1915. Duma de Estado Formalmente, la Duma de estado era un órgano legislativo; pero, de hecho, no tenía ningún poder real. La primera Duma de Estado (abril-julio de 1906), y la segunda también (febrerojunio de 1907), fueron disueltas por el gobierno zarista. Tras de dar el 3 de junio de 1907 un golpe de estado, el gobierno promulgó una nueva ley electoral que restringía más aún los derechos de los obreros, de los campesinos y de la pequeña burguesía urbana y garantizaba la dominación completa del bloque de los terratenientes y los grandes capitalistas en la tercera (1907- 1912) y cuarta (1912-1917) Dumas. Las elecciones a la cuarta Duma se celebraron en el otoño de 1912. Para privar a la clase obrera de representación, el gobierno puso todos los obstáculos posibles a la elección de sus diputados y persiguió a los obreros de vanguardia. Economismo Tendencia de la socialdemocracia rusa de fines del siglo XIX y comienzos del XX. Los “economistas” limitaban las tareas de la clase obrera a la lucha económica por el aumento de los salarios, por la mejora de las condiciones de trabajo, etc., afirmando que la lucha política era cosa de la burguesía liberal, sostenían que el partido debe limitarse a contemplar el 3 proceso espontáneo del movimiento y sólo registrar los acontecimientos; restaban importancia a la teoría revolucionaria y afirmaban que la ideología socialista puede surgir del movimiento obrero espontáneo. Los “economistas” se oponían a la creación de un partido centralizado de la clase obrera. Emancipación del Trabajo Primer grupo marxista ruso fundado por J. Plejánov en Suiza en 1883. Este grupo realizó una gran labor de propaganda del marxismo en Rusia y asestó un rudo golpe al populismo. Los dos proyectos de programa de los socialdemócratas rusos (1883 y 1885), escritos por Plejánov y editados por el Grupo Emancipación del Trabajo, fueron un importante paso en la preparación y fundación del partido socialdemócrata de Rusia. Sin embargo, el grupo no estuvo ligado con el movimiento obrero práctico en Rusia. Lenin decía del Grupo Emancipación del Trabajo no había hecho sino “fundar la socialdemocracia en teoría y dar el primer paso al encuentro del movimiento obrero” y sobreestimaban la función de la burguesía liberal y subestimaban el papel revolucionario del campesinado y la importancia de la alianza del proletariado y los campesinos para la victoria sobre el zarismo. En el II Congreso del POSDR, celebrado en agosto de 1903, el grupo se declaró disuelto. Eseristas (socialistas-revolucionarios) Partido político formado en Rusia a fines de 1901 y comienzos de 1902 como consecuencia de la unificación de diversos grupos y círculos populistas. Los eseristas se llamaban socialistas pero no veían las diferencias de clase existentes entre el proletariado y el campesinado y rechazaban el papel dirigente del proletariado en la revolución. El método principal de su lucha que aplicaban contra el zarismo era el terrorismo individual. Al ser derrotada la primera revolución rusa de 1905-1907, el partido de los eseristas sufrió una crisis; sus dirigentes abjuraron prácticamente de la lucha revolucionaria contra el zarismo. Derrocado éste en febrero de 1917, los líderes de los eseristas formaron parte del Gobierno Provisional; después de la Revolución Socialista de octubre lucharon activamente contra el Poder soviético. Iskra (La Chispa) Primer periódico marxista clandestino de toda Rusia que fue fundado por Lenin durante su exilio en diciembre de 1900 y enviado en secreto a territorio ruso. Desempeñó un importante papel en la cohesión ideológica de los socialdemócratas después de la escisión del partido en 4 bolcheviques y mencheviques. En el II Congreso del POSDR (1903), Iskra pasó a manos de los mencheviques y a partir de entonces se le denominó “Nueva Iskra”. La paz de Brest Litovsk Fue concertada entre la Rusia Soviética y los países del bloque germano (Alemania, AustriaHungría, Bulgaria y Turquía) en Brest Litovsk el 3 de marzo de 1918 en condiciones muy onerosas para la Rusia Soviética. Después de la victoria de la revolución en Alemania, la cual derrocó la monarquía el 13 de noviembre de 1918, el Estado soviético anuló este tratado. La paz de Versalles Tratado que la Entente impuso a Alemania, derrotada en la Primera Guerra de 1914-1918; fue firmado el 28 de junio de 1919 en Versalles (Francia). Liquidadores Corriente dentro del POSDR que después de haber sido derrotada la revolución de 1905-1907, exigió la liquidación del partido. Exhortaba a los obreros a poner fin a la lucha contra el zarismo y se proponía celebrar un “congreso obrero” sin filiación política para constituir en él un “amplio partido obrero” que se dedicase exclusivamente a las actividades legales autorizadas por el gobierno zarista. La Conferencia de Praga del POSDR, celebrada el 6 de enero de 1912, expulsó a los afiliados a esta corriente. Mencheviques Partidarios de la corriente oportunista de la socialdemocracia rusa. En las elecciones de los organismos centrales del partido, en el II Congreso del POSDR, celebrado en 1903, los socialdemócratas revolucionarios, encabezados por Lenin, obtuvieron la mayoría (“bolshinstvó”, y de ahí su denominación de “bolcheviques”), y los que no acordaban con la postura de Lenin quedaron en minoría (“menshinstvó”, y de ahí su dominación de “mencheviques”). Durante la revolución de 1905-1907, los mencheviques se pronunciaron contra la hegemonía del proletariado en la revolución y contra la alianza de la clase obrera y los campesinos, exigiendo un entendimiento con la burguesía liberal. Durante la reacción que siguió a la derrota de la revolución de 1905-1907, la mayoría de los mencheviques reclamó la liquidación del partido revolucionario ilegal de la clase obrera, por lo que les llamaron liquidadores. En los años de la primera guerra mundial de 1914-1918, los mencheviques mantuvieron una posición social chovinista. 5 Después del triunfo de la Revolución democrática burguesa de febrero de 1917, los mencheviques entraron junto con los eseristas en el Gobierno Provisional y apoyaron su política imperialista e impugnaron la revolución socialista que se avecinaba. Otzovismo (de la palabra “otozvat”, revocar, retirar) Corriente que surge entre una parte de los bolcheviques después de la derrota de la revolución de 1905-1907. Los otzovistas exigían que se revocara a los diputados socialdemócratas de la III Duma de Estado y se dejara de trabajar en las organizaciones legales. Declarando que, dada la reacción, el partido debía realizar únicamente labor clandestina, los otzovistas se negaban a participar en la Duma, en los sindicatos obreros, en las cooperativas y en otras organizaciones legales y semilegales de masas; creían necesario concentrar todo el trabajo del partido en el seno de la organización ilegal. Populismo Corriente dentro del movimiento revolucionario ruso surgido en los años 60-70 del siglo XIX. Los populistas propugnaban por el derrocamiento de la autocracia y la entrega de la tierra de los latifundistas a los campesinos. Negaban que se hubiesen desarrollado las relaciones capitalistas en Rusia y, de conformidad con ello, consideraban que la principal fuerza revolucionaria era el campesinado, y no el proletariado; veían en la comunidad rural un embrión del socialismo. Afirmaban que la historia la hacen los grandes hombres, los “héroes”. Deseosos de alzar a los campesinos a la lucha contra la autocracia, los populistas iban a las aldeas, “al pueblo” (y de ahí su denominación). El populismo atravesó varias etapas, evolucionando de la democracia revolucionaria al liberalismo. Pravda (La Verdad) Diario bolchevique legalizado, era un periódico obrero para las masas, fue fundado por Lenin y publicado en San Petersburgo desde el 5 de mayo de 1912, éste lo dirigía desde el extranjero, escribía casi todos los días para el diario y daba indicaciones a la redacción. Pravda sufría constantes persecuciones de la policía y fue clausurado por el gobierno zarista antes de comenzar la primera guerra mundial, reanudó su publicación después de la revolución de febrero de 1917. 6 II Internacional Unión internacional de partidos socialistas, fundada en 1889. Cuando comenzó la guerra imperialista mundial de 1914-1918, la mayoría de los líderes de la II Internacional salieron abiertamente en defensa de la política imperialista de los gobiernos de sus respectivos países. Triple Alianza Bloque militar de Alemania, Austria-Hungría e Italia formado entre 1879 y 1882. El tratado de la Triple Alianza estipulaba acciones conjuntas de sus participantes y estaba formada principalmente contra Rusia y Francia. Italia, que dependía en el aspecto financiero de Inglaterra, entró en la Triple Alianza, haciendo salvedad de que cumpliría los compromisos contraídos en caso de que Inglaterra no se encontrase entre los enemigos de la Alianza. Al empezar la Primera Guerra Mundial Italia se declaró neutral, y en mayo de 1915 pasó al lado de la Entente y entró en guerra con sus ex aliados, dejando de existir por tanto la Triple Alianza. Triple Entente Bloque militar de Inglaterra, Francia y Rusia fraguado definitivamente en 1907 como contrapeso a la Triple Alianza imperialista de Alemania, Austria-Hungría e Italia. La formación de la Entente estuvo precedida de la alianza franco-rusa de 1891-1893 y el convenio anglo-francés de 1904. La formación de la Entente culminó con la firma del tratado anglo-ruso de 1907. Durante la guerra imperialista mundial, a la alianza política y militar de Inglaterra, Francia y Rusia se sumaron los Estados Unidos, el Japón, Italia y otros estados. Trust Alianza de capitalistas cuyos componentes pierden por completo su independencia productiva, comercial y jurídica, convirtiéndose en socios poseedores de acciones según el valor de sus empresas. El trust es encabezado por una compañía especialmente constituida (llamada holding company) o por una de las mayores empresas que forman parte de él. La dirección regula la producción, determina las condiciones de venta y los precios, decide la distribución de beneficios, etc. 7 Resumen La guerra es un fenómeno social multifacético, que generalmente se enmascara con discursos que ocultan las causas reales que les provocan; su abordaje desde una perspectiva histórica nos permite conocer estos fenómenos. En el presente trabajo se analiza la Primera Guerra Mundial la cual fue inevitable según lo demostró científicamente V. I. Lenin quien partió del método de la dialéctica marxista para desentrañar los fenómenos históricos en su complejidad y devenir. Se sostiene que son vigentes algunos aspectos centrales de la teoría leninista del imperialismo para comprender un fenómeno tan complejo como es la guerra. Abstract War is considered like a multifaceted social movement, that is generally behind discourses which hide the real causes of it; started it’s studies from a historical point of view, let’ us know much more about the war. This thesis is supported in the First Word War, which according to Lenin’s mind, who scientifically has showed that the First Word War was really difficult to avoid, started studying it through the dialectic Marxist’s method, in order to get it to the bottom, to know about the complexity and the transformation of this historical movement. It is still said, that some of the central aspects from the imperialism Lenin’s theory are still alive in order to understand the complexity of any movement, like the war. 8 INTRODUCCIÓN En nuestro tiempo, escuchar o leer sobre la guerra en los medios de comunicación resulta ser lo más común, pues no existe periódico, noticiario de radio o televisión que no contengan en su espacio un altísimo porcentaje de noticias de contenido bélico; este acontecer requiere ser analizado y nos habla de cuán significativo es el problema bélico en la actualidad, es de vital importancia estar conscientes del impacto que tiene la guerra, en todos los ámbitos de nuestra existencia. En el mundo actual no se conoce un periodo sostenido de paz, la guerra ha estado y está presente desde siempre −incesantemente y de manera indefectible−; varias teorías bélicas afirman que la guerra pertenece al ámbito de la necesidad de nuestro mundo, como si ésta fuese una forma de manifestación de la naturaleza humana. Por tanto, parece que el estudio del problema de lo bélico brinda, en gran medida, un esclarecimiento a la percepción de nuestro mundo y de nuestra historia, de ahí el interés de conocer el pasado de este fenómeno social, para comprender mejor el presente del mismo. Después de la guerra, le sigue un periodo de paz en que se gozan y aprovechan los logros perseguidos por ella, no obstante, las características de las guerras se tornan diversas y su estudio requiere de un análisis estructural, que acorde a su tiempo y espacio, proporcionen elementos que contribuyan a la dilucidación de los acontecimientos actuales. Entre las variantes que se anexan a los sucesos de nuestro tiempo, se incorpora la tecnología que incluye nuevos métodos bélicos y la intervención activa del cuarto poder, que se conforma por los medios de comunicación, donde sobresale la industria televisiva, que por su alcance, transmite juicios hechos sin más repercusión que el entretenimiento o la indiferencia. Se requiere, entonces, del desarrollo de la conciencia social sobre las repercusiones colaterales que afectan incluso a las latitudes más apartadas (con relación al área geográfica en que se presenta), empero, para lograrlo es indispensable partir del análisis, contemplando los fenómenos que han marcado el curso histórico del orbe. Un parteaguas en este plano es la primera guerra de intervención mundial que materializa una fase controversial del sistema capitalista que es el imperialismo; que bajo el razonamiento de algunos pensadores, no abarca el fenómeno en su totalidad. Sin embargo, a consideración particular, quien logra el desarrollo cabal del tema es Vladímir Ilich Lenin: político, teórico prolífico y por demás polémico, por lo tanto, se recurre 9 a su aportación, para el desarrollo de esta investigación intitulada: “Metodología Leninista para el estudio de la Primera Guerra Mundial”, que persigue el objetivo de mostrar de manera específica, los antecedentes que desencadenan el primer conflicto bélico mundial que integra intereses políticos y económicos, vistiendo las formas que dicta el imperialismo y que hoy tiene vigencia. La hipótesis que sostiene esta investigación se fundamenta en que las tesis centrales de V. I. Lenin mantienen su vigencia en el fenómeno de la guerra, se asevera que en los albores del siglo XXI, el imperialismo ─en sus distintas expresiones, alianzas y contradicciones internas─ está presente y se ha convertido en un mega poder de carácter político militar, a través de la potencia que ostenta el liderazgo mundial, con el respaldo abierto de algunas naciones desarrollas y subdesarrolladas, que avalan o se ajustan a sus disposiciones. La estructura de este trabajo consta de tres capítulos. El primer capítulo, contempla las diversas concepciones de la guerra y su relación con algunas ciencias sociales, con la finalidad de profundizar en el fenómeno de la guerra fue necesario retomar una de las teorías más agudas acerca de ésta. Considerado como uno de los teóricos más importantes de la guerra, Carl von Clausewitz develó su naturaleza y peculiaridades. El pensamiento lógico de este autor nos induce a la reflexión del fenómeno social de la guerra y sus interrelaciones. Clausewitz escribió: “La guerra de una comunidad ─guerra de naciones enteras y particularmente de naciones civilizadas─ surge de una circunstancia política, y se pone de manifiesto por un motivo político. Por lo tanto, es un acto político”.1 La importancia de este autor radica, en que pensadores como Marx y Engels, retomaron algunos de sus enfoques. Lenin por su parte, al estudiarlo con mayor profundidad, comparte su punto de vista referente a la «política del estado», es decir, la política burguesa, donde la esencia de la política pasa de la esfera de las naciones a los conflictos sociales, y paralelamente a la teoría de la guerra nacional va surgiendo gradualmente una teoría de la guerra civil. La relación de ambas teorías convirtió a Lenin en su primer analista. El segundo capítulo, contiene una revisión histórica de las guerras más representativas hasta llegar a la Primera Guerra Mundial, por lo que se observa como es que en la historia de la humanidad se entrelazan permanentemente el poder político y económico, como causas que originan las guerras, aunque en ciertas épocas el factor religioso enmascaró las verdaderas causas. 1 Carl von Clausewitz, De la Guerra, Editorial Labor, Barcelona, 1976, p. 57 10 El tercer capítulo, hace referencia a los temas que constituyen la esencia de la investigación, dada la naturaleza de ésta, se aborda la vida y obra de Vladímir Ilich Lenin, por la importancia que reviste conocer su formación teórica y revolucionaria. Dentro de este apartado, se mencionan los principales exponentes de la teoría del imperialismo y la forma en que Lenin desarrolla ésta. En su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo, desbroza la nueva etapa del desarrollo capitalista y constata los nexos entre el imperialismo y la guerra. Lenin −al utilizar el método dialéctico marxista− profundiza y logra un análisis concreto de cada situación histórica particular. Distingue los elementos que confluyeron en la gran conflagración de 1914-1918. También se incluyen las reflexiones que elaboró Lenin con respecto a las diversas guerras y las consignas que formuló acerca de militarismo que estaban desarrollando las grandes potencias y que desembocarían en la Primera Guerra Mundial. Por último se alude a la situación que prevaleció en la Rusia zarista y la crisis que provocó la guerra en el socialismo internacional al acentuar la lucha de las corrientes ideológicas en el movimiento obrero. Con las consideraciones que emanan de la investigación y que contribuyen al estudio del fenómeno de la guerra, se incluyen anexos sobre los tratados militares que establecieron las grandes potencias europeas desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Es relevante mencionar, que para esta investigación se utilizaron los trabajos traducidos del ruso al español (inéditos) del Dr. Humberto Monteón González, de los prólogos de las Obras Completas de V. I. Lenin, de la 5ª. Edición preparada por el Instituto de Marxismo-leninismo, de la URSS. Así como distintas ediciones de las obras completas y escogidas de V. I. Lenin; se estudiaron los trabajos referentes a la guerra de destacados dirigentes de la socialdemocracia europea como Plejánov, Mártov entre otros y se sistematizaron los enfoques y planteamientos de estudiosos de estos temas como Alonso Aguilar, Georgui Rudenko, I. I. Mintz, S. V. Tiutiukin y Humberto Monteón. 11 I. LA GUERRA Desde los más remotos tiempos hasta la época actual, la guerra ha sido preocupación constante para los hombres, no existe un solo periodo en la Historia que esté libre por completo de guerras, los conflictos forman parte de la realidad social y de la condición humana y negar su existencia es negar la realidad. La guerra es una conjunción de elementos en donde el intelecto humano tiene un lugar preponderante, los actos relacionados con la guerra son múltiples y muy variados, ya que para hacer la guerra o participar en ella se requieren diversas actividades del hombre, es por esto que la guerra es estudiada desde diferentes ciencias. Filosofía. El filósofo presocrático del devenir, Heráclito de Efeso, pensaba que la naturaleza de todas las cosas, y por tanto del hombre, es una constante transición, una guerra constante de los opuestos. Para éste filósofo el mundo es movimiento y sólo puede haber movimiento si existe la desigualdad; así bien, Heráclito afirmaba: “la guerra es la madre de todas las cosas”.2 El filósofo Emmanuel Kant desarrolló una doctrina acerca de la necesidad de la paz eterna, estimaba que el desarrollo del comercio y la comunicación internacionales era mutuamente ventajoso para los distintos estados, siendo propicio para el establecimiento y preservación de la paz. Con su obra La paz perpetua es precursor de la Liga de las Naciones, plantea un argumento sobre la paz duradera, renuncia a la defensa nacional y al uso de las armas.3 Para él la guerra es un impedimento para el desarrollo de la humanidad y el logro de la Paz Perpetua. Hegel por su parte pensaba que las guerras están destinadas a impedir que los pueblos lleguen a ser esclavos de la vida. El Espíritu da la guerra a los pueblos para hacerles sentir que su verdadero dueño es la muerte, es decir su propia extinción.4 El filósofo alemán Fichte pensaba, con un acento altamente nacionalista, que la guerra es positiva cuando lleva un sentido de libertad y progreso del ser humano, sin embargo una guerra de esta naturaleza sólo es posible ser llevada a cabo por los alemanes que, según Fichte, son la raza superior.5 2 Ramón Xirau, Introducción a la Historia de la Filosofía, UNAM, México, 1990, pp. 27-28 Antonio Saucedo López, El Derecho de la Guerra, Editorial Trillas, México, 1998, pp. 46-47 4 Jean Touchard, Historia de las ideas políticas, Editorial Rei, México, 1990, p. 392 5 Ibid., p. 384 3 12 Historia. Heródoto, considerado como padre de la Historia, fue autor de la primera gran descripción del mundo antiguo, contribuyó al conocimiento de una de las más importantes civilizaciones de todos los tiempos la Grecia clásica, sus Historias constituyen la fuente principal para el estudio de las guerras médicas y de los pueblos que participaron en ellas, el historiador Tucídides expuso las causas próximas y remotas de los conflictos, analiza la guerra del Peloponeso. Política. La política como una ciencia influye en la guerra, el tratado militar más antiguo sobre la guerra es de SunTzu, teórico militar chino del s. VI a. J. C., según el cual la guerra era parte integrante del poder político de esa época. Sun Tzu dijo: “La guerra es asunto de importancia vital para el estado, la provincia de la vida o de la muerte; el camino a la supervivencia o a la ruina. Es forzoso estudiarla a fondo”.6 En el pensamiento de Maquiavelo se encuentra la unión que existe entre la idea política y su necesaria fuerza militar, sus obras El príncipe y El arte de la guerra representan la búsqueda de un hombre militar y político que posea ambas aptitudes, para Maquiavelo es necesario que un estado tenga un ejército para sobrevivir. Algunos tratadistas lo consideran como el precedente de Clausewitz y de Napoleón.7 El tratado De la guerra de Carl von Clausewitz, es una de las grandes obras del pensamiento militar, sus aportaciones principales se encuadran en la concepción profunda del fenómeno de la guerra, su trascendencia figura en el campo político y militar. Clausewitz escribió: “La guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero instrumento político, una continuación de la actividad política, una realización de la misma por otros medios”.8 Economía. La economía tiene una gran importancia en la guerra, varios fenómenos económicos influyen en una posición beligerante. Se menciona que el mercantilismo es responsable directo de innumerables guerras que devastaron Europa desde el siglo XVII hasta principios del siglo XIX, la política mercantilista impuso prohibiciones, primas a la exportación, reglamentaciones, guerra comercial continua y conflictos armados interminables. Algunos fisiócratas pugnaban por un pacifismo permanente, su pensamiento se manifestó por una paz universal y un sentimiento cosmopolita, la causa de todos los problemas era la violación de las leyes naturales, por lo tanto la armonía universal es el resultado del orden natural, consideraron al comercio como fuente eterna de paz. 6 Sun Tzu, El Arte de la Guerra, Ediciones Coyoacán, México, 1994, p. 69 Antonio Martínez Teixidó, Enciclopedia del Arte de la Guerra, Editorial Planeta, Barcelona, 2001, p. 154 8 Carl von Clausewitz, De la Guerra, Op cit., p. 58 7 13 El liberalismo se dividió en dos corrientes: la inglesa y la francesa, en la primera algunos consideraron que los países debían armarse, pero que deben evitarse las guerras, ya que en éstas los vencedores y los vencidos pierden, aunque se obtengan grandes beneficios de los vencidos. Por su parte el liberalismo francés pugnaba por la paz, el desarme militar y que el comercio no requería protección naval. Sustituyen la oración “la guerra alimenta a la guerra”, por la máxima: “la guerra matará a la guerra”, a la vez claman por una organización internacional de la paz.9 Marx y Engels mostraron que las guerras son propias de las sociedades divididas en clases antagónicas y están condicionadas por la propiedad privada y la política de las clases dominantes, el marxismo dio la explicación científica de la guerra. El marxismo distingue dos tipos de guerra: las injustas son la continuación de la política de las clases explotadoras, las guerras justas persiguen liberar al pueblo de la opresión de clase y nacional.10 Derecho. La ciencia jurídica se relaciona con la guerra, las normas regulan y encauzan su existencia, desde sus principios hasta sus fines, éstas se encuentran contenidas en leyes, tratados internacionales, convenciones, principios generales del derecho, usos y costumbres. 9 Antonio Saucedo López, El Derecho de la Guerra, Op cit., p. 50 Diccionario de Filosofía, Editorial Progreso, Moscú, 1984, p.198 10 14 1.1 La guerra, según Carl von Clausewitz El abordar la obra De la Guerra de Carl Von Clausewitz se debe a que en ella se encuentra un análisis a fondo de la naturaleza de la guerra y sus componentes bajo un punto de vista que no pretende ser una teoría total y única del fenómeno, sino una teoría resultado de la observación y la investigación del acontecimiento que es la guerra, pues no es sino en la experiencia donde el autor encuentra el espacio de desarrollo de lo bélico. En contraposición a las apreciaciones tradicionales que se tienen acerca de la guerra en las que se creía que llevar a cabo una guerra exitosa dependía, en su mayor parte, del elemento militar; se encuentra el teórico Carl Von Clausewitz. Este autor pretende no sólo rechazar esta visión, sino ahondar de manera importante en el tema, proyecta su tesis hacia un entendimiento profundo de lo que es el acto de la guerra misma; sin que pretenda resolver un acto de gran magnitud por medio de fórmulas dadas para explicar este fenómeno, que dictan qué hacer o que no en cada caso; pues la posición que mantiene es la de hacer una teoría de la guerra sin que ésta se aparte del sentido de realidad de los conflictos bélicos, una teoría que aduce al entendimiento y análisis de lo que la guerra es; así, este enfoque permite partir de una generalidad para entender los distintos y particulares casos beligerantes. El pensamiento de Clausewitz tiende a ser unificador, después de que el autor nos ofrece su concepto de guerra, traslada su pensamiento al campo real e histórico en el que aborda a la guerra como un suceso originado por elementos políticos y envuelto en características lúdicas por los elementos de azar y de pasión que le son inherentes. Este autor no sólo da luz a la belicosidad y a la violencia más brutal como parte de la naturaleza de la guerra, sino que, al dimensionar la guerra en espacios reales, enriquece el concepto bélico. Clausewitz entiende a la guerra como una forma de expresión o forma de interrelacionarse entre los distintos grupos de hombres (naciones, grupos, clases sociales o gobiernos), como una forma más de hacer política –una forma muy objetiva y al mismo tiempo más compleja de la acción bélica–. La polémica acerca de la importancia de su obra siempre ha sido tema y a Clausewitz se le ha reconocido como uno de los grandes teóricos de la guerra y al mismo tiempo se le ha denominado como sanguinario; lo cierto es que es de distinguirse la objetividad con la que plantea sus argumentos y que es un autor que ha sido leído e interpretado por grandes hombres en el escenario histórico, tales son los casos de Mc Arthur y Mao Tse-tung. Asimismo, Clausewitz ha sido elogiado por los importantes filósofos político-sociales Carl Marx y Federico Engels por la forma de abordar este tema, que sobre todo les interesaba uno 15 de los puntos más destacados de esta teoría bélica: la representación de la guerra como instrumento de la política, el cual se desarrollará en este capítulo dedicado a Clausewitz con el interés de hacer un énfasis en esta concepción particular hacia la guerra que ha tenido repercusiones importantes en los pensamientos y acciones de grandes personajes y de causas políticas; en especial se intenta remarcar las tesis que influyeron en el pensamiento de Vladímir Ilich Uliánov: Lenin. Como última observación, esta obra de Clausewitz se encauza en dos ámbitos principalmente: el teórico (o bien, filosófico) y el militar; por cuestión de interés reflexivo y afín a los objetivos de este estudio, se abordará únicamente el ámbito teórico, por esta razón, se han elegido los libros y capítulos que contienen el pensamiento filosófico del autor. La naturaleza de la guerra Dentro del libro primero, Clausewitz contempla la naturaleza de la guerra en su sentido más puro y hace un análisis de sus componentes. Comienza exponiendo a tal fenómeno esencialmente como un duelo; para el autor, la guerra no es más que un duelo pero en una escala superior, puesto que se conforma de un sinnúmero de éstos. El duelo –así como la guerra– comienza con la hostilidad: cuando uno de los posibles combatientes intenta imponer su voluntad sobre el otro; en el transcurso de la lucha el objetivo primordial es derrotar o desarmar al adversario, a lo que Clausewitz va a nombrar: la ley del extremo. El medio por el cual se va a obtener este fin es mediante la aplicación de la fuerza; para que haya la posibilidad de guerra es necesario que ambos bandos se enfrenten fuerza contra fuerza, y si el fin es derrotar o desarmar al oponente es necesario utilizar toda la fuerza, por más brutal que esta sea: La guerra es, en consecuencia, un acto de fuerza para imponer nuestra voluntad al adversario.11 11 Carl Von Clausewitz, De la guerra, Op cit., p. 38. 16 El medio: la fuerza Dentro de la concepción de Clausewitz vemos que la aplicación de la fuerza es intrínseca a la guerra y se refiere a la fuerza física con toda la violencia y brutalidad que ésta implica. Las ideas de una guerra aséptica, con poco derramamiento de sangre y limitada por ideas humanitarias y filantrópicas son despreciadas por Clausewitz, pues siguiendo la línea lógica de su pensamiento, la fuerza es el instrumento o el medio que definirá la derrota o la victoria, la vida o la muerte, de esta manera no usar la fuerza en su mayor potencial es contrario a la naturaleza de la guerra que se rige por la violencia pura, sin miramientos. Estas ideas, más que beneficiar, pueden perjudicar los resultados. Pero para que dentro de la práctica esto sea así se requiere de que: 1. Que la guerra fuera un acto aislado, sin conexión con el curso de la historia, 2. Que se definiera en una sola decisión o conjunto de éstas, 3. Que éstas fueran decisivas y que fueran independientes a toda política. Pero, en la realidad llevar la fuerza a su más alta eficacia no la exime de ser guiada por la inteligencia. Es necesario medir y calcular según el caso la intensidad de la fuerza utilizada, sin que esto caiga en observaciones filantrópicas, sino en una estrategia ofensiva o defensiva. La falsa idea de una teoría absolutista de la guerra Clausewitz no es partidario de considerar a la guerra en la práctica como idéntica a su naturaleza pura y se contrapone a la inclinación de varios de sus contemporáneos de lograr mediante la razón pura una teoría de la guerra tan eficaz que garantice una victoria. Ante estas tesis, va a dar varias razones por las cuales no es posible delimitar el fenómeno de la guerra a una ciencia exacta. Como primera instancia, Clausewitz aduce que cuando se está en lucha, los actos racionales exentos de toda emoción son ficticios, no se puede pensar un conflicto de tal magnitud sin que haya pasión de por medio, incluso ésta es uno de los factores determinantes para la duración del conflicto y para llevar a cabo el objetivo. Por otro lado, una ciencia absoluta de la guerra no sería más que un esfuerzo nulo de hacer estático para siempre un hecho que en su naturaleza es movimiento, la guerra no es un objeto ya realizado y agotado, momento a momento se va conformando. Incluso Clausewitz nos muestra que la guerra tiene un carácter lúdico en tanto que se acerca más al azar y a la suerte, asimismo se acerca más al espíritu que a la lógica del pensamiento, pues tiene que ver con elementos que agradan al vigor como la osadía y ser temerario. 17 Sin embargo, el carácter de juego no anula por completo la teoría dentro del plano bélico, sino que, para el autor, la teoría debe seguir su curso en otra línea y además dar un espacio en sus fórmulas para que la acción del espíritu pueda actuar con mayor libertad y que reconozca la implicaciones reales y potenciales del momento en el que se suscribe. Según Clausewitz: Ninguna actividad humana tiene contacto más universal y constante con el azar que la guerra.12 El elemento político Pese a lo que pueda pensarse con lo expuesto anterior, para Clausewitz la guerra no es el mero resultado de una simple pasión, o del entusiasmo desmedido. Para el autor, este fenómeno es un medio serio con un fin serio. En un inicio, Clausewitz sólo había esbozado el objetivo político, pero lo retomará de manera preponderante en tanto lo ve como la causa originaria del fenómeno bélico y elemento clave para determinar los resultados del conflicto –y el cual se desarrollará en este apartado–, pues el fin no es la guerra misma, sino ésta es sólo un medio con un fin mayor: el fin político. En primera instancia, Clausewitz argumenta que una vez que la ley del extremo y su realización se debilitan entra a primer plano el objetivo político, pues al margen de la concepción de la guerra y su naturaleza, está el acontecer real; en el cual la violencia no es el principal motor que motiva la guerra, sino que ésta es el resultado de la toma de medidas ante conflictos que no tienen otra solución. En el mundo real, la guerra se externa como un pulso regular de violencia y como se ha tratado de subrayar, no consiste en un ordinario derroche de fuerza. La guerra siempre dura un tiempo delimitado suficiente para estar bajo la dirección de la inteligencia, es decir bajo la dirección del estado, de modo que la guerra no es más que un instrumento político, es una extensión de los medios que utilizan las políticas para lograr sus fines, tal como podemos ver en la siguiente conclusión del autor: Vemos por lo tanto, que la guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero instrumento político, una continuación de la actividad de la política, una realización de la misma por otros medios.13 12 13 Ibid., p. 55 Ibid., p. 58 18 Contrario a lo que se piense, cuando la guerra estalla, el intercambio político entre las naciones involucradas no cesa, siempre permanece, sólo que en estas condiciones la política se expresa a través de otros medios. De aquí es que el autor piense a la guerra como extensión de la política, un lenguaje distintito en el que hay un intercambio entre las naciones y gobiernos; si acaso se llegaran a romper los hilos políticos entre los antagonistas, entonces el resultado sería un fenómeno ajeno al sentido, sin objetivo y sin razón; si las guerras estriban sólo en la vida y muerte de los implicados, entonces el objetivo político bien puede desaparecer, pero en la realidad las cosas se dan de otra forma, la guerra se constituye por la política misma. De este modo, la guerra no está tan lejos de ser una especie de negociación. Cuando el objetivo político se presenta de manera contundente dicta las normas del conflicto; sin embargo, tal papel normativo no debe tomarse nunca como absoluto –aunque sí determina el tipo de guerra que se lleva a cabo– pues, como se dijo antes, elementos contingentes son fundamentales para el seguimiento del proceso de la guerra; podemos observar como un mismo fin político ha tenido distintas consecuencias en la vida de los pueblos, pues también han influido las diversas características de la época y las situaciones políticas del momento. Es importante reparar en que el objetivo político puede fortalecerse o debilitarse según la influencia de éste sobre las masas y sus sentimientos hostiles, por esto es importante tomar en cuenta el papel que las masas tienen para establecer las consecuencias del objetivo político. Para Clausewitz: Mientras mayor sea la indiferencia de las masas y menos seria la tensión que exista entre los terrenos de los dos estados y de sus relaciones, mayor será el objetivo político, como norma y por su propio carácter decisivo. Hay casos en los cuales, casi por sí mismo es factor decisivo.14 Hasta aquí, y según la cita, parece haber dos tipos de guerra: la militar y la política. La primera se cataloga así cuando el mayor interés es la destrucción del enemigo y los sentimientos hostiles son mayores; se cataloga como política cuando la violencia y la hostilidad son menores y cuando la guerra se aleja más de su naturaleza pura, es decir de la brutalidad total. Sin embargo, el pensamiento del autor va más allá, para él toda guerra en último grado debe tomarse como una guerra política. 14 Ibid., p. 48 19 El arte de la guerra consiste en llevar las inclinaciones de las masas y los fines militares a la compatibilidad con los planes políticos, pues el propósito político siempre debe ser el objetivo y la guerra sólo el medio por el cual se alcanzarán estos fines primordiales y, ya que el medio nunca puede estar deslindado del objetivo, la guerra no puede pensarse como algo externo de la política. Aun cuando en apariencia una guerra parezca más militar que otra, y aun cuando otra parezca más política que militar, una es tan política como la otra. Siempre y cuando –nos dice Clausewitz– que la política sea la inteligencia del estado que observa las combinaciones de las circunstancias para contemplarlas en sus cálculos. Según Clausewitz, para realizar una óptima teoría de la guerra que tenga aplicaciones reales y útiles, es necesario no desligarla de su causa –el elemento político– pues no sólo es el impulso por el cual se genera, sino es también el mismo fin que se persigue. La guerra, en tanto, no debe ser vista como el fin último, sino como medio, un instrumento que lleva a conseguir un objetivo que, en cualquier instancia, siempre es político. Además debe contemplar otro elemento que siempre debe ser tomado en cuenta las causas externas y que circundan el proceso de la guerra que, por su carácter accidental, pueden influir en el éxito o la derrota. La guerra en tanto su naturaleza tiende a ejercer su último esfuerzo, pero en la realidad no puede regirse por sus propias leyes: la barbarie y la destrucción total del enemigo; ya que en este terreno la causa que la provoca está fuera de sí misma, la causa política, por ello es que la guerra es para la política un medio manipulable a su dictamen. La causa política que origina un conflicto bélico influye determinantemente en el tipo de guerra que se genere, adoptará su carácter y sus fines; por ejemplo, si la guerra es causada por una política majestuosa, la guerra será majestuosa. Ahora bien, es cierto que el alcance de la causa política no llega a ser total en la guerra, hay aspectos que no son accesibles, como el trabajo de los centinelas que no requiere del conocimiento de las causas políticas para llevar a cabo su labor; sin embargo, el elemento político subyace ante todos los elementos de la guerra –incluso las causas azarosas que puedan modificar los resultados– y aunque sea de total ignorancia este hecho para ciertos niveles, lo cierto es que el objetivo político se proyecta en todo el despliegue de la guerra, por esta razón los elementos que la conforman se subordinan a la causa política. Entonces el objetivo político tendrá la posibilidad de normar el propósito militar y los esfuerzos por los que se destinen para lograrlo. Una guerra puede ser exitosa si derrota o aniquila al enemigo, pero en realidad puede fracasar si éste no era el objetivo de la política a la que pertenece. 20 Es importante subrayar que lo que Clausewitz entendía por política era una especie de razón que reconcilia dentro de sí todos los intereses de la administración interna y también los de la humanidad y todo aquello que la razón teórica o filosófica traiga como pieza integrante. La política no es nada en sí misma, sino la representación de todos esos intereses hacia otros estados. Asimismo, es importante hacer notar que a Clausewitz no le interesaba ahondar en el tema de que las políticas se dirigen contrario a lo que deben, que sólo abunden en los intereses de la vanidad de los gobernantes y fomenten sus fines ambiciosos. Una buena política establece que clase de guerra se está librando y no pretende hacer de ella algo fuera de lo que permita su naturaleza y las condiciones que la rodean. Sobre esta base, la guerra podrá ser observada y analizada de manera general, y de ésta se sacarán las premisas y posibles respuestas para realizar los grandes planes de cada guerra particular. Recordemos que la guerra no es un camaleón, −decía Clausewitz− sino que se compone de una triada: 1. Las características primitivas de su esencia (violencia, hostilidad, brutalidad) 2. El azar y la probabilidad que la acercan a ser un juego. 3. Su carácter sometido de ser un instrumento político La guerra como movimiento dialéctico La guerra es una actividad social, sólo le corresponde al hombre llevar su voluntad a la ejecución de un fenómeno tal, la guerra sin la interrelación de seres humanos no es posible. Tiene que ver más con la negociación o el comercio y con la lucha de intereses. Decimos, en consecuencia, que la guerra no pertenece al campo de las artes o de las ciencias, sino al de la existencia social. Es un conflicto de grandes intereses resuelto mediante derramamientos de sangre, y solamente en esto se diferencia de otros conflictos. Sería mejor que si en vez de compararlo con cualquier otro arte lo comparáramos al comercio, que es también un conflicto de intereses y actividades humanas; y se parece mucho más a la política, la que, a su vez, puede ser considerada como una especie de comercio en gran escala. 15 15 Ibid., pp. 156 y 157. Con respecto a la comparación de la guerra con una transacción comercial, véase también p. 318, en donde menciona que cada uno de los estados involucrados participa en la empresa con un cierto número de hombres, de acuerdo con el riesgo que corre o con el provecho que puede alcanzar y se comporta tal hombre de negocios, como si lo único que se arriesga a perder es lo que ha invertido. 21 Por eso la teoría para la guerra no debe perfilarse como un simple formulario, sino que debe basarse en el entendimiento de los elementos que la constituyen, como la política a la que pertenece y las condiciones que circundan el movimiento bélico, anteriores y del momento, por lo tanto debe apegarse más a ser una teoría política o social que militar. De este modo, la guerra no puede observarse como un suceso independiente de contexto histórico, ni separada de sus elementos individuales, la guerra debe considerarse como un todo que se mueve interiormente y va fluctuando según las condiciones que se presenten. La guerra es una sucesión de acciones recíprocas, antes y después de gestarse, las políticas o los individuos han proyectado este lenguaje, no es otra cosa que el resultado de la oposición de intereses, que se ha manifestado mucho antes de que la guerra haga su explosión. La guerra nunca estalla súbitamente ni su propagación se produce en el instante. Lo que ha sido hasta hoy indica lo que será mañana.16 El movimiento de la interacción política es, en cierta forma, dialéctico, una parte niega a la otra, pero tienen de algún modo dependencia, se interrelacionan en esta pugna hasta expresarse de manera violenta, esta manifestación bélica –en ocasiones– es la realización más alta de la política que lo dirige, es la consumación de un proceso político-dialéctico que puede llevar a un ejército débil al éxito. La parte contraria más fuerte no sólo niega a la otra, sino que además la obliga a introducirse al movimiento de su fuerza17. Así, la guerra no sólo afecta naciones o estados, sino que incluso afecta a las distintas clases sociales que se encuentran en la médula del estado y que no sólo concierne en la interrelación de las naciones, sino que tienen alcances eminentemente internacionales, pues la política tanto interna como externa van unidas e interesan a los demás sistemas políticos relacionados. Las críticas que acometen en contra de una posible influencia negativa de la política sobre las guerras son infundadas, antes que atacar esta influencia y las cualidades de la guerra que se derivan de ésta debe censurarse a la política misma y no a su influencia, pues cada guerra llevada a la realización es producto de la política. Tal es el caso de la Revolución Francesa –uno de los ejemplos más contundentes para Clausewitz– que debe en parte sus 16 17 Ibid., p. 43 Ibid., Cfr. p. 243 22 victorias a que la política en oposición se encontraba sumida en el error, pues pensaban que tal revolución pertenecía a una decadencia o a una falta de la política. Solamente si la política se hubiera elevado hacia una apreciación justa de las fuerzas que habían despertado en Francia y de las nuevas relaciones en el estado político de Europa, la política podría haber previsto las consecuencias que habían de sobrevenir con respecto a las grandes características de la guerra, y sólo por este camino podría haber sido conducida a un punto de vista correcto sobre el alcance de los medios necesarios y el mejor uso que podía hacerse de ellos. En consecuencia, podemos decir que los veinte años de victorias de la Revolución pueden ser atribuidos en especial a la política de los gobiernos que se le oponían.18 No obstante, las modificaciones concretas que han venido ocurriendo en el arte de la guerra, se debe también a esta tendencia dialéctica, estos cambios son resultado de las transformaciones que ha tenido la misma política, que lejos de mostrar un quiebre entre ésta y la acción bélica muestran la íntima relación entre ellas. La visión dialéctica del proceso y desarrollo bélico, nos permite seguir la concatenación de los sucesos que determinan el fracaso o la derrota de ciertos sistemas políticos y las distintas guerras y así también, nos permite prever o explicar las posibles emanaciones bélicas y sus cualidades si observamos las políticas que nos rodean. 18 Ibid., p. 328 23 II. LA GUERRA EN LA HISTORIA Desde que el hombre apareció en la faz de la tierra ha propiciado conflictos, armas y actos que se pueden considerar como los antecedentes de lo beligerante. Cuando surge el concepto de la propiedad, el hombre prehistórico se apropia de cuevas para vivir en ellas y protegerse de las condiciones climáticas y sostenía combates contra quienes pretendían despojarlo de sus pertenencias. Los hombres primitivos dejaron vestigios de sus armas, sus formas y materiales han servido para caracterizar los grandes periodos de la Prehistoria, en el transcurso de ésta aparecieron las diferentes herramientas tales como: la lanza, el arco y la flecha, la honda, la espada etc., que tuvieron diversos usos y que después se transformaron en armas de guerra. Entre los años 8000 a 3000 a. J. C., los hombres se fueron convirtiendo paulatinamente en agricultores, se supone que en esta transformación se inician las guerras y que la organización militar del grupo humano constituyó una preocupación esencial. La defensa del grupo tribal fue, en sus orígenes, un deber de la comunidad en todas las sociedades primitivas. Con la organización social apareció el aspecto militar, en los inicios de grupo (familia, clan, tribu) todos los hombres eran soldados, de modo que se confundían el ejército primitivo y la sociedad.19 Entre las causas primitivas de guerra figuran el deseo de tierras o botín, el impulso sexual, la religión, el canibalismo, la caza de cabezas, los sacrificios humanos y el afán de gloria. Permanentemente los grupos humanos extraen del medio ambiente que los rodea lo necesario para su existencia, pero la lucha para obtener se convierte en lucha para poseer, para arrebatar. Se ha denominado «concurrencia vital» cuando se originan conflictos, que es la causa y razón de todas las guerras, o de casi todas las guerras que han existido desde los albores de la humanidad, y que induce a pensar que siempre que los recursos no sean suficientes o estén injustamente distribuidos, es posible que aparezcan las guerras. La historia del hombre parece confirmar la aserción de Hobbes, según la cual, la condición original de la humanidad es un continuo e interrumpido estado de guerra. Entre las causas fundamentales de la guerra se halla siempre involucrado el factor económico y el problema del hambre. El conflicto entre tribus es siempre la lucha por la existencia, en el nivel más bajo de evolución de una colectividad humana, los hombres son 19 Antonio Martínez Teixidó, Enciclopedia del Arte de la Guerra, Op cit., p. 21 24 presa del hombre mismo, incluso en situaciones extremas, aparece el canibalismo pues como sabemos la historia de la humanidad abunda en conflictos que han surgido por la necesidad de servirse al enemigo de alimento. Los prisioneros de guerra representaban indudable valor económico para las tribus vencedoras, pueden ser alimento, mercancía o bien mano de obra, muchas veces la finalidad de las guerras era obtener botín humano para el trabajo duro. Asimismo, con la civilización agrícola surge la esclavitud, los esclavos llegaron a ser un factor económico de gran importancia, por lo que se mantenían guerras constantes para conseguir prisioneros. Durante siglos, los comerciantes de barcos europeos agravaron las condiciones de esclavitud que ya existía en África provocando guerras para obtener la mercancía humana. Luego fueron los árabes los que heredaron el tráfico de esclavos, en el continente africano la búsqueda de esclavos se convirtió durante muchos años en causa de guerras. Otra causa primordial de la guerra es el etnocentrismo de los grupos humanos que supervaloran sus cualidades y género de vida, esto se ha dado en todas las épocas y en todas las civilizaciones. La religión ha intensificado fuertemente el etnocentrismo de la tribu, para cualquier adepto de una religión su dios es superior a cualquier otro de una tribu vecina, la religión entre los primitivos acentúa los sentimientos de hostilidad y superioridad, lo que favorece los conflictos y rivalidades. La guerra por motivos estrictamente religiosos −en la que se persigue la sumisión a unas doctrinas− sólo se ha producido en pueblos de cultura relativamente avanzada. El papel económico de la guerra no puede jamás perderse de vista, sin embargo hay otro factor importante dentro de lo bélico que es la vanidad u orgullo, el hombre se siente atraído por la guerra porque puede distinguirse en una colectividad logrando toda clase de prerrogativas y honores. El rapto de la mujer ha sido costumbre muy extendida por todo el mundo, se dice que la guerra de Troya y el rapto de las sabinas, son más que leyendas, son manifestaciones prototípicas del robo de la mujer como causa bélica. El hombre primitivo deseaba a la mujer como esclava, como ser sometido, le servía para trabajar la tierra y dotar de nuevos miembros a la sociedad, muchos aspectos que surgen en torno a la mujer tienen fundamentalmente una base económica. También la mujer ha sido alentadora e instigadora de conflictos bélicos. 25 En la historia de la humanidad podemos constatar las causas reales de las guerras en sus diferentes estadios, muchas causas se enmascararon, otras son evidentes pues forman parte de la misma naturaleza humana. 2.1 Edad Antigua En las grandes civilizaciones la guerra fue determinante. Así en Egipto los reinados de los faraones se mantuvieron por la fuerza militar, el empleo de armas de metal hicieron de la guerra una actividad mucho más mortífera. El invento de la rueda permitió la aparición del carro de guerra, el arma de ataque escogida 2000 a. J. C. y la tecnología de las nuevas armas de metal dio lugar a una industria de armamento organizada. Durante el Imperio Antiguo (2681-2181 a. J. C.), Egipto se convirtió en un gran estado y su civilización ocupó un lugar preeminente en el mundo, el ejército egipcio velaba por la seguridad del Imperio puesto que la estrategia del Antiguo Egipto, a lo largo de los siglos, fue un militarismo defensivo. Durante el Imperio Medio se utilizó una estrategia mixta, se reforzaron las fortificaciones de las fronteras y se mantuvo un ejército móvil para operaciones de gran escala de búsqueda y destrucción.20 La fuerza militar egipcia llegó a Nubia, extendiendo la frontera de Egipto hacia el sur, por el norte llegaron a Palestina y Siria, por mar y tierra se estableció un comercio activo con esas regiones y las relaciones comerciales se extendieron a Creta. Los gobernantes de la Dinastía XII restauraron las grandezas de Egipto y así dotaron a su pueblo de muchos motivos de orgullo: fama guerrera, territorios que explotar, comercio exterior con tierras lejanas. Estas fueron las metas que iban a perseguir casi todos los faraones siguientes. En el periodo del Imperio Nuevo (1552-1069 a. J. C.), la característica fue el constante estado de guerra provocado por su afán expansionista que contaba con una estrategia imperialista agresiva y ofensiva. Esta actitud requirió del desarrollo de un ejército permanente, profesionalizado, preparado para emprender una campaña en cualquier momento. El tamaño del ejército, su organización táctica, el uso de carros de guerra y la calidad del mando constatan la complejidad militar que tuvo este periodo.21 Las razones económicas del Imperio, fueron vitales para la conservación de éste, los tributos de los 20 21 Antonio Martínez Teixidó, Op cit., pp. 27-28 Ibid., p. 28 26 estados sometidos y las importaciones de oro y maderas, eran parte de una costumbre que exigía que se perpetúe el imperio. La civilización mesopotámica se rigió por las leyes sumerias y el Código de Hammurabi, en el cual se creó un estamento militar que otorgaba una verdadera casta a los profesionales de la guerra. Los asirios fueron un pueblo de naturaleza bélica, sus conquistas se debieron a la gran organización de sus ejércitos que fueron unos de los primeros equipados con armas de hierro, de este modo los asirios impusieron su dominación por una serie de guerras en donde demostraban un carácter cruel y sanguinario; a tal grado llegó su afición por la guerra que les fue necesario crear normas bélicas. En Grecia la guerra ocupó en gran medida el pensamiento de los griegos; hacia el año 675 a. J. C., los griegos empezaron a contribuir decisivamente en las estrategias de guerra de aquellos tiempos con la falange.22 Por otro lado los éxitos griegos en la guerra naval fueron duraderos e importantes, lo que llevó a Atenas a forjar un imperio marítimo. En la primera mitad del siglo IV a. J. C., con Filipo y Alejandro Magno se produjeron grandes cambios y avances en los procedimientos militares. Asimismo, con Tucídides se hicieron grandes aportaciones al derecho de la guerra, éste en una de sus obras impone como normas bélicas; la declaratoria de guerra, el respeto a ciertos territorios en los que se prohíbe guerrear o invadir, aparece la institución jurídica del parlamentario a fin de llegar a las filas enemigas y plantear posibles acuerdos.23 En tanto, Roma inició una política de expansión que la llevó a ocupar cada vez más una mayor extensión territorial, su apertura al Mediterráneo occidental llevó a Roma al enfrentamiento con Cartago por la hegemonía en esa zona, a estas guerras se les conoce como Guerras púnicas, en éstas obtiene el dominio sobre Sicilia, se anexiona Córcega y Cerdeña, de España formará dos provincias romanas y Cartago se convertirá en una ciudad mercantil, después Roma dominará todo el mediterráneo occidental. Posteriormente, este imperio invade Macedonia y convierte a Grecia en provincia romana, Julio César lleva a cabo la guerra de las Galias y Pompeyo realiza sus campañas en Asia; la máxima expansión territorial se alcanzó bajo el imperio de Trajano (98-117 d. J. C.). La política militar y la estrategia romana fueron evolucionando, desde su inicio como ciudadestado hasta su transformación en imperio. En relación con Grecia, Roma aprendió la 22 23 Falange, primera formación rígida empleada en una acción militar, cuyo éxito dependía de una gran disciplina. Antonio Saucedo López, Op cit., p. 21 27 experiencia helénica de la falange, a la que llamó “legión” transformándola en flexible y maniobrera.24 La república romana, al integrar en la legión ciudadanos y fuerzas auxiliares, sirvió de base para la consolidación de amplias conquistas territoriales, en un proceso histórico que desembocará más tarde en el más estable de los imperios. Posteriormente, se planteó la posibilidad de destruir al adversario o de pactar con él ante la necesidad de disponer de tierras y medios para sostener a los veteranos. Roma pasó de una política militar defensiva a una política imperialista, los cambios de organización militar ejercieron gran influencia en la política, estrategia y táctica de los distintos periodos.25 Las motivaciones y causas de la expansión romana fueron fundamentalmente económicas originadas por su propia estructura: el botín era entregado a la república, que a su vez lo vendía, eran grandes sumas las que ingresaban en los fondos del estado, por este concepto se autofinanciaban las guerras e incluso en ocasiones disminuían los impuestos sobre los ciudadanos. La hegemonía mediterránea convirtió a Roma en la metrópoli económica del mundo antiguo, la aristocracia romana se había enriquecido y el estado resolvió sus problemas gracias a su política monetaria, los botines de guerra, indemnizaciones, tributos de los vencidos, etc. Los romanos fueron grandes guerreros, antes de iniciar sus operaciones militares formulaban una declaratoria de guerra, respetaban a los pueblos neutrales, o sea el derecho de neutralidad que actualmente pertenece al derecho de la guerra, usaron el armisticio y la capitulación, y establecieron tratados de mar y de tierra para regular la paz.26 2.2 Edad Media En la Edad Media aparece lo que se ha denominado guerra señorial que es una lucha entre poderes limitados en extensión y regidos sobre la distinción de señores y siervos. En esta etapa prevalecieron los pactos y las alianzas, los pueblos en guerra se vinculaban por medio de uniones matrimoniales que hacían que dos grupos de enemigos se unieran; entonces las luchas familiares se propagaron y las constantes invasiones motivaban a los pueblos a regular en lo posible las acciones beligerantes. 24 Antonio Martínez Teixidó, Op cit., p. 69 Ibid., p. 70 26 Antonio Saucedo López, Op cit., p. 23 25 28 Los señores feudales fundaron señoríos, pero la guerra afectó a los feudos, ya que ésta podía hacerse entre individuos, en cuyo caso se llamaba guerra privada. Entre los siglos X y XII los señores feudales luchaban unos contra otros, por eso se instituyen las ligas feudales en donde se apoyaban entre sí varios señores feudales para tener garantía de paz; estas guerras se daban por una mayor extensión de tierra o más poder. La Iglesia impuso como norma de guerra la defensa de la fe, de esta manera surge el derecho canónico en donde prevalecen los concilios y las costumbres. Inocente IV establece la siguiente ley de guerra: “Omnibus licitum esse movere bellum, pro defensione sua et rerum suarum”, que es una manifestación de la guerra justa, que consistía en que todos los hombres podían guerrear, siempre y cuando tuvieran una causa justa para hacerlo; la guerra debía ser abierta y por medio de una declaración, la guerra no necesariamente terminaba al establecerse la paz o una tregua. Si se reconocía que la guerra era justa, el jefe involucraba a sus familiares, vasallos, súbditos y mercenarios.27 A partir del siglo XI se inició un proceso de expansión europea cuyo primer síntoma fueron las expediciones al oriente musulmán, denominadas cruzadas, éstas iniciaron desde el año 1096 hasta 1291, las cruzadas motivaron la constitución de órdenes militares, cuyo objetivo inicial era consolidar las conquistas en Tierra Santa. Se crearon comunidades de monjes-soldado y se formó el ejército permanente del Reino de Jerusalén; las órdenes militares como la Orden de Malta (1050), del Temple o Templarios (1119) y la Teutónica (1187) tenían una misión militar y una función económica con la finalidad de aportar fondos para las cruzadas.28 El motivo inicial que inspiró las cruzadas fue religioso, pero a éste se sumaron factores de orden muy diverso que enmascaró el propósito inicial, incluso, lo relegaría a un segundo plano. Desde el punto de vista económico, el movimiento de las cruzadas repercutió en una intensificación de los intercambios comerciales entre el Mediterráneo oriental y el occidental; en el aspecto social la Iglesia −al canalizar la caballería feudal hacia oriente− contribuyó a la pacificación de occidente. Además de la fe religiosa, influyó el temperamento bélico de los señores feudales, el afán de conquistar en oriente tierras, riquezas y poder. A finales de la Edad Media, se presenta entre Francia e Inglaterra, la Guerra de los Cien Años que duró de (1337-1453), con algunos intervalos de paz. Entre algunas de las causas de esta guerra están las ambiciones de Inglaterra al trono francés y a la provincia de 27 28 Ibid., p. 25 Antonio Martínez Teixidó, Op cit., p.103 29 Flandes que era un territorio parcialmente sujeto a Francia y que representaba por su comercio e industria textil una de las más ricas regiones de Francia. Un hecho que irritó a la monarquía francesa fue que las ciudades flamencas se aliaron con los ingleses, ya que mantenían una gran vinculación económica entre sí, pues Flandes era el mercado de absorción de las lanas de Inglaterra. Durante ese periodo éstos países adquirieron sus perfiles territoriales definitivos, Francia consolidó su unidad nacional en torno a sus reyes y las ambiciones de poder y económicas de los ingleses se vieron truncadas. 2.3 Edad Moderna Durante el Renacimiento en Europa se dieron dos acontecimientos revolucionarios, uno en el aspecto político, el Estado Moderno con una forma de organización político-territorial y, el otro, una revolución en el arte militar propiciada por la aparición de la pólvora de disparo. En ese momento, se estaba formando un estado potente en torno a la monarquía francesa, la península Ibérica había forjado su unidad a través de la guerra contra los musulmanes, los españoles buscaron espacios en América, el norte de África y el Mediterráneo. Inglaterra esperaba su oportunidad para hacer valer su política exterior mediante su flota, ésta se dará con la derrota de la Armada Invencible española en 1588. Alemania se encontraba disgregada en muchos principados y ciudades libres bajo el mando del Sacro Imperio Romano Germánico; en tanto Italia estaba fraccionada y codiciada por franceses y españoles. Bajo este panorama, surge con fuerza la pretensión de los estados por el control político de espacios geográficos, los criterios éticos ceden ante los criterios del poder político y las guerras de religión van a sacudir a Europa hasta sus cimientos. Guerras de Religión. Como consecuencia de la Reforma Protestante, la religión constituyó un nuevo pretexto para los enfrentamientos bélicos que caracterizaron la historia europea de los siglos XVI y XVII, cuando las diversas naciones se consideraron poseedoras únicas de la verdad y trataron de imponer al mundo sus respectivos dogmas de fe; pero en el fondo estas guerras tenían un factor distinto al religioso relacionado con las ambiciones territoriales y con la rivalidad que en ese momento histórico despertó la hegemonía española. El rey Carlos V había emprendido la guerra para erradicar el protestantismo y restaurar la religión católica en las tierras de su Imperio, por eso los príncipes luteranos en 1531, que controlaban parte del Imperio Alemán, se aliaron con las burguesías de las ciudades libres para protegerse de los ataques de Carlos V, y éste tuvo que ceder, aceptó la Paz de 30 Augsburgo en 1555. Este tratado establecía que cada príncipe de los estados alemanes podía optar libremente por la religión católica o luterana, lo cual puso fin a la guerra entre católicos y luteranos, pero siguieron los conflictos religiosos, porque los calvinistas no habían sido reconocidos en Augsburgo y organizaron nuevas rebeliones. La historia europea del siglo XVII está marcada por la Guerra de los Treinta Años, (1618-1648), que fue un suceso bélico internacional de grandes proporciones, en él participaron de forma directa e indirecta casi todos los países europeos, sus consecuencias transformaron en gran medida el panorama político, económico y social prácticamente de toda Europa. Esta guerra se inició por razones religiosas, ya que los estados alemanes vivían un constante antagonismo religioso derivado de la Reforma protestante y de la Paz de Augsburgo, muchos países estaban interesados en aprovechar esta situación conflictiva para extender sus respectivos territorios y dirimir algunos conflictos internacionales. Conforme avanzaba el conflicto y al intervenir otras naciones, se presentaron otros motivos como la oposición entre los grupos estamentales y la monarquía absoluta, así como los problemas políticos entre las dinastías rivales. En su fase final la guerra, ajena a su inicial carácter religioso, se convirtió en un conflicto por la hegemonía en Europa occidental entre los Habsburgo y los Borbones de Francia. La Paz de Westfalia marcó el final de la guerra como conflicto europeo generalizado, y la pugna entre Francia y España finalizó hasta 1659 cuando firmaron la Paz de los Pirineos. Esta guerra fue la última y la más sangrienta de las guerras de religión provocadas por la Reforma protestante, a partir de 1648 los asuntos políticos ocuparían la atención central del mundo occidental. Después de este conflicto bélico Francia se convirtió en potencia predominante en Europa continental y termina la época de grandeza del Imperio Español. La apertura hacia el Nuevo Mundo y hacia la India aportará un componente económico y comercial a la guerra, los estados europeos pugnarán por la supremacía de los mares y el control de las rutas comerciales; Francia, Holanda, Inglaterra y España se enfrentarán para conseguir ese dominio naval y la posesión de los territorios coloniales. El siglo XVIII va ha estar dominado por la razón y la ciencia, Europa presenciará las Guerras de Sucesión, que se dan al extinguirse ciertas dinastías y casas reales. La Guerra de Sucesión española (1701-1714) fue una de las más prolongadas e importantes conflagraciones europeas; debido a las frecuentes enfermedades y a la falta de descendencia del rey Carlos II, así que los príncipes europeos buscarán establecer negociaciones para repartirse los territorios españoles. Hábilmente, el rey de Francia Luis XIV convenció al rey español para que nombrara heredero a su nieto Felipe de Anjou, de la 31 dinastía Borbón, hecho que provocó la iniciación de la guerra por los países europeos ─Inglaterra, Holanda, Austria, Prusia, Dinamarca y Suecia─ que se oponían a tal hecho por las ventajas políticas y económicas que pudiera obtener Francia. A pesar de la oposición de estos países Felipe de Anjou ocupó el trono de España como Felipe V y esto puso fin al dominio de los Habsburgo. La Guerra de Sucesión polaca (1733-1735) estalló al morir Augusto II de Polonia, puesto que su sucesión fue disputada y desembocó en una guerra general, se formaron varias alianzas y Augusto III recibió la ayuda de Rusia y Austria. En el conflicto quedaron implicados varios problemas de la política europea, el tratado de 1735 provocó un reajuste territorial del continente. La Guerra de Sucesión austriaca (1740-1748) varios monarcas no querían reconocer como heredera del trono a María Teresa hija de Carlos VI, quien no tenía hijos varones, al lado de Austria estuvo Inglaterra y Holanda frente a España, Prusia, Francia y Baviera. En 1742 se concertó la paz entre Prusia y Austria, en 1748 Francia y Austria pusieron fin a las hostilidades con la Paz de Aquisgrán, que confirma la Pragmática Sanción,29 salvo algunos reajustes territoriales. Dentro de las guerras de sucesión se observa un común denominador, que es el afán de extender el poder político aunado a las ventajas de obtener territorios. En la época de la Ilustración Europa oscila entre la moderación de la razón y el empleo de la fuerza. Prusia surge en Europa como una nueva potencia; en un sistema de alianzas, el rey Federico II, el Grande, mantuvo una guerra de supervivencia contra los reinos vecinos conocida como la Guerra de los Siete Años (1756-1763) Prusia invade Austria por la posesión de Silesia y por otro lado representó el final de la lucha entre Francia e Inglaterra por el dominio de América del Norte, la India y el mar, ambos aspectos se entremezclaron, mientras Francia ayudó a Austria, Inglaterra apoyó a Prusia. En 1763, la Paz de París puso fin a la guerra, donde Inglaterra obtuvo la supremacía en la India, recibió Canadá como colonia y consolidó su dominio en los mares, surgiendo como la potencia imperialista más importante del mundo. Por su parte Prusia se vio necesitada de mantener un ejército constantemente, por su situación geográfica tuvo que combatir de forma continua e hizo de esto un estilo militar de hacer la guerra, incluso la escuela militar prusiana fue reconocida universalmente. 29 En 1713, el emperador de Austria Carlos VI promulgó la Pragmática Sanción, en donde se estableció que todas sus posesiones hereditarias y la sucesión a la Casa de Austria beneficiarían a hombres y mujeres por igual. 32 Por su parte la Revolución de Norteamérica (1775-1783) es la lucha por la independencia de las trece colonias inglesas en Norteamérica, fue la primera de las grandes revoluciones políticas que surgieron en el mundo occidental, esta guerra fue simultáneamente un conflicto civil, independentista e internacional, implicó la lucha interna entre patriotas radicales que buscaban separarse de Gran Bretaña y los que no estaban dispuestos a llevar la protesta hasta la independencia, dio origen a la creación de un nuevo estado, propiciando la intervención de Francia y España a favor de los colonos en contra de Gran Bretaña. A partir de 1789 se produjo en Francia una crisis revolucionaria que tendría repercusiones en todo el mundo occidental, la revolución francesa se ha considerado como un hito histórico de gran importancia para iniciar una nueva era: la Edad Contemporánea. En esta revolución se combinaron una serie de factores de diversa índole, que influyéndose mutuamente ocasionaron una crisis profunda en el sistema de monarquías absolutistas. Con la intervención extranjera, la guerra toma un nuevo rumbo en el que se mezclan la causa revolucionaria y la causa nacional; la participación extranjera a favor de la monarquía francesa no sólo era de carácter militar sino también financiera. 2.4 Edad Contemporánea Guerras Napoleónicas. Formado en las filas de la Revolución, Napoleón Bonaparte dirigirá los destinos de Francia y una gran parte de Europa. Las repercusiones de la Revolución Francesa se habían hecho sentir por toda Europa, y se hicieron más evidentes cuando en 1804, Bonaparte se convirtió en Emperador de los franceses, Rey de Italia y Protector de la Confederación del Rhin. Durante su poder −un periodo de quince años− se hallaron dos aspectos trascendentes, el de las relaciones internacionales, que reflejan los diversos intereses de los estados contendientes de Europa, y el desarrollo interno de los pueblos europeos. En Prusia fue la resistencia a Napoleón la que proporcionó la pauta para la reorganización interna, por colaboración o resistencia, entonces Europa se transformó. Cada una de las potencias tenía deseos de expansión, Gran Bretaña iba construyendo su imperio comercial, Rusia había presionado a Polonia y Turquía, Prusia había consolidado sus territorios y había obtenido la supremacía en el norte de Alemania, Austria deseaba el predominio en Alemania, los Balcanes y el Adriático. La política exterior de Napoleón representó los intereses de la gran burguesía, cuya finalidad era obtener para Francia la hegemonía política y económica de Europa. Bonaparte emprendió una serie de guerras, características de su imperio, logró ensanchar 33 considerablemente el territorio, dominando gran parte de la Europa Continental y la prohibición de la entrada de mercancías inglesas a los mercados europeos. Cuando Napoleón dirige la campaña a Italia declara que la iba a liberar de los austriacos y del yugo de los gobiernos feudales. Acerca de esto Efimov comenta que Napoleón dirigió una guerra injusta, de conquista sintiendo por el pueblo desdén y odio, asimismo hace referencia que la guerra nacional que llevó a cabo el pueblo ruso en 1812 aniquiló el poderío militar de Napoleón y con él el imperio burgués francés, de tal manera que facilitó la liberación de los pueblos de Europa y determinó un cambio de rumbo en la historia.30 Después de la derrota de Napoleón en 1815, se dará la transformación más radical de la guerra, comenzarán a emplearse una serie de inventos que aumentarán la capacidad destructiva de las armas, los procedimientos de fabricación en serie y el desarrollo de las vías de comunicación, en particular el ferrocarril, éstos permitirán equipar ejércitos enormes con las nuevas armas, además transportarlos y mantener las hostilidades de alta intensidad por largo tiempo.31 El siglo XIX fue también el de la gran expansión colonial, los países europeos se disputaban el dominio de grandes zonas de África, Asia y de rutas comerciales que las conectaban con la metrópoli. El enfrentamiento con los pueblos nativos demostraría la superioridad militar occidental, pero sembraría conflictos que estallarían con gran fuerza en el siglo XX. En el continente Asiático se van a presentar las Guerras del opio (1839-1842). Su causa fundamental fue el establecimiento de relaciones comerciales entre Gran Bretaña y China, pero ésta se mantuvo renuente a comerciar con las naciones occidentales. El gobierno chino se encontraba muy afectado por el tráfico de opio en su región y envió a un comisionado a Cantón a destruir los depósitos de opio y prohibir su tráfico. El origen de esta guerra fue principalmente económico, los países europeos especialmente Gran Bretaña compraban en China, a principios del siglo XIX, seda y té que tenían que pagar con plata; para compensar su desequilibrada balanza comercial, los ingleses que tenían acceso a los cultivos de opio de la India, encontraban muy provechoso el comercio de esta droga y decidieron entrar en guerra con China para asegurar una ampliación comercial con este país. 30 31 A. Efimov, e I. Galkine, Historia Moderna, Editorial Grijalbo, México, 1964, p. 100 Antonio Martínez Teixidó, Op cit., p. 232 34 Quince años después, en 1857, Inglaterra y Francia se unieron en una segunda guerra contra China, para obligar a los chinos a recibir a sus diplomáticos y comerciantes, pero como los chinos se mostraron reacios a establecer relaciones, miles de soldados franceses e ingleses atacaron Pekín e incendiaron el Palacio de Verano del emperador y en un gran acto de vandalismo saquearon el Palacio logrando un gran botín. De la primera guerra, surgió el tratado de Nanking (1842) y de la segunda los tratados de Tientsin (1857), cuyos términos fueron casi idénticos en otros nuevos tratados firmados por China con otras potencias europeas y con los Estados Unidos. El «sistema de tratados» fue el resultado de los acuerdos de China con los extranjeros. En 1842, China cede Hong Kong a los ingleses, se abren a los europeos varias ciudades como «puertos de tratado», donde se permitia los europeos establecer colonias propias, ajenas a toda ley china, además los chinos se vieron obligados a pagar grandes indemnizaciones de guerra.32 En el continente Americano se presenta la Guerra de México o mexicanonorteamericana (1846- 1848). Este conflicto armado entre México y Estados Unidos fue por la ambición de éste último en los territorios situados al norte del río Bravo, la guerra venía incubándose desde que los colonos anglosajones ocuparon territorio mexicano, que estaba bajo dominio español. La separación de Texas y su posterior anexión a los Estados Unidos en 1845, es uno de los hechos más controvertidos de la historia de México, la pérdida de la gran extensión septentrional, que pasó a manos de Estados Unidos, cuya ambición expansionista fue justificada por el destino manifiesto,33 dirigido al territorio tejano astutamente. México sufrió una de las más desiguales e injustas guerras, Estados Unidos, aprovechó la inestabilidad política y la precaria situación económica, y declara formalmente la guerra el 13 de mayo de 1846. La guerra culminó con el tratado Guadalupe-Hidalgo entre las dos naciones, además del territorio de Texas anexado, México perdía Nuevo México y la Alta California, no quedando claramente definida la nueva línea divisoria, lo cual ocasionó, por mucho tiempo, que los estados fronterizos estuvieran en constante peligro del expansionismo estadounidense. Durante cuarenta años a partir de 1814, no se había producido ninguna guerra entre las potencias establecidas en Europa, se presentará después de este periodo, la Guerra de Crimea (1854-1856). Fue una consecuencia directa de la decadencia del Imperio Otomano, 32 R. Palmer y J. Colton, Historia contemporánea, Akal Editor, Madrid, 1980, p. 408 Creencia fundamentada en la ideología calvinista, de la que los estadounidenses eran herederos, y según la cual el desarrollo de las naciones poderosas es una clara manifestación de la predestinación divina hacia los elegidos. 33 35 que Rusia aprovechaba desde el siglo XVIII para extender sus dominios en la zona del Cáucaso, el Mar Negro y los Balcanes, este expansionismo respondía al deseo de encontrar una salida marítima, para su extenso territorio. El control de los estrechos que permitía la salida del mar Negro había sido ambicionado por los sucesivos zares rusos como una ventaja estratégica vital, que permitiría la presencia rusa en el Mediterráneo en condiciones de igualdad con las grandes potencias europeas.34 En 1852 se suscitó un problema entre la Iglesia ortodoxa y la católica sobre la custodia de los Santos Lugares, que eran ocupados por el Imperio otomano. El sultán dio la custodia a los católicos, motivando el desacuerdo ortodoxo y la intervención rusa en la crisis. En 1853 las fuerzas militares rusas ocuparon los principados turcos de Moldavia y Valaquia, estallando la guerra entre Rusia y Turquía a finales de 1853. La reacción de los países occidentales no se hizo esperar, Austria amenazó con la guerra movilizando a sus ejércitos y ocupó Valaquia y Moldavia, ya que el Imperio Austriaco tenía sus razones para que Rusia no conquistase los Balcanes y Constantinopla, ni que Inglaterra y Francia dominasen la situación, sin embargo Francia y Gran Bretaña se aliaron con los turcos en 1854, debido a que la política tradicional de ésta última era apoyar a Turquía y el Cercano Oriente contra la penetración rusa, los ejércitos francés e inglés invadieron Rusia desembarcando en el puerto ruso de Sebastopol, situado en la península de Crimea. Al morir el zar Nicolás I en 1855, su sucesor, Alejandro II, pidió la paz. Se reunieron en un congreso las grandes potencias, para establecer en 1856 la paz de París, las potencias se comprometían mediante un tratado a mantener la “integridad del Imperio Turco”, con respecto a Rusia se decidió que no mantendría barcos de guerra en el mar Negro. Posteriormente en 1858 Moldavia y Valaquia se unirían como Rumania, reconocida junto con Serbia, como principados autogobernados bajo la protección de las potencias europeas.35 En este periodo en que se desarrolló la guerra, los dos países capitalistas más importantes eran Francia e Inglaterra, las relaciones que tenían con Rusia se deterioraron súbitamente, cuando se planteó la cuestión de su preponderancia en Oriente y de su control sobre las vías marítimas en esa región, esto representaba un aspecto de importancia vital por la hegemonía de Francia e Inglaterra en esa zona, que daría más fuerza a su influencia internacional en la política europea, por eso estas potencias formaron una coalición con Turquía. Efimov menciona: 34 35 Antonio Martínez Teixidó, Op cit., p. 233 Ibid., p. 264 36 Fue una guerra injusta por ambas partes: tanto por lo que hacía a los aliados anglofranco-turcos como a la Rusia zarista. Todos estos estados, Turquía incluida, aspiraban solamente conquistas. […] Esta campaña evidenció el estado atrasado en que se encontraba Rusia, así como su debilidad militar frente a la nueva táctica y la técnica moderna del enemigo. La Rusia zarista perdió parte de su influencia en la política europea; la derrota de Crimea debilitó la importancia de su papel de «gendarme de Europa.36 La Guerra franco-prusiana estalló en 1870, en marzo de 1871, la primera revolución proletaria del mundo tenía lugar en París y, durante un corto periodo, la dictadura del proletariado, representada por la Comuna de París, se instauró en la capital. El gobierno de Napoleón III se encontraba en crisis desde 1865, la burguesía francesa había perdido toda confianza en él, puesto que los graves fracasos de su política exterior,37 el tratado comercial anglo-francés de 1860 que dio nuevo vigor a la competencia de los productos ingleses y los gastos excesivos de la corte imperial irritaban tanto al pueblo como a la burguesía. El movimiento obrero fue extendiéndose en los años de 1860 a 1870. En 1869 los mineros de la cuenca del Loira se declararon en huelga, pidiendo la jornada de ocho horas y aumento salarial. Las capas más avanzadas del proletariado empezaban a liberarse de la influencia y la tutela ideológicas burguesas; millares de obreros franceses se adherían a la Internacional, la efervescencia de las masas iba aumentando, los mítines, las manifestaciones y las huelgas se convirtieron pronto en fenómenos de masas. En 1870 se reunieron por las calles de París más de doscientas mil personas, los manifestantes pregonaban las consignas: “¡Viva la República!”, “¡Fuera los Bonaparte!”38 Napoleón III se percató de su impopularidad y del descontento generalizado, pensó que su autoridad podría reforzarse mediante la guerra y que una guerra victoriosa contra Prusia le devolvería su prestigio e impediría la total unificación germana anexionando para Francia algún territorio. Mientras tanto, una revolución en España había desterrado a la reina y un gobierno provisional español invitaba al príncipe Leopoldo de Hohenzoller, primo del rey de Prusia, a ser rey constitucional de España, por lo tanto, que la casa real prusiana ocupase posiciones en España disgustaría a Francia. 36 A. Efimov e I.Galfine, Op cit., p. 182 La intervención francesa en México, la unificación de Italia y Alemania 38 Ibid., p. 250 37 37 El día 2 de julio de 1870, París se enteró que el príncipe Leopoldo había aceptado, el embajador francés Benedetti, por orden de su gobierno, se reunió con el rey de Prusia en Ems, donde exigió formalmente que la aceptación del príncipe Leopoldo fuese retirada, lo cual se logró el día 12 de julio. Pero el gobierno francés, dio instrucciones nuevamente a Benedetti para reunirse con el rey de Prusia y le solicitara que nunca en el futuro, ningún Hohenzollern fuese candidato al gobierno español. El rey de Prusia telegrafió un informe completo de la conversación a Bismarck,39 éste resumió el telegrama de Ems para su publicación de tal modo que pareciese a los lectores de los periódicos que en Ems había tenido lugar una brusca entrevista, en la que los prusianos creyesen que su rey había sido insultado y los franceses que su embajador había sido desairado.40 El gobierno de Napoleón III declaró la guerra a Prusia el 19 de julio de 1870, el ejército francés se encontraba técnicamente atrasado en comparación con el ejército prusiano. En la batalla de Sedán de septiembre de 1870, los prusianos derrotaron a la organización militar francesa. Efimov menciona que un oficial francés se aproximó a caballo al rey de Prusia, Guillermo I y comentó: “Sedán se rinde y con él todo el ejército y el emperador Napoleón III, que está en la fortaleza”. Así quedaron prisioneros un ejército francés de cien mil hombres y Napoleón III.41 En el mismo mes de septiembre, una insurrección proclamaba en París la Tercera República, las fuerzas prusianas avanzaron por Francia y sitiaron la capital, en París los franceses se negaron a capitular y durante cuatro meses estuvo cercada. El carácter de la guerra franco-prusiana −menciona Efimov− tuvo un carácter particular en cada una de las etapas de su desarrollo, en la primera etapa fue una guerra justa por parte de los alemanes, porque Napoleón se había opuesto durante años a su política de unificación germánica, pero vencido el trono imperial francés, Prusia continuó la guerra cambiando con ello su carácter, entonces se convirtió en una guerra de conquista, una guerra injusta contra los franceses.42 En las estipulaciones de paz de Francfort con Francia, en mayo de 1871, Alsacia y Lorena pasaron a formar parte del Imperio Alemán que eran la discordia tradicional entre ambos países beligerantes y cuya importancia creció al descubrirse sus yacimientos de hierro 39 Otto von Bismarck: (1815-1898) estadista y diplomático de Prusia y Alemania. Unificó por la violencia los pequeños Estados Alemanes dispersos y formó el Imperio alemán unido bajo la hegemonía de Prusia. Desde 1871 hasta 1890 fue canciller del Imperio alemán. 40 R. Palmer y J. Colton, Op cit., p. 276 41 A. Efimov e I. Galkine, Op cit., p. 251 42 Ibid., p. 253 38 y carbón. Las tropas de ocupación garantizarían el pago de la indemnización de guerra. Para Manfred, la guerra prusiana fue contundentemente anexionista; más aún: La unidad alemana fue consumada con «sangre y hierro», mediante una guerra expoliadora, bajo la forma de un estado monárquico militarista dirigido por los prusianos reaccionarios Hohenzollern.43 2.4.1 El Imperialismo La década de 1870 es considerada como divisoria por varias razones, primero, gran parte de la expansión colonial de los cincuenta años anteriores se dio en Canadá, Australia, África del Sur y alrededor de la India, todos territorios británicos, era una expansión de consolidación o expansión colonial de asentamiento que existía antes de 1800. La mayoría del territorio anexionado después de la década de 1870 fue en regiones de África, Asia o el Pacífico. En segundo lugar, la intervención de países europeos como Alemania, Bélgica e Italia, que no tenían posesiones ni tradición colonial, con su intervención por la obtención de colonias establecieron una competencia internacional, la nueva colonización representaba la inversión a gran escala de los europeos. El término imperialismo se refiere de manera general a todo tipo de dominio político y económico que ejerce una nación poderosa sobre otra que es débil, la cual se convierte en colonia de la metrópoli imperial, a lo largo de la historia se han transformado las características de este fenómeno mundial, de acuerdo con las circunstancias socioeconómicas y culturales propias de cada etapa y particularmente de cada potencia imperialista. La civilización europea siempre había mostrado una tendencia a la expansión, la época de los descubrimientos ultramarinos trajo consigo la fundación de los imperios coloniales, cuyas luchas se dieron en los siglos XVII y XVIII y tuvo como consecuencia la europeización de América. Por tratarse de una nueva forma de colonialismo, el imperialismo del periodo de 1870-1914 recibe también el nombre de neocolonialismo. En el contexto de la segunda revolución industrial, el imperialismo se manifiesta principalmente a partir del último tercio del siglo XIX, cuando las economías capitalistas europeas experimentan un proceso de concentración monopolista. El desarrollo del capitalismo clásico provocó una serie de transformaciones estructurales en la economía y población. Asimismo el capital financiero, adquirió una 43 A. Z. Manfred, Historia Universal, t. 1, Editorial Cartago, México, 1983, p. 434 39 especial importancia, la exportación de capitales se convirtió en una necesidad para los países industrializados. El resultado de estos cambios en el sistema económico iba a ser el imperialismo, las grandes potencias penetraron más profundamente en los países “atrasados”, invirtiendo grandes capitales, organizando diversas obras de infraestructura terrestres, marítimas, empresas de servicio, etcétera. La vida productiva de los países atrasados se fue transformando paulatinamente, grandes sectores de la población local se convirtieron en asalariados de las empresas capitalistas, introduciendo así los problemas de clase de la Europa industrial, que se acentuaron por las diferencias raciales. Los europeos aspiraban en esta nueva etapa a la dominación política y territorial, algunas áreas se convirtieron en «colonias manifiestas» que eran gobernadas por hombres blancos, otras se transformaron en «protectorados» esto implicaba que el original jefe, de acuerdo a la región, era sostenido y contaba con garantías contra un levantamiento interior o una invasión extranjera, en otras regiones había «esferas de influencia» que era un acuerdo que dividía al país, teniendo cada potencia europea privilegios consultivos, y oportunidades de inversión y comercio dentro de su esfera.44 Económicamente, la vida europea requería de bienes materiales, que se encontraban en las regiones tropicales, Europa dependía cada vez más de África y Oriente para obtener diversas materias primas como nuevos mercados para sus productos. La industrialización de las grandes potencias propició que compitieran entre sí por el comercio exterior. A partir de 1870 se inicia la expansión colonialista europea que Gran Bretaña y Francia realizan, posteriormente otros países se lanzan a la carrera imperialista por el dominio europeo en África. Este fenómeno fue explicado y justificado con los más variados y contradictorios argumentos, la mayoría de los países colonialistas trataron de justificar su política de explotación económica con argumentos como la “misión civilizadora” de Europa, que se encargaba de ayudar a los países más atrasados a que se desarrollaran. Las colonias cumplirán la función de proveedoras de recursos y mercados, evitando que se generalicen las crisis económicas,45 y que se extienda el paro de los trabajadores. La ocupación de África empieza después de la grave crisis económica de 1873, que había dejado a millones de obreros sin trabajo y la expansión colonial sirvió para aminorar las crisis, además contribuyó a moderar las tensiones sociales en Europa. 44 R. Palmer y J. Colton, Op cit., p. 376 En las últimas décadas del siglo XIX, se presentó en el sistema capitalista periodos de crisis económicas que iniciaron en 1873 hasta 1895, alternándose la expansión con la depresión. 45 40 La política colonial sirvió como un medio para mantener, incluso para aumentar, la hegemonía y el prestigio de sus respectivos países. Aunque es evidente el interés económico que tenían las potencias europeas por mantener el sistema colonial, se va a tratar de enmascararlo con todo tipo de doctrinas y argumentos. Una de las teorías más extendidas fue la de considerar a los pueblos colonizados incapaces de gobernarse a sí mismos, por lo que necesitaban de potencias desarrolladas que sentarían las bases de la civilización en esas regiones. La difusión de la ideología nacionalista entre la población de las potencias occidentales exaltaba los sentimientos nacionalistas, estimulados por el orgullo de su avance tecnológico y por el deseo de imponer su prestigio económico y militar sobre otros pueblos, esta ideología fue fomentada conscientemente por políticos e intelectuales, que permitió a los gobiernos de los países imperialistas tener un apoyo popular que justificara su política expansionista llevada a cabo mediante guerras con otras potencias o mediante la acción conquistadora directa sobre los países pobres, además con esto se desviaba la atención de los problemas internos que exigían reformas sociales. En Gran Bretaña el colonialismo era defendido por el conjunto de la población que se sentía halagada por teorías racistas que hablaban de la superioridad de los anglosajones.46 A fines del siglo XIX y principios del XX, la expansión colonial inglesa adquirió grandes proporciones. En 1870, la burguesía inglesa poseía un enorme imperio colonial y en la época del imperialismo, Inglaterra fue el primer país promotor en el reparto de África, la construcción del Canal de Suez aceleró los acontecimientos, se estableció el control financiero sobre Egipto y en 1882 fue ocupado éste como prolongación del Canal de Suez.47 Otro ámbito de la expansión colonial inglesa a fines del siglo XIX fue África del Sur, aunque los ingleses ya habían llegado al territorio de El Cabo en 1806, posteriormente ocuparon enormes territorios del África sudoriental, dirigido por Cecil Rhodes,48 en 1889 se creó una nueva colonia del Imperio Británico, de nombre Rhodesia en honor a su fundador. Esta expansión inglesa llevará a la Guerra de los Bóers (1899-1902). Este conflicto se dio entre ingleses y bóers,49 éstos se encontraban en dos pequeñas repúblicas el Transvaal y 46 Los antropólogos físicos de fines del siglo XIX, se avocaron al estudio de las diversas “razas” humanas, de las que destacaban algunas en el sentido darwinista, es decir superiores en herencia y en valor de supervivencia, muchos científicos de la época concluyeron que los blancos eran la raza más apta, y entre estos los nórdicos, teutones o germanos y los anglosajones. 47 Y. F. Avdakov y F. Y. Polianski, La Primera Fase del Imperialismo, Editorial Grijalbo, México, 1969, p. 80 48 Cecil Rhodes (1853-1902) estadista y político reaccionario inglés que aplicaba con energía la política colonial inglesa y propugnaba la expansión imperialista. 49 Eran colonos descendientes de holandeses, los ingleses los denominaban así, por la palabra holandesa que significa granjero. 41 el Estado Libre de Orange, que originalmente se habían instalado en El Cabo, en el siglo XVII, Inglaterra a partir de 1815 se anexionó el Cabo de Buena Esperanza y el descubrimiento de diamantes y oro en el Trasvaal propició la intervención del capital británico, pero el Transvaal se negó a aprobar la legislación para las corporaciones mineras y sus empleados. El Imperio Británico entra en guerra con las dos repúblicas bóers y una vez sometidas son anexionadas al imperio; en 1910, se incorporaron a la Unión de África del Sur que recibió una semi-independencia. Las razones económicas en esta guerra son evidentes, la explotación de la población negra representó inmensos beneficios para los grandes terratenientes, los propietarios de las minas de diamante y de oro, así como el incremento de colonias. Paralelamente los imperialistas ingleses ampliaron sus posesiones coloniales en Asia, participaron activamente en el sometimiento y reparto de China, se acentuó agresivamente la explotación de la India, de modo que se iba consolidando el sistema de los dominios, Canadá y Australia en 1901, África del Sur en 1902 y Nueva Zelanda en 1907. La expansión colonial de Gran Bretaña y el incremento industrial de Alemania se acentuaban cada vez más, por lo que Inglaterra reafirmaba sus alianzas con otras potencias. Francia justificará su expansión colonial inicialmente por razones de prestigio político para el gobierno en funciones y desviar la atención del pueblo de la problemática interna, además afirma su papel de agente civilizador. En 1830, se inicia la expansión neocolonial francesa con la ocupación militar de Argelia, pero será en 1878, cuando se constituirá el auténtico imperialismo francés al ocupar gran parte de África noroccidental y en Asia la región de Indochina. En Alemania las ideas coloniales fueron difundidas entre las masas por los misioneros católicos y protestantes, como un medio para la difusión del cristianismo. A partir de 1882 comienza a manifestarse la política imperialista alemana impulsada por el canciller Otto von Bismarck, quien siguiendo el ejemplo de las potencias anteriores, comenzó a darse cuenta de la importancia económica de la política colonial. El imperialismo agresivo de Alemania, radicó en el poderoso desarrollo de su industria y en la aparición de los monopolios, la política de éstos impulso a Alemania a la colonización y a la agresión militar, además la influencia de los junkers,50 que dominaban la vida política de Alemania, exigían la ocupación de tierras de Polonia, de los países Bálticos y de Ucrania, así como las conquistas coloniales de África y otros países.51 50 51 En Prusia se denominaba junkers a los grandes terratenientes de la alta nobleza. Y. F. Avdakov y F. Y. Polianski, La Primera Fase del Imperialismo, Op cit., p. 58 42 Otro aspecto que influyó fue la tradición militar alemana, así como las grandes fábricas de armamentos, que constituía un gran negocio para los capitalistas alemanes. Bismarck convocó a una conferencia internacional en Berlín en 1885, que procediera al reparto de los territorios africanos entre las naciones europeas que carecían de colonias, en 1887 mediante algunos tratados diplomáticos Alemania estableció protectorados en África; compra a España algunas islas del Pacífico en 1889, el imperialismo alemán intervino en el reparto de China y en 1897 ocupó la bahía de Kiao-Chao, creando en ella una base militar. Los Estados Unidos para llevar a cabo sus afanes de dominio territorial, usaron diversos procedimientos: uno fue la compra a través de negociaciones con los propietarios, otra fue la ocupación por parte de sus ciudadanos, con cualquier pretexto la anexión y más tarde la legalización de las posesiones, por medio de un tratado y la última fue la conquista. El expansionismo americano tenía sus orígenes en la idea del destino manifiesto, (anexión de Florida en 1819, Texas 1845, la guerra con México en 1846-1848, que termina con la anexión de California, corresponde a Estados Unidos ocupar todo el continente americano), muy relacionado con la Doctrina Monroe, formulada por el presidente James Monroe en 1823, reflejó una ideología liberal, contraria al restablecimiento de la autoridad de España en América Latina, a fines del siglo XIX esta doctrina fue adaptada en beneficio propio, proclamando que cualquier intervención europea en América tendría que ser consultada con el gobierno estadounidense. En Estados Unidos el crecimiento económico y demográfico suscita, a fines del siglo XIX, un impulso nacionalista e imperialista que se manifiesta ampliamente con el conflicto hispanoamericano. La Guerra Hispano-Norteamericana (1898). Fue la sostenida entre España y Estados Unidos, cuando en Cuba se presentaron algunos disturbios revolucionarios con el fin de independizarse de España, los Estados Unidos simpatizaron con el movimiento revolucionario, debido a que los americanos tenían inversiones y relaciones comerciales con Cuba, era importante para los intereses estratégicos en el Caribe de los americanos, mantener a Cuba sin problemas internos. La opinión popular norteamericana, se vio animada por un afán imperialista, como por presuntos sentimientos humanitarios hacia Cuba. El punto culminante se alcanzó cuando un barco de guerra americano, el Maine, se hundió en el puerto de la Habana, en misteriosas circunstancias en 1898. Los Estados Unidos ganaron la guerra con España, las Islas Filipinas también se habían levantado contra el poder español. 43 Cuba se estableció como una república independiente, sometida a la Enmienda Platt,52 La lucha que duró menos de cuatro meses, dejó a España sin sus últimas posesiones en el hemisferio occidental. Por el tratado de París, España cedió a Estados Unidos, Puerto Rico Guam y las Islas Filipinas y renunció a la soberanía de Cuba. Las guerras y anexiones permitieron a los Estados Unidos una ampliación sucesiva de sus posesiones coloniales. Se dice que el siglo XIX podría calificársele como el de la expansión de la guerra. El fenómeno bélico alcanzó grandes dimensiones, debido a la combinación de cambios sociales y tecnológicos. Pero lo más trascendente fueron las ideologías imperantes de la época, que concedieron a la guerra un carácter civilizador. En los comienzos del siglo XX la rivalidad entre las grandes potencias se había acrecentado, el mundo estaba ya repartido, pero la pugna adquiría mayor crudeza por las zonas de influencia. El constante incremento de las crisis internacionales manifestaba el ambiente de la política mundial. En el lejano oriente se desarrolló la Guerra ruso-japonesa (1904-1905). Los rusos en 1898 consiguieron un arriendo por parte del Imperio chino en la península de Liaotung, así obtenían Puerto Arturo y los derechos para construir ferrocarriles en Manchuria para enlazarlos con su sistema transiberiano, por otro lado los japoneses tenían la necesidad de materias primas y mercados, así como emplear su ejército y marina recientemente modernizada, y obtener una posición reconocida como gran potencia en el sentido occidental. La guerra estalló sin previa declaración, en 1904, con el ataque naval japonés a las instalaciones rusas de Puerto Arturo. Ambos países enviaron grandes ejércitos a Manchuria, los japoneses ganaron la guerra. Ante esta situación, por los crecientes intereses que tenía Estados Unidos en China, el presidente Theodore Roosevelt ofreció su mediación, y se reunieron en Pontsmouth, New Hampshire. Por el tratado de Pontsmouth, en 1905, Japón recobraba de Rusia lo que había perdido en 1895, es decir Puerto Arturo y la península de Liaotung, una posición estratégica en Manchuria, más tarde en 1910, fue anexionada por Japón, además recibió de Rusia la mitad meridional de la isla de Sajalin. En esta guerra estuvieron presentes observadores militares de varios países tratando de comprender lo que sería la próxima guerra en Europa.53 Una vez más la competencia entre potencias se manifestó en esta guerra y continuó la explotación de los países subdesarrollados por el vencedor, en este caso fue la primera vez 52 Son una serie de disposiciones, mediante las cuales los Estados Unidos, obtenían el derecho a supervisar las relaciones de Cuba con las potencias extranjeras, y a intervenir en varios aspectos del pueblo cubano. 53 R. Palmer y J. Colton, Op cit., p. 412 44 que un pueblo no blanco derrotaba a un pueblo blanco, en los tiempos modernos. Los japoneses habían aprendido las estrategias de los europeos. También en 1905 se presentó un conflicto entre Francia y Alemania en Marruecos, el gobierno alemán que había creado el incidente, se percató que la alianza entre Francia e Inglaterra, se estaba consolidando aun más, la segunda crisis en Marruecos se produjo en 1911, provocada por Alemania, por medio de un acuerdo ésta recibió unas pequeñas concesiones en África. Pero la crisis de mayor trascendencia fue la que ocurrió en los Balcanes, en 1908, cuando el Imperio de Austria-Hungría se anexionó los territorios de Bosnia y Herzegovina, que pertenecían legalmente a Turquía, pero que eran administradas como colonias desde 1878 por el imperio austriaco, Serbia protestó enérgicamente ante la agresión y se recrudecieron las relaciones. En 1912, Serbia y Bulgaria constituyeron la Liga Balcánica, bajo la protección de Rusia, con el fin de prevenir una nueva anexión por parte del Imperio Austro-Húngaro y de liberar a los pueblos eslavos del sur que estaban bajo el dominio del Imperio Otomano, posteriormente Grecia y Montenegro ingresan a la Liga y vencen al Imperio Otomano, que desintegrado recibió el nombre de Turquía. Bulgaria atacó a sus antiguos aliados de la liga, pero fue vencida por Serbia, que se fortaleció con este nuevo triunfo al aumentar su territorio. La nueva situación de Serbia preocupó al Imperio austriaco. 2.4.2 Alianzas Internacionales En el periodo posterior a 1870, las relaciones internacionales van a tener un nuevo carácter, la política internacional se hacía más bélica porque la unidad política, alemana, italiana y norteamericana había generado poderosos impulsos nacionalistas que motivaron similares deseos en otros países, había más potencias comprometidas en la política internacional que las que existían desde el siglo XVIII y sus sentimientos nacionalistas eran más intensos. La expansión económica coloca al Estado alemán en la posibilidad de competir con el resto de las potencias europeas por la hegemonía del mundo y el control de los mercados en el marco de la política imperialista, por lo que Bismarck se empeño en tener el control del orden internacional europeo mediante un sistema de alianzas; llamados sistemas bismarckianos que constituyeron un conjunto de alianzas y tratados diplomáticos destinados a mantener el frágil equilibrio europeo. 45 El primer sistema de alianzas se conoce por la Entente de los tres emperadores, en 1872 se reunieron en Berlín el káiser Guillermo I, el emperador Francisco José de Austria y el zar de Rusia Alejandro II, los tres firmaron un acuerdo político militar para la defensa mutua que duró hasta 1878. El segundo sistema estará formado por tres acuerdos: el tratado austro-alemán o Dúplice de 1879, que prevé la asistencia mutua en caso de ataque ruso, el acuerdo secreto austro-germano-ruso de 1881, que es un pacto de neutralidad en caso de ataques de otros países, donde Austria era la única beneficiada. La alianza austro-alemana de 1879 se convertiría en la Triple Alianza en 1882 con la inclusión de Italia.54 Tratado de la Triple Alianza En 1882, El Imperio Austrohúngaro, el Imperio Alemán e Italia, con el afán de fortalecer sus gobiernos, firman este tratado donde se prometen paz, amistad recíproca y apoyo mutuo dentro del límite de sus propios intereses. Se establece que en caso de que una o dos de las partes contratante fuese atacada (sin previa provocación directa) por alguna potencia que no esté dentro de este acuerdo las otras dos partes estarán en la disposición de socorrer con todas sus posibles fuerzas a la parte implicada en el conflicto. Asimismo, se establece que en caso de que alguna de las Altas Partes del contrato comience una guerra (por haber visto amenazada su seguridad) las otras partes se ven en la obligación de observar respetuosamente el desarrollo conflicto. Además, en caso de necesitar apoyo bélico, se comprometen a comunicar y concertar en conjunto las acciones militares que se llevarán a cabo y acuerdan no firmar ningún tratado de paz o de armisticio si no hay un acuerdo previo entre las tres partes firmantes del contrato. Estos compromisos se constituyen con una vigencia de 5 años y se estipula guardar un absoluto secreto del contenido y la existencia del documento55 (ver anexo I). El tercer sistema consistió en la renovación de la Triple Alianza, además de la firma de los Acuerdos Mediterráneos entre Italia y Gran Bretaña para mantener inalterable la situación en el sur de Europa e impedir la expansión de Francia, en 1887 Bismarck firma el Tratado de Reaseguro, que garantizaba la neutralidad rusa en caso de un ataque francés a Alemania. Tal sistema de alianzas era un reto y una amenaza, para las potencias excluidas, esto implicaba 54 Gloria M. Delgado, El mundo moderno y contemporáneo, Vol. I, Addison Wesley Longman de México, 1999, p. 502 55 María Victoria López-Cordón Cortezo y José Urbano Martínez Carreras, Leer historia. Análisis y comentarios de textos históricos, Alhambra Mexicana, México, 1996, pp. 273-274 46 nuevas fricciones en las relaciones internacionales, al finalizar el Tratado de Reaseguro en 1890, Rusia se convenció de que su alianza con Alemania sólo favorecía a Austria.56 Con la participación de Francia, en el plano internacional, y frente al bloque de estados formado por la Triple Alianza, se va configurando otro bloque de estados opuesto al primero, que es la Triple Entente, ésta se inicia con los primeros acuerdos entre Francia y Rusia. Acuerdos franco-rusos En 1891, los tratados franco rusos se prepararon como un acto que contrarrestara el Tratado de la Triple Alianza. En estos acuerdos Francia y Rusia acuerdan entre sí la unión para preservar la paz si es que se ve amenazada. Entonces convienen entenderse sobre las medidas a tomar con la acción simultánea de los dos gobiernos. En la convención militar del 18 de agosto de 1892 se concretó la alianza entre Rusia y Francia. Se estipuló que si Francia es atacada por Italia o Alemania, Rusia empleará todas sus fuerzas armadas; asimismo, en caso de un movimiento de la Triple Alianza, los Estados Mayores concertarán en todo tiempo preparar las posibles medidas militares y su ejecución, y se comunicarán todos los informes acerca de la Triple Alianza que llegasen a tener. También se acordó que ninguna de las partes concluiría la paz por separado. La duración de este tratado tendrá la misma que la Triple Alianza y serán secretas todas sus cláusulas57 (ver anexo II). Posteriormente Inglaterra decide aliarse con Francia, su tradicional enemigo, cuyas flotas podían alejar la amenaza alemana, en 1904 se firmó la alianza denominada Entente Cordial, la cual incluía cláusulas secretas que reservaban Egipto como área de dominio británico y Marruecos como protectorado francés. En 1907 se formó la Triple Entente que incluía a Rusia, después de que Francia sirvió de intermediaria entre ésta y Gran Bretaña constituyéndose como bloque mundial integrado por grandes imperios. Desde 1904, hasta el estallido de la guerra, suceden diversas crisis políticas, que van consolidando los bloques militares que se enfrentarán abiertamente a partir de 1914, algunas de ellas se originaron por el reparto de zonas de influencia entre Alemania y Francia en las colonias africanas, otras, por el desarrollo de los movimientos nacionalistas en los Balcanes. Como consecuencia de estas crisis sucesivas las alianzas europeas se fueron consolidando con posiciones antagónicas, creándose un ambiente belicista incluso entre las 56 57 Gloria M. Delgado, Op cit., p. 503 María Victoria López-Cordón Cortezo, Op cit., pp. 276-277 47 poblaciones civiles, que conducirá a un enorme desarrollo de los dispositivos militares de todas las potencias. Existía un temor a la conflagración generalizada, y cada nueva crisis aumentaba más el riesgo, la crisis de junio-julio de 1914 será la chispa que enciende el conflicto y desencadene la guerra europea, ya iniciada ésta, las dos coaliciones pensaron en inmiscuir a algunos países neutrales europeos en el conflicto para fortalecer sus posiciones, así como los estados neutrales no podían permanecer indiferentes a lo que estaba sucediendo, ya que estaba en juego su seguridad e intereses, como las minorías nacionales que querían liberarse del dominio extranjero. Pierre Renouvin hace referencia a algunos tratados secretos:58 En el caso de Turquía, firma un tratado secreto de alianza con Alemania, el 2 de agosto de 1914, una vez que concluyó sus preparativos militares, el 1° de noviembre de 1914, entra a la guerra, haciendo un llamado a los pueblos islámicos para la guerra santa. Asimismo, Bulgaria, que era antiserbia, se une con los imperios centrales (Alemania y Austria-Hungría) en 1915. Como Rumania tenía poblaciones de lengua rumana que vivían en territorio ruso y austro-húngaro, los imperios centrales desde el inicio de la guerra le prometen Besarabia que se encontraba en territorio ruso, sí continuaba con el tratado que tenía desde 1883 con el Imperio Austro-Húngaro, por el lado de la Entente podría obtener Transilvania que estaba en territorio austro-húngaro, su decisión es declararle la guerra a los imperios centrales en 1916. En el caso de Italia, negocia con los dos bloques a principio de 1915, después de cuatro meses de ásperas negociaciones decide pactar con la Entente, en el tratado secreto del 26 de abril de 1915. El gobierno que preside Salandra, declara que sólo se inspirará en el «egoísmo sagrado» de Italia, cuando la mayoría parlamentaria parece dispuesta a desaprobar tales compromisos, un movimiento de la opinión pública rompe esta resistencia. Italia es el único país donde se organizan, en las grandes ciudades, manifestaciones populares al grito de «Viva la guerra». El 20 de mayo de 1915, el Parlamento se resigna a votar los créditos militares. 58 Pierre Renouvin, La Primera Guerra Mundial, Ediciones Orbis, Barcelona, 1985, p. 16 48 2.4.3 La Primera Guerra Mundial La Primera Guerra Mundial (1914-1918), denominada también Gran Guerra, fue un acontecimiento bélico internacional que abarcó tres continentes y sus océanos. Tuvo como causas profundas una serie de acontecimientos políticos, económicos, sociales e ideológicos generados en Europa entre 1871 y 1914, los cuales crearon una situación sumamente tensa entre las grandes potencias. Entre las causas que originaron este conflicto se encuentran: 1. La rivalidad entre las potencias industrializadas. 2. La ideología y la propaganda nacionalista. 3. El sistema de alianzas entre los países europeos. 4. Las crisis marroquíes y balcánicas. Como ya se expuso en anteriores apartados, la rivalidad y las relaciones de poderío entre las grandes potencias comenzó a desarrollarse desde 1871 o incluso antes, debido a que las grandes potencias capitalistas comenzaron a ver su hegemonía amenazada. Asimismo, las naciones se veían alarmadas ante la posibilidad de la pérdida de territorios que estaban bajo su dominio, esta situación provocó que las naciones iniciaran un sistema de alianzas diplomáticas en las que pudieran protegerse de un posible ataque armado. De esta manera se formaron dos bloques antagónicos: la Triple Alianza constituida por Alemania, Austria-Hungría e Italia; por otro lado se conformó la Triple Entente con Gran Bretaña, Francia y Rusia. El desarrollo industrial propició nuevos descubrimientos científicos que gestaron innovaciones tecnológicas puestas al servicio de las fuerzas militares de las naciones. Tales avances tecnológicos y el desarrollo del capitalismo inyectaron en las poblaciones de las naciones una fuerza de orgullo nacional, comienza a remarcarse un sentimiento de superioridad ante los pueblos no industrializados y que justificaba la rivalidad entre las naciones, todo esto incitó una ola de nacionalismo que se conformará como uno de los elementos importantes para desencadenar el conflicto con mayor potencia. De este modo, los dirigentes de las naciones comprendieron inmediatamente el influjo que tiene el nacionalismo para lograr sus fines políticos, de esta manera se valieron de los medios de difusión para incitar tanto la rivalidad con las otras naciones como estimular el ánimo de la población para una lucha armada. Ante las circunstancias la guerra se veía como algo inevitable para la mayoría de las potencias, la tensión entre éstas era tal que cualquier incidente provocaría el estallido bélico, en este caso el inicio fue con el llamado “incidente de Sarajevo”, hecho que tuvo lugar el 28 49 de junio de 1914 en la capital de Bosnia, cuando el príncipe heredero de la Corona austrohúngara, Francisco Fernando, fue asesinado junto con su esposa −por un extremista serbio− al realizar una visita a la ciudad de Sarajevo con el propósito de demostrar el poderío de la dinastía de los Habsburgo sobre esa región de la población eslava. Entonces el gobierno austro-húngaro, apoyándose en Alemania, envió un ultimátum al gobierno serbio, éste lo consideró inaceptable ya que atentaba contra su propia soberanía nacional (ver anexo III). El gobierno de Gran Bretaña, preocupado por problemas políticos internos causados por los separatistas irlandeses, trató de evitar el estallido de un conflicto internacional buscando darle solución por medio de un arbitraje diplomático, para lo cual convocó a una conferencia internacional; pero la propuesta británica fue rechazada por Alemania, aparentemente interesada en precipitar los acontecimientos hacia el conflicto armado. El día 28 de julio de 1914, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia y, en seguida, Rusia movilizó sus tropas contra el ejército austrohúngaro sin llegar a romper relaciones con ese imperio, prometiendo retirarse si se cambiaba el ultimátum dirigido a Serbia. Inglaterra intervino de nuevo para evitar la guerra y propuso que Austria ocupara Belgrado como garantía y aceptara mientras tanto la negociación de un compromiso con las grandes potencias. Pero la nueva propuesta británica fue también rechazada, en este caso por el gobierno austriaco, por lo que Rusia se sintió obligada a declarar la guerra y el día 30 de julio movilizó sus ejércitos contra Alemania y Austria-Hungría. El lo de agosto Alemania declaraba la guerra a Rusia. En esos momentos, la guerra se planteaba entre estos tres países, pero dos días más tarde (3 de agosto) el gobierno alemán declaraba la guerra a Francia, al negarse este país a aceptar las condiciones de neutralidad.59 El desarrollo de la Gran guerra presenta dos fases sucesivas, primeramente se encuentra la etapa que se desencadena del suceso de Sarajevo y comprende un periodo de casi tres años y en esta se ven involucradas únicamente las potencias en conflicto. La segunda faceta comienza en marzo de 1917, cuando la lucha se extiende y se convierte en un acontecimiento mundial con la intervención de Estados Unidos en el conflicto y el abandono de la neutralidad de algunos países iberoamericanos, hasta el final del conflicto en noviembre de 1918. 59 Wolfgang J. Mommsen, La época del imperialismo, Europa 1885-1918, Historia Universal Siglo XXI, Siglo XXI editores, Madrid, España, 1975, pp. 261-266. 50 Dentro del inicio, la guerra sólo se concentró en una zona al sureste de Europa y posteriormente se fue afectando a la mayor parte de Europa. Por un lado están los países que generaron el conflicto y que conformaron la Triple Alianza y por el otro se encontraban los países de la Triple Entente que también se les conoce como “Aliados”. Después de la declaración de guerra de Inglaterra a Alemania (4 de agosto) el conflicto era inminente. Cuando se inició el conflicto ambas partes tenían la creencia de que su duración iba a ser corta, pues incluso los aliados no estaban en condiciones de costear un enfrentamiento de larga duración y confiaban en un pronto desarrollo del mismo. Sin embargo, las estrategias tomadas a la ofensiva fueron un fracaso tanto para Alemania como para Francia, esto dio pie a que el plan ofensivo se cambiara al plan defensivo, lo cual llevó al estancamiento del conflicto y provocó que se prolongara más de lo que se tenía previsto originalmente. En la batalla de Marne, Alemania fracasó en su plan estratégico y tuvo que replegarse hacia el norte (en septiembre de 1914), las Potencias Centrales habían depositado su confianza en el plan alemán y se vieron frustradas en la derrota. En el frente oriental, los alemanes habían conseguido la victoria contra los rusos en la batalla de Tannenberg, en la Prusia oriental (agosto de 1914) y durante 1915 lograron ganar varias batallas en este país. A pesar de los grandes fracasos de los dos bloques antagónicos, ninguno de ellos desistió, sólo perfeccionaron sus sistemas defensivos, al mismo tiempo que se estancaba el desarrollo bélico.60 En tanto Turquía e Italia permanecían neutrales, pero tenían un gran potencial para el desarrollo bélico para ambos lados y por esta razón era importante atraerlas a favor. Las Potencias Centrales vieron la posibilidad y la ventaja de tener negociaciones con Turquía que finalmente actuó a favor de éstos, siendo factor crucial para vencer una expedición francobritánica en el territorio de los Dardanelos (1915). Por otro lado la Entente desde el principio entabló negociaciones con Italia, pero el gobierno italiano se mantuvo indeciso para tomar partido; después del fracaso de Alemania ante Francia, Italia vio la victoria asegurada para los Aliados y posteriormente decidió unirse a ellos, el 26 de abril de 1915 firmó a favor de la Entente y declaró la guerra al Imperio Austro-Húngaro. La alianza de Italia a los Aliados abrió un nuevo frente de guerra que ayudó más cuando Grecia y Rumania se unieron a los países de la Entente y por su ubicación geográfica pudieron bloquear la provisión de mercancías y materias primas para Alemania, en tanto que 60 Gloria M. Delgado, El mundo moderno y contemporáneo, Vol. II, Addison Wesley Longman de México, 1999, p. 536 51 los países de la Entente gozaban con la ayuda económica y abastecimiento de materias primas de parte de Estados Unidos. El 7 de mayo de 1915 tiene lugar un suceso muy importante para que la guerra comience a tornarse en una guerra mundial, cerca de Irlanda un buque británico de vapor, el Lusitania, fue atacado sin previo aviso por un submarino alemán, en este atentado murieron 1198 personas, entre éstas 120 ciudadanos estadounidenses. Los alemanes alegaron que en esta embarcación se transportaba una carga de armamento para los Aliados (dato que fue investigado y posteriormente fue confirmado). Este acontecimiento fue sumamente importante para que países neutrales tomaran partido, entre estos Estados Unidos, el país que conformaría el elemento decisivo para la ruta que tomaría la guerra. El presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, comenzó a erigirse políticamente como el mediador en el conflicto europeo y entre su discurso abogaba por la paz mundial. Sin embargo, sus esfuerzos diplomáticos no dieron como fruto la paz, pues sus propuestas no eran aceptadas por ninguna de las partes beligerantes. Entonces −justificado en la posición fallida de la diplomacia de lograr la paz y con el propósito de que triunfara la justicia en el mundo y reinara la paz− Estados Unidos se unió al conflicto a favor de los aliados. Y con esta intervención se desequilibró la fuerza entre las naciones, no sólo en cuestión de armamento, sino también en la cuestión económica. Otro de los sucesos más importantes que influyeron en el desarrollo del conflicto fue la revolución rusa que estalló en 1917, los acontecimientos de la revolución rusa provocaron un revuelo en todos los países beligerantes, hubo un gran aumento de movimientos sociales −en los que participó en gran parte la clase obrera− a favor de la paz. Los movimientos más importantes se dieron dentro de las Potencias Centrales que tenían ya en proceso revoluciones internas, pero también hubo manifestaciones muy importantes en Francia y Gran Bretaña. En la primavera de 1917, ante el peligro que representaba el socialismo en los países beligerantes, como una escisión ante las posturas antibélicas, muchos personajes políticos, −no sólo de las Potencias Centrales, sino también de los Aliados− trataron de restablecer la paz con negociaciones secretas, pero estas acciones fallaron. La revolución rusa también fue indiscutiblemente determinante para el flujo de los acontecimientos porque después del triunfo de la revolución rusa de octubre, los bolcheviques previeron una situación peor para su país y para su recién gobierno si Rusia continuaba en el conflicto bélico mundial, por eso se decidió que Rusia ya no formaría parte de la Guerra, para lo cual firmó un tratado de paz con Alemania, el Tratado de Brest Litovsk, que tuvo lugar el 3 de marzo de 1918. 52 Éste cedía a Alemania múltiples territorios, incluyendo Polonia, Lituania, Letonia y Estonia. Además, el gobierno soviético tenía que reconocer la independencia de Finlandia, Georgia y Ucrania, la firma del tratado fue una medida tomada por Lenin como una cuestión temporal, pues pretendía ganar tiempo para que la revolución estallase en Europa, aunque muchos no lo entendieron de esta manera y lo acusaron de traición.61 Según Palmer, para los alemanes constituía un gran éxito el Tratado de Brest Litovsk, puesto que había neutralizado a Rusia y con esto tenían un gran dominio sobre la parte oriental de Europa; pero finalmente, los acuerdos territoriales del Tratado de Brest-Litovsk quedaron anulados en virtud del armisticio firmado en noviembre de 1918 por Alemania y las potencias aliadas vencedoras en la I Guerra Mundial, y abrogados de forma definitiva por medio del Tratado de Versalles, pactado en junio del año siguiente. 62 A mediados de 1918, la crisis de las naciones por la guerra se había llevado al extremo, el 8 de agosto de ese mismo año se dio lugar un ataque anglo francés cerca de Amiens junto al río Somme, en el que se utilizaron por primera vez tanques de guerra, que acometieron de tal forma contra el ejército alemán que éste ya no pudo reponerse. El 25 de septiembre, los Aliados lanzaron un nuevo ataque brutal, tres días después el alto mando alemán hacía una oferta de armisticio y paz al presidente Wilson, Austria se había rendido desde el 15 de septiembre y poco después le siguió Turquía. El 11 de noviembre del mismo año, los representantes de la Entente, así como de Alemania firmaron en las afueras de París el armisticio que puso fin a la guerra. En enero de 1919 iniciaron las conferencias internacionales de paz, los participantes eran exclusivamente los vencedores, ya que, por primera vez en la historia, se negaba la participación de los vencidos. Entre las potencias más sobresalientes están: Gran Bretaña, Francia, Italia, Estados Unidos y Japón. En estas conferencias −auqnue no fue fácil− se pusieron de acuerdo en la repartición territorial y las condiciones que se le iban a imputar a Alemania, después de cinco meses de discusiones se decidió al acuerdo definitivo, el Tratado de Versalles, firmado en enero de 1919, en el cual se hace responsable de la guerra a Alemania. En este tratado se estipulan una serie de prohibiciones, obligaciones y restricciones por parte del bloque conformado por Estados Unidos, Francia, el Imperio Británico, Italia y Japón como principales potencias aliadas y asociadas en contra de los Países Centrales, entre éstas 61 62 José Gómez Navarro et al., Historia del Mundo Contemporáneo, Alhambra Mexicana, México, 1994, p. 248 R. Palmer, y J. Colton, Op cit., p. 445 53 se encuentran las siguientes: se le prohíbe a Alemania construir o mantener fortificaciones así como el mantenimiento y concentración de fuerzas armadas. Los territorios cedidos a Alemania en el preliminar Tratado de paz firmado en Versalles el 26 de febrero de 1872 y del Tratado de Francfort de 10 de mayo de 1871 serán integrados a la soberanía francesa. Alemania reconocerá la autonomía de Austria y del Estado Checoslovaco y sus fronteras, así también la completa independencia de Polonia, se compromete a reconocer la inalienable independencia de los territorios que formaban parte del antiguo Imperio Ruso. Por otra parte Alemania se ve obligada a la disolución del Gran Estado Mayor Alemán y cualquier asociación similar a éste. La fabricación de armas estará bajo el conocimiento y la supervisión de las Potencias Aliadas, así como las cláusulas navales, aéreas y militares que sean ejecutadas por Alemania. La universidad y asociaciones militares, deportivas y de recreación no deberán ocuparse de acciones militares. Este Tratado también pone la acusación en contra del ex emperador de Alemania, Guillermo II Hohensollern, por ofensa suprema contra la moral internacional y la autoridad de los tratados internacionales. El gobierno alemán reconoce a las Potencias Aliadas y asociados como libres de llamar a comparecer a quienes se crea que acometieran contra las leyes y costumbres de la guerra; se responsabiliza a Alemania y a sus aliados de todas las pérdidas y de todos los daños sufridos por los gobiernos aliados y sus naciones como consecuencia de guerra. Por lo tanto, Alemania adquiere el compromiso de que sean reparados todos los daños causados a la población civil de las potencias aliadas y asociadas. La comisión de indemnización analizará los recursos de Alemania y sus aliados en cuestión de plantear y modificar las formas de pago a las Potencias Aliadas. Como garantía de la ejecución de este tratado por parte de Alemania, los territorios alemanes situados al oeste del Rhin, junto con las cabezas de puente serán ocupados por tropas de las potencias aliadas. En septiembre del mismo año se firmó la paz con Austria, a la que también se le responsabilizó de la guerra, se le obligó a reconocer la separación completa de Hungría; asimismo, se le prohibió que se integrara a Alemania o que se considerara como estado alemán. En tanto, Bulgaria y Turquía −por su participación en la guerra− perdieron territorios que fueron repartidos entre Francia e Inglaterra. Las primeras consecuencias inmediatas a la guerra se notaron tanto en el aspecto político, como en el económico y social. Políticamente se formó la Sociedad de Naciones con la finalidad de establecer la diplomacia y de impedir una nueva guerra, con esto también se 54 estableció una nueva división política en la cual se muestra el derrumbamiento de los grandes imperios territoriales, pues una vez que los distintos pueblos y grupos étnicos que los constituían tuvieron la oportunidad de autodeterminación con la doctrina de Wilson, la mayoría logró independizarse de estos imperios. Así, la aplicación de los principios de Wilson ayudaron a los movimientos nacionalistas que buscaban la autodeterminación de los pueblos, pero estos estados que se crearon eran sumamente débiles y con recursos escasos para conseguir una economía independiente.63 A esto se le unió el nuevo papel preponderante que adquirieron los Estados Unidos y Japón, que se enriquecieron durante el período de guerra y por este progreso despuntaban en la nueva política internacional. Las relaciones internacionales también tuvieron un giro importante, la alianza que se dio entre los países de la Entente se desechó posteriormente a la guerra y de nuevo comenzaron a preponderar los propios intereses de cada uno de los países, lo cual se evidenció en una serie de enfrentamientos durante las conferencias de paz en Versalles por los puntos de división de territorios. La situación social y económica de Europa provocó numerosos movimientos de protesta organizados en su mayoría por la clase trabajadora. La secuela de la guerra fue una inestabilidad social peor que la anterior a la guerra, había crecido el resentimiento en contra de los gobernantes sobre todo en los países centrales en donde también se generó el deseo de venganza contra los países de la Entente, pues una vez que se impuso el Tratado de Versalles se dieron a conocer sus cláusulas que ponían en una situación apremiantemente inferior a los alemanes y que negaba a los pueblos germanos unificarse en una sola nación, lo cual deseaban desde mucho tiempo atrás64 (ver anexo IV). Una de las consecuencias más destacadas fue en el ámbito económico, pues la hegemonía de la que gozaba Europa tuvo que cederla a Estados Unidos −país que no tuvo ningún daño en su infraestructura en la guerra y que le permitió seguir produciendo y acaparar el mercado de las potencias europeas−, la condiciones de Europa para su recuperación no eran las mejores, a pesar de que los países vencedores habían adquirido bastantes territorios, estos representaban nuevos problemas en vez de un beneficio inmediato, y debido a la situación caótica tanto económicamente como socialmente, la recuperación económica y social tardaría varios años. 63 64 José Gómez Navarro et al., Op cit., p. 212 Gloria M. Delgado, Vol. II, Op cit., p. 550 55 III. V. I. LENIN ANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 3.1 Semblanza de Vladímir Ilich Uliánov Lenin Después de la abolición de la servidumbre, con la Reforma de 1861, Rusia sufrió diversos cambios, principalmente comenzó a entrar a la civilización moderna con una fuerte expansión industrial, entonces se dio pie a la etapa inicial de la Rusia capitalista y emergieron en ella la burguesía y el proletariado, tal como comenta Lebedinski en su obra El faro del siglo, polémica en torno a la crítica del leninismo.65 Bajo este escenario, en abril de 1870, en una pequeña provincia de Rusia llamada Simbirsk, nace Vladímir Ilich Uliánov, Lenin.66 Los Uliánov eran una familia numerosa, tenían seis hijos de los cuales el tercer hijo era Vladímir Ilich; vivían modestamente pero sin grandes carencias y mucho menos educativas, pues sus padres siempre procuraron satisfacer sus inquietudes intelectuales y espirituales. Los hermanos mayores de Vladímir Ilich −Alejandro y Ana− formaron parte muy importante en la vida y el pensamiento de éste, sobre todo Alejandro, pues para Vladímir siempre fue digno de admiración y ejemplo a seguir. Así pues, Vladímir crece en este ambiente tan propicio para una mente como la suya, pues su carácter siempre fue dinámico, con gran capacidad de concentración y de trabajo sistemático. En 1886, de manera inesperada fallece Ilyá Nikoláyevich, padre de Lenin, y un año después, otra tragedia abatiría a la familia Uliánov, Alejandro fue preso y condenado a muerte por su participación en al atentado contra el zar Alejandro III junto con el grupo revolucionario“Voluntad del Pueblo”.67 Alejandro había abandonado su carrera universitaria por la lucha revolucionaria y se había unido a este grupo de rebeldes que actuaban muchas veces de forma terrorista. Alejandro Uliánov murió como un héroe de la causa y de un modo que marcaría la vida y pensamiento de Vladímir Ilich. Según Yuri Axiutin,68 Vladímir Ilich logra terminar la educación media y en 1887, a los diecisiete años, ingresa a la Facultad de Derecho en la Universidad de Kazán, desde este 65 Editado por Editorial Cartago, México, 1982, pp. 12-13 Con este seudónimo Vladímir Ilich Uliánov firmó sus primeras obras en 1901 y así fue conocido dentro de la clase obrera y por sus compañeros del partido que él mismo fundó. 67 Este grupo revolucionario llamado Narodnaia Volia (Voluntad del pueblo) tenían una ala radical terrorista los Narodniki (socialistas populares) a la que pertenecía Alejandro. 68 Yuri Axiutin, Vladimir Ilich Lenin, páginas de su lucha, Ediciones Instituto de Intercambio Cultural ColomboSoviético, Bogotá, p.24 66 56 momento comenzarán sus primeros pasos en las acciones revolucionarias, pues los movimientos principalmente se daban entre los estudiantes. El 4 de diciembre, después de una asamblea estudiantil y como señal de protesta ante el asedio hacia los estudiantes, Vladímir, junto con otros compañeros, devolvió su carnét universitario; este incidente provocó que fueran muchos de ellos arrestados, entre ellos Vladímir que en su estancia en la cárcel escribió una carta dirigida al rector en la que solicitó ser excluido de la vida universitaria y cesar sus estudios en la Universidad de Kazán. El 7 de diciembre, ya expulsado de la Universidad y también expulsado de Kazán, fue confinado en la aldea de Kokúshkino. Durante este tiempo Vladímir tuvo una etapa muy fructífera en cuanto al acercamiento a lecturas de autores que marcarán su pensamiento, entre ellos Nikolái Chernichevski.69 Vladímir Uliánov volvió a Kazán en 1888, pero no logrará realizar su examen de grado hasta 1891 en la universidad de San Petersburgo, se piensa que en este tiempo es cuando comenzó a profundizar en El Capital de Marx −la obra que finalmente es eje para todas las tesis de Lenin− el cual le ofreció perspectivas más ricas, agudas y adecuadas para sus inclinaciones y del cual tomaría las tesis del método dialéctico y la teoría de la lucha de clases; asimismo, también va estudiar prolijamente los escritos de Plejánov70. En 1892, la familia Uliánov cambia de residencia, se ubica en la ciudad de Samara; en esta ciudad Lenin organiza el primer círculo marxista; además, comienza a estudiar paralelamente la teoría marxista, las estadísticas del país, pues ofrecían un cuadro del desarrollo de la agricultura y de la industria, de esta manera, con este estudio podía mostrar la evidencia de cómo se establecían las relaciones capitalistas; sobre todo como se acentuaban las diferencias entre ricos y pobres. Vladímir no sólo hacía investigaciones teóricas sino también investigaciones de campo, para él era de suma importancia conocer la problemática de los campesinos directamente de su propia voz. En 1893, Vladímir Uliánov se traslada a San Petersburgo. En esta ciudad en el año 1894 tuvo gran auge la organización de asambleas clandestinas de jóvenes revolucionarios a las que Vladímir asistía; éste intervenía a menudo con análisis críticos de las ideas y prácticas 69 Nikolai Chernichevski fue un socialista ruso premarxista de orientación radical y con el cual Lenin tuvo por primera vez conocimiento del materialismo filosófico. 70 Jorge Plejánov (1856 – 1918) fue una relevante personalidad del movimiento obrero ruso e internacional, uno de los fundadores y líder del grupo “Emancipación del Trabajo”, primer propagandista del marxismo en Rusia, sus ideas tuvieron gran influencia hacia la inclinación revolucionaria burguesa. Durante la Primera Guerra Mundial Plejánov sustentó una posición social-chovinista. 57 del populismo,71 estas tesis las iba a plasmar posteriormente en su obra ¿Quiénes son los amigos del pueblo y cómo luchan contra los socialdemócratas?72 En este tiempo, Lenin se propone la construcción de un partido obrero socialista revolucionario único que llevara a cabo los objetivos marxistas revolucionarios, el siguiente paso consistía en preparar el camino para su organización. En 1894 y 1895, junto con la organización de los círculos obreros y sin descuidar la propaganda del socialismo científico en círculos clandestinos se inició un gran movimiento propagandista y de agitación de las masas obreras. Uno de los proyectos de Vladímir consistió en crear conciencia en los obreros de la importancia que tenía la clase obrera para la revolución. Uno de los recursos que utilizó Lenin fue impartir clases en una escuela de educación nocturna dominical para obreros, aquí conoce a Nadezhda Kosntantínovna Krúpskaya quien se convertiría en su esposa hasta la muerte de Vladímir. En otoño de 1895, todos los círculos marxistas se organizaron en un solo grupo, a esta organización se le dio el nombre de “Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera” y la cual estaba dirigida por un grupo central presidido por Lenin. Con este suceso se asentó la primera semilla para erigir el partido, pues la Unión se convertiría en el punto de desarrollo y expansión de la socialdemocracia de toda Rusia. En diciembre de 1895, el régimen zarista tomó prisioneros a cuatro de los cinco miembros del grupo capital de la “Unión” entre ellos a Uliánov. Aun después de este golpe la “Unión” siguió manteniéndose fuerte y organizando nuevos grupos para ampliar la labor de agitación de masas. Después de un año en prisión, se dictó sentencia contra los dirigentes presos: tres años de confinamiento en distintos lugares de la periferia rusa; a Lenin lo trasladaron a Shúshenskoye, una aldea perdida en Siberia Oriental, este tiempo en el destierro fue duro para Vladímir −comenta Yuri Axiutin−73 pues se hallaba muy lejos del movimiento y la labor revolucionaria; no obstante, gran parte de su tiempo lo ocupaba en lecturas de Marx y Engels, anuarios estadísticos, obras económicas, políticas y filosóficas. En 1897, en el destierro, Vladímir escribió Las tareas de los socialdemócratas rusos, obra que fue difundida 71 El populismo era la corriente de los Narodniki que eran considerados por Lenin como pequeños burgueses demócratas y como la degeneración de los socialistas campesinos populistas. Ver glosario. 72 Menciona Axiutin, que esta obra se imprimió en el verano de 1894 de manera ilegal, pero tuvo un importante papel para exponer al “populismo liberal” como un socialismo pequeño burgués contrario a la línea revolucionaria de Lenin que proponía como fuerza más importante: la unión de la clase obrera y los campesinos. Op cit., p. 31 73 Ibid., p. 39 58 clandestinamente que tenía la intención de ser un llamado para los círculos obreros marxistas del país a formar un partido social demócrata unido. En 1898, en el mes de marzo en Minsk, se pudo celebrar un Congreso de representantes de las “Uniones de Lucha” que aprobó un manifiesto sobre la formación del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) y eligió a su Comité Central (CC), a los 10 días posteriores la policía realizó redadas en diversas ciudades y fueron encarcelados dos miembros del CC y la mayoría de los militantes de Moscú, esto dio pie a una serie de encarcelamientos y nuevas redadas, a pesar de ello, el movimiento seguía adquiriendo fuerza. Para el año de 1899, se habían multiplicado la propaganda y las publicaciones políticas en las que se hablaba sobremanera de marxismo, lo cual estimuló que el marxismo se impusiera como una moda, se hablaba de él demasiado pero de manera superficial y malentendida, le hacían falta las ideas centrales de la revolución socialista y del poder del proletariado. Estas ideas deformadas dieron pie a poner por las nubes la función de los sindicatos y los movimientos espontáneos y al mismo tiempo a empequeñecer las prioridades del partido y la lucha política. Comenzaron a tomar cuerpo las tendencias de las organizaciones de la lucha económica que proponían la conciliación con el capitalismo y la renuncia a la revolución, tal es el caso de los economistas; esta fama llevo a la generalización errónea de que el único papel de los socialdemócratas se basaba en estas tesis. A los partidarios de estas ideas se les conoció como los “economistas”, que más que un síntoma positivo de lucha significó la división de las fuerzas que se habían integrado.74 Al término del destierro, Lenin regresó a la actividad revolucionaria −ya que tenía prohibido residir en las grandes ciudades–, viajó por diversas poblaciones de Rusia para observar el desarrollo y estado del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) y con el objetivo de unir a los numerosos comités que integraban al partido. La situación del partido no era de una gran cohesión, pero las condiciones de extrema vigilancia por la policía zarista y las continuas redadas eran un gran impedimento para realizar nuevos congresos, así que Lenin tuvo que llevar a cabo otros procedimientos para la unificación del Partido. Ante las circunstancias del momento, Uliánov se propuso acabar primero con la confusión ideológica en las organizaciones del Partido y unir a todos los comités socialdemócratas sobre la base de los principios del marxismo revolucionario, de modo que coordinó una amplia propaganda escrita donde se plasmaban las opiniones de los 74 Ibid., pp. 42-43 59 socialdemócratas revolucionarios; de este modo, nace en él la idea de desarrollar un periódico marxista clandestino para toda Rusia. Como no era posible editarlo en Rusia, Lenin y otros miembros del partido viajaron a Suiza y se unieron con el grupo “Emancipación del Trabajo”, en conjunto aceptaron el programa de Lenin y acordaron dar comienzo a su edición y, para asegurar la clandestinidad, decidieron imprimirlo en Alemania. Este periódico recibió el nombre de Iskra (La Chispa) y su primer número apareció el 21 de diciembre de 1900.75 Vladímir Ilich examinaba minuciosamente todas las cuestiones relacionadas con el contenido ideológico del periódico, realizaba el plan para cada número, se escribía con todos los corresponsales, redactaba artículos y contribuía en todo lo que podía para el periódico. Poco a poco, Iskra como plan de unificación tiene sus grandes resultados, logró ganar la lucha ideológica contra los “economistas” y repercutió en que tanto éstos, como los populistas fueran una minoría; de este modo Iskra se perfilaba como la clave de homogenización en la que giraban la organización y conformación del partido y el movimiento revolucionario. En 1902, Lenin publica el libro ¿Qué hacer?, la tesis básica contenida en esta obra es la idea del Partido como fuerza revolucionaria, dirigente y organizadora del movimiento obrero, Lenin se apoyó en las observaciones de Engels acerca de las tres formas de la lucha de la clase del proletariado contra la burguesía (política, económica y teórica) −así lo sostiene G. von Rauch−.76 Lenin formuló uno de los principios fundamentales de la lucha revolucionaria: la misión de combate de vanguardia de la clase obrera avanzada se cumpliría con un partido dirigido por una teoría de vanguardia. Asimismo, Lenin pugnaba por crear una conciencia política más sólida antes que por el espontáneo estallido que habían tenido los movimientos. Lenin subrayaba que la lucha política del partido y de la clase obrera era más honda y amplia que la lucha económica de obreros y patrones y, por ende, debe ser una lucha distinta a la de las organizaciones sindicales. Según Rauch,77 Plejánov calificó el escrito de Lenin como un “catecismo patético” del movimiento revolucionario, y así como él, muchos no estaban de acuerdo con el estilo de escribir de Lenin, pero se sabe que causaba una fuerte impresión al lector por su forma tan directa de decir las cosas, por la sintaxis muchas veces violenta y los ataques personales 75 G. von Rauch, Genios y Líderes de la Historia, Vol. II, Ediciones Moretón, Bilbao, 1980, p. 23 Ibid. p. 24 77 Idem 76 60 contra el enemigo en turno. Trotski78 comentó, en una comparación de estilos completamente distintos: El estilo de Marx es rico y grandioso, una conjunción de fuerza y flexibilidad, de ira e ironía, crueldad y elegancia; su prosa reúne los logros literarios y estéticos de toda la literatura política anterior. Por el contrario el estilo literario y coloquial de Lenin es sencillo, utilitario, casi ascético.79 Lenin encargó a Plejánov la elaboración del proyecto inicial del Programa del Partido, aunque Lenin por su parte mantenía sus artículos en Iskra y paralelamente redactaba el texto del Programa del Partido. Como menciona Axiutin,80 Lenin expresó a Plejánov que sus consideraciones tenían un carácter demasiado abstracto, sobre todo las que tenían que ver con el capitalismo ruso. En tanto, Plejánov no estaba de acuerdo en lo que Lenin planteaba en sus tesis, en relación con el hecho de que, después de culminada la revolución, se diluyera la propiedad privada de la tierra y quedara en manos del estado. Aquí ya se hacía notar la diferencia entre los grandes líderes del movimiento. Para entonces la producción de Iskra en Munich se había vuelto muy peligrosa y se trasladaron a Londres y en junio de 1902, en uno de los números de Iskra apareció el Proyecto del Programa definitivamente redactado. Mientras tanto, se trataban de organizar convocatorias para un nuevo Congreso, pero se veía impedido el plan, pues comenzaron de nuevo las redadas. Después de una gran labor de los comités de organización encargados de convocar al Congreso, se eligieron delegados para las organizaciones socialdemócratas que tuvieran mínimo un año trabajando. Finalmente, después de las elecciones todos se congregaron en el lugar acordado, el 30 de julio de 1903 se declaró abierto el II Congreso del POSDR, en el cual se eligió a Plejánov como presidente y a Lenin como vicepresidente. Los temas principales de la reunión fueron la discusión y aprobación del Programa, así como de los Estatutos y la elección de los órganos centrales del Partido. También se discutió la finalidad máxima del Partido de llevar la revolución socialista hasta sus últimas consecuencias, es decir, la caída del poder capitalista y la supresión de cualquier tipo de explotación del hombre por el hombre. 78 Trotski (Bronstéin) Lev Davídovich (1879-1940), revolucionario ruso, correligionario de V. I. Lenin; comisario del pueblo. Fue desterrado por Stalin (1929) y murió asesinado en México. 79 Ibid., León Trotski citado por Rauch, p.25 80 Yuri Axiutin, Op cit., p. 58 61 Posterior a una extensa polémica, el Congreso por una gran mayoría aceptaba el proyecto del Programa que proponía Iskra y se destacó el enorme papel que se había realizado a través del periódico en el desarrollo del marxismo y la organización del Partido. Asimismo, los estatutos del Programa que redactó Lenin se aprobaron por 42 votos a favor por 8 en contra; sin embargo, el artículo 1º que definía la condición del militante81 provocó suficientes discrepancias para que hubiera una escisión entre los mismos iskristas. Fue entonces cuando se les comenzó a dar el nombre de bolcheviques a quienes apoyaban las tesis leninistas (que significa mayoritarios) y a los economistas y populistas se les llamó mencheviques (minoritarios). El II Congreso del POSDR se clausuró el 23 de agosto de 1903, éste dejó una huella profunda en la historia del movimiento obrero ruso e internacional, puesto que fue cuna de los partidos del proletariado en el mundo entero.82 En enero de 1905, tuvo lugar un suceso muy importante para el rápido desenvolvimiento de la revolución. El domingo 9 de enero de 1905 83 más de 140.000 personas salieron a las calles trataron de pedir al zar una serie de mejorías con respecto al trabajo y las leyes. Sin embargo, por órdenes del zar fueron recibidos por las tropas que los masacraron. Esa misma tarde en algunos distritos de San Petersburgo surgieron las primeras barricadas y la noticia de la matanza corrió rápidamente por todo el país. Al día siguiente de ese domingo el número de huelguistas alcanzó una cifra enorme: 440.000, más de lo que se sumaron en toda la década anterior, lo cual significó un enorme avance para la educación revolucionaria y la preparación del terreno para la revolución. 84 Lejos de Rusia, Lenin siempre se preocupaba de todos los acontecimientos importantes de su patria y sabía de lo acontecido ese domingo sangriento. Yuri Axiutin hace referencia al artículo El comienzo de la revolución en Rusia85 de Lenin en el que opinaba que este suceso fue un gran impulso para la conciencia revolucionaria del proletariado que había avanzado en un día lo que no había avanzado en años de yugo y lo vio como un signo de que la revolución iba a tener una gran aceleración. 81 Lenin proponía que sólo podía ser militante quien reconociera el Programa del Partido y contribuyera con éste tanto en forma material como con su participación personal en alguna de sus organizaciones. Esto con la finalidad de poner un filtro que impidiera introducir militantes poco serios y no comprometidos. 82 Ibid., p. 65 83 Fecha correspondiente al calendario juliano que rigió Rusia hasta el 14 de febrero de 1918, día en el que se implantó el calendario gregoriano. 84 Ibid., p. 69 85 Ibid., p. 70 62 El III congreso del POSDR tuvo lugar en Londres en la primavera 1905 y se tocó principalmente la táctica y estrategia que iba a tomar el partido para la preparación de la revolución, mas las resoluciones fueron diversas pues se había acentuado más la división de mencheviques y bolcheviques. Los últimos querían lograr la unión de la fuerza campesina con la clase obrera y que sin esto no podrían jamás concretar los planes, mientras que los mencheviques optaban por una revolución burguesa que sólo concernía a la clase obrera. En tanto, el Gobierno había desatado una guerra civil, fusilando en masa y sin miramientos a gente pacífica. Entonces el III Congreso responsabilizó a todas las organizaciones socialdemócratas de tomar medidas más radicales, de elaborar un plan de insurrección armada y de la preparación para ésta del proletariado.86 Lenin pidió urgentemente a las organizaciones del Partido instruirse en métodos de lucha armada, sobre todo para la formación de destacamentos armados en las ciudades más importantes, también se emprendieron grandes campañas de propaganda entre los marineros y soldados. Ante todo este peligro que ya constituía el pueblo revolucionario, el zar convocó a la constitución de la Duma de Estado −Parlamento consultivo− a la cual Lenin respondió que no se trataba de otra cosa más que de una treta para distraer al pueblo. En octubre de 1905 estalló la huelga general política a la que se unieron ferroviarios, empleados del correo y muchos obreros de distintas empresas. El proletariado ruso empezó a formar soviets de diputados obreros en todos los sitios, organizaban la huelga y mantenían el orden y la euforia revolucionarios. Así, también aumentaron las revueltas campesinas. El 30 de octubre de 1905, el zar publicó un manifiesto en el que permitía participar a todas las clases de la población a las elecciones en la Duma de Estado, se le daba a la Duma atribuciones legislativas y que concedía apoyos para la libertad civil y las libertades de conciencia, palabra, reunión y asociación. Tres semanas después de esta publicación Lenin regresa a San Petersburgo, aunque aún se mantenía oculto de la policía. En diciembre de 1905, se llevó a cabo una nueva ola revolucionaria, en Moscú se declaró una huelga general como respuesta al llamado bolchevique, ésta se transformó en una guerra de barricadas que duró nueve días, así también se dieron otros estallidos en diferentes ciudades, pero todas estas acciones fueron abatidas. Según menciona Yuri Axiutin,87 Plejánov (que en ese momento era uno de los líderes mencheviques) declaró que la lucha había sido intempestiva ya que las fuerzas resultaron insuficientes. Contrariamente, Lenin mencionó que la táctica ofensiva debió haber sido con 86 87 Ibid., pp. 72-73 Ibid., p. 82 63 mayor decisión y la lucha debió haber sido más intensa y que era necesario entender que al zarismo no se le podía derrotar con huelgas y movimiento pacíficos únicamente. En esta época fue cuando Lenin expresó más su subversión, tomó una de las máximas de Engels: “el levantamiento es un arte igual que la guerra y está sometido a ciertas reglas” que fue decisiva en el pensamiento de Lenin. Es muy probable que éste conociera ya las teorías de Clausewitz, las cuales va a estudiar afanosamente durante el periodo de guerra, tal como lo expone Rauch.88 En abril de 1906, se llevó a cabo el IV Congreso, en éste se aprobaron los Estatutos del Partido en los que fue incluida por primera vez la definición de bolchevique del centralismo democrático como principio orgánico fundamental de la estructura del Partido. Como parte de los logros del IV Congreso fue la fusión de los partidos socialdemócratas nacionales en un POSDR unificado. El V Congreso del POSDR se celebró en 1907. En ese entonces, el zarismo se había vuelto más violento con los brotes revolucionarios. Miles de personas habían sido fusiladas y en un ambiente así era más difícil que Lenin regresara a San Petersburgo y se estableció en Finlandia y posteriormente en Ginebra. Por tanta represión en contra de las organizaciones del partido se originó una ola de desilusión y algunos mencheviques optaron por exhortar a la reconciliación con el zarismo y promover el establecimiento de una constitución moderada, aunque para esto se tuviera la necesidad de la disolución del Partido. Sin embargo, los bolcheviques, dirigidos por Lenin, estaban seguros que tarde o temprano había de estallar la revolución, por lo que cambiaron la estrategia para llegar a ella y optaron por seguir con acciones clandestinas en un espacio legal que pudiera servir de pantalla. A pesar de la disgregación de los militantes del Partido y la división de éstos, se realizaron grandes huelgas resurgieron la manifestaciones y mítines.89 Las organizaciones socialdemócratas poco a poco se iban robusteciendo, así algunos obreros en conjunto con otros militantes organizaron la elección de delegados y la VI Conferencia Nacional del POSDR que se celebró en 1912, en la ciudad de Praga. Dentro de su ponencia, Lenin hizo varias resoluciones, entre ellas la más importante era la depuración del partido de los mencheviques y pidió a los socialdemócratas a luchar contra éstos. En esta Conferencia también se eligió el Comité Central presidido por Lenin.90 88 G. von Rauch, Op cit., p. 32 Yuri Axiutin, Op cit., pp. 94-95 90 Idem 89 64 El 5 de Mayo de 1912 apareció el primer número del nuevo periódico de los socialdemócratas: Pravda, (Verdad) esta vez constituido legalmente y el cual se distribuía en toda Rusia. Lenin, mientras tanto, se instaló en Cracovia, desde ahí el contacto con Rusia era mucho más estrecho. Lenin siempre estuvo pendiente de la situación en el plano internacional y sobre todo cuando, después de la primera revolución rusa de 1905, se encontró en el destierro y su preocupación se multiplicó. Desde 1895 ya tenía estrechos lazos con los principales líderes del movimiento socialdemócrata de otras naciones. En 1905 fue miembro del Comité Ejecutivo de la II internacional y participó como tal en los congresos de Stuttgart (1907), Copenhague (1910) y Basilea (1912). 91 Lenin sostenía que la revolución social no puede desarrollarse sin tener vinculaciones con la lucha de clases: del proletariado y la burguesía. La revolución se lograría en los países avanzados con todos los movimientos democráticos y en las naciones no desarrolladas y reprimidas con la revolución de liberación nacional. En agosto de 1914, estalló la primera guerra mundial, se enfrentaron dos bloques: la Cuádruple Alianza, encabezada por Alemania, y la Entente en la que sobresalían Francia e Inglaterra y a la cual Rusia se adhirió. Ante la irrupción de la guerra, Lenin respondió: Tiene un carácter burgués, imperialista y dinástico claramente definido. La lucha por el mercado y por el saqueo de países ajenos, el afán de reprimir el movimiento revolucionario del proletariado y de la democracia en el orden interno, y el afán de engañar, dividir y aniquilar a los proletariados de todos los países… ese es el único contenido real y la significación de la guerra.92 El 4 de agosto en el Parlamento Alemán, los socialdemócratas se unieron a los diputados burgueses a favor de la guerra y votaron con ellos a favor de la concesión de un préstamo de cinco mil millones de francos a favor del Gobierno para gastos de guerra. Lo mismo pasó con los Parlamentos de Francia, Inglaterra, y Bélgica, de modo que los intereses de los restantes socialdemócratas se vieron traicionados por la mayoría de los líderes de los partidos socialdemócratas que pertenecían a la II internacional, el apoyo de éstos significó la 91 Dentro de las discusiones en éstos, Lenin define la guerra justa, de liberación, de rapiña y postula que en caso de guerra mundial imperialista, ésta sea transformada en guerra civil hacia la revolución. Y que antes que el apoyo a los gobiernos fundamentalmente está la liberación de los obreros de la influencia desastrosa del oportunismo chovinista. 92 Citado por Yuri Axiutin, Op cit., pp. 102-103. 65 quiebra de la II Internacional, pues sólo los diputados bolcheviques de la Duma de Estado votaron en contra de la guerra. Dadas las circunstancias, Lenin tuvo que volver a Suiza (país neutral), pero el 5 de septiembre de 1914 en Berna se reunieron bolcheviques residentes para escuchar el informe de Lenin acerca de lo ocurrido con los partidos de la II Internacional y la postura del Partido bolchevique ante la guerra. Las tesis expuestas fueron pregonadas por el POSDR en el extranjero y Rusia, un mes después todas las agrupaciones bolcheviques habían tomado como suyos los planteamientos de Lenin y los cuales constituirían posteriormente la base del manifiesto del CC del POSDR con el título: La guerra y la socialdemocracia de Rusia, En esta obra arremetió contra los verdaderos fines bélicos y sus consecuencias. 93 Posteriormente se planteó la necesidad de reconstituir la nueva II Internacional que en este caso sería la III Internacional, para lo que se hizo una gran labor de propaganda del manifiesto del POSDR, el resultado fueron unas penosas consecuencias: a los que fueron sorprendidos en esta labor, se les encarceló y se les juzgó y sentenció por alta traición. En respuesta a esta infamia, Lenin redactó El orgullo nacional granruso que daba la explicación del verdadero significado de ser patriota y su combinación con el internacionalismo, así también expone el orgullo ruso de haber creado la revolución. 94 En 1916, Lenin escribe El imperialismo, fase superior del capitalismo, en donde exponía los síntomas que implica estar en una fase imperialista, este libro fue el estudio económico de esta fase y que significó para muchos la continuación directa de El Capital de Marx, además consistió en un pronóstico del triunfo de la revolución en varios países, gracias a su observación del desarrollo desigual de las clases. Para Lenin, la revolución nace en la entraña de la sociedad a consecuencia de las contradicciones acentuadas por la crisis que provoca la etapa imperialista, como menciona Lebidenski.95 Así pues, la revolución no puede existir sin la existencia de una crisis política general −en ese momento generada por la guerra mundial− y que tarde o temprano, aunque la revolución se haya originado en Rusia, los demás estados vecinos tendrán sus propios destellos revolucionarios, de este modo se podrá llegar a la solidaridad de clases con los otros pueblos. Estas ideas nos permiten ver claramente las influencias de su pensamiento, a decir, Marx, Engels y Clausewitz. 93 Ibid., pp. 103-104 Ibid., p. 105 95 Mauricio Lebidenski, Op cit., p. 34. 94 66 En febrero de 1917, estalló en Rusia una nueva revolución y el pueblo sublevado derrocó al zar, Lenin intentó volver a Rusia, así que se hicieron varias negociaciones y planes con el gobierno alemán para que éste y otros bolcheviques tuvieran garantías durante su viaje, aunque también ciertas restricciones, de este modo Lenin pudo tener acceso seguro a su patria. Al llegar Lenin a Petrogrado96 lo esperaba una guardia de honor de marineros y soldados, junto con una multitud que lo aguardaba ansiosa. Un día después de su llegada, el 4 de abril de 1917, Lenin pronunció un discurso ante los bolcheviques de la capital, aquí presentó sus tesis programáticas denominadas Tesis de Abril que consistían en un análisis acerca de la entrada al período de la revolución socialista. En ese momento el poder estaba dividido en dos, por un lado estaba el gobierno provisional y el poder que tenían los soviets de diputados y obreros. Mientras la burguesía se encargaba de organizar la contrarrevolución, Lenin exponía en Las tesis de Abril −como menciona Yuri Axiutin−97 la plataforma económica de los bolcheviques, en donde se manifestaba que el objetivo primero no era instituir de inmediato el socialismo, sino que la prioridad estribaba en hacer las transformaciones necesarias para vencer el desajuste económico y el hambre inminentes. Entre estas transformaciones se encontraban: el establecimiento de control de los soviets sobre producción y distribución de los productos. La fusión de los bancos en un único Banco Nacional que estuviera también en manos de los soviets de diputados y campesinos. Generar un nuevo enfoque sobre la cuestión del Estado Ruso, contrapuesto a los líderes de la II Internacional que veían en la república parlamentaria la mejor forma de política. Y por último, proponía cambiar el nombre del partido, pues ya se había malgastado y malentendido la idea de la socialdemocracia: Partido Comunista, aludiendo a Marx y Engels. Con esto se podría dar de una vez la diferenciación entre los internacionalistas y los social chovinistas, es decir marcar la diferencia entre los verdaderos revolucionarios con los seguidores de la II Internacional y agrupar a los primeros en una nueva Internacional: la comunista. 98 Al conocerse la postura de Miliukov −quien era el hombre a cargo del gobierno provisional después de la caída del zarismo− de cumplir con los compromisos contraídos por el zar, los soldados y obreros salieron indignados a las calles. Entonces estalló la crisis 96 A partir de 1914, a San Petersburgo se le cambió el nombre a Petrogrado y en 1924 fue rebautizada con el nombre de Leningrado en honor de Lenin. Sin embargo, en 1991, con la caída del régimen comunista tomó nuevamente el nombre de San Petersburgo. 97 Op cit., pp. 117-124. 98 Ibid., p.124 67 política y Miliukov se vio obligado a dimitir. Enseguida el soviet de Petrogrado (que estaba constituido en su mayoría por eseristas y mencheviques) delegó a sus propios representantes para formar el nuevo gobierno provisional. La respuesta del POSDR ante tal suceso fue en contra de esta solución y en la VII conferencia se aprobó unánimemente la orientación de Lenin hacia la revolución. En junio de 1917, se reunió el I Congreso de los soviets de toda Rusia y en el cual los bolcheviques representaban la minoría. En el transcurso del Congreso uno de los líderes mencheviques mencionó que no había un partido que pueda decir que el poder se ponga en sus manos, ante tal afirmación Lenin respondió: “¡Ese partido existe! Yo contestó: ¡sí existe! Ningún Partido puede renunciar a eso, y el nuestro. Ciertamente, no renuncia. Está dispuesto en cualquier instante a asumir todo el poder.” 99 Así habló Lenin y expuso que ningún partido podía oponerse a este honor y que gracias a la existencia de los soviets la lucha revolucionaria podía ser pacífica. Posteriormente, estallaron varias crisis políticas junto con varias manifestaciones masivas en contra del gobierno provisional, en tanto la contrarrevolución puso en marcha una campaña de desprestigio en contra de los bolcheviques. El 4 de julio de 1917, medio millón de obreros, soldados, marinos y los bolcheviques iniciaron un gran desfile por las calles de Petrogrado, sus representantes se presentaron en el Comité Ejecutivo Central (CEC) de los soviets que acababa de ser elegido en el Congreso de toda Rusia y al cual se le había delegado el poder, éste Comité se opuso a la manifestación y se declaró el estado de guerra en Petrogrado. Al día siguiente, se extendieron órdenes de aprensión y a otros bolcheviques con el cargo de conspiración. De este modo, Lenin tuvo que permanecer oculto y bajo otra identidad cerca de Petrogrado y desde ahí coordinaba las operaciones bolcheviques para la revolución, que en ese momento ya no le parecía apta la vía pacifista, sino la lucha armada. Las ideas de Lenin se propusieron por el CC y pronto el Congreso tomó el acuerdo para preparar la insurrección armada.100 El general Kornílov, jefe supremo de las fuerzas armadas, para detener la revolución, intentó un golpe contrarrevolucionario; sin embargo, este intento fue aplastado por la unión de 99 Cfr., Lenin citado por Yuri Axiutin, Op cit., p. 126 Ibid., pp. 129-130 100 68 soldados, marinos y bolcheviques. El 7 de octubre de 1917, Lenin regresó a Petrogrado clandestinamente y comenzó a instar a todos los bolcheviques para actuar lo más rápido posible a favor de la insurrección armada socialista, pues la situación ya había madurado lo suficiente para llevarla a cabo. En la reunión ampliada del CC, el 16 de octubre, se inició la preparación para la insurrección, sin embargo, dos días después, Kámenev, uno de los miembros del CC, revelaba en una entrevista los planes de los bolcheviques para la insurrección. Este hecho permitió a los contrarrevolucionarios prepararse y tomar medidas para un posible movimiento armado.101 El gobierno provisional pasó a la ofensiva, prohibió la publicación de todos los periódicos bolcheviques y mandó a clausurar la imprenta. El 24 de octubre un destacamento de cadetes del gobierno provisional llegó a la imprenta con el ánimo de cerrarla, pero los guardias rojos (constituidos por elementos voluntarios entre ellos obreros y soldados) se opusieron a tal agravio y sacaron de ahí al destacamento. Ante esta situación Lenin decidió ir directamente al lugar donde todo acontecía y así poder dirigir y acelerar la insurrección. Al amanecer, los guardias rojos se habían adueñado de los puentes del Río Neva, de la central de teléfonos y telégrafos, así como de las centrales eléctricas y la estación de ferrocarril. Así, llegaron a tener rodeado el Palacio de Invierno, refugió del gobierno provisional. Para el 25 de octubre el poder del estado ya había pasado a manos del Comité Militar Revolucionario. Durante ese día se celebraron las sesiones del II Congreso de los soviets de toda Rusia que acordó que el poder local pasa en cada sitio a los soviets de diputados obreros y campesinos. Según Yuri Axiutin,102 el primer decreto de este nuevo poder fue el Decreto sobre la paz, que se basaba principalmente en el proyecto de Lenin. En éste se pedía a los gobiernos de todos los países beligerantes que cesaran sin demora las acciones bélicas y los exhortaba a concertar la paz sin demora y en condiciones igualmente justas para todos los pueblos involucrados. Así también, se exponía que las cláusulas de violencia y bandidaje eran rechazadas pero no así las relaciones de buena vecindad y acuerdos económicos. El segundo de los decretos fue el decreto sobre la tierra en donde se abolía la propiedad agraria y se expropian todas las tierras para formar parte del pueblo. El Congreso de los soviets instituyó un nuevo gobierno obrero y campesino: el Consejo de Comisarios del Pueblo, como presidente fue designado Vladímir Uliánov, Lenin y 101 102 Ibid., pp. 133-134 Ibid., p. 144. 69 los altos funcionarios se reemplazaron por obreros e intelectuales que tuvieran una formación política adecuada. El 11 de noviembre de 1917, Lenin firmó el Decreto sobre la jornada laboral de 8 horas y éste adquirió el carácter de ley, desde ese momento todas las empresas bancarias, industriales, comerciales y agrícolas debían estar bajo el control de este decreto. Asimismo, el 15 de noviembre, Lenin firmó la declaración de los derechos de los pueblos de Rusia, en éste proclamaba la igualdad de todos los pueblos de Rusia, en él suprimía los privilegios de unos sobre otros y les declaraba el derecho de los pueblos a la libre determinación. De tal manera que algunos pueblos se independizaron por completo de Rusia, tal es el caso de Finlandia. Ante la negativa de los gobiernos de los países de la Entente de negociar la paz con la Triple Alianza, Lenin actuó de inmediato, pidió concertar la paz por separado, aunque esto le causó una serie de cuestionamientos en el Partido y con los demás seguidores, no obstante los convenció de que el cese a la guerra era la solución ante la alarmante necesidad del pueblo ruso de ser transformado, tanto económicamente como políticamente. El 3 de marzo de 1918, en la ciudad de Brest, fue finalmente firmado el Tratado de Paz con Alemania y días después, el VII Congreso del Partido Bolchevique103 ratificó este Tratado. En 1918, algunos políticos importantes consiguieron la ayuda de EU., Japón y otros países capitalistas que irrumpieron en territorio ruso. Esto hizo recobrar la fuerza a la contrarrevolución y en diversos lugares comenzaron a darse pequeñas sublevaciones. La respuesta bolchevique fue alzar la unión del proletariado y a los trabajadores hacia la lucha del poder soviético. El 30 de agosto se organizó un mitin en el que Lenin y otros bolcheviques intervinieron, al salir de éste se escucharon disparos, la eserista Kaplán atentó contra Lenin con una pistola con balas envenenadas; pero la buena salud de Lenin y la asistencia médica adecuada lograron que Lenin continuara con vida. En apenas una semana, Lenin restableció la actividad de trabajo y comenzó a dirigir a las tropas mediante telegramas y por su propuesta el CEC de toda Rusia puso en plena guerra a la República Soviética, se realizó un gran esfuerzo junto con la población para organizar la defensa; finalmente en 1920 se llegó a la victoria contra los intervencionistas y en 1922 fueron expulsados al Oriente Extremo soviético.104 En consecuencia, la salud de Vladímir Lenin decayó considerablemente, pues su labor en función de la guerra civil y sus heridas no sanaban del todo. No obstante, el 2 de octubre, 103 104 En este congreso se cambió el nombre al Partido por el de Partido Comunista (bolchevique) de Rusia. Ibid., pp. 157-158 70 Lenin regresa a las actividades del CC y en la presidencia del Consejo de Comisarios del Pueblo pronunció varios discursos. Lebidenski comenta105 que los años que Lenin estuvo a cargo del Estado soviético y del Partido desarrollaron en él su gran labor de estadista y que llevó al joven poder soviético a ganar espacio y tiempo en contra de las divisiones alemanas con el tratado de la Paz de Brest; asimismo, ayudó a desarrollar su política exterior desde la III Internacional y la dirección económica y social del país. La unión de los pueblos fue en gran parte lo que ayudó a la victoria de la guerra civil, pues una vez conformados los nuevos estados estaban vinculados con la República Socialista Federativa Soviética Rusa (RSFSR) con tratados políticos, militares y económicos. Así, en el verano de 1922, los comunistas de Bielorrusia y de Ucrania pedían al CC del Partido que la unión entre las repúblicas soviéticas se fortaleciera. Lenin estudió minuciosamente el proyecto y el 26 de septiembre propuso que la unificación fuera formal, en una unión de igualdad con las RSS de Ucrania y con las otras. La idea leninista de la unión fue apoyada por los Comités Centrales de los Partidos Comunistas de todas las repúblicas soviéticas independientes, así también por la clase trabajadora y los Congresos de los soviets de toda Rusia. Sin embargo, Lenin sufrió dos recaídas importantes en su salud y no pudo asistir a la sesión del I Congreso de los soviets de la URSS que proclamó la unión el 30 de diciembre de 1922. Por el estado de salud en el que se encontraba, Lenin pedía dictar sus reflexiones, así pidió dictar durante 10 minutos todos los días. En poco más de dos meses, desde el 23 de diciembre de 1922 hasta el 2 de marzo de 1923 dictó varios artículos y cartas en los que ponía acento en su mayor preocupación: poner los fundamentos para la economía socialista y la importante labor en ésta de los campesinos y obreros y una de las principales labores fue crear una educación para el proletariado. Los últimos trabajos leninistas, organizados entre sí, constituyen en realidad una sola obra en la que se expone resumidamente el programa de la transformación socialista del País de los soviets. El 10 de marzo, Lenin sufrió otro ataque, el más grave de su enfermedad y su mal estado se prolongó hasta el 21 de enero de 1924, cuando la vida de Lenin se agotó. Durante cuatro días enteros, pese a las bajas temperaturas, centenas de millares de personas consternadas desfilaron ante el ataúd con los restos de Lenin, le rindieron los últimos 105 Op cit., p. 35. 71 honores y el 27 de enero fue sepultado, durante cinco minutos pararon fábricas y automóviles y todos los trabajadores acompañaron así el luto del líder más importante de Rusia.106 3.2 Antecedentes de la Teoría del Imperialismo. Los trabajos que elaboró Lenin entre 1893 y 1900 representan un profundo conocimiento de su tiempo y país, en El desarrollo del capitalismo en Rusia aborda aspectos fundamentales del desarrollo capitalista y define los caracteres y las contradicciones principales del capitalismo ruso, que no es ajeno al fenómeno del imperialismo, paralelamente se percata de los cambios que se dan en la economía mundial y en la política de los países económicamente avanzados y su impacto sobre Rusia.107 Rudenko refiere que durante los primeros años de su actividad científica y revolucionaria surgió la teoría de Lenin sobre el imperialismo, en su artículo Proyecto y aclaraciones al programa del Partido Socialdemócrata, de 1895-1896 menciona a los monopolios nacionales y el surgimiento de las asociaciones internacionales capitalistas.108 Posteriormente, el economista inglés J. A. Hobson escribe en 1899, La evolución del capitalismo contemporáneo, y en 1902 publica El imperialismo, donde se explica la expansión colonial por la tendencia de los centros capitalistas a generar excedentes de capital, los cuales no se empleaban internamente debido al subconsumo que se presentaba en estas economías por la baja remuneración de los salarios. El imperialismo se explicaba, por la necesidad de buscar inversiones para este capital en el exterior, provocando una creciente tendencia al parasitismo en los países centrales, específicamente Inglaterra.109 Lenin considera que Hobson sustentaba un punto de vista del social reformismo y del pacifismo burgués, sin embargo mencionó que era la obra inglesa más importante del imperialismo, en su escrito El Imperialismo, fase superior del capitalismo, Lenin cita frecuentemente a Hobson, en datos estadísticos y argumentos sobre el imperialismo y reconoce el valor de la obra de Hobson.110 En 1910, el austríaco Rodolfo Hilferding publicó El capital financiero, donde utilizó el concepto «capital financiero» que usó para indicar la concentración del capital en las manos 106 Ibid., pp. 168-170 Alonso Aguilar, Teoría leninista del imperialismo, Editorial Nuestro Tiempo, México, 1983, p. 14 108 Georgui Rudenko, El Estudio del Imperialismo. Metodología Leninista, Editorial Nuestro Tiempo, México, 1979, p. 20- 21 109 Vania Bambirra y Theotonio dos Santos, La estrategia y la táctica socialistas de Marx y Engels a Lenin, t. 1, Ediciones Era, México, 1980, p. 161 110 V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Obras Completas, t. V. Editorial Progreso, Moscú, 1976, p. 381 107 72 de grupos relativamente pequeños de banqueros e industriales en la última fase de la evolución del capitalismo, sostuvo que el capital tendía históricamente hacia la concentración de los medios de producción en menos individuos y que esto conducía a la creación de cárteles, trusts y al monopolio en campos particulares de producción . Hilferding observó la concentración del poder industrial en los bancos, dándole el nombre de capital financiero, argumento que constituía la forma más alta del capitalismo.111 Lenin escribió sobre Hilferding: A pesar del error del autor en cuanto a la teoría del dinero y de cierta tendencia a conciliar el marxismo con el oportunismo, la obra mencionada constituye un análisis teórico de extremado valor de la “fase última de desarrollo del capitalismo” (tal es el subtítulo del libro de Hilferding).112 Lenin retoma muchos datos de la obra de Hilferding y también lo cita en su obra acerca del imperialismo, en algunos argumentos está de acuerdo con él y en otros aspectos hay marcadas divergencias. Antes que otros autores, Lenin elabora apreciaciones muy agudas sobre el imperialismo, visualiza el cambio que sufren las relaciones internacionales a consecuencia del desarrollo del capitalismo y la exportación de capital. En una situación histórica compleja, Lenin continuó la investigación de las vías del desarrollo mundial, iniciada por Marx y Engels. La estancia que tuvo Lenin en Europa, le permite observar de cerca los cambios que se registran en la situación económica y política internacional. En sus diversos trabajos critica la política colonial de las grandes potencias y denuncia el interés de éstas en crear vastas “zonas de influencia”. Advierte la rivalidad entre las potencias y las contradicciones ínter burguesas, lo que se expresa especialmente en el auge del militarismo y en la realización de las primeras guerras imperialistas. Lenin llevó a cabo una gran labor de investigación de la filosofía y la Economía Política, de 1914-1916 elabora los Cuadernos filosóficos y de 1915-1916 los Cuadernos sobre el imperialismo, y su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo. Además de numerosos escritos durante los años de la Primera Guerra Mundial, como La bancarrota de la II Internacional, El socialismo y la guerra, Sobre la consigna de los Estados Unidos de 111 David K. Fieldhouse, Economía e Imperio. La Expansión de Europa 1830-1914, Siglo Veintiuno editores, México, 1978, p. 50 112 V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Op cit., p. 381 73 Europa, Sobre la caricatura del marxismo y el economismo imperialista, El imperialismo y la escisión del socialismo etc., que contienen importantes planteamientos sobre el imperialismo. Para elaborar su obra del imperialismo Lenin llevó a cabo una gran recopilación de material113 y evaluación crítica de datos sobre el imperialismo, señaló en este escrito que el análisis económico no debe basarse en ejemplos y hechos aislados, sino que es obligado reunir el “conjunto de datos sobre los fundamentos de la vida económica de todas las potencias beligerantes y del mundo entero.” 114 Lenin con el análisis y teoría del imperialismo encuentra las causas de la guerra, del desarrollo desigual, de la posibilidad de romper la cadena del imperialismo. 3.3 Interpretación leninista del Imperialismo Corresponde a Lenin el mayor mérito en el análisis del imperialismo, basándose en la obras de Marx y Engels, amplió la doctrina económica marxista aplicada a las nuevas condiciones imperantes a inicios del siglo XX. En sus trabajos El imperialismo, fase superior del capitalismo, El imperialismo y la escisión del socialismo y otros más, correspondientes al periodo de la Primera Guerra Mundial. Lenin sintetizó y sometió a un análisis marxista una inmensa cantidad de hechos y datos que caracterizaban la nueva fase del desarrollo del capitalismo, explicó la esencia económica del imperialismo, definió su lugar histórico, sometió a una dura crítica las teorías burguesas y oportunistas sobre el imperialismo y visualizó la crisis general del capitalismo. Lenin estudio las peculiaridades más características del capitalismo, como el incremento industrial y el proceso de concentración de la producción, se basó en los censos industriales de la época que le proporcionaron datos completos del proceso industrial. Manejó un conjunto de datos sobre los fundamentos de la economía de las potencias beligerantes y describió como se fue repartiendo el mundo de acuerdo con los intereses de las grandes potencias. La concepción leninista sobre la esencia de los cambios operados en el sistema capitalista a fines del siglo XIX y principios del XX, parte de la tesis marxista de que el capitalismo en su conjunto tiene etapas sucesivas en su desarrollo histórico, condicionado por las leyes internas que rigen el sistema, estas etapas son independientes de la voluntad de los hombres, de la política de las diferentes clases etc. 113 114 Leyó y sintetizó 148 libros en alemán, francés e inglés. Véase a Georgui Rudenko, Op cit., pp. 24-25 V. I. Lenin, Ibid., p. 375 74 Los cambios ocurridos en la economía del capitalismo corresponden a una nueva etapa superior, la del capitalismo monopolista. Lenin fue el primero en concebir el imperialismo como una fase particular del desarrollo de la formación capitalista.115 Lenin rechazó el enfoque anticientífico vigente para la interpretación de los cambios en la política del capitalismo, independientemente de los cambios de su economía, al mismo tiempo restituye la interpretación marxista de la política y de la economía como dos aspectos interrelacionados de la vida social, donde la economía desempeña el papel determinante. Lenin sitúa a la ciencia sobre la sociedad capitalista, que explica las ideas políticas, el régimen político, los fundamentos de la política de las clases dominantes y los cambios que se dieron de raíz por las fricciones económicas de su dominación.116 Lenin analizó que las condiciones de la vida material, las relaciones económicas entre los hombres no se modifican arbitrariamente, sino como resultado del desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad capitalista, como lo postula el marxismo. Al cambiar las condiciones económicas de vida de las masas por la variación de las fuerzas productivas; se transformó el sistema de domino de capital y su política. Partiendo de la interpretación materialista de la historia, Lenin demostró los profundos cambios en el desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo, que se hicieron patentes en el conjunto de la economía en el último tercio del siglo XIX. Lenin demostró que la concentración de la producción y del capital en los países capitalistas desarrollados alcanzó un elevado nivel y estos cambios cuantitativos se convirtieron en cualitativos, la libre competencia dio origen constantemente a su contrario el monopolio.117 Desde el punto de vista económico ─menciona Lenin─ la sustitución de la libre competencia capitalista por los monopolios capitalistas es lo fundamental, por lo que el monopolio es el tránsito del capitalismo a un régimen superior. La definición más breve que da Lenin del imperialismo es: “el imperialismo es la fase monopolista del capitalismo”.118 Aclara Lenin que esta definición contiene lo principal por un lado el capital financiero que consiste en grandes monopolios, porque comprende el proceso de la concentración industrial y bancaria y, por el otro, el reparto del mundo es el tránsito de la política colonial, a la política colonial de dominación monopolista. 115 Georgui Rudenko, Op. cit., p. 51 Ibid., p. 52 117 Ibid., p. 53 118 V. I. Lenin. El imperialismo, fase superior del capitalismo, Op cit., p. 459 116 75 Pero para Lenin las definiciones breves resultan insuficientes, aunque considera que las definiciones en general jamás pueden abarcar en todos sus aspectos las relaciones de un fenómeno en su desarrollo completo. Por lo tanto elabora una definición del imperialismo que contiene sus cinco rasgos fundamentales, considerando los conceptos económicos: 1) la concentración de la producción y del capital llega hasta un grado tan elevado de desarrollo, que crea los monopolios, los cuales desempeñan un papel decisivo en la vida económica; 2) la fusión del capital bancario con el industrial y la creación, en el terreno de este “capital financiero”, de la oligarquía financiera; 3) la exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una importancia particularmente grande; 4) se forman asociaciones internacionales de capitalistas, las cuales se reparten el mundo, y 5) ha terminado el reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes. 119 Menciona Luciano Gruppi que Lenin no partió de lo complejo para llegar a lo simple, ni de lo múltiple para llegar a la unidad, sino a la inversa, de lo más simple a lo más complejo y por consiguiente a lo más concreto y más verídico (conforme a su tesis de que “la verdad siempre es concreta”), por eso enumera los cinco elementos constitutivos del imperialismo.120 Por lo que Lenin sintetiza: El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en que ha tomado cuerpo la dominación de los monopolios y del capital financiero, ha adquirido señalada importancia la exportación de capitales, ha empezado el reparto del mundo por los trusts internacionales y ha terminado el reparto de toda la Tierra entre los países capitalistas más importantes. 121 Ahora bien, ¿Cuándo se dio el tránsito del capitalismo desarrollado al imperialismo? Lenin aclara que sería absurdo discutir, sobre el año o la década exactos en que se instauró definitivamente el imperialismo. Para Lenin el último tercio del siglo XIX es un periodo de transición a la época imperialista y sitúa el imperialismo, como fase superior del capitalismo en América, Europa y 119 V. I. Lenin, Ibid., p. 459 Luciano Gruppi, El Pensamiento de Lenin, Editorial Grijalbo , México, 1980, p. 164-165 121 V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Op cit., p. 460 120 76 después en Asia, desde 1898 a 1914 se encuentra plenamente formado, y se presentaron acontecimientos históricos de la nueva época de la historia mundial.122 Al formular Lenin los rasgos económicos de imperialismo, analizó a los Estados Unidos de Norteamérica, y observó que el incremento de la concentración de la producción era más intenso con respecto a Alemania a principios del siglo XX. Lenin infirió que la concentración al llegar a un grado determinado de su desarrollo conduce al monopolio, los acuerdos resultan más fáciles entre las grandes empresas, dado que la competencia era más difícil ─confirma Lenin─ que la transformación de la libre competencia en monopolio, es uno de los fenómenos más importantes de la economía del capitalismo de principios del siglo XX. Otra particularidad de gran importancia que destaca Lenin del capitalismo en su más alto grado de desarrollo es la combinación, que se refiere a la reunión en una sola empresa de diversas ramas de la industria, lo que acelera la concentración y la constitución de asociaciones monopolísticas patronales, cárteles, consorcios, etc. En este aspecto de la combinación retoma lo dicho por Hilferding y analiza los argumentos de economistas burgueses alemanes como ingleses. Lenin hace referencia a la obra El Capital, de Marx, el cual había demostrado: “que la libre competencia origina la concentración de la producción, y que dicha concentración, en un cierto grado de su desarrollo, conduce al monopolio.”123 Lenin constata como un hecho el monopolio y su aparición como una ley general de la fase de desarrollo del capitalismo y señala una división en la historia de los monopolios.124 1860-1870, culminación de la libre competencia, génesis de los monopolios. Después de la crisis económica de 1873, periodo de desarrollo de los cárteles. Fines del siglo XIX, auge de los cárteles y crisis económica de 1900 a 1903: los cárteles se convierten en una base de la economía. El capitalismo se transforma en imperialismo. Al considerar Lenin los datos estadísticos de Alemania a partir de 1896 hasta 1907 con respecto a los cárteles y los trusts en los Estados Unidos de 1900 a 1909, observó un gran incremento de los dos, concentrándose en ellos toda la producción de una rama industrial 122 En la etapa de 1898-1914 se suscitaron: La guerra hispano-norteamericana de 1898 primera guerra imperialista, la guerra anglo-boer 1899-1902 guerra colonial, la guerra ruso-japonesa 1904-1905, la crisis económica de Europa en 1900, son algunos de los sucesos históricos de la nueva época. 123 V. I. Lenin, Ibid., p. 387 124 Ibid., p. 389 77 determinada, la dominación de los monopolios agudizó todas las contradicciones del capitalismo. La concentración de la producción y del capital dio lugar a un gran desarrollo de la socialización del trabajo, de los procesos de aplicación de los inventos y adelantos técnicos. Al respecto escribe Lenin: Se monopoliza la mano de obra capacitada, se contratan a los mejores ingenieros, y las vías y los medios de comunicación ─las líneas férreas en América y las compañías navieras en Europa y América─ van a parar a manos de los monopolios. El capitalismo en su fase imperialista, conduce de lleno a la socialización de la producción en sus más variados aspectos; arrastra por así decirlo, a los capitalistas, en contra de su voluntad y su conciencia, a cierto régimen social nuevo, de transición de la absoluta libertad de competencia a la socialización completa.125 No obstante los medios sociales de producción seguían siendo de propiedad privada, de unos cuántos potentados que monopolizan todas las riquezas de la sociedad, por lo que Lenin confirmó que era inevitable la agudización de las contradicciones del capitalismo de predominio capitalista. Lenin demostró que sobre la base de los cambios ocurridos en la economía, continuarán produciéndose los cambios correspondientes en la superestructura política de la nueva economía o sea del capitalismo monopolista, se gestó el cambio de la democracia a la reacción política. Corresponde a la democracia la libre competencia, a la reacción política corresponde el monopolio. Tales son las reflexiones de Lenin y en este argumento cita a Hilferding que expresa: “El capital financiero tiende a la dominación y no a la libertad”.126 Al abordar Lenin la función de los bancos y su nuevo papel, menciona que éstos en todos los países capitalistas intensificaron el proceso de concentración del capital y de constitución de monopolios. Comenta Lenin: Paralelamente se desarrolla, la unión personal de los bancos con las más grandes empresas industriales y comerciales, la fusión de los unos y de las otras mediante la posesión de las acciones, mediante la entrada de los directores de los bancos en los consejos de supervisión (o administración) de las empresas industriales y comerciales, y viceversa.127 125 Ibid, pp. 392-393 V. I. Lenin, Sobre la caricatura del marxismo, Obras Escogidas, t. VI, Editorial Progreso, Moscú, p. 75 127 V. I. Lenin. Ibid, pp. 409-410. 126 78 El siglo XX –afirma Lenin– da origen al nuevo capitalismo y a la dominación del capital financiero, la concentración de los bancos juega un papel muy importante en la transformación del capitalismo en imperialismo. Establece con claridad Lenin que el capital no se destina solamente a las colonias y países dependientes, que puede ser mayor la exportación hacia los países independientes, lo decisivo es que la exportación de capitales aumente en comparación con las mercancías, por lo tanto los grandes consorcios monopolistas tienden a crecer más rápido. El análisis leninista esclarece que el capital financiero es la parte dominante del capitalismo global, sobre todo en las grandes potencias se presentan nuevas formas de apropiación y explotación, despojo y enriquecimiento que al utilizarse a escala mundial, se presentan grandes contradicciones internas sobre los trabajadores nacionales y sobre los pueblos atrasados que forman parte del sistema imperialista. Por lo tanto deduce: El imperialismo, o dominio del capital financiero, es el capitalismo en su grado más alto […] El predominio del capital financiero sobre todas las demás formas de capital implica el predominio del rentista y de la oligarquía financiera […]128 Los grandes poseedores de monopolios industriales y bancarios constituyen la oligarquía financiera, este grupo de unos cuantos ricos disponen de la economía y determinan la política de los países capitalistas, sometiendo a su control al mecanismo estatal, no importando el régimen imperante. La política interior y exterior de los países burgueses viene determinada por los intereses particulares de los grandes monopolios. En la política externa se presenta la tendencia hacia las conquistas imperialistas de todo tipo de territorio, hacia el dominio monopolista de las colonias y las esferas de influencia. En la política interna, aparece la tendencia hacia los métodos reaccionarios con respecto a las masas; en el plano ideológico el imperialismo enajenaba a las masas y dividía al proletariado. En el capitalismo predominó la libre competencia y la exportación de mercancías, en el nuevo capitalismo predominan los monopolios y lo característico es la exportación de capitales, en los inicios del siglo XX, se produce un enorme excedente de capital en los países avanzados, que es otro rasgo que estudió Lenin del imperialismo. La exportación de capitales representó una necesidad objetiva para los capitalistas, en la época de predominio de los monopolios se agudiza la desigualdad del desarrollo de las 128 Ibid, p. 429 79 empresas, de los sectores de la industria y de los países. El incremento del sistema de créditos contribuye al aumento del “excedente de capital” en los países más ricos, se manifiesta un gran auge de las sociedades anónimas. En algunos países el capitalismo se encontraba demasiado maduro, de ahí la necesidad de exportar capitales, esto es un rasgo específico del imperialismo. Escribe Lenin: Mientras el capitalismo sea capitalismo, el excedente de capital no se dedica a elevar el nivel de vida de las masas del país, ya que eso significaría mermar las ganancias de los capitalistas, sino a acrecentar estas ganancias mediante la exportación de capitales al extranjero, a los países atrasados. 129 Lenin no sólo examinó las circunstancias y los hechos que hacen de la exportación de capitales una necesidad objetiva para el imperialismo, sino que demostró que a partir de la transición del capitalismo a su fase monopolista se incrementaron las posibilidades de exportar capital. Estas posibilidades consistieron en que, a principios del siglo XX, la mayoría de los países atrasados se había incorporado al tráfico mercantil mundial, ya que estaban construidas o en construcción las principales líneas férreas y carreteras, y se había desarrollado el transporte marítimo hasta tal punto que se da un gran incremento en la producción. Ya en la proximidad de la primera guerra mundial, Inglaterra, Francia y Alemania tenían grandes sumas de capital invertido en el extranjero. Menciona Lenin que era común que en las cláusulas de los empréstitos se imponía invertir en la compra de productos al país acreedor, particularmente armamentos, barcos etc., había una competencia entre Austria y Francia para suministrarle material de guerra a Serbia y finalmente la que suministro pertrechos fue Francia entre 1908 y 1911.130 Lenin hizo un análisis de las consecuencias de la exportación de capital tanto en los países exportadores como en los países donde llega el capital. En los países exportadores de capital se incrementa la riqueza de los monopolios y consolidan sus posiciones en el mercado, como envían la mayor parte del capital acumulado se forman estados rentistas que viven de los intereses del capital exportado y se presenta un cierto estancamiento del desarrollo industrial en estos mismos países y son desplazados de los mercados. Francia e Inglaterra presentaron un retraso industrial con respecto a Estados Unidos, en cierta medida, por la exportación de capitales, Inglaterra que a fines del siglo XIX e inicios 129 130 Ibid., p. 432 Ibid., p. 435 80 del XX era el país técnicamente más avanzado, se fue quedando atrás porque durante este periodo la inmensa mayoría de los nuevos capitales era invertida en las colonias. Francia exportaba capital, principalmente en forma de préstamos, a diversos países de Europa, entre ellos Rusia, por tal motivo, Lenin dio el nombre de usurario al imperialismo francés, a diferencia del inglés, que es colonial. El capitalismo se acelera rápidamente –confirma Lenin– en los países donde llega el capital exportado, esto contribuye objetivamente al nacimiento y desarrollo de un capitalismo nuevo, nacional, en las colonias y países dependientes. Todos los países imperialistas exportaban capital, la lucha por la esfera de inversiones de capitales constituye uno de los objetos fundamentales de la rivalidad entre ellos, antes de la primera guerra mundial los principales exportadores de capital eran Inglaterra, Francia y Alemania. Lenin señaló que los países exportadores de capital se habían repartido el mundo entre sí y el capital financiero también ha realizado el reparto continuo del mundo.131 Lenin consideraba la formación de monopolios internacionales como un grado nuevo, más alto, de concentración de la producción y del capital, y les dio el nombre de súper monopolios, analizó las mayores alianzas monopolistas de diversos países a principios del siglo XX. Hace referencia a los dos nuevos países capitalistas más avanzados Alemania y los Estados Unidos. Surgieron las más grandes alianzas monopolistas en la industria eléctrica, la Sociedad General de Electricidad en Alemania y la Compañía General de Electricidad en Estados Unidos. En 1907, ambas concertaron un acuerdo sobre el reparto del mercado mundial. En todo momento en el análisis del imperialismo interviene el método dialéctico que es propio de Lenin, que consiste en tomar no un aspecto solo de los fenómenos, sino todos los aspectos de sus conexiones. La constitución de trusts internacionales, los acuerdos, que se realizan entre ellos para el reparto de los mercados, son una nueva forma de la lucha al interior del capitalismo, llevando las contradicciones a un nuevo grado de amplitud o sea mundial, al agravarse éstas conducen a la guerra.132 En la industria del petróleo la gran competencia de la Standard Oil de Rockefeller, y el consorcio anglo-holandés Royal Dutch-Sell, dio como resultado el reparto del mercado mundial del petróleo entre ambos monopolios. Escribe Lenin: 131 132 Ibid., p. 436 Luciano Gruppi, Op cit., p. 160 81 En la época del capital financiero, los monopolios de estado y los privados se entretejen, formando un todo, y cómo, tanto los unos como los otros, no son en realidad más que distintos eslabones de la lucha imperialista que los más grandes monopolistas sostienen en torno al reparto del mundo.133 Lenin señaló entre los primeros monopolios de tipo internacional, las alianzas de transporte marítimo, el cártel ferroviario, el sindicato del zinc y la asociación de fabricantes de explosivos, y verifica un gran incremento de los cárteles internacionales. Por lo que reitera: La época del capitalismo contemporáneo nos muestra que entre las alianzas capitalistas se están entablando determinadas relaciones basadas en el reparto económico del mundo, y que, al mismo tiempo, en relación con esto, se están estableciendo entre las alianzas políticas, entre los estados, determinados vínculos basados en el reparto territorial del mundo, en la lucha por las colonias, en la lucha por el territorio económico.134 Otra característica del imperialismo es el reparto definitivo del mundo, dice Lenin, no porque sea imposible repartirlo de nuevo, los nuevos repartos son posibles e inevitables y éstos serían territorios que cambiarían de un propietario a otro. Lenin utilizó datos sobre la “extensión territorial de las colonias europeas” de fines del siglo XIX, de un geógrafo alemán y amplió las conclusiones de éste, relaciona íntimamente la política colonial con la “fase moderna de desarrollo del capitalismo”, con el capital financiero. También retoma datos sobre Inglaterra, Francia y Alemania en los distintos periodos del siglo XIX y determina lo siguiente:135 1860-1870 desarrollo del capitalismo premonopolista, donde predomina la libre competencia. 1860-1880 periodo de mayor intensidad de conquistas coloniales para Inglaterra, menor intensidad durante los últimos veinte años del siglo XIX. 1880-1900 periodo importante para Francia y Alemania. La transformación del capitalismo –reafirma Lenin– a la fase del capitalismo monopolista y financiero, se halla relacionado con la lucha por el reparto del mundo. Los datos que obtuvo del reparto territorial del mundo los amplia hasta 1914, toma como referencia el año de 1876, 133 Ibid., p. 442-443 Ibid., p. 446 135 Ibid., p. 448 134 82 que considera en términos generales, cuando termina el desarrollo del capitalismo de Europa Occidental en su fase premonopolista. La desigualdad en la expansión colonial era muy grande ─destaca Lenin─ en 1876 las potencias que tenían colonias eran Inglaterra, Rusia y Francia en menor grado, pero para 1914 se presenta un gran incremento en km²., y aparecen países capitalistas jóvenes que progresaron rápidamente como Norteamérica, Alemania y Japón, para éste año existían seis potencias con posesiones coloniales. Lenin agrega a esta información a los estados pequeños como Bélgica y Holanda y sus posesiones coloniales, que van a representar el nuevo reparto de las colonias y en las semicolonias incluye a Persia, China y Turquía y analiza que la lucha entorno a éstos países se exacerba en la época del capital financiero, cuando el mundo se encontraba repartido. Todas las relaciones económicas e internacionales estaban supeditadas a la gran fuerza del capital financiero, éste subordinaba incluso los estados independientes, esta subordinación causaba la pérdida de la independencia política de los países y pueblos sometidos, y los grupos internacionales de capitalistas mantenían una lucha de competencia por adquirir territorios con las materias primas requeridas por esos monopolios. Expresa Lenin: La posesión de las colonias es lo único que garantiza de una manera completa el éxito del monopolio […]. Cuanto más desarrollado está el capitalismo, cuanto más sensible se hace la insuficiencia de materias primas […], tanto más encarnizada es la lucha por la adquisición de colonias.136 Lenin observó que una política imperialista y colonial había existido desde mucho antes de la etapa capitalista, pero indica que no hay que confundir los diversos procesos sociales y políticos, considerándolos al margen de la formación económico social que los expresa. Reitera Lenin que el imperialismo del siglo XX sólo puede comprenderse como una manifestación de la formación económico-social capitalista, en la etapa de los monopolios, del capital financiero, de la exportación del capital. Confirma Luciano Gruppi que al apoyarse en una amplia documentación estadística, Lenin describió el proceso de transformación del imperialismo en sus elementos constitutivos: del fenómeno estructural de base (la concentración monopolista) a su consecuencia política (el reparto del mundo entre las grandes potencias, la guerra), indicando todos los vínculos que ligan los dos elementos (formación del capital financiero, exportación de capital, formación 136 Ibid., p. 453 83 de trusts internacionales) por lo que llega a la definición global del imperialismo y su ubicación histórica; la relación política en que se sitúa la lucha revolucionaria del proletariado respecto al imperialismo.137 Las reflexiones de Lenin ya no se dedican a captar la especificidad nacional de una formación económico-social, como cuando habla del capitalismo en Rusia, sino el nuevo carácter que la formación económico-social capitalista ha adoptado en su generalidad. Lenin coloca al marxismo en condiciones de confrontar, en el plano de la teoría y de la acción revolucionaria, la nueva época histórica que tiene ante sí el proletariado. La importancia teórica de Lenin radica en la visión que tuvo de cómo la estrategia del proletariado debe ubicarse en el marco del desarrollo imperialista.138 Lenin al presentarse en el movimiento obrero ofreciendo la definición más clara del imperialismo y de sus consecuencias políticas, se convierte en un dirigente del movimiento obrero revolucionario a nivel internacional. La valoración del imperialismo, y por consiguiente de la guerra, le permitió dirigir la Revolución Rusa. 3.4 El imperialismo: tiempo de guerra En 1905 Lenin elabora un artículo sobre la guerra ruso-japonesa, en La caída de Port-Arthur, hace una crítica al zarismo y la Europa reaccionaria, ya que la burguesía europea consideró “espantosa” la derrota de los gobernantes y generales de Rusia, porque era considerado el poderío militar ruso como la defensa de la reacción europea. Escribe Lenin: [...] esta catástrofe viene a acelerar en enormes proporciones el desarrollo capitalista del mundo entero, viene a acelerar la marcha de la historia, y la burguesía sabe muy bien, que se acelerará también la revolución social del proletariado.139 Lenin en el análisis de la guerra ruso-japonesa se plantea la interrogante: ¿Pero por qué y en qué medida la caída de Port-Arthur es realmente una catástrofe histórica? Lenin hace referencia del objetivo alcanzado por los japoneses, que fue la reconquista de PortArthur,140 en esta guerra se encontraron dos frentes: el Asia progresista y desarrollada y la Europa atrasada y reaccionaria, que mantuvo las relaciones tradicionales y los privilegios del 137 Luciano Gruppi, Op cit., p. 162 Ibid., p. 166 139 V. I. Lenin, La caída de Port-Arthur, Obras Completas, t. 8, Ed. Salvador Allende, México, 1981, p. 37 140 Japón en 1895 perdió ante Rusia Port-Arthur y la península de Liaotung, una posición estratégica en Manchuria. 138 84 viejo mundo para explotar a los pueblos asiáticos. La derrota de Rusia ante Japón fue también un golpe contra Europa. Para Lenin la capitulación de Rusia fue un síntoma de desmoronamiento de su sistema político, presentándose discrepancias de la autocracia con los intereses del desarrollo social y los intereses del pueblo −confirma Lenin− se manifiesta la discordancia entre el pueblo y el gobierno, cuando los pueblos libran las guerras. Lenin observó y comprobó que el zarismo representó un obstáculo para la organización de un ejército moderno y eficiente, para lo que debe existir una relación estrecha entre la organización militar de un país y toda su estructura económica y cultural, sin esto se llega a la derrota militar. Lenin destaca que esta guerra como muchas otras en el transcurso de la historia, representó una guerra de un país atrasado contra uno avanzado y éste último desempeñó un papel progresista; asimismo, para Lenin era importante comprender la misión revolucionaria de la burguesía japonesa, en esta guerra. Lenin siempre sostuvo que el proletariado con conciencia de clase, es enemigo de la guerra y su actitud será hostil ante cualquier burguesía o manifestaciones del régimen burgués, pero habría que distinguir entre los representantes históricamente progresistas de la burguesía y sus representantes reaccionarios. Los representantes más importantes de la socialdemocracia revolucionaria internacional, en Francia y en Inglaterra, mostraron su simpatía por Japón, Lenin estuvo de acuerdo con este punto de vista, porque Japón tuvo un papel históricamente progresista, no estaban a favor de la burguesía japonesa, ni del imperialismo japonés. Lenin enfatiza que al existir la dominación de clase las guerras no podrán suprimirse. Para Lenin esta guerra representó una lucha entre el viejo y el nuevo mundo burgués, Lenin escribió: La derrota fue de la autocracia rusa y no del pueblo. La capitulación de Port-Arthur es el prólogo de la capitulación del zarismo.141 Lenin, con un pensamiento analítico, vislumbra que se aproxima una nueva guerra, la guerra popular contra la autocracia, la lucha del proletariado por la libertad; escribe diversos artículos, folletos manifiestos, dicta conferencias sobre la guerra, el socialismo, el imperialismo etc., su participación en los congresos internacionales fue decisiva, además de ser un activista incesante que participaba en múltiples tareas. 141 Ibid., p. 44 85 En 1907 en Stuttgart, se realizó el VII Congreso de la II Internacional, al fortalecer este congreso la Segunda Internacional ejerció una gran influencia en el carácter y orientación de la actividad socialista en el mundo, —menciona Lenin— los acuerdos de estos congresos representaron una fuerza moral, el Congreso de Stuttgart, fue la instancia suprema para determinar la línea política del socialismo.142 En las intervenciones de Lenin en el Congreso se planteó la cuestión: El militarismo y los conflictos internacionales. Al reflexionar Lenin sobre la guerra, relaciona las guerras con el sistema capitalista en general y la acción antimilitarista con la labor del socialismo, hace críticas a aquellos que quieren responder a cualquier guerra con la huelga y la insurrección, para él estos medios no son los adecuados, y argumenta que estos medios de lucha, no depende de la decisión de los revolucionarios, sino de las condiciones objetivas de la crisis económica y política que provoque la guerra; reconoce los aciertos en los discursos de los socialdemócratas revolucionarios, pero censura a los que caen en frecuentes errores e incomprensiones.143 Ya en otros congresos internacionales como en el de París de 1889, el de Bruselas1891, el de Zurich de 1893, se abordó el problema del militarismo.144 Lenin concibió el militarismo moderno como resultado del capitalismo, con dos vertientes, una “manifestación vital” del capitalismo: como fuerza militar utilizada por los estados capitalistas con respecto al exterior y como instrumento en manos de las clases dominantes para aniquilar todo tipo de movimientos económicos y políticos del proletariado. En el artículo El militarismo belicoso y la táctica antimilitarista de la socialdemocracia, menciona Lenin la resolución del Congreso de Stuttgart, que muestra la conexión del militarismo y el capitalismo. Lenin expone: Las guerras entre los estados capitalistas son por lo común consecuencia de su competencia en el mercado mundial, ya que cada estado trata no sólo de asegurarse una zona de venta, sino de conquistar nuevas zonas, desempeñando en ello el papel principal el sojuzgamiento de pueblos y países ajenos. Estas guerras son originadas, además, por los constantes armamentos bélicos a que da lugar el militarismo, 142 V. I. Lenin, El Congreso Socialista Internacional de Stuttgart, Obras Escogidas, t. III, Editorial Progreso, Moscú, 1976, p. 281 143 Ibid., p. 287 144 En el Congreso de París, la resolución proponía que se consolidara la paz entre los pueblos y obligaba a los socialistas a votar contra los créditos de guerra. Ligaba la lucha por la paz con la lucha por el socialismo. En el Congreso de Bruselas se adoptó una resolución que llamaba a protestar contra toda tentativa de preparar la guerra, que el poner fin a la explotación del hombre por el hombre, proporcionaría paz a los pueblos y pondrá fin al militarismo. En el Congreso de Zurich, la resolución que se aprobó, obligaba a los partidos socialistas a votar contra los créditos militares. 86 instrumento principal de la dominación de clase de la burguesía y del sometimiento político de la clase obrera. Las guerras son propiciadas por los prejuicios nacionalistas, cultivados sistemáticamente en los países civilizados en provecho de las clases dominantes con objeto de distraer a las masas proletarias de sus propios objetivos de clase y obligarlas a olvidar el deber de la solidaridad internacional de clase. Por lo tanto, las guerras tienen sus raíces en la propia naturaleza del capitalismo; sólo cesarán cuando deje de existir el régimen capitalista o cuando la inmensidad de sacrificios humanos y monetarios, ocasionados por el desarrollo técnico militar, y la indignación popular provocada por los armamentos conduzcan a la eliminación de este sistema. La clase obrera, principal proveedora de soldados, sobre la cual recae también el peso fundamental de los sacrificios materiales, es, en particular, enemigo natural de las guerras, ya que éstas se hallan en pugna con sus objetivos: la instauración de un régimen económico basado en el principio socialista que haga realidad la solidaridad de los pueblos . . .145 El que se haya establecido en la resolución de Stuttgart, la conexión entre militarismo y capitalismo, quedó comprendida entre los socialistas, pero tenían que determinar la táctica antimilitarista y resolver el problema práctico de cómo luchar contra el militarismo y como impedir las guerras; estos aspectos crearon una gran variedad de opiniones entre los socialistas. Las posiciones extremas que adoptaron los socialistas occidentales −menciona Lenin− son las dos enfermedades que siguen dañando la actividad del proletariado socialista, las tendencias oportunistas de un lado y la anarquista del otro, para Lenin estas posiciones no eran coherentes. La adopción de la resolución en el Congreso de Stuttgart: El militarismo y los conflictos internacionales fue una gran victoria del ala revolucionaria sobre la oportunista en el movimiento obrero internacional. Los Congresos Internacionales tuvieron gran importancia en su momento, reflejaron la ideología de los partidos socialistas, su postura con respecto a la guerra se manifestaba de diversas formas, Lenin en artículos hace alusión a las diferentes resoluciones de los congresos, percatándose de que muchos de los líderes de los partidos que inicialmente eran marxistas fueron cambiando paulatinamente su línea de pensamiento para adoptar diferentes corrientes contrarias al marxismo. 145 V. I. Lenin, El militarismo belicoso y la táctica antimilitarista de la socialdemocracia, Obras Escogidas, t. III, Editorial Progreso, Moscú, 1976, pp. 321-322 87 El congreso que confirmó la resolución de Stuttgart fue el Congreso Internacional de Copenhague que se celebró en 1910, con la resolución sobre la lucha contra la guerra: Los arbitrajes y el desarme, se obligaba a los participantes socialistas y a sus representantes en los parlamentos a exigir a sus gobiernos que disminuyeran los armamentos y dirimiesen los conflictos entre los estados mediante arbitrajes y exhortaba a los obreros de todos los países a organizar actos de protesta contra el peligro de guerra.146 Posteriormente se celebró, en 1912, el Congreso de Basilea que fue un congreso extraordinario que se llevó a cabo con el fin de tomar una resolución sobre la lucha contra el peligro inminente de una guerra mundial, por unanimidad se aprobó un manifiesto sobre la guerra.147 Las grandes potencias europeas venían preparando la guerra, en el artículo Los armamentos y el capitalismo, escrito por Lenin en 1913, menciona que la fiebre armamentista se había apoderado de las sociedades y gobiernos inglés, francés, alemán etc., existía un gran mecanismo capitalista de los armamentos, los astilleros ingleses tenían fama en el mundo. Eran considerados los armamentos como una empresa nacional y patriótica, ─menciona Lenin─ pero se sabía que formaban empresas internacionales los astilleros, las fábricas de cañones, de dinamita y de fusiles. El negocio bélico obtenía grandes ganancias de varios países, existía una complicidad entre los accionistas y directores de las compañías bélicas, con el personal de los gobiernos. Escribía Lenin: Los gobiernos son los intendentes de la clase capitalista. A los intendentes se les paga bien. Ellos mismos son accionistas. Y esquilan juntos a las ovejitas mientras pronuncian discursos acerca del «patriotismo». . .148 Cuando estalló la primera guerra mundial en junio de 1914, Lenin vislumbraba desde hace tiempo que la guerra era inevitable, en el manifiesto que escribió ese mismo año, La guerra y la socialdemocracia de Rusia,149 Lenin confirma nuevamente el crecimiento desmesurado de los armamentos, la lucha por los mercados debido al desarrollo del capitalismo en los países avanzados y los intereses de las monarquías de Europa Oriental como factores que conducían inevitablemente a la guerra. 146 V. I. Lenin, Obras Escogidas, t. V. Op cit., p. 520 Ibid., p. 520 148 V. I. Lenin, El imperialismo y los imperialistas, Editorial Progreso, Moscú, 1975, p. 27 149 El manifiesto La guerra y la socialdemocracia de Rusia fue el primer documento oficial del CC del POSDR que expresaba la posición del partido bolchevique ante la guerra imperialista mundial, que había iniciado. 147 88 Los objetivos de la guerra eran diversos –menciona Lenin– anexión de tierras, someter a otras naciones, competir entre las potencias, desviar la atención de las masas trabajadoras, desunir a los obreros con propaganda nacionalista. Además, Lenin mostró lo que cada potencia imperialista trataba de lograr en la guerra, así lo expuso: Al frente de un grupo de naciones beligerantes se halla la burguesía alemana, que engaña a la clase obrera y a las masas trabajadoras, al afirmar que hace la guerra en aras de la defensa de la patria, de la libertad y de la cultura, en aras de la emancipación de los pueblos oprimidos por el zarismo, en aras del aniquilamiento del zarismo reaccionario.150 En su análisis, Lenin confirma que la burguesía alemana servía a los junkers, liderados por Guillermo II, que fueron aliados del zarismo y enemigos del movimiento revolucionario de los obreros y campesinos de Rusia, para la burguesía alemana la guerra era defensiva. Con respecto al otro grupo de naciones beligerantes Lenin escribió: La burguesía inglesa y francesa, que embauca a la clase obrera y a las masas trabajadoras, asegurándoles que sostiene la guerra por la patria, la libertad y la cultura contra el militarismo y el despotismo de Alemania.151 Pero el objetivo de estas burguesías era apoderarse de las colonias alemanas, ya que Alemania se distinguió por un rápido desarrollo económico. Los argumentos de las clases dominantes es que conducían una justa lucha de defensa y hacían un llamado a defender la patria, de esta forma engañaban a las masas populares, el nacionalismo y chovinismo invadió a los partidos socialistas de la II Internacional y empezaron a hablar sobre la necesidad de la “defensa de la patria” y sobre la justa lucha por los “intereses nacionales.” En este manifiesto Lenin hace una crítica a la conducta de los jefes de los partidos socialistas de los principales países europeos, sobre todo el alemán pues la socialdemocracia alemana durante varias décadas sirvió de modelo a la socialdemocracia de Rusia. Escribe Lenin: En momentos de la mayor trascendencia histórica mundial, la mayoría de los jefes de la internacional de hoy, de la II Internacional Socialista (1889- 1914) tratan de sustituir el socialismo con el nacionalismo.152 150 V. I. Lenin, La guerra y la socialdemocracia de Rusia, Obras Escogidas, t. V, Editorial Progreso, Moscú, 1976, p.162 151 Loc. cit. 152 Ibid., p. 163 89 La II Internacional desde 1889 tuvo una labor de suma importancia y amplia difusión del socialismo, para Lenin el internacionalismo socialista consistía en agrupar sus fuerzas y responder contra los gobiernos y las clases dirigentes de los diversos países. Lenin constató que la mayoría de los jefes de la II Internacional sustituyeron el socialismo por el nacionalismo, de esta forma traicionaron al socialismo, votaron por los créditos de la guerra, repitieron los discursos de las burguesías de sus países y justificaron la guerra. El partido bolchevique con Lenin a la cabeza se enfrentó al chovinismo en el movimiento social democrático, el Partido consideraba un deber socialista no votar los créditos de la guerra, al mismo tiempo los obreros socialdemócratas de Rusia publicaron las primeras proclamas clandestinas contra la guerra.153 Lenin ya desde esta época hablaba de la bancarrota de la II Internacional, los socialistas ingleses y franceses se pronunciaban en contra del chovinismo de la mayoría de los partidos socialdemócratas, así como los socialistas italianos declaraban que los jefes de los socialdemócratas alemanes deshonraban la bandera de la Internacional proletaria. Para Lenin era preciso reconocer abiertamente la bancarrota y comprender sus causas, lo cual analizó profundamente. El oportunismo para Lenin creció en la época histórica llamada “pacífica”, éste llevó al fracaso los acuerdos de los congresos socialistas y obtuvo su predominio en los últimos años de la II Internacional. Lenin expone: Los oportunistas venían preparando hace ya tiempo esta bancarrota, al negar la revolución socialista y sustituirla con el reformismo burgués; al negar la lucha de clases [...] al preconizar el patrioterismo burgués con los nombres de patriotismo y defensa de la patria y al omitir y negar la máxima fundamental del socialismo, expuesta ya en el Manifiesto Comunista, de que los obreros no tienen patria; [...]154 Lenin hizo énfasis de romper con el oportunismo y que los socialdemócratas de cada país combatieran el chovinismo, su esperanza era que las masas obreras crearán la nueva Internacional y reiteraba: 153 El Comité Bolchevique de Petersburgo propagó un volante que exhortaba a los obreros y soldados a organizarse para la lucha contra la guerra y a la autocracia, con las consignas: “¡Abajo la monarquía autocrática, “¡ Viva el Socialismo!” , “¡Viva la república democrática !”. En agosto dicho comité lanzó otra proclama clandestina contra la guerra, llamando a organizarse y armarse. 154 Ibid., p. 166 90 Cuanto mayor sea el número de víctimas causadas por la guerra, tanto más clara estará para las masas obreras la traición de los oportunistas a la causa obrera y la necesidad de volver a las armas contra los gobiernos y la burguesía de cada país. 155 En el artículo Chovinismo muerto y socialismo vivo, escrito a fines de 1914, Lenin hace referencia a la lucha que se llevó a cabo en todos los países de Europa contra el oportunismo: La II Internacional [...], ha cumplido su misión histórica y ha muerto [...], por el oportunismo.156 Ante esta situación hace una crítica a los socialistas alemanes y franceses, que justificaron a sus burguesías para dispararse unos contra otros “en nombre de la defensa de la patria.” Ya que la Internacional representó la unión de los obreros ideológicamente y en su momento orgánicamente para defender el internacionalismo socialista contra los gobiernos y las clases dirigentes capitalistas. Lenin señaló: En el socialismo Internacional existen tres corrientes: 1) los chovinistas, que aplican de manera consecuente la política del oportunismo; 2) los enemigos consecuentes del oportunismo [...] y que pueden efectuar una labor revolucionaria orientada a la guerra civil; 3) hombres desconcertados y vacilantes [...] y causan el mayor daño al proletariado precisamente con sus tentativas hipócritas de justificar el oportunismo con argumentos casi científicos y marxistas.157 Lenin hablaba de llevar a cabo una política de rompimiento y escisión con la corriente chovinista, que consistió: los que justificarán la votación de los créditos de guerra por defender la patria, y los que renunciarán a la guerra civil; de acuerdo con esta política se presento la escisión con la socialdemocracia alemana. El paso de los socialistas más destacados a las posiciones chovinistas contradecía la esencia del internacionalismo proletario revolucionario, lo que a su vez significaba la bancarrota de la II Internacional. Aprovechando la desviación de los partidos socialdemócratas del internacionalismo, la burguesía de todos los países quería demostrar que la bancarrota de la II Internacional significaba el fracaso del marxismo. Sin embargo Lenin demostró que la bancarrota de la II 155 Ibid., p.168 V. I. Lenin, Chovinismo muerto y socialismo vivo, Obras Escogidas, t. V, Editorial Progreso, Moscú, 1976, p. 211 157 Ibid., p. 212 156 91 Internacional sirvió de impulso para la pureza de la doctrina revolucionaria de Marx y Engels del oportunismo hacia el subsecuente desarrollo creador de la teoría marxista, para unificar todas las fuerzas auténticamente revolucionarias.158 En la Conferencia de Berna, se tomaron resoluciones acerca de la guerra y se establecieron las siguientes tesis: 159 Se determinó el carácter imperialista de la guerra, como producto de las condiciones de la época en que el capitalismo alcanzó una etapa superior de desarrollo. El argumento de la “defensa de la patria”, y de guerra defensiva fue utilizado por los grupos de las naciones beligerantes para embaucar al pueblo. Las consignas de la socialdemocracia revolucionaria, llevan a transformar la guerra imperialista en guerra civil, por medio del proletariado armado contra la burguesía, por la expropiación de la clase de los capitalistas en los países avanzados, por la revolución democrática en Rusia, por la república en los países monárquicos atrasados. Para transformar la guerra imperialista en guerra civil, se señala: 1) la negativa a votar los créditos de la guerra y no pertenecer a los gobiernos burgueses, 2) la ruptura con la política de “tregua nacional”, 3) la creación de una organización ilegal donde los gobiernos y la burguesía supriman las libertades constitucionales al proclamar el estado de guerra, 4) el apoyo a la confraternización entre los soldados de las naciones beligerantes en las trincheras, 5) el respaldo a cualquier tipo, de acciones revolucionarias masivas del proletariado. Además, se abordó el aspecto del oportunismo y su negativa influencia en la II Internacional, así como su traición al socialismo, y formar una III Internacional auténtica. Se mencionó que otras formas de engañar a la clase obrera, era el pacifismo y la propaganda abstracta de la paz, se reiteró que bajo el capitalismo, y particularmente en su etapa imperialista, las guerras son inevitables, y la propaganda a favor de la paz que no contenga acciones revolucionarias de masas, atenta contra el pueblo convirtiéndose éste en juguete de la diplomacia secreta de los países beligerantes.160 158 V. I. Lenin, Obras Completas, t. 26, Prólogo del Instituto de Marxismo-leninismo de la URSS, 5ª ed. Editorial Moscú, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita) 159 V. I. Lenin, La Conferencia de las Secciones del POSDR en el extranjero, Obras Completas, t. 22, Editorial Salvador Allende, México, 1981, pp. 254-255. Conferencia de las secciones del POSDR en el extranjero: se celebró en Berna en 1915, fue convocada por iniciativa de Lenin, fue una conferencia bolchevique. El punto fundamental de la orden del día de la Conferencia fue el problema de la guerra y las tareas del partido. En las resoluciones adoptadas de acuerdo con el informe de Lenin, la Conferencia de Berna determinó las tareas y la táctica del partido bolchevique en las condiciones de la guerra imperialista. 160 Ibid., p. 257 92 En el artículo La bancarrota de la II Internacional, escrito en 1915, Lenin refiere que la mayoría de los partidos socialdemócratas traicionaron sus convicciones y las declaraciones de los congresos internacionales, siendo víctima de esta traición la clase obrera internacional. Reiteradamente Lenin señala que la guerra que inicio en 1914, se desarrollo en el “imperialismo capitalista”, en los intereses dinásticos, “la política de conquistas” de ambos grupos de potencias beligerantes, tanto del austro-alemán como el anglo-franco-ruso. Lenin sanciona la actitud de Plejánov y Kautsky,161 que repiten el discurso de las burguesías de todos los países engañando a la clase obrera, al presentar a la guerra como popular y defensiva. Asimismo Lenin confirmó que el carácter de la guerra, había dejado de ser una cuestión puramente teórica al manifestarse como una guerra imperialista, expoliadora y antiproletaria.162 Lenin muestra que antes de la Primera Guerra Mundial, los partidos socialistas tenían otros puntos de vista y se refiere a las resoluciones del Congreso de Basilea y de Chemnitz.163 Lenin al referirse al Manifiesto de Basilea, escribió “es la exposición más exacta y completa, más solemne y formal de los puntos de vista socialistas sobre la guerra y de la táctica socialista frente a la guerra”164 y menciona que la resolución de Basilea, al prever la guerra se refiere a los conflictos imperialistas que se desencadenaron en 1914-15, entre “las grandes potencias de Europa” y destaca que la guerra: ¡En modo alguno puede justificarse con ningún pretexto de interés popular! 165 Los representantes de los partidos proletarios de todos los países expresaron en Basilea su convicción de que la guerra que venía fraguándose, tendría un carácter imperialista y elaboraron deducciones tácticas. El Manifiesto de Basilea refiere: 1) que la guerra provocará una crisis económica y política; 2) que los obreros considerarán un crimen participar en la guerra; que será un crimen “ponerse a disparar unos contra otros en aras de las ganancias de los capitalistas, de ambiciones dinásticas 161 Carlos Kautsky (1854-1938) líder de la socialdemocracia alemana y de la II Internacional. Al inicio fue marxista, renegó después del marxismo y se convirtió en el ideólogo del centrismo (Kautskismo) una de las tendencias oportunistas en el movimiento obrero. 162 V. I. Lenin, La bancarrota de la II Internacional, Obras Escogidas, t. V, Editorial Progreso, Moscú, 1976, p. 224 163 El Congreso de Chemnitz trata la resolución de la socialdemocracia alemana sobre el imperialismo y la actitud de los socialistas ante la guerra, en septiembre de 1912 la resolución condenaba la política imperialista y se confirmó la importancia de la lucha por la paz. 164 Ibid., p. 221 165 Ibid., p. 223 93 o del cumplimiento de los tratados diplomáticos secretos”; que la guerra despertará en los obreros “cólera e indignación”; 3) que esa crisis y ese estado de ánimo de los obreros debe ser aprovechado por los socialistas para “agitar al pueblo y acelerar el hundimiento del capitalismo”; 4) que los gobiernos –todos sin excepción– no pueden desencadenar la guerra “sin correr un grave peligro”; 5) que los gobiernos “temen la revolución proletaria”; 6) que los gobiernos “deben tener presente” la Comuna de París (es decir, la guerra civil ), la revolución de 1905 en Rusia, etc.166 Lenin confirmó que el Manifiesto de Basilea previó una situación revolucionaria, con la expresión de “crisis económica y política,” los gobiernos no tenían seguridad, podían padecer una bancarrota financiera, perder territorio etc., existía una conmoción política en Europa. Era indiscutible y esencial para Lenin, cumplir con el deber socialista, de expresar a las masas la existencia de una situación revolucionaria y explicarla, de despertar la conciencia del proletariado; “aprovechar” la crisis para “acelerar” la caída del capitalismo. Con respecto a la liberación nacional en la etapa imperialista Lenin escribió: Las clases dominantes tienen tendencias imperialistas, mientras que el “pueblo” y las masas proletarias tienen aspiraciones nacionales.167 Se refiere a la lucha entre Austria y Serbia, que desde hace muchos años se manifestaba un movimiento de liberación nacional por parte de los serbios que querían liberarse del Imperio Austro-Húngaro, Lenin confirma que el único elemento nacional de la guerra que estaba desarrollándose era la lucha de Serbia y Austria, este argumento fue señalado en la resolución de la Conferencia de Berna.168 En su análisis Lenin manifiesta que si la guerra de Serbia y Austria no estuviera relacionada con la guerra europea, los socialistas desearían el triunfo de la burguesía serbia, reitera Lenin que los problemas no se pueden analizar unilateralmente, el elemento nacional de los serbios no llega a tener importancia seria en la guerra europea. Lenin escribió: Para Serbia es decir, para una centésima parte de los que participan en la guerra actual, ésta es una “continuación de la política” del movimiento burgués de liberación. Para las otras noventa y nueve centésimas partes, la guerra es una continuación de la política 166 Ibid., pp. 225-226 Ibid., p. 249 168 Véase Conferencia de las secciones del POSDR en el extranjero. Op. cit., p. 258. En la resolución Sobre la consigna de la “defensa de la patria se decía”: “El elemento nacional tiene en la guerra austro-serbia una importancia secundaria y no cambia el carácter imperialista general de la misma.” 167 94 imperialista, es decir, de la política de una burguesía decrépita, capaz de corromper, pero no de emancipar a las naciones.169 Lenin alude a Clausewitz, para caracterizar el contenido objetivo de la guerra como la “continuación de la política” –confirma Lenin– del imperialismo, y con respecto a la ideología dominante subjetiva se refiere a la difusión de frases “nacionales” para engañar a las masas. También éste consideró que iniciada la guerra se tenía que determinar la actitud hacia ésta, era preciso identificar las condiciones objetivas y la situación concreta de la guerra, y ubicarla en la situación histórica en que se produce, para definir la actitud hacia ella, de acuerdo con la situación histórica, la correlación de las clases, la actitud hacia la guerra tiene que ser diferente en las diversas épocas.170 Al analizar con detalle las características de las guerras de fines del siglo XVIII y siglo XIX, Lenin argumenta que fueron guerras nacionales, que favorecieron la creación de estados nacionales, estas guerras destruyeron el feudalismo, fue la lucha de la nueva sociedad burguesa contra la sociedad feudal. El estado nacional representó una fase necesaria en el desarrollo del capitalismo, las guerras nacionales las denomina Lenin como las guerras del comienzo del capitalismo, pero otros aspectos marcarían la guerra imperialista.171 Tenía un año de haber iniciado la guerra cuando se publica en agosto de 1915 El Socialismo y la Guerra,172 en este escrito Lenin hace un análisis sobre la guerra que sustenta en el materialismo dialéctico histórico de Marx, percibe la necesidad de elaborar un estudio histórico de cada guerra por separado, relaciona las guerras con la lucha existente entre las clases al interior de cada país, caracteriza las guerras civiles como legítimas, necesarias y progresivas porque encausaron el progreso de la humanidad. En un periodo de 82 años, desde la Revolución Francesa 1789 a la Comuna de París 1871, −menciona Lenin─ uno de los tipos de guerra eran las de carácter progresivo burgués, de liberación nacional para deponer el absolutismo y el feudalismo, ésta era la esencia y el sentido histórico de estas guerras, además de liberar a los pueblos oprimidos. Aunque haya existido la expoliación y conquista de territorios en las guerras revolucionarias de Francia, o el saqueo de Alemania a Francia en la guerra franco-prusiana (1870-1871), para Lenin estos elementos no cambiaron el sentido histórico fundamental de 169 Ibid., p. 250 V. I. Lenin, Informe sobre el Tema “El proletariado y la guerra”, Obras Completas, t. 22, Ibid., p. 117 171 Ibid., p. 118 172 Lenin escribió este folleto como la (Actitud del POSDR ante la guerra), aquí se plasmaron las resoluciones del partido. 170 95 esas guerras, ya que los alemanes se liberaron del feudalismo, del zarismo ruso y Napoleón III, que los mantenían sojuzgados.173 Otros términos que utilizaron los socialistas al denominar a las guerras de la época mencionada, fue guerra “defensiva”, “justa”, admitían la legitimidad, el carácter progresivo y justo de la “defensa de la patria” o de la guerra “defensiva”. Como hemos visto la ideología nacional y la idea de la defensa de la patria son discursos que utilizó la burguesía imperialista en la guerra para engañar a los pueblos y sojuzgarlos. Dice Lenin: El capitalismo, que en su lucha contra el feudalismo fue el libertador de las naciones, se transforma en la época imperialista, en el más grande opresor de las naciones.174 En el análisis de la etapa imperialista, Lenin se apoya en datos precisos sobre el reparto del mundo por las grandes potencias que tiene lugar después de 1876 con el desarrollo del capitalismo; en 1914 las seis potencias más importantes como Inglaterra, Rusia, Francia, Alemania, Japón y Estados Unidos poseían en colonias 33.5 millones en km², 17.4 millones en km², 10.6 millones en km², respectivamente a diferencia de Alemania que en ese año tenía 2.9 millones de km², y deseaba un reparto más equitativo.175 Para conservar sus colonias las grandes potencias, mantenían la guerra con diversos argumentos de justificación de acuerdo a sus intereses, pero todas tenían en común la explotación de las poblaciones. Marx y Engels habían analizado las guerras con el razonamiento de Clausewitz: “La guerra es la continuación de la política por otros medios (precisamente por la violencia)”,176 y Lenin lo va a utilizar constantemente en sus escritos para explicar la guerra que se estaba desarrollando, por lo que los marxistas consideraron este enunciado como la base teórica de sus argumentos sobre la significación de la guerra. La reflexión de Lenin al aplicar la expresión de Clausewitz, es que las potencias, desde 1865, habían mantenido una política de despojo en las colonias, dominando a otras naciones y reprimiendo al movimiento obrero, que desembocó mayormente con la primera guerra mundial. Lenin aduce: 173 174 175 176 V. I. Lenin, El socialismo y la guerra, Obras Escogidas, t. V, Op cit., p. 286 Ibid., p. 286-288 Ibid., p. 289 Ibid., p. 291 96 “La guerra actual es precisamente la continuación de esta política, y únicamente de esta política.”177 Por lo tanto la guerra que inició en 1914 es la continuación de la política de las “grandes” potencias y de sus clases fundamentales, lo que para Lenin era inaceptable justificar la idea de la “defensa de la patria” en esta guerra. Lenin demostró que la traición a la Internacional no era un fenómeno casual, durante la existencia de la II Internacional se mantuvo la lucha de los partidos socialdemócratas entre sus dos alas, la oportunista y la revolucionaria, formándose un pequeño sector de burocracia y aristocracia de la clase obrera y muchos pequeños burgueses. El oportunismo era la expresión de la “política burguesa en el movimiento obrero”, de los intereses de la pequeña burguesía contra los intereses de las masas proletarias.178 Para Lenin la guerra convirtió el oportunismo en el social chovinismo, teniendo éstos una misma base económica, es decir los intereses de un sector pequeño de obreros privilegiados y de la pequeña burguesía que defienden sus privilegios y su “derecho” de los beneficios de su “burguesía nacional”. Otro aspecto que comparten el oportunismo y el social chovinismo es su contenido ideológico y político que consiste en la colaboración entre clases, en lugar de luchar entre ellas, renuncian a los medios revolucionarios y apoyan a sus gobiernos en situaciones críticas, la tendencia oportunista se convirtió en el apoyo principal del social chovinismo.179 En el transcurso de la guerra la crisis se iba acentuando cada vez más, la burguesía de los países capitalistas seguía ocultando sus objetivos con la ideología “nacional”, y Lenin en sus escritos insistía en señalar el carácter reaccionario de la guerra, sobre el deber socialista de despertar la conciencia de las masas, de llevar a cabo un trabajo sistemático y constante. Las consignas del partido bolchevique hablaban de la transformación de la guerra imperialista en guerra civil, de realizar una lucha consecuente de clase durante la guerra, las tácticas consistirían en “acciones de masas”. Para Lenin era necesaria e inevitable dicha transformación, que era considerada desde 1914 la única consigna proletaria justa, la agitación y la propaganda sistemática como la única táctica auténticamente revolucionaria de 177 Loc. cit. p. 291 Ibid., p. 296 179 Ibid., p. 297 178 97 la clase obrera que correspondía a las condiciones de la nueva época histórica.180 Otro aspecto que aborda Lenin es la derrota del “propio” gobierno en la guerra imperialista, escribió: Durante una guerra reaccionaria, una clase revolucionaria no puede más que desear la derrota de su gobierno.181 Para Lenin las acciones revolucionarias durante la guerra, contra el propio gobierno, representan no sólo el deseo de su derrota, sino la participación práctica a esa derrota y menciona que la revolución en tiempos de guerra significa la guerra civil. Aunque los chovinistas se negaron a aceptar la “consigna” de la derrota, para Lenin era la única consigna que hacía un llamado consecuente con las acciones revolucionarias contra el propio gobierno.182 Una de las tesis que abordó la Conferencia de Berna fue La derrota de la Monarquía Zarista, debido a que el gobierno se encontraba en una guerra imperialista, la lucha contra el propio gobierno no debía detenerse, al debilitarse el gobierno por la derrota del ejército gubernamental, favorece las nacionalidades que son oprimidas al liberarse y facilita la guerra civil contra las clases gobernantes. Esta tesis fue considerada particularmente justa y la derrota de Rusia el mal menor en todas las condiciones.183 Se desarrolla, sobre este tema, una polémica con los mencheviques, que disociaban la lucha revolucionaria contra la guerra de la lucha por la derrota. Por ejemplo, según Trotski, luchar por la derrota de Rusia es luchar por la victoria de Alemania. Argumenta Lenin, Trotski se sitúa en un punto de vista estrechamente nacional; considera la consigna de la derrota sólo desde el punto de vista ruso; no comprende que la consigna de la derrota debe orientar la lucha del proletariado de todos los países, porque la acción tendiente a la derrota del propio gobierno constituye un elemento de una consigna general y decisiva: transformar la guerra imperialista en guerra civil. Menciona Lenin que los socialdemócratas rusos fueron los primeros en aparecer “teórica y prácticamente” con la “consigna” de la derrota. El gobierno zarista confirmó que la agitación del Grupo Obrero Socialdemócrata de Rusia era el único ejemplo de la Internacional de oposición, verdaderamente revolucionario entre las masas contra el propio gobierno, la 180 V. I. Lenin, La consigna de transformar la guerra imperialista en guerra civil, Obras Completas, t. 22, Op. cit., p.113 181 V. I. Lenin, La derrota de su propio gobierno en la guerra imperialista. Ibid., p. 377 182 Ibid., p. 378 183 V. I. Lenin, La Conferencia de las Secciones del POSDR en el Extranjero, Ibid., p. 257 98 agitación al debilitar el “poderío militar” de Rusia, contribuía a su derrota.184 El proletariado ruso actuó a través de su partido, con una táctica revolucionaria de “contribuir a la derrota” del propio gobierno. Para Lenin era preciso distinguir entre las diversas fases históricas, comprender el carácter específico de la guerra que se desarrollaba en una nueva fase del capitalismo, el imperialismo; es imprescindible comprender lo que diferencia el capitalismo del siglo XX del siglo XIX, lo que distingue la guerra iniciada en 1914 y las de los siglos anteriores. 3.5 El movimiento obrero ruso 1914-1917 Las clases dirigentes de los países beligerantes argumentaban que la guerra que se estaba desarrollando, era una guerra justa y patriótica. Rusia también utilizaba argumentos para engañar a su pueblo, hacia creer que el gobierno zarista conducía una guerra “justa”, para defender desinteresadamente a los “hermanos eslavos”. Las clases superiores rusas como los terratenientes, la burguesía mercantil e industrial apoyaban contundentemente la política bélica del gobierno zarista.185 Rusia se encontraba en una situación revolucionaria desde 1912 hasta inicios de la guerra en 1914, se llevaron a cabo diversas huelgas revolucionarias de masas y en San Petersburgo se sostuvieron las primeras batallas de barricadas. Ante la nueva situación creada por la guerra, todo el mecanismo del poder estatal, la gran prensa burguesa, la escuela, la iglesia, todos los métodos de influencia fueron puestos en marcha para engañar a los obreros. Las mentiras fueron iniciadas por Nicolás I, en su manifiesto del 1° de agosto de 1914 intentaba presentar a una Rusia que había entrado a la guerra “por nobles impulsos” en apoyo a Serbia. En esto, subrayaba el Zar la tarea que se planteaba consistía no sólo en interceder en defensa de un país hermano que había sido injustamente ofendido, sino que también para “proteger el honor y dignidad, la integridad de Rusia y su situación entre las grandes potencias”.186 Nicolás I llamaba en éste manifiesto a “olvidar en el momento fatal de prueba, las disputas internas” y lograr “la unidad del zar y del pueblo”.187 Este llamado fue recibido con animación no sólo por la ultra reacción aristócrata sino también por la prensa burguesa. 184 V. I. Lenin, La derrota de su propio gobierno en la guerra imperialista. Ibid., p. 379 V. I. Lenin, El socialismo y la guerra, Op. cit., p. 304 186 La Palabra, San Petersburgo, 4 de agosto de 1914, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita) 187 Ibid. 185 99 Después de haber sido declarada la guerra fueron organizadas manifestaciones políticas. La ultra reacción organizó campañas antialemanas, de un chovinismo sin precedentes. Una de las principales tareas de la propaganda chovinista fue el logro y mantenimiento de la paz social en el interior del país. El diario La Palabra, en el mismo número donde fue publicado el manifiesto del zar, se apresuró a expresar su decisión de olvidar las “discordias internas”; aspirando a testimoniar su fidelidad al zarismo. El diario escribía: En la corriente del pensamiento social que nosotros representamos, siempre ha sido fuerte la conciencia de la responsabilidad histórica, siempre nos fueron odiosos la excitación de la enemistad, la desorganización de las fuerzas sociales. Confluyendo con el ímpetu de una sola voluntad de todos, a quienes les es preciada la vida de nuestra patria… Nosotros, sin distinción de tendencias y orientaciones, cada uno en su lugar, en la medida de sus posibilidades y de la capacidad le entregaremos a la patria nuestras fuerzas. Y realmente La Palabra resultó en su lugar como pregonero de las ideas imperialistas y cómplice del zarismo. Día con día La Palabra envenenaba la conciencia social, afirmaba que el primer deber de la prensa ─la mejor dirigente de los ánimos de la sociedad─ era advertir en ella sobre los “cambios indeseables”. Nosotros adquirimos fe y confianza en los primeros días de guerra, y estas adquisiciones debemos conservarlas en todo el periodo de la guerra… La sociedad rusa, aún ayer perseguida, todas las capas democráticas de la población a cuyos deseos no se prestaba atención, han emitido su voto. Al relegar las disputas internas, ellas, no debido al temor sino por conciencia, se han levantado en defensa de Rusia. Rusia debe con toda la intensidad de sus fuerzas en forma rápida y enérgica pertrechar sus naves. Y aquél que dude en este momento es un incrédulo. Y los incrédulos ahora en el verdadero sentido de la palabra son enemigos de la patria.188 Se tomaban como incrédulos y enemigos de la patria a los socialdemócratas, principalmente al partido bolchevique. La prensa burguesa y ultra reaccionaria intentaba tergiversar la situación con respecto a los ánimos en las masas, especialmente en el movimiento obrero. La prensa oficial aseguraba que la movilización había transcurrido tranquilamente. 188 Ibid. 100 Sobre la “desaparición” de los ánimos revolucionarios en las masas hablaba el presidente de la Duma del Estado M. Podzionko, y los mencheviques de acuerdo con él afirmaban que “los huelguistas quiénes hacía poco tiempo luchaban contra la policía, se convierten en patriotas exaltados”.189 El diario Novedades Bursátiles del 2 de agosto de 1914 escribía: Los obreros han cambiando completamente. Las discordias recientes de los obreros han sido olvidadas. Todos como un hombre están compenetrados de la grandeza del momento. Todos trabajan con gusto incluso horas complementarias. El trabajo se armoniza y los pedidos se cumplen antes de lo indicado. La guerra no podía dejar de influir en la vida social del país, la histeria patriotera había abarcado a toda la burguesía, a una parte considerable de las capas pequeño-burguesas de la ciudad y del campo, incluyendo al estudiantado y a la intelectualidad. Al inicio de la guerra también una parte de la clase obrera fue atrapada por “los ánimos patrioteros”; el movimiento obrero decreció. Las causas de ello no es difícil encontrarlas. En el país fue establecido un estado de guerra; la policía y la gendarmería fueron puestas en posición de combate, la misma movilización dificultaba las acciones masivas. La disminución del movimiento obrero en los primeros meses fue también resultado de la influencia de la propaganda chovinista de la monarquía, de la gran burguesía y de la pequeña burguesía. No obstante es necesario señalar que a pesar de todo, el movimiento obrero en el país no cesó, el proletariado de Rusia se enfrentó a la guerra con intervenciones antigubernamentales y antimilitares. Los disturbios también ocurrieron entre el campesinado. No obstante las medidas tomadas, entre los soldados de reserva ocurrieron también intervenciones de carácter antibélico. El gobierno zarista, por medio del Ministro de Asuntos Interiores N. A. Maklakov, dió la siguiente orden: Es necesario disparar sobre los revoltosos. Estos programas son intolerables, ellos corrompen a las reservas y socavan el poder, es necesario poner orden en forma implacable.190 189 I. I. Mintz, Historia del Gran Octubre, t. I, Moscú, 1969, p. 209, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita) 190 El movimiento revolucionario en el Ejército y la Flota (1914-1917) Col. de Documentos. Moscú, 1966, p. 19 original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita). 101 No obstante estas amenazas, el movimiento activo de los obreros, organizados por el partido bolchevique, se observó en Moscú, Tuer, Kiev, Samara, Nizhne, Novgorod, Jarkov y en otras ciudades.191 La intensa tarea chovinista en el proletariado en Rusia dio pocos resultados. La causa de la inmunidad de la clase obrera al chovinismo consistía ante todo en la agudización sin precedentes de los conflictos sociales en Rusia, país en donde se concentraba en mayor grado, todas las contradicciones de la época imperialista y asimismo algunas condiciones generales de vida del proletariado ruso: bajo nivel de vida, una insignificante capa de aristocracia obrera etc. Un enorme papel desempeñó las tradiciones revolucionarias e internacionalistas de la clase obrera de Rusia. La guerra provocó un empeoramiento considerable de la situación del proletariado y del campesinado. No obstante la consigna de la unidad proclamada al inicio de la guerra, la política del gobierno con relación a las masas populares, y en primer lugar la clase obrera, continuó siendo una política de persecución, de opresión, y de violencia. Esta política era completada por el saqueo directo por medio del aumento de los impuestos indirectos y directos de toda clase. El sistema fiscal con todo su peso, recayó sobre los trabajadores, haciendo la situación económica de los mismos aún más difícil. Por su parte la burguesía utilizaba la guerra para su enriquecimiento desmesurado a costa del saqueo del proletariado. Especialmente se enriquecieron los industriales en los suministros de guerra. El empeoramiento de la situación económica y política de la clase obrera provocaba su indignación, la empujaba a la lucha. La guerra detuvo sólo temporalmente el auge revolucionario que en julio de 1914 tomó la forma de lucha de barricadas en Petrogrado. El gobierno zarista utilizó las condiciones del periodo de guerra para aniquilar a las organizaciones bolcheviques y sofocar al movimiento obrero, arrestos masivos de los militantes del partido y de los obreros de vanguardia, prohibición de periódicos y revistas, cierre de sindicatos, etc. La guerra destruyó los vínculos organizativos interiores y exteriores de las organizaciones obreras, lo que se reflejó en una calma temporal en el movimiento obrero. La huelga continuó siendo la forma principal de lucha masiva del proletariado en los años de guerra. Los obreros continuaron llevando una lucha huelguística no obstante todas las dificultades del movimiento obrero. 191 Historia de la URSS. Desde la antigüedad hasta nuestros días, t. VI, Moscú, 1968, p. 591, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita). 102 Entre los partidos pequeño burgueses y el partido bolchevique existía una distinción de principios en la actitud hacia las huelgas. Los partidos pequeño burgueses junto con la burguesía chovinista en su aspiración de “defender al país” bajaban hasta el punto de negar las huelgas, de reconocer la necesidad de luchar contra ellas, en tanto que los bolcheviques desde el inicio de la guerra lucharon por el despliegue del movimiento huelguístico, por la agudización de las huelgas políticas y por que éstas se convirtieran en actuaciones masivas del proletariado. El periodo de septiembre de 1914 a diciembre del mismo año se distinguió por tener el nivel más bajo del movimiento huelguístico durante la guerra. En los primeros meses de 1915 se observa un ascenso notable del movimiento huelguístico debido a la prolongación de la guerra. Empezaron las primeras derrotas en el frente, se empeoró el abastecimiento de productos alimenticios en el país, ocurrieron desordenes debido a la insuficiencia de alimentos en muchas regiones. Los bolcheviques se fortalecieron por los cambios de ánimo de las masas populares. En 1916 el movimiento obrero adquiere un carácter masivo y su dirección política continúo en ascenso. Al hablar del carácter de las huelgas durante la guerra, se señala que la división entre huelga económica y política se fue haciendo más convencional. A esto contribuían las crueles medidas de castigo del poder zarista, el cual consideraba la actuación del proletariado en las empresas que funcionaban para las demandas de la guerra como un sabotaje de la defensa del país e incluso como una traición a la patria. Klimovich, el gobernador de la ciudad de Moscú, en su llamamiento del 5 de septiembre de 1915 definía de la siguiente manera la huelga económica: Cualquier huelga en forma inevitable provoca la dilación en el abastecimiento de víveres y municiones al ejército y constituye una ayuda palpable a nuestro enemigo y no es otra cosa que una perversa traición a nuestros nobles combatientes y una traición a la 192 patria. En el movimiento huelguístico marcharon a la vanguardia los obreros metalúrgicos, elevaron de manera considerable su actividad huelguística durante la guerra los obreros textiles. El movimiento huelguístico adquirió una envergadura especialmente grande en 192 I. I. Mintz. Cuestiones de Historia, No. 11 Moscú, 1959, p. 60, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita) 103 Petrogrado y en ésta ciudad, en el periodo de la guerra, ocurrieron el mayor número de huelgas económicas y políticas. La gran crisis que provocó la guerra en el movimiento obrero y socialista, engendró — según las palabras de Lenin— en un principio confusión, después creó una serie de nuevos grupos entre los representantes de las diferentes corrientes socialistas.193 En las nuevas condiciones, Lenin plantea la necesidad del deslinde no sólo en el plano ideológico sino que también en el orgánico. Lenin, en una serie de obras demostró que en el movimiento socialista internacional, antes de la guerra, en el límite de los siglos XIX y XX las corrientes fundamentales eran: oportunismo de derecha, el centrismo y el ala revolucionaria de izquierda. Esta agrupación, en las condiciones de la guerra cedió su lugar a una nueva división. En Rusia, a diferencia de los países de la Europa Occidental, tuvo lugar antes de la guerra, no sólo el deslinde ideológico sino también organizativo del socialismo proletario y pequeño burgués. La reagrupación de las corrientes en Rusia en el periodo de la guerra ocurrió en forma más rápida y se distinguió del occidente por una mayor consecuencia a pesar de las condiciones extremadamente complejas. La guerra, provocó una división entre los “internacionalistas” y los llamados “social patriotas”, enfrentó a los exponentes consecuentes de los intereses de la clase obrera con los grupos y corrientes pequeño burguesas. Las represiones masivas del zarismo en vísperas y en el inicio de la guerra provocó el aniquilamiento de muchos comités del partido bolchevique; su prensa fue suprimida. Durante los primeros meses de la guerra, los comités bolcheviques actuaron en Rusia sin contacto con el Comité Central del Partido con Lenin al frente que se encontraba exiliado en Suiza. No obstante, en los primeros documentos de los comités regionales del partido y en los discursos de los 5 diputados bolcheviques se aprecia la toma de posiciones correctas, aunque faltaba claridad en la valoración de la situación internacional y del carácter de la guerra, como en la definición de las tareas más vigentes y con respecto a las perspectivas del movimiento obrero y del trabajo partidista. Sin embargo hubo coincidencia en lo fundamental con Lenin. A diferencia de los partidos socialistas de occidente, donde los dueños de la situación eran los oportunistas, y los elementos internacionalistas constituían sólo una pequeña parte del partido, en Rusia, los bolcheviques constituían el partido obrero masivo y los social 193 V. I. Lenin. Obras Completas. t. 27, prólogo del Instituto de Marxismo−leninismo de la URSS, 5ª ed., Editorial Moscú, p. 3, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita). 104 chovinistas representaban sólo una insignificante minoría. La cohesión del partido bolchevique se conservó y esto se explica ante todo por la historia práctica, que por su riqueza en experiencia no tenía paralelo en el mundo. Los primeros meses después de la guerra, la vanguardia consciente de obreros de Rusia, de hecho se cohesionó en torno a las posiciones del partido bolchevique y su Comité Central. Jorge Plejánov fue el líder de la agrupación social chovinista de derecha, que propagó en Rusia el nacionalismo y el defendismo, él fue el primero que apoyó la consigna burguesa de la “Defensa de la Patria”. Desenmascarar a los personajes más relevantes de la II Internacional fue una tarea difícil en los primeros meses de la guerra, Lenin y el partido bolchevique realizaron un gran trabajo teórico en este aspecto. En las condiciones de la guerra imperialista cuando para Rusia se planteaba la revolución proletaria, era de suma importancia demostrar que en una serie de cuestiones importantísimas de la teoría, Plejánov se había desviado del marxismo, por eso era necesario desenmascarar a éste y a los enemigos del marxismo que se encubrían con el prestigio de Plejánov. En la redacción del Socialdemócrata en 1915 se escribió: Los ánimos de la burguesía urbana hasta hoy día es en extremo patriótica. Los burgueses intelectuales apoyan las ideas de Plejánov, mismas que son a la vez compartidas por todos los patriotas.194 En el folleto escrito por Plejánov Sobre la guerra, publicado en 1914 expresa su postura de defensa de la patria en la guerra imperialista, la argumentación de su posición partía de una premisa antimarxista: “el primero que inició la guerra es el verdadero culpable”.195 Con base en esto, Lenin escribió La teoría del instigador es la más primitiva de todas las expuestas. Nos han atacado y nosotros nos defendemos; los intereses del proletariado demandan una respuesta a los infractores de la paz europea. Este es un estribillo de las declaraciones de todos los gobiernos y declamaciones de toda la prensa burguesa y amarilla. Plejánov incluso embellece esta vulgaridad trillada con una obligatoria referencia jesuita a la “dialéctica”: la situación concreta obliga, ante todo, a encontrar al instigador y reprimirlo 194 El Socialdemócrata No. 41, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita). G. V. Plejánov, Sobre la guerra, San Petersburgo, 1914, p. 12, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita). 195 105 postergando todas las demás cuestiones hasta otra ocasión… Plejánov ha marcado el récord en la innoble causa de la sustitución de la dialéctica, por la sofística.196 Lenin en muchos de sus artículos y trabajos, desenmascaró a los social chovinistas, que repetían los argumentos de la burguesía. Lenin consideraba la defensa de la patria como una “mentira descarada”, por ello demostraba que al pueblo que sufre por la guerra era necesario decir la verdad, “que consiste en que salvarse de los infortunios de la guerra era imposible sin el derrocamiento de los gobiernos y de las burguesías de cada país beligerante”.197 Los social chovinistas que hacían alusiones a Marx y Engels, demostró Lenin que carecían de valor científico debido a que la tesis de éstos, correspondía a una época totalmente distinta. Hay que decir que Lenin no estaba en general contra la consigna “de defensa de la Patria”, ni tampoco en forma general contra las guerras defensivas. Al respecto Lenin escribió: Nunca tal cosa encontraréis en alguna resolución (ni en ningún artículo mío). Nosotros estamos contra la defensa de la patria en la guerra imperialista de 1914, y en otras guerras imperialistas típicas de la época imperialista.198 Él indicaba que en la época imperialista puede haber guerras justas, guerras de defensa, nacional liberadoras, etc. Su posición contra “la defensa de la Patria" la fundamentaba en los siguientes puntos: 1. El Imperialismo es la antesala del socialismo 2. La Guerra imperialista es una guerra de bandidos por el botín 3. En ambas coaliciones existe un proletariado de vanguardia 4. En ambas coaliciones ha madurado la revolución socialista. Ante lo cual Lenin expresó: “Sólo por esto nosotros estamos contra la defensa de la Patria, ¡Sólo por esto!”199 El ala izquierda del menchevismo o sea el centrismo ruso, no actuaba en forma tan abierta como Plejánov sobre todo durante los primeros meses. Sus representantes incluso 196 V. I. Lenin, Obras Completas, t. 26, p. 227, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita) Ibid., p. 184 198 Ibid., p. 288 199 Ibid., t. 49, p.371 197 106 condenaron la guerra. Mártov200 en una serie de artículos criticó como él decía, “a los traidores internacionales del socialismo”.201 Mártov no embellecía la guerra, sino al contrario, él señalaba su carácter bandidesco, imperialista. Mártov afirmaba incluso que la guerra iniciaba la época de las revoluciones, la época cuando el proletariado debía tomar el poder.202 Pero actuando en su publicística contra los oportunistas, en la práctica Mártov y otros centristas "de izquierda" encubrían totalmente, intercedían y justificaban en todo lo posible a los oportunistas rusos. Para 1915, Martov comenzó a justificar en sus artículos, la conducta de los chovinistas alemanes y franceses. Dentro del Centro-Izquierda, más a la izquierda de Mártov se encontraba Trotsky, quien asumió una posición especial en el campo de los centristas. Él reconocía la guerra como imperialista, criticaba a los social-chovinistas abiertos, pero no llamaba a romper con ellos, argumentando que éstos contaban con apoyo en el medio obrero. A la consigna leninista de la ruptura con los social chovinistas, Trotsky contraponía la consigna de la "unidad a toda costa" Lenin escribía sobre Trotsky en aquellos años: “Siempre es fiel a sí mismo, serpentea, trampea, presume de izquierda, ayuda a los de la derecha, mientras puede”.203 Los centristas de “izquierda” mostraron su completa bancarrota política en torno a la ruptura con los social chovinistas. Sólo de palabra estaban por el deslinde con todas las variedades del nacionalismo socialista. Con respecto a los centristas, decía Lenin: “levantan contra el social chovinismo sólo "una revuelta de rodillas", ya que ellos no nombran a los defensores más peligrosos de ésta corriente, no los desenmascaran, no le declaran la guerra al oportunismo”.204 Por ello Lenin consideraba al centrismo como la variante más peligrosa del chovinismo. El chovinismo −reiteradamente advirtió Lenin− no es tan terrible y dañino, porque repele al momento a la masa obrera, como esta teoría del justo término medio que justifica con palabritas la práctica oportunista, que demuestra con una serie de sofismas lo inoportuno de las acciones revolucionarias, etc. 205 200 Mártov L. (Tsederbaum, Yuli Osipovich; L. M.) (1873-1923), socialdemócrata ruso, líder del menchevismo durante la Primera Guerra Mundial mantuvo una posición centrista, después del triunfo de la Revolución Socialista de Octubre, luchó en contra del Poder Soviético. 201 L. Mártov, Contra la guerra, Col. de artículos (1914-1916), Moscú, 1917,original en ruso, trad. Humberto Monteón, (inédita) 202 Ibid., pp. 21-22 203 V.I. Lenin, Op cit. p. 390, original en ruso, trad. Humberto Monteón, (inédita) 204 Ibid., t. 26, p.197 205 Ibid., t. 26, p. 263. 107 En lo que se refiere al partido de los social revolucionarios, aquí también se manifestaron tendencias centristas y de defensa, existían elementos internacionalistas de izquierda que aceptaban la consigna de la guerra civil e incluso la táctica del derrotismo revolucionario. En 1915 y especialmente en 1916 la actividad de las organizaciones anarquistas en el medio obrero aumentó notablemente. Para agosto de 1916, los anarquistas contaban en Petrogrado con cinco grupos incluyendo un grupo paramilitar creado exclusivamente para realizar actos terroristas. Los anarquistas se opusieron a la guerra imperialista y opinaban que para liquidarla era necesario “incendiar el mundo con la guerra civil, dirigiendo las armas contra los verdaderos enemigos de los obreros: el poder y el capital".206 Los anarquistas reconocían como únicos medios de lucha el sabotaje, el terror, las expropiaciones y la huelga general, que en su opinión llevaría al levantamiento armado del pueblo. Los anarco-sindicalistas se encontraban en posiciones más moderadas y opinaban que era necesario alcanzar primeramente libertades burguesas y después plantear la destrucción de todo tipo de estado.207 Corresponde ahora ver a grandes rasgos la actitud bolchevique ante la guerra. La plataforma estratégica bolchevique descansó desde el inicio de la guerra hasta la Revolución de Febrero sobre dos consignas generales que tenían por objetivo estratégico preparar la revolución: “Transformar en guerra civil la guerra imperialista" fue la consigna central, ésta se complementaba con la consigna “la derrota del zarismo en la guerra constituye el menor “mal" para el pueblo ruso". Lenin, como es conocido, le concedía a las consignas una gran importancia pues son respuestas concretas a las masas, definen la conducta política de un partido y por otro lado son un medio general para la movilización de las masas en función de objetivos estratégicos concretos, precisamente en ellos se basaban las consignas postuladas por Lenin en el período de la primera guerra imperialista que tuvieron además como fuentes históricas directas las resoluciones en contra de la guerra de los Congresos Socialistas de Stuttgart, Copenhague, Basilea, aprobadas por unanimidad en su tiempo por todos los partidos socialistas. Ya en agosto de 1914, Lenin en sus Tesis sobre la guerra plantea con vigor que la tarea de todo socialista es luchar por transformar en guerra civil la guerra mundial imperialista. Lenin partía de un hecho objetivo: la guerra había empezado y huir de ella era 206 S.V. Tiutiukin, La guerra, la paz y la revolución,Moscú, 1971, p. 301, original en ruso, trad. Humberto Monteón, (inédita) 207 Loc. cit. 108 imposible e inconcebible, por ello los socialistas deberían ir a la guerra y organizar en el frente al proletariado. Los socialistas, demostraba Lenin, no debían negarse a enlistarse en el ejército, tal conducta afirmaba “es una tontería, un pobre y cobarde sueño sobre la lucha desarmada contra la burguesía armada”.208 La consigna leninista fue la consigna proletaria correcta “indicada por la experiencia de la Comuna, trazada por la resolución de Basilea (1912) y emanada de todas las condiciones de la guerra imperialista entre los países burgueses altamente desarrollados” 209 La consigna de la transformación de la guerra imperialista en guerra civil incluía el llamamiento a la revolución. Lo que no significaba el paso inmediato hacía la revolución, como decían los social chovinistas, que intentaban demostrar la supuesta aspiración de Lenin de realizar esta consigna en forma inmediata por medio de un Putsch armado. Lenin era ajeno a la táctica del Putsch. En repetidas ocasiones Lenin explicó que “era imposible saber, si en relación con la primera o segunda guerra imperialista de las grandes potencias, sí en el período de la guerra o después de ella se incendiaría el movimiento revolucionario, pero en cualquier caso, nuestro deber revolucionario es trabajar en forma sistemática y constante precisamente en esta dirección”. 210 A Shliapnikov, que servía de enlace entre el CC en el exilio y el partido en Rusia, escribió Lenin: La revolución no podemos “hacerla”, pero nosotros la predicamos y trabajamos en esta dirección, exigiendo al mismo tiempo la transformación de la guerra imperialista en guerra civil. Por más que parezcan enormes las dificultades de tal transformación, en uno u otro momento los socialistas nunca renunciarán al trabajo socialista, perseverante, constante, preparativo en esta dirección, desde el momento que la guerra se ha convertido en una realidad. 211 La consigna de la transformación no definía la cuestión relativa al carácter de la revolución. En los países europeos adelantados estaba a la orden del día la revolución socialista. En Rusia donde no había sido realizada aún la revolución burguesa, las principales tareas seguían siendo el derrocamiento del zarismo, la implantación de la república democrática (con una completa igualdad de derechos y autodeterminación de todas las 208 V. I. Lenin, Op. cit. t. 26, p. 25 Ibid., p. 22 210 Ibid., p. 325 211 Ibid., t. 49, p. 24 209 109 naciones), la confiscación de las tierras de los terratenientes y la jornada de 8 horas. Lenin explicaba en relación con esto: la bandera proletaria de la guerra civil si no ahora, mañana, si no en el periodo de la guerra actual, después de ella, si no en ésta, en la siguiente guerra unirá en torno a sí, no sólo miles de obreros conscientes, sino que también a millones de semiproletarios y pequeño-burgueses enajenados por el chovinismo, a quienes los horrores de la guerra no sólo aterrorizará y atormentará, sino que también los ilustrará, les enseñará, los despertará, los organizará, los templará y los preparará para la guerra contra la burguesía no sólo de “su país” sino que también contra los países extranjeros.212 Lenin comprendía, y así lo demostró, que la guerra provoca en las masas los sentimientos más violentos que alteran el estado común de la psique soñolienta, y que también la táctica revolucionaria "es imposible sin la concordancia con estos nuevos y violentos sentimientos" 213 A la consigna revolucionaria de la "Transformación" algunos chovinistas contraponían la consigna de la paz. Lenin rechazó categóricamente esta consigna y demostró, y en efecto así ocurrió, que la consigna de la paz que en el primer período era rechazada por todas las burguesías en un futuro a quien convendría sería precisamente a ellas. 214 Lenin insistía en que el deber de los socialistas consistía en examinar atentamente los ánimos de las masas, les pedía que utilizaran su creciente aspiración a la paz pero no para el apoyo de las triviales utopías de la paz bajo el capitalismo, no para el estímulo de esperanzas con respecto a las autoridades, a la burguesía, sino para que los ánimos revolucionarios confusos se clarificaran, para que en forma sistemática, constante y perseverante apoyándose en la experiencia de las masas y en sus ánimos, ilustrarlos con miles de hechos sobre la política de la guerra y demostrar la necesidad de acciones revolucionarias masivas contra la burguesía y los gobiernos de su propio país, como el único camino hacia la paz democrática en el socialismo. 215 Lenin manifestó: “desde el punto de vista de la clase obrera y de las masas trabajadoras de todos los pueblos de Rusia, el menor de los males sería la derrota de la monarquía zarista y de sus tropas que oprimían a Polonia, Ucrania y a una serie de pueblos de Rusia, que atizaba la enemistad nacional para intensificar la opresión de los rusos sobre otras 212 Ibid., t. 26, p. 41 Ibid., p. 291 214 Ibid., t. 49, p. 95 215 Ibid., t. 26, pp.193-194 213 110 nacionalidades y para reforzar al gobierno bárbaro y reaccionario de la monarquía zarista". 216 Es necesario señalar que para Lenin, la táctica del “derrotismo” no era, por así decirlo, una táctica puramente nacional, es decir, aplicable sólo a Rusia. En agosto de 1914, Lenin, subrayando que para los rusos el menor de los males era la derrota del zarismo" y que su "enemigo directo era ante todo el chovinismo ruso", indicaba que los socialistas (no los oportunistas) de cada país deberían ver como su enemigo principal a “su chovinismo” (“patriótico”). Para Lenin no se trataba de sabotaje a la guerra y mucho menos debería interpretarse como llamado a los actos terroristas, a la ejecución en el frente de oficiales, etc., pues esto significaría una grave desviación al anarquismo. 217 Los bolcheviques en su táctica derrotista subrayaban que su actuación era por la derrota de la Rusia Zarista y no por la derrota y humillación del pueblo ruso. Los chovinistas se opusieron por todos los medios a la consigna de la derrota, ya que ella, al exigir un llamado decisivo a las acciones revolucionarias contra el gobierno, socavaba las bases de su táctica antiproletaria. Los centristas contraponían la extraña fórmula "ni victoria, ni derrota". Lenin mostró que detrás de ésta consigna se ocultaba la renuncia a la lucha de clases. En el artículo Sobre la derrota del gobierno en la guerra imperialista, Lenin señaló: El que reconoce la consigna de "ni victorias, ni derrotas", sólo está hipócritamente por la lucha de clases… de hecho renuncia a la política proletaria independiente, supeditando al proletariado de todas las naciones beligerantes a una tarea completamente burguesa: defender de la derrota a los gobiernos imperialistas en pugna.218 A los pocos meses de iniciada la guerra, la organización clandestina bolchevique quedo reorganizada. El carácter de la guerra, la perspectiva revolucionaria y las tareas concretas que emanaban de las consignas bolcheviques, llegaban a miles de obreros, campesinos y soldados a través de la prensa ilegal, de volantes y de la propaganda oral. Los activistas bolcheviques actuaban con éxito en las fábricas, en las trincheras, en las aldeas. El enorme trabajo organizativo e ideológico de los bolcheviques en los años de la 216 Ibid., p. 6 Ibid., t. 49, p. 14 218 Ibid., t. 26, p. 289 217 111 guerra en la preparación de la revolución tuvo como resultado el crecimiento de la actividad clasista del proletariado. Las esperanzas de las clases dominantes y del zarismo de que la guerra socavaría el desarrollo de los ánimos revolucionarios en la clase obrera, de que permitiría estrangular al movimiento obrero y revolucionario, no se realizaron. No había pasado un año y en el país de nuevo estaba presente un nuevo auge revolucionario. La causa directa fueron las derrotas del zarismo en el frente en la primavera y en el verano de 1915. El gobierno respondió al auge del movimiento obrero con represiones, fusilamientos y arrestos, los cuales sin embargo no pudieron contener el proceso iniciado. En el diario El Social Demócrata se formuló lo siguiente: Los obreros son los primeros en insurreccionarse, son fusilados en Kostrom por decenas, en Ivanovo-Voznesiensky son asesinados por centenas. Y ellos de todas maneras se ponen en huelgas por decenas de millares. Ellos han llevado el movimiento hasta la huelga general en Moscú, hasta la huelga de 150 mil obreros en Petrogrado, su movimiento ya ha abarcado a dos capitales, se pasó al Volga, al sur, está en condiciones de propagarse por todo el país.219 El ascenso del movimiento obrero en el verano de 1915 fue un momento crucial para la vida política y social de Rusia. A partir de ese momento se inicia la maduración de la nueva situación revolucionaria en el país. En la acción de los obreros había una secuencia lógica. Cierto es que la gran fuerza desatada y que fundió en un sólo movimiento a las masas obreras y a los soldados no permitió a los bolcheviques imponer su influencia organizativa a todo el movimiento, aunque fue mucho lo realizado en este sentido. En lo que se refiere a la dirección ideológica de la Revolución de Febrero, es notable la influencia y papel que jugaron las consignas revolucionarias y la actividad práctica realizada de los bolcheviques durante dos años y medio de guerra imperialista. Con el derrocamiento del zarismo se inicia una nueva etapa en la historia del proletariado ruso. En el terreno de la lucha ideológica se inicia igualmente una nueva etapa. El desarrollo del movimiento obrero en el período de la guerra testimonia que él era el principal factor revolucionario en la vida política y social y que el Partido Bolchevique desempeñó un papel decisivo en la preparación de la revolución. Precisamente en Rusia, 219 El Social Demócrata, 11 de octubre de 1915, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita). 112 donde la desorganización se acentuaba más y el proletariado el más revolucionario, la crisis revolucionaria se desencadenó antes que en los demás países. La Primera Guerra Mundial ejerció una influencia contundente sobre la vida política y social de los países beligerantes, provocó una crisis en el socialismo internacional, acentuó la lucha de las corrientes ideológicas en el movimiento obrero. La inmunidad de la clase obrera rusa en relación al chovinismo y al nacionalismo se explica por la situación revolucionaria en el país y por las condiciones generales de vida del proletariado ruso y así mismo por la experiencia y las tradiciones de su lucha contra la autocracia y la burguesía. Un enorme papel en la educación revolucionaria internacionalista de la clase obrera en los años de la guerra lo desempeñó el partido bolchevique con Lenin al frente. El partido resultó ser el único de todos los partidos socialdemócratas que cumplió con su deber internacionalista. La labor ideológica y organizativa de los bolcheviques en las masas obreras tuvo como resultado el auge de la actividad del proletariado. Las esperanzas de las clases dominantes y del zarismo de socavar los ánimos revolucionarios y el aseguramiento de la “paz social” en el país, no se justificaron. Una prueba de esto lo fue todo el curso del desarrollo del movimiento obrero ruso en los años de la guerra. La guerra sólo detuvo temporalmente el auge revolucionario y condujo a una disminución del movimiento huelguístico. En los combates huelguísticos que se desplegaron con una fuerza especial tan sólo después de un año de iniciada la guerra, el proletariado ruso se educó y se preparó para la revolución. El proletariado ruso permaneció no solo como la clase más revolucionaria sino que también se colocó a la cabeza de la lucha popular contra el imperialismo y el zarismo. 113 CONCLUSIONES La polémica desatada por Lenin continuó aún después de su muerte, algunos políticos, sostienen que la concepción leninista es anacrónica por haber sido desarrollada para la Europa de las guerras y específicamente la de 1914, augurada por Lenin, por lo que, han considerado que su análisis no proporciona respuestas a los problemas actuales. Se debe hacer hincapié, que la obra de Lenin no tiene que responder a cada uno de los problemas actuales, ya que el estudio de éstos requiere de reflexiones e interpretaciones propias de su contexto histórico, por ende, sus aportaciones teóricas permite ubicar analogías de los acontecimientos anteriores y actuales, por lo que mantiene su vigencia en lo esencial el pensamiento marxista, particularmente de Lenin, en lo que se refiere a la naturaleza de los fenómenos beligerantes. En sus escritos acerca del Imperialismo, Lenin se esfuerza por comprender lo nuevo, hace una caracterización del contexto histórico. En la fase superior del capitalismo, como la definió él menciona: se agravan todas las contradicciones, se extienden las luchas, estalla la guerra mundial y se producen las situaciones revolucionarias que desembocan en la guerra civil. El análisis leninista de la guerra ubica a ésta con sus causas y la lucha por evitarla, además de la exigencia de observar, descubrir y utilizar todas las posibilidades de tránsito pacífico de un régimen a otro. Muchos consideraron a Lenin como el que llevaba a la práctica el sistema de Marx, y no sólo fue así, relacionó la teoría y la práctica y lo demostró durante su vida y militancia conduciendo a las masas y al Partido Bolchevique a la victoria. Además de adjudicarle la condición de práctico, le atribuyeron limitaciones espaciales y temporales, como en el caso de que aplicó el marxismo en condiciones geográficas específicas (la Rusia atrasada), en un momento particular de la historia (la Primera Guerra Mundial). No se pueden desconocer los méritos de una persona sólo porque actuó o pensó en un espacio o en un tiempo determinado, las limitaciones geográficas y temporales son inevitables. Una de las enseñanzas de Lenin es que en todo momento del análisis del imperialismo aplicó el método dialéctico, que le permitió comprender los procesos reales, diferenciar un fenómeno concreto de los diversos fenómenos de una época, valorar cada guerra de una forma concreta, tomar no un aspecto de los fenómenos, sino todas sus conexiones y observó más allá de las apariencias para captar la esencia de los fenómenos. 114 La historia no se repite bajo las mismas variables, una constante de ésta, hasta nuestros días, es enmascarar las causas reales de las guerras, en el periodo de la Primera Guerra Mundial, la retórica que se utilizó fue en aras de la defensa de la patria, la libertad y la cultura, la opresión de los pueblos, la lucha contra el militarismo etc., por ambas partes de las potencias beligerantes, pero Lenin vislumbró y confirmó como causas las económicas y políticas. En la medida en que las guerras se prolongan aparecen efectos colaterales tales como; la merma de recursos (humanos, materiales, tecnológicos y económicos), además del despertar consciente de la sociedad que intuye la realidad de la actuación bélica, evidenciando las causas reales de los conflictos. No se puede negar que el marxismo está desacreditado y aún más el leninismo, esto no es casual puesto que está vinculado al desprestigio del socialismo representado por el proyecto de la ex Unión Soviética. En la medida que se derrumbó ese falso socialismo se desacreditó el marxismo y el leninismo que lo inspiraba, y que no fue más que una deformación del pensamiento de ambos. Pero es un hecho que el marxismo-leninismo cuando se le comprende bien se puede rescatar su validez, el mundo actual necesita una transformación de la sociedad, porque el capitalismo de hoy, nos está devorando, nos puede conducir a una nueva barbarie, a la guerra nuclear, si los Estados siguen violando el derecho internacional y la tecnología se pone al servicio del lucro, por lo que ahora están en juego los intereses de la humanidad entera. La guerra puede ser el resultado de una agresión o de la represión de un grupo humano sobre otro, pero la mayoría de los casos es una invención de los grupos en el poder, ya sean líderes o Estados con ambiciones de extender su influencia, apropiarse de recursos ajenos o de mantener e incrementar su stock de recursos prioritarios. Algunos de los argumentos que se utilizan en la actualidad para justificar los actos bélicos se repiten nuevamente, como la defensa de la patria, la lucha por la libertad y la democracia, la defensa por los derechos humanos, el combate al terrorismo, a éstos se agregan el fanatismo religioso, que encubren intereses de carácter geoeconómico y geopolítico. La guerra es, actualmente parte del ciclo de expansión y consolidación de la globalización neoliberal, su objetivo es imponer un nuevo orden internacional unilateral; establecer, por la vía de los hechos, un gobierno de la globalización autoritario. A pesar de los muchos detractores del pasado y presente, de la teoría leninista del imperialismo, a juicio personal concluyó, que esta concepción es aplicable en sus rasgos fundamentales a los sucesos actuales. 115 BIBLIOGRAFÍA Obras de V. I. Lenin LENIN, V. 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Humberto Monteón (inédita) 118 Anexos 119 Anexo I TRATADO DE LA TRIPLE ALIANZA 220 Sus Majestades el emperador de Austria y Rey de Hungría, el Emperador de Alemania, Rey de Prusia, y el Rey de Italia, animados del deseo de aumentar las garantías de la paz general, de fortificar el principio monárquico y de asegurar con ello mismo el mantenimiento intacto del orden social y político en sus estados respectivos, han acordado la conclusión de un tratado que, en virtud de su naturaleza esencialmente conservadora y defensiva, no persigue otro fin que el de precaverles contra los peligros que pudieran amenazar la seguridad de sus estados y la tranquilidad de Europa. Artículo 1. Las Altas Partes contratantes se prometen recíprocamente paz y amistad, y no entrarán en alianza o compromiso alguno dirigido contra cualquiera de sus estados. Las Altas Partes contratantes se comprometen a proceder a un intercambio de ideas acerca de las cuestiones políticas y económicas de carácter general que pudiera sobrevenir, prometiéndose además mutuo apoyo dentro del límite de sus propios intereses. Artículo 2. En caso de que Italia, sin mediar provocación directa por su parte, fuese atacada por Francia por cualquier motivo, las otras dos Partes contratantes estarán dispuestas a prestar a la Parte atacada socorro y ayuda con todas sus fuerzas. La misma obligación incumbirá a Italia en caso de una agresión no directamente provocada de Francia contra Alemania. Artículo 3. Si una o dos de las Altas Partes contratantes, sin provocación directa por su parte, llegasen a ser atacadas y a encontrarse empeñadas en una guerra con dos o más grandes potencias no firmantes del presente tratado, el “casus foderis” se presentará simultáneamente para todas las Altas Partes contratantes. Artículo 4. En el caso de que una gran potencia no firmante del presente tratado amenazase la seguridad de los estados de una de las Altas Partes contratantes y, en razón de ello, la Parte amenazada se viese forzada a hacerle la guerra, las otras dos se obligan a observar con respecto a su aliada una neutralidad benévola [...]. Artículo 5. Si la paz de una de las Altas Partes contratantes viniese a ser amenazada en las circunstancias previstas por los artículos anteriores, las Altas Partes contratantes se pondrán de acuerdo en tiempo útil acerca de las medidas militares a adoptar con miras a una eventual cooperación. Para todo caso de participación común en una guerra, las Altas Partes contratantes se comprometen, desde ya mismo, a no concluir ni armisticio, ni paz, ni tratado sino de común acuerdo entre las tres. Artículo 6. Las Altas Partes contratantes se prometen recíprocamente el secreto, tanto sobre el contenido como sobre la existencia del presente tratado. 220 Ma. Victoria López Cordón Cortezo y José Urbano Martínez Carreras, Leer historia. Análisis y comentarios de textos históricos, Alhambra Mexicana, México, 1996, pp. 273-274 120 Artículo 7. El presente tratado se mantendrá en vigor durante el espacio de cinco años, a partir del día del intercambio de ratificaciones. Artículo 8. Las ratificaciones del presente tratado serán intercambiadas en Viena en el plazo de tres semanas, o antes si fuese posible. Hecho en Viena el día 20 de mayo de 1882. Declaración ministerial El Gobierno Real italiano declara que las estipulaciones del tratado secreto concluido el 20 de mayo de 1882 entre Italia, Austria-Hungría y Alemania no podrán en ningún caso, según ha sido previamente convenido, ser consideradas como dirigidas contra Inglaterra. En fe de lo cual ha sido redactada la presente declaración ministerial, que deberá permanecer igualmente secreta, al objeto de ser intercambiada por las declaraciones idénticas del Gobierno Imperial y Real de Austria-Hungría, y del Gobierno Imperial de Alemania. Roma. 22 de mayo 1882. Primer tratado de la Triple Alianza, en Viena, a 20 de mayo de 1882. 121 Anexo II LOS ACUERDOS FRANCO-RUSOS 221 A) Acuerdo de 1891 M. de Gires, Ministro de Asuntos Extranjeros de Rusia, a M. de Mohrenheim, embajador de Rusia en París. San Petersburgo, agosto 1891. La situación creada en Europa por la manifiesta renovación de la Triple Alianza y la adhesión más o menos probable de la Gran Bretaña a los fines políticos que esta alianza persigue, ha motivado, después de la reciente estancia de M. de Laboulaye aquí, entre el antiguo embajador de Francia y yo, un cambio de ideas orientadas a definir la actitud que, en las circunstancias actuales y ante ciertas eventualidades, podría convenir más acertadamente a nuestros respectivos gobiernos, los cuales, quedando fuera de cualquier liga, no tienen menos sinceros deseos de apoyar el mantenimiento de la paz con las más eficaces garantías. Es por esto que hemos estado animados a formular los dos puntos siguientes: 1) Con el fin de definir y consagrar la Entente cordial que les une, y deseosos de contribuir de común acuerdo al mantenimiento de la paz que forma el objeto de sus votos más sinceros, los dos gobiernos declaran que se concertarán entre sí sobre toda cuestión que ponga en causa la paz general. 2) Para el caso de que esta paz sea puesta efectivamente en peligro y especialmente para el de que una de las dos partes sea amenazada de una agresión, las dos partes convienen en entenderse sobre las medidas a tomar, cuya realización ante tal eventualidad impondría la adopción inmediata y simultánea a los dos gobiernos. Habiendo sometido al Emperador el hecho de este intercambio de ideas, al igual que el texto de las conclusiones que han resultado de ellas, tengo el honor de informaros hoy que S. M. se digna aprobar enteramente estos principios de acuerdo y vería favorablemente su adopción por los gobiernos. Al daros conocimiento de estas disposiciones soberanas, os ruego que las trasladéis al conocimiento del Gobierno francés y me comuniquéis las resoluciones que, por su parte se decidan. B) Convención militar del 18 de agosto de 1892 Francia y Rusia, encontrándose animadas de un mismo deseo de conservar la paz, y no teniendo otro fin que atender las necesidades de una guerra defensiva, provocada por un ataque de las fuerzas de la Triple Alianza contra una y otra de ellas, han convenido las disposiciones siguientes: 1º. Si Francia es atacada por Alemania, o por Italia sostenida por Alemania, Rusia empleará todas sus fuerzas disponibles para atacar a Alemania. Si Rusia es atacada por Alemania, o por Austria, sostenida por Alemania, Francia empleará todas sus fuerzas disponibles para combatir a Alemania. 221 Ibid., pp. 276-277 122 2º. En el caso de que las fuerzas de la Triple Alianza, o de una de las potencias de que forman parte, se movilizarán, Francia y Rusia, ante la primera noticia del hecho, y sin que sea necesario un acuerdo previo, movilizaran inmediata y simultáneamente la totalidad de sus fuerzas, y las trasladarán lo más cerca posible de sus fronteras. 3º. [...] Estas fuerzas se emplearán a fondo, con toda diligencia, de manera que Alemania tenga que luchar a la vez, en el este y el oeste. 4º. Los estados mayores de los ejércitos y de los países se concertarán en todo tiempo para preparar y facilitar la ejecución de las medidas previstas en este acuerdo. Se comunicarán en tiempo de paz todos los informes relativos a los ejércitos de la Triple Alianza que están o llegasen a su conocimiento. 5º. Francia y Rusia no concluirán la paz por separado. 6º. La presente convención tendrá la misma duración que la Triple Alianza. 7º. Todas las cláusulas enumeradas más arriba serán tenidas rigurosamente en secreto. 123 Anexo III TENSIÓN ENTRE AUSTRIA-HUNGRÍA y SERBIA 222 A) De Austria-Hungría a Serbia La historia de estos últimos años, y especialmente los acontecimientos dolorosos del 28 de junio, ha demostrado la existencia en Serbia de un movimiento subversivo cuyo fin es separar de la Monarquía austro-húngara algunas partes de sus territorios. Este movimiento, que ha ido creciendo ante los ojos del gobierno serbio, ha llegado a manifestarse más allá del territorio del reino con actos de terrorismo, con una serie de atentados y de muertes. El gobierno real serbio nada ha hecho para suprimir este movimiento. Ha tolerado la actividad criminal de las diferentes sociedades y asociaciones dirigidas con la Monarquía, el lenguaje desenfrenado de la prensa, la glorificación de los autores de atentados, la participación de oficiales y de funcionarios en los actos subversivos, una propaganda malsana en la opinión pública [...]. El gobierno imperial y real se ve obligado a pedir al gobierno serbio la formulación oficial de que condena la propaganda dirigida contra la Monarquía austro-húngara, es decir, el conjunto de las tendencias que aspiran como último fin a separar de la Monarquía algunos de sus territorios, y que se compromete a suprimir, por todos los medios, esta propaganda criminal y terrorista [...]. El gobierno real serbio debe comprometerse: 1) a suprimir toda publicación que excite al odio y al desprecio de la Monarquía [...]; 2) a disolver inmediatamente la sociedad llamada "Narodna Odbrana"223 y a confiscar todos sus medios de propaganda [. . .]; 3) a eliminar sin demora de la instrucción pública en Serbia [...] todo lo que sirva o pueda servir a fomentar la propaganda contra Austria-Hungría; 4) a separar del servicio militar y de la administración a todos los oficiales y funcionarios culpables de la propaganda contra la Monarquía austro-húngara, de los cuales el gobierno imperial y real se reserva el comunicar los nombres y los hechos al gobierno real; 5) a aceptar la colaboración en Serbia de los órganos del gobierno imperial y real en la supresión del movimiento subversivo dirigido contra la integridad territorial de la Monarquía; 6) a abrir una encuesta judicial contra los participantes en el complot del 28 de junio que se encuentran en territorio serbio. Los órganos delegados por el gobierno imperial y real tomarán parte en las investigaciones correspondientes; 7) a proceder con urgencia al arresto del comandante Voislav Tankositch y de Milan Ciganovitch, empleados del Estado serbio, comprometidos, según los resultados de la 222 223 Ibid., pp. 291-293 “mano negra” 124 instrucción en Sarajevo; 8) a impedir el concurso de las autoridades serbias en el tráfico ilegal de armas y de explosivos a través de la frontera; 9) a dar al gobierno imperial y real explicaciones sobre los propósitos injustificables de los altos funcionarios serbios que no han dudado, después del atentado del 28 de junio, en expresarse de una manera hostil hacia la Monarquía austrohúngara [...]; 10) a advertir, sin demora, al gobierno imperial y real de la ejecución de las medidas comprendidas en los puntos precedentes. El gobierno imperial y real espera la respuesta del gobierno real lo más tarde hasta el sábado 25 de este mes, a las cinco horas de la tarde. B) De Serbia Austria-Hungría El gobierno real serbio se compromete: 1) a introducir [. . .] una disposición en la ley de prensa, por la cual será castigada de la manera más severa la provocación al odio y al desprecio de la Monarquía austro- húngara; 2) el gobierno no posee ninguna prueba [...] de que la sociedad "Narodna Odbrana" y las otras sociedades similares hayan cometido [...] ningún acto criminal [...]. Sin embargo, el gobierno real aceptará la demanda del gobierno imperial y real y disolverá la sociedad "Narodna Odbrana" [...]; 3) a eliminar sin demora de la instrucción pública en Serbia todo lo que sirva o pueda servir a fomentar la propaganda contra Austria-Hungría [...]; 4) el gobierno real acepta [...] separar del servicio militar a aquellos a quienes la encuesta judicial haya probado que son culpables de actos dirigidos contra la integridad del territorio de la Monarquía [...]; 5) el gobierno real debe confesar que no se da cuenta claramente del sentido y del alcance de la demanda del gobierno imperial y real tendente a que Serbia se comprometa a aceptar sobre su territorio la colaboración de los órganos del gobierno imperial y real. Pero declara que aceptará toda colaboración que responda a los principios del derecho internacional y del procedimiento criminal […]; 6) el gobierno real, es obvio, considera su deber abrir una investigación contra aquellos que están o que, eventualmente, hayan estado complicados en el complot […]. En cuanto a la participación en tal encuesta de los agentes de las autoridades austro-húngaras que serían delegadas a este efecto por el gobierno imperial y real, el gobierno real no puede aceptarlo porque esto sería una violación de la Constitución y de la ley sobre el procedimiento criminal [...]; 7) el gobierno real ha procedido, en la tarde misma del envío de la nota, al arresto de [...]; 125 8) el gobierno serbio reforzará y extenderá las medidas tomadas para impedir el tráfico ilícito de armas [...] a través de la frontera; 9) el gobierno real dará de buena gana explicaciones sobre los propósitos que sus funcionarios [...] han tenido después del atentado [...]; 10) el gobierno real informa al gobierno imperial y real de la ejecución de las medidas comprendidas en los puntos precedentes [...]. (El texto A reproduce el ultimátum de Austria-Hungría a Serbia el 23 de julio de 1914, y el B, la inmediata respuesta de Serbia.) 126 Anexo IV EL TRATADO DE VERSALLES 224 Los Estados Unidos de América, el Imperio Británico, Francia, Italia y Japón, potencias designadas en el presente tratado como las principales potencias aliadas y asociadas [...], de una parte, y Alemania, de otra, han convenido las disposiciones siguientes [. ..]. Parte III. Cláusulas políticas europeas Artículo 42. Se prohíbe a Alemania mantener o construir fortificaciones, sea sobre e1 lado izquierdo del Rhin, sea sobre su lado derecho [...]. Artículo 43. Son igualmente prohibidos en la zona definida en el artículo 42, el mantenimiento y la concentración de fuerzas armadas, sea a título permanente, sea a título temporal [...]. Artículo 45. En compensación de la destrucción de las minas de carbón en el N. de Francia [...] [Alemania] cede a Francia la propiedad entera y absoluta de las minas de carbón situadas en el Sarre [...]. Artículo 51. Los territorios cedidos a Alemania en virtud de los preliminares de paz firmados en Versalles el 26 de febrero de 1872 y del Tratado de Francfort de 10 de mayo de 1871, son reintegrados a la soberanía francesa [...] Artículo 80. Alemania reconoce y respetará estrictamente la independencia de Austria [...]. Artículo 81. Alemania reconoce la completa independencia del estado checoeslovaco [...] [y] las fronteras de este Estado tales como serán determinadas por las Potencias aliadas y los Estados interesados [...]. Artículo 87. Alemania reconoce la completa independencia de Polonia [...]. Artículo 100. Alemania renuncia en favor de las principales Potencias aliadas y asociadas a todos los derechos y títulos [...] sobre la ciudad de Dantzig y su territorio [...]. Artículo 102. La ciudad de Dantzig, con su territorio [...] es constituida como ciudad libre y situada bajo la protección de la Sociedad de Naciones [...]. Artículo 116. Alemania reconoce y se compromete a respetar como permanente e inalienable la independencia de los territorios que formaban parte del antiguo Imperio de Rusia el 1 de agosto de 1914 [...]. 224 Ibid., pp. 305-307 127 Parte IV. Derechos e intereses alemanes fuera de Alemania Artículo 119. Alemania renuncia, en favor de las principales Potencias aliadas y asociadas, a todos sus derechos y títulos sobre sus posesiones de ultramar [...] Parte V. Cláusulas militares, navales y aéreas Artículo 160. El ejército alemán [...] será destinado exclusivamente al mantenimiento del orden sobre el territorio y a policía de fronteras [...]. Artículo 162. El Gran Estado Mayor alemán y cualesquiera otras formaciones similares serán disueltas y no podrán ser reconstituidas bajo ninguna forma [...]. Artículo 168. La fabricación de armas, municiones y material de guerra [...] no podrá ser efectuada más que en las fábricas cuyo emplazamiento sea puesto en conocimiento y sometido a la aprobación de los gobiernos de las principales Potencias aliadas [...]. Artículo 171. Son igualmente prohibidas la fabricación y la importación en Alemania de carros blindados, tanques o cualquier otro ingenio similar que pueda servir a fines bélicos [...]. Artículo 173. Todo servicio militar obligatorio será abolido en Alemania. El ejército alemán sólo podrá ser constituido y reclutado por vía de incorporaciones voluntarias […]. Artículo 177. Los establecimientos de enseñanza, las universidades, las sociedades de antiguos militares, las asociaciones de tiro, deportivas o de turismo, y de una manera general las asociaciones de cualquier naturaleza [...] no deberán ocuparse de ninguna cuestión militar […]. Artículo 203. Todas estas cláusulas militares, navales y aéreas [...] serán ejecutadas por Alemania bajo control de Comisiones interaliadas [...]. Parte VII. Sanciones Artículo 227. Las Potencias aliadas y asociadas ponen en acusación pública a Guillermo II de Hohenzollern, ex-emperador de Alemania, por ofensa suprema contra la moral internacional y la autoridad sagrada de los tratados [...]. Artículo 228. El Gobierno alemán reconoce a las Potencias aliadas y asociadas la libertad de mandar comparecer ante sus propios tribunales militares a las personas acusadas de haber cometido actos contrarios a las leyes y costumbres de la guerra [...]. El Gobierno alemán deberá entregar a las Potencias aliadas y asociadas, o a aquella entre éstas que le dirija la demanda, a todas aquellas personas que, habiendo sido acusadas de haber cometido un acto contrario a las leyes y costumbres de la guerra, le sean designadas, ya sea nominalmente, ya por el grado, función o empleo al que estas personas hubieran sido asignadas por las autoridades alemanas. 128 Parte VIII. Reparaciones Artículo 231. Los Gobiernos aliados y asociados declaran y Alemania reconoce que Alemania y sus aliados son responsables por haberlas causado, de todas las pérdidas y de todos los daños sufridos por los Gobiernos aliados y sus naciones como consecuencia de la guerra, que les ha sido impuesta por la agresión de Alemania y de sus aliados. Artículo 232. Los Gobiernos aliados y asociados exigen [...] y Alemania adquiere el compromiso, de que sean reparados todos los daños causados a la población civil de las potencias aliadas y asociadas, y a sus bienes [...]. Artículo 233. El importe total de los susodichos perjuicios, por los cuales es debida una indemnización por parte de Alemania, será fijado por una Comisión interaliada [...]; las conclusiones determinadas al respecto serán redactadas y notificadas al Gobierno alemán el 1 de mayo de 1921 lo más tarde, representando la totalidad de sus obligaciones [...] Artículo 234. La Comisión de indemnizaciones deberá, después del 1 de mayo de 1921, estudiar de vez en cuando los recursos y la capacidad de Alemania, y tras haber dado a los representantes de este país la equitativa facultad e hacerse escuchar, tendrá todos los poderes para ampliar el periodo y para modificar las formas de pago [...]. Parte X. Cláusulas económicas Artículo 264. Alemania se compromete a no someter las mercancías, productos naturales o fabricados de cualquiera de los Estados aliados o asociados, importados a territorio alemán, fuere cual fuere el lugar de donde llegaren, a derechos o cargas, comprendidos los impuestos internos, diferentes o más elevados que aquellos a que m sometidas las mercancías, productos naturales o fabricados de otro cualquiera de los susodichos estados o de cualquier otro país extranjero [...]. Artículo 267. Todo favor, inmunidad o privilegio concerniente a la importación, la exportación o el tránsito de mercancías que sea concedido por Alemania a cualquiera de los estados aliados o asociados o a otro país extranjero cualquiera, será simultánea e incondicionalmente [...] extendido a todos los Estados aliados y asociados [...]. Parte XII. Puertos, vías de agua y vías férreas Artículo 321. Alemania se compromete a acordar la libertad de tránsito a través de su territorio sobre las vías más apropiadas al tránsito internacional [...] a las personas mercancías, navíos, vagones y servicios postales provenientes o con destino a los territorios de cualquiera de las potencias aliadas y asociadas [...] 129 Parte XIV. Garantías de ejecución Artículo 428. A título de garantía de la ejecución por parte de Alemania del presente Tratado, los territorios alemanes situados al Oeste del Rhin, junto con las cabezas de puente, serán ocupados por las tropas de las potencias aliadas y asociadas durante un periodo de quince años [...]. Parte XV. Cláusulas diversas Artículo 434. Alemania se compromete a reconocer el pleno valor de los Tratados de Paz y Convenciones adicionales que serán concluidos [...] con las potencias que han combatido junto a Alemania [...] y a reconocer a los nuevos Estados en las fronteras que les serán fijadas [...]. Tratado de Versalles, junio de 1919. 130