View/Open - Instituto Politécnico Nacional

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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
COORDINACIÓN GENERAL DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN
CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
“METODOLOGÍA LENINISTA PARA EL ESTUDIO DE LA PRIMERA GUERRA
MUNDIAL”
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QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
M A E S T R A E N C I E N C I A S
EN METODOLOGÍA DE LA CIENCIA
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A:
LAURA HERNÁNDEZ LEÓN
D IRECTOR : D R . HUMBERTO MONTEÓN GONZÁLEZ
México, D.F.
Mayo de 2004
Reconocimientos
Al Instituto Politécnico Nacional, que me permitió a través de su proyecto académico,
iniciar y concluir satisfactoriamente mis estudios de maestría.
Al CIECAS, que me proporcionó las facilidades para lograr mi objetivo.
A la Escuela Superior de Economía, que por medio de sus políticas académicas, me
otorgó en todo momento los medios para mi desarrollo profesional.
Al M. en C. Ricardo G. Acosta Reyes, director de la ESE, gracias por su disposición
que en todo momento me brindó.
Al Lic. Jorge Chinchillas Chávez, subdirector académico de la ESE, mi
agradecimiento por su apoyo y comprensión.
Al Dr. Humberto Monteón González, mi más eterna gratitud por trasmitirme su
conocimiento y guiarme con su singular paciencia, por su espontaneidad, coherencia y
agudeza de pensamiento que lo hacen ser un gran hombre.
A la Dra. Alicia Bazarte Martínez, mi reconocimiento a su talento y gran sentido
humanitario, gracias por tus palabras que siempre me alentaron.
A la M. en C. Gabriela Riquelme Alcantar, mi admiración por tu profesionalismo y
solidaridad.
A las mujeres de mi vida Julieta, Tere y July que siempre han compartido los
momentos gratos y difíciles de mi sendero, les agradezco su tolerancia y apoyo
incondicional, ya que sin ustedes mi camino estaría lleno de abrojos.
A Kiria, por la claridad de su pensamiento y paciencia para trasmitirme sus
conocimientos, gracias por tu ayuda que fue invaluable en este trabajo.
A Cynthia, gracias por los pequeños detalles, que son las grandes cosas de la vida.
A mis amigos, por su lealtad y amistad.
Índice
Glosario ………………………………………………………………………. 2
Resumen-Abstract ……………………………………………………………..8
Introducción …………………………………………………………………..9
La Guerra …………………………………………………………………12
I.
1.1
La guerra, según Carl von Clausewitz ….……………………………..15
La Guerra en la Historia …………………………………………………24
II.
2.1
Edad Antigua …………………………………………………………. 26
2.2
Edad Media …………………………………………………………… 28
2.3
Edad Moderna ……………………………………………………........ 30
2.4
Edad Contemporánea …………………………………………………. 33
2.4.1 El Imperialismo ………………………………………………………. 39
2.4.2 Alianzas Internacionales ……………………………………………… 45
2.4.3 Primera Guerra Mundial ……………………………………………… 49
III.
V. I. Lenin ante la Primera Guerra Mundial
3.1
Semblanza de Vladímir Ilich Ulíanov, Lenin
………………………... 56
3.2
Antecedentes de la Teoría del Imperialismo ……………………………72
3.3
Interpretación leninista del Imperialismo .……………………………...74
3.4
El imperialismo: tiempo de guerra …………………………..………..84
3.5
El movimiento obrero ruso 1914-1917………………………………… 99
Conclusiones…………………………………………………………………114
Bibliografía ………………………………………………………………....116
Anexos
I.
Tratado de la Triple Alianza …………………………………………120
II.
Los Acuerdos Franco-Rusos …………………………………………122
III.
Tensión entre Austria-Hungría y Serbia ……………………………124
IV.
Tratado de Versalles …………………………………………………127
GLOSARIO
Bernsteinianismo
Corriente en la socialdemocracia alemana e internacional que surgió a fines del siglo XIX en
Alemania y debe su nombre al socialdemócrata alemán Eduardo Bernstein. De 1896 a 1898
publicó en la revista Die Neue Zeit (Tiempos nuevos), órgano teórico de la socialdemocracia
alemana, una serie de artículos con el título general de Problemas del Socialismo. Con una
postura de “libertad de crítica”, intentó revisar en ellos las bases filosóficas, económicas y
políticas del marxismo y sustituirlas con teorías que propugnaban la reconciliación de las
contradicciones entre las clases y la colaboración de las clases. Las ideas de Bernstein fueron
apoyadas por el ala derecha de la socialdemocracia alemana y por elementos de otros partidos
de la II Internacional.
Buró Socialista Internacional (BSI)
Órgano permanente informativo y ejecutivo de la II Internacional. El acuerdo de fundarlo se
adoptó en el Congreso de París de la II Internacional (1900). Tenía su sede en Bruselas. Lo
integraban dos delegados por cada partido nacional. Debía reunirse cuatro veces al año, y en
los periodos que mediaban entre reunión y reunión, sus labores las dirigía, a título de misión
encomendada, el Comité Ejecutivo del Partido Obrero Belga. Desde 1905 formaba parte de él
V. I. Lenin en representación del POSDR. La última reunión del BSI se celebró en Bruselas el
29 de julio de 1914 con motivo de la declaración de la guerra de Austria-Hungría a Serbia.
Cártel
Asociación capitalista basada en un acuerdo sobre distribución de mercados, precios únicos,
reparto de materias primas, condiciones de contratación de mano de obra, unidad de cálculo
de ganancias, limitación de la producción y establecimiento de una cuota, para cada uno de
los integrantes del cártel, en la producción y la venta. La característica de los cárteles sin
importar su perfil, es la conservación de la autonomía productiva, comercial y jurídica de
todos sus componentes.
2
Comuna de París de 1871
Primera experiencia, conocida en la historia, de dictadura del proletariado, de gobierno
revolucionario de la clase obrera, creado por la revolución proletaria en París. Existió setenta
y dos días, desde el 18 de marzo hasta el 28 de mayo de 1871.
Consorcio
Constituye un complejo de empresas heterogéneas tanto en la esfera de la producción como
en la del comercio, los bancos, las compañías de seguros y de transportes que se encuentran
bajo el control de un grupo financiero. Las empresas integrantes de un consorcio conservan su
independencia productora, comercial y jurídica, pero se hallan ligadas entre sí por una
interdependencia financiera. Es una forma superior de asociación monopolista, crea las
premisas para establecer el dominio de los más grandes capitalistas en la vida económica y
política de un país.
Cuádruple Entente
Alianza imperialista de Inglaterra, Francia, Rusia e Italia resultante de la incorporación de esta
última a la Entente en 1915.
Duma de Estado
Formalmente, la Duma de estado era un órgano legislativo; pero, de hecho, no tenía ningún
poder real. La primera Duma de Estado (abril-julio de 1906), y la segunda también (febrerojunio de 1907), fueron disueltas por el gobierno zarista. Tras de dar el 3 de junio de 1907 un
golpe de estado, el gobierno promulgó una nueva ley electoral que restringía más aún los
derechos de los obreros, de los campesinos y de la pequeña burguesía urbana y garantizaba la
dominación completa del bloque de los terratenientes y los grandes capitalistas en la tercera
(1907- 1912) y cuarta (1912-1917) Dumas. Las elecciones a la cuarta Duma se celebraron en
el otoño de 1912. Para privar a la clase obrera de representación, el gobierno puso todos los
obstáculos posibles a la elección de sus diputados y persiguió a los obreros de vanguardia.
Economismo
Tendencia de la socialdemocracia rusa de fines del siglo XIX y comienzos del XX. Los
“economistas” limitaban las tareas de la clase obrera a la lucha económica por el aumento de
los salarios, por la mejora de las condiciones de trabajo, etc., afirmando que la lucha política
era cosa de la burguesía liberal, sostenían que el partido debe limitarse a contemplar el
3
proceso espontáneo del movimiento y sólo registrar los acontecimientos; restaban importancia
a la teoría revolucionaria y afirmaban que la ideología socialista puede surgir del movimiento
obrero espontáneo. Los “economistas” se oponían a la creación de un partido centralizado de
la clase obrera.
Emancipación del Trabajo
Primer grupo marxista ruso fundado por J. Plejánov en Suiza en 1883. Este grupo realizó una
gran labor de propaganda del marxismo en Rusia y asestó un rudo golpe al populismo. Los
dos proyectos de programa de los socialdemócratas rusos (1883 y 1885), escritos por Plejánov
y editados por el Grupo Emancipación del Trabajo, fueron un importante paso en la
preparación y fundación del partido socialdemócrata de Rusia. Sin embargo, el grupo no
estuvo ligado con el movimiento obrero práctico en Rusia. Lenin decía del Grupo
Emancipación del Trabajo no había hecho sino “fundar la socialdemocracia en teoría y dar el
primer paso al encuentro del movimiento obrero” y sobreestimaban la función de la burguesía
liberal y subestimaban el papel revolucionario del campesinado y la importancia de la alianza
del proletariado y los campesinos para la victoria sobre el zarismo. En el II Congreso del
POSDR, celebrado en agosto de 1903, el grupo se declaró disuelto.
Eseristas (socialistas-revolucionarios)
Partido político formado en Rusia a fines de 1901 y comienzos de 1902 como consecuencia
de la unificación de diversos grupos y círculos populistas. Los eseristas se llamaban
socialistas pero no veían las diferencias de clase existentes entre el proletariado y el
campesinado y rechazaban el papel dirigente del proletariado en la revolución. El método
principal de su lucha que aplicaban contra el zarismo era el terrorismo individual. Al ser
derrotada la primera revolución rusa de 1905-1907, el partido de los eseristas sufrió una
crisis; sus dirigentes abjuraron prácticamente de la lucha revolucionaria contra el zarismo.
Derrocado éste en febrero de 1917, los líderes de los eseristas formaron parte del Gobierno
Provisional; después de la Revolución Socialista de octubre lucharon activamente contra el
Poder soviético.
Iskra (La Chispa)
Primer periódico marxista clandestino de toda Rusia que fue fundado por Lenin durante su
exilio en diciembre de 1900 y enviado en secreto a territorio ruso. Desempeñó un importante
papel en la cohesión ideológica de los socialdemócratas después de la escisión del partido en
4
bolcheviques y mencheviques. En el II Congreso del POSDR (1903), Iskra pasó a manos de
los mencheviques y a partir de entonces se le denominó “Nueva Iskra”.
La paz de Brest Litovsk
Fue concertada entre la Rusia Soviética y los países del bloque germano (Alemania, AustriaHungría, Bulgaria y Turquía) en Brest Litovsk el 3 de marzo de 1918 en condiciones muy
onerosas para la Rusia Soviética. Después de la victoria de la revolución en Alemania, la cual
derrocó la monarquía el 13 de noviembre de 1918, el Estado soviético anuló este tratado.
La paz de Versalles
Tratado que la Entente impuso a Alemania, derrotada en la Primera Guerra de 1914-1918; fue
firmado el 28 de junio de 1919 en Versalles (Francia).
Liquidadores
Corriente dentro del POSDR que después de haber sido derrotada la revolución de 1905-1907,
exigió la liquidación del partido. Exhortaba a los obreros a poner fin a la lucha contra el
zarismo y se proponía celebrar un “congreso obrero” sin filiación política para constituir en él
un “amplio partido obrero” que se dedicase exclusivamente a las actividades legales
autorizadas por el gobierno zarista. La Conferencia de Praga del POSDR, celebrada el 6 de
enero de 1912, expulsó a los afiliados a esta corriente.
Mencheviques
Partidarios de la corriente oportunista de la socialdemocracia rusa. En las elecciones de los
organismos centrales del partido, en el II Congreso del POSDR, celebrado en 1903, los
socialdemócratas
revolucionarios,
encabezados
por
Lenin,
obtuvieron
la
mayoría
(“bolshinstvó”, y de ahí su denominación de “bolcheviques”), y los que no acordaban con la
postura de Lenin quedaron en minoría (“menshinstvó”, y de ahí su dominación de
“mencheviques”). Durante la revolución de 1905-1907, los mencheviques se pronunciaron
contra la hegemonía del proletariado en la revolución y contra la alianza de la clase obrera y
los campesinos, exigiendo un entendimiento con la burguesía liberal. Durante la reacción que
siguió a la derrota de la revolución de 1905-1907, la mayoría de los mencheviques reclamó la
liquidación del partido revolucionario ilegal de la clase obrera, por lo que les llamaron
liquidadores. En los años de la primera guerra mundial de 1914-1918, los mencheviques
mantuvieron una posición social chovinista.
5
Después del triunfo de la Revolución democrática burguesa de febrero de 1917, los
mencheviques entraron junto con los eseristas en el Gobierno Provisional y apoyaron su
política imperialista e impugnaron la revolución socialista que se avecinaba.
Otzovismo (de la palabra “otozvat”, revocar, retirar)
Corriente que surge entre una parte de los bolcheviques después de la derrota de la revolución
de 1905-1907. Los otzovistas exigían que se revocara a los diputados socialdemócratas de la
III Duma de Estado y se dejara de trabajar en las organizaciones legales. Declarando que,
dada la reacción, el partido debía realizar únicamente labor clandestina, los otzovistas se
negaban a participar en la Duma, en los sindicatos obreros, en las cooperativas y en otras
organizaciones legales y semilegales de masas; creían necesario concentrar todo el trabajo del
partido en el seno de la organización ilegal.
Populismo
Corriente dentro del movimiento revolucionario ruso surgido en los años 60-70 del siglo XIX.
Los populistas propugnaban por el derrocamiento de la autocracia y la entrega de la tierra de
los latifundistas a los campesinos. Negaban que se hubiesen desarrollado las relaciones
capitalistas en Rusia y, de conformidad con ello, consideraban que la principal fuerza
revolucionaria era el campesinado, y no el proletariado; veían en la comunidad rural un
embrión del socialismo. Afirmaban que la historia la hacen los grandes hombres, los “héroes”.
Deseosos de alzar a los campesinos a la lucha contra la autocracia, los populistas iban a las
aldeas, “al pueblo” (y de ahí su denominación). El populismo atravesó varias etapas,
evolucionando de la democracia revolucionaria al liberalismo.
Pravda (La Verdad)
Diario bolchevique legalizado, era un periódico obrero para las masas, fue fundado por Lenin
y publicado en San Petersburgo desde el 5 de mayo de 1912, éste lo dirigía desde el
extranjero, escribía casi todos los días para el diario y daba indicaciones a la redacción.
Pravda sufría constantes persecuciones de la policía y fue clausurado por el gobierno zarista
antes de comenzar la primera guerra mundial, reanudó su publicación después de la
revolución de febrero de 1917.
6
II Internacional
Unión internacional de partidos socialistas, fundada en 1889. Cuando comenzó la guerra
imperialista mundial de 1914-1918, la mayoría de los líderes de la II Internacional salieron
abiertamente en defensa de la política imperialista de los gobiernos de sus respectivos países.
Triple Alianza
Bloque militar de Alemania, Austria-Hungría e Italia formado entre 1879 y 1882. El tratado
de la Triple Alianza estipulaba acciones conjuntas de sus participantes y estaba formada
principalmente contra Rusia y Francia. Italia, que dependía en el aspecto financiero de
Inglaterra, entró en la Triple Alianza, haciendo salvedad de que cumpliría los compromisos
contraídos en caso de que Inglaterra no se encontrase entre los enemigos de la Alianza. Al
empezar la Primera Guerra Mundial Italia se declaró neutral, y en mayo de 1915 pasó al lado
de la Entente y entró en guerra con sus ex aliados, dejando de existir por tanto la Triple
Alianza.
Triple Entente
Bloque militar de Inglaterra, Francia y Rusia fraguado definitivamente en 1907 como
contrapeso a la Triple Alianza imperialista de Alemania, Austria-Hungría e Italia. La
formación de la Entente estuvo precedida de la alianza franco-rusa de 1891-1893 y el
convenio anglo-francés de 1904. La formación de la Entente culminó con la firma del tratado
anglo-ruso de 1907. Durante la guerra imperialista mundial, a la alianza política y militar de
Inglaterra, Francia y Rusia se sumaron los Estados Unidos, el Japón, Italia y otros estados.
Trust
Alianza de capitalistas cuyos componentes pierden por completo su independencia
productiva, comercial y jurídica, convirtiéndose en socios poseedores de acciones según el
valor de sus empresas. El trust es encabezado por una compañía especialmente constituida
(llamada holding company) o por una de las mayores empresas que forman parte de él. La
dirección regula la producción, determina las condiciones de venta y los precios, decide la
distribución de beneficios, etc.
7
Resumen
La guerra es un fenómeno social multifacético, que generalmente se enmascara con discursos
que ocultan las causas reales que les provocan; su abordaje desde una perspectiva histórica
nos permite conocer estos fenómenos.
En el presente trabajo se analiza la Primera Guerra Mundial la cual fue inevitable
según lo demostró científicamente V. I. Lenin quien partió del método de la dialéctica
marxista para desentrañar los fenómenos históricos en su complejidad y devenir.
Se sostiene que son vigentes algunos aspectos centrales de la teoría leninista del
imperialismo para comprender un fenómeno tan complejo como es la guerra.
Abstract
War is considered like a multifaceted social movement, that is generally behind discourses
which hide the real causes of it; started it’s studies from a historical point of view, let’ us
know much more about the war.
This thesis is supported in the First Word War, which according to Lenin’s mind, who
scientifically has showed that the First Word War was really difficult to avoid, started
studying it through the dialectic Marxist’s method, in order to get it to the bottom, to know
about the complexity and the transformation of this historical movement.
It is still said, that some of the central aspects from the imperialism Lenin’s theory are
still alive in order to understand the complexity of any movement, like the war.
8
INTRODUCCIÓN
En nuestro tiempo, escuchar o leer sobre la guerra en los medios de comunicación resulta ser
lo más común, pues no existe periódico, noticiario de radio o televisión que no contengan en
su espacio un altísimo porcentaje de noticias de contenido bélico; este acontecer requiere ser
analizado y nos habla de cuán significativo es el problema bélico en la actualidad, es de vital
importancia estar conscientes del impacto que tiene la guerra, en todos los ámbitos de nuestra
existencia.
En el mundo actual no se conoce un periodo sostenido de paz, la guerra ha estado y
está presente desde siempre −incesantemente y de manera indefectible−; varias teorías bélicas
afirman que la guerra pertenece al ámbito de la necesidad de nuestro mundo, como si ésta
fuese una forma de manifestación de la naturaleza humana. Por tanto, parece que el estudio
del problema de lo bélico brinda, en gran medida, un esclarecimiento a la percepción de
nuestro mundo y de nuestra historia, de ahí el interés de conocer el pasado de este fenómeno
social, para comprender mejor el presente del mismo.
Después de la guerra, le sigue un periodo de paz en que se gozan y aprovechan los
logros perseguidos por ella, no obstante, las características de las guerras se tornan diversas y
su estudio requiere de un análisis estructural, que acorde a su tiempo y espacio, proporcionen
elementos que contribuyan a la dilucidación de los acontecimientos actuales.
Entre las variantes que se anexan a los sucesos de nuestro tiempo, se incorpora la
tecnología que incluye nuevos métodos bélicos y la intervención activa del cuarto poder, que
se conforma por los medios de comunicación, donde sobresale la industria televisiva, que por
su alcance, transmite juicios hechos sin más repercusión que el entretenimiento o la
indiferencia.
Se requiere, entonces, del desarrollo de la conciencia social sobre las repercusiones
colaterales que afectan incluso a las latitudes más apartadas (con relación al área geográfica
en que se presenta), empero, para lograrlo es indispensable partir del análisis, contemplando
los fenómenos que han marcado el curso histórico del orbe.
Un parteaguas en este plano es la primera guerra de intervención mundial que
materializa una fase controversial del sistema capitalista que es el imperialismo; que bajo el
razonamiento de algunos pensadores, no abarca el fenómeno en su totalidad.
Sin embargo, a consideración particular, quien logra el desarrollo cabal del tema es
Vladímir Ilich Lenin: político, teórico prolífico y por demás polémico, por lo tanto, se recurre
9
a su aportación, para el desarrollo de esta investigación intitulada: “Metodología Leninista
para el estudio de la Primera Guerra Mundial”, que persigue el objetivo de mostrar de manera
específica, los antecedentes que desencadenan el primer conflicto bélico mundial que integra
intereses políticos y económicos, vistiendo las formas que dicta el imperialismo y que hoy
tiene vigencia.
La hipótesis que sostiene esta investigación se fundamenta en que las tesis centrales de
V. I. Lenin mantienen su vigencia en el fenómeno de la guerra, se asevera que en los albores
del siglo XXI, el imperialismo ─en sus distintas expresiones, alianzas y contradicciones
internas─ está presente y se ha convertido en un mega poder de carácter político militar, a
través de la potencia que ostenta el liderazgo mundial, con el respaldo abierto de algunas
naciones desarrollas y subdesarrolladas, que avalan o se ajustan a sus disposiciones.
La estructura de este trabajo consta de tres capítulos. El primer capítulo, contempla
las diversas concepciones de la guerra y su relación con algunas ciencias sociales, con la
finalidad de profundizar en el fenómeno de la guerra fue necesario retomar una de las teorías
más agudas acerca de ésta. Considerado como uno de los teóricos más importantes de la
guerra, Carl von Clausewitz develó su naturaleza y peculiaridades. El pensamiento lógico de
este autor nos induce a la reflexión del fenómeno social de la guerra y sus interrelaciones.
Clausewitz escribió: “La guerra de una comunidad ─guerra de naciones enteras y
particularmente de naciones civilizadas─ surge de una circunstancia política, y se pone de
manifiesto por un motivo político. Por lo tanto, es un acto político”.1
La importancia de este autor radica, en que pensadores como Marx y Engels,
retomaron algunos de sus enfoques. Lenin por su parte, al estudiarlo con mayor profundidad,
comparte su punto de vista referente a la «política del estado», es decir, la política burguesa,
donde la esencia de la política pasa de la esfera de las naciones a los conflictos sociales, y
paralelamente a la teoría de la guerra nacional va surgiendo gradualmente una teoría de la
guerra civil. La relación de ambas teorías convirtió a Lenin en su primer analista.
El segundo capítulo, contiene una revisión histórica de las guerras más representativas
hasta llegar a la Primera Guerra Mundial, por lo que se observa como es que en la historia de
la humanidad se entrelazan permanentemente el poder político y económico, como causas que
originan las guerras, aunque en ciertas épocas el factor religioso enmascaró las verdaderas
causas.
1
Carl von Clausewitz, De la Guerra, Editorial Labor, Barcelona, 1976, p. 57
10
El tercer capítulo, hace referencia a los temas que constituyen la esencia de la investigación,
dada la naturaleza de ésta, se aborda la vida y obra de Vladímir Ilich Lenin, por la importancia
que reviste conocer su formación teórica y revolucionaria.
Dentro de este apartado, se mencionan los principales exponentes de la teoría del
imperialismo y la forma en que Lenin desarrolla ésta. En su obra El imperialismo, fase
superior del capitalismo, desbroza la nueva etapa del desarrollo capitalista y constata los
nexos entre el imperialismo y la guerra.
Lenin −al utilizar el método dialéctico marxista− profundiza y logra un análisis
concreto de cada situación histórica particular. Distingue los elementos que confluyeron en la
gran conflagración de 1914-1918.
También se incluyen las reflexiones que elaboró Lenin con respecto a las diversas
guerras y las consignas que formuló acerca de militarismo que estaban desarrollando las
grandes potencias y que desembocarían en la Primera Guerra Mundial.
Por último se alude a la situación que prevaleció en la Rusia zarista y la crisis que
provocó la guerra en el socialismo internacional al acentuar la lucha de las corrientes
ideológicas en el movimiento obrero.
Con las consideraciones que emanan de la investigación y que contribuyen al estudio
del fenómeno de la guerra, se incluyen anexos sobre los tratados militares que establecieron
las grandes potencias europeas desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Es relevante mencionar, que para esta investigación se utilizaron los trabajos
traducidos del ruso al español (inéditos) del Dr. Humberto Monteón González, de los
prólogos de las Obras Completas de V. I. Lenin, de la 5ª. Edición preparada por el Instituto de
Marxismo-leninismo, de la URSS.
Así como distintas ediciones de las obras completas y escogidas de V. I. Lenin; se
estudiaron los trabajos referentes a la guerra de destacados dirigentes de la socialdemocracia
europea como Plejánov, Mártov entre otros y se sistematizaron los enfoques y planteamientos
de estudiosos de estos temas como Alonso Aguilar, Georgui Rudenko, I. I. Mintz, S. V.
Tiutiukin y Humberto Monteón.
11
I. LA GUERRA
Desde los más remotos tiempos hasta la época actual, la guerra ha sido preocupación
constante para los hombres, no existe un solo periodo en la Historia que esté libre por
completo de guerras, los conflictos forman parte de la realidad social y de la condición
humana y negar su existencia es negar la realidad.
La guerra es una conjunción de elementos en donde el intelecto humano tiene un lugar
preponderante, los actos relacionados con la guerra son múltiples y muy variados, ya que para
hacer la guerra o participar en ella se requieren diversas actividades del hombre, es por esto
que la guerra es estudiada desde diferentes ciencias.
Filosofía. El filósofo presocrático del devenir, Heráclito de Efeso, pensaba que la
naturaleza de todas las cosas, y por tanto del hombre, es una constante transición, una guerra
constante de los opuestos. Para éste filósofo el mundo es movimiento y sólo puede haber
movimiento si existe la desigualdad; así bien, Heráclito afirmaba: “la guerra es la madre de
todas las cosas”.2
El filósofo Emmanuel Kant desarrolló una doctrina acerca de la necesidad de la paz
eterna, estimaba que el desarrollo del comercio y la comunicación internacionales era
mutuamente ventajoso para los distintos estados, siendo propicio para el establecimiento y
preservación de la paz. Con su obra La paz perpetua es precursor de la Liga de las Naciones,
plantea un argumento sobre la paz duradera, renuncia a la defensa nacional y al uso de las
armas.3 Para él la guerra es un impedimento para el desarrollo de la humanidad y el logro de
la Paz Perpetua.
Hegel por su parte pensaba que las guerras están destinadas a impedir que los pueblos
lleguen a ser esclavos de la vida. El Espíritu da la guerra a los pueblos para hacerles sentir que
su verdadero dueño es la muerte, es decir su propia extinción.4
El filósofo alemán Fichte pensaba, con un acento altamente nacionalista, que la guerra
es positiva cuando lleva un sentido de libertad y progreso del ser humano, sin embargo una
guerra de esta naturaleza sólo es posible ser llevada a cabo por los alemanes que, según
Fichte, son la raza superior.5
2
Ramón Xirau, Introducción a la Historia de la Filosofía, UNAM, México, 1990, pp. 27-28
Antonio Saucedo López, El Derecho de la Guerra, Editorial Trillas, México, 1998, pp. 46-47
4
Jean Touchard, Historia de las ideas políticas, Editorial Rei, México, 1990, p. 392
5
Ibid., p. 384
3
12
Historia. Heródoto, considerado como padre de la Historia, fue autor de la primera gran
descripción del mundo antiguo, contribuyó al conocimiento de una de las más importantes
civilizaciones de todos los tiempos la Grecia clásica, sus Historias constituyen la fuente
principal para el estudio de las guerras médicas y de los pueblos que participaron en ellas, el
historiador Tucídides expuso las causas próximas y remotas de los conflictos, analiza la
guerra del Peloponeso.
Política. La política como una ciencia influye en la guerra, el tratado militar más
antiguo sobre la guerra es de SunTzu, teórico militar chino del s. VI a. J. C., según el cual la
guerra era parte integrante del poder político de esa época. Sun Tzu dijo: “La guerra es asunto
de importancia vital para el estado, la provincia de la vida o de la muerte; el camino a la
supervivencia o a la ruina. Es forzoso estudiarla a fondo”.6
En el pensamiento de Maquiavelo se encuentra la unión que existe entre la idea
política y su necesaria fuerza militar, sus obras El príncipe y El arte de la guerra representan
la búsqueda de un hombre militar y político que posea ambas aptitudes, para Maquiavelo es
necesario que un estado tenga un ejército para sobrevivir. Algunos tratadistas lo consideran
como el precedente de Clausewitz y de Napoleón.7
El tratado De la guerra de Carl von Clausewitz, es una de las grandes obras del
pensamiento militar, sus aportaciones principales se encuadran en la concepción profunda del
fenómeno de la guerra, su trascendencia figura en el campo político y militar.
Clausewitz escribió: “La guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero
instrumento político, una continuación de la actividad política, una realización de la misma
por otros medios”.8
Economía. La economía tiene una gran importancia en la guerra, varios fenómenos
económicos influyen en una posición beligerante. Se menciona que el mercantilismo es
responsable directo de innumerables guerras que devastaron Europa desde el siglo XVII hasta
principios del siglo XIX, la política mercantilista impuso prohibiciones, primas a la
exportación, reglamentaciones, guerra comercial continua y conflictos armados interminables.
Algunos fisiócratas pugnaban por un pacifismo permanente, su pensamiento se
manifestó por una paz universal y un sentimiento cosmopolita, la causa de todos los
problemas era la violación de las leyes naturales, por lo tanto la armonía universal es el
resultado del orden natural, consideraron al comercio como fuente eterna de paz.
6
Sun Tzu, El Arte de la Guerra, Ediciones Coyoacán, México, 1994, p. 69
Antonio Martínez Teixidó, Enciclopedia del Arte de la Guerra, Editorial Planeta, Barcelona, 2001, p. 154
8
Carl von Clausewitz, De la Guerra, Op cit., p. 58
7
13
El liberalismo se dividió en dos corrientes: la inglesa y la francesa, en la primera algunos
consideraron que los países debían armarse, pero que deben evitarse las guerras, ya que en
éstas los vencedores y los vencidos pierden, aunque se obtengan grandes beneficios de los
vencidos. Por su parte el liberalismo francés pugnaba por la paz, el desarme militar y que el
comercio no requería protección naval. Sustituyen la oración “la guerra alimenta a la guerra”,
por la máxima: “la guerra matará a la guerra”, a la vez claman por una organización
internacional de la paz.9
Marx y Engels mostraron que las guerras son propias de las sociedades divididas en
clases antagónicas y están condicionadas por la propiedad privada y la política de las clases
dominantes, el marxismo dio la explicación científica de la guerra.
El marxismo distingue dos tipos de guerra: las injustas son la continuación de la
política de las clases explotadoras, las guerras justas persiguen liberar al pueblo de la opresión
de clase y nacional.10
Derecho. La ciencia jurídica se relaciona con la guerra, las normas regulan y encauzan
su existencia, desde sus principios hasta sus fines, éstas se encuentran contenidas en leyes,
tratados internacionales, convenciones, principios generales del derecho, usos y costumbres.
9
Antonio Saucedo López, El Derecho de la Guerra, Op cit., p. 50
Diccionario de Filosofía, Editorial Progreso, Moscú, 1984, p.198
10
14
1.1 La guerra, según Carl von Clausewitz
El abordar la obra De la Guerra de Carl Von Clausewitz se debe a que en ella se encuentra un
análisis a fondo de la naturaleza de la guerra y sus componentes bajo un punto de vista que no
pretende ser una teoría total y única del fenómeno, sino una teoría resultado de la observación
y la investigación del acontecimiento que es la guerra, pues no es sino en la experiencia donde
el autor encuentra el espacio de desarrollo de lo bélico.
En contraposición a las apreciaciones tradicionales que se tienen acerca de la guerra en
las que se creía que llevar a cabo una guerra exitosa dependía, en su mayor parte, del
elemento militar; se encuentra el teórico Carl Von Clausewitz. Este autor pretende no sólo
rechazar esta visión, sino ahondar de manera importante en el tema, proyecta su tesis hacia un
entendimiento profundo de lo que es el acto de la guerra misma; sin que pretenda resolver un
acto de gran magnitud por medio de fórmulas dadas para explicar este fenómeno, que dictan
qué hacer o que no en cada caso; pues la posición que mantiene es la de hacer una teoría de la
guerra sin que ésta se aparte del sentido de realidad de los conflictos bélicos, una teoría que
aduce al entendimiento y análisis de lo que la guerra es; así, este enfoque permite partir de
una generalidad para entender los distintos y particulares casos beligerantes.
El pensamiento de Clausewitz tiende a ser unificador, después de que el autor nos
ofrece su concepto de guerra, traslada su pensamiento al campo real e histórico en el que
aborda a la guerra como un suceso originado por elementos políticos y envuelto en
características lúdicas por los elementos de azar y de pasión que le son inherentes.
Este autor no sólo da luz a la belicosidad y a la violencia más brutal como parte de la
naturaleza de la guerra, sino que, al dimensionar la guerra en espacios reales, enriquece el
concepto bélico. Clausewitz entiende a la guerra como una forma de expresión o forma de
interrelacionarse entre los distintos grupos de hombres (naciones, grupos, clases sociales o
gobiernos), como una forma más de hacer política –una forma muy objetiva y al mismo
tiempo más compleja de la acción bélica–.
La polémica acerca de la importancia de su obra siempre ha sido tema y a Clausewitz
se le ha reconocido como uno de los grandes teóricos de la guerra y al mismo tiempo se le ha
denominado como sanguinario; lo cierto es que es de distinguirse la objetividad con la que
plantea sus argumentos y que es un autor que ha sido leído e interpretado por grandes
hombres en el escenario histórico, tales son los casos de Mc Arthur y Mao Tse-tung.
Asimismo, Clausewitz ha sido elogiado por los importantes filósofos político-sociales Carl
Marx y Federico Engels por la forma de abordar este tema, que sobre todo les interesaba uno
15
de los puntos más destacados de esta teoría bélica: la representación de la guerra como
instrumento de la política, el cual se desarrollará en este capítulo dedicado a Clausewitz con el
interés de hacer un énfasis en esta concepción particular hacia la guerra que ha tenido
repercusiones importantes en los pensamientos y acciones de grandes personajes y de causas
políticas; en especial se intenta remarcar las tesis que influyeron en el pensamiento de
Vladímir Ilich Uliánov: Lenin.
Como última observación, esta obra de Clausewitz se encauza en dos ámbitos
principalmente: el teórico (o bien, filosófico) y el militar; por cuestión de interés reflexivo y
afín a los objetivos de este estudio, se abordará únicamente el ámbito teórico, por esta razón,
se han elegido los libros y capítulos que contienen el pensamiento filosófico del autor.
La naturaleza de la guerra
Dentro del libro primero, Clausewitz contempla la naturaleza de la guerra en su sentido más
puro y hace un análisis de sus componentes. Comienza exponiendo a tal fenómeno
esencialmente como un duelo; para el autor, la guerra no es más que un duelo pero en una
escala superior, puesto que se conforma de un sinnúmero de éstos. El duelo –así como la
guerra– comienza con la hostilidad: cuando uno de los posibles combatientes intenta imponer
su voluntad sobre el otro; en el transcurso de la lucha el objetivo primordial es derrotar o
desarmar al adversario, a lo que Clausewitz va a nombrar: la ley del extremo. El medio por el
cual se va a obtener este fin es mediante la aplicación de la fuerza; para que haya la
posibilidad de guerra es necesario que ambos bandos se enfrenten fuerza contra fuerza, y si el
fin es derrotar o desarmar al oponente es necesario utilizar toda la fuerza, por más brutal que
esta sea:
La guerra es, en consecuencia, un acto de fuerza para imponer nuestra voluntad al
adversario.11
11
Carl Von Clausewitz, De la guerra, Op cit., p. 38.
16
El medio: la fuerza
Dentro de la concepción de Clausewitz vemos que la aplicación de la fuerza es intrínseca a la
guerra y se refiere a la fuerza física con toda la violencia y brutalidad que ésta implica. Las
ideas de una guerra aséptica, con poco derramamiento de sangre y limitada por ideas
humanitarias y filantrópicas son despreciadas por Clausewitz, pues siguiendo la línea lógica
de su pensamiento, la fuerza es el instrumento o el medio que definirá la derrota o la victoria,
la vida o la muerte, de esta manera no usar la fuerza en su mayor potencial es contrario a la
naturaleza de la guerra que se rige por la violencia pura, sin miramientos. Estas ideas, más que
beneficiar, pueden perjudicar los resultados.
Pero para que dentro de la práctica esto sea así se requiere de que: 1. Que la guerra
fuera un acto aislado, sin conexión con el curso de la historia, 2. Que se definiera en una sola
decisión o conjunto de éstas, 3. Que éstas fueran decisivas y que fueran independientes a toda
política. Pero, en la realidad llevar la fuerza a su más alta eficacia no la exime de ser guiada
por la inteligencia. Es necesario medir y calcular según el caso la intensidad de la fuerza
utilizada, sin que esto caiga en observaciones filantrópicas, sino en una estrategia ofensiva o
defensiva.
La falsa idea de una teoría absolutista de la guerra
Clausewitz no es partidario de considerar a la guerra en la práctica como idéntica a su
naturaleza pura y se contrapone a la inclinación de varios de sus contemporáneos de lograr
mediante la razón pura una teoría de la guerra tan eficaz que garantice una victoria. Ante estas
tesis, va a dar varias razones por las cuales no es posible delimitar el fenómeno de la guerra a
una ciencia exacta. Como primera instancia, Clausewitz aduce que cuando se está en lucha,
los actos racionales exentos de toda emoción son ficticios, no se puede pensar un conflicto de
tal magnitud sin que haya pasión de por medio, incluso ésta es uno de
los factores
determinantes para la duración del conflicto y para llevar a cabo el objetivo.
Por otro lado, una ciencia absoluta de la guerra no sería más que un esfuerzo nulo de
hacer estático para siempre un hecho que en su naturaleza es movimiento, la guerra no es un
objeto ya realizado y agotado, momento a momento se va conformando. Incluso Clausewitz
nos muestra que la guerra tiene un carácter lúdico en tanto que se acerca más al azar y a la
suerte, asimismo se acerca más al espíritu que a la lógica del pensamiento, pues tiene que ver
con elementos que agradan al vigor como la osadía y ser temerario.
17
Sin embargo, el carácter de juego no anula por completo la teoría dentro del plano bélico, sino
que, para el autor, la teoría debe seguir su curso en otra línea y además dar un espacio en sus
fórmulas para que la acción del espíritu pueda actuar con mayor libertad y que reconozca la
implicaciones reales y potenciales del momento en el que se suscribe. Según Clausewitz:
Ninguna actividad humana tiene contacto más universal y constante con el azar que la guerra.12
El elemento político
Pese a lo que pueda pensarse con lo expuesto anterior, para Clausewitz la guerra no es el mero
resultado de una simple pasión, o del entusiasmo desmedido. Para el autor, este fenómeno es
un medio serio con un fin serio. En un inicio, Clausewitz sólo había esbozado el objetivo
político, pero lo retomará de manera preponderante en tanto lo ve como la causa originaria del
fenómeno bélico y elemento clave para determinar los resultados del conflicto –y el cual se
desarrollará en este apartado–, pues el fin no es la guerra misma, sino ésta es sólo un medio
con un fin mayor: el fin político.
En primera instancia, Clausewitz argumenta que una vez que la ley del extremo y su
realización se debilitan entra a primer plano el objetivo político, pues al margen de la
concepción de la guerra y su naturaleza, está el acontecer real; en el cual la violencia no es el
principal motor que motiva la guerra, sino que ésta es el resultado de la toma de medidas ante
conflictos que no tienen otra solución.
En el mundo real, la guerra se externa como un pulso regular de violencia y como se
ha tratado de subrayar, no consiste en un ordinario derroche de fuerza. La guerra siempre dura
un tiempo delimitado suficiente para estar bajo la dirección de la inteligencia, es decir bajo la
dirección del estado, de modo que la guerra no es más que un instrumento político, es una
extensión de los medios que utilizan las políticas para lograr sus fines, tal como podemos ver
en la siguiente conclusión del autor:
Vemos por lo tanto, que la guerra no es simplemente un acto político, sino un
verdadero instrumento político, una continuación de la actividad de la política, una
realización de la misma por otros medios.13
12
13
Ibid., p. 55
Ibid., p. 58
18
Contrario a lo que se piense, cuando la guerra estalla, el intercambio político entre las
naciones involucradas no cesa, siempre permanece, sólo que en estas condiciones la política
se expresa a través de otros medios. De aquí es que el autor piense a la guerra como
extensión de la política, un lenguaje distintito en el que hay un intercambio entre las naciones
y gobiernos; si acaso se llegaran a romper los hilos políticos entre los antagonistas, entonces
el resultado sería un fenómeno ajeno al sentido, sin objetivo y sin razón; si las guerras
estriban sólo en la vida y muerte de los implicados, entonces el objetivo político bien puede
desaparecer, pero en la realidad las cosas se dan de otra forma, la guerra se constituye por la
política misma. De este modo, la guerra no está tan lejos de ser una especie de negociación.
Cuando el objetivo político se presenta de manera contundente dicta las normas del
conflicto; sin embargo, tal papel normativo no debe tomarse nunca como absoluto –aunque sí
determina el tipo de guerra que se lleva a cabo– pues, como se dijo antes, elementos
contingentes son fundamentales para el seguimiento del proceso de la guerra; podemos
observar como un mismo fin político ha tenido distintas consecuencias en la vida de los
pueblos, pues también han influido las diversas características de la época y las situaciones
políticas del momento.
Es importante reparar en que el objetivo político puede fortalecerse o debilitarse
según la influencia de éste sobre las masas y sus sentimientos hostiles, por esto es importante
tomar en cuenta el papel que las masas tienen para establecer las consecuencias del objetivo
político. Para Clausewitz:
Mientras mayor sea la indiferencia de las masas y menos seria la tensión que exista
entre los terrenos de los dos estados y de sus relaciones, mayor será el objetivo político,
como norma y por su propio carácter decisivo. Hay casos en los cuales, casi por sí
mismo es factor decisivo.14
Hasta aquí, y según la cita, parece haber dos tipos de guerra: la militar y la política. La
primera se cataloga así cuando el mayor interés es la destrucción del enemigo y los
sentimientos hostiles son mayores; se cataloga como política cuando la violencia
y la
hostilidad son menores y cuando la guerra se aleja más de su naturaleza pura, es decir de la
brutalidad total. Sin embargo, el pensamiento del autor va más allá, para él toda guerra en
último grado debe tomarse como una guerra política.
14
Ibid., p. 48
19
El arte de la guerra consiste en llevar las inclinaciones de las masas y los fines militares a la
compatibilidad con los planes políticos, pues el propósito político siempre debe ser el objetivo
y la guerra sólo el medio por el cual se alcanzarán estos fines primordiales y, ya que el medio
nunca puede estar deslindado del objetivo, la guerra no puede pensarse como algo externo de
la política. Aun cuando en apariencia una guerra parezca más militar que otra, y aun cuando
otra parezca más política que militar, una es tan política como la otra. Siempre y cuando –nos
dice Clausewitz– que la política sea la inteligencia del estado que observa las combinaciones
de las circunstancias para contemplarlas en sus cálculos.
Según Clausewitz, para realizar una óptima teoría de la guerra que tenga aplicaciones
reales y útiles, es necesario no desligarla de su causa –el elemento político– pues no sólo es el
impulso por el cual se genera, sino es también el mismo fin que se persigue. La guerra, en
tanto, no debe ser vista como el fin último, sino como medio, un instrumento que lleva a
conseguir un objetivo que, en cualquier instancia, siempre es político. Además debe
contemplar otro elemento que siempre debe ser tomado en cuenta las causas externas y que
circundan el proceso de la guerra que, por su carácter accidental, pueden influir en el éxito o
la derrota.
La guerra en tanto su naturaleza tiende a ejercer su último esfuerzo, pero en la realidad
no puede regirse por sus propias leyes: la barbarie y la destrucción total del enemigo; ya que
en este terreno la causa que la provoca está fuera de sí misma, la causa política, por ello es
que la guerra es para la política un medio manipulable a su dictamen. La causa política que
origina un conflicto bélico influye determinantemente en el tipo de guerra que se genere,
adoptará su carácter y sus fines; por ejemplo, si la guerra es causada por una política
majestuosa, la guerra será majestuosa.
Ahora bien, es cierto que el alcance de la causa política no llega a ser total en la
guerra, hay aspectos que no son accesibles, como el trabajo de los centinelas que no requiere
del conocimiento de las causas políticas para llevar a cabo su labor; sin embargo, el elemento
político subyace ante todos los elementos de la guerra –incluso las causas azarosas que
puedan modificar los resultados– y aunque sea de total ignorancia este hecho para ciertos
niveles, lo cierto es que el objetivo político se proyecta en todo el despliegue de la guerra, por
esta razón los elementos que la conforman se subordinan a la causa política. Entonces el
objetivo político tendrá la posibilidad de normar el propósito militar y los esfuerzos por los
que se destinen para lograrlo. Una guerra puede ser exitosa si derrota o aniquila al enemigo,
pero en realidad puede fracasar si éste no era el objetivo de la política a la que pertenece.
20
Es importante subrayar que lo que Clausewitz entendía por política era una especie de razón
que reconcilia dentro de sí todos los intereses de la administración interna y también los de la
humanidad y todo aquello que la razón teórica o filosófica traiga como pieza integrante. La
política no es nada en sí misma, sino la representación de todos esos intereses hacia otros
estados. Asimismo, es importante hacer notar que a Clausewitz no le interesaba ahondar en el
tema de que las políticas se dirigen contrario a lo que deben, que sólo abunden en los intereses
de la vanidad de los gobernantes y fomenten sus fines ambiciosos.
Una buena política establece que clase de guerra se está librando y no pretende hacer
de ella algo fuera de lo que permita su naturaleza y las condiciones que la rodean. Sobre esta
base, la guerra podrá ser observada y analizada de manera general, y de ésta se sacarán las
premisas y posibles respuestas para realizar los grandes planes de cada guerra particular.
Recordemos que la guerra no es un camaleón, −decía Clausewitz− sino que se compone de
una triada:
1. Las características primitivas de su esencia (violencia, hostilidad, brutalidad)
2. El azar y la probabilidad que la acercan a ser un juego.
3. Su carácter sometido de ser un instrumento político
La guerra como movimiento dialéctico
La guerra es una actividad social, sólo le corresponde al hombre llevar su voluntad a la
ejecución de un fenómeno tal, la guerra sin la interrelación de seres humanos no es posible.
Tiene que ver más con la negociación o el comercio y con la lucha de intereses.
Decimos, en consecuencia, que la guerra no pertenece al campo de las artes o de las
ciencias, sino al de la existencia social. Es un conflicto de grandes intereses resuelto
mediante derramamientos de sangre, y solamente en esto se diferencia de otros
conflictos. Sería mejor que si en vez de compararlo con cualquier otro arte lo
comparáramos al comercio, que es también un conflicto de intereses y actividades
humanas; y se parece mucho más a la política, la que, a su vez, puede ser considerada
como una especie de comercio en gran escala. 15
15
Ibid., pp. 156 y 157. Con respecto a la comparación de la guerra con una transacción comercial, véase
también p. 318, en donde menciona que cada uno de los estados involucrados participa en la empresa con un
cierto número de hombres, de acuerdo con el riesgo que corre o con el provecho que puede alcanzar y se
comporta tal hombre de negocios, como si lo único que se arriesga a perder es lo que ha invertido.
21
Por eso la teoría para la guerra no debe perfilarse como un simple formulario, sino que debe
basarse en el entendimiento de los elementos que la constituyen, como la política a la que
pertenece y las condiciones que circundan el movimiento bélico, anteriores y del momento,
por lo tanto debe apegarse más a ser una teoría política o social que militar. De este modo, la
guerra no puede observarse como un suceso independiente de contexto histórico, ni separada
de sus elementos individuales, la guerra debe considerarse como un todo que se mueve
interiormente y va fluctuando según las condiciones que se presenten.
La guerra es una sucesión de acciones recíprocas, antes y después de gestarse, las
políticas o los individuos han proyectado este lenguaje, no es otra cosa que el resultado de la
oposición de intereses, que se ha manifestado mucho antes de que la guerra haga su
explosión.
La guerra nunca estalla súbitamente ni su propagación se produce en el instante. Lo
que ha sido hasta hoy indica lo que será mañana.16
El movimiento de la interacción política es, en cierta forma, dialéctico, una parte niega a la
otra, pero tienen de algún modo dependencia, se interrelacionan en esta pugna hasta
expresarse de manera violenta, esta manifestación bélica –en ocasiones– es la realización más
alta de la política que lo dirige, es la consumación de un proceso político-dialéctico que puede
llevar a un ejército débil al éxito. La parte contraria más fuerte no sólo niega a la otra, sino
que además la obliga a introducirse al movimiento de su fuerza17.
Así, la guerra no sólo afecta naciones o estados, sino que incluso afecta a las distintas
clases sociales que se encuentran en la médula del estado y que no sólo concierne en la
interrelación de las naciones, sino que tienen alcances eminentemente internacionales, pues la
política tanto interna como externa van unidas e interesan a los demás sistemas políticos
relacionados.
Las críticas que acometen en contra de una posible influencia negativa de la política
sobre las guerras son infundadas, antes que atacar esta influencia y las cualidades de la guerra
que se derivan de ésta debe censurarse a la política misma y no a su influencia, pues cada
guerra llevada a la realización es producto de la política. Tal es el caso de la Revolución
Francesa –uno de los ejemplos más contundentes para Clausewitz– que debe en parte sus
16
17
Ibid., p. 43
Ibid., Cfr. p. 243
22
victorias a que la política en oposición se encontraba sumida en el error, pues pensaban que
tal revolución pertenecía a una decadencia o a una falta de la política.
Solamente si la política se hubiera elevado hacia una apreciación justa de las fuerzas
que habían despertado en Francia y de las nuevas relaciones en el estado político de
Europa, la política podría haber previsto las consecuencias que habían de sobrevenir
con respecto a las grandes características de la guerra, y sólo por este camino podría
haber sido conducida a un punto de vista correcto sobre el alcance de los medios
necesarios y el mejor uso que podía hacerse de ellos. En consecuencia, podemos decir
que los veinte años de victorias de la Revolución pueden ser atribuidos en especial a
la política de los gobiernos que se le oponían.18
No obstante, las modificaciones concretas que han venido ocurriendo en el arte de la
guerra, se debe también a esta tendencia dialéctica, estos cambios son resultado de las
transformaciones que ha tenido la misma política, que lejos de mostrar un quiebre entre ésta y
la acción bélica muestran la íntima relación entre ellas. La visión dialéctica del proceso y
desarrollo bélico, nos permite seguir la concatenación de los sucesos que determinan el
fracaso o la derrota de ciertos sistemas políticos y las distintas guerras y así también, nos
permite prever o explicar las posibles emanaciones bélicas y sus cualidades si observamos las
políticas que nos rodean.
18
Ibid., p. 328
23
II. LA GUERRA EN LA HISTORIA
Desde que el hombre apareció en la faz de la tierra ha propiciado conflictos, armas y actos
que se pueden considerar como los antecedentes de lo beligerante. Cuando surge el concepto
de la propiedad, el hombre prehistórico se apropia de cuevas para vivir en ellas y protegerse
de las condiciones climáticas y sostenía combates contra quienes pretendían despojarlo de sus
pertenencias.
Los hombres primitivos dejaron vestigios de sus armas, sus formas y materiales han
servido para caracterizar los grandes periodos de la Prehistoria, en el transcurso de ésta
aparecieron las diferentes herramientas tales como: la lanza, el arco y la flecha, la honda, la
espada etc., que tuvieron diversos usos y que después se transformaron en armas de guerra.
Entre los años 8000 a 3000 a. J. C., los hombres se fueron convirtiendo paulatinamente
en agricultores, se supone que en esta transformación se inician las guerras y que la
organización militar del grupo humano constituyó una preocupación esencial. La defensa del
grupo tribal fue, en sus orígenes, un deber de la comunidad en todas las sociedades primitivas.
Con la organización social apareció el aspecto militar, en los inicios de grupo (familia, clan,
tribu) todos los hombres eran soldados, de modo que se confundían el ejército primitivo y la
sociedad.19
Entre las causas primitivas de guerra figuran el deseo de tierras o botín, el impulso
sexual, la religión, el canibalismo, la caza de cabezas, los sacrificios humanos y el afán de
gloria. Permanentemente los grupos humanos extraen del medio ambiente que los rodea lo
necesario para su existencia, pero la lucha para obtener se convierte en lucha para poseer, para
arrebatar.
Se ha denominado «concurrencia vital» cuando se originan conflictos, que es la causa
y razón de todas las guerras, o de casi todas las guerras que han existido desde los albores de
la humanidad, y que induce a pensar que siempre que los recursos no sean suficientes o estén
injustamente distribuidos, es posible que aparezcan las guerras.
La historia del hombre parece confirmar la aserción de Hobbes, según la cual, la
condición original de la humanidad es un continuo e interrumpido estado de guerra.
Entre las causas fundamentales de la guerra se halla siempre involucrado el factor
económico y el problema del hambre. El conflicto entre tribus es siempre la lucha por la
existencia, en el nivel más bajo de evolución de una colectividad humana, los hombres son
19
Antonio Martínez Teixidó, Enciclopedia del Arte de la Guerra, Op cit., p. 21
24
presa del hombre mismo, incluso en situaciones extremas, aparece el canibalismo pues como
sabemos la historia de la humanidad abunda en conflictos que han surgido por la necesidad de
servirse al enemigo de alimento.
Los prisioneros de guerra representaban indudable valor económico para las tribus
vencedoras, pueden ser alimento, mercancía o bien mano de obra, muchas veces la finalidad
de las guerras era obtener botín humano para el trabajo duro.
Asimismo, con la civilización agrícola surge la esclavitud, los esclavos llegaron a ser
un factor económico de gran importancia, por lo que se mantenían guerras constantes para
conseguir prisioneros. Durante siglos, los comerciantes de barcos europeos agravaron las
condiciones de esclavitud que ya existía en África provocando guerras para obtener la
mercancía humana. Luego fueron los árabes los que heredaron el tráfico de esclavos, en el
continente africano la búsqueda de esclavos se convirtió durante muchos años en causa de
guerras.
Otra causa primordial de la guerra es el etnocentrismo de los grupos humanos que
supervaloran sus cualidades y género de vida, esto se ha dado en todas las épocas y en todas
las civilizaciones. La religión ha intensificado fuertemente el etnocentrismo de la tribu, para
cualquier adepto de una religión su dios es superior a cualquier otro de una tribu vecina, la
religión entre los primitivos acentúa los sentimientos de hostilidad y superioridad, lo que
favorece los conflictos y rivalidades.
La guerra por motivos estrictamente religiosos −en la que se persigue la sumisión a
unas doctrinas− sólo se ha producido en pueblos de cultura relativamente avanzada.
El papel económico de la guerra no puede jamás perderse de vista, sin embargo hay
otro factor importante dentro de lo bélico que es la vanidad u orgullo, el hombre se siente
atraído por la guerra porque puede distinguirse en una colectividad logrando toda clase de
prerrogativas y honores.
El rapto de la mujer ha sido costumbre muy extendida por todo el mundo, se dice que
la guerra de Troya y el rapto de las sabinas, son más que leyendas, son manifestaciones
prototípicas del robo de la mujer como causa bélica.
El hombre primitivo deseaba a la mujer como esclava, como ser sometido, le servía
para trabajar la tierra y dotar de nuevos miembros a la sociedad, muchos aspectos que surgen
en torno a la mujer tienen fundamentalmente una base económica. También la mujer ha sido
alentadora e instigadora de conflictos bélicos.
25
En la historia de la humanidad podemos constatar las causas reales de las guerras en sus
diferentes estadios, muchas causas se enmascararon, otras son evidentes pues forman parte de
la misma naturaleza humana.
2.1 Edad Antigua
En las grandes civilizaciones la guerra fue determinante. Así en Egipto los reinados de los
faraones se mantuvieron por la fuerza militar, el empleo de armas de metal hicieron de la
guerra una actividad mucho más mortífera. El invento de la rueda permitió la aparición del
carro de guerra, el arma de ataque escogida 2000 a. J. C. y la tecnología de las nuevas armas
de metal dio lugar a una industria de armamento organizada.
Durante el Imperio Antiguo (2681-2181 a. J. C.), Egipto se convirtió en un gran estado
y su civilización ocupó un lugar preeminente en el mundo, el ejército egipcio velaba por la
seguridad del Imperio puesto que la estrategia del Antiguo Egipto, a lo largo de los siglos, fue
un militarismo defensivo. Durante el Imperio Medio se utilizó una estrategia mixta, se
reforzaron las fortificaciones de las fronteras y se mantuvo un ejército móvil para operaciones
de gran escala de búsqueda y destrucción.20 La fuerza militar egipcia llegó a Nubia,
extendiendo la frontera de Egipto hacia el sur, por el norte llegaron a Palestina y Siria, por
mar y tierra se estableció un comercio activo con esas regiones y las relaciones comerciales se
extendieron a Creta.
Los gobernantes de la Dinastía XII restauraron las grandezas de Egipto y así dotaron a
su pueblo de muchos motivos de orgullo: fama guerrera, territorios que explotar, comercio
exterior con tierras lejanas. Estas fueron las metas que iban a perseguir casi todos los faraones
siguientes.
En el periodo del Imperio Nuevo (1552-1069 a. J. C.), la característica fue el constante
estado de guerra provocado por su afán expansionista que contaba con una estrategia
imperialista agresiva y ofensiva. Esta actitud requirió del desarrollo de un ejército
permanente, profesionalizado, preparado para emprender una campaña en cualquier
momento. El tamaño del ejército, su organización táctica, el uso de carros de guerra y la
calidad del mando constatan la complejidad militar que tuvo este periodo.21 Las razones
económicas del Imperio, fueron vitales para la conservación de éste, los tributos de los
20
21
Antonio Martínez Teixidó, Op cit., pp. 27-28
Ibid., p. 28
26
estados sometidos y las importaciones de oro y maderas, eran parte de una costumbre que
exigía que se perpetúe el imperio.
La civilización mesopotámica se rigió por las leyes sumerias y el Código de
Hammurabi, en el cual se creó un estamento militar que otorgaba una verdadera casta a los
profesionales de la guerra. Los asirios fueron un pueblo de naturaleza bélica, sus conquistas se
debieron a la gran organización de sus ejércitos que fueron unos de los primeros equipados
con armas de hierro, de este modo los asirios impusieron su dominación por una serie de
guerras en donde demostraban un carácter cruel y sanguinario; a tal grado llegó su afición por
la guerra que les fue necesario crear normas bélicas.
En Grecia la guerra ocupó en gran medida el pensamiento de los griegos; hacia el año
675 a. J. C., los griegos empezaron a contribuir decisivamente en las estrategias de guerra de
aquellos tiempos con la falange.22 Por otro lado los éxitos griegos en la guerra naval fueron
duraderos e importantes, lo que llevó a Atenas a forjar un imperio marítimo. En la primera
mitad del siglo IV a. J. C., con Filipo y Alejandro Magno se produjeron grandes cambios y
avances en los procedimientos militares.
Asimismo, con Tucídides se hicieron grandes aportaciones al derecho de la guerra,
éste en una de sus obras impone como normas bélicas; la declaratoria de guerra, el respeto a
ciertos territorios en los que se prohíbe guerrear o invadir, aparece la institución jurídica del
parlamentario a fin de llegar a las filas enemigas y plantear posibles acuerdos.23
En tanto, Roma inició una política de expansión que la llevó a ocupar cada vez más
una mayor extensión territorial, su apertura al Mediterráneo occidental llevó a Roma al
enfrentamiento con Cartago por la hegemonía en esa zona, a estas guerras se les conoce como
Guerras púnicas, en éstas obtiene el dominio sobre Sicilia, se anexiona Córcega y Cerdeña,
de España formará dos provincias romanas y Cartago se convertirá en una ciudad mercantil,
después Roma dominará todo el mediterráneo occidental.
Posteriormente, este imperio invade Macedonia y convierte a Grecia en provincia
romana, Julio César lleva a cabo la guerra de las Galias y Pompeyo realiza sus campañas en
Asia; la máxima expansión territorial se alcanzó bajo el imperio de Trajano (98-117 d. J. C.).
La política militar y la estrategia romana fueron evolucionando, desde su inicio como ciudadestado hasta su transformación en imperio. En relación con Grecia, Roma aprendió la
22
23
Falange, primera formación rígida empleada en una acción militar, cuyo éxito dependía de una gran disciplina.
Antonio Saucedo López, Op cit., p. 21
27
experiencia helénica de la falange, a la que llamó “legión” transformándola en flexible y
maniobrera.24
La república romana, al integrar en la legión ciudadanos y fuerzas auxiliares, sirvió de
base para la consolidación de amplias conquistas territoriales, en un proceso histórico que
desembocará más tarde en el más estable de los imperios. Posteriormente, se planteó la
posibilidad de destruir al adversario o de pactar con él ante la necesidad de disponer de tierras
y medios para sostener a los veteranos. Roma pasó de una política militar defensiva a una
política imperialista, los cambios de organización militar ejercieron gran influencia en la
política, estrategia y táctica de los distintos periodos.25
Las motivaciones y causas de la expansión romana fueron fundamentalmente
económicas originadas por su propia estructura: el botín era entregado a la república, que a su
vez lo vendía, eran grandes sumas las que ingresaban en los fondos del estado, por este
concepto se autofinanciaban las guerras e incluso en ocasiones disminuían los impuestos
sobre los ciudadanos.
La hegemonía mediterránea convirtió a Roma en la metrópoli económica del mundo
antiguo, la aristocracia romana se había enriquecido y el estado resolvió sus problemas
gracias a su política monetaria, los botines de guerra, indemnizaciones, tributos de los
vencidos, etc.
Los romanos fueron grandes guerreros, antes de iniciar sus operaciones militares
formulaban una declaratoria de guerra, respetaban a los pueblos neutrales, o sea el derecho de
neutralidad que actualmente pertenece al derecho de la guerra, usaron el armisticio y la
capitulación, y establecieron tratados de mar y de tierra para regular la paz.26
2.2 Edad Media
En la Edad Media aparece lo que se ha denominado guerra señorial que es una lucha entre
poderes limitados en extensión y regidos sobre la distinción de señores y siervos. En esta
etapa prevalecieron los pactos y las alianzas, los pueblos en guerra se vinculaban por medio
de uniones matrimoniales que hacían que dos grupos de enemigos se unieran; entonces las
luchas familiares se propagaron y las constantes invasiones motivaban a los pueblos a regular
en lo posible las acciones beligerantes.
24
Antonio Martínez Teixidó, Op cit., p. 69
Ibid., p. 70
26
Antonio Saucedo López, Op cit., p. 23
25
28
Los señores feudales fundaron señoríos, pero la guerra afectó a los feudos, ya que ésta podía
hacerse entre individuos, en cuyo caso se llamaba guerra privada. Entre los siglos X y XII los
señores feudales luchaban unos contra otros, por eso se instituyen las ligas feudales en donde
se apoyaban entre sí varios señores feudales para tener garantía de paz; estas guerras se daban
por una mayor extensión de tierra o más poder.
La Iglesia impuso como norma de guerra la defensa de la fe, de esta manera surge el
derecho canónico en donde prevalecen los concilios y las costumbres. Inocente IV establece
la siguiente ley de guerra: “Omnibus licitum esse movere bellum, pro defensione sua et rerum
suarum”, que es una manifestación de la guerra justa, que consistía en que todos los hombres
podían guerrear, siempre y cuando tuvieran una causa justa para hacerlo; la guerra debía ser
abierta y por medio de una declaración, la guerra no necesariamente terminaba al establecerse
la paz o una tregua. Si se reconocía que la guerra era justa, el jefe involucraba a sus
familiares, vasallos, súbditos y mercenarios.27
A partir del siglo XI se inició un proceso de expansión europea cuyo primer síntoma
fueron las expediciones al oriente musulmán, denominadas cruzadas, éstas iniciaron desde el
año 1096 hasta 1291, las cruzadas motivaron la constitución de órdenes militares, cuyo
objetivo inicial era consolidar las conquistas en Tierra Santa. Se crearon comunidades de
monjes-soldado y se formó el ejército permanente del Reino de Jerusalén; las órdenes
militares como la Orden de Malta (1050), del Temple o Templarios (1119) y la Teutónica
(1187) tenían una misión militar y una función económica con la finalidad de aportar fondos
para las cruzadas.28
El motivo inicial que inspiró las cruzadas fue religioso, pero a éste se sumaron factores
de orden muy diverso que enmascaró el propósito inicial, incluso, lo relegaría a un segundo
plano. Desde el punto de vista económico, el movimiento de las cruzadas repercutió en una
intensificación de los intercambios comerciales entre el Mediterráneo oriental y el occidental;
en el aspecto social la Iglesia −al canalizar la caballería feudal hacia oriente− contribuyó a la
pacificación de occidente. Además de la fe religiosa, influyó el temperamento bélico de los
señores feudales, el afán de conquistar en oriente tierras, riquezas y poder.
A finales de la Edad Media, se presenta entre Francia e Inglaterra, la Guerra de los
Cien Años que duró de (1337-1453), con algunos intervalos de paz. Entre algunas de las
causas de esta guerra están las ambiciones de Inglaterra al trono francés y a la provincia de
27
28
Ibid., p. 25
Antonio Martínez Teixidó, Op cit., p.103
29
Flandes que era un territorio parcialmente sujeto a Francia y que representaba por su comercio
e industria textil una de las más ricas regiones de Francia.
Un hecho que irritó a la monarquía francesa fue que las ciudades flamencas se aliaron
con los ingleses, ya que mantenían una gran vinculación económica entre sí, pues Flandes era
el mercado de absorción de las lanas de Inglaterra. Durante ese periodo éstos países
adquirieron sus perfiles territoriales definitivos, Francia consolidó su unidad nacional en torno
a sus reyes y las ambiciones de poder y económicas de los ingleses se vieron truncadas.
2.3 Edad Moderna
Durante el Renacimiento en Europa se dieron dos acontecimientos revolucionarios, uno en el
aspecto político, el Estado Moderno con una forma de organización político-territorial y, el
otro, una revolución en el arte militar propiciada por la aparición de la pólvora de disparo.
En ese momento, se estaba formando un estado potente en torno a la monarquía
francesa, la península Ibérica había forjado su unidad a través de la guerra contra los
musulmanes, los españoles buscaron espacios en América, el norte de África y el
Mediterráneo. Inglaterra esperaba su oportunidad para hacer valer su política exterior
mediante su flota, ésta se dará con la derrota de la Armada Invencible española en 1588.
Alemania se encontraba disgregada en muchos principados y ciudades libres bajo el mando
del Sacro Imperio Romano Germánico; en tanto Italia estaba fraccionada y codiciada por
franceses y españoles.
Bajo este panorama, surge con fuerza la pretensión de los estados por el control
político de espacios geográficos, los criterios éticos ceden ante los criterios del poder político
y las guerras de religión van a sacudir a Europa hasta sus cimientos.
Guerras de Religión. Como consecuencia de la Reforma Protestante, la religión
constituyó un nuevo pretexto para los enfrentamientos bélicos que caracterizaron la historia
europea de los siglos XVI y XVII, cuando las diversas naciones se consideraron poseedoras
únicas de la verdad y trataron de imponer al mundo sus respectivos dogmas de fe; pero en el
fondo estas guerras tenían un factor distinto al religioso relacionado con las ambiciones
territoriales y con la rivalidad que en ese momento histórico despertó la hegemonía española.
El rey Carlos V
había emprendido la guerra para erradicar el protestantismo y
restaurar la religión católica en las tierras de su Imperio, por eso los príncipes luteranos en
1531, que controlaban parte del Imperio Alemán, se aliaron con las burguesías de las ciudades
libres para protegerse de los ataques de Carlos V, y éste tuvo que ceder, aceptó la Paz de
30
Augsburgo en 1555. Este tratado establecía que cada príncipe de los estados alemanes podía
optar libremente por la religión católica o luterana, lo cual puso fin a la guerra entre católicos
y luteranos, pero siguieron los conflictos religiosos, porque los calvinistas no habían sido
reconocidos en Augsburgo y organizaron nuevas rebeliones.
La historia europea del siglo XVII está marcada por la Guerra de los Treinta Años,
(1618-1648), que fue un suceso bélico internacional de grandes proporciones, en él
participaron de forma directa e indirecta casi todos los países europeos, sus consecuencias
transformaron en gran medida el panorama político, económico y social prácticamente de toda
Europa. Esta guerra se inició por razones religiosas, ya que los estados alemanes vivían un
constante antagonismo religioso derivado de la Reforma protestante y de la Paz de
Augsburgo, muchos países estaban interesados en aprovechar esta situación conflictiva para
extender sus respectivos territorios y dirimir algunos conflictos internacionales.
Conforme avanzaba el conflicto y al intervenir otras naciones, se presentaron otros
motivos como la oposición entre los grupos estamentales y la monarquía absoluta, así como
los problemas políticos entre las dinastías rivales. En su fase final la guerra, ajena a su inicial
carácter religioso, se convirtió en un conflicto por la hegemonía en Europa occidental entre
los Habsburgo y los Borbones de Francia. La Paz de Westfalia marcó el final de la guerra
como conflicto europeo generalizado, y la pugna entre Francia y España finalizó hasta 1659
cuando firmaron la Paz de los Pirineos.
Esta guerra fue la última y la más sangrienta de las guerras de religión provocadas por
la Reforma protestante, a partir de 1648 los asuntos políticos ocuparían la atención central del
mundo occidental. Después de este conflicto bélico Francia se convirtió en potencia
predominante en Europa continental y termina la época de grandeza del Imperio Español.
La apertura hacia el Nuevo Mundo y hacia la India aportará un componente
económico y comercial a la guerra, los estados europeos pugnarán por la supremacía de los
mares y el control de las rutas comerciales; Francia, Holanda, Inglaterra y España se
enfrentarán para conseguir ese dominio naval y la posesión de los territorios coloniales. El
siglo XVIII va ha estar dominado por la razón y la ciencia, Europa presenciará las Guerras
de Sucesión, que se dan al extinguirse ciertas dinastías y casas reales.
La Guerra de Sucesión española (1701-1714) fue una de las más prolongadas e
importantes conflagraciones europeas; debido a las frecuentes enfermedades y a la falta de
descendencia del rey Carlos II, así que los príncipes europeos buscarán establecer
negociaciones para repartirse los territorios españoles. Hábilmente, el rey de Francia Luis
XIV convenció al rey español para que nombrara heredero a su nieto Felipe de Anjou, de la
31
dinastía Borbón, hecho que provocó la iniciación de la guerra por los países europeos
─Inglaterra, Holanda, Austria, Prusia, Dinamarca y Suecia─ que se oponían a tal hecho por
las ventajas políticas y económicas que pudiera obtener Francia. A pesar de la oposición de
estos países Felipe de Anjou ocupó el trono de España como Felipe V y esto puso fin al
dominio de los Habsburgo.
La Guerra de Sucesión polaca (1733-1735) estalló al morir Augusto II de Polonia,
puesto que su sucesión fue disputada y desembocó en una guerra general, se formaron varias
alianzas y Augusto III recibió la ayuda de Rusia y Austria. En el conflicto quedaron
implicados varios problemas de la política europea, el tratado de 1735 provocó un reajuste
territorial del continente.
La Guerra de Sucesión austriaca (1740-1748) varios monarcas no querían reconocer
como heredera del trono a María Teresa hija de Carlos VI, quien no tenía hijos varones, al
lado de Austria estuvo Inglaterra y Holanda frente a España, Prusia, Francia y Baviera.
En 1742 se concertó la paz entre Prusia y Austria, en 1748 Francia y Austria pusieron
fin a las hostilidades con la Paz de Aquisgrán, que confirma la Pragmática Sanción,29 salvo
algunos reajustes territoriales.
Dentro de las guerras de sucesión se observa un común denominador, que es el afán de
extender el poder político aunado a las ventajas de obtener territorios.
En la época de la Ilustración Europa oscila entre la moderación de la razón y el empleo
de la fuerza. Prusia surge en Europa como una nueva potencia; en un sistema de alianzas, el
rey Federico II, el Grande, mantuvo una guerra de supervivencia contra los reinos vecinos
conocida como la Guerra de los Siete Años (1756-1763) Prusia invade Austria por la
posesión de Silesia y por otro lado representó el final de la lucha entre Francia e Inglaterra por
el dominio de América del Norte, la India y el mar, ambos aspectos se entremezclaron,
mientras Francia ayudó a Austria, Inglaterra apoyó a Prusia.
En 1763, la Paz de París puso fin a la guerra, donde Inglaterra obtuvo la supremacía en
la India, recibió Canadá como colonia y consolidó su dominio en los mares, surgiendo como
la potencia imperialista más importante del mundo. Por su parte Prusia se vio necesitada de
mantener un ejército constantemente, por su situación geográfica tuvo que combatir de forma
continua e hizo de esto un estilo militar de hacer la guerra, incluso la escuela militar prusiana
fue reconocida universalmente.
29
En 1713, el emperador de Austria Carlos VI promulgó la Pragmática Sanción, en donde se estableció que
todas sus posesiones hereditarias y la sucesión a la Casa de Austria beneficiarían a hombres y mujeres por igual.
32
Por su parte la Revolución de Norteamérica (1775-1783) es la lucha por la independencia de
las trece colonias inglesas en Norteamérica, fue la primera de las grandes revoluciones
políticas que surgieron en el mundo occidental, esta guerra fue simultáneamente un conflicto
civil, independentista e internacional, implicó la lucha interna entre patriotas radicales que
buscaban separarse de Gran Bretaña y los que no estaban dispuestos a llevar la protesta hasta
la independencia, dio origen a la creación de un nuevo estado, propiciando la intervención de
Francia y España a favor de los colonos en contra de Gran Bretaña.
A partir de 1789 se produjo en Francia una crisis revolucionaria que tendría
repercusiones en todo el mundo occidental, la revolución francesa se ha considerado como un
hito histórico de gran importancia para iniciar una nueva era: la Edad Contemporánea.
En esta revolución se combinaron una serie de factores de diversa índole, que
influyéndose mutuamente ocasionaron una crisis profunda en el sistema de monarquías
absolutistas. Con la intervención extranjera, la guerra toma un nuevo rumbo en el que se
mezclan la causa revolucionaria y la causa nacional; la participación extranjera a favor de la
monarquía francesa no sólo era de carácter militar sino también financiera.
2.4 Edad Contemporánea
Guerras Napoleónicas. Formado en las filas de la Revolución, Napoleón Bonaparte dirigirá
los destinos de Francia y una gran parte de Europa. Las repercusiones de la Revolución
Francesa se habían hecho sentir por toda Europa, y se hicieron más evidentes cuando en 1804,
Bonaparte se convirtió en Emperador de los franceses, Rey de Italia y Protector de la
Confederación del Rhin. Durante su poder −un periodo de quince años− se hallaron dos
aspectos trascendentes, el de las relaciones internacionales, que reflejan los diversos intereses
de los estados contendientes de Europa, y el desarrollo interno de los pueblos europeos.
En Prusia fue la resistencia a Napoleón la que proporcionó la pauta para la
reorganización interna, por colaboración o resistencia, entonces Europa se transformó. Cada
una de las potencias tenía deseos de expansión, Gran Bretaña iba construyendo su imperio
comercial, Rusia había presionado a Polonia y Turquía, Prusia había consolidado sus
territorios y había obtenido la supremacía en el norte de Alemania, Austria deseaba el
predominio en Alemania, los Balcanes y el Adriático.
La política exterior de Napoleón representó los intereses de la gran burguesía, cuya
finalidad era obtener para Francia la hegemonía política y económica de Europa. Bonaparte
emprendió una serie de guerras, características de su imperio, logró ensanchar
33
considerablemente el territorio, dominando gran parte de la Europa Continental y la
prohibición de la entrada de mercancías inglesas a los mercados europeos.
Cuando Napoleón dirige la campaña a Italia declara que la iba a liberar de los
austriacos y del yugo de los gobiernos feudales. Acerca de esto Efimov comenta que
Napoleón dirigió una guerra injusta, de conquista sintiendo por el pueblo desdén y odio,
asimismo hace referencia que la guerra nacional que llevó a cabo el pueblo ruso en 1812
aniquiló el poderío militar de Napoleón y con él el imperio burgués francés, de tal manera que
facilitó la liberación de los pueblos de Europa y determinó un cambio de rumbo en la
historia.30
Después de la derrota de Napoleón en 1815, se dará la transformación más radical de
la guerra, comenzarán a emplearse una serie de inventos que aumentarán la capacidad
destructiva de las armas, los procedimientos de fabricación en serie y el desarrollo de las vías
de comunicación, en particular el ferrocarril, éstos permitirán equipar ejércitos enormes con
las nuevas armas, además transportarlos y mantener las hostilidades de alta intensidad por
largo tiempo.31
El siglo XIX fue también el de la gran expansión colonial, los países europeos se
disputaban el dominio de grandes zonas de África, Asia y de rutas comerciales que las
conectaban con la metrópoli. El enfrentamiento con los pueblos nativos demostraría la
superioridad militar occidental, pero sembraría conflictos que estallarían con gran fuerza en el
siglo XX.
En el continente Asiático se van a presentar las Guerras del opio (1839-1842). Su
causa fundamental fue el establecimiento de relaciones comerciales entre Gran Bretaña y
China, pero ésta se mantuvo renuente a comerciar con las naciones occidentales. El gobierno
chino se encontraba muy afectado por el tráfico de opio en su región y envió a un
comisionado a Cantón a destruir los depósitos de opio y prohibir su tráfico.
El origen de esta guerra fue principalmente económico, los países europeos
especialmente Gran Bretaña compraban en China, a principios del siglo XIX, seda y té que
tenían que pagar con plata; para compensar su desequilibrada balanza comercial, los ingleses
que tenían acceso a los cultivos de opio de la India, encontraban muy provechoso el comercio
de esta droga y decidieron
entrar en guerra con China para asegurar una ampliación
comercial con este país.
30
31
A. Efimov, e I. Galkine, Historia Moderna, Editorial Grijalbo, México, 1964, p. 100
Antonio Martínez Teixidó, Op cit., p. 232
34
Quince años después, en 1857, Inglaterra y Francia se unieron en una segunda guerra contra
China, para obligar a los chinos a recibir a sus diplomáticos y comerciantes, pero como los
chinos se mostraron reacios a establecer relaciones, miles de soldados franceses e ingleses
atacaron Pekín e incendiaron el Palacio de Verano del emperador y en un gran acto de
vandalismo saquearon el Palacio logrando un gran botín.
De la primera guerra, surgió el tratado de Nanking (1842) y de la segunda los tratados
de Tientsin (1857), cuyos términos fueron casi idénticos en otros nuevos tratados firmados
por China con otras potencias europeas y con los Estados Unidos. El «sistema de tratados»
fue el resultado de los acuerdos de China con los extranjeros. En 1842, China cede Hong
Kong a los ingleses, se abren a los europeos varias ciudades como «puertos de tratado»,
donde se permitia los europeos establecer colonias propias, ajenas a toda ley china, además
los chinos se vieron obligados a pagar grandes indemnizaciones de guerra.32
En el continente Americano se presenta la Guerra de México o mexicanonorteamericana (1846- 1848). Este conflicto armado entre México y Estados Unidos fue por
la ambición de éste último en los territorios situados al norte del río Bravo, la guerra venía
incubándose desde que los colonos anglosajones ocuparon territorio mexicano, que estaba
bajo dominio español.
La separación de Texas y su posterior anexión a los Estados Unidos en 1845, es uno
de los hechos más controvertidos de la historia de México, la pérdida de la gran extensión
septentrional, que pasó a manos de Estados Unidos, cuya ambición expansionista fue
justificada por el destino manifiesto,33 dirigido al territorio tejano astutamente.
México sufrió una de las más desiguales e injustas guerras, Estados Unidos, aprovechó
la inestabilidad política y la precaria situación económica, y declara formalmente la guerra el
13 de mayo de 1846. La guerra culminó con el tratado Guadalupe-Hidalgo entre las dos
naciones, además del territorio de Texas anexado, México perdía Nuevo México y la Alta
California, no quedando claramente definida la nueva línea divisoria, lo cual ocasionó, por
mucho tiempo, que los estados fronterizos estuvieran en constante peligro del expansionismo
estadounidense.
Durante cuarenta años a partir de 1814, no se había producido ninguna guerra entre las
potencias establecidas en Europa, se presentará después de este periodo, la Guerra de
Crimea (1854-1856). Fue una consecuencia directa de la decadencia del Imperio Otomano,
32
R. Palmer y J. Colton, Historia contemporánea, Akal Editor, Madrid, 1980, p. 408
Creencia fundamentada en la ideología calvinista, de la que los estadounidenses eran herederos, y según la
cual el desarrollo de las naciones poderosas es una clara manifestación de la predestinación divina hacia los
elegidos.
33
35
que Rusia aprovechaba desde el siglo XVIII para extender sus dominios en la zona del
Cáucaso, el Mar Negro y los Balcanes, este expansionismo respondía al deseo de encontrar
una salida marítima, para su extenso territorio. El control de los estrechos que permitía la
salida del mar Negro había sido ambicionado por los sucesivos zares rusos como una ventaja
estratégica vital, que permitiría la presencia rusa en el Mediterráneo en condiciones de
igualdad con las grandes potencias europeas.34
En 1852 se suscitó un problema entre la Iglesia ortodoxa y la católica sobre la custodia
de los Santos Lugares, que eran ocupados por el Imperio otomano. El sultán dio la custodia a
los católicos, motivando el desacuerdo ortodoxo y la intervención rusa en la crisis. En 1853
las fuerzas militares rusas ocuparon los principados turcos de Moldavia y Valaquia, estallando
la guerra entre Rusia y Turquía a finales de 1853.
La reacción de los países occidentales no se hizo esperar, Austria amenazó con la
guerra movilizando a sus ejércitos y ocupó Valaquia y Moldavia, ya que el Imperio Austriaco
tenía sus razones para que Rusia no conquistase los Balcanes y Constantinopla, ni que
Inglaterra y Francia dominasen la situación, sin embargo Francia y Gran Bretaña se aliaron
con los turcos en 1854, debido a que la política tradicional de ésta última era apoyar a Turquía
y el Cercano Oriente contra la penetración rusa, los ejércitos francés e inglés invadieron Rusia
desembarcando en el puerto ruso de Sebastopol, situado en la península de Crimea.
Al morir el zar Nicolás I en 1855, su sucesor, Alejandro II, pidió la paz. Se reunieron
en un congreso las grandes potencias, para establecer en 1856 la paz de París, las potencias se
comprometían mediante un tratado a mantener la “integridad del Imperio Turco”, con
respecto a Rusia se decidió que no mantendría barcos de guerra en el mar Negro.
Posteriormente en 1858 Moldavia y Valaquia se unirían como Rumania, reconocida
junto con Serbia, como principados autogobernados bajo la protección de las potencias
europeas.35
En este periodo en que se desarrolló la guerra, los dos países capitalistas más
importantes eran Francia e Inglaterra, las relaciones que tenían con Rusia se deterioraron
súbitamente, cuando se planteó la cuestión de su preponderancia en Oriente y de su control
sobre las vías marítimas en esa región, esto representaba un aspecto de importancia vital por
la hegemonía de Francia e Inglaterra en esa zona, que daría más fuerza a su influencia
internacional en la política europea, por eso estas potencias formaron una coalición con
Turquía. Efimov menciona:
34
35
Antonio Martínez Teixidó, Op cit., p. 233
Ibid., p. 264
36
Fue una guerra injusta por ambas partes: tanto por lo que hacía a los aliados anglofranco-turcos como a la Rusia zarista. Todos estos estados, Turquía incluida, aspiraban
solamente conquistas. […]
Esta campaña evidenció el estado atrasado en que se encontraba Rusia, así como su
debilidad militar frente a la nueva táctica y la técnica moderna del enemigo. La Rusia
zarista perdió parte de su influencia en la política europea; la derrota de Crimea debilitó
la importancia de su papel de «gendarme de Europa.36
La Guerra franco-prusiana estalló en 1870, en marzo de 1871, la primera revolución
proletaria del mundo tenía lugar en París y, durante un corto periodo, la dictadura del
proletariado, representada por la Comuna de París, se instauró en la capital.
El gobierno de Napoleón III se encontraba en crisis desde 1865, la burguesía francesa
había perdido toda confianza en él, puesto que los graves fracasos de su política exterior,37 el
tratado comercial anglo-francés de 1860 que dio nuevo vigor a la competencia de los
productos ingleses y los gastos excesivos de la corte imperial irritaban tanto al pueblo como a
la burguesía.
El movimiento obrero fue extendiéndose en los años de 1860 a 1870. En 1869 los
mineros de la cuenca del Loira se declararon en huelga, pidiendo la jornada de ocho horas y
aumento salarial. Las capas más avanzadas del proletariado empezaban a liberarse de la
influencia y la tutela ideológicas burguesas; millares de obreros franceses se adherían a la
Internacional, la efervescencia de las masas iba aumentando, los mítines, las manifestaciones
y las huelgas se convirtieron pronto en fenómenos de masas. En 1870 se reunieron por las
calles de París más de doscientas mil personas, los manifestantes pregonaban las consignas:
“¡Viva la República!”, “¡Fuera los Bonaparte!”38
Napoleón III se percató de su impopularidad y del descontento generalizado, pensó
que su autoridad podría reforzarse mediante la guerra y que una guerra victoriosa contra
Prusia le devolvería su prestigio e impediría la total unificación germana anexionando para
Francia algún territorio.
Mientras tanto, una revolución en España había desterrado a la reina y un gobierno
provisional español invitaba al príncipe Leopoldo de Hohenzoller, primo del rey de Prusia, a
ser rey constitucional de España, por lo tanto, que la casa real prusiana ocupase posiciones en
España disgustaría a Francia.
36
A. Efimov e I.Galfine, Op cit., p. 182
La intervención francesa en México, la unificación de Italia y Alemania
38
Ibid., p. 250
37
37
El día 2 de julio de 1870, París se enteró que el príncipe Leopoldo había aceptado, el
embajador francés Benedetti, por orden de su gobierno, se reunió con el rey de Prusia en Ems,
donde exigió formalmente que la aceptación del príncipe Leopoldo fuese retirada, lo cual se
logró el día 12 de julio. Pero el gobierno francés, dio instrucciones nuevamente a Benedetti
para reunirse con el rey de Prusia y le solicitara que nunca en el futuro, ningún Hohenzollern
fuese candidato al gobierno español.
El rey de Prusia telegrafió un informe completo de la conversación a Bismarck,39 éste
resumió el telegrama de Ems para su publicación de tal modo que pareciese a los lectores de
los periódicos que en Ems había tenido lugar una brusca entrevista, en la que los prusianos
creyesen que su rey había sido insultado y los franceses que su embajador había sido
desairado.40 El gobierno de Napoleón III declaró la guerra a Prusia el 19 de julio de 1870, el
ejército francés se encontraba técnicamente atrasado en comparación con el ejército prusiano.
En la batalla de Sedán de septiembre de 1870, los prusianos derrotaron a la
organización militar francesa. Efimov menciona que un oficial francés se aproximó a caballo
al rey de Prusia, Guillermo I y comentó: “Sedán se rinde y con él todo el ejército y el
emperador Napoleón III, que está en la fortaleza”. Así quedaron prisioneros un ejército
francés de cien mil hombres y Napoleón III.41
En el mismo mes de septiembre, una insurrección proclamaba en París la Tercera
República, las fuerzas prusianas avanzaron por Francia y sitiaron la capital, en París los
franceses se negaron a capitular y durante cuatro meses estuvo cercada.
El carácter de la guerra franco-prusiana −menciona Efimov− tuvo un carácter
particular en cada una de las etapas de su desarrollo, en la primera etapa fue una guerra justa
por parte de los alemanes, porque Napoleón se había opuesto durante años a su política de
unificación germánica, pero vencido el trono imperial francés, Prusia continuó la guerra
cambiando con ello su carácter, entonces se convirtió en una guerra de conquista, una guerra
injusta contra los franceses.42
En las estipulaciones de paz de Francfort con Francia, en mayo de 1871, Alsacia y
Lorena pasaron a formar parte del Imperio Alemán que eran la discordia tradicional entre
ambos países beligerantes y cuya importancia creció al descubrirse sus yacimientos de hierro
39
Otto von Bismarck: (1815-1898) estadista y diplomático de Prusia y Alemania. Unificó por la violencia los
pequeños Estados Alemanes dispersos y formó el Imperio alemán unido bajo la hegemonía de Prusia. Desde
1871 hasta 1890 fue canciller del Imperio alemán.
40
R. Palmer y J. Colton, Op cit., p. 276
41
A. Efimov e I. Galkine, Op cit., p. 251
42
Ibid., p. 253
38
y carbón. Las tropas de ocupación garantizarían el pago de la indemnización de guerra. Para
Manfred, la guerra prusiana fue contundentemente anexionista; más aún:
La unidad alemana fue consumada con «sangre y hierro», mediante una guerra
expoliadora, bajo la forma de un estado monárquico militarista dirigido por los prusianos
reaccionarios Hohenzollern.43
2.4.1 El Imperialismo
La década de 1870 es considerada como divisoria por varias razones, primero, gran parte de la
expansión colonial de los cincuenta años anteriores se dio en Canadá, Australia, África del
Sur y alrededor de la India, todos territorios británicos, era una expansión de consolidación o
expansión colonial de asentamiento que existía antes de 1800. La mayoría del territorio
anexionado después de la década de 1870 fue en regiones de África, Asia o el Pacífico.
En segundo lugar, la intervención de países europeos como Alemania, Bélgica e Italia,
que no tenían posesiones ni tradición colonial, con su intervención por la obtención de
colonias establecieron una competencia internacional, la nueva colonización representaba la
inversión a gran escala de los europeos.
El término imperialismo se refiere de manera general a todo tipo de dominio político y
económico que ejerce una nación poderosa sobre otra que es débil, la cual se convierte en
colonia de la metrópoli imperial, a lo largo de la historia se han transformado las
características de este fenómeno mundial, de acuerdo con las circunstancias socioeconómicas
y culturales propias de cada etapa y particularmente de cada potencia imperialista.
La civilización europea siempre había mostrado una tendencia a la expansión, la época
de los descubrimientos ultramarinos trajo consigo la fundación de los imperios coloniales,
cuyas luchas se dieron en los siglos XVII y XVIII y tuvo como consecuencia la europeización
de América. Por tratarse de una nueva forma de colonialismo, el imperialismo del periodo de
1870-1914 recibe también el nombre de neocolonialismo.
En el contexto de la segunda revolución industrial, el imperialismo se manifiesta
principalmente a partir del último tercio del siglo XIX, cuando las economías capitalistas
europeas experimentan un proceso de concentración monopolista.
El desarrollo del capitalismo clásico provocó una serie de transformaciones
estructurales en la economía y población. Asimismo el capital financiero, adquirió una
43
A. Z. Manfred, Historia Universal, t. 1, Editorial Cartago, México, 1983, p. 434
39
especial importancia, la exportación de capitales se convirtió en una necesidad para los países
industrializados. El resultado de estos cambios en el sistema económico iba a ser el
imperialismo, las grandes potencias penetraron más profundamente en los países “atrasados”,
invirtiendo grandes capitales, organizando diversas obras de infraestructura terrestres,
marítimas, empresas de servicio, etcétera.
La vida productiva de los países atrasados se fue transformando paulatinamente,
grandes sectores de la población local se convirtieron en asalariados de las empresas
capitalistas, introduciendo así los problemas de clase de la Europa industrial, que se
acentuaron por las diferencias raciales.
Los europeos aspiraban en esta nueva etapa a la dominación política y territorial,
algunas áreas se convirtieron en «colonias manifiestas» que eran gobernadas por hombres
blancos, otras se transformaron en «protectorados» esto implicaba que el original jefe, de
acuerdo a la región, era sostenido y contaba con garantías contra un levantamiento interior o
una invasión extranjera, en otras regiones había «esferas de influencia» que era un acuerdo
que dividía al país, teniendo cada potencia europea privilegios consultivos, y oportunidades
de inversión y comercio dentro de su esfera.44
Económicamente, la vida europea requería de bienes materiales, que se encontraban en
las regiones tropicales, Europa dependía cada vez más de África y Oriente para obtener
diversas materias primas como nuevos mercados para sus productos. La industrialización de
las grandes potencias propició que compitieran entre sí por el comercio exterior.
A partir de 1870 se inicia la expansión colonialista europea que Gran Bretaña y
Francia realizan, posteriormente otros países se lanzan a la carrera imperialista por el dominio
europeo en África. Este fenómeno fue explicado y justificado con los más variados y
contradictorios argumentos, la mayoría de los países colonialistas trataron de justificar su
política de explotación económica con argumentos como la “misión civilizadora” de Europa,
que se encargaba de ayudar a los países más atrasados a que se desarrollaran.
Las colonias cumplirán la función de proveedoras de recursos y mercados, evitando
que se generalicen las crisis económicas,45 y que se extienda el paro de los trabajadores. La
ocupación de África empieza después de la grave crisis económica de 1873, que había dejado
a millones de obreros sin trabajo y la expansión colonial sirvió para aminorar las crisis,
además contribuyó a moderar las tensiones sociales en Europa.
44
R. Palmer y J. Colton, Op cit., p. 376
En las últimas décadas del siglo XIX, se presentó en el sistema capitalista periodos de crisis económicas que
iniciaron en 1873 hasta 1895, alternándose la expansión con la depresión.
45
40
La política colonial sirvió como un medio para mantener, incluso para aumentar, la
hegemonía y el prestigio de sus respectivos países. Aunque es evidente el interés económico
que tenían las potencias europeas por mantener el sistema colonial, se va a tratar de
enmascararlo con todo tipo de doctrinas y argumentos. Una de las teorías más extendidas fue
la de considerar a los pueblos colonizados incapaces de gobernarse a sí mismos, por lo que
necesitaban de potencias desarrolladas que sentarían las bases de la civilización en esas
regiones.
La difusión de la ideología nacionalista entre la población de las potencias
occidentales exaltaba los sentimientos nacionalistas, estimulados por el orgullo de su avance
tecnológico y por el deseo de imponer su prestigio económico y militar sobre otros pueblos,
esta ideología fue fomentada conscientemente por políticos e intelectuales, que permitió a los
gobiernos de los países imperialistas tener un apoyo popular que justificara su política
expansionista llevada a cabo mediante guerras con otras potencias o mediante la acción
conquistadora directa sobre los países pobres, además con esto se desviaba la atención de los
problemas internos que exigían reformas sociales.
En Gran Bretaña el colonialismo era defendido por el conjunto de la población que se
sentía halagada por teorías racistas que hablaban de la superioridad de los anglosajones.46
A fines del siglo XIX y principios del XX, la expansión colonial inglesa adquirió
grandes proporciones. En 1870, la burguesía inglesa poseía un enorme imperio colonial y en
la época del imperialismo, Inglaterra fue el primer país promotor en el reparto de África, la
construcción del Canal de Suez aceleró los acontecimientos, se estableció el control financiero
sobre Egipto y en 1882 fue ocupado éste como prolongación del Canal de Suez.47
Otro ámbito de la expansión colonial inglesa a fines del siglo XIX fue África del Sur,
aunque los ingleses ya habían llegado al territorio de El Cabo en 1806, posteriormente
ocuparon enormes territorios del África sudoriental, dirigido por Cecil Rhodes,48 en 1889 se
creó una nueva colonia del Imperio Británico, de nombre Rhodesia en honor a su fundador.
Esta expansión inglesa llevará a la Guerra de los Bóers (1899-1902). Este conflicto
se dio entre ingleses y bóers,49 éstos se encontraban en dos pequeñas repúblicas el Transvaal y
46
Los antropólogos físicos de fines del siglo XIX, se avocaron al estudio de las diversas “razas” humanas, de las
que destacaban algunas en el sentido darwinista, es decir superiores en herencia y en valor de supervivencia,
muchos científicos de la época concluyeron que los blancos eran la raza más apta, y entre estos los nórdicos,
teutones o germanos y los anglosajones.
47
Y. F. Avdakov y F. Y. Polianski, La Primera Fase del Imperialismo, Editorial Grijalbo, México, 1969, p. 80
48
Cecil Rhodes (1853-1902) estadista y político reaccionario inglés que aplicaba con energía la política colonial
inglesa y propugnaba la expansión imperialista.
49
Eran colonos descendientes de holandeses, los ingleses los denominaban así, por la palabra holandesa que
significa granjero.
41
el Estado Libre de Orange, que originalmente se habían instalado en El Cabo, en el siglo
XVII, Inglaterra a partir de 1815 se anexionó el Cabo de Buena Esperanza y el
descubrimiento de diamantes y oro en el Trasvaal propició la intervención del capital
británico, pero el Transvaal se negó a aprobar la legislación para las corporaciones mineras y
sus empleados.
El Imperio Británico entra en guerra con las dos repúblicas bóers y una vez sometidas
son anexionadas al imperio; en 1910, se incorporaron a la Unión de África del Sur que recibió
una semi-independencia. Las razones económicas en esta guerra son evidentes, la explotación
de la población negra representó inmensos beneficios para los grandes terratenientes, los
propietarios de las minas de diamante y de oro, así como el incremento de colonias.
Paralelamente los imperialistas ingleses ampliaron sus posesiones coloniales en Asia,
participaron activamente en el sometimiento y reparto de China, se acentuó agresivamente la
explotación de la India, de modo que se iba consolidando el sistema de los dominios, Canadá
y Australia en 1901, África del Sur en 1902 y Nueva Zelanda en 1907.
La expansión colonial de Gran Bretaña y el incremento industrial de Alemania se
acentuaban cada vez más, por lo que Inglaterra reafirmaba sus alianzas con otras potencias.
Francia justificará su expansión colonial inicialmente por razones de prestigio político para el
gobierno en funciones y desviar la atención del pueblo de la problemática interna, además
afirma su papel de agente civilizador. En 1830, se inicia la expansión neocolonial francesa
con la ocupación militar de Argelia, pero será en 1878, cuando se constituirá el auténtico
imperialismo francés al ocupar gran parte de África noroccidental y en Asia la región de
Indochina.
En Alemania las ideas coloniales fueron difundidas entre las masas por los misioneros
católicos y protestantes, como un medio para la difusión del cristianismo. A partir de 1882
comienza a manifestarse la política imperialista alemana impulsada por el canciller Otto von
Bismarck, quien siguiendo el ejemplo de las potencias anteriores, comenzó a darse cuenta de
la importancia económica de la política colonial.
El imperialismo agresivo de Alemania, radicó en el poderoso desarrollo de su industria
y en la aparición de los monopolios, la política de éstos impulso a Alemania a la colonización
y a la agresión militar, además la influencia de los junkers,50 que dominaban la vida política
de Alemania, exigían la ocupación de tierras de Polonia, de los países Bálticos y de Ucrania,
así como las conquistas coloniales de África y otros países.51
50
51
En Prusia se denominaba junkers a los grandes terratenientes de la alta nobleza.
Y. F. Avdakov y F. Y. Polianski, La Primera Fase del Imperialismo, Op cit., p. 58
42
Otro aspecto que influyó fue la tradición militar alemana, así como las grandes fábricas de
armamentos, que constituía un gran negocio para los capitalistas alemanes. Bismarck convocó
a una conferencia internacional en Berlín en 1885, que procediera al reparto de los territorios
africanos entre las naciones europeas que carecían de colonias, en 1887 mediante algunos
tratados diplomáticos Alemania estableció protectorados en África; compra a España algunas
islas del Pacífico en 1889, el imperialismo alemán intervino en el reparto de China y en 1897
ocupó la bahía de Kiao-Chao, creando en ella una base militar.
Los Estados Unidos para llevar a cabo sus afanes de dominio territorial, usaron
diversos procedimientos: uno fue la compra a través de negociaciones con los propietarios,
otra fue la ocupación por parte de sus ciudadanos, con cualquier pretexto la anexión y más
tarde la legalización de las posesiones, por medio de un tratado y la última fue la conquista.
El expansionismo americano tenía sus orígenes en la idea del destino manifiesto,
(anexión de Florida en 1819, Texas 1845, la guerra con México en 1846-1848, que termina
con la anexión de California, corresponde a Estados Unidos ocupar todo el continente
americano), muy relacionado con la Doctrina Monroe, formulada por el presidente James
Monroe en 1823, reflejó una ideología liberal, contraria al restablecimiento de la autoridad de
España en América Latina, a fines del siglo XIX esta doctrina fue adaptada en beneficio
propio, proclamando que cualquier intervención europea en América tendría que ser
consultada con el gobierno estadounidense.
En Estados Unidos el crecimiento económico y demográfico suscita, a fines del siglo
XIX, un impulso nacionalista e imperialista que se manifiesta ampliamente con el conflicto
hispanoamericano. La Guerra Hispano-Norteamericana (1898). Fue la sostenida entre
España y Estados Unidos, cuando en Cuba se presentaron algunos disturbios revolucionarios
con el fin de independizarse de España, los Estados Unidos simpatizaron con el movimiento
revolucionario, debido a que los americanos tenían inversiones y relaciones comerciales con
Cuba, era importante para los intereses estratégicos en el Caribe de los americanos, mantener
a Cuba sin problemas internos.
La opinión popular norteamericana, se vio animada por un afán imperialista, como por
presuntos sentimientos humanitarios hacia Cuba. El punto culminante se alcanzó cuando un
barco de guerra americano, el Maine, se hundió en el puerto de la Habana, en misteriosas
circunstancias en 1898. Los Estados Unidos ganaron la guerra con España, las Islas Filipinas
también se habían levantado contra el poder español.
43
Cuba se estableció como una república independiente, sometida a la Enmienda Platt,52 La
lucha que duró menos de cuatro meses, dejó a España sin sus últimas posesiones en el
hemisferio occidental. Por el tratado de París, España cedió a Estados Unidos, Puerto Rico
Guam y las Islas Filipinas y renunció a la soberanía de Cuba. Las guerras y anexiones
permitieron a los Estados Unidos una ampliación sucesiva de sus posesiones coloniales.
Se dice que el siglo XIX podría calificársele como el de la expansión de la guerra. El
fenómeno bélico alcanzó grandes dimensiones, debido a la combinación de cambios sociales
y tecnológicos. Pero lo más trascendente fueron las ideologías imperantes de la época, que
concedieron a la guerra un carácter civilizador.
En los comienzos del siglo XX la rivalidad entre las grandes potencias se había
acrecentado, el mundo estaba ya repartido, pero la pugna adquiría mayor crudeza por las
zonas de influencia. El constante incremento de las crisis internacionales manifestaba el
ambiente de la política mundial.
En el lejano oriente se desarrolló la Guerra ruso-japonesa (1904-1905). Los rusos en
1898 consiguieron un arriendo por parte del Imperio chino en la península de Liaotung, así
obtenían Puerto Arturo y los derechos para construir ferrocarriles en Manchuria para
enlazarlos con su sistema transiberiano, por otro lado los japoneses tenían la necesidad de
materias primas y mercados, así como emplear su ejército y marina recientemente
modernizada, y obtener una posición reconocida como gran potencia en el sentido occidental.
La guerra estalló sin previa declaración, en 1904, con el ataque naval japonés a las
instalaciones rusas de Puerto Arturo. Ambos países enviaron grandes ejércitos a Manchuria,
los japoneses ganaron la guerra. Ante esta situación, por los crecientes intereses que tenía
Estados Unidos en China, el presidente Theodore Roosevelt ofreció su mediación, y se
reunieron en Pontsmouth, New Hampshire.
Por el tratado de Pontsmouth, en 1905, Japón recobraba de Rusia lo que había perdido
en 1895, es decir Puerto Arturo y la península de Liaotung, una posición estratégica en
Manchuria, más tarde en 1910, fue anexionada por Japón, además recibió de Rusia la mitad
meridional de la isla de Sajalin. En esta guerra estuvieron presentes observadores militares de
varios países tratando de comprender lo que sería la próxima guerra en Europa.53
Una vez más la competencia entre potencias se manifestó en esta guerra y continuó la
explotación de los países subdesarrollados por el vencedor, en este caso fue la primera vez
52
Son una serie de disposiciones, mediante las cuales los Estados Unidos, obtenían el derecho a supervisar las
relaciones de Cuba con las potencias extranjeras, y a intervenir en varios aspectos del pueblo cubano.
53
R. Palmer y J. Colton, Op cit., p. 412
44
que un pueblo no blanco derrotaba a un pueblo blanco, en los tiempos modernos. Los
japoneses habían aprendido las estrategias de los europeos. También en 1905 se presentó un
conflicto entre Francia y Alemania en Marruecos, el gobierno alemán que había creado el
incidente, se percató que la alianza entre Francia e Inglaterra, se estaba consolidando aun más,
la segunda crisis en Marruecos se produjo en 1911, provocada por Alemania, por medio de un
acuerdo ésta recibió unas pequeñas concesiones en África.
Pero la crisis de mayor trascendencia fue la que ocurrió en los Balcanes, en 1908,
cuando el Imperio de Austria-Hungría se anexionó los territorios de Bosnia y Herzegovina,
que pertenecían legalmente a Turquía, pero que eran administradas como colonias desde 1878
por el imperio austriaco, Serbia protestó enérgicamente ante la agresión y se recrudecieron las
relaciones.
En 1912, Serbia y Bulgaria constituyeron la Liga Balcánica, bajo la protección de
Rusia, con el fin de prevenir una nueva anexión por parte del Imperio Austro-Húngaro y de
liberar a los pueblos eslavos del sur que estaban bajo el dominio del Imperio Otomano,
posteriormente Grecia y Montenegro ingresan a la Liga y vencen al Imperio Otomano, que
desintegrado recibió el nombre de Turquía.
Bulgaria atacó a sus antiguos aliados de la liga, pero fue vencida por Serbia, que se
fortaleció con este nuevo triunfo al aumentar su territorio. La nueva situación de Serbia
preocupó al Imperio austriaco.
2.4.2 Alianzas Internacionales
En el periodo posterior a 1870, las relaciones internacionales van a tener un nuevo carácter, la
política internacional se hacía más bélica porque la unidad política, alemana, italiana y
norteamericana había generado poderosos impulsos nacionalistas que motivaron similares
deseos en otros países, había más potencias comprometidas en la política internacional que las
que existían desde el siglo XVIII y sus sentimientos nacionalistas eran más intensos.
La expansión económica coloca al Estado alemán en la posibilidad de competir con el
resto de las potencias europeas por la hegemonía del mundo y el control de los mercados en el
marco de la política imperialista, por lo que Bismarck se empeño en tener el control del orden
internacional europeo mediante un sistema de alianzas; llamados sistemas bismarckianos que
constituyeron un conjunto de alianzas y tratados diplomáticos destinados a mantener el frágil
equilibrio europeo.
45
El primer sistema de alianzas se conoce por la Entente de los tres emperadores, en 1872 se
reunieron en Berlín el káiser Guillermo I, el emperador Francisco José de Austria y el zar de
Rusia Alejandro II, los tres firmaron un acuerdo político militar para la defensa mutua que
duró hasta 1878.
El segundo sistema estará formado por tres acuerdos: el tratado austro-alemán o
Dúplice de 1879, que prevé la asistencia mutua en caso de ataque ruso, el acuerdo secreto
austro-germano-ruso de 1881, que es un pacto de neutralidad en caso de ataques de otros
países, donde Austria era la única beneficiada. La alianza austro-alemana de 1879 se
convertiría en la Triple Alianza en 1882 con la inclusión de Italia.54
Tratado de la Triple Alianza
En 1882, El Imperio Austrohúngaro, el Imperio Alemán e Italia, con el afán de fortalecer sus
gobiernos, firman este tratado donde se prometen paz, amistad recíproca y apoyo mutuo
dentro del límite de sus propios intereses. Se establece que en caso de que una o dos de las
partes contratante fuese atacada (sin previa provocación directa) por alguna potencia que no
esté dentro de este acuerdo las otras dos partes estarán en la disposición de socorrer con todas
sus posibles fuerzas a la parte implicada en el conflicto. Asimismo, se establece que en caso
de que alguna de las Altas Partes del contrato comience una guerra (por haber visto
amenazada su seguridad) las otras partes se ven en la obligación de observar respetuosamente
el desarrollo conflicto.
Además, en caso de necesitar apoyo bélico, se comprometen a comunicar y concertar
en conjunto las acciones militares que se llevarán a cabo y acuerdan no firmar ningún tratado
de paz o de armisticio si no hay un acuerdo previo entre las tres partes firmantes del contrato.
Estos compromisos se constituyen con una vigencia de 5 años y se estipula guardar un
absoluto secreto del contenido y la existencia del documento55 (ver anexo I).
El tercer sistema consistió en la renovación de la Triple Alianza, además de la firma de
los Acuerdos Mediterráneos entre Italia y Gran Bretaña para mantener inalterable la situación
en el sur de Europa e impedir la expansión de Francia, en 1887 Bismarck firma el Tratado de
Reaseguro, que garantizaba la neutralidad rusa en caso de un ataque francés a Alemania. Tal
sistema de alianzas era un reto y una amenaza, para las potencias excluidas, esto implicaba
54
Gloria M. Delgado, El mundo moderno y contemporáneo, Vol. I, Addison Wesley Longman de México, 1999,
p. 502
55
María Victoria López-Cordón Cortezo y José Urbano Martínez Carreras, Leer historia. Análisis y comentarios
de textos históricos, Alhambra Mexicana, México, 1996, pp. 273-274
46
nuevas fricciones en las relaciones internacionales, al finalizar el Tratado de Reaseguro en
1890, Rusia se convenció de que su alianza con Alemania sólo favorecía a Austria.56
Con la participación de Francia, en el plano internacional, y frente al bloque de estados
formado por la Triple Alianza, se va configurando otro bloque de estados opuesto al primero,
que es la Triple Entente, ésta se inicia con los primeros acuerdos entre Francia y Rusia.
Acuerdos franco-rusos
En 1891, los tratados franco rusos se prepararon como un acto que contrarrestara el Tratado
de la Triple Alianza. En estos acuerdos Francia y Rusia acuerdan entre sí la unión para
preservar la paz si es que se ve amenazada. Entonces convienen entenderse sobre las medidas
a tomar con la acción simultánea de los dos gobiernos.
En la convención militar del 18 de agosto de 1892 se concretó la alianza entre Rusia y
Francia. Se estipuló que si Francia es atacada por Italia o Alemania, Rusia empleará todas sus
fuerzas armadas; asimismo, en caso de un movimiento de la Triple Alianza, los Estados
Mayores concertarán en todo tiempo preparar las posibles medidas militares y su ejecución, y
se comunicarán todos los informes acerca de la Triple Alianza que llegasen a tener. También
se acordó que ninguna de las partes concluiría la paz por separado. La duración de este tratado
tendrá la misma que la Triple Alianza y serán secretas todas sus cláusulas57 (ver anexo II).
Posteriormente Inglaterra decide aliarse con Francia, su tradicional enemigo, cuyas
flotas podían alejar la amenaza alemana, en 1904 se firmó la alianza denominada Entente
Cordial, la cual incluía cláusulas secretas que reservaban Egipto como área de dominio
británico y Marruecos como protectorado francés. En 1907 se formó la Triple Entente que
incluía a Rusia, después de que Francia sirvió de intermediaria entre ésta y Gran Bretaña
constituyéndose como bloque mundial integrado por grandes imperios.
Desde 1904, hasta el estallido de la guerra, suceden diversas crisis políticas, que van
consolidando los bloques militares que se enfrentarán abiertamente a partir de 1914, algunas
de ellas se originaron por el reparto de zonas de influencia entre Alemania y Francia en las
colonias africanas, otras, por el desarrollo de los movimientos nacionalistas en los Balcanes.
Como consecuencia de estas crisis sucesivas las alianzas europeas se fueron
consolidando con posiciones antagónicas, creándose un ambiente belicista incluso entre las
56
57
Gloria M. Delgado, Op cit., p. 503
María Victoria López-Cordón Cortezo, Op cit., pp. 276-277
47
poblaciones civiles, que conducirá a un enorme desarrollo de los dispositivos militares de
todas las potencias.
Existía un temor a la conflagración generalizada, y cada nueva crisis aumentaba más el
riesgo, la crisis de junio-julio de 1914 será la chispa que enciende el conflicto y desencadene
la guerra europea, ya iniciada ésta, las dos coaliciones pensaron en inmiscuir a algunos países
neutrales europeos en el conflicto para fortalecer sus posiciones, así como los estados
neutrales no podían permanecer indiferentes a lo que estaba sucediendo, ya que estaba en
juego su seguridad e intereses, como las minorías nacionales que querían liberarse del
dominio extranjero.
Pierre Renouvin hace referencia a algunos tratados secretos:58 En el caso de Turquía,
firma un tratado secreto de alianza con Alemania, el 2 de agosto de 1914, una vez que
concluyó sus preparativos militares, el 1° de noviembre de 1914, entra a la guerra, haciendo
un llamado a los pueblos islámicos para la guerra santa. Asimismo, Bulgaria, que era antiserbia, se une con los imperios centrales (Alemania y Austria-Hungría) en 1915.
Como Rumania tenía poblaciones de lengua rumana que vivían en territorio ruso y
austro-húngaro, los imperios centrales desde el inicio de la guerra le prometen Besarabia que
se encontraba en territorio ruso, sí continuaba con el tratado que tenía desde 1883 con el
Imperio Austro-Húngaro, por el lado de la Entente podría obtener Transilvania que estaba en
territorio austro-húngaro, su decisión es declararle la guerra a los imperios centrales en 1916.
En el caso de Italia, negocia con los dos bloques a principio de 1915, después de
cuatro meses de ásperas negociaciones decide pactar con la Entente, en el tratado secreto del
26 de abril de 1915.
El gobierno que preside Salandra, declara que sólo se inspirará en el «egoísmo
sagrado» de Italia, cuando la mayoría parlamentaria parece dispuesta a desaprobar tales
compromisos, un movimiento de la opinión pública rompe esta resistencia. Italia es el único
país donde se organizan, en las grandes ciudades, manifestaciones populares al grito de «Viva
la guerra». El 20 de mayo de 1915, el Parlamento se resigna a votar los créditos militares.
58
Pierre Renouvin, La Primera Guerra Mundial, Ediciones Orbis, Barcelona, 1985, p. 16
48
2.4.3 La Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial (1914-1918), denominada también Gran Guerra, fue un
acontecimiento bélico internacional que abarcó tres continentes y sus océanos. Tuvo como
causas profundas una serie de acontecimientos políticos, económicos, sociales e ideológicos
generados en Europa entre 1871 y 1914, los cuales crearon una situación sumamente tensa
entre las grandes potencias. Entre las causas que originaron este conflicto se encuentran:
1. La rivalidad entre las potencias industrializadas.
2. La ideología y la propaganda nacionalista.
3. El sistema de alianzas entre los países europeos.
4. Las crisis marroquíes y balcánicas.
Como ya se expuso en anteriores apartados, la rivalidad y las relaciones de poderío entre las
grandes potencias comenzó a desarrollarse desde 1871 o incluso antes, debido a que las
grandes potencias capitalistas comenzaron a ver su hegemonía amenazada. Asimismo, las
naciones se veían alarmadas ante la posibilidad de la pérdida de territorios que estaban bajo su
dominio, esta situación provocó que las naciones iniciaran un sistema de alianzas
diplomáticas en las que pudieran protegerse de un posible ataque armado.
De esta manera se formaron dos bloques antagónicos: la Triple Alianza constituida por
Alemania, Austria-Hungría e Italia; por otro lado se conformó la Triple Entente con Gran
Bretaña, Francia y Rusia.
El desarrollo industrial propició nuevos descubrimientos científicos que gestaron
innovaciones tecnológicas puestas al servicio de las fuerzas militares de las naciones. Tales
avances tecnológicos y el desarrollo del capitalismo inyectaron en las poblaciones de las
naciones una fuerza de orgullo nacional, comienza a remarcarse un sentimiento de
superioridad ante los pueblos no industrializados y que justificaba la rivalidad entre las
naciones, todo esto incitó una ola de nacionalismo que se conformará como uno de los
elementos importantes para desencadenar el conflicto con mayor potencia.
De este modo, los dirigentes de las naciones comprendieron inmediatamente el influjo
que tiene el nacionalismo para lograr sus fines políticos, de esta manera se valieron de los
medios de difusión para incitar tanto la rivalidad con las otras naciones como estimular el
ánimo de la población para una lucha armada.
Ante las circunstancias la guerra se veía como algo inevitable para la mayoría de las
potencias, la tensión entre éstas era tal que cualquier incidente provocaría el estallido bélico,
en este caso el inicio fue con el llamado “incidente de Sarajevo”, hecho que tuvo lugar el 28
49
de junio de 1914 en la capital de Bosnia, cuando el príncipe heredero de la Corona
austrohúngara, Francisco Fernando, fue asesinado junto con su esposa −por un extremista
serbio− al realizar una visita a la ciudad de Sarajevo con el propósito de demostrar el poderío
de la dinastía de los Habsburgo sobre esa región de la población eslava.
Entonces el gobierno austro-húngaro, apoyándose en Alemania, envió un ultimátum al
gobierno serbio, éste lo consideró inaceptable ya que atentaba contra su propia soberanía
nacional (ver anexo III).
El gobierno de Gran Bretaña, preocupado por problemas políticos internos causados
por los separatistas irlandeses, trató de evitar el estallido de un conflicto internacional
buscando darle solución por medio de un arbitraje diplomático, para lo cual convocó a una
conferencia internacional; pero la propuesta británica fue rechazada por Alemania,
aparentemente interesada en precipitar los acontecimientos hacia el conflicto armado.
El día 28 de julio de 1914, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia y, en seguida,
Rusia movilizó sus tropas contra el ejército austrohúngaro sin llegar a romper relaciones con
ese imperio, prometiendo retirarse si se cambiaba el ultimátum dirigido a Serbia. Inglaterra
intervino de nuevo para evitar la guerra y propuso que Austria ocupara Belgrado como
garantía y aceptara mientras tanto la negociación de un compromiso con las grandes
potencias.
Pero la nueva propuesta británica fue también rechazada, en este caso por el gobierno
austriaco, por lo que Rusia se sintió obligada a declarar la guerra y el día 30 de julio movilizó
sus ejércitos contra Alemania y Austria-Hungría. El lo de agosto Alemania declaraba la
guerra a Rusia. En esos momentos, la guerra se planteaba entre estos tres países, pero dos días
más tarde (3 de agosto) el gobierno alemán declaraba la guerra a Francia, al negarse este país
a aceptar las condiciones de neutralidad.59
El desarrollo de la Gran guerra presenta dos fases sucesivas, primeramente se
encuentra la etapa que se desencadena del suceso de Sarajevo y comprende un periodo de casi
tres años y en esta se ven involucradas únicamente las potencias en conflicto. La segunda
faceta comienza en marzo de 1917, cuando la lucha se extiende y se convierte en un
acontecimiento mundial con la intervención de Estados Unidos en el conflicto y el abandono
de la neutralidad de algunos países iberoamericanos, hasta el final del conflicto en noviembre
de 1918.
59
Wolfgang J. Mommsen, La época del imperialismo, Europa 1885-1918, Historia Universal Siglo XXI, Siglo XXI editores,
Madrid, España, 1975, pp. 261-266.
50
Dentro del inicio, la guerra sólo se concentró en una zona al sureste de Europa y
posteriormente se fue afectando a la mayor parte de Europa. Por un lado están los países que
generaron el conflicto y que conformaron la Triple Alianza y por el otro se encontraban los
países de la Triple Entente que también se les conoce como “Aliados”. Después de la
declaración de guerra de Inglaterra a Alemania (4 de agosto) el conflicto era inminente.
Cuando se inició el conflicto ambas partes tenían la creencia de que su duración iba a
ser corta, pues incluso los aliados no estaban en condiciones de costear un enfrentamiento de
larga duración y confiaban en un pronto desarrollo del mismo. Sin embargo, las estrategias
tomadas a la ofensiva fueron un fracaso tanto para Alemania como para Francia, esto dio pie a
que el plan ofensivo se cambiara al plan defensivo, lo cual llevó al estancamiento del
conflicto y provocó que se prolongara más de lo que se tenía previsto originalmente.
En la batalla de Marne, Alemania fracasó en su plan estratégico y tuvo que replegarse
hacia el norte (en septiembre de 1914), las Potencias Centrales habían depositado su
confianza en el plan alemán y se vieron frustradas en la derrota. En el frente oriental, los
alemanes habían conseguido la victoria contra los rusos en la batalla de Tannenberg, en la
Prusia oriental (agosto de 1914) y durante 1915 lograron ganar varias batallas en este país. A
pesar de los grandes fracasos de los dos bloques antagónicos, ninguno de ellos desistió, sólo
perfeccionaron sus sistemas defensivos, al mismo tiempo que se estancaba el desarrollo
bélico.60
En tanto Turquía e Italia permanecían neutrales, pero tenían un gran potencial para el
desarrollo bélico para ambos lados y por esta razón era importante atraerlas a favor. Las
Potencias Centrales vieron la posibilidad y la ventaja de tener negociaciones con Turquía que
finalmente actuó a favor de éstos, siendo factor crucial para vencer una expedición
francobritánica en el territorio de los Dardanelos (1915).
Por otro lado la Entente desde el principio entabló negociaciones con Italia, pero el
gobierno italiano se mantuvo indeciso para tomar partido; después del fracaso de Alemania
ante Francia, Italia vio la victoria asegurada para los Aliados y posteriormente decidió unirse
a ellos, el 26 de abril de 1915 firmó a favor de la Entente y declaró la guerra al Imperio
Austro-Húngaro.
La alianza de Italia a los Aliados abrió un nuevo frente de guerra que ayudó más
cuando Grecia y Rumania se unieron a los países de la Entente y por su ubicación geográfica
pudieron bloquear la provisión de mercancías y materias primas para Alemania, en tanto que
60
Gloria M. Delgado, El mundo moderno y contemporáneo, Vol. II, Addison Wesley Longman de México,
1999, p. 536
51
los países de la Entente gozaban con la ayuda económica y abastecimiento de materias primas
de parte de Estados Unidos.
El 7 de mayo de 1915 tiene lugar un suceso muy importante para que la guerra
comience a tornarse en una guerra mundial, cerca de Irlanda un buque británico de vapor, el
Lusitania, fue atacado sin previo aviso por un submarino alemán, en este atentado murieron
1198 personas, entre éstas 120 ciudadanos estadounidenses. Los alemanes alegaron que en
esta embarcación se transportaba una carga de armamento para los Aliados (dato que fue
investigado y posteriormente fue confirmado). Este acontecimiento fue sumamente
importante para que países neutrales tomaran partido, entre estos Estados Unidos, el país que
conformaría el elemento decisivo para la ruta que tomaría la guerra.
El presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, comenzó a erigirse
políticamente como el mediador en el conflicto europeo y entre su discurso abogaba por la
paz mundial. Sin embargo, sus esfuerzos diplomáticos no dieron como fruto la paz, pues sus
propuestas no eran aceptadas por ninguna de las partes beligerantes.
Entonces −justificado en la posición fallida de la diplomacia de lograr la paz y con el
propósito de que triunfara la justicia en el mundo y reinara la paz− Estados Unidos se unió al
conflicto a favor de los aliados. Y con esta intervención se desequilibró la fuerza entre las
naciones, no sólo en cuestión de armamento, sino también en la cuestión económica.
Otro de los sucesos más importantes que influyeron en el desarrollo del conflicto fue
la revolución rusa que estalló en 1917, los acontecimientos de la revolución rusa provocaron
un revuelo en todos los países beligerantes, hubo un gran aumento de movimientos sociales
−en los que participó en gran parte la clase obrera− a favor de la paz. Los movimientos más
importantes se dieron dentro de las Potencias Centrales que tenían ya en proceso revoluciones
internas, pero también hubo manifestaciones muy importantes en Francia y Gran Bretaña.
En la primavera de 1917, ante el peligro que representaba el socialismo en los países
beligerantes, como una escisión ante las posturas antibélicas, muchos personajes políticos,
−no sólo de las Potencias Centrales, sino también de los Aliados− trataron de restablecer la
paz con negociaciones secretas, pero estas acciones fallaron.
La revolución rusa también fue indiscutiblemente determinante para el flujo de los
acontecimientos porque después del triunfo de la revolución rusa de octubre, los bolcheviques
previeron una situación peor para su país y para su recién gobierno si Rusia continuaba en el
conflicto bélico mundial, por eso se decidió que Rusia ya no formaría parte de la Guerra, para
lo cual firmó un tratado de paz con Alemania, el Tratado de Brest Litovsk, que tuvo lugar el 3
de marzo de 1918.
52
Éste cedía a Alemania múltiples territorios, incluyendo Polonia, Lituania, Letonia y Estonia.
Además, el gobierno soviético tenía que reconocer la independencia de Finlandia, Georgia y
Ucrania, la firma del tratado fue una medida tomada por Lenin como una cuestión temporal,
pues pretendía ganar tiempo para que la revolución estallase en Europa, aunque muchos no lo
entendieron de esta manera y lo acusaron de traición.61
Según Palmer, para los alemanes constituía un gran éxito el Tratado de Brest Litovsk,
puesto que había neutralizado a Rusia y con esto tenían un gran dominio sobre la parte
oriental de Europa; pero finalmente, los acuerdos territoriales del Tratado de Brest-Litovsk
quedaron anulados en virtud del armisticio firmado en noviembre de 1918 por Alemania y las
potencias aliadas vencedoras en la I Guerra Mundial, y abrogados de forma definitiva por
medio del Tratado de Versalles, pactado en junio del año siguiente. 62
A mediados de 1918, la crisis de las naciones por la guerra se había llevado al
extremo, el 8 de agosto de ese mismo año se dio lugar un ataque anglo francés cerca de
Amiens junto al río Somme, en el que se utilizaron por primera vez tanques de guerra, que
acometieron de tal forma contra el ejército alemán que éste ya no pudo reponerse.
El 25 de septiembre, los Aliados lanzaron un nuevo ataque brutal, tres días después el
alto mando alemán hacía una oferta de armisticio y paz al presidente Wilson, Austria se había
rendido desde el 15 de septiembre y poco después le siguió Turquía. El 11 de noviembre del
mismo año, los representantes de la Entente, así como de Alemania firmaron en las afueras de
París el armisticio que puso fin a la guerra.
En enero de 1919 iniciaron las conferencias internacionales de paz, los participantes
eran exclusivamente los vencedores, ya que, por primera vez en la historia, se negaba la
participación de los vencidos. Entre las potencias más sobresalientes están: Gran Bretaña,
Francia, Italia, Estados Unidos y Japón. En estas conferencias −auqnue no fue fácil− se
pusieron de acuerdo en la repartición territorial y las condiciones que se le iban a imputar a
Alemania, después de cinco meses de discusiones se decidió al acuerdo definitivo, el Tratado
de Versalles, firmado en enero de 1919, en el cual se hace responsable de la guerra a
Alemania.
En este tratado se estipulan una serie de prohibiciones, obligaciones y restricciones por
parte del bloque conformado por Estados Unidos, Francia, el Imperio Británico, Italia y Japón
como principales potencias aliadas y asociadas en contra de los Países Centrales, entre éstas
61
62
José Gómez Navarro et al., Historia del Mundo Contemporáneo, Alhambra Mexicana, México, 1994, p. 248
R. Palmer, y J. Colton, Op cit., p. 445
53
se encuentran las siguientes: se le prohíbe a Alemania construir o mantener fortificaciones así
como el mantenimiento y concentración de fuerzas armadas.
Los territorios cedidos a Alemania en el preliminar Tratado de paz firmado en
Versalles el 26 de febrero de 1872 y del Tratado de Francfort de 10 de mayo de 1871 serán
integrados a la soberanía francesa. Alemania reconocerá la autonomía de Austria y del Estado
Checoslovaco y sus fronteras, así también la completa independencia de Polonia, se
compromete a reconocer la inalienable independencia de los territorios que formaban parte
del antiguo Imperio Ruso.
Por otra parte Alemania se ve obligada a la disolución del Gran Estado Mayor Alemán
y cualquier asociación similar a éste. La fabricación de armas estará bajo el conocimiento y la
supervisión de las Potencias Aliadas, así como las cláusulas navales, aéreas y militares que
sean ejecutadas por Alemania. La universidad y asociaciones militares, deportivas y de
recreación no deberán ocuparse de acciones militares.
Este Tratado también pone la acusación en contra del ex emperador de Alemania,
Guillermo II Hohensollern, por ofensa suprema contra la moral internacional y la autoridad de
los tratados internacionales. El gobierno alemán reconoce a las Potencias Aliadas y asociados
como libres de llamar a comparecer a quienes se crea que acometieran contra las leyes y
costumbres de la guerra; se responsabiliza a Alemania y a sus aliados de todas las pérdidas y
de todos los daños sufridos por los gobiernos aliados y sus naciones como consecuencia de
guerra.
Por lo tanto, Alemania adquiere el compromiso de que sean reparados todos los daños
causados a la población civil de las potencias aliadas y asociadas. La comisión de
indemnización analizará los recursos de Alemania y sus aliados en cuestión de plantear y
modificar las formas de pago a las Potencias Aliadas. Como garantía de la ejecución de este
tratado por parte de Alemania, los territorios alemanes situados al oeste del Rhin, junto con
las cabezas de puente serán ocupados por tropas de las potencias aliadas.
En septiembre del mismo año se firmó la paz con Austria, a la que también se le
responsabilizó de la guerra, se le obligó a reconocer la separación completa de Hungría;
asimismo, se le prohibió que se integrara a Alemania o que se considerara como estado
alemán. En tanto, Bulgaria y Turquía −por su participación en la guerra− perdieron territorios
que fueron repartidos entre Francia e Inglaterra.
Las primeras consecuencias inmediatas a la guerra se notaron tanto en el aspecto
político, como en el económico y social. Políticamente se formó la Sociedad de Naciones con
la finalidad de establecer la diplomacia y de impedir una nueva guerra, con esto también se
54
estableció una nueva división política en la cual se muestra el derrumbamiento de los grandes
imperios territoriales, pues una vez que los distintos pueblos y grupos étnicos que los
constituían tuvieron la oportunidad de autodeterminación con la doctrina de Wilson, la
mayoría logró independizarse de estos imperios.
Así, la aplicación de los principios de Wilson ayudaron a los movimientos
nacionalistas que buscaban la autodeterminación de los pueblos, pero estos estados que se
crearon eran sumamente débiles y con recursos escasos para conseguir una economía
independiente.63 A esto se le unió el nuevo papel preponderante que adquirieron los Estados
Unidos y Japón, que se enriquecieron durante el período de guerra y por este progreso
despuntaban en la nueva política internacional.
Las relaciones internacionales también tuvieron un giro importante, la alianza que se
dio entre los países de la Entente se desechó posteriormente a la guerra y de nuevo
comenzaron a preponderar los propios intereses de cada uno de los países, lo cual se
evidenció en una serie de enfrentamientos durante las conferencias de paz en Versalles por los
puntos de división de territorios.
La situación social y económica de Europa provocó numerosos movimientos de
protesta organizados en su mayoría por la clase trabajadora. La secuela de la guerra fue una
inestabilidad social peor que la anterior a la guerra, había crecido el resentimiento en contra
de los gobernantes sobre todo en los países centrales en donde también se generó el deseo de
venganza contra los países de la Entente, pues una vez que se impuso el Tratado de Versalles
se dieron a conocer sus cláusulas que ponían en una situación apremiantemente inferior a los
alemanes y que negaba a los pueblos germanos unificarse en una sola nación, lo cual
deseaban desde mucho tiempo atrás64 (ver anexo IV).
Una de las consecuencias más destacadas fue en el ámbito económico, pues la
hegemonía de la que gozaba Europa tuvo que cederla a Estados Unidos −país que no tuvo
ningún daño en su infraestructura en la guerra y que le permitió seguir produciendo y acaparar
el mercado de las potencias europeas−, la condiciones de Europa para su recuperación no eran
las mejores, a pesar de que los países vencedores habían adquirido bastantes territorios, estos
representaban nuevos problemas en vez de un beneficio inmediato, y debido a la situación
caótica tanto económicamente como socialmente, la recuperación económica y social tardaría
varios años.
63
64
José Gómez Navarro et al., Op cit., p. 212
Gloria M. Delgado, Vol. II, Op cit., p. 550
55
III. V. I. LENIN ANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
3.1 Semblanza de Vladímir Ilich Uliánov Lenin
Después de la abolición de la servidumbre, con la Reforma de 1861, Rusia sufrió diversos
cambios, principalmente comenzó a entrar a la civilización moderna con una fuerte expansión
industrial, entonces se dio pie a la etapa inicial de la Rusia capitalista y emergieron en ella la
burguesía y el proletariado, tal como comenta Lebedinski en su obra El faro del siglo,
polémica en torno a la crítica del leninismo.65
Bajo este escenario, en abril de 1870, en una pequeña provincia de Rusia llamada
Simbirsk, nace Vladímir Ilich Uliánov, Lenin.66 Los Uliánov eran una familia numerosa,
tenían seis hijos de los cuales el tercer hijo era Vladímir Ilich; vivían modestamente pero sin
grandes carencias y mucho menos educativas, pues sus padres siempre procuraron satisfacer
sus inquietudes intelectuales y espirituales.
Los hermanos mayores de Vladímir Ilich −Alejandro y Ana− formaron parte muy
importante en la vida y el pensamiento de éste, sobre todo Alejandro, pues para Vladímir
siempre fue digno de admiración y ejemplo a seguir. Así pues, Vladímir crece en este
ambiente tan propicio para una mente como la suya, pues su carácter siempre fue dinámico,
con gran capacidad de concentración y de trabajo sistemático.
En 1886, de manera inesperada fallece Ilyá Nikoláyevich, padre de Lenin, y un año
después, otra tragedia abatiría a la familia Uliánov, Alejandro fue preso y condenado a muerte
por su participación en al atentado contra el zar Alejandro III junto con el grupo
revolucionario“Voluntad del Pueblo”.67
Alejandro había abandonado su carrera universitaria por la lucha revolucionaria y se
había unido a este grupo de rebeldes que actuaban muchas veces de forma terrorista.
Alejandro Uliánov murió como un héroe de la causa y de un modo que marcaría la vida y
pensamiento de Vladímir Ilich.
Según Yuri Axiutin,68 Vladímir Ilich logra terminar la educación media y en 1887, a
los diecisiete años, ingresa a la Facultad de Derecho en la Universidad de Kazán, desde este
65
Editado por Editorial Cartago, México, 1982, pp. 12-13
Con este seudónimo Vladímir Ilich Uliánov firmó sus primeras obras en 1901 y así fue conocido dentro de la
clase obrera y por sus compañeros del partido que él mismo fundó.
67
Este grupo revolucionario llamado Narodnaia Volia (Voluntad del pueblo) tenían una ala radical terrorista los
Narodniki (socialistas populares) a la que pertenecía Alejandro.
68
Yuri Axiutin, Vladimir Ilich Lenin, páginas de su lucha, Ediciones Instituto de Intercambio Cultural ColomboSoviético, Bogotá, p.24
66
56
momento comenzarán sus primeros pasos en las acciones revolucionarias, pues los
movimientos principalmente se daban entre los estudiantes.
El 4 de diciembre, después de una asamblea estudiantil y como señal de protesta ante
el asedio hacia los estudiantes, Vladímir, junto con otros compañeros, devolvió su carnét
universitario; este incidente provocó que fueran muchos de ellos arrestados, entre ellos
Vladímir que en su estancia en la cárcel escribió una carta dirigida al rector en la que solicitó
ser excluido de la vida universitaria y cesar sus estudios en la Universidad de Kazán.
El 7 de diciembre, ya expulsado de la Universidad y también expulsado de Kazán, fue
confinado en la aldea de Kokúshkino. Durante este tiempo Vladímir tuvo una etapa muy
fructífera en cuanto al acercamiento a lecturas de autores que marcarán su pensamiento, entre
ellos Nikolái Chernichevski.69
Vladímir Uliánov volvió a Kazán en 1888, pero no logrará realizar su examen de
grado hasta 1891 en la universidad de San Petersburgo, se piensa que en este tiempo es
cuando comenzó a profundizar en El Capital de Marx −la obra que finalmente es eje para
todas las tesis de Lenin− el cual le ofreció perspectivas más ricas, agudas y adecuadas para
sus inclinaciones y del cual tomaría las tesis del método dialéctico y la teoría de la lucha de
clases; asimismo, también va estudiar prolijamente los escritos de Plejánov70.
En 1892, la familia Uliánov cambia de residencia, se ubica en la ciudad de Samara; en
esta ciudad Lenin organiza el primer círculo marxista; además, comienza a estudiar
paralelamente la teoría marxista, las estadísticas del país, pues ofrecían un cuadro del
desarrollo de la agricultura y de la industria, de esta manera, con este estudio podía mostrar la
evidencia de cómo se establecían las relaciones capitalistas; sobre todo como se acentuaban
las diferencias entre ricos y pobres. Vladímir no sólo hacía investigaciones teóricas sino
también investigaciones de campo, para él era de suma importancia conocer la problemática
de los campesinos directamente de su propia voz.
En 1893, Vladímir Uliánov se traslada a San Petersburgo. En esta ciudad en el año
1894 tuvo gran auge la organización de asambleas clandestinas de jóvenes revolucionarios a
las que Vladímir asistía; éste intervenía a menudo con análisis críticos de las ideas y prácticas
69
Nikolai Chernichevski fue un socialista ruso premarxista de orientación radical y con el cual Lenin tuvo por
primera vez conocimiento del materialismo filosófico.
70
Jorge Plejánov (1856 – 1918) fue una relevante personalidad del movimiento obrero ruso e internacional, uno
de los fundadores y líder del grupo “Emancipación del Trabajo”, primer propagandista del marxismo en Rusia,
sus ideas tuvieron gran influencia hacia la inclinación revolucionaria burguesa. Durante la Primera Guerra
Mundial Plejánov sustentó una posición social-chovinista.
57
del populismo,71 estas tesis las iba a plasmar posteriormente en su obra ¿Quiénes son los
amigos del pueblo y cómo luchan contra los socialdemócratas?72 En este tiempo, Lenin se
propone la construcción de un partido obrero socialista revolucionario único que llevara a
cabo los objetivos marxistas revolucionarios, el siguiente paso consistía en preparar el camino
para su organización.
En 1894 y 1895, junto con la organización de los círculos obreros y sin descuidar la
propaganda del socialismo científico en círculos clandestinos se inició un gran movimiento
propagandista y de agitación de las masas obreras. Uno de los proyectos de Vladímir consistió
en crear conciencia en los obreros de la importancia que tenía la clase obrera para la
revolución. Uno de los recursos que utilizó Lenin fue impartir clases en una escuela de
educación nocturna dominical para obreros, aquí conoce a Nadezhda Kosntantínovna
Krúpskaya quien se convertiría en su esposa hasta la muerte de Vladímir.
En otoño de 1895, todos los círculos marxistas se organizaron en un solo grupo, a esta
organización se le dio el nombre de “Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase
Obrera” y la cual estaba dirigida por un grupo central presidido por Lenin. Con este suceso se
asentó la primera semilla para erigir el partido, pues la Unión se convertiría en el punto de
desarrollo y expansión de la socialdemocracia de toda Rusia.
En diciembre de 1895, el régimen zarista tomó prisioneros a cuatro de los cinco
miembros del grupo capital de la “Unión” entre ellos a Uliánov. Aun después de este golpe la
“Unión” siguió manteniéndose fuerte y organizando nuevos grupos para ampliar la labor de
agitación de masas.
Después de un año en prisión, se dictó sentencia contra los dirigentes presos: tres años
de confinamiento en distintos lugares de la periferia rusa; a Lenin lo trasladaron a
Shúshenskoye, una aldea perdida en Siberia Oriental, este tiempo en el destierro fue duro para
Vladímir −comenta Yuri Axiutin−73 pues se hallaba muy lejos del movimiento y la labor
revolucionaria; no obstante, gran parte de su tiempo lo ocupaba en lecturas de Marx y Engels,
anuarios estadísticos, obras económicas, políticas y filosóficas. En 1897, en el destierro,
Vladímir escribió Las tareas de los socialdemócratas rusos, obra que fue difundida
71
El populismo era la corriente de los Narodniki que eran considerados por Lenin como pequeños burgueses
demócratas y como la degeneración de los socialistas campesinos populistas. Ver glosario.
72
Menciona Axiutin, que esta obra se imprimió en el verano de 1894 de manera ilegal, pero tuvo un importante
papel para exponer al “populismo liberal” como un socialismo pequeño burgués contrario a la línea
revolucionaria de Lenin que proponía como fuerza más importante: la unión de la clase obrera y los campesinos.
Op cit., p. 31
73
Ibid., p. 39
58
clandestinamente que tenía la intención de ser un llamado para los círculos obreros marxistas
del país a formar un partido social demócrata unido.
En 1898, en el mes de marzo en Minsk, se pudo celebrar un Congreso de
representantes de las “Uniones de Lucha” que aprobó un manifiesto sobre la formación del
Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) y eligió a su Comité Central (CC), a los
10 días posteriores la policía realizó redadas en diversas ciudades y fueron encarcelados dos
miembros del CC y la mayoría de los militantes de Moscú, esto dio pie a una serie de
encarcelamientos y nuevas redadas, a pesar de ello, el movimiento seguía adquiriendo fuerza.
Para el año de 1899, se habían multiplicado la propaganda y las publicaciones políticas
en las que se hablaba sobremanera de marxismo, lo cual estimuló que el marxismo se
impusiera como una moda, se hablaba de él demasiado pero de manera superficial y
malentendida, le hacían falta las ideas centrales de la revolución socialista y del poder del
proletariado. Estas ideas deformadas dieron pie a poner por las nubes la función de los
sindicatos y los movimientos espontáneos y al mismo tiempo a empequeñecer las prioridades
del partido y la lucha política.
Comenzaron a tomar cuerpo las tendencias de las organizaciones de la lucha
económica que proponían la conciliación con el capitalismo y la renuncia a la revolución, tal
es el caso de los economistas; esta fama llevo a la generalización errónea de que el único
papel de los socialdemócratas se basaba en estas tesis. A los partidarios de estas ideas se les
conoció como los “economistas”, que más que un síntoma positivo de lucha significó la
división de las fuerzas que se habían integrado.74
Al término del destierro, Lenin regresó a la actividad revolucionaria −ya que tenía
prohibido residir en las grandes ciudades–, viajó por diversas poblaciones de Rusia para
observar el desarrollo y estado del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) y con
el objetivo de unir a los numerosos comités que integraban al partido. La situación del partido
no era de una gran cohesión, pero las condiciones de extrema vigilancia por la policía zarista
y las continuas redadas eran un gran impedimento para realizar nuevos congresos, así que
Lenin tuvo que llevar a cabo otros procedimientos para la unificación del Partido.
Ante las circunstancias del momento, Uliánov se propuso acabar primero con la
confusión ideológica en las organizaciones del Partido y unir a todos los comités
socialdemócratas sobre la base de los principios del marxismo revolucionario, de modo que
coordinó una amplia propaganda escrita donde se plasmaban las opiniones de los
74
Ibid., pp. 42-43
59
socialdemócratas revolucionarios; de este modo, nace en él la idea de desarrollar un periódico
marxista clandestino para toda Rusia. Como no era posible editarlo en Rusia, Lenin y otros
miembros del partido viajaron a Suiza y se unieron con el grupo “Emancipación del Trabajo”,
en conjunto aceptaron el programa de Lenin y acordaron dar comienzo a su edición y, para
asegurar la clandestinidad, decidieron imprimirlo en Alemania. Este periódico recibió el
nombre de Iskra (La Chispa) y su primer número apareció el 21 de diciembre de 1900.75
Vladímir Ilich examinaba minuciosamente todas las cuestiones relacionadas con el
contenido ideológico del periódico, realizaba el plan para cada número, se escribía con todos
los corresponsales, redactaba artículos y contribuía en todo lo que podía para el periódico.
Poco a poco, Iskra como plan de unificación tiene sus grandes resultados, logró ganar la lucha
ideológica contra los “economistas” y repercutió en que tanto éstos, como los populistas
fueran una minoría; de este modo Iskra se perfilaba como la clave de homogenización en la
que giraban la organización y conformación del partido y el movimiento revolucionario.
En 1902, Lenin publica el libro ¿Qué hacer?, la tesis básica contenida en esta obra es
la idea del Partido como fuerza revolucionaria, dirigente y organizadora del movimiento
obrero, Lenin se apoyó en las observaciones de Engels acerca de las tres formas de la lucha de
la clase del proletariado contra la burguesía (política, económica y teórica) −así lo sostiene G.
von Rauch−.76 Lenin formuló uno de los principios fundamentales de la lucha revolucionaria:
la misión de combate de vanguardia de la clase obrera avanzada se cumpliría con un partido
dirigido por una teoría de vanguardia.
Asimismo, Lenin pugnaba por crear una conciencia política más sólida antes que por
el espontáneo estallido que habían tenido los movimientos. Lenin subrayaba que la lucha
política del partido y de la clase obrera era más honda y amplia que la lucha económica de
obreros y patrones y, por ende, debe ser una lucha distinta a la de las organizaciones
sindicales.
Según Rauch,77 Plejánov calificó el escrito de Lenin como un “catecismo patético” del
movimiento revolucionario, y así como él, muchos no estaban de acuerdo con el estilo de
escribir de Lenin, pero se sabe que causaba una fuerte impresión al lector por su forma tan
directa de decir las cosas, por la sintaxis muchas veces violenta y los ataques personales
75
G. von Rauch, Genios y Líderes de la Historia, Vol. II, Ediciones Moretón, Bilbao, 1980, p. 23
Ibid. p. 24
77
Idem
76
60
contra el enemigo en turno. Trotski78 comentó, en una comparación de estilos completamente
distintos:
El estilo de Marx es rico y grandioso, una conjunción de fuerza y flexibilidad, de ira e
ironía, crueldad y elegancia; su prosa reúne los logros literarios y estéticos de toda la
literatura política anterior. Por el contrario el estilo literario y coloquial de Lenin es
sencillo, utilitario, casi ascético.79
Lenin encargó a Plejánov la elaboración del proyecto inicial del Programa del Partido,
aunque Lenin por su parte mantenía sus artículos en Iskra y paralelamente redactaba el texto
del Programa del Partido. Como menciona Axiutin,80 Lenin expresó a Plejánov que sus
consideraciones tenían un carácter demasiado abstracto, sobre todo las que tenían que ver con
el capitalismo ruso. En tanto, Plejánov no estaba de acuerdo en lo que Lenin planteaba en sus
tesis, en relación con el hecho de que, después de culminada la revolución, se diluyera la
propiedad privada de la tierra y quedara en manos del estado. Aquí ya se hacía notar la
diferencia entre los grandes líderes del movimiento.
Para entonces la producción de Iskra en Munich se había vuelto muy peligrosa y se
trasladaron a Londres y en junio de 1902, en uno de los números de Iskra apareció el Proyecto
del Programa definitivamente redactado. Mientras tanto, se trataban de organizar
convocatorias para un nuevo Congreso, pero se veía impedido el plan, pues comenzaron de
nuevo las redadas.
Después de una gran labor de los comités de organización encargados de convocar al
Congreso, se eligieron delegados para las organizaciones socialdemócratas que tuvieran
mínimo un año trabajando. Finalmente, después de las elecciones todos se congregaron en el
lugar acordado, el 30 de julio de 1903 se declaró abierto el II Congreso del POSDR, en el cual
se eligió a Plejánov como presidente y a Lenin como vicepresidente. Los temas principales de
la reunión fueron la discusión y aprobación del Programa, así como de los Estatutos y la
elección de los órganos centrales del Partido.
También se discutió la finalidad máxima del Partido de llevar la revolución socialista
hasta sus últimas consecuencias, es decir, la caída del poder capitalista y la supresión de
cualquier tipo de explotación del hombre por el hombre.
78
Trotski (Bronstéin) Lev Davídovich (1879-1940), revolucionario ruso, correligionario de V. I. Lenin;
comisario del pueblo. Fue desterrado por Stalin (1929) y murió asesinado en México.
79
Ibid., León Trotski citado por Rauch, p.25
80
Yuri Axiutin, Op cit., p. 58
61
Posterior a una extensa polémica, el Congreso por una gran mayoría aceptaba el proyecto del
Programa que proponía Iskra y se destacó el enorme papel que se había realizado a través del
periódico en el desarrollo del marxismo y la organización del Partido. Asimismo, los estatutos
del Programa que redactó Lenin se aprobaron por 42 votos a favor por 8 en contra; sin
embargo, el artículo 1º que definía la condición del militante81 provocó suficientes
discrepancias para que hubiera una escisión entre los mismos iskristas.
Fue entonces cuando se les comenzó a dar el nombre de bolcheviques a quienes
apoyaban las tesis leninistas (que significa mayoritarios) y a los economistas y populistas se
les llamó mencheviques (minoritarios). El II Congreso del POSDR se clausuró el 23 de agosto
de 1903, éste dejó una huella profunda en la historia del movimiento obrero ruso e
internacional, puesto que fue cuna de los partidos del proletariado en el mundo entero.82
En enero de 1905, tuvo lugar un suceso muy importante para el rápido
desenvolvimiento de la revolución. El domingo 9 de enero de 1905
83
más de 140.000
personas salieron a las calles trataron de pedir al zar una serie de mejorías con respecto al
trabajo y las leyes. Sin embargo, por órdenes del zar fueron recibidos por las tropas que los
masacraron.
Esa misma tarde en algunos distritos de San Petersburgo surgieron las primeras
barricadas y la noticia de la matanza corrió rápidamente por todo el país. Al día siguiente de
ese domingo el número de huelguistas alcanzó una cifra enorme: 440.000, más de lo que se
sumaron en toda la década anterior, lo cual significó un enorme avance para la educación
revolucionaria y la preparación del terreno para la revolución. 84
Lejos de Rusia, Lenin siempre se preocupaba de todos los acontecimientos
importantes de su patria y sabía de lo acontecido ese domingo sangriento. Yuri Axiutin hace
referencia al artículo El comienzo de la revolución en Rusia85 de Lenin en el que opinaba que
este suceso fue un gran impulso para la conciencia revolucionaria del proletariado que había
avanzado en un día lo que no había avanzado en años de yugo y lo vio como un signo de que
la revolución iba a tener una gran aceleración.
81
Lenin proponía que sólo podía ser militante quien reconociera el Programa del Partido y contribuyera con éste
tanto en forma material como con su participación personal en alguna de sus organizaciones. Esto con la
finalidad de poner un filtro que impidiera introducir militantes poco serios y no comprometidos.
82
Ibid., p. 65
83
Fecha correspondiente al calendario juliano que rigió Rusia hasta el 14 de febrero de 1918, día en el que se
implantó el calendario gregoriano.
84
Ibid., p. 69
85
Ibid., p. 70
62
El III congreso del POSDR tuvo lugar en Londres en la primavera 1905 y se tocó
principalmente la táctica y estrategia que iba a tomar el partido para la preparación de la
revolución, mas las resoluciones fueron diversas pues se había acentuado más la división de
mencheviques y bolcheviques. Los últimos querían lograr la unión de la fuerza campesina con
la clase obrera y que sin esto no podrían jamás concretar los planes, mientras que los
mencheviques optaban por una revolución burguesa que sólo concernía a la clase obrera.
En tanto, el Gobierno había desatado una guerra civil, fusilando en masa y sin
miramientos a gente pacífica. Entonces el III Congreso responsabilizó a todas las
organizaciones socialdemócratas de tomar medidas más radicales, de elaborar un plan de
insurrección armada y de la preparación para ésta del proletariado.86
Lenin pidió urgentemente a las organizaciones del Partido instruirse en métodos de
lucha armada, sobre todo para la formación de destacamentos armados en las ciudades más
importantes, también se emprendieron grandes campañas de propaganda entre los marineros y
soldados. Ante todo este peligro que ya constituía el pueblo revolucionario, el zar convocó a
la constitución de la Duma de Estado −Parlamento consultivo− a la cual Lenin respondió que
no se trataba de otra cosa más que de una treta para distraer al pueblo.
En octubre de 1905 estalló la huelga general política a la que se unieron ferroviarios,
empleados del correo y muchos obreros de distintas empresas. El proletariado ruso empezó a
formar soviets de diputados obreros en todos los sitios, organizaban la huelga y mantenían el
orden y la euforia revolucionarios. Así, también aumentaron las revueltas campesinas.
El 30 de octubre de 1905, el zar publicó un manifiesto en el que permitía participar a
todas las clases de la población a las elecciones en la Duma de Estado, se le daba a la Duma
atribuciones legislativas y que concedía apoyos para la libertad civil y las libertades de
conciencia, palabra, reunión y asociación. Tres semanas después de esta publicación Lenin
regresa a San Petersburgo, aunque aún se mantenía oculto de la policía.
En diciembre de 1905, se llevó a cabo una nueva ola revolucionaria, en Moscú se
declaró una huelga general como respuesta al llamado bolchevique, ésta se transformó en una
guerra de barricadas que duró nueve días, así también se dieron otros estallidos en diferentes
ciudades, pero todas estas acciones fueron abatidas.
Según menciona Yuri Axiutin,87 Plejánov (que en ese momento era uno de los líderes
mencheviques) declaró que la lucha había sido intempestiva ya que las fuerzas resultaron
insuficientes. Contrariamente, Lenin mencionó que la táctica ofensiva debió haber sido con
86
87
Ibid., pp. 72-73
Ibid., p. 82
63
mayor decisión y la lucha debió haber sido más intensa y que era necesario entender que al
zarismo no se le podía derrotar con huelgas y movimiento pacíficos únicamente.
En esta época fue cuando Lenin expresó más su subversión, tomó una de las máximas
de Engels: “el levantamiento es un arte igual que la guerra y está sometido a ciertas reglas”
que fue decisiva en el pensamiento de Lenin. Es muy probable que éste conociera ya las
teorías de Clausewitz, las cuales va a estudiar afanosamente durante el periodo de guerra, tal
como lo expone Rauch.88
En abril de 1906, se llevó a cabo el IV Congreso, en éste se aprobaron los Estatutos
del Partido en los que fue incluida por primera vez la definición de bolchevique del
centralismo democrático como principio orgánico fundamental de la estructura del Partido.
Como parte de los logros del IV Congreso fue la fusión de los partidos socialdemócratas
nacionales en un POSDR unificado.
El V Congreso del POSDR se celebró en 1907. En ese entonces, el zarismo se había
vuelto más violento con los brotes revolucionarios. Miles de personas habían sido fusiladas y
en un ambiente así era más difícil que Lenin regresara a San Petersburgo y se estableció en
Finlandia y posteriormente en Ginebra. Por tanta represión en contra de las organizaciones del
partido se originó una ola de desilusión y algunos mencheviques optaron por exhortar a la
reconciliación con el zarismo y promover el establecimiento de una constitución moderada,
aunque para esto se tuviera la necesidad de la disolución del Partido.
Sin embargo, los bolcheviques, dirigidos por Lenin, estaban seguros que tarde o
temprano había de estallar la revolución, por lo que cambiaron la estrategia para llegar a ella y
optaron por seguir con acciones clandestinas en un espacio legal que pudiera servir de
pantalla. A pesar de la disgregación de los militantes del Partido y la división de éstos, se
realizaron grandes huelgas resurgieron la manifestaciones y mítines.89
Las organizaciones socialdemócratas poco a poco se iban robusteciendo, así algunos
obreros en conjunto con otros militantes organizaron la elección de delegados y la VI
Conferencia Nacional del POSDR que se celebró en 1912, en la ciudad de Praga. Dentro de su
ponencia, Lenin hizo varias resoluciones, entre ellas la más importante era la depuración del
partido de los mencheviques y pidió a los socialdemócratas a luchar contra éstos. En esta
Conferencia también se eligió el Comité Central presidido por Lenin.90
88
G. von Rauch, Op cit., p. 32
Yuri Axiutin, Op cit., pp. 94-95
90
Idem
89
64
El 5 de Mayo de 1912 apareció el primer número del nuevo periódico de los
socialdemócratas: Pravda, (Verdad) esta vez constituido legalmente y el cual se distribuía en
toda Rusia. Lenin, mientras tanto, se instaló en Cracovia, desde ahí el contacto con Rusia era
mucho más estrecho.
Lenin siempre estuvo pendiente de la situación en el plano internacional y sobre todo
cuando, después de la primera revolución rusa de 1905, se encontró en el destierro y su
preocupación se multiplicó. Desde 1895 ya tenía estrechos lazos con los principales líderes
del movimiento socialdemócrata de otras naciones. En 1905 fue miembro del Comité
Ejecutivo de la II internacional y participó como tal en los congresos de Stuttgart (1907),
Copenhague (1910) y Basilea (1912). 91
Lenin sostenía que la revolución social no puede desarrollarse sin tener vinculaciones
con la lucha de clases: del proletariado y la burguesía. La revolución se lograría en los países
avanzados con todos los movimientos democráticos y en las naciones no desarrolladas y
reprimidas con la revolución de liberación nacional.
En agosto de 1914, estalló la primera guerra mundial, se enfrentaron dos bloques: la
Cuádruple Alianza, encabezada por Alemania, y la Entente en la que sobresalían Francia e
Inglaterra y a la cual Rusia se adhirió. Ante la irrupción de la guerra, Lenin respondió:
Tiene un carácter burgués, imperialista y dinástico claramente definido. La lucha por el
mercado y por el saqueo de países ajenos, el afán de reprimir el movimiento
revolucionario del proletariado y de la democracia en el orden interno, y el afán de
engañar, dividir y aniquilar a los proletariados de todos los países… ese es el único
contenido real y la significación de la guerra.92
El 4 de agosto en el Parlamento Alemán, los socialdemócratas se unieron a los
diputados burgueses a favor de la guerra y votaron con ellos a favor de la concesión de un
préstamo de cinco mil millones de francos a favor del Gobierno para gastos de guerra. Lo
mismo pasó con los Parlamentos de Francia, Inglaterra, y Bélgica, de modo que los intereses
de los restantes socialdemócratas se vieron traicionados por la mayoría de los líderes de los
partidos socialdemócratas que pertenecían a la II internacional, el apoyo de éstos significó la
91
Dentro de las discusiones en éstos, Lenin define la guerra justa, de liberación, de rapiña y postula que en caso
de guerra mundial imperialista, ésta sea transformada en guerra civil hacia la revolución. Y que antes que el
apoyo a los gobiernos fundamentalmente está la liberación de los obreros de la influencia desastrosa del
oportunismo chovinista.
92
Citado por Yuri Axiutin, Op cit., pp. 102-103.
65
quiebra de la II Internacional, pues sólo los diputados bolcheviques de la Duma de Estado
votaron en contra de la guerra.
Dadas las circunstancias, Lenin tuvo que volver a Suiza (país neutral), pero el 5 de
septiembre de 1914 en Berna se reunieron bolcheviques residentes para escuchar el informe
de Lenin acerca de lo ocurrido con los partidos de la II Internacional y la postura del Partido
bolchevique ante la guerra.
Las tesis expuestas fueron pregonadas por el POSDR en el extranjero y Rusia, un mes
después todas las agrupaciones bolcheviques habían tomado como suyos los planteamientos
de Lenin y los cuales constituirían posteriormente la base del manifiesto del CC del POSDR
con el título: La guerra y la socialdemocracia de Rusia, En esta obra arremetió contra los
verdaderos fines bélicos y sus consecuencias. 93
Posteriormente se planteó la necesidad de reconstituir la nueva II Internacional que en
este caso sería la III Internacional, para lo que se hizo una gran labor de propaganda del
manifiesto del POSDR, el resultado fueron unas penosas consecuencias: a los que fueron
sorprendidos en esta labor, se les encarceló y se les juzgó y sentenció por alta traición. En
respuesta a esta infamia, Lenin redactó El orgullo nacional granruso que daba la explicación
del verdadero significado de ser patriota y su combinación con el internacionalismo, así
también expone el orgullo ruso de haber creado la revolución. 94
En 1916, Lenin escribe El imperialismo, fase superior del capitalismo, en donde
exponía los síntomas que implica estar en una fase imperialista, este libro fue el estudio
económico de esta fase y que significó para muchos la continuación directa de El Capital de
Marx, además consistió en un pronóstico del triunfo de la revolución en varios países, gracias
a su observación del desarrollo desigual de las clases.
Para Lenin, la revolución nace en la entraña de la sociedad a consecuencia de las
contradicciones acentuadas por la crisis que provoca la etapa imperialista, como menciona
Lebidenski.95 Así pues, la revolución no puede existir sin la existencia de una crisis política
general −en ese momento generada por la guerra mundial− y que tarde o temprano, aunque la
revolución se haya originado en Rusia, los demás estados vecinos tendrán sus propios
destellos revolucionarios, de este modo se podrá llegar a la solidaridad de clases con los otros
pueblos. Estas ideas nos permiten ver claramente las influencias de su pensamiento, a decir,
Marx, Engels y Clausewitz.
93
Ibid., pp. 103-104
Ibid., p. 105
95
Mauricio Lebidenski, Op cit., p. 34.
94
66
En febrero de 1917, estalló en Rusia una nueva revolución y el pueblo sublevado derrocó al
zar, Lenin intentó volver a Rusia, así que se hicieron varias negociaciones y planes con el
gobierno alemán para que éste y otros bolcheviques tuvieran garantías durante su viaje,
aunque también ciertas restricciones, de este modo Lenin pudo tener acceso seguro a su
patria.
Al llegar Lenin a Petrogrado96 lo esperaba una guardia de honor de marineros y
soldados, junto con una multitud que lo aguardaba ansiosa. Un día después de su llegada, el 4
de abril de 1917, Lenin pronunció un discurso ante los bolcheviques de la capital, aquí
presentó sus tesis programáticas denominadas Tesis de Abril que consistían en un análisis
acerca de la entrada al período de la revolución socialista.
En ese momento el poder estaba dividido en dos, por un lado estaba el gobierno
provisional y el poder que tenían los soviets de diputados y obreros. Mientras la burguesía se
encargaba de organizar la contrarrevolución, Lenin exponía en Las tesis de Abril −como
menciona Yuri Axiutin−97 la plataforma económica de los bolcheviques, en donde se
manifestaba que el objetivo primero no era instituir de inmediato el socialismo, sino que la
prioridad estribaba en hacer las transformaciones necesarias para vencer el desajuste
económico y el hambre inminentes.
Entre estas transformaciones se encontraban: el establecimiento de control de los
soviets sobre producción y distribución de los productos. La fusión de los bancos en un único
Banco Nacional que estuviera también en manos de los soviets de diputados y campesinos.
Generar un nuevo enfoque sobre la cuestión del Estado Ruso, contrapuesto a los líderes de la
II Internacional que veían en la república parlamentaria la mejor forma de política. Y por
último, proponía cambiar el nombre del partido, pues ya se había malgastado y malentendido
la idea de la socialdemocracia: Partido Comunista, aludiendo a Marx y Engels. Con esto se
podría dar de una vez la diferenciación entre los internacionalistas y los social chovinistas, es
decir marcar la diferencia entre los verdaderos revolucionarios con los seguidores de la II
Internacional y agrupar a los primeros en una nueva Internacional: la comunista. 98
Al conocerse la postura de Miliukov −quien era el hombre a cargo del gobierno
provisional después de la caída del zarismo− de cumplir con los compromisos contraídos por
el zar, los soldados y obreros salieron indignados a las calles. Entonces estalló la crisis
96
A partir de 1914, a San Petersburgo se le cambió el nombre a Petrogrado y en 1924 fue rebautizada con el
nombre de Leningrado en honor de Lenin. Sin embargo, en 1991, con la caída del régimen comunista tomó
nuevamente el nombre de San Petersburgo.
97
Op cit., pp. 117-124.
98
Ibid., p.124
67
política y Miliukov se vio obligado a dimitir. Enseguida el soviet de Petrogrado (que estaba
constituido en su mayoría por eseristas y mencheviques) delegó a sus propios representantes
para formar el nuevo gobierno provisional. La respuesta del POSDR ante tal suceso fue en
contra de esta solución y en la VII conferencia se aprobó unánimemente la orientación de
Lenin hacia la revolución.
En junio de 1917, se reunió el I Congreso de los soviets de toda Rusia y en el cual los
bolcheviques representaban la minoría. En el transcurso del Congreso uno de los líderes
mencheviques mencionó que no había un partido que pueda decir que el poder se ponga en
sus manos, ante tal afirmación Lenin respondió:
“¡Ese partido existe! Yo contestó: ¡sí existe! Ningún Partido puede renunciar a eso, y el
nuestro. Ciertamente, no renuncia. Está dispuesto en cualquier instante a asumir todo el
poder.” 99
Así habló Lenin y expuso que ningún partido podía oponerse a este honor y que
gracias a la existencia de los soviets la lucha revolucionaria podía ser pacífica.
Posteriormente, estallaron varias crisis políticas junto con varias manifestaciones
masivas en contra del gobierno provisional, en tanto la contrarrevolución puso en marcha una
campaña de desprestigio en contra de los bolcheviques.
El 4 de julio de 1917, medio millón de obreros, soldados, marinos y los bolcheviques
iniciaron un gran desfile por las calles de Petrogrado, sus representantes se presentaron en el
Comité Ejecutivo Central (CEC) de los soviets que acababa de ser elegido en el Congreso de
toda Rusia y al cual se le había delegado el poder, éste Comité se opuso a la manifestación y
se declaró el estado de guerra en Petrogrado. Al día siguiente, se extendieron órdenes de
aprensión y a otros bolcheviques con el cargo de conspiración.
De este modo, Lenin tuvo que permanecer oculto y bajo otra identidad cerca de
Petrogrado y desde ahí coordinaba las operaciones bolcheviques para la revolución, que en
ese momento ya no le parecía apta la vía pacifista, sino la lucha armada. Las ideas de Lenin se
propusieron por el CC y pronto el Congreso tomó el acuerdo para preparar la insurrección
armada.100
El general Kornílov, jefe supremo de las fuerzas armadas, para detener la revolución,
intentó un golpe contrarrevolucionario; sin embargo, este intento fue aplastado por la unión de
99
Cfr., Lenin citado por Yuri Axiutin, Op cit., p. 126
Ibid., pp. 129-130
100
68
soldados, marinos y bolcheviques. El 7 de octubre de 1917, Lenin regresó a Petrogrado
clandestinamente y comenzó a instar a todos los bolcheviques para actuar lo más rápido
posible a favor de la insurrección armada socialista, pues la situación ya había madurado lo
suficiente para llevarla a cabo.
En la reunión ampliada del CC, el 16 de octubre, se inició la preparación para la
insurrección, sin embargo, dos días después, Kámenev, uno de los miembros del CC, revelaba
en una entrevista los planes de los bolcheviques para la insurrección. Este hecho permitió a
los contrarrevolucionarios prepararse y tomar medidas para un posible movimiento armado.101
El gobierno provisional pasó a la ofensiva, prohibió la publicación de todos los
periódicos bolcheviques y mandó a clausurar la imprenta. El 24 de octubre un destacamento
de cadetes del gobierno provisional llegó a la imprenta con el ánimo de cerrarla, pero los
guardias rojos (constituidos por elementos voluntarios entre ellos obreros y soldados) se
opusieron a tal agravio y sacaron de ahí al destacamento. Ante esta situación Lenin decidió ir
directamente al lugar donde todo acontecía y así poder dirigir y acelerar la insurrección.
Al amanecer, los guardias rojos se habían adueñado de los puentes del Río Neva, de la
central de teléfonos y telégrafos, así como de las centrales eléctricas y la estación de
ferrocarril. Así, llegaron a tener rodeado el Palacio de Invierno, refugió del gobierno
provisional. Para el 25 de octubre el poder del estado ya había pasado a manos del Comité
Militar Revolucionario. Durante ese día se celebraron las sesiones del II Congreso de los
soviets de toda Rusia que acordó que el poder local pasa en cada sitio a los soviets de
diputados obreros y campesinos.
Según Yuri Axiutin,102 el primer decreto de este nuevo poder fue el Decreto sobre la
paz, que se basaba principalmente en el proyecto de Lenin. En éste se pedía a los gobiernos de
todos los países beligerantes que cesaran sin demora las acciones bélicas y los exhortaba a
concertar la paz sin demora y en condiciones igualmente justas para todos los pueblos
involucrados. Así también, se exponía que las cláusulas de violencia y bandidaje eran
rechazadas pero no así las relaciones de buena vecindad y acuerdos económicos. El segundo
de los decretos fue el decreto sobre la tierra en donde se abolía la propiedad agraria y se
expropian todas las tierras para formar parte del pueblo.
El Congreso de los soviets instituyó un nuevo gobierno obrero y campesino: el
Consejo de Comisarios del Pueblo, como presidente fue designado Vladímir Uliánov, Lenin y
101
102
Ibid., pp. 133-134
Ibid., p. 144.
69
los altos funcionarios se reemplazaron por obreros e intelectuales que tuvieran una formación
política adecuada.
El 11 de noviembre de 1917, Lenin firmó el Decreto sobre la jornada laboral de 8
horas y éste adquirió el carácter de ley, desde ese momento todas las empresas bancarias,
industriales, comerciales y agrícolas debían estar bajo el control de este decreto. Asimismo, el
15 de noviembre, Lenin firmó la declaración de los derechos de los pueblos de Rusia, en éste
proclamaba la igualdad de todos los pueblos de Rusia, en él suprimía los privilegios de unos
sobre otros y les declaraba el derecho de los pueblos a la libre determinación. De tal manera
que algunos pueblos se independizaron por completo de Rusia, tal es el caso de Finlandia.
Ante la negativa de los gobiernos de los países de la Entente de negociar la paz con la
Triple Alianza, Lenin actuó de inmediato, pidió concertar la paz por separado, aunque esto le
causó una serie de cuestionamientos en el Partido y con los demás seguidores, no obstante los
convenció de que el cese a la guerra era la solución ante la alarmante necesidad del pueblo
ruso de ser transformado, tanto económicamente como políticamente. El 3 de marzo de 1918,
en la ciudad de Brest, fue finalmente firmado el Tratado de Paz con Alemania y días después,
el VII Congreso del Partido Bolchevique103 ratificó este Tratado.
En 1918, algunos políticos importantes consiguieron la ayuda de EU., Japón y otros
países capitalistas que irrumpieron en territorio ruso. Esto hizo recobrar la fuerza a la
contrarrevolución y en diversos lugares comenzaron a darse pequeñas sublevaciones. La
respuesta bolchevique fue alzar la unión del proletariado y a los trabajadores hacia la lucha
del poder soviético.
El 30 de agosto se organizó un mitin en el que Lenin y otros bolcheviques
intervinieron, al salir de éste se escucharon disparos, la eserista Kaplán atentó contra Lenin
con una pistola con balas envenenadas; pero la buena salud de Lenin y la asistencia médica
adecuada lograron que Lenin continuara con vida.
En apenas una semana, Lenin restableció la actividad de trabajo y comenzó a dirigir a las
tropas mediante telegramas y por su propuesta el CEC de toda Rusia puso en plena guerra a
la República Soviética, se realizó un gran esfuerzo junto con la población para organizar la
defensa; finalmente en 1920 se llegó a la victoria contra los intervencionistas y en 1922
fueron expulsados al Oriente Extremo soviético.104
En consecuencia, la salud de Vladímir Lenin decayó considerablemente, pues su labor
en función de la guerra civil y sus heridas no sanaban del todo. No obstante, el 2 de octubre,
103
104
En este congreso se cambió el nombre al Partido por el de Partido Comunista (bolchevique) de Rusia.
Ibid., pp. 157-158
70
Lenin regresa a las actividades del CC y en la presidencia del Consejo de Comisarios del
Pueblo pronunció varios discursos. Lebidenski comenta105 que los años que Lenin estuvo a
cargo del Estado soviético y del Partido desarrollaron en él su gran labor de estadista y que
llevó al joven poder soviético a ganar espacio y tiempo en contra de las divisiones alemanas
con el tratado de la Paz de Brest; asimismo, ayudó a desarrollar su política exterior desde la
III Internacional y la dirección económica y social del país.
La unión de los pueblos fue en gran parte lo que ayudó a la victoria de la guerra civil,
pues una vez conformados los nuevos estados estaban vinculados con la República Socialista
Federativa Soviética Rusa (RSFSR) con tratados políticos, militares y económicos. Así, en el
verano de 1922, los comunistas de Bielorrusia y de Ucrania pedían al CC del Partido que la
unión entre las repúblicas soviéticas se fortaleciera. Lenin estudió minuciosamente el
proyecto y el 26 de septiembre propuso que la unificación fuera formal, en una unión de
igualdad con las RSS de Ucrania y con las otras.
La idea leninista de la unión fue apoyada por los Comités Centrales de los Partidos
Comunistas de todas las repúblicas soviéticas independientes, así también por la clase
trabajadora y los Congresos de los soviets de toda Rusia. Sin embargo, Lenin sufrió dos
recaídas importantes en su salud y no pudo asistir a la sesión del I Congreso de los soviets de
la URSS que proclamó la unión el 30 de diciembre de 1922.
Por el estado de salud en el que se encontraba, Lenin pedía dictar sus reflexiones, así
pidió dictar durante 10 minutos todos los días. En poco más de dos meses, desde el 23 de
diciembre de 1922 hasta el 2 de marzo de 1923 dictó varios artículos y cartas en los que
ponía acento en su mayor preocupación: poner los fundamentos para la economía socialista y
la importante labor en ésta de los campesinos y obreros y una de las principales labores fue
crear una educación para el proletariado.
Los últimos trabajos leninistas, organizados entre sí, constituyen en realidad una sola
obra en la que se expone resumidamente el programa de la transformación socialista del País
de los soviets.
El 10 de marzo, Lenin sufrió otro ataque, el más grave de su enfermedad y su mal
estado se prolongó hasta el 21 de enero de 1924, cuando la vida de Lenin se agotó.
Durante cuatro días enteros, pese a las bajas temperaturas, centenas de millares de
personas consternadas desfilaron ante el ataúd con los restos de Lenin, le rindieron los últimos
105
Op cit., p. 35.
71
honores y el 27 de enero fue sepultado, durante cinco minutos pararon fábricas y automóviles
y todos los trabajadores acompañaron así el luto del líder más importante de Rusia.106
3.2 Antecedentes de la Teoría del Imperialismo.
Los trabajos que elaboró Lenin entre 1893 y 1900 representan un profundo conocimiento de
su tiempo y país, en El desarrollo del capitalismo en Rusia aborda aspectos fundamentales
del desarrollo capitalista y define los caracteres y las contradicciones principales del
capitalismo ruso, que no es ajeno al fenómeno del imperialismo, paralelamente se percata de
los cambios que se dan en la economía mundial y en la política de los países económicamente
avanzados y su impacto sobre Rusia.107
Rudenko refiere que durante los primeros años de su actividad científica y
revolucionaria surgió la teoría de Lenin sobre el imperialismo, en su artículo Proyecto y
aclaraciones al programa del Partido Socialdemócrata, de 1895-1896 menciona a los
monopolios nacionales y el surgimiento de las asociaciones internacionales capitalistas.108
Posteriormente, el economista inglés J. A. Hobson escribe en 1899, La evolución del
capitalismo contemporáneo, y en 1902 publica El imperialismo, donde se explica la
expansión colonial por la tendencia de los centros capitalistas a generar excedentes de capital,
los cuales no se empleaban internamente debido al subconsumo que se presentaba en estas
economías por la baja remuneración de los salarios. El imperialismo se explicaba, por la
necesidad de buscar inversiones para este capital en el exterior, provocando una creciente
tendencia al parasitismo en los países centrales, específicamente Inglaterra.109
Lenin considera que Hobson sustentaba un punto de vista del social reformismo y del
pacifismo burgués, sin embargo mencionó que era la obra inglesa más importante del
imperialismo, en su escrito El Imperialismo, fase superior del capitalismo, Lenin cita
frecuentemente a Hobson, en datos estadísticos y argumentos sobre el imperialismo y
reconoce el valor de la obra de Hobson.110
En 1910, el austríaco Rodolfo Hilferding publicó El capital financiero, donde utilizó
el concepto «capital financiero» que usó para indicar la concentración del capital en las manos
106
Ibid., pp. 168-170
Alonso Aguilar, Teoría leninista del imperialismo, Editorial Nuestro Tiempo, México, 1983, p. 14
108
Georgui Rudenko, El Estudio del Imperialismo. Metodología Leninista, Editorial Nuestro Tiempo, México,
1979, p. 20- 21
109
Vania Bambirra y Theotonio dos Santos, La estrategia y la táctica socialistas de Marx y Engels a Lenin, t. 1,
Ediciones Era, México, 1980, p. 161
110
V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Obras Completas, t. V. Editorial Progreso,
Moscú, 1976, p. 381
107
72
de grupos relativamente pequeños de banqueros e industriales en la última fase de la
evolución del capitalismo, sostuvo que el capital tendía históricamente hacia la concentración
de los medios de producción en menos individuos y que esto conducía a la creación de
cárteles, trusts y al monopolio en campos particulares de producción . Hilferding observó la
concentración del poder industrial en los bancos, dándole el nombre de capital financiero,
argumento que constituía la forma más alta del capitalismo.111 Lenin escribió sobre
Hilferding:
A pesar del error del autor en cuanto a la teoría del dinero y de cierta tendencia a
conciliar el marxismo con el oportunismo, la obra mencionada constituye un análisis
teórico de extremado valor de la “fase última de desarrollo del capitalismo” (tal es el
subtítulo del libro de Hilferding).112
Lenin retoma muchos datos de la obra de Hilferding y también lo cita en su obra
acerca del imperialismo, en algunos argumentos está de acuerdo con él y en otros aspectos
hay marcadas divergencias. Antes que otros autores, Lenin elabora apreciaciones muy agudas
sobre el imperialismo, visualiza el cambio que sufren las relaciones internacionales a
consecuencia del desarrollo del capitalismo y la exportación de capital. En una situación
histórica compleja, Lenin continuó la investigación de las vías del desarrollo mundial,
iniciada por Marx y Engels.
La estancia que tuvo Lenin en Europa, le permite observar de cerca los cambios que se
registran en la situación económica y política internacional. En sus diversos trabajos critica la
política colonial de las grandes potencias y denuncia el interés de éstas en crear vastas “zonas
de influencia”. Advierte la rivalidad entre las potencias y las contradicciones ínter burguesas,
lo que se expresa especialmente en el auge del militarismo y en la realización de las primeras
guerras imperialistas.
Lenin llevó a cabo una gran labor de investigación de la filosofía y la Economía
Política, de 1914-1916 elabora los Cuadernos filosóficos y de 1915-1916 los Cuadernos sobre
el imperialismo, y su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo. Además de
numerosos escritos durante los años de la Primera Guerra Mundial, como La bancarrota de la
II Internacional, El socialismo y la guerra, Sobre la consigna de los Estados Unidos de
111
David K. Fieldhouse, Economía e Imperio. La Expansión de Europa 1830-1914, Siglo Veintiuno editores,
México, 1978, p. 50
112
V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Op cit., p. 381
73
Europa, Sobre la caricatura del marxismo y el economismo imperialista, El imperialismo y la
escisión del socialismo etc., que contienen importantes planteamientos sobre el imperialismo.
Para elaborar su obra del imperialismo Lenin llevó a cabo una gran recopilación de
material113 y evaluación crítica de datos sobre el imperialismo, señaló en este escrito que el
análisis económico no debe basarse en ejemplos y hechos aislados, sino que es obligado
reunir el “conjunto de datos sobre los fundamentos de la vida económica de todas las
potencias beligerantes y del mundo entero.” 114
Lenin con el análisis y teoría del imperialismo encuentra las causas de la guerra, del
desarrollo desigual, de la posibilidad de romper la cadena del imperialismo.
3.3 Interpretación leninista del Imperialismo
Corresponde a Lenin el mayor mérito en el análisis del imperialismo, basándose en la obras
de Marx y Engels, amplió la doctrina económica marxista aplicada a las nuevas condiciones
imperantes a inicios del siglo XX.
En sus trabajos El imperialismo, fase superior del capitalismo, El imperialismo y la
escisión del socialismo y otros más, correspondientes al periodo de la Primera Guerra
Mundial. Lenin sintetizó y sometió a un análisis marxista una inmensa cantidad de hechos y
datos que caracterizaban la nueva fase del desarrollo del capitalismo, explicó la esencia
económica del imperialismo, definió su lugar histórico, sometió a una dura crítica las teorías
burguesas y oportunistas sobre el imperialismo y visualizó la crisis general del capitalismo.
Lenin estudio las peculiaridades más características del capitalismo, como el
incremento industrial y el proceso de concentración de la producción, se basó en los censos
industriales de la época que le proporcionaron datos completos del proceso industrial.
Manejó un conjunto de datos sobre los fundamentos de la economía de las potencias
beligerantes y describió como se fue repartiendo el mundo de acuerdo con los intereses de las
grandes potencias.
La concepción leninista sobre la esencia de los cambios operados en el sistema
capitalista a fines del siglo XIX y principios del XX, parte de la tesis marxista de que el
capitalismo en su conjunto tiene etapas sucesivas en su desarrollo histórico, condicionado por
las leyes internas que rigen el sistema, estas etapas son independientes de la voluntad de los
hombres, de la política de las diferentes clases etc.
113
114
Leyó y sintetizó 148 libros en alemán, francés e inglés. Véase a Georgui Rudenko, Op cit., pp. 24-25
V. I. Lenin, Ibid., p. 375
74
Los cambios ocurridos en la economía del capitalismo corresponden a una nueva etapa
superior, la del capitalismo monopolista. Lenin fue el primero en concebir el imperialismo
como una fase particular del desarrollo de la formación capitalista.115
Lenin rechazó el enfoque anticientífico vigente para la interpretación de los cambios
en la política del capitalismo, independientemente de los cambios de su economía, al mismo
tiempo restituye la interpretación marxista de la política y de la economía como dos aspectos
interrelacionados de la vida social, donde la economía desempeña el papel determinante.
Lenin sitúa a la ciencia sobre la sociedad capitalista, que explica las ideas políticas, el régimen
político, los fundamentos de la política de las clases dominantes y los cambios que se dieron
de raíz por las fricciones económicas de su dominación.116
Lenin analizó que las condiciones de la vida material, las relaciones económicas entre
los hombres no se modifican arbitrariamente, sino como resultado del desarrollo de las
fuerzas productivas de la sociedad capitalista, como lo postula el marxismo. Al cambiar las
condiciones económicas de vida de las masas por la variación de las fuerzas productivas; se
transformó el sistema de domino de capital y su política.
Partiendo de la interpretación materialista de la historia, Lenin demostró los profundos
cambios en el desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo, que se hicieron patentes
en el conjunto de la economía en el último tercio del siglo XIX.
Lenin demostró que la concentración de la producción y del capital en los países
capitalistas desarrollados alcanzó un elevado nivel y estos cambios cuantitativos se
convirtieron en cualitativos, la libre competencia dio origen constantemente a su contrario el
monopolio.117
Desde el punto de vista económico ─menciona Lenin─ la sustitución de la libre
competencia capitalista por los monopolios capitalistas es lo fundamental, por lo que el
monopolio es el tránsito del capitalismo a un régimen superior.
La definición más breve que da Lenin del imperialismo es: “el imperialismo es la fase
monopolista del capitalismo”.118 Aclara Lenin que esta definición contiene lo principal por un
lado el capital financiero que consiste en grandes monopolios, porque comprende el proceso
de la concentración industrial y bancaria y, por el otro, el reparto del mundo es el tránsito de
la política colonial, a la política colonial de dominación monopolista.
115
Georgui Rudenko, Op. cit., p. 51
Ibid., p. 52
117
Ibid., p. 53
118
V. I. Lenin. El imperialismo, fase superior del capitalismo, Op cit., p. 459
116
75
Pero para Lenin las definiciones breves resultan insuficientes, aunque considera que las
definiciones en general jamás pueden abarcar en todos sus aspectos las relaciones de un
fenómeno en su desarrollo completo. Por lo tanto elabora una definición del imperialismo que
contiene sus cinco rasgos fundamentales, considerando los conceptos económicos:
1) la concentración de la producción y del capital llega hasta un grado tan elevado de
desarrollo, que crea los monopolios, los cuales desempeñan un papel decisivo en la
vida económica; 2) la fusión del capital bancario con el industrial y la creación, en el
terreno de este “capital financiero”, de la oligarquía financiera; 3) la exportación de
capitales, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una importancia
particularmente grande; 4) se forman asociaciones internacionales de capitalistas, las
cuales se reparten el mundo, y 5) ha terminado el reparto territorial del mundo entre
las potencias capitalistas más importantes. 119
Menciona Luciano Gruppi que Lenin no partió de lo complejo para llegar a lo simple,
ni de lo múltiple para llegar a la unidad, sino a la inversa, de lo más simple a lo más complejo
y por consiguiente a lo más concreto y más verídico (conforme a su tesis de que “la verdad
siempre es concreta”), por eso enumera los cinco elementos constitutivos del imperialismo.120
Por lo que Lenin sintetiza:
El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en que ha tomado cuerpo la
dominación de los monopolios y del capital financiero, ha adquirido señalada
importancia la exportación de capitales, ha empezado el reparto del mundo por los
trusts internacionales y ha terminado el reparto de toda la Tierra entre los países
capitalistas más importantes. 121
Ahora bien, ¿Cuándo se dio el tránsito del capitalismo desarrollado al imperialismo?
Lenin aclara que sería absurdo discutir, sobre el año o la década exactos en que se instauró
definitivamente el imperialismo.
Para Lenin el último tercio del siglo XIX es un periodo de transición a la época
imperialista y sitúa el imperialismo, como fase superior del capitalismo en América, Europa y
119
V. I. Lenin, Ibid., p. 459
Luciano Gruppi, El Pensamiento de Lenin, Editorial Grijalbo , México, 1980, p. 164-165
121
V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Op cit., p. 460
120
76
después en Asia, desde 1898 a 1914 se encuentra plenamente formado, y se presentaron
acontecimientos históricos de la nueva época de la historia mundial.122
Al formular Lenin los rasgos económicos de imperialismo, analizó a los Estados
Unidos de Norteamérica, y observó que el incremento de la concentración de la producción
era más intenso con respecto a Alemania a principios del siglo XX.
Lenin infirió que la concentración al llegar a un grado determinado de su desarrollo
conduce al monopolio, los acuerdos resultan más fáciles entre las grandes empresas, dado que
la competencia era más difícil ─confirma Lenin─ que la transformación de la libre
competencia en monopolio, es uno de los fenómenos más importantes de la economía del
capitalismo de principios del siglo XX.
Otra particularidad de gran importancia que destaca Lenin del capitalismo en su más
alto grado de desarrollo es la combinación, que se refiere a la reunión en una sola empresa de
diversas ramas de la industria, lo que acelera la concentración y la constitución de
asociaciones monopolísticas patronales, cárteles, consorcios, etc. En este aspecto de la
combinación retoma lo dicho por Hilferding y analiza los argumentos de economistas
burgueses alemanes como ingleses.
Lenin hace referencia a la obra El Capital, de Marx, el cual había demostrado: “que la
libre competencia origina la concentración de la producción, y que dicha concentración, en un
cierto grado de su desarrollo, conduce al monopolio.”123 Lenin constata como un hecho el
monopolio y su aparición como una ley general de la fase de desarrollo del capitalismo y
señala una división en la historia de los monopolios.124
ƒ
1860-1870, culminación de la libre competencia, génesis de los monopolios.
ƒ
Después de la crisis económica de 1873, periodo de desarrollo de los cárteles.
ƒ
Fines del siglo XIX, auge de los cárteles y crisis económica de 1900 a 1903: los cárteles se
convierten en una base de la economía. El capitalismo se transforma en imperialismo.
Al considerar Lenin los datos estadísticos de Alemania a partir de 1896 hasta 1907 con
respecto a los cárteles y los trusts en los Estados Unidos de 1900 a 1909, observó un gran
incremento de los dos, concentrándose en ellos toda la producción de una rama industrial
122
En la etapa de 1898-1914 se suscitaron: La guerra hispano-norteamericana de 1898 primera guerra
imperialista, la guerra anglo-boer 1899-1902 guerra colonial, la guerra ruso-japonesa 1904-1905, la crisis
económica de Europa en 1900, son algunos de los sucesos históricos de la nueva época.
123
V. I. Lenin, Ibid., p. 387
124
Ibid., p. 389
77
determinada, la dominación de los monopolios agudizó todas las contradicciones del
capitalismo.
La concentración de la producción y del capital dio lugar a un gran desarrollo de la
socialización del trabajo, de los procesos de aplicación de los inventos y adelantos técnicos.
Al respecto escribe Lenin:
Se monopoliza la mano de obra capacitada, se contratan a los mejores ingenieros, y las
vías y los medios de comunicación ─las líneas férreas en América y las compañías
navieras en Europa y América─ van a parar a manos de los monopolios. El capitalismo
en su fase imperialista, conduce de lleno a la socialización de la producción en sus más
variados aspectos; arrastra por así decirlo, a los capitalistas, en contra de su voluntad y
su conciencia, a cierto régimen social nuevo, de transición de la absoluta libertad de
competencia a la socialización completa.125
No obstante los medios sociales de producción seguían siendo de propiedad privada,
de unos cuántos potentados que monopolizan todas las riquezas de la sociedad, por lo que
Lenin confirmó que era inevitable la agudización de las contradicciones del capitalismo de
predominio capitalista.
Lenin demostró que sobre la base de los cambios ocurridos en la economía,
continuarán produciéndose los cambios correspondientes en la superestructura política de la
nueva economía o sea del capitalismo monopolista, se gestó el cambio de la democracia a la
reacción política. Corresponde a la democracia la libre competencia, a la reacción política
corresponde el monopolio. Tales son las reflexiones de Lenin y en este argumento cita a
Hilferding que expresa: “El capital financiero tiende a la dominación y no a la libertad”.126
Al abordar Lenin la función de los bancos y su nuevo papel, menciona que éstos en
todos los países capitalistas intensificaron el proceso de concentración del capital y de
constitución de monopolios. Comenta Lenin:
Paralelamente se desarrolla, la unión personal de los bancos con las más grandes
empresas industriales y comerciales, la fusión de los unos y de las otras mediante la
posesión de las acciones, mediante la entrada de los directores de los bancos en los
consejos de supervisión (o administración) de las empresas industriales y comerciales, y
viceversa.127
125
Ibid, pp. 392-393
V. I. Lenin, Sobre la caricatura del marxismo, Obras Escogidas, t. VI, Editorial Progreso, Moscú, p. 75
127
V. I. Lenin. Ibid, pp. 409-410.
126
78
El siglo XX –afirma Lenin– da origen al nuevo capitalismo y a la dominación del capital
financiero, la concentración de los bancos juega un papel muy importante en la
transformación del capitalismo en imperialismo.
Establece con claridad Lenin que el capital no se destina solamente a las colonias y
países dependientes, que puede ser mayor la exportación hacia los países independientes, lo
decisivo es que la exportación de capitales aumente en comparación con las mercancías, por
lo tanto los grandes consorcios monopolistas tienden a crecer más rápido.
El análisis leninista esclarece que el capital financiero es la parte dominante del
capitalismo global, sobre todo en las grandes potencias se presentan nuevas formas de
apropiación y explotación, despojo y enriquecimiento que al utilizarse a escala mundial, se
presentan grandes contradicciones internas sobre los trabajadores nacionales y sobre los
pueblos atrasados que forman parte del sistema imperialista. Por lo tanto deduce:
El imperialismo, o dominio del capital financiero, es el capitalismo en su grado más alto
[…] El predominio del capital financiero sobre todas las demás formas de capital implica
el predominio del rentista y de la oligarquía financiera […]128
Los grandes poseedores de monopolios industriales y bancarios constituyen la
oligarquía financiera, este grupo de unos cuantos ricos disponen de la economía y determinan
la política de los países capitalistas, sometiendo a su control al mecanismo estatal, no
importando el régimen imperante. La política interior y exterior de los países burgueses viene
determinada por los intereses particulares de los grandes monopolios.
En la política externa se presenta la tendencia hacia las conquistas imperialistas de
todo tipo de territorio, hacia el dominio monopolista de las colonias y las esferas de
influencia. En la política interna, aparece la tendencia hacia los métodos reaccionarios con
respecto a las masas; en el plano ideológico el imperialismo enajenaba a las masas y dividía al
proletariado.
En el capitalismo predominó la libre competencia y la exportación de mercancías, en
el nuevo capitalismo predominan los monopolios y lo característico es la exportación de
capitales, en los inicios del siglo XX, se produce un enorme excedente de capital en los países
avanzados, que es otro rasgo que estudió Lenin del imperialismo.
La exportación de capitales representó una necesidad objetiva para los capitalistas, en
la época de predominio de los monopolios se agudiza la desigualdad del desarrollo de las
128
Ibid, p. 429
79
empresas, de los sectores de la industria y de los países. El incremento del sistema de créditos
contribuye al aumento del “excedente de capital” en los países más ricos, se manifiesta un
gran auge de las sociedades anónimas. En algunos países el capitalismo se encontraba
demasiado maduro, de ahí la necesidad de exportar capitales, esto es un rasgo específico del
imperialismo. Escribe Lenin:
Mientras el capitalismo sea capitalismo, el excedente de capital no se dedica a elevar el
nivel de vida de las masas del país, ya que eso significaría mermar las ganancias de los
capitalistas, sino a acrecentar estas ganancias mediante la exportación de capitales al
extranjero, a los países atrasados. 129
Lenin no sólo examinó las circunstancias y los hechos que hacen de la exportación de
capitales una necesidad objetiva para el imperialismo, sino que demostró que a partir de la
transición del capitalismo a su fase monopolista se incrementaron las posibilidades de
exportar capital.
Estas posibilidades consistieron en que, a principios del siglo XX, la mayoría de los
países atrasados se había incorporado al tráfico mercantil mundial, ya que estaban construidas
o en construcción las principales líneas férreas y carreteras, y se había desarrollado el
transporte marítimo hasta tal punto que se da un gran incremento en la producción. Ya en la
proximidad de la primera guerra mundial, Inglaterra, Francia y Alemania tenían grandes
sumas de capital invertido en el extranjero.
Menciona Lenin que era común que en las cláusulas de los empréstitos se imponía
invertir en la compra de productos al país acreedor, particularmente armamentos, barcos etc.,
había una competencia entre Austria y Francia para suministrarle material de guerra a Serbia
y finalmente la que suministro pertrechos fue Francia entre 1908 y 1911.130
Lenin hizo un análisis de las consecuencias de la exportación de capital tanto en los
países exportadores como en los países donde llega el capital. En los países exportadores de
capital se incrementa la riqueza de los monopolios y consolidan sus posiciones en el mercado,
como envían la mayor parte del capital acumulado se forman estados rentistas que viven de
los intereses del capital exportado y se presenta un cierto estancamiento del desarrollo
industrial en estos mismos países y son desplazados de los mercados.
Francia e Inglaterra presentaron un retraso industrial con respecto a Estados Unidos,
en cierta medida, por la exportación de capitales, Inglaterra que a fines del siglo XIX e inicios
129
130
Ibid., p. 432
Ibid., p. 435
80
del XX era el país técnicamente más avanzado, se fue quedando atrás porque durante este
periodo la inmensa mayoría de los nuevos capitales era invertida en las colonias. Francia
exportaba capital, principalmente en forma de préstamos, a diversos países de Europa, entre
ellos Rusia, por tal motivo, Lenin dio el nombre de usurario al imperialismo francés, a
diferencia del inglés, que es colonial.
El capitalismo se acelera rápidamente –confirma Lenin– en los países donde llega el
capital exportado, esto contribuye objetivamente al nacimiento y desarrollo de un capitalismo
nuevo, nacional, en las colonias y países dependientes.
Todos los países imperialistas exportaban capital, la lucha por la esfera de inversiones
de capitales constituye uno de los objetos fundamentales de la rivalidad entre ellos, antes de la
primera guerra mundial los principales exportadores de capital eran Inglaterra, Francia y
Alemania. Lenin señaló que los países exportadores de capital se habían repartido el mundo
entre sí y el capital financiero también ha realizado el reparto continuo del mundo.131
Lenin consideraba la formación de monopolios internacionales como un grado nuevo,
más alto, de concentración de la producción y del capital, y les dio el nombre de súper
monopolios, analizó las mayores alianzas monopolistas de diversos países a principios del
siglo XX. Hace referencia a los dos nuevos países capitalistas más avanzados Alemania y los
Estados Unidos. Surgieron las más grandes alianzas monopolistas en la industria eléctrica, la
Sociedad General de Electricidad en Alemania y la Compañía General de Electricidad en
Estados Unidos. En 1907, ambas concertaron un acuerdo sobre el reparto del mercado
mundial.
En todo momento en el análisis del imperialismo interviene el método dialéctico que
es propio de Lenin, que consiste en tomar no un aspecto solo de los fenómenos, sino todos los
aspectos de sus conexiones. La constitución de trusts internacionales, los acuerdos, que se
realizan entre ellos para el reparto de los mercados, son una nueva forma de la lucha al
interior del capitalismo, llevando las contradicciones a un nuevo grado de amplitud o sea
mundial, al agravarse éstas conducen a la guerra.132
En la industria del petróleo la gran competencia de la Standard Oil de Rockefeller, y el
consorcio anglo-holandés Royal Dutch-Sell, dio como resultado el reparto del mercado
mundial del petróleo entre ambos monopolios. Escribe Lenin:
131
132
Ibid., p. 436
Luciano Gruppi, Op cit., p. 160
81
En la época del capital financiero, los monopolios de estado y los privados se
entretejen, formando un todo, y cómo, tanto los unos como los otros, no son en realidad
más que distintos eslabones de la lucha imperialista que los más grandes monopolistas
sostienen en torno al reparto del mundo.133
Lenin señaló entre los primeros monopolios de tipo internacional, las alianzas de
transporte marítimo, el cártel ferroviario, el sindicato del zinc y la asociación de fabricantes
de explosivos, y verifica un gran incremento de los cárteles internacionales. Por lo que reitera:
La época del capitalismo contemporáneo nos muestra que entre las alianzas capitalistas
se están entablando determinadas relaciones basadas en el reparto económico del
mundo, y que, al mismo tiempo, en relación con esto, se están estableciendo entre las
alianzas políticas, entre los estados, determinados vínculos basados en el reparto
territorial del mundo, en la lucha por las colonias, en la lucha por el territorio
económico.134
Otra característica del imperialismo es el reparto definitivo del mundo, dice Lenin, no
porque sea imposible repartirlo de nuevo, los nuevos repartos son posibles e inevitables y
éstos serían territorios que cambiarían de un propietario a otro.
Lenin utilizó datos sobre la “extensión territorial de las colonias europeas” de fines del
siglo XIX, de un geógrafo alemán y amplió las conclusiones de éste, relaciona íntimamente la
política colonial con la “fase moderna de desarrollo del capitalismo”, con el capital financiero.
También retoma datos sobre Inglaterra, Francia y Alemania en los distintos periodos
del siglo XIX y determina lo siguiente:135
1860-1870 desarrollo del capitalismo premonopolista, donde predomina la libre
competencia.
1860-1880 periodo de mayor intensidad de conquistas coloniales para Inglaterra, menor
intensidad durante los últimos veinte años del siglo XIX.
1880-1900 periodo importante para Francia y Alemania.
La transformación del capitalismo –reafirma Lenin– a la fase del capitalismo monopolista y
financiero, se halla relacionado con la lucha por el reparto del mundo. Los datos que obtuvo
del reparto territorial del mundo los amplia hasta 1914, toma como referencia el año de 1876,
133
Ibid., p. 442-443
Ibid., p. 446
135
Ibid., p. 448
134
82
que considera en términos generales, cuando termina el desarrollo del capitalismo de Europa
Occidental en su fase premonopolista.
La desigualdad en la expansión colonial era muy grande ─destaca Lenin─ en 1876 las
potencias que tenían colonias eran Inglaterra, Rusia y Francia en menor grado, pero para 1914
se presenta un gran incremento en km²., y aparecen países capitalistas jóvenes que
progresaron rápidamente como Norteamérica, Alemania y Japón, para éste año existían seis
potencias con posesiones coloniales.
Lenin agrega a esta información a los estados pequeños como Bélgica y Holanda y sus
posesiones coloniales, que van a representar el nuevo reparto de las colonias y en las
semicolonias incluye a Persia, China y Turquía y analiza que la lucha entorno a éstos países
se exacerba en la época del capital financiero, cuando el mundo se encontraba repartido.
Todas las relaciones económicas e internacionales estaban supeditadas a la gran fuerza
del capital financiero, éste subordinaba incluso los estados independientes, esta subordinación
causaba la pérdida de la independencia política de los países y pueblos sometidos, y los
grupos internacionales de capitalistas mantenían una lucha de competencia por adquirir
territorios con las materias primas requeridas por esos monopolios. Expresa Lenin:
La posesión de las colonias es lo único que garantiza de una manera completa el éxito del
monopolio […]. Cuanto más desarrollado está el capitalismo, cuanto más sensible se hace
la insuficiencia de materias primas […], tanto más encarnizada es la lucha por la
adquisición de colonias.136
Lenin observó que una política imperialista y colonial había existido desde mucho
antes de la etapa capitalista, pero indica que no hay que confundir los diversos procesos
sociales y políticos, considerándolos al margen de la formación económico social que los
expresa. Reitera Lenin que el imperialismo del siglo XX sólo puede comprenderse como una
manifestación de la formación económico-social capitalista, en la etapa de los monopolios,
del capital financiero, de la exportación del capital.
Confirma Luciano Gruppi que al apoyarse en una amplia documentación estadística,
Lenin describió el proceso de transformación del imperialismo en sus elementos constitutivos:
del fenómeno estructural de base (la concentración monopolista) a su consecuencia política
(el reparto del mundo entre las grandes potencias, la guerra), indicando todos los vínculos que
ligan los dos elementos (formación del capital financiero, exportación de capital, formación
136
Ibid., p. 453
83
de trusts internacionales) por lo que llega a la definición global del imperialismo y su
ubicación histórica; la relación política en que se sitúa la lucha revolucionaria del proletariado
respecto al imperialismo.137
Las reflexiones de Lenin ya no se dedican a captar la especificidad nacional de una
formación económico-social, como cuando habla del capitalismo en Rusia, sino el nuevo
carácter que la formación económico-social capitalista ha adoptado en su generalidad.
Lenin coloca al marxismo en condiciones de confrontar, en el plano de la teoría y de la
acción revolucionaria, la nueva época histórica que tiene ante sí el proletariado. La
importancia teórica de Lenin radica en la visión que tuvo de cómo la estrategia del
proletariado debe ubicarse en el marco del desarrollo imperialista.138
Lenin al presentarse en el movimiento obrero ofreciendo la definición más clara del
imperialismo y de sus consecuencias políticas, se convierte en un dirigente del movimiento
obrero revolucionario a nivel internacional. La valoración del imperialismo, y por
consiguiente de la guerra, le permitió dirigir la Revolución Rusa.
3.4 El imperialismo: tiempo de guerra
En 1905 Lenin elabora un artículo sobre la guerra ruso-japonesa, en La caída de Port-Arthur,
hace una crítica al zarismo y la Europa reaccionaria, ya que la burguesía europea consideró
“espantosa” la derrota de los gobernantes y generales de Rusia, porque era considerado el
poderío militar ruso como la defensa de la reacción europea. Escribe Lenin:
[...] esta catástrofe viene a acelerar en enormes proporciones el desarrollo capitalista
del mundo entero, viene a acelerar la marcha de la historia, y la burguesía sabe muy
bien, que se acelerará también la revolución social del proletariado.139
Lenin en el análisis de la guerra ruso-japonesa se plantea la interrogante: ¿Pero por qué y en
qué medida la caída de Port-Arthur es realmente una catástrofe histórica?
Lenin hace referencia del objetivo alcanzado por los japoneses, que fue la reconquista de PortArthur,140 en esta guerra se encontraron dos frentes: el Asia progresista y desarrollada y la
Europa atrasada y reaccionaria, que mantuvo las relaciones tradicionales y los privilegios del
137
Luciano Gruppi, Op cit., p. 162
Ibid., p. 166
139
V. I. Lenin, La caída de Port-Arthur, Obras Completas, t. 8, Ed. Salvador Allende, México, 1981, p. 37
140
Japón en 1895 perdió ante Rusia Port-Arthur y la península de Liaotung, una posición estratégica en
Manchuria.
138
84
viejo mundo para explotar a los pueblos asiáticos. La derrota de Rusia ante Japón fue también
un golpe contra Europa.
Para Lenin la capitulación de Rusia fue un síntoma de desmoronamiento de su sistema
político, presentándose discrepancias de la autocracia con los intereses del desarrollo social y
los intereses del pueblo −confirma Lenin− se manifiesta la discordancia entre el pueblo y el
gobierno, cuando los pueblos libran las guerras.
Lenin observó y comprobó que el zarismo representó un obstáculo para la
organización de un ejército moderno y eficiente, para lo que debe existir una relación estrecha
entre la organización militar de un país y toda su estructura económica y cultural, sin esto se
llega a la derrota militar.
Lenin destaca que esta guerra como muchas otras en el transcurso de la historia,
representó una guerra de un país atrasado contra uno avanzado y éste último desempeñó un
papel progresista; asimismo, para Lenin era importante comprender la misión revolucionaria
de la burguesía japonesa, en esta guerra.
Lenin siempre sostuvo que el proletariado con conciencia de clase, es enemigo de la
guerra y su actitud será hostil ante cualquier burguesía o manifestaciones del régimen
burgués, pero habría que distinguir entre los representantes históricamente progresistas de la
burguesía y sus representantes reaccionarios.
Los representantes más importantes de la socialdemocracia revolucionaria
internacional, en Francia y en Inglaterra, mostraron su simpatía por Japón, Lenin estuvo de
acuerdo con este punto de vista, porque Japón tuvo un papel históricamente progresista, no
estaban a favor de la burguesía japonesa, ni del imperialismo japonés. Lenin enfatiza que al
existir la dominación de clase las guerras no podrán suprimirse. Para Lenin esta guerra
representó una lucha entre el viejo y el nuevo mundo burgués, Lenin escribió:
La derrota fue de la autocracia rusa y no del pueblo. La capitulación de Port-Arthur es el
prólogo de la capitulación del zarismo.141
Lenin, con un pensamiento analítico, vislumbra que se aproxima una nueva guerra, la
guerra popular contra la autocracia, la lucha del proletariado por la libertad; escribe diversos
artículos, folletos manifiestos, dicta conferencias sobre la guerra, el socialismo, el
imperialismo etc., su participación en los congresos internacionales fue decisiva, además de
ser un activista incesante que participaba en múltiples tareas.
141
Ibid., p. 44
85
En 1907 en Stuttgart, se realizó el VII Congreso de la II Internacional, al fortalecer este
congreso la Segunda Internacional ejerció una gran influencia en el carácter y orientación de
la actividad socialista en el mundo, —menciona Lenin— los acuerdos de estos congresos
representaron una fuerza moral, el Congreso de Stuttgart, fue la instancia suprema para
determinar la línea política del socialismo.142
En las intervenciones de Lenin en el Congreso se planteó la cuestión: El militarismo y
los conflictos internacionales. Al reflexionar Lenin sobre la guerra, relaciona las guerras con
el sistema capitalista en general y la acción antimilitarista con la labor del socialismo, hace
críticas a aquellos que quieren responder a cualquier guerra con la huelga y la insurrección,
para él estos medios no son los adecuados, y argumenta que estos medios de lucha, no
depende de la decisión de los revolucionarios, sino de las condiciones objetivas de la crisis
económica y política que provoque la guerra; reconoce los aciertos en los discursos de los
socialdemócratas revolucionarios, pero censura a los que caen en frecuentes errores e
incomprensiones.143
Ya en otros congresos internacionales como en el de París de 1889, el de
Bruselas1891, el de Zurich de 1893, se abordó el problema del militarismo.144
Lenin concibió el militarismo moderno como resultado del capitalismo, con dos
vertientes, una “manifestación vital” del capitalismo: como fuerza militar utilizada por los
estados capitalistas con respecto al exterior y como instrumento en manos de las clases
dominantes para aniquilar todo tipo de movimientos económicos y políticos del proletariado.
En el artículo El militarismo belicoso y la táctica antimilitarista de la
socialdemocracia, menciona Lenin la resolución del Congreso de Stuttgart, que muestra la
conexión del militarismo y el capitalismo. Lenin expone:
Las guerras entre los estados capitalistas son por lo común consecuencia de su
competencia en el mercado mundial, ya que cada estado trata no sólo de asegurarse una
zona de venta, sino de conquistar nuevas zonas, desempeñando en ello el papel
principal el sojuzgamiento de pueblos y países ajenos. Estas guerras son originadas,
además, por los constantes armamentos bélicos a que da lugar el militarismo,
142
V. I. Lenin, El Congreso Socialista Internacional de Stuttgart, Obras Escogidas, t. III, Editorial Progreso,
Moscú, 1976, p. 281
143
Ibid., p. 287
144
En el Congreso de París, la resolución proponía que se consolidara la paz entre los pueblos y obligaba a los
socialistas a votar contra los créditos de guerra. Ligaba la lucha por la paz con la lucha por el socialismo. En el
Congreso de Bruselas se adoptó una resolución que llamaba a protestar contra toda tentativa de preparar la
guerra, que el poner fin a la explotación del hombre por el hombre, proporcionaría paz a los pueblos y pondrá fin
al militarismo. En el Congreso de Zurich, la resolución que se aprobó, obligaba a los partidos socialistas a votar
contra los créditos militares.
86
instrumento principal de la dominación de clase de la burguesía y del sometimiento
político de la clase obrera.
Las
guerras
son
propiciadas
por
los
prejuicios
nacionalistas,
cultivados
sistemáticamente en los países civilizados en provecho de las clases dominantes con
objeto de distraer a las masas proletarias de sus propios objetivos de clase y obligarlas
a olvidar el deber de la solidaridad internacional de clase.
Por lo tanto, las guerras tienen sus raíces en la propia naturaleza del capitalismo; sólo
cesarán cuando deje de existir el régimen capitalista o cuando la inmensidad de
sacrificios humanos y monetarios, ocasionados por el desarrollo técnico militar, y la
indignación popular provocada por los armamentos conduzcan a la eliminación de este
sistema.
La clase obrera, principal proveedora de soldados, sobre la cual recae también el peso
fundamental de los sacrificios materiales, es, en particular, enemigo natural de las
guerras, ya que éstas se hallan en pugna con sus objetivos: la instauración de un
régimen económico basado en el principio socialista que haga realidad la solidaridad de
los pueblos . . .145
El que se haya establecido en la resolución de Stuttgart, la conexión entre militarismo
y capitalismo, quedó comprendida entre los socialistas, pero tenían que determinar la táctica
antimilitarista y resolver el problema práctico de cómo luchar contra el militarismo y como
impedir las guerras; estos aspectos crearon una gran variedad de opiniones entre los
socialistas.
Las posiciones extremas que adoptaron los socialistas occidentales −menciona Lenin−
son las dos enfermedades que siguen dañando la actividad del proletariado socialista, las
tendencias oportunistas de un lado y la anarquista del otro, para Lenin estas posiciones no
eran coherentes.
La adopción de la resolución en el Congreso de Stuttgart: El militarismo y los
conflictos internacionales fue una gran victoria del ala revolucionaria sobre la oportunista en
el movimiento obrero internacional. Los Congresos Internacionales tuvieron gran importancia
en su momento, reflejaron la ideología de los partidos socialistas, su postura con respecto a la
guerra se manifestaba de diversas formas, Lenin en artículos hace alusión a las diferentes
resoluciones de los congresos, percatándose de que muchos de los líderes de los partidos que
inicialmente eran marxistas fueron cambiando paulatinamente su línea de pensamiento para
adoptar diferentes corrientes contrarias al marxismo.
145
V. I. Lenin, El militarismo belicoso y la táctica antimilitarista de la socialdemocracia, Obras Escogidas, t.
III, Editorial Progreso, Moscú, 1976, pp. 321-322
87
El congreso que confirmó la resolución de Stuttgart fue el Congreso Internacional de
Copenhague que se celebró en 1910, con la resolución sobre la lucha contra la guerra: Los
arbitrajes y el desarme, se obligaba a los participantes socialistas y a sus representantes en los
parlamentos a exigir a sus gobiernos que disminuyeran los armamentos y dirimiesen los
conflictos entre los estados mediante arbitrajes y exhortaba a los obreros de todos los países a
organizar actos de protesta contra el peligro de guerra.146
Posteriormente se celebró, en 1912, el Congreso de Basilea que fue un congreso
extraordinario que se llevó a cabo con el fin de tomar una resolución sobre la lucha contra el
peligro inminente de una guerra mundial, por unanimidad se aprobó un manifiesto sobre la
guerra.147
Las grandes potencias europeas venían preparando la guerra, en el artículo Los
armamentos y el capitalismo, escrito por Lenin en 1913, menciona que la fiebre armamentista
se había apoderado de las sociedades y gobiernos inglés, francés, alemán etc., existía un gran
mecanismo capitalista de los armamentos, los astilleros ingleses tenían fama en el mundo.
Eran considerados los armamentos como una empresa nacional y patriótica, ─menciona
Lenin─ pero se sabía que formaban empresas internacionales los astilleros, las fábricas de
cañones, de dinamita y de fusiles. El negocio bélico obtenía grandes ganancias de varios
países, existía una complicidad entre los accionistas y directores de las compañías bélicas, con
el personal de los gobiernos. Escribía Lenin:
Los gobiernos son los intendentes de la clase capitalista. A los intendentes se les paga
bien. Ellos mismos son accionistas. Y esquilan juntos a las ovejitas mientras
pronuncian discursos acerca del «patriotismo». . .148
Cuando estalló la primera guerra mundial en junio de 1914, Lenin vislumbraba desde
hace tiempo que la guerra era inevitable, en el manifiesto que escribió ese mismo año, La
guerra y la socialdemocracia de Rusia,149 Lenin confirma nuevamente el crecimiento
desmesurado de los armamentos, la lucha por los mercados debido al desarrollo del
capitalismo en los países avanzados y los intereses de las monarquías de Europa Oriental
como factores que conducían inevitablemente a la guerra.
146
V. I. Lenin, Obras Escogidas, t. V. Op cit., p. 520
Ibid., p. 520
148
V. I. Lenin, El imperialismo y los imperialistas, Editorial Progreso, Moscú, 1975, p. 27
149
El manifiesto La guerra y la socialdemocracia de Rusia fue el primer documento oficial del CC del POSDR
que expresaba la posición del partido bolchevique ante la guerra imperialista mundial, que había iniciado.
147
88
Los objetivos de la guerra eran diversos –menciona Lenin– anexión de tierras, someter a otras
naciones, competir entre las potencias, desviar la atención de las masas trabajadoras, desunir a
los obreros con propaganda nacionalista. Además, Lenin mostró lo que cada potencia
imperialista trataba de lograr en la guerra, así lo expuso:
Al frente de un grupo de naciones beligerantes se halla la burguesía alemana, que engaña
a la clase obrera y a las masas trabajadoras, al afirmar que hace la guerra en aras de la
defensa de la patria, de la libertad y de la cultura, en aras de la emancipación de los
pueblos oprimidos por el zarismo, en aras del aniquilamiento del zarismo reaccionario.150
En su análisis, Lenin confirma que la burguesía alemana servía a los junkers, liderados
por Guillermo II, que fueron aliados del zarismo y enemigos del movimiento revolucionario
de los obreros y campesinos de Rusia, para la burguesía alemana la guerra era defensiva.
Con respecto al otro grupo de naciones beligerantes Lenin escribió:
La burguesía inglesa y francesa, que embauca a la clase obrera y a las masas
trabajadoras, asegurándoles que sostiene la guerra por la patria, la libertad y la cultura
contra el militarismo y el despotismo de Alemania.151
Pero el objetivo de estas burguesías era apoderarse de las colonias alemanas, ya que
Alemania se distinguió por un rápido desarrollo económico. Los argumentos de las clases
dominantes es que conducían una justa lucha de defensa y hacían un llamado a defender la
patria, de esta forma engañaban a las masas populares, el nacionalismo y chovinismo invadió
a los partidos socialistas de la II Internacional y empezaron a hablar sobre la necesidad de la
“defensa de la patria” y sobre la justa lucha por los “intereses nacionales.”
En este manifiesto Lenin hace una crítica a la conducta de los jefes de los partidos
socialistas de los principales países europeos, sobre todo el alemán pues la socialdemocracia
alemana durante varias décadas sirvió de modelo a la socialdemocracia de Rusia. Escribe
Lenin:
En momentos de la mayor trascendencia histórica mundial, la mayoría de los jefes de la
internacional de hoy, de la II Internacional Socialista (1889- 1914) tratan de sustituir el
socialismo con el nacionalismo.152
150
V. I. Lenin, La guerra y la socialdemocracia de Rusia, Obras Escogidas, t. V, Editorial Progreso, Moscú,
1976, p.162
151
Loc. cit.
152
Ibid., p. 163
89
La II Internacional desde 1889 tuvo una labor de suma importancia y amplia difusión del
socialismo, para Lenin el internacionalismo socialista consistía en agrupar sus fuerzas y
responder contra los gobiernos y las clases dirigentes de los diversos países.
Lenin constató que la mayoría de los jefes de la II Internacional sustituyeron el
socialismo por el nacionalismo, de esta forma traicionaron al socialismo, votaron por los
créditos de la guerra, repitieron los discursos de las burguesías de sus países y justificaron la
guerra.
El partido bolchevique con Lenin a la cabeza se enfrentó al chovinismo en el
movimiento social democrático, el Partido consideraba un deber socialista no votar los
créditos de la guerra, al mismo tiempo los obreros socialdemócratas de Rusia publicaron las
primeras proclamas clandestinas contra la guerra.153
Lenin ya desde esta época hablaba de la bancarrota de la II Internacional, los
socialistas ingleses y franceses se pronunciaban en contra del chovinismo de la mayoría de los
partidos socialdemócratas, así como los socialistas italianos declaraban que los jefes de los
socialdemócratas alemanes deshonraban la bandera de la Internacional proletaria. Para Lenin
era preciso reconocer abiertamente la bancarrota y comprender sus causas, lo cual analizó
profundamente.
El oportunismo para Lenin creció en la época histórica llamada “pacífica”, éste llevó
al fracaso los acuerdos de los congresos socialistas y obtuvo su predominio en los últimos
años de la II Internacional. Lenin expone:
Los oportunistas venían preparando hace ya tiempo esta bancarrota, al negar la
revolución socialista y sustituirla con el reformismo burgués; al negar la lucha de
clases [...] al preconizar el patrioterismo burgués con los nombres de patriotismo y
defensa de la patria y al omitir y negar la máxima fundamental del socialismo, expuesta
ya en el Manifiesto Comunista, de que los obreros no tienen patria; [...]154
Lenin hizo énfasis de romper con el oportunismo y que los socialdemócratas de cada
país combatieran el chovinismo, su esperanza era que las masas obreras crearán la nueva
Internacional y reiteraba:
153
El Comité Bolchevique de Petersburgo propagó un volante que exhortaba a los obreros y soldados a
organizarse para la lucha contra la guerra y a la autocracia, con las consignas: “¡Abajo la monarquía autocrática,
“¡ Viva el Socialismo!” , “¡Viva la república democrática !”. En agosto dicho comité lanzó otra proclama
clandestina contra la guerra, llamando a organizarse y armarse.
154
Ibid., p. 166
90
Cuanto mayor sea el número de víctimas causadas por la guerra, tanto más clara estará
para las masas obreras la traición de los oportunistas a la causa obrera y la necesidad de
volver a las armas contra los gobiernos y la burguesía de cada país. 155
En el artículo Chovinismo muerto y socialismo vivo, escrito a fines de 1914, Lenin
hace referencia a la lucha que se llevó a cabo en todos los países de Europa contra el
oportunismo:
La II Internacional [...], ha cumplido su misión histórica y ha muerto [...], por el
oportunismo.156
Ante esta situación hace una crítica a los socialistas alemanes y franceses, que
justificaron a sus burguesías para dispararse unos contra otros “en nombre de la defensa de la
patria.” Ya que la Internacional representó la unión de los obreros ideológicamente y en su
momento orgánicamente para defender el internacionalismo socialista contra los gobiernos y
las clases dirigentes capitalistas. Lenin señaló:
En el socialismo Internacional existen tres corrientes: 1) los chovinistas, que aplican de
manera consecuente la política del oportunismo; 2) los enemigos consecuentes del
oportunismo [...] y que pueden efectuar una labor revolucionaria orientada a la guerra
civil; 3) hombres desconcertados y vacilantes [...] y causan el mayor daño al
proletariado precisamente con sus tentativas hipócritas de justificar el oportunismo con
argumentos casi científicos y marxistas.157
Lenin hablaba de llevar a cabo una política de rompimiento y escisión con la corriente
chovinista, que consistió: los que justificarán la votación de los créditos de guerra por
defender la patria, y los que renunciarán a la guerra civil; de acuerdo con esta política se
presento la escisión con la socialdemocracia alemana. El paso de los socialistas más
destacados a las posiciones chovinistas contradecía la esencia del internacionalismo proletario
revolucionario, lo que a su vez significaba la bancarrota de la II Internacional.
Aprovechando la desviación de los partidos socialdemócratas del internacionalismo, la
burguesía de todos los países quería demostrar que la bancarrota de la II Internacional
significaba el fracaso del marxismo. Sin embargo Lenin demostró que la bancarrota de la II
155
Ibid., p.168
V. I. Lenin, Chovinismo muerto y socialismo vivo, Obras Escogidas, t. V, Editorial Progreso, Moscú, 1976,
p. 211
157
Ibid., p. 212
156
91
Internacional sirvió de impulso para la pureza de la doctrina revolucionaria de Marx y Engels
del oportunismo hacia el subsecuente desarrollo creador de la teoría marxista, para unificar
todas las fuerzas auténticamente revolucionarias.158
En la Conferencia de Berna, se tomaron resoluciones acerca de la guerra y se
establecieron las siguientes tesis: 159
Se determinó el carácter imperialista de la guerra, como producto de las condiciones de la
época en que el capitalismo alcanzó una etapa superior de desarrollo.
El argumento de la “defensa de la patria”, y de guerra defensiva fue utilizado por los grupos
de las naciones beligerantes para embaucar al pueblo.
Las consignas de la socialdemocracia revolucionaria, llevan a transformar la guerra
imperialista en guerra civil, por medio del proletariado armado contra la burguesía, por la
expropiación de la clase de los capitalistas en los países avanzados, por la revolución
democrática en Rusia, por la república en los países monárquicos atrasados.
Para transformar la guerra imperialista en guerra civil, se señala: 1) la negativa a votar
los créditos de la guerra y no pertenecer a los gobiernos burgueses, 2) la ruptura con la
política de “tregua nacional”, 3) la creación de una organización ilegal donde los gobiernos y
la burguesía supriman las libertades constitucionales al proclamar el estado de guerra, 4) el
apoyo a la confraternización entre los soldados de las naciones beligerantes en las trincheras,
5) el respaldo a cualquier tipo, de acciones revolucionarias masivas del proletariado.
Además, se abordó el aspecto del oportunismo y su negativa influencia en la II
Internacional, así como su traición al socialismo, y formar una III Internacional auténtica. Se
mencionó que otras formas de engañar a la clase obrera, era el pacifismo y la propaganda
abstracta de la paz, se reiteró que bajo el capitalismo, y particularmente en su etapa
imperialista, las guerras son inevitables, y la propaganda a favor de la paz que no contenga
acciones revolucionarias de masas, atenta contra el pueblo convirtiéndose éste en juguete de
la diplomacia secreta de los países beligerantes.160
158
V. I. Lenin, Obras Completas, t. 26, Prólogo del Instituto de Marxismo-leninismo de la URSS, 5ª ed.
Editorial Moscú, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita)
159
V. I. Lenin, La Conferencia de las Secciones del POSDR en el extranjero, Obras Completas, t. 22, Editorial
Salvador Allende, México, 1981, pp. 254-255. Conferencia de las secciones del POSDR en el extranjero: se
celebró en Berna en 1915, fue convocada por iniciativa de Lenin, fue una conferencia bolchevique. El punto
fundamental de la orden del día de la Conferencia fue el problema de la guerra y las tareas del partido. En las
resoluciones adoptadas de acuerdo con el informe de Lenin, la Conferencia de Berna determinó las tareas y la
táctica del partido bolchevique en las condiciones de la guerra imperialista.
160
Ibid., p. 257
92
En el artículo La bancarrota de la II Internacional, escrito en 1915, Lenin refiere que la
mayoría de los partidos socialdemócratas traicionaron sus convicciones y las declaraciones de
los congresos internacionales, siendo víctima de esta traición la clase obrera internacional.
Reiteradamente Lenin señala que la guerra que inicio en 1914, se desarrollo en el
“imperialismo capitalista”, en los intereses dinásticos, “la política de conquistas” de ambos
grupos de potencias beligerantes, tanto del austro-alemán como el anglo-franco-ruso. Lenin
sanciona la actitud de Plejánov y Kautsky,161 que repiten el discurso de las burguesías de
todos los países engañando a la clase obrera, al presentar a la guerra como popular y
defensiva. Asimismo Lenin confirmó que el carácter de la guerra, había dejado de ser una
cuestión puramente teórica al manifestarse como una guerra imperialista, expoliadora y
antiproletaria.162
Lenin muestra que antes de la Primera Guerra Mundial, los partidos socialistas tenían
otros puntos de vista y se refiere a las resoluciones del Congreso de Basilea y de Chemnitz.163
Lenin al referirse al Manifiesto de Basilea, escribió “es la exposición más exacta y
completa, más solemne y formal de los puntos de vista socialistas sobre la guerra y de la
táctica socialista frente a la guerra”164 y menciona que la resolución de Basilea, al prever la
guerra se refiere a los conflictos imperialistas que se desencadenaron en 1914-15, entre “las
grandes potencias de Europa” y destaca que la guerra:
¡En modo alguno puede justificarse con ningún pretexto de interés popular! 165
Los representantes de los partidos proletarios de todos los países expresaron en Basilea
su convicción de que la guerra que venía fraguándose, tendría un carácter imperialista y
elaboraron deducciones tácticas. El Manifiesto de Basilea refiere:
1) que la guerra provocará una crisis económica y política; 2) que los obreros
considerarán un crimen participar en la guerra; que será un crimen “ponerse a disparar
unos contra otros en aras de las ganancias de los capitalistas, de ambiciones dinásticas
161
Carlos Kautsky (1854-1938) líder de la socialdemocracia alemana y de la II Internacional. Al inicio fue
marxista, renegó después del marxismo y se convirtió en el ideólogo del centrismo (Kautskismo) una de las
tendencias oportunistas en el movimiento obrero.
162
V. I. Lenin, La bancarrota de la II Internacional, Obras Escogidas, t. V, Editorial Progreso, Moscú, 1976,
p. 224
163
El Congreso de Chemnitz trata la resolución de la socialdemocracia alemana sobre el imperialismo y la
actitud de los socialistas ante la guerra, en septiembre de 1912 la resolución condenaba la política imperialista y
se confirmó la importancia de la lucha por la paz.
164
Ibid., p. 221
165
Ibid., p. 223
93
o del cumplimiento de los tratados diplomáticos secretos”; que la guerra despertará en
los obreros “cólera e indignación”; 3) que esa crisis y ese estado de ánimo de los
obreros debe ser aprovechado por los socialistas para “agitar al pueblo y acelerar el
hundimiento del capitalismo”; 4) que los gobiernos –todos sin excepción– no pueden
desencadenar la guerra “sin correr un grave peligro”; 5) que los gobiernos “temen la
revolución proletaria”; 6) que los gobiernos “deben tener presente” la Comuna de
París (es decir, la guerra civil ), la revolución de 1905 en Rusia, etc.166
Lenin confirmó que el Manifiesto de Basilea previó una situación revolucionaria, con
la expresión de “crisis económica y política,” los gobiernos no tenían seguridad, podían
padecer una bancarrota financiera, perder territorio etc., existía una conmoción política en
Europa. Era indiscutible y esencial para Lenin, cumplir con el deber socialista, de expresar a
las masas la existencia de una situación revolucionaria y explicarla, de despertar la
conciencia del proletariado; “aprovechar” la crisis para “acelerar” la caída del capitalismo.
Con respecto a la liberación nacional en la etapa imperialista Lenin escribió:
Las clases dominantes tienen tendencias imperialistas, mientras que el “pueblo” y las
masas proletarias tienen aspiraciones nacionales.167
Se refiere a la lucha entre Austria y Serbia, que desde hace muchos años se
manifestaba un movimiento de liberación nacional por parte de los serbios que querían
liberarse del Imperio Austro-Húngaro, Lenin confirma que el único elemento nacional de la
guerra que estaba desarrollándose era la lucha de Serbia y Austria, este argumento fue
señalado en la resolución de la Conferencia de Berna.168
En su análisis Lenin manifiesta que si la guerra de Serbia y Austria no estuviera
relacionada con la guerra europea, los socialistas desearían el triunfo de la burguesía serbia,
reitera Lenin que los problemas no se pueden analizar unilateralmente, el elemento nacional
de los serbios no llega a tener importancia seria en la guerra europea. Lenin escribió:
Para Serbia es decir, para una centésima parte de los que participan en la guerra actual,
ésta es una “continuación de la política” del movimiento burgués de liberación. Para las
otras noventa y nueve centésimas partes, la guerra es una continuación de la política
166
Ibid., pp. 225-226
Ibid., p. 249
168
Véase Conferencia de las secciones del POSDR en el extranjero. Op. cit., p. 258. En la resolución Sobre la
consigna de la “defensa de la patria se decía”: “El elemento nacional tiene en la guerra austro-serbia una
importancia secundaria y no cambia el carácter imperialista general de la misma.”
167
94
imperialista, es decir, de la política de una burguesía decrépita, capaz de corromper, pero
no de emancipar a las naciones.169
Lenin alude a Clausewitz, para caracterizar el contenido objetivo de la guerra como la
“continuación de la política” –confirma Lenin– del imperialismo, y con respecto a la
ideología dominante subjetiva se refiere a la difusión de frases “nacionales” para engañar a las
masas.
También éste consideró que iniciada la guerra se tenía que determinar la actitud hacia
ésta, era preciso identificar las condiciones objetivas y la situación concreta de la guerra, y
ubicarla en la situación histórica en que se produce, para definir la actitud hacia ella, de
acuerdo con la situación histórica, la correlación de las clases, la actitud hacia la guerra tiene
que ser diferente en las diversas épocas.170
Al analizar con detalle las características de las guerras de fines del siglo XVIII y siglo
XIX, Lenin argumenta que fueron guerras nacionales, que favorecieron la creación de estados
nacionales, estas guerras destruyeron el feudalismo, fue la lucha de la nueva sociedad
burguesa contra la sociedad feudal. El estado nacional representó una fase necesaria en el
desarrollo del capitalismo, las guerras nacionales las denomina Lenin como las guerras del
comienzo del capitalismo, pero otros aspectos marcarían la guerra imperialista.171
Tenía un año de haber iniciado la guerra cuando se publica en agosto de 1915 El
Socialismo y la Guerra,172 en este escrito Lenin hace un análisis sobre la guerra que sustenta
en el materialismo dialéctico histórico de Marx, percibe la necesidad de elaborar un estudio
histórico de cada guerra por separado, relaciona las guerras con la lucha existente entre las
clases al interior de cada país, caracteriza las guerras civiles como legítimas, necesarias y
progresivas porque encausaron el progreso de la humanidad.
En un periodo de 82 años, desde la Revolución Francesa 1789 a la Comuna de París
1871, −menciona Lenin─ uno de los tipos de guerra eran las de carácter progresivo burgués,
de liberación nacional para deponer el absolutismo y el feudalismo, ésta era la esencia y el
sentido histórico de estas guerras, además de liberar a los pueblos oprimidos.
Aunque haya existido la expoliación y conquista de territorios en
las guerras
revolucionarias de Francia, o el saqueo de Alemania a Francia en la guerra franco-prusiana
(1870-1871), para Lenin estos elementos no cambiaron el sentido histórico fundamental de
169
Ibid., p. 250
V. I. Lenin, Informe sobre el Tema “El proletariado y la guerra”, Obras Completas, t. 22, Ibid., p. 117
171
Ibid., p. 118
172
Lenin escribió este folleto como la (Actitud del POSDR ante la guerra), aquí se plasmaron las resoluciones
del partido.
170
95
esas guerras, ya que los alemanes se liberaron del feudalismo, del zarismo ruso y Napoleón
III, que los mantenían sojuzgados.173
Otros términos que utilizaron los socialistas al denominar a las guerras de la época
mencionada, fue guerra “defensiva”, “justa”, admitían la legitimidad, el carácter progresivo y
justo de la “defensa de la patria” o de la guerra “defensiva”. Como hemos visto la ideología
nacional y la idea de la defensa de la patria son discursos que utilizó la burguesía imperialista
en la guerra para engañar a los pueblos y sojuzgarlos. Dice Lenin:
El capitalismo, que en su lucha contra el feudalismo fue el libertador de las naciones, se
transforma en la época imperialista, en el más grande opresor de las naciones.174
En el análisis de la etapa imperialista, Lenin se apoya en datos precisos sobre el
reparto del mundo por las grandes potencias que tiene lugar después de 1876 con el desarrollo
del capitalismo; en 1914 las seis potencias más importantes como Inglaterra, Rusia, Francia,
Alemania, Japón y Estados Unidos poseían en colonias 33.5 millones en km², 17.4 millones
en km², 10.6 millones en km², respectivamente a diferencia de Alemania que en ese año tenía
2.9 millones de km², y deseaba un reparto más equitativo.175
Para conservar sus colonias las grandes potencias, mantenían la guerra con diversos
argumentos de justificación de acuerdo a sus intereses, pero todas tenían en común la
explotación de las poblaciones.
Marx y Engels habían analizado las guerras con el razonamiento de Clausewitz: “La
guerra es la continuación de la política por otros medios (precisamente por la violencia)”,176 y
Lenin lo va a utilizar constantemente en sus escritos para explicar la guerra que se estaba
desarrollando, por lo que los marxistas consideraron este enunciado como la base teórica de
sus argumentos sobre la significación de la guerra.
La reflexión de Lenin al aplicar la expresión de Clausewitz, es que las potencias, desde
1865, habían mantenido una política de despojo en las colonias, dominando a otras naciones y
reprimiendo al movimiento obrero, que desembocó mayormente con la primera guerra
mundial. Lenin aduce:
173
174
175
176
V. I. Lenin, El socialismo y la guerra, Obras Escogidas, t. V, Op cit., p. 286
Ibid., p. 286-288
Ibid., p. 289
Ibid., p. 291
96
“La guerra actual es precisamente la continuación de esta política, y únicamente de esta
política.”177
Por lo tanto la guerra que inició en 1914 es la continuación de la política de las “grandes”
potencias y de sus clases fundamentales, lo que para Lenin era inaceptable justificar la idea
de la “defensa de la patria” en esta guerra.
Lenin demostró que la traición a la Internacional no era un fenómeno casual, durante
la existencia de la II Internacional se mantuvo la lucha de los partidos socialdemócratas entre
sus dos alas, la oportunista y la revolucionaria, formándose un pequeño sector de burocracia y
aristocracia de la clase obrera y muchos pequeños burgueses. El oportunismo era la expresión
de la “política burguesa en el movimiento obrero”, de los intereses de la pequeña burguesía
contra los intereses de las masas proletarias.178
Para Lenin la guerra convirtió el oportunismo en el social chovinismo, teniendo éstos
una misma base económica, es decir los intereses de un sector pequeño de obreros
privilegiados y de la pequeña burguesía que defienden sus privilegios y su “derecho” de los
beneficios de su “burguesía nacional”. Otro aspecto que comparten el oportunismo y el social
chovinismo es su contenido ideológico y político que consiste en la colaboración entre clases,
en lugar de luchar entre ellas, renuncian a los medios revolucionarios y apoyan a sus
gobiernos en situaciones críticas, la tendencia oportunista se convirtió en el apoyo principal
del social chovinismo.179
En el transcurso de la guerra la crisis se iba acentuando cada vez más, la burguesía de
los países capitalistas seguía ocultando sus objetivos con la ideología “nacional”, y Lenin en
sus escritos insistía en señalar el carácter reaccionario de la guerra, sobre el deber socialista de
despertar la conciencia de las masas, de llevar a cabo un trabajo sistemático y constante.
Las consignas del partido bolchevique hablaban de la transformación de la guerra
imperialista en guerra civil, de realizar una lucha consecuente de clase durante la guerra, las
tácticas consistirían en “acciones de masas”. Para Lenin era necesaria e inevitable dicha
transformación, que era considerada desde 1914 la única consigna proletaria justa, la
agitación y la propaganda sistemática como la única táctica auténticamente revolucionaria de
177
Loc. cit. p. 291
Ibid., p. 296
179
Ibid., p. 297
178
97
la clase obrera que correspondía a las condiciones de la nueva época histórica.180 Otro aspecto
que aborda Lenin es la derrota del “propio” gobierno en la guerra imperialista, escribió:
Durante una guerra reaccionaria, una clase revolucionaria no puede más que desear la
derrota de su gobierno.181
Para Lenin las acciones revolucionarias durante la guerra, contra el propio gobierno,
representan no sólo el deseo de su derrota, sino la participación práctica a esa derrota y
menciona que la revolución en tiempos de guerra significa la guerra civil. Aunque los
chovinistas se negaron a aceptar la “consigna” de la derrota, para Lenin era la única consigna
que hacía un llamado consecuente con las acciones revolucionarias contra el propio
gobierno.182
Una de las tesis que abordó la Conferencia de Berna fue La derrota de la Monarquía
Zarista, debido a que el gobierno se encontraba en una guerra imperialista, la lucha contra el
propio gobierno no debía detenerse, al debilitarse el gobierno por la derrota del ejército
gubernamental, favorece las nacionalidades que son oprimidas al liberarse y facilita la guerra
civil contra las clases gobernantes. Esta tesis fue considerada particularmente justa y la
derrota de Rusia el mal menor en todas las condiciones.183
Se desarrolla, sobre este tema, una polémica con los mencheviques, que disociaban la
lucha revolucionaria contra la guerra de la lucha por la derrota. Por ejemplo, según Trotski,
luchar por la derrota de Rusia es luchar por la victoria de Alemania. Argumenta Lenin,
Trotski se sitúa en un punto de vista estrechamente nacional; considera la consigna de la
derrota sólo desde el punto de vista ruso; no comprende que la consigna de la derrota debe
orientar la lucha del proletariado de todos los países, porque la acción tendiente a la derrota
del propio gobierno constituye un elemento de una consigna general y decisiva: transformar
la guerra imperialista en guerra civil.
Menciona Lenin que los socialdemócratas rusos fueron los primeros en aparecer
“teórica y prácticamente” con la “consigna” de la derrota. El gobierno zarista confirmó que la
agitación del Grupo Obrero Socialdemócrata de Rusia era el único ejemplo de la Internacional
de oposición, verdaderamente revolucionario entre las masas contra el propio gobierno, la
180
V. I. Lenin, La consigna de transformar la guerra imperialista en guerra civil, Obras Completas, t. 22, Op.
cit., p.113
181
V. I. Lenin, La derrota de su propio gobierno en la guerra imperialista. Ibid., p. 377
182
Ibid., p. 378
183
V. I. Lenin, La Conferencia de las Secciones del POSDR en el Extranjero, Ibid., p. 257
98
agitación al debilitar el “poderío militar” de Rusia, contribuía a su derrota.184 El proletariado
ruso actuó a través de su partido, con una táctica revolucionaria de “contribuir a la derrota”
del propio gobierno.
Para Lenin era preciso distinguir entre las diversas fases históricas, comprender el
carácter específico de la guerra que se desarrollaba en una nueva fase del capitalismo, el
imperialismo; es imprescindible comprender lo que diferencia el capitalismo del siglo XX del
siglo XIX, lo que distingue la guerra iniciada en 1914 y las de los siglos anteriores.
3.5 El movimiento obrero ruso 1914-1917
Las clases dirigentes de los países beligerantes argumentaban que la guerra que se estaba
desarrollando, era una guerra justa y patriótica. Rusia también utilizaba argumentos para
engañar a su pueblo, hacia creer que el gobierno zarista conducía una guerra “justa”, para
defender desinteresadamente a los “hermanos eslavos”. Las clases superiores rusas como los
terratenientes, la burguesía mercantil e industrial apoyaban contundentemente la política
bélica del gobierno zarista.185
Rusia se encontraba en una situación revolucionaria desde 1912 hasta inicios de la
guerra en 1914, se llevaron a cabo diversas huelgas revolucionarias de masas y en San
Petersburgo se sostuvieron las primeras batallas de barricadas.
Ante la nueva situación creada por la guerra, todo el mecanismo del poder estatal, la
gran prensa burguesa, la escuela, la iglesia, todos los métodos de influencia fueron puestos en
marcha para engañar a los obreros. Las mentiras fueron iniciadas por Nicolás I, en su
manifiesto del 1° de agosto de 1914 intentaba presentar a una Rusia que había entrado a la
guerra “por nobles impulsos” en apoyo a Serbia. En esto, subrayaba el Zar la tarea que se
planteaba consistía no sólo en interceder en defensa de un país hermano que había sido
injustamente ofendido, sino que también para “proteger el honor y dignidad, la integridad de
Rusia y su situación entre las grandes potencias”.186
Nicolás I llamaba en éste manifiesto a “olvidar en el momento fatal de prueba, las
disputas internas” y lograr “la unidad del zar y del pueblo”.187
Este llamado fue recibido con animación no sólo por la ultra reacción aristócrata sino también
por la prensa burguesa.
184
V. I. Lenin, La derrota de su propio gobierno en la guerra imperialista. Ibid., p. 379
V. I. Lenin, El socialismo y la guerra, Op. cit., p. 304
186
La Palabra, San Petersburgo, 4 de agosto de 1914, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita)
187
Ibid.
185
99
Después de haber sido declarada la guerra fueron organizadas manifestaciones políticas. La
ultra reacción organizó campañas antialemanas, de un chovinismo sin precedentes. Una de las
principales tareas de la propaganda chovinista fue el logro y mantenimiento de la paz social
en el interior del país.
El diario La Palabra, en el mismo número donde fue publicado el manifiesto del zar,
se apresuró a expresar su decisión de olvidar las “discordias internas”; aspirando a testimoniar
su fidelidad al zarismo. El diario escribía:
En la corriente del pensamiento social que nosotros representamos, siempre ha sido fuerte
la conciencia de la responsabilidad histórica, siempre nos fueron odiosos la excitación de
la enemistad, la desorganización de las fuerzas sociales. Confluyendo con el ímpetu de
una sola voluntad de todos, a quienes les es preciada la vida de nuestra patria… Nosotros,
sin distinción de tendencias y orientaciones, cada uno en su lugar, en la medida de sus
posibilidades y de la capacidad le entregaremos a la patria nuestras fuerzas.
Y realmente La Palabra resultó en su lugar como pregonero de las ideas imperialistas
y cómplice del zarismo. Día con día La Palabra envenenaba la conciencia social, afirmaba
que el primer deber de la prensa ─la mejor dirigente de los ánimos de la sociedad─ era
advertir en ella sobre los “cambios indeseables”.
Nosotros adquirimos fe y confianza en los primeros días de guerra, y estas adquisiciones
debemos conservarlas en todo el periodo de la guerra… La sociedad rusa, aún ayer
perseguida, todas las capas democráticas de la población a cuyos deseos no se prestaba
atención, han emitido su voto. Al relegar las disputas internas, ellas, no debido al temor
sino por conciencia, se han levantado en defensa de Rusia.
Rusia debe con toda la intensidad de sus fuerzas en forma rápida y enérgica pertrechar
sus naves. Y aquél que dude en este momento es un incrédulo. Y los incrédulos ahora en
el verdadero sentido de la palabra son enemigos de la patria.188
Se tomaban como incrédulos y enemigos de la patria a los socialdemócratas,
principalmente al partido bolchevique. La prensa burguesa y ultra reaccionaria intentaba
tergiversar la situación con respecto a los ánimos en las masas, especialmente en el
movimiento obrero. La prensa oficial aseguraba que la movilización había transcurrido
tranquilamente.
188
Ibid.
100
Sobre la “desaparición” de los ánimos revolucionarios en las masas hablaba el presidente de
la Duma del Estado M. Podzionko, y los mencheviques de acuerdo con él afirmaban que “los
huelguistas quiénes hacía poco tiempo luchaban contra la policía, se convierten en patriotas
exaltados”.189 El diario Novedades Bursátiles del 2 de agosto de 1914 escribía:
Los obreros han cambiando completamente. Las discordias recientes de los obreros han
sido olvidadas. Todos como un hombre están compenetrados de la grandeza del
momento. Todos trabajan con gusto incluso horas complementarias. El trabajo se
armoniza y los pedidos se cumplen antes de lo indicado.
La guerra no podía dejar de influir en la vida social del país, la histeria patriotera había
abarcado a toda la burguesía, a una parte considerable de las capas pequeño-burguesas de la
ciudad y del campo, incluyendo al estudiantado y a la intelectualidad.
Al inicio de la guerra también una parte de la clase obrera fue atrapada por “los
ánimos patrioteros”; el movimiento obrero decreció.
Las causas de ello no es difícil encontrarlas. En el país fue establecido un estado de
guerra; la policía y la gendarmería fueron puestas en posición de combate, la misma
movilización dificultaba las acciones masivas. La disminución del movimiento obrero en los
primeros meses fue también resultado de la influencia de la propaganda chovinista de la
monarquía, de la gran burguesía y de la pequeña burguesía.
No obstante es necesario señalar que a pesar de todo, el movimiento obrero en el país
no cesó, el proletariado de Rusia se enfrentó a la guerra con intervenciones
antigubernamentales y antimilitares. Los disturbios también ocurrieron entre el campesinado.
No obstante las medidas tomadas, entre los soldados de reserva ocurrieron también
intervenciones de carácter antibélico.
El gobierno zarista, por medio del Ministro de Asuntos Interiores N. A. Maklakov, dió
la siguiente orden:
Es necesario disparar sobre los revoltosos. Estos programas son intolerables, ellos
corrompen a las reservas y socavan el poder, es necesario poner orden en forma
implacable.190
189
I. I. Mintz, Historia del Gran Octubre, t. I, Moscú, 1969, p. 209, original en ruso, trad. Humberto Monteón
(inédita)
190
El movimiento revolucionario en el Ejército y la Flota (1914-1917) Col. de Documentos. Moscú, 1966, p. 19
original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita).
101
No obstante estas amenazas, el movimiento activo de los obreros, organizados por el partido
bolchevique, se observó en Moscú, Tuer, Kiev, Samara, Nizhne, Novgorod, Jarkov y en otras
ciudades.191
La intensa tarea chovinista en el proletariado en Rusia dio pocos resultados. La causa
de la inmunidad de la clase obrera al chovinismo consistía ante todo en la agudización sin
precedentes de los conflictos sociales en Rusia, país en donde se concentraba en mayor grado,
todas las contradicciones de la época imperialista y asimismo algunas condiciones generales
de vida del proletariado ruso: bajo nivel de vida, una insignificante capa de aristocracia obrera
etc. Un enorme papel desempeñó las tradiciones revolucionarias e internacionalistas de la
clase obrera de Rusia.
La guerra provocó un empeoramiento considerable de la situación del proletariado y
del campesinado. No obstante la consigna de la unidad proclamada al inicio de la guerra, la
política del gobierno con relación a las masas populares, y en primer lugar la clase obrera,
continuó siendo una política de persecución, de opresión, y de violencia. Esta política era
completada por el saqueo directo por medio del aumento de los impuestos indirectos y
directos de toda clase.
El sistema fiscal con todo su peso, recayó sobre los trabajadores, haciendo la situación
económica de los mismos aún más difícil. Por su parte la burguesía utilizaba la guerra para su
enriquecimiento desmesurado a costa del saqueo del proletariado. Especialmente se
enriquecieron los industriales en los suministros de guerra.
El empeoramiento de la situación económica y política de la clase obrera provocaba su
indignación, la empujaba a la lucha. La guerra detuvo sólo temporalmente el auge
revolucionario que en julio de 1914 tomó la forma de lucha de barricadas en Petrogrado.
El gobierno zarista utilizó las condiciones del periodo de guerra para aniquilar a las
organizaciones bolcheviques y sofocar al movimiento obrero, arrestos masivos de los
militantes del partido y de los obreros de vanguardia, prohibición de periódicos y revistas,
cierre de sindicatos, etc. La guerra destruyó los vínculos organizativos interiores y exteriores
de las organizaciones obreras, lo que se reflejó en una calma temporal en el movimiento
obrero.
La huelga continuó siendo la forma principal de lucha masiva del proletariado en los
años de guerra. Los obreros continuaron llevando una lucha huelguística no obstante todas las
dificultades del movimiento obrero.
191
Historia de la URSS. Desde la antigüedad hasta nuestros días, t. VI, Moscú, 1968, p. 591, original en ruso,
trad. Humberto Monteón (inédita).
102
Entre los partidos pequeño burgueses y el partido bolchevique existía una distinción de
principios en la actitud hacia las huelgas. Los partidos pequeño burgueses junto con la
burguesía chovinista en su aspiración de “defender al país” bajaban hasta el punto de negar las
huelgas, de reconocer la necesidad de luchar contra ellas, en tanto que los bolcheviques desde
el inicio de la guerra lucharon por el despliegue del movimiento huelguístico, por la
agudización de las huelgas políticas y por que éstas se convirtieran en actuaciones masivas del
proletariado.
El periodo de septiembre de 1914 a diciembre del mismo año se distinguió por tener el
nivel más bajo del movimiento huelguístico durante la guerra. En los primeros meses de 1915
se observa un ascenso notable del movimiento huelguístico debido a la prolongación de la
guerra. Empezaron las primeras derrotas en el frente, se empeoró el abastecimiento de
productos alimenticios en el país, ocurrieron desordenes debido a la insuficiencia de
alimentos en muchas regiones. Los bolcheviques se fortalecieron por los cambios de ánimo de
las masas populares.
En 1916 el movimiento obrero adquiere un carácter masivo y su dirección política
continúo en ascenso.
Al hablar del carácter de las huelgas durante la guerra, se señala que la división entre
huelga económica y política se fue haciendo más convencional. A esto contribuían las crueles
medidas de castigo del poder zarista, el cual consideraba la actuación del proletariado en las
empresas que funcionaban para las demandas de la guerra como un sabotaje de la defensa del
país e incluso como una traición a la patria.
Klimovich, el gobernador de la ciudad de Moscú, en su llamamiento del 5 de
septiembre de 1915 definía de la siguiente manera la huelga económica:
Cualquier huelga en forma inevitable provoca la dilación en el abastecimiento de víveres
y municiones al ejército y constituye una ayuda palpable a nuestro enemigo y no es otra
cosa que una perversa traición
a nuestros nobles combatientes y una traición a la
192
patria.
En el movimiento huelguístico marcharon a la vanguardia los obreros metalúrgicos,
elevaron de manera considerable su actividad huelguística durante la guerra los obreros
textiles. El movimiento huelguístico adquirió una envergadura especialmente grande en
192
I. I. Mintz. Cuestiones de Historia, No. 11 Moscú, 1959, p. 60, original en ruso, trad. Humberto Monteón
(inédita)
103
Petrogrado y en ésta ciudad, en el periodo de la guerra, ocurrieron el mayor número de
huelgas económicas y políticas.
La gran crisis que provocó la guerra en el movimiento obrero y socialista, engendró —
según las palabras de Lenin— en un principio confusión, después creó una serie de
nuevos grupos entre los representantes de las diferentes corrientes socialistas.193
En las nuevas condiciones, Lenin plantea la necesidad del deslinde no sólo en el plano
ideológico sino que también en el orgánico.
Lenin, en una serie de obras demostró que en el movimiento socialista internacional,
antes de la guerra, en el límite de los siglos XIX y XX las corrientes fundamentales eran:
oportunismo de derecha, el centrismo y el ala revolucionaria de izquierda. Esta agrupación, en
las condiciones de la guerra cedió su lugar a una nueva división.
En Rusia, a diferencia de los países de la Europa Occidental, tuvo lugar antes de la
guerra, no sólo el deslinde ideológico sino también organizativo del socialismo proletario y
pequeño burgués. La reagrupación de las corrientes en Rusia en el periodo de la guerra
ocurrió en forma más rápida y se distinguió del occidente por una mayor consecuencia a pesar
de las condiciones extremadamente complejas.
La guerra, provocó una división entre los “internacionalistas” y los llamados “social
patriotas”, enfrentó a los exponentes consecuentes de los intereses de la clase obrera con los
grupos y corrientes pequeño burguesas.
Las represiones masivas del zarismo en vísperas y en el inicio de la guerra provocó el
aniquilamiento de muchos comités del partido bolchevique; su prensa fue suprimida. Durante
los primeros meses de la guerra, los comités bolcheviques actuaron en Rusia sin contacto con
el Comité Central del Partido con Lenin al frente que se encontraba exiliado en Suiza.
No obstante, en los primeros documentos de los comités regionales del partido y en los
discursos de los 5 diputados bolcheviques se aprecia la toma de posiciones correctas, aunque
faltaba claridad en la valoración de la situación internacional y del carácter de la guerra, como
en la definición de las tareas más vigentes y con respecto a las perspectivas del movimiento
obrero y del trabajo partidista. Sin embargo hubo coincidencia en lo fundamental con Lenin.
A diferencia de los partidos socialistas de occidente, donde los dueños de la situación
eran los oportunistas, y los elementos internacionalistas constituían sólo una pequeña parte
del partido, en Rusia, los bolcheviques constituían el partido obrero masivo y los social
193
V. I. Lenin. Obras Completas. t. 27, prólogo del Instituto de Marxismo−leninismo de la URSS, 5ª ed.,
Editorial Moscú, p. 3, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita).
104
chovinistas representaban sólo una insignificante minoría. La cohesión del partido
bolchevique se conservó y esto se explica ante todo por la historia práctica, que por su riqueza
en experiencia no tenía paralelo en el mundo. Los primeros meses después de la guerra, la
vanguardia consciente de obreros de Rusia, de hecho se cohesionó en torno a las posiciones
del partido bolchevique y su Comité Central.
Jorge Plejánov fue el líder de la agrupación social chovinista de derecha, que propagó
en Rusia el nacionalismo y el defendismo, él fue el primero que apoyó la consigna burguesa
de la “Defensa de la Patria”.
Desenmascarar a los personajes más relevantes de la II Internacional fue una tarea
difícil en los primeros meses de la guerra, Lenin y el partido bolchevique realizaron un gran
trabajo teórico en este aspecto.
En las condiciones de la guerra imperialista cuando para Rusia se planteaba la
revolución proletaria, era de suma importancia demostrar que en una serie de cuestiones
importantísimas de la teoría, Plejánov se había desviado del marxismo, por eso era necesario
desenmascarar a éste y a los enemigos del marxismo que se encubrían con el prestigio de
Plejánov. En la redacción del Socialdemócrata en 1915 se escribió:
Los ánimos de la burguesía urbana hasta hoy día es en extremo patriótica. Los burgueses
intelectuales apoyan las ideas de Plejánov, mismas que son a la vez compartidas por
todos los patriotas.194
En el folleto escrito por Plejánov Sobre la guerra, publicado en 1914 expresa su
postura de defensa de la patria en la guerra imperialista, la argumentación de su posición
partía de una premisa antimarxista: “el primero que inició la guerra es el verdadero
culpable”.195 Con base en esto, Lenin escribió La teoría del instigador es la más primitiva de
todas las expuestas.
Nos han atacado y nosotros nos defendemos; los intereses del proletariado demandan una
respuesta a los infractores de la paz europea. Este es un estribillo de las declaraciones de
todos los gobiernos y declamaciones de toda la prensa burguesa y amarilla. Plejánov
incluso embellece esta vulgaridad trillada con una obligatoria referencia jesuita a la
“dialéctica”: la situación concreta obliga, ante todo, a encontrar al instigador y reprimirlo
194
El Socialdemócrata No. 41, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita).
G. V. Plejánov, Sobre la guerra, San Petersburgo, 1914, p. 12, original en ruso, trad. Humberto Monteón
(inédita).
195
105
postergando todas las demás cuestiones hasta otra ocasión… Plejánov ha marcado el
récord en la innoble causa de la sustitución de la dialéctica, por la sofística.196
Lenin en muchos de sus artículos y trabajos, desenmascaró a los social chovinistas,
que repetían los argumentos de la burguesía. Lenin consideraba la defensa de la patria como
una “mentira descarada”, por ello demostraba que al pueblo que sufre por la guerra era
necesario decir la verdad, “que consiste en que salvarse de los infortunios de la guerra era
imposible sin el derrocamiento de los gobiernos y de las burguesías de cada país
beligerante”.197
Los social chovinistas que hacían alusiones a Marx y Engels, demostró Lenin que
carecían de valor científico debido a que la tesis de éstos, correspondía a una época totalmente
distinta. Hay que decir que Lenin no estaba en general contra la consigna “de defensa de la
Patria”, ni tampoco en forma general contra las guerras defensivas. Al respecto Lenin
escribió:
Nunca tal cosa encontraréis en alguna resolución (ni en ningún artículo mío). Nosotros
estamos contra la defensa de la patria en la guerra imperialista de 1914, y en otras guerras
imperialistas típicas de la época imperialista.198
Él indicaba que en la época imperialista puede haber guerras justas, guerras de
defensa, nacional liberadoras, etc. Su posición contra “la defensa de la Patria" la
fundamentaba en los siguientes puntos:
1. El Imperialismo es la antesala del socialismo
2. La Guerra imperialista es una guerra de bandidos por el botín
3. En ambas coaliciones existe un proletariado de vanguardia
4. En ambas coaliciones ha madurado la revolución socialista.
Ante lo cual Lenin expresó: “Sólo por esto nosotros estamos contra la defensa de la
Patria, ¡Sólo por esto!”199
El ala izquierda del menchevismo o sea el centrismo ruso, no actuaba en forma tan
abierta como Plejánov sobre todo durante los primeros meses. Sus representantes incluso
196
V. I. Lenin, Obras Completas, t. 26, p. 227, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita)
Ibid., p. 184
198
Ibid., p. 288
199
Ibid., t. 49, p.371
197
106
condenaron la guerra. Mártov200 en una serie de artículos criticó como él decía, “a los
traidores internacionales del socialismo”.201
Mártov no embellecía la guerra, sino al contrario, él señalaba su carácter bandidesco,
imperialista. Mártov afirmaba incluso que la guerra iniciaba la época de las revoluciones, la
época cuando el proletariado debía tomar el poder.202 Pero actuando en su publicística contra
los oportunistas, en la práctica Mártov y otros centristas "de izquierda" encubrían totalmente,
intercedían y justificaban en todo lo posible a los oportunistas rusos. Para 1915, Martov
comenzó a justificar en sus artículos, la conducta de los chovinistas alemanes y franceses.
Dentro del Centro-Izquierda, más a la izquierda de Mártov se encontraba Trotsky,
quien asumió una posición especial en el campo de los centristas. Él reconocía la guerra como
imperialista, criticaba a los social-chovinistas abiertos, pero no llamaba a romper con ellos,
argumentando que éstos contaban con apoyo en el medio obrero.
A la consigna leninista de la ruptura con los social chovinistas, Trotsky contraponía la
consigna de la "unidad a toda costa" Lenin escribía sobre Trotsky en aquellos años: “Siempre
es fiel a sí mismo, serpentea, trampea, presume de izquierda, ayuda a los de la derecha,
mientras puede”.203
Los centristas de “izquierda” mostraron su completa bancarrota política en torno a la
ruptura con los social chovinistas. Sólo de palabra estaban por el deslinde con todas las
variedades del nacionalismo socialista. Con respecto a los centristas, decía Lenin: “levantan
contra el social chovinismo sólo "una revuelta de rodillas", ya que ellos no nombran a los
defensores más peligrosos de ésta corriente, no los desenmascaran, no le declaran la guerra al
oportunismo”.204 Por ello Lenin consideraba al centrismo como la variante más peligrosa del
chovinismo.
El chovinismo −reiteradamente advirtió Lenin− no es tan terrible y dañino, porque
repele al momento a la masa obrera, como esta teoría del justo término medio que
justifica con palabritas la práctica oportunista, que demuestra con una serie de sofismas
lo inoportuno de las acciones revolucionarias, etc. 205
200
Mártov L. (Tsederbaum, Yuli Osipovich; L. M.) (1873-1923), socialdemócrata ruso, líder del menchevismo
durante la Primera Guerra Mundial mantuvo una posición centrista, después del triunfo de la Revolución
Socialista de Octubre, luchó en contra del Poder Soviético.
201
L. Mártov, Contra la guerra, Col. de artículos (1914-1916), Moscú, 1917,original en ruso, trad. Humberto
Monteón, (inédita)
202
Ibid., pp. 21-22
203
V.I. Lenin, Op cit. p. 390, original en ruso, trad. Humberto Monteón, (inédita)
204
Ibid., t. 26, p.197
205
Ibid., t. 26, p. 263.
107
En lo que se refiere al partido de los social revolucionarios, aquí también se manifestaron
tendencias centristas y de defensa, existían elementos internacionalistas de izquierda que
aceptaban la consigna de la guerra civil e incluso la táctica del derrotismo revolucionario. En
1915 y especialmente en 1916 la actividad de las organizaciones anarquistas en el medio
obrero aumentó notablemente. Para agosto de 1916, los anarquistas contaban en Petrogrado
con cinco grupos incluyendo un grupo paramilitar creado exclusivamente para realizar actos
terroristas.
Los anarquistas se opusieron a la guerra imperialista y opinaban que para liquidarla
era necesario “incendiar el mundo con la guerra civil, dirigiendo las armas contra los
verdaderos enemigos de los obreros: el poder y el capital".206 Los anarquistas reconocían
como únicos medios de lucha el sabotaje, el terror, las expropiaciones y la huelga general, que
en su opinión llevaría al levantamiento armado del pueblo.
Los anarco-sindicalistas se encontraban en posiciones más moderadas y opinaban que
era necesario alcanzar primeramente libertades burguesas y después plantear la destrucción de
todo tipo de estado.207 Corresponde ahora ver a grandes rasgos la actitud bolchevique ante la
guerra.
La plataforma estratégica bolchevique descansó desde el inicio de la guerra hasta la
Revolución de Febrero sobre dos consignas generales que tenían por objetivo estratégico
preparar la revolución: “Transformar en guerra civil la guerra imperialista" fue la consigna
central, ésta se complementaba con la consigna “la derrota del zarismo en la guerra constituye
el menor “mal" para el pueblo ruso".
Lenin, como es conocido, le concedía a las consignas una gran importancia pues son
respuestas concretas a las masas, definen la conducta política de un partido y por otro lado
son un medio general para la movilización de las masas en función de objetivos estratégicos
concretos, precisamente en ellos se basaban las consignas postuladas por Lenin en el período
de la primera guerra imperialista que tuvieron además como fuentes históricas directas las
resoluciones en contra de la guerra de los Congresos Socialistas de Stuttgart, Copenhague,
Basilea, aprobadas por unanimidad en su tiempo por todos los partidos socialistas.
Ya en agosto de 1914, Lenin en sus Tesis sobre la guerra plantea con vigor que la
tarea de todo socialista es luchar por transformar en guerra civil la guerra mundial
imperialista. Lenin partía de un hecho objetivo: la guerra había empezado y huir de ella era
206
S.V. Tiutiukin, La guerra, la paz y la revolución,Moscú, 1971, p. 301, original en ruso, trad. Humberto
Monteón, (inédita)
207
Loc. cit.
108
imposible e inconcebible, por ello los socialistas deberían ir a la guerra y organizar en el
frente al proletariado.
Los socialistas, demostraba Lenin, no debían negarse a enlistarse en el ejército, tal
conducta afirmaba “es una tontería, un pobre y cobarde sueño sobre la lucha desarmada contra
la burguesía armada”.208
La consigna leninista fue la consigna proletaria correcta “indicada por la experiencia
de la Comuna, trazada por la resolución de Basilea (1912) y emanada de todas las condiciones
de la guerra imperialista entre los países burgueses altamente desarrollados” 209
La consigna de la transformación de la guerra imperialista en guerra civil incluía el
llamamiento a la revolución. Lo que no significaba el paso inmediato hacía la revolución,
como decían los social chovinistas, que intentaban demostrar la supuesta aspiración de Lenin
de realizar esta consigna en forma inmediata por medio de un Putsch armado. Lenin era ajeno
a la táctica del Putsch. En repetidas ocasiones Lenin explicó que “era imposible saber, si en
relación con la primera o segunda guerra imperialista de las grandes potencias, sí en el
período de la guerra o después de ella se incendiaría el movimiento revolucionario, pero en
cualquier caso, nuestro deber revolucionario es trabajar en forma sistemática y constante
precisamente en esta dirección”. 210
A Shliapnikov, que servía de enlace entre el CC en el exilio y el partido en Rusia,
escribió Lenin:
La revolución no podemos “hacerla”, pero nosotros la predicamos y trabajamos en esta
dirección, exigiendo al mismo tiempo la transformación de la guerra imperialista en
guerra civil. Por más que parezcan enormes las dificultades de tal transformación, en
uno u otro momento los socialistas nunca renunciarán al trabajo socialista,
perseverante, constante, preparativo en esta dirección, desde el momento que la guerra
se ha convertido en una realidad. 211
La consigna de la transformación no definía la cuestión relativa al carácter de la
revolución. En los países europeos adelantados estaba a la orden del día la revolución
socialista. En Rusia donde no había sido realizada aún la revolución burguesa, las principales
tareas seguían siendo el derrocamiento del zarismo, la implantación de la república
democrática (con una completa igualdad de derechos y autodeterminación de todas las
208
V. I. Lenin, Op. cit. t. 26, p. 25
Ibid., p. 22
210
Ibid., p. 325
211
Ibid., t. 49, p. 24
209
109
naciones), la confiscación de las tierras de los terratenientes y la jornada de 8 horas. Lenin
explicaba en relación con esto:
la bandera proletaria de la guerra civil si no ahora, mañana, si no en el periodo de la guerra
actual, después de ella, si no en ésta, en la siguiente guerra unirá en torno a sí, no sólo miles
de obreros conscientes, sino que también a millones de semiproletarios y pequeño-burgueses
enajenados por el chovinismo, a quienes los horrores de la guerra no sólo aterrorizará y
atormentará, sino que también los ilustrará, les enseñará, los despertará, los organizará, los
templará y los preparará para la guerra contra la burguesía no sólo de “su país” sino que
también contra los países extranjeros.212
Lenin comprendía, y así lo demostró, que la guerra provoca en las masas los
sentimientos más violentos que alteran el estado común de la psique soñolienta, y que
también la táctica revolucionaria "es imposible sin la concordancia con estos nuevos y
violentos sentimientos" 213
A la consigna revolucionaria de la "Transformación" algunos chovinistas contraponían
la consigna de la paz. Lenin rechazó categóricamente esta consigna y demostró, y en efecto
así ocurrió, que la consigna de la paz que en el primer período era rechazada por todas las
burguesías en un futuro a quien convendría sería precisamente a ellas. 214
Lenin insistía en que el deber de los socialistas consistía en examinar atentamente los
ánimos de las masas, les pedía que utilizaran su creciente aspiración a la paz pero no para el
apoyo de las triviales utopías de la paz bajo el capitalismo, no para el estímulo de esperanzas
con respecto a las autoridades, a la burguesía, sino para que los ánimos revolucionarios
confusos se clarificaran, para que en forma sistemática, constante y perseverante apoyándose
en la experiencia de las masas y en sus ánimos, ilustrarlos con miles de hechos sobre la
política de la guerra y demostrar la necesidad de acciones revolucionarias masivas contra la
burguesía y los gobiernos de su propio país, como el único camino hacia la paz democrática
en el socialismo. 215 Lenin manifestó:
“desde el punto de vista de la clase obrera y de las masas trabajadoras de todos los
pueblos de Rusia, el menor de los males sería la derrota de la monarquía zarista y de
sus tropas que oprimían a Polonia, Ucrania y a una serie de pueblos de Rusia, que
atizaba la enemistad nacional para intensificar la opresión de los rusos sobre otras
212
Ibid., t. 26, p. 41
Ibid., p. 291
214
Ibid., t. 49, p. 95
215
Ibid., t. 26, pp.193-194
213
110
nacionalidades y para reforzar al gobierno bárbaro y reaccionario de la monarquía
zarista". 216
Es necesario señalar que para Lenin, la táctica del “derrotismo” no era, por así decirlo,
una táctica puramente nacional, es decir, aplicable sólo a Rusia. En agosto de 1914, Lenin,
subrayando que para los rusos el menor de los males era la derrota del zarismo" y que su
"enemigo directo era ante todo el chovinismo ruso", indicaba que los socialistas (no los
oportunistas) de cada país deberían ver como su enemigo principal a “su chovinismo”
(“patriótico”).
Para Lenin no se trataba de sabotaje a la guerra y mucho menos debería interpretarse
como llamado a los actos terroristas, a la ejecución en el frente de oficiales, etc., pues esto
significaría una grave desviación al anarquismo. 217
Los bolcheviques en su táctica derrotista subrayaban que su actuación era por la derrota
de la Rusia Zarista y no por la derrota y humillación del pueblo ruso.
Los chovinistas se opusieron por todos los medios a la consigna de la derrota, ya que
ella, al exigir un llamado decisivo a las acciones revolucionarias contra el gobierno,
socavaba las bases de su táctica antiproletaria.
Los centristas contraponían la extraña fórmula "ni victoria, ni derrota". Lenin mostró
que detrás de ésta consigna se ocultaba la renuncia a la lucha de clases. En el artículo Sobre
la derrota del gobierno en la guerra imperialista, Lenin señaló:
El que reconoce la consigna de "ni victorias, ni derrotas", sólo está hipócritamente por
la lucha de clases… de hecho renuncia a la política proletaria independiente,
supeditando al proletariado de todas las naciones beligerantes a una tarea
completamente burguesa: defender de la derrota a los gobiernos imperialistas en
pugna.218
A los pocos meses de iniciada la guerra, la organización clandestina bolchevique
quedo reorganizada. El carácter de la guerra, la perspectiva revolucionaria y las tareas
concretas que emanaban de las consignas bolcheviques, llegaban a miles de obreros,
campesinos y soldados a través de la prensa ilegal, de volantes y de la propaganda oral.
Los activistas bolcheviques actuaban con éxito en las fábricas, en las trincheras, en las
aldeas. El enorme trabajo organizativo e ideológico de los bolcheviques en los años de la
216
Ibid., p. 6
Ibid., t. 49, p. 14
218
Ibid., t. 26, p. 289
217
111
guerra en la preparación de la revolución tuvo como resultado el crecimiento de la actividad
clasista del proletariado.
Las esperanzas de las clases dominantes y del zarismo de que la guerra socavaría el
desarrollo de los ánimos revolucionarios en la clase obrera, de que permitiría estrangular al
movimiento obrero y revolucionario, no se realizaron. No había pasado un año y en el país
de nuevo estaba presente un nuevo auge revolucionario. La causa directa fueron las derrotas
del zarismo en el frente en la primavera y en el verano de 1915.
El gobierno respondió al auge del movimiento obrero con represiones, fusilamientos y
arrestos, los cuales sin embargo no pudieron contener el proceso iniciado. En el diario El
Social Demócrata se formuló lo siguiente:
Los obreros son los primeros en insurreccionarse, son fusilados en Kostrom por
decenas, en Ivanovo-Voznesiensky son asesinados por centenas. Y ellos de todas
maneras se ponen en huelgas por decenas de millares. Ellos han llevado el movimiento
hasta la huelga general en Moscú, hasta la huelga de 150 mil obreros en Petrogrado, su
movimiento ya ha abarcado a dos capitales, se pasó al Volga, al sur, está en
condiciones de propagarse por todo el país.219
El ascenso del movimiento obrero en el verano de 1915 fue un momento crucial para la
vida política y social de Rusia. A partir de ese momento se inicia la maduración de la nueva
situación revolucionaria en el país.
En la acción de los obreros había una secuencia lógica. Cierto es que la gran fuerza
desatada y que fundió en un sólo movimiento a las masas obreras y a los soldados no
permitió a los bolcheviques imponer su influencia organizativa a todo el movimiento,
aunque fue mucho lo realizado en este sentido. En lo que se refiere a la dirección ideológica
de la Revolución de Febrero, es notable la influencia y papel que jugaron las consignas
revolucionarias y la actividad práctica realizada de los bolcheviques durante dos años y
medio de guerra imperialista.
Con el derrocamiento del zarismo se inicia una nueva etapa en la historia del
proletariado ruso. En el terreno de la lucha ideológica se inicia igualmente una nueva etapa.
El desarrollo del movimiento obrero en el período de la guerra testimonia que él era el
principal factor revolucionario en la vida política y social y que el Partido Bolchevique
desempeñó un papel decisivo en la preparación de la revolución. Precisamente en Rusia,
219
El Social Demócrata, 11 de octubre de 1915, original en ruso, trad. Humberto Monteón (inédita).
112
donde la desorganización se acentuaba más y el proletariado el más revolucionario, la crisis
revolucionaria se desencadenó antes que en los demás países.
La Primera Guerra Mundial ejerció una influencia contundente sobre la vida política
y social de los países beligerantes, provocó una crisis en el socialismo internacional, acentuó
la lucha de las corrientes ideológicas en el movimiento obrero.
La inmunidad de la clase obrera rusa en relación al chovinismo y al nacionalismo se
explica por la situación revolucionaria en el país y por las condiciones generales de vida del
proletariado ruso y así mismo por la experiencia y las tradiciones de su lucha contra la
autocracia y la burguesía.
Un enorme papel en la educación revolucionaria internacionalista de la clase obrera
en los años de la guerra lo desempeñó el partido bolchevique con Lenin al frente. El partido
resultó ser el único de todos los partidos socialdemócratas que cumplió con su deber
internacionalista.
La labor ideológica y organizativa de los bolcheviques en las masas obreras tuvo como
resultado el auge de la actividad del proletariado. Las esperanzas de las clases dominantes y
del zarismo de socavar los ánimos revolucionarios y el aseguramiento de la “paz social” en el
país, no se justificaron. Una prueba de esto lo fue todo el curso del desarrollo del movimiento
obrero ruso en los años de la guerra.
La guerra sólo detuvo temporalmente el auge revolucionario y condujo a una
disminución del movimiento huelguístico.
En los combates huelguísticos que se desplegaron con una fuerza especial tan sólo
después de un año de iniciada la guerra, el proletariado ruso se educó y se preparó para la
revolución. El proletariado ruso permaneció no solo como la clase más revolucionaria sino
que también se colocó a la cabeza de la lucha popular contra el imperialismo y el zarismo.
113
CONCLUSIONES
La polémica desatada por Lenin continuó aún después de su muerte, algunos políticos,
sostienen que la concepción leninista es anacrónica por haber sido desarrollada para la Europa
de las guerras y específicamente la de 1914, augurada por Lenin, por lo que, han considerado
que su análisis no proporciona respuestas a los problemas actuales.
Se debe hacer hincapié, que la obra de Lenin no tiene que responder a cada uno de los
problemas actuales, ya que el estudio de éstos requiere de reflexiones e interpretaciones
propias de su contexto histórico, por ende, sus aportaciones teóricas permite ubicar analogías
de los acontecimientos anteriores y actuales, por lo que mantiene su vigencia en lo esencial el
pensamiento marxista, particularmente de Lenin, en lo que se refiere a la naturaleza de los
fenómenos beligerantes.
En sus escritos acerca del Imperialismo, Lenin se esfuerza por comprender lo nuevo,
hace una caracterización del contexto histórico. En la fase superior del capitalismo, como la
definió él menciona: se agravan todas las contradicciones, se extienden las luchas, estalla la
guerra mundial y se producen las situaciones revolucionarias que desembocan en la guerra
civil.
El análisis leninista de la guerra ubica a ésta con sus causas y la lucha por evitarla,
además de la exigencia de observar, descubrir y utilizar todas las posibilidades de tránsito
pacífico de un régimen a otro.
Muchos consideraron a Lenin como el que llevaba a la práctica el sistema de Marx, y
no sólo fue así, relacionó la teoría y la práctica y lo demostró durante su vida y militancia
conduciendo a las masas y al Partido Bolchevique a la victoria.
Además de adjudicarle la condición de práctico, le atribuyeron limitaciones espaciales
y temporales, como en el caso de que aplicó el marxismo en condiciones geográficas
específicas (la Rusia atrasada), en un momento particular de la historia (la Primera Guerra
Mundial). No se pueden desconocer los méritos de una persona sólo porque actuó o pensó en
un espacio o en un tiempo determinado, las limitaciones geográficas y temporales son
inevitables. Una de las enseñanzas de Lenin es que en todo momento del análisis del
imperialismo aplicó el método dialéctico, que le permitió comprender los procesos reales,
diferenciar un fenómeno concreto de los diversos fenómenos de una época, valorar cada
guerra de una forma concreta, tomar no un aspecto de los fenómenos, sino todas sus
conexiones y observó más allá de las apariencias para captar la esencia de los fenómenos.
114
La historia no se repite bajo las mismas variables, una constante de ésta, hasta nuestros días,
es enmascarar las causas reales de las guerras, en el periodo de la Primera Guerra Mundial, la
retórica que se utilizó fue en aras de la defensa de la patria, la libertad y la cultura, la opresión
de los pueblos, la lucha contra el militarismo etc., por ambas partes de las potencias
beligerantes, pero Lenin vislumbró y confirmó como causas las económicas y políticas.
En la medida en que las guerras se prolongan aparecen efectos colaterales tales como;
la merma de recursos (humanos, materiales, tecnológicos y económicos), además del
despertar consciente de la sociedad que intuye la realidad de la actuación bélica, evidenciando
las causas reales de los conflictos.
No se puede negar que el marxismo está desacreditado y aún más el leninismo, esto no
es casual puesto que está vinculado al desprestigio del socialismo representado por el
proyecto de la ex Unión Soviética. En la medida que se derrumbó ese falso socialismo se
desacreditó el marxismo y el leninismo que lo inspiraba, y que no fue más que una
deformación del pensamiento de ambos.
Pero es un hecho que el marxismo-leninismo cuando se le comprende bien se puede
rescatar su validez, el mundo actual necesita una transformación de la sociedad, porque el
capitalismo de hoy, nos está devorando, nos puede conducir a una nueva barbarie, a la guerra
nuclear, si los Estados siguen violando el derecho internacional y la tecnología se pone al
servicio del lucro, por lo que ahora están en juego los intereses de la humanidad entera.
La guerra puede ser el resultado de una agresión o de la represión de un grupo humano
sobre otro, pero la mayoría de los casos es una invención de los grupos en el poder, ya sean
líderes o Estados con ambiciones de extender su influencia, apropiarse de recursos ajenos o de
mantener e incrementar su stock de recursos prioritarios.
Algunos de los argumentos que se utilizan en la actualidad para justificar los actos
bélicos se repiten nuevamente, como la defensa de la patria, la lucha por la libertad y la
democracia, la defensa por los derechos humanos, el combate al terrorismo, a éstos se agregan
el fanatismo religioso, que encubren intereses de carácter geoeconómico y geopolítico.
La guerra es, actualmente parte del ciclo de expansión y consolidación de la
globalización neoliberal, su objetivo es imponer un nuevo orden internacional unilateral;
establecer, por la vía de los hechos, un gobierno de la globalización autoritario.
A pesar de los muchos detractores del pasado y presente, de la teoría leninista del
imperialismo, a juicio personal concluyó, que esta concepción es aplicable en sus rasgos
fundamentales a los sucesos actuales.
115
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118
Anexos
119
Anexo I
TRATADO DE LA TRIPLE ALIANZA 220
Sus Majestades el emperador de Austria y Rey de Hungría, el Emperador de Alemania, Rey de Prusia,
y el Rey de Italia, animados del deseo de aumentar las garantías de la paz general, de fortificar el
principio monárquico y de asegurar con ello mismo el mantenimiento intacto del orden social y
político en sus estados respectivos, han acordado la conclusión de un tratado que, en virtud de su
naturaleza esencialmente conservadora y defensiva, no persigue otro fin que el de precaverles contra
los peligros que pudieran amenazar la seguridad de sus estados y la tranquilidad de Europa.
Artículo 1. Las Altas Partes contratantes se prometen recíprocamente paz y amistad, y no
entrarán en alianza o compromiso alguno dirigido contra cualquiera de sus estados. Las Altas Partes
contratantes se comprometen a proceder a un intercambio de ideas acerca de las cuestiones políticas
y económicas de carácter general que pudiera sobrevenir, prometiéndose además mutuo apoyo dentro
del límite de sus propios intereses.
Artículo 2. En caso de que Italia, sin mediar provocación directa por su parte, fuese atacada
por Francia por cualquier motivo, las otras dos Partes contratantes estarán dispuestas a prestar a la
Parte atacada socorro y ayuda con todas sus fuerzas. La misma obligación incumbirá a Italia en caso
de una agresión no directamente provocada de Francia contra Alemania.
Artículo 3. Si una o dos de las Altas Partes contratantes, sin provocación directa por su parte,
llegasen a ser atacadas y a encontrarse empeñadas en una guerra con dos o más grandes potencias no
firmantes del presente tratado, el “casus foderis” se presentará simultáneamente para todas las Altas
Partes contratantes.
Artículo 4. En el caso de que una gran potencia no firmante del presente tratado amenazase la
seguridad de los estados de una de las Altas Partes contratantes y, en razón de ello, la Parte amenazada
se viese forzada a hacerle la guerra, las otras dos se obligan a observar con respecto a su aliada una
neutralidad benévola [...].
Artículo 5. Si la paz de una de las Altas Partes contratantes viniese a ser amenazada en las
circunstancias previstas por los artículos anteriores, las Altas Partes contratantes se pondrán de
acuerdo en tiempo útil acerca de las medidas militares a adoptar con miras a una eventual cooperación.
Para todo caso de participación común en una guerra, las Altas Partes contratantes se comprometen,
desde ya mismo, a no concluir ni armisticio, ni paz, ni tratado sino de común acuerdo entre las tres.
Artículo 6. Las Altas Partes contratantes se prometen recíprocamente el secreto, tanto sobre el
contenido como sobre la existencia del presente tratado.
220
Ma. Victoria López Cordón Cortezo y José Urbano Martínez Carreras, Leer historia. Análisis y comentarios
de textos históricos, Alhambra Mexicana, México, 1996, pp. 273-274
120
Artículo 7. El presente tratado se mantendrá en vigor durante el espacio de cinco años, a partir
del día del intercambio de ratificaciones.
Artículo 8. Las ratificaciones del presente tratado serán intercambiadas en Viena en el plazo
de tres semanas, o antes si fuese posible.
Hecho en Viena el día 20 de mayo de 1882.
Declaración ministerial
El Gobierno Real italiano declara que las estipulaciones del tratado secreto concluido el 20 de mayo de
1882 entre Italia, Austria-Hungría y Alemania no podrán en ningún caso, según ha sido previamente
convenido, ser consideradas como dirigidas contra Inglaterra. En fe de lo cual ha sido redactada la
presente declaración ministerial, que deberá permanecer igualmente secreta, al objeto de ser
intercambiada por las declaraciones idénticas del Gobierno Imperial y Real de Austria-Hungría, y del
Gobierno Imperial de Alemania.
Roma. 22 de mayo 1882.
Primer tratado de la Triple
Alianza, en Viena,
a 20 de mayo de 1882.
121
Anexo II
LOS ACUERDOS FRANCO-RUSOS 221
A) Acuerdo de 1891
M. de Gires, Ministro de Asuntos Extranjeros de Rusia, a M. de Mohrenheim, embajador de Rusia en
París. San Petersburgo, agosto 1891.
La situación creada en Europa por la manifiesta renovación de la Triple Alianza y la adhesión
más o menos probable de la Gran Bretaña a los fines políticos que esta alianza persigue, ha motivado,
después de la reciente estancia de M. de Laboulaye aquí, entre el antiguo embajador de Francia y yo,
un cambio de ideas orientadas a definir la actitud que, en las circunstancias actuales y ante ciertas
eventualidades, podría convenir más acertadamente a nuestros respectivos gobiernos, los cuales,
quedando fuera de cualquier liga, no tienen menos sinceros deseos de apoyar el mantenimiento de la
paz con las más eficaces garantías.
Es por esto que hemos estado animados a formular los dos puntos siguientes: 1) Con el fin de
definir y consagrar la Entente cordial que les une, y deseosos de contribuir de común acuerdo al
mantenimiento de la paz que forma el objeto de sus votos más sinceros, los dos gobiernos declaran que
se concertarán entre sí sobre toda cuestión que ponga en causa la paz general. 2) Para el caso de que
esta paz sea puesta efectivamente en peligro y especialmente para el de que una de las dos partes sea
amenazada de una agresión, las dos partes convienen en entenderse sobre las medidas a tomar, cuya
realización ante tal eventualidad impondría la adopción inmediata y simultánea a los dos gobiernos.
Habiendo sometido al Emperador el hecho de este intercambio de ideas, al igual que el texto
de las conclusiones que han resultado de ellas, tengo el honor de informaros hoy que S. M. se digna
aprobar enteramente estos principios de acuerdo y vería favorablemente su adopción por los
gobiernos. Al daros conocimiento de estas disposiciones soberanas, os ruego que las trasladéis al
conocimiento del Gobierno francés y me comuniquéis las resoluciones que, por su parte se decidan.
B) Convención militar del 18 de agosto de 1892
Francia y Rusia, encontrándose animadas de un mismo deseo de conservar la paz, y no teniendo otro
fin que atender las necesidades de una guerra defensiva, provocada por un ataque de las fuerzas de la
Triple Alianza contra una y otra de ellas, han convenido las disposiciones siguientes:
1º. Si Francia es atacada por Alemania, o por Italia sostenida por Alemania, Rusia empleará
todas sus fuerzas disponibles para atacar a Alemania. Si Rusia es atacada por Alemania, o por Austria,
sostenida por Alemania, Francia empleará todas sus fuerzas disponibles para combatir a Alemania.
221
Ibid., pp. 276-277
122
2º. En el caso de que las fuerzas de la Triple Alianza, o de una de las potencias de que forman
parte, se movilizarán, Francia y Rusia, ante la primera noticia del hecho, y sin que sea necesario un
acuerdo previo, movilizaran inmediata y simultáneamente la totalidad de sus fuerzas, y las trasladarán
lo más cerca posible de sus fronteras.
3º. [...] Estas fuerzas se emplearán a fondo, con toda diligencia, de manera que Alemania tenga
que luchar a la vez, en el este y el oeste.
4º. Los estados mayores de los ejércitos y de los países se concertarán en todo tiempo para
preparar y facilitar la ejecución de las medidas previstas en este acuerdo. Se comunicarán en tiempo
de paz todos los informes relativos a los ejércitos de la Triple Alianza que están o llegasen a su
conocimiento.
5º. Francia y Rusia no concluirán la paz por separado.
6º. La presente convención tendrá la misma duración que la Triple Alianza.
7º. Todas las cláusulas enumeradas más arriba serán tenidas rigurosamente en secreto.
123
Anexo III
TENSIÓN ENTRE AUSTRIA-HUNGRÍA y SERBIA 222
A) De Austria-Hungría a Serbia
La historia de estos últimos años, y especialmente los acontecimientos dolorosos del 28 de junio, ha
demostrado la existencia en Serbia de un movimiento subversivo cuyo fin es separar de la Monarquía
austro-húngara algunas partes de sus territorios. Este movimiento, que ha ido creciendo ante los ojos
del gobierno serbio, ha llegado a manifestarse más allá del territorio del reino con actos de terrorismo,
con una serie de atentados y de muertes.
El gobierno real serbio nada ha hecho para suprimir este movimiento. Ha tolerado la actividad
criminal de las diferentes sociedades y asociaciones dirigidas con la Monarquía, el lenguaje
desenfrenado de la prensa, la glorificación de los autores de atentados, la participación de oficiales y
de funcionarios en los actos subversivos, una propaganda malsana en la opinión pública [...].
El gobierno imperial y real se ve obligado a pedir al gobierno serbio la formulación oficial de
que condena la propaganda dirigida contra la Monarquía austro-húngara, es decir, el conjunto de las
tendencias que aspiran como último fin a separar de la Monarquía algunos de sus territorios, y que se
compromete a suprimir, por todos los medios, esta propaganda criminal y terrorista [...].
El gobierno real serbio debe comprometerse:
1) a suprimir toda publicación que excite al odio y al desprecio de la Monarquía [...];
2) a disolver inmediatamente la sociedad llamada "Narodna Odbrana"223 y a confiscar todos
sus medios de propaganda [. . .];
3) a eliminar sin demora de la instrucción pública en Serbia [...] todo lo que sirva o pueda
servir a fomentar la propaganda contra Austria-Hungría;
4) a separar del servicio militar y de la administración a todos los oficiales y funcionarios
culpables de la propaganda contra la Monarquía austro-húngara, de los cuales el gobierno
imperial y real se reserva el comunicar los nombres y los hechos al gobierno real;
5) a aceptar la colaboración en Serbia de los órganos del gobierno imperial y real en la
supresión del movimiento subversivo dirigido contra la integridad territorial de la Monarquía;
6) a abrir una encuesta judicial contra los participantes en el complot del 28 de junio que se
encuentran en territorio serbio. Los órganos delegados por el gobierno imperial y real
tomarán parte en las investigaciones correspondientes;
7) a proceder con urgencia al arresto del comandante Voislav Tankositch y de Milan
Ciganovitch, empleados del Estado serbio, comprometidos, según los resultados de la
222
223
Ibid., pp. 291-293
“mano negra”
124
instrucción en Sarajevo;
8) a impedir el concurso de las autoridades serbias en el tráfico ilegal de armas y de
explosivos a través de la frontera;
9) a dar al gobierno imperial y real explicaciones sobre los propósitos injustificables de los
altos funcionarios serbios que no han dudado, después del atentado del 28 de junio, en
expresarse de una manera hostil hacia la Monarquía austrohúngara [...];
10) a advertir, sin demora, al gobierno imperial y real de la ejecución de las medidas
comprendidas en los puntos precedentes.
El gobierno imperial y real espera la respuesta del gobierno real lo más tarde hasta el sábado
25 de este mes, a las cinco horas de la tarde.
B) De Serbia Austria-Hungría
El gobierno real serbio se compromete:
1) a introducir [. . .] una disposición en la ley de prensa, por la cual será castigada de la manera
más severa la provocación al odio y al desprecio de la Monarquía austro- húngara;
2) el gobierno no posee ninguna prueba [...] de que la sociedad "Narodna Odbrana" y las otras
sociedades similares hayan cometido [...] ningún acto criminal [...]. Sin embargo, el gobierno
real aceptará la demanda del gobierno imperial y real y disolverá la sociedad "Narodna
Odbrana" [...];
3) a eliminar sin demora de la instrucción pública en Serbia todo lo que sirva o pueda servir a
fomentar la propaganda contra Austria-Hungría [...];
4) el gobierno real acepta [...] separar del servicio militar a aquellos a quienes la encuesta
judicial haya probado que son culpables de actos dirigidos contra la integridad del territorio de
la Monarquía [...];
5) el gobierno real debe confesar que no se da cuenta claramente del sentido y del alcance de
la demanda del gobierno imperial y real tendente a que Serbia se comprometa a aceptar sobre
su territorio la colaboración de los órganos del gobierno imperial y real. Pero declara que
aceptará toda colaboración que responda a los principios del derecho internacional y del
procedimiento criminal […];
6) el gobierno real, es obvio, considera su deber abrir una investigación contra aquellos que
están o que, eventualmente, hayan estado complicados en el complot […]. En cuanto a la
participación en tal encuesta de los agentes de las autoridades austro-húngaras que serían
delegadas a este efecto por el gobierno imperial y real, el gobierno real no puede aceptarlo
porque esto sería una violación de la Constitución y de la ley sobre el procedimiento criminal
[...];
7) el gobierno real ha procedido, en la tarde misma del envío de la nota, al arresto de [...];
125
8) el gobierno serbio reforzará y extenderá las medidas tomadas para impedir el tráfico ilícito
de armas [...] a través de la frontera;
9) el gobierno real dará de buena gana explicaciones sobre los propósitos que sus funcionarios
[...] han tenido después del atentado [...];
10) el gobierno real informa al gobierno imperial y real de la ejecución de las medidas
comprendidas en los puntos precedentes [...].
(El texto A reproduce el ultimátum de Austria-Hungría a Serbia el 23 de julio de 1914, y el B,
la inmediata respuesta de Serbia.)
126
Anexo IV
EL TRATADO DE VERSALLES 224
Los Estados Unidos de América, el Imperio Británico, Francia, Italia y Japón, potencias designadas en
el presente tratado como las principales potencias aliadas y asociadas [...], de una parte, y Alemania,
de otra, han convenido las disposiciones siguientes [. ..].
Parte III. Cláusulas políticas europeas
Artículo 42. Se prohíbe a Alemania mantener o construir fortificaciones, sea sobre e1 lado izquierdo
del Rhin, sea sobre su lado derecho [...]. Artículo 43. Son igualmente prohibidos en la zona definida
en el artículo 42, el mantenimiento y la concentración de fuerzas armadas, sea a título permanente, sea
a título temporal [...]. Artículo 45. En compensación de la destrucción de las minas de carbón en el N.
de Francia [...] [Alemania] cede a Francia la propiedad entera y absoluta de las minas de carbón
situadas en el Sarre [...]. Artículo 51. Los territorios cedidos a Alemania en virtud de los preliminares
de paz firmados en Versalles el 26 de febrero de 1872 y del Tratado de Francfort de 10 de mayo de
1871, son reintegrados a la soberanía francesa [...] Artículo 80. Alemania reconoce y respetará
estrictamente la independencia de Austria [...]. Artículo 81. Alemania reconoce la completa
independencia del estado checoeslovaco [...] [y] las fronteras de este Estado tales como serán
determinadas por las Potencias aliadas y los Estados interesados [...]. Artículo 87. Alemania reconoce
la completa independencia de Polonia [...]. Artículo 100. Alemania renuncia en favor de las
principales Potencias aliadas y asociadas a todos los derechos y títulos [...] sobre la ciudad de Dantzig
y su territorio [...]. Artículo 102. La ciudad de Dantzig, con su territorio [...] es constituida como
ciudad libre y situada bajo la protección de la Sociedad de Naciones [...]. Artículo 116. Alemania
reconoce y se compromete a respetar como permanente e inalienable la independencia de los
territorios que formaban parte del antiguo Imperio de Rusia el 1 de agosto de 1914 [...].
224
Ibid., pp. 305-307
127
Parte IV. Derechos e intereses alemanes fuera de Alemania
Artículo 119. Alemania renuncia, en favor de las principales Potencias aliadas y asociadas, a todos sus
derechos y títulos sobre sus posesiones de ultramar [...]
Parte V. Cláusulas militares, navales y aéreas
Artículo 160. El ejército alemán [...] será destinado exclusivamente al mantenimiento del orden sobre
el territorio y a policía de fronteras [...]. Artículo 162. El Gran Estado Mayor alemán y cualesquiera
otras formaciones similares serán disueltas y no podrán ser reconstituidas bajo ninguna forma [...].
Artículo 168. La fabricación de armas, municiones y material de guerra [...] no podrá ser efectuada
más que en las fábricas cuyo emplazamiento sea puesto en conocimiento y sometido a la aprobación
de los gobiernos de las principales Potencias aliadas [...]. Artículo 171. Son igualmente prohibidas la
fabricación y la importación en Alemania de carros blindados, tanques o cualquier otro ingenio
similar que pueda servir a fines bélicos [...]. Artículo 173. Todo servicio militar obligatorio será
abolido en Alemania. El ejército alemán sólo podrá ser constituido y reclutado por vía de
incorporaciones voluntarias […]. Artículo 177. Los establecimientos de enseñanza, las universidades,
las sociedades de antiguos militares, las asociaciones de tiro, deportivas o de turismo, y de una manera
general las asociaciones de cualquier naturaleza [...] no deberán ocuparse de ninguna cuestión militar
[…]. Artículo 203. Todas estas cláusulas militares, navales y aéreas [...] serán ejecutadas por Alemania bajo control de Comisiones interaliadas [...].
Parte VII. Sanciones
Artículo 227. Las Potencias aliadas y asociadas ponen en acusación pública a Guillermo II de
Hohenzollern, ex-emperador de Alemania, por ofensa suprema contra la moral internacional y la
autoridad sagrada de los tratados [...]. Artículo 228. El Gobierno alemán reconoce a las Potencias
aliadas y asociadas la libertad de mandar comparecer ante sus propios tribunales militares a las
personas acusadas de haber cometido actos contrarios a las leyes y costumbres de la guerra [...]. El
Gobierno alemán deberá entregar a las Potencias aliadas y asociadas, o a aquella entre éstas que le
dirija la demanda, a todas aquellas personas que, habiendo sido acusadas de haber cometido un acto
contrario a las leyes y costumbres de la guerra, le sean designadas, ya sea nominalmente, ya por el
grado, función o empleo al que estas personas hubieran sido asignadas por las autoridades alemanas.
128
Parte VIII. Reparaciones
Artículo 231. Los Gobiernos aliados y asociados declaran y Alemania reconoce que Alemania y sus
aliados son responsables por haberlas causado, de todas las pérdidas y de todos los daños sufridos por
los Gobiernos aliados y sus naciones como consecuencia de la guerra, que les ha sido impuesta por la
agresión de Alemania y de sus aliados. Artículo 232. Los Gobiernos aliados y asociados exigen [...] y
Alemania adquiere el compromiso, de que sean reparados todos los daños causados a la población
civil de las potencias aliadas y asociadas, y a sus bienes [...]. Artículo 233. El importe total de los
susodichos perjuicios, por los cuales es debida una indemnización por parte de Alemania, será fijado
por una Comisión interaliada [...]; las conclusiones determinadas al respecto serán redactadas y
notificadas al Gobierno alemán el 1 de mayo de 1921 lo más tarde, representando la totalidad de sus
obligaciones [...] Artículo 234. La Comisión de indemnizaciones deberá, después del 1 de mayo de
1921, estudiar de vez en cuando los recursos y la capacidad de Alemania, y tras haber dado a los
representantes de este país la equitativa facultad e hacerse escuchar, tendrá todos los poderes para
ampliar el periodo y para modificar las formas de pago [...].
Parte X. Cláusulas económicas
Artículo 264. Alemania se compromete a no someter las mercancías, productos naturales o fabricados
de cualquiera de los Estados aliados o asociados, importados a territorio alemán, fuere cual fuere el
lugar de donde llegaren, a derechos o cargas, comprendidos los impuestos internos, diferentes o más
elevados que aquellos a que m sometidas las mercancías, productos naturales o fabricados de otro
cualquiera de los susodichos estados o de cualquier otro país extranjero [...]. Artículo 267. Todo favor,
inmunidad o privilegio concerniente a la importación, la exportación o el tránsito de mercancías que
sea concedido por Alemania a cualquiera de los estados aliados o asociados o a otro país extranjero
cualquiera, será simultánea e incondicionalmente [...] extendido a todos los Estados aliados y
asociados [...].
Parte XII. Puertos, vías de agua y vías férreas
Artículo 321. Alemania se compromete a acordar la libertad de tránsito a través de su territorio sobre
las vías más apropiadas al tránsito internacional [...] a las personas mercancías, navíos, vagones y
servicios postales provenientes o con destino a los territorios de cualquiera de las potencias aliadas y
asociadas [...]
129
Parte XIV. Garantías de ejecución
Artículo 428. A título de garantía de la ejecución por parte de Alemania del presente Tratado, los
territorios alemanes situados al Oeste del Rhin, junto con las cabezas de puente, serán ocupados por
las tropas de las potencias aliadas y asociadas durante un periodo de quince años [...].
Parte XV. Cláusulas diversas
Artículo 434. Alemania se compromete a reconocer el pleno valor de los Tratados de Paz y
Convenciones adicionales que serán concluidos [...] con las potencias que han combatido junto a
Alemania [...] y a reconocer a los nuevos Estados en las fronteras que les serán fijadas [...].
Tratado de Versalles,
junio de 1919.
130
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