Enmiendas y proceso legislativo: Influencia, coordinación y delegación partidaria en el Congreso chileno The Amendment and Legislative Process: Influence, Coordination and Party Delegation in the Chilean Congress SERGIO TORO MAUREIRA Universidad Católica de Temuco [email protected] NICOLAS HURTADO ACUÑA Pontificia Universidad Católica de Chile [email protected] RESUMEN: El artículo busca demostrar cómo los procesos intermedios de la discusión legislativa son instancias claves para comprender las dinámicas de coordinación partidaria e incidencia del ejecutivo en la formación de la ley. Mediante un análisis del trabajo en comisiones y votaciones en sala durante el periodo 2006-2010 del Congreso chileno, los autores analizan los patrones de aprobación de las enmiendas, su influencia en el comportamiento de los legisladores y el rol del poder ejecutivo en las modificación de las iniciativas legislativas. Con esta mirada de micro-proceso, se espera aportar a la discusión sobre la capacidad de los congresos en América Latina. Palabras Clave: Legislativo – Comisiones – Enmiendas – Chile ABSTRACT: The aim of this article is to demonstrate how the intermediate processes of the legislative debate are key instances for understanding the dynamics of partisan coordination and the influence of the executive in the creation of law. Through an analysis of the work done in legislative committees and roll call voting during the 2006-2010 period of the Chilean Congress, the authors observe the approval patterns of legislative amendments, suggest how these influence legislator behavior, and highlight the roll the executive plays in the modification of legislative initiatives. The perspective offered here hopes to contribute current scholarship on Latin American congressional politics. Key Words: Legislative – Committees – Amendments - Chile 1 INTRODUCCION El estudio sobre legislativos en América Latina ha tenido un avance importante en las últimas dos décadas. A partir del debate originado en Brasil sobre la capacidad de los Congresos en contextos presidencialistas (Ames, 1995a, 1995b; Amorin Neto, Cox, & McCubbins, 2003; Figueiredo & Limongi, 1999), una serie de autores han revisado tanto comparativamente (Carey, 2007, 2009; Morgenstern, 2004; Morgenstern & Nacif, 2002; Saiegh, 2010), como a través de estudios de caso (Alemán, 2008, 2009a, 2009b; Alemán & Navia, 2009; Carey, 2002, 2003; Jones & Hwang, 2005; Siavelis, 2000), la idea convencional de Presidente fuerte - Congreso débil, mediante la observación de las dinámicas de cooperación institucional y coordinación partidaria que se presentan en el continente. No obstante, a pesar de este crecimiento, son muy pocos los estudios sobre parlamento en América Latina que consideran las dinámicas intermedias (eg: los comités) como elementos necesarios en el resultado final de las políticas. Salvo excepciones, (Alemán & Pachón, 2008; Calvo & Sagarzazu, 2011; Londregan, 2002), la discusión académica no ha logrado una observación sistemática los procesos al interior del poder legislativo para responder preguntas que aún se encuentran en una nebulosa. ¿Qué factores determinan la transformación de un proyecto de ley al interior del Congreso, ¿Cuál es rol del poder legislativo y ejecutivo en este proceso? ¿Qué herramientas se utilizan y cómo condicionan el comportamiento de los parlamentarios? Este artículo tiene como objetivo avanzar en esa discusión y aportar -desde una mirada del micro proceso- en el vacío analítico de las instancias intermedias. En específico, se busca sistematizar la discusión en comisiones y analizar los patrones de transformación de la ley, su influencia en el comportamiento de los legisladores y el rol del poder ejecutivo en las modificación de las iniciativas legislativas. Para ello, se observará el caso chileno durante la legislatura 2006-2010. La razón principal es que, a pesar que las altas potestades del Presidente chileno para incidir en la formulación de las leyes, la participación del poder legislativo sigue siendo importante para la toma de decisiones (Alemán, 2009; Alemán & Navia, 2009; Alemán & Pachón, 2008; Alemán & Tsebelis, 2006; Carey, 2002; Londregan, 2002). A ello se suma que la legislatura analizada tiene la particularidad de ser un periodo donde el gobierno comenzó con mayoría parlamentaria en ambas cámaras y luego se debilitó producto de una serie de renuncias a la coalición de gobierno1. 1 En la Cámara de Diputados Álvaro Escobar (agosto de 2006) renunció al Partido por la Democracia (PPD) y Marco Enríquez-Ominami (junio de 2009) renuncia al Partido Socialista (PS). En la Democracia Cristiana 2 Tres son las hipótesis de esta investigación: a) que la coordinación entre los partidos de gobierno y el poder ejecutivo al interior de las comisiones fue clave para la transformación de la ley, b) que el éxito de la oposición para generar transformaciones legales dependió de la construcción de alianzas inter-coalicionales y c) que las enmiendas condicionaron una conducta unitaria de la Alianza en los plenarios, contradiciendo la idea de oposición divida que señala la teoría (Alemán & Saiegh, 2007; Carey, 2002; Toro, 2007). Por consiguiente, se ha decidido dividir el trabajo en cinco partes. La primera hará una aproximación teórica sobre las características de la coordinación partidaria en los congresos y su aplicación al contexto latinoamericano en general. En seguida veremos la organización y actividad de las comisiones en el Congreso chileno, para luego, en la tercera parte, observar descriptivamente las enmiendas. Se continuará analizando el proceso legislativo en dos instancias: la primera a nivel de comisiones generando un modelo causal multinivel que permitirá observar inferencialmente algunas lógicas de aprobación de las enmiendas, la segunda a nivel de votaciones en sala donde en forma diferenciada, se analizará la conducta de los legisladores en aquellas votaciones que contemplen enmiendas y aquellas que no. Finalizaremos con una breve discusión sobre los hallazgos y pasos futuros en la investigación institucionalista en América Latina. (DC) en enero de 2008 renuncian los diputados Pedro Araya, Eduardo Díaz del Río, Jaime Mulet, Carlos Olivares y Alejandra Sepúlveda, los que pasaron a ser independientes, uniéndose al Partido Regionalista de los Independientes (PRI). En el Senado, Fernando Flores (enero de 2007) y Roberto Muñoz Barra (enero de 2009) renuncian al PPD, Alejandro Navarro (noviembre de 2008) y Carlos Ominami (junio de 2009) renuncian al PS, mientras que Adolfo Zaldivar es expulsado por el Tribunal Supremo de la DC en diciembre de 2007. 3 II. COORDINACION PARTIDARIA, MICRO-PROCESOS LEGISLATIVOS Y PRESIDENCIALISMO Los estudios sobre instituciones y agregación de intereses tienen sus bases en la teoría política positiva y uno de los trabajos seminales de Riker: The Theory of Political Coalitions (Riker, 1962). El objetivo de esta teoría –y que de cierta manera la diferenció de otras técnicas del Public Choicefue predecir las acciones auto-orientadas de los individuos dentro de un marco institucional modelador. Por lógica, el Congreso se transformó en la principal fuente de estudio. Las dinámicas que buscaban minimizar costos de transacción y dilemas de acción colectiva, fueron fuertemente investigadas en instituciones como los comités (Cox & McCubbins, 1993; Weingast & Marshall, 1988) y los partidos (Aldrich, 1995; Cox & McCubbins, 1993, 2005). Los primeros trabajos que han enriquecido esta línea teórica provienen, fundamentalmente, del estudio American Politics. Weingast y Marshall (1988), por ejemplo, utilizan la teoría económica de las firmas para evidenciar la falta de análisis desde las instituciones, enfocándose en los comités como escenario de transacción que logran institucionalizar el intercambio de influencias. De la misma manera, autores como Kiewiet y McCubbins (1991) y Cox y McCubbins (1993) han investigado las estructuras de delegación del proceso de políticas hacia determinados liderazgos, contraviniendo los trabajos de Fiorina (Fiorina, 1974, 1989; Fiorina & Noll, 1978) que señalan a la delegación como función de los costos y beneficios políticos del legislador. Los primeros, sugieren la existencia de tres delegaciones: a los comités, al poder ejecutivo y a las burocracias, señalando que éstas no son una abdicación de las facultades del Congreso, sino un elemento funcional que les permite imponer términos ante las instituciones delegadas (Kiewiet & McCubbins, 1991). En tanto, Cox y McCubbins (1993), tienen una apuesta teórica que observa a los partidos como carteles legislativos que aprovechan sus facultades en la cámara de representantes para hacerse de las reglas, apostar a los intereses del partido mayoritario y coordinar los acuerdos centrales entre los legisladores. El trabajo se hace cargo de hipótesis que señalaban un declive de los partidos políticos tanto en la arena electoral (fuerte personalismo) como en el legislativo (fuerza de las comisiones). Así, la estructura de cartel se transforma en un mecanismo que permite enfrentar una variedad de dilemas de acción colectiva, en especial ante factores como presión de sus constituencies o intereses personales. Un cartel, en consecuencia, significa la delegación a unos o a un pequeño grupo de agentes políticos, el liderazgo y capacidad para coordinar a los miembros del partido, disponer de los incentivos selectivos para lograr la cooperación y reducir los costos de transacción entre los legisladores afines. 4 En América Latina, la extrapolación de este tipo de teorías tropezó con las características partidarias del continente y la entrada del Presidente de la República como un actor legislativo importante. Fue así como Morgenstern y Nacif (2002) se encargaron de explicar la interacción entre las instituciones y sus diferentes roles al interior del Congreso (Morgenstern & Nacif, 2002). La contribución principal de los autores es resaltar las ambiciones de carrera de los legisladores latinoamericanos y cómo éstas afectan la relación entre poderes. Asimismo, Figueiredo y Limongi (1999) y Amorin, Cox y McCubbins (2003) logran importar la teoría sobre congresos y extrapolarla empíricamente a la realidad latinoamericana. Estos últimos analizan el funcionamiento del modelo de Cartel Agenda en Brasil y sostienen que la ocurrencia de este tipo de fenómeno en los presidencialismos, está condicionado a carteras ministeriales comparables con el peso de los partidos y el uso de la institucionalidad del Congreso para llevar adelante sus proyectos. De alguna u otra forma, lo que buscan los autores es discutir las visiones de Ames (1995; 2001), respecto a la poca injerencia de las legislaturas en las decisiones producto de su alto particularismo. Ames (1995), por ejemplo, señala una debilidad del Congreso producto de la gran cantidad de partidos, el bloqueo de los procedimientos y la presencia de muchos miembros con poco interés en una legislación más amplia. Tal y como señalan Amorin, Cox y McCubbins (2003): Although they do not use our terminology, Figueiredo and Limongi's work suggests the existence of agenda cartels, while Ames's suggests their absence. Un ejercicio similar se observa en Jones y Hwang (2005), al aterrizar el concepto de cartel para el caso argentino donde el fenómeno de coordinación se hacía mucho más relevante en provincias, principalmente por la fortaleza de los dirigentes políticos a nivel subnacional (Jones & Hwang, 2005). III. EFICIENCIA Y ACTIVIDAD DEL CONGRESO EN CHILE a) El avance teórico La idea de coordinación de los actores legislativos, sea mediante estructura partidaria o a través de las prerrogativas presidenciales, también ha estado presente en el caso chileno. Aportes valiosos y seminales sobre este tema se han encontrado en Siavelis (2000) y Carey (2002). El primero entrega pistas importantes sobre la paradoja de un diseño institucional con múltiples barreras para conseguir acuerdos y la capacidad de los gobiernos post-autoritarios en mantener un presidencialismo eficiente. El gran aporte del autor es observar las lógicas de transacción dentro del Congreso a lo 5 largo de su historia y cómo los elementos contextuales de la transición estarían jugando un papel importante en la estabilidad (Siavelis, 2000). Por su parte, Carey (2002) analiza los niveles de unidad de los partidos políticos a través de las votaciones en sala, logrando demostrar una alta unidad de los partidos de gobierno y una menor –aunque aún considerable- unidad en los de oposición, especialmente en Renovación Nacional (Carey, 2002). El trabajo de Carey ha servido para comprender la idea de que los partidos políticos llegan coordinados por un proceso previo a las votaciones, idea que luego es corroborada en trabajos de disciplina y cohesión de los parlamentarios (Morgenstern, 2004; Toro, 2007) y de posicionamiento ideológico (Alemán & Saiegh, 2007). Más recientemente, otros trabajos se concentran en analizar la eficiencia del trabajo legislativo (Saiegh, 2010; Visconti, 2011) y demuestran una evolución de las capacidades del Congreso producto de un mayor empoderamiento y aprendizaje las funciones y prácticas parlamentarias. Paralelo a las líneas generales han surgido otras capaces de adentrarse en el micro-proceso. Londregan (2000), por ejemplo, desarrolla un importante estudio sobre la ideología de los parlamentarios, con el supuesto de que las verdaderas preferencias se manifiestan en el interior de las comisiones (Londregan, 2002). Por otro lado, artículos recientes han sugerido una nueva sintonía de análisis corroborando la fortaleza de algunos agentes del poder legislativo en el éxito de los proyectos de ley (Alemán, 2009b; Alemán & Navia, 2009; Alemán & Pachón, 2008; Alemán & Tsebelis, 2006). Alemán (2009), por ejemplo, sostiene que los legisladores imbuidos con un poder de agenda, pueden llegar a ser muy buenos controladores del proceso, utilizando esa herramienta para mantener unida la coalición en general y el partido en particular. Sin embargo, las consecuencias de los procesos intermedios –como las comisiones- en el resultado final del trabajo legislativo, todavía no han sido del todo investigadas. No existen en Chile artículos sistemáticos que observen las características de estos procesos, como tampoco el tipo de influencia de los actores en el resultado final. En consecuencia, un estudio sobre el trabajo de las comisiones puede ser relevante para determinar cuáles son las dinámicas de aprobación y cambio de los proyectos de ley que se presentan en el Congreso chileno. b) Enmiendas y éxito legislativo El ordenamiento institucional y reglamentario chileno que hace alusión a la composición del Congreso, distingue cinco tipos de comisiones: permanentes, especiales, unidas, mixtas e investigadoras. Las especiales se ocupan de observar materias extraordinarias, las unidas dicen relación con el trabajo conjunto de dos o más comisiones de una misma cámara, las mixtas tienen 6 una función de conciliación2 relacionada con algún desacuerdo entre cámaras o simplemente para el tratamiento de materias puntuales como la ley de presupuesto, mientras que las investigadoras responden a hechos puntuales de la prerrogativa fiscalizadora de la cámara. Las principales comisiones son las llamadas permanentes, las cuales tienen como función, preparar y discutir los proyectos de ley de acuerdo al área de especialización que corresponda. La Cámara de Diputados posee 24 comisiones permanentes, cada una integrada por 13 diputados, mientras que el Senado posee 20, pero compuestas por 5 miembros cada una. Dichas instancias se transforman en un importante elemento de coordinación de los partidos, pues existe discrecionalidad y poder de agenda de quien la dirige, estableciendo el orden de la discusión de los proyectos, como también permitiéndoles el espacio para el análisis más en detalle y profundo de los mismos. De las comisiones permanentes, existen algunas que poseen una mención reglamentaria especial por las materias que tratan, como es el caso de la comisión de Hacienda. Esta comisión, es una de las más cotizadas en términos de carrera al interior del Congreso, porque es aquella que resuelve las iniciativas que integran materias presupuestarias o financieras del Estado, siendo por lo tanto trámite obligado de gran parte de los proyectos. La otra comisión que posee un rango distinto es la de Régimen Interno, Administración y Reglamento para la Cámara y Régimen Interior para el Senado. La primera cuenta como miembros a los jefes de los comités parlamentarios, además de integrarla por derecho propio los miembros de la mesa directiva de la Cámara, siendo presidida por el presidente de la misma. En cuanto a la segunda, la integran aparte de sus 5 miembros el vicepresidente y el presidente del Senado, siendo este último el que la preside. En cuanto a la publicidad y transparencia de la actividad parlamentaria, a pesar de que los acuerdos reglamentarios consignan en la actualidad la necesidad de registrar los votos nominales en los anexos de los informes, esto no sucede con frecuencia, ya que habiendo sido un acuerdo reglamentario reciente, aún no se implementa excepto en la comisión de Hacienda de la Cámara. No obstante, la información presente en los informes de las comisiones posee falta de rigurosidad, destacando especialmente en esto los de la Cámara de Diputados, en cuanto a que en diversas ocasiones no están completos los datos, están expuestos con escasa claridad o simplemente no están descritos de manera lógica, dificultando además una de las intenciones de la Ley N° 20.285, de Acceso a la Información Pública, que es que el ciudadano sepa cómo votan sus representantes. En términos de quórum para sesionar y votar los proyectos, el reglamento de la Cámara de Diputados señala un piso de cuatro miembros para sesionar, mientras que en el Senado se necesita 2 Para una mayor revisión sobre las comisiones de conciliación ver: Alemán y Pachón (2009) 7 al menos la tercera parte de los parlamentarios integrantes de la comisión. La asistencia promedio de entre todas las comisiones de la Cámara en el periodo 2006-2010 es de 8,653. Este nivel de asistencia se condice con aquella que presenta la comisión de Hacienda, con un promedio de 9,03 asistentes por sesión. De todas maneras cabe mencionar que dicho nivel de asistencia no es fiel reflejo de una asistencia activa, lo que queda demostrado con la cantidad de parlamentarios que efectivamente votan el detalle de los proyectos en la comisión y, más aún, con los que votan de manera continua durante toda la sesión. En cuanto a tomar decisiones, ambas cámaras asumen la mayoría absoluta de los miembros presentes en la comisión como fórmula de aprobación. En lo que se refiere al orden de la discusión, los reglamentos entregan poder de agenda al presidente de la comisión para fijar el orden de votación de los artículos y sus enmiendas, además de declarar la contradicción que estas pudieran tener respecto a las ideas ya aprobadas de un proyecto. Tácitamente, el artículo 281 señala lo siguiente: “Si hay indicaciones incompatibles con la proposición original, se votarán primero aquéllas, en el orden que el Presidente determine. No podrán ponerse en votación artículos o indicaciones que, a juicio del Presidente, sean contradictorios con las ideas ya aprobadas de un proyecto de ley o de acuerdo”. En el mismo sentido, los presidentes de comisión tienen la potestad de declarar inadmisibles iniciativas parlamentarias que sean de la iniciativa exclusiva del Presidente, planteándose en el artículo 25 de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso que “los miembros del Congreso Nacional no podrán formular indicación que afecte en ninguna forma materias cuya iniciativa corresponda exclusivamente al Presidente de la República, ni siquiera para el mero efecto de ponerlas en su conocimiento. No obstante, se admitirán las indicaciones que tengan por objeto aceptar, disminuir o rechazar los servicios, empleos, emolumentos, préstamos, beneficios, gastos y demás iniciativas sobre la materia que haya propuesto el Presidente de la República”. De esta manera, podemos ver que el ejecutivo no sólo tiene la potestad de legislar sobre ciertas materias de manera exclusiva, si no que esto ocurre también cuando los parlamentarios desean modificar dichos proyectos, lo que restringe en gran medida el accionar parlamentario, sobre todo en el caso de la oposición. Con todo, buena parte de la literatura señala que las comisiones parlamentarias son un elemento central en la solución de dilemas de acción colectiva. Ante entornos presidencialistas cabría esperar que este tipo de estructura se transformara en el mejor mecanismo de empoderamiento partidario, pues es en su interior donde la agenda y el orden de la discusión son manejados por los propios congresistas. Uno de los mayores instrumentos de los partidos en el proceso de las comisiones, son 3 Este dato fue obtenido de la base legislativa de PNUD-Chile. Proyecto auditoría de la democracia 2010. 8 las genéricamente llamadas enmiendas -en Chile conocidas como indicaciones-. Son éstas las que en definitiva transforman la intención original del proyecto en lo que se vota y eventualmente aprueba. Las enmiendas (indicaciones) en Chile pueden ser propuestas tanto por el ejecutivo como por los congresistas. En algunas ocasiones suele ocurrir que es la propia comisión la que propone cambios al cuerpo de la ley. La tabla 1 muestra su distribución por cámara y año de los proyectos de ley presentados al Congreso. Para asegurar homogeneidad en el análisis, sólo se consideraron las enmiendas sobre las iniciativas ingresadas durante el periodo parlamentario y presidencial de los años 2006 a 2010. Aquí se puede observar que la mayor actividad en cuanto a su presentación, se encuentra radicada en el Senado, incluso en muchas ocasiones doblando las presentaciones de la cámara de diputados. De la misma manera cabe destacar que el envío de enmiendas por parte del ejecutivo suele ser menor a las presentadas por el poder legislativo. Tabla 1 Número de enmiendas por cámara y año de ingreso del proyecto* 2006 2007 2008 2009 Senado Diputado Senado Diputados Senado Diputados Senado Diputados Ejecutivo 460 366 529 308 637 297 329 191 % 24,5 34,3 19,5 29,6 36,8 32,9 26,9 40,5 Legislativo 1414 702 2190 731 1094 606 894 281 % 75,5 65,7 80,5 70,4 63,2 67,1 73,1 59,5 Total 1874 1068 2719 1039 1731 903 1223 472 % 100 100 100 100 100 100 100 100 Fuente: www.congreso.cl * Los periodos anuales son considerados de marzo a marzo El número de indicaciones presentadas varía en cada iniciativa de ley. Apenas el 10% de los proyectos presentan enmiendas, número que se condice con el total de proyectos del periodo aprobados. Seguidamente, de aquellas se presentaron en el periodo, fluctuaron en un rango de 1 a 741 indicaciones. El proyecto con más indicaciones del periodo fue el que creó el ministerio, el servicio de evaluación ambiental y la superintendencia del medio ambiente El cuadro dos, muestra por año, el número de proyectos en el que se presentó algún tipo de enmienda. 9 Tabla 2 Número de proyectos de ley en que se aplicaron enmiendas Enmiendas? 2006 2007 2008 2009 2010 SI 68 107 78 55 2 % 9,33 12,27 11,76 11,43 5,26 NO 661 765 585 426 36 % 90,67 87,73 88,24 88,57 94,74 Total 729 872 663 481 38 % 100 100 100 100 100 Fuente: www.congreso.cl * Los periodos anuales son considerados de marzo a marzo De igual forma, las enmiendas pueden llegar a ser aceptadas, rechazadas, retiradas o declaradas inconstitucionales. Mientras las dos primeras responden a la votación nominal sostenida en la comisión, el retiro es un acto discrecional del proponente4, mientras que la declaración de inconstitucionalidad guarda relación con las potestades del presidente de la comisión5. El gráfico 1 muestra los resultados de las indicaciones separado por la cámara en que se discute. Aquí se puede observar que en proporción la Cámara de Diputados tiende a una mayor aprobación que el Senado. Así, mientras el 61,23% de las indicaciones fueron aprobadas en la cámara baja, 43,2% de las veces se hizo en el Senado. En tanto, el nivel de rechazo es más alto en el Senado alcanzado el 36,4% versus el 28,2 de los diputados. Lo mismo ocurre con los retiros, en donde el 11,7% se contrapone a un escaso 1% de la cámara. 4 Aunque en múltiples ocasiones son retiradas para que no sean declaradas como inconstitucionales, al haberse cumplido el objetivo de que el Ejecutivo presente indicaciones sobre las materias tratadas por los autores parlamentarios. 5 Cabe mencionar que en caso que hayan parlamentarios contrarios a la declaración de inadmisibilidad de la indicación en el seno de la comisión, esta puede ser votada por los integrantes de la misma. 10 Gráfico 1 Resultado de indicaciones por cámara Diputados Senado Aprobada Rechazada Sin votacion Inconstitucional Retirada Graphs by camara En definitiva, los datos descriptivos dejan algunas luces respecto a cómo se trataron las enmiendas dentro del Congreso. Vimos que la cámara alta es donde más se discuten y se realizan modificaciones a los proyectos, siendo aquí donde existe menor aprobación y se realizan retiros por parte de los proponentes. Sin embargo, resta aún saber preguntas clave: ¿qué variables determinan el éxito de las indicaciones? ¿Cómo se comportan los partidos y coaliciones en este tipo de instancia? ¿Cómo influyen los acuerdos en comisiones en la votación dentro del plenario? En la siguiente sección se buscará responder estas interrogantes mediante el análisis sistemático de las enmiendas y las votaciones en sala. IV. EL EJECUTIVO, LOS PARTIDOS Y EL ÉXITO DE LAS ENMIENDAS. Ya hemos visto que los estudios sobre el Congreso en Chile han demostrado una amplia influencia del poder ejecutivo en gran parte del proceso de formación de la ley. Sin embargo, muy pocos han observado las instancias de discusión intermedia como escenario donde los proyecto son analizados en detalle por parte de los parlamentarios. Por ello, hemos diseñado una base de datos que precisamente permite adentrarse en las comisiones como centro de discusión y toma de decisiones políticas. Esta base fue construida sobre tres niveles de análisis. El primer nivel analiza las particularidades del proyecto de ley, es decir, busca caracterizar la cámara de origen, el estado de la tramitación o si corresponde a una iniciativa del poder ejecutivo o legislativo. Un segundo nivel es la observación a nivel de comisión. Aquí se busca determinar la comisión en que se discute el proyecto, la asistencia a la misma, y el trámite al que corresponde esa discusión. Finalmente, un 11 último nivel, se relaciona con las indicaciones, su autoría y resultado.6 Obviamente que el avance en este tipo de sistematización de la discusión legislativa es el que en definitiva permite conocer las causas que llevan al éxito de una enmienda y las configuraciones políticas que permiten que ello suceda. a) La aprobación de las enmiendas El primer punto se refiere a los factores que influyen en el éxito de una enmienda. Aquí es importante destacar tres elementos importantes: la efectividad del ejecutivo, la prevalencia de los partidos de gobierno y las estrategias inter-coalicionales. Respecto de la efectividad del gobierno en la presentación de propuestas de cambio, cabe señalar que son aprobadas el 90,37% de las indicaciones provenientes del poder ejecutivo. Este dato es importante pues demuestra que el Presidente, al enviar un proyecto de ley, lo realiza con la intensión de negociar sus modificaciones dentro de las comisiones. Por otro lado, si bien las enmiendas de los parlamentarios tienen una menor probabilidad de ser aprobadas (33,54%) y la mayor parte de ellas son rechazadas (44%) o declaradas inconstitucionales (12,42%), la participación del legislativo respecto a las iniciativas aprobadas es alta y equiparada en total agregado (2185 versus 2401). Tabla 3 Condición de las enmiendas por poder que la patrocinó Aprobada Inconstitucional Rechazada Retirada Sin votación Total Legislativo 2,185 33.54 809 12.42 2,874 44.12 621 9.53 25 0.38 6,514 100.00 Ejecutivo 2,401 90.37 5 0.19 166 6.25 72 2.71 13 0.49 2,657 100.00 Total 4,586 50.01 814 8.88 3,04 33.15 693 7.56 38 0.41 9,171 100.00 Respecto al éxito por partido, cabe señalar que durante el periodo en estudio se demuestra una tendencia en este sentido en las enmiendas de parlamentarios pertenecientes a los partidos de 6 Esta base de datos fue diseñada por los autores dentro del marco de la generación de indicadores de gobernabilidad del proyecto de Auditoría de la Democracia dirigido por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD. 12 gobierno y una menor prevalencia para la oposición. Sin embargo, en muchas ocasiones existe la estrategia de generar acuerdos entre parlamentarios de distintas coaliciones que también ayudan a conseguir la aprobación de estas propuestas de modificación. El gráfico 2 muestra el éxito por partido de las enmiendas iniciadas por al menos uno de sus parlamentarios. Aquí se puede observar que la Alianza alcanza apenas el 33,9% de las indicaciones aprobadas, muy lejos de los partidos de la Concertación, mientras que las presentaciones inter-coalición tienen una tasa de éxito del 77,85%. Gráfico 2 % Aprobación de las enmiendas por partido que la patrocinó 100 90 70 22,15 31,14 80 43,44 66,1 42,81 57,52 65,32 75 60 50 40 56,56 33,9 34,68 UDI RN 20 77,85 68,86 30 57,19 42,48 25 10 0 Intercoalicional IND DC PRSD PPD PS Enmiendas aprobados Enmiendas no aprobados Atendiendo estos antecedentes y para realizar un análisis exhaustivo sobre las probabilidades de aprobación de las enmiendas, se ha decidido realizar un modelo multinivel que permita controlar la variabilidad interna de los proyectos. Se ha generado como variable dependiente una dummy que indica si éstas fueron aprobadas o no, para enseguida ser contrastada por variables tales como la cámara en que se discute esa indicación, las coaliciones y partidos proponentes de la iniciativa y si ésta responde o no a una formulación desde el ejecutivo. La tabla número 4, muestra los resultados obtenidos. Tabla 4 Logit multinivel VD= Aprobación de indicaciones VARIABLES Ejecutivo Diputados Alianza Intercoalicional 1 Aprobación 2 Aprobación 3.244*** (0.0970) 0.607*** (0.0828) -0.408*** (0.0726) 1.595*** 3.861*** (0.125) 0.558*** (0.0827) 13 (0.124) Concertacion*udi 0.794*** (0.184) 0.141 (0.0950) 0.968*** (0.190) 0.713*** (0.103) 0.203** (0.0935) UDI concertación*rn Concertación RN Hacienda Constant Observations Number of groups Standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 -0.0432 (0.0967) -0.691*** (0.109) -1.281*** (0.130) 9,171 310 9,171 310 Los resultados del logit multinivel arrojan una fortaleza del ejecutivo en términos de aprobación de las enmiendas presentadas. Esta fortaleza se atiende porque suelen ser presentaciones estratégicas que buscan su aprobación luego de negociaciones con los miembros de la comisión. De la misma manera, se puede rescatar que las modificaciones patrocinadas por los parlamentarios de la oposición, tuvieron menor probabilidad de ser aprobadas, aunque, tal y como se observa en el modelo 1, el éxito de las enmiendas fue más probable cuando se generaron propuestas que cruzaron el espectro coalicional. Paralelamente, el modelo 2 -que incorpora el uso de interacciones Concertación-UDI y Concertación-RN- indica el aumento de las probabilidades de los entonces partidos de oposición cuando sus enmiendas eran presentadas en conjunto con algún parlamentario de la concertación. Finalmente, la cámara de mayor probabilidad de aprobación de la enmiendas es la de diputados. Ello sumado a que la presentación de cambios es menor en las comisiones de la cámara baja, podría ayudar a entender las razones del ejecutivo para elegir a esta instancia y no al Senado para el origen de la discusión de los proyectos. b) Los cambios en la coordinación del voto de las coaliciones en sala ¿Influye el trabajo en comisiones en el comportamiento de los congresistas dentro del plenario? Hasta hoy los estudios de roll call voting en Chile no han hecho distinción entre aquellas votaciones relacionadas con alguna indicación y aquellas que no. Este punto es relevante, en especial porque 14 este elemento –que se estaría omitiendo- es crucial para la comprensión del comportamiento legislativo y las lógicas de coalición. En efecto, buena parte de las investigaciones sobre el Congreso en Chile no han hecho distinción alguna sobre los tipos de votación. Asimismo, todos ellos han coincidido en demostrar que la heterogeneidad o diferenciación en los comportamientos partidarios se encontraba más presente en la coalición de oposición (Alianza) que en la de gobierno (Concertación). Aquí, estudios sobre disciplina partidaria (Carey, 2002), niveles de aprobación de las iniciativas del ejecutivo (Toro, 2007) y posicionamiento ideológico (Alemán y Saiegh, 2007) han concordado desde distintas técnicas el mismo resultado, principalmente por su observación indiferenciada de las votaciones nominales. Sin embargo, creemos que el contraste entre las votaciones a enmiendas y las que no, pueden llegar a ser importantes para entender los grados de coordinación de los partidos y encontrar otros resultados complementarios. Para ello hemos decido sistematizar todos los Roll Calls de la Cámara de Diputados entre 2006-2010 e identificar minuciosamente aquellos en que se discutía una enmienda o indicación, para luego diferenciarlos del resto de las votaciones. En seguida se aplicó W-Nominate (Poole, 2005) que es básicamente un técnica de escalamiento paramétrico de datos binarios que permite observar el posicionamiento y cercanía de cada legislador en relación a los otros. Los resultados W-Nominate para las votaciones "sin indicación" y las "con indicación" se presentan más abajo. Sin indicación (1) Con indicación (2) 15 Las salidas gráficas unidimensionales de W-Nominate que aquí mostramos, indican que el comportamiento partidario cambia de manera considerable cuando se analizan las votaciones relacionadas con enmiendas. Aquí, el grado de congruencia de la Alianza (lado izquierdo del gráfico) es mucho mayor que el que se suele presentar en la teoría. En efecto, ya hemos observado que buena parte de los trabajos que analizan el Congreso chileno han constatado el comportamiento de una Alianza menos homogénea que la Concertación. Sin embargo, cuando sólo se observa la votación de enmiendas, la figura cambia. En esta ocasión es la primera la que aparece más coordinada en sus votaciones que la segunda. De todas formas, si bien es todavía aventurado plantear explicaciones, el análisis exhaustivo de las comisiones nos permite ensayar que estos cambios de conducta podrían estar relacionados con que -si bien el ejecutivo sigue presente- las instancias de comisión y generación de enmiendas continúan siendo un instrumento donde los partidos se transforman en el eje central de la discusión. Si esto es así, podemos observa conductas diferenciadas entre partidos y coaliciones según el tipo de votación que se presente. Así, las enmiendas se transformarían en la oportunidad de la oposición para influir en las decisiones de política, mientras que para los partidos oficialistas, sería la instancia de diferenciación partidaria frente a las acciones de disciplinamiento del poder ejecutivo. 16 DISCUSIÓN Quienes han hecho el intento de acomodar la teoría sobre congresos en América Latina, han observado la fortaleza del ejecutivo respecto a su rol en el control y coordinación de la agenda y comportamiento de los partidos en el legislativo. A pesar de que el diseño institucional apunta enesa dirección, el presente trabajo buscó observar desde los procesos intermedios de discusión el rol tanto del gobierno como de los partidos en la formación de la ley. A través de un análisis de la discusión en las comisiones, el artículo logró demostrar que durante el periodo 2006-2010 existió una aceitada coordinación entre los partidos de gobierno y el ejecutivo en la aprobación de las indicaciones, lo que significó -sumado a las prerrogativas presidencialistasun menor éxito a las alternativas que proponía la oposición. Si bien es cierto que nuevamente es el Presidente el que tiene una intervención eficaz en los procesos de generación legislativa, también es posible advertir un trabajo más dinámico y eficiente de los legisladores, que se contrasta con la fuerte baja en la tasa de aprobación de los proyectos de ley que provienen de los parlamentarios. Esto vendría a demostrar que de cualquier forma existe un trabajo de los representantes en instancias menos costosas y más accesibles como son las enmiendas. Este trabajo en comisiones le permite a los legisladores un trabajo más sigiloso, al ser más apartado mediáticamente, pero a la vez profundamente técnico. De la misma manera, se puede observar que los miembros de las comisiones son entes capaces de coordinar los partidos en la transformación de la ley, en donde se involucran en dichos cambios minuciosos, pero a la vez relevantes de los proyectos, a pesar de las atribuciones que tiene el Presidente para bloquear esa discusión. Con todo, nuestro trabajo busca complementar tanto las visiones que observan al Presidente como el actor más importante dentro del proceso legislativo y aquellas que buscan el sitial que correspondería a la labor legislativa. Por cierto que el ejecutivo tiene altos poderes de agenda y coordinación que lo hacen ser un agente relevante en esta dimensión, pero eso no podría ser limitante para seguir observando los niveles de coordinación en especial en las instancias de toma de decisión como las comisiones. Ese sin duda es el nuevo desafío. 17 REFERENCIAS Aldrich, J. (1995). Why Parties: The Origin and Transformation of Political Parties in America. Chicago: University of Chicago Pres. Alemán, E. (2008). Policy Positions in the Chilean Senate: An Analysis of Coauthorship and Roll Call Data. Brazilian Political Science Review, 2(2), 74-92. Alemán, E. (2009a). Institutions, Political Conflict, and the Cohesion of Policy Networks in the Chilean Congress, 1961-2006. Journal of Latin American Studiesournal of Latin American Studies, 41(3), 467-491. Alemán, E. (2009b). Institutions, Political Conflict, and the Cohesion of Policy Networks in the Chilean Congress, 1961-2006. Journal of Latin American Studies, 41(3), 467-491. Alemán, E., & Navia, P. (2009). Institutions and the Legislative Success of “Strong” Presidents: An Analysis of Government Bills in Chile. Journal of Latin American Studies, 41(3), 467-491. Alemán, E., & Pachón, M. (2008). 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