Casos para analizar - Colegio Nacional de Monserrat

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CASO Nº 1
UN CASO HISTÓRICO A TÍTULO DE EJEMPLO
Extractado de 'Filosofía de la Ciencia Natural' de C.G. HEMPEL
Entre 1.844 y 1.848, Ignaz Semmelweis, de origen húngaro y médico de la
Primera División de Maternidad del Hospital General de Viena, se sentía
preocupado al ver que una gran proporción de las mujeres que habían dado a
luz en esa división contraía una seria y, con frecuencia, fatal enfermedad
conocida como fiebre puerperal o fiebre de postparto. En 1.840, hasta 260, de
un total de 3.157 madres de la Primera División -un 8'2%- murieron de esa
enfermedad; en 1.845, el índice de muertes era del 6%, y en 1.846, del
11'4%. Estas cifras eran sumamente alarmantes, ya que en la adyacente
Segunda División de Maternidad, en la que se hallaban instaladas casi tantas
mujeres como en la Primera, el porcentaje de muertes por fiebre puerperal era
mucho más bajo: 2'3, 2'0 y 2'7 en los mismos años.
En sus esfuerzos por resolver este terrible rompecabezas, Semmelweis empezó
por examinar varias explicaciones del fenómeno corrientes en la época.
Una opinión ampliamente aceptada atribuía las olas de fiebre puerperal a
"influencias epidémicas", que se describían vagamente como "cambios
atmosférico-cósmico-telúricos", que se extendían por distritos enteros y que
producían la fiebre en mujeres que se hallaban de postparto. Pero,
argumentaba Semmelweis, ¿cómo podían esas influencias haber infestado
durante años la División Primera y haber respetado la Segunda?. Y ¿cómo
podía hacerse compatible esta concepción con el hecho de que mientras la
fiebre asolada el hospital, apenas se producía caso alguno en la ciudad de
Viena o en sus alrededores?. Una epidemia de verdad -como el cólera- no sería
tan selectiva.
Según otra opinión, una causa de mortandad en la División Primera era el
hacinamiento. Pero Semmelweis señalaba que de hecho el hacinamiento era
mayor en la División Segunda, en parte como consecuencia de los esfuerzos
desesperados de las pacientes para evitar que las ingresaran en la tristemente
célebre División Primera.
En 1.846, una comisión designada para investigar el asunto atribuyó la
frecuencia de la enfermedad en la División Primera a las lesiones producidas
por los reconocimientos poco ciudadosos a que sometían a las pacientes los
estudiantes de Medicina, todos los cuales realizaban sus prácticas de
obstetricia en esta División. Semmelweis señala, para refutar esta opinión,
que: (a) las lesiones producidas naturalmente en el parto son mucho mayores
que las que pudiera producir un examen poco cuidadoso; (b) las comadronas
que recibían enseñanza en la División Segunda reconocían a sus pacientes de
modo análogo, sin producir por ello los mismos efectos; (c) cuando,
respondiendo al informe de la comisión, se redujo el número de estudiantes y
se restringió al máximo el reconocimiento de las mujeres por parte de ellos, la
mortalidad, después de un breve descenso, alcanzó sus cotas más altas.
Otra suposición hacía notar que en la División Primera el sacerdote que
portaba los últimos auxilios a una moribunda tenía que pasar por cinco salas
antes de llegar a la enfermería; la presencia del sacerdote, precedida de un
acólito que hacía sonar la campanilla, producía un efecto terrorífico en las
pacientes, debilitándolas y haciéndolas más sensibles a la enfermedad.
Semmelweis convenció al cura, que tenía acceso directo a la División Segunda,
para que diera un rodeo en la División Primera, pero la mortalidad no
disminuyó.
Finalmente, en 1.847, la casualidad dio a Semmelweis la clave para la solución
del problema. Un colega suyo, Kolletschka, recibió una herida penetrante en un
dedo, producida por el escalpelo de un estudiante con el que estaba realizando
una autopsia, y murió después de una agonía durante la cual mostró los
mismos síntomas que habían sido observados en las parturientas. Aunque por
esa época no se había descubierto todavía el papel de los microorganismos en
ese tipo de infecciones, Semmelweis comprendió que la "materia cadavérica"
que el escalpelo del estudiante había introducido en la corriente sanguínea del
colega era la causa de su muerte, y las semejanzas entre el curso de la
dolencia de Kolletschka y el de las mujeres de su hospital le llevaron a la
conclusión de que sus pacientes habían muerto por un envenenamiento de la
sangre del mismo tipo; él mismo, sus colegas y los estudiantes de Medicina
habían sido los portadores de la materia infecciosa, ya que solían llegar a las
salas inmediatamente después de realizar disecciones en la sala de autopsias y
reconocían a las parturientas después de haberse lavado las manos sólo de un
modo superficial, conservando éstas a menudo un característico olor a
suciedad.
Semmelweis puso a prueba esta posibilidad. Si la suposición fuera correcta,
entonces se podría prevenir la fiebre destruyendo químicamente el material
infeccioso adherido a las manos. Dictó, por tanto, una orden por la que se
exigía a todos los estudiantes que se lavaran las manos con una disolución de
cal clorurada antes de reconocer a ninguna enferma. La mortalidad puerperal
comenzó decrecer y en el año 1.848 descendió hasta el 1'27% en la División
Primera, frente al 1'33% de la Segunda.
CASO Nº2
¿QUIÉN ES QUIÉN EN LA AMÉRICA NEGRA?
En una visita a Atlanta, la socióloga norteamericana Lois Benjamín llamó
por teléfono a casa de una amiga compañera de la universidad, pues quería
saber si ella (su amiga Sheba), había conseguido terminar su doctorado,
colocarse como profesora en una universidad y dedicarse a la investigación.
Este había sido el viejo sueño de las dos. Sheba, al parecer, no lo pudo
realizar.
Benjamín recordó que ya había notado signos preocupantes. Sheba se
matriculó en un doctorado en Canadá comenzando allí sus dificultades.
Siendo norteamericana de raza negra, tenía la sensación que había prejuicios
racistas contra ella, se dejó vencer y abandonó el doctorado culpando a sus
profesores blancos de esta decisión.
Se marchó al Reino Unido, donde se matriculó en otro programa de doctorado
y consiguió terminarlo y luego que se fue a Nigeria. Benjamín no supo más
nada de ella.
Cuando entró en casa de Sheba, se alegró de verla pero su alegría se
desvaneció al ver el estado en el que se encontraba. Después de una grave
crisis nerviosa, Sheba era incapaz de comunicarse con nadie.
Benjamín tenía grabada en su cabeza la imagen de su amiga. Muchos factores
habían contribuido a causar esa tragedia personal, pero habiendo sufrido ella
misma la hostilidad y las provocaciones racistas, estaba convencida que el odio
racial había sido el causante del colapso mental y emocional de su amiga.
Así, en parte para rendirle un homenaje, comenzó a investigar los efectos de
los prejuicios raciales en la vida profesional de los relativamente pocos
norteamericanos negros que consiguieron terminar estudios universitarios y
triunfar en su profesión.
Benjamín era consiente que con su investigación estaba poniendo en
entredicho algunas ideas muy extendidas entre los sociólogos. En concreto,
que los prejuicios raciales no están afectando la vida profesional de los negros
que han conseguido tener buena educación, que estos prejuicios afectan
mucho más a los negros pobres que los que han conseguido un buen trabajo y
un salario alto, pero su propia experiencia y la de su amiga contradecían esas
ideas.
Para responder a sus preguntas, Benjamín tenía que averiguar si, y en qué
medida, los prejuicios racistas habían tenido alguna influencia en la vida
profesional de otras personas de color. Antes de enviar cuestionarios por
correo, Benjamín optó por la técnica de las entrevistas personales: primero,
porque quería conversar cara a cara con esas personas para poder indagar con
mayor profundidad; y segundo, porque sabía que estaba investigando un
asunto complicado y debía tratar temas personales que solamente se hablan
entre personas que se tienen cierta confianza.
La decisión de hacer entrevistas implicaba reducir el número de personas que
iban a participar en el estudio. Benjamín pensó que cien eran suficientes.
Dedicó más de dos años en hacer las entrevistas, viajando de un lugar a otro
del país, y otros dos años en transcribir cintas, a analizar toda la información
que había conseguido y a redactar el informe de investigación. En un principio
Benjamín pensó que podía seleccionar a esas cien personas utilizando una
especie de listado de la población: personas de color que se han destacado en
su vida profesional. Con este listado podría haber seleccionado aleatoriamente
a cien personas, esto es, podría haber obtenido una muestra representativa de
la población que se quería investigar. Pero optó por otra estrategia, decidió
empezar a entrevistar a personas de su entorno, quienes, a su vez, sugerían
otras personas que podían ser entrevistadas. Este método de selección se
llama bola de nieve.
Seleccionar personas según el método de la bola de nieve puede facilitar la
investigación: el investigador comienza a obtener información de personas
próximas que a su vez, pueden facilitar otras entrevistas con personas que
ellas conocen.
El problema es el de la representatividad. La muestras obtenidas en este
método no son representativas; muy probablemente los entrevistados iban a
señalar a otras personas con opiniones semejantes a las suyas y, por
supuesto, a personas dispuestas a hablar de temas tan personales. Para
corregir este problema, Benjamín intentó que en su muestra figuraran
personas de distintas categorías, en término de género, edad, lugar de
residencia, región del país, ocupación, etc.
Antes de empezar la entrevista, Benjamín ya tenía preparadas una serie de
pregunta pero no siguió un guión preestablecido Prefería que los entrevistados
hablaran libremente según el curso de sus experiencias y recuerdos.
Benjamín decidió grabar las entrevistas (que solían durar entre dos y tres
horas) para no tener que interrumpir el flujo de la conversación tomando
notas. Entrevistó a esas personas en sus oficinas, en hoteles, en el coche; en
donde era posible.
Después vino la tarea de transcribir unas trescientas horas de conversación.
Tal como exige la ética de la investigación, Benjamín ofreció el anonimato a
todos los entrevistados. Sin embargo, muchos de ellos, incluyendo personas
sometidas al ojo público, rechazaron esta oferta y permitieron a Benjamín que
usara sus nombres en el informe final.
Lo que más sorprendió a Benjamín fue la disposición que mostraron estas
personas a ser entrevistadas. Generalmente muy ocupadas, eran siempre
capaces de encontrar un hueco en la agenda para hacer la entrevista.
Benjamín cuenta que en algún momento de la entrevista muchos
entrevistados, cuarenta para ser exactos, no pudieron contener las lágrimas.
Era evidente que para muchos la entrevista se había convertido en una ocasión
para revelar sus sentimientos y expresar sus frustraciones.
¿Cómo respondía Benjamín a esta exteriorización de sentimientos?
Cuenta en su libro que reía, pensaba y lloraba con esas personas. Pensando
sobre el grado de compenetración que había alcanzado con estas personas,
uno puede preguntarse si un investigador de raza blanca que hubiera preferido
hacer entrevistas formales habría sido capaz de realizar esta investigación.
Como ya hemos dicho, otros investigadores habían concluido que en las
últimas décadas los afroamericanos habían hecho grandes avances. La
investigación de Benjamín cualifica este tipo de conclusiones al advertirnos que
la vida diaria de incluso aquella minoría de afroamericanos que habían
conseguido cierto éxito profesional, seguía marcada por el racismo. En las
entrevistas, muchos decían temer que los prejuicios raciales terminaran
arruinando sus éxitos profesionales, otros que no pudieran seguir progresando
en sus carreras pues les parecía que los prejuicios raciales ponían u tope
profesional a las personas de su raza.
En conclusión, Benjamín sostiene que, a pesar de las mejoras conseguidas en
los últimos años, los negros de Estados Unidos siguen experimentando
vivamente la hostilidad racial. Y más importante, que ni siquiera los miembros
de la elite profesional del país pueden ahorrarse esta hostilidad.
En su informe de investigación, Benjamín dedica algunas líneas a decirnos que
esto debería cambiar; afirma que la investigación no solo sirve para aumentar
nuestro conocimiento, sino que también cebe servir para mejorar las vidas de
las personas que estamos estudiando.
Investigación realizada por Lois Benjamín, profesora de Hampton University,
EEUU, acerca de la discriminación de los negros. Black Women in the Academy,
1997.
CASO Nº 3
¿URNAS FUNERARIAS? ¿CREMATORIOS?
A 60 kilómetros de la capital de La Rioja, en la localidad de Catuna, un equipo
de arqueólogos estudia unos misteriosos y antiguos artefactos de barro
cocido.
Durante cientos de años, entre los habitantes de la región, existió la leyenda
de que estas bóvedas semienterradas guardaban pequeños tesoros.
Pero desde el siglo XIX, distintos investigadores plantean sus propias hipótesis:
¿eran en realidad depósitos de granos, hornos para cocer cerámica o quizás
estructuras usadas en rituales funerarios?
El arqueólogo Sergio Martín de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLAR)
explicó que “las estructuras principalmente están realizadas por el
procedimiento de cavado de un pozo, un amasado del material del lugar (el
barro), con agua y un posterior embadurnado de las paredes del pozo.
Generalmente observamos huellas que quedan de los dedos en sentido a veces
vertical y a veces horizontal acompañando los bordes de los pozos, que
evidentemente están mostrando los momentos de confección cuando todo ese
barro estaba fresco”, reforzó.
Sergio trabaja junto a un equipo de investigadores que estudia estas bóvedas
a las que llama “estructuras píricas”.
“Lo que nosotros estábamos empezando a registrar es un evento en donde se
cavó un pozo, se colocaron arcillas, material de la tierra, barro diluido con
agua, se formaron paredes y se produjo un calentamiento, y nos dimos con
que aparentemente, cuando estaba finalizando ese calentamiento se
depositaba en el lugar algunos elementos
correspondientes con restos óseos humanos”
de
regiones
anatómicas
Esta práctica ritual era desconocida hasta hoy por los arqueólogos y los
historiadores.
En un sitio llamado El Medanito, Sergio y su equipo detectaron más de 200
“estructuras píricas” vinculadas a pozos crematorios o piras.
El arqueólogo explicó que: “por un lado, está la pira de cremación que es el
lugar mismo donde se produce el acto de cremación, es decir de tratar de
llegar al calcinamiento de los restos humanos que fueron depositados allí para
su inhumación. Y por otro lado existe otro lugar, que serían los depósitos, que
serían justamente para trasladar y redepositar todo el material que ya ha sido
producto de la cremación”.
En estos depósitos de barro cocido se realizaba una segunda inhumación, pero
sólo de algunos fragmentos de los cuerpos ya cremados. Los restos de este
proceso son cenizas y diminutos fragmentos de huesos que se estudian en el
laboratorio.
Los primeros resultados de su trabajo mostraron que estos artefactos fueron
usados hace 1000 años en rituales crematorios de niños y adultos.
En El Medanito, ocurrió también un hallazgo muy importante: los arqueólogos
encontraron un pozo que puede haber servido como pira funeraria para
incinerar los restos de una persona.
“Se trata de un esqueleto desarticulado, que fue depositado allí y se prendió
fuego, ¿cómo sabemos eso?, porque estamos viendo el tema de cenizas, de
carbones, que están dispersos dentro de lo que es esta estructura funeraria”,
destacó Martín.
La edad, el sexo y la causa de la muerte de los individuos encontrados son los
datos básicos que buscan los arqueólogos. Es posible que esta información
sirva para reconstruir el contexto social y las causas de los rituales de
cremación.
El equipo de arqueólogos toma las medidas del hallazgo y anota todos los
datos necesarios sobre el sitio...
“Nosotros levantamos el material luego de haber tirado los niveles con mucho
cuidado y de depositarlos en algunas bolsas, cajas, acondicionadas para que el
hueso dure hasta llegar al laboratorio”, remarcó el director del proyecto.
Este trabajo necesita de mucha paciencia. Los huesos son muy frágiles y el
sedimento, como fue sometido a calor, es muy duro. Por eso hay pocas
probabilidades de sacar el material entero.
El arqueólogo Claudio Revuelta perteneciente al Museo de Ciencias Naturales
de la UNLAR, comentó que lo que están haciendo es tratar de identificar
aquellos pequeños restos recuperados del campo y detectar en ellos trazas o
huellas humanas, o de producto de marcas animales, sea de roedores o de
carnívoros.
“La línea que estamos tratando de seguir, lo que queremos identificar, es si
estos cuerpos eran preparados antes de la cremación. Las huellas, según la
localización en alguna topografía especial del esqueleto, nos hablan de que
pueden ser huellas de corte o huellas de descarne o huellas de desarticulación
de los miembros”, aseveró Revuelta.
Con la ayuda de un microscopio de luz, Claudio observa cada marca de los
huesos.
“Nosotros tratamos de identificar lo que es humano y diferenciarlo de la acción
de carnívoros o roedores, en base a la morfología de la sección de ese corte,
es decir si tiene la forma de una V correspondería a la acción humana; en
cambio si uno identifica la forma de U, sería acción de roedores”.
El trabajo de los arqueólogos para reconstruir el pasado a partir de huellas tan
frágiles es muy complicado. Sin embargo, los arqueólogos no están solos. Esta
investigación comenzó hace 4 años, pero en La Rioja hay pobladores que
conocen estas estructuras de barro desde mucho tiempo atrás y que también
colaboran con Sergio y su equipo, y también se suman investigadores
especialistas en otras disciplinas.
En el caso de los geofísicos, ellos colaboran con la difícil tarea de encontrar las
estructuras, ya que muchas de ellas están completamente enterradas.
Mediante estudios geomagnéticos es posible detectar las huellas que dejó el
fuego en los antiguos crematorios. Con este método de detección, se pudieron
encontrar 17 estructuras enterradas.
El ingeniero Manuel Mamaní de la UNLAR e investigador del CONICET explicó
que “como hubo fuego, y se desarrollaron altas temperaturas, esto deja una
huella, esa huella es la que nosotros encontramos a través del campo
magnético y es la que medimos”.
Para comprender las prácticas rituales de cremación es necesario estudiar los
restos humanos encontrados en las excavaciones. Pero los restos depositados
en las estructuras píricas son pequeños fragmentos. Por eso, los arqueólogos
cuentan con la ayuda de un grupo de médicos que identifica a qué parte del
cuerpo humano corresponde cada diminuto fragmento de hueso.
“Hacemos un estudio comparativo, utilizamos muestras de cadáveres adultos,
restos óseos. Lo que hacemos es empezar a comparar restos de distintas
regiones”, comentó el doctor Héctor.
Mientras que Revuelta explicó “nos queda por averiguar si esta gente que
estaba cremada era parte de una misma sociedad o eran gente de otras
sociedades, de otros grupos humanos distintos a la gente que realizaba las
cremaciones. Son muchas preguntas,… por lo menos con responder a una nos
quedaríamos satisfechos”
“En la medida en que se excaven mayor número de estructuras probablemente
podamos llegar a tener una información mas completa. Por ejemplo podríamos
llegar a respondernos preguntas como ¿de qué manera funcionó todo este
sitio?, ¿fue un sitio únicamente utilizado para realizar algunas actividades
rituales vinculadas con las cremaciones?, ¿o se realizaban cremaciones de
ciertas partes esqueletarias seleccionadas muestralmente?, o también ¿estas
personas cremadas han vivido dentro de esta área o pertenecían a otras
sociedades?”, concluyó Martín.
Extraído de www.cientificos.arnet.com.ar, 23/04/2008
CASO Nº 4
¿Quién realizó el disparo?
Teresa Rodríguez, una joven periodista de 24 años, murió durante la
represión de la pueblada de Cutral-Có, en 1997. Un año después se dictó la
prisión preventiva del policía Hugo Rudolf, que presuntamente había efectuado
el disparo. Al poco tiempo se revirtió la medida. Otra pericia sugería que el
disparo había partido de los manifestantes. En este punto oscuro estaba la
causa cuando la justicia convocó a dos físicos del Instituto Balseiro para
realizar un nuevo estudio. Esta investigación científica, basada en un video de
la represión grabado por un noticiero y en el estudio acústico de los ecos de los
disparos parece más sacada de una película que de un expediente judicial.
Ernesto Martínez (Físico Forense del Centro Atómico Bariloche, Instituto
Balseiro) dice:
“Uno de los primeros desafíos que tuvimos acá fue averiguar en qué momento
del video se habían sacado las tres fotos que usábamos como guía. Las tres
fotos eran muy importantes porque eran muchísimo más detalladas y más
claras que el video, o sea la calidad de la imagen del video es muy borrosa
realmente”.
Además de trabajar con las imágenes del video, a los físicos se les ocurrió usar
el audio también y resultó una idea excelente. Hicieron audiogramas del video,
es decir, grabaciones digitalizadas de los sonidos del video donde se perciben
la voz de la periodista, y los disparos. Cada pico del audiograma representa un
disparo y los piquitos pequeños ecos de disparos.
Enrique: “El disparo tiene un ataque muy, muy marcado, ahí empieza uno
puede ver muy claramente cuando empieza a escucharse el disparo y después
hay una serie de picos secundarios, fíjense este audiograma da la impresión,
tiene la forma de un pino acostado, el comienzo de la copa, aquí esta el tronco,
el comienzo de la copa es el ataque, que esta dado por el momento en que la
onda de sonido del disparo llega al micrófono. Y después hay otros picos
secundarios, que nosotros pensamos que probablemente eran ecos, quiere
decir ondas de sonido que no han venido en línea recta por la vía mas directa
desde el disparo hasta el micrófono si no que han rebotado contra algún objeto
y han venido por la vía indirecta”.
-Cuando los físicos viajaron a Cutral-Có hicieron un plano minucioso de la
zona. Compraron petardos, los hicieron reventar en el puente y los grabaron.
En los audiogramas de esas explosiones se ven muy claramente los piquitos
que corresponden a los ecos.
Enrique: “Entonces lo que hicimos fue tomar un plano del lugar donde se
había producido el hecho, aquí esta la posición del micrófono, estos son los
postes de la luz y otros diferentes postes o carteles que había en el lugar y
trazamos la elipses que corresponden a los diferentes ecos que vemos cuando
hacemos explotar el petardo numero 1 ahí. Hicimos eso 4 veces, con 4
petardos diferentes, y el cruce de estas elipses nos mostró que definitivamente
los postes, estaban produciendo ecos, y que eran los ecos que se escuchaban y
que además había otros ecos que venían de algunos objetos que no
conocíamos aquí a bastante distancia”.
-Con estos datos, los físicos plantearon el problema inverso: sabiendo que hay
ecos, ¿cómo determinar de dónde vienen los disparos?
Enrique: “Ya con esto localizábamos los disparos, lo cual podía responder
ciertas preguntas, por ejemplo, la policía decía que nunca había disparado, que
todos los disparos habían provenido del lado contrario. No sabemos que pasó
con los 6 disparos que no pudimos localizar pero los 11 disparos que sí
pudimos localizar se generaron en la zona donde estaban los policías”.
-Los científicos habían visto el video muchas veces y no habían notado armas,
pero tras detectar los ecos de manera acústica, volvieron al video. De acuerdo
al sonido los disparos provenían del grupo delantero de policías. Y además
ninguno de los disparos venía del policía inculpado en un principio. ¿Cómo
lograron esta evidencia?
Enrique: “Una vez que habíamos localizado los disparos y sabíamos en qué
momento se habían producido, debíamos tratar de estimar quién estaba en ese
lugar, sí?. Para eso tuvimos que hacer un trabajo que fue bastante complejo
para localizar las personas que se ven en la imagen, momento por momento
en el puente, eso es una técnica que se llama fotogrametría que permite
deshacer los efectos de la perspectiva y poder medir donde están las personas.
El policía que coincide mejor con la posición del disparo es el que para nosotros
tenía el número 18 ahí, nosotros de los policías no conocíamos los nombres, no
conocíamos las caras, todo lo que habíamos visto eran espaldas que se
movían. Hicimos un trabajo muy laborioso de seguir a cada uno, decir bueno,
numero uno es el que tiene una gorra, de tal tipo que hace tal cosa, etc., etc.
Entonces nuestra conclusión en este caso, es que este disparo salió de esa
posición y debe haber sido un disparo al aire porque se ve que tiene la pistola
levantada. Para nosotros resultó imposible determinar a partir del video si una
pistola estaba disparando, no se ve ningún fogonazo, no se ve humo, no se ve
el brillo de un casquillo que vuela, no se ve nada, simplemente toda la
información que sacamos fue de dónde se produjo el disparo a través de la
acústica y mirando la imagen si efectivamente esa persona en condiciones de
disparar, quiero decir, tenía una pistola en la mano, estaba en condiciones. Si
por ejemplo hubiéramos visto que el policía 18 tenía las manos limpias,
hubiéramos dicho bueno aquí nos equivocamos, de cómo nos salió esto, pero
en todos los casos siempre la persona que estaba en ese lugar tenía una
pistola disponible. En especial el octavo disparo que según lo que pensamos es
el que causó la muerte de Teresa Rodríguez salio de algún lugar de ese
pelotón. El disparo que mató a Teresa Rodríguez salió de aquí adentro de los
policías que están probablemente en la primera línea”.
-¿Cómo se siente pertenecer al único equipo de físicos forenses que existe en
el país? ¿Son científicos comunes? ¿Vienen de otra parte? ¿Cómo viven esto de
trabajar junto a la justicia? ¿Les hacen caso a sus investigaciones? Ellos
mismos nos lo cuentan.
Ningún científico investiga solo y Ernesto Martínez no es la excepción, en el
esclarecimiento de los puntos oscuros de la muerte de Teresa Rodríguez formó
un sólido equipo científico con su compañero Rodolfo Pregliasco, otro físico
forense del Instituto Balseiro. Rodolfo nos contó cómo se siente trabajar en
esta curiosa rama de la ciencia.
Rodolfo Pregliasco (Doctor en Física del Centro Atómico Bariloche, Instituto
Balseiro):
“No existe ningún físico forense, en realidad somos físicos, o sea no existe una
formación de físico forense, nosotros somos físicos que hicimos una carrera en
física, yo trabajé en coaliciones atómicas, en física de superficie y en
propiedades ópticas de materiales, antes de dedicarme a la física forense.
Mucha gente le dice a uno, uuuy vos sos doctor en física, todo lo que debés
saber!!!, y para mí, lo que yo de, no es lo más importante, lo más importante
para mí es lo que yo puedo aprender, lo que estoy en condiciones de hacer, y
este es un campo en el cual yo puedo aprender un montón de cosas nuevas, y
tengo que estar despierto”.
Rodolfo: “La labor del científico es excitante, es interesante, pero pasa por
largos períodos de rutina, en general cuando uno hace su tesis doctoral uno
elabora un tema y se trabaja muchos años en lo mismo, con las mismas
metodologías a veces con los mismos programas con el mismo equipo de
medición, los temas son minúsculos y uno los estudia con muchísima
profundidad. Esto es muy diferente, cada caso es un mundo nuevo, hay que
estudiar cosas distintas y eso es muy excitante, es muy interesante, hay que
estar dispuesto a tirar lo que uno sabe y empezar de vuelta y convertirse en
experto en un área nueva”.
-El equipo de físicos forenses requirió en algunos tramos de su investigación de
la ayuda de Silvia Dutrús, experta en técnicas nucleares y microscopía
electrónica en aplicaciones forenses para analizar los detalles que escapan al
ojo humano. Con los miles de aumentos del microscopio electrónico de barrido
hasta la más imperceptible evidencia puede ser detectada, observada y
fotografiada. Silvia explica su intervención en el caso Rodríguez.
Ingeniera Silvia Dutrús del Centro Atómico Bariloche: “En el caso de Teresa
Rodríguez analizamos con este microscopio analizamos el proyectil, la idea era
observarlo para ver las formas, las deformaciones que tenía y ahí se pudo ver
que era un proyectil que estaba deformado de tal manera que había rebotado
contra algún elemento suficientemente duro como para imprimirle esa
deformación, esa fue la parte en la primer instancia, el primer trabajo que se
hizo en el caso de Teresa Rodríguez”.
-Todas las pruebas que los científicos obtienen son aportadas a la justicia y a
fin de cuentas es ésta la que dictamina si la evidencia es suficiente para
resolver un caso criminal o no.
Silvia: “Tu aporte a veces es definitivo, pero muchas veces en general es un
granito de arena a toda una causa y cierra a veces todo el panorama”.
Rodolfo: “Uno aplica un montón de conocimiento a un caso y después va al
juzgado y no tiene los resultados que uno quiere, no hay que tomárselo
personal, no somos investigadores que resolvemos el caso, atrapamos al
asesino y nos vamos con la chica, sí? Lo que nos motiva para hacer esto no es
ni el dinero ni el reconocimiento académico sino el convencimiento de que esto
sirve, es interesante y es útil.
Extraído de www.cientificos.arnet.com.ar, 23/04/2008
CASO Nº 5
SOLO UNO DE CADA CUATRO CHICOS ESTUDIA REGULARMENTE
Para terminar la secundaria no hace falta estudiar demasiado ni esforzarse
mucho. Un estudio del Centro de Investigación de la Facultad de Educación
(Cife) de la Universidad Católica de Córdoba concluye que no existe una
estrecha relación entre el estudio y los resultados obtenidos.
Revela que no es necesario estudiar todos los días un poco para avanzar en los
niveles de enseñanza obligatorios ni para completarlos. Y muestra que quienes
estudian ocasionalmente ("sólo para las pruebas") tienen un rendimiento
similar a quien se esfuerza a diario.
Un relevamiento entre alumnos de sexto año de escuelas públicas y privadas
de la ciudad de Córdoba desnuda que sólo el 24,4 por ciento de los alumnos a
punto de egresar estudia de manera regular, aun cuando no tienen que
afrontar un examen inmediato. Por su actitud -y no por los resultados que
obtienen- podrían denominarse "estudiosos" o "buenos" estudiantes. Cuando
hay un examen próximo, siete de cada 10 adolescentes estudia. El 33,8 por
ciento no estudia ni en esta situación.
"En la investigación se revela que no necesariamente los alumnos estudiosos
son los que tienen éxito en su trayectoria escolar", explica María Angélica
Paladini, miembro del Cife.
Para analizar la relación entre conducta estudiosa y rendimiento académico, los
investigadores registraron la cantidad de materias aprobadas en el primer
cuatrimestre del año (la muestra se tomó en 2008).
"Si bien existe una relación, no era demasiado fuerte. Parece que se proceda a
estudiar de manera ordenada y regular o no, los resultados que se obtienen
son más o menos los mismos", indica Livio Grasso, docente e investigador de
la UCC.
El trabajo deja claro, también, que muchos chicos logran buenos resultados
aun cuando estudian de vez en cuando y hay muchos otros que, incluso
estudiando regularmente, no alcanzan buen rendimiento.
El 35,2 por ciento de aquellos que estudian de manera regular (un promedio
de dos horas y 20 minutos por día) tiene aprobadas todas las materias en el
primer cuatrimestre del año. Mientras que entre los que estudian sólo para la
evaluación, el 25,5 por ciento promueve con éxito la totalidad de las
asignaturas.
"La conclusión alarmante es que no hace falta estudiar ni esforzarse para
recorrer la escuela y terminarla bien", insiste Grasso.
Los "estudiosos" tienen en el primer cuatrimestre una media de tres
asignaturas reprobadas, mientras que los "no estudiosos", no aprueban cuatro.
Al finalizar el primer cuatrimestre del año, el 71,6 por ciento de los chicos de
sexto año no logra promedio en todas las asignaturas. De todos modos, la
excepcional situación de promover la totalidad de las materias es algo más
frecuente entre quienes estudian regularmente que entre quienes no lo hacen.
Privadas o públicas, igual. El porcentaje de chicos que estudian
regularmente es el mismo en escuelas privadas y públicas. Tampoco hay
diferencias sustanciales entre varones y mujeres. La relación entre el estudio
regular y el nivel educativo y socioeconómico de los padres no tiene una
influencia contundente.
Por otra parte, en contra de lo que podría suponerse, la cantidad de alumnos
que desarrollan hábitos de estudio es mayor entre quienes trabajan (30,6 por
ciento) que entre quienes no lo hacen (22,8 por ciento).
El porcentaje de quienes tienen este hábito es algo mayor entre los que
planean seguir estudios superiores (25,4 por ciento frente al 10,3 por ciento).
"El esfuerzo por el esfuerzo en sí deja de ser un valor o es un residuo cultural
de una época que está pasando. Hoy parece no ser importante la excelencia en
la calificación. El alumno se da cuenta y dice que aprobar es suficiente",
sostiene Ángel Robledo, docente e investigador de la UCC (ver Esfuerzo...).
"El sistema educativo no es pasivo en esto sino que alienta la desconexión
entre esfuerzo y resultados. Me temo que ese es el ámbito en el que el chico
aprende, precisamente, que esta relación no existe", agrega Grasso.
"Uno pensaría que la escuela debe transmitir valores, y no simplemente
inclinarse por los valores en boga", finaliza.
La muestra. Se encuestó a todos los alumnos de sexto año de 41 colegios
públicos y privados de la ciudad de Córdoba, en 2008. Estadísticamente, la
muestra es representativa de todo el universo escolar de ese nivel y división.
Usar la PC ayuda
Uso de TIC y resultados. La aprobación de todas las materias es más
frecuente entre los estudiantes que utilizan las nuevas tecnologías para
encontrar información o para buscar ideas (ver infográfico).
Los libros siguen vigentes. El 75% de los alumnos de 6° año prefiere los
libros o apuntes para estudiar y no un CD o un portal de Internet. El 11%
expresa no haber estudiado nunca con un CD o en la Web.
PC en la escuela. El 42% de los alumnos dice que utilizó la PC en la escuela
en la última semana, sin especificar para qué la usó.
2 horas y cinco minutos
Estudio. Es el tiempo que dedican los chicos a estudiar para una prueba muy
próxima. A esta cifra se llega excluyendo a los alumnos que no estudian nada.
Asignaturas aprobadas. Los chicos que tienen todas las materias aprobadas
y estudian regularmente le dedican dos horas y 40 minutos por día. Quienes lo
hacen sólo para la prueba y tienen todo aprobado estudian dos horas y 20
minutos los días precedentes al examen.
Puntos de vista
Alexis reyes (17) - Alumno barrio Jorge Newbery
“Estoy repitiendo porque el año pasado no estudié nada y me llevé todas las
materias. Cambié de actitud porque quiero terminar el secundario”.
Verónica Carballo (19) - Alumna barrio Las Violetas
“Si bien el colegio público exige menos, también depende de nosotros estudiar
y llegar a ser alguien. Quiero terminar y llegar a la Universidad”.
Agustín Ferreyra (19) - Alumno barrio Inaudi
“Estudio lo justo y lo necesario cuando me agarra el apuro. En los recreos releo
los títulos y los resúmenes. Me llevo materias por vago”.
Jessica Lehmann (17) - Alumna barrio Yapeyú
“Pienso que la escuela puede exigir un poco más, pero también conozco
escuelas privadas donde los chicos rinden bien sin estudiar demasiado”.
Fuente: La Voz del Interior 06 de noviembre de 2011
CASO Nº 6
CADA VEZ HAY MÁS MADRES ADOLESCENTES
Los programas nacionales y locales de salud sexual y reproductiva y los
esfuerzos de las organizaciones no gubernamentales parecen no llegar. A nivel
nacional y local, el embarazo adolescente no sólo no bajó en los últimos años,
sino que se incrementó: en la provincia de Córdoba, la cantidad de niños
nacidos de madres menores de 20 años aumentó 23 por ciento entre 2001 y
2008.
Así surge de los datos del Ministerio de Salud de la Nación, que van desde el
año 2000 al 2008 inclusive. Son congruentes con cifras más recientes de la
Municipalidad de Córdoba, que muestran que la tendencia en aumento no se
modificó.
En la Capital provincial el año pasado nacieron 500 bebés más que en 2008
hijos de madres menores de 20 años, es decir, un aumento del 14 por ciento
con respecto al año anterior.
En relación al total de nacimientos, los porcentajes se mantienen: tanto en
todo el país como en la provincia de Córdoba, el 15 por ciento de los bebés
nacidos vivos son hijos de madres menores de 20 años.
En 2008, Córdoba está prácticamente en la misma situación que en 2000, con
unos 8.600 niños nacidos vivos de madres adolescentes. En la provincia y en el
país, a partir de 2001 hubo una baja considerable pero desde 2004 en
adelante, la cifra no paró de crecer.
"A pesar de la importancia de leyes como la de Salud Sexual y Reproductiva, y
la de Educación Sexual en las escuelas, la tasa de abortos se mantiene, la
mortalidad materna aumentó, y el embarazo adolescente no cede, sino que
aumenta.
"Los por qué, exceden la cuestión sanitaria, son socioculturales", dijo Ricardo
Rizzi, titular de Obstetricia de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad
Nacional de Córdoba (UNC).
Las causas. Es que el aumento en el embarazo adolescente se debe a múltiples
causas que no se solucionan en el corto plazo, pero que, para los expertos,
podrían centrarse en tres: las falencias en la información y educación por un
lado; la falta de accesibilidad a métodos anticonceptivos; y, por último, la
inexistencia en amplios sectores sociales para la joven de un proyecto de vida
alternativo a la maternidad.
En 2003, se comenzó a instrumentar en el país el Programa Nacional de Salud
Sexual y Reproductiva que tiene como objetivo que todas las personas puedan
elegir, según sus convicciones un método anticonceptivo adecuado para definir
la posibilidad de tener hijos, cuántos tener y cuándo, y el intervalo entre ellos.
Y promueve la "consejería" en servicios de salud pública de todo el país; donde
se da, de manera gratuita, asesoramiento y anticonceptivos.
En la ciudad de Córdoba, mientras en 2003 hubo 5.160 mujeres incluidas en el
programa, el año pasado se registraron 36.154, según datos de la Secretaría
de Salud municipal.
Las autoridades sanitarias capitalinas admiten que no es suficiente y que por
alguna razón no llega a los adolescentes. Y, aunque ahora mejoró, en
ocasiones falló desde Nación la provisión de anticonceptivos, lo que dificulta la
continuidad del tratamiento.
"También es cierto que tal vez el impacto de las políticas públicas en salud
reproductiva recién se vea dentro de algunos años, pues comenzamos a aplicar
estrategias después de décadas en las que no se hizo nada. Lo que está claro
en cualquier caso, es que hay que garantizar la continuidad y la profundización
de esas políticas públicas", reflexionó Rizzi.
De la misma manera, la Ley de Educación Sexual Integral, que en octubre
cumple cuatro años, aún no se universalizó; su implementación es dispar y
depende de la voluntad de los docentes y de cada escuela, según revela un
informe publicado en este diario pocos días atrás.
"La educación sexual en las escuelas es central. De eso se habla mucho, pero
hasta ahora se ha hecho muy poco, prácticamente no está instrumentada. Por
eso, hay mucho desconocimiento de los adolescentes. Además, una encuesta
del Ministerio de Salud de la Nación muestra que cada vez es más precoz el
inicio de las relaciones sexuales", aseguró Humberto Jure, subsecretario de
Salud de la Municipalidad de Córdoba.
Proyecto de vida. "También hay que trabajar el proyecto de vida de las
adolescentes, y eso no se soluciona con un taller de un día, sino a mediano y
largo plazo. En algunos sectores, lo único que les da a las chicas
reconocimiento y valorización social y familiar es ser madre", dijo Alejandra
Domínguez, titular del Programa de Género de la Secretaría de Extensión de la
UNC. En el mismo sentido se expresó la médica Juana Presman, titular del
comité de adolescencia de la Sociedad Argentina de Pediatría, filial Córdoba.
Pobres, sin estudios ni trabajo
Perfil. La maternidad adolescente es un fenómeno que incide con mucha mayor
intensidad en los hogares de más bajos ingresos, según un informe difundido
ayer por Idesa, en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec
referidos al 4° trimestre del año 2009. Las madres de entre 14 y 20 años
tienen perfiles socioeconómicos muy diferentes al promedio de las
adolescentes.
Pobres. El 40% pertenece al quintil más pobre de la sociedad y otro 34% al
segundo quintil.
Sin estudios ni trabajo. El 83% dejó de estudiar. El 59% no trabaja ni busca
trabajo, es decir, se ha convertido en ama de casa, 22% está desempleada y
sólo 19% tiene empleo.
Fuente: La Voz del Interior 23 de Agosto de 2010
CASO Nº 7
JÓVENES EN BUSCA DE UNA NOCHE PERFECTA
Según una encuesta del Instituto Gino Germani, los chicos encuentran el ideal
de diversión en los amigos, el alcohol y la música
¿Cuáles son los componentes de una noche perfecta? Ese interrogante guió a
investigadores del Instituto Gino Germani, de la Facultad de Ciencias Sociales
de la Universidad de Buenos Aires a meterse en el mundo adolescente e
intentar descifrar las piezas que conforman el ideal de diversión que reina hoy
en la vida nocturna joven. Los cuatro más mencionados son los amigos, el
alcohol, la buena música y la presencia de jóvenes del otro sexo.
La valoración registra diferencias entre hombre y mujeres: para los varones el
ranking de importancia de los componentes lo encabeza el alcohol (74,4%),
seguido por la presencia de amigos (66,1%), las mujeres (51,7%), la buena
música (51,7) y la alegría (32,2%). Para ellas lo más importante es estar con
amigos (79,7%), la buena música (65,5%), el alcohol (56,8%), la alegría
(27%) y la buena onda (20,9 por ciento).
Que durante la noche haya sexo es para ellos casi cinco veces más importante:
el 13,9% contra el 2,7%. Sin embargo, es un porcentaje bastante bajo si se lo
compara con el valor que se da al alcohol.
En cambio, para las chicas, el cigarrillo es diez veces más importante que el
sexo: el 20,3% lo mencionó entre los ingredientes esenciales de una buena
noche.
En el otro extremo de la lista, figuran aquellas cosas que pueden malograr una
salida: para ellos, una pelea, no tener dinero o que no haya mujeres. Ellas, en
cambio, consideran que el exceso de alcohol, la mala onda y, en menor
proporción, las peleas con los novios son los peores enemigos de la noche
perfecta.
Para poder retratar esta situación, el grupo de investigadores dirigidos por Ana
María Mendes Diz eligió tres ciudades del interior y entrevistó a cien jóvenes de
entre 16 y 24 años en cada una: Villa María, Córdoba; Gualeguaychú, Entre
Ríos, y Junín, provincia de Buenos Aires. Se buscaron jóvenes que vivieran en
ciudades de entre 60.000 y 100.000 habitantes y que suelen salir más de tres
noches por mes. Además, se realizaron 16 entrevistas en profundidad y seis
grupos focales durante 2008.
Sin hablar de lo ideal, sino de lo real, los cinco elementos que más se asocian
con las salidas nocturnas son la diversión, la música, la libertad, el alcohol y el
encuentro con otros.
En el extremo opuesto, los cinco elementos que menos caracterizan la noche
joven son el aburrimiento, el sentirse dueño de la ciudad, el estar controlados
por los padres, el acoso sexual y las drogas.
Los investigadores aclararon que el hecho de que los jóvenes marcaran como
muy presentes algunos de los elementos no significaba que ellos por ejemplo
consumieran mucho alcohol o drogas, sino que percibían que la presencia del
alcohol y las drogas estaba muy presente.
¿Qué se logra, efectivamente, en una salida nocturna? Esa fue otra de las
preguntas. Según los entrevistados, las cinco cosas que más se consiguen son
encontrarse con amigos, divertirse, tomar alcohol, pasar el tiempo y bailar. Las
cinco que menos se consiguen son novio, molestar a otros, drogas, mostrarse
ante los demás y descontrolarse.
De todas formas, llaman la atención los porcentajes: el 46,3% dijo que cree
que durante la noche se puede obtener drogas, mientras que sólo el 27% dijo
que en sus salidas están presentes estas sustancias, aunque no significa que
sean ellos quienes las consumen.
El 76,8% dijo que se consigue una transa para esa noche contra el 36,9% que
dijo que se consigue novio o pareja estable. Las mujeres mencionaron en
mayor medida que los varones que lo que se logra en una salida es conseguir
novio. Ellos, por su parte, refieren más el conseguir una transa para esa noche
y "levantarse" a alguien. Para ellas, en cambio, es más importante mostrarse
ante los demás como un logro de sus salidas nocturnas.
Los investigadores analizaron qué elemento se relacionaba con otro. "Son
elementos que pueden ser pensados analíticamente como cadenas de
significantes. Así, en los varones, el alcohol está vinculado con el "levante" y el
"levante" con el sexo", dice el documento.
Según esta teoría, conseguir drogras está relacionado con mostrarse ante los
demás, molestar a otros y generar descontrol. Pasar el tiempo está vinculado
con tomar alcohol con amigos y esto con conseguir una transa para esa noche.
También, hacer nuevos amigos, con bailar, "levantarse" a alguien y conseguir
novio.
¿Qué es la diversión?
Para los jóvenes la diversión está "fuertemente asociada con una alta
presencia de música, libertad, alcohol y encuentro con otros y dinero; con baja
presencia de drogas y no estar controlado por los padres.
"La noche para cumplir su promesa de libertad debe alejarse del tiempo de
todos, de los adultos, de los poderes hegemónicos... Así, la noche comienza
cada vez más tarde, con lo que logran un mayor distanciamiento con el tiempo
reglamentardo por los adultos. La noche constituye un territorio recorrido por
los jóvenes. Es propicia para la fiesta y allí hay lugar para la libertad, la
rebelión, la inversión de roles y poderes, el goce, la imaginación, el éxtasis y la
risa como ridiculización de los poderes hegemónicos. Un tiempo en el que está
permitido invertir las condiciones habituales de existencia generando la ilusión
de libertad", apunta el estudio.
Cuales son los ingredientes que los chicos creen indispensables para una buena
salida nocturna:
ALCOHOL 74,4 % varones
56,8 % mujeres
AMIGOS
79,7% mujeres
66,1 % varones
BUENA MUSICA 65,5% mujeres
51,7% varones
JOVENES DE OTRO SEXO
51,7 % varones
16,9 % mujeres .
Fuente: La Nación 19 de marzo de 2011
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