Antonio Alcolea Aullón - I Congreso Internacional de Estudios

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LOS ACTORES NO-ESTATALES:
FUNCIONALIDAD Y
MORALIDAD EN LAS RELACIONES
INTERNACIONALES
Autor: Antonio Alcolea Aullón
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) – F. de
Filosofía (estudiante)
Instituto Universitario Gutiérrez Mellado (IUGM) (estudiante)
[email protected] [email protected]
Resumen
Superado el sistema de relaciones internaciones de Westfalia, hoy
conviven los estados-nación tradicionales con nuevos y diversos actores
no-estado, y expondré criterios y conflictos éticos para evitar una mutua
utilización deshonesta. Los análisis y la jurisprudencia internacional sobre
los nuevos actores internacionales, los actores no-estatales, son dispares,
así como su interacción sobre el terreno, por lo que causan dilemas éticos,
políticos y legales que han de categorizarse homogéneamente para
gestionarlos con igualdad y legitimidad. Si obviamos esta necesidad, la
consolidación de un derecho internacional capaz de gestionar conflictos,
en particular de carácter violento, internacional y de lesahumanidad, se
perderá en favor de la arbitrariedad, la desconfianza y la disparidad de
fuerzas.
Nota biográfica
Águilas, Región de Murcia, 1975. Actualmente me encuentro
realizando el trabajo fin de grado de Filosofía, en la UNED, sobre
aspectos de la teoría política de Baruch Spinoza y su legado, y a la vez
cursando el título de Especialista Universitario en Seguridad en el
Mediterráneo, Oriente Medio y Oriente Próximo, en el IUGM.
Palabras clave:
estado-nación, actor
internacional
no-estatal,
ética,
guerra
justa,
derecho
Agradecimientos a Iera Azkarate de la Cruz (doctorando en CC
Políticas y de la Administración por la UPV EHU)
1. El mundo sin bloques
Aunque desde el final de la Segunda Guerra Mundial (GM2)1 se ha
1
La GM2 se desarrolló entre 1939 y 1945, entre la mayor parte de las naciones, en dos
alianzas: los Aliados y las Potencias del Eje. Con más de cien millones movilizados, fue
un estado de guerra total, borrando la distinción entre recursos civiles y militares, estuvo
marcada por hechos como el Holocausto y el uso, por primera y única vez, de armas
nucleares, y con un resultado final de entre 50 y 70 millones de víctimas.
acelerado, y mucho más desde el fin de la guerra fría 2, las
transformaciones en el modelo/mundo de las Relaciones Internacionales
(RRII), que llamábamos de Westfalia3, con la aparición de muchos nuevos
actores (Saddiki, 2006), y de nuevas Organizaciones Internacionales e
Intergubernamentales (OIG), la estructura sobre el papel sigue basando
esta parte de la política mundial en lo inter-estados (García Picazo, 2000).
Los gobiernos, además, aún siendo conscientes de su necesidad de trato
con todo tipo de organizaciones, en éste campo informales, siguen
poniendo estos temas en el apartado de international affairs, a pesar de
haber transformado sus estructuras de trabajo exterior, que ya no están
estancadas sólo en los ministerios de asuntos exteriores (MAE), si no que
se combinan junto a los responsables económicos, culturales, de obras
públicas, de educación, de cooperación, u otros (Saddiki, 2006).
El estado-nación (EN) sigue siendo el sujeto de derecho internacional
público por antonomasia (Flórez Ruiz, 2012), pero ya no ocupa este lugar
en solitario. Eso no quiere decir que todos los nuevos actores puedan
ejercer dicha subjetividad jurídica al mismo nivel, ni que la interacción
sea siempre equivalente. Las clasificaciones de los nuevos entes son
variadas en criterio y división, aunque a veces utilicen los mismos
nombres para diferentes descripciones. Además de no ser mucha la
literatura al respecto, dada su importancia en la escena internacional,
tampoco contamos con criterios suficientemente unificados. Por lo tanto,
haremos una descripción de varias de estas clasificaciones, para después,
sin adscribirnos a ninguna en particular, describir varios de estos entes
que llamaremos de forma genérica, y no excluyente, como sí hacen
algunos estudiosos, actores no-estatales (AnE), en oposición al EN, dando
sus principales características y algunos ejemplos.
Antes de pasar explícitamente a los sujetos de estudio, vamos a ver de
forma general, las características políticas/organizativas de este mundo
que ha surgido tras la ruptura del modelo westfaliano.
La era moderna ha estado dominada internacionalmente por el
modelo que denominamos Westfalia, y cuya centralidad se basa en fuertes
EN, como actores internacionales que se reconocen, y en los que reside
toda la soberanía de las RRII, empezando, como no, por la soberanía de la
economía, sobre el territorio, y del uso de la fuerza (Davis, 2011). Este
modelo dio estabilidad y funcionalidad al modelo imperial de los siglos
xvii-xix, en lo que se vino a llamar la pax británica, que en el s.xx se
2
La Guerra Fría fue el enfrentamiento político, económico, social, militar, y cultural,
desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta el fin de la URSS, entre los bloques
occidental-capitalista, y el oriental-comunista, por razones esencialmente ideológicas y
políticas. Ver mapa en: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Guerra_Fria_1980.png
(consultado a 14 de abril de 2014).
3
(Paz de) Westfalia se refiere a la región de los dos tratados de paz de Osnabrück y
Münster, en la actual Alemania, de 1648, por los cuales finalizó la Guerra de los Treinta
Años en Alemania, y la Guerra de los Ochenta Años entre España y los Países Bajos. La
Paz de Westfalia dio lugar al primer congreso diplomático moderno e inició el concepto
de soberanía nacional, e integridad territorial, como el fundamento de la existencia de los
Estados, por lo que se le otorga el nacimiento del Estado Nación.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
2
transformó en pax americana, en ambos casos un equilibrio que pivota
sobre la supremacía de una gran superpotencia, o como mucho unas
pocas, que hacen el papel imperial de la pax romana (García Picazo,
2000). Pero, desde el fin de la GM2, esta estructura se ha ido relajando y
diversificando, dando lugar a EN más débiles, con soberanías menos
dibujadas, y a AnEs con más fuerza, volviendo en parte, en algunas
regiones especialmente, a un reparto de fuerzas de tipo feudalizante,
propio de épocas previas al modelo moderno (Davis, 2011).
El 25 de abril de 1945, aún en las postrimerías de la guerra, se reunían
en San Francisco los 46 países que firmarían la carta fundacional de la
Organización de las Naciones Unidas (NNUU), como ente político y
jurídico supraestatal, que venía a sustituir a la malograda Sociedad de
Naciones, así como a continuar el espíritu de la Carta del Atlántico 4.
Europa se encontraba tras la GM2 literalmente arrasada, la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), antiguo imperio ruso, había
vencido en el frente oriental a costa de unos 27 millones de muertos y un
cuarto de toda su riqueza, los imperios europeos del siglo anterior estaban
agotados económica, humana y moralmente, y pronto, Japón sufriría el
golpe final del conflicto con dos detonaciones atómicas. A esto hay que
sumarle el holocausto, el exterminio sistemático, de millones de personas,
en particular unos 6 millones de judíos europeos, de toda las partes que
estuvieron ocupadas por las tropas alemanas del gobierno Nazi, y que
causó un estupor que aún hoy perdura.
Con el fin de la Primera Guerra Mundial (GM1), y la disolución de los
imperios perdedores5, se habían divido los territorios imperiales de
África, Asia, y Pacífico, y puesto bajo control europeo de los vencedores
en diferentes mandatos coloniales, con más o menos autonomía local, que
anunciaban la finalización del anterior orden imperial que llegaría tras la
GM2 y la constitución de NNUU, y que ya entonces bocetaba EEUU 6
(García de Cortázar, y Lorenzo Espinosa, 1996).
La joven NNUU nació con importantes taras políticas, reflejo del
nuevo reparto de fuerzas. Su Asamblea General, donde se encontraría
pronto representada la mayoría del planeta, no tiene poder ejecutivo real,
más allá de pronunciamientos, y éste reside en el Consejo de Seguridad
4
Firmada por EEUU y Reino Unido en 1941 y que bocetaba el nuevo orden mundial
reconociendo, entre otros, el derecho de autodeterminación de los pueblos colonizados.
5
La Primera Guerra Mundial se localizó principalmente en Europa, comenzó el 28 de
julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918. Cuatro de los grandes imperios de
los anteriores tres siglos desaparecieron con ella; el Imperio Ruso, el Alemán, el
Austrohúngaro y el Otomano, dando lugar a todo un nuevo reparto del sistema imperialcolonial.
6
El 8 de enero de 1918, el presidente estadounidense Wilson pronunció en el Congreso
su Lista de 14 puntos de Wilson, con el objetivo de la obtención de la paz. Entre los
puntos se incluía el final de la diplomacia secreta, la reglamentación de las rivalidades
coloniales, la autonomía de los pueblos de los antiguos imperios, o la creación de una
Liga de Naciones, que claramente ya se orientaban al modelo de la descolonización que
luego aplicaría NNUU, apropiado para la nueva hegemonía a la que aspiraba EEUU, la
de un imperio sin colonias.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
3
(CS), que formaron las dos nuevas superpotencias del momento, URSS y
Estados Unidos (EEUU), a las que se sumaron Francia, Gran Bretaña y
China. En éste Consejo los 5 miembros tienen además derecho a veto, por
lo que la política real queda pendiente de la confluencia de los intereses
de estos o abocada al bloqueo7 (Fontana, 2010).
Paralelamente a esto, el repliegue de los antiguos imperios 8 había
dejado el hueco que ya estaban ocupando las nuevas potencias. Mientras
la URSS agrupaba como podía a los países liberados por sus tropas de la
ocupación alemana, los EEUU expulsaban la influencia comunista de
todos los gobiernos occidentales e iban buscando aliados hasta,
prácticamente, tener al bloque socialista rodeado, y partiendo el mundo en
dos.
Desde los años cincuenta, hasta la caída del bloque socialista en 1991,
no habrá ningún movimiento estratégico, conflicto, pacto, interés,
organización internacional o simple pronunciamiento, que no estén
claramente posicionados a favor o en contra de uno de los dos bloques; el
prooccidental-capitalista-OTAN o el prosoviético-socialista-pacto de
Varsovia9 (op. cit.).
Entre 1989 y 1991, éste estatus dividido colapsa y los países al este de
Alemania irán todos desmontando su economía centralizada, entrando en
la Unión Europea y aplicando una conversión social y económica hacia el
mercado, aunque, eso sí, de manera agresiva y poco cohesionada, que no
conseguirá ir acompañada a la misma altura de estabilidad y conquistas
democráticas.
El mundo esperaba entonces que el deshielo de la tensión militar de los
bloques apaciguara el estado de preguerra permanente que vivía, y
reorientara todo el esfuerzo que fue dedicado al plano militar en años
anteriores hacia la concordia internacional y el desarrollo social.
Tras la desaparición de los súper-bloques, que monopolizaban la
política mundial en todos sus rincones, el mundo sufrió el surgimiento de
multitud de nuevos agentes, formales e informales, desde grandes estados,
a grupos transnacionales de todos los tamaños, que se disponían a tomar
posiciones. La guerra convencional entre estados-nación parecía
destinada a desaparecer, y la insurgencia, el crimen organizado, el
terrorismo y el contagio de inestabilidades de todo tipo, a través de las
fronteras, se perfiló como la nueva tónica en los conflictos
internacionales.
7
Posteriormente se sumarían otros diez miembros, renovables cada dos años, pero sin
derecho a veto.
8
Francia, Gran Bretaña, Holanda, y Bélgica, más la desaparición del imperio japonés.
9
La Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, es una alianza militar
intergubernamental firmada en 1949, y constituye un sistema de defensa colectiva de los
estados miembros. En sus primeros años, la Guerra de Corea hizo que se planteara una
coalición permanente, y desde entonces una nueva estructura militar fue creada bajo la
dirección de los comandantes de Estados Unidos. El curso de la Guerra Fría llevó a las
naciones rivales a crear el Pacto de Varsovia, que se formó en 1955 en torno a las fuerzas
militares de la URSS.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
4
Al mismo tiempo, el contexto de globalización y liberalización
económica, con un desvanecimiento del concepto de nacionalidad, y una
erosión de la soberanía nacional, sobre todo en la gestión económica y
financiera, han disminuido el papel del EN y cambiado la manera en que
se entretejen las relaciones entre lo nacional, lo internacional y lo
supranacional (Flórez Ruiz, 2012).
Tras una primera década de reorganización de los actores y las teorías
que los analizaban, en 2001, el 11 de septiembre (11S), la ciudad de
Nueva York sufrió un atentado suicida con aviones comerciales en vuelo,
reivindicado por la red yijadista internacional al-Qaeda, y que dejó al
menos 3000 muertos y 6000 heridos, con un gasto mínimo en recursos y
personas para llevarlo a cabo. Estos atentados irán seguidos de otros de
espectacular y trágico resultado en capitales europeas (Madrid, Londres,
Moscú), y de una escalada inédita de la violencia y la insurgencia
doméstica en la periferia de los países desarrollados (Irak, Afganistán,
Pakistán, Sahel/Sahara, Repúblicas del Cáucaso, cuerno de África). Estos
sucesos van a poner de relieve, ante los gobiernos y la opinión pública,
cosa que sorprendentemente no había pasado hasta entonces, la
emergencia de grupos de todo tipo y tamaño, con especial preocupación
por aquellos violentos, que ya no se ajustan al modelo de enemigo militar,
de corte transnacional en muchos casos, y que no parecían haber llamado
la atención, o incluso habían sido promocionados desde gobiernos
occidentales10.
Éste tipo de grupos armados transnacionales, de poder disperso y
organización más superestructural que directa, y en especial al-Qaeda, se
van a convertir en el modelo mediático de los AnE, pero, como vamos a
ver, no es más que una de las adaptaciones que encontramos al poder y las
RRII en éste nuevo modelo de soberanía estatal debilitada.
No hay que olvidar que, en otro lado, aparecen toda una serie de
organizaciones de tipo solidario, humanitario, cultural, de acción
transnacional, y que durante todo el siglo xx van a ir tomando
protagonismo en la escena internacional, hasta el punto en que hoy en día
pueden ser reconocidas como actores internacionales, que participan de la
actividad política internacional, y cuyo origen temprano lo podemos
encontrar en el fenómeno de la Cruz Roja Internacional11. A esto se le
10
Son ilustrativas, por ejemplo, el apoyo a los Talibán en Afganistán, origen de alQaeda, excelentemente reflejado en “La guerra de Charlie Wilson” (ficha en:
http://www.filmaffinity.com/es/film310693.html ), y los descuidos en Oriente Medio que
narró el antiguo agente de la CIA, Robert Baer, en su libro biográfico “Soldado de la
CIA”. Ver también: “CIA, historia de un fracaso”, en El País,
http://elpais.com/diario/2008/09/28/eps/1222583211_850215.html
11
La Cruz Roja Internacional es una organización transnacional, fundada en 1863,
dedicada a la asistencia sanitaria y humanitaria en conflictos bélicos y situaciones de
crisis, modelo de lo que hoy conocemos como ONG para la cooperación y desarrollo, y
cuya principal característica como AnE es la promoción de un derecho internacional
humanitario (convención de Ginebra), y su adscripción a las organizaciones
internacionales y a la diplomacia internacional como un sujeto de pleno derecho, no
estado, y completamente imparcial e independiente de gobiernos u organizaciones. Ver:
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
5
suma la multiplicación, como veremos, de las organizaciones
intergubernamentales y regionales a niveles nunca vistos.
2. Clasificación de los Actores no Estales
En general se acepta que un AnE es un grupo organizado, con cierta
estructura y capacidad operativa, para llevar a cabo unos fines o intereses
concretos, desde una situación no estatal (Brown, 1991 y Attaman, 2003),
aunque esta acepción es amplia y vaga, es la única común a todos los
estudios y planteamientos teóricos, por lo que vamos a ver algunos
criterios para su clasificación.
Aunque, como hemos visto, el origen de éste cambio de paradigma
político internacional está entre la GM1 y el fin de la GM2, la Guerra Fría
mantuvo centrado el debate teórico, y no es hasta su superación cuando
empezamos a encontrar fuentes académicas que observen esta realidad
(Brown, 1991).
La primera clasificación que encontramos tiene como criterio el origen
de la promoción de estos sujetos dentro de las RRII, en los que
encontraríamos EN, Organizaciones Internacionales, y actores privados
(Attaman, 2003). Dentro de esas Organizaciones Internacionales, se
dividen entre Organizaciones Intergubernamentales (OIG) y
Organizaciones No Gubernamentales transnacionales o internacionales
(ONG) (Brown, 1991).
Las OIG, van a ser uno de los grupos que se mantiene en casi todas las
clasificaciones que encontramos, aunque en su espíritu encontramos una
doble función. Por un lado son órganos con entidad jurídica y política
propia, con presencia propia en la escena internacional, pero, por otro
lado, no dejan de ser organizaciones conformadas por gobiernos y
estados, que si bien no representan a ninguno en concreto, representan a
todos en su conjunto, y no a un tercero (García Picazo, 2000).
La imagen arquetípica de estas organizaciones son las NNUU y todas
sus agencias sectoriales, a las que se suman toda una multitud de
organizaciones menores, organizadas por diferentes afinidades y criterios,
y con muy diferentes grados de actividad, funcionalidad e influencia
(García de Cortázar, y Lorenzo Espinosa, 1996).
Por territorialidad encontramos ejemplos muy desarrollados, como la
Unión Europea (UE), que abarca amplísimas competencias clásicamente
estatales, y otros con un poder más simbólico, orientado al
posicionamiento político, pero con poca fuerza ejecutiva, como la Liga
Árabe12 o la Unión Africana13.
Estas OIGs no tienen una composición uniforme, y se dan muchos
http://es.wikipedia.org/wiki/Cruz_Roja#Fundaci.C3.B3n
o
http://www.icrc.org/eng/index.jsp (consultado el 15 de abril).
12
Liga Árabe organización que agrupa a los estados árabes del Medio Oriente y el
Magreb, fundada el 22 de marzo de 1945 para “Servir el bien común, asegurar mejores
condiciones, garantizar el futuro y cumplir los deseos y expectativas de todos los países
árabes”.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
6
casos de solapamientos y ámbitos concéntricos, como podemos ver en el
continente americano14, además de no eliminar la capacidad del estado de
también actuar como tal, encontrándonos foros de discusión donde
aparecen tanto ciertas OIGs, como alguno o varios países miembros de las
mismas, con voces claramente diferenciadas.
En el campo sectorial, según la materia en que se centran, el
protagonismo recae sobre las asociaciones económicas, de nivel mundial,
como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial 15, o regional
como la Comunidad Económica de Estados de África Occidental
(CEDEAO)16 o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)17, u otras
con vínculos más sui generis, como la Organización de Países
Productores de Petróleo (OPEP)18 o la aún existente, aunque poco activa,
Mancomunidad de Naciones19. Muy por detrás de estas, en influencia y
organización, encontraremos organizaciones que agrupan estados por
motivos tan dispares como la lengua, la religión, el comercio o la
identidad étnica.
13
La Unión Africana está formada por 54 estados africanos, todos excepto Marruecos, se
creó el 26 de mayo de 2001 en Adís Abeba y comenzó a funcionar el 9 de julio de 2002
en Sudáfrica.
14
En el continente americano tenemos tres grandes OIGs regionales (Comunidad de
Estados de América Latina y Caribe, Organización de Estados Americanos y la Unión de
Naciones Suramericanas) de las que forman parte, al mismo tiempo, todos, varios, o sólo
algunos de los estados, además de otras de carácter sectorial o ideológico, dándose
incluso lugar situaciones de contradicción entre las posiciones defendidas por los
mismos países en unas y otras. Ver: http://www.celac.gob.ve/, http://www.oas.org/es/,
http://www.unasursg.org/. (consultado el 12 de abril de 2014)
15
En julio de 1944, en la ciudad norteamericana de Bretton Woods, los vencedores de la
GM2 acordaron la parte económica del nuevo orden mundial, creando el Banco
Internacional de Reconstrucción y Desarrollo, después Banco Mundial y Fondo
Monetario Internacional, poniendo el dólar como referencia universal, estableciendo una
gestión global del mercado financiero, y asegurando la eliminación de restricciones al
libre comercio (Fontana, 2011).
16
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental es un grupo regional de
quince países de África Occidental. Fundada el 28 de mayo de 1975 con la firma del
Tratado de Lagos, su misión es promover la integración económica de la región.
Monetariamente se divide en dos zonas, según la moneda en común, el ECO o el Franco
CFA.
17
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es una organización financiera
internacional con sede en la ciudad de Washington D.C. (EEUU), y creada en el año de
1959 con el propósito de financiar proyectos de desarrollo económico, y promover la
integración comercial regional en el área de América Latina y el Caribe.
18
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es una organización
intergubernamental, con sede en Viena, fundada en Bagdad, en 1960 por iniciativa del
Gobierno de Venezuela y el de Arabia Saudita, como instrumento de defensa de los
precios del petróleo.
19
La Mancomunidad de Naciones, en el pasado Mancomunidad Británica de Naciones,
Commonwealth, es una organización compuesta por 53 países que, excepto Mozambique
y Ruanda, comparten lazos históricos con el Reino Unido. Su objetivo es la cooperación
política y económica, y desde 1950 la pertenencia no implica sumisión alguna hacia la
corona británica.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
7
Las clasificaciones entre las ONGs se vuelven mucho más complejas.
Por un lado tenemos la acepción común que, a día de hoy, encontramos en
la opinión pública y los medios de comunicación, centrada en
organizaciones de carácter transnacional para la cooperación, el
desarrollo, y la acción humanitaria y de emergencia, para desastres
naturales o conflictos armados, y que tienen ya una base legal bastante
sólida, basada en la protección de los Derechos Humanos (DDHH), bajo
el Derecho Internacional Humanitario (DIH), en cualquier parte del
mundo (VVAA, 2011b).
Otras descripciones, incluyen también las organizaciones de estructura
y acción no estatales, transnacionales, que, como propone Marcel Merle20
“tienden a hacer valer o a imponer su punto de vista en el sistema
internacional” (García Picazo, 2000). Estos colectivos ya no son sólo
altruistas, si no también interesados, y sus principios se organizan bajo
afinidades de todo tipo.
El mismo autor, encuentra así, entre los AnE, una división que
quedaría en ONGs, empresas-corporaciones multinacionales, y opinión
pública internacional (op. cit.). El interés particular, más o menos extenso,
y la imagen social/pública sobre ciertos aspectos políticos o económicos,
entran así en los entes informales de las RRII.
Otras clasificaciones, dentro de una mezcla menos diferenciada entre
no-estatal y no-gubernamental (Attaman, 2003) serían las basadas, según
este concepto de grupo de interés, en la finalidad que busca esa presión
de grupo transnacional. Tendríamos así por ejemplo una clasificación
entre empresas-corporaciones multinacionales, movimientos de liberación
nacional, territoriales o étnicos, comunidades de creencias, que pueden
ser religiosas, políticas, o incluso sexuales, y grupos criminales
internacionales21.
Cuando entramos ya en una clasificación así, nos es cada vez más
difícil delimitar la separación entre un grupo de interés de carácter
nacional, un grupo de presión, o un AnE. Así, desde el punto de vista del
ejercicio diplomático, al considerar agentes que influyen en la política
exterior de un país, además de los señalados anteriormente, encontramos
a los partidos políticos influyentes, tanto gobernantes como de oposición,
a los movimientos sindicales, a los grandes empresarios o a los thinktanks
académicos, pues todos ellos tienen cierta capacidad de influir sobre la
política exterior de un estado, o incluso varios (Rana, 2011).
Éste tipo de actores pueden tener un carácter más o menos nacional en
esencia, según el caso, pero todos aquellos con deseo de influencia
tienden a estar asociados supranacionalmente. Los partidos o sindicatos
20
Marcel Merle (n. Saumur, 1923, m. París, 2003), profesor de derecho público,
participó en los procesos de Nuremberg, y trabajó en el Instituto de Estudios Políticos de
Burdeos, la Universidad de París, y el Instituto de Estudios Políticos de París.
21
Aunque hay diferentes clasificaciones al respecto, principalmente sobre lo que es
crimen, terrorismo, y acción militar, me parecen demasiado sutiles, cuando no
tendenciosas, así que lo limitaré a la cuestión sobre si son armados/violentos o no.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
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8
europeos, por ejemplo, pertenecen todos a agrupaciones multinacionales,
como la Confederación Europea Sindicatos (CSI-ETUC)22, o la
Internacional Demócrata de Centro/Demócrata Cristiana23, aunque en
estos casos no sean ejemplos de una fuerte unidad de acción
transnacional, si no, más bien, de dependencia de sus coyunturas
políticas nacionales.
Un ejemplo diferente es el de la Sociedad de los Hermanos
Musulmanes (HM)24, que desde una organización política islamista25
originada en Egipto, y con una vocación transnacional a toda la
comunidad arabomusulmana (umma), consigue un programa fuerte,
influyente, y compacto en todos los países donde tiene presencia. Es una
mezcla de una comunidad de creencias y una organización política
transnacional (Campanini, 2011). Los HM se diferencian claramente de
otros partidos islamistas propiamente nacionales, como el AKP turco, o
Enhadda en Túnez26, o de una comunidad religiosa al uso, con carácter
claramente transnacional, pero sin estrategia para alcanzar poder
institucional político.
Son estos últimos ejemplos significativos a la hora de atacar otra
clasificación, de tipo funcionalista, y que nos ofrece el profesor Truyol y
Serra, que habla de “1. Fuerzas que canalizan actividades esencialmente
desempeñadas por grupos y colectividades en cuanto a tales […], y 2.
Fuerzas que representan […] afanes, estímulos y libertades individuales,
aunque luego su plasmación sea colectiva.” (García Picazo, 2000: p.154)
Las asociaciones profesionales, o los colectivos de apoyo a la libertad
de opción sexual, podrían estar en el segundo grupo, mientras que el
islamismo político o las organizaciones ecologistas, por ejemplo, en el
primero, pero, sin duda, esta clasificación, aunque más sutil, provee una
complejidad añadida, además de no ser tan fácil de delimitar en según qué
casos.
Es importante destacar, aunque sea escuetamente, la importancia que
22
La Confederación Europea de Sindicatos (CES), en inglés European Trade Union
Confederation (ETUC), se fundó en 1973 con el objetivo de representar de manera
unitaria a los trabajadores y a los afiliados de sus respectivos países a escala europea, y
ha ido adquiriendo cada vez más importancia desde el momento en que se ampliaron la
influencia de la Unión en las políticas económicas, sociales y de empleo de los 28
estados miembros.
23
La Internacional Demócrata de Centro - Demócrata Cristiana es una asociación nacida
en 1961, compuesta por partidos políticos democratacristianos y socialcristianos de
distintos países y cuya ideología, según su declaración de principios, se basaba en el
humanismo cristiano.
24
La Sociedad de los Hermanos Musulmanes fue fundada por Hasan al-Banna, (n. 1906,
m. 1949), en Egipto en 1928, y se considera el comienzo del islamismo moderno.
25
El islamismo es una corriente ideológica y política, que no debe confundirse con lo
islámico, puramente religioso, que basándose en los principios morales y legales del
islam, pretende una serie de fines políticos y sociales.
26
Ambos representan un islamismo centrado, democrático, moderado, con buenas
relaciones internacionales, en particular con EEUU y Europa, afines a las políticas
económicas liberales del FMI, y que han llagado al poder por medios democráticos en
sus respectivos países.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
9
tienen en el ejercicio de la RRII, la diplomacia, y en la imagen de unos y
otros actores, la incursión en los últimos 20 años de las llamadas
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), y como estás
han dado paso a lo que algunos llaman la diplomacia virtual (Saddiki,
2006). En este aspecto, la incursión de las televisiones por satélite en los
noventa, primero en lo que se llamó el efecto CNN27, después con la
incursión de multitud de emisoras globales de televisión, y después la
aparición de internet, ya en el s. xxi, han modificado enormemente la
capacidad de influir y expandirse de cualquier tipo de movimiento y sus
posiciones, sin el gasto en medios e infraestructura que hasta entonces era
necesario para llegar desde cualquier lugar a cualquier otro punto del
mundo de manera casi inmediata y barata (op. cit.).
Por último, queda una clasificación, no más exacta en algunos casos,
pero desde luego determinante en el panorama tanto académico, como
político y mediático, que es la de los AnE armados (AAnE), o violentos,
según el autor, y los que no lo son. El monopolio de la violencia sobre un
territorio, es uno de los pilares de la soberanía en el modelo de EN
moderno, y, en tanto en cuanto podemos definir los AAnE como
competidores en soberanía de los estados clásicos, son numerosos los
autores que centran su análisis de los AnE, sólo en aquellos de carácter
armado, frente al EN, clasificándolos y valorándolos con parámetros
como el territorio controlado, recursos, e implantación social (VVAA,
2011a).
Aún así, su carácter armado va a sobreponerse al valor territorial, en
particular en aquellos grupos de nuevo tipo, con aspiraciones globales y
sin adscripción territorial, dispuestos, según sus propias palabras, a llevar
su lucha allí donde haya un seguidor oprimido, como es el caso de alQaeda (VVAA, 1998). Estos son especialmente importantes en lo que se
refiere a crisis y resolución de conflictos y la vertiente ética de la
actuación de los EN y del derecho.
3. Guerra y Justicia
Dado el abanico de clasificaciones28, medidas y formatos a los que
acabamos de ver que nos enfrentamos, debemos empezar por
preguntarnos si es posible, pues yo creo que sería deseable, establecer
criterios para el funcionamiento, que mantengan ciertas bases morales, de
las relaciones entre Estados y AnE, puesto que, dada la perdida de
27
Cable News Network, CNN, fue la primera cadena de televisión en cubrir noticias las
24 horas del día. Desde su lanzamiento en 1980, se ha expandido notablemente,
incluyendo en la actualidad 15 cadenas de televisión de cable y satélite, doce sitios web,
y dos cadenas de radio, y en diferentes idiomas. Actualmente es el canal de noticias más
visto en Estados Unidos.
28
Para mostrar las clasificaciones de los AnE podemos resumir los criterios, según lo
visto, en: según su origen, según su finalidad (teleológico), por la acción de influencia
(lobbistas), según el medio o la función que defienden (funcionalista), o según los
medios utilizados (instrumentalistas), principalmente, violentos o no violentos.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
10
competencias de los primeros, y la ampliación de las mismas en los
segundos, nos vamos a encontrar con campos de colisión en los que no
hemos establecido aún la forma de encajar las piezas de manera no
arbitraria.
Tanto desde la Ética, como desde el Derecho Internacional Público
(DIP), el eje central de normas y criterios en RRII durante toda la
modernidad ha sido la justificación del ejercicio de la guerra (París, 2012:
p.75), y, en todo caso, del uso de los medios violentos para la resolución
de los conflictos en marcha. Por lo tanto considero oportuno que
empecemos estableciendo qué veníamos asumiendo como legal/ético para
los EN.
El concepto de Guerra de Justa (GJ), y su trayectoria histórica,
recopilado por Walzer en su Just and Unjust Wars29, y fundamento del
actual DIP y de las constituciones de las OIGs, comenzando por la carta
de NNUU30, comienza por definir quienes son los sujetos internacionales
legítimos, y por tanto con derecho a actuar como tales, en última
instancia, a declarar y ejercer la guerra, y que no son otros, como ya
hemos visto, que los EN soberanos en todas sus facetas y reconocidos en
la comunidad internacional por los demás EN, a los que cada uno también
reconoce (Frost, 2005: pp. 3-4).
A continuación se establecen tanto los motivos por los que un Estado
ejerce la violencia contra otro (ius ad bellum), así como la manera legal
en que lo hace (ius in bello). Resumiendo lo esencial, la GJ lo es, en estos
parámetros aceptados durante toda la edad moderna, siempre y cuando se
trate de una guerra de autodefensa y se entienda como la última opción
disponible. La autodefensa se enmarca en la acción de repeler una
agresión directa de otro estado, aunque también, con el paso del tiempo,
se asimilaron la agresión a un aliado, la agresión a un tercero en
incumplimiento de un tratado común, la intervención externa en una
guerra civil, y el atentado general contra los DDHH de una población sin
posibilidad de defenderse. Una vez en este punto, la tradición de la GJ
establece como forma correcta y ajustada a derecho aquella guerra que
diferencia claramente entre combatientes y no combatientes (soldados y
civiles), minimizando los daños colaterales a estos últimos, así como
manteniéndolos fuera de los objetivos bélicos, y por tanto vetando el uso
de Armas de Destrucción Masiva, pues anulan esas diferencias. A esto hay
que sumar la proporcionalidad de la fuerza y el trato a los prisioneros de
guerra (op. cit.: pp. 5 y ss.).
Es en base a estos criterios como se establece el entramado legal por el
cual NNUU estipula la justificación del uso de la fuerza bélica, bien como
institución global propiamente31, bien como avalista de un país o una
29
Walzer, M. (1980): Just and Unjust Wars: A Moral Argument with Historical
Illustrations. NYC: Penguin.
30
http://www.un.org/es/documents/charter/ (consultado el 10 de julio de 2014)
31
Las NNUU llevan a cabo intervenciones militares, Operaciones de Mantenimiento de
la Paz, a través de fuerzas donadas por países miembros que actúan bajo su pabellón, con
diferentes objetivos y condiciones de actuación, como se puede ver en
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
11
alianza. Pero éste sistema de justificación, anteriormente un modelo más
nítido y representativo, se encuentra hoy, la mayoría de las veces,
atrapada en una de dos encrucijadas posibles. La primera es la del
bloqueo por parte de alguno de los cinco miembros del CS, fruto del
reparto de fuerzas tras la GM2, y sin cuya aprobación ninguna acción
bélica está en última instancia justificada. Esto ya ha traído la puesta en
duda por parte de algunos países, que han argumentado inválido el reparto
de poder este Consejo (CS), por pertenecer a una situación superada tras
la caída del bloque socialista, aunque sí admiten la validez de sus
argumentos para actuar fuera de su marco32 (Vega Fernández, 2006).
La segunda, y que en mayor parte nos atañe, es la de la inadecuación
de éste sistema de referencia para la GJ a la realidad actual. Por un lado
tenemos una serie de nuevos sujetos, más claramente en el caso de los
armados, pero no únicamente, que sin ser reconocidos como EN
soberanos, ejercen poderes y acciones propias de los mimos. Por otro
lado, tenemos alianzas de EN, OIGs, o alianzas mixtas, más o menos
estables, que en un momento dado restablecen o reinterpretan las
justificaciones, legales y éticas, de éste “derecho internacional” que
comenta Habermas33 que “no estaba concebido para situaciones como
ésta”(Habermas, 2006, p.87), refiriéndose a diferentes operaciones
militares de las dos últimas décadas, y a las diferencias que debemos de
considerar en cada caso, pues “La autorización de la OTAN
independientemente de la ONU”, como una de éstas reinterpretaciones,
“no debe convertirse en la norma.”, aunque sí en algunos casos que cita
(op. cit. p. 89).
En uno u otro caso, legitimado o no, en las últimas décadas, la
protección de los DDHH contra la población indefensa ha sido uno de los
argumentos más utilizados en operaciones militares internacionales,
consumadas o no, por ser mejor recibido por la opinión pública, así como
menos concreto que otro tipo de agresiones34.
http://www.un.org/es/peacekeeping/operations/index.shtml . (Consultado el 13 de julio
de 2014).
32
Ésta es la argumentación, por ejemplo, de los países, entre ellos España, que
participaron en la operación de castigo a Irak en diciembre de 1998, Operación Zorro del
Desierto, por la que una alianza encabezada por EEUU y UK entendió que podía actuar
en aplicación de anteriores resoluciones del CS contra Irak, dado que existían nuevos
incumplimientos de los mismos criterios, aunque ahora no hubiera un nuevo
pronunciamiento a favor de la intervención por parte del CS.
33
Jürgen Habermas, n. Düsseldorf, 18 de junio de 1929, filósofo y sociólogo alemán,
conocido por sus trabajos en ética, filosofía política y del derecho. Sus teorías son muy
conocidas y estudiadas gracias a su actividad en universidades de todo el mundo, sobre
todo de EEUU. En una entrevista incluida en esta obra (2006: pp. 87-110) va a ir
discerniendo sobre las operaciones de intervención militar, y la influencia de occidente y
su política en el mundo, que, durante los 2000, se dieron en diferentes lugares del
mundo, con diferentes circunstancias de amparo legal internacional. Es importante por
los debates que estas diferentes operaciones conllevaron tanto en la opinión pública
como en el ámbito académico.
34
La doctrina internacional de la Responsabilidad de Proteger (R2P), por la que se
justifica una intervención contra un gobierno o grupo de poder, por el peligro de
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
12
Aún así, el mismo Habermas en estos escritos describe otras
situaciones en las que sí encuentra justificada la intervención bajo
premisas como esta, o sea, la autorización de una alianza militar que
interpreta actuar en consonancia al CS, pero sin su consentimiento.
El problema que encontramos aquí es que no tenemos una actuación
que nos pueda servir a priori para evaluar si el resultado de una operación
va a ser satisfactorio o no, por lo que el criterio moral, que entiendo debe
ser previamente aplicable con validez legal, aún no resultado satisfactorio,
no podría establecerse. Esta incapacidad hace caer a los actores de esas
situaciones en una doble moral, por la que públicamente se proclaman
ideales altruistas, como la seguridad internacional, acordes al concepto de
GJ y al DIP, pero que en la práctica no se pueden establecer como válidos
para establecer un doctrina estable, cuando menos, o son abiertamente
interesados (Paris, 2012: p.88)35.
4. Nuevos criterios en Relaciones Internacionales. El ejemplo de
España en el caso de Kosovo.
Las dinámicas de poder que se entretejen entre los actores
internacionales, ya sean estatales o no, pacíficos o armados, no dejan de
reflejar la competición por la hegemonía de los grupos sociales dentro del
contexto general de economía-mundo capitalista. Esa búsqueda de
hegemonía es la que irá moviendo, ascendente o descendentemente, a las
diferentes potencias, estados u organizaciones a nivel internacional, en
relación a sus particulares situaciones políticas y sociales internas (García
Picazo, 2000: p.141).
Así, tendríamos que establecer en qué circunstancia la actuación está
legitimada, o los sujetos internacionales deben inhibirse de intervenir, y
que interacción conlleva con respecto a los AnE.
Cuando se trata de una agresión de un EN a otro, está relativamente
claro, al menos con respecto a los criterios, como pudo ser el caso de la
Guerra del Golfo Pérsico (agosto de 1990 - febrero de 1991), en represalia
a Irak por su invasión de Kuwait.
Pero cuando se dan conflictos, de más o menos intensidad, entre AnE
de cualquier naturaleza y uno o varios EN, las líneas de de empiezan a
desdibujar, aparecen múltiples criterios sobre lo que es un conflicto
interno, una lucha contraterrorista, o un conflicto internacional. Aquí es
producir un futuro genocidio entre su población, es la última elaboración jurídica en esta
línea, no exenta de controversia por ser reclamada en diferentes operaciones de dudosa
intencionalidad.
Puede
consultarse
sus
principios
en
http://www.un.org/es/preventgenocide/adviser/index.shtml (consultado el 14 de julio de
2014).
35
Carlos París Amador, n. Bilbao, 17 de julio de 1925, m. Madrid, 31 de enero de 2014,
filósofo, y escritor, catedrático emérito de Filosofía en la Universidad Autónoma de
Madrid y, desde 1997 hasta 2014, presidente del Ateneo de Madrid. En su obra Ética
Radical (2012), el filósofo español va a ir desgranando muchos de los dilemas éticos de
nuestro en tiempo en materias de ámbito global, como la RRII, en una línea, acorde a
este párrafo, duramente crítica con las intenciones reales cree que se esconden bajo las
llamadas al altruismo y la legalidad de las potencias occidentales.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
13
de gran importancia cómo se pronuncia la comunidad internacional
respecto al reconocimiento de los actores implicados.
Tenemos casos en los que NNUU ha reconocido las aspiraciones de
AnE de convertirse en EN, en contra del EN en el que se producía esta
reclamación, como fue habitual en las guerras de liberación e
independencia durante la segunda mitad del s.xx, todas ellas, al principio,
con la oposición de los gobiernos metropolitanos (Frost, 2005: pp. 8 b y
ss.).
En otras situaciones, encontramos que una parte de la comunidad
internacional legitima, una vez avanzada una situación de conflicto, sin el
amparo del CS, el reconocimiento de un AAnE, frente al EN
correspondiente, entranndo en un conflicto de legitimidad internacional,
como veremos más adelante en el caso de la OTAN en la Guerra de
Kosovo (Vega Fernández, 2006).
Otras veces, se ha dado, unas con cobertura legal internacional y otras
no, los casos en que no se reconoce un nuevo actor frente al EN, si no que
es el gobierno del Estado, el que es acusado de actuar como un AnE
beligerante contra su propia población/Estado, convirtiéndolo así en el
objetivo de las acciones internacionales. Estas suelen ampararse en la
obligación de proteger a la población frente a sus gobernantes,
destruyendo en lo posible la capacidad operativa de sus fuerzas, como fue
el caso de Libia inicialmente36, pero que acabó convirtiéndose en una
guerra para el derrocamiento de un régimen y el reconocimiento de otros
beligerantes internos no-estatales.
Esta situación, la de peligro de agresión de un régimen a su población,
no sirve en otros casos que han sido reclamados por la opinión pública,
pero que la comunidad internacional no ha atendido, amparándose en la
soberanía del EN, creando una sensación de dobles raseros éticos y
legales. Éste puede ser el caso de las revueltas en Egipto 37 que acabaron
con el cambio de gobierno, o más atrás en el tiempo, las de las dictaduras
Chilena o Indonesa38, que causaron decenas de miles de represaliados,
36
NNUU, Consejo de Seguridad, Res. 1973, del 17 de marzo de 2011,
disponible
en
http://daccess-ddsny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N11/268/42/PDF/N1126842.pdf?OpenElement
,
(consultado el 10 de junio de 2014).
37
En Egipto las revueltas derrocaron al gobierno de Mubarak en pocas semanas, a
comienzos de 2011, convirtiéndose en un símbolo del éxito popular en los países
MENA, pero sin que la comunidad internacional retirase en ningún momento la
consideración de legítimo al gobierno, a pesar de la clara falta de libertad y garantías, y
la brutal represión que conllevo el proceso sobre la población civil.
38
Desde el 1973 a 1990, Chile estuvo bajo una dictadura militar, tras el golpe de Estado,
tras el que golpe fueron cometidas sistemáticas violaciones a los derechos humanos,
registrándose al menos 28.000 víctimas de represión, 2298 ejecutados y 1209 detenidos
desaparecidos. A pesar de cierto aislamiento, EEUU y otros aliados, como España,
mantuvieron su respeto al gobierno militar. En Indoseia, en 1965, un intento de golpe de
estado fue contrarrestado por el ejército, quien dirigió una violenta campaña
anticomunista, durante el cual se atribuyó al PKI el intento de golpe de estado y el
partido fue disuelto. Entre 500.000 y un millón de personas fueron asesinadas durante
estos enfrentamientos. El jefe del ejército, el general Suharto, en 1968, fue nombrado
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
14
muertos y desaparecidos entre su población sin que las potencias
occidentales aceptaran considerarlo un caso susceptible de intervenir para
evitar el genocidio.
Desde éste punto de vista clásico materialista, Gramsci39, analiza en su
obra “La política y el Estado moderno” examina, sin tener aún una
noción como la nuestra de AnE, los elementos económicos, culturales o
sociales que conforman la soberanía que constituye o destruye a los EN
como tales, dando ya una imagen bastante incipiente de nuestro conflicto
ético/legal, centrado en aquella época (1920-30) en los procesos de
descolonización y las guerras de liberación. (Gramsci, 2009). Podemos
ver ya la separación entre las fases de acciones violentas/militares y las de
legitimación política, en la que las necesidades políticas requieren actuar
en diversas vertientes:
“En la guerra militar se obtiene la paz cuando se ha alcanzado el fin estratégico, la
destrucción del ejército enemigo y la ocupación de su territorio. […] Por esto en dichas
formas mixtas de lucha, de carácter militar fundamental y de carácter político
preponderante […] exige un desarrollo original, para cuya concepción la experiencia de
guerra sólo puede ser un estímulo, no un modelo.” (Gramsci, A. 2009, Lucha política y
guerra militar, pp. 154 y ss.)
También vemos como actúa éste proceso de inversión que se da, en
ciertos casos, entre la potestad estatal y no estatal a través de las
vicisitudes de los conflictos, sean armados o no:
“En las luchas actuales se verifica a menudo éste fenómeno: una organización estatal
debilitada es como un ejército enflaquecido; entran en escena las escuadras de asalto, es
decir, las organizaciones armadas privadas, que tienen esta tarea: utilizar la ilegalidad,
mientras que el Estado parece permanecer en el marco de la legalidad, como medio para
reorganizar el Estado mismo. Creer que se puede contraponer a la actividad ilegal
privada otra similar, es decir, combatir el escuadrismo con el escuadrismo es una
necedad; quiere decir creer que el Estado permanecerá eternamente inerta, cosa que no
ocurre jamás […].”(Gramsci, A. 2009, Lucha política y guerra militar, pp. 157-58)
En un marco en el aún no se reclama una legalidad internacional, el
marxista italiano hace una muy interesante referencia a la movilidad y
dinamismo de los procesos sociales y políticos, también en lo que a las
RRII se refiere, y como se da el proceso de conversión de los AnE, que el
llama privados, como algunos autores posteriores (Brown, 1991), en
realidades estatales.
Podemos encontrar en la actualidad muchos de esos procesos
intermedios de actores internaciones, entre EN y AnE, que nos llevan de
nuevo preguntarnos por cuando se debe considerar a un actor tratable
como estatal.
Los AnE pueden vivir integrados socialmente en el entorno, formar
realmente parte estructural de la sociedad, casi sustituyendo al EN en
algún cao, o completamente marginados (VVAA, 2011a). Algunos de
formalmente presidente. La administración del "nuevo orden" fue apoyada por el
gobierno de Estados Unidos.
39
Antonio Gramsci, n. Ales, Italia, 22 de enero de 1891, m. Roma, 27 de abril de 1937,
filósofo marxista, político comunista, dirigente del Partido Comunista Italiano (PCI), y
periodista, murió tras años de prisión como represaliado del régimen fascista italiano.
Son importantes sus aportaciones sobre la formación cultural de los valores hegemónicos
en la sociedad y los distintos agentes que intervienen.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
15
estos grupos llegan a suplir servicios básicos, recaudar impuestos, o
extender documentos administrativos, como es el caso de Hezbolá 40 en
Líbano, en una situación fruto de tenso status quo, fruto de una guerra
civil, un conflicto fronterizo armado con Israel y la intervención
internacional en la zona de Oriente Medio. Este es un caso paradigmático
de AAnE que prácticamente usurpa todas las competencias de un Estado
clásico, y con el que la comunidad internacional trata a la hora de
solucionar crisis, como fue en el caso de la guerra libanesa-israelí, que
acabó con la intervención de NNUU en forma de tropas internacionales41.
Muchas de las organizaciones que protagonizan crisis internacionales,
están declaradas por sus gobiernos, o por OIGs, como grupos terroristas, e
incluso puede que el origen del conflicto sea la actividad de los mismos.
Históricamente no ha habido problemas mayores a la hora de que los
gobiernos que denominan grupos terroristas, criminales o insurgentes, se
sienten a negociar con los mismos, bien cuestiones de paz, o incluso
cuestiones políticas (Fisas, 2010), aunque si es relevante la presión
internacional y las facilidades prestadas por algunos AnE interpuestos. No
debemos de pasar por alto que en la última década se han contabilizado
221 conflictos no estatales y 69 conflictos armados (Moya, 2013), lo que
dispara la conflictividad mundial en comparación con las décadas de la
guerra fría.
Pero no es menos cierto que éste tipo de procesos pueden llevar
contradicciones y suspicacias por parte de la opinión pública 42, que como
hemos visto, es en sí misma un poder de influencia en la RRII actuales.
Algunas organizaciones, armadas y no armadas, consideradas en su
momento terroristas o simplemente ilegalizadas, han pasado a ser
partidos de gobierno, organizaciones legales, o incluso reconocidas como
poderes estatales, como pueden ser el Congreso Nacional Africano en
Sudáfrica (CNA)43, Comisiones Obreras en España (CCOO)44, o, con
40
Hezbolá, partido de dios en árabe, es una organización islamista política y militar
libanesa, de comunión chií, que se ha convertido en el principal actor independiente en
el país, además de estar considerada un estado (islámico) en si misma dentro de Líbano.
Hezbolá ha aumentado su representación e influencia institucional, a la vez que mantiene
su estructura militar y un amplísimo sistema de cobertura social, lo que le granjea la
simpatía mayoritaria entre la población chií.
41
Ver: http://www.un.org/es/peacekeeping/missions/unifil/mandate.shtml
42
Ver como ejemplo http://news.bbc.co.uk/2/hi/europe/976024.stm , respecto al proceso
de
paz
de
Irlanda
del
Norte,
o
http://www.aljazeera.com/indepth/spotlight/afghanistanschallenge/ sobre la realidad en
Afganistán, y las dificultades que conlleva el trato político con fuerzas que justificaron el
comienzo de las operaciones militares hace ya una década.
43
El Congreso Nacional Africano (CNA), alianza parlamentaria del mismo Congreso
Nacional Africano, el Congreso de Sindicatos de Sudáfrica (COSATU) y el Partido
Comunista Sudafricano (SACP), ha sido el partido en el gobierno de Sudáfrica desde el
establecimiento de la democracia en 1994, momento hasta el cual estuvo perseguido,
ilegalizado y acusado de terrorismo, lo que llevo a muchos de sus líderes a la muerte o a
largos periodos de cárcel, como fue el caso de Nelson Mandela, que sería presidente del
país al frente del mismo.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
16
otras características, la Organización para la Liberación de
Palestina(OLP) / Autoridad Palestina (AP) 45.
En el caso de organizaciones que se pueden considerar puramente
criminales, no hay que descartar la necesidad, e incluso idoneidad, de
establecer un trato directo con ellas a la hora de resolver cuestiones de
crisis. Se dan casos, como en las organizaciones de narcotráfico
internacional en Sudamérica, o los grupos dedicados al contrabando en el
Sahel-Sáhara, en el que su capacidad operativa sobre el terreno es muy
superior a la de cualquier otro organismo, o incluso tienen un fuerte
apoyo de la población local, con lo que son necesarios para según qué
resoluciones (VVAA, 2011a).
Por otro lado, algunas OIGs, en especial las adscritas a NNUU, aun no
teniendo un poder ejecutivo real, que las podría convertir en meras
escenificaciones, como es el caso de la Asamblea General, han
demostrado ser de gran importancia mediática y sobre la opinión pública
a la hora de pronunciarse sobre los conflictos en curso (Fontana, 2010).
Dada esta amalgama de poderes superpuestos e inmersos en procesos
dinámicos, como los ya descritos por Gramsci, el cual no podía entrar aún
en debatir una legalidad internacional centralizada ejecutivamente,
diferentes iniciativas han planteado reformas del reglamento de las
NNUU y su CS, que le den una mayor trasparencia, participación, y
funcionalidad frente a los bloqueos, pero que hasta ahora se enfrentan a
una mayoría cualificada (2/3 de los miembros) difícil de conseguir. Otros,
han propuesto una serie de cambios que avancen en esta línea, pero sólo
atendiendo a aspectos aprobables por medio de una mayoría simple;
aunque hasta ahora también con nulo éxito (Lehmann, 2013).
4.2 El ejemplo de España en el caso de Kosovo.
Un caso ilustrativo de las contradicciones y dilemas a los que nos
podemos enfrentar fruto de la diversidad de criterios de relación entre
AnE y EN, en caso de conflictos, es la situación de las intervenciones
internacionales en Kosovo, y la situación particular de España a su
respecto.
44
Comisiones Obreras, CCOO, es una confederación sindical, que actualmente es la
primera fuerza sindical de España. Fundada en 1957, durante el periodo franquista, no
fue legalizada hasta 1976, aunque su penetración en la vida social y laboral del país le
dio una gran influencia, además de protagonizar llamativos juicios y persecuciones en su
contra por parte del régimen.
45
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) es una coalición de
movimientos políticos y militares creada en 1964 bajo los auspicios de la Liga Árabe, y
considerada por ésta desde octubre de 1974, como la "única representante legítima del
pueblo palestino". Aquel mismo año, la Asamblea General de la ONU reconoció a la
OLP como representante del pueblo palestino, otorgándole la condición de observadora.
Hoy sigue siendo la estructura principal, pero no la única, de la Autoridad Palestina, que
es el proyecto protoestatal que contemplan los Acuerdos de Oslo I y II, como paso
previo para la constitución definitiva de un Estado Palestino.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
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17
En 1999, la OTAN decidió actuar sin el amparo de una resolución del
CS de NNUU, bombardeando desde el aire objetivos en la República
Federal Yugoslavia (RFY), en donde participó el Ejercito Español, como
respuesta a la crisis humanitaria en la que se encontraba la región de
Kosovo.
Kosovo era una región de la antigua Yugoslavia 46, que a causa del
empuje nacionalista Serbio, que llevó a la guerra en el antiguo país
socialista, se había visto privada de su autonomía y controlada por la
administración central de Belgrado. Kosovo declaró en 1991 su
independencia como República de Kosovo (RK), que no fue reconocida
internacionalmente, a raíz de la cual se creo, para defender sus intereses y
autonomía, el Ejército de Liberación Kosovar (UÇK), un arquetípico AnE
armado que fue tratado de grupo terrorista dentro y fuera del país 47, hasta
que el 1998 la comunidad internacional empezó a interesarse por la
situación de la zona, después de casi una década de guerra no declarada
entre la RFY y el UÇK (Fontana, 2010).
En 1999, la OTAN alegó peligro de genocidio inminente 48 por parte
de las fuerzas serbias de Yugoslavia, que eran reconocidas
internacionalmente como fuerzas de un gobierno soberano, sobre la
población kosovar, no reconocida como actor internacional, y declaró en
su seno la capacidad de la Alianza para actuar, en defensa de los
principios de NNUU, pero sin permiso del CS, pues se daba “una
situación de emergencia”, cuya resolución era bloqueada por la
inoperancia del Consejo, y que obligaba moralmente a la comunidad
internacional a actuar.
El Gobierno de España, a través de su MAE, y en sede parlamentaria,
alegó reconocer la generalidad del DIP y de NNUU, pero actuar bajo el
caso de una “situación excepcional”, en la cual el Consejo de la OTAN
tiene legitimidad para actuar sin amparo del CS, pero en consonancia con
46
Después de la muerte de Tito en 1980, y en medio de una crisis económica, las
tensiones entre los pueblos de la antigua República Federal Socialista de Yugoslavia
fueron en continuo aumento. Tras 1991, la tensión entre las diferentes repúblicas nacidas
de la disolución del régimen socialista derivó en el sangriento conflicto conocido como
Guerra de Yugoslavia. Las repúblicas decidieron reemplazar en 1992 el país por la
República Federal de Yugoslavia.
47
Puede consultarse en diferentes bases de datos internacionales sobre terrorismo como:
http://web.archive.org/web/20070402053051/http://www.tkb.org/Group.jsp?
groupID=3517,
http://www.start.umd.edu/tops/terrorist_organization_profile.asp?
id=3517 . (Consultado el 16 de julio de 2014)
48
A partir del año 2000, hubo gran controversia por la aparición de informes que
aseguraban que los datos de víctimas, en especial en la ciudad kosovar de Račak,
utilizados por la Alianza para alertar sobre el creciente peligro de un genocidio, habían
sido manipulados con el objetivo de acelerar la intervención de la OTAN. Ver: «Michael
Collon: El fundador de Médicos sin Fronteras reconoce que su campaña para
sensibilizar sobre la limpieza étnica en Yugoslavia estuvo manipulada, en
http://www.nodo50.org/tortuga/Medicos-Sin-fronteras-pudo-haber (Consultado el 10 de
junio de 2010).
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
18
los principios de la Carta de NNUU, por “obligación moral” (Vega
Fernández, 2006, pp. 81-83).
Tras el éxito militar de los bombardeos, y el repliegue de las fuerzas
yugoslavas de la región kosovar, la llamada Guerra de Kosovo 49 finalizó,
dando paso al mandato de NNUU sobre la región, establecido en la
Resolución 1244 del CS50, por el que la región quedaba bajo una
administración autónoma transitoria para su reconstrucción, siempre
dentro de la República Federal de Yugoslavia a efectos legales
internacionales51. España también formó parte de esta parte de las
operaciones integrándose en la fuerza de la alianza para éste mandato, la
KFOR52, aportando tanto personal militar, como policial y civil.
Entre el año 2007 y 2008 la misión iba cumpliendo con satisfacción
sus objetivos y quedaba establecer la negociación diplomática que
estableciera un estatuto permanente a la región. Aunque ninguna de las
propuestas hablaba de independencia, algunas parecían apuntarlo, lo que
llevó a la RFY advertir de antemano que no reconocería ninguna
declaración unilateral de independencia, y que en tal caso lo denunciaría a
las instancias internacionales, pues este reconocimiento quedaba fuera
tanto de la resolución del CS como del mandato de administración
transitoria.
Aún así, el 17 de febrero de 2008 el Parlamento de Kosovo declaró el
estatus independiente y soberano de la RK, lo que reconocieron muchos
países, pero que España, entre otros, se negó a reconocer, retirando todas
sus fuerzas del territorio. El Gobierno Español alegó que esta declaración
no formaba parte del mandato de NNUU ni de los objetivos de la KFOR
como fuerza para aplicarla, y que, en consonancia con los dilemas que se
presentan en la política interior del Reino, España no reconocería ninguna
declaración de independencia unilateral de ninguna región del mundo
fuera de lo mandatado por NNUU y el CS.
He aquí un caso claro de puesta en entredicho de un EN en sus RRII
que acaba poniéndole en la tesitura de recibir las críticas de sus aliados
internacionales por su cambio de posición.
El caso de Kosovo ha pasado por ser en la opinión pública occidental
un ejemplo de intervención militar internacional satisfactoria y
49
Denominación específica de los bombardeos que realizaron fuerzas de la OTAN entre
el 24 de marzo y el 10 de julio de 1999 sobre diversos objetivos en Serbia,
principalmente en su capital, Belgrado, y que finalizó con la retirada de las fuerzas
militares y de la administración civil yugoslava de la región de Kosovo.
50
http://daccess-ods.un.org/access.nsf/Get?
Open&DS=S/RES/1244%20%281999%29&Lang=E&Area=UNDOC (Consultado el 30
de junio de 2014).
51
Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (MINUK)
en http://www.unmikonline.org/ (consultado a 15 de junio de 2014)
52
De la siglas en inglés Kosovo Force, en http://www.nato.int/kfor/ (consultado a 15 de
junio de 2014)
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
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beneficiosa para la población y la seguridad de la zona 53, pero ha dejado a
España finalmente en una situación comprometida.
En lo que nos atañe, España tuvo al menos cuatro posturas diferentes a
la hora de afrontar la legalidad y la moralidad en sus relaciones con los
actores, estatales y no estatales, implicados. Durante la década de los 90,
ni reconoció a la RK, ni entendió como un actor de referencia a su
Ejército de Liberación, ciñéndose para ello en ese momento a respetar el
criterio de NNUU y el resto de la comunidad internacional. A partir de
1998, y del cambio de opinión de algunos países sobre la intervención,
España pasa a encontrar motivos, como ya hemos visto, para reconocer a
la población kosovar y sus organizaciones políticas como actores de un
conflicto, y para pasar a entender que no necesita, dadas las
circunstancias, la autorización de la ONU y el CS para su actuación,
además de obviar las acusaciones de contrabando, apoyo al terrorismo
internacional54, y otras, que llevaban años recayendo sobre el UÇK.
Posteriormente, nuestro gobierno se pondría en un punto intermedio, al
incorporarse a la misión bajo mandato de NNUU, y no apostar por los
anhelos independentistas del UÇK, ya oficialmente desarmado y
transformado en organización política, el Partido Democrático de
Kosovo, como sí hacían otros miembros de la Alianza, creyendo que el
seno de la final resolución debía estar en la política interior de la RFY.
Por último, tras la declaración unilateral de independencia, España ha
pasado a oponerse a la capacidad de la OTAN de apoyar la creación
unilateral de éste nuevo estado fuera los marcos del DIP y de NNUU,
posicionándose así junto a la propia Yugoslavia, posición que dura hasta
hoy, y que a diferencia de otras cuestiones, mantiene unidos al respecto a
los dos mayores partidos del Parlamento Español.
Le Ley de la Defensa Nacional (L.O. 5/2005), viene a oficializar esta
capacidad de movimiento del estado dando por un lado, en su art.19, el
mismo valor a las autorizaciones del CS, de la UE, y de la OTAN, aunque
más adelante, en el mismo artículo, declara que cualquier misión exterior
53
Son dos ejemplos de esta opinión, mayoritaria en los círculos de los gobiernos
occidentales, la entrevista del programa de Al-Jazeera English, Head to Head, al General
Mike Jackson, antiguo jefe de las Fuerzas Armadas de UK, en
http://www.aljazeera.com/programmes/headtohead/2014/03/should-west-end-wars201438144631862912.html , o este artículo del influyente autor francés Bernard-Henri
Lévy “Frente a Putin, no renunciemos a la verdad”, publicado en El País y disponible en
http://elpais.com/elpais/2014/03/14/opinion/1394812091_721685.html (Consultado el 18
de julio de 2014).
54
Sirva como ejemplo “Kosovo y sus embajadores en España”, por Manu Marlasca, en
http://marlascarendueles.blogspot.com/2008/02/kosovo-y-sus-embajadores-en-espaaesta.html , o “Terrorist Groups and Political Legitimacy”, publicado por Council for
Foeign
Relations,
en
http://www.cfr.org/terrorism/terrorist-groups-politicallegitimacy/p10159#p3 , o, publicado en El País, “La UE investigará las acusaciones de
tráfico
de
órganos
del
primer
ministro
de
Kosovo”,
en
http://www.elpais.com/articulo/internacional/UE/investigara/acusaciones/trafico/organos
/primer/ministro/Kosovo/elpepuint/20101215elpepuint_2/Tes . Consultado el 13 de junio
de 2014.
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
20
debe responder a los principios de NNUU y a una autorización del CS, en
lo que pudiera parecer una contradicción (op. cit., pp. 85-86).
5. Conclusiones y debates
Como hemos podido ver, la principal característica de la organización
y gestión de las RRII actuales es la multitud de actores de todo tipo y
capacidad, que se superponen, solapan y complementan con los Estados,
que siempre van a intentar marcar sus actuaciones bajo una legalidad, aún
lejana de casar con la práctica, lo que nos abre para el debate, al menos,
las siguientes cuestiones:
- ¿Es una situación deseable volver a estabilidades hegemónicas
como la que se vivieron en los siglos precedentes, con luchas al mismo
nivel, o a pesar de serlo, por imposible, es descartable?
- ¿Cómo debemos juzgar la potestad de un actor en un mundo en el
que las capacidades tecnológicas permiten una articulación hasta hace
pocos años impensable a pequeños grupos y organizaciones, con pocas
personas y recursos, que en algunos campos los equiparan a grandes
Estados Nación?
- ¿Cómo podemos valorar la importancia y la influencia real de
cada uno de estos actores que o han usurpado parte de la soberanía de los
EN (los AnE), o la de EN que las han perdido, en situaciones de conflicto
controladas por varios, cuando no múltiples partes?
- ¿Es el objetivo de los países que afirman defender los DDHH y el
sistema democrático instaurar definitivamente un sistema de DIP único y
de referencia mundial, o la soberanía de los EN debe mantener una
pluralidad de referentes, aún con el peligro de tender a la arbitrariedad?
5.2
Conclusión
Al menos en los países plenamente democráticos, el criterio de
evaluación o de trato hacia un AnE, no puede tener la imagen pública de
estar construido ad hoc para cada situación, de manera que los criterios
éticos sean cambiantes, e incompatibles entre ellos, y la justificación legal
salga de puntos diversos según la coyuntura concreta.
Es imprescindible empoderar, con las reformas y las modificaciones
que sean necesarias en sus órganos, a la Organización de las Naciones
Unidas como último garante de la justicia universal y de la construcción
de un derecho internacional, incluido el consuetudinario, también en lo
que a la guerra se refiere, así como a la defensa de un AnE o al reproche a
un EN si se necesitara, si se quiere que la legalidad internacional sea
verdaderamente reclamable.
Éste empoderamiento, que consistirá en añadir al mecanismo legal, la
legitimidad moral necesaria para que cualquier otra vía sea reprochable,
así como criterios para las nuevas realidades, no va a evitar las
actuaciones fuera del mismo, pero sí nos dará un marco estable,
reclamable legalmente, y deseable éticamente por cualquier actor/es,
estatal o no, que quiera validar su actuación ante su ciudadanía, la opinión
Los actores no-estatales: funcionalidad y moralidad en las relaciones internacionales
Antonio Alcolea Aullón
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pública general, y ante el resto del mundo.
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