LECCIONES EXTRAÍDAS PARA SU PRESENTACIÓN A LA

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LECCIONES EXTRAÍDAS PARA SU PRESENTACIÓN A LA GENTE DE MAR
(FSI 21)
1
MUERTE
Siniestro muy grave: caída mortal a una bodega de carga
¿Qué ocurrió?
Durante la limpieza de las bodegas de carga por la tripulación del buque mientras el buque
estaba navegando, se sacaron los residuos de una carga de mineral de hierro de los pozos
de sentina y se apilaron en cada bodega de carga antes de izarlos mediante palas y un
chigre portátil a la cubierta para su eliminación. El timonel y el engrasador bajaron al fondo
de una bodega para llenar las palas. El alumno manejaba el chigre y el contramaestre
operaba el pescante y orientaba al alumno. El contramaestre conectó una pala vacía al
cable de carga e hizo una señal al alumno para que la izara. Una vez que el alumno izó la
pala por encima de la tapa de escotilla, dejó de izar, pero el chigre continuó un poco. El
contramaestre lanzó el pescante por encima de la tapa de escotilla y le dijo al alumno que
bajara la pala. Pero ésta no se movió, y el cable de carga quedó con huelgo debido a que
las mordazas de presión que lo unían al cable se habían quedado atascadas en el cabezal
del chigre entre la polea y la cabeza del pescante. El contramaestre subió a la tapa de
escotilla, anduvo por el borde, agarró y tiró de la pala tratando de soltar el grillete del
cabezal del pescante, pero no pudo soltarlo. Volvió a tirar de la pala, y al hacerlo, el
pescante se movió. Al moverse el pescante, el contramaestre perdió el equilibrio y se cayó a
la bodega. Murió a consecuencia de las heridas resultantes.
¿Por qué ocurrió?
No se expidió un permiso de trabajo en altura antes de que el contramaestre subiera a la
tapa de escotilla, y no se tomaron las medidas de precaución que este permiso habría
exigido.
A bordo, no se había desarrollado de manera plena y eficaz una cultura de seguridad, lo
cual se refleja en que la tripulación no aprovechó la ocasión para mejorar la seguridad en el
futuro encontrando una solución técnica a un problema conocido (bloqueo del cable de
carga del pescante portátil), y el contramaestre no tuvo en cuenta las prescripciones del
sistema de gestión de la seguridad relativas a los trabajos en altura, y subió a la tapa de
escotilla de una bodega de carga abierta.
Lecciones extraídas
Conviene tomar nota de pequeños problemas y encontrar soluciones seguras. En este caso,
el cable de carga del pescante portátil se bloqueaba en el cabezal del pescante cuando la
pala se izaba en exceso. La situación podría haberse mejorado o evitado si se hubiera
puesto una marca en el cable para indicar al operador del chigre cuándo debía parar de
izar, o si se hubiera instalado un tope en el cable de carga para evitar que se bloqueara en
la cabeza del pescante. Los tripulantes no deberían trabajar nunca en altura sin que se
hayan implantado los procedimientos de seguridad apropiados.
¿Quién puede beneficiarse?
La gente de mar.
2
INCENDIO
Siniestro muy grave: incendio a bordo de un buque de pasaje de transbordo rodado
¿Qué ocurrió?
Un buque de pasaje de transbordo rodado de arqueo bruto igual a 20 000,
con 203 pasajeros y 32 tripulantes que transportaba unidades a plena carga efectuaba un
viaje que normalmente lleva unas 20 horas. Unas dos horas después de zarpar y justo unos
minutos antes de la medianoche, se declaró un incendio en una de las unidades de carga
en la cubierta para vehículos. El sistema de aspersión operado manualmente se activó
desde el puente, pero no proporcionó en absoluto agua. A continuación se intentó
arrancarlo desde la cámara de máquinas, pero también sin éxito. El incendio se propagó
con rapidez. Las operaciones de lucha contra incendio resultaban difíciles debido al denso
humo, y a los 11 minutos de darse la primera alarma el capitán ordenó evacuar el buque.
Aunque todos los pasajeros y tripulantes pudieron evacuarse de forma segura, 23 personas
sufrieron lesiones, la mayoría debidas a la inhalación de humo.
¿Por qué ocurrió?
La tripulación no pudo arrancar el sistema de aspersión de la cubierta para vehículos. Al no
poder arrancar la bomba del sistema de aspersión a distancia, ni desde el puente ni desde
la cámara de máquinas, probablemente debido a que un conmutador situado al lado de la
bomba de rociadores, que controlaba la válvula de descarga de la bomba de aspersión, se
había dejado en posición "manual".
Según se desprende del registrador de datos de la travesía, una puerta contraincendios de
cierre automático que protegía un tronco de escalera de la cubierta para vehículos
permaneció abierta durante el incendio, permitiendo que el humo y las llamas llegaran a
espacios de alojamiento y espacios públicos. La puerta contraincendios disponía de un
mecanismo de cierre automático, pero no resultó posible determinar si este mecanismo
estaba funcionando correctamente en el momento del incendio.
Cuando se activó el sistema de rociadores de los espacios de alojamiento, se rompió una
junta de una tubería, lo que ocasionó una entrada de agua sin controlar en la cámara de
máquinas. El maquinista de guardia, preocupado ante la posibilidad de que las máquinas
sufrieran daños por el agua y/o se inundaran compartimientos de máquinas, se trasladó
rápidamente a la cámara de rociadores, situada a cierta distancia de la cámara de máquinas
principal, para parar la bomba de los rociadores. Al actuar de este modo no pudo ocuparse
de otras cuestiones apremiantes, tales como el hecho de que el sistema de aspersión de la
cubierta para vehículos no estuviera funcionando. Se desconocen los motivos por los cuales
no se intentó abrir una válvula de transferencia que habría permitido que las bombas
contraincendios del buque alimentaran el sistema de aspersión. Esta válvula estaba situada
en la cámara de rociadores.
Lecciones extraídas
Quizás debido a su preocupación con ocuparse con rapidez de los problemas tanto del
sistema de aspersión como del sistema de rociadores, el maquinista de guardia no informó
al puesto de mando de la fuga del sistema de rociadores, de modo que perdió la ocasión de
pedir ayuda para poderse ocuparse con eficacia de ambos problemas. Esto pone de relieve
la necesidad de que las comunicaciones sean buenas en todo momento.
El funcionamiento concreto de los sistemas de aspersión varía según la instalación. Es
esencial que los miembros de la tripulación que estén encargados de la utilización de los
sistemas estén familiarizados con todos los métodos de funcionamiento, incluidas las
posiciones necesarias de las válvulas y la secuencia de las medidas a adoptar. Para
contribuir a ello conviene:
–
colocar diagramas esquemáticos claros y sencillos en todos los puestos
de mando, teniendo en cuenta que los operadores pueden no compartir el
mismo idioma materno;
–
marcar claramente las válvulas e interruptores, quizás con la ayuda de un
sistema normalizado de colores;
–
impartir formación de familiarización para nuevos tripulantes; y
–
realizar ejercicios periódicos y realistas.
Es necesario tener presentes las limitaciones de los sistemas de aspersión. Es importante
utilizarlos con prontitud para tener posibilidades de contener un incendio.
Por lo que respecta al fallo del acoplamiento del sistema de rociadores y a la puerta
contraincendios que quedó abierta, no se conocen los motivos de estos fallos, pero ponen
de relieve la necesidad de notificar de forma inmediata cualquier error de funcionamiento del
equipo para poder realizar trabajos de mantenimiento y reparación.
Cuando el incendio se propaga con rapidez por los espacios públicos y de alojamiento es
esencial mantener buenas comunicaciones entre la tripulación y los pasajeros. Puede
contribuir a ello:
–
que los tripulantes lleven puestos chalecos reflectantes de seguridad que
permitan reconocerlos fácilmente como punto de contacto para los
pasajeros;
–
que se hagan anuncios de emergencia por megafonía en varios idiomas
para garantizar que el máximo número de pasajeros posible entienda la
información.
¿Quién puede beneficiarse?
La gente de mar, los operadores y gestores de buques de pasaje y buques de transbordo
rodado, y las Administraciones.
3
INCENDIO
Siniestro muy grave: explosión en un espacio de máquinas
¿Qué ocurrió?
Un buque de arqueo bruto de 2 500 estaba propulsado por un motor diésel de 1 470 kw.
Algunas horas después de que el buque zarpara, se detectó una fuga de aire de un
regulador de aire defectuoso en el conducto de alimentación de aire del motor principal. Se
detuvo el buque para poder sustituir el regulador defectuoso por un recambio.
Mientras se estaba efectuando la reparación se detuvieron los dos generadores diésel que
estaban funcionando. Al intentar volver a arrancarlos se agotó todo el aire del motor de
arranque. Se intentó arrancar uno de los generadores utilizando el oxígeno de la botella de
un equipo de soldadura conectado a uno de los cilindros del motor. Se produjo una
explosión, que causó lesiones graves al jefe de máquinas y a un engrasador.
¿Por qué ocurrió?
No se diagnosticó el motivo de que se detuvieran los motores y no se rectificó antes de
volver a arrancarlos. Por ello, se desperdició el aire de arranque.
La energía desprendida por la ignición del combustible inyectado en una atmósfera rica en
oxígeno era muy superior a la prevista en el proyecto del motor.
El personal presente durante la preparación para utilizar oxígeno a fin de arrancar el motor
era consciente de los peligros, pero no se opuso a la decisión de utilizar oxígeno.
Lecciones extraídas
No utilizar nunca oxígeno a presión para arrancar un motor de combustión.
Diagnosticar las causas subyacentes a fallos del equipo antes de intentar volver a arrancar
la unidad.
Promover una cultura en la compañía, tanto en tierra como a bordo, que fomente que se
hagan preguntas justificadas cuando el personal de rango superior toma decisiones de
riesgo.
¿Quién puede beneficiarse?
La gente de mar.
4
INUNDACIÓN Y HUNDIMIENTO
Siniestro muy grave: inundación
general/portacontenedores
y
hundimiento
de
un
buque
de
carga
¿Qué ocurrió?
De madrugada, mientras estaba navegando un pequeño buque portacontenedores, sonó la
alarma de sentinas de la cámara de máquinas. La cámara de máquinas contaba con
dotación y el maquinista de guardia observó que estaba subiendo el nivel del agua por
debajo de las planchas del fondo. Llamó al capitán y al jefe de máquinas. Cuando llegaron
ambos a la cámara de máquinas, el agua había empezado a sumergir las planchas del
fondo.
No se arrancaron bombas para tratar de bombear el agua. No se tomaron otras medidas
para reducir la inundación ni el nivel de agua. No se determinó la fuente de la que procedía
la inundación.
Se abandonó la cámara de máquinas media hora después de descubrir la entrada de agua,
pero no se tomaron medidas para garantizar que las puertas estancas que llevaban a los
pasillos a babor y estribor conectados a la cámara de máquinas estaban totalmente
cerradas y sujetas de forma segura.
El capitán ordenó abandonar el buque alrededor de 45 minutos después de detectarse la
inundación. El bote salvavidas de caída libre se lanzó aproximadamente 35 minutos
después, con toda la tripulación a bordo (a las 03 20 h). Hubo problemas con el motor del
bote salvavidas, que falló al cabo de 5 minutos debido a que el filtro del combustible estaba
bloqueado. Toda la tripulación sufrió mareos en el bote salvavidas.
El capitán volvió a subir al buque desde el bote salvavidas aproximadamente a las 8 30 h y
estableció comunicaciones con la oficina central. A esta hora, la cubierta principal enfrente
de los espacios de alojamiento estaba llena de agua, aunque el generador de emergencia
seguía funcionando.
Otro buque rescató poco antes del mediodía a toda la tripulación. Aunque el buque todavía
estaba a flote a las 17 00 h, terminó hundiéndose.
¿Por qué ocurrió?
El maquinista de guardia no tomó medidas inmediatas para reducir los efectos de la
inundación, por ejemplo, abrir las válvulas de emergencia para absorber las sentinas y
arrancar la bomba de lastre (se ha calculado que la velocidad de entrada de agua era
aproximadamente la misma que la capacidad de la bomba de lastre).
Al llegar a la cámara de máquinas, ni el capitán ni el jefe de máquinas ordenaron que se
tomara ninguna medida para reducir la inundación.
Las puertas estancas que llevaban de la cámara de máquinas a los pasillos situados a
babor y estribor no estaban adecuadamente cerradas. El buque tenía suficiente estabilidad
para permanecer a flote si se hubieran cerrado estas puertas estancas.
Lecciones extraídas
En este caso, la decisión de abandonar el buque se reveló prematura. Aunque la seguridad
de la vida humana ha de ser la máxima prioridad, el abandono del buque debería ser la
última opción, ya que conlleva sus propios peligros y hace que las personas necesarias
para ayudar a salvar el buque no estén presentes.
Es importante que todos los buques dispongan de planes para contingencias en caso de
inundación de distintos compartimientos y que la tripulación haya recibido ejercicios para
familiarizarse con estos planes.
Todos los maquinistas deberían poder tomar medidas iniciales correctivas para luchar
contra una inundación en la cámara de máquinas abriendo las válvulas correctas y
arrancando inmediatamente las bombas.
La importancia de cerrar puertas estancas en situaciones de emergencia debería estar clara
para todo el personal de a bordo.
Es necesario que, cuando se sometan a prueba los botes salvavidas, se hagan funcionar
durante un periodo prolongado los motores, y no sólo se arranquen una vez por semana
algunos minutos. Esto es necesario para detectar problemas tales como desechos en los
tanques y conductos de combustible.
¿Quién puede beneficiarse?
La gente de mar.
5
ABORDAJE
Siniestro muy grave: abordaje entre un quimiquero y un buque de carga
¿Qué ocurrió?
Un buque quimiquero de arqueo bruto de 11 100 que navegaba en dirección norte
(rumbo 322º) sufrió un abordaje con un buque de carga general de arqueo bruto igual
a 2 250 que navegaba hacia el sur (rumbo 162º) frente a la costa en condiciones de buena
visibilidad. Inicialmente, los dos buques deberían haberse cruzado a suficiente distancia,
pasando primero el quimiquero, antes que el buque de carga, pero cuando los buques
estaban a una distancia de 0,8 millas marinas, el quimiquero cambió en el último momento
de rumbo de manera pronunciada hacia estribor, en dirección al buque de carga.
A continuación, el buque de carga, que transportaba chatarra de hierro, cambió el rumbo a
babor, para distanciarse del quimiquero, pero esto no fue suficiente para evitar el abordaje.
El quimiquero chocó contra el buque de carga en la sección central, abriendo una brecha. El
quimiquero dio atrás toda y se alejó del buque de carga.
El buque de carga, que tenía brechas en ambas bodegas, se hundió al cabo de escasos
minutos. Cinco miembros de la tripulación de diez personas del buque de carga murieron.
¿Por qué ocurrió?
Ambos buques incumplieron el Reglamento internacional para prevenir los abordajes en el
mar, ninguno de los buques cambió el rumbo con tiempo y de forma clara, y no se tuvo en
cuenta el riesgo de abordaje.
Cambio de rumbo incorrecto del quimiquero cuando estaba excesivamente cerca de otro
buque.
Ambos buques seguían avante toda en el momento del abordaje.
El quimiquero se alejó del buque de carga que había sufrido una brecha, con lo cual éste se
inundó.
Había indicios de fatiga en ambos oficiales encargados de la guardia, que estaban
acabando sus turnos de guardia de seis horas.
Lecciones extraídas
La importancia de:
–
un buen servicio de vigía, que esté atento y cumpla el Reglamento de
abordajes;
–
garantizar que los oficiales encargados de la guardia estén descansados y
alerta;
–
tomar medidas correctivas una vez que es inevitable el abordaje (parada
del motor, dar marcha atrás); y
–
no alejarse del otro buque una vez que se ha producido el abordaje.
¿Quién puede beneficiarse?
La gente de mar.
6
MUERTE
Siniestro muy grave: muerte de un tripulante como resultado de una enfermedad
infecciosa
¿Qué ocurrió?
Tras zarpar del puerto, un tripulante informó al primer oficial de que tenía dolor de cabeza y
escalofríos. Creyendo que el tripulante tenía un resfriado, el primer oficial le dio
medicamentos contra los resfriados, aunque el capitán era el oficial designado para
administrar cuidados médicos. Al día siguiente, le dieron al tripulante analgésicos para
dolores musculares. El tripulante siguió trabajando con normalidad durante los próximos tres
días hasta que, mientras trabajaba en cubierta por la mañana, se le envió a su camarote
para descansar. El tripulante llegó a tener fiebres de 42 ºC, y el primer oficial llamó al Centro
internacional radiomédico. Se llevaron a cabo pruebas de malaria, que dieron un resultado
positivo para el tipo maligno de malaria Plasmodium falciparum. Se dieron pastillas
Malarone al tripulante, pero las vomitó repetidamente. El buque cambió de rumbo y
aumentó su velocidad para tratar de llegar a un lugar en el que fuera posible evacuarlo por
helicóptero.
Durante el día, el buque siguió enviando observaciones sobre el estado del tripulante y
recibiendo instrucciones del Centro radiomédico. No obstante, al final de la tarde el
tripulante murió.
¿Por qué ocurrió?
Lo más probable es que el tripulante contrajera la infección vírica durante la estancia en puerto.
Los medicamentos de a bordo no estaban gestionados correctamente por tripulantes
cualificados. Los procedimientos seguidos a bordo del buque no garantizaban que sólo el
oficial designado para administrar cuidados médicos diera medicamentos a los tripulantes.
Debido a que el puerto estaba situado en una zona sin riesgo o con bajo riesgo de malaria,
el propietario del buque y el equipo de gestión a bordo consideraron innecesario preparar
una evaluación de riesgos, y no se hizo una evaluación de riesgos basada en las
condiciones locales.
Lecciones extraídas
La importancia de garantizar que todos los tripulantes sepan qué enfermedades puede
haber en puerto, cómo minimizar el riesgo de contraerlas y cuáles son sus síntomas.
La importancia de notificar al oficial designado para administrar cuidados médicos todo
síntoma detectado por los tripulantes lo antes posible.
Existen medicamentos contra la malaria que pueden administrarse por vía intravenosa
(disponibles en hospitales), lo cual habría podido garantizar que la medicina administrada
fuera eficaz y no se rechazara.
¿Quién puede beneficiarse?
La gente de mar y los propietarios y operadores de buques.
7
MUERTE
Siniestro muy grave: hombre por la borda al sujetar la escala de transbordo del
práctico
¿Qué ocurrió?
Durante la travesía, el primer oficial de un buque portacontenedores de arqueo bruto igual
a 12 000 comunicó al contramaestre y a los marineros que, debido a condiciones
meteorológicas adversas, el permiso de trabajo/instrucción permanente del día anterior de
que nadie podía trabajar fuera de los espacios de alojamiento sin permiso del capitán o el
primer oficial seguía vigente.
Cuando cambió la guardia, el contramaestre dio instrucciones tanto al marinero de relevo
como al marinero que terminaba la guardia de seguirlo a la cubierta de proa para fijar las
escalas de transbordo del práctico. El marinero que empezaba su turno no conocía las
órdenes del primer oficial, ya que el marinero que la acababa no le había dado instrucciones
para relevarlo, y siguió al contramaestre fuera de los espacios de alojamiento. Aunque
conocía la existencia de la instrucción permanente/permiso de trabajo, el marinero que
acababa la guardia no se atrevió a desobedecer la orden del contramaestre.
Tras fijar la escala de la banda de estribor, atravesaron a la banda de babor, a barlovento,
para fijar la escala que estaba en dicha banda. Mientras los dos marineros estaban
trabajando en ello, el contramaestre iba andando hacia los espacios de alojamiento situados
por la banda de babor cuando una ola lo arrastró por encima de la borda.
Inmediatamente después del accidente, se iniciaron maniobras de rescate por parte del
buque, los buques que estaban al paso y el centro coordinador de salvamento, pero no se
encontró al contramaestre.
¿Por qué ocurrió?
El contramaestre no siguió las instrucciones del primer oficial que prohibían el trabajo fuera
de los espacios de alojamiento. El contramaestre no consultó ni al capitán ni al primer oficial
para obtener un permiso de trabajo antes de iniciar su trabajo en la cubierta de proa.
El marinero que acababa su guardia no transmitió las instrucciones del primer oficial al que
lo relevaba, por lo que éste no estaba inquieto ante el trabajo en la cubierta de proa y
aceptó la orden del contramaestre.
El contramaestre fue a la cubierta de proa preocupado porque las escalas para el
transbordo de prácticos estuvieran correctamente sujetas.
Lecciones extraídas
Deberían seguirse las instrucciones del primer oficial a la tripulación sobre el trabajo diario
en condiciones meteorológicas adversas, y las instrucciones permanentes/permisos de
trabajo deberían estar firmadas por el capitán o primer oficial antes de iniciar el trabajo.
Debería alentarse a la tripulación a cuestionar las decisiones de sus superiores si tiene
dudas o inquietudes en materia de seguridad.
Deberían colocarse avisos de seguridad en las puertas de los espacios de alojamiento que
lleven a los pasillos exteriores cuando esté prohibido trabajar en cubierta.
Cuando estén previstas condiciones meteorológicas adversas, las escalas utilizadas para el
transbordo de prácticos y otros objetos móviles en cubierta deberían fijarse antes de zarpar.
¿Quién puede beneficiarse?
La gente de mar y los propietarios y operadores de buques.
8
MUERTE
Siniestro muy grave: trabajador atrapado en el equipo de descarga
¿Qué ocurrió?
Un granelero de arqueo bruto igual a 20 000 estaba amarrado en el muelle y
desembarcando la carga. Alrededor de la media noche, se apostó un mozo en el túnel de la
cinta de carga del buque para supervisarla. Iba equipado con un walkie-talkie para
comunicarse.
Al hacer una ronda habitual del sistema de carga, el primer oficial encontró al mozo
atrapado entre el rollo y la cinta de carga que seguía en funcionamiento. El primer oficial
activó de inmediato la parada de emergencia de la cinta de carga, dio la alarma y solicitó
asistencia. El mozo ya había muerto a consecuencia de sus lesiones.
¿Por qué ocurrió?
Aunque se celebraban reuniones de seguridad mensuales, el primer oficial y los marineros
encargados de la guardia no comunicaron al supervisor los riesgos a que estaría expuesto
antes de iniciar su trabajo en el túnel. Además, no había instrucciones específicas de carga
y descarga en los túneles de la cinta de carga. El mozo puede que ni fuera consciente del
riesgo ni hubiera sabido reaccionar al detectar una irregularidad en el túnel.
Al no haberse efectuado un análisis de los riesgos en el lugar de trabajo después de que la
compañía instalara barandillas, las medidas adoptadas eran insuficientes para evitar que el
mozo quedara atrapado en la cinta de carga en funcionamiento y para reducir los daños
causados por el accidente. Por consiguiente, el mozo quedó atrapado y no pudo parar la
cinta de carga, que siguió funcionando
Lecciones extraídas
Para garantizar que la gente de mar pueda trabajar en un entorno sin riesgos, es esencial
que las compañías lleven a cabo un ejercicio de determinación y evaluación de los riesgos y
que se adopten las medidas de control pertinentes.
Deberían elaborase instrucciones de trabajo y procedimientos normalizados de
funcionamiento que reflejen la evaluación de los riesgos y las medidas de control, y la gente
de mar podría estar debidamente familiarizada con ellos.
Antes de iniciar las tareas, es importante asegurarse de que se comunican a los oficiales y a
la tripulación los aspectos de seguridad.
Los mandos de parada de emergencia deberían colocarse de manera que el hombre de mar
pueda llegar a ellos de inmediato desde su puesto de trabajo.
¿Quién puede beneficiarse?
La gente de mar, propietarios de la carga, propietarios y operadores de buques.
9
CHOQUE
Siniestro grave: choque con un muelle a la orilla de un río
¿Por qué ocurrió?
Un buque portacontenedores de arqueo bruto aproximado de 18 000 abandonó el muelle en
un río con un remolque y se dirigió hacia la orilla sur del río. Cuando la proa del buque entró
en la corriente mareal principal, la proa viró de improviso hacía estribor, a pesar de que el
práctico había girado el timón hacia babor. A continuación, el práctico giró el timón toda a
babor, pero la proa siguió inclinándose hacia estribor. El capitán y el práctico acordaron
detener la maniobra y dieron atrás toda. El práctico ordenó también al remolcador que
volviera inmediatamente para ayudar al buque, pero el buque chocó con un muelle situado
al otro lado del río. El muelle sufrió daños superficiales, pero el buque sufrió daños de
consideración en la proa y una brecha en el tanque del pique de proa. No se ocasionó
contaminación y no hubo ningún herido.
¿Por qué ocurrió?
El efecto de la corriente mareal sobre la proa desde babor, unido al viento y la corriente de
agua hacia el exterior creó una contracorriente desde el muelle que actuó sobre la aleta de
estribor, lo cual fue suficiente para neutralizar el efecto del giro a babor que se había dado
desde el timón.
El margen de error para ejecutar correctamente la maniobra deseada era escaso, y el
práctico no había girado el timón a babor por descuido hasta después de que la proa del
buque hubiera entrado en la corriente mareal. Aunque dio atrás toda, la distancia de parada
del buque excedía el espacio disponible a proa.
El piloto tenía como costumbre habitual soltar el remolque una vez que el buque salía del
muelle y estaba gobernando el timón. Dada su experiencia, no consideró necesario retener
el remolque para un buque de este tamaño. La autoridad portuaria se basa en el juicio del
práctico para determinar hasta qué punto es necesario asistencia con remolcadores.
El práctico había ejecutado la misma maniobra en condiciones mareales similares en varias
ocasiones sin que se produjera ningún suceso. La información intercambiada entre el
capitán y el práctico era limitada, debido a las condiciones y al hecho de que el buque
estaba listo. Tanto el capitán como el práctico consideraban que la maniobra efectuada al
zarpar era una operación rutinaria que no exigía un examen o explicación más detallada.
En el pasado se habían producido accidentes similares, pero la autoridad portuaria no
disponía de medios para garantizar que las lecciones extraídas se hubieran comunicado
con eficacia a todos sus prácticos.
Lecciones extraídas
Es esencial que los capitanes y prácticos intercambien información sobre los peligros a que
pueden enfrentarse y las medidas de control que hay que adoptar antes de iniciar la
navegación.
Debería llevarse a cabo adecuadamente un ejercicio de determinación de riesgos y
evaluación de los riesgos de los efectos de las corrientes mareales en las maniobras de los
buques.
Debería habilitarse un procedimiento para que el buque utilice un remolcador cuando se
prevé una fuerte corriente mareal.
Deberían habilitarse medios eficaces para comunicar las lecciones extraídas a los prácticos.
Debería fomentarse la comunicación entre los prácticos y el equipo del puente para que los
prácticos puedan tomar las mejores decisiones.
¿Quién puede beneficiarse?
La gente de mar, los prácticos y las autoridades portuarias.
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