Gestión migratoria: El caso Brasileño Eduardo L.G. Rios-Neto CNPD Abril 6, 2005 Banco Interamericano de Desarrollo Gestión Migratoria: El Caso Brasileño Eduardo L.G. Rios-Neto1 Esta investigación repasa algunos datos básicos concernientes a la inmigración y emigración brasileña, mismos que son trasladados a políticas y aspectos legales que atañen al manejo de la migración en este país. Es en este contexto que son dirigidos los aspectos temáticos para el seminario. Datos Breves La experiencia histórica brasileña sobre migración es la que caracteriza a la típica nación receptora. La inmigración de italianos entre finales del siglo diecinueve y principios del siglo veinte, incluyó a más de 800,000 inmigrantes. Por su parte, el flujo de japoneses al país fue de alrededor de 200,000 inmigrantes hacia la primera mitad del siglo veinte. En términos demográficos, el flujo migratorio neto entre el periodo de la postguerra y la década del setenta, fue cercano a cero; por lo anterior, es que se considera que Brasil posee una población monolítica. Durante los años ochenta, Brasil experimentó por primera vez un flujo migratorio neto negativo, lo que significaba que el país presentaba un gran flujo emigratorio. Es difícil estimar los flujos de inmigración y emigración de Brasil, principalmente debido a la limitación estadística. Utilizando información proveniente del Censo Demográfico Brasileño de 1991 y de técnicas demográficas indirectas, Carvalho (1996) estimó que el flujo migratorio neto de personas de 5 años o mayores fue negativo, siendo de alrededor de 972,740 (Carvalho et.al, 2001). Más de la mitad de este flujo (508,507) fue originado en los estados del sureste de Brasil. El promedio por género de los migrantes es bastante elevado (1.68), lo que significa que se observan 168 migrantes de sexo masculino por cada 100 migrantes de sexo femenino. Carvalho (2004) indicó que dicho flujo migratorio neto no podía ser calculado para el periodo 1995-2000 ya que se sobreestimaría el flujo migratorio neto negativo, debido a un gran progreso en la cobertura censal entre aquellos dos censos. Utilizando información de consulados brasileños en el extranjero, publicada por el Ministerio Brasileño de Relaciones Exteriores, Azevedo (2004) reportó alrededor de 1.5 millones de brasileños radicados en el extranjero en 1997 y alrededor de 2 millones en 2002. Esta investigación indica que los países que más reciben brasileños son: Estados Unidos de América (750 mil), Paraguay (350 mil), Japón (250 mil), Portugal (65 mil), Italia (65 mil) y Suiza (45 mil). Goza (2004) cuenta a 247,020 brasileños en el Censo de Población de Estados Unidos del 2000. Comparando esta información con la del Consulado brasileño, ésta indica que el censo estadounidense no contabiliza a los migrantes ilegales. Datos oficiales del Ministerio de Justicia de Japón, reportan a 268,332 brasileños residentes en ese país en 2002 (Miike, 2004). La cifra anterior es mucho más cercana a la información brasileña, lo cual señala la ausencia de migración ilegal a Japón. 1 Presidente de la CNPD ,Comisión Nacional Brasileña de Población y Desarrollo. Profesor de tiempo completo en el Departamento de Demografía CEDEPLAR-Universidad Federal de Minas Gerais. Los censos demográficos brasileños proveen una fuente más confiable de información sobre la inmigración a Brasil. Basado en censos demográficos de 1991 y 2000, Carvalho (2004) contabiliza 66,217 y 143,644 inmigrantes en los periodos 1986-1991 y 1995-2001 respectivamente. Los brasileños inmigrantes (los que migran para regresar a su país de origen) representan el 47% del total del flujo inmigratorio del primer periodo, creciendo hasta el 61% del mismo flujo en el segundo periodo. Los inmigrantes extranjeros correspondieron al 48% del flujo inmigratorio total en el primer periodo, declinando hasta un 34% en el segundo periodo. La proporción restante del flujo inmigratorio es poco exacta, en lo que respecta a extranjeros naturalizados. La información anterior indica que el número creciente de inmigrantes en el periodo, es en gran parte debido al flujo en aumento de brasileños como migrantes de retorno. Los datos presentados en el cuadro número 1 indican un incremento en el flujo de inmigrantes, provenientes de casi todas partes. Sin embargo, sólo Paraguay y Japón presentan un incremento en la parte relacionada al flujo de inmigrantes. Es de llamar la atención el crecimiento en el flujo de inmigración proveniente de Japón entre 1986-1991 y 1995-2000. Casi el 90% de estos inmigrantes son brasileños (dekasseguis) que regresan a Brasil. 1986/1991 1995/2000 RESIDENCIA PREVIA N % N Europa 15203 23.0 27307 Paraguay 10726 16.2 35446 Argentina 5535 8.4 7797 Otros países de Am.Lat. 14698 22.2 24323 E.U.A 9199 13.9 16695 Japón 1827 2.8 19692 Otros países de Am.Lat. 8500 12.8 11872 No se sabe 529 0.8 511 TOTAL 66217 100.0 143643 Fuente: Carvalho, 2004. Censo Demográfico Brasileño-IBGE % 19.0 24.7 5.4 16.9 11.6 13.7 8.3 0.4 100.0 Gestión Migratoria: La percepción de los gobiernos La División de Población de las Naciones Unidas condujo la Novena Consulta de las Naciones Unidas entre Gobiernos sobre Población y Desarrollo. El propósito de esta consulta es de ayudar a los gobiernos en la instrumentación de políticas poblacionales y de proveer acceso al reporte quinquenal y a la evaluación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (ICPD, por sus siglas en inglés) llevada a cabo en 1994, en el Cairo. La sección sexta de la consulta trata la inmigración internacional. El reporte de las Naciones Unidas sobre Políticas Mundiales de Población, 2003 indica substanciales cambios en la percepción de los gobiernos sobre las tendencias migratorias. La proporción de los gobiernos que considera de gran importancia el tema migratorio para 1976 era del 7%. Hacia 1986 fue del 20% y en 2003 del 21%. El reporte indica que gobiernos en África, Asia, América Latina y el Caribe disminuyeron sus preocupaciones respecto a la alta emigración, un hecho que quizás esté asociado con el reconocimiento de la importancia que tienen las remesas en los países donde son éstas enviadas. Basado en evaluaciones de las Naciones Unidas, a continuación se presenta la evolución de los cambios de percepción por parte del gobierno Brasileño en lo que respecta a las tendencias migratorias. ¿Cómo es la opinión del Gobierno respecto al nivel de inmigración hacia el país? 1976 Satisfactoria. 1986 Satisfactoria. 1996 Satisfactoria. 2003 Satisfactoria. ¿ Cómo es la política del Gobierno hacia la inmigración? 1976 Sostenida. 1986 Sostenida. 1996 Sostenida. 2003 Sostenida. Para la inmigración con carácter definitivo, favor de indicar la política actual del Gobierno. 1976 -1986 -1996 Sostenida. 2003 Sostenida. Para la entrada de trabajadores migrantes, favor de indicar la política actual del Gobierno. 1976 -1986 -1996 Sostenida. 2003 Sostenida. ¿Tiene el Gobierno una o varias políticas para integrar o asimilar extranjeros que actualmente residen en el país? 1976 -1986 -1996 No. 2003 Sí. ¿ Cómo es la visión del Gobierno respecto al nivel de emigración del país? 1976 Satisfactoria. 1986 Satisfactoria. 1996 Muy alta. 2003 Satisfactoria. ¿Cómo es la política del Gobierno hacia la emigración? 1976 Sostenida. 1986 Sostenida. 1996 SIN OPIN. 2003 SIN OPIN. ¿Tiene el Gobierno una política para alentar el retorno de ciudadanos que emigraron? 1976 No. 1986 -1996 No. 2003 Sí. Las percepciones del gobierno Brasileño sobre inmigración y emigración, expuestas arriba, indican que los temas migratorios no figuran entre las mayores preocupaciones dentro de las políticas gubernamentales, excepto en lo que respecta a la creciente toma de conciencia sobre la integración de inmigrantes extranjeros en la sociedad Brasileña. Las preocupaciones relativas a temas migratorios presentaron más variación en 1996 y 2003. En los años noventa, la emigración fue una preocupación relevante y en 2003, el gobierno Brasileño vio en la inmigración de retorno algo positivo. Esta visión positiva sobre la inmigración de retorno coincide con los breves datos expuestos anteriormente, reflejando una creciente proporción de nacionales en el flujo inmigratorio. Gestión Migratoria: Legislación La reglamentación del gobierno Brasileño sobre inmigración extranjera está basada en la Ley 6,815 de 1980. El Decreto de Ley 86,715 de 1981 reglamenta la ley sobre inmigración extranjera antes mencionada. Esta legislación creó también el Consejo Nacional de Inmigración. La Ley define todos los tipos de visas que un extranjero puede obtener para entrar al país: tránsito, turista, temporal, permanente, de cortesía, oficial y diplomática. El Ministerio del Trabajo y el Empleo es el responsable de la emisión de permisos de trabajo, y es quien se encarga de controlar estos tipos de permisos. El Consejo Nacional de Inmigración opera al interior del Ministerio del Trabajo y el Empleo. Por su parte, el Ministerio de Justicia es el responsable de controlar el ingreso al país, de emitir refrendos de visa y de las transformaciones de éstas. El Ministerio de Relaciones Exteriores es el responsable de la emisión de visas de entrada. Ribeiro Filho y Takada (2004) hicieron una revisión de las reglamentaciones más recientes bajo la Ley 6,815 en lo que respecta a los permisos de trabajo (o visas). La visa temporal con contrato de trabajo determina la inclusión del salario del inmigrante dentro de la nómina de la empresa contratante. La visa es válida por dos años y puede ser solamente extendida una vez o bien, transformada en visa permanente. El régimen laboral es de una duración predeterminada la cual no puede exceder dos años. Los miembros de familia dependientes no tienen permitido trabajar durante la estancia. Aquellos inmigrantes con al menos título universitario, tienen que presentar una experiencia laboral en el puesto para el que fue contratado de por lo menos dos años. Los inmigrantes sin título universitario, deben presentar una experiencia laboral de tres años en la ocupación para la que es contratado. El contrato de trabajo el inmigrante tiene que ser firmado exclusivamente con la empresa que requirió dicho permiso de trabajo. De tal forma que, es la empresa misma quien tiene que autorizar una eventual transferencia a otra compañía. La visa temporal sin contrato de trabajo, está destinada a aquellos inmigrantes que otorgarán asistencia técnica (hasta por dos años) y cooperación técnica hasta por un año). La visa puede ser extendida una vez. Una visa de urgencia por noventa días (no susceptible de ser refrendada) puede ser emitida para trabajos urgentes, la documentación requerida es mínima. La visa de urgencia puede ser emitida para la misma persona, únicamente, 180 días después del vencimiento de la anterior visa. Existen también las visas de emergencia con una validez de 30 días (la que tampoco puede ser refrendada). Se concede sólo en el caso de riesgo sobre la vida, el medio ambiente o el equipo de trabajo. La visa de emergencia puede ser emitida para la misma persona solamente 90 días después del vencimiento de la anterior visa. La visa permanente para representantes legales (directores ejecutivos, directores y gerentes) de empresas multinacionales y comerciales, requiere de una inversión de al menos 200,000 USD por cada uno de los representantes registrados en el Banco Central. En caso contrario, se exige un incremento en el capital social de la empresa a fin de generar nuevos empleos. La visa es válida por cinco años y los familiares dependientes tienen permitido trabajar. El Cuadro 2 retrata la evolución de las autorizaciones de entrada según los tipos de visa. Se muestra que una proporción considerable de la inmigración legal brasileña está conformada por varios tipos de visas temporales. El Cuadro 3 muestra las autorizaciones de entrada según el país de origen. En una comparación del Cuadro 3 con el Cuadro 1, se revela la ausencia de importantes países de América Latina en el Cuadro 3. Este descubrimiento sugiere que el proceso inmigratorio en Brasil acarrea un importante componente de migración ilegal. CUADRO 2 Autorizaciones de entrada, según el tipo de visa- Brasil TIPO DE VISA Permanente para Gerentes Temporal con contrato de trabajo Temporal para asistente técnico (2 años) Temporal para asistente técnico (90 días) 1994 1995 1998 1999 2000 2001 2002 795 702 1288 1434 895 846 496 1448 2064 2709 3852 4297 2266 2356 2733 2267 1531 1495 1910 1181 1344 906 1411 1805 2368 2645 919 1212 4373 2079 3461 7871 7849 7301 6140 6126 4951 6034 7709 6847 3930 367 494 1996 1997 614 Petrolera Otras TOTAL Fuente: Ribeiro Filho y Takada, 2004 basado en el Ministerio del Trabajo y el Empleo. 478 835 3788 5303 869 925 2003 5373 6916 14110 13377 19500 21554 21118 17389 CUADRO 3 Autorizaciones de entrada según el país de origen PAISES E.U.A Filipinas Gran Bretaña Francia Argentina Noruega Polonia Italia Alemania Japón España India Portugal China Canadá Colombia Holanda Rusia Otros TOTAL Brasil 2003 N 2463 763 722 839 802 757 402 779 1003 700 641 432 296 273 410 302 357 221 5227 17389 % 14.2 4.4 4.2 4.8 4.6 4.4 2.3 4.5 5.8 4.0 3.7 2.5 1.7 1.6 2.4 1.7 2.1 1.3 30.1 100.0 Fuente: Ribeiro Filho y Takada, 2004 basedo en el Mnisterio del Trabajo y el Empleo. Otra importante reglamentación relativa a la inmigración es la “ley de refugiados”, la cual pone en práctica el estatuto de refugio escrito originalmente en 1951 y ratificado por la Ley 9,474 de 1997. Esta Ley aplica a todos los extranjeros cuyas vidas y derechos están amenazados debido a su raza, sexo, religión, nacionalidad, etc. La adjudicación del carácter de refugiado a los extranjeros, implica tener acceso a todos los derechos del inmigrante previstos en la ley correspondiente. Los familiares del refugiado gozarán de los mismos beneficios del refugiado (cónyuges, hijos y padres). El Instituto de Migración y Derechos Humanos (IMDH) condujo un estudio junto con organizaciones religiosas concerniente a la ayuda a extranjeros dentro de Brasil y a brasileños fuera del país (Milesi, Bonsái y Shimano, 2001). Tanto fuera como al interior de Brasil, estas organizaciones reportan un considerable número de inmigrantes ilegales, en ocasiones provocado por la enorme burocracia y la lentitud para la entrega de documentos. En el caso brasileño, las organizaciones reportaron que más del 70% de sus problemas se derivaron de dificultades con documentos ocasionada por contratiempos administrativos y/o dificultades relacionadas con la puesta en práctica de la Ley 6,815 de 1980. De igual manera, la obtención de documentos resulta considerablemente costosa. Otro caso de reglamentación migratoria concierne al de la firma de un acuerdo multilateral sobre seguridad social en el marco del MERCOSUR, el cual fue concebido por los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay (Moraes, 2004). El acuerdo fue alcanzado en Montevideo, el 15 de diciembre de 1997. Este acuerdo todavía no tiene efecto ya que Paraguay aún no lo ha ratificado. El acuerdo toca temas relativos a la unificación o la movilidad concerniente a programas de seguridad social tanto voluntarios como obligatorios, temas relativos a aportaciones y asistencia médica, entre otros. Temas Específicos Este punto, tomará la experiencia brasileña descrita de forma general en párrafos anteriores, para tocar algunos temas relacionados con el manejo de la migración. Estos temas, en su primera parte, referirán la experiencia brasileña en inmigración. No obstante, el flujo migratorio neto en Brasil ha sido negativo en las últimas décadas; por eso, dichos temas deberán ser discutidos en el contexto de la emigración brasileña, incluyendo su relación con las remesas y la migración de retorno. 1er. Punto: ¿Cómo alojar a migrantes huéspedes (incluyendo la educación de los niños, atención médica/ seguridad social, etc.)? ¿Cuáles son las implicaciones sociales de acoger inmigrantes? Es difícil generalizar propuestas en el tema concerniente al aceptar inmigrantes. Ninguna política concebida para tal efecto, puede considerar que la migración resulta de un proceso de decisión individual. Es un proceso que evoluciona a través del tiempo y que involucra a miembros de la familia, redes migratorias, mecanismos de contratación, etc. En el caso de un programa de migración temporal de tipo específico, dirigido a la contratación de mano de obra no calificada y relativamente poco remunerada, quienes hacen las políticas buscarían determinar la duración de la estancia y limitar la presencia de miembros de la familia (cónyuges y miembros dependientes de la familia). La experiencia señala que los controles estrictos migratorios actúan más efectivamente en plazos cortos; la extensión de permisos de trabajo y de otros mecanismos que prolongan la estancia de los inmigrantes, genera redes sociales y la reunificación de la familia. Si la reunificación de la familia no está formalmente prevista, ésta, podría crear una presión adicional al mecanismo que recibe al inmigrante. La experiencia internacional de programas tales como “Programa Bracero” (nombre dado a los inmigrantes mexicanos que entraron a los EUA a mediados del último siglo) así como otros programas europeos de trabajo temporal, sugiere que nunca se consigue un control completo sobre el proceso migratorio. Dichos programas desarrollan una creciente red de migrantes que puede generar inmigración ilegal. Recibir inmigrantes es menos problemático en el caso de programas de migración temporal dirigidos a atraer mano de obra calificada y bien remunerada, por ejemplo, el caso de la inmigración legal en Brasil descrita en párrafos anteriores. Recibir a estos extranjeros no es un problema pues ellos pueden, con sus propios recursos, tener acceso a la atención médica, educación y a la seguridad social. Sin embargo, las normas restrictivas de inmigración pueden favorecer un aumento en el flujo de migrantes indocumentados. Los migrantes ilegales son aquellos quienes sufren el mayor grado de dificultades en el país que los recibe: no tienen acceso a la educación, salud, seguridad social entre otros servicios. En el caso de Brasil, acceder a estos servicios no resulta un problema para los migrantes documentados, pero para aquellos indocumentados provenientes de algunos países de América Latina, como Paraguay y Bolivia, resultan cruciales. Una estrategia en ciertos países receptores es la de adaptar la provisión de servicios sociales a los inmigrantes. Para lo anterior, se toma en consideración la inclusión de otros miembros de la familia. A corto plazo, esta medida pudiera resultar cara, pero a largo plazo, favorece el control sobre el flujo de inmigrantes (Canadá podría ser un ejemplo de dicha estrategia). El problema de recibir inmigrantes está vinculado con las crecientes preocupaciones respecto a los temas de derechos humanos. 2º. Tema: ¿Cómo proteger los derechos de los migrantes? La Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Migrantes y de sus Familias, adoptada por la resolución 45/158 de la Asamblea General del 18 de diciembre de 1990, fue firmada y ratificada por veintiún países en vías de desarrollo. La Convención provee la más amplia codificación universal de los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias. Protege a todos los trabajadores migrantes y sus familias sin ningún tipo de distinción por sexo, raza, color, edad, religión, filiación política, etc. El ámbito de la Convención cubre el proceso migratorio en su totalidad (los preparativos para la migración, la salida, el tránsito, la llegada, el tiempo que permanecerán, etc.) En la Convención indica que el trabajador migrante es aquella persona que desempeña una actividad remunerada en un país que no es el suyo. El trabajador migrante puede ser documentado o indocumentado. La Convención busca prevenir la explotación de trabajadores migrantes durante el proceso migratorio. Tiene el propósito de prevenir la contratación ilegal o clandestina, así como el tráfico de personas y desalentar el empleo de migrantes indocumentados. La convención también regula la disposiciones sobre servicios sociales a los migrantes y a sus familias, tanto en el país de origen como en el que los recibe. El artículo 45 de dicho instrumento determina que los miembros de la familia de los trabajadores migrantes que vivan en el país donde éste tiene el empleo, gozarán de trato igualitario frente a los nacionales de dicho país, libertad para acceder a instituciones educativas, de orientación vocacional, instituciones de capacitación, servicios sociales y de salud y participación en la vida cultural. La Convención representa el conjunto más avanzado de medidas dirigidas a proteger los derechos humanos de los migrantes. Aún en naciones no signatarias de la misma se tomaría a la Convención como marco fundamental de referencia. 3er. Tema: ¿Cómo hacer frente a los problemas derivados de la migración ilegal? Endureciendo la reglamentación migratoria, los flujos migratorios pudieran decrecer pero también incrementar la migración ilegal. Comentario. La migración, ilegal o indocumentada, usualmente está asociada con la búsqueda de mano de obra no calificada por parte empresas en países receptores de migrantes. Es difícil concebir la idea de encontrar un flujo de migrantes calificados ilegales (indocumentados). Por eso, cuando naciones receptoras, desarrolladas o en desarrollo, tienen migrantes ilegales, éstos tienden a buscar trabajos no calificados. Existe una percepción negativa de esta situación: los migrantes ilegales son, por mucho, vistos como un elemento negativo por los Estados y algunos ciudadanos. Sin embargo, para algunas empresas privadas estos trabajadores resultan funcionales. La situación tiende a empeorar en aquellos países cuya tasa de envejecimiento resulta superior a la de fertilidad, por lo tanto, dicha brecha poblacional es llenada por migrantes. La situación es aún más preocupante si se considera que el proceso migratorio de trabajadores migrantes ilegales usualmente implica procedimientos de contratación adversos, viajes peligrosos, explotación por parte de intermediarios y bajos salarios. En caso de escasez de mano de obra no calificada en los países receptores, cualquier intento por formalizar el flujo migratorio haría que diminuyeran los mecanismos de explotación, asociados con la migración ilegal descrita anteriormente. Algunas de las herramientas consignadas en la Convención y descritas en el anterior tema, facilitarían la reglamentación de este proceso. Contrariamente, una reglamentación migratoria dura definitivamente incrementaría los beneficios de los mecanismos adversos asociados con el flujo migratorio ilegal. En el caso de Brasil, no existe una regulación para la inmigración de trabajadores no calificados. El resultado de lo anterior es el flujo de migrantes indocumentados provenientes de naciones del Cono Sur (principalmente de Paraguay y Bolivia). El flujo migratorio proveniente de países limítrofes, tiende a representar un gran porcentaje del número total de migrantes ilegales. Endureciendo las normas migratorias, se agravaría esta situación. Se infiere que, aún si con la documentación (legalización) de los flujos migratorios ilegales se pudiera apuntar hacia un pseudo control de la situación, la reunión de las familias y la red migratoria pudieran inducir la generación de flujos ilegales adicionales a largo plazo. 4to. Tema ¿Cómo apoyar el regreso de los migrantes a sus países de origen, utilizando sus conocimientos adquiridos? Esta es una típica situación ambigua. Los migrantes con alta formación escolar y que encuentran trabajos calificados en los países que los reciben, podrían adquirir habilidades con potenciales beneficios a su regreso. Mientras tanto, los migrantes no calificados, tienden a trabajar en empleos de baja remuneración en los cuales el aprendizaje de nuevas habilidades es muy limitado. Para este tipo de migrantes, hay sólo un potencial beneficio y éste es el hecho de que los migrantes internacionales son preferentemente seleccionados respecto a la población nativa del país emisor de migrantes. Al regreso, aún sin la adquisición de muchas habilidades en el trabajo, estos migrantes regresarán con una preparación más alta respecto al promedio (capital humano) y con ahorros (capital económico) que pudiera impactar positivamente al país emisor o a la comunidad. Las remesas y la migración de retorno son temas interrelacionados. Las remesas pudieran contribuir en el consumo de los miembros de la familia en el país emisor (gastos domésticos) o en ahorros: inversiones en negocios, inversiones en bienes raíces e inversiones educativas. La migración de regreso usualmente tiene lugar después de que los migrantes alcanzan el objetivo de ahorro en el país receptor. Existe una creciente conciencia sobre el papel de las remesas así como sobre el de la migración de regreso para el desarrollo local. Orozco (2004) hace una comparación de las remesas enviadas a países de América Latina basada en informaciones de los Bancos Centrales de dichas naciones. El monto de lo enviado a Brasil creció de 2.6 mil millones de dólares en 2001 a 5.4 mil millones de dólares en 2003. A pesar de que las remesas representan sólo el 1% de su PIB y el 8% de sus exportaciones, Brasil recibe el segundo monto más grande de remesas, tan sólo detrás de México. Estudios recientes sobre las remesas sugieren que los migrantes residentes en EUA (50%) y en Japón (17%) son quienes envían la mayor cantidad de remesas (Bendixen,2004). Existe una expectativa creciente respecto al papel que juegan en el desarrollo, los migrantes de retorno ubicados de nuevo en el país emisor. Un estudio entre migrantes brasileños en los EUA, señala que ellos esperan regresar después de haber alcanzado un cierto nivel de éxito económico (Martes, 2004). Respecto a los dekassegui, el estudio indicó que alrededor de la mitad de los migrantes masculinos contestaron que su motivo para migrar lo mismo estaba asociado a la apertura de un negocio o a ayudar en un negocio familiar (Miike, 2004). Para los migrantes que ya regresaron, el monto promedio de dinero acumulado fue de 30,000.00 USD para hombres y 20,000.00 para mujeres, y la proporción de quienes están ya desarrollando sus propios negocios es del 39.3% y del 26% respectivamente. Sin importar los conocimientos académicos y administrativos adquiridos, los migrantes de regreso tienden a ganar más que la población brasileña promedio. Carvalho (2004) calculó que hombres cabeza de familia que regresaron de los EUA entre 1995 y 2000 ganan 23.3 salarios mínimos, mientras que el hombre brasileño promedio percibe 5.3 salarios mínimos. Por su parte, quien regresa de Japón percibe 8.5 salarios mínimos y de Paraguay, 2.3 salarios mínimos en promedio. Otros estudios debieran ser hechos a fin de clarificar hasta qué punto es que dichas diferencias de ganancias son originadas en la selección escolar que opera antes de la migración, o a las habilidades adquiridas durante el proceso migratorio o bien, a la acumulación económica durante el proceso migratorio. 5to. Tema: ¿Cómo hacer frente a la fuga de cerebros? Existe escasa documentación sobre las cuestiones relativas a la fuga de cerebros en Brasil. En términos de flujo emigratorio, la documentación disponible indica claramente que hay una selección positiva en términos de escolaridad (los emigrantes generalmente tienen una formación más elevada que el promedio de la población brasileña). No obstante, este problema de selectividad nunca ha sido tratado en términos de fuga de cerebros, quizás, debido a las dimensiones del flujo emigratorio y a las recesiones económicas que han plagado a Brasil durante los años ochenta y noventa. Por otra parte, el flujo de inmigración es altamente calificado, representando una fuga de cerebros más para el país emisor que para el receptor, en este caso, Brasil. A manera de nota, la fuga de cerebros pudiera convertirse en un tema de actualidad para Brasil en la próxima década. Lo anterior, en la medida que el declive de la fertilidad brasileña es mayor entre las familias con educación elevada. Si los pocos hijos de estas familias emigran en grandes flujos en la próxima década, entonces las nuevas generaciones que entren al mercado laboral estarán menos calificadas, imponiendo choques negativos de productividad en el mercado laboral. BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO 1300 New York Avenue, N.W. Washington, D.C. 20577, USA Tel: (202) 623 - 1000 www.iadb.org