Seguridad ciudadana

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14 Interquorum
REVISTA
NUEVA GENERACIÓN
ENERO 2013 / AÑO 7
Directores:
Silvia Mejía Salas/Gonzalo J. Gómez Zanabria
Asesor
Raúl Tecco Miyano
(Fundación Friedrich Ebert)
Editores temáticos
Raúl Santiago Calle Peña
Ramiro García Quispe
Edición y corrección de estilo:
Carolina Herrera Pecart
Diseño y diagramación:
Ananí Gonzales Huamaní
5
Democracia y seguridad ciudadana:
una mirada desde los gobiernos
locales
OMAR CANDIA AGUILAR
10
Entre el crecimiento económico con
inclusión social y el incremento de la
delincuencia: aclarando conceptos y
visiones
JAIME CASTRO CONTRERAS
14
Seguridad ciudadana: crónica de una
crisis anunciada
LUCÍA DAMMERT
17
Los sistemas de justicia juvenil: algunos estándares desde el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos
OSCAR PAZO PINEDA
21
(In)nseguridad ciudadana: pandillas,
armas y factores globales olvidados
RAÚL CALLE PEÑA
24
Los responsables de la lucha contra
el delito
ENRIQUE YEPEZ DÁVALOS
Con la colaboración de:
Fundación Friedrich Ebert
Heifer Project International - Perú
IPC – Participa
Fotografías
Ramiro García Quispe
[email protected]
Corresponsales:
Regina Alarcón López
Ricardo Alonso Herrera Yari
Dino Yasmany Morales Paja
Pamela Solange Smith Castro
Rubi Palomino Gastañaga
Ventas y distribución:
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Biblioteca Nacional del Perú Nº 2006 - 4357
Impresión
Tarea Asociación Gráfica Educativa
Pasaje María Auxiliadora 156-164, Lima 5 - Perú
Tiraje:
1000 ejemplares
“Las opiniones, análisis e interpretaciones expresadas
en la revista son de responsabilidad exclusiva de sus
autores y no representan necesariamente los puntos de
vista oficiales de la Red Interquorum, IPC - Participa,
Fundación Friedrich Ebert y Heifer”.
Lima - Perú
Se autoriza la reproducción total o parcial del contenido, siempre y cuando se cite la fuente.
EDITORIAL
EDITORIAL
SEGURIDAD CIUDADANA
E
n la Red Interquórum la problemática relacionada con la
seguridad ciudadana nunca nos fue ajena, ni en la práctica,
ni en nuestras bases institucionales. Ha estado presente bajo
otras denominaciones o conceptos vinculados a ella, desde
nuestra misión y visión (ciudadanos empoderados en sus localidades
buscando elevar la calidad de vida), la determinación de nuestros ejes
estratégicos (fortalecimiento de la democracia), la orientación inherente a nuestras “dimensiones Interquorum” en lo prospectivo (ser
menos reactivo y más propositivo, actuando localmente y pensando
globalmente) y la asunción decidida de nuestros desafíos permanentes (impulsar el Acuerdo Nacional, siendo su sétima política la erradicación de la violencia y el fortalecimiento de la seguridad ciudadana).
Tras el desarrollo de la presente edición, tanto por el contenido de los
artículos que presenta como por el intercambio de las ideas vertidas
en el conversatorio que resumimos, concluimos que el ideal de seguridad ciudadana en su concepto más integral converge e intersecta a
la vez con todas nuestras actuales áreas temáticas, ya sea por la sostenibilidad necesaria para equilibrar un medio ambiente urbano, en el
que desarrollarse económicamente no lo torne conflictivo e inseguro
para sus ciudadanos; ya sea por la anhelada igualdad en el acceso a los
procesos de integración económica que reduzca drásticamente la informalidad e ilegalidad que muchas veces alimentan mercados negros
y desembocan en conductas criminales; ya sea por el ejercicio libre y
el respeto irrestricto de la sexualidad, en una sociedad donde aún se
estigmatizan, discriminan y castigan las opciones no heterosexuales,
algo que muchas veces dificulta o impide desenvolverse con seguridad a las personas; o ya sea por el ejercicio pleno y seguro de nuestras libertades y derechos, no sólo como individuos, sino sobre todo,
como integrantes de una comunidad conscientes de que su participación como ciudadanos contribuirá con el respeto de sus derechos y la
seguridad de sus libertades.
En este número, dedicado a abordar la seguridad ciudadana desde
las diversas ópticas de articulistas invitados, todos los autores han
coincidido en entender la inseguridad como un estado situacional
compuesto de muchos factores sociales, y no solo del crimen ur-
EDITORIAL
EDITORIAL
bano o la delincuencia callejera. Esto es importante, pues aclara o
recuerda conceptos y enfoques imprescindibles para combatir eficazmente este problema; pero también plantea desafíos para que,
desde nuestros respectivos espacios y junto a diversos actores sociales, contribuyamos eficientemente a alcanzar una verdadera situación ciudadana de seguridad, como miembros de una red nacional
e internacional de jóvenes y adultos comprometidos con reformas
sociales en democracia.
Precisamente, es en el XXII Interquórum Nacional - Internacional
que se desarrolló en diciembre de este año, donde se discutió tangencialmente esta temática que –como ya dijimos– es transversal a
muchos otros ejes temáticos tratados no solo por la Red Interquórum, sino también en muchas otras organizaciones de la sociedad
civil, y discutida prácticamente a diario en la opinión pública y en la
charla habitual del ciudadano de a pie.
Pocas problemáticas como esta generan tan poca innovación y respuesta creativa por parte del Estado y la empresa privada, aunque
paradójicamente, concita tan alto interés y preocupación de las personas en nuestro país y en el hemisferio. El Perú muestra el más
alto índice de percepción de inseguridad ciudadana en todo el continente americano,1 cifra totalmente preocupante en un país donde
–lamentablemente– se suelen producir reformas y modificaciones
legislativas sobre la seguridad ciudadana, motivadas más por asuntos coyunturales que por estudios multisectoriales y multiagenciales
previos.
Venga en ese sentido nuestro llamado a toda la sociedad para que
rediseñemos políticas de Estado que enfrenten el problema con la
prevención y no sólo con la reacción, así como nuestro más sincero
agradecimiento a los profesionales que han colaborado con esta decimocuarta edición al aportar sus puntos de vista. Igualmente a las
personas e instituciones que han hecho posible su publicación.
Raúl Calle Peña
Editor temático
1
54% en el 2010, de acuerdo con el Barómetro de las Américas, realizado por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina y publicado en
el documento Cultura Política de la Democracia en Perú - 2010, pág. 120 (http://www.vanderbilt.edu/lapop/peru/2010-culturapolitica.pdf)
Por:
(*) Omar J. Candia Aguilar / [email protected]
DEMOCRACIA Y
SEGURIDAD
CIUDADANA: UNA
MIRADA DESDE
LOS GOBIERNOS
LOCALES
N
Foto: Ramiro García
os es difícil abordar el problema
de la inseguridad ciudadana si no la
contextualizamos bajo el régimen
democrático. Porque es en democracia donde las instituciones tutelares
del Estado tienen que garantizar las
libertades públicas y los derechos
ciudadanos de sus habitantes.
Observamos con preocupación
que el 24% de los peruanos, según
el Latinobarómetro 20111, considera que la democracia garantiza
la protección contra el crimen. Esta
percepción ciudadana permite que
algunos sectores acepten la vulneración de derechos fundamentales con
el objeto de tutelar la seguridad pública o, incluso, estarían dispuestos
para apoyar “gobiernos con mano
dura” que cautelen el orden interno.
(*) Abogado. Alcalde de la Municipalidad Distrital de Alto Selva Alegre, Arequipa. Presidente de la Asociación de
Municipalidades Distritales de Arequipa. Integrante de la Red Interquorum, XI Promoción (Baños del Inca, Cajamarca).
1 Lagos, Marta y otros. La Seguridad Cudadana. El problema principal de América Latina. Lima, mayo 2012.
La democracia garantiza la protección contra el crimen
Total América Latina 2007 - 2011 - Totales por país 2011
P. ¿hasta qué punto las siguientes libertades, derechos, oportunidades y seguridades están garantizadas en (país)? completamente garantizadas, algo garantizadas, poco garantizadas o para nada
garantizadas.
“Protección contra el crimen” *aquí solo “completamente garantizadas” más “algo garantizadas”
Fuente: Latinobarómetro 2007 – 2011.
No cabe duda que tener una democracia de calidad implica también contar
con ciudades más seguras. De allí que
la responsabilidad de un país seguro
recaiga en todos sus gobernantes y en
la colectividad en general; sin dejar de
precisar que la responsabilidad constitucional (Art. 166 de la Constitución) es
de la Policía Nacional del Perú (PNP), a
quien el constituyente le ha encargado
garantizar, mantener y restablecer el orden interno; prestar protección y ayuda
a las personas y a la comunidad; garantizar el cumplimiento de las leyes y la
seguridad del patrimonio público y privado; y prevenir, investigar y combatir
la delincuencia.
Es a través de la Ley N° 27933, Ley
del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, que se crean los comités distritales de seguridad ciudadana (Art. 13),
encargándoles la tarea de formular los
planes, programas, proyectos y directivas de seguridad ciudadana; así como
ejecutarlos en sus jurisdicciones, en el
marco de la política nacional diseñada
por el Consejo Nacional de Seguridad
Ciudadana (Conasec). Igualmente, se
6
les encargó supervisar y evaluar su ejecución.
Ahora bien, el reglamento de esta
ley faculta a los alcaldes (Art. 27), entre otras cosas, para que presidan el
comité, coordinen acciones con los diferentes órganos del Sistema Nacional
de Seguridad Ciudadana, y promuevan
a través de los diferentes órganos de
la municipalidad, el apoyo a los programas, proyectos y campañas de educación y prevención social.
Así mismo, la Ley N° 27972, Ley
Orgánica de Municipalidades, precisa
como competencias fundamentales de
los gobiernos locales (Art. 85), coordinar acciones con los diferentes órganos
del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, además de promover, a través
de los diferentes órganos de la municipalidad, el apoyo a los programas, proyectos y campañas de educación y prevención social.
Con las consideraciones hasta ahora
expuestas, y en el marco de lo establecido en el ordenamiento jurídico vigente, hemos esbozado una propuesta
de trabajo que de ninguna manera pre-
tende convertirse en una receta, por el
contrario, trata de generar elementos
para discutir lo que tendrían que hacer los gobiernos locales en materia
de seguridad ciudadana, tomando en
consideración las diferentes realidades
socioculturales, recursos económicos,
humanos, físicos y logísticos.
La perspectiva que en general se
tiene para afrontar el problema de inseguridad ciudadana es, por antonomasia policiaca, eminentemente represiva, centrada en la implementación del
servicio de serenazgo (contratación de
personal, compra de camionetas, pitos,
cámaras, varas, etcétera), medidas a
las que no nos oponemos; sin embargo,
podemos afirmar que son insuficientes.
Consideremos la necesidad de incorporar en la visión del plan de desarrollo concertado el anhelo de contar
con un distrito o localidad segura. La
afirmación establecida en la visión del
distrito debe necesariamente ser desarrollada como una política municipal
que nos permita comprender que la se-
guridad ciudadana no solo es la lucha
contra la violencia en las calles, sino la
garantía democrática que permita a los
ciudadanos disfrutar de las libertades
públicas y de los derechos ciudadanos
y, en general, contar con una vida digna
y una democracia de calidad.
Debemos entender que el problema
de la inseguridad es multi-causal (falta
de oportunidades laborales, desigualdad, crecimiento urbano acelerado,
consumo de sustancias psicoactivas,
etcétera), pero también que todas estas causas tienen como denominador
común un origen socioeconómico. Por
tanto, cualquier política o propuesta de
seguridad ciudadana debe ser abordada
desde sus causas.
Con una política definida, es evidente que la estrategia que nos permita
abordar el problema identificado debe
ser holística; para ello consideramos necesario trabajar sobre tres ejes estratégicos: (i) prevención de la inseguridad;
(ii) control y disuasión de la delincuencia; y (iii) reinserción y oportunidades.
Aspectos centrales en el diseño de una propuesta de seguridad
ciudadana desde los gobiernos locales
La política (enfoque de desarrollo)
1
Entender la seguridad ciudadana no solo como la
lucha contra la violencia en las calles, sino como la
garantía democrática de las libertades públicas y
derechos ciudadanos; y en general, de las condiciones de vida digna
Estrategias
2
Abordar el problema holísticamente. (i) prevención, (ii) control y disuasión, (iii) reinserción social
y oportunidades
- Buena organización (Codisec)
- Un buen diagnóstico de la seguridad en el distrito.
Herramientas
3
- Un plan distrital de seguridad ciudadana
-La articulación y colaboración de todas las instituciones locales (iglesias, mercados, medios de comunicación, clubes deportivos, etcétera.
Como cuestionamos líneas arriba,
por lo general los gobiernos locales no
cuentan con políticas ni con estrategias
para enfrentar la delincuencia. Su trabajo se reduce a realizar un conjunto
de acciones (en algunos casos desarticuladas) focalizadas en el control de la
ciudad o la disuasión de la delincuencia;
por ejemplo operativos nocturnos, conformación de juntas vecinales, patru-
7
veces como lugar de encuentro de las
pandillas para alcoholizarse), para la
realización de actividades culturales;
constituir consejos de coordinación de
la juventud en los que los jóvenes sean
los protagonistas en el planteamiento
de soluciones a sus propios problemas;
entre otras acciones.
Foto: Ramiro García
llaje, entre otros, pero obvian trabajar
sobre proyectos o programas de prevención y reinserción social, así como
mejores oportunidades.
Considerando el origen socioeconómico de la delincuencia, la respuesta
a este problema debe privilegiar el
trabajo preventivo sobre el represivo.
Desde este enfoque, la familia juega un
rol fundamental en la prevención, más
allá de si están constituidas o no, el rol
de los padres en la educación, formación y control de los hijos es fundamental. Somos conscientes que a nadie se
le prepara para ser padre o madre, por
ello es importante que los gobiernos
locales puedan promover centros de
apoyo a la familia, escuelas para padres
y apoyo con profesionales (psicólogos
preferentemente) para las familias con
problemas.
En la tarea de prevención de la delincuencia, es igualmente importante
trabajar con los adolescentes o jóvenes
en general. Para ello es atinado que los
gobiernos locales promuevan talleres,
espacios culturales y deportivos (para
la práctica de danza, teatro, poesía,
música, pintura, campeonatos deportivos, etcétera); deben también, recuperar los espacios públicos, como parques
y lozas deportivas (utilizados muchas
8
Las acciones de prevención deben
ir acompañadas y articuladas con las
acciones de control y disuasión de la
delincuencia. En este segundo eje, es
importante el trabajo asociativo entre
todas las autoridades (policía, autoridades que administran justicia, educación, salud, entre otras). Las juntas
vecinales deben ser espacios no solamente de vigilancia y disuasión de la
delincuencia, sino también de apoyo a
las familias problema, espacios en los
que se puedan promover las escuelas
para padres y otro tipo de capacitaciones (primeros auxilios, organización vecinal, por ejemplo).
Del mismo modo, es necesario,
como mecanismo de control, la promoción de los patrullajes y operativos conjuntos (policía y municipios); asimismo,
es necesario utilizar la tecnología para
la lucha contra la delincuencia, un ejemplo es el uso de la radio comunitaria
(que interconecte a los guardianes de
las principales instituciones, los vigilantes privados, la policía, las empresas de
taxis y la municipalidad), las cámaras de
video vigilancia y las alarmas inteligentes. Es necesario también, contar con
comisarías modernas, con camionetas
de seguridad ciudadana y de la policía
bien equipadas y con personal capacitado. Además, tal y como establecen
los estándares internacionales, se debe
exigir al Ministerio del Interior que en
cada distrito exista un policía por cada
250 habitantes.
Muy poco se trabaja en la reinserción social y, en general, en la generación de oportunidades para los jóvenes
en riesgo. Por nuestra propia experiencia sabemos que es una tarea difícil por
las condiciones de la población identificada. Por ello, proponemos focalizar
el sector donde se pretende intervenir,
establecer una estrategia de acción y
Identificados
los
jóvenes con los que
se piensa trabajar,
es necesario (con
una metodología idónea) realizar alianzas estratégicas con
universidades, institutos y organizaciones no gubernamentales, para que se
puedan establecer
espacios de formación y capacitación
en carreras cortas
definir los objetivos de lo que se pretende lograr.
Identificados los jóvenes con los que
se piensa trabajar, es necesario (con una
metodología idónea) realizar alianzas
estratégicas con universidades, institutos y organizaciones no gubernamentales, para que se puedan establecer
espacios de formación y capacitación
en carreras cortas, así los jóvenes en
riesgo podrán contar con conocimientos
técnicos y prepararse para el mercado
laboral. Sobre esta tarea es necesario
que el gobierno local se comprometa a
conseguir un trabajo eventual para estos jóvenes una vez culminada su capacitación. También resulta oportuno,
como una estrategia de focalización y
conocimiento de los jóvenes con los que
se pretende trabajar, realizar campeonatos deportivos, concursos de grafiti,
break dance, etcétera. En el caso de los
jóvenes que cometan faltas, el sistema
de justicia debe establecer penas que
los obliguen a realizar tareas en beneficio de la localidad, como pintar parques,
limpiar y mejorar áreas verdes, y otras.
Finalmente, es necesario entender
que una propuesta como la desarrollada
no genera efectos en el corto plazo; sin
embargo, los cambios que se puedan
generar son sostenibles. Cuando solo
se apela a la fuerza y a la represión, el
efecto inmediato es la migración de la
delincuencia, aumentando las posibilidades de que la conducta delincuencial
se agrave. Por ello, estamos convencidos que la prevención es la mejor forma
de abordar este problema.
Propuesta holística de seguridad ciudadana
Principales
medidas
Ejes
estratégicos
¨
Prevención
¨
Control
y disuasión
¨
Reinserción y
oportunidades
¨
¨
¨
- Privilegia el trabajo preventivo sobre el represivo.
- Combate la inseguridad
desde las causas que la originan.
- Trabajo conjunto entre la
Policía Nacional del Perú, el
sistema de justicia y la autoridad municipal.
- Recuperación de jóvenes
que se dedican a delitos e
ingesta de alcohol y drogas.
- Se brinda oportunidades
laborales, sociales y recreativas.
9
Por:
(*) Jaime Raúl Castro Contreras / [email protected]
ENTRE EL CRECIMIENTO
ECONÓMICO CON
INCLUSIÓN SOCIAL Y EL
INCREMENTO DE LA
DELINCUENCIA:
ACLARANDO CONCEPTOS
Y VISIONES
E
10
Foto: Ramiro García
s muy notorio y destacable que
el país en la presente administración
continúe por el sendero de la economía liberal y del libre mercado, y que
sea ese su mejor argumento para
insertarse en el mundo globalizado
de hoy. Actuar contra la corriente
es simplemente volver a la anarquía
social, es decir, prometer el reparto
de una riqueza que no se genera y
que más bien despoja al que la posee, tal como ocurre con algunas
medidas populistas implementadas
en Venezuela, por ejemplo, y que,
sin embargo, no han logrado que
ese país supere diversos problemas,
tal es el caso de la criminalidad, que
se ha incrementado y es una de las
primeras en las estadísticas de la
región.
(*) Sociólogo, con maestría en Ciencia Política y doctorado en Educación. Ex Viceministro de Defensa. Autor del libro
“El carácter multidimensional de la seguridad”. Director del Foro virtual “Geopolítica” (www.geopolitica.com.pe).
Actualmente ejerce la docencia en seguridad multidimensional en diversas instituciones, entre ellas el Instituto de
Gobierno de la Universidad San Martín de Porres.
El Perú, si bien presenta un crecimiento económico sostenido por más
de una década, y a partir de él se han
implementado políticas públicas de
inclusión social, no ha logrado que su
índice de criminalidad disminuya, por
el contrario, se ha incrementado. Esto
quiere decir que no hay una relación directa entre el crecimiento económico y
la disminución de la criminalidad. Esta
afirmación nos debe llevar a realizar
una primera distinción para detectar
la presencia de dos variables: una económica y otra social. La pregunta sería
¿por qué no se relacionan? ¿por qué se
produce el incremento de la criminalidad?
Por otro lado, el artículo 44 de la
Constitución que nos rige señala, entre
otras cosas, que “son deberes primordiales del Estado, proteger a la población de las amenazas contra su seguridad”. Esta disposición es solo un decir,
como ocurre frente a los hechos delictivos de todo tipo, porque la delincuencia
en todas sus formas y modalidades se
ha incrementado significativamente y
se ha tornado más violenta, problema
frente al que la ciudadanía reclama una
atención inmediata y eficaz, una atención que lamentablemente tarda en llegar.
A lo descrito se adicionan las normas aprobadas, que de ningún modo
contribuyen a prevenir, pues están dirigidas contra aquellos delincuentes
que ya están en las cárceles. Estamos
hablando de los siguientes temas: ampliación de la inaplicación de los beneficios penitenciarios y autorizaciones a
los jueces para que aumenten la pena,
en un medio o un tercio, a los reincidentes o habituales en delitos de homicidio
grave; trata de personas, hurto agravado, extorsión, violación, entre otros;
también hablamos de aquellas medidas
que limitan los regímenes de libertad
condicional, semilibertad y redención
de pena (hasta 7 por 1) que como se
ve, no son suficientes ni tienen carácter
preventivo.
Si bien la delincuencia ha existido
siempre, recién desde hace una década, en el Perú y en otros países de
La seguridad ciudadana tiene un
alcance
preventivo dirigido a hacer
frente a la delincuencia llamada tradicionalmente común y
ahora también a la
delincuencia organizada que actúa en el
territorio y mantiene
nexos con el exterior.
Latinoamérica, se habla y escribe sobre
la seguridad ciudadana, concepto que
sirve para distinguir o diferenciar este
tema de lo que implica el de la seguridad nacional, cuyo centro de atención
se orienta a resolver los problemas de
soberanía territorial y en el que las fuerzas armadas cumplen un papel vital.
La seguridad ciudadana, por el contrario, tiene un alcance preventivo di-
11
Foto: Ramiro García
rigido a hacer frente a la delincuencia
llamada tradicionalmente “común”, y
ahora también a la delincuencia organizada que actúa en el territorio y mantiene nexos con el exterior. En este sentido, la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) define a la seguridad ciudadana como la condición personal, objetiva y subjetiva, de encontrarse libre
de violencia o amenaza de violencia o
despojo intencional por parte de otros.
También se refiere a las políticas públicas orientadas a controlar o eliminar las
amenazas a la seguridad de la población
y a brindarle protección.
Esta distinción entre los conceptos
de seguridad nacional (y defensa nacional) y seguridad ciudadana es fundamental y clave para entender el problema que actualmente enfrenta el país;
ya que la seguridad ciudadana implica
la protección de la integridad física y el
patrimonio de las personas naturales y
jurídicas.
Sin embargo, las medidas recientes
adoptadas por los últimos gobiernos
tienen más un carácter represivo y excluyente. Ven el problema como una dicotomía en la que hay que proteger a
los buenos y reprimir a los malos. No
Las medidas tienen
más un carácter
represivo y excluyente: ven el problema como una
dicotomía
entre
proteger a los
“buenos” y reprimir
a los “malos
se aprecia un enfoque integral que comprenda a todos los ciudadanos en general, a los” buenos” y a los “malos”.
Falta, pues, un diagnóstico que sirva
de soporte para la adopción de medidas
y la formulación de políticas públicas
que garanticen la protección de todos
los ciudadanos, y si lo hubiera, los hechos demuestran que es totalmente
deficiente. El diagnóstico que reclamamos debe explicarnos: ¿cuáles son los
perfiles sociales, económicos, sicológicos, culturales y educativos de quienes
cometen los diversos tipos de delito?
¿cuáles son las características de la socialización que reciben, antes y después
de delinquir?
Como la delincuencia también está
asociada a la corrupción que existe en
las comisarías y las prisiones: ¿se conoce si los sistemas de reclutamiento
del personal son totalmente idóneos?
¿se conoce cuántos de los custodios
del orden provienen de los grupos delictivos? ¿la socialización de tres meses
es suficiente para convertirse en un
representante del orden y la ley? ¿se
ha determinado que la eliminación del
servicio militar obligatorio ha dado pie
al surgimiento de las pandillas y la delincuencia juvenil? ¿no es acaso cierto que
cuando existía el servicio militar obligatorio, alrededor de 130 mil jóvenes eran
reclutados anualmente y esa energía
Foto: Ramiro García
12
que hoy se dedica a la actividad delictiva era canalizada por el aprendizaje que se les proporcionaba en los
recintos de las Fuerzas Armadas, para
posteriormente salir como mecánicos,
electricistas, digitadores, choferes, etcétera?
Pues bien, si existiera un diagnóstico integral, que involucrase a los
“buenos” y a los “malos”, el Estado o
un sector de él no trataría de optar por
el empleo de medidas extremas como la
pena de muerte. En democracia ello no
cabe porque tendríamos que renunciar
a organismos internacionales, y el barullo político simplemente serviría para
distraer a la gente, así los delincuentes
y los corruptos estarían de plácemes.
El país requiere de medidas intermedias, medidas que sean la expresión de
un reconocimiento serio de la existencia
de un problema que aqueja a nuestra
sociedad, y en ese punto creo que es
importante citar al especialista en seguridad ciudadana, Enrique Muller Solón, que contempla cuatro modelos que
sirven para prevenir el delito:
a. Prevención social del delito,
que servirá para interrumpir la carrera
delictiva neutralizando los factores de
riesgo;
b. Prevención situacional del
delito, que servirá para disminuir las
conductas delictivas y reducir las oportunidades para que éstas se manifiesten;
c. Prevención multiagencial
del delito, para que no solo haya una
cooperación entre las diversas unidades encargadas de su control, sino también para que se conformen comités de
seguridad ciudadana; y
d. Prevención comunitaria del
delito, para poder articular todas las
estrategias con la participación efectiva
de la sociedad.
En suma, el problema es serio, y no
debe ser postergado, por el contrario,
requiere una acción concertada de todos los sectores sociales, políticos,
económicos, empresariales, religiosos
y sindicales, todo ello bajo la conduc-
Foto: Ramiro García
La prevención
es básicamente
educación y sin
ella nunca tendrá la persona
la posibilidad de
hacer un acto
reflexivo frente
a la tentación de
delinquir
ción de un liderazgo creíble y confiable
para la ciudadanía en general. Lamentablemente, la comisión o consejo que
preside el presidente de la República
solo se reunió una vez bajo su liderazgo;
pero a pesar del tiempo transcurrido y la
gravedad del problema que nos afecta,
aún no se aprecia una propuesta que se
inicie con los contenidos educativos de
civismo y moral que generaciones anteriores recibieron, y que hoy han desaparecido de los planes escolares, sean de
primaria, secundaria y universidad. La
prevención es básicamente educación y
sin ella nunca tendrá la persona la posibilidad de hacer un acto reflexivo frente
a la tentación de delinquir. Así están las
cosas.
13
Por:
(*) Lucía Dammert / [email protected]
SEGURIDAD
CIUDADANA:
CRÓNICA DE UNA
CRISIS ANUNCIADA
L
a seguridad ciudadana es una de las principales preocupaciones de los peruanos. El aumento de los crímenes, la presencia de altos
niveles de consumo de drogas, el primer lugar
del mundo en la producción de cocaína son
algunos elementos que conforman la primera
preocupación cotidiana. En paralelo, los niveles de corrupción e ineficiencia de la institución
policial y el sistema de justicia son percibidos
como crecientes por la mayoría de los habitantes del país. La crisis carcelaria ha sido reconocida por todos los actores políticos que, adicionalmente, reconocen las pocas capacidades
de acción efectiva para enfrentar el problema.
Este contexto se agrava por los constantes
cambios del liderazgo en el Ministerio del Interior. Son varios los gobiernos que han evitado
enfatizar en la necesaria profesionalización
de un tema central para que el país se consolide democráticamente. Cambios que limitan
la efectividad de la política, que consolidan la
imagen de la corrupción y la ineficiencia, que
aumentan la sensación de impunidad y temor
en los ciudadanos. Sin mencionar un incre-
Foto: Ramiro García
14
(*) Socióloga, con maestría en Planeamiento Urbano y Regional por la Universidad de Pittsburgh y doctorado
por la Universidad de Leiden, Holanda. Directora ejecutiva del Consorcio Global para la Transformación de la
Seguridad y directora del Programa “Seguridad y Ciudadanía” de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Chile. Participó en el IV Interquórum Nacional (1991) y fue impulsora de la Asociación Nacional
de Egresados Interquórum.
mento sostenido de la cobertura de los
medios sobre los hechos criminales que,
más allá del sensacionalismo, dejan en
claro que los desafíos no son menores.
¿Cómo está el Perú en temas de
inseguridad? Nadie sabe de verdad.
Los estudios internacionales muestran
resultados contradictorios. La información oficial carece de rigurosidad y
sistematicidad como para considerarla
una representación de la realidad. Así
por ejemplo, la Policía Nacional del
Perú presenta en sus anuarios niveles
de hechos delictuales contra el patrimonio prácticamente invariables desde
1995. De acuerdo con estos datos deberíamos estar frente a un escenario
marcado por el crecimiento de los hurtos y robos, lo que debería generar una
estrategia policial de patrullaje a pie por
los principales espacios públicos de las
ciudades.
Denuncias de delitos contra el patrimonio,
Perú (1995 – 2010)
Fuente: Anuarios Estadísticos de la Policía Nacional del Perú 1995 - 2010.
El gráfico anterior solo permite decir que los sistemas de información son
débiles y no posibilitan la toma de decisiones efectivas. Por ende, se abre el
espacio para la creatividad y en algunos
casos para la ineficiencia. Sin información no hay política pública efectiva,
se limitan los mecanismos de control
y desaparece la posibilidad de evaluación. Así, los llamados planes nacionales se convierten en una sumatoria de
buenas intenciones cuando no en textos
que no son consultados por nadie y que
no reúnen las múltiples iniciativas que
desarrolla el Estado en la materia.
Como se ha podido ver, en el Perú
tenemos todos los ingredientes para
una crisis de seguridad en el mediano
plazo. Sin embargo, temerariamente
los gobiernos no piensan en invertir en
el capital político necesario para profesionalizar, reformar y modernizar las
instituciones vinculadas con el tema de
seguridad ciudadana. Ahora bien, no
solo se requieren cambios profundos
en la Policía Nacional, también los necesitan la administración de justicia y
el sistema penitenciario. Pero tal vez la
principal necesidad sea la de incorporar
diversos programas de prevención que
estén vinculados a los programas sociales que muchas veces enfrentan las raíces mismas de la carrera criminal. Así,
evitar la deserción escolar, aumentar la
cobertura educativa, desarrollar progra-
15
mas de protección social para niñas y
adolescentes embarazadas, aumentar
la inversión en programas de empleabilidad juvenil y desarrollar programas
para combatir la adicción al alcohol y las
drogas son solo algunos de los caminos
urgentes a tomar por el gobierno en el
corto plazo.
Por otro lado, los gobiernos regionales y municipales juegan también un
rol clave en la mejora de la seguridad
ciudadana. La articulación local entre
los diversos programas gubernamentales, el redireccionamiento de los beneficios sociales a aquellos que realmente
lo necesitan y sobre todo, la necesidad
de definir una estrategia de acción, son
algunas de las medidas urgentes que se
deben implementar.
Foto: Ramiro García
Gobiernos regionales y
municipales juegan también un rol clave en la
seguridad
ciudadana.
La articulación local
entre diversos programas gubernamentales,
el redireccionamiento de
los beneficios sociales y
el definir una estrategia
de acción, son algunas
medidas urgentes
16
Además, algunas buenas prácticas
de serenazgo que se desarrollan en el
país deben ser compartidas para avanzar en estrategias locales que, en conjunto con la policía, ayuden al control de
la delincuencia, pero sin dejar de lado
que su principal objetivo debería ser la
prevención en los espacios públicos, la
coordinación con la ciudadanía y el mejoramiento de la calidad de vida de los
vecinos.
Las tareas no son imposibles. De hecho la experiencia internacional muestra
que con voluntad política, inversión en
recursos humanos y acuerdos políticos
de mediana duración se pueden lograr
cambios evidentes no solo en la baja de
los homicidios. El primer paso es tratar
de generar un diagnóstico riguroso que
permita identificar los problemas, sus
características, magnitud y tendencia.
Así los recursos locales y nacionales se
podrán usar inteligentemente y podríamos salir del aparente despilfarro y del
largo camino de las pruebas y el error.
Por:
(*) Oscar Andrés Pazo Pineda / [email protected]
LOS SISTEMAS DE
JUSTICIA JUVENIL:
ALGUNOS ESTÁNDARES
DESDE EL DERECHO
INTERNACIONAL DE
LOS DERECHOS
HUMANOS
D
Foto: Ramiro García
iversos proyectos de ley promovidos desde el Congreso de la
República1 pretenden reducir la
barrera de la imputabilidad que actualmente consagra el Código Penal, esto es, la edad mínima de 18
años para ser sometido a la justicia
penal ordinaria. De esta manera, se
persigue que el ordenamiento punitivo sancione a aquellas personas
que subvierten el ordenamiento
jurídico y la seguridad ciudadana.
Así, se plantea incorporar, como
nuevo límite mínimo, la edad de 15
años. El presente artículo tiene por
propósito hacer referencia a los estándares fijados desde el derecho
internacional y que generan obligaciones internacionales al Estado
peruano.
(*) Profesor de Derecho Constitucional en el Centro de Estudios de Derechos Humanos de la Universidad
San Martín de Porres (USMP). Becario de la USMP para realizar estudios en el Summer Course de la
American University - Washington College of Law. Ex pasante de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.
1 Entre otros, los proyectos 1107-2011-CR y el 1113-2011-CR.
ceda”. A través de esta disposición se
reconoce el denominado principio de excepcionalidad, el cual implica que todo
menor sea privado de su libertad solamente como medida de ultima ratio, lo
cual supone, a su vez, que este principio
también se relacione con la aplicación
del sistema de justicia juvenil o la judicialización de los casos que involucran
a menores.
Foto: Ramiro García
a) La Convención sobre los Derechos del Niño y los principios
que inspiran los sistemas de justicia juvenil
La Convención sobre los Derechos
del Niño2 (en adelante, CDN) establece
una serie de obligaciones internacionales a los estados para el tratamiento
del menor infractor por la ley penal en
el marco de los sistemas de justicia
juvenil. Sin embargo, antes de desarrollar los principios establecidos en el
referido instrumento internacional, conviene recordar que toda política pública
o privada debe tener una consideración
primordial sobre el denominado “interés superior del niño” (artículo 3° de la
CDN), esto supone que toda medida a
adoptar debe orientarse a promover su
desarrollo integral y su pleno bienestar.
De esta manera, y en lo que concierne a los principios que inspiran a
la justicia juvenil, el artículo 37 de la
CDN establece que los estados velarán porque “ningún niño sea privado
de su libertad ilegal o arbitrariamente.
La detención, el encarcelamiento o la
prisión de un niño se llevará a cabo de
conformidad con la ley y se utilizará tan
sólo como medida de último recurso y
durante el período más breve que pro-
2
3
4
5
Del mismo modo, debe tenerse en
consideración que, en virtud de este
mismo principio, el Estado peruano
tiene el deber de garantizar que los progresos alcanzados en la protección de
los derechos del niño sean constantemente ampliados.3 Ello supone que el
Estado debe evitar medidas represivas
al aplicar los sistemas de justicia juvenil.
No puede olvidarse, por lo demás, que
las medidas adoptadas en esta materia
deben seguir el principio de especialización, el cual demanda que se tome en
consideración la particular situación de
vulnerabilidad y diferencia que tienen
los niños en relación con los adultos, en
particular, por su diferente grado de desarrollo físico y psicológico y sus necesidades emocionales y educativas. Este
es, pues, el fundamento de la diferencia
entre los sistemas de justicia para los
menores y los de los adultos.4
En todo caso, el funcionamiento de
la justicia juvenil debe partir de la premisa de que el mejor mecanismo para
enfrentar los actos de menores infractores de la ley es la prevención. Así, las
Directrices de Riad recomiendan que
los estados adopten medidas preventivas que favorezcan la socialización e
integración eficaces de los niños y niñas
como mecanismos para combatir la delincuencia juvenil.5 Tampoco puede olvidarse que la respuesta que se adopte
frente a la conducta contraria a la ley
Tratado ratificado por el Estado peruano el 04 de septiembre de 1990.
Relatoría sobre los Derechos de la Niñez de la Organización de Estados Americanos. Justicia Juvenil y Derechos Humanos en las Américas.
OEA/Ser.L/V/II. Doc 78. 13 de julio del 2011, párr. 141.
Comité de los Derechos del Niño. Observación General N° 10 (2007). Los derechos del niño en la justicia de menores. CRC/C/GC/10. 25
de abril del 2007, párr. 10.
Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil (Directrices de Riad). Adoptadas por Resolución 45/112 de
14 de diciembre de 1990, párr. 10.
18
debe ser, en todo supuesto, proporcional frente al hecho cometido y que tome
en consideración las circunstancias y
necesidades del menor y la sociedad.6
Es así que el establecimiento de barreras menores, en lo que respecta a la
imputabilidad penal, genera en primer
lugar la construcción de toda aquella infraestructura carcelaria suficiente para
que los procesados y sentenciados no
se encuentren en situaciones de hacinamiento. Por otro lado, en virtud del
deber especial de tutela por su condición de niño –la cual no se pierde por
ser pasible de responsabilidad penal–,
se debería capacitar de manera general
a todos los funcionarios, a fin de evaluar
y aplicar los estándares internacionales
existentes en la materia.
b) Estándares internacionales
en relación con la edad mínima
para la aplicación de leyes penales en el fuero ordinario
ticia penal a las personas menores de
18 años. Así, el Comité de los Derechos
del Niño de las Naciones Unidas ha sido
enfático en afirmar que “toda persona
menor de 18 años en el momento de
la presunta comisión de un delito debe
recibir un trato conforme a las normas
de la justicia de menores”.7 Una similar
tendencia evidencian los organismos de
la Organización de Estados Americanos
(OEA). Así, la Relatoría de los Derechos
de la Niñez ha indicado que “toda persona debe ser sometida a un régimen
especial de justicia penal cuando del
acervo probatorio en un determinado
caso se desprenda que ésta no había
alcanzado los 18 años de edad al momento de la presunta infracción de la
ley penal”.8 Incluso se ha criticado la posibilidad que en la República del Ecuador se pretenda, a través de un proyecto de ley, aplicar las leyes penales a
quienes tengan entre 16 y 18 años de
edad.9
En la actualidad, la edad mínima dentro de la legislación peruana para que
las niñas, niños y adolescentes sean
responsabilizados por infringir leyes penales bajo el sistema de justicia es de
18 años. En efecto, al considerar nuestro Código Penal que la responsabilidad
penal se inicia desde el momento en el
que se alcanza la mayoría de edad, se
inclina por estimar que la justicia juvenil
se aplica a todas las personas que sean
menores de esta edad.
Ahora bien, este estándar es compatible con los lineamientos diseñados
por los principales organismos internacionales encargados de la tutela de los
niños y niñas. En efecto, estos organismos han criticado abiertamente la posibilidad de aplicar los sistemas de jusFoto: Ramiro García
6
7
8
9
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beijing). Adoptadas por Resolución 40/33
de 28 de noviembre de 1985, párr. 17.1.a).
Comité de los Derechos del Niño. Observación General N° 10 (2007). Los derechos del niño en la justicia de menores. CRC/C/GC/10. 25
de abril del 2007, párr. 37.
Relatoría sobre los Derechos de la Niñez de la Organización de Estados Americanos. Justicia Juvenil y Derechos Humanos en las Américas.
OEA/Ser.L/V/II. Doc 78. 13 de julio del 2011, párr. 38.
Relatoría sobre los Derechos de la Niñez de la Organización de Estados Americanos. Justicia Juvenil y Derechos Humanos en las Américas.
OEA/Ser.L/V/II. Doc 78. 13 de julio del 2011, párr. 142.
19
El proceso que,
eventualmente,
pueda iniciarse en
contra de un menor
infractor de la ley
penal debe encontrarse premunido,
en primer lugar, de
todas las garantías
ínsitas al debido
proceso
c) El rol de los funcionarios públicos en la tutela de los menores
de edad
Ahora bien, estos límites a la edad
de los menores a efectos de determinar
la responsabilidad penal no solamente
suponen que estas personas sean sustraídas de la jurisdicción penal ordinaria,
también implican que los funcionarios
estatales adopten diversas medidas
que deben ser implementadas a fin de
garantizar que el menor, en el caso de
ser sometido a la justicia juvenil, cuente
con todas las garantías del debido proceso con un especial enfoque en su situación de vulnerabilidad.
En tal sentido, el proceso que, eventualmente, pueda iniciarse en contra de
un menor infractor de la ley penal debe
encontrarse premunido, en primer lugar,
de todas las garantías ínsitas al debido
proceso. En general, debe tutelarse la
privacidad del menor en el desarrollo
de estos procesos, toda vez que, tomando en cuenta su especial situación
de vulnerabilidad, resulta conveniente
que pueda declarar en un ambiente que
resulte agradable y compatible con su
pleno interés. Del mismo modo, debe
recordarse que las audiencias judiciales
y de otro tipo que deba afrontar un niño
en conflicto con la ley deben realizarse
a puerta cerrada. Las excepciones a
esta norma tienen que ser muy limitadas y estar claramente estipuladas en
la legislación nacional, así como guiadas
por el interés superior del menor.10
Estas obligaciones, presentes en
cualquier caso en que se involucre a
un menor, adquieren un cariz especial
cuando se procesa a un menor que,
por su origen o costumbres, ostenta un
menor grado de reprochabilidad por el
evento delictivo realizado. En efecto,
debe tenerse en cuenta que los profesionales que trabajan en las fuerzas del
orden y en el poder judicial deberían
recibir una formación apropiada sobre el contenido y el significado de las
disposiciones de la Convención de los
Derechos del Niño y de sus protocolos
facultativos, en particular la necesidad
de adoptar medidas especiales de protección para los niños indígenas y otros
grupos especiales que demanden una
tutela especializada.11
d) Conclusiones
Los estándares de justicia juvenil
no solamente impiden que los menores
sean sustraídos de los fueros ordinarios;
también generan en los funcionarios del
Ministerio Público y del Poder Judicial
determinados deberes especiales para
que tomen en cuenta su situación de
vulnerabilidad. Establecer una barrera
menor en lo que refiere a la imputabilidad generaría no solo más gastos al Estado peruano, sino que además iniciaría
un programa general de capacitación en
materia de derechos del niño dirigido a
los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley. Esto supone, como es
evidente, una desventaja desde la perspectiva del menor, así como una desventaja desde la perspectiva del propio
Estado.
10 Comité de los Derechos del Niño. Observación General N° 12 (2009). El derecho del niño a ser escuchado. CRC/C/GC/12. 20 de junio de
2009, párr. 62.
11 Comité de los Derechos del Niño. Observación General N° 11 (2009). Los niños indígenas y sus derechos en virtud de la Convención.
CRC/C/GC/11. 12 de febrero del 2009, párr. 77.
20
Por:
(*) Raúl Santiago Calle Peña /[email protected]
(IN) SEGURIDAD
CIUDADANA:
PANDILLAS,
ARMAS Y FACTORES
GLOBALES
OLVIDADOS
O
ímos o leemos la frase “seguridad ciudadana” e inmediatamente pensamos, ya
sea imaginando o recordando, esa película
indeseable que vivimos desde nuestras
primeras salidas fuera de casa; escenas
de ese filme de terror surrealista llamado
delincuencia, cuyo rodaje diario consigue
siempre los mejores titulares, conquista la
constante cartelera del imaginario colectivo y nos tiene a todos –sin excepción–
como espectadores temerosos de pasar a
escena como involuntarios protagonistas.
¿Por qué cuando oímos o leemos sobre
“seguridad ciudadana” pensamos instantáneamente en todo lo contrario a ella?
¿Y por qué casi siempre evocamos solo
imágenes de crímenes callejeros, pandillaje pernicioso, robos y atracos al paso,
violaciones sexuales y turbas de hinchas
futboleros? ¿Por qué no pensamos también, por ejemplo, en pilas de basura sin
ser recogidas por varios días o en vías públicas donde el ruido de los cláxones es
inhumanamente insoportable, o en cruces
de avenidas en las que hay niños y adolescentes saltando en el aire o escupiéndole
alcohol al fuego a cambio de las monedas
sobrevivientes en nuestros bolsillos?
En otras palabras, ¿por qué casi siempre entendemos o pensamos la “seguridad ciudadana” como esa idílica realidad
urbana en la que no existe la delincuencia
Foto: Ramiro García
(*) Abogado, autor de artículos sobre seguridad ciudadana, defensa y relaciones exteriores. Ex jefe de delegación ante el XXVIII Modelo de Asamblea de la OEA que trabajó el tema de “Seguridad en las Américas”.
Por razones de espacio se ha incluido una parte de este artículo, la versión completa puede leerse en: www.
defensaydemocracia.org.
callejera y, específicamente, asaltos a mano
armada? La respuesta es simple, pero controvertida, hemos crecido en una sociedad
en la que, intencionalmente o no, se nos ha
hecho creer que para ser ciudadanos seguros debemos ser ciudadanos físicamente
seguros, corporalmente seguros y patrimonialmente seguros.
En el presente artículo nos abocaremos a
dos problemas específicos (las pandillas y el
uso de las armas de fuego) y brevemente a
la problemática genérica (todas esas formas
que atentan contra la seguridad ciudadana,
teniendo en cuenta los nuevos conceptos
sobre la misma).
I. Problemas concretos
1. Pandillaje delincuencial
1.1. La escuela de formación criminal. En
una encuesta virtual realizada por la Red Interquórum,1 a través del Facebook, en la que
se preguntó “¿Cuál crees que es, en tu localidad o región, el principal factor de la delincuencia al paso?”, un 50% respondió que
son los vicios (drogas, alcohol, apuestas),
un 30% que es la violencia familiar sufrida en
la infancia y un 9% que es el pandillaje. Este
resultado es un reflejo de la “constante estadística” que se mantiene en otras encuestas más complejas y elaboradas, el pandillaje delincuencial es considerado como una
amenaza porcentualmente menor,2 pero que
nosotros consideramos como la “escuela de
formación” del delincuente especializado
(que más adelante será ladrón al paso o secuestrador o asaltante de bancos).
En Lima Metropolitana hay casi 300
pandillas violentas conformadas por adolescentes y jóvenes que provienen, en su
gran mayoría, de familias desestructuradas
y en situación de mucha pobreza, y que han
vivido experiencias de violencia, abuso o
abandono. Estos jóvenes cuando se sienten
rechazados o estigmatizados por nuestro
sistema educativo (que no está preparado
para recibir muchachos con problemas y que
aún le falta mucho para ser realmente inclu-
1
2
3
4
sivo), terminan estudiando en la escuela de
la calle; y allí, se diploman con las pandillas.
Ya que estadísticamente la gran mayoría de
víctimas y criminales en las ciudades son
personas de entre 15 a 35 años de edad,
es innegable que estamos ante una manifestación de violencia juvenil en la que las
pandillas y las barras bravas son, insistimos,
los centros de formación natural. Entonces,
no es difícil deducir que es la pandilla la que
capacita al futuro criminal, una persona que
termina siendo irrecuperable; pero si queremos neutralizar una organización, debemos
primero identificar el modo de reclutamiento
antes que el modus operandi. Hablemos de
ello entonces.
1.2. El germen de la desigualdad y la pobreza. En un evento al que fuimos invitados,
uno de los conferencistas iniciaba su intervención con algo inesperado. El expositor, ex
comandante en jefe de las fuerzas especiales de Israel, especialista internacional que
brinda asesoría en inteligencia contra el crimen organizado, nos preguntó si queríamos
conocer la mejor fórmula para exterminar el
pandillaje pernicioso, y acto seguido mostró
una diapositiva en la que se observaba un
collage de niños mendigando, otros escarbando entre la basura, otros drogándose;
pero todos niños. Entonces dijo: “Esta es la
respuesta: corrijan de una buena vez esta
realidad. Esta es la respuesta y ustedes
siempre la han sabido, señores. ¿Qué esperan para hacerlo?”.3
Efectivamente, para nadie es un misterio que la pobreza extrema y la desigualdad
social son importantes factores criminógenos; sin embargo, estamos tan acostumbrados a abordar el pandillaje con un ánimo
primordial de reacción focalizada, y no de
prevención social general, que observaciones tan básicas y honestas como ésta nos
resultan muchas veces telúricas o incluso
impertinentes e incómodas. Sabemos que
existen varias experiencias exitosas de recuperación social de ex pandilleros, como la
“Asociación MLK” en el distrito de El Agustino,4 pero es importante que no nos deten-
Ver en esta edición la Sección IQ, todo lo relacionado con las “Encuestas Virtuales Interquórum”. Págs. 38 y 39.
Las encuestas realizadas por la ONG Ciudad Nuestra, muestran que la agresión de pandillas constituyó a nivel metropolitano solo un 5.7%,
por encima de la extorsión y el robo vehicular, y por debajo de los robos en casa y los robos al paso; y que a nivel nacional urbano se ubicó en
un 5.1% (Fuente: www.ciudadnuestra.org)
Shemi Alaloof, exposición sobre “Seguridad Urbana”, en la III Conferencia sobre Seguridad y Defensa Hemisférica. Lima, 27 y 28 de agosto
del 2010. En resumen, el especialista israelí opinó que el crimen urbano tiene dos orígenes: (1) uno generacional, en el que es necesario
todo un cambio de mentalidad y “cultura”; y (2) otro menos prolongado, que es el paso del micro crimen al macro crimen, el cual debe ser
interrumpido.
“Asociación Martin Luther King (MLK): una experiencia de trabajo con las pandillas de El Agustino”, de José Ignacio Mantecón Sancho,
editado por Ciudad Nuestra, Lima, 2008.
22
gamos sólo en los resultados, sino que analicemos y tengamos muy en cuenta el común
denominador de los pandilleros: una infancia sumergida en la pobreza extrema y una
adolescencia abofeteada por las profundas
desigualdades sociales con las que tendrá
poca o ninguna oportunidad para destacar
honradamente. Sin embargo, cuando somos
víctimas de un acto de vandalismo por parte
de estos “cadetes del crimen” en formación,
en lo que menos pensamos es en comprender el origen de esta problemática, sino simplemente en atacar y contrarrestar. Y esto
también hay que saberlo asimilar; la ciudadanía quiere respuestas, desea reacciones
eficaces; para eso transfirió hace siglos al
Estado el poder de hacer justicia en nombre
de ella. Por ello estamos de acuerdo con que
debemos “atacar” esta forma germinal del
crimen organizado el pandillaje delincuencial; pero no necesariamente como muchos
quisieran.
1.3. Algunas propuestas. Consideramos que hay dos maneras de afrontar esta
problemática, una, a mediano y largo plazo,
para interrumpir el paso de la micro hacia
la macrocriminalidad; y otra, a corto plazo,
para aplicar con eficacia la disuasión en
aquellos que ya han cometido o que recurren
en el delito.
a) En el tratamiento y la prevención:
‡ Debemos identificar ciudadanos realmente interesados en mejorar estos problemas. Casi
siempre el primer contacto que tendrán en sus comunidades será con religiosos o con policías de su más estricta confianza. Ellos son las piezas clave que el Sistema Nacional de
Seguridad Ciudadana (Sinasec), si no es bien asesorado, podría dejar en el olvido.
‡ Debemos continuar y por nada del mundo detener las buenas iniciativas públicas y privadas de recuperación del pandillero mediante el deporte y otros sanos esparcimientos, pero
sin usarlas con fines electorales. No olvidemos que la pandilla, por más delincuencial que
sea, contiene ciertos elementos como la organización, la solidaridad y el liderazgo,5 elementos que podríamos aprovechar para interrumpir el paso del micro al macrocrimen (sobre
todo, recuperando o negociando con los líderes de las pandillas).
b) En la predicción y la disuasión:
‡ En materia de seguridad ciudadana, los ciudadanos nos detenemos mucho a elucubrar
sobre planes preventivos y reactivos, y descuidamos los predictivos (que son ejecutados
por los órganos de inteligencia policial). Ya anteriormente habíamos propuesto6 la implementación de una Red de Inteligencia Ciudadana que complemente la labor técnica de la
Policía Nacional con esfuerzos concretos de los ciudadanos dispuestos a combatir el crimen
y no solo a quejarse de él.
‡ Sobre la disuasión, ¿para qué tendríamos predicción y detección si no tuviéramos respuesta? En este sentido, consideramos que se debe capacitar a las organizaciones vecinales para que, en aplicación del artículo 260 del nuevo Código Procesal Penal, vigente desde
julio del 2009, puedan ejecutar el “arresto ciudadano”. No se trata de fomentar la justicia
por mano propia ni de sustituir el trabajo operativo de la policía. Se trata simplemente de
capacitar jurídica y sicológicamente a aquellos líderes vecinales y ex pandilleros que se
sientan obligados a apoyar el orden de su propia comunidad.
II. Uso criminal de las armas de
fuego
de fuego, que son las que más temor producen en las potenciales víctimas.
Hemos abordado sólo un problema específico de los muchos relacionados con
la inseguridad: el pandillaje delincuencial;
ahora hablemos sobre el uso de las armas
2.1. Estadísticas.- Algunos datos
concretos:
5
6
‡ Su empleo para delinquir. En el 2012
se incrementó el número registrado de de-
Consideramos como organización, la ejecución de indicaciones y obediencia mínima por parte de todos sus integrantes, así como la capacidad
de solucionar problemas y de compartir informaciones; como solidaridad, los lazos afectivos entre sus miembros por el solo hecho de pertenecer a ella; y como liderazgo, la existencia permanente de un jefe o un reducido número de jefes o líderes que tienen capacidad de tomar
decisiones y de ser obedecidos.
Conforme se mencionó durante nuestra exposición en el Conversatorio “Seguridad ciudadana: propuesta para enfrentar la violencia urbana y
promover ciudades seguras”, realizado por la Fundación Friedrich Ebert, la Revista Interquórum y el Programa Urbano del Centro de Estudios
y Promoción del Desarrollo (desco), el 23 de octubre del 2012.
23
litos con despojo o agresión en los que se
usó un arma de fuego y ésta fue vista por la
víctima7 (15% del total),8 lo que refleja una
constante agresivamente creciente en los
últimos años (3% en 2006, 19% en 2010),9
pero que al estar porcentualmente por debajo de los delitos cometidos con arma
blanca (21%) y de los demás delitos en los
que no se usó ninguna (55%) significaría que
el arma de fuego no es la principal herramienta para cometer los delitos que fortalecen la inseguridad ciudadana. En todo caso,
algunas de la urbes que encabezan el ranking de uso de arma de fuego para los delitos antes mencionados son Chiclayo (27%),
Trujillo (25%) y Callao (24%).
‡ Cantidad de armas irregulares e ilegales. De acuerdo con la Dirección General de
Control de Servicio de Seguridad, Control
de Armas, Munición y Explosivos de Uso
Civil (Dicscamec),10 hasta mediados del
2012 había más de 177 mil licencias vencidas (83% pertenecen a personas naturales).
Paralelamente, en la última década la Policía Nacional del Perú recibió casi siete mil
denuncias por tenencia ilegal de armas, e
informó que es en Lima y Callao donde más
cantidad de armas incautadas se registra
cada año. Por otro lado, el Unlirec11 nos reporta un aproximado de 750 mil armas de
fuego no registradas en el país. La Comisión
Nacional contra la Fabricación y el Tráfico
Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados
(Conatiaf) nos advierte que el número de
tiendas de armas va en aumento y que el
35% opera en Lima y Callao. No obstante, el
incremento de armas de fuego no implica un
aumento exponencial de disparos ni muertes.12
7
8
9
10
11
12
13
14
‡ Disponibilidad en el mercado ilegal.
Este es un circuito cerrado, restringido, pequeño, de difícil acceso y muy costoso para
la delincuencia común; no es como muchas
veces se piensa, que en zonas comerciales
populares hay tiendas o stands específicos
de venta ilegal.13
‡ El origen. No creemos en las hipótesis
del “contrabando internacional”, del “narcotráfico” y del “narco-terrorismo” pues la
Superintendencia Nacional de Migraciones
y la Policía Nacional, así como la Organización Internacional de Migraciones y algunas
ONG, indican que éstas no son creíbles. No
hay un mercado ilegal al mayoreo de contrabando de armas de fuego, pues este se
nutre indirectamente del mercado de armas
que ingresan por la vía legal.14
2.2. Algunas propuestas
9 Modificar la legislación penal y procesal penal, para que se considere al arma
aparente como elemento constitutivo del
delito de robo y otros relacionados con el
despojo.
9 Al haber una relación de dependencia unidireccional entre el mercado legal y
el mercado negro de armas de fuego, debe
estudiarse desde el Estado y la sociedad
civil, la forma de reducir la adquisición de
armas como principal medio disuasivo ante
el crimen callejero. Las técnicas de defensa
personal y las artes marciales no tienen por
que ser alternativas lejanas.
9 Implementar una mejor capacitación
en legítima defensa (figura jurídica penal
que establece las formas en las que se
puede emplear de un modo racional la vio-
Esta mención no es innecesaria: el solo hecho de ver (y no solo de suponer que el agresor tiene) un arma de fuego reduce drásticamente las
posibilidades de contraatacar. Además, debe precisarse que se trata de despojos o agresiones ya que hay un sinfín de delitos, muchos de los
cuales no interesa analizar por ahora, ya que no inciden en la sensación de inseguridad ciudadana materia de este artículo.
Fuente: Segunda Encuesta Nacional Urbana de Victimización 2012, por Ciudad Nuestra, pág. s/n. (http://goo.gl/4tL4s)
Fuente: Barómetro LAPOP, mencionado por Carrión y Zárate en Cultura política de la democracia en Perú; Lima, 2010; p. 124. (www.vanderbilt.edu/lapop/peru/2010-culturapolitica.pdf)
Esta información no está oficializada en algún documento o informe estadístico, pero la hemos obtenido de los PDF colgados en www.dicscamec.gob.pe/licencias-vencidas.html
Centro Regional de las Naciones Unidas para el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (la sede mundial está en Magdalena
del Mar, Lima).
OEA: Informe sobre Seguridad Ciudadana en las Américas 2012, págs. 17 a 19. Se evidencia en el informe que los homicidios cometidos con
armas de fuego no son solamente responsabilidad de la delincuencia común ni del crimen organizado, sino en gran medida de la violencia
intrafamiliar e interpersonal.
En ese sentido la interesante investigación de Jaris Mujica: Armas pequeñas en el crimen urbano; Clacso, 2012; págs. 39 a 46.
“Se trata de armas que: (1) circulan de las que son perdidas, robadas o vendidas al mercado informal de los civiles y de la seguridad privada;
(2) circulan en la venta individual de aquellas cuya licencia no ha sido renovada; (3) recirculan de las requisas policiales; y (4) las que los
mismos delincuentes compran desde el mercado legal.” Mujica, Jaris. Obra citada, pág. 57.
24
lencia e incluso la fuerza letal para repeler
agresiones ilegítimas y no provocadas), a
propietarios y a usuarios de armas de fuego.
III. Problemática global: la inseguridad ciudadana
‡ Conceptos necesarios.- Estamos de
acuerdo con el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) cuando
define la seguridad ciudadana como una
“condición personal –objetiva o subjetiva–
de encontrarse libre de violencia o amenaza
de violencia o despojo intencional por parte
de otros”, pero deseamos ahondar en la que
la CEPAL entrega, pues considera esta problemática como una “situación social en la
que todas las personas pueden gozar libremente de sus derechos fundamentales, con
instituciones (...) [que se preocupan] por la
calidad de vida y la dignidad humana en términos de libertad, acceso al mercado y oportunidades sociales”. Visto así, las amenazas
a la seguridad ciudadana no solo son los delitos callejeros, sino también el desempleo,
el hambre, el deterioro ambiental, la represión política inconstitucional, la drogadicción ambulante, la corrupción institucionalizada y, sobre todo, la violencia estructural.
Recordemos que se ha preferido abordar la
criminalidad como si fuera el único factor,
olvidándonos que “el incremento de la pobreza y la indigencia han elevado los niveles
de desigualdad y exclusión social, y han favorecido el aumento de la violencia y la criminalidad” (ILPES, 1997).
‡ Violencia estructural.- Debemos enfocar la problemática como en lo que realmente se ha convertido: un círculo vicioso
“violencia estructural > inseguridad
ciudadana > violencia estructural”.
Para que no se limite nuevamente el tratamiento de la (in)seguridad ciudadana al aspecto exclusivo de la criminalidad. Entonces,
para entender ampliamente esta realidad,
debemos entender que la violencia puede
darse directamente o como amenaza. Si observamos bien, entonces concluiremos que
la violencia dentro de la sociedad (violencia
estructural) se compone no solo de la criminalidad sino de muchas otras variables.
Así pues, para el aspecto global de la
inseguridad ciudadana debemos analizar y
planificar cómo contrarrestar su génesis y
no solo sus resultados; articular esfuerzos,
desde la sociedad civil y el Estado, para reducir al máximo sus factores, en un largo
proceso que durará décadas.
No se trata de enrejar los barrios y festejar ingenuamente una etérea seguridad, ni
de esperar políticas públicas que apliquen
mano dura sin prevención social verdadera.
Se trata de tener la conciencia de que conducir nuestro auto con la preocupación de
que nos pueda detener algún funcionario
municipal o policial corrupto, o sufrir a diario
la acumulación de basura por la ineficacia
estatal, o padecer el ruido de los vehículos y
la impresionante malcriadez de sus conductores y cobradores, o tener que sufrir –impotentes– la lamentable realidad de los niños
mendigos, o andar estresados por no poder
usar libremente en la calle objetos costosos,
son manifestaciones de la verdadera inseguridad ciudadana en general; esa que debemos, tenemos y podemos desterrar para
siempre de nuestras vidas.
Propuestas
Tratamiento y prevención
Pandillaje
delincuencial
Específicos
(largo plazo)
Predicción y disuasión
(corto plazo)
Problemas
Armas de
fuego
Identificación de vecinos clave
Recuperación con deporte
Negociación con cabecillas
Red de Inteligencia Ciudadana
Capacitación en arresto ciudadano
Homologar el arma de juguete como arma de fuego
Reducir el mercado legal
Capacitación en legítima defensa
Genéricos
Definir seguridad ciudadana como situación de libre ejercicio de derechos de calidad de vida, igualdad en acceso al
mercado laboral, sin corrupción ni contaminación ambiental urbana
Identificar la inseguridad ciudadana como resultado de la
violencia estructural y no solo del crimen callejero
25
Por:
(*) Gral. PNP (r) Enrique Yépez Dávalos / [email protected]
LOS RESPONSABLES
DE LA LUCHA
CONTRA EL DELITO
N
uevamente entra en primera plana
la discusión sobre quiénes son los
principales responsables de la lucha
contra el delito en las calles: ¿El Estado a través de la Policía Nacional o
los gobiernos locales? Esto a raíz de
las recientes declaraciones del presidente de la República manifestando
que la seguridad ciudadana es una
responsabilidad de todos, fundamentalmente de los alcaldes.
El debate se origina también por
el creciente incremento de la delincuencia común y organizada que está
deteriorando, aún más, los sentimientos de seguridad de los ciudadanos,
debido a la ausencia de una política
definida que permita orientar esfuerzos en torno a objetivos comunes.
Si bien ahora se avizoran mejores horizontes para la lucha contra el
delito por el liderazgo asumido por el
presidente Humala en la conducción
del sistema de seguridad ciudadana
y por el pronto equipamiento policial
anunciado por el Ministro del Interior,
todavía no se vislumbra una política
definida. Creo que ya es hora de entrar a la acción, sumando esfuerzos
y voluntades entre todos los actores
de la seguridad ciudadana, dentro de
los cuales los municipios y la policía
juegan un rol fundamental.
(*) Ex secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (agosto 2003 - mayo 2004). Ex jefe del
Estado Mayor de la Policía Nacional del Perú (PNP). Primer director de la Dirección de Participación Ciudadana PNP (julio 1997 - diciembre 2001). Investigador del Instituto de Defensa Legal (IDL), se desempeña
actualmente como director del Centro Nacional de Promoción Social (Cenpros).
Foto: Ramiro García
Mientras tanto, las divergencias en
la conducción de la lucha contra el delito
a nivel local continúan, de allí que sea
necesario superarlas, y la mejor forma
de lograrlo es, a mi criterio, formulando
protocolos o guías de procedimientos
diseñados por el Consejo Nacional de
Seguridad Ciudadana (Conasec), que
precisen al detalle las obligaciones y
responsabilidades de cada quien.
Un criterio integrador compartido
por muchos alcaldes y policías es el que
la política de seguridad ciudadana es
una responsabilidad del Estado; y, por
tanto, la institución constitucionalmente
encargada de garantizarla y conservarla
es la Policía Nacional del Perú (PNP).
Este razonamiento se basa también
en que la lucha contra el delito, por
las implicancias sociales y legales que
conlleva, no puede ser asumida por los
alcaldes. Estas medidas tienen que ser
necesariamente articuladas por los funcionarios encargados de hacer cumplir
la ley (jueces, fiscales y policías), por
supuesto, en permanente coordinación
con los alcaldes como presidentes de
los comités locales de seguridad ciudadana.
Otro argumento es el de carácter
presupuestario. Cada municipio tiene
partidas disímiles, por tanto, sería difícil que se trate de forma equitativa el
apoyo con recursos y medios. También
por razones de capacitación estandarizada y otros aspectos que impiden que
los alcaldes tengan una participación directa en la administración de la logística
policial.
Este razonamiento no se contrapone
a la Ley N° 27933 del Sistema Nacional
de Seguridad Ciudadana, por el contrario, le otorgaría el impulso que necesita
para dinamizar el trabajo a nivel local,
teniendo a los alcaldes y a los comisarios como los principales actores del
Estado. Los primeros liderando la prevención social y encausando las aspiraciones de seguridad de sus ciudadanos
y los segundos ejecutando las estrategias, actividades y tareas policiales
para reducir el delito.
Por tanto, el presidente de la República no se equivoca cuando demanda
Foto: Ramiro García
Las
divergencias
a nivel local deben
superarse formulando protocolos o
guías de procedimientos diseñados
por el Conasec, que
precisen al detalle
obligaciones y responsabilidades de
cada quien.
a los alcaldes mayor responsabilidad
en la lucha contra el delito, ya que ellos
son los principales líderes en el mantenimiento de la seguridad de sus provincias y distritos. El problema surge muchas veces por el afán protagónico o por
discrepancias entre algunos alcaldes y
comisarios, lo que da lugar, por ejemplo, a que los servicios de serenazgo actúen separadamente, sin ningún tipo de
coordinación con las comisarías.
La experiencia nacional e internacional señala que en países unitarios
e incluso descentralizados, no es conveniente “atomizar” la lucha contra el
delito a nivel local, por el contrario, es
necesario fortalecer una sola organización, en este caso la policía, como institución encargada de hacer cumplir la
ley, que responda al comité de seguridad, a los vecinos y a su comando sobre
las estrategias que ejecute, en lugar de
27
La necesidad de
tener una sola entidad encargada de
la lucha contra el
delito a nivel local
responde a la política general del
gobierno central de
concentrar todo el
esfuerzo del Estado
en pocas instancias,
pero una forma más
eficaz de lograr el
objetivo es descentralizar la lucha contra el delito
existir otras entidades que persigan el
mismo cometido. Esta medida permitiría:
- Una respuesta policial eficiente
ante los requerimientos ciudadanos.
- Garantizar los principios de eficiencia, alcance de control y asignación
homogénea, en la medida que existan
policías y serenos debidamente preparados, estimulados y éticamente formados.
- Mejores comisarías con recursos y
medios provenientes del gobierno central, de los gobiernos regionales y de los
municipios.
- Un solo funcionario (el comisario
de policía) como encargado y responsable de la prevención, investigación y
control del delito a nivel local.
- Una adecuada coordinación entre
el comando de la PNP con los alcaldes
provinciales y distritales.
- Planes de seguridad con criterios
estandarizados a nivel nacional.
28
- Más efectivos policiales en las calles para el patrullaje y la investigación
policial, incluyendo a los servicios de
serenazgo bajo el comando de los comisarios, trabajando sobre directivas que
determinen con claridad sus funciones
y atribuciones. Para el efecto es necesaria la capacitación de los serenos en
los centros de formación de la PNP, que
permita tener unidad de doctrina, así
como técnicas y procedimientos similares a nivel nacional.
La necesidad de tener una sola entidad encargada de la lucha contra el
delito a nivel local responde a la política
general del gobierno central de concentrar todo el esfuerzo del Estado en
pocas instancias, pero una forma más
eficaz de lograr el objetivo es descentralizar la lucha contra el delito, con ello
se demuestra también el espíritu integrador que debe ser la esencia del sistema.
Finalmente, creo necesario recordar
que la seguridad ciudadana es una política de Estado. Para consolidarla, el
Gobierno Central tiene que encontrar
soluciones a los siguientes desafíos:
- Reorganizar la participación de la
comunidad en la seguridad ciudadana.
- Impulsar los programas preventivos, educativos y de reinserción.
- Potenciar el trabajo preventivo, de
investigación y de control de las comisarías.
- Mejorar con recursos y medios la
capacidad de respuesta de la policía
ante los requerimientos ciudadanos.
- Con el próximo incremento de remuneraciones para el personal policial,
desarticular el programa denominado
“servicios individualizados” que desnaturaliza su labor de servicio a la comunidad.
- Elevar el nivel de capacitación con
criterios estandarizados.
- Establecer mecanismos de lucha
contra la corrupción.
Si estos postulados se cumplen a
cabalidad mediante una firme voluntad
política e institucional, estaremos transitando por el camino correcto.
CONVERSATORIO
“SEGURIDAD
CIUDADANA:
PROPUESTA PARA
ENFRENTAR LA
VIOLENCIA URBANA Y
PROMOVER
CIUDADES
SEGURAS”
L
a seguridad ciudadana es uno de
los principales temas en el debate
diario del país, la razón, su importancia para contar con una sociedad
viable a todo nivel. Está claro que la
protección de los ciudadanos es una
tarea prioritaria y vital, y que es un
ámbito que cubre todos los niveles
de la convivencia social; va desde
el respeto de las normas de tránsito
hasta la lucha contra la delincuencia
organizada, de allí que involucre a todos los sectores. Sin la garantía de
contar con la seguridad ciudadana se
afecta incluso, el desarrollo económico del país.
Estas reflexiones fueron entonces, la motivación para que la Revista
“Interquórum Nueva Generación”,
la Fundación Friedrich Ebert (FES)
29
Foto: Ramiro García
y el Centro de Estudios y Promoción
del Desarrollo (desco) desarrollaran el
conversatorio “Seguridad ciudadana:
propuesta para enfrentar la violencia
urbana y promover ciudades seguras”.
La cita, el día 23 de octubre del 2012,
en la sala de reuniones de la FES sirvió para convocar a los especialistas
Carlos Romero (cofundador de Ciudad
Nuestra), Eduardo Toche Medrano (investigador de desco y coordinador nacional del Programa de Cooperación
en Seguridad Regional auspiciado por
la FES); y Raúl Santiago Calle, editor
temático para el presente número de
esta revista, así como a los profesionales interesados en temas de seguridad
ciudadana, urbanismo y gestión pública.
Los alcances que los profesionales
citados proporcionaron nos permiten reflexionar sobre la seguridad ciudadana,
reconocer las implicancias de descuidarla y sobre todo, entender cuáles son
sus componentes y a quiénes involucra.
Indicadores de seguridad ciudadana
La seguridad ciudadana, de
acuerdo con Carlos Romero, especialista sobre el tema, es definida
por el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD)
como “la condición personal –objetiva o subjetiva– de encontrarse
libre de violencia o amenaza de
violencia o despojo intencional
por parte de otros”; ahora bien,
y como contraparte definió la violencia como el “uso o amenaza
del uso de la fuerza física o psicológica
con el fin de causar daño o doblegar la
voluntad”, y sobre el término despojo
estableció que “remite al acto de privar
ilegítimamente de su patrimonio a una
persona física o jurídica”. Sobre estos
conceptos, los indicadores definidos
para medir el nivel de seguridad ciudadana son: homicidios, victimización, segurabilidad, percepción de inseguridad
y situación penitenciaria.
1
Romero, en un breve diagnóstico de
la problemática, expresó que, sobre los
datos de la Segunda Encuesta Urbana
de Victimización 2012 elaborada por
Ciudad Nuestra,1 el 47,7% de los homicidios en la ciudad de Lima se dan por
armas de fuego, los delitos han pasado
de 708 el año 2000 a 1 074 para el año
2011, y el distrito más seguro es San
Borja, pero el más inseguro es el Rímac.
Ahora bien, el especialista consideró
que el problema también está presente
en la corrupción al interior de las instituciones, las que irónicamente, tienen
la obligación de tutelar nuestra seguridad. Así, una encuesta realizada por
Proética, con datos por demás preocupantes, indicó que en el año 2012 las
instituciones consideradas como más
corruptas fueron el Poder Judicial, la
Policía Nacional del Perú (PNP) y el
Congreso de la República; además, la
población percibió a la delincuencia y a
la falta de seguridad como lo principales
problemas a los que se enfrenta actualmente.
Entonces, y frente a este panorama,
¿qué se debe hacer?, bajo el punto de
vista del expositor, el gobierno de la
seguridad ciudadana debe estar orientado por un plan provincial integral que
contenga objetivos, actividades, responsables, presupuesto e indicadores,
el mismo que debe contar con un seguimiento permanente y ser evaluado
semanalmente con información actualizada de los observatorios. Esto debe
www.ciudadnuestra.org/facipub/upload/cont/3226/files/segunda_encuesta_nacional_29_10_12.pdf
30
replicarse a nivel de cada distrito, para
buscar mecanismos que doten a los municipios más pobres y con mayor incidencia de delitos con fuentes de financiamiento. Se debe contar también con
una Defensoría de Víctimas de la Violencia como institución encargada de
atender a quienes no reciban una ayuda
adecuada de las instituciones de seguridad y justicia.
Carlos Romero expresó además,
que la información de calidad también
es muy importante, y para ello se debe
promover el funcionamiento de observatorios provinciales y distritales que
analicen a fondo los resultados de:
a) encuestas anuales de victimización;
b) estadísticas oficiales sobre seguridad ciudadana, y
c) otros estudios especializados.
Otra de las acciones que puede favorecer el objetivo es el fortalecimiento
de los cuerpos de serenazgo a nivel metropolitano, y una propuesta para esto,
es la de establecer el “serenazgo sin
fronteras” en algunos distritos y mancomunidades, así se podría facilitar el
trabajo conjunto y coordinado. Esta acción se reforzaría a través de criterios
mínimos de selección, formación y capacitación del personal que va a desempeñar la tarea. También se podría contar con la implementación de escuelas
de formación sobre la base del Centro
Metropolitano de Formación y Capacitación (Cemfocas).
Otro punto importante es el de la
cooperación de la policía con los municipios, tarea que exige:
‡ adecuar las jefaturas policiales a
las políticas locales;
‡ promover el funcionamiento de
una jefatura única en la provincia y en
los distritos de todos los servicios policiales, contando con un plan de acción
integrado que tenga como resultado
el patrullaje integrado (policía y serenazgo);
‡ la incorporación gratuita de policías a las unidades y los centros de información del serenazgo;
‡ la integración de sistemas
de información,
comunicación y
denuncias;
‡
habilitar
reuniones semanales conjuntas para evaluar
el desempeño
y trabajo conjunto con las
juntas vecinales.
Foto: Red Interquorum
Así, las acciones puntuales sobre
grupos específicos pasan por:
‡ desarrollar políticas de prevención social que se orienten a identificar a los jóvenes en mayor riesgo.
Tarea que se podría iniciar al aprender
de otras experiencias exitosas, como el
trabajo con pandillas que realizan los
distritos de El Agustino y San Martín
de Porres, la experiencia de Justicia
Juvenil Restaurativa y el trabajo que
promueve la capacitación laboral de los
jóvenes.
‡ mejorar la investigación criminal, para ello es necesario contar
con equipos especializados de fiscales
y policías por delitos, ellos se encargarían de estudiar los homicidios, robos
al paso, robos en viviendas, atracos y
drogas; debería también incorporarse
tecnología moderna para permitir la
interceptación de comunicaciones, videovigilancia y laboratorios de criminalística, todo ello orientado a perseguir
estratégicamente el delito, en lugar de
desarrollar una “guerra sucia”.
‡ restablecimiento del control
en los penales, al tomar acciones directas sobre el control de celulares, organizar requisas, coordinar un acuerdo
con el Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones
(Osiptel) y empresas telefónicas para
bloquear la comunicación de los delincuentes; promover políticas de rehabilitación social y el funcionamiento de programas con jóvenes primarios; ensayar
programas de ejecución de penas alternativas, como la prestación de servicios
a la comunidad; y el establecimiento
31
de políticas de reinserción y asistencia
post-penitenciaria; así como la construcción de nuevos penales para evitar
el hacinamiento
Articulación necesaria en seguridad ciudadana
Eduardo Toche, investigador de
desco, a su turno, desarrolló su exposición sobre cuatro puntos:
Percepción general.- la incidencia de delitos en el país ha crecido
en 45% entre el 2007 y el 2011. Y de
acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la población peruana considera la inseguridad e
incidencia de delitos como el principal
problema del Perú (44%).
Presupuesto.- La distribución de
los recursos públicos para enfrentar la
seguridad ciudadana es la siguiente: de
los 5 mil millones de soles del Presupuesto Nacional destinados a asuntos
de orden interno, el 86% está a cargo
del Poder Ejecutivo a través de los ministerios del Interior y de Defensa, y el
restante 12% queda en manos de los
gobiernos municipales y provinciales,
solo el 1% se asigna a los gobiernos
regionales. Esto evidencia la inequidad
que existe en la asignación del presupuesto público.
Personal PNP.- De acuerdo a los
estándares internacionales se debería
contar con un efectivo policial por cada
250 personas, siendo la media en Lima
de uno por cada 854 habitantes. La situación demuestra que determinadas
zonas de la ciudad concentran mayor
número de efectivos en desmedro de
las zonas que tienen mayor población.
Número de policías y personal asignado PNP 2010 - 2011
Divter
Norte 1
Norte 2
Norte 3
Oeste
Centro
Este 1
Este 2
Sur 1
Sur 2
Sur 3
Total Lima
metropolitana
N° de comisa- N° de efectivos N° de comisa- N° de efectivos
rías 2010
PNP 2010
rías 2011
PNP 2011
11
1 168
11
1 168
9
797
9
789
6
570
6
535
6
841
6
855
18
1 668
18
1 710
8
689
8
695
12
910
13
985
11
1 445
12
1 357
10
887
10
925
14
660
13
759
105
9 635
106
9 778
Fuente: VII Dirección Territorial de la PNP.
De acuerdo con el Plan Nacional de
Seguridad Ciudadana y Convivencia
Social 2012, en el país la vigilancia para
prevenir delitos y faltas es insuficiente;
el sistema de información para tomar
decisiones (observatorio) es muy limitado. A estos factores se suma la reducida participación de la población, la
escasa participación de las autoridades
locales, los bajos niveles de iluminación
pública y el insuficiente control del cumplimiento de las normas de tránsito.
Articulación.- Necesitamos una
mejor y mayor articulación entre el
Estado, las empresas y la sociedad civil. Así se podría impulsar la creación
y el funcionamiento de observatorios,
los que a su vez, podrían articularse y
32
proporcionar insumos al observatorio
público (Ministerio Público). Se deberían trabajar diagnósticos sobre la deficiencia en la participación ciudadana,
así como desarrollar propuestas para
resolverlos; además, analizar las propuestas de concertación y articulación
entre sectores.
Génesis y apocalipsis de la inseguridad ciudadana
Al establecer su concordancia con
las definiciones sobre seguridad ciudadana del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), Raúl
Calle expresó que también debería incorporarse la desarrollada por la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe “situación social en la que
todas las personas pueden gozar libremente de sus derechos fundamentales,
con instituciones públicas con suficiente
capacidad para responder eficazmente
cuando son vulnerados” y “preocupación por la calidad de vida y la dignidad
humana en términos de libertad, acceso
al mercado y oportunidades sociales”
(Cepal, 1999).
Calle consideró que se ha preferido
abordar la criminalidad como si fuera el
único factor que desencadena la inseguridad ciudadana, dejando de lado otros
factores como la pobreza y la falta de
oportunidades, el desempleo, el hambre, el deterioro ambiental, la represión
política, la violencia y la drogadicción.
De allí la importancia de recordar que
el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social ha definido
que “el incremento de la pobreza y la
indigencia han elevado los niveles de
desigualdad y exclusión social, y han favorecido el aumento de la violencia y la
criminalidad” (ILPES, 1997).
A partir de lo anterior, la sugerencia
del expositor fue la de enfocar la problemática como en lo que realmente se ha
convertido: un círculo vicioso “violencia estructural > inseguridad ciudadana > violencia estructural”,
de allí que para que no se limite nuevamente el tratamiento de la situación al
aspecto de la criminalidad se debe entender ampliamente esta realidad.
Para el aspecto específico de la criminalidad, de acuerdo con Calle, falta
un diagnóstico que permita adoptar medidas, así como la formulación de políticas públicas que impliquen el preguntarnos: ¿cuáles son los perfiles sociales,
económicos, sicológicos, culturales y
educativos de los delincuentes? ¿cuáles son las características de la socialización que reciben, antes y después
de delinquir?. Se necesita por tanto, un
programa de prevención multidisciplinario y multiagencial que tenga en cuenta
los “cuatro modelos para afrontar el delito” definidos por el investigador Enrique Muller Solón:
(1) Prevención social del delito, que servirá para interrumpir la
carrera delictiva neutralizando los
factores de riesgo;
(2) Prevención situacional del
delito, que servirá para disminuir
las conductas delictivas y reducir
las oportunidades para que éstas
se manifiesten;
(3) Prevención multiagencial
del delito, para que no solo exista
la cooperación entre las diversas
unidades encargadas de su control,
sino también, para que se conformen comités de seguridad ciudadana;
(4) Prevención comunitaria
del delito, para articular todas las
estrategias con participación efectiva de la sociedad.
No obstante lo anterior, Raúl Calle
remarcó que, para el aspecto global de
la inseguridad se debe analizar y planificar la forma de contrarrestar su génesis
y no solo sus resultados; es decir, que la
sociedad civil y el Estado deben articular esfuerzos para reducirla al máximo.
Finalmente, sin restarle importancia
al problema inmediato de la criminalidad, opinó que es necesario reforzar
lo que, bajo su criterio, es la principal
arma de prevención y confrontación
de la delincuencia organizada: la información; de allí su recomendación de
buscar implementar programas de “inteligencia ciudadana” que posibiliten el
tejido de redes de cruce o intercambio
de información a nivel vecinal, inter-barrial e inter-sectorial (vecino > comunidad > policía/municipio), acción
que evitaría monopolizar en una sola
entidad la información.
33
SECCIÓN IQ
ACTIVIDADES DE LA RED INTERQUORUM
Encuentro por el buen gobierno en Cañete
E
l pasado 02 de junio del 2012, en la ciudad de Cañete, se desarrolló un pasacalle
con grupos musicales, danzantes folclóricos, con los jóvenes de nariz roja y los
jóvenes de la Red Interquorum Cañete, ellos desarrollaron mini teatros, y aprovecharon para repartir folletos relacionados con el “Buen Gobierno”. La actividad estuvo
organizada por la Asociación Civil Transparencia, en alianza con la Asociación Benéfica
Prisma, Foro Educativo, la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza y el
Grupo Iniciativa para el Acuerdo de Gobernabilidad Región Lima, con el apoyo de la Red
Interquorum Cañete y Cem-Cañete-Mindes.
El objetivo de esta actividad fue enseñar a la población sobre las verdaderas funciones de las autoridades regionales y municipales, como actividad antesala al “Encuentro
por el Buen Gobierno”, que busca propiciar espacios directos de diálogo y comunicación
entre autoridades y ciudadanía bajo condiciones participativas y democráticas.
El evento contó con la presencia del Sr. Javier Alvarado Gonzáles del Valle, presidente del Gobierno Regional de Lima,
y de los directores regionales de Educación y Salud, así como el Sr. Jaime Cubillas Caycho, gerente de Desarrollo Social
de la Municipalidad Provincial de Cañete.
Taller “Perú rumbo a Río + 20: Retos y perspectivas
para el logro del desarrollo sostenible”
D
esarrollado por el Grupo Impulsor de la Sociedad Civil - Perú Hacia Río
+ 20 (conformado por organizaciones y redes de la sociedad civil que
en forma articulada trabajan la agenda ambiental peruana), la Red Interquorum y
la Fundación Friedrich Ebert, este taller permitió dialogar sobre el Informe País y
sobre los temas centrales de la Agenda Ambiental.
La actividad se trabajó los días lunes 04 y martes 05 de junio, en el Auditorio
José Faustino Sánchez Carrión del Congreso de República, y contó con la participación activa de los representantes de las diversas redes Interquorum de nuestro
país e instituciones aliadas, obteniendo conclusiones muy importantes sobre problemática tratada.
Actividades de la Red Interquorum Lambayeque por la celebracion del
05 de junio - Día mundial del medio ambiente
E
l 05 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, la Red Interquorum
Lambayeque llevó a cabo tres pasacalles en la ciudad de Chiclayo, actividad que tuvo el apoyo de las micro redes Interquorum de Chongoyape e Incahuasi, y la cooperación de Cipdes, la Fundación Ayuda en Acción, el Gobierno
Regional Lambayeque, las municipalidades de Chongoyape e Incahuasi y la
comunidad campesina de Muchik de Santa Catalina de Chongoyape, así como
la Asociación Acoturch, a el Cuerpo de Paz y la Fundación Friedrich Ebert, entre
otras. El objetivo fue dar a conocer entre toda la población la importancia de
mantener los bosques y la conservación de los recursos naturales.
34
SECCIÓN IQ
Red Interquorum en macroaudiencia del Plan Nacional de
Derechos Humanos 2012 - 2016
L
a audiencia macro regional de Arequipa, Moquegua y Tacna para elaborar
el Plan Nacional de Derechos Humanos 2012 - 2016 se llevó a cabo en el
centro recreacional Arequipa de la Derrama Magisterial. Esta actividad fue parte
de las 20 audiencias (15 en sedes regionales, y cinco en Lima Metropolitana) programadas del plan. La audiencia pública macro regional desarrollada en Arequipa
incluyó a participantes de Arequipa, Moquegua y Tacna, se realizó el 22 de junio del
2012; aquí se logró que en cada región se conforme un Grupo Impulsor Regional
del Plan Nacional de Derechos Humanos 2012 - 2016, a cargo de la realización de
las audiencias, en coordinación con la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de
Derechos Humanos.
Campaña “+1 por el mundo” se lanzó en Pucallpa
E
l 30 de junio del año 2012, se llevó a cabo el lanzamiento de “+ 1 por
el mundo”, una campaña ideada para crear conciencia pública sobre los
peligros que implica el cambio climático para las generaciones presentes, siendo
ellas, en unos 10 años, las herederas de un planeta más adverso que el actual,
por eso a través de las movilizaciones y la difusión de información en las redes
sociales se pretende preparar a la sociedad de forma decidida para minimizar y
afrontar los cambios extremos que la naturaleza desatará.
La actividad que concentró a los interquoristas de la ciudad de Pucallpa implicó un recorrido por los alrededores de la plaza de esta ciudad y una caminata
con paradas en los semáforos para que los jóvenes entregaran pines, afiches y
globos con mensajes alusivos a la campaña “Súmate a +1 por el mundo”. Los
jóvenes líderes de la Red Interquorum Pucallpa estuvieron a cargo del desarrollo
la campaña, que contó con la presencia de la Srta. Marjorie Patiño Miss Pucallpa 2012, que como parte de su labor social
se sumó a esta gran marcha por la conciencia ambiental.
El Comité Multisectorial para la Adolescencia y la Juventud organizó la semana de la
juventud en Cañete
E
l Comité Multisectorial para la Adolescencia y la Juventud de la provincia
de Cañete, conformada por la gobernación provincial, la Municipalidad
Provincial de Cañete, Unidad Ejecutora Lima Sur, Ministerio Público, la UGEL N°
08, la Red de Salud Cañete - Yauyos, el Hospital Rezola, el Centro de Emergencia
Mujer del distrito de Imperial, la Red Interquorum Cañete, el círculo de periodistas
deportivos y el Rotary Club organizaron un conjunto de actividades para celebrar
el “Día Internacional de la Juventud”, el domingo 12 de agosto del 2012. Este
evento contó con la participación de jóvenes y adolescentes de centros educativos, institutos y academias.
Entre la variedad de actividades podemos resaltar la Feria Informativa del día
miércoles 08 de agosto en la plaza de armas de San Vicente, allí se brindó información a la población sobre los trabajos que ejecutan con los jóvenes durante el
año, así como el trabajo que desarrolla la Red Interquorum Cañete.
35
SECCIÓN IQ
Red Interquorum participó en el “II Congreso Nacional de Juventudes 2012 del
Senaju”
D
el 12 al 14 de setiembre del 2012, tuvo lugar en la ciudad de Moyobamba (San
Martín), el II Congreso Nacional de Juventudes organizado por la Secretaría
Nacional de Juventudes (Senaju) y el Consejo Regional de la Juventud de San Martín.
El objetivo de este congreso fue establecer las pautas y prioridades de las políticas públicas en materia de juventudes, así como las líneas de acción de los programas estatales
y otras instancias de la gestión pública responsables de los temas que involucran a los
jóvenes.
Durante el congreso, se sometió a consulta el Plan Estratégico Nacional de Juventudes (PENJ) para el 2012 - 2021 “Rumbo al Bicentenario”, con la participación activa
de los representantes de las redes Interquorm de Arequipa, Majes, Cuzco, Cajamarca,
Moyobamba, Puno, Piura, Lima, Lambayeque y San Martin (Tarapoto), destacando la participación de la Red Interquorum
Moyobamba (San Martín) que tiene poco menos de seis meses de fundada.
Foro panel: democracia y ciudadanía en
los tiempos de las redes sociales”
E
l X aniversario de creación de la Red Interquorum Arequipa reunió a todos sus
integrantes para la organización del Foro panel: democracia y ciudadanía en los
tiempos de las redes sociales, evento realizado el 12 de octubre del 2012, en el Museo
Histórico Municipal. La actividad permitió a los asistentes reflexionar acerca de la importancia de las redes sociales y sus implicancias para la participación ciudadana y la
democracia. Este foro panel se organizó con el auspicio de la Fundación Friedrich Ebert y
la Municipalidad Provincial de Arequipa.
La exposición central denominada “Ciudadanía y redes Sociales” estuvo cargo del
Dr. José Luis Ramos Salinas, sociólogo y docente de la Universidad Nacional de San
Agustín, la que se complementó con una ronda de intervenciones del público. Acto seguido, intervino un panel compuesto por tres representantes de organizaciones juveniles
de Arequipa: Diego de la Cruz, administrador de Siete Esquinas, Carlos Rivera Quispe, presidente de Casa de Cartón, y
Paola Chiuche Vera, vocera de la Red Interquorum Arequipa.
Aqua Street - Halloween Fest: 2012
C
on el lema “Sensibilizando a la población en buenas prácticas para la mejora
de la calidad del agua y la promoción de la salud hidro ambiental”, la Red
Interquorum Arequipa, que forma parte de la Red de Voluntariado Ambiental Juvenil
- Arequipa (Revaj - AQP), junto a las diversas organizaciones juveniles ambientalistas
que también integran la Revaj - AQP, organizaron el Aqua Street - Halloween Fest, para
celebrar el Día Interamericano de la Gestión Responsable del Agua, el 31 de octubre
del 2012. La actividad se efectuó en la plaza San Francisco, y capturó la atención de los
jóvenes y público en general, a quienes se invitó a participar de la manifestación para
celebrar esta fecha. Se realizaron concursos de disfraces, grafichangas, espectáculos
artísticos, y otros; actividades que aprovecharon el espacio público de las celebraciones por Halloween y el Día de la Canción Criolla.
36
SECCIÓN IQ
IX Campaña Internacional Anticorrupción en Lambayeque
C
on la finalidad de sensibilizar a nuestra sociedad sobre los males que trae
la corrupción, la Red Interquorum realiza cada año la Campaña Internacional
Anticorrupción, una tradición que mantiene desde el año 2003. En esta oportunidad,
la organización de la IX Campaña estuvo a cargo de la Red Interquorum Lambayeque,
quienes bajo el lema: ¡Fiscaliza, que haga pero que no robe” promovieron la participación de la sociedad civil en la lucha contra este problema. También se contó con el
apoyo de las demás redes Interquorum de nuestro país y las de los países hermanos
de Bolivia y Ecuador.
Las actividades de la campaña se desarrollaron durante los meses de octubre y
noviembre del año 2012. La semana anticorrupción se desarrolló del 05 al 11 de noviembre y el día central de la campaña fue el 11 de noviembre, fecha en la que las redes a nivel internacional realizaron
actividades sincronizadas.
XXII Interquorum Nacional Internacional “Institucionalizando la
organización para la integración, la adaptación al cambio climático y
el desarrollo rural”
E
sta es la última actividad del año 2012 de la Red Interquorum, y se realizó en la
ciudad de Urubamba, Cusco, los días 12 al 16 de diciembre. El objetivo fue reunir
a poco más de 60 jóvenes de zonas urbanas y rurales de todas las regiones del Perú, así
como invitados de Ecuador, Argentina, Bolivia y Haití, para discutir sobre la soberanía
alimentaria; la economía verde: compromiso de los y las jóvenes con el ambiente; los
derechos sexuales y reproductivos en el marco de Cairo + 20; los jóvenes y el cambio
climático en el Perú; las experiencias de sostenibilidad rural, organización y participación
política de los y las jóvenes; así como temas inherentes a la organización de la red y su
sostenibilidad en el futuro, además de su fortalecimiento e institucionalidad, también
se revisaron temas referidos al desarrollo de nuestra línea de comunicación. La reunión
sirvió para reiterar la confianza en la Fundación Friedrich Ebert en lo que compete a la
asesoría y vigilancia, así como garantizar el fiel cumplimiento de los lineamientos, principios y espíritu que rigen a la Red
Interquorum, ad portas de iniciar su proceso de formalización con la ayuda de IPC Participa. Y como no todo es trabajo, el
útimo día se organizó la visita al centro arqueológico de Moray, ubicado a 7 kilómetros de Maras, en el Valle Sagrado de los
Incas. Moray era posiblemente un centro de investigación agrícola incaico donde se llevaron a cabo experimentos de cultivos
a diferentes alturas.
Próximo Nro.
15
Tema: Cómo estamos con la democracia en América Latina
Las personas que deseen publicar sus artículos en nuestro próximo número pueden hacerlos llegar hasta el 31 de mayo del 2013
Estimados lectores este espacio está a su disposición, cualquier comentario,
colaboración o anuncio puede ser remitido a nuestra dirección electrónica:
[email protected]
37
ENCUESTA Red IQ
Encuestas virtuales Interquórum
(Inseguridad general) En el último año, ¿cuál fue la inseguridad que más experimentó usted
en su ciudad?
%
1
Que algún funcionario le pida coimas por trámites necesarios
7
2
Que sufra un accidente de tránsito (en vehículo /a pie)
2
3
Que sufra un robo (organizado / al paso)
35
4
Que sea víctima de pandillaje o vandalismo
7
5
Que le busquen pelea / Que lo agredan
4
6
Que lo quieran estafar económicamente
2
7
Que sufra agresión sexual (acoso / violación / discriminación)
0
8
Que padezca violencia familiar (directa / a otros familiares)
2
9
Que sufra demasiada contaminación ambiental (ruidos, humo, basura)
41
(Inseguridad urbana: lesiones) La última vez que tú o alguien muy cercano fue víctima de
lesiones físicas fuera de casa (peleas con vecinos, en las combis, en fiestas, colegios, etcétera) fue…
%
1
Hace menos de una semana
0
2
Hace menos de un mes
38
3
Hace menos de un año
33
4
Hace ya mucho tiempo
29
(Seguridad en el barrio) ¿Cuál es la mejor medida que hay o que debería haber entre los
vecinos de su barrio?
%
1
Llamarse inmediatamente al celular / teléfono fijo
0
2
Establecer turnos de vigilancia
5
3
Sistemas de alarma electrónica
5
4
Vigilante(s) privado(s)
7
5
Control de accesos (rejas, cercos, tranqueras, etcétera)
7
6
Coordinar con la Policía / Serenazgos
63
7
Contar todos con armas de fuego
5
8
Ganarse la lealtad de los delincuentes de la zona
7
(Seguridad en casa) ¿Cuál es la mejor medida que tienes o crees que deberías tener para
sentirte seguro en casa?
%
1
Perros de ataque
0
2
Alarma, sensor, botón de pánico
14
3
Videocámaras que se notan
3
4
Rejas, portones de hierro, cerco eléctrico
52
5
Tener armas de fuego / Vigilantes armados
21
6
Otros bloqueos (trancas, cadenas, candados)
10
ENCUESTA Red IQ
(Seguridad ambulatoria) ¿Cuál es la mejor medida que tienes o crees que deberías tener
para sentirte seguro en la calle?
%
1
Pasear con un perro
11
2
Portar armas de fuego
11
3
Portar disuasivos (alarma de sonido, gas pimienta, electrocutador)
26
4
Andar acompañado de persona mayor / pareja
0
5
Simplemente alejarse de zonas peligrosas
52
(Violencia sexual) ¿Cuál crees que es el escenario o situación más favorable para la violencia
sexual?
%
1
Transporte terrestre urbano (taxis, combis, colectivos)
16
2
Reuniones no familiares con alcohol (discotecas, fiestas, etcétera)
80
3
En el centro de trabajo / estudios
2
4
En cualquier lugar con una pareja
0
5
Durante una pelea de pareja, a solas
2
(Desconfianza en cibertecnologías) ¿Cuál crees que es la principal razón por la que los
ciudadanos todavía desconfían de algunas cibertecnologías (internet, cajeros electrónicos,
etcétera)?
%
1
Páginas web que instalan virus con solo abrirlas
10
2
Estafadores por teléfono
5
3
Programas concurso que estafan
0
4
Estafas por internet
62
5
Hurtos / estafas electrónicas en cajeros automáticos
10
6
Hackers / Crackers que buscan cualquier oportunidad
14
(Accidentes de tránsito) En tu distrito, ¿cuál ha sido el principal factor en estos accidentes?
%
1
Excesiva velocidad (competencia de vehículos, etcétera)
41
2
Peatones no respetan semáforos, puentes, etcétera
21
3
Pésima señalización en cruces y vías
10
4
Conductores / peatones ebrios
28
5
Agotamiento / Cansancio / Sueño del conductor
0
(Secuestros) En los casos que hayas conocido, ¿qué ayudó más a los secuestradores a ejecutar su delito?
%
1
Informantes traidores (ex compañeros trabajo, ex parejas, etcétera)
11
2
Exhibir mucha información en Facebook, Twitter, etcétera
32
3
Interceptación telefónica (chuponeo)
0
4
No saber medidas de seguridad (cambios de ruta, vigilancia, etcétera)
25
5
Simplemente seguimiento a la víctima
32
(Delincuencia al paso) ¿Cuál crees que ha sido en tu localidad o región la principal razón
para que se hayan formado estos delincuentes?
%
1
Violencia familiar en su infancia
30
2
Pobreza económica extrema
7
3
Vicios (drogas, alcohol, apuestas, etcétera)
50
4
Pandillaje social (“palomillada”)
9
5
Rebeldía contra el orden social establecido
4
“Huancaya: un pedacito de
paraíso en territorio peruano”
Por: (*) Silvia Verónica Mejía Salas / [email protected]
H
uancaya es una ciudad que se
encuentra en el departamento
de Lima, forma parte de los
treinta y tres distritos de la provincia de
Yauyos, y está ubicada a 3.554 msnm.
Su ubicación privilegiada a orillas del
río Cañete le permite poseer hermosas
lagunas de color esmeralda, fecundas
en truchas y siempre acompañadas del
vuelo de maravillosas aves, y la visita de
ganado diverso.
Considerado uno de los lugares más
bellos del Perú, Huancaya está en el centro mismo de la Reserva Paisajista Nor
Yauyos Cochas, de allí que se le haya
declarado recientemente como “Reserva
Ecoturística del Perú” por su gran biodiversidad.
Su clima es templado y varía estacionalmente entre los 8°C y los 20°C, soleado en el día y frío en la noche.
Turismo
Por su ubicación y los paisajes que la
conforman, Huancaya es ideal para realizar turismo de aventura y tradicional, así
sus dominios se prestan para el trekking,
canotaje, escala en roca, ciclismo de
montaña y otros que se pueden combinar perfectamente con paseos a caballo,
pesca de río, agroturismo y ecoarqueología.1
Además de las lagunas y los hermosos
paisajes, Huancaya nos ofrece diversos
monumentos históricos para visitar. La
Iglesia Matriz de Huancaya y el antiguo
Puente Colonial completan este recorrido turístico inolvidable. Estos atractivos turísticos y su infraestructura, aunados al desarrollo ganadero y agrícola
de la ciudad, permiten experimentar un
turismo vivencial comunitario.
Todos los que lleguen a Huancaya podrán encontrar hospedajes económicos y
con todas las comodidades; otra opción,
ideal para quienes disfrutan del aire libre, es la de acampar en los paisajes de
Huancaya pasando el Puente Colonial y
en la ribera izquierda del río Cañete.
Para llegar a esta maravillosa ciudad,
existen diferentes rutas de acceso desde
Lima, Huancayo y Cañete, ya sea por la
Carretera Central, la Panamericana Sur
o la ruta Chupaca - Cañete.
Folklore
Huancaya ofrece una serie de fiestas
costumbristas, entres estas destaca “La
Negrería” en honor del Niño Jesús, que
se celebra del 01 al 03 de enero de todos los años. En esta fiesta los hombres
se visten con ternos elegantes, corbata,
máscara y sombrero con plumajes de vistosos colores. El Mayú es el jefe de los
negritos bailarines y lleva en la mano el
látigo que sirve para mantener el orden
en los bailes durante todo el recorrido
por las calles y casas de los funcionarios.
La fiesta por el aniversario de Huancaya, que se celebra el 20 de enero de todos los años, es también una de sus fiestas costumbristas, en ella se practica el
tradicional “Jala Gallo”, allí los chalanes
montados en sus mejores caballos y ataviados con adornos de plata muestran sus
destrezas. La Semana Santa también es
una oportunidad de celebración en Huancaya, pues en estas fechas el Cristo recorre todas sus calles adornadas con flores
del campo, y los Ayllus aprovechan para
competir y mostrar sus mejores arcos de
palo adornados con todo tipo de flores y
frutas silvestres.
Gastronomía
Entre los platos más conocidos están
el cuy colorado, la trucha frita, el mondongo o patasca, la pachamanca, la cancha con queso; y los sabrosos postres hechos con oca y maíz, como la mazamorra
de Kaya (oca seca), las humitas y la infaltable mazamorra de calabaza y de cal.
Los datos ya están dados, aprovechen
cualquiera de las fechas indicadas y disfruten de las bellezas de Huancaya.
(*) Miembro de la Red Interquorum Arequipa y actual directora de la Revista Interquorum Nueva Generación.
1 Mayor referencia se puede ubicar en el portal institucional de la Municipalidad Distrital de Huancaya http://www.huancaya.lim.md.gob.pe/conocenos.
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