antecedentes de hecho - Unión General de Trabajadores

Anuncio
Roj: STSJ CAT 9819/2015 - ECLI:ES:TSJCAT:2015:9819
Id Cendoj: 08019340012015106020
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Social
Sede: Barcelona
Sección: 1
Nº de Recurso: 3438/2015
Nº de Resolución: 5919/2015
Procedimiento: Recurso de suplicación
Ponente: LUIS REVILLA PEREZ
Tipo de Resolución: Sentencia
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTÍCIA
CATALUNYA
SALA SOCIAL
NIG : 08019 - 44 - 4 - 2014 - 8024215
AF
Recurso de Suplicación: 3438/2015
ILMO. SR. IGNACIO MARÍA PALOS PEÑARROYA
ILMO. SR. LUIS REVILLA PÉREZ
ILMA. SRA. M. MACARENA MARTINEZ MIRANDA
En Barcelona a 13 de octubre de 2015
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, compuesta por los/as Ilmos/as. Sres/
as. citados al margen,
EN NOMBRE DEL REY
ha dictado la siguiente
S E N T E N C I A núm. 5919/2015
En el recurso de suplicación interpuesto por Interserve Facilites Service, S.A. frente a la Sentencia del
Juzgado Social 12 Barcelona de fecha 23 de diciembre de 2014 dictada en el procedimiento nº 502/2014 y
siendo recurridos Fondo de Garantia Salarial, Ministerio Fiscal, Dª Bernarda , D. Plácido y D. Luis María
. Ha actuado como Ponente el Ilmo. Sr. LUIS REVILLA PÉREZ.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Con fecha 23 de mayo de 2014 tuvo entrada en el citado Juzgado de lo Social demanda
sobre Despido en general, en la que el actor alegando los hechos y fundamentos de derecho que estimó
procedentes, terminaba suplicando se dictara sentencia en los términos de la misma. Admitida la demanda a
trámite y celebrado el juicio se dictó sentencia con fecha 23 de diciembre de 2014 que contenía el siguiente
Fallo:
"Que ESTIMANDO la demanda interpuesta debo DECLARAR:
1º. La NULIDAD de los despidos de Doña. Bernarda , Don. Plácido y Don. Luis María
2º. La CONDENA de la empresa Initial Infinities Services S.A. a que readmita inmediatamente a los
actores, en las mismas condiciones en que venían prestando servicios, con el abono de los salarios dejados
de percibir desde la fecha de los despidos.
3º. La ABSOLUCION del FONDO de GARANTIA SALARIAL, sin perjuicio de las responsabilidades que
le correspondan en virtud del art. 33 ET ."
1
SEGUNDO.- En dicha sentencia, como hechos probados, se declaran los siguientes:
PRIMERO.- Doña. Bernarda , con DNI NUM000 ha venido prestando sus servicios por cuenta de la
empresa demandada, con antigüedad de 18 de mayo de 1998, categoría profesional de Jefe de Dependencia
y un salario bruto mensual, con prorrateo de pagas extras, de 2.151,72 euros.
Don. Plácido , con DNI NUM001 ha venido prestando sus servicios por cuenta de la empresa
demandada, con antigüedad de 15 de abril de 1998, categoría profesional de Especialista y un salario bruto
mensual, con prorrateo de pagas extras, de 1.714,11 euros.
Don. Luis María , con DNI NUM002 ha venido prestando sus servicios por cuenta de la empresa
demandada, con antigüedad de 23 de diciembre de 1999, categoría profesional de Limpiador y un salario
bruto mensual, con prorrateo de pagas extras, de 1.594,59 euros.
SEGUNDO.- En fecha 22/4/2014, con efectos del mismo día, la empresa demandada notificó a los
actores idénticas cartas de despido por causas organizativas y productivas. Las cartas obran en los folios 14
a 25 y aquí se dan por reproducidas.
TERCERO.- La empresa Initial Facilities Services S.A., cuya actividad es la limpieza de trenes, edificios y
locales, viene realizando, en virtud de contrato de arrendamiento de servicios suscrito con la empresa Patentes
Talgo S.L. en fecha 14/5/2009, la limpieza de los trenes en la Estación de Francia de Barcelona, lugar donde los
actores prestaban sus servicios. Se suscribieron prórrogas de dicho contrato en fecha 30/1/2012 y 4/3/2014.
CUARTO.- En fecha 28/3/2014, expirado el término de duración del primer contrato y sus prórrogas, la
empresa demandada y Patentes Talgo S.L. suscribieron nuevo contrato de arrendamiento de servicios con
fecha de efectos 1/4/2014.
QUINTO.- El objeto del primer contrato de arrendamiento de servicios de fecha 14/5/2009 se refería:
"Trabajos de limpieza del material de trenes S130 que se entregue diariamente, de tal modo, que la
obligación principal de Initial consiste en poner a disposición de Talgo, y en óptimo nivel de limpieza, tanto
interior como exterior, conforme a lo establecido en el "PLAN GENERAL DE LIMPIEZA PR.01-32" (Anexo I)
aprobado para estos vehículos, el material que a tales fines, Talgo le vaya entregando."
El objeto del segundo contrato de arrendamiento de servicios de fecha de efectos 1/4/2014 se refería:
a) Servicios de limpieza del material de trenes según les sea solicitado por parte de Talgo, de tal
modo que la obligación principal del proveedor, consiste en poner a disposición de Talgo, y en óptimo
nivel de limpieza, tanto interior como exterior, conforme a lo establecido en los planes de limpieza para
material convencional PL-01-C "PLAN GENERAL DE LIMPIEZA TALGO PENDULAR CAMAS Y PL-01-B
PLAN GENERAL DE LIMPIEZA TALGO PENDULAR BUTACAS (Anexo Ia) y para material S130 PL01-32
PLAN GENERAL DE LIMPIEZA (Anexo Ib) aprobado para estos vehículo, el material que a tales fines.
b) Servicios relacionados con la limpieza tanto en instalaciones como en equipos y los trabajos conforme
a lo establecido en "TRABAJOS ADICIONALES" (Anexo Ic).
SEXTO.- En fecha 13/5/2014 Patentes Talgo S.L. remitió la siguiente comunicación a la empresa
demandada:
"Buenas tardes,
Debido a la necesidad de realizar trabajos en trenes no previstos inicialmente, como son los trenes
turísticos 7C5 y ahora el Talgo IIIRD rama 2B2, a la cual se le ha de hacer limpieza integral antes de su
salida en servicio comercial después de estar 3 años parada, así como los trabajos adicionales de limpieza
exterior a mano de todas las ramas por exigencia de nuestro cliente, les ruego adapten la carga de trabajo
eventualmente para poder acometer los citados trabajos."
SEPTIMO.- En fechas 11/6/2014, 26/6/2014, 16/7/2104, 7/8/2014, 3/9/2014, 10/10/2014, se reunió la
Comisión de Seguimiento Mensual del Centro Patentes Talgo, compuesta por la representación de la empresa
demandada y el Comité de Empresa. En todas las actas de dichas reuniones se indica que existen aumentos
temporales de la carga de trabajo.
OCTAVO.- La empresa dispone de más de 30 centros de trabajo donde se realizan actividades de
limpieza. En el período comprendido entre 1/1/2013 y 30/9/2014 la empresa empleó a 567 trabajadores.
2
NOVENO.- En fecha posterior a la de los despidos de los actores, la empresa ha contratado
temporalmente a otros trabajadores y los trabajadores fijos han realizado horas extraordinarias. Asimismo, en
el centro de trabajo de la Estación de San Andrés Condal se ha producido incremento de carga de trabajo.
DECIMO.- En fecha 4/6/2013 el Departament de Benestar Social de la Generalitat de Catalunya
reconoció a la actora doña Bernarda un grado de disminución física del 36%.
DECIMO PRIMERO.- Los actores son miembros de la Sección Sindical de UGT en la empresa desde
14 de junio de 2010.
DECIMO SEGUNDO.- Consta intento de conciliación ante la Secció de Conciliacions de la Delegació
Territorial de Barcelona del Departament de Treball de la Generalitat de Catalunya, cuyo acto resultó sin
avenencia.
TERCERO.- Contra dicha sentencia anunció recurso de suplicación la parte codemandada
INTERSERVE FACILITIES SERVICE, S.A., que formalizó dentro de plazo, y que la parte contraria, la parte
actora Dª Bernarda , D. Plácido y D. Luis María impugnaron, elevando los autos a este Tribunal dando
lugar al presente rollo.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La sentencia de instancia estimó la pretensión principal de las acciones acumuladas que
articulaban los tres actores y declaró nulos, por vulneración de derecho a la libertad sindical, los despidos
individuales que por causa objetiva se habían articulado sobre los mismos con efectos de 22/04/2014.
Consideró que se habían aportado por estos, miembros de la Sección Sindical de UGT en el centro de
trabajo al que estaban adscritos, indicios suficientes para invertir la carga de la prueba sobre la existencia de la
vulneración y que, por contra, la empresa no había aportado elementos de convicción suficientes para acreditar
la existencia de motivo objetivo que pudiera habilitar la decisión extintiva y, menos aún, la desconexión de la
vulneración y la elección de los actores para la decisión extintiva.
Subsidiariamente y a efectos meramente dialécticos la sentencia reflexiona y concluye que, en todo
caso los despidos debería calificarse como improcedentes por insuficiencia de la indemnización abonada a
los actores y por haber utilizado para su cálculo salario parámetro de inferior dimensión que aquella que se
acreditaba por los mismos.
Frente al pronunciamiento se alza en suplicación la empresa condenada y el recurso es impugnado
por los trabajadores.
SEGUNDO.- El primer motivo del recurso se dedica a solicitar la revisión del relato de hechos probados
de la sentencia, de conformidad con el artículo 193 b) de la LRJS .
La declaración de hechos probados supone la plasmación de la convicción del órgano judicial en relación
con los hechos que las partes han traído al proceso y sobre los que se ha practicado prueba, narrando la
realidad que, a su juicio, ha quedado acreditada, razonando en la fundamentación jurídica el porqué de la
conclusión fáctica plasmada en el relato de hechos probados, en función de la valoración de prueba efectuada
por el mismo, valoración que toma en consideración los denominados "elementos de convicción" conforme
al artículo 97.2 de la LRJS , concepto más extenso que el de medios de prueba, pues no sólo abarca a
los enumerados por el artículo 299 de la LEC , sino también el comportamiento de las partes en el curso
del proceso, e incluso sus omisiones, requisitos todos ellos que cumple con creces, mas que con creces, la
sentencia de instancia, aunque llegue a una conclusión que, obviamente, la recurrente no comparte.
En todo caso nos hallamos ante una resolución judicial debidamente motivada, que se ajusta a las
exigencias del artículo 120.3 de la CE , 218.2 de la LEC y 97.2 de la LRJS .
Deber de motivación que responde a una doble finalidad: a) de un lado, la de exteriorizar el fundamento
de la decisión, haciendo explícito que ésta corresponde a una determinada aplicación de la Ley; b) y, de otro,
permitir su eventual control jurisdiccional mediante el ejercicio de los recursos. Ahora bien, de acuerdo con
una consolidada doctrina constitucional, desde la perspectiva del derecho a la tutela judicial efectiva, como
derecho a obtener una decisión fundada en Derecho, no es exigible un razonamiento judicial exhaustivo y
pormenorizado de todos los aspectos y perspectivas que las partes puedan tener de la cuestión que se debate,
sino que basta con que el Juzgado exprese las razones jurídicas en las que se apoya para tomar su decisión,
de modo que deben considerarse suficientemente motivadas aquellas resoluciones judiciales que vengan
3
apoyadas en razones que permitan conocer cuáles han sido los criterios jurídicos esenciales fundamentadores
de la decisión, esto es, la "ratio decidendi" que determina aquélla.
No existe, por lo tanto, un derecho fundamental del justiciable a una determinada extensión de la
motivación, puesto que su función se limita a comprobar si existe fundamentación jurídica y, en su caso, si el
razonamiento que contiene constituye, lógica y jurídicamente, suficiente motivación de la decisión adoptada,
cualquiera que sea su brevedad y concisión.
La revisión fáctica, encaminada a la supresión, total o parcial de los hechos, su modificación o la
adición de otros nuevos, bien queden fijados en su lugar idóneo (resultancia fáctica) o en lugar inapropiado
(fundamentos de derecho) requiere de los siguientes requisitos:
Ha de fijarse concretamente qué hecho o hechos deben adicionarse, rectificarse o suprimirse.
Ha de precisarse en qué términos deben quedar redactados, y su influencia en la variación del signo del
fallo, pues si no son trascendentes no se admite la revisión. Bastará con que el recurrente exponga un mínimo
argumental de esa relevancia, aunque sea hipotética o teórica, para que el Tribunal Superior, comprobada la
habilidad del documento o pericia, admita la revisión, en una interpretación amplia, acorde a la tutela judicial
efectiva, ante la eventualidad de un posterior recurso de casación.
Ha de hacerse cita del documento o documentos o prueba pericial que, debidamente identificado y
obrante en autos, mediante la referencia exacta de los folios, - no es correcto se diga genéricamente constan
en el procedimiento- patentice, de manera clara, evidente y directa, de forma contundente e incuestionable, sin
necesidad de acudir a hipótesis, conjeturas, suposiciones o argumentaciones más o menos lógicas, naturales
o razonables, el error en que hubiera podido incurrir el juzgador.
Existe un número no desdeñable de recursos de suplicación que, como el que nos ocupa, vienen
defectuosamente instrumentados, y que, confundiéndose con el de apelación civil, tratan de erigir al tribunal
de suplicación en una segunda instancia para que se retome el asunto en toda su extensión, conociendo
plenamente de lo que se debatió ante el órgano "a quo", cuando lo cierto y verdad es que los Juzgados de lo
Social conocen en única instancia de todos los procesos atribuidos al orden social de la jurisdicción, salvo de
los procesos atribuidos a las Salas de lo Social de los Tribunales Superiores de Justicia y a la Sala de lo Social
de la Audiencia Nacional, lo que, por otra parte, es plenamente acorde con el derecho a la tutela judicial efectiva
consagrado en el artículo 24 de la CE , puesto que, la doble instancia, salvo en el orden penal, no forma parte
necesariamente del contenido del derecho constitucional a la tutela judicial efectiva, por lo que el legislador
es libre a la hora de establecer y configurar los sistemas de recursos que estime oportunos y determinar los
supuestos en que cada uno de ellos procede y los requisitos que han de cumplirse en su formalización.
En definitiva, la Sala de lo Social tiene una cognitio limitada de los hechos en el recurso de suplicación,
y no puede valorar de nuevo toda la prueba practicada, debiéndose circunscribirse a las concretas cuestiones
planteadas por las partes, salvo que afecten al orden público procesal, por ejemplo, por incompetencia de
jurisdicción, o por insuficiencia de los hechos declarados probados.
Ya en el análisis de la modificación postulada tenemos en primer lugar que se postula que "in fine"
se añada al hecho probado segundo: "...productivas abonándose a cada uno de ellos las indemnizaciones
siguientes: Bernarda la cantidad de 22.553 euros, Luis María la cantidad de 15.823 euros, Angelica la
cantidad de 15.333 euros. Las cartas obran a los folios 14 a 25, así como en los folios 278 a 281, 294, 297
a 300, 316 322 a 325".
La prueba practicada impone correcta la conclusión fáctica y el hecho no es baladí ni irrelevante en
cuanto fue objeto de estudio y pronunciamiento la pretensión subsidiaria de improcedencia por insuficiencia
de la indemnización por despido abonada a los trabajadores y, por tanto, es relevante y necesario conocer
y dejar constancia de este extremo que es presupuesto necesario para aplicar la consecuencia del despido
improcedente que se postuló subsidiariamente con lo que ha de accederse a la adicción pretendida. No
obstante sólo será posible respecto de los dos trabajadores que son actores en el procedimiento doña
Bernarda y don Luis María , y no respecto de la tercera citada que no es parte en procedimiento.
Después se pretende nueva redacción para el hecho probado séptimo al objeto de que en este se diga:
"En fechas 06/06/2014, 11/06/2014, 26/06/2014, 16/07/2014, 07/08/2014, 03/09/2014 y 10/10/2014, se reunió
la Comisión de Seguimiento Mensual del Centro de Trabajo de Patentes TALGO en virtud del nuevo contrato
con vigencia desde el 1 de marzo 2014, compuesta por la representación de la empresa demandada y de
la representación sindical. El motivo de dicho seguimiento viene impuesto por la reducción de consistencias
interiores al contrato anterior con miras en el marco de la estabilidad laboral. En las actas se hace entrega de
4
la propuesta de personal eventual necesario para cubrir las cargas de trabajo producidas por ILT, vacaciones
y aumentos temporales de trabajo surgidos los meses de junio, julio, agosto, septiembre y octubre de 2014".
Modificación a la que no se accederá porque carece de sustrato probatorio eficaz, que ni siquiera se cita
mas allá de simple referencia genérica, al fin de convicción pretendido y porque no es sino simple valoración
subjetiva y unilateral que trata, predeterminando el fallo, de sustituir el criterio superior de quién tiene la facultad
para la valoración de la prueba por el propio e interesado.
También se pretende nueva redacción para el hecho probado octavo al objeto de que se reseñe que la
actividad de limpieza, propia de la empresa, es "general de edificios".
Pretensión a la que no se accederá porque nada aporta al relato de la sentencia, que es suficiente para
dar solución al debate en los términos en que quedó concretado.
Respecto al hecho probado noveno se pretende nueva redacción que diga: "En fecha posterior a la
de los despido de los actores, la empresa ha contratado eventualmente para la cobertura de sustitución de
vacaciones, incapacidad temporal y aumento temporal de carga de trabajo a otros trabajadores, posibilidad
que se ofreció a los propios demandantes".
Modificación a la que no se accederá porque carece de sustrato probatorio eficaz y porque no es sino
simple valoración subjetiva y unilateral que trata, predeterminando el fallo, de sustituir el criterio superior de
quién tiene la facultad para la valoración de la prueba por el propio e interesado.
Asimismo se pretende la adicción de un nuevo hecho probado, que sería el décimotercero, para
que diga: "A la empresa demandad INITIAL le es de aplicación el Convenio Colectivo Estatal de Contratas
Ferroviarias".
Hecho redundante del que ya da noticia la sentencia y que no puede añadirse, por redundante e
innecesario, a su relato.
La adicción de un nuevo hecho probado, que sería esta vez el décimocuarto, que interesa a la recurrente
diga: "El contrato suscrito el 14 de mayo de 2009 daba lugar a la ocupabilidad de 18 trabajadores con un total
de 25.549 horas anuales de ocupabilidad. El contrato suscrito el 28 de marzo de 2014, con efectividad desde
el 1 de abril de 2014, daba lugar a que las horas anuales de cargas de trabajo supusieran un total de 14.376,
lo que significaba una reducción anual de 11.173 horas, o sea un descenso de 43.73% con repercusión en un
exceso de puestos de trabajo equivalente a 7,3 trabajadores".
Una vez más el relato propuesto es simple valoración subjetiva e interesada, predeterminante del fallo,
que realiza la recurrente revisando el silogismo que realizó la magistrada de la instancia para determinar que
no se había acreditado reducción relevante y sustancial de la carga de trabajo con ocasión de la suscripción
del nuevo contrato con la empresa principal, con lo que el motivo no puede aceptarse.
Finalmente se postula la adicción de un nuevo hecho probado, que sería el décimoquinto, que se
interesa diga: "En fecha 0/04/2014 fueron despedidos por causa objetiva 6 trabajadores, entre los que se
encontraban los 3 actores adoptándose en todos los casos como criterio de selección su absentismo laboral".
Y ahora tampoco puede aceptarse la modificación o porque ya es hecho relatado que no necesita
redundancia, en referencia al número de trabajadores que resultaron despedidos por causa objetiva con
efectos de 01/04/2014, o porque, una vez más y en referencia al inciso final, no es sino simple valoración
subjetiva e interesada que no puede encontrar acomodo en el cuerpo fáctico de la sentencia.
TERCERO.- En sede de censura jurídica, con amparo procesal en el apartado c) del artículo 193
de la LRJS , como motivo de infracción jurídico-sustantiva invoca la empresa condenada la infracción por
la sentencia de los artículos 20 y 52 c) del ET , en relación con el artículo 51 del mismo texto legal y
sostiene, en definitiva, que sí concurrió circunstancia objetiva organizativa de entidad suficiente para habilitar
las extinciones que se impugnaron.
Centrado en este determinante término el debate resulta axial fijar sí en el hecho causante la empresa
presentaba circunstancia organizativa de entidad y relevancia suficiente para justificar la decisión extintiva.
Aplicando la doctrina jurisprudencial sobre la suficiencia de la causa para la extinción por causa objetiva
del contrato de trabajo en el supuesto de que hubiese sido dato cierto, conocido y vigente la relevante
disminución de la exigencia productiva, en el centro de trabajo en el que prestaban servicios los trabajadores
actores, se encontraría plenamente justificada medida de reducción de los costes de personal y estaría
habilitada la empleadora para la extinción objetiva.
5
Pero concluye la sentencia, para predicar de la decisión extintiva la cualidad de despido improcedente,
que no se acreditó por la empresa, por no haber desplegado elemento probatorio hábil, que aquella última
fuese la circunstancia que coyunturaba a la empresa cuando actúa la decisión extintiva.
No ha conseguido la empresa llevar a la convicción de la juzgadora de instancia y tampoco a la de la
Sala, porque no se concreta relato de hechos que informe de potencial situación organizativa o productiva en
el momento del despido que descubriesen la necesidad o conveniencia de la decisión extintiva para mejorar
la posición empresarial en el mercado y sector de actividad.
El sustrato fáctico del que ha de partirse es el que concreta la sentencia y con él ha de concluirse, como
hace la sentencia, la falta de justificación de los despidos objetivos con lo que el motivo ha de desestimarse.
Así no consta, porque no se aporta la documentación mercantil de la que pudiera deducirse
indubitadamente que se haya producido, con ocasión de los nuevos términos del sinalagma mantenido con la
empresa principal, que del nuevo contrato se derive perdida sustancial y relevante de la actividad productiva
de los servicios de limpieza contratados, mas allá del potencial ejercicio de análisis subjetivo que es inane al
objeto pretendido y que, desde luego, no sirve para llevar a la convicción de la magistrada de la instancia y
tampoco de la Sala, de la suficiencia de la coyuntura objetiva.
Con ello procede que la Sala dirima con respuesta negativa sobre la acreditación de la causa invocada
en el somero relato de las cartas de despido, aplicando el marco jurídico en el que ha de resolverse la
contienda y que hemos resumido en nuestra reciente sentencia de 25/03/2014 (Rec. 6247/2013 ), que dice:
"En supuestos tales como el que nos ocupa, hemos venido trayendo a colación la Jurisprudencia del Tribunal
Supremo que, de forma reiterada, ha venido exigiendo, tres requisitos para la justificación de la causa del
despido objetivo, cuales son, en síntesis: el supuesto fáctico que determina el despido, en el caso de las
causas económicas, la situación negativa de la empresa; la finalidad asignada a la medida extintiva adoptada
(atender a la necesidad de amortizar un puesto de trabajo con la finalidad de contribuir a superar tal situación
económica negativa); y la "conexión de funcionalidad o instrumentalidad" entre la medida extintiva y su finalidad
( sentencias de esta Sala de 13 de mayo y 9 de diciembre de 2.009 , 25 de marzo de 2.010 , 31 de enero y 14
de febrero de 2.012 ). Por su parte, la Jurisprudencia dictada en relación al despido por causas económicas,
aunque con las necesarias matizaciones por referirse a normativa distinta a la vigente cuando se produjo
el despido del actor, ha reiterado que "para apreciar la concurrencia de las causas económicas (en sentido
estricto) del despido objetivo basta en principio con la prueba de pérdidas en las cuentas y balances de la
sociedad titular de la empresa" ( sentencia del Tribunal Supremo de 15 de octubre de 2.003 ). Asimismo,
se ha matizado que "el significado de la palabra "causa" en el contexto de la regulación de las causas del
despido objetivo por necesidades de la empresa se refiere normalmente no al tipo genérico de causa de
despido (por ejemplo, la reestructuración de la plantilla, el cambio de los productos o en los procesos de
producción) o a la causa remota que genera las dificultades o situaciones negativas de la empresa en la que se
produce el despido (por ejemplo, la crisis económica o las nuevas tecnologías), sino precisamente, como dice
repetidamente el art. 51 ET , a las concretas dificultades o situaciones económicas negativas de la empresa
alegadas por el empresario para justificar su decisión extintiva" ( sentencia del Tribunal Supremo de 10 de
noviembre de 2.011 ).
De todo ello se colige que bajo la vigencia de la normativa aplicable al supuesto objeto de recurso anterior a la reforma operada por Real Decreto 3/2012-, el legislador suprimió en el artículo 51 del Estatuto
de los Trabajadores la proyección de futuro, desvinculando la causalidad del mantenimiento de la empresa y
del empleo, por lo que "no se trata de lograr objetivos futuros, sino de adecuar la plantilla a la situación de la
empresa", pudiendo concluirse que "la justificación del despido ahora es actual" ( sentencia de la Audiencia
Nacional de 18 de septiembre de 2.012 , citando a A. Desdentado Bonete).
Ahora bien, la doctrina de distintas Salas de lo Social de Tribunales Superiores de Justicia ha venido
considerando que ello no obsta a que, junto a la acreditación de la causa económica, resulte necesaria la de
algo más, en concreto, que la situación actúe sobre la plantilla de la empresa creando la necesidad de reducir
los números de puestos de trabajo propuestos o provocando un cese total de la actividad, y que las medidas
extintivas respondan a esa necesidad ( sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 9 de abril de
2.013 ). A ello ha de añadirse que la normativa española vigente ha de interpretarse, tal como hemos venido
afirmando ( sentencia de esta Sala de 25 de abril de 2.013 ) en concordancia con la internacional, vinculante
ex artículo 96 de la Constitución , siendo especialmente relevante a los efectos que nos ocupan el Convenio
número 158 de la OIT, sobre la terminación de la relación de trabajo, ratificado por España, y complementado
por la Recomendación de la Conferencia Internacional del Trabajo 166, disponiendo el artículo 4 de aquella
norma que "no se pondrá término a la relación de trabajo de un trabajador a menos que exista para ello una
6
causa justificada relacionada con su capacidad o su conducta o basada en las necesidades de funcionamiento
de la empresa, establecimiento o servicio".
Del mismo modo, tal como concluimos en nuestra sentencia de 10 de mayo de 2.013 , aún tras la
reforma operada por Real Decreto 3/2012, "la mayor flexibilización de las causas de despido objetivo que
supone la normativa actualmente vigente, no puede llegar hasta el punto de considerar que la empresa ha
quedado eximida de la obligación de justificar la necesidad y razonabilidad de la extinción de los contratos de
trabajo, como mecanismo de actuación adecuado para hacer frente a las causas económicas, productivas y
organizativas que en el caso de autos se invocan en la comunicación escrita.
Sigue siendo exigible que concurran causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, y va
de suyo, que han de ser además de cierta entidad y enjundia, de forma que no puede la empresa ampararse
en cualquier incidencia o variación menor que pudiere aparecer en su actividad y que no tenga relevancia y
trascendencia suficiente para justificar la utilización de esta fórmula privilegiada de extinción de los contratos
de trabajo. Lo contrario sería tanto como permitir que pueda alegar cualquier pequeña alteración en su ciclo
productivo para acogerse a esta facultad, dando lugar con ello a la más total y absoluta libertad sin ningún
control, dejando libérrimamente en manos del empresario la opción unilateral por la extinción contractual con
el pago de una indemnización inferior a la ordinaria.
El concepto y la finalidad de la extinción de contratos de trabajo por causas objetivas con base en
razones económicas, técnicas, organizativas o de producción no se han modificado.
Sigue estando configurado como un mecanismo legal para la extinción de contratos de trabajo a menor
coste del ordinario, cuando en la empresa concurren circunstancias de esa naturaleza y como instrumento
para intentar mantener la actividad empresarial y conservar de esa forma los demás puestos de trabajo no
afectados por tan drástica medida.
Forma por ello parte del propio concepto de esta modalidad de despido objetivo, que las causas a las que
se acoge la empresa tengan una cierta relevancia y trascendencia en el normal funcionamiento de la misma,
de tal manera que la decisión extintiva pueda estar justificada y considerarse además como razonablemente
adecuada para afrontar esa nueva situación que se ha presentado en la actividad empresarial.
Por este motivo, la correcta interpretación de esta mayor flexibilización efectuada por el legislador de
los requisitos anteriormente exigidos, no exime al empleador del deber de acreditar que real y efectivamente
atraviesa por dificultades de cierta entidad para cuya superación es medida adecuada y razonable la extinción
de contratos de trabajo".
Estimamos de interés precisar que la reciente sentencia del Tribunal Supremo de 20 de septiembre
de 2.013 (rec. 11/2013 ), concretando los límites de la función judicial en aras a determinar la concurrencia
de las causas de despido alegadas, ha concluido que "el legislador de 2012 ha querido además, y así lo ha
hecho constar en la exposición de motivos de la Ley 3/2012 (apartado V), que los órganos jurisdiccionales
encargados del enjuiciamiento de los despidos colectivos no sustituyan al empresario en la elección de las
medidas concretas a adoptar, limitando su control a verificar que las causas económicas alegadas existen, que
tienen seriedad suficiente para justificar una reestructuración de los objetivos y de los recursos productivos
de la empresa, que no son por tanto un pretexto o excusa para despedir, y que la supresión o amortización
de puestos de trabajo acordada es una medida apropiada (o una de las medidas apropiadas) para hacerles
frente"; añadiendo que "en definitiva, (...) no corresponde en el derecho vigente a los órganos jurisdiccionales,
al valorar las causas de los despidos económicos, efectuar un juicio de proporcionalidad en el sentido técnicojurídico de la expresión, el cual presupone una valoración del carácter indispensable de la decisión adoptada,
sino un juicio de adecuación más limitado, que comprueba la existencia de la causa o causas alegadas, su
pertenencia al tipo legal descrito en el artículo 51 ET , y la idoneidad de las mismas en términos de gestión
empresarial en orden a justificar los ceses acordados".
Doctrina ésta que ha resultado matizada por la sentencia del Alto Tribunal de 27 de enero de 2.014
(rec. 100/2013 ), que, por aludir de forma expresa a la doctrina que resultaba de aplicación a la normativa
anterior a la reforma de 2012, estimamos de interés traer a colación. De este modo, tal como se concluye
en la citada sentencia por el Alto Tribunal, "entendemos, que aunque a la Sala no le correspondan juicios
de «oportunidad» que indudablemente pertenecen ahora -lo mismo que antes de la reforma- a la gestión
empresarial, sin embargo la remisión que el precepto legal hace a las acciones judiciales y la obligada tutela
que ello comporta [ art. 24.1 CE ], determinan que el acceso a la jurisdicción no pueda sino entenderse en
el sentido de que a los órganos jurisdiccionales les compete no sólo emitir un juicio de legalidad en torno
a la existencia de la causa alegada, sino también de razonable adecuación entre la causa acreditada y la
7
modificación acordada; aparte, por supuesto, de que el Tribunal pueda apreciar -si concurriese- la posible
vulneración de derechos fundamentales"; añadiendo que tal razonabilidad "ha de entenderse en el sentido
de exigir que la medida adoptada sea la óptima para conseguir el objetivo perseguido con ella [lo que es
privativo de la dirección empresarial, como ya hemos dicho], sino en el de que también se adecue idóneamente
al mismo [juicio de idoneidad], excluyendo en todo caso que a través de la degradación de las condiciones
de trabajo pueda llegarse -incluso- a lo que se ha llamado «dumping» social, habida cuenta de que si bien
toda rebaja salarial implica una mayor competitividad, tampoco puede -sin más y por elemental justicia- ser
admisible en cualesquiera términos. Con mayor motivo cuando el art. 151 del Tratado Fundacional de la UE
establece como objetivo de la misma y de los Estados miembros «la mejora de las condiciones de ... trabajo»,
a la que incluso se subordina «la necesidad de mantener la competitividad de la economía de la Unión»; y
no cabe olvidar la primacía del Derecho Comunitario y la obligada interpretación pro communitate que incluso
se llega a predicar respecto de la propia Constitución, en aplicación del art. 10.2 CE ( SSTC 28/1991, de 14/
Febrero , FJ 5 ; 64/1991, de 22/Marzo, FJ 4 ; y 13/1998, de 22/enero , FJ 3. STS 24/06/09 -rcud 1542/08 -)".
El inmodificado relato fáctico de la sentencia, relativo a la circunstancia productiva y organizativa
no informa que la empresa haya experimentado radical, sustancial y relevante disminución de la actividad
productiva contratada por la empresa principal con lo que no puede decirse que concurra causa objetiva que
habilite la extinción actuada.
Y menos aún cuando la sentencia ha relatado que, después del despido de los actores, se ha producido
incremento de la carga de trabajo, al menos en algunos centros de trabajo como el de San Andrés Condal,
la empresa ha contratado a terceros trabajadores con carácter de temporalidad y los que ya lo eran de la
empresa han realizado horas extras.
El mantenimiento de la exigencia productiva y la no amortización de las funciones que realizaban los
actores impone que la Sala no puede razonablemente diferir de lo judicialmente razonado en favor de la
inexistencia de circunstancia objetiva habilitante del despido de los trabajadores actores lo que impone el
rechazo de este motivo del recurso y la confirmación de la sentencia recurrida en lo que así concluye.
CUARTO.- También como motivo de censura jurídica de la calificación jurídica del despido que tiene la
sentencia tras afirmar infracción del artículo 8 de la LOPJ y 76 del Convenio Colectivo Estatal de Contratas
Ferroviarias .
En definitiva sostienen que aunque a efectos dialécticos pudiese aceptarse que los despidos objetivos
no tuviesen causa habilitadora suficiente en ningún caso puede considerarse que fuesen instrumento que
vehiculiza la voluntad empresarial de cercenar el derecho de los actores a la libertad sindical o que se actuasen
en reacción a su conducta vindicativa.
El estudio de la censura jurídica en los términos en que se manifiesta impone establecer el marco jurídico
y jurisprudencial en el que ha de resolverse.
Así, reproduciendo una ya consolidada doctrina del Tribunal Constitucional se remiten las sentencias de
esta la Sala, de 25 de julio de 2011 y 24 de mayo de 2012 , a lo manifestado por la sentencia del citado Tribunal
266/93 al recordar "que el indicio del trato discriminatorio o atentatorio contra los derechos fundamentales
desplaza al empresario la carga de probar causas suficientes, reales y serias para calificar de razonable la
decisión adoptada tanto por la primacía de los derechos fundamentales y libertades públicas, cuanto por la
dificultad que el trabajador tiene para acreditar la existencia de una causa de despido discriminatoria o lesiva de
otros derechos fundamentales". Y si bien es cierto, se añade, "que no basta la mera afirmación de la existencia
de una causa atentatoria contra los derechos fundamentales, sino que ha de probarse indiciariamente la
existencia de aquella causa, tal y como expresamente dispone los artículos 96 y 179.2 Ley de Procedimiento
Laboral , una vez acreditados tales indicios, el empresario no tiene que demostrar el hecho negativo -verdadera
prueba diabólica- de que no haya un móvil lesivo de derechos fundamentales", sino tan solo probar que el
despido, en el caso que nos ocupa la asignación de funciones profesionales a realizar, obedece a motivos
razonables, extraños a todo propósito contrario a los derechos fundamentales en cuestión y con entidad desde
el punto de vista de la medida adoptada debiendo significarse de que no cualquier motivo sirve para justificar
el ejercicio del poder de dirección de forma arbitraria.
En similar sentido se pronuncia la posterior sentencia del mismo Tribunal Constitucional 18 de octubre
de 2010 al poner de relieve (con cita de los antecedentes que en la misma se mencionan) como "la prueba
indiciaria se articula en un doble plano: el primero, la necesidad por parte del trabajador de aportar un indicio
razonable de que el acto empresarial lesiona su derecho fundamental, principio de prueba o prueba verosímil
dirigidos a poner de manifiesto el motivo oculto que se denuncia. Bajo esas circunstancias, el indicio no
8
consiste en la mera alegación de la vulneración constitucional, sino que debe permitir deducir la posibilidad
de la lesión. Sólo una vez cumplido este primer e inexcusable deber, recaerá sobre la parte demandada la
carga de probar que su actuación tuvo causas reales absolutamente extrañas a la pretendida vulneración,
así como que tenían entidad suficiente para justificar la decisión adoptada. En otro caso, la ausencia de
prueba empresarial trasciende el ámbito puramente procesal y determina, en última instancia, que los indicios
aportados por el demandante desplieguen toda su operatividad para declarar la lesión del derecho fundamental
concernido".
En el supuesto que ahora se analiza la magistrada de instancia considera que no se habían traído
al procedimiento indicios suficientes, -mas allá de simples presupuestos-, que habilitasen la inversión de la
carga probatoria con lo que, una vez contrastada la improcedencia del despido objetivo actuado sobre los
trabajadores ahora recurrentes, no cabía sino proceder a la calificación de nulidad de los despidos.
La recurrente fundamentan la pretensión en que no se han aportado indicios suficientes para la inversión
de la carga de la prueba y que, por tanto, la pretensión principal de la demanda no debió acogerse.
Con ello se demanda de la Sala que concluya que la circunstancia fáctica, relacional y coyuntural de
las partes en el momento de la extinción no es suficiente para esta inversión.
Y al respecto de sí la actuación de los recurrentes en defensa de intereses personales y colectivos, en los
términos en que se ha concretado en el relato fáctico de la sentencia, sirve al fin pretendido nos remite a una ya
consolidada doctrina de nuestro Tribunal Constitucional sobre la garantía de indemnidad, a la que su sentencia
de 28 de febrero de 2011 (por remisión a aquéllas que en la misma se contienen), se refiere al recordar que: "la
transgresión de la tutela judicial efectiva no sólo se produce por irregularidades acaecidas dentro del proceso
que ocasionen privación de garantías procesales, sino que tal derecho puede verse lesionado igualmente
cuando de su ejercicio, o de la realización de actos preparatorios o previos necesarios para el mismo ... se
siguen consecuencias perjudiciales en el ámbito de las relaciones públicas o privadas para la persona que
los protagoniza... En el campo de las relaciones laborales la garantía de indemnidad se traduce (añade dicha
sentencia) en la imposibilidad de adoptar medidas de represalia derivadas del ejercicio por el trabajador de la
tutela de sus derechos, de donde se sigue la consecuencia de que una actuación empresarial motivada por
haberse ejercitado una acción judicial (o interpelación empresarial - art. 17.1 ET -) tendente al reconocimiento
de unos derechos de los que el trabajador se creía asistido debe ser calificada como radicalmente nula por
contraria a ese mismo derecho fundamental, ya que entre los derechos laborales básicos de todo trabajador
se encuentra el de ejercitar individualmente las acciones derivadas de su contrato de trabajo...".
Es en este contexto en el que se entronca la finalidad de la "prueba indiciaria" que (como afirma la
STC de 8 de mayo de 2006 ; reiterando la doctrina expresada en sus sentencias 66/2002, de 21 de marzo ;
17/2003, de 30 de enero ; 171/2003, de 29 de septiembre ; 188/2004 , de 2 de noviembrey 171/2005, de 20
de junio ; y 24 de abril de 2006 ) "no es sino la de evitar que la imposibilidad de revelar los verdaderos motivos
del acto empresarial impida declarar que éste resulta lesivo del derecho fundamental, finalidad en orden a la
cual se articula un doble elemento de prueba.
Se refiere, el primero, a la necesidad de que el trabajador aporte un indicio razonable de que el acto
empresarial lesiona su derecho fundamental, un principio de prueba dirigido a poner de manifiesto, en su
caso, el motivo oculto de aquél, para lo que no basta con una mera alegación o la afirmación del actor
tildándolo de discriminatorio, siendo preciso acreditar la existencia de algún elemento que, sin servir para
formar de una manera plena la convicción del Juez sobre la existencia de hechos atentatorios contra el derecho
fundamental, le induzca a una creencia racional sobre su posibilidad. Para apreciar la concurrencia del indicio
tendrán aptitud probatoria, tanto los hechos que sean claramente indicativos de la probabilidad de la lesión
del derecho sustantivo, como aquéllos que, pese a no generar una conexión tan patente, y resultar por tanto
más fácilmente neutralizables, sean, sin embargo, de entidad suficiente para abrir razonablemente la hipótesis
de la vulneración del derecho fundamental. Esto es, son admisibles diversos resultados de intensidad en
la aportación de la prueba que concierne a la parte actora, pero habrá de superarse inexcusablemente el
umbral mínimo de aquella conexión necesaria, pues de otro modo, si se funda la demanda en alegaciones
meramente retóricas, o falta la acreditación de elementos cardinales para que la conexión misma pueda
distinguirse, haciendo inverosímil la inferencia, no se podrá pretender el desplazamiento del onus probandi
al demandado...".
Una vez cubierto este inexcusable presupuesto, y como segundo elemento, -añade dicha sentencia"recae sobre la parte demandada la carga de probar que su actuación obedeció a causas reales y objetivas,
absolutamente extrañas a la pretendida vulneración de derechos fundamentales, así como que aquéllas
9
tuvieron entidad suficiente para fundar la decisión, único medio de destruir la apariencia lesiva creada por los
indicios, sin que ello suponga situar al demandado ante la prueba diabólica de un hecho negativo, como es la
inexistencia de un móvil lesivo de derechos fundamentales. Se trata, pues, de una auténtica carga probatoria,
y no de un mero intento de negar la vulneración de derechos fundamentales, que debe llevar al juzgador a
la convicción de que las causas alegadas motivaron la decisión de forma razonable y ajena a todo propósito
atentatorio al derecho fundamental"; imponiéndose, así, al empresario (como "único medio de destruir la
apariencia lesiva creada por tales indicios" - SSTC de 10 de noviembre de 2006 , 10 de septiembre de 2007
y 12 de enero de 2009 ; entre otras-) la carga de acreditar "que tales causas explican objetiva, razonable y
proporcionadamente por sí mismas su decisión, eliminando toda sospecha de que aquélla ocultó la lesión de
un derecho fundamental del trabajador...".
Es en el marco de la cuestión así definida, en el que confluyen, una causa, fondo o panorama
discriminatorio y otros eventuales motivos concomitantes de justificación, es válido para excluir que la
actuación empresarial enmarcada en el poder de dirección y organización del trabajo pueda considerarse
discriminatoria o contraria a los derechos fundamentales que el empresario acredite que la decisión tiene una
justificación objetiva y razonable que permita excluir cualquier propósito discriminatorio o contrario al derecho
fundamental invocado.
La decisión empresarial no será, así, contraria a derechos fundamentales cuando se presenta ajena
a todo móvil discriminatorio o atentatorio de un derecho fundamental ( STC 7/1993, de 18 de enero ). Es
decir podrá neutralizarse el panorama indiciario siempre que el resultado probatorio revele efectivamente la
desvinculación entre el acto empresarial y el derecho fundamental invocado.
Neutralizará el panorama indiciario aquella actividad probatoria de la empresa de la que quepa concluir
la desconexión patente entre el factor constitucionalmente protegido ... y el acto empresarial que se combate ...,
logre o no logre probar fehacientemente el empleador, la plena acomodación a derecho de la decisión
organizativa".
En el supuesto ahora enjuiciado y partiendo del inalterado e ilustrado relato fáctico de la sentencia,
no puede sino reproducirse el alegato y reflexión de la sentencia de instancia que sirve para concluir
que la empresa, respecto a los recurrentes no ha actuado de forma objetiva, razonable y proporcionada,
introduciendo sospecha de intencionalidad lesiva de derechos fundamentales de los actores recurrentes.
De este se extrae:
Los tres actores eran miembros de la Sección Sindical de UGT desde junio de 2010 y en tal condición
han desplegado conducta vindicativa ante la empresa.
No se ha acreditado circunstancia objetiva de justifique y habilite la extinción de contratos de trabajo
mediante la reducción de la plantilla porque se acreditó que la función no fue amortizada sino que, incluso y
después del despido, se contrató a terceros trabajadores y los que ya lo eran realizaron horas extraordinarias
para atender incluso mayoe exigencia productiva.
El que se dice criterio utilizado para su elección en la extinción frente a terceros trabajadores, el del
mayor absentismo, es simple manifestación subjetiva de la que no se da noticia cierta ni en las cartas de
despido ni en el procedimiento.
Con tal sustrato fáctico-jurídico es claro ha de concluirse, como hizo la sentencia recurrida, que, concurre
indicio suficiente de que la empresa ha dispensado a los recurrentes trato discriminatorio por opción sindical
o conducta vindicativa y que, por tanto, han sido objeto de discriminación y se ha vulnerado su garantía de
indemnidad y libertad sindical, a través del despido objetivo.
En consecuencia, descubriéndose indicios y no habiéndose neutralizado por la empresa, de forma eficaz
y en los términos necesarios, el panorama indiciario se rechaza el recurso interpuesto contra la sentencia en
este ámbito.
QUINTO.- El íntegro rechazo del recurso así formulado determina, junto a la pérdida del depósito y
consignación efectuados, la condena en costas de la recurrente en cuantía de 400,00 euros ( artículos 203
y 235 LRJS ).
Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás disposiciones de general y pertinente
aplicación.
FALLAMOS
10
Que desestimamos el recurso de suplicación interpuesto por la empresa INTERSERVE FACILITIES
SERVICES, S.A. contra la sentencia de 23 de diciembre de 2014 dictada por el Juzgado de lo Social nº 1 de
Terrassa , en los autos número 502/2014, seguidos instancia de doña Bernarda , don Plácido y don Luis
María , contra la empresa recurrente y el FONDO DE GARANTÍA SALARIAL, en proceso en el que ha sido
parte el MINISTERIO FISCAL, debemos confirmar la citada resolución, declarando, una vez sea firme esta
resolución, la pérdida de los depósitos y consignaciones constituidos para recurrir a los que se dará el destino
legal, y condenando a la recurrente, a abonar los honorarios del letrado de la parte impugnante del recurso
en la cantidad de 400,00 euros.
Notifíquese esta resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña,
y expídase testimonio que quedará unido al rollo de su razón, incorporándose el original al correspondiente
libro de sentencias.
Una vez adquiera firmeza la presente sentencia se devolverán los autos al Juzgado de instancia para
su debida ejecución.
La presente resolución no es firme y contra la misma cabe Recurso de Casación para la Unificación de
Doctrina para ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo. El recurso se preparará en esta Sala dentro de
los diez días siguientes a la notificación mediante escrito con la firma de Letrado debiendo reunir los requisitos
establecidos en el Artículo 221 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social .
Así mismo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 229 del Texto Procesal Laboral, todo el que
sin tener la condición de trabajador o causahabiente suyo o beneficiario del régimen público de la Seguridad
Social o no goce del beneficio de justicia gratuita o no se encuentre excluido por el artículo 229.4 de la Ley
Reguladora de la Jurisdicción Social , depositará al preparar el Recurso de Casación para la Unificación de
Doctrina, la cantidad de 600 euros en la cuenta de consignaciones que tiene abierta esta Sala, en BANCO
SANTANDER, Oficina núm. 6763, sita en Ronda de Sant Pere, nº 47, cuenta Nº 0965 0000 66, añadiendo a
continuación seis dígitos. De ellos los cuatro primeros serán los correspondientes al número de rollo de esta
Sala y dos restantes los dos últimos del año de dicho rollo, por lo que la cuenta en la que debe ingresarse
se compone de 16 dígitos.
La consignación del importe de la condena, cuando así proceda, se realizará de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 230 la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social , con las exclusiones indicadas en
el párrafo anterior, y se efectuará en la cuenta que esta Sala tiene abierta en BANCO SANTANDER (oficina
indicada en el párrafo anterior), cuenta Nº 0965 0000 80, añadiendo a continuación seis dígitos. De ellos los
cuatro primeros serán los correspondientes al número de rollo de esta Sala y dos restantes los dos últimos
del año de dicho rollo, por lo que la cuenta en la que debe ingresarse se compone de 16 dígitos. La parte
recurrente deberá acreditar que lo ha efectuado al tiempo de preparar el recurso en esta Secretaría.
Podrá sustituirse la consignación en metálico por el aseguramiento de la condena por aval solidario
emitido por una entidad de crédito dicho aval deberá ser de duración indefinida y pagadero a primer
requerimiento.
Para el caso que el depósito o la consignación no se realicen de forma presencial, sino mediante
transferencia bancaria o por procedimientos telemáticos, en dichas operaciones deberán constar los siguientes
datos:
La cuenta bancaria a la que se remitirá la suma es IBAN ES 55 0049 3569 920005001274. En el campo
del "ordenante" se indicará el nombre o razón social de la persona física o jurídica obligada a hacer el ingreso
y el NIF o CIF de la misma. Como "beneficiario" deberá constar la Sala Social del TSJ DE CATALUÑA.
Finalmente, en el campo "observaciones o concepto de la transferencia" se introducirán los 16 dígitos indicados
en los párrafos anteriores referidos al depósito y la consignación efectuados de forma presencial.
Así por nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
Publicación.- La anterior sentencia ha sido leida y publicada en el día de su fecha por el Ilmo. Sr.
Magistrado Ponente, de lo que doy fe.
11
Descargar