Jueves 21 de febrero de 2013 · ISSN 0121 9839 · Número 244 · $8.900 especial oficinas apartamentos pequeños Arquitectura / Diseño / Decoración Casa en São Paulo Casa-objeto Un refugio a las afueras de Bogotá de 250 m², desarrollado con madera, vidrio y metal por el arquitecto Carlos Granada. Texto: Patricia Ruan Fotografía: Jorge Gamboa EN LA NATURALEZA 58 L en la naturaleza 60 a sencillez, transparencia y carácter esencial de esta construcción, desarrollada por el arquitecto Carlos Granada de la firma Granada Arquitectos en colaboración con la firma GCA del ingeniero Juan Pablo García, en medio de un paisaje conformado por árboles frutales y especies de jardín que crecieron a su aire durante quince años, define esta propuesta arquitectónica que plantea una manera sencilla, eficiente y, a la vez, poética de concebir un refugio para una familia en el ambiente campestre de Tena, Cundinamarca. Con un lenguaje moderno y minimalista, este refugio a 45 minutos de Bogotá nos hace pensar en la casa Casa Farnsworth, elaborada por Mies van der Rohe en Plano (Illinois) en 1946. Así como aquella parece “parada de puntas sobre el terreno”, este refugio también se estableció de manera respetuosa en el lugar. “La casa se encuentra elevada del terreno sobre ocho pilares, minimizando el impacto en el entorno, eliminando costos de excavaciones o nivelaciones, y protegiendo el interior de inundaciones e insectos. Solo la estructura principal se construyo in situ, constituida por una plataforma de prefabricados y nueve pórticos de concreto arquitectónico. Posteriormente se ensamblaron, a manera de mecano, las columnatas y celosías de madera, la fachada vidriada y la cubierta. Todo prefabricado y previamente tratado”, dice el arquitecto. Gracias a su naturaleza cons- tructiva, “esta es una casa que se puede empacar y trastear”, agrega. Planteado como un espacio desde donde disfrutar del paisaje, el refugio se constituye en una caja de vidrio que permite mantener el contacto con el exterior estando dentro y, aún más, cuando se recogen las puertaventanas. Entonces, los límites entre la construcción y el paisaje se desvanecen. Y los balcones, desde los cuales se puede contemplar el paisaje, se vuelven protagonistas, tal como sucede en las casas antioqueñas, que también fueron fuente de inspiración para el arquitecto. En medio de esta transparencia, el único elemento que se interpone en la fachada vidriada es la chimenea en concreto que domina el espacio social. La casa se arma a partir de tres elementos. El primero, el ambiente social con su sala, comedor y cocina a la vista que conforma una sola unidad y que se separa del área de habitaciones mediante una puerta corrediza, que cuando se recoge mantiene la sensación de continuidad en el espacio. Luego están las habitaciones que se diseñaron, una seguida de la otra, como tres contenedores contiguos. Y el tercer elemento, el área de servicios, donde los baños y la lavandería se proyectaron a lo largo de la fachada de acceso. Los es- pacios gozan de total privacidad gracias al diseño de una celosía de madera que cierra la casa, la cual fue hecha con listones de pino radiata de 1,50 m x 10 cm. Al lenguaje cálido se le sumaron la cubierta de pendiente mínima, hecha con tableros aglome- El proyecto parte de la necesidad de construir refugio desde donde poder gozar del paisaje. el acierto de esta casa estuvo en el arte de simplificar al máximo la apariencia para dejar adivinar mejor la belleza elemental de los volúmenes. En ello trabajó Carlos Granada junto con los arquitectos Rodrigo Pulido Rico, Santiago Mora Gutiérrez y Leonardo Gutiérrez Gómez, con el apoyo de Juan Pablo García, quien se ocupo de la construcción de la casa y brindó asesoría en materia de ingeniería. las habitaciones se abren al paisaje a través de planos de vidrio, que permiten disfrutarlo a plenitud cuando se recogen. Carlos granada Los baños de cara a la fachada de acceso son un ejemplo de cómo se optimizan los espacios. Con puertas corredizas y abiertos al exterior gracias a la instalación de la celosía de madera, se ventilan con eficiencia y dejan sentir la presencia de la naturaleza. en la naturaleza 62 rados sobre un entarimado de madera, y el piso en incienso, diseñado al estilo parquet y utilizando piezas de 30 x 8 cm. Contrasta con la calidez de la madera la presencia del concreto a la vista en la estructura, la perfilería negra metálica y las tabletas de gres en los espacios exteriores. En la cocina convergen los distintos materiales que mantienen el equilibrio entre la calidez y el rigor industrial. Así lo muestran los gabinetes en pino radiata y los mesones en concreto. La sencillez de la casa se complementa con un amoblamiento básico, elaborado en madera y fibras naturales. Aquí, el gran lujo es el paisaje que se experimenta desde cualquier punto de la casa. La premisa del arquitecto era la de lograr “más con menos”: el valor del metro cuadrado fue menor a un millón de pesos. También se tradujo en decisiones inteligentes, dirigidas a privilegiar sobre todo la labor del diseño para optimizar la relación entre “el valor real y el valor percibido”.