QUE REFORMA LA FRACCIÓN V DEL ARTÍCULO 110 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, A CARGO DEL DIPUTADO HUMBERTO DÁVILA ESQUIVEL, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE NUEVA ALIANZA Humberto Dávila Esquivel, diputado federal de la LX Legislatura del honorable Congreso de la Unión, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Nueva Alianza, con fundamento en los artículos 71 fracción II y 72 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y 55 fracción II, 56, 60 y 64 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, solicito se turne a la Comisión de Trabajo y Previsión Social para su dictamen y posterior discusión en el Pleno de la Cámara de Diputados, la presente iniciativa al tenor de la siguiente Exposición de Motivos El derecho de recibir o dar alimentos se entiende jurídicamente como la prestación, en dinero o especie, que una persona en determinadas circunstancias puede reclamar a otra para su mantenimiento y subsistencia. La obligación de dar alimentos es recíproca: el que los da tiene a su vez derecho de pedirlos, disposición que se encuentra regulada en la normatividad civil de las entidades federativas e incluso en el artículo 302 del Código Civil Federal, el cual dispone que los cónyuges deben darse alimentos así como los casos en que subsiste esta obligación tras el divorcio. Dicho código también establece que los concubinos están obligados, al igual que los cónyuges, a darse alimentos siempre y cuando hayan vivido juntos como si fueran cónyuges durante los cinco años que precedieron inmediatamente a su muerte o cuando hayan tenido hijos en común, siempre que ambos hayan permanecido libres de matrimonio durante el concubinato. A pesar de que esta obligación se encuentra establecida en los códigos civiles de cada estado incluyendo al del Distrito Federal, existen situaciones en las que tanto la madre como el padre no cumplen con esta responsabilidad, y la persona que debe recibir dicha pensión se ve agraviada, sobretodo cuando uno de ellos es el único que labora. Esta situación se complica más ya que la legislación civil en cada entidad federativa, incluyendo el Distrito Federal, presenta particularidades con las que se reconoce o no la exigibilidad de este derecho, especialmente entre la concubina y el concubinario e incluso entre miembros de la nueva figura denominada "sociedad en convivencia". En este sentido y con el fin de garantizar que se aporten los alimentos necesarios tanto en numerario como en especie, la Ley Federal del Trabajo establece como excepción al no embargo del salario, la posibilidad de hacerlo una autoridad judicial para cubrir las pensiones alimenticias que el trabajador tuviera a su cargo. Artículo 97. Los salarios mínimos no podrán ser objeto de compensación, descuento o reducción, salvo en los casos siguientes: I. Pensiones alimenticias decretadas por la autoridad competente en favor de las personas mencionadas en el artículo 110, fracción V; y Dicha ley, plantea este derecho sólo en beneficio de la esposa, hijos, ascendientes y nietos, ya sea como resultado de un divorcio o del simple incumplimiento de la obligación por parte del trabajador: Artículo 110. Los descuentos en los salarios de los trabajadores, están prohibidos salvo en los casos y con los requisitos siguientes: V. Pago de pensiones alimenticias en favor de la esposa, hijos, ascendientes y nietos, decretado por la autoridad competente; (...) En un principio esta previsión fue suficiente ya que, tradicionalmente, la madre era quien tenía a su cargo la custodia de las o los hijos y por ello su aportación no se fijaba pecuniariamente, sino en especie. Por lo tanto el padre, era el trabajador y era quien estaba obligado a dar a sus hijos conforme a sus posibilidades una cantidad para cubrir sus necesidades. Como consecuencia del desarrollo social y dado que la vida y el crecimiento de las personas en sociedad no se concibe como algo estático, sino más bien dinámico, el concepto de familia y las ocupaciones que corresponden socialmente a cada género puede variar de persona a persona y de un contexto a otro. Por ello este supuesto se ha visto superado por la realidad, y nos encontramos con que actualmente y en muchas ocasiones tanto el padre como la madre son el sustento del hogar, y tanto ellos como sus hijos, si los hay, tienen derecho a demandar el pago voluntario o forzoso de la pensión alimenticia aun cuando vivan en concubinato. Esta iniciativa pretende ser un avance tanto para el hombre como para la mujer y los menores de edad que demandan el cumplimiento de la prestación de alimentos. Consideramos necesaria esta reforma ya que si bien los tribunales han establecido con claridad que esta obligación se hace extensiva para los concubinos, es preciso acudir ante una instancia jurisdiccional que lo declare para el caso particular ya que se corre el riesgo de la interpretación discrecional por parte de las autoridades, además de representar un costo adicional que se suma a las dificultades fácticas para lograr el cobro de una pensión alimenticia. La propuesta de redacción es tomada de la misma Ley Federal del Trabajo, para el caso de los beneficiarios de la indemnización en caso de muerte del trabajador, de tal suerte que con la modificación se protege también al esposo, a los concubinos y sus hijos, exista o no el acta administrativa respectiva. Artículo 501. Tendrán derecho a recibir indemnización en los casos de muerte: I. La viuda, o el viudo que hubiese dependido económicamente de la trabajadora y que tenga una incapacidad de cincuenta por ciento o más, y los hijos menores de dieciséis años y los mayores de esta edad si tienen una incapacidad de cincuenta por ciento o más; II. Los ascendientes concurrirán con las personas mencionadas en la fracción anterior, a menos que se pruebe que no dependían económicamente del trabajador; III. A falta de cónyuge supérstite, concurrirá con las personas señaladas en las dos fracciones anteriores, la persona con quien el trabajador vivió como si fuera su cónyuge durante los cinco años que precedieron inmediatamente a su muerte, o con la que tuvo hijos, siempre que ambos hubieran permanecido libres de matrimonio durante el concubinato. Aun cuando podría alegarse que la indemnización por causa de muerte del trabajador y los alimentos son naturalezas distintas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desde la Séptima Época en jurisprudencia obligatoria, estableció su equiparabilidad, la cual consta en la siguiente jurisprudencia: Jurisprudencia Materia(s): Laboral Séptima Época Instancia: Cuarta Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación 151-156 Quinta Parte Tesis Página: 209 Genealogía: Informe 1981, Segunda Parte, Cuarta Sala, tesis 175, página 136. Apéndice 1917-1985, Quinta Parte, Cuarta Sala, tesis 137, página 133. Apéndice 1917-1995, Tomo V, Primera Parte, tesis 468, página 311. Riesgos de trabajo. indemnización por muerte del trabajador. Suspensión contra el laudo que condena a su pago. La Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al establecer que las indemnizaciones por riesgos de trabajo se equiparan a alimentos, así como que los beneficios de estas indemnizaciones alcanzan a los deudos del trabajador que sufrió riesgo, es de concluirse que para garantizar su subsistencia, debe negarse la suspensión por la cantidad equivalente a los seis meses de salario, que es el término en que debe dictarse la sentencia en el amparo. (lo resaltado es propio) Ahora bien, considerando que para la Suprema Corte las indemnizaciones por riesgos de trabajo y los alimentos son prestaciones equiparables, es decir, de la misma naturaleza, es posible hacer el vínculo hacia los beneficiarios de pensión alimenticia, máxime que lo que se pretende es ampliar la protección. Asimismo, la actual redacción del texto legal puede considerarse iniquitativa existiendo criterios en esta materia en calidad de tesis aislada, ya que resulta perjudicial para aquellos hombres que necesiten y demanden esta pensión alimenticia, sin importar si están o no casado, pues solo beneficia a la mujer casada. Tesis Materia(s): Quinta Instancia: Fuente: XXVII Tesis: Página: Alimentos. Semanario Tercera Judicial de la aislada Civil Época Sala Federación 729 La obligación de darlos, hace que, por la naturaleza de la misma, lo que deba embargarse previamente, es dinero efectivo; y como la ley quiere proteger a la esposa y a los hijos a un grado tal, que erige en delito el abandono que de ellos haga el marido dejándolos sin los alimentos necesarios, es incuestionable que no hay razón satisfactoria que autorice para no tocar el sueldo de los empleados públicos, considerándolo inembargable, cuando el marido no se allane voluntariamente a la obligación de alimentar a su esposa y no tiene más bienes que su sueldo. La disposición legal que declara exceptuado de embargo el sueldo de los empleados públicos, racionalmente no puede referirse al caso del pago de alimentos, pues tal disposición tiene por objeto evitar precisamente que el empleado y su familia, queden sin los elementos necesarios para subsistir, si se le embarga su sueldo, pero no puede crear un beneficio en favor del empleado y contra su familia. Amparo civil en revisión 2818/28. Muñoz Zeferino. 28 de septiembre de 1929. Unanimidad de cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente. (lo resaltado es propio) Actualmente el papel y significado de la familia, al igual que las actividades consideradas sólo para mujeres o hombres han cambiado. La sociedad evoluciona y con ella los conceptos y patrones socialmente construidos. Además del matrimonio, como unión jurídica existe el concubinato, figura que esta igualmente regulada y crea derechos y obligaciones. El concubinato responde a una realidad social conforme a la cual se considera justo que la concubina o el concubinario que han hecho vida marital durante cinco años en forma interrumpida, tengan el mismo derecho a percibir alimentos que la esposa. Ante la búsqueda por la búsqueda de la igualdad de condiciones y funciones entre hombre y mujeres y existencia de los concubinatos, es de trascendencia que ambas propuestas sean tomadas en cuenta para los descuentos en los salarios de los trabajadores. Para Nueva Alianza es de suma importancia hacer tangibles los derechos consagrados en los artículos 3o. y 4o. constitucionales, y el principio de equidad de género, por ello en mi calidad de integrante del Grupo Parlamentario Nueva Alianza, someto a la aprobación de esta honorable soberanía la presente iniciativa con proyecto de Decreto que reforma la fracción v del artículo 110 de la ley federal del trabajo Artículo Único. Se reforma la fracción V del artículo 110 de la Ley Federal del Trabajo para quedar como sigue: Artículo 110. Los descuentos en los salarios de los trabajadores, están prohibidos salvo en los casos y con los requisitos siguientes: V. Pago de pensiones alimenticias en favor de la esposa o esposo, hijos, ascendientes y nietos, o la persona con quien el trabajador vivió como si fuera su cónyuge durante los cinco años que precedieron inmediatamente a la demanda, o con la que tuvo hijos, siempre que ambos hubieran permanecido libres de matrimonio durante el concubinato, decretado por la autoridad competente; y … Transitorios Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, a los 28 días de febrero de 2008. Diputado Humberto Dávila Esquivel (rúbrica)