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REPOSICIÓN DE CAJÓN
DE RESIDUALES
Escuela de Náutica (A Coruña)
Obras de Abastecimiento y Saneamiento- ITOP
Manuel Naya González
Manuel Coira Romalde
ÍNDICE
1.- Descripción de la obra (página 1)
1.1.- Descripción general (página 1)
1.2.- Descripción detallada (página 3)
1.2.1. Situación previa de la red de saneamiento (página 3)
1.2.2. Solución adoptada (página 3)
1.2.2.1. Variación entre el cajón previo a la obra y el futuro (página 5)
1.2.3. Caudal bombeado (página 5)
1.2.4. Partes de las que consta la obra (página 5)
1.2.4.1. Excavación en vaciados (página 5)
1.2.4.2. Excavación en zanjas y pozos (página 6)
1.2.4.3. Entibación de zanjas y pozos (página 7)
1.2.4.4. Transporte de la tubería. Carga y descarga (página 10)
1.2.4.5. Instalación de tubería en zanja (página 10)
1.2.4.6. Relleno compactado en zanja para el recubrimiento
y protección de tuberías (página 13)
1.2.5. Pozos de registro y resalto (página 14)
1.2.6. Materiales empleados (página 15)
1.2.6.1. Hormigón (página 15)
1.2.6.2. Tuberías de PVC (página 15)
1.2.6.3. Entibaciones (página 15)
1.2.7. Tipo de suelo existente en la parcela de la obra (página 15)
1.2.8. Maquinaria, equipos y medios auxiliares empleados (página 16)
1.2.9. Presupuesto de la obra (página16)
1.2.10. Clasificación del contratista (página 16)
2.- Aspectos constructivos teóricos relacionados con la obra objeto de estudio
(página 17)
2.1. Entibaciones (página 17)
2.2. Construcción de colectores “in situ” (página 19)
2.3. Instalación de canalizaciones enterradas (página 20)
2.4. Trazado de la red (página 23)
2.5. Relleno de la zanja (página 25)
3.- Seguimiento y desarrollo de la obra (página 28)
3.1. Situación actual (página 28)
3.2. Desarrollo de la obra (página 30)
3.3. Complicaciones (página 35)
4.- Análisis comparativo entre la teoría y el desarrollo real de la obra (página 37)
4.1. Excavación de la zanja (página 37)
4.2. Entibación de la zanja (página 37)
4.3. Construcción del cajón (página 38)
4.4. Relleno de la zanja (página 38)
5.- Índice fotográfico (página 39)
6.- Bibliografía (página 40)
Reposición de cajón de residuales
1.1 DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA OBRA
La obra del presente trabajo consiste en la reposición del cajón de aguas residuales existente
en el polígono F5.01, situado entre la calle Almirante Cadarso, la calle Argentina y la Escuela
de Náutica, en el municipio de A Coruña.
Figura 1.Ubicación de la obra en plano de A Coruña
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Figura 2.Ubicación de la obra en foto aérea de A Coruña
Figura 3.Plano donde se aprecia la antigua conducción (en rojo) y la nueva proyectada (en
verde).
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Reposición de cajón de residuales
1.2 DESCRIPCIÓN DETALLADA DE LA OBRA
1.2.1. Situación previa de la red de saneamiento
Actualmente la red de saneamiento dispone en los terrenos donde se pretende actuar, de una
estación de bombeo de la cual parte una conducción de sección rectangular de 2,0 x 1,6 m. de
dimensiones interiores, realizada en hormigón armado, que discurre a través de las parcelas en
las que se emplazará la nueva manzana.
1.2.2. Solución adoptada
Como consecuencia de las futuras edificaciones ha sido preciso proyectar un trazado para esta
conducción, que a modo de by-pass evita discurrir a través del emplazamiento de futuras
edificaciones.
El nuevo trazado se realiza a través del Paseo de Ronda y de la calle proyectada entre la
Escuela de Náutica y la futura manzana, para conectarlo al cajón ya existente en la
perpendicular a la calle Argentina.
Asimismo se proyectan pozos de registro laterales al cajón que acometen a esta conducción y
que servirán para realizar las acometidas domiciliarias.
Figura 4.Imagen del Bombeo existente
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Figura 5.Imagen de la parcela donde se lleva a cabo la obra
Figura 6.Otra imagen de la parcela
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Figura 7.Imagen de saneamiento en A Coruña
1.2.2.1. Variación entre el cajón previo a la obra y el futuro
Ésto supone un pequeño incremento en los metros de conducción y se dispone con una
pendiente algo inferior, próxima al 0,218%.
1.2.3. Caudal bombeado
Según consultas al Encargado General de Alcantarillado y a la Concejalía de Medio Ambiente
el caudal actual bombeado es del orden de los 1000 m3/h que para posibles incrementos
futuros y para las acometidas domiciliarias del ámbito se considera 1200 m3/h.
1.2.4. Partes de las que consta la obra
1.2.4.1. Excavación en vaciados
Se ejecutarán vaciados únicamente en el cajeado de calles, para la posterior colocación de las
capas de pavimento.
Se dispondrán puntos fijos de referencia, en lugares que no puedan ser afectados por el
vaciado, a los cuales se referirán todas las lecturas de cotas de nivel y desplazamientos
horizontales y/o verticales de los puntos del terreno y/o edificaciones próximas.
Se protegerán los elementos de Servicio Público que puedan ser afectados por el cajeado
como bocas de riego, pozos y sumideros de alcantarillado, farolas, etc...
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Figura 8.Perfil longitudinal de la conducción y situación relativa de ésta con respecto a
conducciones de gas, R,….
1.2.4.2. Excavación en zanjas y pozos
Una vez efectuado el replanteo de las zanjas o pozos, la excavación continuará hasta llegar a
la profundidad señalada en los planos y obtenerse una superficie uniforme. No obstante, la
Dirección de Obra podrá modificar tal profundidad si, a la vista de las condiciones del terreno,
lo estima necesario a fin de asegurar un apoyo o cimentación satisfactorio, o la existencia de
roca así lo aconseje.
Figura 9.Excavación en zanja
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Reposición de cajón de residuales
Figura 10.Imagen de excavación en zanja
1.2.4.3. Entibación en zanjas y pozos
Se define como entibaciones en zanjas y pozos la construcción provisional de madera, acero o
mixta que sirve para sostener el terreno y evitar desprendimientos y hundimientos en las
excavaciones en zanja y en pozo durante su ejecución, hasta la estabilización definida del
terreno mediante las obras de revestimiento o de relleno del espacio excavado.
Figura 11.Imagen de entibación
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Figura 12.Imagen sobre entibación de doble guía
Figura 13.Imágenes de un blindaje ligero de acero(arriba) y del modo operativo(abajo)
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Imagen 14.Imágenes de protecciones laterales de zanjas
Figura 15.Imagen de tipos de entibación
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Figura 16.Otra imagen sobre tipos de entibación
1.2.4.4. Transporte de la tubería. Carga y descarga
Para el transporte, carga y descarga sólo se permitirán soportes, equipos y/o dispositivos que
no produzcan daños a las tuberías y sus correspondientes accesorios.
Figura 17.Imagen de descarga de tubería en zanja con medios adecuados
1.2.4.5. Instalación de tubería en zanja
El fondo de la zanja deberá quedar perfilado de acuerdo con la pendiente de la tubería.
El descenso a la tubería se realizará con equipos de elevación adecuados y accesorios como
cables, eslingas, balancines y elementos de suspensión que no puedan dañar a la conducción
ni sus revestimientos.
Después de colocada la tubería y ejecutada la cuna, se continuará el relleno de la zanja
envolviendo a la tubería con material seleccionado, el cual será extendido y compactado en
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toda la anchura de la zanja en capas que no superen los quince centímetros (15 cm.) hasta la
altura que no sea menor de 30 cm. por encima de la generatriz exterior superior de la tubería.
Figura 18.Imagen de instalación de tubería en zanja entibada
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Figura 19.Imagen del modo operativo en zanjas donde se puede apreciar la instalación de la
tubería, así como el relleno de la zanja posterior
Figura 20.Imagen de la tubería ya colocada en la zanja entibada
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1.2.4.6. Relleno compactado en zanja para el recubrimiento
y protección de tuberías
Estas unidades consisten en la extensión y compactación de suelos apropiados en las zanjas
una vez instalada la tubería.
Se distinguirán en principio tres fases en el relleno:
a) Relleno de protección hasta 30 cm. por encima de la generatriz superior de la tubería.
b) Relleno de recubrimiento sobre el anterior hasta la cota de zanja en que se vaya a colocar el
firme o la tierra vegetal.
c) Relleno de acabado, de colocación eventual si se fuera a reponer tierra vegetal o un firme
para circulación rodada.
Figura 21.Imagen de relleno en zanja con hormigón
Figura 22.Imagen de colocación de tierra sobre la zanja
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1.2.5. Pozos de registro y resalto
Sirve de acceso a las alcantarillas para examinar, conservar o reparar su interior.
Figura 23.Imagen de una sección tipo de pozo de registro
Figura 24.Imagen de sección tipo de pozo de resalto
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1.2.6. Materiales empleados
1.2.6.1. Hormigón
No se admiten hormigones en masa de resistencia inferior a 20 N/mm2. Respecto a los
hormigones armados o pretensados no se admiten resistencias inferiores a los 25 N/mm2.
La ejecución de las obras de hormigón en masa o armado incluye, entre otras, las operaciones
siguientes:
Preparación del tajo
Puesta en obra del hormigón.
Compactación del hormigón..
Juntas de hormigonado.
Curado de hormigón.
Acabado del hormigón.
Para la realización de las losas en el pavimento se empleará un hormigón HM-20-P/20/I con un
espesor de 20 cm. Previamente a su ejecución se extenderá una capa de zahorra, rasanteando
y compactando la sub-base antes del hormigonado.
1.2.6.2. Tuberías de PVC
El material empleado se obtendrá de policloruro de vinilo técnicamente puro, es decir, aquel
que no tenga plastificantes, ni una proporción superior al uno por ciento de ingredientes
necesarios para su propia fabricación. El producto final, en tubería, estará constituido por
policloruro de vinilo en una proporción mínima del noventa y seis por ciento (96%) y colorantes,
estabilizadores y materiales auxiliares, siempre que su empleo sea aceptable.
1.2.6.3. Entibaciones
Las piezas de acero de las entibaciones podrán ser fabricadas con perfiles laminados y
chapas.
Las planchas para el forro de la entibación podrán ser de chapa ondulada de acero sin
galvanizar, o bien galvanizadas si es preciso que sean resistentes a la oxidación.
1.2.7. Tipo de suelo existente en la parcela de la obra
Se constata un único material en el área, una granodiorita precoz de grano grueso con
megacristales de feldespato, conocido como “Granodiorita de La Coruña”.
A escala de campo ésta se encuentra parcialmente recubierta con suelos procedente de su
propia alteración (jabre) y rellenos antrópicos, hasta la cota actual del terreno, en torno al 50%
de la superficie en que se proyectan actuaciones; en el 50% restante se estima que se obrará
sobre el sustrato rocoso.
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1.2.8. Maquinaria, equipos y medios auxiliares empleados
La maquinaria que interviene en la ejecución de las diferentes actividades es la siguiente:
- Grúa telescópica autopropulsada
- Extendedora de aglomerado
- Compactador vibratorio autopropulsado
- Retroexcavadora
- Motoniveladora
- Camión hormigonera 6 m3
- Compresor móvil 25 m3/m
Los equipos y medios auxiliares que intervienen en la obra son los siguientes:
- Compactador vibratorio manual/bandeja
- Bomba de achique.
- Grupo electrógeno
- Compresor aire de dos martillos
- Cables, eslingas
- Tablestacas
- Pequeña maquinaria en general
1.2.9. Presupuesto de la obra
La valoración del Presupuesto Base de Licitación asciende a la cantidad de 486.816,33 €.
1.2.10. Clasificación del contratista
La clasificación que deberá ostentar el Contratista coincidirá con el grupo siguiente:
Grupo E Subgrupo 1 Categoría e
1.2.11 Plazo de ejecución
El plazo de ejecución total de la obra es de dos meses, con un plazo de garantía de un año.
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2. ASPECTOS CONSTRUCTIVOS TEORICOS RELACIONADOS CON LA
OBRA OBJETO DE ESTUDIO
2.1 Entibaciones
Las zanjas que no estén excavadas con taludes estables de forma natural deben protegerse
contra los posibles desprendimientos mediante entibaciones. En cualquier caso, estas
protecciones deber ser dispuestas de forma inmediata cuando aparezcan síntomas de
inestabilidad en la zanja. Especial atención hay que prestar cuando la profundidad supere el
metro y medio o dos metros a lo sumo y cuando exista tráfico adyacente a la zanja o bien
edificaciones proximas:
Atendiendo a su tipología, los sistemas de entibación se clasifican de la siguiente manera:
- Entibación tradicional con paneles de madera.
- Entibación mediante blindajes ligeros.
- Entibación mediante cajones de blindaje.
- Entibación por paneles deslizantes con guías.
- Entibación mediante tablestacas.
- Entibación mediante pantallas continuas de hormigón.
- Entibación mediante pantallas de pilotes.
Las entibaciones mediante tablestacas o paneles de madera sólo se recomiendan en
ocasiones puntuales, mediante la aprobación previa de la Dirección de Obra. En casos
excepcionales de conducciones de grandes dimensiones puede ser necesario recurrir a otros
sistemas de entibaciones como las pantallas de pilotes.
La entibación tradicional con paneles de madera hoy en día sólo se emplea como solución
puntual y para profundidades pequeñas, no superiores a dos metros. En zonas urbanas con
muchos servicios transversales a la zanja presenta la ventaja, por ejemplo, de su mayor
accesibilidad, pero en la actualidad es raro proyectar un sistema de entibación en su totalidad
mediante paneles de madera.
La entibación mediante blindajes ligeros consiste en unos paneles, habitualmente de aluminio,
de fácil manejabilidad que se unen longitudinalmente mediante sencillas sujeciones. Son de
aplicación en terrenos de cierta consistencia y en profundidad de hasta 3 metros.
La entibación mediante cajones de blindaje consiste en el montaje fuera de la zanja de distintas
planchas con sus extremos reforzados que configuren un cajón que pueda introducirse en la
zanja de una sola vez o que aumente la profundidad con la ayuda de la maquinaria de
excavación. Se emplea en profundidades de hasta 3 ó 4 metros.
La entibación por paneles deslizantes con guías es uno de los sistemas más utilizados en la
actualidad. Se trata de unas planchas deslizantes que se introducen en el terreno a través de
unos perfiles-guía que se han colocado previamente, los cuales, a su vez, pueden ser simples
o dobles. Con este sistema es fácil alcanzar profundidades de hasta 7 u 8 metros.
La entibación mediante tablestacas está desaconsejada en zonas urbanas por diversos
motivos, básicamente por la contaminación acústica que genera, por la poca flexibilidad para
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Reposición de cajón de residuales
sortear servicios diversos y por la dificultad para realizar conexiones a la propia alcantarilla de
nueva construcción. En cambio, es muy favorable en excavaciones de zonas urbanas y
especialmente en excavaciones con presencia de nivel freático, dado que facilita la
implementación de sistemas well-point o pozos de agotamiento.
La entibación con pantallas continuas de hormigón tiene problemas de contaminación acústica
similares al tablestacado y sólo es rentable si se pueden aprovechar las pantallas como
hastiales de la estructura del colector (con los acondicionamientos necesarios para que las
condiciones de flujo del agua sean las correctas) y la excavación tenga profundidades mayores
a los 6 metros.
La entibación con pantallas discontinuas de pilotes tiene la ventaja de permitir sortear las
diferentes acometidas y servicios aunque para profundidades importantes, su coste puede ser
muy elevado dado que su aprovechamiento como estructura del colectar implica obra civil
adicional.
Atendiendo a su estructura, los sistemas de entibación no estructurales (de carácter
provisional) se clasifican de la siguiente manera:
- Entibación sujeta por el centro (CS)
- Entibación sujeta por los bordes (ES)
-Entibación de corredera (R). Puede ser simple (RS), doble (RD) o triple (RT)
-Cajón para arrastre (DB)
A su vez, los travesaños que sujetan los paneles de la entibación pueden ser algunos de los
siguientes tipos:
-Con ajuste de longitud regulable (SV)
-Con ajuste de longitud a intervalos fijos (SI)
-No ajustable (SN)
En la elección del sistema de entibación deben tenerse en cuanta, al menos, los siguientes
factores:
-Tipo de terreno
-Profundidad de la zanja
-Presencia o no de nivel freático
-Dimensiones de la canalización a instalar
El sistema de entibación empleado debe ser tal que permita su puesta en obra sin necesidad
de que el personal entre en la zanja hasta que ésta esté lo suficientemente soportada. En
cualquier caso, debe ser conforme con las normas UNE-EN 13.331-1 y UNE-EN 13.331-2.
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Reposición de cajón de residuales
Cada día, al comenzar la jornada de trabajo, deben revisarse las entibaciones, la estabilidad de
las zanjas del contratista de las obras, quién deberá presentar a la Dirección de Obra, si así lo
requiere, los planos y cálculos justificativos de la misma. En cualquier caso, los paneles que
componen el sistema de entibación seleccionado deberán tener al menos una resistencia de 30
kN/m2.
.
2.2 Construcción de colectores “in situ”
Los colectores ejecutados “in situ” tienen gran versatilidad dado que se pueden adaptar las
secciones a las características del terreno y de los servicios presentes.
Permiten además adaptarse a trazados en planta con giros significativos y una mejor
disposición para los entronques con otros colectores y para las múltiples conexiones de
imbornales y albañales. Se requiere una ejecución pulida teniendo en cuenta la agresividad del
agua residual ( hay que seguir la normativa respecto a recubrimientos, calidad del hormigón y
del cemento, juntas de hormigonado, impermeabilizaciones o acabado superficial).
Los pasos básicos de la ejecución de colectores “in situ” son:
Ejecución de solera: ya sea en colectores en “mina tradicional” o colectores en una
excavación a cielo abierto lo primero a ejecutar, tras la excavación y compactación del
terreno y el hormigón de limpieza (correctamente nivelado) es la solera del colector. La
armadura de solera dispondrá de las esperas para el arranque de hastiales así como
de la armadura de las banquetas ( en los colectores con canal de aguas bajas). El
acabado superficial debe ser liso y sin imperfecciones y es muy recomendable, en
grandes colectores, fratasar el canal de aguas bajas.
Ejecución de hastiales: en colectores rectangulares, se pueden utilizar encofrados a
una cara o a dos caras, dependiendo del ancho de zanja o de la entibación ejecutada.
Hay casos donde el colector a ejecutar es abovedado lo que implica que, si se dispone
de un “carro” de encofrado (habitualmente deslizante), se pueden hormigonar hastiales
y bóveda conjuntamente.
Ejecución de losa: para colectores de techo plano se puede disponer de “mesas” de
encofrado deslizantes o bien encofrar a base de puntales o cimbra. Es práctica habitual
la utilización de losas prefabricadas (en obra o en taller), alveolares o macizas, para
evitar la utilización de cimbras o puntales que puedan dificultar el desagüe del colector
si pudiese entrar en servicio en caso de avenidas.
La ejecución de juntas de dilatación (armadura no pasante y junta de estanquidad) se debe
valorar en cada caso. Dependiendo del ritmo de ejecución, de la profundidad del colector y de
la previsión de variación térmica y de humedad se pueden disponer desde 20 m a más de 50
(existen casos de colectores en mina con humedad alta y variaciones térmicas casi nulas
donde no se han ejecutado juntas de dilatación en tramos de más de 100 m).
Si el colector se ejecuta en sustitución o paralelo a otro existente e implica la conexión de
albañales e imbornales, es necesario disponer de una canalización auxiliar que recoja las
aguas bajas y tenga salida sin necesidad de bombeo. Durante la fase de ejecución de
hastiales, si la canalización auxiliar discurre por el interior de la sección las conexiones de
albañales se deberán mantener en servicio, bien mediante pasos en el encofrado o con sifones
provisionales.
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2.3 Instalación de canalizaciones enterradas
Lo más habitual es que las conducciones que integran una red de saneamiento se instalen
enterradas. A tal efecto, se describen en este apartado una serie de recomendaciones tanto
para la ejecución de las necesarias zanjas, como para la instalación en sí de la conducción o la
ejecución de los rellenos y las camas de apoyo de las tuberías.
Ejecución de zanjas para el alojamiento de conducciones
Criterios de proyecto
a) Trazado en planta y en alzado. Valgan como criterios de proyecto genéricos para el
trazado de las zanjas que alojar la conducción los expresados en el apartado de
“Trazado en planta” y “Trazado en alzado”, respectivamente.
b) Geometría de las zanjas. En general se deben excavar las zanjas con un talud estable
de forma natural. Si esto no fuera posible y la altura de la zanja estuviera comprendida
se muestra en la figura adjunta. Si la profundidad fuera superior a 2,0 m, las zanjas
deberán entibarse en cualquier caso, conforme a lo establecido en el apartado anterior
de entibaciones.
Figura 25. Bermas intermedias en zanjas profundas
Si la profundidad de la zanja fuera superior a unos cuatro o cinco metros, es
recomendable que se dispongan en los taludes bermas del orden de un metro de
ancho, que dividan el desnivel existente entre el fondo de la zanja y el terreno natural
es partes aproximadamente iguales, las cuales tampoco deberán exceder
profundidades superiores a cuatro o cinco metros de altura.
El valor mínimo del ancho del fondo de zanja es función de la profundidad de la misma,
del ancho de la conducción y del sistema constructivo. En el caso de tuberías debe
adoptarse una anchura mínima no inferior a 60 cm, dejando, como mínimo, un espacio
de 25 a 50 cm a cada lado de la conducción. En el caso de colectores prefabricados, el
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necesario para el tratamiento de las juntas. De forma general para todos los casos, se
debe tener en cuenta a la hora de la excavación, los requerimientos de espacio del
sistema de entibación en zanjas.
La separación entre la pared de la zanja y la superficie exterior de la tubería,
cualquier caso, debe ser la suficiente para que pueda entrar la maquinaria
compactación necesaria en cada caso (ver apartado de “Relleno de la zanja”). Si
fuera así, debería realizarse un relleno con materiales que requieran de maquinaria
compactación, mortero u hormigón.
en
de
no
de
En el caso particular de los tubos flexibles se recomienda que el ancho de la zanja sea
el mínimo posible y las paredes lo más verticales, por lo menos hasta el nivel de la
generatriz superior de los tubos.
Si se instalan dos tubos en una misma zanja la distancia horizontal mínima entre
ambos debe ser de unos 70 cm. Cuando la profundidad de la zanja o la pendiente de la
solera sean grandes, o cuando el trazado sea en curva, debe preverse un sobreancho
de la zanja, para poder satisfacer las exigencias de montaje, en su caso, con medios
auxiliares especiales, tales como póriticos, carretones, etc.
Ejecución de las zanjas
Las zanjas deberán abrirse mecánicamente (aunque en casos puntuales como las
acometidas o los pasos de servicios puedan abrirse manualmente) debiendo quedar
alineadas en planta y con la rasante uniforme, de acuerdo con lo indicado en el
proyecto. Entre la apertura de la zanja, el montaje de la canalización y el posterior
relleno parcial deberá transcurrir el menor tiempo posible.
La maquinaria a emplear deber ser la adecuada a la profundidad y ancho de la zanja y
tener en cuenta la presencia de servicios. Es aconsejable, siempre y cuando sea
posible, disponer de excavadora giratoria, para poder realizar la carga sobre camión
por la parte posterior, eliminando así el riesgo que supone un camión cargado cerca del
talud. Además, en zonas urbanas donde las limitaciones de espacio son un
condicionante muy significativo, esta solución permite minimizar la afección.
Con anterioridad a la excavación de la zanja, es imprescindible disponer de detalle de
los servicios afectados existentes, así como realizar las calicatas que a juicio de la DO
sean necesarias para la correcta ubicación, en planta y alzado, de todos los servicios
existentes, tanto los dispuestos longitudinalmente como los posibles cruces.
En zonas urbanas debe haber siempre una persona en el punto de excavación para
detectar e indicar la presencia de estos servicios.
Si la profundidad de la zanja es superior a la practicable por la maquinaria
convencional (unos 5 m), se puede proceder de tres formas diferentes, en función del
espacio disponible.
•
Si hay espacio suficiente se puede realizar una rampa en el frente de
excavación y una plataforma de trabajo a una cota inferior a la de superficie,
desde la cual, la maquinaria convencional llegue al fondo de la excavación y
pueda cargar los camiones.
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•
Si no hay espacio suficiente para efectuar la pre-excavación se puede
disponer de una maquinaria de pequeñas dimensiones en el fondo de la
excavación que realice la excavación mas profunda y acerque las tierras
hasta el frente, formando una rampa, a la cual pueda acceder la
excavadora giratoria.
•
Si no es posible esta opción, se puede recurrir a una excavadora bivalva,
con los consiguientes problemas de rendimientos y costes.
En función del tipo de unión a emplear entre los componentes de la conducción pueden ser
necesarios nichos en el fondo y en las paredes de la zanja, los cuales deben efectuarse
conforme avance el montaje de la conducción. En general, debe excavarse hasta un espesor
por debajo de la línea de la rasante igual al de la cama de apoyo, si existe, siempre que el
terreno sea uniforme y no meteorizable.
Cuando el fondo de la zanja quede irregular, por presencia de piedras, restos de
cimentaciones, etc., será necesario realizar una sobre-excavación por debajo de la rasante de
unos 15 a 30 cm., para su posterior relleno, compactación y regularización. El relleno de estas
sobre-excavaciones, así como el de las posibles grietas y hendiduras que hayan aparecido en
el fondo de la zanja, se debe efectuar, preferentemente, con el mismo material que constituya
la cama o apoyo de la tubería. En los casos de huecos de profundidad grande, mayor que el
espesor de esta cama, el tipo y calidad del relleno los debe indicar la DO, de forma que no se
produzcan asientos perjudiciales para la tubería.
En el caso de terrenos meteorizables o erosionables por las lluvias en los que las zanjas vayan
a estar abiertas durante un plazo en el que su rasante pueda deteriorarse, debe dejarse sin
excavar unos veinte centímetros sobre dicha rasante, ejecutándose éstos poco antes del
montaje de la conducción. Especial atención hay que prestar a la estabilidad de la zanja al
comienzo de períodos lluviosos tras una temporada de tiempo seco. A menudo es conveniente
realizar una cama de hormigón nivelada para la canalización, con el fin de garantizar su apoyo
y su rasante. De esta forma, se evitan problemas de deterioro y limpieza, además de mejorar la
seguridad de la excavación, especialmente frente a lluvias.
Si la naturaleza del terreno no asegura la suficiente estabilidad de la tubería, debe procederse
a su mejora bien por compactación, por sustitución por otro adecuado, por consolidación por
procedimientos especiales o cimentaciones singulares, tales como apoyo discontinuo en
bloques, pilotaje, etc.
Los productos de la excavación aprovechables para el relleno posterior de la zanja pueden
depositarse en caballeros situados, en todo caso, a un solo lado de la zanja, dejando una
banqueta del ancho necesario para evitar su caída, con un mínimo de 60 centímetros o un
metro. Los que no sean utilizables en el relleno se deben transportar y depositar en los
vertederos o escombreras previstos. En particular, la tierra vegetal que se encuentre en las
excavaciones deberá removerse, recomendándose su acopio y posterior reposición en la traza
de la tubería, al objeto de paliar el impacto ambiental que la misma haya podido producir.
Los acopios intermedios de material reutilizable procedente de la propia excavación, deben
definirse por la Dirección de Obra en función del material del talud, de las previsiones de
lluvias, de las cargas en cabeza del talud y de las disponibilidad de espacio.
Por último, cuando la excavación se realice sobre la misma traza de la canalización existente
en servicio a sustituir, ésta deberá incluir la demolición de la canalización existente.
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2.4 Trazado de la red
Consideraciones generales
El trazado de la red debe consistir , en general, en alineaciones rectas tanto en alzado como en
planta entre las que se intercalará un pozo de registro.
En cuanto al trazado específico en planta o en alzado, deben observarse las siguientes
consideraciones.
Trazado en planta
En las redes urbanas el trazado de las redes de saneamiento deberá seguir el viario. Como
resulta casi imposible que la conducción discurra bajo las aceras (para disminuir las cargas
actuantes y facilitar las tareas de reparación). Actualmente las redes de alcantarillado de una
cierta importancia discurren por calzada. A este respecto se procurará evitar la franja de 1,5m
de ancho a partir del bordillo de cada acera, donde se prevea la posibilidad de aparcamiento de
vehículos y se procurará ubicar los registros en medio de los carriles de circulación. No deben
instalarse dos tuberías en el mismo plano vertical. En relación con las distancias mínimas a los
edificios, deberán tomarse las necesarias precauciones para evitar cualquier afección a sus
cimientos, siendo aconsejable una separación mínima de unos dos metros si es posible.
Siempre que sea posible, las conducciones no discurrirán bajo los árboles y menos aún bajo
las alineaciones de árboles.
Las separaciones mínimas en plana respecto a otros servicios se recomienda sean las
indicadas en la Figura 26 (Liria,1995). En el caso de que se abran zanjas paralelas a las ya
existentes para la instalación de nuevas tuberías, deben extremarse las precauciones en los
cálculos y en la ejecución de la obra para garantizar que sigan existiendo las necesarias
reacciones laterales del terreno.
Servicio
Separación en planta(cm)
Separación en alzado(cm)
Abastecimiento
100
100
Gas
50
50
Electricidad-alta
30
30
Electricidad-baja
20
20
Comunicaciones
30
30
Figura 26.Separaciones mínimas entre servicios(Liria,1995)
Es aconsejable en zanjas paralelas a colectores importantes no abrir tramos demasiado largos
para evitar problemas frente a posibles puestas en carga del colector en servicio mientras le
falta la compresión del terreno circundante.
Si la red discurre por zona rural, el trazado en planta debe ser tal que se afecte lo menos
posible a las propiedades colindantes. En el caso frecuente de trazar una tubería paralela a
una carretera , es deseable que esta discurra por la zona de servidumbre, que es la zona de
terreno que va de 8 a 25 metros( autopistas, autovías y vías rápidas), contados a partir de la
arista exterior de la explanación, o de 3 a 8 metros, para los restantes tipos de carreteras ( Ley
25/1988 de Carreteras). La zona de dominio público (0 a 8 metros para autopistas, autovías y
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vías rápidas y 0 a 3 metros para las restantes carreteras) estará sujeto al artículo 76.4 del
Reglamento que desarrolla la anterior Ley, el cual establece que ‘’se podrá autorizar
excepcionalmente la utilización del subsuelo en la zona de dominio público, para la
implantación o construcción de infraestructuras imprescindibles para la prestación de servicios
públicos de interés general…’’.
En el caso de líneas ferroviarias, es deseable que la tubería discurra por la zona de protección ,
que es la zona de terreno que va de 8 a 70 metros, contados a partir de la arista exterior de la
explanación (Ley 39/2003 del Sector Ferroviario).La zona de dominio público (0 a 8 metros)
estará sujeta al artículo 25.2 del Reglamento que desarrolla la anterior Ley, el cual establece
que ‘’ en la zona de dominio público….sólo podrán realizarse obras e instalaciones, previa
autorización del administrador de infraestructuras ferroviarias, cuando sean necesarias para la
prestación del servicio ferroviario o cuando la prestación de un servicio público o de un servicio
o actividad de interés general así lo requiera’’’.
En el caso de tuberías metálicas y en las de hormigón con camisa de chapa ( de uso
minoritario en redes de saneamiento), debe alejarse el trazado de la tubería de las líneas
eléctricas de tensión superior a 15kV por el peligro de corrosión. Esto afecta, por ejemplo a las
catenarias de los ferrocarriles electrificados. Al contrario que las aéreas, las líneas
subterráneas no suelen producir fenómenos eléctricos apreciables sobre las tuberías
enterradas debido a la buena calidad del aislamiento y la vaina protectora, generalmente
conectada a tierra, de la que suelen ir provistas las líneas eléctricas enterradas.
Trazado en alzado
La profundidad mínima de las conducciones de saneamiento se determinará de forma que se
garanticen las siguientes condiciones:
•
Que la tubería quede protegida frente a las acciones externas, especialmente el tráfico
rodado y preservada de las variaciones de temperatura.
•
Que se recojan todas las acometidas conectadas conectadas , asegurándose el
drenaje de los sótanos más profundos de las edificaciones normales.
No obstante, como criterio general, puede establecerse que, si no hay tráfico rodado, la
profundidad mínima de enterramiento sea de 60 centímetros, y , si se prevé tráfico, un metro o
un valor igual al diámetro exterior (el mayor de ambos).Cuando estos recubrimientos mínimos
no puedan respetarse deben tomarse las medidas de protección necesarias.
Por lo que respecta a los valores máximos y mínimos de pendiente de las conducciones de
saneamiento, deben ser tales que garanticen las condiciones de funcionamiento hidráulico.
En todo caso, en redes de saneamiento por gravedad, la pendiente mínima recomendada será
en función del tipo de apoyo y del diámetro de la conducción. Alternativamente, también puede
adoptarse el valor de 1:DN (UNE-EN 752-4).
En impulsiones de aguas residuales, se recomienda que la pendiente mínima sea de al menos
un 0,4 o un 0,5% cuando el agua vaya en dirección descendente y del 0,2% en recorrido
ascendente.
En cuanto a la pendiente máxima, ésta no debe superar el 3 o 4% en general.
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En el caso de redes urbanas de alcantarillado se recomienda que éstas se sitúen en un plano
inferior a las de agua potable.
Cuando se trate de redes separativas, los colectores de aguas residuales deberán proyectarse
a una cota inferior a los de pluviales, de manera que se garanticen las acometidas a todos los
edificios. A título orientativo, es razonable establecer que la clave de los colectores de aguas
residuales se disponga al menos a 0,30 metros por debajo de la rasante de los de aguas
pluviales.
2.5 Relleno de la zanja
Tipología de rellenos
Una vez instalada la conducción se efectúa el relleno y compactado de la zanja por capas,
distinguiendo dos zonas: el relleno envolvente(o de la zona baja) y el relleno principal(o de la
zona alta).
En el relleno envolvente, que alcanza una altura de unos 30cm por encima de la generatriz
superior de la conducción ,se debe emplear relleno seleccionado, con un tamaño máximo
recomendado de 3cm, colocándose en capas de pequeño espesor, hasta alcanzar un grado de
compactación no menor del 95% del próctor normal.
En canalizaciones no profundas y en zonas urbanas con abundantes actuaciones de empresas
de servicios, es conveniente hormigonar las canalizaciones principales, así como las
conexiones de albañales e imbornales, con el objeto de protegerlas frente a roturas,
especialmente en tuberías que no sean de hormigón
En canalizaciones no profundas y en zonas urbanas con abundantes actuaciones de empresas
de servicios, es conveniente hormigonar las canalizaciones principales, así como las
conexiones de albañales e imbornales, con el objeto de protegerlas frente a roturas,
especialmente en tuberías que no sean de hormigón
En el relleno principal se puede emplear relleno adecuado, con un tamaño máximo
recomendado de 15cm, colocándose en tongadas horizontales, hasta alcanzar un grado de
compactación no menor del 100% del próctor normal.
El material del relleno, tanto el de la zona envolvente como el de la principal, puede ser, en
general, procedente de la excavación de la zanja a menos que sea inadecuado. No debe
aceptarse en ningún caso como material de relleno las arcillas muy plásticas, los suelos
altamente orgánicos ni cualquier otro materia que pueda ser perjudicial ( física o químicamente)
para los materiales constitutivos de la tubería.
Los requisitos que el material procedente de la propia excavación debe cumplir para poder ser
empleado como relleno tanto en la zona envolvente como en la principal son los siguientes:
Conformidad con las especificaciones del proyecto.
Compactabilidad si se especifica.
Ausencia de materiales perjudiciales para la conducción (por ejemplo elementos de
dimensiones excesivas, en función de la naturaleza de la tubería, de su espesor de
pared y de su diámetro; raíces de árboles, escombros, materia orgánica, detritus,
terrones de arcilla > 75mm, nieve y hielo).
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Cuando haya que utilizar otros materiales para los rellenos, distintos al propio terreno natural
se consideran válidos para ello los siguientes, entre otros:
a) Materiales granulares. Se consideran dentro de este tipo los siguientes, entre otros:
•
Materiales monogranulares
•
Materiales graduados
•
Arena
•
Materiales todo uno
•
Material de machaqueo
b) Materiales con aglomerantes hidráulicos. Se consideran dentro de este tipo los
siguientes , entre otros:
•
Cemento
•
Hormigón aligerado
•
Hormigón pobre
•
Hormigón sin armar
•
Hormigón armado
c) Otros materiales: Pueden emplearse para el recubrimiento otros materiales si se
demuestra su conformidad con los requerimientos especificados en el presente
artículo. No se aceptarán sustancias naturales o artificiales que puedan provocar
daños a la conducción y a los pozos.
No se debe comenzar a rellenar la zanja hasta que los tubos estén unidos y colocados sobre
las camas, de forma que sean capaces de soportar cargas. En cualquier caso, no debe
rellenarse la zanja en tiempo de heladas o con material helado, salvo que se tomen medidas
para evitar que queden enterradas porciones de suelo congelado.
Por otro lado, las conducciones tubulares de materiales susceptibles de flotar , en caso de ser
hormigonados, por el empuje hidrostático del hormigón aún fluido , se deben fijar de forma
adecuada a la cama de hormigón y deberán hormigonarse por tongadas, incidiendo
especialmente en el hormigonado de la parte inferior del tubo, que de no vibrarla
adecuadamente puede quedar hueca.
Los acopios intermedios de material reutilizable procedente de la propia excavación , deben
definirse por la Dirección de Obra en función del material del talud, de las previsiones de
lluvias, de las cargas en cabeza del talud y de la disponibilidad de espacio.
Compactación de los rellenos
Se debe prestar especial cuidado durante la compactación de los rellenos, de modo que no se
produzcan ni movimientos ni daños en la conducción, a cuyo efecto habrá de reducirse en lo
necesario el espesor de las tongadas y la potencia de la maquinaria de compactación. Los
equipos de compactación deben elegirse en cada caso en función de la naturaleza del terreno,
el tamaño de la conducción y el tipo de instalación.
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Reposición de cajón de residuales
La pala mecánica de ruedas es adecuada para arcillas cohesivas o sedimentos, y no es
adecuada para suelos granulares. Los rodillos de llantas de goma, que proporcionan peso
estático y acción de amasado, son efectivos para muchos suelos. Los rodillos vibratorios, son
efectivos para materiales granulares.
Para instalaciones en zanja, cuando el espacio está limitado, las apisonadoras neumáticas o de
impacto mecánico son los medios de compactación más efectivos. Las apisonadoras de
impacto, que actúan por peso estático y acción de amasado, se usan principalmente en suelos
arcillosos, mientras que los suelos granulares se consolidan con mayor eficacia por vibración.
Cuando se usen apisonadoras de impacto, se deben tomar precauciones en la compactación e
introducción de las capas del relleno lateral del tubo para conseguir la mayor uniformidad. El
material de relleno no se debe verter directamente no se debe verter directamente a la zanja
lanzándolo bruscamente sobre el tubo.
El sistema de compactación por inundación de agua y de aplicación de chorro a presión es
utilizable sólo para casos excepcionales, para compactar suelos suficientemente permeables
para distribuir el exceso de agua y no serán usados con suelos cohesivos. El relleno, después
de alcanzar la saturación, descenderá de 15 a 45 cm. Después de la saturación inicial y del
asentamiento, se impulsa el agua al relleno, ala profundidad del tubo, en intervalos que varían
de 8 a 16 cm. Este proceso se repite hasta que la totalidad del material de relleno queda
compactada.
El relleno inicial que va directamente sobre la conducción se debe compactar por
procedimientos manuales donde sea necesario. La compactación mecánica del relleno
principal directamente sobre el tubo no debe comenzar hasta que la profundidad del relleno sea
de, al menos, 30 cm sobre la generatriz superior de la conducción.
En los casos en que resulte peligrosa la utilización de compactadores de tamaños medios y
grandes, por estar los rellenos muy próximos a otras conducciones, se den ejecutar los rellenos
por capas de espesor pequeño (10 ó 15 cm ) compactándose con máquinas ligeras, como
rodillos arrastrados a mano, bandejas vibrantes, pisones…
En conducciones hormigonadas, el relleno próximo a la conducción se efectuará en dos
tongadas como mínimo y vibrándolo para una correcta puesta en obra, especialmente en la
parte baja y sobre todo si se trata de tubos. Hay que poner mucho cuidado en las fijaciones de
las canalizaciones para no provocar movimientos de los elementos prefabricados, tanto en
planta como en perfil. Una vez colocado y compactado el material de relleno lateral alrededor
del tubo, se debe colocar y compactar el resto del relleno para prevenir asientos de la
superficie. No se recomienda usar equipos de vibración para operar directamente sobre el tubo
hasta que haya sido colocada una altura mínima de 1m de relleno.
Las exigencias antes reseñadas para los rellenos de las zanjas son especialmente de
aplicación en los tubos flexibles en los que, para garantizar su comportamiento mecánico, es
preciso asegurar unas muy buenas condiciones de la instalación .En los tubos rígidos, las
condiciones de los rellenos pueden no ser tan exigentes.
Es frecuente adoptar la denominación de “relleno seleccionado” para el de la zona baja de la
zanja y “relleno ordinario” para el de la zona alta. No debe confundirse esta denominación de
relleno seleccionado con la que el “PPTG para Obras de Carreteras y Puentes (PG-3)” del
Ministerio de Fomento adopta para los “suelos seleccionados”, cuyos requisitos son diferentes
a los que figuran en este documento para el relleno de la zona baja de la zanja.
En ocasiones, cuando se instalen camas de apoyo de material granular, puede emplearse para
el relleno de la “zona baja” el mismo material que el dispuesto en dichas camas de apoyo.
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Reposición de cajón de residuales
3.- SEGUIMIENTO Y DESARROLLO DE LA OBRA
3.1.- Situación actual
Actualmente la obra se encuentra parada por problemas con la expropiación de una vivienda
debido a que su propietario se niega a abandonarla.
Figura 27.Fotografía de la vivienda que impide la continuación de la obra
La situación actual de la obra se puede apreciar en las siguientes fotografías, tomadas por
nosotros en una visita a la obra:
Figura 28.Fotografía de la situación actual de la obra (1).
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Figura 29.Fotografía de la situación actual de la obra (2).
Figura 30.Fotografía de la situación actual de la obra (3).
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Reposición de cajón de residuales
3.2.- Desarrollo de la obra
Debido al estado de la obra no hemos podido hacer un seguimiento exhaustivo, pero gracias al
Jefe de Obra conseguimos diversas fotografías que permiten observar como se ha ido
desarrollando la obra.
Figura 31.Excavación de zanja mediante martillo picador hidráulico (1).
Figura 32.Excavación en zanjas mediante martillo picador hidráulico (2).
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Figura 33.Excavación de zanja mediante retroexcavadora.
Figura 34.Excavación de zanja (1).
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Figura 35.Excavación de zanja (2).
Figura 36.Vista de la zanja.
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Figura 37.Construcción del cajón de hormigón armado in situ (1).
Figura 38.Construcción del cajón de hormigón armado in situ. (2)
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Figura 39.Construcción del cajón de hormigón armado in situ. (3)
Figura 40.Relleno de zanja.
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3.3.- Complicaciones
Durante el transcurso de la obra no surgieron problemas importantes y de difícil solución pero
sí aparecieron varias complicaciones.
La primera complicación fue la inundación de la zanja debido al agua de lluvia y al agua que se
infiltraba por el terreno.
Figura 41.Inundación de zanja.
Esto se solucionó mediante unas bombas de achique que expulsaban el agua hacia el colector.
Además, se aplicó un riego de emulsión sobre el terreno para evitar la excesiva infiltración de
agua.
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Figura 42.Riego de emulsión.
Otro problema fue el desprendimiento en la excavación de la zanja durante su ejecución, que
se solventó mediante la construcción de un muro de contención de escollera.
Figura 43.Muro de contención de escollera.
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4.- ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE LA TEORÍA Y EL DESARROLLO
REAL DE LA OBRA
4.1 Excavación de la zanja:
Proyecto:
Apenas se hace referencia al apartado de excavación. Sólo se refiere a la disposición de
puntos fijos de referencia, en lugares que no puedan ser afectados por el vaciado. También
dice que se protegerán los elementos de Servicio Público que puedan ser afectados por el
cajeado como bocas de riego, pozos y sumideros de alcantarillado, farolas, etc...
No hace ninguna mención al procedimiento empleado para ejecución de la zanja.
En el apartado correspondiente a la maquinaria no aparece el martillo picador hidráulico, que
es el utilizado en la obra según hemos podido observar en las fotografías.
Aspectos técnicos:
Las zanjas deberán abrirse mecánicamente (aunque en casos puntuales como las acometidas
o los pasos de servicios puedan abrirse manualmente)
Entre la apertura de la zanja, el montaje de la canalización y el posterior relleno parcial deberá
transcurrir el menor tiempo posible.
Obra:
La maquinaria utilizada, según se puede observar en las fotografías, es un martillo picador
hidráulico
y
una
retroexcavadora.
Se cumple con lo especificado en cuanto a los servicios públicos y acometidas existentes.
4.2 Entibación de la zanja:
Proyecto:
Lo único que se dice en cuanto a la entibación es su definición y una serie de gráficos en el
apartado de seguridad y salud.
Aspectos técnicos:
“Las zanjas que no estén excavadas con taludes estables de forma natura deben protegerse
contra los posibles desprendimientos mediante entibaciones. En cualquier caso, estas
protecciones deber ser dispuestas de forma inmediata cuando aparezcan síntomas de
inestabilidad en la zanja. Especial atención hay que prestar cuando la profundidad supere el
metro y medio o dos metros a lo sumo y cuando exista tráfico adyacente a la zanja o bien
edificaciones próximas.”
Obra:
No se realizan entibaciones en la obra, a pesar de que la profundidad de la zanja supera el
metro y medio. No existe tráfico rodado adyacente y la distancia a las edificaciones más
próximas es bastante prudente.
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4.3 Construcción del cajón:
Proyecto:
No hace ninguna referencia al procedimiento de construcción del cajón de hormigón armado in
situ, simplemente habla de la instalación de una tubería.
Aspectos técnicos:
“Ya sea en colectores en “mina tradicional” o colectores en una excavación a cielo abierto lo
primero a ejecutar, tras la excavación y compactación del terreno y el hormigón de limpieza
(correctamente nivelado) es la solera del colector.”
“En colectores rectangulares, se pueden utilizar encofrados a una cara o a dos caras,
dependiendo del ancho de zanja o de la entibación ejecutada.”
Obra:
No existe la colocación de ninguna tubería sino que se trata de la construcción de un cajón de
hormigón
armado
in
situ.
Según el Jefe de Obra se realizó correctamente la compactación del terreno y se extendió una
capa de hormigón de limpieza.
4.4 Relleno de la zanja:
Proyecto:
Continúa hablando de relleno compactado en zanja para el recubrimiento y protección de
tuberías. No se menciona el material de relleno.
Aspectos técnicos:
“El material del relleno puede ser, en general, procedente de la excavación de la zanja a
menos que sea inadecuado. No debe aceptarse en ningún caso como material de relleno las
arcillas muy plásticas, los suelos altamente orgánicos ni cualquier otro materia que pueda ser
perjudicial (física o químicamente).”
Obra:
No tenemos información sobre la procedencia del material del relleno.
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5.- ÍNDICE FOTOGRÁFICO
Figura 1. Ubicación de la obra en plano de A Coruña (página 1)
Figura 2. Ubicación de la obra en foto aérea (página 2)
Figura 3. Plano donde se aprecia la antigua conducción y la nueva (página 2)
Figura 4. Imagen del bombeo existente (página 3)
Figura 5. Imagen de la parcela donde se lleva a cabo la obra (página 4)
Figura 6. Imagen de la parcela (página 4)
Figura 7. Imagen de saneamiento de A Coruña (página 5)
Figura 8. Perfil longitudinal de la conducción (página 6)
Figura 9. Excavación en zanja (página 6)
Figura 10. Imagen de excavación en zanja (página 7)
Figura 11. Imagen de entibación (página 7)
Figura 12. Imagen sobre entibación de doble vía (página 8)
Figura 13. Blindaje ligero de acero (página 8)
Figura 14. Protecciones laterales en zanja (página 9)
Figura 15. Tipos de entibación (página 9)
Figura 16. Otros tipos de entibación (página 10)
Figura 17. Descarga de tubería en zanja (página 10)
Figura 18. Instalación de tubería en zanja entibada (página 11)
Figura 19. Modo operativo en zanjas (página 12)
Figura 20. Tubería colocada en zanja entibada (página 12)
Figura 21. Relleno en zanja con hormigón (página 13)
Figura 22. Colocación de tierra sobre la zanja (página 13)
Figura 23. Sección tipo de pozo de registro (página 14)
Figura 24. Sección tipo de pozo de resalto (página 14)
Figura 25. Bermas intermedias en zanjas profundas (página 20)
Figura 26. Separaciones mínimas entre servicios (página 23)
Figura 27. Vivienda que impide la continuación de la obra (página 28)
Figura 28. Situación actual de la obra 1 (página 28)
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Reposición de cajón de residuales
Figura 29. Situación actual de la obra 2 (página 29)
Figura 30. Situación actual de la obra 3 (página 29)
Figura 31. Excavación en zanja mediante martillo picador hidráulico 1 (página 30)
Figura 32. Excavación en zanja mediante martillo picador hidráulico 2 (página 30)
Figura 33. Excavación en zanja mediante retroexcavadora (página 31)
Figura 34. Excavación en zanja 1 (página 31)
Figura 35. Excavación en zanja 2 (página 32)
Figura 36. Vista de la zanja (página 32)
Figura 37. Construcción del cajón 1 (página 33)
Figura 38. Construcción del cajón 1 (página 33)
Figura 39. Construcción del cajón 1 (página 34)
Figura 40. Relleno de zanja (página 34)
Figura 41. Inundación de la zanja (página 35)
Figura 42. Riego de emulsión (página 36)
Figura 43. Muro de contención de escollera (página 36)
6.- BIBLIOGRAFÍA
- Proyecto “Reposición de cajón de residuales”
(Proyecto de Urbanización POL,F5,01)
- Guía Técnica sobre redes de saneamiento y drenaje urbano (3ª Edición)
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