La Planificación Estratégica en PSCE

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LA PLANIFICACION
ESTRATÉTICA EN PASTORAL
SOCIAL CÁRITAS ECUADOR
Orientaciones metodológicas
ESCUELA EDIFICA
PASTORAL SOCIAL CARITAS ECUADOR
ESPECIALIZACIÓN B
“FORTALECIMIENTO Y DESARROLLO DE LAS CÁRITAS”
TALLER B1
“ELEMENTOS IDENTITARIOS Y ORGANIZATIVOS PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA PS CÁRITAS”
MATERIAL M4a
Contenidos
PRESENTACIÓN....................................................................................................................................3
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................3
I. MARCO TEÓRICO DE LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA EN PSCE ....................................................5
1. ¿QUÉ ES LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA? CONCEPTO BÁSICO PRELIMINAR ..........................5
2. ¿POR QUÉ HACER PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA EN PSCE? .......................................................6
3. ¿QUÉ PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA QUEREMOS? .....................................................................7
4. INSTITUCIONALIZAR LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA ..............................................................9
5. PRINCIPALES MOMENTOS DE LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA .............................................10
II. LA FORMULACIÓN DEL PLAN ESTRATÉGICO .................................................................................12
1. ¿QUIÉNES PARTICIPAN EN EL PROCESO DE PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA? ...........................12
2. ¿CÓMO ELABORAR UN PLAN ESTRATÉGICO? PROPUESTA METODOLÓGICA...........................14
Momento 0: El plan del plan .....................................................................................................16
Momento 1: Diagnóstico del contexto social e institucional ....................................................17
Momento 2: Formulación estratégica: de qué se trata ............................................................21
Los cimientos de la Evaluación: Indicadores, Situación Final e Inicial, y Línea de Base ............27
Mometo 3: Concreción en Planes Operativos...........................................................................30
III. LA EVALUACIÓN Y EL SEGUIMIENTO DE LA PLANIFICACIÓN........................................................35
1.
EVALUAR: UNA PRÁCTICA NECESARIA PARA LA PLANIFICACIÓN .........................................35
¿Qué significa Evaluar? .............................................................................................................36
¿Para qué evaluar la planificación? ...........................................................................................37
¿Cuándo y qué evaluar? Distinguiendo los momentos de evaluación de la planificación .......37
Instancias que se involucran en la Evaluación ..........................................................................39
2.
EL SEGUIMIENTO ...................................................................................................................39
¿Cuál es el objeto del seguimiento? ¿Qué se debe observar? .................................................39
3.
LA EVALUACIÓN ANUAL DEL POA, DE MEDIO TÉRMINO Y DE FINAL DEL PLAN ...................40
PRESENTACIÓN
El proyecto de una PS Cáritas Ecuador capaz de reflejar el amor de Dios y su preocupación
por los pobres es una apuesta ideal que requiere capacidad de ensoñación y un gran
vocación de servicio a las personas y a su dignidad. Pero quien sueña debe tener los pies
anclados en tierra, para abrir senderos que hagan posibles esos sueños. El entusiasmo
debe estar acompañado de organización y la planificación. Debemos lograr que la eficacia
en la movilización de los recursos humanos y de los recursos económicos sea una
característica significativa de la PS Cáritas Ecuador, que contribuya a nuestro éxito y sólida
imagen pública.
Nuestra principal fortaleza son las personas que forman parte de nuestra organización. Y
por eso es esencial prestar una atención cuidadosa tanto a su mística y motivación
espiritual, como al desarrollo de sus capacidades técnicas.
Además, la construcción y desarrollo de una PSC sólida, requiere capacidad de mirar al
futuro para orientar cada paso en el camino. Ello supone desarrollar en cada momento
una visión estratégica de nuestra acción que se articule en una planificación capaz de
enriquecer la frescura de los sueños con la claridad de los planes.
Con este documento la PSCE quiere poner al servicio del desarrollo de la red una
metodología para realizar la planificación estratégica institucional. Es el resultado de la
sistematización de muchas reflexiones que se une con la creatividad de quienes soñamos
la transformación de nuestras sociedades. Queremos que esta metodología sea un
instrumento de trabajo que nos ayude a poner nuestras metas en donde están nuestros
sueños transformadores, a llegar donde hemos puesto nuestros objetivos y a hacerlo por
el camino mejor, el más coherente con nuestra identidad y arraigo en una espiritualidad
cristocéntrica.
Queremos apostar por la creación de una cultura institucional de planificación y
evaluación que impulse nuestra acción. En este horizonte, la planificación debe ser
respuesta a la realidad en la que estamos inmersos y a nuestra misión de transformarla.
Porque esa realidad cambia, debe ser abierta, capaz de cambiar continuamente en
diálogo con la realidad que quiere transformar. Y debe ser también colectiva, fruto de la
participación amplia y constante de todas las personas que componen la organización
nacional.
Esperamos que este documento pueda ser aprovechado al máximo por muchas Cáritas
Diocesanas para mejorar el servicio que, en nombre de Cristo, deseamos poder prestar a
los sufrientes y desfavorecidos en este país.
INTRODUCCIÓN
Nuestro desafío: generar una cultura permanente de planificación estratégica y
evaluación continua en PSCE. El documento que presentamos a continuación es una guía
para implementar procesos de Planificación Estratégica en la PSCE nacional y en las PSC
diocesanas. Con ese fin brinda, tanto orientaciones conceptuales, como herramientas
metodológicas para desarrollar las distintas etapas del ciclo de planificación: la
formulación (estratégica y operativa), el seguimiento, la evaluación y la revisión para el
reinicio del ciclo. Este documento quiere ser una guía de apoyo clara, de fácil consulta y
difundida en cada PSC Diocesana y en el conjunto de la organización nacional.
A pesar de su tamaño reducido, el propósito que anima este texto es de gran alcance. Se
pretende generar, en todos los niveles de la organización y miembros de la red, el hábito
de planificar y revisar el trabajo, orientándolo hacia objetivos establecidos
institucionalmente.
Consideramos que la adopción de la planificación como estrategia de organización y
gestión del trabajo, constituye un paso fundamental para elevar el desempeño de PSCE
en su conjunto, mejorar la calidad de las decisiones y de la gestión, enmarcándolas dentro
de un proyecto con futuro. Para ello, es necesario formar en el personal los
conocimientos y las capacidades necesarios y suficientes para que se impulsen
sistemática y permanentemente las distintas etapas del ciclo de planificación, sin
necesidad de acudir a asesorías externas. Experiencias previas de planificación estratégica
en algunas PSC diocesanas y en el conjunto de la red nacional han enseñado que no todos
los enfoques de planificación son relevantes ni responden a nuestras necesidades;
tampoco han permitido crear una cultura de planificación, ni procesos sostenibles en el
tiempo. De ahí que se considere fundamental ir desarrollando nuestro propio marco
teórico de planificación, con una metodología y herramientas específicas,
progresivamente contrastadas por nosotros y que, con el aporte de todos, puedan
adaptarse a nuestras necesidades y a la especificidad de nuestro trabajo. De esta manera
esperamos lograr la convergencia de enfoques, la armonización del lenguaje y la
posibilidad de integración de los planes.
A través de esta guía se quiere que todas las Cáritas Diocesanas dispongan de una
metodología común que facilite el desarrollo ágil y eficaz de los siguientes procesos:
 La formulación participativa de planes estratégicos.
 La elaboración anual de planes operativos.
 La elaboración y seguimiento de presupuestos en función del plan.
 El seguimiento del plan y la elaboración de informes de ejecución del plan
estratégico.
 La facilitación, coordinación y apoyo a procesos locales de planificación estratégica
en las iglesias locales y en los distintos programas en cada Cáritas Diocesana.
 La elaboración de materiales de apoyo para facilitar la planificación estratégica y
socializarla.
Esta guía está dirigida a directores, coordinadores, personal técnico y facilitadores para
que puedan, cada uno según su papel, propiciar la planificación estratégica en el seno de
su organización. La metodología propuesta es flexible y permite un cierto margen de
variación para que cada Cáritas Diocesana pueda adaptarla al contexto específico de su
provincia y situación concreta.
La guía se divide en tres capítulos. En el capítulo I, se abordan las ideas fuerza de la
Planificación Estratégica. Si bien hay un intento de leer estas ideas desde la identidad
institucional, consideramos que falta todavía un camino por recorrer para que la mirada
de organizar el presente en función del futuro tenga nuestro sello particular. Y no podía
ser de otra manera, dado que recién se inicia una experiencia compartida en
planificación. Cuando esa experiencia forme parte de nuestra historia, estaremos en
condiciones de interpretar las ideas desde lo que somos y desde lo que hacemos. El
camino está iniciado.
El capítulo II se centra en el proceso a seguir para formular un Plan Estratégico y sus
momentos principales. Cada momento incluye temas de discusión centrales, los
conceptos que lo identifican y las preguntas guías que conducen dicho momento.
El capítulo III desarrolla lo relativo al seguimiento y la evaluación. Esta práctica está ligada
íntimamente al hecho de planificar. La posibilidad de acercarnos al futuro deseado está
determinada por cada acción desarrollada en el presente. La forma de constatar si el
presente está en función del futuro, exige un trabajo permanente de reflexión y análisis
de lo ejecutado. El seguimiento y evaluación son dos momentos que permiten medir,
observar, analizar ese presente. En otras palabras, la planificación, el seguimiento y la
evaluación son distintos momentos del proceso de construcción y organización
institucional para alcanzar las metas propuestas.
Para facilitar la compresión de la metodología y su puesta en práctica existen a
disposición de los interesados fichas explicativas que permiten profundizar nociones, así
como materiales de apoyo que pueden ser utilizados durante los talleres.
I. MARCO TEÓRICO DE LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA EN PSCE
1. ¿QUÉ ES LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA? CONCEPTO BÁSICO PRELIMINAR
“Planificar significa pensar antes de actuar, pensar con método, de manera sistemática;
explicar posibilidades y analizar sus ventajas y desventajas, proponerse objetivos,
proyectarse hacia el futuro, porque lo que puede o no ocurrir mañana decide si mis
acciones de hoy son eficaces o ineficaces. La planificación es la herramienta para pensar y
crear el futuro. Aporta la visión que traspasa la curva del camino y limita con la tierra
virgen aún no transitada y conquistada por el ser humano, y con esa vista larga da soporte
a las decisiones de cada día, con los pies en el presente y el ojo en el futuro.” Carlos
Matus
En términos generales, planificar es organizar las acciones en función de un futuro
deseado. La planificación es estratégica en la medida que “ORGANIZA EL CAMBIO”:
 a partir de un análisis de las situaciones sociales presentes;
 en coherencia con la identidad y misión institucional;
 orientando a largo plazo la acción institucional;
 priorizando las acciones en función del cambio y creando cohesión;
 considerando los recursos con los que la institución cuenta y/o con los que debería
contar.
La planificación estratégica es un instrumento para el cambio y para impulsar y promover
la toma de decisiones en función de ese cambio. Lo que hace estratégica la planificación
es el involucrar a toda una institución en la orientación a largo plazo de su acción,
priorizando las acciones en función de su identidad y misión institucional. A través de ella,
se construyen y motivan las decisiones y la manera de ser de una organización.
Dos operaciones fundamentales caracterizan la planificación y la hacen ventajosa como
modalidad de gestión del trabajo:
 pensar antes de actuar, es decir, el razonamiento previo a la acción para transitar de
la situación presente a un futuro deseable, disminuyendo la improvisación y
mejorando el desempeño de la organización como un todo;
 evaluar periódicamente el nivel de logro de los objetivos prefijados, lo que permite
valorar y ajustar el trabajo incorporando lecciones aprendidas y el conocimiento
acumulado, es decir, aplicando la experiencia en la acción. Claramente, esto exige
contar con mecanismos de evaluación y retroalimentación (véase Capítulo III).
2. ¿POR QUÉ HACER PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA EN PSCE?
Para PSCE, planificar es un mandato que surge de nuestra misma misión. Es una
obligación para cumplir más fielmente su misión de servicio a los pobres y marginados,
brindando mayor eficacia y coherencia al trabajo y fortaleciendo la coordinación y
cohesión. Frente a los desafíos planteados por las graves condiciones de pobreza y las
nuevas formas de exclusión que afectan a amplios sectores de población en Ecuador,
PSCE debe adoptar una postura de constante auto-revisión para identificar estrategias
novedosas, a fin de construir transformaciones que impacten positivamente la calidad de
vida de sus destinatarios.
Planificar ofrece a PSCE una ocasión para replantearse periódicamente preguntas sobre
cuestiones esenciales, como qué propósitos fundamentales guían su acción; qué
exigencias plantea el entorno en que desarrolla su trabajo; qué transformaciones quiere
lograr en la calidad de vida de su destinatarios; cuáles son las principales necesidades y
desafíos de PSCE como organización; qué transformaciones tiene que perseguir; qué
logros específicos quiere alcanzar; cómo puede materializar estos logros en objetivos y
constatar su cumplimiento.
Planificar estratégicamente requiere el compromiso de toda la institución. Exige un
trabajo permanente de análisis de lo ejecutado, midiendo y observando la pertinencia de
las estrategias institucionales; demanda una voluntad y capacidad para enfrentar los
cambios y responder a las necesidades sociales de los destinatarios y del conjunto de la
organización.
La adopción de una metodología común de planificación estratégica en la organización de
PSCE es un paso importante en la búsqueda de fortalecer la capacidad de trabajo en
confederación, en la urgencia de organizarnos para servir con calidad a las comunidades
locales, regionales, y a nivel nacional, dándole sostenibilidad y proyección a nuestro
trabajo. La creciente complejidad de la organización PSCE, con instancias diocesanas y
nacionales ante nuevos desafíos de transformación, requiere herramientas de gestión
estratégica que optimicen el desempeño de toda la organización y creen espacios de
encuentro y diálogo entre los y las integrantes de la organización, en sus distintos niveles,
para fraguar objetivos comunes, evaluar lo que se hace y cómo se hace.
3. ¿QUÉ PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA QUEREMOS?
La planificación estratégica que queremos para PSCE es un hábito de organización
colaborativa y pautada del trabajo hacia objetivos comunes y acordados
participativamente; acompañada por prácticas sistemáticas y periódicas de revisión y
ajuste del trabajo. La planificación estratégica en PSCE debe ser una herramienta al
servicio de las distintas instancias de decisión que integran a la organización, y no un fin
en sí misma. La planificación estratégica debe responder a las necesidades específicas de
cada contexto jurisdiccional y nacional, tomando en cuenta sus características
particulares (organizacionales, culturales, sociales, históricas, etc.) para no convertirse en
un asunto teórico o una imposición desde arriba. La planificación debe ser continua,
reversible (posible de modificarse), precisa e inequívoca (sin ambigüedades, ni
contradicciones) y adecuada a la capacidad de gestión y de recursos de la institución.
Debe ser un proceso suficientemente dinámico y flexible para permitir -y hasta “forzar”modificaciones en los planes definidos cuando las cambiantes circunstancias de las zonas
así lo demandan. De allí el concepto de “estratégico”.
Desde esta perspectiva se pueden señalar algunos rasgos de la planificación estratégica
en PSCE:




La planificación se fundamenta en la Misión Institucional. La Misión es el punto de
referencia para orientar la elección de la estrategia. Proyectar la institución a mediano
y largo plazo bajo este referente garantiza que el presente y todas y cada una de las
acciones respondan a la misión institucional.
Se desarrolla a partir de diagnósticos actualizados de la situación/contexto y del
problema de partida.
La planificación es una herramienta para la toma de decisiones y para organizar la
práctica cotidiana.
La planificación debe desarrollarse empleando herramientas adaptadas a la evolución




institucional y al contexto de cada PSCE con instrumentos que, además de ser útiles,
generan aprendizajes y consolidan paulatinamente mayores capacidades.
El ciclo de la planificación y sus distintos momentos (elaboración del plan, ejecución,
seguimiento y evaluación) debe estar liderado directamente por el personal de PSCE.
En caso de que se acuda a apoyo de especialistas externos es imprescindible enmarcar
dichos refuerzos en los procesos internos y con la conducción y liderazgo del personal
de la institución.
La planificación debe combinar el manejo de conocimientos especializados con los
saberes provenientes de la experimentación (en jurisdicciones, parroquias y otros
ámbitos) utilizando como guía las herramientas y procesos de la metodología de
planificación.
La planificación debe implicar un proceso permanente de evaluación y
retroalimentación que genere información oportuna para orientar la acción de la
organización y mejorar su desempeño, con base en las lecciones derivadas de la
experiencia. Por tanto la planificación no se agota con la elaboración de un plan o la
publicación de un documento; cobra importancia si trasciende la formulación del plan
y es, en los hechos, utilizada como herramienta para guiar la toma de decisiones en
PSCE dentro de un entorno social crecientemente complejo y exigente.
El plan debe formularse en lenguaje sencillo, de fácil comprensión por todos los
integrantes de la organización, que facilite el diálogo y el manejo de los procesos que
ella involucra.
Nuestra identidad organizacional exige asumir una metodología con las siguientes
características:
 Flexible y armonizadora de los procesos en la organización: se adapta a las
características particulares de cada jurisdicción respondiendo a sus necesidades
específicas y avanza en la consolidación de un lenguaje común y distintivo de la
organización facilitando el diálogo y la interacción entre los países.
 Contextualizada, responde a las necesidades de los excluidos y toma en cuenta las
transformaciones sociales.
 Participativa y motivadora: involucra a todos los niveles de la organización, abriendo
espacios de participación donde se expresen la creatividad, las aspiraciones y los
sueños individuales y colectivos de los integrantes y de los destinatarios de la acción
educativa de PSCE.
 Integradora y enfocada: combina el análisis de contexto con el análisis de problemas
concretos (focalización). Esta doble lectura permite identificar los elementos claves,
dentro de la amplitud de factores y situaciones del contexto social e institucional,
hacia los cuales dirigir los esfuerzos de la organización.
 Práctica: no es un mero ejercicio intelectual, sirve de apoyo a las decisiones y al
accionar institucional.
 Fuente de aprendizaje: es fundamental que la experiencia y conocimientos generados
a través del proceso.
4. INSTITUCIONALIZAR LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
La planificación no es una cuestión técnica. No se agota con la formulación de un plan, ni
con la publicación de un documento. Se trata de un compromiso con el estilo de gestionar
las PSCE que necesita ser respaldado políticamente. Hacer de la planificación una práctica
permanente, un modelo de gestión, exige crear un escenario favorable con las siguientes
condiciones:
 Voluntad política y compromiso institucional. Es condición indispensable que los
organismos directivos de PSCE y los responsables de las PSC diocesanas conozcan la
propuesta metodológica de planificación estratégica de la red y se comprometan a
adoptarla y desarrollarla como herramienta permanente de gestión del trabajo. Este
requisito expresa la naturaleza esencialmente política que tiene este proceso: lo que
está en juego es la elección de un modelo que rige la actuación de la organización.
 Disposición al cambio: el desarrollo del proceso de planificación estratégica en PSCE
implica un gran esfuerzo para modificar prácticas institucionales, fortaleciendo
esquemas de trabajo que han probado ser exitosos, descartando lo inadecuado e
incorporando nuevas herramientas, lo que exige una clara voluntad de cambio.
 Relación de diálogo: para que los frutos de la planificación estratégica puedan ser
socializados e involucren a todos los niveles de la organización, se debe enfatizar una
relación de diálogo y comunicación, que haga posible la expresión abierta de los
distintos niveles y áreas institucionales.
 Participación de todos: todos son responsables de impulsar el proceso de formulación
del plan y de adecuar (modificar o cambiar) sus prácticas en función de los objetivos
planteados.
 Institucionalización de espacios y momentos para la planificación: entendida como la
habilitación de espacios regulares de discusión y concertación, en todos los niveles de
la organización, en los que se favorece el diálogo creativo y el aprendizaje continuos.
La planificación no debe desarrollarse en “los tiempos muertos”; es necesario fijar
espacios y momentos privilegiados para la formulación del plan, el seguimiento
reajustes y evaluación.
 Metodología clara y compartida: es imprescindible disponer de definiciones
metodológicas precisas sobre los procesos a seguir, los resultados a obtener y las
herramientas más apropiadas a aplicar en cada circunstancia. Asimismo, es
importante fomentar el manejo de un lenguaje sencillo que facilite la discusión y la
concertación, centrando la atención sobre temas relevantes y no en asuntos
secundarios.
 Moldea el quehacer cotidiano: la planificación se institucionaliza sólo si logra moldear
el quehacer de la organización, estructurando el organigrama, los planes operativos y
los presupuestos. La planificación se institucionaliza sólo si organiza el quehacer
institucional cotidiano, si se hace seguimiento permanente a estas acciones y se
evalúa los avances hacia las metas propuestas. No tiene sentido hacerla “a medias”,
limitándose a una abstracta formulación.
5. PRINCIPALES MOMENTOS DE LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
En algunas instancias de PSCE ya existen prácticas de planificación estratégica, pero utilizan diferentes metodologías, nombres y duración temporal. A nivel de confederación
nacional se ve la importancia de armonizar la metodología para realizar la planificación
estratégica, lo que implica la adopción de una misma lógica fundamental en la
formulación y estructura de los planes y en su tiempo de vigencia.
Especificamos que existen dos distintos niveles de concreción de planificación que cada
PSCE está llamada a realizar:
 la planificación estratégica que identifica y formula los objetivos fundamentales que la
organización quiere lograr en un mediano/largo plazo de tiempo;
 la planificación operativa que concreta y traduce los objetivos en logros y actividades
a conseguir en el curso de un año.
Proponemos que en PSCE los periodos de vigencia de los planes sean:
 para la planificación estratégica: cinco años;
 para la planificación operativa: un año.
Queremos que la planificación permita a cada PSCE ampliar el horizonte de su acción,
planteándose objetivos con una mirada a medio plazo. Por ello consideramos importante
que el plan estratégico adopte un tiempo de actuación adecuado, suficientemente amplio
para permitir lograr los objetivos. Además, reformular el plan con excesiva frecuencia
constituiría un posible desgaste de energía y recursos para la organización.
Estos tiempos de vigencia son lo recomendado y que se espera sea adoptado por los
países, por las razones mencionadas arriba. Sin embargo, se reconoce que la coyuntura
particular de una PSC diocesana o el particular contexto socio-eclesial en que actúa,
podrían requerir un distinto tiempo de vigencia de la planificación estratégica. Por
ejemplo, en el caso de una jurisdicción que está en su etapa fundacional y en un contexto
social y eclesial poco definido, 3 años podría ser el tiempo adecuado para una primera
planificación. Lo que sí es fundamental es que el plan sea una apuesta estratégica que
logre movilizar a toda la institución.
El proceso de planificación se articula en distintos momentos o etapas secuenciales
conformando un ciclo que puede ser graficado de la siguiente manera:
GRÁFICO 1. CICLO DE PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA EN PSCE
a. Diagnóstico: análisis interno y del contexto.- Este momento de la planificación
estratégica es preliminar y consiste en determinar la situación de arranque suministrando
información para identificar los principales desafíos a enfrentar en el futuro. Se estructura
en un diagnóstico que analiza y ubica cada PSC diocesana y/o la PSCE nacional en el actual
contexto socio-político-cultural del país y en la propia historia institucional. Eso implica
además, recordar y reiterar la identidad y misión de la organización. Este primer
momento se construye alrededor de dos preguntas básicas: ¿dónde estamos? y ¿quiénes
somos? Este momento debe ser socializado al interior de la organización.
b. Formulación del plan estratégico.- Este segundo momento es clave en el proceso de
planificación: se trata de identificar ¿hacia dónde? la organización quiere ir en los cinco
años a venir y acordar los objetivos fundamentales y a largo plazo (técnicamente
llamados: objetivos estratégicos) que la organización se compromete a perseguir; además
se deben determinar los logros a corto y mediano plazo (técnicamente llamados:
objetivos operativos) necesarios para materializar los objetivos estratégicos. También
este momento se socializa al interior de la organización.
c. Planes operativos.- Es el momento de la panificación operativa: las indicaciones
expresadas en la formulación estratégica se traducen en planes anuales que concretan los
objetivos generales en logros, acciones, tareas que involucran a la red en sus distintos
niveles y a la Secretaría General (SEGE). Las preguntas centrales de este momento de
planificación son: ¿qué hacer para realizar los objetivos? y ¿quién/es hace/n qué?
d. Ejecución y seguimiento del plan.- Los planes operativos sirven de guía para la
realización integrada de las distintas acciones que permiten implementar el plan, dentro
de su periodo de vigencia. La ejecución es acompañada por un permanente proceso de
seguimiento y retroalimentación que permite verificar el cumplimiento de metas e
incorporar ajustes al plan.
e. Evaluación del plan.- Durante la implementación del plan, generalmente a mediano
término, y al culminar su periodo de vigencia, es imprescindible realizar la evaluación del
plan, la cual comprende no solo el cumplimiento de metas, sino también los impactos
generados por los procesos educativos y en la calidad de vida de los destinatarios de la
acción de PSCE.
f. Ajustes y Perspectivas.- El ciclo se cierra con la evaluación final del plan que revisa lo
realizado, fija ajustes y perspectivas de desarrollo futuro para el reinicio del ciclo y así
seguir orientando y mejorando la gestión.
Por razones metodológicas, la explicación del ciclo de planificación se dividirá en dos
capítulos. El capítulo II se centra en los tres primeros momentos (a, b y c) que marcan los
pasos del proceso de formulación del plan. En el capítulo III se abordará el seguimiento y
evaluación (d, e y f).
II. LA FORMULACIÓN DEL PLAN ESTRATÉGICO
1. ¿QUIÉNES PARTICIPAN EN EL PROCESO DE PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA?
A) En el proceso de formulación del plan estratégico, identificamos cuatro categorías de
actores:
Actor/Grupo Función
Perfil de los
Nº de
miembros que personas
lo componen
1 Equipo
Política:
Encargados de 3-6
Coordinador liderazgo y
las áreas
coordinación del institucionales
proceso de
directivas
formulación del
plan
2 Equipo
Ejecución del
Dos perfiles: 3-6
Facilitador
proceso:
1)facilitadores
facilitación —
de las
comunicación; dinámicas de
formulación
los talleres y de
técnica
la socialización;
Ejemplo
Presidente PSCE,
Secretario Ejecutivo
Representantes e
zonas
Técnicos de la SEGE;
apoyo externo para
tareas específicas
3 Participantes
en el proceso
de
formulación
del plan
Aportan los
contenidos y
temas del plan
durante su
formulación
4 Toda la
institución
Aporta y valida
en los momentos
de socialización
2) técnicos
encargados de
la elaboración
de
documentos,
formulación
técnica del plan
y de los
indicadores
Representantes 25 aprox.
de zonas y
jurisdicciones
de PSCE
Directores de
jurisdicciones y
responsables de
zona, tanto en SEGE
como miembros del
Consejo Nacional.
1. Un equipo de Dirección o Coordinación.- El Equipo Coordinador lidera el proceso de
planificación estratégica, integrándola en la toma de decisiones y en la cultura
organizacional. Entre las funciones de este equipo, está el apoyar la creación de las
instancias de debate y concertación, coordinar el proceso de formulación del plan, y
apostar a que la conducción de la organización esté basada en los diseños estratégicos,
incluyendo la adopción de mecanismos de retroalimentación y mejora continua (sistemas
de evaluación, petición y rendición de cuentas, delegación de tareas, etc.). Además este
equipo decide la agenda a seguir para desarrollar la planificación estratégica, definiendo
las fases o etapas del proceso, los encuentros o eventos a realizar, los estudios a efectuar,
los mecanismos a emplear, etc. En el actual organigrama de PSCE, el Consejo Nacional
asumiría las funciones de Equipo Coordinador, siendo también el encargado de nombrar
al Equipo Facilitador y, cuando sea necesario, los equipos de apoyo por temas.
2. Un Equipo Facilitador.- Es integrado por personal técnico de la SEGE, con experiencia
en planificación, con clara conciencia de la relevancia política del proceso estratégico, que
tiene como papel orientar y acompañar los procesos, con aportes metodológicos que
faciliten su realización. Es posible, donde se juzgue oportuno, que algunos de los
miembros de este equipo coincidan con miembros del Consejo Nacional y, si fuera
necesario, se vea reforzado con apoyos externos. Este equipo aporta propuestas que
facilitan la definición de la secuencia metodológica, así como los mecanismos que pueden
ser empleados, tanto para la formulación del plan estratégico, como para su concreción,
operación, seguimiento y evaluación. Se encarga de facilitar los momentos de
formulación (talleres), consulta y socialización del plan. Además es responsable de la
elaboración técnica del plan, la búsqueda de información y las eventuales encuestas
necesarias para la formulación del mismo. Para realizar algunas tareas específicas, el
Equipo Facilitador puede valerse del apoyo de equipos de trabajo ad hoc. Se trata de
constituir equipos de apoyo por tema con colaboradores (internos o externos) con
competencias específicas (por ejemplo, en el área pedagógica, en la elaboración de
encuestas, en el procesamiento de datos, etc.) que trabajen a profundidad algunos
aspectos particulares del plan, recopilando y sistematizando información, generando
propuestas y aportando en el desarrollo del proceso. A tal fin, se contempla la posibilidad
de contratar temporalmente personal externo, sean estos asesores individuales o
empresas consultoras, siempre y cuando su acción esté enmarcada dentro de procesos de
planificación liderados internamente. El Equipo Coordinador y el Equipo Facilitador se
integran y se retroalimentan periódicamente para coordinar el proceso de formulación,
velar sobre su funcionamiento y avalar su resultado. Para que esta retroalimentación sea
efectiva, el primero debe garantizar su apoyo político a favor de incorporar procesos de
planificación y gestión estratégica, mientras el segundo debe ofrecer sus capacidades
técnicas para apoyar estos procesos, con propuestas metodológicas pertinentes a sus
entornos institucionales.
3. Grupo de participantes en el proceso de formulación del plan.- Es constituido por los
representantes de jurisdicciones y encargados de zonas de la red. Están llamados a
aportar temas y contenidos del plan estratégico durante los distintos momentos del
proceso de formulación. El perfil deseable de estos representantes se expresa en la
experiencia y/o conocimientos que ellos manejen en tres áreas fundamentales:
 la filosofía de intervención social de PSCE;
 la organización y el ideario de la organización;
 la gestión de procesos o proyectos claves en PSCE.
4. Por último, toda la institución está involucrada y aporta en el proceso de planificación,
a través de los momentos de socialización.
B) Una vez concluido el proceso de formulación del plan, inicia para cada PSC diocesana el
reto y el compromiso de poner en marcha su ejecución. PSCE considera que la
planificación, como estrategia de organización y gestión del trabajo, no implica
necesariamente la constitución de equipos o áreas exclusivamente dedicadas a la
planificación estratégica, lo que en la mayoría de las PSC diocesanas sería insostenible.
Pero en cada una de ellas es necesario que exista alguien encargado de facilitar y
monitorear los procesos de planificación, asegurando la integración de estas tareas en los
procesos y prioridades asumidas en la organización. Para ello, cada Director de
jurisdicción evaluará a quién y cómo asignar las distintas funciones y tareas requeridas
durante el ciclo de planificación estratégica.
2. ¿CÓMO ELABORAR UN PLAN ESTRATÉGICO? PROPUESTA METODOLÓGICA
Se presenta aquí una metodología a través de la cual cada PSCE puede desarrollar su
proceso de planificación estratégica. En nuestra propuesta, el proceso de formulación del
plan estratégico se articula en cuatro momentos:
Momento 0. El plan del plan
Momento 1. El diagnóstico (taller y socialización)
Momento 2. La formulación estratégica (taller y socialización)
Momento 3. Concreción en planes operativos (taller y socialización)
GRÁFICO. 2 EL PROCESO DE FORMULACIÓN DEL PLAN: ESQUEMA GENERAL DE SUS
MOMENTOS
Los momentos principales del proceso de formulación se realizan a través de talleres
intercalados con actividades complementarias de preparación, socialización y elaboración
técnica. En los talleres participan representantes de los distintos ámbitos (áreas, niveles,
zonas y/o programas) de la red para garantizar que la planificación sea una tarea
compartida y el resultado de un acuerdo entre todos.
Entendemos estos talleres como espacios para la reflexión, aprendizaje y diálogo, por
tanto deben ser planificados adecuadamente para que se garantice la participación de
todos, sosteniendo el interés y la motivación de los participantes. En tal sentido es útil
combinar, durante su realización, dinámicas grupales, sesiones de generación de ideas y
debate, seguidas de discusiones y acuerdos en plenarias. Para facilitar los acuerdos, es
conveniente apoyarse en la técnica de visualización, de modo que los aspectos discutidos
o acordados estén siempre a vista de los participantes. Igualmente, la participación debe
ser canalizada de modo tal que se obtengan resultados visibles que motiven la
continuación del proceso y puedan ser incorporados a la gestión, apoyándose para ello en
la realización de actividades de socialización en todos los niveles de la organización.
Todas las áreas y niveles de la organización deben estar representados equitativamente
en los talleres. En los próximos apartados se explican los contenidos de cada momento
del proceso.
Momento 0: El plan del plan
Se trata de un momento preliminar, anterior al inicio del proceso de formulación en que
se preparan las condiciones del proceso y se acuerdan los papeles. La formulación de un
plan estratégico necesita ser preparada con cuidado, y no debe ser un proceso
improvisado o con una duración indefinida para evitar disipar las energías de la
institución, engendrar desmotivación o saturación en el personal involucrado.
Cuando PSCE inicia el proceso de formulación de su plan estratégico. es indispensable que
se defina:
 Quién va a liderar el proceso: la Presidencia y la Secretaría Ejecutiva ponen en marcha
el proceso e implican a la Asamblea General y al Consejo Nacional, quienes inician los
trabajos y coordina el proceso de formulación, y monitorean la ejecución del plan.
 Quién va a ejecutar el proceso de formulación. Se constituye el Equipo Facilitador que
deberá seguir las indicaciones del Consejo Nacional en funciones de Equipo
Coordinador.
 Duración y validez del plan estratégico.
 Cuánto va a durar el proceso de formulación: se propone y aconseja que el proceso
dure entre 6-9 meses aprox. De todos modos, la duración del proceso de formulación
dependerá de la situación y necesidades institucionales de PSCE en el momento
concreto.
 Cuándo se dan las etapas del proceso de formulación: eso implica elaborar un
calendario indicativo de las acciones (talleres y consultas) correspondientes a los
distintos momentos de la formulación, definiendo además los productos intermedios
que genera el proceso en las distintas etapas. A partir de las experiencias que se han
dado en las PSCE, se sugiere la siguiente distribución en el tiempo (gráfico 3.):
GRÁFICO 3. SECUENCIA TEMPORAL DE LOS MOMENTOS DEL PROCESO DE FORMULACIÓN


Cuánto va a costar el proceso de formulación: es importante prever los costos
aproximativos de llevar a cabo el proceso y determinar la necesidad o posibilidad de
valerse de apoyo externo (consultores o financiamientos).
Quiénes van a ser involucrados en el proceso de formulación: no es posible, ni
aconsejable, una participación directa de todos los miembros de la organización; es
necesario establecer criterios de representatividad de manera que se elijan y/o
convoquen representantes, reconocidos y apoyados, de los varios niveles, programas

y áreas de la organización.
Una estrategia de motivación y de convocatoria: en fundamental establecer una
estrategia para motivar a toda la organización sobre la importancia del proceso de
planificación que se va a empezar, y además establecer tiempos y canales apropiados
para convocar a los representantes y voceros involucrados en los momentos de
formulación.
Momento 1: Diagnóstico del contexto social e institucional
Un diagnóstico es una descripción de carácter narrativo, lo más amplia y general posible,
de una realidad determinada, sea el contexto en que la institución desempeña su acción,
sea su situación institucional. El objetivo del diagnóstico es conocer los problemas y/o
necesidades que tienen los distintos actores y/o las comunidades, identificar el o los
prioritarios a fin de convertirlos en objetivos de intervención, y detectar alternativas de
solución posible a partir de los recursos que se hayan observado. Por ello, en la medida en
que los datos sean pertinentes, es positivo recoger una considerable cantidad de
información y sobre la mayor cantidad de aspectos posible.
De qué se trata.- Es el momento en que la institución analiza las condiciones del contexto
nacional en que está ubicada y toma conciencia de su propia evolución (o trayectoria)
institucional, a la luz de su identidad y misión, para detectar los nuevos desafíos,
necesidades, amenazas y oportunidades a que tiene que contestar durante los próximos
años. Se trata de hacer un análisis externo e interno que suministra información relevante
facilitando el debate y el diálogo sobre los futuros cambios a implementar en la acción de
la institución. No es posible proyectarse hacia el futuro y “construir el edificio” del plan
sin saber sobre qué fundamentarlo. Este primer momento se construye alrededor de dos
preguntas básicas: ¿Dónde estamos? y ¿Quiénes somos? y se desarrolla de la siguiente
manera.
GRÁFICO 4. FLUJO DE LOS CONCEPTOS BÁSICOS DEL MOMENTO 1: DIAGNÓSTICO
Este momento se compone de una serie de análisis que se realizan durante el taller 1 del
proceso de planificación estratégica. Los temas a ser trabajados en el taller 1 son los
siguientes:
1. Análisis del contexto (de acuerdo a 4 ejes: político, económico, socio-cultural y
educativo).- Se trata de analizar el contexto local, nacional e internacional para
detectar los cambios políticos, económicos, socio-culturales y en campo educativo
que inciden directa o indirectamente en el campo de acción de PSCE, y que, por
consiguiente, deben ser tomados en cuenta para la definición de su orientación
estratégica. El objetivo de este análisis es estimular una reflexión que provoque
inquietudes, llamando a los participantes a dejarse interpelar por la realidad y
reconsiderar el sentido y orientación de sus prácticas. No se trata de realizar un
estudio del contexto excesivamente técnico o exhaustivo, lo que para los involucrados
en este ejercicio podría resultar abstracto y sin conexión evidente con su quehacer. Se
trata de leer el contexto desde sus amenazas y oportunidades y desde lo que somos
como institución.
2. Reafirmación de la identidad y relectura de la misión institucional.- No se trata aquí
de reformular la identidad y misión de PSCE, ya afirmadas en otro momento, sino más
bien de reflexionar sobre ellas para detectar su valor e implicaciones a fin de que
orienten verdaderamente el quehacer diario. Este ejercicio ayuda a fortalecer la
comprensión de los valores institucionales y el sentido de pertenencia, generando una
perspectiva compartida sobre el significado del actuar de PSCE. En las PSC diocesanas
donde existan, se puede además recopilar y examinar documentos internos sobre la
identidad y misión, rescatando los procesos de reflexión ideológica de cada PSCE.
Para fines de claridad, ofrecemos una definición de términos:
La identidad constituye la declaración fundamental de los valores que PSCE defiende y
las aspiraciones y metas que se propone. Es un elemento esencial de motivación para
la acción y la cohesión entre sus integrantes.
La misión es el propósito fundamental de la existencia de la organización. Es una
declaración corta y precisa de lo que es la organización, de su principal finalidad, de la
razón más amplia que justifica su existencia. Su formulación incluye la información
suficiente que permita orientar el rumbo y el comportamiento organizacional a todos
los niveles. La misión es lo suficientemente específica para excluir ciertas actividades y
distinguir a PSCE de otras instituciones que actúan en el mismo campo, pero a su vez
tiene cierto grado de flexibilidad que le permite seguir los cambios del contexto y
crecer creativamente.
3. Análisis de la trayectoria institucional.- La trayectoria institucional es la evolución que
una institución realiza a lo largo de su historia en lo que se refiere a sus estrategias,
política, incidencia, tipo y/o estilo de servicio. Analizar la trayectoria institucional es
realizar una relectura de la historia de una institución recuperando los aspectos
críticos que han ido modificando y/o consolidando la cultura y las prácticas
institucionales y recuperando los aspectos que permanecen inalterables a lo largo de
esa historia. Esta doble lectura permitirá marcar o definir los hitos por los que ha
atravesado la institución, lo que proporciona una base explicativa significativa de lo
que es la organización, de las razones de su desempeño actual y de cómo se ha
estructurado su cultura organizativa.
4. Análisis FODA.- Consiste en un análisis colectivo y concertado sobre la capacidad que
tiene la organización de responder a las exigencias del entorno y sobre la calidad de su
desempeño actual o potencial, proporcionando información clave para diseñar las
estrategias a seguir. En este análisis se toman como puntos de referencia dos
dimensiones básicas: una interna dirigida a identificar las principales fortalezas o
debilidades que tiene la organización, las cuales expresan la valoración que hacen sus
integrantes sobre su desempeño actual y potencial; y una externa dirigida a identificar
las principales amenazas y oportunidades que ofrece el contexto.
5. Definición de desafíos.- Cada uno de los análisis anteriores concluye con la
identificación de desafíos, en otras palabras, a la conclusión de cada uno es
fundamental preguntarse: ¿cómo el contexto, la identidad y misión, la trayectoria
institucional, y los contenidos del FODA nos desafían en la actualidad? Este
interrogante permite identificar y establecer prioridades entre los desafíos que debe
enfrentar PSCE en las distintas zonas de nuestro país. Su definición permite
concentrar la atención en los aspectos que son fundamentales para la orientación
futura de la institución.
Momento 1: La socialización
El primer momento del proceso de formulación del plan no se agota con el taller. Para
que el proceso de planificación sea auténticamente participativo y responda a
necesidades compartidas en la institución, es fundamental que abarque la mayor
diversidad posible de perspectivas, involucrando todos los niveles y distintos actores de la
organización. Para ello, es importante que los contenidos y conclusiones del taller sean
socializados y discutidos entre los distintos actores presentes en PSCE, creando espacios
para comunicar y recoger nuevos aportes.
¿Cómo socializar? Indudablemente, hay una gran variedad de maneras para hacerlo. Lo
fundamental es no olvidar que socializar y promocionar la participación son operaciones
complejas: buscan fomentar la participación calificada, en que las personas aporten con
cognición de causa, no se limitan a una cuestión numérica. A lo largo de este trabajo hay
que perseguir el delicado balance entre incluir el mayor número posible de personas en
los distintos momentos del proceso y garantizar tiempos y modalidades que permitan una
participación auténticamente reflexiva y enriquecedora. Por ejemplo, el envío de un
documento por correo electrónico asegura una difusión rápida y amplia
cuantitativamente, pero constituye un grado muy pobre de socialización.
A la luz de estas reflexiones, a la conclusión del taller, el Equipo Facilitador, con el
respaldo del Equipo Coordinador, debe estudiar y establecer una estrategia de
socialización adecuada al contexto. Para ello, con base en las experiencias realizadas, se
propone que:
1. Se recojan los contenidos y conclusiones del taller en un documento de síntesis
(elaborado por miembros del Equipo Facilitador a partir de las acta del taller) que
facilite la comprensión del proceso que se ha empezado y la discusión sobre los
resultados;
2. Se defina el alcance del proceso de socialización. Es importante conjugar la necesidad
de una amplia consulta para garantizar la representatividad de los aportes, con la
exigencia de operacionalizar el proceso de socialización. Esta etapa aspira a involucrar
potencialmente a todo el personal y beneficiarios de PSCE para generar consenso
sobre el proceso y validar sus resultados. En la práctica, es difícil poder consultar a
todos, y es aconsejable establecer criterios para identificar una muestra o grupos de
interlocutores significativos (por ej. según área geográfica, zonas, programas,
funciones de las personas, etc.).
3. Se elija el procedimiento y el medio de socialización: aprovechar de espacios y/o
canales de comunicación (boletines, reuniones periódicas, etc.), elaborar posible
materiales de apoyo, fijar una secuencia de reuniones y talleres de manera que,
utilizando el documento de síntesis, los integrantes de una PSCE puedan aportar sobre
los temas del taller desde su propia experiencia.
4. Se adopten como criterios generales: (a) Evitar la excesiva complejidad de la
estrategia de socialización: para poderse realizar tiene que ser compatible con los
varios compromisos de trabajo que ya tiene el personal de cada PSCE; (b) Privilegiar la
síntesis de los aportes, evitando generar demasiado datos para que no se vuelvan
inmanejables.
5. Se precise un calendario del proceso de socialización.
6. Se concluya la fase de socialización con la elaboración de una síntesis de los aporte de
la socialización que integren los resultados del taller y sirvan de insumo para el
momento sucesivo del proceso.
Momento 1: Evaluar el proceso formulación
La formulación de un plan estratégico es un proceso complejo, en el que interactúan una
multiplicidad de factores. Por ello, es fundamental monitorear constantemente el proceso
que se está dando, para asegurar que esté avanzando en coherencia con los principios y
metodología adoptados y que genere los productos esperados. El ejercicio constante del
seguimiento permite detectar posibles fallas del proceso e introducir medidas correctivas
durante la marcha. Es responsabilidad del Equipo Coordinador y del Equipo Facilitador
realizar distintas estrategias de seguimiento, consultando a todos los actores involucrados
en la formulación.
En seguida, y al término de cada momento, se ofrecen algunas preguntas-clave para
monitorear y evaluar el proceso de formulación. Las preguntas ponen de relieve
procedimientos, rasgos y criterios fundamentales para la formulación estratégica. Pueden
ser empleadas libremente en una variedad de acciones y momentos evaluativos
(elaboración de instrumentos de levantamiento de datos, entrevistas, talleres, reunión de
reflexión etc.) según las exigencias y la creatividad de cada PSCE, o sencillamente, como
una lista de chequeo.
Preguntas para evaluar el Momento 1:
 ¿Cómo se ha realizado el diagnóstico? ¿Se han integrado herramientas distintas para
su realización o se ha utilizado una única?
 ¿Se ha recurrido a expertos externos?
 ¿El diagnóstico ha aportado información relevante para entender la situación interna
y externa en la que se encuentra PSCE?
 ¿Los miembros de PSCE han aportado activamente en la realización del diagnóstico?
 ¿Hubo un clima de confianza para dar voz a los principales problemas que afectan a la
institución?
 ¿Se ha logrado una visión clara y compartida sobre los principales retos que enfrenta
PSCE?
 ¿Hay acuerdo sobre los resultados del diagnóstico?
Momento 2: Formulación estratégica: de qué se trata
Es el momento destinado a identificar el horizonte al que se conducirá la organización en
los de programación. Para definir dicho horizonte se deberán establecer: la finalidad
última del Plan (Imagen–Objetivo); las grandes transformaciones para alcanzar dicha
finalidad, técnicamente llamados objetivos estratégicos o parámetros estratégicos de
actuación; para luego determinar los cambios a mediano plazo, técnicamente llamados
objetivos operativos, y los logros y resultados necesarios para materializar los objetivos.
Todo este momento se construye alrededor de la pregunta: ¿hacia dónde? y puede ser
interpretado como un camino en el que cada paso implica una mayor concreción del plan.
En correspondencia de cada paso es posible pronunciar una pregunta-guía que orienta el
análisis (ver el siguiente gráfico, n.5).
GRÁFICO 5. FLUJO DE LOS CONCEPTOS BÁSICOS DEL MOMENTO 2: FORMULACIÓN
ESTRATÉGICA
Con referencia al gráfico, a continuación detallamos los conceptos centrales del mismo
1) Definición de la Imagen objetivo del Plan.- La imagen objetivo es una visualización de
la organización en cinco años y, por tanto, de lo que se quiere lograr mediante el Plan.
Expresa los cambios que se desean alcanzar una vez ejecutado y concluido el plan y
superados los principales desafíos. Se trata de enunciar la imagen futura de PSCE y al
mismo tiempo, de recoger de manera sintética el propósito fundamental del plan que
orienta los demás contenidos del mismo (por ejemplo: crecimiento, consolidación
institucional, mayor incidencia social y pública...). Para facilitar su formulación es
conveniente iniciar con un recuento de los desafíos identificados en el momento 1. Esto
permite recordar los aportes, enfocar la reflexión sobre temas críticos y proyectar hacia
una visión de futuro. Tomando en cuenta los desafíos, la misión e identidad institucional
se elabora la Imagen Objetivo a partir de una de estas preguntas-guía:
 De aquí a cinco años, ¿qué debería estar haciendo PSCE en respuesta a estos
desafíos?
 ¿Cómo debería ser PSCE en cinco años para responder a los desafíos identificados?
De esta manera se pueden recoger indicaciones sobre cambios, nuevos ámbitos de acción
y rasgos institucionales que definan el propósito del plan y en que enmarcar los objetivos.
2) Formulación de los objetivos estratégicos.- Los objetivos estratégicos son las
principales intenciones que la organización perseguirá en los siguientes cinco años y que
orientarán su acción. Son transformaciones positivas que se quieren lograr a lo largo del
plan y que tienen un carácter global, prioritario y una perspectiva que coincide con la
duración del plan (X años). Por lo tanto son objetivos institucionales, afectan a toda la
organización y en ningún caso son de una sola área, programa o proyecto. Se identifican
los Objetivos Estratégicos respondiendo a la pregunta: ¿Qué grandes transformaciones
queremos alcanzar en cinco años? Los Objetivos Estratégicos son planteamientos que
expresan transformaciones positivas de la realidad para lograr la situación indicada en la
Imagen- Objetivo. En términos técnicos, se puede decir que los Objetivos Estratégicos son
los medios a través de los cuales la Imagen-Objetivo se traduce en parámetros
estratégicos de actuación. Por su carácter global, los Objetivos Estratégicos se formulan
en una cantidad limitada (de 3 a 5 objetivos) y se expresan de forma cualitativa (no
cuantitativa), lo que garantiza que se centre la atención en los principales desafíos que
enfrenta la organización; aquellos que son trascendentales e imprescindibles para su
desarrollo futuro.
Los Objetivos Estratégicos contienen una perspectiva de largo plazo y poseen un carácter
más permanente, lo cual no impide que sean revisados o evaluados cada cierto tiempo,
con el fin de verificar los avances obtenidos o su pertinencia en un nuevo contexto del
plan. Tres aspectos deben tomarse en cuenta al momento de formular estos objetivos:
 Los desafíos planteados (taller 1).
 Los mandatos que plantea la Imagen Objetivo para acortar la distancia entre la
situación actual y la situación deseada.
 Las posibilidades o viabilidad (viabilidad económica, política y organizativa)
institucionales para alcanzar, en un período limitado de tiempo (cinco años) las metas
propuestas.
Un objetivo estratégico está bien formulado si tiene las siguientes características:
 Debe estar redactado con claridad: ser comprensible.
 Debe ser puntual en relación a lo que se quiere lograr: ser alcanzable.
 Debe estar expresado en forma amplia, de tal forma que no sea necesario cambiar su
formulación frecuentemente.
 Debe ser inspirador, pero realista.
 No debe ser cuantificable o expresado en cifras.
3) Formulación de los objetivos operativos.- Los objetivos operativos se derivan de los
Objetivos Estratégicos y expresan transformaciones buscadas en uno o más años y a
través de las cuales se van a alcanzar los Objetivos Estratégicos. Los Objetivos Operativos
se derivan de los Objetivos Estratégicos y expresan propósitos y logros esperados pero
con un mayor nivel de concreción. Se determinan los Objetivos Operativos
preguntándose: ¿Qué cambios debemos operar para alcanzar los objetivos estratégicos?
Se formulan tantos Objetivos Operativos como sea requerido para darle concreción a
cada Objetivo Estratégico, pero, igualmente, se recomienda delimitar su número,
centrando la atención en los logros más importantes, que razonablemente se pueden
alcanzar durante la ejecución del plan. Los Objetivos Operativos son una referencia
ineludible para la definición de proyectos y acciones específicos, a ser incorporados en los
planes operativos de las distintas unidades o instancias de la organización. Estos objetivos
se expresan cuantitativa y cualitativamente y se constituyen en el referente fundamental
para evaluar si las acciones están dirigidas al horizonte señalado en el Plan Estratégico.
Un Objetivo Operativo está bien formulado si tiene las siguientes características:
 Debe estar redactado con claridad: ser comprensible.
 Debe ser alcanzable.


Debe ser coherente con la intención del Objetivo Estratégico de que depende y
contribuir a su consecución: los Objetivos Operativos, mirados en su conjunto, deben
permitir el logro del Objetivo Estratégico del que derivan.
Debe estar expresado en forma clara, precisa y concreta: tiempo, cantidad y calidad.
4) Formulación de los Resultados.- Los Resultados son los productos alcanzados por la
intervención y sus logros se garantizan como consecuencia de la ejecución de las
actividades. Se formulan a partir de la pregunta: ¿Qué grandes efectos queremos lograr
en cada Objetivo Operativo? Para avanzar hacia el logro de los objetivos y dar
seguimiento a la ejecución del plan, es necesario establecer resultados en
correspondencia con los Objetivos Estratégicos y Operativos. En particular, se deben
establecer dos tipos de resultados:
 Resultados de mediano y largo plazo: permiten controlar el conjunto de los productos
que se deben alcanzar durante los años de duración del plan, en función de cada uno
de los Objetivos Estratégicos y Operativos. Mirados en su conjunto, los resultados
permiten tener el panorama global de la lógica de intervención en el horizonte del
plan. Permiten saber con antelación qué resultados de corto, mediano y largo plazo
debemos lograr para avanzar hacia el logro de los Objetivos Estratégicos y Operativos.
 Resultados anuales: permiten tener un panorama detallado de lo que se debe hacer
año a año durante los años del Plan. Nos ayudan a definir y ajustar las acciones que
deberán hacerse año a año con el fin de alcanzar los objetivos operativos. Es decir, los
resultados anuales deben entenderse como avances sucesivos al logro del objetivo
esperado. En otras palabras alcanzar el Objetivo Operativo y Estratégico es algo así
como la sumatoria sinérgica (asociación) de los resultados anuales.
Este segundo tipo de resultados se formulan al momento de elaborar el Plan Operativo
Anual (ver Momento 3). La dosificación de resultados por año permite revisar las líneas de
acción. Una línea de acción puede ser pertinente para el resultado de un año y no de otro.
5) Formulación de las Líneas de Acción del Plan.- Las líneas de acción son propuestas de
intervención, necesarias y suficientes, para alcanzar los Resultados de los Objetivos
Operativos del Plan. Este término se refiere a las diferentes clases de actividades que se
realizan para poner en práctica una estrategia. Una Línea de Acción es la combinación
lógica de actores, factores y recursos para ir desde donde estamos hacia donde queremos
llegar. Un conjunto de Líneas de Acción hace posible el cumplimiento de un Resultado del
Objetivo Operativo, por lo cual constituyen los eslabones básicos dentro de la jerarquía de
elementos del Plan Estratégico. Cada Línea de Acción puede generar muchas actividades y
no va confundida con éstas. El logro de cada Resultado de un Objetivo Operativo requiere
la definición de las principales Líneas de Acción del plan, entendiendo como tales las
grandes acciones, o grupos de acciones fundamentales, que hacen posible el
cumplimiento de los Resultados. Se formulan a partir de las preguntas:
 ¿Qué debemos hacer para alcanzar cada Resultado?
 ¿Qué grandes acciones son necesarias para alcanzar cada Resultado?
Cada una de las Líneas de Acción supone la asignación de recursos de distinta índole,
dirigidos a obtener productos (bienes y servicios), los cuales, a su vez, permiten
materializar determinados resultados (cambios o transformaciones esperadas). Para que
una Línea de Acción esté bien formulada:
 No se trata de plantear un listado de actividades, sino de definir un proceso
metodológico lógico y coherente, que incluye unas actividades ordenadas lógica y
secuencialmente para lograr cada uno de los Objetivos Operativos.
 No se exigen mayores detalles. Son estrategias gruesas (que serán planteadas en
detalle al explicitar las actividades del Plan Operativo anual): formación, asesoría,
capacitación, investigación, alianzas, evaluación etc. son los temas que hacen a las
Líneas de Acción.
En el siguiente gráfico (n. 6) se muestra la relación de jerarquía existente entre los
elementos del Plan Estratégico que han sido descritos hasta el momento.
GRÁFICO. 6 ESTRUCTURA DEL PLAN ESTRATÉGICO
6) Reflexión–debate sobre los indicadores.- Es importante crear conciencia de la
necesidad de medir de alguna manera (cualitativa y cuantitativamente) los logros que
queremos conseguir a través de los objetivos del plan y de la importancia de evaluar a
través de indicadores. Para ello, es oportuno aprovechar el espacio del taller para realizar
lo siguiente:
1. Definir sintéticamente la noción de indicador y explicar su utilidad para la evaluación;
2. Animar una reflexión y discusión (en grupo y plenaria) sobre las variables de los
indicadores, por ej. en relación a los Objetivos Operativos o a los Resultados;
3. Ejercicio: considerar el aspecto clave que se quiere atender a través del Objetivo
Operativo, después reflexionar: ¿Qué elemento(s) nos indicaría(n) el logro de tal
aspecto clave? ¿A qué elemento (verificable) yo miraría para asegurar que se ha
conseguido tal aspecto clave o que se ha logrado avanzar hacia él? ¿Es un elemento
opinable u objetivo? ¿Cómo se podría medir este elemento? El fruto inmediato de
este ejercicio es producir una propuesta de variables de los indicadores, que sirven
como insumo para el trabajo posterior de formulación técnica a cargo del Equipo
Facilitador. El valor de este ejercicio es activar una reflexión sobre la evaluación y
hacer experimentar parte del proceso de elaboración de un indicador. Se trata de un
paso en el camino de la construcción de una cultura de evaluación.
NOTA GENERAL: El Momento 2 de la formulación del plan es central y presenta una alta
complejidad: requiere el uso de varios conceptos y de procedimientos no siempre
utilizados, ni suficientemente asimilados. Para que pueda desarrollarse de manera
positiva y constructiva es importante adoptar varios recursos comunicativos y didácticos,
entre ellos: mantener visualizados permanentemente los conceptos y las preguntas guías
(con papelógrafos, proyectores, etc.); previo a los trabajos en grupo, es recomendable
dedicar tiempo para despejar las dudas conceptuales y procedimentales.
Momento 2: socialización del plan y consulta sobre resultado y líneas de acción.
Plan Estratégico. El Equipo Facilitador, en diálogo con el Equipo Coordinador, elabora una
primera formulación completa de la Imagen-Objetivo, de los Objetivos Estratégicos; los
Objetivos Operativos; los Resultados y las Líneas de Acción formulados en el taller. Esta
formulación es el primer borrador del plan estratégico.
Con este documento, inicia el segundo momento de socialización cuyo propósito es:
 Divulgar y explicar el plan (se trata de presentar la Imagen-Objetivo, los Objetivos
Estratégicos y los Objetivos Operativos que se construyeron en el taller 2 para que se
conozcan; en general, se recomienda no colocarlos en consulta, ni modificarlos
radicalmente).
 Recoger aportes que precisen y/o modifiquen los Resultados y las Líneas de Acción (sí
se da una consulta abierta sobre estos elementos).
El Equipo Coordinador se encarga de acordar la estrategia de divulgación, socialización y
discusión en todos los niveles de la organización. Con los aportes surgidos de este
segundo momento de socialización, el Equipo Facilitador ajusta la formulación del plan y
procede a su completa elaboración técnica, definiendo indicadores y situación final e
inicial.
Momento 2: para evaluar el proceso de formulación
Se ofrece la siguiente batería de preguntas clave para monitorear y evaluar el proceso de
formulación. Las preguntas ponen de relieve procedimientos, rasgos y criterios
fundamentales para la formulación estratégica. Pueden ser empleadas libremente –todas
o algunas de ellas– en una variedad de acciones y momentos evaluativos según las
exigencias y la creatividad de cada PSCE o sencillamente como una lista de chequeo.
Imagen objetivo:
 ¿Recoge todos los rasgos deseados para PSCE en los años del plan?



¿Está expresada con un lenguaje claro y en tiempo presente?
¿Es suficientemente concisa?
¿Es inspiradora?
Objetivos estratégicos y objetivos operativos. Análisis de su formulación:
 ¿Expresan propósitos claramente identificables?
 ¿Los Objetivos Estratégicos fijan propósitos de largo plazo o podrían agotarse en un
año? (En este caso, no son propiamente Obj. Estratégicos)
 ¿Los Objetivos Estratégicos responden a los principales retos identificados a través del
diagnóstico?
 ¿Los Objetivos Operativos indican claramente qué logros específicos se tienen que
alcanzar para materializar los objetivos estratégicos planteados? (enunciado general
de los objetivos operativos)
 ¿Se ha formulado un número manejable de objetivos? (Obj. Estratégicos: entre 3-5;
Obj. Operativos: entre 8-16)
Análisis de la articulación de los objetivos
 ¿Hay objetivos o partes de ellos que se podrían subsumir en otros?
 ¿Hay objetivos o partes de ellos que resultan duplicados?
Líneas de Acción:
 ¿Expresan grupos de acciones claramente identificables?
 ¿Cada línea contribuye al logro del objetivo de que depende?
 El conjunto de Líneas de Acción por objetivo operativo, ¿indica una lógica de
intervención pertinente para el cumplimiento del objetivo?
 ¿Hay una Línea de Acción o parte de ella que se podría subsumir en otra o que
aparece duplicada con otra?
 ¿Se podrían organizar de manera diferente?
Los cimientos de la Evaluación: Indicadores, Situación Final e Inicial, y Línea de Base
Paralelamente al segundo momento de socialización, en el lapso de tiempo entre el
segundo y el tercer taller de planificación, es clave que el Equipo Facilitador se dedique a
la elaboración técnica del plan, formulando los indicadores y la situación final e inicial del
plan y sentar así las bases para su futura evaluación. (Para este trabajo consideramos que
pueda utilizarse hasta a un máximo de cuatro meses, ver gráfico N. 3.)
Evaluar la ejecución de la planificación es fundamental para examinar hasta qué punto se
alcanzan los resultados previstos por el plan, identificar los factores que contribuyen al
logro o lo obstaculizan e introducir posibles medidas correctivas. Algunas ideas centrales:
 Para poder evaluar la planificación, el plan debe ser evaluable (construido según
criterios y una metodología que permitan su evaluación) y evaluado (a lo largo y al
final de la ejecución).
 Una condición “sine qua non” para desarrollar la evaluación, es la definición de
indicadores, entendidos como las señales, signos o marcas que nos permiten
caracterizar una situación, en este caso la transformación de la realidad en que


queremos incidir a través del plan.
La situación final e inicial del plan son los conjuntos de indicadores que caracterizan
las dos situaciones (respectivamente, la deseada y la de partida) entre las cuales se
enmarcan las transformaciones que quiere lograr el plan. Con referencia a estos
indicadores se pueden valorar los avances en la ejecución del plan y su alcance.
Los indicadores del plan sirven de referencia para los indicadores de los proyectos
desarrollados en el marco del plan.
La Situación Final es una caracterización de los Objetivos y Resultados del plan: presenta
datos sobre dimensiones o aspectos centrales de ellos y así permite calificarlos. Se realiza
durante la etapa de formulación del plan, antes de su ejecución y, en este sentido, es un
“esfuerzo de imaginación” que describe la situación deseada al finalizar el plan y concreta
lo que se quiere lograr.
La Situación Inicial ofrece datos que describen aspectos centrales de los Objetivos y
Resultados del plan así como se encuentran antes de la ejecución del plan. Tiene un nivel
de detalle superior al del diagnóstico, porque informa sobre aspectos particulares de los
Objetivos y Resultados, pero no requiere una aplicación como la Línea de Base.
Ambas situaciones se definen utilizando indicadores, pero se construyen con la
información que tenemos a la mano, sin hacer un estudio especial. La experiencia previa
puede brindar los insumos necesarios para contar y manejar la información requerida. Se
indaga o recupera información (datos, cifras, observaciones) sólo de los elementos o
dimensiones claves que se plantean en el horizonte de los años del plan. La finalidad es
recoger unos datos de referencia que permitan calificar los cambios que el plan quiere
conseguir. Más tarde, al operativizar el plan a través de los proyectos, se realizarán las
líneas de base de los proyectos.
Los Indicadores son señales (directas o indirectas) para averiguar hasta qué grado se ha
alcanzado un determinado objetivo o resultado; definen el nivel de cumplimiento que se
debe lograr a fin de alcanzarlos de manera efectiva y plena. Constituyen la cuantificación
numérica de los objetivos y/o resultados y expresan el nivel de éxito en su consecución.
Preguntas Guía para Identificar Indicadores
 ¿Qué elemento(s) nos indicaría(n) el logro de un aspecto clave de un Objetivo o un
Resultado?
 ¿A qué elemento (verificable) yo miraría para asegurar que se ha conseguido tal
aspecto clave o que se ha logrado avanzar hacia él?
 ¿Es un elemento opinable u objetivo?
 ¿Cómo se podría medir este elemento?
Preguntas Guía para construir indicadores
 ¿Qué cualidad o aspecto quiero medir?
 ¿En quién(es) espero que se encuentre?
 ¿Qué tipo de medida tendré? (numero, porcentaje, grado, nivel) ¿Cuándo espero que

se dé ese aspecto o cualidad?
¿En dónde espero qué se dé?
¿Cómo formular un indicador? Pasos a dar
Los Objetivos y Resultados del plan estratégico enuncian situaciones y transformaciones
de una manera amplia y general. Para poderlos caracterizar a través de indicadores, es
necesario pasar de su enunciación abstracta y general hacia la identificación de elementos
específicos (y medibles), cual son los indicadores. Para ello, se recomiendan los siguientes
pasos:
 Identificar la transformación que quiere lograr el Objetivo o Resultado (Concepto).
 Especificar el concepto, descomponiéndolo en las distintas dimensiones o aspectos
relevantes que engloba, limitándose a las principales (Dimensión).
 Seleccionar, para cada una de las dimensiones elegidas, elementos o casos concretos
a través de los cuales es posible constatar su presencia en la realidad (Indicador).
 Decir dónde se encuentra (o se irá a buscar) la información relevante para cada
indicador (Fuente de verificación).
A través de los distintos pasos o niveles de se desarrolla un proceso de reflexión que
garantiza la correspondencia entre el indicador y el Objetivo y/o Resultado que se quiere
medir. Se aconseja limitar el número de dimensiones e indicadores a los fundamentales
para no generar un número inmanejable de indicadores. Los “conceptos” y “dimensiones”
son importantes en la medida en que ayudan a la identificación de indicadores y fuentes
de verificación. Estos últimos son lo que se pretende definir a través del ejercicio.
Un buen indicador será aquel que informe sobre la situación inicial y proyecte la situación
final, permitiendo dimensionar el cambio que ocurre como resultado de la ejecución del
plan. En este sentido, se puede decir que los indicadores son el “puente” entre la
planificación y la evaluación. Generalmente pasa un tiempo entre el momento en que se
construye la situación inicial del plan y aquel en que inician los proyectos del plan. En ese
momento, antes de que comience la ejecución de un proyecto que viabiliza el plan, y en
función de dar mayor importancia al seguimiento y a la evaluación de las acciones, se
precisa elaborar la línea de base.
La Línea Base o “punto cero” es un estudio a profundidad de la realidad, al iniciar la
ejecución de un proyecto, relativo exclusivamente a los aspectos que se quieren cambiar
a través del proyecto y que están planteados como sus objetivos y resultados. Profundiza
y establece con mayor rigurosidad la información planteada en la situación inicial del plan
estratégico. La línea de base se construye aplicando indicadores; y, al estar conformada
por el primer dato de los mismos, es la línea de partida para la ejecución.
La línea de base es un retrato operativo de la realidad a cambiar y su resultado evidencia
un diagnóstico operacionalizable hacia el cambio. Asimismo, la línea de base facilita la
medición y evidencia el alcance de los logros, de la generación de cambio ante una
situación problemática de partida. En este sentido, la línea de base no es parte del
sistema de planeación, y más bien constituye el primer paso de la ejecución y de la
evaluación.
Concluyendo:
1. Para evaluar el plan estratégico, se recomienda elaborar la situación final e inicial del
plan, formulando indicadores en correspondencia de cada:
 Objetivo Estratégico.
 Objetivo Operativo.
 Resultado a X años del horizonte del Plan.
 (No se elaboran indicadores para las Líneas de Acción).
2. Antes de que comience la ejecución de un proyecto que viabiliza el plan, se elabora la
línea de base del problema atacado por el proyecto, en función de dar mayor importancia
al seguimiento y a la evaluación de la intervención del mismo.
Mometo 3: Concreción en Planes Operativos
En este momento se pasa de una perspectiva a mediano plazo (los años del horizonte del
plan), a una visión anual que permita implementar el Plan Estratégico o, en otras
palabras, hacerlo operativo. Se formula un plan a 1 año (Plan Operativo Anual, POA) que
traduce los resultados quinquenales en resultados anuales a alcanzar, especificando
actividades, (y, de ser necesario, sub-actividades) responsables, tiempos y recursos para
realizarlas.
Ir del nivel estratégico a lo operativo es un momento crucial en el proceso de
planificación: a partir de ahora, la planificación comienza a penetrar y moldear la
organización del trabajo y la estructura institucional.
Al momento de pasar de lo estratégico a lo operativo, es importante observar algunos
principios fundamentales:
1. Garantizar que se mantenga la conexión entre los dos niveles del plan (estratégico y
operativo), es decir que lo proyectado a nivel operativo proceda de lo indicado en el nivel
estratégico, y -viceversa- que los grandes resultados y objetivos en el nivel estratégico
resulten ser el efecto acumulado de lo que se realiza a nivel operativo. Es necesario que
se dé una mutua vinculación entre todos los elementos que componen el plan, de modo
que todo lo que está en el nivel operativo proviene del nivel estratégico, no surge por sí
solo. El siguiente gráfico visualiza la conexión:
GRÁFICO 7. CONEXION ENTRE NIVEL ESTRATÉGICO y OPERATIVO DEL PLAN
a. El punto de tangencia entre el nivel estratégico y el nivel operativo de la
planificación se da con los Objetivos Operativos: el Plan Operativo Anual (POA)
asume los Objetivos Operativos del Plan Estratégico, y, en correspondencia de
cada uno de ellos, dimensiona resultados anuales a alcanzar. Es importante que
los resultados anuales del POA estén vinculados a los Resultados a cinco años
indicados en el Plan Estratégico: la totalidad de los resultados anuales que se
establezcan a lo largo de los cinco años debería llevar al logro de los resultados
globales del plan quinquenal.
b. Al construir el POA, es clave evitar que cada instancia construya sus propios resultados y los sume a los resultados del plan institucional, limitándose a una mera
agregación. Al contrario, se recomienda que cada instancia asuma los objetivos del
plan institucional (los que sean pertinentes para ella) y dimensione unos
resultados que aporten a la consecución de los objetivos institucionales, desde lo
específico de su trabajo.
2. Distribuir la responsabilidad por la implementación del plan entre las varias instancias
de la organización, de manera que:
a. Haya coherencia entre la estructura organizacional y la estructura del plan, es decir:
 Distribución “jerárquica” de las responsabilidades de seguimiento o ejecución del
plan: los niveles más alto de la estructura institucional asumen el seguimiento de
la ejecución de los Objetivos Estratégicos; las instancias intermedias asumen la
responsabilidad de la ejecución de los Objetivos Operativos; y las áreas
institucionales de los niveles que siguen asumen progresivamente la ejecución de
los demás elementos del plan.
 Correspondencia entre el número de las instancias últimas de seguimiento y las
áreas de intervención indicadas en el plan: el seguimiento último de cada Objetivo
Estratégico y Operativo debe ser asignado a una única instancia, nunca repartido
entre dos instancias para no generar solapamiento de funciones.
b. No se generen “resultados de áreas” sino cada área aporte al logro de los resultados
comunes indicados en el Plan.
c. Ninguna parte del plan quede sin una instancia que se responsabilice de su
implementación y seguimiento. En otro caso, sería muy probable que esta parte del plan
permaneciera sin ejecución.
Una herramienta para la Ejecución: El Plan Operativo Anual (POA)
El Plan Operativo Anual (POA) es un instrumento para darle concreción y facilitar la
implementación del conjunto de propuestas contenidas en el Plan Estratégico. Es un
instrumento importante para la gestión al permitir y facilitar, no sólo la ejecución del
plan, sino además el seguimiento al cumplimiento de las actividades, el uso de los
recursos y la ejecución del presupuesto, y la evaluación continua (contribución de las
actividades al logro de los resultados anuales previstos), lo que posibilita la toma de
decisión informada y oportuna para realizar ajustes sobre la marcha.
El Plan Operativo explicita la forma cómo se concretan los Objetivos Estratégicos y
Operativos del Plan Estratégico en el curso de un año. En este sentido, es importante
garantizar que exista coherencia y vinculación directa entre los elementos del Plan
Operativo y del Plan Estratégico, señalando con claridad cómo el primero contribuye a la
concreción del segundo: los Resultados anuales del POA deben contribuir al logro de los
Resultados en los años del horizonte del Plan Estratégico.
En función de las capacidades existentes y de las condiciones del entorno, dentro del plan
operativo se debe apuntar a la definición de propuestas realistas, que se puedan llevar a
la práctica durante el año, pero paralelamente, se debe desarrollar la perspectiva
estratégica, de forma que la secuencia de planes operativos permita darle concreción al
plan estratégico.
Elementos a considerar en la elaboración de planes operativos.
A) ¿Para qué un plan operativo en PSCE? Para ser más efectivos en el logro de nuestra
misión.
B) ¿Qué información debe estar recogida en un plan operativo anual?
 Resultados a lograr durante el año (QUÉ) e indicador de cada resultado.
 Actividades para lograrlo (CÓMO)
 Responsables (QUIÉN)
 Recursos necesarios (CON QUÉ)
 Cronograma (CUÁNDO)
Preguntas guía para elaborar el POA:
 ¿A qué resultados del plan estratégico debo apoyar con mayor prioridad este año?
 ¿Qué indicadores me planteo para cada resultado prioritario anual?
 ¿Qué acciones tenemos que realizar?
 ¿Cómo voy a distribuir el trabajo entre las instancias y/o los miembros del equipo?
(invitar a una reunión para definición de responsabilidades)
 ¿Cuál es la fecha de inicio y cuál es la fecha de fin de cada actividad?

¿Con qué recursos cuento?
C) Elementos a considerar
 El POA debe permitir lograr resultados de manera planificada.
 Debe ser un instrumento corto, ágil, sencillo. Mientras más largo, menos se usa.
 Las metas y resultados esperados deben estar claramente conocidos e interiorizados
en todos los niveles de la organización.
 Los planes operativos son anuales.
 Deben tener un seguimiento formal por lo menos trimestralmente. Eso implica que se
deben definir las instancias responsables del seguimiento del plan. El seguimiento se
centra en los siguientes aspectos:
o ¿Qué está funcionando bien y qué podemos aprender de ello?
o ¿Qué no está funcionando bien y qué estamos haciendo al respecto?
o ¿Qué diferencias se presentan en comparación con la situación existente
cuando se creó el plan?
 Los planes operativos no deben ser sólo “comunicados”. Esto sólo genera
“aceptación” pasiva pero no garantiza el trabajo. Es importante que cada persona
haga su parte y para ello debe asumir responsabilidades y compromisos. Cada
persona que elabora el plan debe preguntarse: ¿Qué debo darles yo a las otras
áreas/departamentos para que puedan cumplir con los objetivos y resultados que nos
hemos planteado?
La implementación del plan general de la institución recae en la Consejo Nacional. Esta
instancia es la responsable última de la ejecución del plan y asume el liderazgo y una
actitud de preocupación permanente sobre el estado de ejecución del plan.
D) Los compromisos que implica el POA
 Se tienen que hacer reuniones y juntas donde se definan conjuntamente algunos
aspectos de la planificación.
 Hay que llenar formatos.
 Hay que dar cuentas de lo realizado: de lo que ha salido bien, de lo que ha salido mal y
de lo que no se ha podido hacer.
Indicaciones para la realización del taller 3
Este taller sirve para identificar y desarrollar los componentes centrales del POA.
Claramente, es imposible que se pueda completar su formulación en todas sus partes,
pero la importancia del taller está en la construcción compartida, que genera consenso y
motiva a la adopción del POA como instrumento de trabajo. Los aportes de los
participantes constituyen insumos para la posterior elaboración técnica que será realizada
por el Equipo Facilitador.
Temas de trabajo del taller:
 Presentación de los resultados del anterior taller: IO – OE – OO- Resultados en los
años de vigencia del Plan e indicadores.
 Presentación de los conceptos básicos sobre los planes operativos.





Definición de las instancias coordinadoras del plan: ¿quién se encarga de qué?
Construcción de un cronograma del plan estratégico y definición de los resultados
para el primer año (trabajo en grupo y plenaria).
Definición de actividades, responsables y cronograma por resultado anual (trabajo en
grupo y plenaria).
Definición y acuerdo sobre las estrategias de seguimiento y evaluación del Plan
Operativo.
Definición de próximas tareas: definir el indicador de logro por cada resultado anual;
finalizar la formulación del Plan Operativo, presupuesto (interno, externo), tareas por
áreas.
Momento 3: Para Evaluar el Proceso de Formulación
A continuación ofrecemos una batería de preguntas clave para monitorear y evaluar la
elaboración del POA y el Plan estratégico en su conjunto. Las preguntas pueden ser
empleadas libremente –todas o algunas de ellas– en una variedad de acciones y
momentos evaluativos (elaboración de instrumentos de levantamiento de datos,
entrevistas, talleres, reunión de reflexión etc.) según las exigencias y la creatividad
requeridas en cada situación o sencillamente como una lista de chequeo.
Para Evaluar el Momento 3”
1. Plan operativo
 ¿Es adecuada, pertinente y clara la asignación de resultados, tiempos y encargados en
relación a cada Línea de Acción?
 ¿Se dieron dificultades en la elaboración?
 ¿Todo el accionar de la oficina para el año está incluido en el POA (evitar doble
agenda)?
2. Estructura institucional
 ¿Existe un documento que indique claramente el organigrama de PSCE?
 ¿El organigrama actual de PSCE facilita la ejecución del plan?
 ¿Qué cambios y mejoras podrían introducirse para que haya más correspondencia
entre el plan estratégico y las áreas/departamentos encargados de su ejecución?
3. El plan estratégico en su conjunto
 ¿Cuál es la relación existente entre los objetivos del plan y las características del
contexto en el cual se desarrollará?
 ¿Hasta qué punto el plan resulta necesario, prioritario, etc., para los sujetos a quienes
se destina?
 ¿Cuál es la relación existente entre los objetivos del plan y la política global de la
institución?
 ¿Cuáles son las posibilidades reales de llevar a cabo el plan, teniendo en cuenta el
contexto institucional, los recursos humanos y materiales que se necesitarán, las
condiciones económicas, políticas y sociales requeridas para llevarlo adelante?
 ¿Cuáles son las posibilidades y los mayores obstáculos para que se cumplan los
objetivos que se persiguen con el plan?
III. LA EVALUACIÓN Y EL SEGUIMIENTO DE LA PLANIFICACIÓN
1. EVALUAR: UNA PRÁCTICA NECESARIA PARA LA PLANIFICACIÓN
Realizar la planificación sin emprender adecuadas prácticas de evaluación sería un ejercicio vano. El camino de la planificación necesita orientarse constantemente a través de la
evaluación. Podría decirse, utilizando una imagen, que el proceso de evaluación viene a
ser como la imagen en un espejo del proceso de planificación: mientras la planificación
mira hacia adelante y considera el desarrollo y los escenarios futuros de la acción, la
evaluación mira hacia atrás, destacando los elementos positivos y negativos para
aprender de lo hecho y poder recomendar mejoras y refuerzos de la acción futura.
Debido a la mutua implicación que vincula planificar y evaluar, se pone de manifiesto que
el desarrollo de una “cultura de planificación” en nuestras PSC diocesanas implica el
paralelo impulso de una “cultura de la evaluación” que sirva de soporte y fuente de
insumos para la primera. Se trata de promover la evaluación como una oportunidad de
aprendizaje institucional e individual, diferenciando las formas de evaluación y valorándolas como un espacio privilegiado de crecimiento.
Cuando se orienta desde una perspectiva participativa y de acción social, la evaluación representa una ocasión de construcción de conocimiento comunitario, profesional,
metodológico y estratégico, a fin de mejorar las prácticas sociales abarcadas por el plan y
los proyectos de desarrollo. Para ello, es importante consolidar prácticas institucionales
que valoricen la evaluación, evitando que los procedimientos de evaluación sean
practicados sin regularidad o se conviertan en momentos consuetudinarios que poco
aportan para cambiar la acción institucional, lo cual constituiría un verdadero
desaprovechamiento de su utilidad.
La evaluación nos ofrece información valiosa sobre el desempeño de nuestro trabajo y
por ende contribuye a la mejora de nuestra labor al servicio de los pobres y marginados.
Deberíamos verla como una práctica imprescindible que se impone desde la misión
misma para averiguar la fidelidad de nuestra acción con la misión institucional. Es
importante destacar la centralidad de la misión como guía, no sólo de la planificación,
sino también de la evaluación. Más allá de la precisión que puedan aportar herramientas
técnicas de evaluación, el criterio fundamental de toda evaluación en PSCE debe
fundamentarse en la perspectiva de los destinatarios y la transformación de sus
condiciones de vida según los valores cristianos de justicia, participación y solidaridad
adoptados institucionalmente.
En este capítulo se trata de la evaluación en relación al ciclo de planificación y sus
distintas etapas, la formulación (estratégica y operativa), la ejecución, la finalización del
plan y su revisión para el reinicio del ciclo, no se considera la evaluación de proyectos.
Queda claro que la ejecución del plan estratégico se realiza a través de la implementación
de proyectos, pero plan y proyectos componen dos niveles distintos del accionar
institucional. Para fines de esta guía, se considera adecuado limitarse a los aspectos de la
evaluación más propiamente relacionados con la planificación (estratégica y operativa),
mientras que remitimos a la guía FIFYA sobre Gestión del Ciclo de Proyectos para la
orientación sobre la evaluación de los proyectos.
¿Qué significa Evaluar?
“Entendemos por EVALUACIÓN de la planificación, programas o proyectos sociales una
actividad programada de reflexión sobre la acción, basada en procedimientos
sistemáticos de recolección, análisis e interpretación de información, con la finalidad de
emitir juicios valorativos fundamentados y comunicables sobre las actividades, resultados
e impactos de esa planificación y esos programas o proyectos, y formular
recomendaciones para tomar decisiones que permitan ajustar la acción presente y
mejorar la acción futura”.
(Niremberg, Brawerman y Ruiz, 2003)
Esta definición pone de relieve los elementos fundamentales de la evaluación: se trata de
un conjunto de acciones y procedimientos establecidos institucionalmente, lo que
significa de naturaleza permanente, no ocasional o transitoria, a través de los cuales una
organización busca información relevante sobre el avance y/o resultados de su plan y
programas. Una evaluación debe proporcionar datos creíbles y útiles y permitir la
incorporación de la experiencia adquirida para orientar la toma de decisiones por parte
de todos los grupos involucrados.
Los procesos de evaluación son operaciones complejas que se realizan integrando una
multiplicidad de enfoques, metodologías y herramientas. Tal diversidad se origina en la
necesidad de adaptarse a las distintas exigencias y propósitos que originan la evaluación.
Sin embargo, estas diferentes modalidades no son excluyentes y se eligen considerando la
naturaleza del objeto a evaluar, el momento de la evaluación, las circunstancias
particulares en que se encuentra la institución al momento de la evaluación, los actores
que se quieren o pueden involucrar en la evaluación, el financiamiento a disposición, etc.
Esta complejidad ha originado una variedad de criterios según los cuales se pueden
clasificar las evaluaciones. En PSCE consideramos que la evaluación de la planificación
debe ser una práctica permanente e institucionalizada, que involucra a todas las
instancias de la organización en el compromiso de analizar y reflexionar sobre su acción.
Es importante convertir la evaluación en un espacio privilegiado de aprendizaje: por ello
lo que se propone es propiamente la auto-evaluación continua con un propósito al mismo
tiempo sumativo y formativo. Eso no descarta la posibilidad de realizar, cuando las
circunstancias lo demanden, evaluaciones acompañadas por un facilitador externo o
completamente externas, pero eso no substituye la necesidad de que los procedimientos
de evaluación sean asumidos internamente. Además de ser más sostenibles
económicamente, la comparación contra sí mismo en el tiempo es a veces más relevante
que la comparación contra estándares, pues incluso si concluimos que se está lejos aún de
lo deseable o lo planificado, la situación puede haber mejorado mucho en comparación
con la situación inicial y eso es en sí altamente valorable y estimulante para los que
ejecutan el plan.
El tipo de evaluación a desarrollar y las estrategias a seguir se detallan considerando el fin
e intencionalidad específica de la evaluación y las circunstancias particulares de la
organización, en el entendido de que no se aplicará un solo modelo de evaluación, sino
que se elaborará un sistema de evaluación combinando distintas estrategias evaluativas
para apreciar la complejidad de la realidad de manera pertinente y eficaz.
¿Para qué evaluar la planificación?
El motivo, el ¿por qué? emprender la evaluación del proceso de planificación se
encuentra considerando el ¿para qué? de la evaluación. Evaluar la planificación en sus
distintas etapas sirve para múltiples funciones:
 Examinar hasta qué punto se alcanzan los resultados previstos por el plan e identificar
los factores que obstaculizan o contribuyen al logro.
 Averiguar el progreso obtenido en la consecución de los objetivos del plan y de los
proyectos contemplados.
 Analizar el desempeño de la institución en las etapas de definición y formulación del
plan, en su ejecución y en la supervisión de dicha ejecución.
 Investigar los efectos del plan y sus proyectos sobre sus destinatarios.
Manejar y actualizar ágilmente esta información permite introducir ajustes y mejoras a la
acción para que se cumplan los objetivos del plan. Es evidente la importancia de que los
datos arrojados por la evaluación sean consistentes y confiables para fundamentar
adecuadamente juicios valorativos y decisiones.
Además de supervisar el nivel de logro, es interesante notar que la evaluación desempeña
otro papel significativo: permite reinterpretar periódicamente el sentido del plan. No se
puede desconocer que una metodología participativa de planificación no responde a una
lógica estrictamente lineal; más bien implica los actores involucrados en la gestión y
ejecución del plan a reinterpretar los objetivos buscados a través de su accionar, así que
el avanzar se da con un movimiento a modo de espiral.
¿Cuándo y qué evaluar? Distinguiendo los momentos de evaluación de la planificación
Se propone un modelo integral y holístico de evaluación que abarca a todo el proceso de
planificación (diagnóstico, formulación, ejecución/seguimiento y evaluación). De este
modo resulta posible distinguir distintos momentos de evaluación:
1. Evaluación del proceso de formulación: Se trata de evaluar el avance y los resultados
del proceso de formulación para asegurar su correcto desarrollo y la bondad de sus
productos; se realiza a los largo del proceso y a su conclusión.
2. Evaluación de la ejecución mientras que se está dando (seguimiento): Se centra en
verificar que la ejecución del plan (o de un proyecto) esté en buen camino,
comparando lo programado con lo que efectivamente se está implementando, para
detectar posibles obstáculos y tomar medidas de corrección durante la marcha,
mientras que el plan se está todavía ejecutando. El seguimiento pretende adaptar las
acciones a las circunstancias.
3. Evaluación del Plan Operativo Anual (una vez al año, al término de vigencia del POA):
Se trata de una evaluación a realizarse al término del año de vigencia del Plan
Operativo. Se valora lo cumplido y obtenido con respecto a los objetivos y resultados
previstos (eficacia), al contexto (pertinencia y adecuación) y a los gastos e inversiones
desarrolladas (eficiencia), sacando conclusiones para el trabajo futuro. En resumen, la
evaluación se encarga de juzgar el nivel de logro y la pertinencia de los objetivos y
estrategias seleccionadas.
4. Evaluación de medio término (a los 2 o 3 años del plan): Es un ejercicio de evaluación
a realizarse a mitad de la duración del plan estratégico para examinar el nivel de logro
y la pertinencia de los objetivos y estrategias seleccionadas. Si fuera necesario,
permite reorientar los objetivos del plan.
5. Evaluación final del plan (al concluirse los años de vigencia del plan): Es la evaluación
conclusiva del plan que analiza el nivel de logro, la calidad, la pertinencia, la eficacia y
la eficiencia de los resultados, objetivos y estrategias del plan en su conjunto para
determinar los efectos positivos, las dificultades, lo incumplido y ofrecer insumos para
el proceso de formulación del plan siguiente.
6. Evaluación de las mismas prácticas institucionales de evaluación: Es una autoevaluación de las prácticas de evaluación a realizarse permanente y transversalmente
a los procesos evaluativos para asegurar la bondad, pertinencia, eficiencia y eficacia
de la metodología y procedimientos adoptados.
Indicadores
En síntesis, y con referencia a los momentos evaluativos 2-5, podemos indicar:
Nivel estratégico
Elementos del Plan
¿Qué se evalúa?
¿Cuándo?
Obj. Estratégicos
 Efectos globales en  Al final del plan
los beneficiarios
 Algunos años después
 Impacto del Plan
de la conclusión del
plan
Obj. Operativos
Logro de los efectos
 A mitad de término
(sobre indicadores)
 A final del plan
Resultados (a 5 años)
Logro de los efectos
 A mitad de término
(sobre indicadores)
 A final del plan
Nivel operative
Elementos del Plan
¿Qué se evalúa?
¿Cuándo?
Ind Resultados (a 1 año)
Logro de efectos (sobre  Durante el POA
ica
indicadores)
(seguimiento)
dor
 A final de cada POA
es
Actividades
Ejecución: que se haya
dado


Durante el POA
(seguimiento)
A final de cada POA
Instancias que se involucran en la Evaluación
En PSCE creemos que los procesos de evaluación deben involucrar y ser implementados
con la participación de los distintos sectores y niveles de la organización para asegurar su
correcto funcionamiento y generar aprendizaje institucional. Es fundamental que en cada
PSC diocesana se acuerden políticas de evaluación que determinen procedimientos,
periodicidad e instancias de seguimiento y evaluación.
Es importante asegurar la devolución de los resultados de la evaluación, lo que significa
crear cauces de comunicación, redactar y difundir informes y programar devoluciones de
los hallazgos en modalidades adecuadas para la mejor comprensión por parte de los
actores involucrados.
2. EL SEGUIMIENTO
El seguimiento pretende indagar y analizar el grado en que las actividades realizadas y los
resultados obtenidos responden a lo planificado, con el fin de detectar oportunamente
eventuales deficiencias, obstáculos y/o necesidades de ajuste en la planificación y
ejecución. Es el análisis periódico de la ejecución del programa. El interés del seguimiento
es inmediato: asegura que el proyecto llegue a sus objetivos. Se diferencia de la
evaluación porque es permanente. La evaluación usa ampliamente los datos del
seguimiento, pero se diferencia de éste por ser más amplia, porque trata de indagar en la
pertinencia de los objetivos, la adecuación de las estrategias, las metodologías de trabajo
y el funcionamiento interno de la institución.
¿Cuál es el objeto del seguimiento? ¿Qué se debe observar?
a. Seguimiento de las actividades.Para una documentación de las actividades realizadas se necesita un sistema sencillo de
registros. Se compara lo programado con lo realizado (cumplido, parcialmente cumplido,
etc.) Las discrepancias requieren de una explicación.
b. Seguimiento del presupuesto
Como en el caso del seguimiento de las actividades, no es un trabajo complicado. Hace
parte de la contabilidad y necesita registros adecuados.
c. Seguimiento de los avances del plan operativo
Los avances se refieren al acercamiento de las actividades al resultado establecido para el
año. Los avances requieren primeramente de una medición de los mismos. Cada
resultado del plan debe contener uno o varios indicadores para poder medirlo. Estos
debieron ser definidos a través de la información arrojada por la línea de base e indicados
al momento de la formulación del plan operativo.
Para la observación de cómo se desarrollan los indicadores, si éstos son directamente
medibles, se necesita un sistema de recolección, documentación (en registros) y análisis.
Es indispensable utilizar formatos para acumular datos e indicadores a través de los años
de duración del plan para poderlo evaluar.
3. LA EVALUACIÓN ANUAL DEL POA, DE MEDIO TÉRMINO Y DE FINAL DEL PLAN
Las evaluaciones que se realizan anualmente, al término de vigencia de cada POA; la
evaluación de medio término, a los 2 1/2 -3 años de ejecución del plan, y la evaluación
final del plan, una vez concluida su vigencia de 5 años, son evaluaciones distintas pero
que tienen en común el hecho de realizarse al finalizar un lapso temporal de planificación,
y por ende son sumativas, de resumen.
Claramente la evaluación anual del POA y la de medio término ejercen el doble papel de
ser una evaluación de los logros alcanzados hasta la fecha y una indicación de los avances
en el proceso quinquenal del plan. La evaluación de medio término permite reorientar los
objetivos, o redimensionar los resultados del plan para la segunda mitad de su ejecución.
Por tener una naturaleza similar, proponemos un esquema básico común para la
realización de estas evaluaciones. En seguida se indican las principales dimensiones a
considerar en estos tipos de evaluación y las relativas preguntas – guía.
Dimensiones a considerar:
a) Logro de los objetivos y resultados
b) Satisfacción de los destinatarios
c) Gestión institucional del plan
d) Prácticas de seguimiento y evaluación
A. Logro (avance) de los objetivos y resultados – (cuantitativa y cualitativamente).Evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos y resultados del plan (operativo y/o
estratégico), en términos de consecución, calidad, eficacia y eficiencia de los resultados
alcanzados en relación a lo planificado. Se pueden tomar en cuenta las siguientes
interrogantes:
 ¿Se cumplieron o se están cumpliendo los objetivos y resultados previstos por el plan?
¿Cuántos?
 ¿En qué medida se están cumpliendo o se cumplieron esos objetivos y resultados?
 ¿En qué medida no se están cumpliendo o no se cumplieron los objetivos y resultados?
 ¿En qué medida se cumplieron los indicadores de calidad?
 ¿Lo objetivos y resultados se lograron según el cronograma previsto? Si no, ¿cuáles
son las causas del retraso o modificación del cronograma?
 ¿Cuáles son las causas o dificultades principales que no permitieron lograr los objetivos y/o los resultados?




¿Se dieron resultados imprevistos?
¿Qué conclusiones y recomendaciones para la gestión del plan y de los programas/proyectos se pueden obtener de esta evaluación?
¿La ejecución presupuestaria se ha realizado según lo planeado?
¿Se dieron gastos y/o actividades imprevistas?
B. Satisfacción de los destinatarios
Evaluar aspectos o problemas del plan (operativo y/o estratégico) relacionados con la
planificación, ejecución y logro de los resultados, desde la perspectiva de los
destinatarios, incorporando su participación como aspecto central.
Para realizar este análisis se pueden poner a los destinatarios (a todos o a una muestra de
la población meta) las siguientes interrogantes:
 ¿Los objetivos iniciales del plan corresponden con los requerimientos que se habían
indicado?
 ¿Los logros del plan corresponden con los requerimientos que se habían indicado?
 Para los destinatarios, ¿las actividades del plan son efectivas en relación a sus
resultados?
 ¿Cuáles son los efectos del plan sobre las condiciones de vida de los destinatarios?
 ¿Piensan los destinatarios que la ejecución y logro de los objetivos y/o resultados es
eficaz? y ¿de calidad?
 ¿Los destinatarios se sienten involucrados y están satisfechos de su grado de
participación en la gestión del plan?
C. Gestión institucional del plan
Evaluar en profundidad aspectos o problemas del plan relacionados con la formulación,
ejecución y logro de resultados, con la perspectiva institucional.
 ¿El modelo de gestión institucional es el adecuado para ejecutar el plan?
 ¿Cuáles son los problemas y obstáculos que se presentan entre lo planificado, la
ejecución y el logro de los resultados previstos y que dependen de los mecanismos de
gestión?
 ¿Hay comunicación, colaboración y coordinación entre las distintas áreas de la
organización para garantizar la ejecución del plan?
 ¿Existen problemas en el financiamiento y en el flujo de los fondos del programa?
 ¿Qué conclusiones se obtienen y qué recomendaciones se proponen para mejorar la
gestión del programa?
D. Prácticas de seguimiento y evaluación
Evaluar la pertinencia, eficacia, utilidad de los procedimientos de seguimiento y
evaluación adoptados. A través de esta evaluación, es importante examinar la utilidad de
la evaluación; si la evaluación ha sido factible y adecuada, y asegurar que la evaluación
haya proporcionado la información pertinente.
Algunas preguntas-guía:
 ¿Existe un mecanismo claro de seguimiento y evaluación?
 ¿Implica a todos los principales responsables en la ejecución del plan?






¿Es participativo?
¿Se han implementado los procedimientos de seguimiento y evaluación según los
tiempos y modos establecidos?
¿Se ha devuelto rápida y eficazmente la información recogida a través del seguimiento
y la evaluación?
¿Cuáles son las principales dificultades encontradas en la aplicación de los procedimientos de seguimiento y evaluación?
¿Hay resistencia en parte del personal en la aplicación de estos procedimientos?
¿Cómo se podrían mejorar dichos procedimientos?
Procedimiento general para realizar la evaluación:
a. Identificar los objetivos y los resultados del plan (y proyectos) que se está evaluando
b. Identificar los indicadores de logro (cuantitativo y cualitativo) previamente
construidos en el diseño de la evaluación para cada objetivo operativo y resultado del
plan
c. Recolectar y procesar la información sobre los indicadores
d. Contrastar los datos que resultan al final del plan con los indicadores de logro
previstos
e. Analizar cómo se cumplieron los resultados y objetivos del plan
f. Registrar la información obtenida en un documento de registro de los resultados del
plan
g. Establecer las razones o causas de los niveles de efectividad, eficacia y eficiencia
alcanzados en cada uno de los resultados
h. Con la información analizada preparar informe de evaluación.
Específicamente, para realizar la evaluación final del plan, se recomienda efectuar una
amplia y precisa recolección de la información existente sobre el plan, y considerar
además:
 La relación existente entre los objetivos del plan y las características del contexto en el
cual se ha desarrollado. ¿Hasta qué punto el plan ha resultado necesario, prioritario,
etc., para los sujetos a quienes estaba destinado?
 La relación existente entre los objetivos del plan y la política global de la institución.
 El número y la pertinencia de los programas y proyectos desarrollados a partir del
plan: ¿El plan ha sido realmente inspirador de la acción, ha permitido orientar nuevas
iniciativas? ¿Las iniciativas desarrolladas a partir del plan son coherentes con él?
 ¿Los programas y proyectos desarrollados a partir del plan agotan el plan? o ¿hay
campos de acción y temas que quedan pendientes?
 ¿Cuáles objetivos o resultados no se ha podido lograr y por qué?
 Evaluar el plan a través de los proyectos: primero evaluar el logro de los proyectos y a
través de esto averiguar el logro de los objetivos (se necesitan indicadores).
 Considerar los resultados: los acabados, los que necesitan más desarrollo y su nivel de
avance.
 Análisis de su consistencia interna: evaluación del costo efectividad de las actividades,
evaluación de la viabilidad política del plan, evaluación de la viabilidad institucional,




evaluación de la sustentabilidad.
Identificación y selección de alternativas con menor nivel de viabilidad.
Gestión del plan: si ha sido utilizado como herramienta de referencia, si ha sido
monitoreado constantemente, ¿cuáles dificultades y lecciones aprendidas?
Grado en que el organigrama facilita la ejecución del plan.
Balance final: lecciones aprendidas.
Para realizar la evaluación final se puede adoptar una variedad de metodologías, según el
tipo de plan (en correspondencia con su proceso de formulación) y el grado de
participación que se quiere activar alrededor de la evaluación. Indudablemente, la
evaluación conlleva una parte de trabajo técnico de análisis de los indicadores y de
redacción de informes con conclusiones que debe realizar un número restringido de
personas, pero la recolección y devolución de información y de la perspectiva de los
involucrados en el plan se pueden realizar con estrategias integradas como talleres de
evaluación participativa, cuestionarios y varias formas de consulta y debate.
A partir de los resultados que otorga la evaluación final del plan, se detectan insumos y se
formulan retos a plantear en la formulación del siguiente plan estratégico.
GLOSARIO
Actividades
Actividades son el conjunto de operaciones o tareas propias de una entidad o persona
para alcanzar los objetivos propuestos.
Amenazas
Las amenazas son los eventos, hechos, tendencias de comportamiento en el entorno de la
institución que inhiben, limitan o dificultan su desarrollo oportuno y el logro de los
desafíos. Deben identificarse y tomar las medidas necesarias para su prevención.
Contexto externo
Se refiere a las condiciones que prevalecen en el país o región que afectan el desarrollo
del programa de planificación, tales como: cultura, política, economía, salud, mercado,
fuentes de financiamiento, suministros y demografía.
Cronograma (también conocido como Gráfica de Gant)
Resumen de un plan de trabajo, en forma gráfica, que muestra las actividades más
importantes en orden cronológico, así como la semana o mes en que se llevarán a cabo y
la persona que es responsable de efectuarlas. A veces incluye los recursos necesarios para
realizarlas.
Debilidades
Son los valores, capacidades y conocimientos que la entidad tiene por debajo del
promedio y cuya permanencia significa un obstáculo para lograr la finalidad y desafíos del
plan. Son factores que dificultan la rentabilidad y calidad institucional.
Diagnóstico
Un diagnóstico es una descripción de carácter narrativo, lo más amplia y general posible,
de una realidad determinada, sea el contexto en que la institución desempeña su acción,
sea su situación institucional. El objetivo del diagnóstico es conocer los problemas y/o
necesidades que tienen los distintos actores y/o las comunidades, identificar el o los
prioritarios a fin de convertirlos en objetivos de intervención, y detectar alternativas de
solución posible a partir de los recursos que se hayan observado. Por ello, en la medida en
que los datos sean pertinentes, es positivo recoger una considerable cantidad de
información y sobre la mayor cantidad de aspectos posible.
Efectividad
Grado en que un programa ha realizado los cambios deseados o logrado sus objetivos
mediante el suministro de servicios.
Eficiencia
Grado en que un programa ha utilizado recursos apropiadamente y ha completado las
actividades de manera oportuna.
Estrategias
Métodos que la organización va a usar para suministrar servicios y desarrollar actividades
para lograr sus resultados y objetivos.
Evaluación
Entendemos por evaluación de la planificación, programas o proyectos sociales una actividad programada de reflexión sobre la acción, basada en procedimientos sistemáticos
de recolección, análisis e interpretación de información, con la finalidad de emitir juicios
valorativos fundamentados y comunicables sobre las actividades, resultados e impactos
de esa planificación y esos programas o proyectos, y formular recomendaciones para
tomar decisiones que permitan ajustar la acción presente y mejorar la acción futura.
FODA
FODA es la sigla usada para referirse a una herramienta analítica que permite trabajar con
toda la información que se posea sobre la propia organización, útil para examinar sus
Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Es un análisis colectivo y concertado
sobre la capacidad que tiene la organización de responder a las exigencias del entorno y
sobre la calidad de su desempeño actual o potencial, proporcionando información clave
para diseñar las estrategias a seguir. En este análisis se toman como puntos de referencia
dos dimensiones básicas: una interna dirigida a identificar las principales fortalezas o
debilidades que tiene la organización, las cuales expresan la valoración que hacen sus
integrantes sobre su desempeño actual y potencial; y una externa dirigida a identificar las
principales amenazas y oportunidades que ofrece el contexto. Su objetivo consiste en
concretar, en un gráfico o una tabla resumen, la evaluación de los puntos fuertes y
débiles de la organización con las amenazas y oportunidades externas, en coherencia con
la lógica de que la estrategia debe lograr un adecuado ajuste entre su capacidad interna y
su posición externa.
Fortalezas
Son los valores, capacidades y conocimientos que la entidad tiene por encima del
promedio y cuya permanencia significa un valor de cara a lograr la finalidad y desafíos del
plan. Son factores que facilitan la eficiencia y calidad institucional.
Identidad
La identidad constituye la declaración fundamental de los valores que PSCE defiende y las
aspiraciones y metas que se propone. Es un elemento esencial de motivación para la
acción y la cohesión entre sus integrantes.
Imagen - objetivo
La imagen objetivo es una visualización de la organización en cinco años y, por tanto, de
lo que se quiere lograr mediante el Plan. Expresa los cambios que se desean alcanzar una
vez ejecutado y concluido el plan y superados los principales desafíos. Se trata de
enunciar la imagen futura de PSCE y al mismo tiempo recoger de manera sintética el
propósito fundamental del plan que orienta los demás contenidos del mismo (por
ejemplo: crecimiento, consolidación institucional, mayor incidencia social y pública...)
Impacto
Grado en que un programa ha hecho un cambio a largo plazo en las actitudes, conductas
o estado de los participantes o beneficiarios del programa.
Indicadores
Los indicadores son señales (directas o indirectas) para averiguar la existencia de cambios,
y así determinar hasta qué grado se ha alcanzado un cambio deseado, tal como es un
determinado objetivo o resultado. Los indicadores definen el nivel de cumplimiento que
se debe lograr a fin de guiar su obtención de manera lo más posible efectiva y plena. Para
ello, es necesario que indiquen la situación inicial y valoren la situación final que se podrá
alcanzar.
Línea de acción
Las Líneas de Acción son propuestas de intervención, necesarias y suficientes, para
alcanzar los Resultados de los Objetivos Operativos del Plan. Este término se refiere a las
diferentes clases de actividades que se realizan para poner en práctica una estrategia.
Una Línea de Acción es la combinación lógica de actores, factores y recursos para ir desde
donde estamos hasta donde queremos llegar. Un conjunto de Líneas de Acción hace
posible el cumplimiento de un Resultado del Objetivo Operativo, por lo cual constituyen
los eslabones básicos dentro de la jerarquía de elementos del Plan Estratégico. Cada Línea
de Acción puede generar muchas actividades y no va confundida con éstas.
Línea de base
La línea de base o “punto cero” es un estudio a profundidad de la realidad, al iniciar la
ejecución de un proyecto, relativo exclusivamente a los aspectos que se quieren cambiar
a través de la intervención y que están planteados como sus objetivos y resultados.
Profundiza y establece con mayor rigurosidad la información planteada en la situación
inicial del plan estratégico. La línea de base se construye aplicando indicadores; y, al estar
conformada por el primer dato de los mismos, es la línea de partida para la ejecución. En
este sentido, la Línea de Base no es parte del sistema de planeación, más bien constituye
el primer paso de la ejecución y de la evaluación.
Misión
La misión es la razón de ser de una institución y se manifiesta en su actuar específico para
dirigirse a la visión. Es la finalidad de la existencia de la organización. Es una declaración
corta y precisa de lo que es la organización, de su principal finalidad, de la razón más
amplia que justifica su existencia. Su formulación incluye la información suficiente que
permita orientar el rumbo y el comportamiento organizacional a todos los niveles. La
misión es lo suficientemente específica para excluir ciertas actividades y distinguir a PSCE
de otras instituciones que actúan en el mismo campo, pero a su vez tiene cierto grado de
flexibilidad que le permite seguir los cambios del contexto y crecer creativamente.
Objetivos estratégicos
Los Objetivos Estratégicos son las principales intenciones que la organización perseguirá
en el periodo de duración del plan y que orientarán su acción. Son transformaciones
positivas que se quieren lograr a lo largo del plan y que tienen un carácter global,
prioritario y una perspectiva que coincide con el tiempo del plan. Por lo tanto son
objetivos institucionales, afectan a toda la organización y en ningún caso son de una sola
área, programa o proyecto.
Objetivos operativos
Los Objetivos Operativos se derivan de los Objetivos Estratégicos y expresan
transformaciones buscadas en uno o más años y a través de las cuales se van a alcanzar
los Objetivos Estratégicos. Los Objetivos Operativos se derivan de los Objetivos
Estratégicos y expresan propósitos y logros esperados pero con un mayor nivel de
concreción.
Oportunidades
Situación coyuntural favorable para la acción de la institución y que sería apropiado
aprovechar para mejorar sus servicios. Son los eventos, hechos, tendencias de
comportamiento en el entorno de la institución que pueden facilitar el logro de sus
objetivos. Son aquellos hechos externos que deben ser aprovechados en forma oportuna
y pertinente por la acción institucional.
Plan estratégico
Documento que recoge las estrategias fundamentales de una institución durante un
tiempo determinado (generalmente 5 años) en función de la Misión, del medio ambiente
y sus presiones y de los recursos disponibles.
Planificación en cascada
La planificación en cascada es un principio y/o una lógica de vinculación en planificación
por la cual “un objetivo de menor nivel de un plan mayor se convierte en objetivo de
mayor nivel en un plan menor.” Se utiliza para construir y vincular los planes de distintas
instancias con el plan institucional global de una organización. También se utiliza para la
elaborar proyectos que se desprenden del plan estratégico.
Plan operativo anual
Documento que cubre un período específico (generalmente de un año), en el cual se
dimensionan los Resultados quinquenales del Plan estratégico en Resultados anuales (con
sus indicadores) y en que se señalan todas las actividades que se llevarán a cabo, los
tiempos y los recursos que necesitan y el personal responsable de efectuarlas.
Resultados
Los Resultados son los productos alcanzados de la intervención y sus logros se garantizan
como consecuencia de la ejecución de las actividades:
a) RESULTADOS DE MEDIANO Y LARGO PLAZO: permiten controlar el conjunto de los
productos que se deben alcanzar durante los cinco años en función de cada uno
de los Objetivos Estratégicos y Operativos. Mirados en su conjunto, los resultados
permiten tener el panorama global de la lógica de intervención de los cincos años.
Permiten saber anticipadamente qué resultados de corto, mediano y largo plazo
debemos lograr para avanzar hacia el logro de los Objetivos Estratégicos y
Operativos.
b) RESULTADOS ANUALES: permiten tener un panorama detallado de lo que se debe
hacer año a año durante los cinco años del Plan. Permite ajustar las acciones que
deberán hacerse año a año en función de alcanzar los objetivos operativos. Es
decir, los resultados anuales deben entenderse como avances sucesivos al logro
del objetivo esperado. En otras palabras alcanzar el Objetivo Operativo y
Estratégico es algo así como la sumatoria sinérgica (asociación) de los resultados
anuales. Este segundo tipo de resultados se formula al momento de elaborar el
Plan Operativo Anual.
Seguimiento (monitoreo)
Procedimientos para evaluar regularmente la situación del programa, observando si las
actividades se llevaron a cabo como fueron planeadas y si dieron los resultados.
Situación final
La situación final es una caracterización de los Objetivos y Resultados del plan: presenta
datos sobre dimensiones o aspectos centrales de ellos y así permite calificarlos y
aclararlos. Se realiza durante en la etapa de formulación del plan, antes de su ejecución, y
en este sentido es un “esfuerzo de imaginación” que describe la situación deseada al
finalizar el plan y concreta lo que se quiere lograr.
Situación inicial
La situación inicial ofrece datos que describen aspectos centrales de los Objetivos y
Resultados del plan tal y como se encuentran antes de la ejecución del plan. Tiene un
nivel de detalle superior al del diagnóstico, porque informa sobre aspectos particulares de
los Objetivos y Resultados, pero no requiere una aplicación como en la Línea de Base.
Ambas situaciones (final e inicial) se definen utilizando indicadores, pero se construyen
con la información que tenemos a la mano, sin hacer un estudio especial. La experiencia
previa puede brindar los insumos necesarios para contar y manejar la información
requerida. Se indaga o recupera información (datos, cifras, observaciones) sólo de los
elementos o dimensiones claves que se plantean en el horizonte de cinco años. La
finalidad es recoger unos datos de referencia que permitan calificar los cambios que el
plan quiere conseguir.
Tareas
Actividades divididas en acciones o responsabilidades específicas.
Tiempo
Variable fundamental de planificación donde se refleja el desarrollo de cada actividad
(tiempo, día, fecha).
Trayectoria institucional
La Trayectoria Institucional es la evolución que una institución realiza a lo largo de su
historia en lo que se refiere a sus estrategias, política, incidencia, tipo y/o estilo de
servicio.
Analizar la trayectoria institucional es realizar re-lectura de la historia de una institución,
recuperando los aspectos transformadores que han ido modificando y/o consolidando la
cultura y las prácticas institucionales, y recuperando los aspectos que permanecen
inalterables a lo largo de esa historia. Esta doble lectura permitirá marcar o definir los
hitos por los que ha atravesado la institución, lo que proporciona una base explicativa
significativa de lo que es la organización, de las razones de su desempeño actual y de
cómo se ha estructurado su cultura organizativa.
Visión
Es la descripción sintética de la sociedad-futuro deseada que motiva nuestra institución.
Indica: a qué cambios nos gustaría contribuir y cómo queremos que sea la realidad.
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