Carcinoma de células renales con compromiso de vena cava inferior: nuestra experiencia. Reporte de caso y revisión de la literatura Reporte de Casos urol.colomb. Vol XX, No. 2: pp. 43-50, 2011 Wilmer Roberto Rivero Rodríguez1, Juliana Estefanía Pradilla Valbuena2, Jorge Luis Pestana Del Castillo3, Guillermo Antonio Sarmiento Sarmiento4, Benito Alfredo Ortiz Azuero5, Milton Augusto Salazar Rey6 M.D. Urólogo, Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Ardila Lule, Bucaramanga. [email protected] M.D. Servicio Social Obligatorio, Urología, Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle, Bucaramanga. [email protected] 2 M.D. Urólogo, Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Ardila Lule, Bucaramanga. [email protected] 3 M.D. Urólogo, Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Ardila Lule, Bucaramanga. [email protected] 4 M.D. Urólogo, Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Ardila Lule, Bucaramanga. [email protected] 5 M.D. Urólogo, Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Ardila Lule, Bucaramanga. [email protected] 6 Diseño del estudio: observacional descriptivo Nivel de evidencia: III El autor declara que no tiene conflicto de interés. 45 El carcinoma de células renales (CCR) representa el tumor maligno renal más frecuente, siendo más prevalente en hombres y relacionado con diversas exposiciones ambientales como el cigarrillo y el cadmio, además de algunos tumores con patrón de comportamiento familiar como la enfermedad de Von HippelLindau, entre otros. El dolor abdominal, la hematuria y la sensación de masa en abdomen, consideradas la triada clásica, solo se presentan en un pequeño porcentaje de pacientes, pudiendo ser diagnosticado incluso de forma incidental, sin olvidar que múltiples síndromes paraneoplásicos pueden estar enmascarados en síntomas inespecíficos. La tomografía axial, el angiotac con reconstrucción tridimensional y la resonancia magnética son considerados los exámenes con mayor sensibilidad y especificidad para el diagnóstico imagenológico de los tumores renales, siendo la primera intervención de intención curativa la quirúrgica, que será evaluada y aplicada de acuerdo con diferentes factores como son el compromiso regional del tumor, la afectación del sistema venoso y el nivel del mismo, la metástasis a distancia, la positividad de ganglios, entre Recibido: 19 de septiembre de 2010 Aceptado: 7 de julio de 2011 Revista Urología Colombiana Resumen Rivero W., Pradilla J.; Pestana Del Castillo J.; Sarmiento G.; Ortiz B.; Salazar M. otros. Presentamos el caso de un paciente adulto joven, a quien se le diagnosticó CCR con compromiso de vena cava inferior, manejado quirúrgicamente con nefrectomía más trombectomía con arresto circulatorio e hipotermia profunda y bypass cardiopulmonar, con seguimiento posquirúrgico en nuestro servicio. Palabras clave: tumor renal, CCR con compromiso de vena cava, nefrectomía radical, arresto circulatorio, circulación extracorpórea, inhibidores de angiogénesis. Renal Cell Carcinoma with Vena Cava involvement: Our experience. Case Report and Literature Review Abstract Renal Cell Carcinoma (RCC) represents the most frequent malignant renal tumor. It is more common in males, and risk factors such as smoking and exposure to cadmium have been described. Some tumors have shown a familiar pattern such as those seen in patients with Von Hippel - Lindau disease. Abdominal pain, hematuria and abdominal mass, formerly considered as the classic triad, are actually seen in a small percentage of patients. Most of the tumors are being diagnosed incidentally, however we cannot forget that non-specific symptoms caused by paraneoplasic syndromes. CT scan and MRI are considered the gold standard imaging studies for the diagnosis of renal tumors. Surgery is performed with curative intent. The type of surgery is chosen according to different factors such as regional compromise, involvement of the VC and its level, distant metastasis and nodal involvement. We report the case of a young adult patient, who was diagnosed with RCC with inferior vena cava compromise, who was surgically managed with Nephrectomy and Thrombectomy with deep hypothermia circulatory arrest and cardiopulmonary bypass, with postoperative monitoring in our service. Key words: Renal Tumor, RCC with vena cava compromise, Radical Nephrectomy, circulatory arrest, cardiopulmonary bypass, angiogenesis inhibitors. Hipótesis 46 Dar a conocer nuestra experiencia en resección quirúrgica de tumor renal con compromiso de vena cava inferior durante el primer semestre de 2010, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle-Foscal. Sociedad Colombiana de Urología Introducción El carcinoma de células claras (CCR) representa, según diversos estudios, el 3% de todos los tumores malignos en el adulto y aproximadamente el 85% de los tumores renales malignos primarios. Entre aspectos epidemiológicos de relevancia se encuentran una relación hombre mujer (2:1), raza negra como la más relacionada, entre 5 y 6 décadas como la edad de debut. Dentro de los factores etiológicos se han descrito algunas alteraciones cromosómicas que se manifiestan como patrones heredados de CCR, siendo la enfermedad de von Hippel-Lindau la más estudiada, la cual corresponde un tipo de cáncer familiar, en donde los afectados tienen predisposición a desarrollar tumores en múltiples órganos, incluyendo angiomas retinianos, hemangioblastomas y CCR bilateral. Por otro lado, se han relacionado algunos factores ambientales como el consumo de cigarrillo, la obesidad e inhalación de solventes o cadmio, siendo sin duda múltiples los factores influyentes en la historia natural del cáncer renal (1). Dentro de la clínica, hoy en día es bien conocido que la clásica triada de hematuria, dolor en flanco y sensación de masa solo se presenta en un 7 a 10% de los pacientes (1), siendo esta indicativa de enfermedad avanzada; existe por tanto una amplia gama de pacientes al momento de la consulta, que pueden ir desde la presentación de diversos síntomas, muchos de estos inespecíficos, y por otro lado, un porcentaje de pacientes —que puede llegar a ser mayor del 50%— a quienes se les detectan tumores de forma incidental ante algún examen ecográfico de Carcinoma de células renales con compromiso de vena cava inferior: nuestra experiencia Al momento del diagnóstico, según diversos estudios, se ha estimado que la prevalencia de compromiso de vena renal es cercana al 50% y de cava inferior está entre el 4 al 36% por carcinoma de células renales, la cual puede progresar en orientación cefálica hasta aurícula derecha (3, 5, 8-12). Existen múltiples tumores que pueden presentar invasión hacia vena cava inferior, dentro de los que se incluyen el carcinoma de células transicionales, carcinoma adrenal cortical, el tumor de Wilms y los tumores testiculares, entre otros (13). Dentro de los factores pronóstico se ha postulado que la presencia de compromiso venoso y el nivel del mismo, pudieran ser factores de mal pronóstico, sin que esté claro que estos hallazgos empeoren el pronóstico global a corto y largo plazo (2, 3, 14). Por otro lado, no se ha encontrado diferencia de supervivencia específica por esta enfermedad al ser relacionada con el nivel de compromiso de vena cava inferior (1518), por lo cual se ha sugerido estimar la biología del tumor como verdadero factor pronóstico más que el nivel de extensión de trombo tumoral (13). En términos generales, según diferentes series se ha reportado una supervivencia a 5 años entre un 32 a 64% (5, 11, 24-31). Factores pronósticos en pacientes con CCR y compromiso venoso fueron evaluados por Klatte et al. encontrando como significativos la presencia de nódulos linfáticos, o metástasis a distancia, invasión perinefrítica o de grasa perirrenal, evidencia histológica de variante sarcomatoide, entre otros (15, 31). Mientras que otros autores contemplan hallazgos como la presencia de necrosis, tipo histológico y grado nuclear, invasión del seno renal, venas hepáticas, como relevantes para definir pronóstico en este tipo de pacientes (13). Por último, deberá realizarse una evaluación multidisciplinaria para planear la intervención quirúrgica ya que se considera el único tratamiento con intención curativa en enfermedad órgano confinada, con compromiso de vena renal o vena cava sin evidencia de enfermedad metastásica a distancia (1, 3, 19, 20). Incluso, algunos autores sugieren que la nefrectomía citorreductora debe considerarse en pacientes con 47 Revista Urología Colombiana rutina; sin embargo, múltiples manifestaciones clínicas como tos, disnea, HTA de novo y dolor óseo, entre otros, que pueden estar hablando de forma indirecta de síndromes paraneoplásicos o enfermedad metastásica. Es importante resaltar que la presentación de algún síndrome paraneoplásico al momento del diagnóstico no convierte en sí mismo sombrío el pronóstico como sí lo es la no mejoría o resolución del síndrome posterior a nefrectomía, lo cual indicaría metástasis no detectable (1). En búsqueda de la estadificación tumoral se han realizado diferentes clasificaciones, siendo el TNM la más ampliamente utilizada (1, 2), inicialmente como herramienta preoperatoria para una estimación aproximada de la enfermedad órgano confinada o extensión de la misma, con planeación del mejor abordaje quirúrgico en caso de estar indicado, y una definitiva según hallazgos intraoperatorios y reportados en la muestra de patología posquirúrgica. Dentro de las imágenes diagnósticas que serán utilizadas en la medida de su disponibilidad y de una correcta indicación en cada centro de atención dependiendo del nivel de complejidad, es bien conocido que la TAC abdominopélvica simple y contrastada (1), el Angiotac con reconstrucción Tridimensional, y la resonancia magnética (RM) (3, 4, 5) aportan una mejor descripción morfológica del tumor, además del compromiso venoso, con una alta sensibilidad y especificidad, que va entre el 80 y 100% (6) respectivamente. Aunque en la actualidad no se ha logrado demostrar en grandes estudios prospectivos la superioridad de la RNM sobre la TAC en la estadificación del compromiso de la vena cava inferior por trombo tumoral, pequeños estudios han demostrado con la resonancia magnética mayor capacidad de determinar la presencia y el nivel de compromiso comparado con la tomografía, además de mejor caracterización y delimitación de la vena cava con respecto a las venas hepáticas, entre otros (4, 7). Estudios más especializados como la angiografía renal hacen parte de las herramientas utilizadas en determinados pacientes, como los monorrenos, y cuando la intención es la realización de heminefrectomía (1). Rivero W., Pradilla J.; Pestana Del Castillo J.; Sarmiento G.; Ortiz B.; Salazar M. enfermedad metastásica en quienes se indica el inicio de inmunoterapia (13). Reporte de caso Paciente masculino de 52 años que consultó a urgencias por cuadro clínico de 20 horas de dolor abdominal súbito, tipo cólico, en hemiabdomen derecho, náuseas y emesis, sin antecedentes de importancia; al examen físico en buenas condiciones generales, se presentó dolor a la palpación de hipocondrio derecho sin masas, con leucocitosis y neutrofilia en cuadro hemático, hematuria macroscópica, creatinina normal y ecografía abdominal total con lesión heterogénea dependiente del polo superior de riñón derecho, solicitando concepto a urología, completándose estudio con TAC abdominopél- vico simple y contrastado, que muestra lesión de aspecto neoplásico de la región interpolar de riñón derecho pendiente de la cortical con pared gruesa, dentro hipodenso que capta y realza de similar manera el parénquima renal en fase arterial y venosa, comprometiendo hilio, con engrosamiento de venal renal por aparente trombosis que se extiende a vena cava inferior (figura 1 a y b). El RMN abdominal confirma hallazgos anteriormente mencionados, además de compromiso venoso renal que se extiende a vena cava inferior por debajo de la confluencia de las arterias hepáticas (figura 1 c y d). Angiotac: trombo tumoral intravascular que alcanza la vena cava inferior en la región retrocava, alimentado por arteria segmentaria, tumor metastásico en polo superior del riñón derecho y TAC de tórax ­normal. Figura 1. Arriba: corte axial y coronal de TAC abdominopélvico. Abajo: corte axial y coronal de RMN de abdomen Sociedad Colombiana de Urología 48 Carcinoma de células renales con compromiso de vena cava inferior: nuestra experiencia de trombos tumorales y porción de cava inferior comprometida (figura 2), con posterior reconstrucción de la misma con parche de pericardio bovino; consecutivamente se inicia recalentamiento, suspensión de perfusión, decanulación arterial y venosa, reversión de heparinización con protamina, y cierre de cavidad torácica dejando tubo de drenaje, con nueva intervención por urología que revisa hemostasia ligando pequeña arteria retrocava sangrante, y deja lecho quirúrgico sin sangrado activo y con dren, para finalmente cerrar hasta piel, terminán­dose procedimiento sin complicaciones, con tiempo total de bomba de 285 minutos y de arresto circulatorio de 45 minutos. La patología reporta masa dependiente de seno renal con áreas hemorrágicas y compromiso macroscópico de la cápsula de 8 x 6 x 5,5 cm, con pequeña masa en polo superior de similares características, de 1,4 x 1,2 x 1 cm, con diagnóstico histológico de carcinoma renal de células claras, grado nuclear 2, multifocal, con compromiso de cápsula y seno renal, con borde de sección ureteral, pelvis renal y grasa perirrenal libres de lesión. Figura 2. Arriba izquierda: riñón derecho con tumor que compromete hilio renal. Arriba derecha: trombo tumoral, vena renal trombosada (flecha) y porción vena cava inferior extraída. Abajo: vena cava inferior extraída. 49 Es trasladado a UCI con soporte inotrópi- Revista Urología Colombiana El caso se presenta en junta médica urooncológica, haciéndose diagnóstico definitivo de tumor renal maligno T3CNxMo Estadio III, considerándose candidato a nefrectomía más escisión de tumor en vena cava inferior, para lo cual se cuenta con el apoyo de cirugía cardiovascular, con quienes se concierta como mejor abordaje el abdominal y mediastinal con arresto circulatorio hipotérmico profundo y bypass cardiopulmonar (11, 12, 19-21), asumiendo por imágenes que el trombo tumoral posiblemente llega hasta la aurícula derecha (nivel IV), pensando como primer objetivo quirúrgico la intención curativa. Se ha descrito la colocación de filtro de vena cava inferior preoperatoriamente para disminuir el riesgo de embolismo tumoral pulmonar —con consecuencias fatales—, procedimiento controversial para algunos autores debido a que puede crear dificultades para su extracción posterior (22, 23), entre otras complicaciones, opción que sin embargo fue considerada en este paciente, siendo valorado por el servicio de radiología intervencionista, que concluye la imposibilidad de su realización, por la ubicación de trombo tumoral. El procedimiento quirúrgico tuvo un abordaje abdominal de hemichevron derecha, exposición de retroperitoneo con búsqueda de lesiones metastásicas macroscópicas, disección y liberación de estructuras vasculares y renales, corteligadura de vena gonadal, liberación de riñón en todas sus caras, pedículo renal e identificación y reparo de vena renal de gran tamaño trombosada, ligándose de forma temprana arteria renal principal y accesoria a nivel de polo superior, con control exhaustivo de hemostasia para posterior heparinización, finalizando la primera parte del procedimiento con clampeo de osteum de vena renal a nivel de vena cava y resección de riñón (figura 2), dando paso a cirugía cardiovascular que se aborda con esternotomía media, pericardiotomía, canulación arterial en aorta ascendente y venoso en vena cava superior y aurícula derecha, heparinización e inicio de circulación extracorpórea, con enfriamiento hasta 21 ºC, arresto cardiopléjico y exanguinación para inicio de abordaje transatrial de la VCI, resección Rivero W., Pradilla J.; Pestana Del Castillo J.; Sarmiento G.; Ortiz B.; Salazar M. Sociedad Colombiana de Urología 50 co, vasopresor y ventilatorio, con leve acidosis metabólica y en aceptables condiciones generales bajo efectos de sedación y analgesia, con cubrimiento antibiótico, analgésico, infusión de glucosa e insulina, control estricto de drenajes, gases arteriales y balance hidroelectrolítico, además de profilaxis antitrombótica. El paciente tolera adecuadamente la disminución inicial del soporte inotrópico, con recuperación satisfactoria del estado de alerta y primera valoración neurológica posquirúrgica sin evidencia de déficit sensitivo o motor; recuperó el estado ácido-metabólico y electrolítico. Desarrolla falla renal aguda prerrenal no oligúrica leve, con shock hipovolémico secundario, requiriendo nuevamente soporte inotrópico y sedación, por episodios de agitación moderada por intubación. Se logra disminución del soporte ventilatorio hasta la extubación temprana en primeras 24 horas con buena tolerancia, escasos drenajes y adecuado gasto urinario; se realiza disminución progresiva de soporte inotrópico hasta la suspensión del mismo. Al cuarto día posoperatorio, dado su buen estado general, es trasladado a habitación, con evolución clínica favorable, deambulación temprana, con mínimos drenajes por tubo de toracostomía y dren abdominal los cuales se retiran, sin que se presente algún tipo de déficit neurológico durante estancia hospitalaria, dándose alta al 7 día POP con orden para inicio de tratamiento adyuvante con Sorafenib, un inhibidor de la angiogénesis con la intención de disminuir el posible riesgo de recurrencia local y a distancia dado que preoperatoriamente se evidenciaba insinuación de trombo tumoral en aurícula derecha que no se correlacionó con los hallazgos intraoperatorios, y que muy posiblemente esté relacionado con migración de parte del mismo a las otras cavidades cardiacas que a mediano o largo plazo pueda convertirse en siembra tumoral; este medicamento se encuentra descrito dentro del grupo de los inhibidores de las multiquinasas, los cuales han cobrado importancia progresiva en el tratamiento de diferentes cánceres que tienden a producir neovascularización, tanto como manejo neoadyuvante (26), siendo agente citorreductor prequirúrgico como adyu- vante, en búsqueda de prevenir la formación de vascularización que sin duda juega un papel determinante en la propagación y multiplicación de células tumorales (27). Sin embargo, al ser estos medicamentos relativamente recientes, faltan más estudios prospectivos controlados y con muestras significativas que demuestren los efectos sobre la historia natural, el tiempo libre de progresión de la enfermedad, supervivencia global, además de efectos secundarios de dicha terapia, entre otros aspectos, en pacientes con enfermedad localmente avanzada y metastásica, ya que la mayoría de estudios y pequeñas series han mostrado buenos resultados sobre la supervivencia a corto y mediano plazo solo en CCR metastásico (28-30,32). En el primer control posoperatorio, dos meses después del procedimiento, el TAC abdominopélvico no muestra tumor en lecho quirúrgico ni en tejidos vecinos, además de ganglios negativos (figura 3). El paciente actualmente se encuentra asintomático, sin ningún tipo de secuela, y continúa en control por urología para estimación a largo plazo de tiempo libre de enfermedad, entre otras variables. Conclusión El carcinoma de células renales continúa siendo una patología de incidencia y morbimortalidad creciente, que se convierte por tanto en un reto no solo para los urólogos sino para la comunidad médica en general, con miras a un diagnóstico y tratamiento tempranos, considerando como primera intención siempre la intervención curativa, la cual dependerá a su vez del compromiso venoso local y regional a nivel de vena cava inferior, nivel de compromiso venoso, de ganglios o metástasis a distancia, entre otras. Presentamos el caso de un paciente con tumor de células renales con compromiso de vena cava inferior, sin evidencia de metástasis local ni a distancia, a quien se le realizó nefrectomía más trombectomía por medio de arresto circulatorio y circulación extracorpórea, procedimiento exitoso desde el punto de vista quirúrgico, con extracción completa del tumor y logrando Carcinoma de células renales con compromiso de vena cava inferior: nuestra experiencia Figura 3. Izquierda: TAC abdominopélvico previo a cirugía. Derecha: TAC abdominopélvico de control al mes de la nefrectomía. 5. 6. 7. Agradecimientos A Ferney Quintero Rueda quien aunque alcanzó a conocer solo la puerta al mundo de la urología, logro apasionarse de forma tal que quiso hacerla parte de su vida. 8. 9. Referencias 1. 2. 3. 4. Tanagho M. Urología General de Smith. 14 edición. Cap. 21, Neoplasias parénquima renal; 2005. pp. 341-361. Ortiz M, Vicente FJ, Rosales JL, Honrubia B, Martínez A, Cózar JM et al. Valoración de factores pronósticos de la supervivencia en una serie de 202 pacientes intervenidos por carcinoma de células renales. Actas Urol Esp 2005; 29 (2): 179-189. Vásquez F, Vicente F, Cozar J et al. Carcinoma de células renales con extensión a vena cava: puesta al día y revisión de nuestra casuística. Actas urológicas españolas 2009; 33 (5): 569-574. Lawrentschuk N, Gani J, Riordan R, Esler S, Bolton DM. 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El paciente actualmente se encuentra en su 14 mes posoperatorio, sin ningún tipo de secuela neurológica y controles tomográficos libres de tumor, quien continuará en seguimiento para ver el comportamiento de la historia natural de su enfermedad. Rivero W., Pradilla J.; Pestana Del Castillo J.; Sarmiento G.; Ortiz B.; Salazar M. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. Sociedad Colombiana de Urología 52 22. mors With Venous Tumor Thrombus. J Urol 2010; 184: 833-841. Ruibal M, Álvarez L, Chantada V, Blanco A, Fernández E, González M. Cirugía del carcinoma renal con trombo tumoral en vena cava-aurícula. Actas Urol Esp 2003; 27 (7): 517-523. Klatte T, Pantuck AJ, Riggs SB et al. Prognostic factors for renal cell carcinoma with tumor thrombus extension. J Urol 2007; 178: 1189. Lambert EH, Pierorazio PM, Shabsigh A et al. Prognostic risk stratification and clinical outcomes in patients undergoing surgical treatment for renal cell carcinoma with vascular tumor thrombus. Urology 2007; 69: 1054. 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