CARTELERA TEATRAL ◗◗ LA VANGUARDIA 43 C U L T U R A JUEVES, 16 NOVIEMBRE 2006 Girona PHILIP TULL Un instante del montaje de L'amansiment de la fúria, de Shakespeare, en versión del grupo Propeller Propeller lleva a Girona su polémica versión de un Shakespeare n L'amansiment de la fúria, producida por la compañía masculina Propeller, enfatiza el tema del maltrato en el matrimonio SÍLVIA OLLER GIRONA. – Un año después de su paso por el Festival Internacional Temporada Alta con la exitosa obra The winter’s tale (El cuento de invierno), la compañía británica Propeller, dirigida por Edward Hall, formada íntegramente por hombres y especializada en singulares adaptaciones de la obra de Shakespeare, regresa hoy a los escenarios de Temporada Alta con el estreno en España, en el Teatre de Salt, de su controvertida y surrealista versión de otra pieza del genial dramaturgo, la comedia romántica The taming of the shrew (L'amansiment de la fúria en catalán o La fierecilla domada, como se la suele titular en castellano). En The taming of the shrew, William Shakespeare relata la compleja relación entre un marido y su mujer, y el maltrato existente, partiendo de la siguiente situación: un novio bebido se da cuenta de su error el día de su boda, y un suegro furioso le da una lección. Una obra que, según explicó el actor Simon Scardifield –Katherine en la obra–, “en Inglaterra se ha visto como difícil por el maltrato a la mujer y por su discurso final, del que se desprende que las mujeres deben someterse a los maridos. Pero en ningún caso éstas son las palabras de Shakespeare ni expresan sus intenciones. Son las palabras de una mujer que habla con rabia e ironía”, subrayó Scardifield. La presencia, únicamente, de actores masculinos sobre el escenario no es en absoluto ningún obstáculo para los intérpretes. “Hemos descubierto que las limitaciones no limitan. La limitación de no tener mujeres nos ayuda a nosotros los actores y también al público, ya que les ayudamos a entrar en nuestro mundo”, expuso Scardifield, quien entiende el teatro “no como una continuación de la vida real, sino como algo distinto, más bien como una fantasía y un mundo de diversión”. Además, las agresiones físicas frecuentes en el desarrollo de la obra ganan fuerza con la presencia de actores masculinos sobre el escenario. “Actuamos de tal manera que con una mujer no podríamos, ya que el público se acabaría preocupando por el estado de salud de la actriz en cuestión”. Para ponerse en la piel de su personaje, en los ensayos Scardifield no se ha valido de pelucas u otros elementos para feminizar su imagen. “El carácter de Katherine está inscrito en el texto, que es lo que más nos importa”, dijo el actor. El reparto únicamente masculino es uno de los factores que diferencian a Propeller de las demás compañías teatrales, pero otro elemento diferenciador es la piña que forman los actores que la integran, ya que a lo largo de las siete producciones de Propeller apenas han pasado unos veinte actores. “Nuestro director nos permite trabajar juntos, con confianza”, señaló Scardifield, “algo muy inusual en la actualidad”. Un factor, que según James Sargant, director ejecutivo de la obra, “permite crear un entorno de trabajo muy bueno”. La escenografía, obra de Michael Pavelka, es simple y flexible, ya que la compañía tiene previsto hacer bolos y en enero estrenará una nueva obra. Consta de dos armarios con es- pejos movibles, lo que ayuda a inventar y a sugerir situaciones al público. The taming of the shrew cuenta con la colaboración de Watermill Theatre y Old Vic Production, con los que la compañía prepara para el próximo mes de enero Noche de Re- El discurso de sumisión de la mujer no es de Shakespeare –dice el grupo–, sino de una protagonista irónica yes, que se verá en Londres a lo largo de ocho semanas. Para The taming of the shrew, que estará hoy y mañana en el Teatre de Salt, se han agotado ya todas las entradas. El espectáculo, en inglés con subtítulos en catalán, empezará a las nueve de la noche. Tras su paso por Girona, irá a Londres.c