Igualdad y Educación Afectiva en familias con Adolescentes (PDF 4

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Igualdad y educación afectiva
en familias con
adolescentes
AYUNTAMIENTO DE SANTURTZI
ÁREA DE ACCIÓN SOCIAL E IGUALDAD
Servicio de Prevención de Adicciones y
Servicio de Mujer e Igualdad
Igualdad y educación afectiva en familias con adolescentes
Dirección del proyecto:
José Ignacio Herreros Rodríguez (Pedagogo y psicólogo,
Ayuntamiento de Santurtzi).
Iñaki López de Munain Pradera (Psicólogo,
Ayuntamiento de Santurtzi).
Textos:
Oskar Aranda Viso (Educador Sexual).
José Ignacio Herreros Rodríguez.
Agradecimientos:
Queremos expresar nuestro agradecimiento a Ilazki Albizuri Arregi (Psicóloga) y Salvador
Abaroa Ugalde (Psicólogo) de la Fundación Gizakia, Arantzazu Gómez de la Serna (Pedagoga y
Especialista en Mujer y Salud), Maribel Furelos Vázquez (Psicóloga y Sexóloga), Oscar Landeta
Rodríguez (Doctor en Psicología), Rosa Baltar Cabo (Técnica de Igualdad de Ondarroa), Ana Isabel
Sanz del Pozo (Técnica de Igualdad de Basauri), Ianire Estébanez Castaño (Psicóloga Especialista
en Violencia contra las Mujeres del Módulo Psicosocial de San Ignacio), Mireia Espiau Idoyaga
(Técnica de Igualdad de Eudel), Goiatz Minguez Mugerza (Técnica del Área de Cooperación
de Emakunde) Maite Iturbe Arias (Enfermera, Sexóloga y miembro de la Asociación Estatal de
Profesionales de la Sexología - AEPS), Themys Moura de Carvalho (Educadora Especialista en
Igualdad de Género), Luis Monasterio Astobiza (Psicólogo y Presidente de Atseginez-Asociación
Vasca de Planificación Familiar y Educación Sexual), Magdalena Álvarez Terroso, Maribel Aguirre
Sastre, Anabel Dorado Morán y Ángela Llamas Delgado (Agentes de Pastoral Familiar de Santurtzi),
María Sánchez Rodríguez, Emma Grijalba Belategui y María Isabel Martínez Aranda, madres de
adolescentes.
Edita:
AYUNTAMIENTO DE SANTURTZI
ÁREA DE ACCIÓN SOCIAL E IGUALDAD
Servicio de Prevención de Adicciones y
Servicio de Mujer e Igualdad
Diseño e ilustraciones: KAHLOMEDIA, S. COOP. www.kahlomedia.com
Imprime: Sacal Depósito legal: VI 775-2013
2
Publicación elaborada conforme a las
recomendaciones de accesibilidad para
personas con deficiencia visual.
Presentación
La igualdad entre mujeres y hombres, así como la educación afectiva,
son aspectos esenciales en el proceso de construcción de una sociedad
más justa y solidaria.
La familia tiene un papel primordial en este proceso, como elemento
transmisor de valores y actitudes que pueden prevenir y contrarrestar
los estereotipos de género, tanto para lograr una verdadera igualdad
dentro del hogar como para favorecer que chicos y chicas se respeten y
valoren.
Desde el Área de Acción Social e Igualdad hemos
diseñado un completo Programa de Educación Afectiva
e Igualdad, que aborda tanto la situación familiar
—a través de esta publicación didáctica—
como la educación del alumnado, mediante un
conjunto de metodologías y actividades específicas
en las aulas.
Nuestro consejo es que lean estas páginas en
familia. A ratos y sin prisa. Así, surgirán muchos
temas de debate que les permitirán expresar
—tanto a las personas adultas como a los hijos
e hijas— sus criterios, situaciones y necesidades.
Esperamos sinceramente que sea una iniciativa útil
para toda la familia.
AYUNTAMIENTO DE SANTURTZI
3
Igualdad de derechos y deberes en el hogar
Vivimos en una sociedad en
continuo cambio y la igualdad entre
hombres y mujeres es uno de los
principales retos en nuestro modo
de vida, tanto entre las personas
adultas que conviven en el hogar
como en la educación igualitaria de
los hijos e hijas.
Puesto que todas y todos
somos iguales en derechos y
obligaciones, debemos poner fin
a la discriminación que asigna a
las mujeres una mayor carga de
trabajo doméstico o de cuidado de
personas dependientes.
Un reciente estudio realizado entre
escolares de 5º de Enseñanza
Primaria de Santurtzi* revela cómo
las tareas del hogar no sólo recaen
mayoritariamente en las madres,
sino que además las niñas de 10
años ya realizan más tareas de
colaboración en casa que los niños
de su misma edad.
* Cuestionario con una muestra de 279 alumnos y alumnas de 5º de Educación Primaria de Santurtzi,
realizado en 2012.
4
En el siguiente cuadro, se aprecia cómo las niñas colaboran más que los niños
en 4 de las 6 tareas más frecuentes a su edad (tareas con fondo verde) como
son “recoger su ropa sucia”, “hacer su cama”, “recoger su habitación”, y “poner o
quitar la mesa”. Ninguna tarea de los chicos supera los 8 puntos de desigualdad,
aunque cabe reseñar el “sacar la basura” como más frecuente en los chicos.
COLABORACIÓN DE LOS HIJOS E HIJAS
EN LAS TAREAS DEL HOGAR
CHICOS Igualdad entre sexos CHICAS
Recoger mi habitación
Recoger mi ropa sucia
Poner o quitar la mesa en las comidas
Hacer pequeñas compras (pan, etc.)
Sacar la basura
Hacer mi cama
Preparar mi desayuno
Recoger o limpiar otras habitaciones
Limpiar el polvo
Fregar platos, poner el lavavajillas
Barrer el suelo de la cocina
Colgar o descolgar la ropa
Poner la lavadora de la ropa sucia
Limpiar los baños
81,1%
68,1%
63,2%
58,3%
54,2%
53,9%
46,5%
37,1%
35,9%
31,2%
32,4%
29,1%
24,7%
14,2%
91,8%
85%
75,5%
64,2%
46,6%
63,3%
48,2%
38,6%
35,6%
36,6%
28,8%
33,1%
22,4%
16,3%
hasta 8 pts de desigualdad
de 8 a 15 pts
más de 15 pts
TAREAS MÁS FRECUENTES
5
Igualdad de derechos y deberes en el hogar
En cuanto a las PERSONAS ADULTAS,
se han seleccionado del estudio
los hogares en los que los dos
progenitores trabajan fuera de casa,
de manera que no habría motivo
para que la mujer trabajara más. Sin
embargo, se constata que la mujer
realiza muchas más tareas que el
hombre al volver al hogar, tal y como
se observa en el cuadro de la página
siguiente.
Autoestima
Ángela tiene 38 años y dejó de trabajar cuando
tuvo las hijas. Aquellas niñas son ahora dos
adolescentes encantadoras y cada vez más
independientes. Por entonces, cuando ella
dejó de trabajar, su marido dijo que no pasaba
nada, que la familia es “cosa de dos” y que se
repartían las tareas; pero con los años, él ha ido
dejando caer —cada vez con más frecuencia—
que él es el que trae el dinero a casa y que
viene muy cansado. Así que no está para
“labores domésticas”.
Ángela se siente mal, aunque no le diga nada a
su marido. ¿Quién va a querer contratarla
6
ahora, con su edad y sin haberse actualizado
en su profesión? De momento, tiene que hacer
todas las tareas domésticas y trabajar más
horas que su marido, porque “todo el mundo
sabe” que las tareas de casa valen menos que
las remuneradas de la calle... ¿o no?
A veces, cuando está sola, se echa a llorar sin
motivo aparente; otras veces, le cuesta respirar.
Ha ido al médico y le ha dado unas pastillas
para la ansiedad. Además, ha engordado varios
kilos. No tiene amigas de confianza con las que
comentar lo que le pasa y el futuro le parece
—francamente— un túnel oscuro...
REPARTO DE TAREAS ENTRE PERSONAS ADULTAS DEL HOGAR
(CUANDO AMBAS TRABAJAN TAMBIÉN FUERA DE CASA)
TAREAS
QUE REALIZAN
LAS PERSONAS
ADULTAS
Preparar el desayuno, comida, cena
Poner y recoger la mesa
Fregar los platos
Lavar la ropa
Planchar
Limpiar la casa
Resolver asuntos del banco y hacienda
Mantenimiento y cuidado del coche
Bricolaje y pequeñas reparaciones
Atención a familiares enfermos
Hacer la compra en el supermercado
Llevar y recoger a l@s niñ@s del colegio
Ayudarles con los deberes
Ir a las reuniones del colegio
Acostarles o hacer que vayan a la cama
Jugar con l@s niñ@s
Quedarse en casa si enferma un/a niñ@
HOGARES EN LOS QUE
PADRE Y MADRE
TRABAJAN POR IGUAL
HOGARES EN LOS QUE PADRE Y
MADRE NO TRABAJAN POR IGUAL
= + 50% hogares
= de 30% a 50%
= menos de 30%
LA MUJER
TRABAJA +
% de diferencia
49,30%
51,80%
46,90%
30,30%
23,80%
48,60%
58,70%
26,80%
20,40%
66,70%
60,40%
45,60%
55,30%
40,70%
61,20%
59,20%
57,30%
48,6% vs 2,1%
32,8% vs 15,3%
45,5% vs 4,9%
63,4% vs 6,3%
69,9% vs 2,8%
44,3% vs 0,7%
EL HOMBRE
TRABAJA +
% de diferencia
23,1% vs 17,5%
63,8% vs 8%
67,6% vs 9,2%
23,7% vs 1,4%
29,1% vs 8,4%
40,3% vs 5,3%
30,1% vs 6,5%
57% vs 0,7%
29,1% vs 5,2%
13,1% vs 10%
28% vs 2,8%
¿Cómo se interpreta este cuadro?
Si tomamos, por ejemplo, la fila horizontal de “Planchar”, comprobamos que en el 23,80% de los hogares
el padre y la madre planchan por igual. Este es un mal dato porque quiere decir que en el 76,20% restante
de hogares, alguien trabaja más. ¿Quién? La respuesta la tenemos en la columna de “LA MUJER TRABAJA +”,
en la que observamos que el 69,9% de las veces es la mujer la que plancha, frente al 2,8% de hogares en los
que es el hombre el que plancha. El color amarillo sobre los porcentajes representa una mayor diferencia
entre hombres y mujeres.
7
Educación para la igualdad desde la infancia
Desde la primera infancia, hemos
de evitar las diferencias en nuestro
comportamiento con las hijas e hijos.
Por ejemplo, en la decoración del
cuarto o en la ropa infantil, no se trata
tanto de huir del rosa y el azul como de
añadir variedad y nuevas posibilidades.
Con los juegos y juguetes podemos
estimular que ellas también jueguen
con coches y ellos con muñecas; con
las películas y cuentos tradicionales
cabe comentar su inadecuación actual
o reinventar los roles masculinos y
femeninos.
En las actividades extraescolares,
podemos dejar que elijan sin
condicionarles. Las chicas pueden
preferir el fútbol y los chicos el
ballet, por ejemplo. Además, pueden
compaginar unas actividades más
físicas con otras más intelectuales,
favoreciendo un desarrollo más
armónico.
Con los estudios es importante que
elijan profesiones según sus aptitudes
y preferencias, evitando dejarse llevar
por los estereotipos profesionales.
8
Machismo juvenil
Los tres amigos chicos de Mikel no colaboran
nada en sus casas. Sus madres hacen la comida,
la limpieza, las habitaciones... (sus padres, nada).
Mikel se da cuenta y no le gusta. Él sí colabora: hace
su cuarto, pasa el aspirador los sábados y friega
la cena. Su hermana, dos años mayor, también
colabora en muchas tareas. ¡Nadie es más que
nadie!— piensa.
Mikel está dándole vueltas a la idea de comentar el
tema con sus amigos, aunque no sabe cómo podrían
reaccionar. No pueden ser tan machistas- se queja
en su interior. ¿Cómo pueden dejar que sus madres
hagan todo el trabajo mientras ellos se tumban en el
sofá?, ¿y por qué sus familias les permiten no hacer
nada? ¡No acaba de entenderlo!
Amama y aitite
El aitite Ramón se ha quedado
anclado en el pasado. Hasta para
ponerse los calcetines le llama a
amama. Pero no tiene nada de
inválido, porque cuando hay que
arreglar enchufes, se agacha y
suda como un descosido. Eso sí,
todos los nietos tenemos que ser
“ayudantes” obligatorios, al servicio
del “sultán”.
Amama lo lleva mejor, porque nos
perdona todas las trastadas y nos
compra golosinas. Pero se pasa el
día en la cocina, trabajando para
los demás. Y no para hasta después
de comer. ¡Qué injusto! ¿Cómo lo
aguantaban antes las mujeres? ¿Y
por qué lo aguantan todavía?
Respecto al reparto de tareas desde la infancia,
el criterio general es que deberán colaborar
por igual los niños y niñas, según su edad,
capacidad y ausencia de riesgo.
Si alguna persona del hogar tiene una
discapacidad, colaborará según sus
posibilidades, sin paternalismos y favoreciendo
lo más posible su independencia funcional.
Respecto a otras personas adultas que vivan en
casa, como los abuelos y abuelas, cabe decir
que es posible que hayamos heredado muchas
pautas del pasado, pero en nuestra mano está
cambiar y construir unas relaciones de igualdad
y corresponsabilidad entre todas las personas
del hogar.
9
La adolescencia: una época de cambios
Nuestras hijas e hijos están
creciendo: les cambia la voz, crecen
en altura, les sale vello por muchas
partes del cuerpo, el pecho se
desarrolla, sus genitales cambian
y las chicas empiezan a tener
menstruaciones.
Desde casa podemos hacer varias
cosas para que todo este proceso
discurra de manera positiva y se
eviten complejos y disgustos con su
cuerpo:
1. La menstruación de las chicas es
un hecho natural y así lo tenemos
que ver, como algo normal, sin
hacer de ello un problema. Es
necesario hablarlo —también
por parte de los varones adultos
y hermanos— para evitar que las
hijas lo vivan como algo sucio o que
haya que esconder.
2. El tamaño del pecho es algo
que puede llegar a preocupar
a las chicas. Debemos hacerles
ver que cada mujer tiene un
pecho diferente y que todos son
adecuados.
10
3. El tamaño de los genitales en
los chicos puede también crearles
inquietud y complejo. Debemos
evitar las bromas sobre su tamaño.
4. El aspecto físico puede ser una
dificultad a la hora de relacionarse.
Podemos ayudarles a controlar más
su alimentación y a aumentar su
actividad física, fomentando que
vivan su cuerpo de una manera
positiva y saludable.
5. Por supuesto que hay otros
muchos cambios además de los
corporales. Estaremos atentos
y atentas a sus nuevas formas
de razonar y expresar ideas, su
necesidad de tomar distancia con
el padre y la madre, su deseo de
intimidad, sus amistades, su ropa,
sus aficiones...
Viva la diferencia
Naiara ha tenido que ponerse gafas,
Asier tiene más granos en la cara
que un campo de minas, Berta
tiene una pierna más corta y a
veces cojea, Simón tiene una nariz
ganchuda enorme, Mohamed está
obsesionado con que le crezca pelo
en la barba, Ane se pone una ropa
como la de la guerra de las galaxias...
¡Y todos somos amigos!
En el Insti, hay gente para todo.
Del año pasado a este, ha sido una
pasada, los cambios que se han
visto. Yo me estoy dejando pelo
largo, bajo la “escrutadora” mirada
de mis viejos, que me tienen “bajo
sospecha” permanente.
Así es el rollo. Yo sé que tengo mis
obligaciones, de estudiar y hacer
mis cosas y eso. Pero también tengo
mis derechos y me gusta usarlos.
No tengo por qué ser la viva imagen
de mi padre. Nos sobran sermones
y nos falta que nos escuchen
más. Que muchas veces, antes de
acabar, ya tienen la respuesta. Y su
respuesta es no. A veces, es mejor
no contar nada en casa. Total, los
viejos muchas veces ni se enteran...
11
Identidad sexual
En la actualidad no hay unos roles
tan marcados por el sexo como
en otras épocas, pero ciertos
comportamientos sí se mantienen
y ello permite a chicas y chicos
obtener un estatus determinado en
sus grupos de relación.
Por ejemplo, hoy en día
muchos chicos no desean estar
continuamente en competición
o manteniendo una coraza de
agresividad. Por otra parte, muchas
chicas adoptan roles masculinos
porque saben que les beneficia en
sus situaciones de grupo.
Tanto en las chicas como en los
chicos es importante fomentar
una postura crítica, activa e
independiente en su vida, para que
no caigan en actitudes pasivas ni en
dejarse llevar por el grupo.
Además, en los chicos en particular,
tenemos que estimular actitudes
respetuosas y apreciaciones
positivas hacia las chicas,
aprendiendo a convivir con ellas de
una manera igualitaria.
12
Si a nuestra hija o hijo le empiezan
a gustar las personas de su mismo
sexo, debemos ayudarle para que
acepte ese hecho de la mejor
manera posible y se sienta acogido
o acogida por su familia y por su
entorno.
Olor a tigre
Juancar no se duchaba después de
la gimnasia. Los demás “colegas” le
hacían bromas por su olor a “tigre
de Bengala”. Pero estas burlas eran
lo de menos; en realidad Juancar
lo estaba pasando muy mal con su
cuerpo; sentía una vergüenza muy
grande ante la idea de que otros
chicos le vieran sus genitales. Porque
el cuerpo que tenía le parecía
extraño...
En clase no tenía amigos ni amigas
de verdad, aunque tampoco se
llevaba mal con nadie. Para colmo,
no le gustaba el fútbol y en los
recreos buscaba más los grupos de
charla —casi siempre de chicas—
que los partidos en la cancha.
Al año siguiente cambió de colegio
y se fue a un centro más grande. De
repente, aquella sensación de ser
diferente se esfumó; en el nuevo
colegio había mucha gente diferente
y él entró a relacionarse como
uno más. Hizo amigos y amigas sin
tener que comportarse de un modo
forzado. ¡Por fin se sintió libre!
¡Ah!..., ¿me preguntas si Juancar era
homosexual?... ¿Importa?
13
Salir y relacionarse
Chicas y chicos comienzan a salir
a edades tempranas y empiezan
a socializarse con su grupo de
iguales de manera autónoma. Es un
proceso que les va a marcar toda
su vida porque les va a permitir
tener una personalidad propia en
relación con su grupo de amistades.
Pero también corren el riesgo de
verse atados ante la presión del
grupo, adoptando roles y conductas
que no les van a beneficiar en
su desarrollo personal. Por ello
es importante que, desde casa,
vivamos todo este proceso desde
una postura activa, ayudándoles en
algunos aspectos y permitiendo, a
la vez, que puedan desarrollarse de
una manera independiente.
Con los horarios de llegada
debemos ser prudentes y
permisivos a la vez, sobre todo para
evitar diferencias entre chicos y
chicas. Para sentirnos más seguros
y seguras con los horarios de las
chicas, les debemos pedir que
eviten llegar solas a casa por la
14
noche y que busquen formas de
volver acompañadas. Igualmente,
a los chicos hemos de decirles que
vuelvan acompañados o en grupo,
pues aunque tengan menos riesgos
de violaciones, también tienen
riesgos de agresiones y robos.
Las amigas y amigos van a ser su
punto de referencia en muchas
ocasiones; su lugar de información
y de apoyo, con lo que eso
implica a la hora de formarse una
autoestima alta, una postura crítica
y una personalidad propia.
Hago lo que me da la gana
Me llamo Izaskun y tengo 15 años. Ya no soy la cría que
mi madre sigue viendo en mí. Sé lo que quiero. Además…
saco buenas notas, ¿no? ¡Pues ya está! Yo cumplo con mis
obligaciones; o sea que mis padres deberían confiar más
en mí y dejarme más libertad.
Si me gusta un chico de 18 años es mi derecho. No tengo
por qué estar dando explicaciones. ¡Tengo mi intimidad
y mi vida! Pero mi madre está husmeando todo el día en
mis cosas. ¡Qué fisgona! Mis amigas me dicen que tenga
cuidado, que el chico en cuestión puede ser un poco mayor
para mí. Pero yo lo tengo tan claro...
15
Relaciones afectivas y sexuales
Con el comienzo de la adolescencia, los chicos y
chicas tienen verdaderas motivaciones amorosas.
Y aunque se trata de un proceso natural, puede
generar entre los padres y madres verdaderos
quebraderos de cabeza. Sin embargo, también
puede ser encauzado para que las chicas y chicos
adolescentes vivan su sexualidad de una manera
sana y responsable, potenciando lo positivo.
En primer lugar, nuestras hijas e hijos deben
tener una buena información y educación
sexual, favoreciendo el respeto hacia la otra
persona y hacia una o uno mismo como criterio
básico; eso les va a permitir tener las relaciones
que realmente quieran tener, sin ataduras,
convencionalismos o presiones del grupo de
amistades. Además, el conocimiento real y
práctico de los métodos anticonceptivos les puede
ayudar a relacionarse sin riesgo de embarazos no
deseados o de infecciones de transmisión sexual.
Cada chica o cada chico tiene un desarrollo y una
sexualidad diferente, por lo que no debemos
adelantar ni retrasar ese proceso. Hay que decir
también que nuestro ejemplo —como padres y
madres— es una referencia fundamental, de la
que podrá aprender mucho sobre las relaciones
afectivas positivas, basadas en el respeto mutuo.
16
Secretos de familia
Ane no comenta nada de su sexualidad con
su madre: ni si tiene pareja, ni si ha tenido ya
relaciones sexuales completas, ni si usa algún
medio anticonceptivo… Nada. ¿Para qué?
—piensa ella— ¿para que me eche el sermón o
lo use en mi contra?
Su madre, Marisa, está preocupada. A sus
ojos, Ane se comporta cada día de forma más
extraña y distante. Alguna vez, cuando su hija
se reúne en su cuarto con sus amigas, se oyen
grandes carcajadas. Marisa querría que su hija
pudiera ser una amiga para ella, pero Ane marca
férreamente la distancia.
— Mi madre dice que le puedo contar todo, pero
ella —cuando tenía mi edad— no comentaba
nada con su madre. Es ley de vida, no podemos
ser amigas; por lo menos de momento, porque
ella me ve muy niña. Por supuesto que —si
llegara el caso— abortaría sin decirle nada. ¡Me
mataría si se enterara!
— Mi hija se ha alejado de mí. No sé, igual es
que somos dos generaciones muy distintas.
La verdad es que yo tampoco he favorecido el
poder hablar de intimidades. Con 10 años me
parecía muy niña y con 12 ya no quiso saber
nada de lo que yo le quería decir. Creo que hay
que hablar sobre la sexualidad antes de que no
quieran escucharnos. ¡Pero la vida va tan rápido!
17
Evitar la dependencia afectiva y
el abandono de las amistades
Debemos evitar que nuestras hijas
e hijos tengan relaciones muy
dependientes o de exclusividad
mutua con una sola persona. Si
una relación es muy absorbente,
puede limitar la vivencia de otras
experiencias normales en esta
edad.
Por eso es importante que, aunque
tengan relaciones afectivas más o
menos duraderas, no se olviden
de sus amigas y amigos, porque
son con los que, en realidad, van a
poder hacer la mayor cantidad de
actividades y compartir los espacios
de ocio.
Tenemos que ayudarles a entender
y aceptar que las relaciones tienen
un comienzo, un desarrollo y —con
frecuencia— un final, sin que ello
suponga ningún fracaso.
Entre chicas, podemos fomentar
que adquieran una postura crítica y
activa con las relaciones, sin
18
caer en la dependencia ni en la
sumisión ante los chicos. Y sobre
todo que sean conscientes en todo
momento de lo que están ganando
y perdiendo con esa relación,
sabiendo poner en primer plano
sus deseos y necesidades, así como
su proyecto profesional. Además
de nuestro apoyo, su grupo de
amigas puede hacer una labor muy
positiva para salir de una relación
de excesiva dependencia.
Como norma de reciprocidad,
tanto las chicas como los chicos
pueden dar afecto y dedicación en
las relaciones en la medida que lo
vayan recibiendo, no más. “Dar sin
recibir” puede acabar pasándole
factura.
Te amaré para siempre...
mientras dure
(Tengo 16 años y escribo esto para
desahogarme. Luego lo romperé).
Hace tiempo tenía la fantasía de que era
posible quedarse para siempre con el
primer amor. Pero ya se sabe: primer amor,
primer dolor. Casi siempre, el primer amor
es un desastre. Al menos, para mí, lo fue.
¿Qué es realmente amar… que te guste
mucho alguien?, ¿que sientas algo
diferente, una atracción irresistible?
Porque… te ha podido gustar un cuerpo en
un momento dado y una persona en otro.
Hay quien dice que amar es sentir
una atracción física irresistible y una
comunicación especial y profunda. No sé…
otros dicen que el amor tiene mucho de
química y de hormonas, y que por eso no
hay que tomárselo muy en serio, porque
como viene se va.
Una cosa sí tengo clara. Por encima de
cualquier atracción, está el respeto, el
valorar a la otra persona como alguien
igual que tú, con los mismos derechos.
La persona amada no te pertenece, se
pertenece a sí misma. Aunque a veces te
abandones por completo a ella...
19
Actuar frente a los malos tratos y
la violencia contra las mujeres
Entre los chicos, deben fomentarse valores
no agresivos, basados en la igualdad y en la
no desvalorización de las chicas. Debemos
educarles para que consideren a las chicas
como compañeras de su propio desarrollo
personal. Así no las verán como meros
instrumentos u objetos sexuales destinados a
su beneficio personal.
Entre las chicas, hay que fomentar que en las
relaciones no permitan que otras personas se
inmiscuyan en su intimidad sin su permiso.
Desde el momento en que notemos que un
chico con el que sale nuestra hija le empieza a
controlar sus salidas, sus mensajes de móvil,
su forma de vestir o sus amistades, tenemos
que intervenir para evitar que esa relación
continúe. Si lo hacemos desde el comienzo,
todo el proceso será mucho más fácil.
Si en cualquier circunstancia nuestra hija sufre
algún tipo de agresión o violencia, debemos
acompañarla en todo momento y ponernos en
contacto con el Servicio de Mujer e Igualdad
del Ayuntamiento (94 483 35 66, de 8:00h. a
14:00h, y 669 903 903 las 24 horas), actuando
conforme a las leyes y normas sobre violencia
contra las mujeres.
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Si es nuestro hijo quien se ve inmerso en este
tipo de acciones discriminatorias, tenemos
que actuar con prudencia, ayudándole a que
abandone posturas agresivas pero también
sabiendo recriminarle los errores que está
cometiendo; sin humillarle, pero sin consentir
ni justificar en ningún momento actitudes
violentas. Los chicos violentos también pueden
pedir ayuda profesional en el Servicio de
Igualdad.
Fotos comprometedoras
Mis amigas y yo nos hicimos unas fotos
en ropa interior con el móvil. Nos hizo
gracia jugar a modelos, a seducir o a no sé
qué. El caso es que cada una las guardó
en su móvil y nos comprometimos a no
enseñárselas a nadie. Pero la graciosa de
Mónica se las enseñó a su novio o a ese
macarra con el que anda. En un momento
que Mónica se fue al baño, el muy canalla
se las reenvió a su móvil. Y ahora medio
instituto se parte de risa con nuestras
fotos.
La vergüenza ha sido descomunal. Mi
madre dice que va a denunciar al chico,
pero la madre de Mónica dice que ya lo
ha preguntado y —al parecer— él puede
decir que ella se las dio voluntariamente.
Los muy cerdos... hace un año varios
de ellos se hicieron unas fotos en
calzoncillos. Para hacer la gracia. Porque
entre ellos es una machada. Pero a
nosotras se nos considera —como
mínimo— unas frescas; por no decir otra
cosa. Por lo menos, hemos aprendido la
lección. A nosotras ya no nos vuelve a
pasar.
21
Drogas en la adolescencia
Hay adolescentes que consumen alcohol para
mostrarse “menos tímidos” o toman cánnabis
para aumentar la “sensualidad” de las relaciones.
Pero a menudo, lo que en realidad tienen es
una conducta más impulsiva o incoherente, con
consecuencias como relaciones sexuales no
deseadas, violencia, daño a la salud o accidentes
de tráfico. Algunas chicas comienzan a consumir
drogas para estar con un chico determinado
o para entrar en espacios de ocio muy
“masculinizados” en los que —si no
consumen drogas— son consideradas
como raras, infantiles o “estrechas”.
Con el tiempo, el consumo de alcohol u otras
drogas reduce drásticamente la motivación
para estudiar, limita las amistades a estar sólo
con personas que consuman drogas, deteriora
las relaciones familiares y desanima la práctica
de deportes o hobbies… En suma, las drogas
desdibujan la persona que el adolescente está
construyendo, en un período de su vida
esencial para madurar y labrarse un futuro.
Es responsabilidad de las familias transmitir
unas pautas claras a sus hijos e hijas sobre
estos consumos. Además, en el comienzo
de la adolescencia, lo conveniente es hacer
un seguimiento diario de sus estudios y que
practique deportes o aficiones que actúen como
foco de interés.
22
En el Servicio de Prevención de Adicciones del
Ayuntamiento (94 461 62 11 y 94 483 51 67,
de 8h a 14h) puedes consultar, de forma
confidencial y gratuita, cualquier problema de
disciplina o contacto con el alcohol y
otras drogas en tus hijos e hijas.
Negociar o imponer
Cuando la madre o el padre prohíben o limitan algo, es por una
razón. Negociar supone hablar de esa razón. Pero hay ciertos
límites que no son negociables y que tienen que ver con la edad,
la madurez, el dinero o la seguridad, entre otras.
Por ejemplo, una norma como volver a las 11 de la noche puede
estar motivada por una cuestión de seguridad y si una persona
adulta se encarga de esa seguridad, tal vez se pueda alargar la
hora. Sin embargo, si la causa de volver a las 11 tiene que ver con
atender responsabilidades por la mañana, entonces el padre o la
madre no deberán ceder.
La adolescencia es un permanente ejercicio de negociación
y —como norma general— puede entenderse que la mayor
libertad ha de ir acompañada de mayor responsabilidad para
cumplir las obligaciones (estudiar, hacer su cuarto, colaborar en
las tareas, etc.) y para portarse adecuadamente fuera de casa.
Hay ocasiones en las que el diálogo es imposible o los deseos
del hijo o hija son superiores a los riesgos que están en juego;
por ejemplo, en temas como las drogas, las excursiones
peligrosas, el montar en el coche o la moto de alguien o
en otras circunstancias especiales. En estos casos, no puede
haber negociación y el padre o la madre tendrá que limitar el
comportamiento del hijo o la hija con una prohibición.
Lo mismo cabe decir de la imposición de castigos. Si —por
ejemplo— nuestro hijo o hija llega más tarde de lo establecido o
ha incumplido una norma que nos parece importante, tendremos
que mostrarle que esa conducta tiene consecuencias, a través
de castigos que supongan quitarle algo que le gusta, como una
próxima salida con sus amistades, todo o parte de la paga, etc.
23
La comunicación: una herramienta imprescindible
No es fácil hablar con una persona adolescente,
pero tampoco lo es con ciertos padres y madres.
A veces, la cuerda se tensa porque la madre o
el padre quiere mantener una tutela excesiva,
mientras el chico o la chica parece que sólo
quiere más paga, llegar más tarde o cumplir
menos obligaciones.
Criticar la conducta pero respetar a la persona:
para ello se utilizan descripciones concretas de
la conducta que está mal, como “me molesta
mucho que no hayas hecho los deberes” y se
evitan los ataques personales o valoraciones
generales como “eres un vago” o “estás todo el
día perdiendo el tiempo”.
Pero hay una cosa clara: la comunicación es el
puente que puede aproximar esos dos mundos.
Cuidar la comunicación es un factor clave para
mantener una influencia positiva sobre las
demás personas. Para ello, lo primero es tener
en cuenta unos REQUISITOS previos para que la
comunicación sea posible y eficaz:
Evitar el sarcasmo, la hostilidad o la burla,
porque son actitudes que anulan el efecto
positivo de las habilidades de comunicación: “¿Te
parece bonito venir a las…?” o “¡te vas a enterar
de una puñetera vez!” o “¿tú te crees que hemos
nacido ayer, o qué?”.
Tener autocontrol: un recurso muy útil para no
perder los nervios es respirar hondo y decidir no
alterarse. Gritar no es inevitable. No tenemos por
qué hablar “alto”, ni utilizar aspavientos u otras
formas de anular la verdadera comunicación
(exageraciones, desprecios...) También conviene
pensar en el objetivo final y no sólo en la
situación concreta: “¿qué quiero conseguir,
después de todo?”.
Elegir el momento y lugar apropiados: si la
otra persona está muy alterada, puede convenir
aplazar la charla. Cuanto más tranquila sea la
situación, más probable es que el diálogo
sea útil.
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Después de lo anterior, veamos algunas PAUTAS
DE COMUNICACIÓN que pueden resultar
eficaces:
Escuchar hasta que la otra persona acabe.
Muchas chicas y chicos adolescentes se quejan
de que su padre o su madre están prohibiendo
algo antes de acabar de explicarlo. También hay
adolescentes que se marchan o descalifican
lo que dice su padre o su madre en cuanto
empiezan a hablar. Estas formas de reaccionar
producen mucha frustración. En su lugar, hay que
escuchar con plena disposición para entender
lo que nos dicen, sin prisa por responder. Esta
actitud sirve para transmitir aceptación hacia la
otra persona, rebajar la tensión y aumentar tu
influencia cuando te toque hablar.
Evitar decisiones prematuras. Es
importante tener toda la información
antes de emitir una opinión o decisión.
Además, puede que necesitemos tiempo
para pensar una respuesta adecuada.
De ese modo, es posible que la decisión
que tomemos no le guste a nuestro hijo
o hija, pero no añadiremos otro malestar
innecesario por tener que desdecirnos
de algo.
Si tenemos que pedir que algo no vuelva a ocurrir,
podemos utilizar los siguientes pasos:
Preguntar cualquier dato o duda que
tengamos. Además, podemos usar las
preguntas para reflexionar en común.
Por ejemplo: “Supongamos que vas a
esa excursión… entonces, ¿cómo piensas
sacar tiempo para estudiar el examen del
lunes?” o “si te dejáramos ir a esa fiesta,
¿a qué te... comprometerías tú?”.
Veamos algunos ejemplos, aunque cada persona ha
de usar el lenguaje que le resulte más natural:
Empatizar, es decir, ponerse en el lugar
de la otra persona y hacerse cargo de lo
que siente, lo que pretende o lo que le
gustaría. Por ejemplo: “Entiendo que te
apetezca ese concierto...”, “Supongo que
es importante para ti ir al camping...”,
“Me imagino que te hace mucha ilusión
comprar eso...”, etc. Aunque empatizar
no significa que le demos la razón.
Pedir un cambio de conducta
1. Describir el problema o situación sin valoraciones
de ningún tipo (descripción).
2. Expresar en primera persona cómo me ha
molestado (mensaje “yo”).
3. Pedir un cambio para la próxima vez (petición de
cambio).
1. “Si vienes tarde (descripción), me sienta muy
mal (mensaje “yo”). La próxima vez, ven a la hora o
avisa si tienes algún problema (petición de cambio).
2. “Cuando pones la música tan alto (descripción)
me pone nerviosa (mensaje “yo”). Haz el favor de
bajar el volumen (petición de cambio).
3. Te he oído pedir cerveza (descripción) y me he
sentido muy violenta (mensaje “yo”). Pide otra cosa
ahora mismo (petición de cambio).
4. Si tiras la silla y gritas (descripción) me molesta
muchísimo (mensaje “yo”). Di las cosas sin gritar ni
tirar nada (petición de cambio).
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Testimonios directos
de madres con hijas adolescentes de 13 a 15 años
A ver, lo de montar en coche o en moto con
alguien... ¡muchísimo cuidado! Mejor no
aceptar nunca el montar. Aunque sea ese
vecino que es un chaval majísimo. Y jamás
hacer “dedo”, por supuesto, aunque sea en las
fiestas del pueblo y todo el mundo se conozca.
Algunas chicas pasan por momentos muy
delicados... a los 12 ó 13 años... porque no
saben decir que no, no conocen límites. Y hay
que estar muy encima en esas épocas: con
quién vas, a dónde vas, qué haces... luego, a
los 14 ó 15, se puede confiar un poco más en
ellas.
Creía que tenía una hija y —de repente— me
ha “aparecido” una adolescente desconocida.
¿Qué hago?
Es muy importante conocer —por lo menos—
a alguna madre de sus amigas; si no a todas, a
una o dos. Porque, si no, te la lían. Así, cuando
piden algo especial, hablamos entre las madres
y decidimos juntas.
A veces hay que oír música (¡horrible!) con
ellos y estar cerca. Eso te da más fuerza y
credibilidad cuando tienes que poner un límite
o una norma.
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Pero tampoco podemos ser “colegas”, no
es nuestro papel. Es una mezcla de afecto y
cercanía por una parte con control y límites
por otra.
En estas edades, los padres tenemos una gran
intranquilidad... miedo a perder el control, a
no poder influir más en nuestros hijos.
Yo le digo: mira, hija, apártate de lo que no te
guste. No te quedes en un mal sitio con los que
lo hacen mal. Para pasarlo bien, no tienes que
hacer nada que no quieras hacer.
El otro día a mi hija le pregunté si salía con
algún chico y encima me echo la bronca; se
creen más adultos de lo que en realidad son;
se piensan que somos unas mojigatas y que
sólo ellas saben de sexo.
Se deprimen fácilmente cuando no consiguen
lo que quieren a la primera. Y eso les pasa
mucho con los chicos de los que se enamoran.
Tienen una visión del amor muy romántica y se
llevan muchos chascos.
A veces hay que dejar la lavadora y la cocina
sin recoger para acercarse a conocer a las
amigas de nuestra hija que han llegado a casa.
Estaría bien hablarles de preservativos pero no
encuentro el momento. Igual por las noches,
viendo alguna serie, puede ser buen momento.
Hay que hacer el esfuerzo por encontrar el
momento adecuado.
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Charla entre adolescentes
— ¿Os habéis enterado con quién se ha enrollado
Jokin?... Pues con Ane. Esa que se enrolla con todos…
— ¡Pero qué pasa…! ¿Que las chicas si se enrollan con
muchos chicos son unas guarras, pero los chicos son los
putos amos?
— Ya… a esa le va la marcha.
— Bueno… no quería decir eso. El caso es que han
tenido su primera relación y han tenido que comprar la
píldora del día después. Jo…
— ¿Queeeee? ¿No han utilizado preservativo?
— No sé… dicen que la primera vez no pasa nada… ¿no?
— ¡Pues vaya si pasa! ¡Y tú pensarás que la “marcha
atrás” es también un método seguro! Pero el líquido
pre-seminal puede tener espermatozoides. ¡Siempre
hay que usar preservativo!
— Pues cuando las chicas tenéis la regla, no hay óvulo.
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— ¡No seas tonto! Tampoco es un método seguro.
Siempre hay que usar preservativo; si no, te la juegas.
— Eso… te la juegas a la lotería.
— Ya pero… si no “juegas” no te toca nunca, je, je.
— Y cuantos más “boletos”… más facilidades, je, je.
— El número es lo de menos. Lo importante es tomar
siempre medidas, aunque sea una persona de tu
confianza… Bueno… ¿y qué tal les va?
— Dicen que bien, aunque a ella la veo más “colgada”…
— Ya… las mejores relaciones son las que los dos dan y
reciben lo mismo.
— Sí… una relación… para disfrutar con una persona de
una manera íntima… porque nos parece especial.
— Y sin presiones de la cuadrilla o de tus padres…
porque nos gustamos y queremos estar juntos.
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Diálogo en familia
— Vamos a ver la serie que echan esta noche en la tele…
— ¡Jo…! ¡Se pasan el día enrollándose!
— ¿Vosotros no haréis lo mismo por ahí, no?
— ¡Ya estamos como siempre! ¡Cuando preguntáis es
para juzgar!
— ¡Qué va! Os lo preguntamos para que seáis conscientes
de lo que hacéis y no vengáis con un “bombo” a casa.
— Seguro que a Aitor no le habláis así. A él le permitís
más y puede llegar a casa cuando quiera.
— Es que tú tienes que andar con más cuidado…
— Pues él también tiene que tener cuidado de usar
siempre el preservativo. ¿O es que a él no le toca?
— ¿Tú qué opinas, Aitor?
— ¡A mí dejadme en paz con vuestras historias!
— ¿Qué…? ¿Contigo no va la historia?
— ¡Eso son cosas de mujeres!
— ¿Y cuáles son las cosas de hombres?
— Aitor: yo soy hombre y también va
conmigo todo esto.
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— La responsabilidad de las relaciones es cosa de dos.
— Bueno… es que… ellas siempre son las que deciden
cuándo tener relaciones…
— ¿Y por qué vosotros nunca decidís?
— Porque dicen que estamos siempre “salidos”…
— ¿Y eso es así?
— No pero… ante la cuadrilla tenemos que aparentar un
poquillo.
— ¿Y nunca habláis de ello?
— No es fácil… pero con las chicas sí se puede hablar.
— Pues tenéis que buscar los espacios para hablar de
vuestras cosas… también de relaciones.
— Ya pero… a veces es complicado.
— Intentadlo.
— ¿Y tú Amaya? ¿Habláis entre vosotras de relaciones?
— Sí, siempre. A veces demasiado. Damos demasiada
importancia al amor… y con lo poco que recibimos… no sé
si merece la pena tanto sufrir.
— Es algo que tenéis que valorar…
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Servicio de Mujer e Igualdad
Asesoría social, jurídica y psicológica para la mujer. Piso de acogida
y tele-asistencia en casos de violencia de género. Campañas de
sensibilización. Cursos de formación en todos los ámbitos: cultura, salud,
empleo, ocio, educación, etc. Apoyo al asociacionismo femenino.
Teléfonos:
8:30h - 13:00h
8:30h - 13:00h
24 horas
94 483 35 66
94 420 58 00
669 903 903
Servicio de Prevención de Adicciones
Asesoría para padres y madres con hijos e hijas —de cualquier
edad— que presenten problemas de disciplina o de contacto con
las drogas. Prevención escolar del tabaco, alcohol, cannabis... Apoyo
a asociaciones que realicen programas preventivos. Campañas de
sensibilización.
Teléfonos:
8:30h - 13:00h
8:30h - 13:00h
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94 483 51 67
94 461 62 11
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