Su camino de fe - Liguori Publications

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Para la mayoría de nosotros, el
principio de la fe no es algo tan
dramático, es más bien como una semillita que se siembra en cualquier
tipo de terreno que se encuentre en
nuestros corazones. Entonces crece
al ser regada y cuidada con esmero.
“Para quien tiene fe, la vida
plena será un día de fiesta
que no conocerá ocaso”.
CLEMENTE DE ALEJANDRÍA
El crecimiento en la fe requiere
de nosotros un régimen de lecturas
espirituales, de oración, de participación en la comunidad y del intento
de vivir una vida de amor.
Buenas lecturas
Las Escrituras o los escritos espirituales ayudan a nuestra mente a resistir la tentación de satisfacer nuestros
anhelos por medios egoístas. También nos presentan la sabiduría de
otros que han recorrido el camino de
la fe.
Tiempo para la oración
Cuando la gente se queja de que
no nota la presencia de Dios en sus
vidas, generalmente es porque han
abandonado la oración.
En nuestras relaciones humanas
no llegamos a conocer a los otros, a
menos que hablemos con ellos. ¿Por
qué creemos que ha de ser diferente
con Dios?
Estilo de vida
Hermanos ¿qué provecho saca uno
cuando dice que tiene fe, pero no la
demuestra con su manera de actuar?
¿Será esa fe la que lo salvará? Si a un
hermano o a una hermana les falta
la ropa y el pan de cada día, y uno
de ustedes les dice: “Que les vaya
bien; que no sientan frío ni hambre”
sin darles lo que necesitan, ¿de qué
les sirve? Así pasa con la fe si no se
demuestra por la manera de actuar:
está completamente muerta.
Y sería fácil rebatir a cualquiera:
“Tú tienes la fe y yo hago el
bien, ¿dónde está tu fe que no
produce nada? Yo por mi parte
te mostraré mi fe por el bien que
hago. ¿Crees tú que hay un solo
Dios? Muy bien. No olvides que
también los demonios creen y,
sin embargo, tiemblan”.
Así como el cuerpo sin el
espíritu está muerto, del mismo
modo la fe que no produce obras
está muerta.
SANTIAGO 2:11-19.26
Eliminar los hábitos egoístas
puede ser un proceso de crecimiento
muy doloroso que preferiríamos no
experimentar. Sin embargo, vivir
una vida de fe significa que nos
convertimos en discípulos de Cristo.
La fe nos permite vivir una vida de
amor en un mundo que demasiado
a menudo es egoísta y no acepta los
caminos del amor.
¿Qué aspectos de su estilo de vida
expresan su fe?
Camino de fe
Participación
en la comunidad
P1 • PREGUNTAS • CIC 142-165; 302; 854
¿Por qué necesitamos una comunidad? D.L. Moody, fundador del
Instituto Bíblico Moody en Chicago,
estaba visitando a un viejo amigo.
Mientras hablaban, surgió el tema
de la religión. “Yo no entiendo por
qué no puedo ser un buen cristiano
tanto fuera de la Iglesia como dentro
de ella”, comentó el amigo. Moody
no dijo nada pero fue adonde ardía
brillantemente el fuego, levantó un
carbón encendido con las tenazas y
dejó que se quemara solo. En silencio
los dos hombres lo vieron arder sin
llama y apagarse.
Cada cristiano es sólo una célula
en el Cuerpo de Cristo, la Iglesia.
Necesitamos ser receptivos a la
gracia que Dios nos extiende por
medio de otros cristianos. Sus dones
complementan los nuestros; su fuerza
fortalece nuestra debilidad.
La fe surge de escuchar la Palabra
de Dios (Romanos 10:17), pero esta
Palabra es comunicada por personas.
Por eso, nosotros, que hemos llegado
a conocer a Dios por la fe, tenemos
que tomar seriamente nuestra “gloriosa tarea de trabajar para que el
mensaje divino de la salvación sea
conocido y aceptado en todas partes
por todos los hombres” (Documentos
del Vaticano II, Decreto sobre el apostolado de los seglares, 3).
Compartir su fe en este grupo, durante los próximos meses, le ayudará
a crecer no sólo dentro de esta comunidad, sino dentro de la parroquia y
de la Iglesia entera.
GUN S
Su camino de fe
¡LA FE,
LA FE, LA FE!
USTEDES LOS CRISTIANOS
SÓLO HABLAN DE ESO. ¿POR QUÉ
NO HABLAN DE LA CIENCIA
Y DE LOS PROBLEMAS
REALES?
Lo que tal declaración implica es que una
persona de fe tiene que hallar la manera
de sacrificar la inteligencia y el sentido
común por cosas sobrenaturales que no
tienen mucho sentido.
Sin embargo, la mayor parte de nuestros
conocimientos se basan en la fe. Como dijo San
Agustín: “Me puse a pensar en las muchas cosas
en las que creía y que no había visto, o lo que había
sucedido sin yo estar presente — tantas cosas en la historia de las naciones, tantas cosas acerca de lugares y ciudades que nunca
había visto, tantas cosas que me habían contado amigos, doctores, fulano
y zutano: y a menos que aceptemos estas cosas, no podremos hacer nada
en esta vida. Lo que más me impresionó fue cuán fi rmemente y sin duda
alguna yo creía que había nacido de un cierto padre y una cierta madre, lo
cual no podía haber sabido a no ser que lo creyera de la boca de otros”.
Si piensas en esto, podrás recordar muchísimas verdades científicas,
históricas y personales que has creído solamente porque otros te las han
contado.
La verdad es que para nosotros sería imposible vivir sin fe. Tenemos fe
en que la gente que prepara nuestra comida no va a envenenarnos, que
los conductores van a quedarse en su lado de la calle y que los dentistas
saben lo que están haciendo cuando nos sacan las muelas.
META
PRINCIPIO
Use la línea de tiempo que aparece aquí debajo para representar su jornada de fe.
Marque en ella los eventos importantes en su vida que le han ayudado a crecer en la fe.
TM
Autor: Philip St. Romain. Arte y diseño: Wendy Barnes. © 1999, 2008 Liguori Publications, Liguori, MO 63057-9999.
Imprimatur: Excmo. Sr. Robert J. Hermann, Obispo Auxiliar de St. Louis, MO. Impreso en los EE.UU. Todos los derechos
reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin el permiso previo por escrito de Liguori Publications.
Imágenes: Comstock, Corbis, Chris Sharp.
Escriba las cosas en que cree por la fe.
ISBN 978-0-7648-1688-8
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Su fe vale mucho más
que el oro que pasa por
el fuego.
1 Pedro 1:7
Puede que hayas mencionado a
Dios en lo que escribiste. Pero, en
realidad, Dios es parte de todo lo
que crees. La fe religiosa es la fe más
importante porque sin ella nuestra
fe en las cosas humanas sería muy
difícil de mantener. Vivir por la fe
quiere decir que vivimos como seres
amados y deseados por Dios, hasta
en los momentos en que las dificultades de la vida sacuden nuestras convicciones. A pesar de lo que diga la
gente, mantenemos nuestra creencia
que nada puede separarnos del amor
de Dios. (Lea Romanos 8:35-39.)
¿Qué nos dice la Biblia
sobre la fe?
Marcos 9:23
Mateo 17:20
Mateo 21:22
Gálatas 3:26-28
Hebreos 11:6
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1 Pedro 1:9
1 Juan 5:4
La fe es la manera de
tener lo que esperamos,
el medio para conocer
lo que no vemos.
Hebreos 11:1
He aquí un cuento: Un hombre se
cayó en un precipicio. Al caerse logró
agarrarse de una rama. Sujetándose
con toda su fuerza, le suplicó a Dios:
“¡Ayúdame, por favor! ¡Haré lo que
me pidas!”
Inmediatamente oyó una voz resonante: “Sí, te ayudaré. Pero tendrás
que hacer lo que yo te diga”.
“Cualquier cosa, cualquier cosa.
¡Pero ayúdame!”, el hombre gritó.
“Bien. Suelta la rama”.
El hombre pensó un poco y
después gritó:
“¿HAY
ALGUIEN
MÁS ALLÁ
ARRIBA?”
La fe nos presenta una clase de
conocimiento que la inteligencia humana por sí sola no puede alcanzar.
El mensaje de Dios para nosotros se
puede resumir simplemente en: “Te
amo. ¿Vas a dejar que te ame para
que tú aprendas a amar?” Cuando
otras personas nos dicen: “Te amo”,
encontramos la misma invitación.
Podemos buscar las señales de la realidad de su amor, pero no podemos
probar que nos aman como podemos
demostrar que dos y dos son cuatro.
La única manera de saber si nos
quieren es participar de ese amor
— abrir nuestros corazones para
permitirles que nos amen. Con Dios
es igual. La fe nos permite recibir
el amor de Dios, que a la misma vez
nos permite entender de diferente
manera el amor y la vida.
La fe quiere decir que no siempre
tenemos que sentir la confi rmación
de nuestras creencias. No debemos
evaluar nuestra cercanía a Dios en
términos de sentimientos. Dios está
cerca de nosotros tanto cuando nos
sentimos alejados o estamos de mal
humor como cuando estamos alegres
y satisfechos. Nuestra expresión más
auténtica de la fe es simplemente
esforzamos por aprender y por amar.
¿Cómo nos libramos del miedo, de la
desconfianza, de la falta de fe? Piense
en algo en su vida que está tratando
de controlar. Puede ser una persona,
una situación, cualquier cosa.
Ahora piense en una parte de esta
situación que pueda ceder y entregar
a Dios para que él la controle.
Cuando la preocupación empiece
a aturdirle, rece esta breve oración:
“Dios mío, te entrego este problema,
ayúdame”. Luego, respire profundamente sabiendo que Dios está
escuchándole.
¿Tener fe significa que no
podemos cuestionar esa fe?
Algunas personas pensarán que esto
quiere decir que deben aceptar lo
que se les dice sin hacer preguntas.
La fe no significa que tenemos todas
las respuestas; significa que creemos
que Dios tiene las respuestas.
Todos sabemos que los niños
siempre están haciendo preguntas.
¿POR QUÉ
EL PASTO ES
VERDE?
¿POR
QUÉ HACE
RUIDO
ROMPER
LA BARRERA
DEL
SILENCIO?
Hace algunos años cuando hubo una gran sequía, los granjeros se preocuparon mucho por la posibilidad de la pérdida de sus cosechas y de la
erosión de la capa principal de la tierra. En una parroquia rural se organizó
una vigilia especial de oración. La iglesia se llenó de gente que rezaba para
que lloviera. Después de rezar por horas, todos oyeron los golpecitos leves
de gotas de lluvia en el techo.
Poco a poco, llovió más fuerte. Todos en la iglesia le dieron
gracias a Dios en sus oraciones antes de irse a sus casas.
Para aquel entonces, llovía tan fuerte que todos tuvieron que esperar a que la tormenta pasara.
Todos menos una niñita. Ella era la única que
había traído su paraguas.
A menudo decimos que creemos en algo, pero nuestras
acciones no lo demuestran.
Jesús les dijo muchas veces a aquellos a quienes había
sanado o perdonado: “Tu fe te ha salvado”. Sin embargo,
en todos los casos, esa fe no era sólo un pensamiento que se quedaba en
la mente de la persona. La mujer que tocó el manto de Jesús, el centurión
que dijo que sólo una palabra de Jesús sanaría a su hija, los hombres que
bajaron a su amigo por el techo, la mujer que lavó con sus lágrimas los pies
de Jesús y los discípulos que siguieron a Jesús inmediatamente cuando él
dijo: “Síganme”, demostraron su fe en sus acciones.
¿En qué necesita tener más fe?
Aunque puede ser difícil para
nosotros pensar en las respuestas,
sabemos que los niños, al hacer
preguntas, aprenden cómo funciona
el mundo. Hacer preguntas también
es una manera de conocer a quienes
amamos.
Dios no siempre nos da las respuestas que queremos, pero si hemos de crecer en nuestra fe tenemos
que seguir buscando y explorando la
revelación de Dios. La verdadera fe
nunca es anti-intelectual; la verdadera fe usa la razón, la imaginación,
la memoria, los sentimientos y la
voluntad.
Como nos dicen las Escrituras:
“Si a alguno de ustedes le falta la
sabiduría, que la pida a Dios, que
da a todos sin poner condiciones, y
él se la dará. Pero pidan con fe, sin
vacilar, pues el hombre que vacila se
parece a las olas del mar que se levantan y se agitan según el viento”
(Santiago 1:5-6).
El justo mío si cree vivirá;
que si desconfía, ya no lo
miraré con amor.
Hebreos 10:38
¿Qué pasaría en su vida si tuviera más fe?
Hay cosas que puede decidir si
vas a hacerlas o no: “Voy a comer
helado de vainilla”. “Voy a ir al cine”.
Otras cosas en la vida son un proceso que no suceden con sólo decidir.
La fe es un proceso y es el proceso
más importante de todos porque nos
lleva a Dios. Mientras más aprendemos acerca de la fe y mientras más
la vivimos, más cerca estaremos de
Dios. Mientras más cerca estemos
de Dios más sabremos acerca de la
alegría y el amor en la vida.
Nuestros anhelos espirituales
son parte de nuestra naturaleza. Se
manifiestan en nuestra búsqueda
por el sentido o, para ser más específicos, en las muchas cosas que
hacemos para sentirnos satisfechos.
La comida, el dinero, el alcohol, el
amor romántico, la posición social y
las amistades sólo dan placer momentáneo a nuestras necesidades
espirituales.
El verdadero hogar del espíritu
humano es con Dios y ser verdaderamente humanos significa que tenemos
que plantarnos fi rmemente en Dios.
Pero no podemos encontrar a Dios de
la misma manera en que uno encuentra un trabajo mejor. Cuando decimos
que la fe es como el puente entre
el espíritu humano y Dios, tenemos
que reconocer el hecho, que Dios es
quien construye este puente.
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Pues, por gracia de Dios
han sido salvados, por
medio de la fe. Ustedes
no tienen mérito en este
asunto: es un don de Dios
Efesios 2:8
¿Qué pensaría si una persona
conservara envuelto y nunca usara
un regalo que usted le dio? La fe
es un regalo de Dios, pero nuestra
responsabilidad es estar dispuestos a
recibir ese regalo y a usarlo. Aunque
esto es más difícil de lo que imaginamos. Tratar de controlar, ser egoístas
y tener ansiedad son actitudes que
pueden impedirnos aceptar este
regalo.
Al recibir el regalo
de la fe sucede que:
• Reconocemos la insensatez
de tratar de encontrar nuestra
satisfacción pensando
egoístamente sólo en nosotros
mismos. Sabemos esto porque
siempre nos sentimos culpables
cuando lo hacemos.
• Aceptamos que Dios quiere que
lo conozcamos. Cristo se pone
enfrente de la puerta del espíritu
humano y toca. Pero antes de
entrar a vivir con nosotros, él
espera pacientemente nuestra
invitación. (Ver Apocalipsis 3:20).
• Le pedimos a Dios que nos
perdone y que haga su hogar en
nosotros. Suplicamos para que el
Espíritu de Dios nos forme como él
quiera. (Ver 1 Corintios 2:10-16).
• Después de pedirle a Dios el don
de la fe, podemos estar seguros
que se nos ha concedido. Incluso,
algunas personas podrán hablar
de una experiencia de Dios
extraordinaria y reveladora.
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