Consejo de la Magistratura - Poder Judicial de la Nación

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Consejo de la Magistratura
RESOLUCION Nº 530/05
En Buenos Aires, a los 10 días del mes de noviembre
del año dos mil cinco, sesionando en la Sala de Plenario del
Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, con
la
Presidencia
del
Dr.
Eduardo
D.
E.
Orio,
los
señores
consejeros presentes,
VISTO:
El
expediente
300/00,
caratulado
"Remite
Expte.
P.T.N. 2448/00 (Denuncia Dres. Portabella y Reynals c/Dr. Petra
Julio)" del que
RESULTA:
I.
Por
nota
del
13
de
septiembre
de
2000,
el
Subprocurador del Tesoro de la Nación Carlos Alfredo Quirno,
remite copia del expediente P.T.N. Nº 2448/00, iniciado por
denuncia que efectuaron los doctores Oscar N. Portabella y
Jorge
Ezequiel
Reynals,
por
entonces
Delegados
de
la
Procuración del Tesoro de la Nación en la Provincia de Mendoza.
II. Los letrados, en su presentación del 15 de julio
de 2000, manifiestan haber tomado conocimiento a través de la
prensa, de la existencia de una causa contra el Estado Nacional
(Ministerio de Economía) y el Banco Central de la República
Argentina, llevada entre otros, por los Dres. Ricardo Aurelio
Mastronardi y Julio Demetrio Petra.
III. Señalan que habiendo realizado las compulsas
correspondientes, constataron que en el expediente Nº 29.929/3
caratulado
"Mastronardi,
(Ministerio
de
Economía)
Ricardo
y
Banco
A.
c/Estado
Central
de
la
Nacional
República
Argentina por Acción Declarativa de certeza" iniciado ante el
Segundo Juzgado Federal de Mendoza, Secretaría Nº 3, la acción
estaba
dirigida
a
liberar
a
los
mencionados
doctores
Mastronardi y Petra y otros profesionales que fueron directores
del Banco de Mendoza, del pago de una severa multa aplicada por
el B.C.R.A..
IV. Conforme manifiestan los denunciantes, a la fecha
de la denuncia la causa se encontraba en etapa de apelación
radicada
por
ante
la
Sala
“A”
de
la
Cámara
Federal
de
Apelaciones de Mendoza, integrada por los Dres. Otilio Romano,
Juan Lopez Cuitiño y Julio Demetrio Petra.
V. Asimismo, ante la misma sala tramitaron los autos
Nº 21.567/3 (Cámara 62088-R-2357) caratulados "Ruffo Antuña,
Alejandro y otra c/Estado Nacional (Ministerio de Economía) e
Y.P.F.
S.A.
s/
ordinario",
donde
actúa
como
letrado
patrocinante de la parte actora el Dr. Ricardo Mastronardi y en
los que dicho tribunal, con la actuación del Dr. Julio Demetrio
Petra como miembro preopinante, condenó a las demandadas a
abonar
un
monto
total,
incluido
el
de
los
honorarios
profesionales, superior a los $15.000.000.
VI. Según lo sostienen los denunciantes, el hecho
concreto de la denuncia es que, en función de las disposiciones
de los artículos 17 inc. 3 , y artículo 30 del C.P.C.C.N., el
Dr. Julio Demetrio Petra, miembro preopinante en los citados
autos "Ruffo Antuña", con anterioridad a ese voto suyo, habría
tenido intereses encontrados con el Estado Nacional, en razón
de su intervención como parte en la causa inicialmente referida
(Mastronardi y otros c/Estado Nacional), circunstancia ésta que
estaba
en
conocimiento
de
los
restantes
miembros
de
la
mencionada Sala “A” de la Cámara, quienes se inhibieron de
intervenir en aquellos autos.
VII. Es por ello que la Dirección Nacional de Asuntos
Judiciales de la Procuración del Tesoro de la Nación, habiendo
tomado conocimiento de la denuncia, emitió dictamen aconsejando
la remisión de estas actuaciones al Consejo de la Magistratura,
lo que fue cumplido a través de la nota remitida por el
Subprocurador del Tesoro Dr. Carlos A. Quirno.
VIII. El Expediente 113/2002 se inició el 30 de
noviembre de 2001, a raíz del considerando 14
de la resolución
359/01, del Plenario de este Consejo, el que estableció "Que,
por último, atendiendo a que varios de los denunciantes
el Dr.
Raúl Acosta acerca de la Sala “A” de la Cámara Federal y el Dr.
Luis Francisco Miret, el Dr. Petra Recabarren acerca del Dr.
López Cuitiño, el Señor Oscar Dimas Agüero referente a los
Dres., Romano y Petra y el señor Benito Jaime Lucini referido
a
la
Sala
“A”
en
su
totalidad-
formulan
imputaciones
de
Consejo de la Magistratura
diferente
tenor
mencionados,
referentes
corresponde
a
las
evaluar
actuaciones
de
los
conducta
de
los
la
involucrados para lo que se formará expediente por separado con
copias certificadas de las piezas pertinentes del presente
expediente" .
El Dr. Dimas Agüero, que había denunciado al entonces
magistrado Dr. Leiva, vinculó a los camaristas Romano y Petra.
Respecto de este último, señaló que el Dr. Petra debió haberse
excusado en la causa caratulada "Ruffo Antuña, Alejandro y
otros c/ YPF SA s/ Ordinario" ya que tanto el nombrado como el
Dr. Mastronardi fueron sancionados con multa por el BCRA, la
que fuera apelada. Esto demostraría que el Dr. Petra era
sancionado por el Estado Nacional, accionante contra el mismo
y representante de uno de los poderes del Estado, pudiendo
encuadrar su conducta en el artículo 275 del Código Penal.
CONSIDERANDO:
1º)
Que
de
los
elementos
aportados
por
los
denunciantes y la compulsa realizada en la causa Nº 21.567/3
caratulado "Ruffo Antuña c/ Y.P.F. S.A. s/ Ordinario", en
trámite por ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación
merecen formularse las siguientes observaciones:
a) Autos "Mastronardi y otros c/Estado Nacional": Por
resolución Nº 286 del 19 de agosto de 1999, el Banco Central de
la República Argentina resolvió imponer a Héctor T. Martín,
Ricardo A. Mastronardi, Vidal Linares Benegas, Julio Demetrio
Petra,
Eduardo
Mohamed
Manzur,
Oscar
R.
Gratz,
Luis
E.
Corrales, Guillermo H. De Paolis, Jaime J. Llugany y Juan M.
Orrego de la Rosa, una multa de $ 115.234 (pesos ciento quince
mil doscientos treinta y cuatro) a cada uno, en los términos
del artículo 41, inc. 3 de la Ley de Entidades Financieras Nº
21.526, por su actuación como Directores del Banco de Mendoza.
Los cargos imputados fueron: 1º) Insuficiencia de
previsiones por riesgos de incobrabilidad; 2º) carencias en la
integración de legajos de deudores; 3º) incorrecta integración
de la Fórmula 3519
Distribución de créditos por cliente ; 4º)
incumplimiento de requisitos sobre mantenimiento de moneda en
custodia de otras entidades financieras; 5º) incumplimiento de
disposiciones
sobre
prefinanciación
y
financiación
de
exportaciones;
y
6º)
incumplimiento
de
disposiciones
relacionadas con el régimen de efectivo mínimo.
Los
nombrados
interpusieron
el
recurso
directo
previsto en el art. 42 de la referida Ley 21.526 por ante la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal. Con fecha 30 de Junio de 2000, la Sala IV del referido
tribunal resolvió confirmar la res. 286/99 dictada por el Banco
Central de la República Argentina el 19 de agosto de 1999 en
cuanto fue materia de recurso.
Paralelamente,
los
ex
funcionarios
sancionados
interpusieron con fecha 21 de Septiembre de 1999 ante la
Justicia Federal de Mendoza, una acción declarativa con medida
de
no
innovar
Economía)
y
el
contra
Banco
el
Estado
Central
Nacional
de
la
(Ministerio
República
de
Argentina,
solicitando la declaración de inconstitucionalidad del artículo
42 de la Ley 21.526, el régimen de multas establecido por el
Decreto
3236/78
y
Comunicación
B
4428
del
B.C.R.A.,
y
Resolución Nº 286 del Banco Central, que estableció las multas
a los accionantes.
Por auto del 22 de septiembre de 1999, el Juez
subrogante a cargo del Juzgado Federal Nº 2 de Mendoza, Dr.
Luis
Leiva,
hizo
lugar
a
la
medida
cautelar
impetrada,
ordenando la suspensión de los efectos del acto lesivo, esto
es, la Resolución Nº 286 del 19.8.99. del B.C.R.A..
El 22 de octubre de 1999, se presenta el Estado
Nacional y el Banco Central interponiendo recurso de reposición
con apelación en subsidio contra lo resuelto por el magistrado.
La
revocatoria
fue
denegada,
concediéndose
la
apelación el 10 de febrero de 2000.
Por constancia del 30 de junio de 2000 expedida por
el Secretario de la Cámara de Apelaciones de Mendoza, se hizo
saber que los autos de referencia se encontraban en trámite de
integración de la Sala, en razón de haberse excusado para
entender en la causa los Jueces de Cámara y también los
primeros tres conjueces que resultaron desinsaculados.
No obstante cabe destacar que, en el mencionado fallo
del 30 de junio de 2000 dictado por la Sala IV de la Cámara
Federal en lo Contencioso Administrativo de Capital Federal que
Consejo de la Magistratura
confirmó la sanción impuesta por el Banco Central, el Tribunal
señaló que "al haberse resuelto en la presente sobre el fondo
de las pretensiones contenidas en el recurso del art. 42 de la
ley 21.526, la inconstitucionalidad del efecto devolutivo que
esa
norma
acuerda
al
recurso
directo
allí
contemplado
ha
devenido abstracta; ello es así sin perjuicio de señalar que
ningún gravamen ocasionó a los recurrentes la falta de decisión
sobre
su
planteo,
ya
que
como
consecuencia
de
la
medida
cautelar obtenida ante la Justicia Federal de Mendoza, el acto
aún no ha podido ser ejecutado".
b) Autos "Ruffo Antuña c/ Y.P.F.": Por auto del
21.3.97 el Juzgado Federal Nº 2 de Mendoza resolvió hacer lugar
parcialmente a la demanda incoada, condenando a Y.P.F. a pagar
al actor la suma que resultara de la liquidación que se
aprobara en autos, hacer lugar a la excepción de prescripción
deducida, y hacer lugar a la excepción de falta de legitimación
parcial.
Asimismo se declaró aplicable al caso la ley de
consolidación de pasivos Nº 23.982 y sus reglamentaciones.
Por otra parte, el Juez Federal resolvió el 4 de
abril de 1997 disponer el embargo preventivo de la demandada
hasta cubrir la suma de $200.000 (pesos doscientos mil). Dicha
medida fue apelada por la actora, a través de un recurso de
reposición con apelación en subsidio, entendiendo que el monto
adeudado ascendía
(pesos
cuatro
sumando capital e intereses- a $4.700.091,02
millones
setecientos
mil
noventa
y
uno
con
02/100).
El Juez de primera instancia no hizo lugar a la
revocatoria y elevó los autos a la Sala “A” de la Cámara
Federal en virtud del recurso de apelación, la cual mediante
auto del 27 de febrero de 1998, no hizo lugar a dicho recurso
y confirmó la resolución recurrida.
Estos autos fueron nuevamente elevados a la sala “A”
de la Cámara Federal de Apelaciones, en virtud de sendos
recursos interpuestos por la actora, el Procurador Fiscal y la
demandada contra la sentencia dictada el 21.3.97 y que fuera
mencionada precedentemente.
El 29 de marzo de 2000, la Sala “A”, con el voto del
Dr.
Julio
Demetrio
Petra
como
miembro
preopinante
al
que
adhirieron
los
restantes
miembros
de
la
Sala,
declaró
la
nulidad de la sentencia recurrida, dictando nueva sentencia
sobre el fondo de la cuestión, condenando esta vez a Y.P.F.
S.A. y al Estado Nacional a pagar a Alejandro Ruffo Antuña y
Beatriz Ruffo de Galli la suma de $ 6.251.092,98 (pesos seis
millones doscientos cincuenta y un mil noventa y dos con
98/100), dejándose establecido que la cifra mencionada se
encontraba calculada al mes de Agosto de 1993, devengando los
intereses de la tasa pasiva que publica el B.C.R.A. a partir
del 1 de Septiembre de 1993 hasta la fecha de su efectivo pago.
Asimismo, reguló los honorarios del letrado apoderado
de
la
actora,
Dr.
Ricardo
Mastronardi,
en
la
suma
de
$262.545,89 (pesos doscientos sesenta y dos mil quinientos
cuarenta y cinco con 89/100).
En virtud de este pronunciamiento, el Juez Federal
subrogante Alfredo Manuel Rodriguez dispuso modificar el monto
del embargo preventivo ordenado y hacerlo efectivo por la suma
de $15.000.000.- (pesos quince millones).
2º) Que en los términos del artículo 7 del Reglamento
de la Comisión de Acusación, el 14 de agosto de 2001 prestó
declaración el magistrado denunciado, Dr. Julio Demetrio Petra.
Interrogado sobre los hechos que motivaron la presente denuncia
señaló,
entre
sus
argumentos
más
destacados,
que
"lo
que
trasciende es que yo he dictado una sentencia por la que
condeno al Estado Nacional a pagar una cifra de alrededor de 14
o 15 millones de dólares, siendo que soy litis consorte activo
con uno de los abogados patrocinantes de la parte actora, que
resultó gananciosa en el juicio -le fueron reconocidos sus
derechos- y queda la situación de que yo litigo también o tengo
juicio pendiente contra el Estado Nacional, al igual que nuno
de los abogados de la parte actora en este juicio; y pr el
mismo
concepto,
por
la
misma
cuestión,
debería
haberme
excusado..."
"La causa llega por primera vez a la Cámara Federal
y entra en la Sala “A”. La causa en la que en definitiva
resulta condenado el Estado Nacional porque comparece, porque
el demandado principal es Y.P.F."
"Yo ya era preopinante en la causa... y en septiembre
Consejo de la Magistratura
de 1999, cuando yo ya había tenido, ya era juez preopinante, mi
jurisdicción ya había sido aceptada por todas las partes del
proceso, cuando ya había dictado interlocutorios en asocio con
mis colegas de Cámara, llega esta sanción (se refiere a la
multa impuesta por el Banco Central)... se nos impone una multa
que, sinceramente, tiene características confiscatorias... y
bueno, efectivamente, estamos en juicio con el Banco Central.
Es
decir,
yo
soy
juez
de
la
Nación,
pero
también
soy
administrado...".
"Yo no demandé al Banco Central. EL Banco Central me
sanciona
por
algo
que
yo,
honestamente,
considero
que
es
apartado del derecho, y además carece absolutamente de un
espíritu de justicia esa resolución. Siempre digo que, para mi,
hubo una mano negra que después de 14 años, un sumario que se
inicia en el año ´86, como consecuencia de una inspección de
rutina en el Banco Central, que se hace a todos los Bancos que
operan
en
el
sistema,
el
Banco
Central
la
resuelve
en
Septiembre de 1999...".
"Entonces, ¿por que los he entretenido con relatarles
esta historia? Primero, para exponerles cual es el grado de
relación
que
tengo
con
el
doctor
Mastronardi
que
es
patrocinante de la parte actora en este juicio de "Ruffo Antuña
contra Y.P.F.". No es de amistad íntima, no tengo ningún tipo
de sociedades, de negocios, de comunidad de negocios
como lo
establece el artículo 17, inciso 2 del Código Procesal Civil.
Además
consideré
tampoco
estar
incurso
en
la
causal
del
artículo 30 que habla de la excusación de los magistrados, que
cuando por causales no previstas en el artículo 17, que son
taxativas, es decir que son las únicas por las cuales pueden
las partes recusar a los magistrados, el juez tiene el derecho
a excusarse, además de cuando median las razones del artículo
17, pr razones de delicadeza y decoro".
"Pero de todas maneras, me recusaron... Mis colegas
de Cámara por distintas situaciones se excusaron de intervenir,
y voy a decir cuáles son las razones. El Dr Romano y el Dr.
Endeiza, firmantes de la sentencia conmigo, cuando me recusan
se excusan de entender porque suponen que han actuado en la
causa conmigo y, bueno, se excusan de entender. Les es aceptada
la excusación. Eramos cinco integrantes de la Cámara en ese
momento. El Dr. Luis Francisco Miret se excusa por tener
amistad con el actor, con el señor Alejandro Ruffo Antuña, y el
Dr. Alfredo Lopez Cuitiño ya se había excusado cuando la causa
había entrado en la Sala A-porque el es de la Sala A- porque el
había llevado -siendo abogado- un juicio de expropiación en
contra del Estado provincial, de tierras del Señor Ruffo Antuña
cuando se construyó en Mendoza la presa el Carrizal. Entonces
como el había sido abogado
hacía 25 o 30 años- de Ruffo Antuña
se había excusado"
"Entonces resuelven conjueces... Yo informo lo que
les digo acá, lo que he dicho acá, términos mas, términos
menos, informo a los conjueces que son el juez federal de
primera instancia Alfredo Manuel Rodríguez, y los abogados de
la lista de conjueces, doctores Candela y Dr. Nedo Carlucci.
Resuelven
que
no
hay
razón
para
apartarme
de
la
causa,
resuelven que debo mantenerme entendiendo en la causa, y esa
resolución, y esa resolución
que le ha sido notificada a las
partes- hoy ya está firme y, bueno, diríamos que ha pasado en
autoridad de cosa juzgada..."
"La
sentencia
de
Cámara
a
la
que
nos
estamos
refiriendo fue motivo de un recurso de apelación ordinario ante
la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El expediente esta
acá, en sede de la Corte, hará aproximadamente un año. De
manera que será la Corte la que indique si la sentencia es
totalmente ajustada a derecho...".
Refiriéndose a la relación personal con el letrado de
Ruffo Antuña, Dr. Mastronardi, aclaró el magistrado que, en la
época en que el letrado fue Presidente del Banco de Mendoza, el
denunciado se desempeñó como director de la misma entidad.
El magistrado señaló que con posterioridad a la
sanción aplicada por el Banco Central tanto a él como al Dr.
Mastronardi, le tocó resolver un juicio cuyas características
no recordaba con precisión, creyendo que se trataba de una
"indemnización por daños a un inmueble o un accidente de
tránsito" en donde el letrado patrocinante era Mastronardi, y
en el cual la Sala que integra confirmó la sentencia de primera
instancia.
Reiteró que a su juicio, y no obstante lo dispuesto
Consejo de la Magistratura
por el Código Procesal en sus artículos 17 inc. 2 y 32, no
debía excusarse de entender en el juicio "Ruffo Antuña" y así
lo
hizo
saber
a
los
jueces
que
debían
entender
en
su
recusación.
Aclaró el magistrado que cuando se refirió a la
doctrina del eminente procesalista Dr. Fenochietto, lo hizo
para señalar que el jurista, al comentar el artículo 30 del
Código Procesal Civil y Comercial sostuvo que la excusación del
magistrado por razones de delicadeza y decoro, dichas razones
deben ser consideradas por éste en libertad de conciencia y son
consideradas una atribución íntima del magistrado.
No obstante, la Consejera Chaya le destacó que dicho
jurista, al hablar de la excusación, sostiene que "razones
éticas imponen al juez excusarse. No se puede ignorar la
violencia que significa, por ejemplo, regular honorarios a un
abogado amigo".
4º) Que también en virtud de las medidas probatorias
del art. 7 , prestó declaración testimonial por ante la
Comisión de Acusación con fecha 25 de Septiembre de 2001 el Dr.
Jorge Exequiel Reynals, abogado integrante de la delegación de
la Procuración del Tesoro en la ciudad de Mendoza, al momento
de originarse los hechos que motivaron la denuncia.
El Dr. Reynals expresó, entre otros argumentos, que
junto
con
el
Dr.
Oscar
Nicolás
Portabella
ejercían
la
representación de los intereses del Estado Nacional en juicio.
Que en tal carácter recibieron los autos "Ruffo Antuña c/Y.P.F.
y Estado Nacional", que ya tenía sentencia de Cámara, y que
previa
consulta
a
la
Procuración
del
Tesoro
sobre
la
posibilidad de ocurrir por ante la Corte Suprema de Justicia de
la
Nación,
resolvieron
apelar
en
forma
ordinaria
y
extraordinaria. Agrega que se trataba de un juicio que, con
capital e intereses, "orillaba los quince millones de pesos en
ese momento".
Sostuvo que mientras tramitaba esta cuestión, el
declarante y el Dr. Portabella leyeron en el diario Los Andes
de Mendoza, que uno de los miembros de la Cámara, el Dr. Petra,
"tenía intereses encontrados con el Estado Nacional en una
causa caratulada "Mastronardi y otros c/Estado Nacional y Banco
Central de la República Argentina", por acción declarativa de
certeza".
Así las cosas, señala el Dr. Reynals que informaron
al Procurador, y recibieron instrucción verbal de compulsar la
causa para verificar la especie periodística. De la compulsa
surgió que el Dr. Petra litigaba contra el Estado Nacional y el
Banco Central en razón de una multa que le había sido impuesta
por su actuación como director del Banco de Mendoza.
Agrega el declarante que "hay dos o tres incisos por
allí en el 17 que juegan con el 32 que podrían haberse incluido
allí en el dictamen nuestro... para no dejar alguna sombra de
duda sobre lo que pretendíamos nosotros hacer, nos referimos
solamente a la causal que le impide a un juez resolver en una
causa donde alguna de las partes tiene intereses encontrados
con él. En este caso, en esta causa era parte el Estado
Nacional y el juez Petra litigaba contra el Estado Nacional.
Tan es así, que esa causa es anterior a la que llegó donde
ellos litigaban. Esa causa había llegado a la Cámara, al
conocimiento de la Cámara, y la Sala se había excusado; se
excusó él y se excusaron los otros dos integrantes de la Sala.
Se excusó la Sala B y se excusaron sucesivamente diferentes
magistrados que fueron designados allí, por lo que nosotros
entendimos, en esa pequeña hojita y media que escribimos y
enviamos al Procurador, que los compañeros de Sala del doctor
Petra
el Dr. Romano y el Dr. Lopez Cuitiño- estaban en
perfecto conocimiento de eso; y nosotros entendimos que ellos
deberían de haberle advertido a su compañero de Sala de esa
limitación que impone la ley"
Señala el Dr. Reynals, refiriéndose a los alcances de
la excusación, que "mas que a mi criterio, lo dice la ley en
forma extraordinariamente precisa, en el artículo 17 en juego
con el 32. No depende de mi criterio, es la ley que lo dice. Yo
creo que esa conducta encaja como le dije recién como la pieza
de un rompecabezas..."
Manifiesta luego refiriéndose a la acción promovida
por el juez Petra y el Dr. Mastronardi contra el Banco Central,
que "el litis consorcio activo es voluntario y no necesario.
Ergo, nadie los obligó a litigar juntos, podría haber litigado
cada uno con su propio patrocinante. Es decir, cuando uno elige
Consejo de la Magistratura
litigar junto con alguien puede, quizás, interpretarse que
hubiera comunidad, que hubiera comunidad entre quienes litigan
voluntariamente contra alguien"
Agrega a continuación, refiriéndose a la sentencia
dictada por el magistrado en la causa "Ruffo Antuña", que "El
doctor nulificó el fallo de primera instancia, llamó a nuevos
peritos y entiendo que en forma asaz arbitraria elevó la
prescripción corta de lo que se paga por plazos de 5 a 10 años,
y con eso llevó la deuda a las nubes; hacia atrás y con muchos
intereses, y modificó una sentencia que no llegaba a los 900
mil pesos y la llevó a 12 millones de capital " .
Agrega
el
testigo
en
respuesta
a
una
pregunta
formulada en la audiencia, que "el 17 de Julio (del año 2000)
entregué en la mesa de entradas de la Procuración esa opinión
nuestra. El 11 de Agosto nos dejaron cesantes sin causa a
Portabella y a mí..." .
Ante otra pregunta sostuvo el declarante que "El
Estado nacional era responsable más o menos de 3 años y de 2
YPF Sociedad Anónima. Al llevar la prescripción hacia atrás, el
Estado carga con esos cinco años que van hacia atrás, mas los
intereses que, -como ustedes saben, somos todos abogados aquíse van sumando... Espero que hayan puesto el esfuerzo necesario
en la Corte
no es lo que me han dicho- para defender los
intereses de la Nación que tan desprotegidos han estado en mi
provincia este último tiempo. Lamentablemente."
5º) Que en virtud de las diligencias previstas por el
artículo 7 del Reglamento de la Comisión de Acusación, se
solicitó al Cuerpo de Auditores Judiciales a cargo de este
Consejo, la realización de una auditoría en la Sala “A” de la
Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, con el objeto de
determinar: a) Si con posterioridad al 19 de Agosto de 1999 y
hasta la fecha del informe (15.2.05.)el Dr. Julio Demetrio
Petra intervino en algún expediente ingresado en dicha sala en
el que el Dr. Ricardo Mastronardi actuara como letrado de
alguna de las partes y cuál fue el sentido de su voto; b) Si en
ese mismo período se promovió algún incidente de recusación
contra el Dr. Petra vinculado a la intervención como letrado
del Dr. Ricardo Mastronardi, y cuál fue la resolución recaída
en dicho incidente; c) Si en igual período el Dr. Petra se
excusó de intervenir en algún expediente en el que actuara el
Dr. Ricardo Mastronardi como letrado.
Del citado informe del cuerpo de auditores (punto
III), surge que en el período citado, el Dr. Petra intervino
como juez de Cámara en las siguientes causas en las que el Dr.
Ricardo Mastronardi actuó como letrado patrocinante de una de
las partes: "Ruffo Antuña, Alejandro y otros c/ Y.P.F. S.A. p/
ordinario"; "Román de Vivas, Mabel c/ Geoda S.a: p/ daños y
perjuicios";
"Romano,
declarativa"
y
Roque
"Llopiz,
Humberto
Miguel
c/
Angel
E.N.A.
c/
p/
Espín,
acción
Inés
s/
ordinario".
Con excepción de "Ruffo Antuña", que ha motivado la
presente investigación, cabe consignar que en las restantes
causas el Dr. Petra emitió su voto como integrante de la Sala,
y no se promovió ningún incidente de recusación de dicho
magistrado.
6º) Que la Comisión de Acusación resolvió citar al
magistrado
denunciado
en
los
términos
del
artículo
9
del
Reglamento de la Comisión, audiencia que finalmente tuvo lugar
el 22 de febrero del corriente año.
En dicha audiencia el magistrado reiteró y amplió la
mayoría de los conceptos vertidos en oportunidad de su anterior
declaración por ante la Comisión de Acusación.
En particular, y ante el interrogatorio formulado por
la Consejera encargada de la investigación, Dra. María Lelia
Chaya, el Dr. Petra expresó:
En virtud de un sumario administrativo promovido por
el Banco Central de la República Argentina, el Dr. Petra fue
sancionado conjuntamente con otros Ex Directores y Ex Síndico
del Banco de Mendoza, con una multa de $115.000, por su gestión
como Director de dicha entidad.
El magistrado interpuso todos los recursos procesales
que prevé el ordenamiento jurídico.
Si bien la normativa vigente consagraba el principio
"solve et repete" el magistrado no abonó la multa impuesta como
requisito de admisibilidad formal del recurso, por entender que
dicha
norma
resultaba
inconstitucional,
formuló el planteo judicial pertinente.
y
en
ese
sentido
Consejo de la Magistratura
Al momento de su declaración por ante la Comisión de
Acusación, la multa aún se encontraba impaga, atento que la
misma se hallaba cuestionada en el proceso de ejecución que
existe en su contra.
El
Dr.
Ricardo
Mastronardi,
quien
también
fuera
sancionado con multa por el Banco Central por su actuación en
el Banco de Mendoza, fue litisconsorte del Dr. Petra en los
reclamos
y
recursos
judiciales
interpuestos
contra
dicha
sanción.
El monto de la sentencia dictada por la Sala “A” en
la causa "Ruffo Antuña" ascendía a más de 6 millones de pesos
entre capital e intereses tomados a Agosto de 1993, que es la
fecha de la demanda. Dicha sentencia incrementaba varias veces
la pericia realizada en autos, que estableció un valor de $150
mil al campo afectado a la explotación minera.
El Dr. Petra justificó el incremento en el monto de
la sentencia de Cámara, en función de lo establecido en la
legislación vigente, la cual establece para el superficiario,
esto es para el propietario del dominio de las tierras en las
que
YPF
ingresa
para
explotación
de
petróleo,
un
régimen
indemnizatorio a elección del superficiario. En virtud de ello
permite al mismo accionar solicitando los daños y perjuicios
realmente producidos en la propiedad o bien accionar a través
de
un
sistema
que
crea
esta
ley
que
es
un
sistema
de
establecimiento de cánones o tarifas por cada explotación
petrolera que exista en el terreno que ha sido invadido por la
explotación petrolera.
Según el magistrado, se probó en la causa que hacía
más de 30 años que YPF había ingresado a las tierras del
accionante, y éste reclamó los cánones establecidos por la
legislación. En definitiva el actor, en función de la opción
prevista por la ley, reclamó los cánones o tarifas adeudadas en
los 10 años impagos no prescriptos y no por los daños y
perjuicios que pudieran haberse ocasionado efectivamente en el
terreno.
A la fecha de la sentencia dictada por la Sala “A” en
la causa Ruffo Antuña, el magistrado mantenía litigios contra
el Estado Nacional en razón de la multa aplicada por el Banco
Central.
El Dr. Ricardo Mastronardi era el letrado de la parte
actora.
La sentencia dictada por la Sala “A” en Ruffo Antuña
fue dictada varios meses después de haber apelado el magistrado
la multa impuesta por el Banco Central. Que dicha multa fue
confirmada por el tribunal de Alzada. Que la referida multa se
encuentra en proceso de ejecución por parte del banco Central.
Que el Dr. Petra conocía al Dr. Ricardo Mastronardi
desde fines de 1971,
época en que aquel egresaba de la
Universidad del Litoral y éste ingresaba a la misma.
Lo volvió a encontrar en 1973, cuando el magistrado
se desempeñaba como presidente de la juventud de al Unión
Cívica Radical en Mendoza y accedió a una banca en el Concejo
deliberante de esa Ciudad. Luego el magistrado no tuvo ningún
trato con el Dr. Mastronardi hasta 1985 en que fue electo
Director del Banco de Mendoza. A partir de allí hubo una
relación muy cordial entre el magistrado y el Dr. Ricardo
Mastronardi, así como con su padre, El Dr. Humberto Mastronardi
que fue Fiscal de Estado entre 1984 y 1987.
El magistrado compartió dos años con el Dr. Ricardo
Mastronardi en el directorio del Banco de Mendoza, y que la
relación con el fue excelente, sin que lo considere un amigo
íntimo.
Luego
de
la
intervención
que
les
cupo
en
el
Directorio del Banco de Mendoza, mantuvo reuniones sociales con
el Dr. Mastronardi en casa de amigos comunes.
El magistrado decidió integrar un litisconsorcio con
el Dr. Mastronardi para litigar contra el Banco Central y el
Estado
Nacional,
por
cuanto
tenía
derecho
a
defender
sus
intereses y supone que el Dr. Mastronardi pensó de igual
manera.
Su voto en la causa Ruffo Antuña de ninguna manera
fue influenciado por la relación personal que mantenía con el
Dr. Mastronardi, y que hubiera fallado de igual modo de no
existir esa relación.
El Dr. Armando Surballe, abogado de la demandada en
la causa Ruffo Antuña, denunció al Dr. Mastronardi por el trato
injurioso y agraviante de éste para con él en dicha causa, y
Consejo de la Magistratura
que la Cámara que el Dr. Petra integra no promovió ninguna
investigación al respecto.
La recusación promovida por el Dr. Surballe en la
causa Ruffo Antuña, fue rechazada por un tribunal de conjueces,
que
determinó que el Dr. Petra siguiera entendiendo en la
misma.
El Dr. Petra acompañó dos escritos ampliatorios de su
declaración que fueron agregados a la presente investigación.
7º) Que el artículo 17 inciso 2 del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación establece que "Serán causales de
recusación... tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro
del grado expresado en el inciso anterior, interés en el pleito
o en otro semejante, o sociedad o comunidad con alguno de los
litigantes, procuradores o abogados, salvo que la sociedad
fuese anónima".
A su vez la doctrina ha sostenido que "La causal
primera que prevé el art. 17 inc. 2
sólo se configura cuando
el juzgador se encuentra en situación de aprovechar o sufrir
las consecuencias del fallo que debe dictar. Ese interés puede
ser pecuniario, económico, o moral; directo o indirecto, según
que el beneficio resulte de la solución de ese juicio o que
pueda influír como precedente en el resultado de otro pleito
semejante" (Santiago Fassi, Cesar Yañez, Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación, Tomo 1 págs 229/230).
A su vez, el artículo 30 del citado código ritual
establece que "todo juez que se hallare comprendido en alguna
de las causas de excusación mencionadas en el artículo 17
deberá excusarse. Asimismo podrá hacerlo cuando existan otras
causas que le impongan abstenerse de conocer en el juicio,
fundadas en motivos graves de decoro delicadeza".
8º) Que el cuestionamiento de los denunciantes se
dirige concretamente hacia la intervención que tuvo el juez en
una causa de la que debió haberse apartado en los términos del
artículo 17 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
En ese contexto, las partes interesadas han contado
con herramientas procesales para requerir el apartamiento de un
juez que consideran
que se encuentra en una situación objetiva
de pérdida de imparcialidad, como lo constituye la recusación
con causa. Es esa la vía adecuada para solucionar una cuestión
como la aquí planteada y no un proceso de remoción.
En este caso, la recusación fue planteada pero, como
se ha dicho, fue rechazada por un tribunal compuesto por
conjueces, quienes confirmaron que el Dr. Petra debía seguir
interviniendo.
En definitiva, se trata de una cuestión de neto corte
jurisdiccional y, en este supuesto específico, de carácter
opinable, al establecer el alcance que corresponde asignarle al
término "sociedad o comunidad con alguno de los litigantes"
(art. 17 inc. 2º C.P.C.C.N.) o determinar si el Estado en
general puede ser considerado el recusante con el que se tiene
un pleito, al que alude el inciso 3
del citado artículo 17, o
si deben efectuarse distinciones entre sus diferentes órganos
o entes autónomos.
Finalmente debe recordarse que el artículo 30 del
C.P.C.C. establece que la excusación por "motivos graves de
decoro o delicadeza" es facultativa de los jueces pues son
ellos,
desde
su
faz
subjetiva,
quienes
se
encuentran
en
condiciones de ponderar si en determinada situación particular
pueden perder su neutralidad o ser ella cuestionada.
Sin embargo al momento de evaluarlo deben tener en
cuenta
que
la
constitucional
regla
de
general,
"juez
derivada
natural"
del
(artículo
principio
18
de
la
Constitución Nacional), es que tienen la obligación legal de
intervenir en todas las causas que le fueren asignadas. La
jurisprudencia pacíficamente ha establecido que las causales
recusación deben ser interpretadas en forma restrictiva (LL,
2001-C, 416; LL, 2001-A, 572 y LLC, 2001-660).
Sirva como ejemplo de los valores que se encuentran
en juego, el artículo 4.6 del Código de Ética de Santa Fe que
establece que "el juez no debe apartarse con facilidad o
ligereza de los expedientes que están bajo su jurisdicción"
9º) Que en virtud de las consideraciones expuestas en
el punto anterior, no surge de manera indubitable que la
conducta
del
magistrado
haya
encuadrado
en
la
causal
de
excusación prevista por los arts. 17 inc. 2, 30 y 32 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación.
Consejo de la Magistratura
Ello así por cuanto como sostiene el Dr. Petra en su
descargo, el voto emitido en el caso "Ruffo Antuña", amén del
perjuicio económico sufrido por el Estado Nacional, tiene su
sustento en razones jurídicas en las que nada influye la
relación personal de éste con el letrado de la actora, por lo
que aquel habría arribado al mismo pronunciamiento de haber
existido otro letrado.
Asimismo, tampoco surge de manera concluyente que la
existencia de litisconsorcio con el Dr. Mastronardi en una
causa configure el requisito de "sociedad o comunidad" que
prevé el art. 17 inc. 2 del Código Procesal para exigir la
excusación del magistrado.
Por
tal
razón,
tratándose
el
particular
de
una
situación sujeta a una interpretación opinable, no pueden
extraerse
de
los
elementos
investigados
conclusiones
que
acrediten en forma objetiva la existencia de mal desempeño
funcional por parte del magistrado.
Por ello,
SE RESUELVE:
1º)
Desestimar
el
pedido
de
apertura
del
procedimiento de remoción del doctor Julio Demetrio Petra,
integrante de la Sala “A” de la Cámara Federal de Apelaciones
de Mendoza.
2º) Notificar al magistrado denunciado y archivar las
actuaciones.
Regístrese y notifíquese.
Firmado por ante mí, que doy fe.
Fdo.: Bindo B. Caviglione Fraga - María Lelia Chaya - Abel
Cornejo - Joaquín Pedro da Rocha - Juan C. Gemignani - Claudio
M. Kiper - Juan J. Mínguez - Luis E. Pereira Duarte (en
disidencia) - Victoria P. Pérez Tognola - Carlos A. Prades Beinusz
Szmukler
(en
(Secretario General).
disidencia)
-
Pablo
G.
Hirschmann
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