Miércoles, 24 de mayo de 2006. Año XVIII. Número: 6.004. CIENCIA Los chicles anticáncer Presentan una goma de mascar que elimina un compuesto relacionado con tumores de boca y de estómago ROSA M. TRISTAN MADRID.- Chicles de nicotina para dejar de fumar, chicles para aliviar la acidez de estómago... y ahora chicles que evitan el riesgo de cáncer. Ésta es la última novedad presentada en el Congreso de Cáncer Oral que se celebra en la ciudad italiana de Grado. Investigadores de la Universidad de Helsinki han conseguido fabricar una goma de mascar que contiene una sustancia capaz de absorber un compuesto químico, el acetaldehído, que se ha relacionado en algunos estudios con la proliferación celular y se cree que, en presencia de algún compuesto carcinogénico, puede generar el desarrollo de un cáncer de boca, esófago o estómago. El ingrediente activo que evitaría ese efecto es la cisteína, un aminoácido que se iría desprendiendo lentamente con la masticación, según informaba ayer la web de Nature en su página de noticias. El investigador principal de este innovador producto, Mikko Salaspuro, desarrolló la idea que previamente había expuesto su colega Martti Narvola, quien pensó que este chicle podría ser de gran utilidad para las personas que beben y fuman en exceso, dos aficiones que están relacionadas con el 80% de los cánceres que se detectan en los países en desarrollo. De hecho, está comprobado que tanto fumar como beber alcohol producen una elevación en el índice de acetaldehído en la boca y el tracto digestivo. Esta sustancia se genera cuando una enzima, la alcoholdeshidrogenasa, oxida el etanol de las bebidas. En el caso del tabaco, se estima que el humo de cada cigarrillo contiene 770 miligramos de este compuesto. Por su parte, la cisteína es uno de los 22 aminoácidos que utilizan las células para sintetizar proteínas y reacciona con este compuesto para sacarlo de los niveles de peligro. «Simplemente comiendo alimentos ricos en proteínas o tomando una píldora, se produce de forma natural», afirma Salaspuro. «El problema es que la cisteína de los alimentos normalmente se genera en el intestino delgado, cuando ya es demasiado tarde para prevenir el cáncer de boca o de estómago», añade el científico. Esa dificultad desaparecería con la opción del chicle, que permite liberarla donde es necesaria. De hecho, asegura que se ha comprobado que elimina todo el acetaldehído desde la misma boca. El español Manel Esteller, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), recuerda que, en todo caso, este compuesto químico «es sólo un factor de los muchos que, sumados, causan los cánceres» y que puesto que la cisteína se produce de forma natural «una dieta equilibrada entre ambas sustancias es el escenario ideal para una vida saludable». «La forma de dar la cisteína en un chicle es novedosa, pero son necesarios muchos estudios posteriores para demostrar su validez», argumenta Esteller. Buscando el sabor De momento, la idea sí ha convencido a la compañía Biohit, que ya está desarrollando el producto. «Su preparación es muy fácil, pero aún están analizando los sabores que van a darle», explicó Salaspuro en el congreso de Grado. No obstante, y aunque se comprobara que reduce el acetaldehído, el científico reconoce que hace falta mucho tiempo para averiguar si realmente se evitan casos de cáncer, debido a la naturaleza de esta enfermedad. Por ello, otros expertos han dejado claro que estos chicles no pueden sustituir ni a la limpieza dental, ni tampoco a las ventajas que tiene dejar de fumar. «El 90% de los que tienen cáncer es por fumar y mascar un chicle no les va a ayudar», ha señalado Kat Arney, portavoz de la Investigación contra el Cáncer en Gran Bretaña. Salaspuro, sin embargo, espera que su chicle ayude a las personas con mayor riesgo genético, como son los japoneses, que al parecer son más sensibles al acetaldehído. © Mundinteractivos, S.A.