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Colegio 20 de julio I.E.D.
PROYECTO DE TECNOLOGIA
Rutnery yinneth Chávez
PROF: William Camacho
803 J.T.
BOGOTA D C. Noviembre de 2009
Índice
Introducción
Justificación
Objetivos
Definición
Partes de un volcán
Materiales que arroja un volcán
Volcanes extraterrestres
Actividad volcánica
Volcanes activos
Volcanes durmientes
Tipos de erupciones volcánicas
Donde se localizan los volcanes
Volcán en escudo
Utilidad de los volcanes
Formas volcánicas
INTRODUCCION
Con este trabajo y la ayuda de sus imágenes
quiero mostrar a mis compañeros y al
profesor que es un volcán, de que esta
echo, clases de volcanes y su utilidad. La
idea es conocer otra definición y no
solamente pensar que un volcán es un
peligro.
JUSTIFICACION
- Realice este trabajo primeramente pues
me llamo la atención y quise investigarlo
más a fondo.
- También para mostrarlo como algo
importante para nuestro medio
ambiente.
OBJETIVOS
- Dar a conocer que es un volcán
- Mostrar su importancia
- Conocer un poco más acerca del tema.
DEFINICION
El volcán es el único
punto de contacto que pone en
comunicación directa la superficie con el
interior de la tierra, es decir, es el único
medio para observar y estudiar las rocas
magnéticas, que constituyen el 80 % de la
corteza terrestre sólida. En el fondo del
Manto terrestre el magma de baja presión
asciende, creando cámaras magnéticas por
debajo de la corteza. Después las rocas
agrietadas de la corteza permiten la salida
del magma a gran presión y tiene lugar la
erupción volcánica. El resultado de esta
erupción es vapor de agua, humo, gases,
cenizas, rocas y lava que son lanzados a la
atmósfera
Un volcán constituye el único conducto
que pone en comunicación directa la
superficie terrestre con los niveles
profundos de la corteza terrestre. La
palabra volcán se derivó del nombre del
dios mitológico Vulcano.
Este el único medio para observar y
estudiar los materiales líticos de origen
magnética, que representan el 80 por
ciento de la corteza sólida. En la
profundidad del manto terrestre, el magma
bajo presión asciende, creando cámaras
magnéticas dentro o por debajo de la
corteza. Las grietas en las rocas de la
corteza proporcionan una salida para la
intensa presión, y tiene lugar la erupción.
Vapor de agua, humo, gases, cenizas, rocas
y lava son lanzados a la atmósfera.
Un volcán, en esencia, es un aparato
geológico, comunicante temporal o
permanentemente entre el manto y la
superficie terrestre. Un volcán es también
una estructura geológica, por la cual
emergen el magma (roca fundida) y los gases
del interior de un planeta. El ascenso
ocurre generalmente en episodios de
actividad violenta denominados
«erupciones». Al acumularse el material
arrastrado desde el interior se forma una
estructura cónica en la superficie que
puede alcanzar una altura variable desde
unas centenas de metros hasta varios
kilómetros. El conducto que comunica el
reservorio de magma o cámara magnética
en profundidad con la superficie se
denomina chimenea. Esta termina en la
cima del edificio volcánico, el cual está
rematado por una depresión o cráter.
Algunos volcanes después de sufrir
erupciones grandes, se colapsan formando
enormes depresiones en sus cimas que
superan el kilómetro de diámetro. Estas
estructuras reciben el nombre de calderas.
La viscosidad (fluidez) de las lavas
arrojadas por volcanes depende de su
composición química. Así, las lavas más
fluidas, o de «tipo hawaiano», tienen
composiciones ricas en hierro y magnesio y
tienen un índice bajo de sílice. Cuando
emergen por la chimenea se almacenan en
el cráter o caldera hasta desbordarse,
formándose ríos de magma que pueden
fluir distancias de varias decenas de
kilómetros.
Fuente de lava de 10 metros de altura en
un volcán de Hawái, (Estados Unidos).
Las lavas más viscosas tienen un alto
contenido en sílice y vapor de agua. Dado
que fluyen pobremente, forman un tapón
en la chimenea que da lugar a erupciones
explosivas, aumentando el tamaño del
cráter. En casos extremos pueden destruir
completamente el cono volcánico como
sucedió durante la erupción del Monte
Santa Helena, en el estado de Washington,
(Estados Unidos) en 1980.
La lava no erupcióna siempre desde una
chimenea central; puede abrirse camino
también a través de aberturas en los
flancos del volcán. Si estas erupciones son
continuas pueden dar lugar a lo que se
conoce como cono parásito. El volcán
Etna, en Sicilia (Italia), posee más de 200 de
estos conos parásitos y algunos de ellos
sólo expulsan gases. Estos últimos se llaman
fumarolas.
Por lo general, los volcanes están asociados
a los límites de placas tectónicas, aunque
hay excepciones como el vulcanismo de
puntos calientes o hot spots ubicados en el
interior de placas tectónicas, tal como es
el caso de las islas Hawái; esta teoría es
barajada también para explicar el origen del
Archipiélago Canario.
Los geólogos han clasificado los volcanes
en tres categorías: volcanes en escudo,
conos de cenizas y conos compuestos
(también conocidos como estratovolcanes).
Un volcán de suma importancia fue el
Paricutín, en el estado de Michoacán,
México, aunque no es de grandes
dimensiones, su importancia radica en lo
que aportó a la vulcanología (1940s-50s) ya
que pudo ser estudiado por Gerardo
Murillo, el "Dr Atl" desde su nacimiento
hasta su muerte (durando su vida cerca de
una década).

Las partes de un volcán son: cámara
magmática, chimenea, cráter y cono
volcánico.
La cámara magmática es donde esta
almacenada la roca fundida , que puede
provenir de la capa D” (3000 Km, por
plumas y puntos calientes), de la
Astenosfera (100-700 Km, en los límites de
placas, dorsales y zonas de subducción) o
de la Litosfera (por descompresión de los
sólidos se vuelven líquidos), que forma la
lava; la chimenea es el conducto por donde
asciende la lava; el cráter es la parte del
volcán por donde los materiales son
arrojados al exterior; el cono volcánico es
la aglomeración de lavas y productos
fragmentados. También es posible que en
las fracturas del cono volcánico o en las
erupciones se formen cráteres adventicios
que se abren en los flancos o en su base y
cuyas chimeneas secundarias tienen
comunicación con la principal.
La salida de productos gaseosos, líquidos y
sólidos lanzados por las explosiones
(actividad volcánica) constituyen los
paroxismos o erupciones del volcán y según
tengan o no actividad son conocidos como:

Extinguidos : Todos aquellos volcanes
que actualmente están en superficie y
que no han dado muestras de actividad
volcánica, independientemente de que
en algún momento alcancen la
actividad.

Activos: Los que hoy, o en tiempos
históricos no muy lejanos,se han hallado
en actividad. Esta actividad es casi
siempre intermitente, ya que los
períodos de paroxismo alternan con
otros de descanso, durante los cuales
el volcán parece extinguido (Vesubio,
Teide, Teneguía, Fuji, etc.). Aunque
también existen volcanes que son de
actividad continua, como el ManuaLoa de las islas Hawai o el Etna en
Sicilia.
MATERIALES QUE ARROJA UN
VOLCÁN:
Los materiales que arrojan pueden ser de
tres tipos: gaseosos, líquidos y sólidos.

Gases: A veces son de gran violencia y
son mezclas cuya composición varia de
unos a otros, por las distintas
erupciones, e incluso por los distintos
periodos de una misma erupción. Los
gases más abundantes son el vapor de
agua, dióxido de carbono, nitrógeno,
hidrogeno, ácido clorhídrico y cloruros
volátiles, gases sulfurosos y sulfhídrico,
metano y otros hidrocarburos. Además
de por el cráter, los gases también se
desprenden de las lavas fundidas y por
las grietas del suelo. Si preceden a las
erupciones, o son posteriores a ellas, se
designan con el nombre de fumarolas.
Los gases expulsados durante las
erupciones pueden tener una densidad tal
que arrastren cenizas en suspensión,
formándose las llamadas nubes ardientes
(erupción del Vesubio del año 79 d. de C.,
que destruyó las ciudades de Pompeya y
Herculano).

Líquidos: Reciben el nombre de lavas y
son magmas que salen por el cráter y se
deslizan por los alrededores. Las muy
fluidas, como las basálticas, al
desbordar el cráter, se deslizan con
facilidad por las vertientes formando,
en alguna ocasión, cascadas (MaunaLoa) y por la superficie del suelo
formando coladas. La superficie de la
corriente de lava en contacto con el
aire se enfría con rapidez y con
frecuencia forma una costra que aisla
el interior, donde la lava puede
permanecer fluida mucho tiempo y
continuar deslizándose. En las lavas
muy fluidas, al enfriarse la superficie, el
interior puede quedar como una
cavidad bajo la costra superficial,
formando túneles volcánicos. Al
adaptarse la superficie de la lava a esta
corriente, forma estrías y ondulaciones
o retorcimientos parecidos a una
cuerda (cordadas).
Cuando el enfriamiento es en regiones
submarinas, las lavas con el agua se enfrían
rápidamente en la superficie y los núcleos
de lava al resbalar por la pendiente se van
separando en forma de bolsas globosas que
reciven el nombre de lavas almohadilladas o
pillow-lavas.
En lavas muy fluidas, al enfriarse la
superficie, el interior puede quedar como
una cavidad bajo la costra superficial,
formando túneles volcánicos. Si se
desploma parte del techo del túnel
volcánico se forman simas que comunican
con el exterior (jameos).

Sólido: Son los llamados piroclastos y
son de proyección. Atendiendo a su
tamaño se dividen en:
Bloques y bombas: Tamaño comprendido
entre varios centímetros a metros. Si las
lavas son muy viscosas al producirse la
explosión son lanzadas al aire y su parte
externa cristaliza rápidamente
permaneciendo su interior fluido, por lo
que al caer al suelo se agrietan como
corteza de pan, llamándose panes
volcánicos. Si las lavas son fluidas o menos
viscosas las bombas adquieren formas de
huso al ir girando en su trayectoria.
Lapilli y gredas: Tamaño entre el de un
guisante y el de una nuez.
Cenizas o polvo volcánico: Partículas de
menos de 4mm que debido a su tamaño
pueden ser transportadas por el viento a
grandes distancias.

Cuando en las lavas viscosas se
liberan los componentes
volátiles, ocasionan una
expansión que forma cavidades
no comunicadas entre sí, dando
el aspecto característico de las
pumitas o piedra pómez. La
consolidación de estos
piroclastos forman las tobas
volcánicas y aglomerados.
Volcanes extraterrestres
Monte Olimpo, el volcán más grande del
Sistema Solar situado en el planeta Marte.
La Tierra no es el único planeta del
Sistema Solar que tiene actividad
volcánica. Venus tiene un intenso
vulcanismo con unos 500.000 volcanes.
Marte tiene la cumbre más alta del sistema
solar: el Monte Olimpo, un volcán dado por
apagado con una base de unos 600 km. y
más de 27 km. de altura. La Luna está
cubierta de inmensos campos de basalto.
También existen volcanes sobre algunos
satélites de Júpiter y Neptuno: en
concreto, en Ío y Tritón. La sonda Voyager
1 permitió fotografiar en marzo de 1979 una
erupción en Ío, mientras que la Voyager 2
descubrió en agosto de 1989, sobre Tritón,
rastros de criovulcanismo y géiseres. Se
conocen también criovolcanes en
Encélado. Los astrofísicos estudian los
datos de esta cosecha fantástica que
extiende el campo de estudio de la
vulcanología. El conocimiento del
fenómeno tal como se produce sobre la
Tierra pasa en adelante por su estudio en
el espacio. La composición química de los
volcanes varía considerablemente entre los
planetas y los satélites y el tipo de
materiales arrojados es muy diferente de
los emitidos en la Tierra (azufre, hielo de
nitrógeno, etc).1
Actividad volcánica
La salida de productos gaseosos, líquidos y
sólidos lanzados por las explosiones
constituye los paroxismos o erupciones del
volcán.
Los volcanes se pueden clasificar de
diferentes maneras teniendo en
consideración factores diversos. Con
respecto a la frecuencia de su actividad
eruptiva los volcanes pueden ser:
Volcanes Activos
Emanaciones de vapor del crater "Arenas"
en el nevado del Ruiz. Septiembre de 1985,
dos meses antes de la tragedia.
Los volcanes activos son aquellos que
entran en actividad eruptiva. La mayoría
de los volcanes ocasionalmente entran en
actividad y permanecen en reposo la mayor
parte del tiempo. Para bienestar de la
humanidad solamente unos pocos están en
erupción continua. El período de actividad
eruptiva puede durar desde una hora hasta
varios años. Este ha sido el caso del volcán
de Pacaya. Los intervalos de calma entre
erupciones pueden durar meses, décadas y
en ocasiones hasta siglos. Sin embargo, no
se ha descubierto aún un método seguro
para predecir las erupciones.
Volcanes Durmientes
Los volcanes durmientes son aquellos que
mantienen ciertos signos de actividad
como lo son las aguas termales y han
entrado en actividad esporádicamente.
dentro de esta categoría suelen incluirse
las fumarolas y los volcanes con largos
periodos de tiempo en inactividad entre
erupción y erupción.
Volcanes Extintos
Los volcanes extintos son aquellos que
estuvieron en actividad durante períodos
muy lejanos y no muestran indicios de que
puedan reactivarse en el futuro. Son muy
frecuentes, aunque la inactividad que las
describe puede reactivarse nuevamente en
muy raras ocasiones, estos volcanes
generalmente han dejado de mostrar
actividad desde hace muchos siglos antes
de ser considerados extintos.
La actividad eruptiva es casi siempre
intermitente, ya que los períodos de
paroxismo alternan con otros de descanso,
durante los cuales el volcán parece
extinguido (Vesubio, Teide, Teneguía, Fuji,
etc.). Consiste en el desplazamiento de las
rocas ígneas o en estado de fusión, desde
el interior de la corteza terrestre hacia el
exterior. Estos materiales salen a la
superficie terrestre como si fueran ríos de
rocas fundidas, conformando un volcán
activo, al impulso de los gases.
Tipos de erupciones volcánicas
La temperatura, composición, viscosidad y
elementos disueltos de los magmas son los
factores fundamentales de los cuales
depende el tipo de explosividad y la
cantidad de productos volátiles que
acompañan a la erupción volcánica.
Hawaiano
Sus lavas son bastante fluidas, sin que
tengan lugar desprendimientos gaseosos
explosivos; estas lavas se desbordan
cuando rebasan el cráter y se deslizan con
facilidad por la ladera del volcán,
formando verdaderas corrientes que
recorren grandes distancias. Por esta
razón, los volcanes de tipo hawaiano son de
pendiente suave. Algunas partículas de
lava, al ser arrastradas por el viento,
forman hilos cristalinos que los nativos
llaman cabellos de la diosa Pelé (diosa del
fuego). Son bastante comunes en todo el
planeta.
Estromboliano
Este tipo de volcán recibe el nombre del
Stromboli, volcán de las islas Lípari (mar
Tirreno), al Norte de Sicilia. Se originan
cuando hay alternancia de los materiales en
erupción, formándose un cono
estratificado en capas de lavas fluidas y
materiales sólidos. La lava es fluida,
desprendiendo gases abundantes y
violentos, con proyecciones de escorias,
bombas y lapilli. Debido a que los gases
pueden desprenderse con facilidad, no se
producen pulverizaciones o cenizas.
Cuando la lava rebosa por los bordes del
cráter, desciende por sus laderas y
barrancos, pero no alcanza tanta extensión
como en las erupciones de tipo hawaiano.
Vulcaniano
Del nombre del volcán Vulcano en las islas
Lípari. Se desprenden grandes cantidades
de gases de un magma poco fluido, que se
consolida con rapidez; por ello las
explosiones son muy fuertes y pulverizan la
lava, produciendo mucha ceniza, lanzada al
aire acompañadas de otros materiales
fragmentarios. Cuando la lava sale al
exterior se solidifica rápidamente, pero los
gases que se desprenden rompen y
resquebrajan su superficie, que por ello
resulta áspera y muy irregular, formándose
lavas de tipo Aa. Los conos de estos
volcanes son de pendiente muy inclinada.
Vesubiano
Difiere del vulcaniano en que la presión de
los gases es muy fuerte y produce
explosiones muy violentas. Forma nubes
ardientes que, al enfriarse, producen
precipitaciones de cenizas, que pueden
llegar a sepultar ciudades, como ocurrió
con Pompeya y Herculano y el volcán
Vesubio.
Se caracteriza por alternar erupciones de
piroclastos con erupciones de coladas
lávicas, dando lugar a una superposición en
estratos que hace que este tipo de
volcanes alcance grandes dimensiones.
Otros volcanes de tipo vesubiano son el
Teide, el Popocatépetl y el Fujiyama.
Mar
Los volcanes de tipo mar se encuentran en
aguas someras, o presentan un lago en el
interior del cráter, o en ocasiones forman
atolones. Sus explosiones son
extraordinariamente violentas ya que a la
energía propia del volcán se le suma la
expansión del vapor de agua súbitamente
calentado; son explosiones freáticas.
Normalmente no presentan emisiones
lávicas ni extrusiones de rocas.
Peleano
De los volcanes de las Antillas es célebre la
Montaña Pelada, ubicado en la isla
Martinica, por su erupción de 1902, que
destruyó su capital, Saint-Pierre.
La lava es extremadamente viscosa y se
consolida con gran rapidez, llegando a
tapar por completo el cráter; la enorme
presión de los gases, sin salida, provoca una
enorme explosión que levanta este tapón
que se eleva formando una gran aguja. Así
ocurrió el 8 de mayo de 1902, cuando las
paredes del volcán cedieron a tan enorme
empuje, abriéndose un conducto por el que
salieron con extraordinaria fuerza los gases
acumulados a elevada temperatura y que,
mezclados con cenizas, formaron la nube
ardiente que ocasionó 28.000 víctimas.
Krakatoano
Una explosión volcánica muy terrible fue la
del volcán Krakatoa, en la isla del mismo
nombre(Indonesia). Originó una tremenda
explosión y enormes maremotos, y destrozó
la isla. Se cree que este tipo de erupciones
se deben a la entrada en contacto de la
lava ascendente con el agua o con rocas
mojadas, por ello se denominan erupciones
freáticas (véase "erupción de mar" más
arriba).
Erupciones submarinas
En el fondo oceánico se producen
erupciones volcánicas cuyas lavas, si llegan
a la superficie, pueden formar islas
volcánicas.Las erupciones suelen ser de
corta duración en la mayoría de los casos,
debido al equilibrio isostático de las lavas
al enfriarse, entrando en contacto con el
agua, y por la erosión marina. Algunas islas
actuales como las Cícladas (Grecia), tienen
este origen.
Avalanchas de origen volcánico (Lahares)
Hay volcanes que ocasionan gran número
de víctimas, debido a que sus grandes
cráteres están durante el periodo de
reposo convertidos en lagos o cubiertos de
nieve. Al recobrar su actividad, el agua
mezclada con cenizas y otros restos, es
lanzada formando torrentes y avalanchas
de barro, que cuentan con una enorme
capacidad destructiva. Un ejemplo fue la
erupción del Nevado de Ruiz (Colombia) el
13 de noviembre de 1985. El Nevado del
Ruiz es un volcán explosivo, en el que la
cumbre del cráter (5.000 msnm) estaba
recubierta por un casquete de hielo; al
ascender la lava se recalentaron las capas
de hielo, formando unas coladas de barro
que invadieron el valle del río Lagunilla y
sepultaron la ciudad de Armero, con
24.000 muertos y decenas de miles de
heridos.
Erupciones fisurales
Se originan en una larga dislocación de la
corteza terrestre, que puede ser desde
apenas unos metros hasta varios km. La
lava que fluye a lo largo de la rotura es
fluida y recorre grandes extensiones
formando amplias mesetas, con 1 ó más km
de espesor y miles de km². Un ejemplo de
vulcanismo fisural es la meseta del Decán
(India).
Volcán en escudo
Cuando la lava expulsada por el volcán es
fluida, de tipo hawaiano, el volcán
adquiere una forma de una estructura
amplia y abovedada, que por su apariencia
se los denomina en escudo.
Columnas de basalto de la «Calzada del
Gigante» en Irlanda del Norte.
Un volcán en escudo está formado
principalmente por lavas basálticas (ricas
en hierro) y poco material piroclastico. El
mayor volcán de la Tierra es el Mauna Loa,
un volcán en escudo en las islas Hawaii. El
Mauna Loa nace en las profundidades del
mar, a unos 5 km y se eleva sobre el nivel
del mar por unos 4.170 m.
Los volcanes en escudo como el Mauna
Loa se forman a lo largo de millones de
años gracias a ciclos de erupciones de lava
que se van superponiendo unas con otras.
El volcán de escudo más activo es el
Kilauea, localizado en la Isla de Hawaii, al
lado de Mauna Loa. En el período
histórico el Kilauea ha entrado unas 50
veces en erupción y es, por lo tanto, el
volcán de este tipo más estudiado.
El resultado de erupciones constantes
durante millones de años ha dado lugar a la
creación de las montañas más grandes de la
Tierra (si se tiene en cuenta la altura
contando desde la base en el lecho marino).
Por ejemplo, el Mauna Loa, desde su base
submarina hasta su cúspide, cuenta con
una altura de 9.5 km, mas alto que el monte
Everest.
Los geólogos creen que las primeras etapas
de formación de los volcanes en escudo
consiste en erupciones frecuentes de
delgadas coladas de basaltos muy líquidas.
Además de estas erupciones también se
producen erupciones laterales.
Normalmente con el cese de cada fase
eruptiva se produce el hundimiento del
área de la cima. En las últimas fases, las
erupciones son más esporádicas y la
erupción piroclástica se hace más
frecuente. A medida que esto sucede, las
coladas de lava tienden a ser más viscosas,
lo que provoca que sean más cortas y
potentes. Así, va aumentando la pendiente
de la ladera del área de la cima.
Los volcanes en escudo son muy comunes y
también se han identificado en el sistema
solar. El más grande conocido hasta la
fecha es el Monte Olimpo, sobre la
superficie de Marte, encontrándose
también varios de estos volcanes sobre la
superficie de Venus, aunque de apariencia
más achatada.
Flujo piroclástico
Cuando las erupciones de un volcán llegan
acompañadas de gases calientes y cenizas
se produce lo que se conoce como flujo
piroclástico o «nube ardiente». También
conocida como avalancha incandescente,
el flujo piroclástico se desplaza pendiente
abajo a velocidades cercanas a los 200
km/h. La sección basal de estas nubes
contienen gases calientes y partículas que
flotan en ellos. De esta forma, las nubes
transportan fragmentos de rocas que –
gracias al rebote de los gases calientes en
expansión– se depositan a lo largo de más
de 100 km desde su punto de origen.
En 1902 una nube ardiente de un pequeño
volcán llamado Monte Pelée en la isla
caribeña de Martinica destruyó la ciudad
portuaria de San Pedro. La destrucción
fue tan devastadora que murió casi toda la
población (unos 28.000 habitantes). A
diferencia de Pompeya, que quedó
enterrada en un manto de cenizas en un
plazo de tres días y las casas quedaron
intactas (salvo los techos por el peso de las
cenizas), la ciudad de San Pedro fue
destruida sólo en minutos y la energía
liberada fue tal que los árboles fueron
arrancados de raíz, las paredes de las casas
desaparecieron y las monturas de los
cañones se desintegraron. La erupción del
Monte Pelée muestra cuan distintos
pueden ser dos volcanes del mismo tipo.
Lahar
Los conos compuestos también producen
coladas de barro llamadas lahar, una
palabra de origen indonesio. Estos flujos se
producen cuando las cenizas y derrubios
volcánicos se saturan de agua y descienden
pendiente abajo, normalmente siguiendo los
cauces de los ríos. Algunos de los lahares
se producen cuando la saturación es
provocada por la lluvia, mientras que en
otros casos cuando grandes volúmenes de
hielo y nieve se funden por una erupción
volcánica. En Islandia, el último caso se
denomina jökulhlaup y es un fenómeno
devastador.
Destrucciones importantes de lahares se
dieron en 1980 con la erupción del Monte
Santa Helena, en Estados Unidos, que a
pesar de los destrozos producidos, no
produjo muchas víctimas debido a que la
región está poco poblada. Otro fue en 1985
con la erupción del Nevado del Ruiz, en
Colombia, la cual generó un lahar que
acabó con casi 20.000 personas.
Formas volcánicas
Calderas
La mayoría de los volcanes presentan en su
cima un cráter de paredes empinadas, por
el interior. Cuando el cráter supera 1 km
de diámetro se denomina caldera
volcánica.
Las calderas son estructuras de forma
circular y la mayoría se forma cuando la
estructura volcánica se hunde sobre la
cámara magmática parcialmente vacía que
se sitúa por debajo. Si bien la mayoría de
las calderas se crea por el hundimiento
producido después de una erupción
explosiva, esto no es así en todos los casos.
En el caso de los enormes volcanes en
escudo de Hawái, las calderas se crearon
por la continua subsidencia a medida que
el magma se drenaba desde la cámara
magmática durante las erupciones
laterales. También las calderas de las islas
Galápagos se han ido hundiendo por
derrames laterales.
Las calderas de gran tamaño se forman
cuando un cuerpo magmático granítico
(félsico) se ubica cerca de la superficie
curvando de esta manera las rocas
superiores. Posteriormente, una fractura
en el techo permite al magma rico en gases
y muy viscoso ascender hasta la superficie,
donde expulsa de manera explosiva,
enormes volúmenes de material
piroclástico, fundamentalmente cenizas y
fragmentos de pumita. Estos materiales se
denominan coladas piroclásticas y pueden
alcanzar velocidades de 100 km/h. Cuando
estos materiales se detienen, los
fragmentos calientes se fusionan para
formar una toba soldada que se asemeja a
una colada de lava solidificada. Finalmente,
el techo se derrumba dando lugar a una
caldera. Este procedimiento puede
repetirse varias veces en el mismo lugar.
Se conocen al menos 138 calderas que
superan los 5 km de diámetro. Muchas de
estas calderas son difíciles de ubicar, por
lo que han sido identificadas con imágenes
de satélites. Entre las más importantes se
encuentra La Garita con unos 32 km de
diámetro y una longitud de 80 que está
ubicada en las montañas de San Juan al sur
del estado de Colorado.
Erupciones fisurales y llanuras de lava
A pesar de que las erupciones volcánicas
están relacionadas con estructuras en
forma de cono, la mayor parte del material
volcánico es extruido por fracturas en la
corteza denominadas fisuras. Estas fisuras
permiten la salida de lavas de baja
viscosidad que recubren grandes áreas. La
llanura de Columbia en el noroeste de los
Estados Unidos se formó de esta manera.
Las erupciones fisurales expulsaron lava
basáltica muy líquida. Las coladas
siguientes cubrieron el relieve y formaron
una llanura de lava (plateau) que en algunos
lugares tiene casi 1,5 km de grosor. La
fluidez se evidencia en la superficie
recorrida por la lava: unos 150 km desde su
origen. A estas coladas se las denomina
basaltos de inundación (flood basalts).
Este tipo de coladas sucede
fundamentalmente en el suelo oceánico y
no puede verse. A lo largo de las dorsales
oceánicas, donde la expansión del suelo
oceánico es activa, las erupciones fisurales
generan nuevo suelo oceánico. Islandia
está ubicada encima de la dorsal
centroatlántica y ha experimentado
numerosas erupciones fisurales. Las
erupciones fisurales más grandes de
Islandia ocurrieron en 1783 y se
denominaron erupciones de Laki. Laki es
una fisura o volcán fisural de 25 km de
largo que generó más de 20 chimeneas
separadas que expulsaron corrientes de
lava basáltica muy fluida. El volumen total
de lava expulsada por las erupciones de
Laki fue superior a los 12 km³. Los gases
arruinaron las praderas y mataron al
ganado islandés. La hambruna subsiguiente
mató cerca de 10.000 personas. La caldera
está situada muy por debajo de la boca del
volcán.
Domo de lava
Domos de lava en el cráter del Monte
Santa Helena (Estados Unidos).
La lava rica en sílice es viscosa y por lo
tanto, apenas fluye; cuando es extruida
fuera de la chimenea puede producir una
masa bulbosa de lava solidificada que se
denomina domo de lava. Debido a su
viscosidad, la mayoría está compuesto por
riolitas y otros por obsidianas. La mayoría
de los domos volcánicos se desarrollan a
partir de una erupción explosiva de un
magma rico en gases.
Aunque la mayoría de los domos volcánicos
están asociados a conos compuestos,
algunos se forman de manera
independiente. Tal es el caso de la línea de
domos riolíticos y de obsidiana en los
cráteres Mono en California.
Chimeneas y pitones volcánicos
Los volcanes se alimentan del magma a
través de conductos denominados
chimeneas. Estas tuberías pueden
extenderse hasta unos 200 km de
profundidad. En este caso, las estructuras
proveen de muestras del manto que han
experimentado muy pocas alteraciones
durante su ascenso.
Las chimeneas volcánicas mejor conocidas
son las sudafricanas que están cargadas de
diamantes. Las rocas que rellenan estas
chimeneas se originaron a profundidades
de 150 km, donde la presión es lo bastante
elevada como para generar diamantes y
otros minerales de alta presión.
Debido a que los volcanes están siendo
rebajados constantemente por la erosión y
la meteorización, los conos de cenizas son
desgastados con el tiempo, pero no sucede
lo mismo con otros volcanes. Conforme la
erosión progresa, la roca que ocupa la
chimenea y que es más resistente, puede
permanecer de pie sobre el terreno
circundante mucho después de que haya
desaparecido el cono que la contiene. A
estas estructuras de las denomina pitón
volcánico. Shiprock, en Nuevo México, es
un claro ejemplo de este tipo de
estructuras
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