Ateneo de Nefrología - Revista Argentina de Nefrolog a

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Ateneo de Nefrología
Miguel Angel Nadal*, Rolando Feuli, Bruno Lococo, Graciela De Rosa**
*División de Nefrología, Hospital de Clínicas, UBA
**Departamento de Patología, Hospital de Clínicas, UBA
Mujer de 58 años de edad que es internada en el Hospital de
Clínicas el 19 de febrero de 2003 por un cuadro de 15 días de
evolución con dolor abdominal difuso de tipo cólico acompañado de deposiciones liquidas en número de 4 a 5 por día, que en
las últimas 48 horas agrega vómitos de contenido bilioso.
En sus antecedentes se destacan hipertensión arterial diagnosticada hace 10 años, en tratamiento con diltiazem 180 md/día,
lisinopril 5mg/día, nifedipina 30mg/día y furosemida 20 mg/día.
Hipotiroidismo tratado con levotiroxina 100 mcg/día desde hace
1 año.
Desde el 10 de julio de 2002 se conoce con esclerodermia difusa,
por la cual inicia tratamiento con D-penicilamina 250mg/día y
deltisona 4 y 8 mg en días alternos.
Examen físico: lúcida, afebril, sin flapping. Piel engrosada con
aumento de la pigmentación. Fruncimiento de la piel peribucal y
telangiectasias faciales. Edema en miembros inferiores y región
sacra con godet +. Presión sanguínea 130/80 mmHg, frecuencia
cardíaca 108/min, fondo de ojo grado II de Keith y Wagener.
Ausencia de ingurgitación yugular, R1 y R2 normales en los 4
focos sin soplos ni frote pericárdico. Frecuencia respiratoria
16/min, pulmones con buena entrada bilateral de aire, sin ruidos
agregados. Abdomen levemente distendido, timpánico, no
doloroso, con ruidos hidroaéreos positivos, sin visceromegalias.
Sistema nervioso s/p.
Laboratorio
Hto 43%, leucocitos 10.600/mm3, plaquetas 240.000/mm3, urea
226 mg/dl, creatinina 13 mg/dl, ionograma: sodio 137 mEq/l,
potasio 6.3 mEq/l, proteínas totales: 4.5 g/dl, albúmina 1.8 g/dl, α
1 0.30 g/dl, α 2 1.3 g/dl, β 0.55 g/dl, γ 0.55 g/dl, EFNa 13,5,
clearence de creatinina 5ml/min, sangre arterial: pH 7.19, bicarbonato10.7 mEq/l, FAN positivo moteado 1/160, LDH 425 UI/l,
complemento total 35 CH50/ml (25-50), C3 164 mg/dl (80-180),
C4 31mg/dl, anti Sm, anticentrómero, anti RNP, anti SCL 70, anti
DNA y ANCA negativos. Espirometría normal. Ecocardiograma sin
hipertensión pulmonar ni derrame pericárdico. Ecodoppler de
vasos renales normal.
Orina: densidad 1,005, pH 6; prot:+++, Sedimento: leucocitos:
40-60 por campo, hematíes campo semicubierto. Cilindros gran30
ulosos, anchos, cuerpos ovales grasos y cilindros grasos.
Proteinuria 14,3 g 24 horas.
Ecografía renal: RD 116 mm x 59 mm x 69 mm; RI 115 mm x 63
mm x 52 mm con escasa relación cortico-medular. Se inicia
hemodiálisis. Se efectúa PBR el 25 de febrero de 2003.
Discusión
Dr. Miguel A. Nadal (Jefe División Nefrología, Hospital de Clínicas
UBA)
Esta paciente padece esclerodermia difusa desde hace 2 años y
fue hospitalizada con un conjunto de manifestaciones clínicas de
combinación poco frecuente.
Dr. Nadal: Dr. Bruno Lococo (médico de planta de la División
Nefrología, Hospital Fernández)
1. Las manifestaciones digestivas previas a la internación: ¿a qué
pueden atribuirse?
- Dr. Lococo: Los síntomas digestivos que tiene la paciente son
atribuibles a la esclerodermia difusa. Dentro del compromiso visceral, el aparato gastrointestinal es el más frecuentemente afectado debido a la atrofia de la muscularis mucosae, seguida de un
proceso de fibrosis de la submucosa. Esto se traduce a nivel del
intestino delgado en dolores cólicos intermitentes y diarreas.
Además, puede instaurarse un síndrome de mala absorción, con
pérdida de peso. En algunos casos, la proliferación bacteriana por
asa ciega es una causa importante de diarrea y cólicos abdominales.
- Dr. Nadal: Dr. Rolando Feuli (médico de la División Nefrología,
Hospital Italiano de Rosario) ¿Puede agregar algún comentario
adicional en este aspecto?
- Dr. Feuli: En este sentido debemos considerar que en presencia
de una esclerodermia difusa, puede estar comprometido todo su
aparato digestivo, es decir, esófago, estómago, intestino delgado
y colon. En este caso en particular, la sintomatología digestiva se
puede atribuir al intestino delgado, ya que la mitad de los
pacientes suelen presentar distensión abdominal, náuseas, vómitos, dolor y diarrea. Este último síntoma suele explicarse por un
síndrome de mala absorción provocado presuntamente por
sobredesarrollo bacteriano debido a la atonía intestinal.
- Dr. Nadal: Dr. Lococo, ¿cómo analiza la presentación
Ateneo de Nefrología
simultánea de insuficiencia renal aguda y síndrome nefrótico?
- Dr. Lococo: La esclerodermia difusa es una enfermedad sistémica caracterizada por la proliferación incontroloda de tejido conjuntivo y por la existencia de alteraciones vasculares características. Estas lesiones se localizan en la dermis y también frecuentemente en otros órganos (aparato digestivo, pulmón, riñón,
etc). Dentro de las formas de esclerodermia, esta paciente tiene
la de evolución más rápida, más grave y por consiguiente de peor
pronóstico, que es la esclerodermia cutánea difusa.
En la afectación renal de la esclerodermia hay cinco formas
de presentación:
1. Forma aguda: crisis renal esclerodérmica (CRE), cuyos criterios
diagnósticos son:
- Se presenta en enfermos con esclerodermia cutánea difusa.
- Evoluciona con insuficiencia renal aguda (IRA).
- La IRA coincide habitualmente con hipertensión maligna.
(encefalopatía hipertensiva, visión borrosa por retinopatía
hipertensiva grado 3 o 4 y anemia hemolítica microangiopática).
- Suele existir proteinuria de rango no nefrótico.
- El sedimento urinario es poco activo.
- La hipertensión se relaciona con niveles elevados de renina
plasmática.
2. Forma crónica de nefropatía esclerodérmica, cuyas características diagnósticas son:
- Hipertensión arterial moderada.
- Proteinuria de rango no nefrótico, con escasas alteraciones en
el sedimento urinario.
- Insuficiencia renal de lenta progresión.
- Esta nefropatía traduce la presencia de un parénquima renal
crónicamente isquémico, a causa de las lesiones vasculares características de la esclerodermia.
Esta paciente no parecería cursar con ninguna de los dos manifestaciones renales consideradas de la esclerodermia cutánea difusa.
3. Síndrome de superposición:
- Esclerodermia/ Lupus eritematoso sistémico.
- Esclerodermia/ síndrome antifosfolipídico.
- Esclerodermia/vasculitis. ANCA
4. Complicaciones renales de la terapéutica (D-penicilamina).
5. Coincidencia de esclerodermia con hipertensión arterial esencial u otras nefropatías.
En mi opinión, la hipertensión arterial de esta paciente es primaria no complicada (aunque esté medicada con 4 drogas), ya
que tiene poca afectación de órganos diana, como lo indica el
fondo de ojo grado II, un ecocardiograma y el ecodoppler de
vasos renales normales. El compromiso renal de la paciente no
me impresiona que estuviese en relación con su hipertensión
arterial crónica.
En relación al hipotiroidismo primario, éste es una causa infrecuente de síndrome nefrótico. Yo descartaría esta enfermedad
como causa de su síndrome nefrótico, ya que usualmente cuando
se presenta es en un hipotiroidismo no tratado y con un sedimento urinario poco activo, todo lo contrario a la situación de
esta paciente. También creo importante mencionar que algunos
autores refieren que el 50% de las esclerodermias difusas cursan
con un hipotiroidismo por reemplazo fibroso de la glándula.
- Dr. Nadal: Dr. Feuli, ¿cómo interpreta la afectación renal?
Algunos de los datos relevantes de la paciente en cuestión son la
presencia de una IRA parenquimatosa (EFNa > 13.5) con otros
datos habituales en este tipo de expresión renal, ClCr de 5
ml/min, acidosis metabólica, K+ elevado, etc. También se describe
la presencia de un síndrome nefrótico.
Respecto a la IRA y teniendo en cuenta los cuatro antecedentes
de importancia clínica: a) esclerodermia difusa, b) hipertensión
arterial crónica, c) hipotiroidismo primario y d) ingesta de varias
drogas, es mandatorio pensar que estamos en presencia de una
CRE. Este caso, aparentemente no se presentó como un cuadro
de CRE característico. Si bien se desencadenó dentro del período
previsible de la evaluación de la esclerodermia, no se constató
hipertensión arterial maligna, la cual juega un papel primordial
como desencadenante de la CRE. En este sentido es interesante
destacar que se han descrito casos de CRE sin HTA, motivo por el
cual este diagnóstico debe ser considerado. Por otro lado, la presencia de vómitos y diarrea pudo haber contribuido a la IRA por
disminución del FSR, en un riñón eclerodérmico con
estrechamiento de las pequeñas arterias (arcuatas e interlobullillares) con el agregado de las lesiones provocadas por la HTA
crónica. En este aspecto es útil destacar que si bien las manifestaciones clínicas de lesión renal en la esclerodermia aparecen
en un 10% de los pacientes, las alteraciones estructurales renales
se han descrito en un 80%. También la ingesta de IECA puede en
ocasiones desarrollar una IRA. No debemos olvidar a los corticoides como desencadenantes de la CRE.
Respecto al síndrome nefrótico es probable que se haya producido por la ingesta de penicilamina, ya que la proteinuria que se
suele ver en la esclerodermia por sí misma, en general nunca
llega a rango nefrótico.
- Dr. Nadal: Dr. Lococo ¿Cómo evalúa el efecto de la penicilamina y la furosemida?
- Dr. Lococo: la toxicidad renal de la D-penicilamina se manifiesta principalmente por proteinuria y en la mitad de los casos con
síndrome nefrótico. La proteinuria generalmente se diagnostica
en el segundo semestre y rara vez después del año de iniciado el
tratamiento. La proteinuria no se relaciona ni con la dosis ni con
la duración del tratamiento.
La lesión morfológica más frecuente es una glomerulopatía
membranosa, aunque también están descriptas cambios mínimos
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Volumen IV - Número 1- Año 2006
o glomerulonefritis extracapilar, esta última a veces asociada a
hemorragia pulmonar (síndrome pulmo-renal). Por otra parte, se
han descrito algunas observaciones de esclerodermia (hasta un
10%), que presentan ANCA con glomerulonefritis necrotizante
extracapilar. Algunas de estas presentan también anticuerpos
antimembrana basal con patrón lineal de IgG en inmunofluorescencia renal, asociación que para algunos autores es una entidad
asociada al uso de la D-penicilamina.
La furosemida es una causa de nefritis intersticial aguda, cuya
característica fundamental es la infiltración de células inflamatorias en el compartimiento intersticial con edema intersticial e
indemnidad de los glomérulos. El cuadro clínico es el de una disminución repentina de la función renal, con proteinuria de rango
no nefrótico, micro o macrohematuria, leucocituria con urocultivo negativo y eosinofiluria. La afectación glomerular de cambios
mínimos, asociada a una nefritis intersticial que se observa con
frecuencia con el uso de antiinflamatorios no esteroideos, no
está descripta con la furosemida.
- Dr. Nadal: Dr. Lococo ¿Cuáles son sus conclusiones diagnósticas? Mi primer diagnóstico es que el síndrome nefrótico es
secundario al uso de la D-penicilamina, cuya dos glomerulopatías más frecuentes son la membranosa y el cambio mínimo,
que la insuficiencia renal aguda pudo ser producida por una
nefritis intersticial aguda secundaria a la furosemida, ya que el
sedimento urinario, además de presentar campo cubierto de
hematíes, muestra una leucocituria importante de 40-60 por
campo.
Mi segunda opción, es que tenga una glomerulopatía secundaria
al uso de la D-penicilamina con síndrome nefrótico, y glomerulonefrítis rápidamente progresiva con semilunas sobreimpuestas.
Mi tercera opción es que como la paciente está cursando un síndrome nefrótico con hipoalbuminemia acentuada (1.8 g/dl),
tratamiento con diurético y un cuadro abdominal que motivó su
ingreso con deposiciones líquidas abundantes y vómitos biliosos,
asocie una disminución del volumen plasmático efectivo y la
perfusión renal, hasta el punto de producir una necrosis tubular
aguda de origen isquémico. En contra de este diagnóstico, se
encuentra el sedimento urinario con campo cubierto de hematíes
y leucocituria.
- Dr. Nadal: Dr. Feuli ¿Qué esperaría encontrar en la biopsia renal?
Seis días después de su ingreso se realizó una biopsia renal. En
primer lugar esperaría hallar las lesiones características de
“estrechamiento” de la luz de las pequeñas arterias interlobulares
y arcuatas por “engrosamiento” de la pared de las mismas por
edema, proliferación celular de la íntima y depósitos mucoides de
glicoproteínas y mucopolisacáridos. También podríamos observar
necrosis fibrinoide que suele ser indistinguible de la producida
por HTA maligna. Los túbulos se deberían ver aplanados y
deflecados por destrucción celular por la IRA. En los glomérulos
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esperaría encontrar un engrosamiento difuso de la MB remedando una glomerulopatía membranosa provocada por el uso de
penicilamina, si bien también se suele ver este tipo de lesión de
la MB en forma focal y a veces difuso, independientemente de la
ingestión de penicilamina. Si la lesión isquémica es muy intensa
se puede observar necrosis cortical. Puede observarse también
hiperplasia del aparato yuxtaglomerular.
- Dr. Nadal: Dr. Lococo ¿Qué esperaría encontrar en la biopsia
renal?
En mi opinión, la paciente tiene una glomerulopatía secundaria
al uso de la D-penicilamina. Me inclino primero por una
glomerulopatía de cambios minimos y segundo por una membranosa, que le ocasiona el síndrome nefrótico.
En relación a la insuficiencia renal aguda se podría encontrar:
1. Una nefritis intersticial aguda secundaria al uso de diuréticos.
2. Una glomerulonefritis con semilunas sobreimpuesta a una
neuropatía membranosa.
3. Una necrosis tubular aguda por hipovolemia.
Estudio histopatológico de la biopsia renal
Graciela De Rosa*
*Médica de planta, Departamento de Patología, Hospital de Clínicas, UBA
Biopsia renal: Tres fragmentos renales, dos corticales y uno cortico-medular, que contienen en conjunto 23 glomérulos, dos de
ellos globalmente esclerosados. Los restantes muestran aumento
de tamaño, leve engrosamiento irregular y segmentario de las
paredes capilares (Foto 1), alteraciones podocíticas difusas, leve
expansión matricial mesangial y una semiluna celular segmentaria (Foto 2).
Foto 1. (02446). Glomérulo con paredes capilares ligeramente engrosadas, rodeado
por intersticio fibroso y necrosis tubular aguda focal (PAS, 100X).
Ateneo de Nefrología
Con tricrómico de Masson se evidencian depósitos granulares
subepiteliales distribuidos irregularmente (Foto 3).
Necrosis tubular aguda extensa (Foto 4) con regeneración parcial,
tubulorrexis, cilindros hialinos con detritus celulares, leucocitos y
aislada atrofia. Intersticio con edema, fibrosis difusa leve e infiltrados linfoplasmocitarios.
Las arteriolas muestran engrosamiento parietal leve por fibrosis e
hipertrofia muscular y las arterias moderada fibrosis intimal con
reduplicación de fibras elásticas.La inmunofluorescencia directa
demostró depósitos granulares parietales difusos de IgG de baja
intensidad (1+), discontinuos y en sectores pseudolineales (Foto 5).
Foto 2. (02442). Glomérulo con semiluna celular y colapso de capilares (PAS,
Foto 5. (02078). Paredes capilares glomerulares con depósitos granulares fluorescentes (IgG, 400X).
Foto 3. (00356). Depósitos parietales (gránulos de color rojo) en la región
subepitelial de las paredes capilares ( TM, 1000X).
Fioto 4. ( 02444). Túbulos con epitelio aplanado o ausente (necrosis tubular
aguda; PAS, 200X).
El C3 también mostró un patrón semejante pero focal, mientras
que las demás Ig, C1q y fibrinógeno resultaron negativos.
El estudio con microscopía electrónica reveló depósitos electron
densos irregularmente dispuestos en la región subepitelial de la
membrana basal de los capilares glomerulares, confirmando el
diagnóstico de glomerulopatía membranosa estadio I. El diagnóstico final fue “glomerulopatía membranosa con proliferación
extracapilar focal; necrosis tubular aguda”.
Es interesante analizar cada uno de estos hallazgos y su posible
relación con el cuadro clínico que se discute.
La GPM idiopática es considerada la causa más frecuente de síndrome nefrótico del adulto; las formas secundarias representan
una minoría y generalmente se asocian con enfermedades
autoinmunes, infecciones, neoplasias y ciertos agentes terapéuticos.1 La histopatología muestra alteraciones en las paredes capilares, que en las formas primarias son muy similares en todos los
glomérulos, dando un aspecto regular y homogéneo.
En el estadio I de la GPM, si bien la arquitectura glomerular está
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Volumen IV - Número 1- Año 2006
preservada y el grosor de las paredes suele ser normal, pueden
identificarse depósitos granulares fucsinófilos subepiteliales con
tricrómico de Masson y aspecto irregular del contorno de las
paredes capilares con metenamina plata.
La inmunofluorescencia y/o la microscopía electrónica son
imprescindibles para confirmar el diagnóstico; la primera muestra depósitos parietales granulares difusos de IgG, comúnmente
asociada con C3 y la última depósitos electron densos
subepiteliales o intramembranosos, según el estadío en que se
encuentre al momento de la biopsia renal.
En las GPM primarias, el tamaño de los depósitos suele ser regular en cada muestra, aunque varíe de un caso a otro y generalmente los mismos se distribuyen difusa y globalmente a lo largo
de las paredes capilares.
En esta paciente, con diagnóstico de esclerodermia difusa tratada
con penicilamina e hipotiroidismo, sería importante tratar de
establecer si se trata de una forma primaria o secundaria de
GPM, lo cual tiene implicancias pronósticas y terapéuticas. Si
bien no existen criterios estrictos para su diferenciación, algunos
hallazgos patológicos son sugestivos de GPM secundaria: 1)
ausencia de compromiso global de los glomérulos, 2) hipercelularidad mesangial, 3) afectación segmentaria de las paredes capilares, 4) presencia de inmunodepósitos subepiteliales y mesangiales.2
En este caso, llamó la atención la escasez de depósitos y su baja
intensidad con la inmunofluorescencia. Graham y Nagle3 han
demostrado que el porcentaje promedio de membrana basal con
depósitos subepiteliales o intramembranosos es significativamente menor en las formas secundarias y además tienden a estar
más esparcidos que en la GPM primaria. Esto último se corroboró
en esta biopsia por inmunofluorescencia y microscopía electrónica.
La penicilamina-D es una droga capaz de producir daño renal en
5-30% de los pacientes dentro de los 2-6 meses de iniciado el
tratamiento hasta 5-6 años luego de su suspensión. En los
pacientes que desarrollan síndrome nefrótico, el hallazgo más
frecuente es una GPM, aunque han sido descriptas GP mesangial,
cambios mínimos, extracapilar y necrotizante focal.4
Otro punto a discutir es la IRA; en pacientes con esclerodermia
habitualmente es atribuida a una crisis renal esclerodérmica y
excepcionalmente a una GP extracapilar. En pacientes con síndrome nefrótico, la IRA puede obedecer también a necrosis tubular aguda por disminución del flujo sanguíneo renal.5
En esta GPM los depósitos parietales eran pequeños, escasos,
estaban irregularmente distribuidos y tenían muy poca intensidad (1+) en la inmunofluorescencia, lo cual sugiere una forma
secundaria de GPM. El hallazgo de proliferación extracapilar en
un glomérulo no justifica por sí solo la pérdida de función con
requerimiento de hemodiálisis, lo cual sí puede ser atribuido a la
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extensa NTA evidenciada en la microscopía óptica.
Cuando una GPM se asocia con semilunas, la serología puede ser
positiva para anticuerpos anti-MB o ANCA.6-8 No obstante, hay
pacientes con GPM y proliferación extracapilar en los que no se
detectan Ac anti-MB ni ANCA, como ocurrió en este caso.
En algunos enfermos, los inmunocomplejos subepiteliales
podrían desencadenar la liberación de material de la membrana
basal, con desarrollo subsiguiente de anticuerpos anti-membrana
basal y posterior formación de semilunas; la asociación con
ANCA en otros casos sugiere una vasculitis sobreimpuesta a la
GPM.
Finalmente, en pacientes en los cuales los anticuerpos anti-membrana basal y los ANCA son negativos, como el que se presenta,
la inmunidad mediada por células es un mecanismo alternativo
propuesto basado en estudios con anticuerpos monoclonales en
los que se ha demostrado la presencia de macrófagos, células T e
ICAM-1 en las semilunas, endotelio vascular, epitelio tubular
proximal y/o intersticio.9
Diagnósticos histopatológicos del riñón:
- Glomerulopatía membranosa
- GN Extracapilar Focal
- Necrosis Tubular Aguda
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