242 Rev Biomed 1998; 9:242-249. Golpe de calor: revisión de conceptos a propósito de un caso. Revisión Renán A. Góngora-Biachi1, William A. Moguel-Rodríguez1, Pedro González-Martínez1, Ezequiel Esquinca-Ocaña2, Miguel A. Serapio-Hernández2. 1 Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”, Universidad Autónoma de Yucatán, Hospital Militar Regional, Mérida, Yucatán, México. 2 RESUMEN. Introducción.- El “Golpe de Calor” (GC) se produce cuando la regulación de la temperatura es incapaz de disipar la acumulación del calor corporal. El GC ocurre ante la exposición de altas temperaturas (GC “clásico” ) o como consecuencia de actividades físicas en ambientes con temperaturas elevadas (GC “postejercicio” ). Caso clínico.- Paciente masculino de 20 años de edad, sin antecedentes patológicos previos. Inició su padecimiento posterior a ejercicio físico intenso (carreras) durante 30 minutos, en una temperatura ambiental de 39º a 40ºC y presentando de manera súbita pérdida del estado de conciencia y fiebre de 40º C. Diez y siete horas después del inicio del padecimiento, el paciente presentó estado de coma profundo (no había respuesta a estímulos), síndrome hemorrágico y alteraciones en la función renal. Se estableció el diagnóstico de GC con manifestaciones de coma metabólico e hipoxémico, insuficiencia renal aguda (IRA), coagulación intravascular diseminada (CID) y miocardiopatía. Discusión.- El daño descrito en el GC es una degeneración celular generalizada y hemorragias ampliamente distribuidas. Hay evidencias que señalan a las monoaminas y citoquinas como participantes en la disrregulación térmica y en el daño cerebral. La rabdomiolisis favorece el desarrollo de necrosis tubular aguda e IRA. Las alteraciones de la hemostasia y fibrinolisis descritas en el GC son compatibles con el diagnóstico de CID. La activación plaquetaria y el daño endotelial favorecen el desarrollo de la CID. Uno de los órganos afectados tempranamente en el GC es el corazón. y se han documentado estados de hipotiroidismo, incrementos en la procalcitonina e hipersecresión de la hormona de crecimiento (HC). Se identifican como marcadores de mal pronóstico la elevación de la deshidrogenasa láctica, de la HC y disminución de Antitrombina III. Se debe reducir la temperatura en un plazo de una hora. La vigilancia de la permeabilidad de las vías aéreas, el control y prevención de crisis convulsivas, así como de arritmias cardiacas, son maniobras que aumentan la Solicitud de sobretiros: M.C. Renán A. Góngora Biachi, Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”, Av. Itzáes Nº 490 x 59, C.P. 97000, Mérida, Yucatán, México. correo electrónico: [email protected] Recibido el 13/Mayo/1998. Aceptado para publicación el 27/Julio/1998. Este artículo esta disponible en http://www.uady.mx/~biomedic/rb98947.html Vol. 9/No. 4/Octubre-Diciembre, 1998 243 RA Góngora-Biachi, WA Moguel-Rodríguez, P González-Martínez y col. posibilidad de supervivencia de estos pacientes. Las secuelas más frecuentes son afectaciones del sistema nervioso central. Es importante la identificación de factores de riesgo y modificarlos para la prevención del GC. (Rev Biomed 1998; 9:242-249) Palabras clave: Golpe de calor, coagulación intravascular diseminada, insuficiencia renal aguda, miocardiopatía. SUMMARY. Heat stroke: revision of concepts with regard to a case. Introduction. The heat stroke (HS) occurs when the temperature control is uncapable of disipating the accumulation of body heat (classic HS) or as a consequence of physical exercise in high temperatures (post exercise HS). Clinical case. 20 years old male patient, with no previous pathological antecedents. The ailment began after intense physical exercise (races) for 30 minutes, at an environmental temperature of 39º to 40ºC, and gradually presented loss of consciousness and fever of 40ºC. Seventeen hours after the beginning of the ailment, the patient was in a deep coma (there was no response to stimulus), haemorrhagic syndrome and alterations in the renal functions. The diagnoses of HS with manifestations of metabolic and hypoxemic coma, acute renal failure (ARF), disseminated intravascular coagulation (DIC) and myocardiopathy. Discusion. The damage described in HS is a general cellular degeneration and widely distributed haemorrhages. There is evidence which points to the monoaminos and the cytocynes to participate in the thermic disregulation and the brain damage.The rabdomyolysis favours the development of acute tubular necrosis and ARF. The alterations of the haemostasis and fibrinolysis described in HS are compatible with the diagnosis of DIC. The platelet activation and the endothelial damage favour the development of DIC. One of the organs affected in the early stages of HS is the heart, and states of Revista Biomédica hypothyroidism, increases in the procalcitonin and hypersecretion of the growth hormone (GH) have been documented. They are identified as markers of a bad prognosis the elevation of lactic deshydrogenase, of the GH and the reduction of antithrombin III. The temperature must be lowered in less than an hour. The vigilance of the breathing passages, the control and prevention of convulsive crisis as well as the cardiac arrhythmias are handlings which increase the possibility of survival of these patients. The most common sequele is damage to the central nervous system. The identification and modification of risk factors is important for the prevention of HS. (Rev Biomed 1998; 9:242-249) Key words: Heat stroke, disseminated intravascular coagulation, acute renal failure, myocarphaty. INTRODUCCIÓN. El “Golpe de Calor” (GC) es considerado una urgencia médica que se produce cuando la regulación de la temperatura es incapaz de disipar la acumulación del calor corporal, cuando se incrementa la temperatura de la persona arriba de 41º C (1). El GC puede ocurrir como un desorden de la regulación térmica ante la exposición de altas temperaturas (GC “clásico” (GCC)) o como consecuencia de la realización de actividades físicas en ambientes con temperaturas elevadas (GC “postejercicio” GCE)) (1). El GCC ocurre durante las estaciones cálidas y principalmente en gente anciana, en pacientes con trastornos neurológicos discapacitantes (esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, entre otros), en pacientes con fibrosis quística, en sujetos alcohólicos y en pacientes con trastornos mentales (1-3). El GCE se presenta en zonas cálidas y tropicales donde las personas realizan actividades físicas intensas, sin poseer aclimatación previa del área ( por ejemplo, en reclutas del ejército, en corredores de fondo, en peregrinos religiosos que realizan caminatas extenuantes y en agricultores) (46). También puede presentarse en los marinos que trabajan en el cuarto de máquinas de los barcos que 244 Golpe de calor. navegan en los trópicos y en trabajadores de fundidoras y vidrierías (7). Los cambios climáticos ocurridos en la última década -asociados en parte al fenómeno de “ El Niño” - han ocasionado sobrecalientamento de las zonas tropicales del planeta (8). Este ha sido el caso de la Península de Yucatán y de otros sitios de la República Mexicana, en donde se han registrado temperaturas, medidas en la sombra, hasta de 43º C, que representa un factor de riesgo para el desarrollo de casos de GC. Por eso consideramos de interés reportar un caso de GCE y revisar algunos conceptos actuales en referencia a esta patología. CASO CLÍNICO. Se trató de un paciente masculino de 20 años de edad, estudiante, originario de una zona rural (Maxcanú, Yucatán) y residente de la Ciudad de Mérida,Yucatán, sin antecedentes patológicos previos. Inició su padecimiento el 15 de julio de 1997, posterior a ejercicio físico intenso (carreras) durante 30 minutos, con una temperatura ambiental de 39º a 40ºC (a las 15 horas de ese día) presentando de manera súbita pérdida del estado de conciencia y fiebre de 40ºC. Al llegar al servicio de urgencias se le encontró con pérdida del estado de la conciencia, fiebre de 39.4ºC, piel seca y caliente, taquipnea y taquicardia, así como hipotensión arterial de 80/40 mm Hg. Las pupilas se apreciaron isocóricas y reflécticas. Presentó una evacuación intestinal líquida, sin sangre. El tratamiento inicial fue con soluciones cristaloides (con las cuales la TA se incrementó a 100/80 mm Hg) y aplicaciones de fomentos de agua helada en tórax y abdomen, con lo que se logró reducir la fiebre a 38.7ºC. En la unidad de cuidados intensivos el paciente presentó de nuevo una evacuación diarreica y dos vómitos de contenido alimentario, sin rasgos de sangre. Se instaló catéter vesical y no se obtuvo orina. La temperatura persistió en 38.5ºC, por lo que se le aplicó 1 g de dipirona por vía intravenosa, logrando el descenso de la temperatura corporal a 37.3ºC. Presentó datos de irritación del sistema nervioso central: temblor de extremidades, hipertonía muscular y tendencia a convulsionar- por lo que se le aplicó 10 mg de diacepan intravenoso. Diez y siete horas después del inicio del padecimiento, el paciente presentaba: a) Estado de coma con una puntuación de 3 en la escala de Glasgow (9). b) Síndrome hemorrágico (petequias, equimosis, hemorragia de tubo digestivo alto y hematoquesia). c) Alteraciones en la función renal (creatinina de 2.9 mg/dL, oliguria a pesar de administración de líquidos; proteinuria, eritrocituria y hemoglobinuria). Los estudios de laboratorio en ese momento de la evolución se consignan en el cuadro 1. Un ultrasonido abdominal reportó hígado y bazo con disminución de su densidad y pequeñas imágenes puntiformes ecogénicas, esplenomegalia leve a moderada. Un ecocardiograma mostró en las cavidades cardiacas pequeñas imágenes densas que sugerían émbolos o vegetaciones. La teleradiografía del tórax mostró dilatación de cavidades derechas y datos incipientes de edema perialveolar. La gasometría arterial identificó acidosis metabólica descompensada e hipoxemia. Se estableció el diagnóstico de GC con manifestaciones de coma metabólico e hipoxémico, insuficiencia renal aguda (IRA), coagulación intravascular diseminada (CID) e insuficiencia cardiaca (IC). Fue tratado con líquidos parenterales, electrolitos, bicarbonato de sodio, plasma fresco, dexametasona, heparina, antimicrobianos, control térmico con medios físicos y dipirona, así como apoyo respiratorio con ventilador volumétrico. El paciente presentó falla orgánica múltiple y paro cardiorespiratorio irreversible 48 horas posteriores a su ingreso. DISCUSIÓN. Cuando un individuo joven y sano que ha estado realizando actividad física intensa con exposición al calor, sufre espontáneamente pérdida del estado de conciencia, presenta pulso rápido, Vol. 9/No. 4/Octubre-Diciembre, 1998 245 RA Góngora-Biachi, WA Moguel-Rodríguez, P González-Martínez y col. Cuadro 1. Resultados de los estudios de laboratorio en un caso de Golpe de Calor. DETERMINACIÓN Hemoglobina (g/dL) Plaquetas ( /uL) Hemoglobina libre suero (mg/dL) TTPa (seg) Tiempo protrombina ( seg) Fibrinógeno ( mg /dL) Sulfato de protamina Creatinina mg /dL) Urea (mg /dL) Glucosa (mg /dL) TGP ( UI) TGO (UI) Sodio (mEq /L) Potasio (mEq /L) Calcio ( mg/dL) Cloro (mEq /L) Examen General de Orina: Proteínas Hemoglobina Eritrocitos RESULTADO 16.7 32,000 0.84 211.4 122 10.20 positivo 1: 20 4.0 31 65 188 146 139 3.13 7.6 104 Positivo Positivo Positivo REFERENCIA 13-15 150,000 - 300,000 Hasta 3.9 26.4* 11.7* 200 - 400 negativo 0.5 - 1.5 26- 32 70 - 110 4-32 4-36 135-145 3.5-5.0 9-11 99-108 Negativo Negativo Negativo TTPa = Tiempo de tromboplastina parcial activad;TGP= Transaminasa glutámica pirúvica;TGO= Transaminasa glutámica oxalacético; * Valor obtenido en mezcla de plasmas de sujetos normales. hipertermia mayor de 40º C, piel caliente y enrojecida, falta de sudoración, debe sospecharse el diagnóstico de GC. Las manifestaciones clínicas de pérdida del estado de conciencia, fiebre de 39.4º C, anhidrosis, hipotensión arterial, taquipnea y taquicardia, aunado al antecedente de ejercicio físico intenso en una temperatura ambiental entre 39º y 40º C, otorgaron los elementos que sustentaron el diagnóstico del presente caso. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas suelen iniciarse con delirio, cefalea, entumecimiento y hormigueo, vértigos, inquietud y confusión mental por un tiempo variable antes del colapso (1). En casos más graves el inicio del cuadro puede expresarse con convulsiones y evolución rápida al estado de coma. Revista Biomédica El daño comúnmente descrito en el GC es una degeneración celular generalizada y hemorragias ampliamente distribuidas, principalmente en el sistema nervioso central, hígado y riñones (1). Los resultados de laboratorio muestran hemoconcentración, hipernatremia, hipocalcemia, hipofosfatemia, en algunos casos hipoglicemia y alteraciones en las enzimas hepáticas y musculares (1,5,10). Cuando el síndrome progresa es frecuente encontrar evidencias de hemólsis, trombocitopenia, CID, rabdomiolisis, mioglobinuria y de necrosis tubular aguda (1, 11-13). El presente caso se acompañó de cuatro condicionantes que favorecieron la gravedad y muerte del paciente: coma metabólico e hipoxémico, 246 Golpe de calor. CID, IRA e IC. La fisiopatogenia de estos eventos en el GC no ha sido totalmente definida, aunque reportes recientes han permitido aclarar algunos de estos mecanismos. Así, aunque el mecanismo exacto de la disrregulación térmica no ha sido totalmente aclarado, un estudio experimental ha documentado que los opioides agonistas endógenos participan en este proceso (14). Así mismo hay evidencias que señalan a las monoaminas y citoquinas como participantes en la disrregulación térmica y en el daño cerebral. En un modelo experimental en ratas, durante la isquemia cerebral inducida por el GC (15), las concentraciones extracelulares de dopamina, serotonina o norepinefrina se incrementaron en el hipotálamo, el cuerpo estriado y otras regiones del cerebro. Adicionalmente, las concentraciones de interleucina 1, de interleucina 6 y del factor de necrosis tumoral, también se incrementaron en el plasma y en el tejido celular. En este modelo el daño isquémico cerebral inducido por el GC fue atenuado si se depletaba la dopamina o serotonina, produciendo además una supervivencia ventajosa en este grupo de ratas (15, 16). Por otro lado, cuando los animales fueron tratados con el antagonista interleucina 1 (15,17, 18), el daño cerebral fue menor y su supervivencia mayor. Otras observaciones experimentales han demostrado que la hipertermia inducida ocasiona en el hipocampo depleción de trifosfato de adenosina intraneuronal, evento que en su turno produce acumulación de neurotransmisores cititóxicos y pérdida de glutamato en las terminaciones axonales (19). Estos resultados sugieren que la acumulación marcada en el cerebro de dopamina, serotonina, interleucina-1 y neurotransmisores citotóxicos, es importante en la isquemia cerebral y el daño neuronal producido en el GC. Aunque la conección fisiopatogénica entre el metabolismo muscular y el GC no se ha definido totalmente, hay evidencias que demuestran que sujetos con fibras musculares predominantemente del tipo II (5) son susceptibles a desarrollar GC. Por otro lado, se ha reportado que numerosos pacientes con GC tienen la misma susceptibilidad farmacológica (cafeína y halotane) descrita para la hipertermia maligna (20). En el mecanismo de la IRA en el GC, la rabdomiolisis al parecer participa en forma importante favoreciendo el desarrollo de necrosis tubular aguda (10-12). La CID -a través de depósitos de fibrina en arteriolas glomerulares e isquemia- y la hipotensión arterial presente en el GC son otros factores que contribuyen a esta falla renal. El daño endotelial descrito en el GC (21), permite suponer que la disminución de la producción de prostaciclina y óxido nítrico, puedan contribuir en esta secuencia de eventos fisiopatogénicos. Aunque los pacientes con GCE cursan con un estado hipermetabólico durante la fase aguda, los pacientes con GC e IRA esta condición es más marcada (22). Como consecuencia de la falla renal la producción de 1’25-dehidroxivitamina D está disminuida, evento al que se le atribuye el metabolismo anómalo del calcio que se identifica en el GC (12). Las alteraciones de la hemostasia y fibrinolisis descritas en los pacientes con GC son compatibles con el diagnóstico de CID (prolongación de los TP, TTPa, tiempo de trombina; disminución de la antitrombina -III (AT-III), de los factores V, VIII y X, de las proteínas C y S, del fibrinógeno y del inhibidor del activador de plasminógeno; plaquetopenia; incremento de los productos de fragmentación de fibrina y fibrinógeno, incrementos del activador tisular del plasminógeno) (4). El origen de la CID en estos pacientes al parecer es multifactorial. Experimentalmente, en ovejas, se ha demostrado que la exposición prolongada al calor produce activación plaquetaria con respuestas de hiperagregación a agonistas como colágena y ADP (23), lo que sugiere que en el GC este fenómeno puede contribuir tempranamente en la activación de la hemostasia. Un reporte de 16 casos de GC se pudo documentar elevación de monómeros de fibrina , de dímero D, de los complejos trombinaAT-III y de plasmina-alfa 2 antiplasmina, en valores significativamente mayores que en sujetos normales o en personas con “stress” por calor (13). Este reporte también apoya el concepto que en el GC la Vol. 9/No. 4/Octubre-Diciembre, 1998 247 RA Góngora-Biachi, WA Moguel-Rodríguez, P González-Martínez y col. activación del sistema de coagulación y de fibrinolisis son eventos fisiopatogénicos tempranos. Otro mecanismo importante en la secuencia de estos eventos favorecedores de la CID es el daño endotelial (21, 23) que incrementa el acceso a estructuras protrombóticas subendoteliales y reduce la capacidad de activar la fibrinolisis in situ, favoreciendo a la activación de la hemostasia. Uno de los órganos afectados tempranamente en el GC es el corazón (25). Estudios con pirofosfato de tecnesio99 en pacientes han demostrado daño difuso e inclusive se han documentado casos de infarto cardíaco (26). Se ha descrito un grupo de proteínas de 70-72 kD en tejido cerebral y en miocardio, denominada “proteína del choque por calor” que se expresa como consecuencia del daño isquémico producido por el choque de calor experimental y otros modelos isquémicos (27,28). Estudios in vitro sugieren que la expresión de esta proteína favorece la recuperación funcional del miocardio dañado (29). Otras alteraciones metabólicas han sido descritas en los pacientes con GC. Así se ha documentado estados de hipotiroidismo en relación al grado de severidad de casos de GCE y se postula que este evento es una acción para prevenir efectos catabólicos indeseables (30). Incrementos en la procalcitonina también han sido reportados en el GC y se postula que guarda relación con la activación de citoquinas (31). La hipersecreción de la hormona de crecimiento (HC) es otro evento metabólico asociado al GC, aunque su efecto real es desconocido (32). Cuando el GC no es tratado es mortal. Se refiere que alrededor de la tercera parte de los pacientes con tratamiento puede morir y existe una correlación entre el pronóstico con la elevación de la temperatura y el tiempo transcurrido antes de la atención médica (1). También se han identificado como marcadores de mal pronóstico, correlacionándolas directamente, la elevación de la deshidrogenasa láctica (33) y los niveles de HC en las primeras seis horas del GC (32). Concentraciones bajas de AT-III también se han relacionado con la Revista Biomédica magnitud y desarrollo del GC (13). El tratamiento debe orientarse a reducir la temperatura en un plazo de una hora. Cuando el tratamiento se retrasa más de cuatro horas o no ha sido eficaz de inmediato, suele originarse el choque y edema pulmonar, ataxia cerebral, insuficiencia renal y hepática y lesión cardiaca (1, 10, 26, 34). La importancia del manejo inicial es reducir la temperatura corporal y aumentar la circulación (1). Se considera que mientras más elevada se encuentre la temperatura mayor debe ser la técnica de enfriamiento. El método mas eficaz es el baño en agua fría (35). También puede envolverse el cuerpo con sábanas húmedas y colocar ventiladores para acelerar el enfriamiento, así como colocar bolsas de hielo sobre casi todo el cuerpo . Lavados gástricos con agua helada y enemas han sido también métodos recomendados para control de la hipertermia. Las soluciones deberán enfriarse antes de su administración. El masaje de la piel debe de usarse en conjunto con los procesos de enfriamiento, ya que estimula el retorno de la sangre “enfriada” al cerebro y a las vísceras (1 ). La sedación es útil para disminuir la producción del calor metabólico. La hidratación debe de aplicarse cuidadosamente, ya que los requerimiento en las primeras 12 horas son habitualmente de 1,000 a 1,200 mL. En caso de hipotensión, es prioritario manejar la reposición de volumen tomando en cuenta la presión venosa central (1). La vigilancia de la permeabilidad de las vías aéreas, el control y prevención de crisis convulsivas, así como de arritmias cardiacas, son maniobras que aumentan la posibilidad de supervivencia de estos pacientes, en especial si son jóvenes previamente sanos (1). El control de la CID, cuando ésta se presenta, debe hacerse bloqueando el estado de hipertrombinemia con heparina y reponiendo factores a través de la infusión de plasma y/ o crioprecipitados. La transfusión de plaquetas como en otros casos de CID- no parece ser de utilidad. La diálisis renal es otro procedimiento que debe de aplicarse, si se justifica, en estos casos. Basados en modelos animales, se ha propuesto que los antagonistas opioides podrían ser útiles en el GC (14), 248 Golpe de calor. aunque clínicamente esto no se ha demostrado. Así mismo, es probable que en el futuro terapias bloqueadoras de interleucinas pudieran adherirse a los esquemas terapéuticos del GC (18). Se han descrito algunas secuelas en supervivientes del GC. Las más frecuentemente reportadas son las afectaciones del sistema nervioso central: ataxia, cuadriplejía, atrofia cerebral y síndromes cerebelosos (3, 36-38). En climas tropicales como el nuestro, existe riesgo potencial de sufrir GC si el ejercicio físico que se realiza es excesivo y las temperaturas ambientales son elevadas. Durante las temporadas cálidas las muertes por calor pueden elevarse incluso si hay factores que predispongan, como pudieran ser la edad avanzada, falta de aclimatación, afecciones neurológicas y mentales, infecciones crónicas y sedentarismo, entre otros. Por eso es importante la identificación de factores de riesgo y modificarlos para la prevención. En especial, los entrenamientos físicos en climas como el de la Península de Yucatán, deben realizarse en las horas del amanecer o atardecer, cuando la temperatura ambiental sea las más baja, con un buen estado de hidratación (los corredores deberán de tomar 300 mL de agua 10 minutos antes del entrenamiento y 250 mL cada 3 a 4 km y se recomienda evitar soluciones con glucosa y sal) y evitar ingesta de alcohol antes del ejercicio (1). alterations in coagulation and fibrinolysis in heat stroke patients during the pilgrimage ( Haj) to Makkah. Blood Coagul Fibrinolysis 1994; 5: 731-6. REFERENCIAS. 1.- Petersdorf RG. Hypothermia and hyperthermia. En Isselbacher KJ, Braunwald E, Wilson JD, Martin JB, Fauci JB, Kasper DL, eds. Harrison’s Principles of Internal Medicine 13th de. New York: McGraw-Hill; 1994. p. 2473-9. 12.- Shieh SD, Lin YF, Lin SH, Lu KC. 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