Familia MARCHANTIACEAE Marchantiales de frondes ordinariamente grandes, sin surco medio profundo, de tejidos bien diferenciados. Anteridios reunidos casi siempre en capítulos bien limitados. Arquegonios en grupos alrededor de un mamelón hundido en un alvéolo de la fronde. Esporogonios en carpocéfalos, de pie globuloso y corto pedicelo. Cápsula dehiscente, que encierra esporas y elaterios. Las Marchantiáceas forman, por lo general, céspedes grandes; las frondes son radicelosas, acintadas, de tamaño variable, pero ordinariamente grandes; en esta familia no están las especies más diminutas y sí las mayores de todas las Marchantiales. El tejido fundamental tiene siempre varias capas de células; en algunas especies se acumula, especialmente en la línea media, formando una seudonervadura. El contenido de algunas de sus células se transforma en ciertas especies en una sustancia mucilaginosa, y en el Conocephalus cónicas esta transformación alcanza a grupos de células que se prolongan paralelamente al eje de la fronde, dando origen a conductos irregulares llenos de mucílago en el espesor de la seudonervadura (fig. 108 d). Los cuerpos aceitosos, almidón, tífeles parietales más o menos marcados, etc., no faltan casi nunca. Tampoco faltan las escamas en una, dos o tres filas a cada lado de la línea media, y en casi todas está bien delimitada la escama propiamente dicha del apéndice caedizo, que sólo llevan las internas. El tejido aerífero nunca está constituido por simples columnas y estrechas cámaras como en las Riccias, sino por láminas de células clorofilosas que limitan cámaras más anchas cerradas superiormente por una epidermis bien formada con estomas simples o compuestos. En ciertas especies las cámaras aéreas son amplias, en un solo piso, vacías casi siempre, oblicuas y alargadas hacia afuera y adelante; la epidermis, fina por lo general en estas frondes, deja transparentar las cámaras y la inserción superior de los tabiques, resultando una suerte de estriación confusa en la cara dorsal de la fronde, cuyas líneas se dirigen predominantemente hacia afuera y adelante a ambos lados de la línea media. En otras especies las cámaras primitivas se dividen y subdividen por láminas oblicuas, de lo que resulta un tejido esponjoso de pequeñas cámaras irregulares en varios