Hiroshima y Nagasaki Las ciudades japonesas devastadas hace 70 años por la más mortífera de las armas El 16 de julio de 1945, los Estados Unidos de América probaron la primera arma nuclear en Alamogordo, estado de Nuevo México. Casi un mes más tarde, los días 6 y 9 de agosto, los norteamericanos lanzaron bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, Japón, y acabaron con la vida de más de 100.000 personas. Setenta años después de esta destrucción, muchos gobiernos aún cuentan con armas nucleares. En 2014, nueve Estados disponían de aproximadamente15.850 armas de este tipo, de las cuales 4.300 fueron ubicadas en el marco de fuerzas operativas. Unas 1.800 de esas armas se mantienen en estado de máxima alerta operativa.1 Los Estados Unidos y la Federación Rusa tienen en su poder el 94% del arsenal nuclear global. Estas armas de destrucción masiva constituyen una amenaza inadmisible para la humanidad y nuestro planeta. Al conmemorar este aniversario deberíamos escuchar el clamor de los hibakushas - los sobrevivientes. Su existencia es el argumento más convincente para que las armas nucleares no sean usadas nunca más. Sin embargo, los Estados que poseen estas armas continúan modernizando sus arsenales en vez de dar pasos hacia su abolición.2 En mayo de 2015 se llevó a cabo la Novena Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares de las Naciones Unidas, una reunión que fue profundamente decepcionante. En ella, el mundo fue testigo de cómo la resistencia de los Estados que poseen armas nucleares predominó sobre los que apoyaban la iniciativa humanitaria en contra de estas armas.3 El uso de fondos públicos destinados a los programas de armamento nuclear es algo grotesco. Se estima que en los próximos 10 años los gobiernos del mundo gastarán alrededor de un billón de dólares estadounidenses en armas nucleares. La modernización de esas armas desafía toda racionalidad si tenemos en cuenta los fondos que se necesitan para solventar tantas necesidades humanas y ambientales. «Gastar en armas nucleares dilapida la riqueza de las naciones. Dar prioridad a semejante gasto es un error y un despilfarro de recursos, que se invertirían mucho mejor en las áreas de desarrollo humano integral de la educación, la salud y la lucha contra la pobreza extrema. Cuando se dilapidan dichos recursos, los pobres y los débiles, que viven al margen de la sociedad, pagan las consecuencia». (Papa Francisco, 7 de diciembre de 2014) http://www.sipri.org/media/pressreleases/2015/yb-june-2015 https://www.armscontrol.org/act/2014_05/Nuclear-Weapons-Modernization-A-Threat-to-the-NPT 3 http://www.europeanleadershipnetwork.org/all-eyes-on-the-humanitarian-initiative_2677.html 1 2 En los últimos meses – inspirados en las proféticas declaraciones de la Santa Sede 4 que revocan la justificación moral de la disuasión nuclear y, por tanto, el diseño, desarrollo o posesión de armas nucleares – amplios círculos de la sociedad civil hacen a sus gobiernos, cada vez más insistentemente, una pregunta básica: «¿Por qué las armas nucleares son todavía legales cuando el resto de armas de destrucción masiva están prohibidas?» Está aumentando el clamor internacional que pide la prohibición de las armas nucleares y muchas de las organizaciones miembros de Pax Christi están profundamente involucradas.5 La iniciativa humanitaria es una nueva llamada para tomar medidas decisivas y avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares. La iniciativa revela un cambio fundamental en respuesta a las urgentes demandas de un gran porcentaje de la población mundial, que serían las primeras víctimas de un accidente nuclear. Todas las comunidades deberían reflexionar sobre la inmoralidad de las armas nucleares, el papel que juega la ética en su abolición y la fuerza de la acción y del liderazgo religiosos en la consecución de la paz. Una ética basada en la amenaza de la destrucción recíproca, no es digna de las futuras generaciones. El armamento nuclear es, en esencia, inhumano e antiético. Solamente una ética enraizada en la solidaridad y la coexistencia pacífica es un proyecto digno para el futuro de la humanidad. «La disuasión nuclear y la amenaza de una indudable destrucción recíproca no pueden ser la base de una ética de fraternidad y de coexistencia pacífica entre los pueblos y los Estados». (Papa Francisco, 7 de diciembre de 2014) Bruselas, agosto de 2015 “Nuclear Weapons: Time for Abolition,” Vienna, December 2014 - http://www.paxchristi.net/news/world-withoutnuclear-weapons-possible-holy-see-takes-leading-role-abolishing-nuclear-weapons#sthash.93CePCLS.dpbs 5 http://www.icanw.org/why-a-ban/positions/ 4