AGENDA POLÍTICA CON MOTIVO DEL 70 ANIVERSARIO DEL LANZAMIENTO DE LAS BOMBAS NUCLEARES EN LAS CIUDADES DE HIROSHIMA Y NAGASAKI, JAPÓN, A CARGO DEL DIPUTADO JESÚS VALDÉS PALAZUELOS, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL. Con la venia de la presidencia. Compañeras y compañeros legisladores. A lo largo de la historia mundial se han desencadenado grandes y lamentables acontecimientos, los cuales han quedado gravados en la memoria de generaciones pasadas e incluso seguirán estando presentes en las generaciones futuras. Un caso que representa con claridad lo anterior se presentó a las 8:15 de la mañana del 6 de agosto de 1945 en la ciudad japonesa de Hiroshima, lugar que fue el objetivo de la primera bomba atómica utilizada en un conflicto bélico, a la cual se le conocería como -Little Boy-. Tres días después se lanzaría una segunda bomba sobre Nagasaki, llamada -Fat Man-, hechos ambos que precipitaron el fin de la Segunda Guerra Mundial, consolidando así a los Estados Unidos como una superpotencia mundial. Sin embargo, estos ataques simbolizaron una pérdida de por lo menos 246 mil muertos en ambas ciudades, la mitad en los días del bombardeo, los restantes en el transcurso del año debido a heridas y enfermedades derivadas de la radiación. Han pasado ya 70 años de estos hechos, y aun así siguen estando presentes, ya que la pérdida de las vidas humanas siempre será lamentable bajo cualquier circunstancia, pero lo es aún más que, a pesar de la atrocidad que representaron estos hechos, en la actualidad aún existan países que cuenten o aspiren a contar con este tipo de armamento, cuya letalidad representa el genio, pero también la imbecilidad del género humano. Es por esto que México ha sido un fuerte promotor de la eliminación de las armas nucleares en el mundo, tal y como fue el caso del Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (más conocido como Tratado de Tlatelolco), el cual fue promovido en respuesta a la crisis de los misiles en Cuba, e impulsado por el presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz y el diplomático Alfonso García Robles, quien por sus esfuerzos en favor de la reducción de armas nucleares obtendría el Premio Nobel de la Paz en 1982. México también fue uno de los países firmantes del Tratado sobre la no Proliferación de las Armas Nucleares, el cual es fue abierto a la firma el 1º de julio de 1968, el cual restringe la posesión de armas nucleares, constituyendo un sistema basado en tres pilares fundamentales: la no – proliferación, el desarme y el uso pacífico de la energía nuclear. -Este es nuestro grito. Esta es nuestra oración. Para la construcción de la paz en el mundo-. Tal es la inscripción que encontramos en el monumento de la Paz de los Niños en 1958, el cual representa a una joven que lleva una grulla de papel, Sadako Sasaki, quien contaba con sólo 2 años cuando acaeció el bombardeo atómico sobre Hiroshima, habiéndosele descubierto 10 maños después una leucemia que pondría fin a su vida. En el hospital le contaron una antigua leyenda japonesa, según la cual a la persona que hiciera 1.000 grullas de papel se le concedería un deseo. Dado que el papel era entonces escaso, era difícil que Sadako viera su deseo cumplido, pero con la ayuda de familiares y amigos, la niña pudo hacer 1.000 grullas. Murió cuando estaba haciendo la grulla 1001. Compañeras y compañeros legisladores, Debemos tener en cuenta los lanzamientos de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki, ya que ambas nos han demostrado no sólo los lamentables efectos que pueden generar este tipo de armas en el momento de su detonación, sino también sus efectos y consecuencias futuras que tan solo significan dolor y sufrimiento sin fin para miles de personas. Acuerdos como los recientemente logrados entre Irán y el denominado Grupo 5 + 1 son dignos de elogio, ya que privilegian el uso del diálogo y la diplomacia como herramienta eficaz para prevenir el uso bélico de la energía nuclear. Es por ello que debemos combatir la amenaza nuclear. Ello es una obligación ética y de sentido común para cualquier persona que se precie de ser decente, pues resulta abominable que mientras existan millones de seres cuya existencia raya en la miseria, se destinen cuantiosos recursos a la construcción de armamento capaz de arrasar la vida en la tierra. La construcción de bombas atómicas constituye una estupidez tan grande como lo sería que los ratones fabricaran ratoneras. Recordemos lo que dijo uno de los genios más grandes que ha dado la humanidad, el físico Albert Einstein: -Cuando me preguntaron sobre algún armacapaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: la Paz-. DIPUTADO JESÚS VALDÉS PALAZUELOS