¿La OTAN en Palestina? Por Carlos Penedo. Analista de Estrella Digital ¿Tropas de la Alianza Atlántica en Ramala? Si asoma en los medios es que se ha planteado, la posibilidad de una operación de paz gestionada por la OTAN, con el aval de Naciones Unidas, para vigilar-separar-imponer el cumplimiento de un hipotético acuerdo de paz entre Israel y Palestina. La misión de la ONU en Líbano, que contó con un protagonismo importante español hoy reducido a la mitad, ha demostrado su efectividad para evitar conflictos en la frontera norte de Israel desde 2006. Con el fin de la operación ISAF de la OTAN en Afganistán a finales de este año, la Alianza se enfrenta a su enésima reinvención, perderá contenido y visibilidad, y en estos tiempos si no se te ve no se sabe muy bien para qué existes. La continuidad en 2015 en suelo afgano de algún tipo de operación militar, por muy de entrenamiento y mentorización que sea, se complica por momentos, veremos después de las elecciones presidenciales. Menos estrambótica es la relación del Atlántico Norte con Nablus que con Herat, y además la experiencia afgana es aprovechable. Todo serían ventajas. Serviría para cambiar la visión que tiene aún de la OTAN parte de la izquierda europea y la mayoría de la opinión pública del mundo árabe, que sigue el conflicto afgano casi como una agresión propia. Y, ante todo, resultaría una apuesta a largo plazo, comprobada la larga duración de los problemas en Oriente Próximo. Mapa del archipiélago de la Palestina Oriental (zonas bajo control parcial de la ANP). Sería además una forma de expandir la OTAN hacia una zona donde su presencia es escasa, viendo que su viaje por el Este de Europa ha dado ya lo mejor de sí. La OTAN ya está en Turquía y su presencia en el Mediterráneo oriental es creciente, las fragatas de la OTAN ya navegan alegres por esas aguas, hacia allá se enfoca el escudo antimisiles de Rota y algo más que atún y qat debe de haber por el mar Rojo y el cuerno de África para justificar la concentración de medios militares de todo el planeta, porque piratas ya van quedando pocos. ¿Rasmussen, secretario general de la Alianza, en la Muqata’a? –sede de la miniautoridad palestina-, no es mala imagen. Antes debería consultar con algún colega de la diplomacia internacional para intentar no cometer los mismos errores: Anthony Blair sólo ha pisado una vez Gaza en siete años, y eso que representa al cuarteto o al quinteto o al sexteto de países interesados por la cuestión. Y Bernardino León como representante de la UE para el Mediterráneo está algo desaparecido. Se ha dicho, porque es cierto, que la solución de los dos Estados para la Palestina histórica está al límite, si en breve no se alcanza un arreglo carecerá de sentido seguir insistiendo en el principio básico de los acuerdos de Oslo de hace 21 años. La Autoridad Nacional Palestina -ANP-, cuya existencia responde a ese planteamiento, es una creación de Oslo, puede acabar disolviéndose y entonces cambiarían las reglas del juego: un solo Estado democrático; un hombre, un voto; una solución similar, salvando las distancias, a lo ocurrido en Sudáfrica, donde la idea de los bantustanes no llegó a fraguar y hoy conviven y sobreviven todos los sudafricanos bajo una misma estructura política. Para ir preparando el escenario, si no lo han hecho ya, sugeriría un ejercicio táctico en algún cuartel multinacional de la OTAN, con dos naciones, el país A y el país B, totalmente hipotéticos, donde los paisanos de A llevaran kipá y los del B kufiyya. La simulación seguiría en una segunda fase con el país C, se trataría de cómo garantizar la seguridad en un territorio donde es imposible separar el crucifijo, la kipá, la kufiyya y los libros de Bertrand Russell sin limpiezas étnicas. ¿SACEUR -mando supremo de la OTAN en Europa- en Hebrón? En peores plazas ha toreado.