N. 189. Pag, i COMEDIA FAMOSA. EL VALIENTE JUSTICIERO, Y EL RICO-HOMBRE DE ALCALÁ. DE DON AGUSTÍN MORETO. HABLAN E N ELLA LAS PERSONAS SIGUIENTES. ElRy Don Pedro. El Infante Don Enrique. Dan Te/lo García, G Jan. Don Rodrigo , Galán. Don Gutierre. *** %* *** *,* **s Doña Leonor, Dama. Doña María, Dama. lues , Criada. Pendil, Gracioso. Un Secretario. *** *»* »*» *** **# Mendoza , Criado. Soldados. Un Muerto. Criados. Mtísicx,. Acompañamiento. JORNADA PRIMERA. Salen Don Tello García , Doña Leonor y Peregil. Leonor. ^ ^ T O me escuchas ? Tello. J A j Qué molesta, y qué cansada muger ! Peregil. Siempre que te viene á ver debe de subir por cuesta. Leonor. Señor Don Tello García, si ese rigor vuestro nombre funda acaso en ser Rico-Hombre de Castilla , es tiranía, que estais , por serlo , obligado á pagar obligaciones, y os sirven vuestros blasones de ultrajar al desdichado. Si os llama absoluto dueño de Alcalá toda la tierra, en lo grande no se encierra esa soberbia del ceño; porque si haceros mayor presumís, siendo inhumano, quanto os poncis para vano, os quitáis para menor. El agrado es bizarría, y los hombres superiores, con nada se iucen mayores, si es nada la cortesía. La grandeza mas honrada, que tienen los Grandes buenos, es , que pueden al que es menos, dar mucho con lo que es uada. Y si yo me hago menor, no es porque no os igualar» Doña Leonor de Guevara, sino porque os di mi honor. De esto soio desconfío para juzgarme menor, pues para ser vos mayor, tenéis el vuestro y el inio. Pero debéis de advertir, A que 2 El Valiente Justiciero,y el' Rico-Hj-nbre que os ic dio el pecho amoroso con la palabra de esposo, 3.1 qual habéis de cumplir. Y q'iando por otra cosa T¡O os merezca y o atención, fiir.iis á la obligación de haber de ser vuestra esposa. Tello- Que no quiera esta, mugar llegarse á desengañar , de que no me he de casar con eila ! Pe--ij>!l. Pues qué ha de hacer, si ! : traes siempre á tu lado ? apárrate á su inquietud, que si no has de hacer virtud, así said ras de pecado. Y con razón lo imtgina, si hoy que te ve Alcalá toda de Alcalá. que ahora no os quiere oir. Leonor. Pues por qué no quiere ahora? Pi.'7Vj¿7.Tambien me in.mda que apunte, que no e« ¡nas de no querer. LfMiir. Pues eso Se puede hacer ? Perejil. Mand i que no se pregunte. Leonor. Y esc no es rigor injusto r Peregil. Manda deciros que sí. Leonor. Pues y o he de sufrirlo aquí? Peregil.Manda que hagáis vuestro gusto. Leonor. Q.ic este agravio llegue ¿ver! el cor.-.zon irte atraviesa. Perejil. También manda que si os pesa, lo dexeis lilCjio caer. Leonor. X J tengo y o sentimiento, pues de oírlo Uv> me iiifuno; mucho manda vuestro amo. Perejil. Anda haciendo testamento. Leonor. Y vuestra osadía v¡liana S r pad:: ¡o de U;U bod :, también , pues su error no ignora, la haces á ella .'a madrina. muida muciio. Tello. Nu sabes tú con qué intento Peregil. Soy ahora por padrino :ne he ofrecida, Miyordoino do semana. y c:l mi Quinta he prevenido hoy la boda. Peregll. Atrevimiento Leonor. Yd Amor la venganza traza ap de un desprecio tan civil. t s grande , siendo tu amigo, Tello Se lo has dicho , Perejil ? y quanJo ile tí se fia, Perejil. Si , mas ha vuelto mostaza. robarle á D ¡ña M-'11,1 Leonor. Si lo ha dicho , y a no quiero hoy, al.'pobre Don Rodrigo. apurar la ofensa mia: îyfci. lacres quién ha de poner ley y o por soberbio os tenia, eîi* un hambre como y o , mas no os juzgaba grosero. que ya que Rey no nació, Aunque tiranas violencias tampoco es menos que el R e y ? uséis , vuestro honor podia Mi gusto , aunque en otro diño, adornar la tiranía he ¿ie cumplir y seguir. de cortés ; si se repara, PerJgil. Así supieras cum,jl'r es para alien tar la cara con la Parroquia cada año. dexar el guante en ia ¡nano. Leonor. Pues me llegáis :i escuchar, N o pagar la obligación, no me podéis responder ? delito es común y necio, Telia. Peregi! , di á esa ¡nuger, mis es afrenta y dey precio que me dexe de cansar. rugada sin aroncion: Perejt'. Pues yo he de ser tan cruel? que hay agravio?, que aunque de ellos Tdh. HaW.1 claro. s.tisf'iccion no se alcanza, Peresil. Ronaro:.— Tello. En mié? no irritan á la venganza, Perejil. En que si soy ciaro , seré por el recato de haceüos. claro malo Peregi!. Telh. En fin , ya acvbais de oir, Leonor. No me respondéis ? que el cas. ; rme no ha de ser. Perejil. Señora, Leonor. N o lo pudierais hacer mi amo me manda decir, sin De Don Agustín Moreto. sin llegármelo í áccir? Telb. No e s mejor desengañaros, para que no me canséis? Leonor. Dese11g.1fi.1da , sabéis que de mi podéis libraros ? Tillo.Quién por vos me ha de ofender? lionoT. No hallaré justicia y o ? jW/fl. En la tierra , ' dudólo; en el Cielo , puede ser. lionor. En el Cicio? Pirigil. Y aun ine espanta, que hoy la confíese tan presto; no le he visto tan modesto ; en una Semana Sarita. ltonor. Este era el ruego importuno con que me llegué á vencer? Tdto. Pues acaso el pretender ó conseguir , es todo uno? honor. En quien desea alcanzar, qué diferencia ha de haber ? ítT.'gil. La misma que hay de comer, hasta hartarse ó ayunar. lisnor. N o porfió vuestro amor? Tillo. Y vos , no os rendísteis luego? Ifonor. Yo me rendí á vuestro ruego. Tillo. Pues eso fué lo peor. ltonor. Si me venció el apurarme con porfías , qué os cansó? Tillo.El porfiar tanto y o , que fué preciso el cansarme. Ltonor Por-fiar un agasajo os cansó? Vingil. Hay tales extremos! señora , no nos candemos, que el porfiar es trabajo. S.IIJ lues , Cruda. Ints. Leonor belia? honor. Qué h a y , Inés? Inés. Que ya de un coche se apea la boda. Leonor. En mal hora sea. Inés. Por qué? Ltonor. En mis ojos no vés la causa de mi dolor ? No querer este enemigo, Inés , casarse conmigo, siendo dueño de mi honor. Ints. Pues mi honra, picaron? Perejil. Qué honra? JÍI.'S. De pagarla trata. Pereell. Mo U tomarás en plata, reduciéndola á vellón ? IníS. Ni en o r o , que ¡-.ilo allano con tu mano lo que erré. Perejil. Yo una vuelta te daré, que es lo mismo que una ñ u ñ o . Telb. Calla , Peregil. P,'r.'p!. Ya callo. Leoii'jr. ínes , R e y tiene Castilla, que tiembla de su cuchilla su enemigo y su vasal.o. JT¿7/O.A1 Rico-Hombre de Alcalá, qué R e y .basta? Perejil. Aun que sea un rayo: ni para un rico Lac.iyo, que justicia halve" podra? Mas y a en la Música he oído, que viene el novio hecho un bobo: cómo ha de ser este robo? T*'U'J.YA está todo prevenido. S.ilen Don Ro irigo y Djfíi M.nía, y Ciint.i /_! Música. MiUic. Alegraos ahora, campos de Alcalá, que madrina y novia bellas, Sol y Luna os daa. Rodr. Ya, Don Tollo generoso, en la dicha de mi ;¡mor(. de recibir vuesrro honor llegó el plazo venturoso. Mi aplauso os hace el empeño del favor que espera y.i, pues mi rendimiento os dá veneraciones de dueño. Tello. Yo os estimo , Don Rodrigo, tanto , que de apadrinaros hoy el gusto he de mostraros; y vos , señora , ennmigo partid ci justo contento. M-irí.i. Eso le toca á mi esposo, qae mi aféelo decoroso pira en su agradecimiento; e r e , s e ñ o r , no le niego, que es deuda en la aiencion mía. 7".-/.'o. Helia está Doña Marín. Ptregil Pues meriéndate!.! lucio. Ltonr. D a d , bella Doña María, A2 lot 4 El y aliente Justiciero, y el Rico-Hombre de Alcalà, los brazos a quien espera ser vuestra , no compañera, que es contra la suerte mia. M tría. En olios , bella Leonor, cm i mi suerte mas nombre. Tillo. 0<i que sirve ser Rico-Hombre, si no lo'^ro yo mi amor? Yo he de vc'r que un hidalguillo, teniendo yo amor, se case con quien de zelos me abrase? Peryil. Qué llamas verlo? ni oillo. leño. Enamorado estoy de ella, y he de quitársela infiel. Pensil. Y si lo estuvieras de él, se le quitaras á ella? Tello. Ya está mi gente avisada; Rodrigo , al jardin entremos, q;ie allí al Cura esperaremos. Rodr. No hay que replicaros nada: entrad vosotros delante, aplaudid con vuestro acento mi ventura y mi contento. Perejil. Dios te lo lleve delante. Va entrando la. Música, y al llegar la novia al paño, salen de adentro Cria" dos etuu tsc.trados , y roíanla. Música. Alegraos ahora, campos de Alcalá, que madrina y novia bellas , Sol y Luna os dau. Uno Al coche , amigos. María. Qué es esto ? e'-ii'-su, señor. Rodr.Qcié miro! Cielos, MO alma respiro! T-.llo. QniJn tal traición ha dispuesto? Rodr. Q'.ic me robín á mi esposa. lello. Sigamos estos traidores. Va ase sacando las espadas. Perejil, i'resto , por Christo , señores, que se escapan : linda cosa. Leonor. Ay ínes! que esta traición es sia J u l i de Don Tello. Inés. Pues ahora caes eu elio? y con aquesta intención, contigo el casarse excusa. Leonor. Cielos, qué no haya castigo para tan fiero enemigo, qjc vuestra jusuoia acusa Inés. Ay , señora!'Don Rodrigo con todos ellos embiste, y le han de matar : ay triste ! Dentro Doña María. Esposo::Dentro D. Rodrigo. En vano te sigo: mas moriré por mi honor. Dent. uno. Tiradle , qué os detenéis? D:nt. D. Tello. Dexadle, no le matéis. Rodr. Ese es mas fiero rigor; por qué me dexais la vida, si el alma me habéis quitado ? Jnes. Sin las armas le han dexado, y sin haber quien lo impida se la llevan. Leonor. Que mi brio para vengar no sea bueno un agravio , que aunque ageno, resulta en desprecio mió! Al Rey irán mis enojos, y si justicia no alcanza, apelare á la venganza del veneno de mis ojos. Vén , Inés. Inés. Señora, espera, que aquí viene Don Rodrigo. Leonor. Sin vengarle , ser testigo de su dolor no quisiera. Sale Don R>drigo. Rodr. Dónde se esconden los rayos de vuestra justicia, Cieios, si el dolor de mi deshonra no halla venganza en ellos? De las llamas que respiro, pues no mi abrasa el incendio, ó tengo el pecho de bronce, ó me han quitado el aliento. Leonor. A dónde vais , Don Rodrigo? Rodr. Ay de mí! que n o l o siento, pues vivo , hermosa Leonor, que esta es traición de Don Tello; porque el coche en que á mi esposa Jos alevosos metieron era suyo , y sus Criados los cómplices de su yerro. Claro es, que otros no serían, que no hubiera atrevimiento, que en su Quinta lo emprendieran, quando al Rey minos respeto tienen en toda esta tierra: qne T)e Don ^gustin Moreto. qne á este tirano soberbio. ¿1 desayre de mi afrenta, e\ de quitarme mi acero añadieron atrevidos, para que clamando al Cielo, incapaz de mi venganza, llore imposible el remedio. Tristes campos de Alcalá, abrid vuestro obscuro centro, para dar sepulcro á un vivo, que sin honor está muerto. Piadosas aguas del Nares, llevadme en llanto deshecho, caed sobre mi deshonra, desnudos y ásperos cerros. Leonor. Don Rodrigo, en vano sueltas la rienda á tu sentimiento, y mas quando en mi desdicha tienen tus males consuelo; no hay sentimiento mas noble, que procurar el remedio. Rodr. Bien dices , Leonor , bien dices, á Madrid el Rey Don Pedro pasa de Guadalaxara donde está ahora asistiendo, solo hay este Tribunal para el poder de Don Tello: bañará sus Reales plantas mi llanto ; y pues justiciero se llama , contra la voz, que cruel le hace y sangriento, haga crédito el castigo de un agravio tan violento. Ltonor. Y yo te he de acompañar, porque agrave á -un mismo tiempo con mi queja su delito. Rodr.Pues si hemosdeir, no tardemos. Inés. También yo iré con vosotros, que á este lobo carnicero vosotros daréis la queja de la pierna , yo del hueso, que dan por añadidura. Dent. D. Enrique. Por acá , al llano. Leonor- Qué es esto ? Sale el Infante Don Enrique y Mendoza , Criado. Enriq, Mendoza , el Rey nos alcanza; y si en sus manos me veo, no esta segura mi vida: los caballos se rindieron, de la espesura del valle nos valgamos, encubiertos pasaremos aquí cl dia. Mend. Ese solo es el remedio. Enriq.Vamos, Mendoza: ay hermano! ay ingrato Rey Don Pedro ! por qué á tu sangre persigues? Mend. Vamos , señor. Enriq.Vamos presto. Vansf. Leonor. Qué será esto , Don Rodrigo? Rodr. Siguiendo estos Caballeros viene por aquel camino otro en un caballo corriendo, con tal furia, que en sí mismo tropezó. Dentro el Rey. Válgame el Cielo! Rodr. Ir á socorrerle es fuerza. Sale el Rey con botas y espuelas. Rey. Ya sobra el socorro vuestro, pues queda muerto , y yo libre. Que le estorbe á mi deseo a¡>. la fortuna la venganza, quando con razón me ofendo de tan aleves hermanos ! Ya Enrique de mi despecho se libró , pues el caballo tras él rebentó corriendo. Rodr. Os habéis hecho algun daño? reparaos. Rey.No , Caballero: qué sitio es este ? Rodr-Es el campo de Alcalá. Rey. Estará muy léjosl Rodr. Media legua. Rey. Y esta Quinta de quién es ? Rodr. Es de Don Tello, el Rico-Hombre de Alcalá, que por su poder soberbio no le podéis ignorar. Rey. Por su poder ? Rodr. A que es menos el del Rey ? Rey. Menos qae el suyo? Rodr. Según le te;nen , es cierto. Rey. Nunca lo lie oido decir. Rodr. No seréis vos de este Reyno. Rey, Sí soy ; mas los que asistimos al 6 El y aliente Justiciero, el Rico-Homhre de Alcalá. r,\ Rey , y siempre le vemos, •:;.•.> poder ignoramos. R.j /'•-. Lu--'.: o vos le asistís ? Cielos, si d ¡is iiiz a mi venganza! Hi y. Y por venirle siguiendo, que :i Madrid pasa esta noche, Je apresuré tan violento, que reventé ese caballo; mas según le alabais , creo, que sois vos Criado.suyo. Rodr. No soy sino quien intento vengarme de sus agravios, y otro Tribunal no tengo sino el del Rey ; y si vos le asistís , y es tan adentro, que me hagáis ser escuchado os deberá mi remedio. Rey.Y estas señoras quién son? Leonor. Quien de este tirano dueño lloran también las injurias. Inés. Y yo , señor , punto menos, Jas lloro de su Lacayo, con que son mas duraderos mis agravios. •Rij'.Pues por qué? Jncs. Porque yo en paja los tengo. Rey.Y no hay para ellos castigo? Z/w.Solo podrá darle el Cielo, que el Rey no será bastante. Rey. QuéviviendoelRcy D.Pedro, ap* esto se diga en Castilla ! mucho ignoro de mis Reynos. Pues por qué no podrá el Rey? Jner. Porque es cruel y sangriento, y no nos hará justicia, que antes se holgará , al saberlo, de ver que haya quien le imite. Rey. Esa es voz del vu!.;o ciego, que con lo cruel contunde el nombre de justiciero; porque él solo poner supo á Ja J;:M¡CÍI respeto: y porque lo conozcáis, y o os haré escuchar de el mesmo, y sabréis si hace justicia. Leonor.LA vida y cl aima OS debo, si eso hacéis. Rey. Pues cómo ha sido vuestro agravio ? Leonor. Eso reservo para el oido del Rey. Rey. Yo le asisto tan adentro, y tanto lia de m¡ la Corona y el gobierno, que en decírmelo , podéis pensar, que habláis con el mesmo. Leonor. Pues si ese favor nos dais, generoso Caballero, Doña Leonor de Guevera soy yo , cuyos padres muertos, quede en Alcalá .d abrigo de un copioso heredamiento, que en este Luj;ar fundaron mis ricos nobies abuelos. Sola , hermosa , miza y rica; ya veréis Jos casamientos, que unidos me ofrecerían Ja codicia y el deseo. Mas siendo mirada un día ¿el tirano de Don Tel lo, le ocasionó mi hermosura á seguir mi galanteo. Quedé y o sin elección, pues por temor y respeto, cuantos mi amor pretendían olvidaron el empeño. De el solamente asistida escuchaba sus afectos, bien que horrorosa al principio, me hizo ei trato lisonjero. Porfió en decirme amores, hnezts y rendimientos, con que me venció: ah, si entonces advertir supiera el pecho, que era el rendimienro falso, que en este injusto trofeo solo se rinde el amor, por lograr ei vencimiento ! Jia :\-t , co:i nnt.is porlias, persuadida del excmplo de otras, que hicieron lo mismo, me resolví á un desacierto. Ah cié? ) eng.-.ño , que todos, para cometer un yerro, vén los que erraron, y olvidan á ios que sa arrepintieron ! Ve Don A g ustin Morete. >í;ino y palabra de esposo me dio , y con eüa::- no puedo pjsar de aquí con ta voz; roas bien podáis entenderlo, que no se puede dudar qua! seria mi suceso, pues de vergüenza le explico con la iV.isc del silencio. £1 velo d e mi desden desde aquí se trocó en fue¿o: precipetéino .1 quererle: (no se' si l o hizo el efecto, ó el trato ó la obligación, ó ci mirarlo com» á dueño, Ó ii de e s t o no fué nad:i, sia dud.i fué lo mas cierro, que para estar mas galán le adornó mí mismo exceso con la j o y a de mi honor, qae mi e r r o r puso en su pecho ) il liam.i q u e en mí crecía, co su a m o r iba muriendo; sin duda h.iy en el amor cnuidad fix.t de fuego, y querido esta se reparte con igualdad en dos pechos, ni uno ni otro quiere mucho; y si se aviva uno de elios, io que u n o crece , otro mengua; y aquella parte de incendio que va creciendo en el uno, bita al o t r o : con que es cierto, que liere coto esta Harm, qae le d . b o de supuesto, que nanea se vén iguales dos ¿r.íores erm extremo. ])Í este natural discurso f.\¿ mi'.iti'o a n » r vivo excmplo, pOf;V,:e cí'cci'. tanto el mío, qus ei s u y o se volví.i cu yelo. Ib.) sin UÏISÍO a !a mesa, ta'/.e y c o n eiíisjticio ,il lecho, de la Ï , tu del cariño era la di seul ; u c! sueño. Siempre ¿¡ost.Jia i:n disgusto Ltb.ar c.» «i cai.unii.uio; yo le ha! i-...ti , rc.l ü d i le acariciaOa ; ei sctvro 7 d .«ha un desayre á un c.iriñ >, por no irritarse á un despecho. Q u é cordura es menester para conservar sin ricstro á quien no ama , quando tiene tan cerca d e sí el desprecio ! porque hay muy poco en los hombres <ie lo tibio á lo grosero. Bien se viú en él , pues llegando la o'Ciiion de haberme hecho h o y madrina de uii.i boda, que apadrinaba Don Tello, g r o s e r o , mgr..to y tirano me desu:;;:.iñú dieíeudo, que no había d e casarse conmii'O ; y al mismo tiempo, viniendo ya Don Rodrigo, q u e es aquese Caballero, con su esposa al desposorio, sin Dios , sin ley , sin respeto::» Ro.lr. Ese agravio á mi me toca, mas no sé si tendré alíenlo p i r a d e c i r , que tirano me rob > mi c.-oosa : Ciclos-, cómo A tan grande maldad sordo está el castigo vuestro ! E n Hi , señor , con mi esposa me quitaron el acero, y sin poder apelar de esta traición , sino al Cielo, del modo que nos halláis nos d.X'j el bárbaro fiero, sin vida , sin ser , sin honra, donde :i vuestras plantas puestos, solicitamos que al R e y , pues sois tan s u j o , lleguemos, donde escuche nuestro agravio, aunque venganza no espero. Rty. (Jué haya e l ta tiente en C.MÜIa, y no me den cuenta de eüu ! ,tp, y qee me llimen cruel, p'~r castigar MIS execráis ! no h .y justicia en Alcalá? ht:i. lVcs ahora iludáis eso : es Lup.ir list;:.!: intitio, y si .-cuino hace un mai h e . ! : t , en partiéndose .1 Aleda, es lo iuis;úo que a un C o v e n t o . a».y. S El batiente Justiciero , y Rey. Su Corregidor ó Alcalde, por un delito tan teo, no irá á prender á ese hombre? Inés. Bien que si allá el prendimiento fuera de Getierruní, en chusm i de Fariseos, los hiciera todos Milcos, aunque nunca fuese Pedro. "Rey. Cielos , qué hombrecillo es este? á ir á verle estoy resuelto: ap. señora , estais en su casa ? Leonor. Yo no sé si hallaré abierto quando le vaya á buscar. Rey. Pues allá estad , que yo quiero pasar por allá est¿ tarde, para ver si con él puedo, que os vuelva á vos vuestra esposa, y vos logréis el deseo. Rodr. Yo solo he de hablar al R e y . Rey. Pues id á Madrid , que luego y o haré que el R e y os dé audiencia. Rodr. Pues la palabra os aceto. Salen Don Gutierre y Gruidos. Gutter. Pero aquí está : Gran señor ? Rey. Calla , Gutierre , que intento no ser aquí conocido. Los dos ap. V a el R e y delante ? Gutter. El viento desmintiendo en nn caballo. Rey. Pues á seguirle pasemos. Leonor. En vos , señor , voy fiada. Rey. Veréis lo que hará mi ruego. Qué Rico hombrecillo es este, ap. que teme tanto este Pueblo ? V a m o s , Gutierre , por verle me va matando el deseo. Vanse. Salen Don Tello, Doña María, F eregil y Múskos. Música. A mejorar su fortuna Ja bella Amarilis viene, dando á Tirso los aplausos, que Riselo no merece. María. Pues si no está aquí mi esposo, y o supliré su presencia, y coa desden rigoroso resistiré la violencia de un tirano poderoso. Tello. Q u é es lo que dices , muger ? Rico-Hombre de AJaif.L siendo t u v o e=c favor, qué resistcri.i.i b*.s de lucer ? á tí no te es'.í mejor lo que es mejorar de ser? A hacerte y o esposa mis te resistes ? pues qué habrá desde el que suya te lucia, hasta Don Tello García, el Rico-Hombre de Alcalá ? Dueño de qiunto poseo no te viene á hacer mi amor ? que quando ese campo veo diez leguas al rededor, por nada ageno paseo. N o miras cumbres y llanos, que ea sembrados diferentes, para enriquecerme ufanos, me crece el oro en los granos la planta de sus corrientes ? Del Sol contra los rigores, que sale flechando ardores, no miras montes y prados por el Estío nevados de mis ganados menores ? que juzgan , según violentos baxan la tarde sedientos al valle , donde agua tienen, que en mariposas se vienen aba KO los Elementos. Villas , Lugares , Castillos tengo tantos , que al mandarlos, me embarazo con oillos, que el número al referillos, basta para avasallarlos. Y . estas grandezas no dadas por merced de ningún R e y , sino con sangre ganadas, en aumento de la Lay, d e los Moros á lanzadas. La renta d e csra riqueza, con que y o nada codicio en mi pródiga largueza, sobra para mi grandeza, y basta á mi desperdicio. Y auuqtie tanta maravilla mi poder , mi sangre pasa á mas triunfos , que en Castilla: vio Ricos-Hombres mi Casa an- De Don Agostin Moreto. antes q n e Reyes su Silla. T u ignorancia esto desprecia, mira si con causa poca, la razón , que es quien lo aprecia, t e llama al dex.irlo necia, y al n5 procurarlo loca. filaría. T o d o ese poder , señor, que junto habéis referido, es en m i aprecio menor, que el halago del marido, á. quien tengo justo amor. Tello. A u n pobre hidalguillo mete* en estimación? Peregil. Es dada á querer estos pañetes; n o había de ser honrada, muger q u e quiere á pobretes. Tello. T o d o mi amor lo atropella. ¡{faria. Q u e no he de casarme digo. Pereg. P u e s qué importa en su querella, que no se case contigo, si tú t e casas con ella? Tello. D i c e s b i e n , cantad, en tanto que mu desposo. María. A y de m í ! Peregil. Cantad al son de su llanto, que bien merece , que aquí le den todos con un canto. líiísica. A mejorar su fortuna la bella Amarilis viene, d a n d o á Tirso los aplausos, q u e Riselo no merece. S.ile un Criado. Criado. Señor , á vuestros umbrales un Caballero se apea, que- d i c e que viene á veros. Tello. E n t r e muy en hora buena, q u e á nadie que viene á verme tengo cerradas mis puertas; y mas h o y , que en este gusto quiero que todos me vean. Sillas á mí y i mi esposa; sentaos , que así recibiera al mismo R e y . S.ile el Rey de camino, CrlaJo.Yi está dentro: buen talle. Tello. Buena presencia. 3/:;«'./.Que yo calle.iquí es forzoso, ap. por n o irritar su violencia. 9 Rey. Sentado se está el grosero, ap. sin saber quién es el que entra: estoy por echarle á coces á rod.ir ; pero aquí es fuerza disimular y encubrirme, porque su castigo sea para después escarmiento de otras tiranas cabezas. Déme su mano Vusía. Tello. Cúbrase , hidalgo. Rey. Eso es fuerza, que no hablo y o descubierto con quien sentado me Jlega á recibir. Tello. Taburete. Rey. Eso mas ? Peng. Y eso agradezca, que mi amo no da asiento, ni aun á Genoveses. Rey. Venga. Sacan un taburete , y siéntase el Rey. Tello. Dos sillas tengo , la una ocupa mi esposa bella, la otra y o ; mas no os admire, que Ricos-Hombres apenas dan siüa a! R e y en sus casas. Rey. Ya lo veo que es grandeza, y así elijo lo que es raio. Tello. Aunque su buena presencia quien es nos dice , en qué altura de hidalgo se halla? Rey. Aguilera de la montaña. Tello. Escuderos son de mi Casa: y qué intenta? Rey. AI R e y sigo por un pleyto. Tello.Habiendo espadas, quien doxa gastar su hacienda en procesos ? Rey. La ley es bien que obedezca: ya el R e y en Madrid está. Tello. Con Doña María su prenda nos vondrá á dar buen exemplo. Rey. Ya es su esposa y nuestra Reyna: y al que no hablare c;i sus partes; con decoro y con decencia, * con mi espada::Levántase. Tello. Bueno está: brio cl hidilguejo muestra: macho qniere al R e y . Rey. Sí quiero. Tello. Siéntese el buen Aguilera: Siéntase el Rey. que está y a en Madrid el R e y ? B Rey. 10 El Valiente Justiciero, el Rico* Hombre de Alcalá. Rey. Si Vueseñoría le esperí, aquí la osadía vuestra; y a puede p:is«r a verle. dadme esa mano. 7<7<9.Qu.indo el Rey valerse quiera Rey. Los nobies I).île Li mano. de mí para alguna cosa, deben hablar con decencia vendía á verm;;, y hacer venta de los Reyes , porque son en mi casa , donde y o Jas Deidades de la tierra, a los Reyes que aquí llegan, y en ella los pone Dios, como á parientes regalo y su imagen representa y hosped., ; y una se me acuerda, tanto el bueno com.i el i n d o , que á Dvii Alfonso su padre pues coma i él se reserva hospedó esta quadra mes ma su soberano secreto, mas de una vtz , cuyas glorias::nos le da su Providencia, A h , qué Rey Mlor.so era! malo quando nos castiga, m ¡s hoy su hijo las Ínfima. ! bueno quando nos premia. Rey. Tenga Vería , y advierta, \íro dexando esto aparte, que habla mal del Rey Uon Pedro, la gloriosa tama vuestra, que es su Rey ; y aunque no fuera pasando por vuestra casa, su R.-v , es tan mil sufrido, me dio deseo de verla; que le cortara la lengua, y en lo que el Lugar os ama á saber como habla de él. Lev.int.ise. ha quedado satisleciía Pcregil. diados? Jallo.Qué intentas ? la opinion que y o traia. Perfil. Matadle. Tello. Todo Alcalá me venera Rey. Mi Rey defiendo, o n mucho amor. Rey. Y en él dicen, contradígalo quien quiera. que menos al R e y respetan. Perejil. Iiscuderos. Tello. Por acá , hidalgo, conocen Tello. No los llames, por selio ó rinna a su Alteza, l o c o , necio : en mi presencia hablas tú ? sí dar castigo y es con mi consentimiento á su osadía quisiera, alguna vez que obedezcan no bastara yo ? Rey. N e sé. su firma. Rey.Válgame Dios! at. Tello. Ka , que la intención es buena, vi.'.se tan gran desvergüenza? y ei buen zelo de su R e y si .1 puntapiés no le mato, le disculpa , no le ofendan: es porque mas largo tenga S0SC2 ios. Re\ Soy buen vasallo, cl blason de Justiciero, vive Dios. Telh. Sin jurar. que si no , aqu¡ y o le hiciera R. ». Sea. ver quien soy. Tello Mucho quiere al R e y . Dentro Le»nr. Doxadme entrar. Rev. Es ley. Siéntase. Cri.i.-i?. No hay lugar. Je!!). Siéntese el buen Aguilera. Leonor. Aunque no quieran R.y. iVrdon.id.ns , que esta ha sido he de entrar. locura de i.i n 'Me/i Tello- Que ruido es ese? de v.iS'llo. Te/fo.Yolo soy quién c<. quien viene: quié'i entra? t a u ò u n d.l Rey , y Se precia S.ileii Li'i/ii'jr y lnes. de leal, in is que ningi:u, Leonor. Quien \ i e n c a cobrar su honor, mi sangre ; díganlo empresas aunque le neguéis la deuda. do mis ilustres abuelos: Pengi!. Venga el papel , y veamos y por CMta razón incarna si está cumplida la letra. rae ha parecido gioriosa Telin. Pues á donde esta UÍ: esposa hay Î De "Don Ai ustín M-jreto. h.iy quien así á entr.tr> se .itrcva ? Rey. Si pueda entrar quien pretén Jo, que q'.'ien lo lia J e Se:' , lo sea. Lf);ior. Caballero, ene tirano Al R:y. es quien me robó la prenda mejor del aima , y aliara lo que prometió me niega, fjlr.iiido á Dios y á la L e y , infamando mi noWezi, y quitando á otro su esposa. Telh. Pues decidme , quiea lu niega? q'ié queréis ? J,íoaor. <J>ie no os caséis. il.iri.t. No os toca esa diligencia i vos , L e o n o r , sino á mi, que aun ]uc mil muertes me diera, no me osarla con el. Jelh. Vive Dios , ingrata , necia, que .unique el mismo R e y ¡o mande, lo has de ser ; y ya que aprecias, nus que i m í , un pobre hidalguillo, á pj.l :zos mi violencia te le ha de s;c.¡i' del a!tin. Perejil. Y !i;!>r.i , o r n o saca mudas, Sa.a hidalgos, / î . v . Q>ie esta injuria escuche y o y l¿ contenta ! ap. mis ¡legará su castigo. Teli'). Yo traxc una pasión ciega, que fué so limen re antojo de esa mu^er , y lógrela, porque ella !o permití.'), presumicnd > loca y necia, qae habu de ser su c-poso, doyle de to.la mi hacienda lo qj'. - qui-iere , y porfía que me lie J_* casar con ella. Rey. Puts , scfv>ra , si Don Tollo a n l i con u n t a largueza co:i vus , qué mis lo pedís? L·inn. l u e * , no ha esta J o muy buena !a intercesión ? hes. Todo es miedo. Lev:ir. Pues teniendo al R e y tan cerca, á su Tribuna! apelo, qie su tiranta <ii'.i.j»end.i. Mtrí.t. No sera eso menester donde cst.t mi rc-i'tenc: i. Telh. Echad de a.jw; usas ¡nugeres. 11 Le-jitor. B'ien padrino frac :ni pena. Telh. Siempre en \o\ Reyes se teme, m¡s que l.t espad ¡ , la Alteza. Rev. Pues de D.>\\ Pedro se dice, que es bizarro. Telh. E<r> se cuenta por haber muerto un Cantor y un Ciér¡g->. Rey. Aunque aw set, todos son ho.nVos. Telh. N o todos son Ricos -Hombres. Rey. Suspensa ¿w. dexu mi venganza ahora, para que castigo sea. i:'9)¡j'.V-P.,Í!U-,v.tm,)S al Rey. V.iiise. Telh. Andad may en hora buena; retiraos todos adentro, y mis bodas se suspendan, que hoy es todo azar y enojos. M-irLi. Cielos , en ranr. violencia, pues otro amparo no tengo, valíame la piedad vuestra. V.tse. Perejil, Ka , qué aguardáis aquí ? Telh. Hidalgo , si hacer desea noche en Alcalá , en mi casa Se quedará ; IXXAÍ advierta, que es con una condición. R.y. Qué ? Te/U. Que á nadie le doy mi mesa. Rey. Dios guarde i Vueseñoría, q.ie yo aceptara sin cl'a ei favor , á no pasar á Mtdrid aigo J e priesa. Tello. Pues á Dios. Rev. Guárdeos el Cielo. Telh. Véngame á vé; quando vuelva, que me li i parecido cierto buen hombre el buen Ai'·iile'·a. Vise. Perejil. Vrngame á .¡-, a ver también, ytte y o ie ten i-é á • vuelta de A'eal.i a p..str el R : u - Rey. Qué tend: i : ? P.T'g.'l. La bare, puesta. R-.Y. Di.is os an rde. Perejil. No acompañe, q'îéd.'îe el buen A;juil ;ra. V.tsf. R Y. Ci-.o-., .jas e>to haya en Castilia, y ii..va leu ido paciencia Üa para 12 El Caliente Justiciero ,y el Rico-Homhre de Alcalá. p.ira no matarle á coces ! m.;s mi Majestad ins deba es:e noble sufrimiento, que yo haré q'ie en su cabeza, lo; que me tuin ii Cruel, por Justiciero me tengan. JORNADA SEGUNDA. SalenttRty y D.G-utitrre con una carta. Gutter. Esto Toledo h i pedido. J?{'v. Mi herrn ino Enrique se ampara de Toledo ? Gutt. r. A Tnistaruara pasaba , y le ha detenido l i Ciudad , creyendo cu vano, fiada de glorias tantas, que , poniéndose á tus plantas, vuelva á. tu gracia tu hermano: «sta es su Carta. Rey. No puedo templar con él mi pasión: no es mala la intercesión, que estimo mucho á Toledo. Gutter. Esta es del Conde tu hermano. Rey. Gaardidl t para después: poderoso aí-cio es la ira de un pecho humano. De tres herminos estoy enojado y ofendido, solo mi furor olvido, qoando miro !o que soy. Mis Reyn.n alborotados hoy por su cmrta se ve'n; y o haré que quietos ester» quando qiu'den arrancados, poique tumulto no haya, de Ger.T,nena , Fadrique, y d,; As:o.aa, Don Enrique, y Don Telío , J e Vizcaya; ;i Álcali se despachó ? Cruti.'r. Va \ieiu Te¡'u> GíreíaR. v i Vac e'te hombre en mi Rey nohabu, y no lo jupicíe yo ! m.is como vivo en Sevilla, de quien ALu'á cítá ¡¿jos, vé solo el S >l en rcílexos e«u pane de Castilla. Gatúr. Dicen, que e» ho.abre valiente. R.y. Yo lo he oido , y quando v e o q:i« é! lo publica , lo creo muy dificultosamente. Gutter. Diez hombres juntos escucho que huyen de solo su espada. Rey. Si son picaros , no es nada, y si son hombres , es mucho; porque si tienen alientos, reñir con dos es blason, 3' quando picaros son, lo mismo es diez que doscientos. Mirad quién espera audiencia. Gutter. Ya , señor , entrando van. S.ile un Soldado y un Contador. Sold. Yo , señor , soy Capitán, con veinte años de experiencia, que en la Guerra coa el M o r o la hambre y sed me han enseñado, que hallar no puede el Soldado la piedra de hacer el oro; pues deseando tener con que pasar , como honrado, aunque mi sangre he sembrado, no ne cogido que comer; y siempre con las divisas d e que cubierto me hallas, he reñido mas batallas, que me he mudado camisas. Algún modo de vivir por tantos servicios pido, que el que y o hasta aquí he t e ñ i d * es el modo de morir. Rey. Con cuidado quedo. Sold. O inliel he sido ó mal despachado, pues quunto yo lie peleado, «s porque vivas sin é\; y es de entrambos molestado, quando venço á pretender, irme y o sin qué comer, y quedar vos con cuidado. Rey. Bien e s ú . Cont. Yo soy , s e ñ o r , de vuestra Alteza premiado, hijo de Andres de Alvttado, que fué vuestro Contador; y porque os sirvió tan bien, vuestra piadosa atención ir.e d u la Administréeiou Je De Don Agustín Mo reto. d e Alcava'as de Jaén; Y VZTA quatro años van, q u e á este oficio asista atento. Rey. N o estaréis vos tan hambriento c o m o el pobre Capitán. Coiit. La de Murcia vacó ayer, y por mi servicio pido m e mejoréis de Partido Rey. Y es servido enriquecer ? Co-it. Pues no os sirve mi cuidado ? Rey. N o es sino pedir de vicio, p u e s me alegáis por servicio í o que por premio os he dado. S u justa merced fué aquella, y la estais gozando y a , servirla bien , servirá d e conservaros en ella. Í í o llaméis á la desdicha, y vuestro oficio gozad, q u e tener comodidad n o es menester, sino dicha. A ese Capitán le den aquosa Administración. Sold. Señor , es mucha razón. Cout. Miradlo , señor, mas bieo, q u e no tendrá suficiencia quien esto no ha ejercitado. "Rey. Para estar acomodado q u alquiera tiene experiencia; d e ayuda de costa os den doscientos escudos luego. Sold. Lonrcs tu Royno en sosiego l a edad de Matusalén; y pues hoy tal dicha gano, sea cabal el interés, dándome , señor , los pies. Rey. N o os daré sino la mano. Dale ¡u m.itio , y se la aprieta. Sold. Quedo , señor, que me muero: soltad , vive Dios , ú osado:;Rey. Así quiero y o el Soldado. Sold. Y así yo los Royes quiero. Vase. S.ile Don Rodrigo. Rcfdr. A vuestras plantas, señor::iTus qué miro ! Rey. N.j os turbéis, alzid , d e c i d , qué" queréis? Rodr. Reverencia es ei temor; *3 pero y a habiéndoos mirado, pues de mi queja noticia tenéis , con pedir justicia, quedáis , señor , informado. Rey. Que digáis la queja es ley. Rodr. Ya que la sabéis inñero. Rey. La oí como pasagero, y la ignoro como R e y . Roíir. Pues , señor , Tello García, el Rico-Hombre de Alcalá, aquel á quien nombre da del poder la tiranía, á mi esposa me robó del modo que ya supisteis. Rey. Si vos se lo consentisteis, también lo consiento y o . Rodr. Quitóme la espada , y ciego me atajó acción tan honrada. Rey. Y os quitó también la espada, que pudisteis tomar luego. Rodr. Y de su poder no puedo, señor , mi agravio vengar. Rey. Luego se viene á quejar no la injuria , sino el miedo ? Rodr. Esto , señor , no es temer, sino el poder de su nombre. Rey. Y quando está solo ese hombre, riñe con él el poder ? Rodr. Pues quando justicia os pido, que riña con él mandais ? Rey. Yo no quiero que riñáis, sino que hubierais reñido. Rodr. N o quise, aunque fuera ayrosa la acción , darla esa malicia. Rey. N o va contra la justicia el que defiende á su esposa; y habiéndolo ya intentado, de no haberlo conseguido quedabais mas ofendido, mas veníais mas honrado; que y o , atento á la razón, podré mandarle volver á ese hombre vuestra mr.ger, pero no á vos la opinion. Rodr. Pues cobrarála mi pedio. Rey Ya os costará mi castigo, si lo hacéis , que ahora 03 digo, que no estuviera n u i hecho; an- Í4 El Valiente Justiciero,, el Rico-Homhre de Alcalá. andad , que su sinrazón castigaré. Rodr. Y no podre, pues sia ella quedaré, cobrar y o antes mi opinion ? Rey.Si, y no. Rodr. Pues quái liaré y o entre un sí y un no que oí ? Rey. Don Pedro dice , que sí, y el R e y os dice , que no. Rodr. Pues ya que en mi honor infiero tal mancha , lavarla es !cy, que aunque me amenaza R e y , me aconseja Caballero. Vase. S.iL'ti Doñ.i Leonor y Inés. Leonor. Si de la justicia el zelo al R e y , I n c s , no le mueve, n o hay á culpa tan aleve mas Tribunal que el del Cielo. Gutter. Mirad , que el Rey os espera. Leonor. Ya y o llego (mas ay D i o s ! ) este es ei Rey : Rey. Quién sois vos r Leonor. Habiéndoos visto , quisiera, que vuestra piedad atenta me excusase, gran señor, la vergüenza y el dolor «íe referiros mi afrenta, que sin decir mi baxeza, no puedo á Teilo García culpar , pues su tiranía comienza de mi ll.iqucza. Rey. Basta , ya tengo noticia de donde su error comienza; no os ha de costar vergüenza el que y o os haga justicia. Leonor. P u e s , señor, ya que sabeÍJ su delito y mi desdicha, pues á no ser él ingrato, no fuera culpa la mía; ya que sé que sois testigo de sus soberbias esquivas, pues se atrevió su desprecio á viii.'tra persona mUm.ij supondré en mi propia queja la olensa vuestra y ¡a inia, que aunque á vos no Ilesa e! da:)0 con que y o soy ofendida, Ja circunstancia se Uvga, que ei que c! ¡amor tiraniza de los humildes vasallos, desprecia en vuestra justicia el poder que los ampar-, y el brazo que los castiga. Y para que mas os mueva las iris que os justifica, que aunque en Dios las suponemos, quando son justas las iras, sabed , señor , que á esas plantas me traen las Ligrimas mias, llorando mas en mi afrenta infamias q'ic tiranías. Apenas , señor , salí de su casa despedida con las injurias que visteis, quando á pedir vengativa justicia de tanto agravio mi justo enojo caminí; y escando para M id rid previniendo mi familia, al cocho con sus criados lies; > Don Tello Garcia, y maltratando los inios, hasta mi persona misma padeció e4 desprecio infame de sus manos atrevidas: desj irrctaron las muías, y e! coche hicieron astilla», diciendo : Si hay Rey que pued« castigar mis demasías, entre las otr.is , de aquesta venganza también le pid.m. Yo de su furor h u y e n d o , no busqué prevención digas, que no siendo ¡a decente posible , hallé ¡.i precisa. Sin decoro , señ'>r , vengo, que no dex-.í mi desdicha en mi honor ni en mi respeto pirre q'ic no esté otl'idida. Defuidedme , gruí scfior, d e quien no solo me quita el honor , pero también la queja me tiraniza. Porque mi dolor os busca para quejarme , se irrita, y me dohia ¡as afrentas, porque lluro mi desdicha. Qui- De Dan Agustín Quitarle ni dolor h queja, es ia postrer tiranía, que al golpe , señor , que hiere quien e! sonido le quita de este agravio la venganza, à vos , señor , os obliga, que vos sois el agraviado, aunque y o soy l.i ofendida. A quien J e Satisiacerso no es capuz » si bien se mira, cl agravio n o le ultraja, .aunque la ofensa le oprima. En tanto la injuria afrenta, en q u i n t o en quien la reciba hay respeto que se pierde, y riesgo que no se mira. Por esto al que cst.i si;-, armas no le afrenta, aunque le irrita h injuria, porque le taita el brazo que le resista. Luego si en mí no hay poder para resistir sus iras, no es mi pecho .1 quien agravian, aunque es c¡ a quien lastiman, sino el vuestro , porque siendo quien al humilde apadrina, y quando en vos su defensa ts obligation precisa, el que .ti inferior ultraja, pierde c í o su tiran;.! á vuestro amparo el respeto, y el tciii'ir .< ' la justicia, que c< en vuestra Regia mano la rienda con que caminan con f.cno los. poderosos, y los i.umildcs con '.'uia. No se desboque, señor, su soberbia a, su malicia, pues vuestro Imperio asegura, que su t'ii'or le reprima. Y no os liéis del decoro <le vuestra soberanía, que qoien no os teme , señor, os am '.51 , aunque no os tira. Y qu<n.t'> el caballo corre dwb'jC.ido , no pella ra SolatUetlte Monto. IS Caiga esta soberbia planta, que ya crece tan altiva, que subiendo como tronco, a como nube se eclipsa. si como buen cultor, no está tan endurecida, que podáis cortar las ramas de su soberbia , y so humilla de suerte, que no haga sombra á las fures que marchita, porque la luz les usurpe, dexándoie las precisas: cortad las ram..s ociosas, y sin ser estorbo viva, porque te enlace con él la yedra , que se le anima. P e r o por mi honor os pido, que tem¡íleis ia medicina, sin usar de la violenta, hasta probar la benigna. Córtese el brazo , señor, si todo el cuerpo peligra; mas no quede manco y feo, si .i su sanidad no implica: porque quando á vuestras plantat mis lágrimas solicitan de mi doior el remedio, de mi decoro la vida, la salud de mi dolencia, y ci descanso á mis fatigas, K e y , Padre y Médico os hall», y curando mi desdicha, dando remedio á mi afrenta, y amparando mi justicia, por vuestro honor mismo sea regalo la medicina. JRfy. Tan justo enojo provoca cu 111! pecho esta notkia, que me he menester y o todo para refrenar mis iras. M¿s y o daré en su castigo circunstancias tan medidas ú su tirana altivez, que su sohvrbia se rinda. Y a y o estoy bien inioimado, \ espero á Tello Garcia, esperadle vos también, Î vi q¡.e atropell.1, sitio ci gut¡ lieva eu lu silla. que pues venís a pedirla, hoy El Valiente Justiciero, y el Rico-Hombre de Alcalá. .r>y , antes que de Palacio <• ••!'.;ils , os bavé justicia. Vast. 1ms. Qué severidad, señora! si hace nuestra fantasía In Magcstad en los R e y e s ? porque quando allí en la Villa le vimos , me pareció tan hombre , que y o podía determinarme á tenerle, y acá es una estatua viva, que y o pensé al escucharle, que hablaba de la otra vida. Leonor. Tanto el oficio de R e y á la persona autoriza, que se vé como Deidad al que como R e y se mira. M a s , ay Inés ! no es Don Tello el que viene? Inés. Y su familia, que es mis que la de Noé; mas y o pienso que es la misma, porque es toda qu.uito luce efecto de lo que brindan. Salen Don Tello , Perejil, Don Gutierre y acomp.¡ñiimiento. Gutter. Desde aquí habéis de entrar solo. Tello.Un Rico-Hombre de Castilla, para entrar á hablar al R e y , con sus deudos se autoriza: todos h m de entrar conmigo, que esto es preeminencia raiaj y caso que no lo fuera, tusta el ser de mi familia, «lue vienen aquí .Escuderos d e nobleza tan antigua, que al R e y no le deben nada. Perejil. Y el R e y es quien debería, si se ajustase la cuenta, que aquí está u n í pobre hormiga, que tuvo un padre tan noble, que estuvo toda su vida vertiendo sangre por él. O utter. M u y zvan Soldado sería. Pendil. Nro fué sin.» quien mataba las aves de su cocina. Tello. Entren todos. Gutter. No entre :udic, cerrad esa puerta aprisa: aquí ha de salir el R e y , espere Vueseñoría. Vanse , y qiud.ui DJII Tello y Perejil. Tello.Qaé es que espere? y o esperar? pues el R e y de mi venida no estaba y a prevenido ? quando que venga me avisa, con tal desprecio me trata? quando a la persona misma del Conde de Trastamara su hermano , es igual i ía mia en el asiento y el trato, y o esperar? Perejil. Si bien lo miras, todo es llamarte Judío. Tello. Volverse á Alcalá imagina sin hablarle mi desprecio. Pereiil. De'xalo para otro día, que ahora no querrá la Guarda. Tello. Qué Guarda? Perejil. Qué? la Amarilla, que tiemblo de cHa. Tello. Por qué? Perejil. Yo la tengo antipatía, porque es del color del miedo. Tello.Que á m i m e cierren! Perejil. Malicia es cogerte ca ratonera, y imagino::- Tello. Q u é imaginas? Perejil. Que han de soltarnos al gato. Sale Leonor. Tello. Mas quién es? Perej.Santa Lucía! vive Dios, que este es el queso, pescáronnos en la mina. Tello. Quién e s ? Perfil. N o sois vos Leonor ? Leonor. Yo soy la desconocida, Don Tello , y vos el ingrato. Tello. Vendréis i pedir justicia. Leonor. Sí vengo. Tello.Bueno, por cierto. Perezil. Pues te espantas de que pidan? Tello. Pues parque os desengañéis, ahora veréis lo que estima ci R ç y hombres como y o , en quien su Imperio so ña. X<ro«;r.Xo es dudabie, pues os llama. Perejil. C u n o llamar r nos convida á almorzar , que le han traido toeino J e a'.g.irrobillas. Incs. Sí sera , mas podrá ser, que De Don .4g r/ír7« Monto. ij qtte o? haga m.il ¡a cornija, It - .' ei Rev. <¿Li.in.-io !a IoyJebuon vr.-..,si coméis Je convid iJos. Jionoine obligara n! rendimiento,que Peregil. Nadie en 1'.¡lacio se ahita, debo á vuestra Alteza::principalmente r/.i'.inos, Tei'.o. A. vuestros pies, gran señor, que \o quo comen suspiran. está Don Telio Garcia. 'jconor. C m toda e<a vanidad, Mir.île,v fre sigue á leer sin hicerc.iso. jio yo Je 1.1 justicia Leee! Rey. La razón de vuestro hermano del Rey , qu« r..-s ¡!ir>.< i.-va'c*. no me dexK.i faltar á esta obligación. Tello. \:;.\ que ï Le>;;»r. Lu diitrlbuirîj. TL7.'u.Qué puede ser esto i el í\cy Telb.Q-.û es ¡gu.des? no me ove ó no ÍBJ mira. peretil.Qaé es i.u:.dei? Pereeil. Aléese e! buen Aguilera. igualársenos qy.eri ¡n: Telin..\ vuestras plantas se huiniüa::Lee el Rey. Y para demostración de mi somos nosotros nazi pos 6 perdigones de rifi ? obediencia , espero licencia de vuesLtvKir. TJn dif:cî! es? Perecí!. Y tan to, tra Aiteza para ponerme á sus pies::-» TeHo. Si vuestra Alteza , señor, que în.'iS presto i^r.-iîaria en mí no lia puesto ia vhta::unos ¿rg .:I(.Î cl Rey, Peretil. Sordo es;Á el buen Aguilera. que ¿ ¡n: amo con la misma Telio. Que me miréis Cí suplica::gran C :n• 1-ia ; qué es Cenobiaï LeeelRev.Y para que si le enoja mí ni coi !a Infanta Sevilla ni la Giralda , aunque lucra poca fortuna , castigue en m í , na mas alta catorce picas, la culpa , sino h desdicha. ni aun quince. Telio. De vuestra Alteza !a mano::IntS. Miro q u e CS f.üsa. Esro conmigo se cstil.i* ¿t¡¡. Tercel. Tor eso ustedes envida:), Perejil. Sie'ntese el buen Aguilera. Telio. Pcrv^íl, dexa esas locas. Te!!o. Si vuestra Alteza no mira::Leonor. I ¡íes , esta demasía Lee elRey.Qus siempre en mí será Je para a en mayor ultraje; mas precio su desenojo , que mi viJa, quitémonos de su ví«u. El Coa Je de Trust, im.ir.i. IJ.íy V.i;r.:S : iüíüO io Veredcs. VUttfí. Perecí!. Tampoco e! buen Aguilera Ptui'il. .*.;'r.::es in pri-mstiea; v.sa en su casa d ir .«illa. pero -.i Rey s.-.ie , j-, ¡Y...'. Tel·li. Se'.or , ¡¡amado de vos::T«/j. Y.-v 1 >.os, que está corrija iv.-v. Quién es ? TfH-J.Daa Telio García. mi v iiid-.j de que el Rey Ht v. Guardad , Gutierre , esa carta. d>: . : ic ¡i. '¿«i me reciba. Su!--. P •>¡Cj¡:: ierre i .H&ur.tK.imieafo, D.ili Lï c.irí.i ¿Gutierre ¡y v.ms:. Perejil. Este estilo es do Cas-.iüa. j-<7 ./?. i / :.~>:i, .v.;.: t:tr:.i ¡' .r t-j.t'j Telh. Desprecio á mi ? ya se abrasa d I.IÍ¡'.I.¿¿, si;: ".r.tr.ir e:¡ J),a TfUt. e! corazón con mis veras. Gutter. Y.'.x, «caw , es su carta. Peregi!. Pues quién s<>:\ los Aguileras? Rt\. M.ieh • s;.". : ..mano me ub':ga« escuderos vie mi casi. l\í.':.'.•,•:<.:•'.. , qi:.: ... i-.i q-:e veo.1 7";///. Pues no lo son?/V/v?. Ya lo infero. Perecí!, Por ia'> »JI;> is J.cta.-.ías, 1't/tu. l'.n mi sangre es cosa extraña. Pere::/. M.-.s como es do la Montaña, que es t-.:e el buen Aguilera. 7V.V». Q:.:J;t es i anda tonto este Escudero. Peregs!. J-.¡ es por 1J pinta. Tel.'o. Con las vanidades mías 7V/.'>. Sin ¡;:i L-ti'y ce ¡i.iherîe visto. v.i¿ el Rey tal dv-ia-jra i•••? Perejil. Va te e;poa , liega »}}tis¿. Per ';'/;'.Señor, !e habrán y ¿ inform îdo::- C " Tiih. i3 El Valiente Justiciero , y el Rico-Hombre de sîicala, Tcllu. Da que'? Perejil. De tus niñerías. Trflo.Todos con semblante esquivo no hicieron caso de mi. Piregil S: lúa hecho caso de tí, pero ha sido acusativo. Ti Ib. Pues desprecia mis trofeos, V IÜIOS de aquí. S.tli' t/ Rry. Deteneos. Tello. Señor , yo , porque resista mi pecho á vos el favor::R,y. Qiaien no me tiene temor, c\'.no se turbó i mi visca ? TIL. Yo no me turbo. Perejil. Es verdad, que como no ha consumado, aun no está recién casado. Rey. Yo haré que os turbeis, lkga.:l. Ti'lh. A vuestros pies , gran s^áor:;-e! puante se os ha caido. Rey. Que' decís ? Te/lo. Que yo he venido::Ri-y. Dudólo yo? Telh.Si es favor, quando i besaros la mino venjo , que el guante perdais::-» Ret. Que' decíi? no me ic daii? Tillo. Tomad. Rtv.)!it\ ser tan vano â os turbáis : qu¿ os embaraza ? Teilû El guuntc. D.tle "el sombrero por elgUJKtt. Rey. Este es sombrero, y yo de vos no ic quiera sin la cabeza. Per:?:!. '¿.Vf.ZX. Rey. En tin, vos ÍO!S en l.i VÜU quien a! mismo Rey no da <lc:it-o cb su casa si!i.¡? el Rtro-UoinVc de Alcalá cf m.% qic ei Rey en (.. .siilla ? V-is SÍ>:S aqne! que imagina, que o-;.i!.ji.:-.r.í lev i 1 v.iiU, ».'ío ¡a de D i » es di.'/Jaí mas quien :¡:> .¡..'di ¡i Humana, un rbede c !.« Diví.n. Vos qu.e.t , * • n ' '..••:'1 «i vulto, p.<im ¡ni í,.:r.> e.n.c i • . p... s tvmca mi ."..MI. • ^ . i a ic uiívdece, s;a qae vu* deis licencia para ello ? Vos quien vive tan en sí, que su gasto es ley , y al vcliai no hay honor seguro aquí en casadas ni en doncellas? esto lo aprendéis de mí? Pues entended , que el valor sobra en el brazo del Rey, pues sin ira ni rigor corta, para dar temor, con la espad i de la ley. Y si vuestra demasía piensa que hará oposició» á su impulso , mal seria, que al herir de la razón no resista la osadía. Para el Rey nadie es valiente, ni á su espada la malicia logra defensa que intente, que el golpe de la justici* no se ve hasta que se siente. Esto sabed , } a que no os lo ha enseñado la ley, que vuestro error desprecio, porque después de sor Rey, s.'.y e! Rey Don Pedro yo. Y si á la Alteza pudiera quitar el violento efeto, cuyo respeto os altera, mi persona en vos hieiert lo mismo que mi respeto. Pero ya que desnudar no mv puedo el s:r de Rey, por l.'vg.iroslo á ir. ".far, y que os he de castigar con ei brazo de 11 ie} ; y o os Je-cari ta:1 mi ami^r», que no darme ctichiü ;d..s queráis ; y si !•» < -:.,:;:0 á cuenta ú- e-te c:v::¿o, tom , j ei: ¡s c ibez- i.-;. Di.': *y.;.T.i un /• ;'. , * » ?«•• Tills. Cautos , con id .i.-V-nor a im u'r; ie t•:< to^in. S que p-ri CV..-I el R :v me Muñe? P!·r.·:-ii.V>: '^ !iïi: ;.:.»", v. «...-• 'I.-'n. A y !.• :i¡ ! ' ' i n i a i J e ! » de n.iii;r ¿>e¡u Jj;t rara: con- Be Ven Agustín Moreto conm'cio afrenta tan cí.ir:« ? Peregil. "Es por <i has menester huevo. Jcllii. Que el Roy lus muios opadas ponga en tan nobles vasallos ! VercziL Sube que tienes caballos, y te ou lis cabezadas. Jd'o. Mus que el furor de sus manos, siento que aje mis blasones. PeregiL Apriétate en ios chichones linos quartos Scj-ovi mos. Tilia. N o pudiera "¡a lealtad rengarse Ja este furor, sin que fuera deshonor agraviar la Magostad ? Que entonces de mi nobíezj, el brazo se habia de ver, aunque juntase el poder, el valor y la grandeza. Mas si impulsos soberano* otenden el inferior, qué valor es , si al valor a:u el respeto las manos ? Fuera en campan i , y no aquí, y fuera el reñir blason. Peregil. Riñe tú con morrión, que y o apostaré por tí. Te!h. Q u i dices , necio , villano ? tú contra iní el labio mueves ? ni aun con la queja te atreves á lo que es poder tirano ? Teregil. Yo no h iblo mal de su Alteza. Jtiio. Pues , cobarde , por qué no, sí me agravia : Peregil. Porque y o escarmiento en tu cabeza. Mas y a que el dártele piugo, vete y terne la ocasión, porque de algun coscorrón, se suele alzar un verdugo. Y veslo aquí dicho y hecho, porque por aquel postigo viene aquí un tropel de Guarda?, y es mala señal , por C'iristo, q«e tu no eres Monumento. SiliU Don Gutierre , D'»7.1 Aí.trí.r, Dj'J.t Leonor y ln:s. Gutter. Entren , señoras, conmigo. Peregil. N o es uadi lo que va entrando. *9 aquí está Doña M iría ? Pencil, A fe que te la han traído á:úes que eila haya llegarlo. Guticr. Don Tello , como Ministro, á quien esta diligencia encarga el Rey , he venido á que aquí reconozcáis estas serioras. Perecí!. Que lindo t coa esto á mí me dan soga. Tello. Ya las he reconocido, una porque futí mi dama, y otra porque solicito que sea mi esposa. Leonor. Tened, Ja dama , si habláis conmigo, lo fué por vuestra traición, porque y o del houor mió dueño os hice , con palabra de c*poso. Tello. Quien os ha dicho que y o lo niego ? es verdad. íeonor. Pues si vuestra dama he sido, á lo que es engaño vuestro, no llaméis intento mió. M.trí.-i. Y si hacerme vuestra esposa queríais , no con motivo de voluntad en mi afeito, sino tirano y altivo, robándome de mi esposo, que os eligió por padrino. Tello. Todo es así : mas q u i importí, que y o de un pobre hidulgudio quite ó robs la mug^r, quando atento se la quito antes que su esposa sea ? Grutier. De lo que habéis respondido haré información al R e y . Tello. Decidle , que y o lo digo; y si esto tiene por culpa, que merezca su castigo, se acuerde que le dciienJo sus Reynos. S.ile Don Rodriga. Ro:lr. Arrepentido de cobarde , espero aquí á Don T e l l o , mas qué miro \ aquí están él y mi esposa; quien halla lo que ha perdido, en qualquiera parte puede T<1¡*. Válgame el Cielo, que miro 3 cobrarlo , y el honor mió C 2 es- so El Va7;'/;/<? y-.istlc'^ro,yel Tíico-H,:..lre di Alcalà» CT.Í on '.:' vij.l. S.lC.l i.l CSp.iJ.l. Gutter. Que o; cito ? JV/v?//. Q o j IÎJ venido su marido. Gtitïer. Kl Rey saie , deteneos. Ai/* ;•/ /?.•>•. Qué es esto : 7î7/«?. Haberse atrevido tin hid !go A ini personj, por b.(Scr acaso visto, q :c ne me da vuestra Alteza ci lu mor de que soy digno. Ro.lr. Yo le h.iuc" aquí eon mi esposa, y aquí cobrarla he querido. Rey. Pues en Palacio ? prcndoJ'os. Jvu./V.Pucs , señor, no me íi.iSc-is dicho, que puedo cobrar mi honor, sin que cometa delito ? Rey. No aquí ni en esta ocasión, donde perdéis atrevido á mi decoro el respeto, y el temor á in¡ castigo. Llevadlos ; y advertid vos, que es Doit Pedro el q;:e lo dixo, y quien os prende es el R e y . Telh. Yo solo las armas rindo á vuestra Alteza. María Señor, yo por mi esposo os suplico. Rey. Ya ninguno podrá serlo de los dos , y así os aviso, que os retiréis á un Convento, ó busquéis otro marijo. M.iría. Temblando v o y de su vista. Gutter. Venid entrambos. Ro.lr. Ya os sigo. Vamt. Rey. Rï·fcra·X , Don Te'ío , vos: Gutierre , que ha respondido' Don Tollo á Doñi Leonor? Gutter.QttV es verdad que la lia JobIJo su honor, y ¡a dio pui.ibr» de ser su esposo. Rey. Cumplid!'.', dándola luego la mana. Tilo. Vos , s..á'»r, de ¡ni alte-.irio no sois Ji.ivñ >. Rey. Aw es verdad. Telh. Pues ji j o contra mi inbino tío lie de >vr, d.ind> la m m o á mu'jer que he ahorrecid ">, de mi hacienda que ¡o sois íquando haya sido delito) la püeleiS jil:>.¡.e;r, sin violen;.¡r ¡ni .tlvedn'o: que en un hombre como y o , sobrado será el castiga de quitarme de mi hacienda lo que parezca medido para paga do su honor. R.y. Aceptar ese partid-) toca á la parte , no á mí. Leonor. Pues y o , señor, no ¡o admitoj que si el oro , siendo tanto lo que la tierra atesora, y I.u perlas que la Aurora CU ja con i:qi)ido üanto, se juntase aho.a á quan to Don Tello me puedo dar, no bastaran í esmaltar la mancha que hacerme intenta, porque es un yerro la afrenta^ q'ic no se puede dorar. M¡é::rr:;s palabra me di'ó do esposo , honrada me ináere, quando dioe que no quiere, luure y honor pierdo y o : para lo que prometió tc-ngo sobrada nobleza; mire ahora vuestra Alteza, tí me la debe cumplir, porque y o no he de saíif sin la mano ó la cabeza. Tello. Los Ricos-Hombres no paede» morir por esos delitos. R¿r. Quien estableció es< l e y ? Tello. Privilegios concedidos de R e y e s , abuelos vuestro?, i los que Grandes nacimos. Rey. Serán mas Reyes que y o ? Telh. N o señor. Rey. Pues si ¡o mismo soy y o que el.<>«., J e la l e ^ es arbitro q'iict) !,» hizo, y y o ¡a sabre gutrdif quan.lo importe i mis motivo», y derogarlo también, pin hacer JUMO e m i g o . Si vo> prometisteis ser esporo v:yo , cumplid!", jorque uo os arriesgue el auna •oa Be Bon dgustin Morete. 21 eon I.» vi f i c < c delito reconoces tus delitos ! X1..S 'i d-heis ó no hacerlo, Tello. Ay , Leono :.¡rdc vuíiva « i me t'-ci .i mí inquirirlo, á mi olvidado cii'iiío ! si;io .i vtic'·tro Confesor; Lionor. Yo ire' á Hor. ;r. c<vi<u't.id!c esc peligro, Tclh. Yo á morir, porque que os caséis óo no, Leonor. Yo á solicitar tu aliv m ¡ ñ . í i i , por oli¿o fixo, Tello. Ya Leonor , ini vida es tuya, os cortaré la cabeza: no deíí. ndeS lo que es mío. Vase. llevadlo ahora ai C u t i l i o . Y.ise. Lcomr. Ciclos, siempre un desdichado Ttll». Ciclos, qué es c<to que escucho! halla entre otro mal su alivio. Vase. ftrrgH. Cascaras , dixo AnJrcsillo. Percgil. A buen tiempo se requiebran. Jfl.'j. Aq• ií no hay apelación ? lius. Peregil ? Percutí. Repollo mió? Gutter. La J e hacer lo que os íi i dicho, Jitcs. Tú no me darás 1.» mano ? j¡ importa .'» vuestra conciencia, Pen'gil. Antes y o á tí te la pido, porque el Rey ha J e cumplirlo. porque voy ¿ J a r un salto. Titilo. Bien podrá por la grandaza; •lues. N i te has de casar conmigo? mis ú pudiera mi brio, Perejil. N o . depuesta la M asestad, bies. Pues te llevará el diablo. que confieso que ho temido, Pcregi-, Menos mal fc.'á. yo hiciera::Inés. Que has dicho ? GiUier. V a m o s , que esto c i Peregil. Que mas demonio me líe va, junifie >r el castigo. íi y o me caso contigo. Te/lo. Jín l\:i , vam >s á morir ? Leonor.Qic en ii:i, D T e l l o , has querido dar primero la Cabeza J O R N A D A TERCERA. que 1.1 mano ? Tclh. Ya es preciso lo que el poder quiere Percgil. Inés, S lien Doña M.tría, Djña L'ovory Lus. S¡ te acuerdas , pues l u sido Leonor. Ya , bella Doña María, todo manos y c.ibc¿t<, el es iinmeo id, fue en Sábado este deliro ? la es crue ¡dad, Inés. Si tú hubieras dicho L;;:ics, 'a queja es tiranía, no hubiera en SabaJo «id?. a csiá Di ion Tello rendido, ferect'. Mal haya m: lengua infame. y á meerte está condenado, Tello. Ya no hay que tratar , amigo, y de verle tan postrado, »ino de camen i i r el y e r r o . el Pueblo á piedad ; n j ido. L·onor. Si c-.o intenta; , aun resquicio Temple tu venganza , pues abre .i la piedad el rue;~o. el ver , qnc aunque te ofendió, Tílh. YÀ no podrás conseguirlo. en tu honor no te injurió, La::;<r. Pues tú querrás ser mi esposo? aunque pii.io dcscorte*». Jtl'h. N o lo quer.a el aividrío, Y no vengues de esta suerte, ¡nal qv.crráio it vio.'encii. quiiidn Je .\¿\ts.\ la Ley, Lan. Pees y » i bailar pied id irte obligo. hacer q;;e apresure el Rey Tfilo. Y i , Leonor , será imposible. ¡OÍ- -evüiinos de SU muerte. Lfvf.r. i'or que.' Lus. Ten lá'timí ¡ie la pena Ta'lj. Porque el R e y lo ha dicho. de Pvi'cgiJ ¡níciiee, que si escapa de esta , dic?, LÍO r,r. \. i n ¡/.t , no c< ;idaura. que se ha de ii icer yerba buena; Tíll). I V i . ' " . '.r'-v oí.:i l.'d i. que como líese costumbr* Z«..vr. A¿¡, D,MI i'e.io,á quémai lierapo ? d. 22 El Valiente justiciero, t d e afligirse de un pesar, si le sacan á ahorcar, se ha de ahogar J e pesadumbre. M-irí.i. Leonor , si de mi venida presumís esta intención, n o sabéis en la aflicción en que llego á ver mi vida. Preso Don Rodiigo está, porque en Palacio el acero sacó , y c! rigor severo d e la, Justicia , le da sentencia esquiva de muertes Lien , que admite apelación, y con esa pretcnsión á Palacio de esta suerte Tengo á v e r , si rigor tanto puede mi l h n t o templar. Leonor. Pues de esa suerte , ayudar nos podemos cou ei llanto. Lus. Señora , al llamo to agarra, y lloremos á la par, que mas fácil de templar será un R e y que una guitarra. Que si á sollozos y llantos su dureza enternecemos, siendo Pedro , al Rey diremos: Parece q t c somos Sa;ito«. Leonor. Pues al paso le esperemos, que por aquí ha de salir. Inés. Dios nos lo d;xe plañir de modo qae le ablandemos. S.ilai ti Rey, Don G aturre y Cri.idos. JRrj: Ce: rad , Gutierre , esa puerta, que no ha de salir de ;iqu:::Guticr. Quien, señor: R.'j . i:Moy vin mí ! quien entró , no est indo Jilerta. Cutùr. A q u í , señor , nadie ha entrado, que dé á tu enojo ocasión. Rfy. Qué me -quiere esta ilusión f no da á mi valor cuidado tanto marcial desacierto, ni se !e dieron esquivos tantos enemigos vivos, y quiere dármele u:i muerto i Desde que airado maté aquel Clérigo atrevido, en qualquier parte ofendido 1» imagioictott ¡e ve. el' Rico-Homhrs de Alcalá. Siempre q.ij estoy solo ó re", se me vi.• ••_• al .íensamionto, y qae ' de ser , dije al viento, pied.M en M a d r i d : piedra y o Peri) por qué esta visiojí me obliga á mi ;i diseurftr? piedra seré en no sentir tan vana imaginación. Gutierre , has noti¡ÍJado á Don T e ü o la Sentencia ? C"Avr. Va está de !a diligencia e¡ Secretario encargad.>, y j r a el Infante ha partido. JtxV. So quiero que se publique, qu_- espere a mi h c . u u n o Enrique, hasta que él haya vui.id.", que en él y en Tel lo Iuu de ver mi castigo y mi perdón i'inr.i!. G:üier. Y será razón. i?-';. A i le d >y á entender, que t>ucs su soberbia loca, como R e y tengo postrada, le he de hacer ver con la espidí lo que á mi valor le toca. Leonor. Lleguemos, Doña M iría, Llegan. que est ! es la ocasión nv.yor. A vuestras p! mías , señor.:J?.y. Q'.'.á queréis ? Leonor. La pena ¡nía no puede , señor , venir, sino á pediros á vos, que si os mira como á DioJ, fiu-rza es que venga á pedir. Z?Í*'-. Justicia me h ¡neis pedid", y ya la he mandtdo hacer. Leonor. Pues lo mismo viene i ser, s e ñ o r , lo que ahora pido, pues según d e vos se i.i.iicia, p o r ser imagen do Dios-, lo mismo !u de ser en vnt Ja piedad que la justicia. Pues si arrepentido el hombre llegats, gran señor , á ver, tener piedad , es hacer justicia con otro nombre. M-tri.t. \'f> , señor , del mismo daño temeros.», á vuestros pies, por fer del mismo ¡ntcrvsj su "De Don Agustín Mcrcto. sa octi.î'Vi acompaño. Jtey Qué" pedí? ? . Leonor. A vuestra Altezi, vo por entrambas , señor, lo d i r é , aunque coa temor de enoj.ir x vuestra Alteza. Xty.Lx petición que no es buena, nunca ofende la razón, que m u injusta petición negándola se condena. Y aunque h vuestra haya sido no justa , escucharla es ley, que á una y otra debe el R e y tener igual el oído. Que él por sí nada resuelve, mas con cuerda distinción dexa entrar á la razón, y á la sinrazón la vuelve. Leonor.Pues, generoso D o n P e d r o , cuya justicia la fama pondera t a n t o , qne puede por exceso la alabanza: Y o , que mi honor ofeu.ïîjS, por lavar la obscura m muía, invoqué de vuestro brazo la protección soberana, en vuestra heroyea justicia provoqué de ofensa tanta, que y a mi honor su castigo tamo oprime , como ampara. Del delito de D o n Tello venganza os pidió mi fama, mas y a aunque es justo el castigo, es injusta la venganza. Para merecer la penn bastó el desprecio , h sacrt violencia de la justicie, que vuestro valor ¡güila: m:.s para n o padecer!;», también a la ioy le h i s r j , que arrepentido la rent.1, el que ciego la ouebr. uta. De ser ni! cspr><o Don Tell me cumple yy» a la palabra, ÍI i. i» —don.1., el negarla le el entupírmela le salva. ]<• .oque pues ¡a pie Ja J k> que Ja justicia av.nda, 2 3 porque çn sa muerte, señor, i o y y o la mas castigada. E l pierde la vida , y y o pierdo la vida y la fima, en quien teniendo mi honor, se hizo y a prenda del alma. Ya quien me ofendió ine obliga, que en quien se arrepiente y llama, lo que como agravio irrita, y a como lisonja halaga. Y a , gran señor, de Don Tello i!v volvió a las culpas .ingratas la cara vuestro rigor, vuestro desprecio la espalda. Y pues de una y otra siente y a el castigo , eso le basta: qué tiene que hacer el golpe en quien rindió l.i amenaza? V u e s t r a piedad solicita, y y a postrado la aguarda: para quién se hizo el perdón, si el rendido no le alcanza? E n un caítigo , señor, d e quien mereció su saña, 1¿ justicia es quien condena, y ct poder es ci que m i t a . Pues si el poder os confiesa í u rendimiento , á qué pasa la execucion del castigo, si mas blason os alcanza lo que la justicia enmienda, que lo que el p i d e : acaba ? Del árbol que ai suelo inclina his ramas , que vicio alarga, por no malograr el fruto, m.is dignos son de alabanza Jos que la rama enderezan, que los que cortan la rama. £: la victoria sin sanare ni.s a! vencedor .i!;;ba, lopr» nqui vuestra ju'iieia tan vkt.iriusa aiah-niza. Jus'i.-i.i es cortar c! paso ú :r:ta vid i qi.e v.i <.rr¡tja: mis juaícta y providencia, luce:!.! Inn n:¡ de m A >.. P.-.rt que ii.-v-.i un vasallo «on fe pronta , íiruae j grata, « 24 El Valiente Justiciero, •clRho H.-.nl·ro d: Ahaïâ, CÎ deuda en vos prevenirlo el premio de la esperanza. Pues si le tenéis m.:s liso aquí, por razones tamis, para lograrle :n.is iiraie, menos coíta y mas ventaja será omitir un casri'o, que conceder una gracia. Y si aquí vuestra grandeza la ha de conceder, inoradla en el amor de las dos, pues conducidas entrambas de una amorosa violencia, venimos á vuestras pSancí*: que aunque amor en nuestro oído es indecente p..labra, el ser de nuestros esposos la vuelve decente y casta. Muévaos , sef.nr, ti perdón C¡ ¡Dito dolor , que causa en nuestro amor su castigo; la piedad , que mas ensalza el nombre de Justiciero; la Justicia , que es mas sacr<\ con freno que con azotcj la Corona, que avasalla irías al perdón que a! castigo? la L e y , que es mas soberana por las hojas de U oliva, que los filos de la espada. Que quando no sea en Don Telh> cierta la enmienda, mas fatu es perder un buen vasallo, que daño c! q;:e !e amenaza. Rey. Ya venís tarde , «eñ.ira, pues de Don Teilo la causa tiene ya justa sentencia, que de ;ni nuno ttrniada, justicia y piedad supone, y la coneucrd.in entrambas. 'Afar?'?. IV.ut, añ-.c, n;'¡ petición, r.o siendo la ce!.-a t.;;;ta de Don Rodrigo n;i esposo, halle en t¡ r';*>>r templanza. JZ¿y. También respe»; di .1 !e vuestra: ya estais las des .L>pac'.ad.>$. Xms. Yo también, so.'to: , s >y parte, 0-0 íi á Perecí! Ole matan, n-i rengo cc«n qué comer ci~ncr>> ya , si.10 biea. Zt'o-:or. SeiV>r, aunqt:. haya sentencia dueño sots de revocaria; mi pena y mi llanto os muevan y el honor q.ie me re-iaura. 2lt:'S.TS\> le degüellen, que harto se degüella el si se c.ts.i. JRi/v.La petición, que propuesta no me ofendió, replicada merecerá de mi enojo el castigo ; despejadlas, Gutierre. G:ttirr. Salid , señora?. Lt'o:¡>r. Que entereza t m extraña! J\í.ir¿i. Q'J¿ semblante tan severo! Inés. Y que' acedo de palabras! Leonor. Temblando voy de su vista. Inés. Vamos , que pienso que habla ciruelas por madurar. Lt'oi:. Murieron mis esperanzas. V¡mse. £¡y- '*° sCli0 por m - justicia ha de quedar castigada par' cxemplo á mis vasallos de csr.e Joco la arrogancia, mas también por mi valor ha de conocer , que basta á castigar su. osadía la violencia de m¡ espada. Gutierre , quando esta t.ird« las obscuras sombras caigan, á la puerta du-1 jardín con secreta vigilancia me esperad , y allí tenej d'~>$ cab.di'oç y una e v a d í , y solo un muzo ios llevo. Gií.'/Vr. Espada vos? pues os falta? Rev. Mo , que aquí llevo la mía. CtuJt.'r.Qiiu prevenci ..i tan ostraúaJ Rey. lis que quiero llevar d'.»s: en l.i Kvcueia de IJS Armat no h.ibeis to at ad') Ü-i.-'í de reñir con J;.s tsp»dasî G.i.'/i'r.Si s.-»-».*, i'j.'s c-'itao sé qt.e vucsitu v.ii •• u:< se arm» p.¡ra nitir.Kit»-. p,. i ' M Í jama* de aquesas \<.r-'<i>s, es¿ pre vene t-'t) presumo de n¿% Cwjlu ywi£i;«í. De Don Agustín Kîoreto. %ey.Tacs si presumís, Gutierre, que importa para otra causa, quando yo no os la declaro, sois necio en averiguarla, que nadie tiene al criado por consejero en su casa, y aquel sirve al Rey mejor, que ii:;ec mejor ¡o que manda, Giiiier. Yerro fue de mi nueza. Rey. Pues sed discreto en lograrla, y en ver, que pues no le rio, c! secreto es de importancia. Vanse. Salen el Secretario con unos papeles•, D, Tello García, Percgily unCriado. Secret. En los Decretos del Rey pone nuestra diligencia solamente la obediencia; ya veis , Don Tello , que es ley cumplir asi su precepto; j'a no ;- ly que apelar al brazo, sino aprovechar el plazo, que os señala este Decreto: mostrad valor y prudencia. Tello. Eso es mas que morir ? puej qué valor menester es para morir con violencia ? Secret. Que tengáis, deciros quiero, valor para resistir. Peregil. Claro es , que para morir, antes es menester miedo. Tello. Mas quando no me perdona, mira el Rey , pues yo le irrito, la calidad del delito, y DO la de mi persona. Esto el Rey lo puede hacer, pero atienda su rigor, que no me vence el valor, ti me condena el poder. Y que si fuera me hallara de la prisión , ser pudiera, que en sus Ministros no hubiera quien á prenderme llegara. Secret, Pue* qui pudierais hacer para intentaros librar? Perejil. Pues le quiere usted quitar lo ouc pudiera correr? oot'fique usted , y tasa cu punga en nuestro poder. 2S Secret. Pues que pudiera correr ? Peregil.M.xs que el alquiler de casa. Tello. No es tiempo de repugnalio, y así, yo he de obedccello. Secret. Eso es lo mejor , Don Tello, Tello. Pues ya otro msdio no hallo, á Leonor haced venir, que pues lo ordena mi estrella, me desposaré con ella. Secret. Eso voy á prevenir. Vase. Criado. Vos también ya habréis oido^ que á muerte estais condenado. Peregil. Hámelo notificado? Criado. Pues no? Peregil. Pues no lo he entendido. Criado. Cómo no ? Peregil. Digo que no, vuelva usted , y no replique. Criado. Para qué? Peregil. Usted notifique, basta que lo entienda yo. Criado. Pues oiga , que dice así, y en la misma causa escritos; Por cómplice en sus delitos á Peregil. Peregil. Tenga ahí; y de ver me haga merced si dice ahí Pedro Gil. Criado.Aquí dice, Peregil. Peregil. Pues deletreelo usted. Criado.Peregil dice: hay tal casoí Peregil. Es verde la letra? Criado. No. Peregil.Vacs cómo puedo ser yo? hay Peregil negro acaso? Criado.Esos son vanos atajos; sentenciado está usté á muerte de horca. Perejil. De quéf Criado. De horca. PeregilX es Je ajosí Criado-. Prevéngase. Peregil. Que mis castos deseos mueran al viento ! Cri ido. Qué dice ? Peregil. Que solo siento morir en el tres de bastos. Criado. Higa lo que su señor. Peregil. D "¿i que me manden, dar término para i-nviar á llamar mi Confesor. Cri.tdo. Yo Jo traeré: J ••.(.-. crílí D i\. i\> EI Palíente jfusticiero, Peregil. No está, muy lejos de aquí, en Londres. Criado.En Londres? Pereqil.Si, que es Canónigo de allá. Criado. Que piense ese desvarío! un Frayle le haré enviar. Pendil. Yo no me he de confesar sino en Ingles, señor mió. Criado Pues mañana esos cuidados perderá : á Dios. Vase. Pert til. Qué es mañana ? que ni en toda esa semana puedo pensar mis pecados. 7V//o.-Peregil , esto es violencia, pero es justicia también; y con Dios ponernos bien es la mejor diligencia. Peregil. Yo morir haciendo gestos? ajusticiados los dos? aunque puestos bien con Dios, no quedamos muy bien puestos. Mafi.ina , en fin , por mí anda la campanilla y los gritos: qué gran dia de Coritos, si les toca la demanda I que todo «I dia es tragar lo que juntan en su nombre, para hacer bien por el hombre, que sacan á ajusticiar. TV//!». Ya va obscureciendo el viento la noche lóbrega y triste, que parece que la viste su trage mi pensamiento. Peregil. El mió n o , que es morado, y tira algo á columbino. Tello. Por qué? Perejil. En la lengua imagino, que he de salir ahorcado. Irllo.No hay luz en este Castillo? Peregil. Impiedad es no la dar, viendo aquí para espirar, dos hombres de garrotillo. Tdlo. Mala noche. Pt-figil. Pue« paciencia, q.ie á mí peor me lo aplican, que como es de salto, picara las pulgas de la sentencia. T-iilu, Ya mi desdicha el consejo elRico-Homhre de alcalá. de no malograrla tomo. Pm^.Pues por Dios, que es braVo, como pensar en el cordelejo. Tcllo. O es el temor que resisto, ó el postigo abriendo están del Castillo : quién serán? Peregil. Un Confesor con un Christo. Salen el Rey y Don Gutierre. Rey. Desde aquí os podéis volver. Giitkr. Solo á obedecerte asisto. Vase. Pertgil. Muy devoto soy de Christo, v él me ha de favorecer. Tello.Quién va? Rey.Es Tello? Tello. Tello soy, quién lo pregunta? Rey. Quien viene á daros vida, y previene vuestra libertad. Percgil.Ya. voy. Tello. Detente : quien sois decid, porque sepa con quien hablo. Peregil.Líbrenos, y sea el diablo. Rey. Un hombre soy de Madrid. Peregil. No le neguéis la verdad, que Confesor os creía, y os daremos Señoría, si no sois Paternidad. Rey. No está de mí asegurada la verdad?- Tello. En vos se vé. Peregil. Tiéntale. Tello. Pues para qué ? Peregil. Por si trae Christo ó espada. Rey. No dudéis, que soy un hombre, que os viene á dar libertad, traido de la piedad á qne mueve vuestro nombre; que soy un hidalgo creed, que vengo i esta diligencia. Peregil. Os creemos Reverencia, y os dudamos la Merced. Tillo. Pues qué intentais? Rey. Tendréis pues valor para aqueste exceso? Pengi!. No preguntéis para eso por valor, sino por pies. Tillo. Macho extraño, si sabéis quien soy , de que hayáis dudado valor á mi pecho osado. Rey.pues seguidme, si queréis, que del Key la sinrazón no De Don Agustín Moreto. up se logre. Tello N o lograra, $¡ el poder no lo intentan. feregil- Vive D i o s , que es un Nerón, cara de Sardanápalo, que de sí da testimonio. Rey. Es mal hombre. feregil. Y mal demonio; que aun para diablo era malo. Jeilo. Pues con toda esa fierez i, yo de encontrarle me holgara, donde no me embarazara el respeto de la Alteza. feregil. Le hicieras mil rebanadas, que y o ' , por vida d e ' S a n , de solo comer tu pan estoy , que broto estocadas. Rey. Ya y o s é , que sois brioso, y á vuestro brio inclinado, libertad hoy he intentado de aficionado y piadoso. Tillo. Pues quién sois ? Rey. N o es para aquí, que arriesga la dilación mi noble resolución. Perejil. Pues qué esperáis , pesia mí ? Rey. Seguidme los dos. Peregil. Corred presto , señor. Tello. Quién será quien este favor nos da ? Peregil.S'i es Frayle de la Merced ? V-ms. Salen el Infante Don Enrique y Mendoza , Criado. Enriq. En esos álamos queden los caballos hasta el dia, y Ja gente. Mend. La porfía del sueño vencer no pueden. Enriq. Aquí quiero que aguardemos al Sol , para entrar de dia. Mend. Temo á tu hermano. Enriq. Porfía en tus temores y extremos: qué temos de él ? Mend. Que te tiene envidia por tu valor, y es poderoso. Enriq. El temor de la culpa te previene; mas tus Tezelos son vanos, que el delito hace el temor. 2 7 Mi-'nd. Pues que delito mayor, si hay odio entre dos hermanos, que atropellar qualqiiicr ley ? Enriq. V e t e , Mendoz.i , á la mano, que es ofender en mi hermano, y es irritarme en mi R e y . La mano vengo á besar, porque licencia me ha dado, y habiendo á sus pies llegado, nada puedo aventurar; y pues de su enojo ¡;¡¡üsto es causa mí adversa estrella, ao quiero mas logro de ella, <¡oe morir dándole gusto. Mend. Gente parece que viene hacia aquí. Enriq. Guardas seráa del campo que en vela están} que no nos vean conviene. Mer\d. Bien será que te repares, que aquí se van acercando. Enriq. Pues vamonos retirando á orilla de Manzanares. Vansf. Salen el Rey, Don Tello G.-trcí.t y Perejil. Rey.Y i en este Parque estamos m.is seguros. Tello. Alejémonos algo de los muros, que temo -mucho al R e y . Rey. Pues tenéis miedo del Rey? Tello. Si lo obrara su denuedo, y cuerpo á cuerpo aquí yo le encontrara, pudiera ser que el miedo se trocara; pero riñe el poder coa muchas manos, con quien los brios son alientos vanos. Peregil. Y luego tiene para ser valiente una cara de Sátiro de fuente, que entre sus tentaciones pensar puedo, que al mismo San Anto:» le diera miedo. Rey. Ya que solos estamos, sabed, Tello, que el libertaros me movió áempren.lello vuestro valor. Tello. Y yo saber deseo á quién debo favor como el que veo. Rey. Este Criado ir puede á aquel molino atraer una luz, que aquí previno para esto una linterna mi cuidado, porque me conozcáis, y asegurado de quien yo sojvbnsqiiemos los caballos, por si w> acierto donde pude atalios. Pereg.Y hacia donde, señor, nos encaminas? porque y o tendré miedo cu .filipinas. Dz Rey. 28 27 Valiente Justhiero yy '/ Rico-Hombre de Alcalá. Rey. Portugal o Aragon serán reparo, porque sus Reyes os darán amparo, que aquí os dare' yo letras y dineros. 7V//o.M.is que librarme, espero conoceros. Peregil. Dineros y letras? vengan al instante, que porque nuestro gozo te los cante, las pondremos en solfa en el camino, para que tengan fuga : más y o inclino mis pasos á Aragon. Rey. Por qué lo intentas ? Per.Porque yo tengo allí muchas paricntas. Rey. S\ allá tienes parientes , bien esperas. Percgil.Say por vinoso deudo de las peras. Rey. Pues ve á traer la luz. Peregil. Iré volando, y por las letras me vendré cantando. Vas. Rey.Vtn bultohácia aquí viene.Te.Sinespada no puedo conocerle. Rey. Pues si usada D.ile la espada. vuestra mano echa menos el acoro, tom id la mia, que llegarme quiero por otra, que al arzón traigo colgada, y guardad este puesto con la espada. "Pello. Eso no os dé cuidado. Rey. Temo que nos descubran. Vast. 2ell i. Yo aseguro, m ii que si esto quedara con un muro: quiéa será este hombre,Cielos, cuyo trato tanto me obliga, y con tan gran recato, siempre cubriendo el rostro me ha traído, «Ion Je Jeun Rey cruel me ha defendido? Sale el Rey con espada y embozado. Rey. V.i ocasión h.i logrado mi deseo ap. de ver si se compone mi troteo de respeto ó valor, si esto consigo. Tello.Ene es el bulto que asustó á mi amigo. /Rey. Quién va 5 Tello. Quica lo pregunta? Juey. Quien desea saber quien va. 'J'élis. Muy mala vista tiene, que quien quedo se está, ni va ai viene. Rey. Qué busca en este Parque? Tello, Leña verde. Rey. Qué buscáis ? Telh. Voiveis vos lo que se pierde ? Rey. Yo mostrare' á estocadas lo que hablo, si no se vade ahí. Telia. Válgalo ci di.ib.'o. Rry.Y*X ¡ w y í k echaré de jquúlmi. mento. JV/AQuántos vienen con él para el intento} Rey. En mí viene quien sobra. Tello. Muy pocas penas trae para la obra. Rey. Pues comiéncelo á ver. Tello. Qué lindo tema ! que en fin queréis reñir ? Rey. Donosa flema ! ó arrojaréle de ahí. TW/s.Tenga paciencia;, que yo le hartaré presto de pendencia; acérqueseme un poco. Riñen. Rey. Riña y calle. Tello. No quiero y o cansarme por matalle: pulso tiene por Dios, y trae la espada ap. no mal alicionada. Rey. Bien repara y bien tira; ap, valor tiene , ya es menos mi ira, que le cobro afición. Tello. Que hombre haya habido, que solo me resista í estoy corrido. Rey. Vive el Cielo, que Tel ¡o se defiende, casi me d.i cuidado, mas pretende ya de mi furia resistirse en vano. Tello.Li espada me has sacado de la manfl. Cíesele la espada. Rey. Tómala. Tello. Cómo puedo, si la fuerza perdí? Rey. Me tienes miedo? Tel Miedo nOjévidij si,pues me has vencido; mover no puedo el brazo: hóbre atrevido, quién eres ? que no sabes quanta glorij te da el haber logrado esta victoria. Rey. No me conoces ? Tello. N o . Rey. Luego y o solo, si:) q el ser yo quien soy sea circunstancia, confiesas que he vencido tu arrogancia? Sale Peregil con una luz. Tello. No te lo puedo n^gtr. Peregil. Vengan letras y dinero, que y.x está la luz aquí: San P.iblti ! q:ic es lo que veo ! Rey. Al Rico-Hombre de Alcalá á lo? pies del R e y Don Pedro. Perejil. San Miguel está al revés. Te!l-j.\'os soi?, señor? ReySi, Don Tello, que !o q':e tú deseabas te he 'íiovtrado cuerpo á cuerpo, parando tu vanidad, parque veis que eres iremos, que ei Cicrig > y ci Cantor, De Don Agustín que maté, acaso riñondo con mas aliento que tú, para que sepas , que puedo nacer hombre coa b espada, lo que el Rey COQ cl respeto. Tello. Yo lo confieso. Rey. Pues ya que por mí mismo te venzo,, y sabes que te vencí en tu casa por modesto, y por Rey en mi Palacio, y en estos tres vencimientos me has admirado piadoso, valiente y justiciero: vete , pues te dexo libre, de Castilla y de mis Reynoy, porque s¡ en ellos te prenden, has de morir sin remedio; porque si aquí te perdono, allá , como Rey , no puedo, que aquí obra mi bizarría, y allá ha de obrar mi consejo» Allá la ley te condena, y aquí te absuelve mi aüentoj aquí puedo ser bizarro, y allá he de ser justiciero;, allá he de ser tu enemigo, y aquí ser tu amigo quiero,, que allá no podré dexar de Ser Rey , como aquí puedoj porque para que riñeses sin ventaja cuerpo á cuerpo,. me quite la Alttza , y solo vine como Caballero, TíUo. Sin mí estoy ! y con mas fe tu Migestad reverencio, admiro tu bizarría, y tu valentía tiemblo; juzgando gloria el c.ist:gor y honor este vituperio, porjue tú solo podrás po-trir mi valiente pecho; y a«i , Jcxando À Castilla, tu voluntad agradezco. Perfil. Y ro , señor, de memoria^ uy.ri indo tan buen • consejo, obedez.-o en tn mandato voluntad y entendimiento, y cua mis C:.H;Q seníidosj- Morete 29 voy á correr como un viento, que no quiero como un galgo, por temer tu pan de perro. "Rey. Junto á aquel olmo está un hombre con caballos y dineros, que esto , García , es ser Rey, y esto es ser valiente , Tello. Tello. Todo , señor, lo conozco. Rey. Pues no dilatéis el riesgo. Peregil. Qué es dilatar ? vamos de esta. Tello. Mil veces tus plantas beso. Rey. Idos presto. Peregil. Agur januá. Tello. Corrillo voy. Pereg. Vamos luego. Tello. Vamos. Peregil. Lleve, el diablo ef alma que gastare cumplimientos. Vanse. Rey. Glorioso quedo de haber ganado en un vencimiento dos triunfos , que en un rendido malogra el golpe el troteo; ya el Alba está muy vecina, cerca aquí á Palacio tengo. Dent. /Vf«£Tí.Piedra rus de ser en Madrid. Rey. Qué escucho! válgame el Cielo! esta voz, que en mis oidos tanto horror hacen sus ecos, vuelvo i oir ; pero qué importa, si es ilusión que padezco \ recogerme quiero. Sale un Muerto con Alb.i y Manípulo, cis Clérigo. Muerto. Aguarda. Rey. Quién me [¡ama ? Muerto. Yo» Rey. Qué veo .l sombra ó fantasma , qué quieres ? Muerto. Decirte que en este puesto has des ser piedra en Madrid, Rey. Qué pregon me csrás luciendo, que asi en Madrid me persigues ? Muerto. Llea.i , si quieres saberlo, y en ci brocal de este pozo, que está ar.ioudo á este Templo^ venerable , como humilde^ glorioso r como pequeño, por haberlo edificado Santo Domingo, asistiendo el Seráfico Francisco «a su ¿única, podemos jo El Valients J list icier o ,y el Ricc-I-lomhre de Alcalá. sentarnos. Rey. Viene y a el did, en señal del cumplimento. v detergerme no pued 1 ). Rey. Si doy ; pero suei'.a , suelta, Muerto. Sentare , que eso es temor. que me ab.asas , vive el Cielo. Rey. Por dvsmctitirrc me siento; Mtierto. Este es el t;;ego que paso, de donde salir espero ya estoy sentado, prosigue. Siéntase. quanJo la fabrica acabes. Muerto. Confíeosme .' Rey. Suelta , que sufrir no puedo, Rey. Estás tan feo, vive D:i>$::- Mturto. En ese ardor que no acuerdo , sino que «res teme , R e y , el deí Inrierno. V.ise. demonio que persiguiendo Rey. Vive Dios , que á ser posible, me estás. te hiciera átomos mi aliento: Muerto. N o , vuelve á sentarte. mas válgame Dios ! que digo ? Rey. Sí haré. haré eJIriVar el Templo, Muerto. Yo , Nerón soberbio, porque p:>r el se revoque soy e! Cié ii'o í quien diste Jt> que me amenaza el Cielo. de puñ'.l.-.j.is. Rey. ï o ? Mas ya tras el A iba ei dia Muerto, lis cierto. viene aprisa ; gente sieuto, Rey. Mas anduviste atrevido, y el retirarme es forzoso. y aunque fué juno tu zelo, S.ileu el Infinta Don Eiiri.juc y Menni á mi R e y me respetaste, ti-jzn , Criado. ni era tu\ o aque! empeño. E;jri.j. El es , Mendozi , lleguemos. Muerto. Es verdad , uns te amenaza Rey. l'or e! postigo de! Parque coa el mis¡no tin el Cielo que cae allí , entrarme quiero con este anudo puñal, untes qnc me reconozcan. V.ise. con el qui I tu hermano mesmo, Er.ri.j.yá hermano es,viven ios Cielos, de tus ciegos precipicios y ya por aquel posti.'o da-.» ;¿ Ca'iüla escarmiento. se entra al Palacio: qué haremos? Rey. A mí ir.i herir. ¡iv>? qué dices? suelta ei pr.fi il. .Vivr/v.Ya ¡o sueito. Me,:./. N o darse por entendido, pues tú no sabes que empeño Dex.i c.ier 11 f ifí-f', v .¡ueJa cl.iv.i.lo le ha detenido esta noetic. en el t.iH.t.'.o. £>iri.¡. Llama á los criados lue'.'o: Rey. Si te pudiera m itar m ,s válgime D i o s ! puñil otra v e z , te hu'vcra muerto. no es aquel? terrible encuentro! Muerto. D ü de Saiiü» D'.-.nmgo M.'-:J. Antes , di , terrible azar. me mataste. £'¡r:.j Qué está clavado en el suelo? Rey. Y qué es tu ¡:::L:!T-> ? aig.> tengo de Mend >zi, Muerto. Advertirte , que Dios manda, m.is no creo estos a.'.iiarov. qne fju.lo ¡q ;: i¡'i Convenio, muestra. TJ.I: Í el vuñ.il. donde en Vírgenes lo pagues Men.l l'enda es J . v.:¡...r. lo que !e hurt.-.uo en desprecios: íari.-. K:i !.. o-.-. ira:.-.i|| q::e veo, étatiseras liuiven clausuras; e;-:¡ K'.o qne es e. p u ñ j pronie'tesio : Rey. Si prometo: quieres Otra cosí? Muerto. No, ¡c mi !„•?,!• Me::.t. A i..'un c::vev> queja en p a z , iaS/ale luego, porque has Je \ M r cu él o : \;.-. eo:.<o: en alabastros eternos. . , ieü i.e in.-.S prestf , I Rey. Eso es ser piedra en Madrid ? £;:>•:..•. \ ..:•. - , M.u.íozj , á l\ilacÍ0> Muerto. Sí, piedra en Madrid es e»r>, ?:>? :¡q e. .' :• > atajem s. y Jume ahora la. mauo D.ileLituano. Men.i. Y «cuas, i.áor. £t:rq. De Don Agustín Mor et o. Enri.j. El puñal ha J o s e r , M e n d o z a , e! medio por domic cl R e y me reciba mas grato , porque su Re} no, SCgun '•u primo» aprecia, presumo que cvdma cu menos. il/.-//*/. Dich.i lia sido h ¡bcrle hallado. Enriq. N o sé qué" alborozo siento, que de este puñal presumo, que h m de resultar mis premios: mas y a á Palacio llegamos. Mend. Q u é alboroto suena dentro? Enriq. N o sé , vamonos llegando, que el R e y en el Parque , y luego en Palacio este alboroto, me ha dado mucho rezelo. Men i. N o hay ya que pasar de aquí, porque todos van saliendo, y presumo que es el R e y . Enriq. A buena ocasión le vemos. Dentro.Plaza, plaza al R e y . S Jen el Rey , Don Gutierre y acompañamiento* G ittier. Señor, y a se sabe en todo el Pueblo, que Don Tello se ha escapado. Rer. Grande fué su atrevimiento: haced que luego le sigan, que ha de ser el escarmiento d e Castilla su castigo: y llamad A los Maestros, que hayan de venir conmigo á ver Ja planta del Templo, oue labro ;í Santo Domingo. donde l e de hacer un Convento de M .nj ¡ s , que le dé honor â Madrid, donde deseu, q.'e mi hija Duñ.i ]u¿ñ¿ toms el Ha'iito primero: d'inde se ca^ó el puñal, la Cpiit.i hacer pretendo. Guti. r. S:.: duda se te ha caído, p m s 1 n ¡ la V.IVKJ veo. R 1 Jii:i:o ai p<»zo le olvidé: P'ir .-/...r perderle tengo. D -Ur;. I. éveille lik go al C i ' t i ü o . R y. Misad . ' T ü ï i . r r e , que es eso: si i D u u Xeilo habrán hallado ? .¡p. 31 Gut. V o y á obedecerte luego. Vase. Rey. Haber perdido el puñ.dj me ha dado gran sentimiento. Enriq. Pues , señor, no está perdido, que á quien desvela el deseo de servirte , le ha traido, por lograr este contento. Rey. Válgame el Cielo! qué miro! ap. mas pesar me ha dado el verlo en mi hermano , que el perderle, pues quando me avisa el Ciclo, que me ha de marar mi hermano con este mismo instrumento, con temor y horror le miro: mas disimularlo quiero. Enrique , llíga á mis brazos. Enriq. Y e! alma , señor, en ellos te daré. Abrazante. Rey. Qué haces , traidor ? l í a de mi Guarda , prended lo, matad ¡o. Enri.j.Señor, qué dices? Rey. Tú con el puñ.d sangriento me quieres quitar la vida, tú me has herido , prendedlo. Enriij.Señor , á tus pies está. Rey. Dámele , que con él mesmo te he de m .tar. Eiiriij. Gran Señor, humilde y rendido vengo; y si mi humilda.l te enoja, besándole te le vuelvo, como quien de su castigo besa humilde ci instrumento. Rey. A l z a , Enrique , de mis pies, que en los decretos del Cielo nada es ei hombre, y las obras exécutai! sus docetos: q¡;é ¡oca üu.'ion me asusta! D en:-o nus. lintr.ij adentro. Rey. Qué es e>o: S.tl.u J)J-I Gutierre, DJÜ.I Le r />;/;..- M.tr'u. G;:.'/</r.Se*i -,x, las Gu rdas del camp iban •i.ii.i.ndo á Don Tello, y los '..i id'is -i .i lut'irite, sin C'"u)-'-.'v.'!c . c:.'vende ejue û.ese aig-in ¡íidlieclior, le 32 El Valiente Justiciero,y el Rico-Homlre de Alcalà. Jo detuvieron á tiempo, que ya iban i prenderle, y le traen. Rey. Mucho lo siento, porque es preciso que muera, ají. JEt'n'j. Mis criados !e prendieron, y^ es empeño e! smp.ir.irle. XíWjsr.Señor, á tus plantas vuelvo, porque te hace roas deidad, aunque te ofenda mi ruegoJM.jri.i- Mirad, señor, nuestro llaoto. Rey. Gutierre , llévenle luego á executar \.\ Sentencia; ní> cutre aquí, y e! privilegio de verme !a cara alegue. Enri.j. Señor , <¡ el merecimiento de haber entrado en tu gracia puede alcanzar este premio, te pido que le perdones, y sea aqueso el primero favor que Je ti reciba, para empeñar mis alicate* en las glorias de servirte. Rey. Muy poderoso es tu ruego, hermano, su vida es tuya. Enriq. Mil veces tus plantas beso. Rey. Venga él y Don Rodrigo. Salen Don Tello Grana, Dm Rodricm eregily acompan ¡miento. Gftí/iT.Aqui están todos. Reregl. Laus Den. Tello. Y y o rendido i tus plantas. Rey. Dad la mano á Leonor, Tello. Tello. Ya se la doy con el alma. Dale la mano eí Doña Leonor. Leonor. Dulce fin de tanto empeña. Ro.lr.T.iin'-vicn y o ;'t Doña María. D.de l.i mano d Doña María. María.Ta vida es la que yo aprecíou feregil. Oigan ustedes, que falta aquí lo mejor del cuento; y e s , que sepan que aquí acaba el Valiente Justiciero. F I N. en la Imprenta de J o s e f y Tomás de Orga, Calle de la Cruz Nueva , junto a l Real Colegio de Corpus Christi, en donde se hallará esta, y otras de diferentes Títulos. Año 1775. CON CICENCTA: EN VALENCIA,