Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 2005, 163: 119-131 Aspectos microbiológicos y físico-químicos de los pozos de agua de la isla de Margarita María Milagros Iriarte R. y Mamerto Marín Resumen. Se recopiló información asentada en Libros de Certificados de Ensayos de EDIMAR – FLASA sobre análisis de agua de pozos. Se efectuaron recuentos de aerobios en placa, levaduras, mohos, coliformes totales, coliformes fecales, estreptococos fecales, sólidos disueltos totales, cloruros, salinidad, dureza total, calcio, magnesio, hierro, nitritos y nitratos, entre otros. La prueba de ANOVA reflejó que existieron diferencias significativas (p < 0,05) en los aerobios mesófilos y coliformes totales de los pozos del municipio Arismendi con respecto a los de otros municipios. También las hubo (p < 0,05) con los coliformes fecales y recuentos de mohos entre los ubicados en el municipio Maneiro y los de otros municipios, así como en el contenido de sólidos disueltos, cloruros, salinidad, dureza total, calcio, sulfatos, fosfato y nitritos. Esto probablemente fue debido a que dos de los pozos de este municipio eran de agua de mar. La prueba de correlación de Pearson destacó una relación positiva significativa (“r” = 0,79; 0,69 y 0,80 respectivamente, p < 0,05), entre los recuentos de aerobios mesófilos y el número de coliformes totales, coliformes fecales y estreptococos fecales. Ninguno de los 47 pozos analizados cumple con los requisitos de agua potable. El 89% de las muestras cumple con los requisitos microbiológicos y sólo 38% acatan las exigencias físico-químicas para riego de vegetales. Palabras claves. Calidad de agua. Pozo. Agua subterránea. Agua potable. Riego vegetales. Venezuela. Microbiological and physico-chemical aspects of Margarita island's water wells Abstract. This article compiles information deposited in EDIMAR-FLASA´s internal Essay Documentation Books regarding water quality analyses on Margarita Island, Venezuela. Data on aerobic plate counts, yeasts, molds, total coliforms, faecal coliforms, faecal streptococci, total solids, chloride, salinity, total hardness, calcium, magnesium, iron, nitrates, nitrites were quantified, among others. A one-way ANOVA revealed that there were significant differences (p < 0.05) in the aerobic plate count and total coliforms of Arismendi district. With respect to the other districts, there were significant differences (p < 0.05) in faecal coliforms and molds between wells situated in Maneiro district and the others, as well as to total dissolved solids, chloride, salinity, total hardness, calcium, sulphates, phosphate and nitrites. This is probably due to the fact that two wells of this district were actually sea water. Pearson´s correlations test emphasized a significant positive relation (r =3D 0.79; 0.69 and 0.80, p < 0.05) between plate counts and total coliforms, faecal coliforms and faecal streptococci. None of 47 wells fulfills current potable water regulations, 89% of the samples fulfill the microbiological requirements for crop irrigation, and only 38% meet physical-chemical demands. Key words. Crop irrigation. Groundwater. Potable water. Water quality. Water wells. Venezuela. 120 Pozos de agua, Isla de Margarita Introducción La alteración de la calidad natural de las aguas subterráneas es posible y muy frecuente, y la misma puede variar a través del tiempo, debido a procesos hidrológicos y patrones de uso (Barcelona et al. 1989). Esta alteración no es sólo por contaminantes antropogénicos, sino también por la intrusión de agua de mar en pozos perforados cerca de la costa (Dunne y Leopold 1978). Como ejemplo de esto último y aunque no se dispone de datos analíticos, se conoce que algunos de los pozos existentes en el municipio Antolín del Campo, isla de Margarita confrontan esta problemática, por lo que actualmente se está estudiando la posibilidad de instalar plantas desalinizadoras. El agua de origen subterráneo no sólo es utilizada con fines domésticos; también suele ser destinada para riego agrícola; por lo tanto, es de gran importancia caracterizarla al igual que el tipo de terreno donde se encuentran los sembradíos. A veces los cultivos regados con aguas cargadas de sales dan cosechas aceptables, siempre y cuando estén sembradas en terrenos con un drenaje adecuado (Porras y Thauvin 1978). Desde hace décadas, la perforación de pozos en la región insular se ha llevado a cabo con el fin de complementar el deficiente suministro de agua en la isla de Margarita (Gómez 1996). Rengel (1961) y COPLANARH (1974) reportan que en las décadas de los años 40, 50 y 60 se hicieron varias perforaciones, pero que posteriormente se abandonaron debido a la baja producción o por presentar el agua niveles inaceptables de salinidad. Iriarte (1999) señala que a partir del año 1996, comienza otro auge de perforación de pozos, pues desde entonces se cuenta con maquinarias que facilitan la perforación de la roca. Por lo general, estas últimas operaciones fueron realizadas sin considerar las normas sanitarias existentes para pozos perforados destinados al abastecimiento de agua potable (República de Venezuela 1997). Por ello, los organismos encargados de velar por la salud pública no cuentan con la información pertinente del número y ubicación de los pozos existentes en la isla que permita una ordenación racional de las extracciones. Desde otro punto de vista, conocer cuáles son las características físico-químicas y microbiológicas de las aguas subterráneas, ayudará a determinar si las mismas deben someterse a algún tipo de tratamiento con el fin de adecuarlas para un uso propuesto. El presente trabajo tiene como objetivo presentar las características microbiológicas y físico-químicas del agua subterránea que fue analizada en los laboratorios del Departamento de Control de Calidad de Fundación La Salle de Ciencias Naturales durante el período 1994-1999. Materiales y Métodos Los datos de los análisis microbiológicos y físico-químicos fueron extraídos de los Libros de Certificado de Ensayo del Departamento de Control de Calidad, donde Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 163 121 además de los resultados se reporta la ubicación de los pozos y la metodología utilizada para la realización de los análisis. Este estudio no constituye un censo de la calidad del agua de todos los pozos existentes en la isla de Margarita, solamente incluye aquellos cuyos propietarios solicitaron los servicios de la Institución para los análisis. En total fueron 47 pozos, distribuidos por municipios de la siguiente manera: Antolín del Campo: 16; Arismendi: 7; Díaz: 8; Gómez: 6; Macanao: 2; Maneiro: 4; Mariño: 1 y Tubores: 3. La toma de muestras para análisis microbiológicos fue realizada según la Norma COVENIN 2709-90 y APHA et al. (1989), tomando por cada pozo tres botellas de 450 ml c/u. Para los análisis físico-químicos se captaron dos botellas por pozo. Cada muestra fue identificada y preparada según la Norma COVENIN 1126. La iniciación de los análisis se hizo dentro de las seis horas después de recogida la muestra. Para los recuentos de aerobios mesófilos a 35 °C, se inocularon placas de Petri por duplicado y se les añadió Agar para Recuento en Placa, incubándose a 35 °C por 48 horas. La determinación de coliformes totales y coliformes fecales se hizo según APHA et al. (1989), utilizando la técnica del Número más Probable (NMP/100 ml). Los estreptococos fecales fueron determinados (NMP/100 ml) de acuerdo a lo recomendado por APHA et al. (1985). Para los recuentos en placa de mohos y levaduras se utilizó Agar Oxitetraciclina Glucosa, incubándose las placas sin invertir a 22-25 °C por un lapso de cinco días. Los procedimientos seguidos para los análisis físico-químicos fueron los pautados en las siguientes normas COVENIN: Hierro: 2120; Cloruros: 2138; Alcalinidad: 2188; Sulfatos: 2189; Nitratos: 2193; Fosfatos: 2304; Dureza Total, Calcio y Magnesio: 2408; Sólidos disueltos: 2461 y pH: 2462. Para la determinación de la salinidad se utilizó un salinómetro YSI, modelo 33. La discusión de resultados tanto para determinar la potabilidad del agua como para evaluar su calidad para riego de vegetales, se hizo contemplando en conjunto los 47 pozos estudiados, así como agrupándolos por municipio. Los resultados obtenidos en los diferentes análisis se compararon con los requisitos establecidos para agua potable y agua potable envasada, al igual que para aguas destinadas a riego de vegetales para consumo humano y aguas para el riego de cualquier otro tipo de cultivo y para uso pecuario (República de Venezuela 1980, 1992 y 1995 y Norma COVENIN 1431). Se realizaron pruebas de ANOVA (una vía) con el programa Statgraphics™ a los datos microbiológicos transformados logarítmicamente y a los datos físico-químicos, previa comprobación de la homogeneidad de la varianza, para determinar si había diferencias estadísticamente significativas entre resultados de los pozos ubicados en los ocho municipios, considerando cada municipio como un tratamiento diferente. Si existía diferencia significativa, se realizó un análisis “a posteriori” de rangos múltiples, para determinar entre qué municipios se hallaban las diferencias detectadas. Por último se aplicó el análisis del coeficiente de correlación de Pearson (r de Pearson). 122 Pozos de agua, Isla de Margarita Resultados y Discusión Análisis microbiológicos En normativas extranjeras existen requisitos para recuentos de aerobios a 20-22 °C por 3 días (límite < 100 UFC ml-1) y a 37 °C x 24 h (límite <10 UFC ml-1) (Collins et al. 1995). En Venezuela sólo se cuenta con la Resolución del MSAS 15610 (República de Venezuela 1980), en donde se menciona que los recuentos de aerobios mesófilos para agua potable deben ser menores de 100 UFC ml-1, pero no se específica a qué temperatura deben incubarse las placas ni por cuanto tiempo. Por ser la temperatura ambiente de la isla de Margarita de unos 26 °C (MARNR-FONDENE 1997) y la del agua de los pozos analizados oscila entre 27 y 34,5 °C, se estimó que incubar a una temperatura de 35 °C por 48 horas (APHA et al. 1992) era el método más conveniente en el presente caso, y así tener una estimación del número de bacterias propias del agua, suelos y también las provenientes de animales de sangre caliente. Por otra parte, los recuentos de bacterias que crecen a 20 °C están más relacionados con aquellos microorganismos naturalmente presentes en el agua y capaces de crecer en ese medio de cultivo y a esa determinada temperatura. Sólo el agua de un 27,7% de los pozos analizados presentó recuentos de aerobios mesófilos inferiores a 100 UFC ml-1. Estos recuentos deben tomarse como resultados circunstanciales, pues pueden variar rápidamente. Por ello debe tenerse siempre presente que un solo dato nunca refleja las condiciones que existen en un determinado cuerpo de agua (Ortiz 1977). El 34% de las muestras analizadas cumplieron con el requisito de ausencia de coliformes totales en agua para consumo humano. No obstante, la mayor parte del 66% de las muestras restantes, no sobrepasaron el valor límite especificado de 2000 NMP 100 ml-1 (República de Venezuela 1995), para determinar que son aguas, que desde el punto de vista microbiológico pueden ser acondicionadas con la sola adición de desinfectantes. Aunque la mayoría de las bacterias pertenecientes al grupo de los coliformes totales no son peligrosas, su presencia en agua es preocupante, por cuanto no es el hábitat natural (APHA et al. 1992). Pero la ausencia de coliformes no implica que no haya otras bacterias en el agua, pues por ejemplo, Pseudomonas, es capaz de crecer en agua potable. Bordner y Winter (1978) reportan que es posible que recuentos de aerobios mayores de 500-1000 UFC ml-1 repriman o insensibilicen las pruebas de coliformes. Además, la ausencia de indicadores microbiológicos, no garantiza una muestra de agua pura, pues no existe relación entre la presencia de un indicador bacteriano y otros contaminantes, por ejemplo, metales pesados o pesticidas (Lynch y Poole 1980). El grupo de coliformes fecales no se detectó en un 72% de las muestras, cumpliendo las mismas con el requisito respectivo para agua potable. El 89% no sobrepasó el límite establecido para el riego de vegetales; el 93% puede ser utilizada para uso pecuario y sólo un 4% presentó una cantidad tan elevada que inhabilita el agua para cualquier uso. Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 163 123 Llama la atención que sólo el 56% de los pozos estudiados cumplió el requisito de ausencia de estreptococos fecales para agua potable, corroborando que este grupo de organismos puede sobrevivir por más tiempo condiciones ambientales desfavorables. Es por ello que la OMS (1972), los recomienda para confirmar el origen fecal de la contaminación en casos dudosos. El último grupo analizado fue el de los hongos. Los mismos incluyen a las especies filamentosas o mohos al igual que a las levaduras. Se tiene establecido que los recuentos no deben sobrepasar las 10 UFC ml-1 (República de Venezuela 1980) y el 93% de los resultados obtenidos tanto de mohos como de levaduras estuvieron dentro de ese límite. El recuento más elevado de mohos fue de 2,5 x 10 y el de levaduras 1,0 x 102 UFC ml-1. Sobresalió que no se detectaron mohos en el 56% de las muestras, ni levaduras en el 87% de las mismas. También resaltó, que los mayores recuentos de mohos (2,5 x 10 UFC ml-1) se encontraron en los pozos con más alto contenido de sólidos disueltos y cloruros (Municipio Maneiro). Análisis físico-químicos Los sólidos totales disueltos en agua potable, según la normativa venezolana vigente no deben sobrepasar los 1000 mgl-1, pues pueden inducir a reacciones fisiológicas desfavorables. El 18% de los pozos investigados acataron el requisito (Tabla 1). Por otra parte, el agua para el riego con alto contenido de sólidos solubles contribuiría a la formación de costras en el terreno (EPA 1973). La normativa venezolana en este sentido establece un límite de 3000 mgl-1. Sólo el 58% de las muestras acataron este lineamiento, entre ellas, todas las del Municipio Arismendi. La salinidad del agua del 85% de los pozos fue superior al 1,1 ‰. El menor promedio hallado fue en el Municipio Arismendi (0,05 ‰) y el mayor, sin considerar los pozos que resultaron de agua de mar, fue de 8 ‰ en los municipios Antolín del Campo y Gómez. Los valores de pH del agua oscilaron de 6,35 hasta 8, encontrándose dentro de los límites recomendados (6,5-8,5). Sólo el 13% de los pozos (Tabla 1) presentaron valores de cloruros por debajo de 250 mgl-1. Concentraciones superiores afectan el sabor del agua y pueden corroer los metales en el sistema de distribución, especialmente en aguas de escasa alcalinidad (OPS 1985). El origen de los mismos puede ser la cercanía de la costa o por contaminación con aguas residuales, ya que estos iones se hallan en grandes cantidades tanto en la orina de seres humanos como de animales. El agua de la totalidad de los pozos investigados en los municipios Gómez, Macanao, Mariño y Tubores excedieron el valor permitido de dureza total (500 mgl-1 de CaCO3). Únicamente el 12% de las muestras cumplió el requisito (Tabla 1). Concentraciones elevadas de dureza total conllevan a problemas económicos, pues pueden formarse depósitos de incrustaciones, se desgastan los utensilios domésticos y hay un mayor consumo de detergente. Tampoco bajas concentraciones son deseables, pues el agua blanda con una dureza inferior a 100 mg l-1 puede ser corrosiva para las cañerías 124 Pozos de agua, Isla de Margarita Tabla 1. Porcentaje de pozos, según el parámetro, que no cumplen con las normas vigentes para el agua potable, basado en 47 pozos en la isla de Margarita. Parámetro Sólidos Disueltos Cloruros Dureza Total Calcio Magnesio Sulfatos Alcalinidad Hierro Fosfato % de pozos 81 86 87 21 91 13 54 41 8 En normas nacionales de agua potable no existen valores independientes para el calcio y el magnesio, pero si para el agua potable envasada (Norma COVENIN 1431). Para calcio es de 200 mgl-1 y para magnesio 30 mgl-1. El 78% del agua de los pozos acató la norma sobre calcio, es más, ninguno de los pozos de los municipios de Antolín del Campo, Arismendi y Díaz sobrepasaron el valor de referencia. El promedio más alto fue el correspondiente a los pozos del municipio Maneiro (1900 mgl-1) y el más bajo el del Municipio Arismendi (38 mgl-1). Situación diferente se presentó con el magnesio, pues sólo el 8,7% de las muestras cumplieron el requisito (Tabla 1). El mayor promedio se obtuvo en Maneiro (925 mgl-1) y el menor en Arismendi (161 mgl-1). La concentración permitida para sulfatos es de 400 mgl-1. Sólo el 5% de las muestras analizadas sobrepasaron esta cifra. Un pozo ubicado en el municipio Macanao presentó valores elevados tanto de sulfatos (474 mgl-1) como de magnesio (203 mgl-1) y otro en el municipio Maneiro (2077 mgl-1 y 1459 mgl-1 respectivamente). Cuando el agua contiene elevadas concentraciones de sulfato puede ejercer un efecto laxante y en particular se incrementa cuando el sulfato va acompañado de magnesio. El 45% de los pozos presentaron valores de alcalinidad por debajo de 500 mgl-1, requisito establecido para agua potable envasada. Hubo municipios con promedios muy altos: Antolín del Campo (572 mgl-1); Arismendi (605 mgl-1); Díaz (568,5 mgl-1) y Gómez (614 mgl-1). Conocer la alcalinidad es importante si se desea determinar la conveniencia o no del agua para el riego de plantas. Además, aguas con valores altos de alcalinidad tienen un sabor desagradable. En lo que se refiere al hierro, la normativa limita su contenido a 0,3 mgl-1 para agua de bebida y 1,0 mgl-1 para el agua que se utiliza en el regadío de cultivos. Sólo a 36 de los 47 pozos se les realizó este análisis. De ellos, el 58% presentó niveles aceptables para consumo humano y 83% para el regadío. El agua de todos los pozos de los municipios Macanao (2,7 mgl-1 de promedio); Maneiro (0,9 mgl-1) y Mariño (2,1 mg l-1) excedieron tanto el requisito para agua potable como el de la destinada a riego. Uno de los pozos ubicados en Macanao presentó los niveles más altos de este compuesto (3,7 mg l-1). El tanque donde se almacenaba el agua presentaba las paredes coloreadas de amarillo-naranja. Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 163 125 Elevado contenido de hierro es indeseable por sus efectos sobre el sabor, manchas en la ropa y acumulación de depósitos en el sistema de distribución. Las sales de hierro en el agua para riego pueden contribuir a la acidificación del terreno y el hierro precipitado incrementaría la fijación de elementos esenciales tales como el molibdeno, que pueden causar toxicidad en el forraje (EPA 1973). El fósforo aparece en aguas naturales la mayoría de las veces en forma de fosfatos. Este nutriente es esencial para el crecimiento de plantas y puede ser el que limita la productividad primaria de un cuerpo de agua (APHA et al. 1992). Para el agua potable envasada la concentración máxima admisible para fosfatos (PO43-) es de 0,5 mgl-1. Los fosfatos se analizaron en 37 de los 47 pozos. En más de la mitad de ellos (54%) no se detectó, y en el 92% se acató el requisito (Tabla 1). La mayor cifra obtenida (12,3 mgl-1) corresponde a uno de los pozos de agua de mar ubicados en el municipio Maneiro, quizás por estar infiltrándose agua de la costa afectada por contaminación antropogénica. Esto es apoyado por el resultado (23 NMP 100 ml-1) del análisis de estreptococos fecales, grupo de indicadores que resultan más resistentes a las condiciones de salinidad que el grupo coliformes. Por otra parte, sólo en los municipios Gómez, Maneiro y Mariño se hallaron valores de fosfato superiores a los recomendados para el agua potable envasada. Los nitratos (NO3 ) y nitritos (NO2 ) se cuantificaron en 40 de los 47 pozos. De ellos, el 63% presentaron niveles inferiores al valor guía, 10 mg NO 3 - Nl-1 como concentración máxima deseable en agua potable (República de Venezuela 1992). La presencia de NO 3 puede producir enfermedades graves e inclusive mortales. Es común encontrar altas concentraciones de NO3- en pozos ubicados en granjas o en comunidades rurales, debido a la falta o inadecuada protección del área, por la existencia de tanques sépticos o por el uso de fertilizantes que pueden percolar al subsuelo (EPA 1973). Se han hecho reportes de peligrosidad para lactantes y niños de más edad cuando la concentración de NO3 ha sido superior a 45 mgl-1, ya que al reducirse a NO2 en el cuerpo humano puede provocar metahemoglobinemia (OMS 1972), lo que produce interferencia en la capacidad de transportar oxígeno en la sangre de los niños. Los mayores porcentajes de incumplimiento con respecto a NO3- se hallaron en los municipios Antolín del Campo (promedio de 12,3 mgl-1) y Díaz (14,2 mgl-1), quizás debido a que estas zonas son agrícolas y es posible que los agricultores utilicen nitrato de potasio y nitrato de amonio como fertilizantes. También es posible que el cemento que se emplea para revestir las paredes de los pozos contenga nitratos solubles (Larrañaga et al. 1999). Valores excesivamente altos de NO3- se hallaron en determinados pozos ubicados en los municipios Antolín del Campo (31,9 mgl-1); Arismendi (38,9 mgl-1); Díaz (40,5 mgl-1); Gómez (35,7 mgl-1) y Maneiro (32 mgl-1). La presencia de NO3- en el agua destinada a riego (EPA 1973) pudiera considerarse más una ventaja que un inconveniente. El valor guía de NO2- en agua potable para consumo humano es más bajo que el permitido para NO3-, 0,002 mgl-1. Sólo se les investigó el contenido de nitritos a 38 126 Pozos de agua, Isla de Margarita pozos, constatando que en el 52,6% se hallaban cifras inferiores al valor guía. El máximo valor registrado fue de 1,7 mgl-1 de NO2 detectado en un pozo ubicado en el municipio Maneiro y que resultó ser de agua marina. Análisis estadísticos Las pruebas de ANOVA demostraron que existen diferencias significativas (p < 0,05) en el contenido de mohos, sólidos solubles, cloruros, salinidad, dureza, calcio, sulfato, fosfato y nitritos de los diferentes pozos, según su ubicación por municipios. En el análisis “a posteriori” de rangos múltiples, para el 95% de nivel de confianza, se hallaron dos grupos. Uno lo conformaban los pozos del municipio Maneiro y el otro, los pertenecientes a los otros municipios. Esto era de esperarse, por cuanto dos de los cuatro pozos estudiados en Maneiro eran de agua de mar por estar muy cercanos a la orilla de la playa. También existieron diferencias significativas (p < 0,05) entre los recuentos de aerobios mesófilos y los de coliformes totales. El análisis “a posteriori” de rangos múltiples, para el 95% de nivel de confianza, detectó dos grupos, uno los pozos del municipio Arismendi con los mayores promedios obtenidos y el otro conformado por las aguas de los pozos de los siete municipios restantes. De este último grupo, los valores más altos, tanto para aerobios como coliformes totales, pertenecieron a los pozos ubicados en Díaz y Maneiro. De igual forma, se hallaron diferencias significativas (p < 0,05) entre los valores de hierro. Se determinó la existencia de dos grupos, uno conformado por los pozos que presentaron el mayor contenido de hierro (Mariño y Macanao), y el segundo grupo conformado por los pozos de los municipios restantes. De estos últimos, los de Arismendi, presentaron el menor contenido de hierro, con un promedio de 0,23 mgl-1. No se detectaron diferencias significativas (p < 0,05) en los resultados de estreptococos fecales, levaduras, magnesio, alcalinidad, temperatura y nitratos. Para determinar la relación entre las características microbiológicas y físicoquímicas del agua de los pozos, se aplicó una correlación de Pearson. Existe una correlación positiva, de considerable a fuerte, entre los recuentos de aerobios mesófilos y los coliformes totales, coliformes fecales y estreptococos fecales determinados (“r”= 0,79; 0,69 y 0,80 respectivamente, p < 0,05). Debido a que las bacterias encontradas en el agua son principalmente de tres tipos: acuáticas naturales, microorganismos residentes en el suelo y microorganismos que normalmente habitan el intestino del hombre y otros animales (Harrigan y McCance 1979), pudiera esto señalar que los recuentos de aerobios obtenidos eran principalmente bacterias indicadoras de origen fecal más que las correspondientes a las bacterias autóctonas del medio acuático. Igualmente, se halló una relación positiva entre los coliformes totales con los coliformes fecales y estreptococos fecales (“r”= 0,79 y 0,77, p < 0,05). A su vez, como era de suponer, los estreptococos fecales se relacionaron positivamente con los coliformes fecales (“r”= 0,82, p< 0,05), corroborando que estos indicadores son sin lugar a dudas de origen fecal. Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 163 127 En cuanto a los mohos, a pesar de no haberse detectado en el 56% de las muestras, estuvieron altamente asociados con los sólidos disueltos, salinidad, dureza total y calcio (“r”= 0,90; 0,89; 0,88 y 0,87, p< 0,05). Según Davis et al. (1978), especies de hongos (mohos y levaduras) pueden crecer en una elevada concentración de sales. Por último, considerando los diferentes análisis microbiológicos y físico-químicos llevados a cabo, se constata que el agua de ninguno de los pozos puede destinarse para consumo humano a no ser que se le aplique algún tipo de tratamiento, para adecuarla según el caso (Tabla 2). Por otra parte, y obviando los valores de salinidad, la tabla 3 presenta el número de pozos que en cada municipio pudieran utilizarse para el riego de vegetales. Tabla 2. Agua potable destinada a consumo humano. Número de pozos, por municipios de la isla de Margarita, de acuerdo a si sus aguas acatan los requisitos microbiológicos y físicoquímicos. Categorías: 1= Pozos que acatan los requisitos microbiológicos y físicoquímicos. 2= Pozos que acatan los requisitos microbiológicos pero no los físico-químicos. 3= Pozos que no acatan los requisitos microbiológicos pero si los físico-químicos. 4= Pozos que no acatan ninguno de los requisitos. 5= Pozos que no cuentan con suficiente información para clasificarlos. 6= Número total de pozos por municipios. Categoría 1 2 3 4 5 6 Tabla 3. 0 3 0 9 4 16 0 0 0 3 4 7 0 2 1 5 0 8 0 0 0 4 2 6 0 0 0 2 0 2 0 0 0 3 1 4 0 0 0 1 0 1 0 0 0 3 0 3 0 5 1 30 11 47 Agua destinada a riego de vegetales para consumo humano. Número de pozos, por municipios de la isla de Margarita, de acuerdo a si sus aguas acatan los requisitos microbiológicos y físico-químicos. Categorías: 1= Pozos que acatan los requisitos microbiológicos y físico-químicos. 2= Pozos que acatan los requisitos microbiológicos pero no los físico-químicos. 3= Pozos que no acatan los requisitos microbiológicos pero si los físico-químicos. 4= Pozos que no acatan ninguno de los requisitos. 5= Pozos que no cuentan con suficiente información para clasificarlos. 6= Número total de pozos por municipios. Categoría 1 2 3 4 5 6 Antolín Arismendi Díaz Gómez Macanao Maneiro Mariño Tubores Total del Campo Antolín Arismendi Díaz Gómez Macanao Maneiro Mariño Tubores Total del Campo 6 9 0 0 1 16 3 2 0 0 2 7 6 2 0 0 0 8 1 4 0 0 1 6 0 2 0 0 0 2 1 3 0 0 0 4 0 1 0 0 0 1 1 1 0 0 1 3 18 24 0 0 5 47 128 Pozos de agua, Isla de Margarita Conclusiones No puede clasificarse el agua de ninguno de los 47 pozos investigados como apta para consumo humano, de acuerdo a los criterios evaluados. Al considerar en conjunto los análisis microbiológicos y físico-químicos, el agua del 38 ‰ de las muestras (18 pozos) resultó ser apta para utilizarla con fines de riego de vegetales, pero obviando la salinidad. El valor máximo de salinidad determinado en estos pozos alcanzó 2 ‰. Las pruebas de ANOVA (una vía) señalaron diferencias significativas (p < 0,05) para los recuentos de aerobios mesófilos y el NMP de coliformes totales. El agua de los pozos ubicados en el municipio Arismendi, presentaron los mayores promedios y conformaron un grupo diferente a la de los otros siete municipios. También se hallaron diferencias significativas en los conteos de coliformes fecales y de mohos. En este sentido, los mayores promedios correspondieron al agua del municipio Maneiro. No se hallaron diferencias significativas (p < 0,05) en los resultados microbiológicos pertenecientes a levaduras y los estreptococos fecales. En los análisis físico-químicos también se hallaron diferencias significativas (p < 0,05), determinándose la existencia de dos grupos, uno de los cuales está formado por los pozos del municipio Maneiro. Las pruebas de correlación de Pearson, señalaron la existencia de una asociación fuerte (p < 0,05) entre los recuentos de aerobios mesófilos y el número de coliformes totales, coliformes fecales y estreptococos fecales presentes en las muestras de agua. Los mohos, a su vez, lo hicieron de una manera muy fuerte (p < 0,05) con los sólidos disueltos, salinidad, dureza total y calcio. Agradecimiento. A las personas que durante el período 1994-1999 trabajaron en el Dpto. de Control de Calidad-EDIMAR, especialmente a Ninoskar Figueroa, Antonio Salazar, Idais Villarroel, María Torres y Yajaira Rodríguez. También a Joaquín Buitrago, quien participó en los análisis estadísticos de los datos y en la corrección del manuscrito final. Igualmente, a Yrene M. Astor y Ramón Varela. Este trabajo corresponde a la Contribución N° 307 de la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita EDIMAR, Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Nota. Los datos crudos de cada uno de los pozos considerados en el presente trabajo se encuentran en el Informe Técnico EDIMAR: Características Microbiológicas y Físico-Químicas de las Aguas Subterráneas de la Isla de Margarita (Período 1994-1999). Iriarte R., M. M. y Marín, M. 2002. 113 p. Bibliografía. AMERICAN PUBLIC HEALTH ASSOCIATION, AMERICAN WATER WORKS ASSOCIATION AND WATER POLLUTION CONTROL FEDERATION. (APHA, AWWA, WPCF). 1985. Standard methods for the examination of water and wastewater. 16th. ed. American Public Health Association; Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 163 129 American Water Works Association y Water Pollution Control Federation (APHA-AWWAWPCF). New York, U.S.A. AMERICAN PUBLIC HEALTH ASSOCIATION, AMERICAN WATER WORKS ASSOCIATION AND WATER POLLUTION CONTROL FEDERATION. (APHA, AWWA, WPCF). 1989. 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