ч Щ Ш ^ Ф У ^ - ^ . Ъ * ' Ф SM ^ ё Ш е т ^ ^ ìir иг < ш « •s ./4/..-л ' M ; DE LA MELODIA Y DISCURSO MUSICAL POR DON HILARIÓN ESLAVA, MAESTRO DIRECTOR DE LA R E A L CAPILLA DE S. M. Y PROFESOR DE COMPOSICIÓN DEL CONSERVATORIO DE MÚSICA Y DECLAMACIÓN. Calle del Sacramento, núm. 10, 1861. INTRODUCCIÓN. AUNQUE en el discurso preliminar de la primera parle de este tratado presenté brevemente algunas conside- raciones acerca de la necesidad del estudio de la melodía y discurso musical, como uno de los ramos mas importantes de la escuela de Composición, creo conveniente ilustrar aquí esta materia con nuevas reflexiones, antes de presentar el plan que me he propuesto en esta segunda parte. Dos son los objetos del estudio de la melodía y del discurso musical: 1.° establecer los principios y reglas que deben observarse en la estructura de las piezas, de los períodos y de las frases, sin lo cual no hay criterio posible para distinguir lo bueno de lo malo en esta materia: 2.° guiar al discípulo acerca del modo de practicar progresivamente el estudio de este importante ramo. Algunos profesores irreflexivos, y también algunos semicompositores meramente prácticos suelen hacer una objeccion contra la necesidad del estudio de que se trata, diciendo: «que siendo la melodía el producto de la imaginación y del sentimiento, ella pertenece al genio; y que este no puede conseguirse con esludios escolares.» Esta misma objeccion suelen presentarla también en forma de dilema, del modo siguiente: «el discípulo tiene ó no genio: si lo liene, él producirá buenas melodías y piezas, sin que para ello necesite hacer estudios melódicos: si no lo tiene, de nada le servirá cuanto pueda saber acerca de melodía y discurso musical» Este argumento, que suele halagar á los holgazanes, y que suele también aplicarse á otras materias del arte, debe ser desvanecido cual conviene á la razón y al sano criterio. Yerdad es que la melodía es produelo de la imaginación, del sentimiento y del genio; pero esto mismo sucede con los mas sublimes rasgos de la poesía y de la elocuencia. Así, pues, como para estas es necesario y conveniente el estudio de la retórica y poética, del mismo modo lo es el de la melodía y discurso musical para el arte de la Composición de que se trata. El dilema antes indicado es un argumento vicioso. En él se supone que Dios, al conceder ó negar á los hombres ese don precioso que llamamos genio, lo hace de tal modo, que á unos lo da tan á manos llenas que A DO necesitan de estudio alguno; y que á otros se lo niega de tal suerte, que le son inútiles cuantos estudios y esfuerzos puedan hacer. No es así seguramente como Dios reparte ese don inestimabte. Tan raro es que Dios conceda el genio tan pródigamente, como que lo niegue tan absolutamente. Lo que generalmente sucede, y nos enseña la esperiencia, es que Dios dá á muchos una parte, mayor ó menor, de ese germen divino; pero que al que lo recibe toca cultivarlo y desarrollarlo con el estudio, paciencia y trabajo. El genio sin el talento, que se adquiere con el estudio, vale comunmente poco. A s í , pues, es útilísimo el estudio de la melodía y discurso musical aun á aquellos que hayan recibido de Dios una buena parte de ese numen divino. Además, sin los principios y reglas respecto á la melodía y discurso musical, ¿cómo se juzgan las obras del arte acerca de la buena ó mala estructura de las frases, de los períodos y del conjunto de una pieza? Yo he presenciado repetidas veces disputas entre profesores acerca de la buena ó mala.estructura de esta ó aquella frase, diciendo uno que la frase era coja, mientras que otro aseguraba que no era coja. Como ninguno de ellos sabia en que consistía la cojera, ni donde le dolía, como vulgarmente se dice, disputaban inútilmente sin r e sultado alguno. ¿Qué diriamos si, por ejemplo, oyésemos disputar á dos poetas acerca de la igualdad ó desigualdad del número de sílabas de los versos, desconociendo las reglas de metrificación respecto á los agudos, llanos y esdrújidos ? Si ha de haber, pues, criterio respecto á la estructura musical, para distinguir lo bueno de lo malo, es indispensable el estudio de la materia de que se trata. Conocida la necesidad del estudio de la melodía y del discurso musical, parecerá estraño sin duda que este materia tan importante haya sido la última que ha entrado á formar parte de la escuela de Composición, y que aun hoy se halle tan desdeñada por algunos preceptistas, y tan insuficientemente tratada por otros: pero si consideramos el errado rumbo que ha seguido el arte, y cuanto trabajo ha costado conseguir que ese mismo arte entre en el verdadero camino, desaparecerá seguramente nuestra estrañeza. El arte musical de los griegos y de todos los pueblos antiguos, sin embargo de la oscuridad que reina acerca de algunas cuestiones que á él pertenecen, consistía esclusivamente en la melodía. Destruidas y casi aniquiladas las bellas artes por la irrupción de los bárbaros, volvieron después á renacer, sirviendo de guia y modelo los restos del arte antiguo griego. La arquitectura, la pintura y la escultura entraron desde luego en el buen camino, proponiéndose la verdadera belleza del arte; pero desgraciadamente no sucedió esto con la música. Alucinados los músicos de la Edad media con la bien sonancia de ciertos intervalos dados simultáneamente, y con los diversos procedimientos que fueron practicando para concertar varias voces á la vez, olvidaron el principal objeto, el alma del arte, que es la melodía espresiva de los diversos afectos del corazón. Sin embargo, este olvido y error fué sin duda providencial, porque á él debemos que nuestra música sea hoy mucho mas rica que la de los griegos, que ignoraron las bellezas del arte de la armonía en el sentido que damos ahora á esta palabra. Prosigamos. Cuando el arte del Contrapunto llegó á cierto grado de perfección en el siglo X V I , nació la melodía en el sentido que hoy la damos: y como con ella nació también el arte de acompañarla, los músicos desentendiéndose de ordenar el estudio de aquella, atendieron únicamente al del acompañamiento, perfeccionándose este poco á poco hasta constituir lo que hoy llamamos arte de la armonía. Aunque en algunas obras del siglo próximo pasado se encuentran ciertas ideas acerca de la melodía y e s tructura de las piezas musicales, no se ha dado á esta materia la importancia que merece, hasta que á principios del siglo presente publicó Reycha su (rolado de melodía, y tras de este algunos otros que le han seguido. Sin embargo de esto, preciso es confesar que estos trabajos, aunque han esparcido alguna luz acerca de esta mate- O ría, son á mi parecer insuficientes, y pueden mejorarse mucho respecto á la solidez de los principios, al orden y claridad de las materias, y al modo de practicarlas. El desarrollo de la melodía y su último perfeccionamiento es cosa casi de nuestros días. Hasta el siglo XVIII la melodía era verdaderamente prosaica. La estructura de las piezas, períodos y frases no tenia el ritmo tan determinado y preciso como lo tiene hoy. En ese mismo siglo es cuando se efectuaron grandes adelantos en la melodía; pero es necesario tener présente que no todas las obras de los grandes compositores de aquella época pueden servir de modelo respecto á la estructura de las frases y períodos. Los compositores de la segunda mitad del siglo pasado, cómo Haydn, Mozart, Pergolesi, etc., habían sido educados en esa música prosaica y de ritmo vago; y de ahí el hallarse entre las obras de dichos autores algunas frases y períodos incorrectos, que no deben ser imitados. El que examine atentamente las obras de dichos autores, hallará que las mas justamente elogiadas son precisamente las en que están observadas, por solo el instinto admirable de sus autores, las reglas y principios que deben regir en la melodía y discurso musical. Teniéndose presente esta consideración, se e s plica la razón por la cual no agradan hoy algunas obras antiguas, aun de los autores mas célebres, cuando les falta el ritmo y estructura convenientes. En lo que va del presente siglo es cuando ha recibido la melodía su mayor desarrollo y perfección, habituándonos mas y mas á la corrección rítmica de las frases y períodos. Aquí es necesario indicar la causa por la que Reycha no pudo dar á su tratado de melodía la perfección que era de desear. Este distinguido preceptista, entre las obras mejores del siglo pasado, tomó como modelos de estructura melódica algunas en que no se observaban todas las reglas debidas, y que no eran entonces bien conocidas; siguiéndose de ahí que, al analizarlas, incurrió necesariamente en cierta confusion y vaguedad, que se nota respecto á los principios que deben regir y al modo de aplicarlos. Teniendo yo presentes todas las consideraciones que acabo de indicar ligeramente, me he propuesto en esta obra establecer sólidamente los principios que sirven de fundamento respecto á la melodía y discurso musical, presentando modelos de lodo especie, conformes en un todo con los mismos principios establecidos, y dando, los avisos y consejos necesarios para el estudio práctico de este ramo con el orden y progresión convenientes. Pudiera yo haber elegido dichos modelos esclusivamente entre obras de los autores de mas fama; pero creyendo inútil ese trabajo, los he tomado indistintamente de propias y estrañas, según han aparecido á mi memoria, y las he creído á propósito por su brevedad y claridad, componiendo además nuevamente aquellos que llevan condiciones dadas, en razón de que hubiera sido muy embarazoso rebuscarlos uno por uno entre las composiciones de los clásicos. Antes de concluir esta introducción, debo advertir que en esta obra me he propuesto establecer el modo de que el discípulo haga el estudio práctico de las frases y períodos, componiendo aquellos y estos á imitación de los numerosos modelos que le presentaré, siguiendo en ello un procedimienio análogo al que usamos en la práctica del contrapunto y de la fuga; porque la esperiencia nos enseña que una de las cosas mas importantes en estas materias es enseñar á los discípulos el modo mas conveniente de practicarlas en los esludios escolares. Concluyo, pues, esta breve introducción, pasando á presentar el siguiente 3 o PLAN DE LA OBRA. Esta segunda parte del tratado de Composición consta de cuatro capítulos. En el primero, que es de conocimientos preliminares seesplica: 1.° loque debe entenderse por melodía, pieza, 2.° la división de una pieza en partes, periodos, frases, discurso musical, y obra: miembros de frases y fragmentos ó diseños: 3.° la- analogía del discurso musical con el oratorio: 4.° el modo de aplicar á esta materia, como á todas las que abraza el arte los principios tonal, rítmico y estético, según las bases establecidas en el tratado de armonía; concluyéndose con la esplicacion del significado que tienen en melodía las palabras giros, ritmos, cadencias melódicas é ideas. En el 8.° capítulo, que trata de la frase, después de esplicarla, se aplican á ella los principios tonal, rít- mico y estético, y se dan los conocimientos necesarios acerca de sus cadencias, de las varias formas que le son propias, y de la construcción Ggurada ó escepcional que en la misma puede tener lugar por medio de adiciones, supresiones y suposiciones; presentándose ejemplos de todas clases, para que sirvan de modelo al discípulo en los esludios prácticos de esta materia, y concluyéndose con varias observaciones importantes. En el 3.°, que trata del período, se esplica cuanto á él concierne: se considera después el periodo¡ no solo respecto á la melodía, sino lambien respecto á la armonía y á los diversos modos que aquella puede ser acompañada, presentándose ejemplos de todas clases, que sirvan de modelo al discípulo, para ejercitarse prácticamente en los diversos procedimientos que deben observarse en los períodos, y se concluye con varias y oportunas observaciones. En el 4.°, que trata de las piezas musicales^ después de las esplicaciones convenientes acerca de los principios que deben observarse en aquellas, se principia dando instrucciones respecto á las que constan de un solo período; se dan después conocimientos acerca del modo de unir dos ó mas de ellos, recorriendo todo género do piezas, desde las mas breves hasta las mas largas, y se presentan los ejemplos necesarios analizados debidamente tanto acerca de su estructura melódica como á la armónica. No se dan instrucciones acerca del estudio práctico de piezas, porque este debe hacerse en la cuarta parte de esta escuela, que traía de los géneros popular, dramático, Resumen. religioso y puramente instrumental. El objeto de esta segunda parle del tratado de Composición es instruir al discípulo en la teoría y práctica de la frase y del período, y en la teoría y análisis de las piezas musicales respecto á su estructura melódico-armónica, como preparación necesaria é indispensable para el estudio práctico de los diversos géneros de composiciones musicales. Instruido aquel sólidamente en las diversas materias que contiene esta segunda parle, se hallará en disposición de emprender dicho estudio de los géneros y el de la instrumentación, que son las materias de la tercera y cuarta parte de este mismo tratado. 7 Advertencia. La esperiencia práctica de la enseñanza me ha demostrado que es conveniente y ventajoso simultanear el estudio de contrapunto y fuga con el de la melodía y discurso musical, que constituyen la primera y segunda parte del tratado de Composición, y hacer después lo mismo con la instrumentación y los diversos géneros, que pertenecen á la tercera y cuarta. No se crea por esto que yo repruebo el estudio sucesivo y separado de cada una de las cuatro partes dichas, sino que manifiesto mi opinión favorable al estudio simultáneo de la primera con la segunda y el de la tercera con la cuarta. TRATADO DE COMPOSICIÓN MATE SEfiOTM,. DE LA MELODIA Y DISCURSO MUSICAL. CAPITULO PRIMERO. CONOCIMIENTOS 1. PRELIMINARES- Melodía en general es una sucesión de varios sonidos, que forman un pensamiento ó idea musical. Dos son las principales acepciones que tiene en composición la palabra melodía: \ .* considerándola como sinónima de canto; y 2 . entendiéndose por ella el conjunto de ideas musicales que una Iras otra forman una pieza, á a la que llamamos escolásticamente discurso musical. Sin embargo, siendo perjudiciales á la claridad que debe haber en una obra didáctica, las diversas acepciones de una misma palabra, voy á establecer desde luego qué es lo que se entiende en esta obra por melodía y por discurso musical, dando á cada una de estas dos cosas un solo significado. 2. La palabra melodía, tomada en su mas genuina acepción, significa el canto déla voz humana, según la naturaleza y facultades que le son propias. Cuando los instrumentos musicales ejecutan cantos "análogos á los de la voz humana, según las facultades y naturaleza de esos mismos instrumentos, les damos también por analogía el nombre de melodías. De esto se sigue que hay dos clases de melodías, vocales unas é instrumentales otras. Llamamos melodía vocal, á la que está escrita con sujeción á la estension, elementos, facultades y naturaleza déla voz humana; y melodía instrumental, á la que está compuesta según la estension, elementos, facultades y naturaleza del instrumento para quien se escribe. En esta acepción tomo yo únicamente la palabra melodía en este tratado. 3. He dicho antes que por melodía se entiende también el conjunto de ideas musicales que una tras otra for- man una pieza; pero yo no la lomaré en esa acepción, por parecerme demasiado genérica, algo vaga y poco precisa. A ese conjunto de ideas llamaré pieza ó discurso musical, cuyos nombres son sinónimos, siendo el 1.° el 9 que usamos generalmente, y el 2.° el que se usa en los esludios escolares, por la analogía que tiene con el discurso oratorio. 4. En las piezas musicales, además de las ideas verdaderamente melódicas, se presentan de vez en cuando otras, cuyo principal interés es la armonía acompañada de arpegios, de escalas rápidas, de trémolos, etc., y de diversos ritmos que la embellecen; pero no habiendo en dichas ¡deas cantos análogos á los de la voz humana, yo no les doy el nombre de melodías, porque verdaderamente no lo son. 5. Por pieza musical se entiende un todo completo; consista este en una sola melodía, en varias de ellas, ó en el conjunto de ideas, de las que unas son verdaderas melodías, y otras cuyo principal interés es la armonía. Una pequeña canción, unas seguidillas, una romanza breve, ele. constituyen limpieza, que solo consta de una melodía. Un aria, un dúo, etc. del corte común, constituye una pieza, que contiene varias melodías. Una obertura de ópera es también una pieza, que consta de varias melodías instrumentales y de algunas otras ideas esencialmente armónicas. El nombre de discurso musical que escolásticamente damos á una pieza, es, como he dicho antes, con el objeto de manifestar la analogía que existe entre aquel y entre el discurso oratorio, respecto al principio estético de la unidad y variedad que debe observarse en ambos, sin lo cual no hay verdadera belleza. 6. El nombre de obra musical que usamos con frecuencia, es el mas genérico y estenso. Una ópera, una misa ó una sinfonía del género puramente instrumental, son obras que contienen varias piezas en que cada una de aquellas se divide. Damos, sin embargo, el nombre de obra, no solo á una aria di camera, que consta de una sola pieza, sino también á una canción que contiene una sola melodía, cuando son composiciones sueltas sin unión alguna con otras. Resumiendo todo lo dicho acerca del significado de los nombres melodía, pieza ó discurso musical y obra, resulla : 1.°, que una obra puede constar de una ó mas piezas: 2¡.°, que una pieza ó discurso musical puede contener una ó varias melodías, y también algunos trozos esencialmente armónicos: 3.°, que una melodía no es otra cosa mas que un canto vocal ó instrumental: 4.°, que una melodía, aunque puede alguna vez constituir por sí sola una breve pieza y una obra, no es generalmente mas que una pequeña parle de dicha pieza; y que esta, que puede igualmente constituir una obra, es comunmente parle de ella. 7. El discurso musical puede ser largo, breve ó mediano. Largo es el que consta de un gran número de perío- dos; por ejemplo, el primer allegro de una sonata, de un cuarteto ó de una sinfonía en el género instrumental, y un salmo, un Gloria in excelsis compuestos sobre un solo aire y unas mismas ideas en el género vocal religioso. Mediano, es el que consta de Ires ó cuatro períodos; por ejemplo, un minuelloó un scherzo en el género instrumental, y un motete de regulares dimensiones en el religioso. Breves, son todos los que generalmente se componen en la música dramática : tales son, por ejemplo, una canzonelta, un andante, una cabalella, un coro, etc. Los discursos musicales largos se dividen en partes; cada una de ellas se subdivide en períodos, estos en frases, estas en miembros, y finalmente, los miembros en fragmentos ó diseños. 8. Período es la reunión de varias frases, que concluye en cadencia perfecta ó semicadencia bien determi- nada. Frase es una idea musical, que consla generalmente de cuatro, seis ú ocho compases, y concluye con una cadencia mas ó menos decisiva, segun el lugar que ocupe en el período. Miembros se llaman las dos parles ó trozos en que se dividen generalmente las frases. Fragmentos ó diseños son las pequeñas partes en que se dividen comunmente los miembros de frase. Aunque suelen considerarse sinónimos los nombres de fragmento y diseño, yo les doy significación algo diversa: el primero lo tomo en la acepción general de la mas mínima parle de la frase en que se dividen los miembros de ella: el segundo lo uso únicamente para significar ciertas 3 10 ideas pequeñas y secundarias con que algunas veces se adornan los acompañamientos de las melodías, dándolas el nombre de diseños de acompañamiento. 9. El discurso musical, como el oratorio, debe formar un todo homogéneo y completo; y las parles en que se divida, deben también tener cierta proporción y simetría. Las ideas, su desarrollo y lodos los medios de enriquecerlas y variarlas, han de tener un lazo de unión y de mutua dependencia, que es común al lenguaje y á la música. La gran analogía que-existe entre estas dos artes, es lo que hizo decir al célebre Salinas que «son tan semejantes entre sí, que se las considera no solo como hermanas, sino casi gemelas.» 10. La frase musical equivale á lo que llamamos versículo en literatura, que es lo que media entre punto y punto finales, y hace parle de un párrafo. Ella puede tener un solo miembro; y en esle caso equivale á un versículo que consta de una sola oración gramatical: puede tener igualmente dos miembros; en cuyo caso equivale á un versículo que contiene dos oraciones gramaticales. La única diferencia que hay entre una frase musical y un versículo en literatura, es que esle puede tener tres, cuatro ó mas oraciones, mientras que aquella no puede contener mas que dos miembros, y solo escepcionalmente y muy rara vez tres, como se verá en el capítulo siguiente. 11. El período musical equivale á lo que llamamos párrafo en literatura; y así como en esta hay párrafos que conlienen un gran número de versículos, y otros que constan de uno solo, del mismo modo hay períodos musicales que constan de muchas frases, y otros que contienen una de ellas solamente. 12. No se crea por lo dicho que, al ponerse en música un párrafo literario, haya de hacerse con él un solo período musical, ó con un solo versículo una sola frase. La música es el lenguaje del sentimiento, y de consiguiente mas amplio que el lenguaje común : por lo cual con un solo versículo literario, puesto en música, podemos hacer no solo una frase musical, sino también uno ó mas períodos; La analogía, pues, de un período musical con un párrafo literario y de una frase con un versículo, es respectiva y no absoluta. Dadas estas breves espiraciones acerca de la analogía del discurso musical con el oratorio, voy á presentar algunas consideraciones respecto á la aplicación que tienen en melodía y discurso musical los principios tonal, rítmico y estético, que son el fundamento de todas las reglas é instrucciones que se dan respecto á la frase, al período y á las piezas musicales; para que el discípulo tenga una idea clara de su aplicación á dichas materias. 13. He esplicado antes la analogía que existe entre la música y el lenguaje; y ahora añado que así como en literatura hay composiciones escritas unas en verso y otras en prosa, del mismo modo las hay lambien en música, unas con ritmo preciso y simétrico, que tienen gran semejanza con el poema, y otras con ritmo vago y desigual, que se parecen mucho al discurso literario en prosa. 14. Hasta que apareció la que hoy llamamos melodía, todas las composiciones-musicales, esceptuándose algunos trozos de himnos y secuencias de canto figurado, eran de ritmo vago, á quienes llamo yo prosaicas; pero los progresos del arle melódico, efectuados en el curso de los tres últimos siglos, han cambiado hasta cierlo punto su naturaleza. Todas las obras musicales que hoy se escriben, tienen un ritmo preciso y simétrico, análogo al de la poesía, esceptuándose el canto llano y fabordones en el género religioso, y los que llamamos recitados en el dramático. Esta transición rítmica de la música antigua á la moderna no se ha efectuado de repente , sino muy poco á poco. Las melodías del siglo XVII participan en gran parle de la vaguedad rítmica de las frases. Las del siglo XVIII, especialmente las escritas en su segunda mitad , son mucho mas corréelas en el fraseo. En el siglo actual nos hemos habituado de tal modo á la regularidad rítmica de las frases, que se nos 11 hace sensible y desagradable cualquiera falta en esta materia: y esta es la principal causa por la que obras, que se oían con gusto y aun con entusiasmo en los siglos pasados, se escuchan hoy generalmente con frialdad y poco aprecio. 15. Hay que advertir aquí dos cosas algún tanto notables: 1/ que con letra escrita en prosa, como son misas, salmos, e t c . , hacemos composiciones musicales con perfecto fraseo rítmico: 2 . que con letra escrita en a versos endecasílabos hacemos los recitados con una música prosaica sin sujeción al ritmo preciso del fraseo. Esto prueba que el arte musical no solo se presta admirablemente á la prosa y al verso, sino que además poetiza la prosa, y dice en prosa el verso, para dar mayor verdad á la declamación. 16. Considerado, pues, el arte musical según su naturaleza y su actual estado, los principios tonal, rítmi- co y estético constituyen el fundamento y base de todos sus procedimientos: y aunque en cada uno de los capítulos siguientes, en que se trata de la frase, del periodo y de las piezas, haré en cada una de estas materias las aplicaciones convenientes de dichos principios, me parece oportuno anticipar aquí ciertas ideas generales de su aplicación, para que el discípulo vaya acostumbrándose poco á poco á consideraciones, >que han de formar después el fundamento de su criterio , y llegue á distinguir con claridad lo bueno de lo malo y lo correcto de lo incorrecto. 17. La ley ó principio tonal aplicado á la melodía, consiste en que todos los cantos en sus giros y ca- dencias deben conservar la idea y sentimiento del tono anteriormente determinado, ó que destruido este, d e terminen y fijen otro nuevo. De esto se deduce que toda canturía que no conserve la idea del tono primitivo, ni determine otro nuevo, es antitonal, contraria á la tonalidad, mala y de consiguiente prohibida. Los defectos graves contra el principio tonal nos desagradan de tal modo, que para evitarlos en melodía, basta generalmente el solo instinto , y una regular organización : y aunque toleramos á veces algunas faltas leves en esta materia, es porque se presentan de un modo pasajero y fugitivo. 18. El principio rítmico consiste en la división del discurso musical en varias partes simétricamente dis- puestas , y en la estructura y regularidad de las frases y de sus cadencias. Las reglas que se deducen de este principio forman una de las principales materias de este tratado, y muy especialmente del capítulo siguiente, que trata de la frase. 19. El principio estético, aplicado á la melodía y al discurso musical, consiste en el enlace de la unidad y variedad de los giros, ritmos y cadencias melódicas respecto á las frases, de las frases respecto á los períodos, y de las ideas y períodos respecto al conjunto de una pieza. Conviene aquí esplicar la significación de las palabras giros, ritmos, cadencias melódicas é ideas. 20. Por giros se entiende en melodía las bajadas y subidas de la voz, con que se forman los mas pequeños fragmentos de las frases; y en este sentido la palabra giros, significa lo mismo que movimientos melódicos. De estos los mas importantes son los cadencíales, que son aquellos con que terminan los fragmentos, miembros y frases. Así decimos que en tal ó cual frase hay cacofonía, monotonía ó falta de variedad, porque un mismo giro se halla repelido varias veces, etc. 21. Respecto á la palabra ritmo, dije en el discurso preliminar del tratado de armonía, página 1 2 , en una nota puesta al pié: «la palabra ritmo tiene en música varias acepciones: una de ellas es la división de un lodo en varias partes simétricamente dispuestas; y otra la combinación relativa de los valores de las notas. >> La acepción , pues, en que se toma aquí la palabra ritmo es la última. Así decimos que tal ritmo es propio de Bolero, tal otro de Pastorela, etc.; que tal frase peca por monotonía rítmica, y que en tal otra hay vaguedad por la demasiada variedad de ritmos. Los diversos compases que usamos en música, y las divisiones de sus partes en valores de mitades ó de tercios, son los elementos primordiales del ritmo en la acepción en que aquí h lomamos, y que yo llamaré ritmo de valores para mayor claridad. %%. Por cadencia melódica ó giro cadencial se entiende el movimiento que hace el canto, al efectuarse la cadencia armónica en los dos últimos acordes de una frase, de un miembro de ella y aun de un fragmento. Pero esta materia será tratada mas detenidamente en el siguiente capítulo, bastando á mi propósito por ahora la idea general que acabo de indicar. 2¡3. Por ideas se entienden los pensamientos musicales que contiene una composición. Como suelen con- fundir algunos el significado de las palabras idea, motivo y tema, creo conveniente determinar aquí la distinta significación que debe darse á esos mismos términos. La palabra motivo debe usarse únicamente en la fuga, y en todo lo que llamamos género fugado ó de imitación, para significar el pensamiento que espuesto al principio, sirve de materia, tomándola, ya total ya parcialmente hasta el fin. El nombre de tema se usa para significar una frase dada, con la cual debe componerse una pieza cualquiera. Así suele decirse en exámenes, ejercicios y oposiciones: «se dio un tema de cuatro compases para la composición de tal ó cual pieza: se dio un himno de canto llano, que sirviera de tema para la composición de una pieza de ofertorio, etc.» La palabra ideas es la mas genérica y la que se usa para designar los diversos pensamientos que contiene una composición en el género suelto. Entre las ideas hay unas que se llaman principales, oirás que se denominan secundarias. Las principales y porque ellas constituyen el fundamento y se llaman así, porque no se deducen de otras, asunto de la composición. aquellas que tienen íntima unión con las principales, y Las secundarias son todas ó que de estas se deducen. Uua sola idea principal basta para una composición breve, como una canción, una romanza, etc.; y dos de ellas ó á lo mas tres, que tengan entre sí cierta relación, son generalmente suficientes paralas mas largas, como el Allegro de una sonata ó de un concierto, etc. Asi, pues, cuando aplicamos el principio estético alas ideas, decimos que en tal ó cual composición no hay el debido enlace entre las ideas, fallándose á la unidad por demasiada variedad; ó que la unidad de ellas es lan escesiva, que faltando la variedad, ocasiona la monotonía. Al concluir este capítulo de conocimientos preliminares, debo manifestar que son tres los objetos que en él me ¡íe propuesto: 1.° definir y esplicar todos los términos que han de aparecer al tratarse de la frase, riodo y de las piezas, fo\pe- para fijar su verdadera significación: %.° presentar ciertas ideas generales acerca de la Melodía y discurso musical, que preparen y ayuden al discípulo, para entender con alguna claridad las materias que después se han de tratar: y 3.° desembarazarme yo de ciertas espiraciones minuciosas, que me obligarían á detenerme á cada paso en los capítulos siguientes, con perjuicio del orden y claridad que exige la naturaleza de esta obra. También advierto que en las definiciones y espiraciones que he dado en este capítulo, especialmente en las que pertenecen á la frase y al período, me he separado algún tanto de las que han dado varios autores extranjeros que han tratado estas materias; porque sus doctrinas contrariaban en parle mis convicciones, que están fundadas en la analogía del discurso musical con el literario, como antes he manifestado, y proseguiré haciéndolo en el curso de esta obra. CAPITULO DE 2 3 . ' H e dicho .cierto número lugar que dencia de plicaba con y otros que y doy que he Aunque la frase rítmico. tenido y formas sus idea LA que LEY sentimiento otro nuevo. De para 1 musical con la introducir materia según al capitulo e^ta variación ei decisiva, del «< gun ca- También he. principal mas dificil indiqué al el. p e r i o d o , sh de la. Jrase mas mas 3" que que amista 'fe. periodo. la significaciones periodo menos mismo también que, musical, la ultima es ^>e la musical, y de paso o el oratorio, v es frase mas . cierr;, C(>n e intere- de ser fin lo del excapí - extensas «pie Mr. Keycba trata del importante periodo, fundada manifesla ana - en el oratorio. estético, lodos los procedimientos sus diversas formas después lo haré respecto la frase puede tener, é ilustrando y del arte, cadencias esta dependen fundada muy en principalmen- voy primeramente á aplicar á al r'u?nico presentando las esta y los interesante materia con frase, »consiste en que la ella el diversas calos ejem - convenientes. Ó PRINCIPIO giros y cadencias, y y ella aqui y fiase Para proceder, pues, con el debido orden, píos e instrucción:'s 25. la cuando'llegue musical, como principio tonal y el estético, y dencias Advierto y si el discurso á las palabras frase principios tonal, rítmico y te del discurso es un peusa miento una cadencia cuando añado que ahraza logia dei discurso musical con 24. que del Ahora seguido; con A s i pues, decisiva FRASE que frase concluye claridad. lian razones y analogía las orden que le las menos la todas anterior el periodo. versículo. anterior, tare' en antes llamamos tido compases, ocupa ver sante de es mucho hecho que en el capitulo LA II • la del tono TONAL, armonía aplicado á acompañante en sus acordes melodía en y modulaciones, conserven la anteriormente determinado, o que, desunido aqui se deduce que toda melodía o' armonía primitivo, ni determine otro nuevo, es antifonal, mala, y que este, determinen no conserve la idea de consiguiente prohibida. y del fijentono Una frase pue- 14 d a . s e r defectuosa respecto al principio tonal por la melodía o por la armonía, o' por una y otra. Para qne todo esto se comprenda bien, véanse los cinco ejemplos siguientes y su inmediata explicación. 1EL0DU 5 6 IS ARMONIA 3 M 22 fi lia IC2 0 •ELODIA p R R P- -8* Modito n MELODIA ARMONIA. mm Hi i •f3 * +4 m 3t N1' 5 MELODI\ u fc^: AI1tto ARMONIA * r r ur N1' \ MELODIA • 84 F2i 1B 4 = •p- # S E 3* ARMONIA La frase numero 1 es tan disparatada en su melodía y en su armonía, que no lija ni determina tono alguno.Resulla, pues, (pie este ejemplo es completamente antitoual. La frase numero 1 está bien respecto á la melodía; pero la armonía del acompañamiento es viciosa, porque cantando aquella en el tono de mi menor, según lo declaran todos sus giros, esta le acompaña en tono de do mayor violentando su - natural tendencia ,tonal. La frase numero Z es la misma que la del numero 9.; pero su armonía está correcta y conforme con el prínc'ijtio tonal. La frase numero 4 está bien respecto á la armonía; pero en la melodía hay un giro vicioso y antitonal, cuando en los compases ;">'.' y 0'.' baja desde el la al (to-natural pasando por sol y fa sostenidos,lo cuales coutrario al p'incipiotonal. La frase numero 5 es la misma del numero 4,péro está correcta, porque se evita en ella el giro vicioso que antes tenia. 20. E L PRINCIPIO ESTÉTICO, aplicado á la frase melódica,consiste en el enlaze de la unidad Y varie- dad dé los girosyritmos <]k valores y. cadencias melódicas. Si en ella hay demasiada repetición de unos misinos giros, de unos misinos ritmos o de unas mismas oíidencias, resulta cacofonía y falta de variedad; y de. 15 consiguiente se falla al principio este'tico. Si por lo contrario hay tal variedad, especialmente en los ritn. • que desaparece la unidad de la idea melódica, se falta igualmente al mismo principio. 27. Se aplica también á la frase el principio estético respecto á las transiciones de tono ó modulaciones que. pueden hacerse en su melodiay armonía. Si la frase permaneciese siempre en el tono primitivo, ludiría inonolonia tonal, y faltaría la variedad: si recorriese un gran nmnero de tonos, faltaría latinidad* E s , pues, necesario que haya unidad tonal, sin faltar a l a variedad de modulación, y que esta se haga de tal modo que no destruya la MniriatLSin embargo de esto, es necesario tener presente que las frases modulan mas o' menos, según se hallen al principio, al fin ó en medio de una pieza,y según sea el género de la composición. Como en las 1."frases de una pieza es necesario establecer bien el tono, y cuino en las ultimaos debe determinarse completamente el repose/ final, en unas y Otras se modula menos que en el medio. En el genero popular se modula menos que en el lírico dramático, y en este menos que en el vocal religioso y en el pinamente instrumental. 2 8 . También se aplica el principio estético a l a s diversas formas rítmicas d ritmos de valores del acompaSarniento armónico de las frases. Cuando en cielito numero de frases seguidas se pone en su acompañamiento mismo arpegio, un mismo diseno ó una misma % m a rítmica, resulta ía monotonia'o falla de variedad*. Si por un. lo contrario se varía demasiado el ritmo de valores, su forma d diseeo, falta la unidad, y en ambos casos r-e pro.7 cede contra el principio estético. Pero esto, lo mismo que el mayor ó menor uso de las modulaciones, según el lugar que las frases ocupan en una composición, y según el genero á que esta corresponde, pertenecen á otras materias, que se explicarán oportunamente en los respectivos lugares (pie les son propios, y especialmente en el capitulo o" que trata del periodo, D¡'das las anteriores explicaciones acerca de las diversas cosas que entran en la aplicación del principio estético,y muy principalmente respecto á la unidad y variedad de los giros, ritmos de valores y cadencias melédh cas, véase la frase siguiente y las explicaciones que están á continuación de ella, para que se comprenda to- do con claridad. Esta frase extractada del numero 6 del Oratorio La Creación de Haydn,es bella bajo todos conceptos, especial - . mente si se considera la fecha en que fue compuesta. En ella, como en toda composición Verdaderamente bella, ge halla el enlace de la unidad y variedad respecto á los (jiros, ritmos y cadencias melódicas, procediéndose en todo con aneólo al principio estético. Para que se comprendan bien los defectos que pueden cometerse, y.que (Jeben evitarse respecto al principxue^ tético, Voy á presentar esa misma frase con varias modificaciones viciosas respecto á los giros, ritmos y caden-. cias melódicas. M.°l 11 - :\ w n • 3 3 i P i . 1 — «r-V- 1 : L a - ? - - 5 ^Ulr/rrU- é . ]J ** • 7 6 «-•—- w 1 i 4 ^ 5 \ b 1m ^ 7* 8 - , — rr —"— ^ 8 1 1 , Cflff riLr^gIE[gffl^^^í f En el numero 1 se falta al principio estético: 1? por la excesiva uniformidad de los giros, puesto que los que contiene el ir fragmento de la frase, que lo constituyen los dos l? compases, están repetidos cuatro veces; por % lo s cual hay tal monotonía, que no da lugar á la variedad: 9.". por la uniformidad también excesiva de los ritmos de valores, con los cuales sucede lo mismo que con los giros; puesto que están repetidos igualmente cuatro veces: 3? por la monotonía de las cadencias melódicas que contienen los dos miembros de la frase, y que son enteramente semejantes del compás 3"al 4? y del 7." al 8" De todo esto se sigue, pues, que en ese íü ejemplo hay exceso de unidad y falta de variedad. En el se falta al mismo principio, por la excesiva variedad de los giros y ritmos, por la vaguedad caden- cial, y por la total ausencia de unidad ideal que resulta de todo. Se ve, pues, que en dicho 2? ejemplo hay exceso de variedad y falta de unidad. ^ En el 3? se falta también al principio estético, aunque mucho menos que en los anteriores. El defecto que en él aparece, es la repetición monótona de un mismo giro, que es el que va marcado con la señal Después de haber analizado estos tres ejemplos defectuosos, vuélvase á analizar la frase original de Haydn, y se verá cuan bellamente está f-n ella el enlaze de la unidad y variedad en los giros, ritmos y cadencias. Advierto aquí que una misma frase puede contener faltas opuestas, unas contra la unidad y otras contra la variedad, como sucede, por ejemplo, cuando hay demasiada variedad en ritmos y al mismo tiempo repetición . monótona de unos mismos giros cadencíales etc. No pongo ejemplo alguno acerca de eslo, por creerlo innecesa-. rio. La observancia, pues, del principio estético requiere: 1" que los ritmos y giros se* repitan de vez en . cuando, para conservarla unidad; pero que no lo sean tanto que engendren la monotonía: 2? que las cadencias, melódicas ó giros cadencíales de una frase no sean semejantes la en cada uno de los . miembros que componen. 2 9 . El. PRINCIPIO RÍTMICO, que es el mas importante respecto á la frase, consiste en la regu- laridad de su estructura y cadencias, y en la simetría de los miembros que ella contiene. Antes de presentar las numerosas formas de la frase, y explicar las reglas que se deducen del principio rítmico, conviene á mi proposito tratar de las cadencias melódicas, que constituyen una délas ma-. terias mas importantes que se derivan de ese mismo principio,y presentar algunas consideraciones preliminares. 3 0 . He dicho en el capítulo anterior que cadencia melódica, o giro cadenciad, es el movimiento que hitce. el canto, al efectuársela cadencia armónica en los dos últimos acordes de una frase, de un miembro de «lia, de un periodo o' de una pieza; pero como dicha cadencia melódica difiere mucho de la armónica en diversos casos, es necesario considerarla bajo tres aspectos diferentes: 1° respecto .á la analogia que tiene con las cadencias o clausulas del lengüage: 9.°. acerca de la comparación con las cadencias armónicas; y 3.° respecto' á la diversa aplicación que debe hacerse de la cadencia melódica, según que ella tenga lugar en una frase cualquiera, en la que es última de periodo, ó última también de pieza. 31. Respecto a la analogía cpie la« cadencias melódicas tienen con las el m i m das del lenguage, es necesario tener presente que se corresponden unas v otras de un modo casi ide'ntico. Las clausulas del lenguage, sean en prosa o' en verso, se hacen de una de tres maneras: 1. acentuándose la ukinia vocal y silaba, como en un verso agudo o trozo en prosa, que concluye con palabras tales como Señor, Dios,venci¿, á ti, jamas etc. 2" acentuándose la penúltima vocal y sílaba, como en un rerso llano o trozo en prosa,que concluye con palabras tales como cielo, tierra, fuego, mió, fuentes etc. 3* acentuándose la antepenúltima silaba, c o mo en un verso esdrújulo d trozo en prosa,que concluye con palabras tales como intrépido, filósofo, músico, trémulo etc. Las cadencias melódicas corresponden exactamente á esas tres maneras de clausulas del lenguage. Véanse los cuatro ejemplos siguientes y su explicación. Nl'l ¡V f 1? 0— O A m Se - rai ñor. J 1" ( i * —1~ " O \ .... 2 H J7 iD . _ ± ! El ció. ... 1* : —!_ — 1 *i i —« m — t 'i fi 1 ji H 0 X . i» in el b u l fi . la 1—J— lu . s n . fo 1ie r . ra -r, —f- Iy : 4 í -L ^ t = + 1 re.pi _ dé i.' - ln r el Dios —i— Vi• mi i_si. oo m - r r. -é— . ' 0 f- — ...» _J¡ -f—y •H— M 1 •- 1 1— O • 0—i — 1 — 1 • —t- 11—m—1 • J—ñ1 — L t,~. f l Nos \ h -J LZl—- - r n i 1 - - / ...» r tier _ ra 1- •• —1 1 La ,ir- . l o Dio.. 1 4— í 1 mi i -. r 0 r- ^ —1— 11—m—L —r- I.o« ejemplos .4, Ti y C del numero 1 son de clausula aguda, o' de cadencia melódica que conluye a! darse el último, acorde de la cadencia armónica-, por lo cual la llamare yo cadencia con terminación aguda. Los ejemplos 1), K y F del numero 2 son de clausula llana, o' de cadeneta melo'dica que no concluye al mismo, tiempo que la cadencia armo'niea, sino después de una ó dos parles del mismo compás; por lo cual la llamare', cadencia con terminación llana. Los ejemplos G, H, I del Diariero 3 son de clausula esdrújula, o' de cadencia que tampoco concluye al tiempo, de la cadencia armónica. Las palabras del 2" renglón, que son de clausulas llanas, están asi colocadas,para hacer conocer <pie ellas pueden u n i r s e con la formula musical de las esdrújulas, y estas con las de aquellas. Por esta razón, tratándose délas terminaciones melódicas que no concluyen al tiempo mismo que la cadencia armo-. nica, no usaré mas que de la denominación de terminación llana, puesto que las llana y esdrivjula en música son iguales en el efecto. Los ejemplos J, K y L del numero 4 son de cadencias melo'dicas sin palabras, ( p i e pueden ser vocales o instrumentales, y que traen su origen de las el alísalas llanas y esdrujulas del lengua" e, y que yo llamare', c o mo he dicho antes, llanas solamente. 3 2 . Respecto á la comparación (le. las cadencias melódicas con las armónicas, aquellas se dividen c o mo estas en perfectas, imperfectas, semicadencias, plágales, interrumpidas y pequeñas cadencias. Cadencia perfecta melódica, es el reposo (pie sobre la cadencia armónica hace la voz al fin de una frase, concluyendo en la tónica con terminación aguda. Tales son los ejemplos de los números 1, 2 , 3 , 4 y 5 de la tabla (píe sigue a' estas explicaciones. Cadencia imperfecta melódica es el reposo que sobre la cadencia perfecta o' imperfecta armónica hace la voz al fin de una frase, concluyendo en la 3.' o' 5." del tono con terminación aguda o' llana, ó en la tónica con terminación solamente llana. Tales son los números 6, 7, 8, 9 , 1 0 11 y 12 de la tabla. Semicadencia melódica es el reposo que sobre la semicadencia armónica hace la voz en la domínate, en su 3 . ó en su 5. al fin de una frase, concluyendo con terminación aguda ó llana. Tales son los nú meros 1 3 , 1 4 , 15, 16, 17, 18 y 19 de la tabla. Cadencia plagal melo'dica es el reposo que sobre la cadencia plagal armónica hace la voz al fin de. una frase, concluyendo en la tónica, en su 3Í* ó en su 5'.', sea con terminación aguda ó llana. Tales son los números 2 0 , 21, 2 2 , 2 3 , 2 4 , 2 5 y 2 6 de la tabla. Las cadencias interrumpidas y las peqnenas cadencias melódicas siguen el mismo orden que Jas ar-. monicas de los mismos nombres, concluyendo con terminación agiida ó llana. Tales son los números 2 8 , 2 9 y 5 0 de la tabla siguiente. I Cadiiuiíis i 1<MIic-i> pf-rffi (i) tas. izfc Se 8 i 10 9 2r Caiit'iiri;ts ni'-lndio;is imp< rft rtas i i 11 12 22 («) 27, 13 14 16 15 19 18 17 late Semicadeneias melódicas (3> P 5i 15" 21 23 52 24 26 25 JE (4) Cadencias melódicas plágales 22z: 27 n 28 Cad*'lirias melodioas interrumpidas 30 2 T Pequeñas cadencias tnelodinas (6) 6 -622 32: 32: (1) Cuando cantan dos o' mas voces una melodía, una de ellas puede hacer cadencia perfecta y otra imper-. fecta como en los números 4 y 5; pero es preferible que el giro perfecto 1¡> haga la voz superior como en el i m - . t mero 4 Lo que debe evitarse siempre en la voz aguda melódica, es concluir, c u la 5.' aunque ~ea a 4 o mas voces. (2) Los números 10,11 y 12, que son cadencias imperfectas con termjpacinn llana, pueden tener infinitas f o r mas diversas desde la parte fuerte basta la débil; i ) cnai debe tenerse presente en toda clase de cadencias que tengan dicha terminación llana. (3) Los giros semicadenciales ascendentes.como los de los números 15, I t J , 17, 18 y 10 son mas propios la forma interrogativa que de la afirmativa; lo cual debe tenerse presente, cuando se componga de. con palabras. Ademas sépase que las semicadencias que concluyen en la dominante son las mas decisivas: tales son los .números 15 y 15). (4) De las cadencias plágales las mas decisivas son las que concluyen en la tónica, como los números 2 2 2f». Tengase también presente que los giros plágales ascendentes son mas propios de la forma y interrogativa que de la afirmativa. (5) mero 28, La cadencia interrumpida puede causarla la armonía, como en < i numero 27, <' la melodía como en el nu(' ambas como en el numero 2 9 . (6) Los cuatro compases del numero 30 forman un primer miembro de frase, que tiene dos pequeñas c a dencias; una del 1'.' al 2'. compás,.y otro del 31'al 4? 5 5 . Respecto a la aplicaekn diversa que debe hacerse de las cadencias melódicas al final de las fríe ses, deben observarse las realas siguientes: i", la ultima frase de una pieza debe concluir en cadencia 20 perfecta ó plagal con terminación aguda: 22 la ultima frase de un periodo debe finalizar en cadencia perfecta, imperfecta, frases que no perfecta, zar con sean querías cadencias. concluyen semicadencia y pía gal, y alguna aguda ó llana: 4" los cesarios; y porque llenarían vez alguna aplicación de un espacio demasiado grande. vez llana:3. las a en cualquiera de las cadencias en pudie'ndóse finali- interrumpida; miembros de las frases concluyen No pongo ejemplos para la enteras de diverso con terminación aguda y ultimas de pieza ni de periodo, imperfecta, terminación semicadencia o plaga!, estas reglas, naturalmente por eii'pe-. no creerlos aquí ne- En el capítulo cuarto se hallan piezas número de periodos, y en ellas puede el'discípulo ver la aplicación de esas m i s - mas reglas que quedan establecidas acerca de las cadencias. DE LAS DIVERSAS FORMAS DE LA FRASE. 3 4 . Asi como en la gramática hay tanta diferencia de oraciones, y en la retorica y poética ta diversidad de locuciones, bros y vago frases que la contienen hay igualmente en los pensamientos melódicos. é indeterminado, como sucede en dicho en él capitulo anterior, y tro arte domina un ritmo E l ritmo exige que ciertas la frase, cuando se leyes fundadas la forma componerse escribe en el actual en el ritmo mas ó menos decisiva. miem - música con ritmo según estado de se ha. nues- con el lenguage poe'tico,. y en la simetría. cierto número de com- L a simetría exige que los si cierta proporción y se deducen las diversas reglas* que deben de los en p r o s a , sea cual fuere su forma, conste de divida la frase, guarden entre cipios generales Pudiera a fijo y determinado, que guarda gran analogía pases, finalizando con una cadencia en que ' s e el lenguage respecto se vera también mas adelante; pero por cuyo motivo tiene como este 35. música tan-, correspondencia. observarse en las miembros, D e estos prin- diferentes formas que pueden darse á las frases musicales. 30. Esta materia, que por su naturaleza es complicada y algún tanto con orden y claridad, la hacen todavía mas difícil los introducido mos en el modo ciertos casos alguna dificultad y por 8 hasta el de 2 por 1, la inutilidad de ciertos ayres, y la poca medida y carácter Para medir el número de compases que ellas confusión. las frases • no contienen, lo cual La multiplicidad de compases que varios de ellos, la confusión en discreción de algunos compositores, son se escriban en diferentes compases expuesta vicios que la rutina y la irreflexión han de escribir los pensamientos musicales. otro medio qii" el de contar difícil de ser y causas ofrece en usamos, desde el 3 la designación de que frases de ayres, poniéndose tene- de. igual un compás que divide 2Ü los valores por mitades debían escribirse ó en 12 por en en lugar 6 por 8 , 8 reduciéndolos mas complicada, y de que sus 37. Tres ria, forma tos extraordinaria construcción d ya y como en iguales. bro FORMA mero de y considerada puede De se la forma que duplicando A son frase, estas análogos en las á tres DE de compases LA de la de compases > en se v esta unen ordina- algunas veces cier- gramática musicales, ya sea debieran. yo denomino forma formas explicar FRASE esencia y frase dos: naturaleza es la llamamos figura* como ó adicione* ^ ya como materia, recorriendo que uno. de ordinaria es pero muchas alguna . rara todas las for- se divide estos en dos comunmente veces se en dos miembros fragmentos también o c h o , el de cada miem- encuentra vez en la mitad de. ellos, ( l ) de la forma ordinaria de la frase escrita en doble nú- Residía, pues, que consta de 8 compases; pero 16 y aun en 4. y que por eso se llama composiciones numero de lo que que á lo que frases Voy, pues á las las diversas formas que puede tener la frase, ninguna trata, el frases,que acabo de indicar. y también escribirse en tener J a lugar suposiciones. tercios; presentándose sean algo mas difusas mixta. el de cada fragmento compases, por son las causas de que la presente materia subdividie'ndose generalmente cada E l . numero cuatro, Estas explicaciones ORDINARIA duración, divide 3 por 8 o en 3 p o r 4 que tienen mas y procedimientos que LA y que l o s á la mitad. excepcionales, figurada, supresiones iguales en son las formas que puede procedimientos 38. de otro ordinaria. modernas; y solo de vez en pa^agevo de variedad. es de uso lan Ella es la que forma el cuando aparecen frases general fondo de otras de como la que todo formas, genero de como medio Para que se comprenda bien la forma ordinaria de la frase, ve'anse los tres ejemplos siguientes y las explicaciones que los ilustran. A? 1 DEL MAESTRO PACINT, 1 4 2 SJ J i • (l) *l t l M i li;.< :.•)•.•!<> uno «!<• fci!o s el tando entornes frases ordinaria 9 5 _ 4 —i— • p p -4-^-1— f—f—r i 1 Si los rompositnres t':l>i- r p n s e n t e pí»*, p •-g-\— - - s — ir (pie los rómpase* ti.- (los \ de tres partes en de p a r ' - fuerte y el otro el de X rómpase'. V un r|<- l't. 4" 8 JHMJ-i V ¡ p ¥ Í-+- ayres T Í V O S no marran parte parte deliil, esrriliirian en rl -r. -f- ^—9 1 fuerte sino de dos en dos rom- primer raso en rompasillo y en el 2 ° en ft por 8 , resul- <22 N° 2 DOMZETTI 1 Los tres - 2 ejemplos anteriores son otras tantas frases con el objeto de ocupar menos espacio, y de ejecutarse bien, de música con mas vocal, arregladas facilidad. á solo Piano, Para que se puedan analizar están los compases numerados, el fin de cada fragmento marcado con -\- el de cada miembro con. y el de cada frase eon."$~ .A /) VE [¡ TERCIA \". El número 1 es una frase, extractada de la opera Niobe de 8 compases, dividida en dos miembros y cada uno de estos en dos se que en el 2? miembro no se repite cosa ^lguna del 1? cuya del Maestro fragmentos Pac i ni, que consta Nótese en esta fra- circunstancia no es muy común. Esta y las demás cualidades que se hagan notar en l a s t r a s e s que se vayan presentando, debe tenerlas tes el discípulo, para que trate de imitarlas, al hacer los. estudios pra'ctieo's de presen- esta materia, según las instrucciones que para ello se dara'n mas adelante. 9,'. El numero 2 es una frase, extractada de la opera Lucia del Maestro Donizetti, que consta de lf?. compases, dividida en dos miembros de á 8, cada uno de estos en dos dia haberse escrito en 8 compases de 6 por 8. En esta frase fragmentos de á 4 , y que p o - ' hay que notar dos cosas: 1* que el pri- mer fragmento del 9.°. miembro es repetición íntegra del 1'.' del primer miembro, lo cual ep bastante común, en la forma ordinaria de la frase: 2 . que entre el fin del primer miembro y principio del segundo hay' a unas notas, que se llaman de complemento, que se hallan en repetición del primer fragmento. el acompañamiento, y que conducen a' laí De estas notas de complemento se tratará después de- la presenté materia, que es la forma ordinaria de la frase. 3? El número 3 es una frase mía, como lo son todos los ejemplos que no lleven nombre de autor: consta de cuatro compases, dividida en dos miembros de á 2 , y cada uno de estos a' un solo compás. en dos fragmentos de Esta frase, que ha sido asi escrita adrede, estaría mejor eu dobles valores, hacien- do de cada compás dos de compasillo en ayre que disminuyese la mitad de la lentitud del Ada<¡¡<>. N ó tense también en esta frase • dos cosas: 1? que en el primer fragmento' del 2° miembro no se repite mas que la mitad del 1'.' del primer miembro: 2'.' que entre la última nota del primer miembro y primera del 2? median notas de complemento que las hace la misma voz y no el acompañamiento. 4?'De- los tres ejemplos presentados, el 1?, que esta' en modo mayor, modula al nor: relativo inmediato me- el 2" que está también en modo mayor, lo hace al inmediato de la 51; y el 3?, que está eu modo menor, lo hace igualmente al relativo inmediato mayor. Advierto que ahora no se trata aquí del ritmo de valores ni de las condiciones pañamiento, de que se tratará 39. al fin del presente capitulo. La forma ordinaria de solo miembro; en cuyo caso ta en doble armónicas dej acom- la frase suele presentarse consta comunmente de 4 algunas veces exeepcionalmente con compases, aunque también se encuentra escri- numero de ellos, y rara vez en la mitad de los mismos. Para que esto se comprenda, ve'ase la frase siguiente escrita de las tres maneras dichas. 1'. pentagrama está en dos compases, cuya forma' -se encuentra raras veces: en el es algo mas usada; y en el { „ • L ' i 1 1 r i• 3 —f9 —i fe " 1 Mod ¿):ü,w V f ¿*~^p V 40. u r' r 1. Á | J + — — i M *u 0..W ^ • i está en 8 , que o - 1 y .... M - ~ • «- -Ó—— 8 > —T" f É E í l i p—&— r —o J ' 4" Z JJ-^J to t —% B i — l — 1 La frase VA % i de un solo % 1 1 miembro _ _ — — — *" +~ 19 — W lW r — I — f — no satisface 9 9 W t 0 9 «• - 1 — al oido tanto como la de dos, porque correspondencia ni simetría entre ellos, y si únicamente en los fragmentos (pie dividen dicho no de variedad, y saca partido hasta de la imperfección posi- de ciertos procedimientos, cuando ellos son enteramente contrarios á los principios fundamentales; no reprueba que de vez en cuando un miembro aislado, que por si solo constituya una pequeña hay miembro en dos mitades; pero como el arte, guiado por el principio estético, aprovecha todos los medios bles el ^ + ' 1 ModÜ2 i W » 2 En está en 4 , que es la mas general. 1 Adagio r un frase. no aparezca, 24 41. Cuando los discípulos poco esperimentados analizan una pieza ta dificultad en distinguir las frases diendo con cuidado al sentido mente. Ve'anse los dos jv."1 ' . y de un solo cadencia miembro metódicamente, suelen tener cier- de las que constan de dos; pero aten-, de ellas, desaparece l a dificultad y se-distinguen clara- ejemplos siguientes y la explicación qué está a continuación 2 tt í ^ de ellos. 5 «• -h Moderato y Mr Mr Mr 4- rJ r r g. 1 w."2 J fe 1 & f — j *• — vd>-- r. 3 r ; I 1(0 I1 Pi; f f ^ 1 R 0 r [Eli rrr 1 p ,rff 7 * , •- f"t"f" 1 • - 6 — ' Los cuatro compases primeros miembro anteriormente presentada: »— »— r de estos dos ejemplos y lo he hecho asi, para solo miembro, lo son, cuándo después de la cadencia lo que sigue; pero que si la tienen, son ITI»^.',» • — T & K R Í . i,...... ! los mismos de la frase hacer conocer que ella, como con que concluyen, í1 -e r 'i M 1 : R., JR". ^ 1 ! 6 Jl*é «ri P•/--' 12 ^11 •— 5 al » JC- i. 4-. 10 » k « de un solo, todas la de un no tienen relación intima no "constituyen en este caso verdadera frase de un miembro, con sino el primero de una* que consta de dos, como lo vamos á ver analizando dichos dos ejemplos. En' el 1? que tiene doce compases, hay dos frases; la 1? de un solo miembro de Cuatro compases, y la 91 de dos de cuatro compases cada uno. canto, que ni en los pases Esto se conoce claramente, ritmos de valores ni en los anteriores, teniéndola muy íntima atendiendo á* que en el 5.° compás giros tiene estrecha relación con el último miembro que empieza con empieza i un el de los cuatro com-. en el 8" compás y conclie ye en el 19." El ejemplo 2" que tiene ocho compases, constituye una frase de dos miembrés, que tienen entre si estrecha unión, porque los ritmos de valores y algunos de los giros del segundo son semejantes a' los del primero. Creo que esta explicación es suficiente, para que el discípulo distinga bien las frases de un solo miembro de las que tienen dos, tanto al analizar cualquier obra, como al hacer estudio pra'etico. de la eomposicion de aquellas. el .. Antes de pasar á tratar de la forma extraordinaria de la frase, voy que se entiende por notas de complemento en la frase, 41» Llámanse_ notas de complemento a mera ;del pacio siguiente, y de tiempo, que también mo inferior ción que del está las que median el principio de la que nen lugar principalmente en la melodia, acompañamiento. pueden Véanse también los dos a continuación. explicar brevemente lo segun indique' anteriormente. a las que se colocan al fin media hasta á entre la última de una de nu miembro y pri- frase, paia llenar todo el es- sigue, o parte de é*l. Aunque ellas tie- colocarse números del en la parte tanto ejemplo siguiente y superior c o la explica- ¡ El numero 1 de este ejemplo, que es una frase anteriormente presentada, tiene notas de complemento en los compases 4? y 8": las del 4'.'pueden decirse por la melodía o' por el acompañamiento, y las del 8? por solo este. El numero 2 contiene algunas de las muchas veneras de qué pueden usarse las notas de complemento melodía v e n i a parte superior o' inferior del acompañamiento lisis de lo que este ejemplo contiene basta para que en la respecto al 8? compás pasando al 9? El aná- el discípulo comprenda el uso que en el fraseo t'enen las notas de complemento. 42. LA FORMA EXTRAORDINARIA miembros de tres compases DE LA FRASE consiste en que esta cada uno. Este procedimiento es algo se compone de dos imperfecto; porque si bien es cierto 2G que hay correspondencia y simetría entre los miembros que componen la frase, no la hay entre los fragmentos de esos mismos miembros, en razón de que no aparecen claramente dichos fragmentos, ó si alguna vez se presentan, son desiguales entre si, constando uno de un compás y otro Esta es la causa de que satisfaga poco al oído la forma, extraordinaria su uso no sea frecuente, y de que el arte no lo adjníta Si se compusiera una pieza.de cierta extensión con frases no solo nos seria desagradable, sino que llegaría feceion de este procedimiento. Véase el siguiente de que se trata, de dos. de que sino como un medio pasagero de variedad. de la forma extraordinaria á sernos insoportable; ejemplo, que exclusivamente,. lo cual prueba la imper- es una frase de seis compases divi-. dida en dos'miembros de tres compases cada uno. I BE 5 m Moderato i- Algunas veces suelen hallarse frases escritas en compases de breves valores y - por 4, como los de 3 por que parecen pertenecer a la forma extraordinaria, y que marchan por miembros de 3 8 en 3 o de C> d i fí compases; pero ellas corresponden á la forma ordinaria, y deben reducirse al tercio del número de compases que aparecen. De esto se tratara cuando se llegue a las suposiciones, que son de los procedimientos escepcionales del fraseo. P o r ahora bastan guientes ejemplos escritos d. los dos modos mencionados. Véanse. w l 1 2 5 4 _•' 5 las indicaciones hechas v los dos uno. si- 27 Él numero i , que según el pentagrama superior parece una frase do 6 compases á 3, no es otra cosa que un miembro -de 2 compases dividido tagrama en 2 fragmentos con 2 miembros de iguales, según el pen- inferior. El numero 2. que parece una frase de 12 compases con dos miembros de ¿ 0, no es mas que un mienh bro de 4 compases dividido en 2 fragmentos. 43. LA FORMA ordinaria. compases guales, MIXTA Ella p r o c e d e como la se llama asi, porque participa de la forma por fragmentos extraordinaria; pero siendo uno de cuatro de la desigualdad dencia y plos dos compases es mas de sus miembros menos que sus Esta de forma se practica algo porque la imper- compases. correspon- Véanse los dos e j e m - numero 1 consta de dos miembros, siendo el 1°. de estos de dos compases pases y el 2'i de d o s . , dos _ miembros, seis miembros son desi- sensible por la proporción, dos en dos 2'i de cuatro; y el numero 2 consta también de otros w.°l en agradable y menos imperfecto; simetría de los fragmentos, que marchan de siguientes. E l otra de dos o viceversa. se hace y de la e x t r a - como la ordinaria, y consta difiere de una y compases y otro mas que la extraordinaria, y su efecto fección de ordinaria siendo el fl y el de cuatro con* , 2 + 4 *J éá AH? maestoso t «? 2 s y + I 5 i 4 • — . — ^ ~ ^ J Andantino' i E-r—F En el ejemplo numero 1 se ve que el lf fragmento de dos compases forma por que el 2'.' y 3'.' forman el otro, resultando una frase de seis compases. si solo un miembro, y. En el ejemplo numero 2 forman .el Y. mi- mbro los fragmentos 1? y 2'.' y el segundo miembro lo forma únicamente el tercer fragmento, resal: lando igualmente una frase de seis compases. Aquí es necesario advertir qne en composiciones de música, vocal, la disposición de los versos, su ritmo su medida hacen que nos sea mieho menos sensible la imperfección de la forma mixta. y. Vo'ase la frase siguiente, extractada dé una misa mia de réquiem, y por ella se conocerá el satisfactorio efecto que pueden producir frases de esta forma 2 Allegro ta . tis fu fon _ le (tic 4 tis f i a . mis cri . bus p * » a 5 die . t i to _ ca -0" 6 me nm - UP _ '!:,• _ lis t~7 4-4. Asi como la gramática tiene su sintaxis figurada, y la oratoria sus figuras retóricas, del mismo modo tienen las frases musicales ciertos procedimientos excepcionales, que también podrian llamarse figurados, y que varían y enriquecen su construcción. Esto* procedimientos figurados son de. tres clases: 11 por adición: 2? por supresión; y 3Í por suposición. Llámase procedimiento por adición, cuando á la frase presión, cuando se suprime se le añade uno, dos d mas compases alterar su esencia: pors?*-. algún compás: y por suposición, cuando hay que no existe realmente en la frase escrita. de las tres sin suponer alguna cosa que Todos estos procedimientos excepcionales formas ordinaria, extraordinaria y mixta que excepcional se unen á cualquiera se han explicado; y de esta unión resulta gran variedad en el fraseo. Voy, pues, á tratar esta interesante materia, explicando primeramente lo que pertenece á las adiciones, siguiendo después lo que corresponde á las supresiones, y concluyendo con lo concerniente á las suposiciones. 45. LAS ADICIONES pueden tener lugar en el principio, en el medio y en el fin de las frases, por lo cual se llaman adicionen anteriores, adiciones interiores y adiciones posteriores. son otra cosa mas que <a preparación de tes, que contienen las explicaciones' y advertencias adiciones anteriores claridad esta materia, es presentar ejemplos . ('invenientes. "Véanse, pues, los tres ejemplos de las diversas maneras las explicaciones que estati á continuación. m ¡V" 1 Moderato adiri no armónica d rítmica de la entrada de la frase. E l mejor medio, para que el discípulo comprenda con seguidos Las anteriores # - » -L-Sfl siguien- que pueden tener lugar; y léanse, 29 1 r > T U V • L '. ¡ — 8 T ,. adtrion ^ ': ,. J r = - -U-l—1—f = H Moderato T): F 8 i - i - rr rr.'r R 1 i»°5 i ' ##¿ —»— — f, p f 1—r~ •j—r? 1 fr-T J r * > t i ul "f • M |J h — • f — -trVy p i f-F" ±=±=tí 11 •—< —-é : : : ; R •i l _u -S L 1 aiUeion • 8 r + ¥V T -© 1 1 = r - 0 - — i — —r • adirion c t 1 —litff. - 4- s — - M 1 —_3 + Lr ¡V°2—BELLJNI „ , P 4 í . Ayre de Bolero ^ ta L¿¡ El numero 1 es una frase ordinaria de oeho compases, dividida en dos miembros y cuatro fragmentos, y. precedida de un compás rítmico armónico, que como adición no debe contarse para la estructura de la misma. En lugar de un solo compás adicionado suelen presentarse algunas veces dos de ellos. A esta clase de. adiciones corresponden ciertas formulas de uno o' dos compases, que sirven de cierto modo para dar tono, y que no entran en el fraseo. Supongamos que a' una pieza escrita en do mayor precede en el aeompañamien-. J ^ Q 4 K to cualquiera de las cuatro fórmulas siguientes ú otras análogas ^^FFF^i—? -|Í~^ Í^jÍ^^^ ^ — F f f e = ^ e ellas I :: no son mas que adiciones anteriores, que preceden á la 1? frase de la pieza. El numero 2 es la 11 frase de la cabaleta del dúo de Tiple y Tenor de la opera 1 puritani de Belli- ni: ella consta de 8 compases, dos miembros y 4 fragmentos, precaviendo a' cada miembro un compás melódico, que no futra en la estructura de la fra^e: asi es q\¡" pueden suprimirse ambos compases adicio nados, quedando la frase completa. Esta formula suele hallarse algunas. veces en las o'peras italianas, cuando la letra empieza < on las palabras vieni, io parto, addio vV\ . El nunrro 3 es una, frase de un solo miembro, que constr. r'e 4 compases, precedida de dos compa- s"s ariiionico-ritmieos, que aunque tienen cierto interés ideal colocado en .1 acompañamiento, pueden tam-. bien suprimirse, quedando integra la frase. Todas estas adiciones anteriores no s^n mas que adornos que preparan o' engalanan la entrada de la frase, dándola mayor imporUtu.ia e -interés, sin alterar de manera alguna su esencia, puesto senta á nuestros oidos eonvlelamente separada de aquellos. que ella se pre- 4 6 . Las adiciones interiores consisten en la repetición rítmica de uno o' dos compases que hace la melodia, modificando la frase y dándola mayor fuerza, pero sin alterar su esencia. Véanse los dos ejemplos., siguientes, que contienen adiciones interiores, y léanse las 'explicacio - nes que están á continuación. jv.°1 -- Moderato. fu 2 4- 5 ,4 4 - 1=1 ¥—V- t=&=32. 3 -sf 5 i r i i rcp'tirion aceri Modi" ritardando —#- i — r El numero 1 es una í'rase de ocho compases, dividida en dos miembros, halla'ndose en el 2'.' de estos la adición de un compás de repetición rítmica de valores, el cual no se cuenta para la estructura de la misma frase. El numero 2 es otra frase de ocho, compases, dividida en dos miembros, halla'ndose en el 2'.' de estos una adi- ción do un compás por repetición rítmica como en el numero 1: pero hay que advertir una circunstancia notable . <pie esiste entre ambos. En el numero 1 la r"peticion no lleva con sigo progresión armónica y melódica como en el numero 2 ; por lo cual se pueden hacer en este una, dos ó mas repeticiones, sin que por eso p a d < zea la esen- cia de la frase, como se ve en el 2'.' miembro escrito segunda vez en que aparecen dos repeticiones seguidas. Estas adiciones interiores se hallan casi siempre en el 2'.' miembro de una frase, constan de uno, dos o mas compases, sirven para dar mayor fuerza y variedad á la frase, y previenen de repetición rítmica solamente, ó de la misma repetición rítmica unida á Una progresión armónica. — 31 _. 47. Las adiciones posteriores son de cuatro especies. La 1. es cuando después a de una frase se repite el ultimo le alguna vez presentarse un d los dos «lt irnos compases, á lo cual llamamos compás de eco después de un fragmento después de una frase se añade 'uno, dos nar mas la cadencia eci. También sue- de frase. La Sil es cuando, o' mas compases de acompañamiento, para ma frase ú otra análoga en diverso tono d modo llamamos conducción. de un miembro d d en el primitivo, repetir la mis- si antes se modulo, á lo cual, La 3Ü es cuando, dicha una fiase, se añade uno ó dos compases, para determiarmónica anterior, a lo cual llamamos coda de la frase. La 4" es cuando al fin de una frase hay una cadencia interrumpida,siguiéndose á ella dos o Ires-compases mas, <; un miembro entero.. Véanse los cinco ejemplos siguientes y las explicaciones que están a continuación de ellos. V.1 i i P 3 1 l%¿ J J \ é Mod!^ ¿4fip ¿-iA J + ,5 jjp Ài -p-í t ;t 5 ^ ...»—p— 4 f t V í< ti 4 0—*— —p—1 1 — i 1 I — 1 i E"<i F ro ^= i A -4—1 t - p— i 3 3=s n P r — 4 , 5 Andante i i» #—^ 1 ' 6 " <—0 I 1 = 4 ^ ' 1 J V a - i 4 8 tff - a 2 - J - 3 - • j* 6 5 4- . _f 7 í-i _g| Air: 8^- |9—1 ^ i r1 orín He l.'l Ü I . < ' 1tf*aI ' a í i" a l " CLTÍ H T " I — rr. .~5 p i" 'l : •*&*-\ fr.'tsn ^ S - í - f ' 1 = 1 í — - j - í — ¿ — i — 4 — 4 "1?—f armfínioa * - 1 > v Orj • r ""i w.°5 + f i ,I 1 4-rl—1—l— r 6 5 5 r L a 6/ ronditfrion 1 r rh 7 2 T i 3 And'."' afectuoso i*. 8 3* 22: adirion pustiTÍor do un miembro .'idifinn post'-rinr ¡ S El ejemplo numero 1, que es una frase de ocho compases con dos miembros, tiene al fin de cada uno de. e^tos m i ¿compás de eco, cuyo nombre le damos por ser repetición del que le precede. El numen» 2, que e- frase de ocho compases con dos miembros, tiene compás de eco al fin de uno do los fragmentos del primer miembro, y dos compa<o« también de eco al fin del 2? miembro. notarse que los dos compases de eco que están después del 2? miembro, no son repetición exacta cada Debe de los dos anteriores, puesto que hay entre ellos alguna diferencia, lo cual sucede alguna vez. El número 7> es también una frase ordinaria de ocho compases, después déla cual hay dos compases que sirven para modular al tono en que ha de repetir la 2 . voz la misma frase que ha dicho la 1" por lo cual :1 damos á este procedimiento el nombre de conducción armónica. Esta conducción suele presentarse algunas Teces de un modo puramente armónico, y otras como en el presentí- ejemplo, con inferes tamliien melódico análogo al ultimo fragmento de la frase. El numero 4 tiene al fin de la frase una adición de tres compases, que pudieran ser solo dos, ó tam-, bien cmatro repitiéndose el ultimo compás. Este procedimiento sirve para determinar con mayor decisión la 33 cadencia de la frase precedente; por lo cual le damos -el nombre de coda de la frase. Tengase presente que la coda de la frase suele hallarse alguna vez seguida de dos o' mas compases de conducción armónica, co ;io se ve en el ejemplo, en el cual después de dicha coda,que ha concluido en i ¡ ' mayor, se halla» t r e compa- s ses de conducción para modular al tono de sol, y volverse á repetir la misma frase en el mismo tino prhv. ¡ivo. : El numero 5 se considera dedos maneras: 1.' diciéndose los diez compases primeros como están, caden-. cosí cia interrumpida en el octavo, y siguiendo la inmediatv adición posterior de dos compases: 2.' d'"iér.dose los siete compases primeros y saltando á la 2" cadencia interrumpida, a la cual sigue la adición posterior (!•• ¡ i. miem- bro entero, que es repetición casi igual del 2'.' de la frase. Por este ejemplo se ve que habiendo cadencia intei rrumpida al fin de una frase, puede esta alargarse con dos o' tres compases mas, ó con un miembro entero.No se crea por esto que siempre que con-luye una frase con cadencia intei rumpida, debe seguir .di; ion posterior. Generalmente no la tiene; y solo escepeionalmeule se presenta de vez en cuando dicha adición. El nombre que damos ;> este procedimiento es adición posterior por cadencia infernal;;,ida. 48. LAS SUPRESIONES tienen lugar de dos maneras: 12 cumule el último compa- «!•• una frase, es al mismo tiempo 12 de la siguiente; de lo cual resulta necesai: imeíite la supresión de un compás: 22 cuando el ultimo compás del 12 miembro de una frase es al mismo tiempo 12 del miembro siguiente,]*)-, su!tando también la misma supresión de un compás. Véanse los cinco ejemplos siguientes y las explicaciones que están a' continuación de ellos. , altó N:>4 -0^ 3 4 38= Allí I El eje-nplo numero 1 que cousta de 15 compases, es una frase de í«cho, que dicha por una voz en do menor, la repite otra eu soí menor, concluyendo en el touo primitivo, y siendo el octavo compás de la. voz, que <ntro' antes, el 1" de la que entró después; de lo que resulta la..'supresión de un compás, y de consiguiente entre las dos frases componen los 15 compases dciics en lugW de- les i;> que debía tener. El numero 2 es una íra^e que debiendo tener pertenece, no tiene mas que pio d.-l 2?; porque siete, por supresión el 42 compás ocho compases de un compás hace el dcble papel según la forma entre el fin ordinaria á que ella del Y miembro y dr ultimo del 1: miembro y d e l ? del '21' Para que. esto se comprenda bien, compárese este ejemplo con el nunoer<; 3 siguiente, en t i cual aparece < \ compás suprimido en el numero 2. ; El numero 4, que está tomado de \ma sonata del distinguí-lo pianista y composi;,;;r ma, es una frase que, debiendo tener seis compases según la forma ce, no tiene mas que cinco, por 2'.'; por que el 3' compás princi- supresión de un cempas <•xiraordmaria á entre el fin del hace el doble papel de ultimo del 12 miembro que ella pertene- 12 miembro y principio y de 1'.' del' 21' Para se comprenda bien, compárese este ejemplo con el numero 5 siguiente, en el cual aparee tá suprimido en el numero 4. 1). Nicolás Ledes- e) que del esto, compás- qiie es- He colocado aquí el ejemplo numero 4 y 5 con el doble objeto de que sirva para la inteligencia .de. las supresiones, y se tenga presente que todos los procedimientos excepcionales pueden modo á las frases de forma 35 aplicarse del mis:»"): ordinaria como a' las de la extraordinaria, á que corresponde dicho ejem- plo, y á la mista¿ 49. la LAS SUPOSICIOIVES escritura, pero conformes diversas maneras; y todas valor del que rije, por sirven con el para explicar la estructura principio rítmico en su de ciertas frases feeto. ellas se esplican por suposición de compás suposición de calderón o calderones Ellas que en la cadencia, anómalas en. se pr¡• <enta':i de muy, tiene doble o triple, o por suposición fanv: bien dé cadencia arbitraria hecha ritardando o wl lihitvm. Ye'anse los cuatro ejemplos siguientes y la explicación que i iV° 1 4.+ BELLINI J "*3E á continuación d< | e ir.isi s 5 -6r- Moderato i m 4 ÉÉ=T •í>— Moderato * 12 * * -f -±: s. 36 4 n m te =L m Andante mosso A 4- 8 ± — l 3 -f—\f jv? ritardando ¥ P ih S i 8 . - 0 ­ 5 4- •V P--~f-lÌ 4. 7 L- I ìv? 2 _ 7 ) o *—w- -rr- r 33: 8 6 -0­5 4- ? fri* a l * a l * tUr» m 8 ad l i b i l n m I rfl 3 ^ ; » toP P i r> № Mod ' 1 3S 1 M ! . p # —o— . ?• J? 4 3 L 7? ||| -0- 37 El ejemplo numero 1 es una frase de 15 compases de 2 por 4, que por suposición de compás de doble valor, y tai como aparece en los dos pentagramas inferiores, resulta tener ocho compases de compasillo, que es su verdadera forma, y la que debe suponerse en casos de esta especie. El numero 2 contiene una frase de ocho compases dividida en dos miembros de a' cuatro cada uno. El 2 miembro aparece escrito de cinco maneras diversas: la l'J letra A, tiene la forma ordinaria de la frase: en la letra B, hay un ritardando en el 3 compás, que es el 6° de la frase, para que la cadencia sea mas r reposada e' interesante: en la letra C, resultan 5 compases-, pero el penúltimo y el antepenúltimo equivalen á un solo compás ritardando como en la letra B, por lo cual se supone 4 recen. En la D y en la E en lugar de los cinco que apa - hay igual suposición que en la C, aunque en forma distinta. Esta clase de su- posiciones son bastante frecuentes, especialmente en el genero lirieo-drama'tico, al hacerse cadencia precedida del acorde de 4'.' y 6? con suposición de calderón ó de ritardando medido en el penúltimo y antepenúltimo acordes, de un modo igual o' ana'logo al de los ejemplos presentados. El número 3—.4 y el 3_.fi se han puesto con el objeto de hacer ver que en el genero fugado, tanto en las entradas como en los episodios, puede observarse el principio rítmico de las dose estas desde la entrada de cualquiera de las voces. frases, suponién- En el número 7t—A se supone la frase desde la entrada de la I voz, y en el numero 3__1? desde la entrada de la 2" voz. Esta clase de suposición es A muy conveniente en la fuga que llamamos bella. El número 4, que consta de 12 compases, parece una frase de la forma estraordinaria; pero no lo es, porque hay suposición de compás de triple valor, tal como aparece en los pentagramas inferiores, y resulta ser una frase de forma ordinaria. Esta clase de suposición tiene lugar muy pocas veces. Esplicadas pueden todas las formas de la frase y tener lugar, conviene hacer nas instrucciones 5 0 , La forma acerca aqui un todos los procedimientos breve escepcionales resumen de aquellas y de estos, que en ella dando algu- de su uso. ordinaria de la frase, que es la que marcha por 2 , 4, 8, 12 y 16 compa>es,cous- tituye el principal elemento del discurso musical en todos los géneros, y aun es casi eselusivo el popular y de bayle. Las formas extraordinaria y mista, que son las que marchan por 3, 6 , 2 , 4, (>, d por 4 , 2 , 6 compases, se usan poco en todos los géneros; pero algo mas en las siciones instrumentales y religiosas que en en las de música popular y de bayle. construcción figurada á las tres formas ]< < géneros, por compo- las lírico dramáticas, y en estas también algo mas que L o s diversos procedimientos excepcionales, que constituyen la de las frases, y que tienen lugar por adición, supresión y de la frase, y muy principalmente á la ordinaria. aunque mucho en menos en el popular y de bayle que en Ellos suposicion,sem\m se practican en todos el lírico-dramático, religioso e instrumental; y el arte los ha enriquecen, sin do de compases, de qué número sime'tricas que debe compases gún las (pie por y en la colocando pero ideales preexistente. ridículo (pie quedan tenga presente que ha de ser mista con tal o' cual todas las formas artísticos, arte, y de y procedimientos; hará defectos y determinado se los m JVT1 And': dos IIAYDX rítmicos neciamente el en fraseo y . lo el determina-, mas cuenta o' malas uso formas ha de sentimiento o' menos el número de proporciones, s e - y la oratorio seria de determinase esos numerosos y "VARIAS de la frase de valores son que siguientes SOBRE tanto mas LA figuras, anteriormente ha-, o ejir«ordinaria estudios prácticos de medios y entusiasmo, que posee el. es dicho FRASE. sensibles • al ella contiene; y por pido, el contrario ritmo. Para cuanto son comprobación mas vivo, aquellos me-, de esto, ve'an- y su esplicacion. 4- 9 3 5 1\V pi . nnm |ire 5 . cln _ ra 4 mi _ hi 5 jam non SIS a _ ma r?. 6 Tu Vir no aquella una pre- abandonarse al sentimiento oportuno de todos de desacertado ciertas apostrofe, en hacer en la escuela debe de aquellos y imaginación, allí de la adición, y procedimientos ex- hacer hacer uso compositor que aquella pero después É Viv que o' en un discurso el esta o cuanto mas lento y vago ejemplos el alguno para buscarlos. es el ritmo nos desagradables, no las epifonema, en esta parte un ordinaria con ese modo tanto oido todas uso supresión etc.. E l compositor debe sin hacer esfuerzo Los el poema OBSERVACIONES 1' Nuestro fríamente y con anterioridad antitesis, alli una de la forma en en ciertas proporciones inspirado por Asi como en un x uso la frase, como no consiste teo'rica y prácticamente el autor determinase aqui una aquí Este variedad percibe perfectamente sus buenas sopopeija c\r i\v\ misino modo procedería cer rítmico. esparcen establecidas. estudiar frase; composiciones voluntad consta frase contiene; pero rítmicas que de al principio porque haber en todo lo que la constituye. El discípulo debe cepcionales estos la leyes 51. ser contrarios sancionado, p. nnm pi '' - t í a _ ra mi _ ki jam non sis a _ ma : ra 39 N? 2 .BROS 4 fe 5 — -fr 1 m ne _dic Be' Be no que aparece el primer to, en die .tns tal como in * no ne mi lio _ mi _ ni Bo mi . ni 4 tc _ nit in no del Stabat mater superior, es incorrecta; Sin embargo, . mi de Haydn, porque como el ritmo de valores es lento y porque se hace poco sensible. haría qni frase tomada el pentagrama miembro: pero •nit- qm j 3 El numero 1, que es una modo tus 2 ^ ~3 é ~é— tiene algo vago, si Haydn escribiera y un _ escrita ]ior compás este de mas el oido tolera / ese hoy esa frase, creo yo en defecque lo se halla eu el pentagrama inferior, y sin incorrección alguna. El numero 2, que es el l í miembro de una frase de una misa del Maestro español D. Juan escrita por este del modo que aparece en el pentagrama superior, es incorrecta; porque tiene te un compás de mas. Añádese á esto determinado del que que el ritnio de valores que contiene en el ejemplo numero 1, por lo cual la incorrección es menos Bros,' igualmen- lento y nías se hace mucho mas sensible al .oido.; En el pentagrama inferior aparece la frase sin incorrección, alguna. Resulta, pues, del examen de estos dos ejemplos, que sin embargo de que ambos son incorrectos,en el de Haydn se hace menos sensible la incorrección que en el de Bros; porque el ritmo de valores de .aquel es mas lento y mas vago que el de este. 22 observación. Asi como en la frase melo'diea, según tulo, se requiere que haya tria; ca del haya mismo modo entre sus miembros se requiere y queda fragmentos establecido cierta en este primer capí- relación, proporción y s i m e - , también que entre las partes que componen la frase armóni- igualmente cierta semejanza y proporción respecto á los acordes, á su numero, á su mayor 6 menor movimiento, y sobre todo á sus cadencias. Como esta materia no se presta bien precisas, conviene por lo menos indicar los principales defectos que deben a' reglas . evitarse. Véanse para los dos ejemplos siguientes y la explicación que esta á continuación. 2V.°1 BELLT1ST á-JL =p=p= -p p- ¡ E l i -Mí 9- 4- : -é—r ello 40 JVÍ> 1 BELLINI á 4 4- 1 w=* PPÉ 3 8 7 -0- ^3 Los dos ejemplos anteriores son iguales en su melodía, y solo difieren eu el acompañamiento. Este, en . el numero 1, es el que escribió su autor, y tiene todas las condiciones armónicas que exige la belleza de la melodía. La proporción que guarda la armonía del ir miembro ' con la del 9."; la regularidad con que se suceden los acordes respecto á su número y duración; el buen cauto del bajo por su natural y gante marcha cadencia hacia' la de cada uno de sus miembros; la igualdad de ritmo de valores, eley en fin, todo lo que constituye el acompañamiento, secunda perfectamente a' la idea melódica, que es el objeto que debe proponerse todo compositor al armonizar una melodía. En el numero 2 el acompañamiento no tiene unidad: la nía es insulsa: bro con los cadencia del Y. miembro es tan vaga que no hay proporción del a débil, mala marcha entre el resultando armonía dada aspectos. nada de los tienen cuatro: en el bajo de ella. de valores acordes del lf miem - hay casos, como en los que compa- al fin del compás sigue al principio del siguiente; T y estos ritmo an general no guarda tampoco proporción, puesto del 1 . compás y en la 2? del 7.°," en que se en aquellos El hay que la determine: la armo-, número y duración solo, acorde y otros que 3, y 6 7, eu que una otros, como en la 4 . parte parte alguna 2'.': la sucesión de acordes hay compases que tienen un ses 2 es muy defectuoso bajo todos languidez, vaguedad, falta y da el acorde de 4? y 6" en de decisión En fin, la armonía del acompañamiento, lejos en la armonía y de ayudar y favorecer a' .la melodía, la contraría y desvirtúa completamente. Bastan por ahora á mi objeto estas indicaciones; y cuando se llegue á tratar de la panamiento del periodo melódico, se darán su las instrucciones convenientes acerca de armonía v acom-: su esencia y de forma. 3^ observación. te toda E s necesario tener presente clase de frases, respecto a* su estructura de lo (pie se ere generalmente. en esta una adición, en esa difícil; cuando la vez, hay casos Para que se reúnen para una a cualquiera que requieren a analizar y explicar frase de las formas cierto mas detenido mista, una _ suposición, no es muy varios procedimientos excepcionales hábito en las diversas maneras, que y del modo de analizarlas, véanse los tres ejemplos siguientes estudio debidamen- ordinaria, extraordinaria 6 supresión y en aquella gran penetración y se forme alguna idea de llegar melódica, se requiere un Conocer y analizar una y distinguir pero que estudios de esta especie. puede presentarse una misma y su explicación. a frase, Estos tres ejemplos son tres formas diferentes de moa misma frase. En el numero 1 no hay procedimiento excepcional, sino una frase común de forma ordinaria. En el numero 2 hay un compás de adición por repetición métrica, que es el 4'.' por lo cual el primer . miembro tiene 5 compases. En el numero 3 que parece no haber procedimiento alguno excepcional, hay tres de ellos: uno en el 4'.' compás, que es de adición por repetición rítmica de valores; otro por supresión entre el 4'.' y 5" tal cual se en el numero 2; y otro por suposición en el 5? compás, el cual s e supone último del i . miembro y primero T halla del" 2" No'tese bien que, como por la adición hay un compás de mas, y por la siipresion otro de menos, resulta que queda el mismo número de compases de que consta una frase común oro'jwn'nV^aunijue no lo sea verdaderamente. Los ejemplos y explicaciones precedentes son suficientes para q"e s e conozca de cuan diferentes maneras pueden presentarse los diversos procedimientos excepcionales del fraseo. 41 observación. excepcionales Se han de ella, según explicado el estado las diversas formas de la frase y lodos los actual del arte; pero tengase presente que procedimienlos andando el tiem- po podrá tal vez hacerse algún adelanto en esta materia, á impufsos de algún compositor de privilegiado genio, y añadirse algún sin observarse las reglas sica nuevo, procedimiento excepcional. También debe tenerse presente de fraseo, ¡que quedan establecidas en este capítulo, puede que escribirse mu- de ritmo vago, que yo llamo prosaica, porque no tiene un ritíno constante, sino ciertas clausu- las colocadas á distancias desiguales. Tales son los fabordones, monizados, y todas aquellas composiciones que son que solo tienen el ritmo trozos de cantollano ar- vago (pie resulta de la prosodia 42 de la letra, siendo esta en prosa. He dicho <qve solo tienen él ritmo vago, porque si se hiciese uso de. un ritmo de valores bien determinado, este obligaría a la corrección de la estructura de la frase, so-pena de ser de otro modo insoportable. Para que se comprenda esa música de ritmo yago, ve'ase el s i - guiente ejemplo, que sin embargo de su antirítmica estructura, lo toleramos sin desagrado, porque no. reina en el un ritmo de valores preciso y determinado, y si únicamente el que resulta de Ids acentos de las palabras. -4 O Pa to ModV irem om ni. po . tfn 4- _ tem fac to rem |p p: et ce ter O- 7 ' & TÍ re <í*3 Vi si . ki li . nm ^ 2 om ni _ nm !>y V et in P P~ ~TKT~ Ijl tí fP _ si 3E . . p AI 5' observación. Hay algunos cantos populares, especialmente entre los que usan las ninas pueriles juegos, que contienen ciertas frases anómalas, por efectuarse dentro de ellas gero de compás, que es desagradable a nm. en un cambio pasa- todo eido ejercitado en el arte. Aunque este cambio de com-. pas es antirítmico y poca la importancia de las melodías en que se usa, puede haber algún especialmente de verdad á en sus el género lírico-dramático, en que se practique por imitación, para dar caso, colorido alguna escena popular análoga á la naturaleza particular de ese genero de canto. Por esta sola razón lo doy á conocer en los dos siguientes ejemplos, tomados de la multitud de cantos de esa es-: pecie que dimos en Madrid en las noches de verano á* los cortos de ninas que juegan en los principales paseos de la corte. Véanse. N° 1 D. a 61 observación. No basta al discípulo estudiar teóricamente cuanto contiene este capitulo acerca de diferentes formas de la frase y de los diversos procedimientos excepcionales que á ella pertenecen; que le es necesario ademas hacer un estudio práctico y detenido, habituándose á componer frases las sino de 43 toda especie, imitando a las- numerosas que se han presentado, y siguiendo un orden análogo al que se practica en las escuelas respecto al Contrapunto y Fuga. Asi pues, el discípulo debe componer cierto, número de ejemplos sobre cada uno pontíen á Informa de los que contiene este capitulo, principiando por los que corres-, ordinaria de la frase, y haciéndolos después sucesivairiente respecto a la estraordi^ naria, mista y á cada uno de los procedimientos excepcionales de ella. Para que estos estudios prácticos se hagan debidamente, es necesario observar las advertencias siguientes: 11 L a estructura de las frases que el discípulo componga, ha de ser conforme al ejemplo o modelo que se tiene á la vista, imitándole r e s - pecto a los miembros y fragmentos de que consta, y a la repetición parcial ó no repetición del Mmiembro en el 2" según se esplicó en las advertencias de la forma ordinaria. 21 E l tono y compás de las frases, que se compongan, han de ser diversos de los del modelo, para evitar el plagio en que podría caerse . sin estas precauciones. 3 ! L a modulación ha de ser por ahora a los tonos relativos, y alguna vez sin salir del tono: es decir, que si la frase empieza, por ejemplo en do mayor, debe concluir en la menor, sol mayor, mi menor, fa mayor, r e menor, o en el mismo do mayor. 41 E n el estudio practico que al presente se hace de la frase, no se tratara por ahora de dar interés a la armonía ni a la forma y r i t mo del acompañamiento, ni se cuidara de los límites respecto á la mayor o menor extensión del canto, y se atenderá únicamente a la elegancia y buen gusto de la melodía, que aunque por ahora se escriba par ra Piano, debe ser del genero vocal o del que usamos en l o s solfeos y vocalizaciones, y acompañado •sencillamente. Guando se practique el periodo, se darán las instrucciones convenientes acerca de la ex - tensión de las voces, de la forma y ritmo del acompañamiento, para qne el discípulo vaya poco a poco habituándose al verdadero canto o melodía vocal, y a los diversos medios de dar interés a la armonía lo acompaña y embellece. 51 Todos estos estudios prácticos sobre la frase, asi como todos los que demás . que el discípulo ha de hacer en composiciones melódicas, han de estar sugetos únicamente a los principios generales del arte y á las reglas establecidas en el tratado de Armonía respecto á las materias que - a esta conciernen; teniéndose presente que las restricciones con que se practica el estudio de Contrapunto y Fuga, no tienen lo asi, la aqui lugar de manera alguna. L o s trabajos contrapuntísticos constituyen, digámos- gimnástica escolar del arte, con el objeto de que el discípulo se acostumbre a dar interés y movimiento a cada una de las voces, venza toda clase de dificultades jamas embarazado para la realización de sus ideas por la complicación en esta materia, y no se vea de parle* que pueda ocurrir en cualquiera de los geueros, suelto o fugado, profano o' religioso; pero no tienen aplicación ta á las composiciones cuyo interés es puramente melódico, que son de las que aquí se traía. inmedia- CAPITULO DEL 52. Para explicar lo que se entiende por he tenido, para dar tanto a' esa -palaln-n tensas que III PERIODO periodo como en este á la de frase tratado, y presentar las razones que significaciones, diversas y mas Mr. Reycha y otros preceptistas, se hace necesario e' indispensable poner á la vista gunos, periodos de una pieza de cierta ext nsion, para al- (pie sirvan de ejemplo y prueba de mis d o c - trinas, y se justifique la alteración que yo he he- ho en el significado de esas mismas palabras. V'ase, pues, el siguiente trozo del Allet/ro de la overiura de la opera Elisul-eUu. del maestro. Hosini, con división de los periodos y frases (pie contiene. ex la 4S 2 ti rP3# fff f f T t f ' ^ . - r ^ - A F - т т j 1 ' ^ f f f pf t j - , p f t T -UJ4 'MVriodo !i? tli- riiico fra ses • +=^¥ УМ*#=Й il »7 7*- f rU i ari ï f Г p " *- Í •> : -_ = .F fì - Г , 4 - P ïffffff 1 fti " I — г p - p » fi. •ïr? *чва—r^-'j / - ÌP f= •& r , d nN Ii M 4 Lu i ff fj r J j W f tí 1 4 k it» I f Щ - - #== Г 55=^-i 5 r=ïïF f : t t - , : : Î L-fc P T Í odo < e rondili cioa if di- dos t Coda di 1 periodo //r\ E Лгу H — ^ l< - b p - - i 3 i* и » : . 1 H? ^ • ~*r— 1 Mí ЫЬ1Ы i 1 1 р тг • t 3 f-. [ц » fräs, ffftfef кч " — s f - p — ГГ Г ;f • fe 2 1 г t i ^ ^ H P p • \rm ¿-»^»1 IJ* Uj es. 11 t 4G 4. te ' fo- fo- to- rsr: "T3" < aditicia arbitraria ( l ) to- to- 4 3 i ÉÉÜ Periodo 4 ? f- 4 - eíc. £ • E \ \ t S 3 = 5 E=l= - r-E-'rJ Esta parte de la overtura, que contiene los principales periodos de ella, y que ha sido elegida por la claridad, sencillez y elegancia de su estructura, guarda, como toda obra verdaderamente bella, un orden enteramente ana'logo al que se observa en todo discurso literario. Asi como están intimamente entre si las diversas palabras que constituyen un versículo en literatura, del mismo modo unidas . lo están l o s fragmentos y miembros que componen cada una de las frases musicales del trozo que analizamos; y del mismo modo que un párrafo literario se distingue claramente de otro, por una nueva idea ó por un nuevo desarrollo de la anteriormente enunciada, se distinguen también con claridad todos y cada uno de los cuatro periodos que contiene- la parte de la pieza que tenemos á la vista. Siendo, pues, esto exacto, y tan completa la analogía que existe entre el discurso literario y el musical respecto á la división de todas sus partes, parecía regular que todos los preceptistas músicos lo hubieran asi ensenado, como lo han hecho en literatura todos los didácticos, sea cual fuere el país e' idioma de sus autores. Sin embargo de esto, vemos que hasta ahora los preceptistas músicos se han desentendido de la división mas esencial e' importante del discurso musical, que son esos grandes trozos, que yo llamo nodos, pe-, y a' que ellos no cían nombre alguno. Esta es, pues, la razón por que yo me he separado Mr. Reycha y de I q s autores que a' este han seguido en esta materia; dar distinta significación que ellos a' las palabras periodo y jrase. que ellos de y esto me ha llevado también á Yo llamo miembro de frase llaman frase; y solo convengo con ellos mismos en el nombre á lo cuando la frase tiene un solo miembro. Yo denomino frase de dos miembros a' lo que ellos llaman periodo, reservando este nombre para esos grandes cion á las palabras nificar esos pero ademas trinas trozos que se componen trozos, ( l ) Llamo \o cadencias {.'as, aunque, frases. Pudiera yo haber dado la misma significa-, frase y periodo del modo que ellos las entienden, e' inventar que los constituye de varias frases, de que aquellos no tratan; de no haber no estaban de varias el enlace íntimo hallado una palabra enteramente conformes arbitrarias en materia do discurso como la presente, se ejecuten á rigor una nueva para sig- tan adecuada y propia como la de periodo, mis d o c - con el fondo de su* explicaciones respecto a' la frase, musical no solo a' las cadencias ad libitum, de compás; sino también como a las que a' estas son .-malo porque en unas y otras es arbitrario el numero do compases que entran en la- fraso. -47 ; junde verlo en el capítulo anterior cualquiera que conozca el sistema de Reycha; por lo cual he prefu* rido dar significación mas estcnsa á esas mismas palabras, antes que introducir ninguna otra nueva. El trozo de la overtura que lie presentado, contiene tres, periodos to. El 1" consta de tres A la 11 y 3. terior frases, precede una de un campa* pur siendo la íntegros y la indicación del cuar-.. 11 y 31 de dos miembros y la 9.1 de un adición anterior de dos solo miembro.. compases, y en la 31 hay también adición in-. repe'ticion rítmica. El 9'! periodo contiene cinco frases: la 11 y 9?. de dos miembros'.cada una, y la 51 41 y 5.' de un solo miembro: la 41 es repetición de la 3" y la 5; es una •pequeña fra:-e, que ves sirve de coda do < ste periodo. y de una cadencia arbitraria, está el he dado, sirve de conducción ejemplo no sino presentado, 'por el solo he manifestado las yo llamo de dos frases b r e - . del tono de re al de sol en que que de el he hecho, y por que he tenido para considerar la el conjunto de constituye un versa que constituye culo constituye el conjunto una cadencia varias separarme división de los trozos bien de varias determinada. frases, porque suelen nuevo alguna vez explicaciones que de los autores que de que consta una. Ja importante parte del discurso. frases, «pie versan periodo; como algunas veces sucede también un pequeño párrafo: sobre una misma He dicho que el periodo presentarse pequeño periodo, en razón de que, concluida u¡¡ las y cuya interesante materia va á ser explicada en el présenle capitulo. . periodo, y que concluye con frase razones de 5 3 . Periodo es, pues, generalmente sola análisis que' he dado también una idea clara de lo que es musical que menle para pasar consta . me han precedido respecto al modo idea, que T 4'.' periodo. P o r el pieza, El ~> . periodo, ella, casos en sigue una en literatura, que un En los preludios es yeneralque una idea d i - . solo versí- de ciertas piezas vocales es donde tienen mas lugar esos periodos breves de una sola frase. 54. miento mo El periodo co-dramático. pieza; como solo a' una pieza lo que mas ó menos desarrollado, (pie por sucede 55. es casi siempre Otras veces él género no es mas sucede frecuentemente El estudio del adquirir en todos periodo la frase es á un periodo. si solo constituye vocal popular, que un trozo y E l contiene un pensa- algunas veces también importante con de los una pieza entera, qff- frecuencia varios que en el liri-. contiene una en el género religioso y en el puramente instrumental. es muy interesante; los conocimientos teóricos que y el que aspira á corresponden ser compositor debe no a' esla materia, sino que ademas 48 debe practicarla detenidamente, hasta modo final prepararse debidamente para ca del a periodo, respecto estudio de á las dar las instrucciones convenientes según los fundamentales diversas principios formas el modo de hacer prácticamente .que sirvan de modelo al 56. esletico respecto aisladamente forma la todas sus diversas formas, para de composición de piezas, qué es el este objeto el estudio la aplicación que tienen el desarrollo frases que frases. No basta periodo, debe el que estar de los estableciendo, de toda especie," principios tonal, rítmico y. periodo respecto á ademas el conjunto frase, de contrarié de ellas, manera es el (pie principalmente debe r e - la estructura melódica, suele constar se da á la idea. de D e cualquier modo, y sea cual necesario que según secundariamente por los giros melódicos; suele tener ordinariamente dos, una sola, y otras de cinco y aun mas, el principio Esta idea se forma principalmente y de consiguiente por los fuere estético ritmos ha de haber en el numero vicioso por monotonía contra de valores y muy aquellos y en estos en el principio estético. Si por el contrario hay tal variedad de ritmos y de giros que desaparece la unidad de idea, principio. E s , pues, necesario que de. haya en aquel unir Si hay tal unidad de idea que no da lugar ó variedad alguna los ritmos y giros, e l periodo sera variedad de idea, sin que falte que cada del periodo, tanto en su estructura melódica como ei. la armo'nioa. algunas veces unidad y variedad. periodo, puesto que sin embargo tal modo que no los respecto al principio estético, que el periodo contenga, es de idea. armdni-. daré algunas explicaciones y presentando ejemplos llamamos lo que según mismo melódica y acompañamiento; y concluiré con los principios indicados, sino que Considerado de después conforme tres 6 cuatro frases; pero enlace al del período, cosa que el conjunto de varias este' variedad del arte; estructura á la frase, todo lo cual debe tenerse presente al tratarse del gir y dominar en la composición y puede darse acerca de la discípulo. alguna, y muy especialmente 57. que En el capítulo anterior se explicó este no es oirá dad el con del-compositor. Voy pues que familiarizarse se faltara también haya unidad de idea, sin que falte variedad; y que al haya unidad. Para (pie esto se comprenda, véanse los tres ejemplos siguientes, de los cuales el i°. es la cabaleta de la cavatina de Norma, tal cual la escribió Bellini; y el 2 . y 3 . contienen la misma idea, pero o o vicios de que se habla en el análisis que está á continuación. con los . 49 JVl' 1 HEI. U M Perìodo All'.' Mod . 1 0 do tres frases —p •— —£_=_»— —др. Ш _ i • g * _. f - P • -.fol at 8 =8=q m 9 » » - • в .. • 1 J- t i l i I p —4 H E t Iii ÍP¿P#*k _ 1 1 9 1 3 JL JTT " - l a Ai— —p— 8 8 . ==üH 'f f —­­U— p LLf ífe—: —s~ U l J U forr-PT i, H . p 1« - ^ — £ — l'eri »do virios " 1 1. ГТН r .p ——p—p— 1 9 P——*- f i" » , Г 3=3= -f —_j dcU-e. T==#1 _-"= l à " •p- 0 -pm—I A Nл r P. С Pr ff p ; b i Tf-ffl • 9- V » — -p д. _i rt-p—f— 1 TГ « ^ - f - — p - • = M -p--p -—p- -, P-f-- B лp г : i 1 — П, - £ í t — ш—f- 9r 9 P 9- ,^U_» i- -h, ñ —tf 4­ riedad nn-lódi(-:i f »— t i _ «r » . f f . . . 1 o por falta de va _ P 1» i • « p —-f-— — 1 — — Ef f=rr i,- f - f Ff 'pfP f 1 — » — i— £ — 1 3 ¿v? fi. r ry—m | — » J * • - 1 p e P 1 m QLÍII—p l'eriodo vicioso por falta de unidat [ melo'c ira r< y , «,—1 ' 0 ^ ' v i % ° P r 9 9 V = 1 1» 1 7 0 J JLJf 9*1 P~. 9 9 9— llLt L f 1 0> — 1l i . E. 1 1 A A II lili _ • y g '' r 1 • « • > • PSPpSf J : t _ •~~*~"~r" . L g i p, f r — P*-H* 0 p— -• V£ - 0 J j 1 9 j * * * \ 5 m £ •»' -0— ~9 •» • | •I En «'1 periodo número 1, considerado en su estructura melo'dica, se observa perfectamente el estético, enlazándose debidamente la unidad y variedad de la idea. del 2'.' miembro de la frase lí y al principio también unidad de esa misma idea. Los dos compases últimos repetidos al prin-: de la 3% lo cual hace que se conserve la. del 2'.' miembro de la 1? frase, toda la frase 2" y los siete compases últimos de la 3. contienen ritmos y giros contrariar a' la idea principal, á la que están unidos a principio El Y. miembro de la 1.' frase consti- tuye la idea del periodo,-y los ritmos y giros que en ella se contienen, se hallan cipio -~| r diversos, que esparcen variedad, - sin naturalmente, resultando de todo un conjunto bello. El periodo número 2 es defectuoso por la monotonía que reina en todo él, repitiéndose sin cesar, des-: de el principio hasta el fin, los mismos ritmos y giros qué' contiene el IT miembro de la í frase, lo cuál es contrario al principio estético por falta de variedad. El periodo número 3 es igualmente defectuoso, porque la continua variación de ritmos y giros hace d e - saparecer la idea, o' la preseuta confusa e' ininteligible, lo cual es contrario al principio estético por falta de unidad. 5 8 . Considerado el periodo respecto á la estructura armo'mca ó de modulación, debe der- aquel de modo que en su principio y fin, sea cual fuere ga relación con el tono primitivo, de modo que pueda el lugar que proce- en la pieza ocupe,ten-. volver á el sin violencia; y que las liases. 51 qi'e contenga el periodo en su parte interior teng-anignalmente relación con el tono en que e'l está, aunque en el curso de dichas frases haya pasagerainente algunas modulaciones ext raordinariasy lejanas.. L o s tonos a que puede modularse dentro del periodo y al fin de frase, son generalmente los cin co relativos y el cambio de modo; pero ^pueden también de vez en cuando hacerse ciertas cienes lejanas, que aunque lo cion de do mayor, tono sicion sean, tienen un lazo natural de unión. T modula-, Tal es por ejemplo la modular primitivo, á la b mayor y su regreso a' aquel; y tal es igualmente la tran-. de la menor, tono primitivo, al de mi mayor y su vuelta al anterior. E s necesario tener presente que cuando hablamos de las modulaciones que pueden tener lugar en el periodo, se entienden aquellas ramente en la parte interior tal que no se abuse de que se hacen de las frases, al fin de frase, y no las que y que pueden practicarse con ejemplos de toda do, cierta libertad, con especie y con las diversas lódico-.armónicas que puede tener el periodo, bastan por ahora 59. emplean pasage- ellas. Gomo luego se van á presentar estas se las explicaciones estructuras m e dadas sobre . materias. Para que el no le bastan los discípulo pueda hacer con aprovechamiento solos conocimientos de su estructura también adquirir los necesarios para dar la forma las que deben el estudio práctico melódica y armónica; del sino conveniente á su acompañamiento. perio-. que debe, Tres cosas son considerarse en el acompañamiento de un periodo: 1.' el ritmo de valores: 2.' el ma- yor ó menor interés de la armenia; y 51 los diseños que pueden emplearse. El ritmo del acompa-, Sarniento puede ser algún tanto vago, poco determinado y en acordes compactos^ d en arpegios con ritmo bien determinado y combinado de ser de poco interés, á la que yo que doy el nombre de rícrr; de mil maneras diversas. La armenia del acompañamiento puellamo sencilla, ó bien nutrida de acordes y de modulación, á y también puede ser de un término medio, que yo llamare regular.. L o s diseños de acompañamiento, que son esas pequeñas ideas que colocamos en él para adornarlo, pueden ser de infinitas clases desde los bajos el mas simple hasta los mas complicados, como son glosados y los diálogos entre las partes acompañantes. 6 0 . Para la elección o' de aquella rica, de este o' aquel ritmo en el acompañamiento, de esla del uso de este d aquel diseño armonía d de la exclusión de todos ello>. debe tarse á la naturaleza, condiciones y circunstancias de la idea melódica, a' que se quiere sencilla consul- acompañar. 52 Hay melodías que exigen por su naturaleza un acompañamiento sencillo tanto en su ritmo su armonía, y que rechazan toda clase de disenos: tales son, por ejemplo, las como en canciones populares. • y algunas piezas puramente melo'dicas del genero lirico-dramático. rio exigen un acompañamiento son muchos trozos de de los el efecto Bastan por eos operas. Si el compositor elegir el acompañamiento lugar de la sencillez producirá las y claridad que aquella el contra-, en ritmo y armonía como en diseños: géneros religioso y puramente instrumental, y también las mas importantes de idea melódica, para variado y rico, tanto Hay otras que p o r no considera bien algunas tales piezas la naturaleza de la mas conveniente, y da á este interés y riqueza en exigía que no o' viceversa, por buena sea la idea, que debiera. ahora estas indicaciones, que tendrán luego aplicación en los estudios pra'cti-, de que se va á tratar. 61. Tengo dicho que ellos y repetido anteriormente que deben hacerse estudios prácticos del periodo, y. deben practicarse de un modo análogo al que se observa en trapunto y de la Fuga. se hallan todas Siguiendo, pues, ese sistema, yo voy á presentar las combinaciones ca y armónica, y también periodos que se van la práctica escolar del Con-, esenciales que pueden hacerse respecto al ritmo, armonía y diseños quince periodos en respecto á la estructura del acompañamiento. á presentar son del género verdaderamente vocal, porque melo'diesos en él debe el d i s - cipulo ejercitarse al hacer los trabajos prácticos de esta materia. E l que escribe ro vocal, lo hará Todos que bien en el gene- también después en el género instrumental, conocidas que le sean la naturaleza, carácter y facultades de los instrumentos para quienes tenga que escribir. 62. Debiendo el discípulo componer periodos melódicos para las diversas cuerdas de voces, deber rá antes instruirse respecto a' la extensión y circunstancias de cada una de ellas. Para ello vea siguiente tabla y las observaciones que están á continuación de ella. V O C E S D E M U J E R E S „ TIPLE AGUDA TIPLE CONTRALTO 1 |H .y b Q _ „ •• o o ±S O <> o " fe". - " ° " ° " mtt ~ t i o o . fl — — I ° ^- *> ^ ° °. ~ t la VOCES TENOR AGIDO P - "fa TENOR „ ^ " ° -o DE it o HOMBRES " _ _ °~ „ / „ n J\ BAJO # OBSERVACIONES. I . A o o " o o - " - e — Q ^ £ L o- ^ YVRITOM • o ^ - =- o „ 1 1 ^0 = .° . = o " Ü La extensión individual de cada una de las voces, aun tratándose de las de una mis-, ma cuerda, es siempre algo diferente. Una sobrepuja á la extensión ordinaria en la parte aguda, faltándole al mismo tiempo alguna nota .grave; y otra excede en la parte grave' faltándole alguna nota aguda. Una tiene toda la ex^ tensión con sonidos llenos, y otra tiene debilidad ya en la parte superior ya en la inferior ó* en el centro. Sepa pues, el discípulo que la extensión marcada en la tabla anterior es la de la generalidad de las voces de la cuerda, respectiva que se designa, aunque habrá muchas de su misma clase, que variara'n algo en los limites que aquella señala.. 9. . Cuando se determina la extensión de una voz, no se incluyen todos los sonidos que, ella puede dar, sino aa quellos de que puede hacerse uso por su suficiente fuerza y sonoridad. Una tiple, per ejemplo, cuya nota mus grave es si \> en la tabla, puede bajar con sonidos débiles hasta el fa; pero no pueden practicarse en el canto por .falta de sonoridad. Asi es que teniendo la generalidad de las voces una extensión de dos octavas y media, solo las damos la de dos octavas, y aun de esas es necesario eliminar frecuentemente las dos notas mas graves y la mas aguda. 3'.' He adoptado las denominaciones sencillas, claras y verdaderas de Tiple/ aguda, Tiple, Tenor agudo, .Tenor, en lugar de las italianas- Soprano sfogato (tiple desfogado), Mezzo soprano (medio tiple). Teño re y di. carattere (tenor de medio carácter), Tenore serio (tenor serió). Yo ruego no sedo á mis discípulos,, mezzo sino también á mis comprofesores que desdeñen del tecnicismo musical esas denominaciones italianas, porque ademas de ser vacias de sentido son también altamente ridiculas. 4 a Las notas extremas de la extensión de las voces, según la tabla, son generalmente dadas mas fácil-, mente por las mugeres que por los hombres, por lo cual lie señalado en las de estos con notas negras las que faltan á muchas de las que corresponden á' esas cuerdas en la parte superior o inferior,o' en ambas.. Todas las Tiples agudas, por ejemplo, dan el do sobreagudo;- y la mayor parte de los T'nores agudos, aunque la ultima nota de su cuerda según la tabla sea do, no pueden dar en voz de pecho mas que el si natural. Esto mismo sucede comparativamente entre la voz de Tiple y la de Tenor, y entre la de Contralto y la de Varitono. Advierto aqui que aunque las voces de muger pudieran haverse dividido naturalmente en cuatro ciar ses como las del hombre, poniendo dos de ellas en la cuerda de Contralto, que correspondiesen á las Varitono de.. y Bajo de los hombres; no lo he hecho, porque es rara la voz de Contralto muger que en la 54 parte grave comparativa con la de Bajo hombre tenga la sonoridad y .redondez que tiene la de este. 51 El discípulo debe cuidar de que las frases del tante, sin violentar el canto, pueda tomar las matizar debidamente la melodía, pero y si únicamente aquellos que que lodo paso nota de mucho valor 31 que toda pada sea nota respiraciones son necesarios, y que no están de modo el can- Debe también habituarse fuertes incluidos que que en las ha de reglas ascendente se ejecute creciendo y todo á hacer la voz, generales que. Estas reglas son: ' " paso descendente disminuyendo: '¿'que toda no debe ejecutarse con un misino grado de fuerza, sino creciendo ó disminuyendo: de apoyatura se hiera con mas fuerza que la siguiente: 4 . que toda nota sinco-. a mas fuertes que sus dos colaterales: y 51 que todas las notas, que caen en partes tes de compás, se acentúen un poco mas que las que caen conviene dispuestas convenientes. sin poner todos los piauos y - debe saber tod¿ cantante ó instrumentista. A' periodo estén en partes fuer-, de'biles. Sin embargo de -esto mejor marcar matices" inecesarios, que dejar de*'designar algunos que son necesarios, aplican- do aquella máxima general de que mas vale pecar por excvxo que por defecto. 61 Es necesario diversas cuerdas que el discípulo se acostumbre desde un principio á escribir cómodamente para las. de voces, y combatir por todos los medios posibles la horrible peste que hoy domi- na de hacer gritar, fatigar y matar á los cantantes, y martirizar sin piedad á los oyentes. Es necesario que se penetre bien el discípulo de que cuando los oyentes participan en cierto modo de la pena y tra-. bajo que cuestan al cantante dar tales notas ó ejecutar, tales pasos, desaparece completamente el buen efec-r to para los hombres de buena organización musical: y que todos aquellos que aplauden el acústico de los gritos y del ruido, son baros en música. solo efecto gente de grosera organización, de gusto deprurado, y en fin bar, El compositor, pues, debe escribir para esta ó aquella voz, haciendo muy poco uso de las notas extremas y colocando siempre el fondo del canto en el centro de ella, de modo .que el cantante pueda ejecutarlo sin que se le note fatiga. 6 3 . Instruido el discípulo conciernen, conviene que ahora, otros en á todo cuanto se ha explicado Imitación de los acerca del periodo y cosas que ¿ el ejemplos que voy á presentarle, trabaje muchos, y haga de este modo un curso práctico sobré esta materia, hasta habituarse á componer periodos de todas las formas que pueden a' su estructura melódica, ya á la armónica, y a ííamiento. Para que este estudio práctico servar los procedimientos ya en fin la diversa deteniéndose tener lugar, ya ella respecto disposición del a c o m p a - . lo haga de un modo provechoso y conveniente, deberá o b - siguientes: 11 A imitación de cada uno de los períodos que yo presento su-, cesivamente, compondrá el discípulo tres o cuatro, y aun mas, si para hacerlos cultad. en el. 21 L o s periodos que el discípulo componga, han de ser con las mismas hallase grave d i f i condiciones de la 55 melodía y armonía^ de la forma del acompañamiento y de la cuerda .de la voz. Estas condiciones . van anotadas á la cabeza de cada uno de los periodos que sirven de modelo. 3? Para que las imi- taciones, que el discipuló baga de cada verdaderos uno de los modelos, no lleguen á ser plagios,. , . . . Ai've compondrá el sus respectivos periodos en distinto tono, yrt&dtry compás del que trata de imitar. f Entre ga las frases que contengan los jperiodos que forma cerlo extraordinaria o' mista, y también algún procedimiento cuando KITMERO haber alguna que ten-. excepcional; pero esto h a d e ha-. naturalmente le ocurriese por inspiración espontanea,y no por esfuerzo anterior de la voluntad. MODELOS inmediato haga el discípulo, podrá 4°. PARA EL ESTUDIO \. Estructura melódico - armónica: PRACTICO dos frases: DEL modo PERIODO. mayor: modulación al relativo menor. Acompañamiento: armonia regular: sin diseños: ritmo uniforme. Analícese este periodo, y se verá tese respecto frases, que tiene á su estructura melódica que cada todas las uno de los condiciones anteriormente establecidas. Nó- cuatro miembros, que componen las dos no está sensiblemente dividido en fragmentos, aunque realmente los contiene. Esta circunstancia contribuye generalmente á aumentar la belleza de la frase, sin que por esto haya de tratarse siempre de evi- tar la división 8ensible^d^l,miembro en fragmentos' Nótese también que el 2?TÍTti*mbro de la 11 frase es repetición parcial del 1" Conviene, pues, que el discípulo tenga presentes estas circunstancias, para imitarlas en los periodos que el componga, siguiendo estos modelos. s 56 NUMERO 4 . Estructura melódico-armdnica: dos frases: modo menor: modulación al relativo m a - yor inmediato. Acompañamiento: armonia regular: sin disenos: ritmo algo vario. Moderato assay CONTRALTO Af.OMPTO AWEUTF.NCIAS. 1" El 2'.' miembro de la 1". frase no contiene repetición parcial del i.' 2.' El 2" miembro de la 2.' frase es repetición parcial del ir miembro de la 1" frase. : 3i' Los miembros de las dos frases están divididos sensiblemente por fragmentos,lo cuales bastante frecuente. 4* Tanto en este periodo escrito para Contralto, como en el anterior para Tiple, no se recorre toda la extensión propia de sus respectivas cuerdas; por lo cual debe entenderse que no son solamente las notas, extremas de una melodía las (pie constituyen dichas cuerdas, sino las que forman el fondo del canto. No'tese también que en. ambos periodos naturales á la voz, sin emplearse las ideas son d<¿V»genero puramente vocal, porque todos los giros son pasos demasiado rápidos ni entonaciones difíciles, mas propias del g é - nero instrumental que del vocal, que es el que ahora debe practicar escrupulosamente el discípulo. Debe también advertirse en dichos periodos que las frases y sus miembros están dispuestos de modo que el can- tante pueda cómodamente tomar las respiraciones necesarias. 5? El ritmo del acompañamiento es algo vario en el número 2, porque no sigue una misma combina- ción de valores como en el numero 1. 57 ü. Estructura melodico-armonica: dos frases: modo mayor: modulación al relativo mayor KUMERO de la 5l' superior. ': Acompañamiento: armonia sencilla: .diseños de poco interés: ritmo uniforme. Andante sostenuto. TENOR IH X Tg^IT |_ r jí U'jato v>c, t raí ACOMPTO. m S 5 m J/)V£iiTJ?wci4si I El lf miembro de la I frase tiene seis compases, porque el O? ytí'.'son repetición progresiva del 3? A A y 4? pero, este procedimiento excepcional, y cualquier otro que contengan 'los periodos que presento como modelos, no deben ser imitados sino cuando espontáneamente ocurran al diseipnlo. Del mismo modo puede este hacer uso. de cualquier procedimiento excepcional que le ocurra, aunque el modelo que; deba imitar no lo contenga, obrando . en esto libremente según su propia inspiración. 58 9.1 El acompañamiento de este periodo contiene en lá mano derecha un diseño sencillo ó de poco í n ­ teres, «pie el discípulo debe imitar con cualquiera de las infinitas formas que á el pueden darse:por ejem­ plo, cualquiera de las siguientes podía haberse adoptado para el periodo anterior. Son inunierables las formas análogas á estas, que pueden tener los diseños sencillos de este g é n e r o ; . pero de ellas debe elegirse la mas propia de la naturaleza de la melodía, cuidando de que entre esta y. el diseño no haya encuentros duros y desagradables respecto á las notas de floreo, de paso y de apo ­'. yatura, (pie suelen tener lugar. NUMERO 4. Estructura melódico-armónica: tres frases: modo menor: modulación al relativo menor de la 51 superior al fin de la 11 frase. Acompañamiento: armonía regular: diseños interesantes: ritmo uniforme. Andante VAK.TW №11 I", §. • 1.1 f ^. m +7 ^ ~ & U J | | V f, „ f: - ¿"T L U i r I F feEfe \C0MPT0 doles iH: £3E p ±Á ÉÉI F 1 : l ü i I tHF 0 , 0 •- SE - I I IB Si ADVERTENCIAS. I a El ir miembro de la 3 a frase es repetición del IT miembro de la I con un pequeño ador-, a no melódico que en aquel se añade. 2 ) Si los disenos de acompañamiento que tiene este periodo, continuasen desde el principio : fin, resultaría una monotonía desagradable; y para evitarla se halla la 2? frase acompañada hasta de el diver-. sa manera. 3. Los diseños que en el acompañamiento tiene el periodo a que si se quitasen, perdería den hacerse mucho de su importancia la idea de infinitas maneras; pero es necesario za de la melodía, cuidando que aquel, anterior, melo'dica. elegir entre ellos interesantes. Si se equivoca diseños de esta clase pue- el mas propio de la naturale-. ni la ahogue, sino que. si por su naturaleza requiere de. un . en está materia, se expondrá á echar á perder las mejores ideas, o' á hacer- el discípulo trabaje los periodos metódicos con en los estudios escolares es necesa-. condiciones dadas, a' fin de ejercitarse en todos los procedimientos diversos del arte, debe pensar, antes de hacer la melodía, en dar á ella la .m.\s convenientes á las condiciones impuestas. l modo si admite algunos de poca importancia, o' si conviene que ellos sean las perder gran parte de su efecto. Sin embargo de esto, como rio que Los de tal el discípulo, y no olvide jamas, que después inventar una melodía cualquiera, debe estudiarla bien para conocer sencillo sin disenos, interesantes; al acompañar a' esta, no la oscurezca la adorne y la dé mayor importancia. Tenga presente acompañamiento son forma. 60 NUMERO 5 . Estructura melodico-armonica: tres frases: modo mayor: modulación al relativo me­ nor de la 3* superior al fin de la 1? frase. Acompañamiento: armonia rica: sin diseños: ritmo vario. Moderato ACOMPTO fe r r P f tp f i I r I* £• -#-1. m =t=t .L'Jt. Ìf2 £ 9 1 P — ü¡ — 3 ^i>VE/¡rf;/Vf:L4s. I. j- 1№ il » re La frase primera de este periodo tiene nueve compases, porque el 7.° es repetición pro­, gresiva del <)',' 9.! El discípulo tendrá al principio alguna dificultad en imitar á periodos de esta clase respecto á la riqueza de armonía; pero es muy conveniente que se ejercite debidamente en ellos,hasta conseguir cierto grado de faci­. lidad, para hermanar el interés melo'dico con el armónico, lo cual le sera' después de gran utilidad, especial ­ mente en el género vocal religioso y en el puramente instrumental. 61 N U M E R O 6. Estructura melódico-annótiica: tres frases: modo menor: modulación al relativo m a r yor de la 7. superior al fin de la 1* frase. a Acompañamiento: armonia regular: sin diseños: ritmo uniforme. TIPIE g AGI'Di 'fl&rfnrr' ir" >» y ¥ ! J " 1 Allegretto S = L . _ . a "srF" "! ^ - ' 4 ACÚÜPTO-J \ ¿>:!>i'¿ ., ^ tf v í " ; 1 V 1 \ 'h ""^ d d • L <fffWp-# i l ~hr!—1 i w ' ffifc^ 10 IV inr. ••—í-—w t í irp l i « v 7 v ^ - J 4 ^ - . P 1 1 ' 1 1 4- 2 1 1 f f ^ í f^i-t—Li-— m--\—f'——-r— r'f y 1 - 5 - j-p-j-j 1JJ 1 *t m —PS ^ ! T1 TIì f Ì *r — , LU 1 n *i r r i n 1 4- • • • • • | > 1 "J — * - *) IT al '¿p P ~" ^ IT *i . \-A— l - IV 4d—T~5í 1— "t- "t i*t5*it**it**t *f " ". " t í o • — l i U 1 U,J IV t *í # Í " p ^ .f f ^ r f - ' ^ f r ^ f 1 - T -- f-- fr—fir$rfj\ m O r ^ r \ r ^ ñ - r h \ *í d f 1Y 1 Y 1 , t ? f t p J ^ _ , t ERES "í 1 1 . —L.-J W -^ r 7 HrtrtAt' 1 = ~ *r - írrírní' f, -f ^ r y l 1\ 1 IVI è V 1 é' \ r r - " t f - r , f f 1 1 W k, i l i V t 1 1 , , Ií 1 \ 1 \ 1 -p- 1 11 1 [ r '*FT" •) 1 1 . . i i i . P 11 1 «iii IJ l t V 1 14__— I F L I ' V 1 i n i '1 TP "H—^"T "1 J..J.. ' ' ^ JJJ '1 1 *l * J ^ * yLj F 1 Y1 1 Ul "It* i l «1 1* i n *1 I 1 *T'i é'á J0J . p 1 Pir-nDTnr ' ' ' % ^ . r r - r r f r i P - V r 1 ^ j ' r ' >' l f 1 1 11 1 il 1 11 1«iH 1 ! 1 i l H ^ d — \ " J 1 ¥?ft*T ~I -1 T *l"'*l'*!t'*lt'»l"' ir'*1 *ir'*l« 1I**l 1 -., «i1 II 1111 «..»».» 1 T**lJ 1 1 1 r 1 1 1 rrrrfrri Hwi — 1 il 1 T1"F• J- -•! •> 1 *iT"ir*lJ 1 \ 1 \ 1 é i J^-i '-SM-JÍJ ^ — ' . —1 nnn L i J ^ B J ; ^ ^ eres ==¡=5; ti:'» , 5: --^-1—I^- *1T* *», 1\ l | j ^ • 1 J^J Li^-^-T-J^' l «7 T* *T lt «iri|{r» #*fr*I^ ' IV 1 , 9 - ^ - - r L - H ^ 1 - ' - *If*lJ l i l i » 1 " V ' ^ ; #*f*l# T'*l" *í1"*lf*II' Í F T , 1 • ^ í L ..iÍDVEííTEffCMs. 1' La modulación que contiene la i , frase es algo difícil^ y costará-algún trabajo al discípulo 3 imitarla, dando á su cadencia cierta naturalidad y belleza. 2. a La 3. a frase, que en su primer miembro es igual ala 1*. consta de nueve compases, teniendo el 2'.'miem- bro cinco, por repetición progresiva de un compás. ( 7. Estructura melodico-armonica: tres frases: modo mayor: modulación al relativo mayor RUMERÒ de la 4*. superior al fin de la 1" frase. . Acompañamiento: armonia sencilla: sin diseños: ritmo uniforme. Andante sostenuto =55 CONTRALTO ' P p P_' P j c j legato 4—# a ACOMPTO 1 J 1 p *> P • - S 5S v » -5- .r..._> i * Q -3- * n - * t — r "1 ^ — 1 Al, J . fi p m p ù t — • • • _J fi n - "TI t u ' »—= \ m 1. N — e - ±£ m _ . =1= =f=e4 - r •' P ^ J N «H * • *> • r P - — p — — » — * > — E P 63 : A- LU l - ^ fe '4 J 4 ^^=», , , r =: / 4 = 4 t - — l ^ — í j = i : •i - > i - •#• 5 - • ir •l n 4 ••»• U[ r ^ i 1 m • J 1 4 m m i • -# i J * • AnVEíITENCÍA. j L J !L. J_. J 7 \—i—r™" • i -4- -é JP L i - • L a f. frase de esíe periodo modula al tono relativo de la 4? lo cual, para hacerlo con natura- lidad y elegaiuia, presenta cierta dificultad, que conviene explicar al discípulo. Para modular al .tono de la 5? o' al relativo inmediato de este, que son los que aumentan un sos-, tenido ó disminuyen un bemol, basta que medie el acorde dominante del nuevo tono: pero ta para modular al tono de la 4 a y al del relativo bemol ó disminuyen un sostenido. inmediato de este, que son los La causa de está diferencia que esto no basaumentan es muy clara á la razón y muy un. sensible al oido. Supongamos que una frase debe modular de do mayor á tol mayor: en este caso entre el acorde de la tónica del tono, primitivo, que se convierte en acorde subdominante del la dominante de este y el de su resolución natural, se obtienen y se oyen que deciden completamente la modulación. Supongamos yor á fa mayor: en este caso, como el acorde acordes naturales del primitivo, y como ción, de ahi la necesidad la preparación oir para determinar modulación se haga con dia haga oir también la subdominante antes temos hacerlo nuevo tono no de que medie mas tiempo y mas número de acordes, armónica, para que dicha la causa del poco uso que los tres hacen los acordes de tonales ahora que la frase debe modular de do ma-, subdominante del es necesario nuevo tono, el se halla bien que la Esta dificultad compositores de modidaciones de esta especie, los la 'modula- y se anticipe naturalidad, y para de la cadencia de la frase. entre es mas. meló-, sin duda, y de que es-, tan poco habituados á ellas. Tengase sustituido presente que alguna vez el acorde por mente en 4! y 6'.' sobre subdominante en las modulaciones cualquiera de los diversos acordes la dominante del nuevo tono, de que se trata, disonantes que según la formula todos los casos resuelven puede ser excepcional-, y acordes que se hallan en la .página 66 del tratado de Armonía. No olvide, pues, el discípulo esta explicación para en que la frase deba modu- lar á tono, sea mayor ó menor, que aumeute un bemol ó disminuya un sostenido. 64 NUMERO 8. Estructura melódico*-armónica: cuatro fiases: modo menor: modulación al relativo, menor de la 4 ! superior al fin de la Acompañamiento: armonia frase. regular: diseíios interesantes: ritmo r -O ___=_, TENOR AGIDO ¡Lúrr,—*—\ ^ " I M / vario. p ¡ = ^ £ 1 AC01ÍPTO • Wy-j* = Vj <>—3 • i / _ l r 1—' .1 _ -\ f—*- hf 1 • r ~S £— — > te re t 1 ! ' r E -p- B 3 ^_ 3 —p—— F*=f ^ —i s — _ B ¡ - i f i* ' 4 i é *^_é t¿J •* * 9£— = r f V 1 •9—9 f V 1 ~—• 1*4* * r ü i -» I R " r* I ibft—1 ñ %±=\ —i B—«r- = 1 — r pí*« ^ - 1 - f p r f • i-i _ •—¿— i = 5 —é 11 « ** r 4-r x r =k=N r — p p - T r fr i >p • * r 1 I rl 1 1 i— — s - # ; . » j 1 -|— • • ;i — — « "T "? - «i f—t ' « • -•r r m t * J ~— •i— «rn> -5 0p»- t 1 • *> tía: - «!- 4 i » 1 ••• —- g — 8 * T 1 yj -STi^ " 25—J-3--J 5 *- -•r r r + - t — •. -Tj3|. •p• • = » i. ' é 1^.é - í #=( -7- 65 te 4pfr r r <ihn f- ^ánvE/jrEíN'cws. I la I sario tener presente una 2 cada Tanto en este periodo frase á los tonos a bién A a «_ modulación relativos que como en aumentan la advertencia que está a La 3? frase consta de diez La 4 a un siguientes bemol á continuación o' en que disminuyen del se un numero 7, en modula al fin sostenido,' que es de. noce-, se jiraclieo tam- de esa misma especie. compases, siendo los con una linea prolongada. 3 los ,dos frase es repetición parcial de la 1! dos últimos una c^da de ella, que va mar- 66 Estructura NL'MERO 9 . tivo menor de la 2* superior al fin de la 1. frase. Acompañamiento: armonía rica: pequeños YARITOSO m r ¡ cuatro frases: modo mayor: modulación melódico-armónica: relar , diseños: ritmo algo vario. F f- ta r al 35 All'." maestoso. t t • -» • r- mf ACOMPTO. * 1 1- r » » r « ­#­ №h f * 1 t = f ? "F ; _ — _ . - s f i* _ j : - 1 . - 1 f 1 d 1 ~t •* ' -i ,» ' ~ ttf—U S 1 f " f f -F " V — r i , j p #• — f~~i ­ r ­ i 1 H ... r . ... " * ­ 1 J i t 'í'^tt " - »—< f —tH • v — f — p - — ; -é 1• 4 1 * — ! » — 1 » — 1 r j ! ! -f—«t 30= ­ r 1 ! 31 m «MFT r <¿—lis—L 1 ' -= > J r r T 71 i f- f •. i •. 1 L "T «¿IT. . 1 L J : f f ! T »- "F * — J t — N — ? — f .3 L L i -0 ~f - r 5 h ! ~! E_^_ J # l - 1 . F- 1 * \^a- r ' F~iF'~F r . ^ ~"1 * fI ¡- r ^ *— — 4 1 ! ! a r 1 *• I i ­ UJ 1 1—jj­ • V. ' 1" ^ ¿ i J 1 "1 a r - - 6 ~& — ' 1 • —i u l Y* I 4 —AN 1" E 4 i • - F — i — ? — •• — i r T ­•SÍ í ' ? i f S r --F I' J s r 1 67 ADVEIITEKCIAS. li La 2? frase de este periodo tiene 12 compases, siendo los 4 últimos una coda de ella, que va mareada con una linea prolongada. 2! La 3? frase es repetición parcial de la 1!- HUMERO I O . Estructura melodico-armonica: tivo mayor de . cuatro la 6 . superior al fin de la 1* frase. a fiases: modo menor: - Acompañamiento: armonia regular: sin diseños: ritmo casi uniforme. modulación al reía-. 68 4- ' ' % Y fpT p M, 1 -•faj*rr !/• - r B S B B f-—irrff- M J 1 . -* i « — . ...L—i t i 1—<—* — -S- - i - . - 8 - • -•- •0- ^/)vbj¡t/;a'(7Ms. ra melo'dica a n _5 . ... rf de frase • J t , s constar de cuatro hay repetición parcial de la I El ritmo del acompañamiento es uniforme = *- -? ? m 1' * - .Lf' — V frases, no contiene en su estructu- repetición alguna de la frase" primera, lo cual es poco común, y algo a 1 =af- ^ " -*>-*> m « — I I I ' " 1 1 -.-3-3—l 1'.' Este periodo, sin embargo do en la 3" ó 4 2 • J > i •¿—4 J 1 # mas difícil (pie cuan- a en todo el periodo, exceptuándose la 2 a frase en qxie aquel varia un poco, para evitar la monotonía. 3f Entre la cadencia melódica de la 3 a frase y principio de la 4 a no media silencio alguno, unién- dose ambas sin interrupción, lo cual acontece algunas veces. Debo aqui bacer una observación importante. En los diez periodos que anteceden se lian presentado las principales combinaciones, respecto á su estructura bién las que corresponden á melo'dica y á la de su acompañamiento, y tam- su estructura armónica modulando á todos los tonos faltan todavía respecto á esta ultima cinco periodos, de los que dos á tonos lejanos, completándose acompañamiento. á ser todos (dios relativos; pero no modulen y tres lo bagan al mismo tiempo algunas otras combinaciones correspondientes Estos cinco periodos llevarán también su coda correspondiente, con la cual piezas de un periodo: y aunque la materia de piezas corresponde al pasan naturalmente capítulo •iguicnte, he creído conveniente anticipar aqui las de un solo periodo, para aprovechar al esta ocasión de ahorrar espacio y tiempo, practicándolas debidamenle. Hecha esta observación, sigamos ahora el estudio de los cionco periodos que se han indicado. 69 HUMERO 11. Estructura melódico-armónica: dos frases con coda: modo mayor: sin modular á otro tono. Acompañamiento: armonía sencilla: sin disenos: ritmo casi uniforme. AnvEr.TENCiAS. 1? Este periodo coneluye en la 2 frase; pero como sigue á el una coríTi compuesta de una brea ve frase de cuatro compases, resulta una pequeña pieza de dos frases y coda final. 9.'! Entre el l ? y 2" miembros de la 2 . frase hay notas de complemento, como se ve en el doble modo a que está escrito el 4"compas, para que se conozca su natural estructura y el artificio de la unión de ambos miembros. 3 Recomiendo mucho al discípulo que se ejercite en componer periodos, que, como el presente y el que sia gue, no modulen á otro tono; porque es difícil hacerlos con naturalidad y elegancia. NUMERO 14i. Estructura melòdico-armonica: sin modular, pero con cambio de modo dos frases con preludio y coda final: modo menor al fin de la 2" frase. Acompañamiento: Armonia regular: diseños sencillos^ ritmo algo vario. *—p> 1 f • pppp And . ii 1 0 S S 0 l e TESO! > i k 3=?—f } 1 L -p—*»- rn PHELUD1 4- s^a-i— Af.OMPT pi V °i Zelato t • i « —J- ftr=i IM i—i— -• r ~ f — P r *=—£ "f il r P ~ T " n f jjwo m «. 1 7^ ' r .— » J' . i 1 »f f P • i k I J i T - ^ -a • a ~ r 1 -r»—1- ir. f Mr f l ^ p — E » l . m F'0 » 1 " ]' — H f 4 1 ' • 1 i. v j u • COBA r - r - - T f F - " ^ ? — t 3 - ^ - J = j j *• t= _ — P F __!_JLf_p 4 4 • 1 i % i l i 3^3 1 P'I • • | ritenuto u n ¿ P F~~ » t - -P j1 1 m 0 fP" m 4^- rnrn H i l l 1 | T* iLT L u i 1 -p=lfc *, ^ 1 lLt ¿ i r*T— - 5 — - ## t/ 1 _ LLI-^ —Lj. » pi 7 " f ~ s — h h — tzz" i A # 11 V"H i. L ~l a ^ —m-vr* 1 — = - — ritenu ( 0 ^ 1 rnljT Th-l^d m j : • r r • r p, 1 -f m = ^= r: W4LLT i t==M= 1 w j>1j Pr- 1 lejrafo f - * — p — \=H t - i — ' • t ? i • I P * l h 3-1=—^. poro *t • ' É • 1 • JJ 1—é-é— # • i • J- 1 íj-f-í- f AnvEHTENC.iAs. 1" Este periodo de dos frases, cpie tiene coda final de una frase de ocho compases dividida en dos miembros, tiene también un breve preludio de cuatro compases. Debo advertir aqui que los preludios se componen de una de cuatro maneras: 1'.' diciéndose integrad parcialmente la melodia de la 1?frase: 2.' haciéndose una mera indicación de la l. li'ase de la melodia: 1 preparando la entrada de la melodia con una frase armónica de arpegios ó de diseños melódicos, sin indicarse idea alguna de las que contiene dicha melodia: 4 .'mezclando parcialmente dos de estos procedi: mientos. La manera adoptada en el preludio de esta melodia es la 2 que no hace mas que indicar la idea de ella. a 7i 2* Este periodo, .que no modula a otro tono, tiene la coda en modo mayor,-estando e'l en modo menor. Tengase, pues, presente que todo periodo o' pieza que está en modo menor, puede tener un trozo final en modo mayor;pero no puede hacerse viceversa. La razón de esto es que el modo menor es anómalo, y menos, perfecto que el mayor, como se explicó en el tratado de Armonía. NUMERO 13. Estructura melódico-armónica:tres frases con preludio y coda final: m o d o mayor:, modulación lejana al modo mayor de la 5 ! con alteración descendente. armenia rica: diseños interesantes: ritmo vario. Acompañamiento: Andante mosso. BUli m VRELVMO jLfw *J * - M 0 - ffd + J*-rf =— tfTf$ m ZM 1 7 .ICOSPTO. ¿): ~ [ • *- - S — í \i . |t_ V- •J • • • • * *— •f • M p— p c f -' , «jL f c—' -p- -1— legato *rTT t«a. te _»_ »—| fe • i'^pbf P Pi i . 1 M'F <tZ3t '•5- ¡ f i É ¡ 3= 3 r <= m m ffrr 3 -rf-p- ?¥7T ______ ______ C0JU __: (ioíce 5Í ^T fe 1 f p _H1 AJIVEI'.TENCIAS.ÍI En el preludio del anterior periodo, cuyo 8'.'compás esta suprimido, no hay idea alguna de las frases que este contiene, según se explico en las advertencias precedentes respecto á las diversas maneras de hacerse los preludios. 2 Elúllimo compás de la 3? frase es al mismo tiempo 1'.' de la frase de ocho compases que constituye la coda a final, cuyo procedimiento excepcional es también por supresión. 3. La estructura y forma de este periodo es muy importante por la riqueza de la armonía, por la variedad del rita mo y por el interés de los diseilos de acompañamiento. El discípulo debe esforzarse para vencer las dificultades que ofre-: ce este genero. 4'! El doble fa final que tiene la voz, es para que el cantante ejecute el que mejor se adapte á su voz; pues no todos los bajos tienen la sonoridad y redondez necesaria en el fa grave, para concluir con buen efecto. NÚMERO 14. Estructura meíodico-arrnonica: cuatro frases con preludio y coda: modo menor: mochda- cion al modo mayor de la 5* al fin de la 1! frase. Acompañamiento: armonia regular: canto principal en el piano: ritmo: algo vario. All? agitato CONTRALTO L VU PRELVMO Sii TU*** Af.flMPTO P tremoln _ i m - vif h4 _è m . NUMERO 15. Estructura melodico-amumica:cuatro liases con preludio y coda: modo mayor: modula­ ción lejana al modo mayor de la 61 con alteración descendente al fin de la 21 fiase. Acompañamiento: armonia regular: bajo glosado en las dos ultimas fiases: ritmo algo vario. Andanti» : VARITOSO PEE LUDIO ¿? 4M4-» h —»- * J | *W y 4 T 1 - i » r con « ACOMPTO - -— №- J 1 • • T 4= -t>--f0.00 0 m 0 ——0. » . H —» —p—» - t——L Sí p«* i |> #*— » i.—» •— —t—a»*—f- f1J l^j 1 mi • f" » #_ — ' — 5 — — »—p— T f" f i » • * RFtr = * r r ^_ ít A — l • J >i- r 1 7 a* & *—'0 canto energico pi p— >- 74 — —/- —%— I =£ -#» >£:• £: ~ 0 => f r '"" .' r mj f iii-i,— - f f f - -" 45 F % = F — E— 1 g 1 . 1 _ 1— j# w y ? — 1 Í • • Í j > ' — 1 frftf #J _ -J —- _# f f f r 4= » 1 , E • 4* 4* i . — ^ # *— £— :feí 1 CODA 4" f - = t f f _| 1 ! — ' P - m x \ * mf g ^J)Vé:/jtejvcms. e -\-% - ! — -í—' 5T K * i » t • 1—i —« • —é ! — |_« i «1 — ': i « 'P e ?— -é 1 » - J—tf- Meno mosso dolce -s _u " J «Ri f T~ J-J- J.J.J r ' 1.' El preludio de este periodo es una preparación armónica y caprichosa sobre la dominante. del tono, pero indicándose al mismo tiempo el diseno instrumental de seis semicorcheas que va á domiear . después en el discurso musical encomendado al Piano, que aquí hace el papel de la orquesta. La estruc- tura de este preludio procede de un modo análogo al de las cadencias arbitrarias respecto al numero de compases que'eonlicue. 9.? En las frases l* 9.*. y 4'.' la idea principal la tiene el Piano, haciendo la voz un canto sencillo y pro - . pió para ser declamado, cuyo procedimiento es semejante al que usamos en los llamados parlantes del ge'nero liiieo-drama'tico. Para componer 1 rozos de esta especie, es necesario pensar primeramente en el canto instrumental, que es el principal, y después acomodar a' esle la sencilla melodía de la voz. 3? Las frases instrumentales á que la voz acompaña con canto sencillo, pueden ser de muy diversas cía-, ses: asi es que del mismo modo que en este periodo tienen aquellas un carácter agitado y de mucho movimiento, pueden emplearse otras de un ge'nero menos vivo y mas tranquilo, sin dejar de ser por ello la parte principal del discurso musical. En la composición de periodos de esta especie debe cuidarse de igual ínteres al canto de la voz que al instrumental que lleva el Piano; porque no en lugar de aparecer este dar eñ primer lugar y aquel en segundo, aparecerían ambos en primero, y se destruirían mutuamente respecto al efecto que se quiere obtener. 76 -•—— V 'caca. •—•Ч——— Ф •*—*— 1 11 - • b >+• *• -í "Г F 1 "Г fc_t¿ H f —« : 77 ADVERTENCIAS. 11 El preludió de este periodo está tomado de la I , frase de la melodía, diciéndose integramente el A 1^ miembrp de aquella. Esta es la manera mas comunmente practicada en los preludios; y algunas veces suele decirse en ellos toda la 11 frase del canto. No'tese que este preludio tiene siete compases, porque el octavo con que él se completa, es 11 de la melodía, lo cual constituye un procedimiento escepcional por supresión. 2*.'La modulación principal de este periodo se halla al fin de la 21 frase, contra lo que se ha practicado en todos los demás, inclusos los de cuatro frases anteriormente presentados, en los cuales se ha colocado di-, cha modulación principal al fin de la primera frase. El objeto que me he propuesto en ello es presentar un ejemplo de que cuando el periodo tiene cuatro frases, puede hacerse la modulación principal en la 21 frase, como se ha practicado en este. 31 La 41 frase de este periodo, que es repetición de la 11 está acompañada con un diseno interesante en el bajo, á lo cual llamamos bajo glosado; y la coda contiene un diálogo glosado entre la parte superior e' inferior del acompañamiento. Las glosas de esta especie pueden hacerse de muy diversas maneras; y aunque ellas se colocan generalmente en la parte inferior o' bajo, pueden alguna vez colocarse en la parte superior o' en la interior, y establecerse también diálogos entre si. Ellas deben emplearse, cuando la idea melódica se presta naturalmente, y como último grado de desarrollo del periodo o' pieza en que aquellas tengan lugar. Para que las glosas produzcan buen efecto es necesario evitar todo encuentro duro y desagradable que pueda resultar entre las notas de la melodía y entre las de paso, floreo y apoyatura que haga la parte glosada. Esta materia requiere un estudio algo detenido, por lo cual conviene que el discípulo componga diversos periodos, aplicando á las frases finales de ellos acompañamiento de glosas especialmente en el b:'jo, y cuidando que este cante bien, conserve el verdadero carácter de bajo de la armonía, y secunde debidamente á la melodía. Practíquese, pues, este estudio ' hasta que se consiga cierta facilidad y perfección en esta materia. Después de haber presentado en los quince periodos melódicos precedentes todas las combinaciones mas esenciales respecto á su diversa estructuctura melódica, armónica y de acompañamiento, voy á hacer un b r e ve resumen de esta materia, añadiendo de paso algunas consideraciones e instrucciones -convenientes. 6 3 . Por estructura melo'dica de un periodo se entiende el número de frases que contiene, y el orden de las ideas que en él se sigue, según la imaginación y capricho del compositor. L a principal circunstancia que distinguimos en. el orden de las ideas, es si la principal de ellas, contenida en la 11 frase, se reproduce no en alguna de las siguientes. Hay periodos en que la 11 idea no vuelve á aparecer; pero o' en general, y muy especialmente en los de'tres ó cuatro frases, suele reproducirse dicha 11 idea total ó parcialmente en la tercera o cuarta frase. En esto el compositor procede libremente según su inspiración y fantasía. Hay también al- gunos periodos en (pie la 11 idea se reproduce en la 9.1 frase; pero se requiere para ello que el 21 miem bro de la 11 frase no, sea repetición parcial del 11; pues de lo contrario resultaría monotonía entre-las dos. frases, y. se faltaría al principio esle'tico. Esceptúase de esta regla la música de bayle y la de un genero análogo, en que se repiten partes o' frases de ocho cu.¡jases, que conti.nen la reproducción déla 11 idea en el 21 miembro. 6 4 . Por estructura armónica de un periodo se entiende el tono y modo en (pie está escrito, y las modulaciones que se efectúan al fin de las frases. Entre estas modulaciones hay una (pie llamamos principal, y que se efectúa al fin de la 11 6 21 frase, según se explico' en la advertencia 21 del quinceno periodo. Respecto á esta materia el compositor puede obrar libremente, observando las reglas de armonía, y las que se deducen del principio" este'tico respecto a' la unidad y variedad que debe haber en todos los procedimientos del arte, se há practicado en los periodos presentados. según 78 6 5 . Por estructura de acompañamiento se entiende: 1" la mayor dmenor importancia de la armonía, cuyos grados lie designado con las denominaciones de armonía sencilla, armonía regvlar y armonia rica: 2" el mayor d menor interés de los disenos (pie adornan el acompañamiento, d la total ausencia de ellos: y 3" el ritmo uni-. forme d vario de los acordes compactos o arpegiados,, con que se acompaña a la melodía. Estas tres cosas deben emplearse con gran discreción, atendiendo principalmente al carácter y naturaleza de la melodía, cuidando de dar a esta toda la importancia posible, y evitando desvirtuarla en Jo mas mínimo por medio de arinonins rebuscadas ni.de diseños inoportunos. Todos los recursos propios del acompañamiento, ademas de marchar sometidos á la melodía, deben también tener entre si la unidad y variedad que exige el p r i n cipio estético. 6 6 . Teniendo el discípulo muy presentes las instrucciones que se han dado, y las diversas consideraciones que se hallan esparcidas en el presente capítulo, debe hacer el estudio practico del periodo me-, lddico con la detención debida, componiendo diversos periodos á imitación de cada uno de los modelos que se han presenlado, teniendo entendido que este estudio práctico, que no ha sido considerado hasta ahora debidamente, es el mas importante de todos cuantos abraza la carrera escolar del compositor. E l discípulo, pues, debe acostumbrarse en sus estudios escolares á manejar todos los te posee respecto á 'la estructura melódico-armónica y á las diversas recursos que el ar- formas de acompanamienfo,de modo que lleguen aserie fáciles, y digámoslo asi, familiares; para que después, cuando llegue al es- tudio de los diversos géneros, y componga piezas en ellos, deje correr su imaginación libremente, haciendo el uso conveniente de esos mismos recursos, sin apenas pensar en ellos. Antes de concluir esta materia, debo hacer una advertencia importante' acerca de los periodos-mo- delos que he presentado. Mi primer pensamiento sitores, para que fueran fue tomar dichos modelos de las obras aquellos lo mas bellos un improbo trabajo me convencí de que y de los mas celebres compo- perfectos que ser pudieran; pero después de era imposible reunir en un corto numero de periodos todas las combinaciones que yo me habia propuesto, y que eran indispensables para el objeto de estos e s tudios. Este ha sido el motivo, por el cual me he visto obligado á componer yo mismo dichos móde-. los, sin embargo de conocer que ellos, compuestos forzadamente con condiciones dadas, no podrían ser de manera alguna tan bellos y perfectos como los inspirados libre y espontáneamente, y al talento y genio de autores celebres. Conste, pues, que no ha sido la presunción, smo cesidad quien me ha obligado á llevar á cabo por mi mismo este difícil y penoso trabajo. ',' debidos la ne-. OBSERVACIONES VARIAS SOBRE EL PERIODO. L Como el arte de la Melodía y Discurso musical, según la significación que hoy damos palabras, fue desconocido o mal comprendido por los antiguos, las obras anteriores al siglo incorrectas, y no se prestan bien al análisis de los periodos y fiases. á estas X V I I I son Puede objetárseme con la famo- sa Aria del maestro Stradella, que existió en el siglo X V I I ; pero yo no puedo menos de dudar acerca de la verdad de ese dato bistórieo, al considerar que la forma melódica y armónica de esa obra es impropia de aquellos tiempos, y que parece corresponder al,estado que tenia el arte ba'cia la mitad del siglo X V I I I . E l principal desarrollo y perfeccionamiento de la materia que aquí se trata, se h a lla en las obras del siglo pasado y muy especialmente eii las de sus últimos cincuenta años. En lo que va de este siglo se ha adelantado también mucho, babituándonos a' la belleza de la división y proporciones de las frases y periodos del Discurso musical; y solo falta un paso mas, para llegar á* la posible perfección de este ramo. Este grado de perfección se ha de buscar, a mi parecer, por el camino de la claridad y sencillez, y no por el de la complicación y embrollo, ni por el de la oscuridad y misterio, á que parecen inclinados algunos modernos compositores de allende los Pirineos. 2* L o s periodos pueden ser principales o sccimdarios. Son principales aquellos que contienen una idea nueva, y secundarios los que se deducen de idea o ideas anteriormente expuestas. En las piezas de largas dimensiones suele haber geñeralmer.teíi.iileasprincipales, y los periodos respectivos que las contienen, se lia-, man también periodos principales, y los demás que no son sino el desarrollo de aquellos, se les d e n o mina secundarios. L o s periodos de música popular son naturalmente mas breves que los del genero dramático; estos mas que los de la música religiosa y de la puramente instrumental; pero aun los mas largos raras veces contienen mas que cuatro frases. Basten por ahora estas indicaciones, cuyos detalles pertenecen principalmente á materias, que serán tratadas en los estudios de los diversos géneros. 5» Semvi dado anteriormente como reglas generales, que el periodo concluya con una cadencia bien determinada, y que cuando él modula á tonos leja «ios. sea á aquellos con quienes tenga algún lazo de unión el tono reinante; pero estas dos reglas suelen tener algunas escepciones. En ciertos lances dramáticos del genero teatral, y en ciertas piezas instrumentales del genero fantástico, puede concluir algún periodo en cadencia interrumpida; y en ese mismo ge'nero fantástico se puede alguna vez proceder con tad, tanto respecto á la modulación mayor como á las cadencias de los p e r i o d o s . Sin embargo^ abusarse de estos procedimientos extraordinarios, que raras veces pueden justificarse. no liberdebe Esta materia corresponde en parle á la estructura armónica de los diversos periodos que componen una pieza, de que se tratará en el capitulo siguiente. 41 Aunque para la generalidad de los discípulos es conveniente que el estudio pra'etieo del periodo se haga del modo que queda establecido en el presente capitulo, debe hacerse alguna escepcion con. aquellos que, ademas de estar dotados de disposiones aventajadas, reúnan la circunstancia de haber practicado por algún tiempo el. arte como ejecutantes, y haber alcanzado en él, cierto grado de Los que á juicio del maestro' se hallen én este caso podran hacer desde inteligencia. h v g o el estudio práctico periodo sobre letra dada, tomando los versos de libros de operas ó de zarzuelas, y ri ¡dando de del elegir versos de metro igual y de expresión clara y bien caracterizada. Para esto deberán adquirir antes los. conocimientos mas indispensables de metrificación aplicados á la composición musical, los cuales pueden aprender por explicación verbal del maestro o' por medio de un pequeño Prontuario de composición pu- blicado por mi en l'orma de diálogo, cuyas ultimas ocho preguntas versan sobre esta üiateria. Cuando lie-? guemos al estudio de los géneros popular, lírico-dramático y religioso, se darán con> la debida los conocimientos literario-musieales que el compositor necesita para la acertada aplicación de la extensión música a la letra,cuya materia no se 1 rata aqui, porque como se ha dicho antes, la generalidad de los discípulos debe hacer el estudio pra'ctíeo del periodo sin letra. L a experiencia me ha ensenado cuan importante es guardar la progresión debida en estos estudios. Asi es que en el estudio práctico de la frase no he quejido obligar al discípulo á que escriba según la extensión de las voces: en el del periodo se ha impuesto esta condición, y todas las demás que llevan los modelos: y si á ellas sé añadiesen las de la verdad de expresión y la observancia de los diverses preceptos que la letra exige, se reuniría un cumulo de atenciones que abrumaría la mente de los discípulos de un modo perjudicial para la mayor parte de ellos. Entiéndase, pues, que solo los que se hallen en el caso que antes he dicho, deben hacer estos estudios con letra, y que la generalidad no d e l e hacer uso de ella hasta que llegue al e> ludio de los diversos géneros de música vocal. 51 E s tan útil y conveniente el estnüo teórico y pra'etieo del periodo musical, tal como queda establecido en este capítulo, (pie se puede asegurar que, cuando se generalize y se experimenten sus ventajas, llegará á ser la parte principal de la carrera escolar del compositor. Yo creo que andando el tiempo, se aplicara' al estudio practico del periodo todo lo que tiene de mas útil el Contrapunto, imitación fuga, combinando progresivamente el interés simultaneo de dos, tres y cuatro voces tanto en el suelto como en el de imitación, de un modo que tenga inmediata y genero aplicación á las composiciones que hoy usamos. Las preocupaciones de escuela van desapareciendo poco a poco,y elarte en su progreso irá descartándose de lodo lo que no pueda tener aplicación á lo (pie constituye directamente la verdadera belleza artística; asi como ira' ad< piando los nuevos pwcedimientos que a'ella puedan aplicarse. 81 CAPITULO DE LAS IV PIEZAS 67. Aunque vulgarmente se da el nombre de pieza á un aria, dúo ele que constan de andante y ea-. bateíta, damos aqui esa misma denominación á oada uno de esos dos trozos, porque forman separadamente dos pequeños discursos musicales diferentes. Esto mismo sucede en el genero religioso y en el puramente instrumental, en los cuales dándose vulgarmente el nombre de pieza a' un Te Deum, a una So7iata etc. aquel y esta suelen dividirse en diversos trozos de ayres é ideas diferentes, formando cada u n a pieza distinta de mayor d menor extensión. Entiéndase, pues, que por pieza se comprende uno. aqui todo t r o z o , breve d largo, que por su estructura regular forma un todo completo, y que constando uno 6 mas periodos, concluye con cadencia final bien determinada, siguiendo a te una ella de. generalmen- coda. 6 8 . Llámase coda en el discurso musical 6 pieza á cierto numero de compases (pie después de la primera cadencia final, para se añaden hacer la conclusión mas determinada y decisiva. Aunque: en general las piezas no tienen mas que una sola coda, las hay que tienen dos y aun tres seguidas una tras otra. Las codas pueden tener un periodo entero de dos d mas frases, una sola de estas, un solo miembro de frase d un fragmento de esta solamente; y aun puede hacer el oficio de coda sola repetición de la frase u'ltima. Las codas pueden piezas, sino también cualquiera, como acontece des al fin de un periodo dimensiones. 69. * tener lugar no solo con frecuencia en las de gran - . / Siendo una pieza el conjunto de frases,-es necesario que en ellas se observen los pios tonal, rítmico y este'tico, según quedo explicado en el capítulo segundo: y formándose frases los periodos, debe observarse en cada uno de ellos el principio blecido al fin de las en el capitulo tercero. No basta, sin embargo, que en ses, de que se compone una pieza, mas que la se observen princicon las estético, según quedo esta-, cada uno de los periodos los principios dichos; sino que y fra- es necesario ade- en el conjunto de esos mismos periodos y frases haya la unidad y variedad debidas con sujeción al principio estético. 70. ca como L a unidad y variedad que debe haber en una pieza debe ser tanto en la armónica. L a unidad y variedad de la parte melódica en consiste la parte en las ideas la pieza contenga, y en que ellas estén de tal modo,que su variedad tenga cierto analogia: y la unidad y variedad de la parte armónica consiste melódique lazo de unión en la modulación, de modo que y la 82 diversidad ó variedad de tonos que la pieza recorra, y muy especialmente aquellos en que se hallen sus principales periodos, tengan igualmente entre si cierta unión y parentesco. 71. Por idea se entiende el pensamiento principal que se contiene en la 1* frase de una pieza, la cual suele algunas veces ser precedida de un preludio de mas ó menos importancia, naturaleza de la obra. Cuando la pieza es de grandes dimensiones, como el un concierto ó de una sinfonia, suele contener dos ideas menos analogía, pero que nunca deben según sea la allegro de una sonata, de diferentes, que pueden tener entre si mas 6 ser de carácter tan diverso que, como suele decirse, bramen de bailarse juntas. Las piezas, pues, se componen siempre sobre una o dos idea* principales análogas, sien­ do las denlas secundarias y derivadas de aquellas. 7 2 . L a unidad de la idea de una pieza la constituye, ademas de la identidad de ayre y de compás, la semejanza y analogía de los ritmos de valores ó combinaciones de figuras y la analogia también d e ¡os giros melódicos. Estos, sin'embargo, no pueden por si solos conservar la unidad de la idea, sino van acompañados de la identidad o semejanza del ritmo de aquella, que es" el elemento principal de la unidad ideal. La variedad de la idea consiste en las nuevas modificaciones que esta recibe, en los diferentes ele­ mentos que se ponen en juego para darla nuevo y creciente interés, y finalmente en los diversos m e ­ dios que se emplean para su conveniente desarrollo. Pero esas modificaciones, esos huevos elementos y todos esos medios de desarrollo, han de tener lugar de modo que no se falte de manera alguna á la unidad ideal. El enlaze, pues, de la unidad y variedad de la idea en una pieza, cuando esta es. de grandes dimensiones, constituye una de las mayores dificultades del arte de la Composición; y para vencerla se requiere cierto grado de genio'y de talento, que no es dado a'todos alcanzar. 7 3 . La unidad y variedad armónicas de una pieza consiste en la relación que deben tener con el tono y modo primitivos los diversos a los cuales se modula en el curso de la misma pieza. Tenga­, se presente que en esta materia cuando hablamos de modulaciones, no se entienden las pasageras que pueden efectuarse en el centro de la frase, sino de aquellas que generalmente tienen lugar al una frase ó periodo, y que estableciéndose un nuevo tono, permanece en él por cierto fin espacio de de tiempo el discurso musical.­ 7 4 . Para (pie en una pieza baya unidad y variedad armónicas, es necesario que el tono primitivo de ella se establezca bien al principio, que reine debidamente en el fin, y que en dule a tonos con quienes aquel tenga algún lazo de unión. Cuando la pieza el centro se m o ­ es breve, la modulación и 85 modulaciones que tienen lu^ar en el centro de ella, aunque sean al fin de frase, son pasageras; porque no habiendo espacio de tiempo para que el discurso musical permanezca en el nuevo tono establecido, es necesario volver inmediatamente al primitivo, para hacer en él la conclusión. Guando la pieza es largá,co.1110 el allegro de una sonata etc.; después de hacerse la exposición en el tono primitivo, se modula un tono que tenga gran relación con. aquel, reinando el nuevo tono en el cenlro de la pieza, y á vol- viendo después al primitivo, en el que se hace la conclusión. Aqui vuelvo a advertir que el objeto del presente capítulo no es el estudio practico de las pie- zas, porque esc corresponde al tratado de los diversos géneros de composición, en que no solo se con- siderarán las piezas respecto á su estructura melódico-armónica, sino también y muy principalmente respecto á la verdad, originalidad y buen gusto. L o único que por ahora se quiere, es que el discípulo adquiera los conocimientos necesarios para analizar provechosamente la estructura melódica y ar-, nio'nica de las piezas. Para este objeto se han expuesto los principios y consideraciones que se añadirán otras mas anteriores, á detalladas en el análisis de las piezas que con este fin se van á pre- sentar, y de este modo el discípulo se pondrá en disposición de emprender después el estudio d é l o s diversos géneros d estilos que la Composición abraza. 7 5 . Antes de presentar las piezas necesarias para la inteligencia de los conocimientos que ban de darse, voy á dar algunas instrucciones generales para el análisis periodos <pie las componen, y al modo de distinguirlos entre si; para que aca- de aquellas respecto á los con esas mismas instruccio- nes que se van á dar, y con las advertencias particulares que acompañarán á cada una de las piezas que se presentarán, se comprenda claramente esta materia, y sean bien entendidos los principios que. anteriormente quedan establecidos. 7 6 . F l arte de hablar d sea el lenguage tiene tanta analogía con el de cantar o' sea la música,, que en las materias que á estos dos artes son comunes, basta saber los procedimientos que se servan en el \"., para aplicarlos exactamente al 2° Esto es lo que sucede respecto á la construcción los periodos que componen oh-, de una pieza, distinguiéndose unos de otros debidamenle. 77. Tengo dicho anteriormente que una frase musical equivale a' un versículo del lenguage es- crito; y que un periodo en música es igual á un párrafo de un discurso literario. Siendo esto cierto, no necesitamos mas que saber las reglas que se observan en la construcción de los parrales del. discurso literario, y del modo con que se separan y distinguen estos entre si, para aplicarlas o x a e - i tainente al discurso d pieza musical. En el lenguage escrito,cuando enumeiamos una idea d pensamiento en un versículo,y lo explicamos 84 en otros varios, sin presentar una nueva idea, no cambiamos de párrafo, sino que seguimos colo- cando versículos unos tras otros. Pero cuando concluimos la enunciación de la idea y su inmediata explicación, y vamos a' presentar otra nueva, o' á tomar la misma 11 idea bajo queremos otro punto de vista, darla un desarrollo importante, entonces cerramos el párrafo, y empezamos otro nuevo. Del mismo modo, pues, debemos proceder en el discurso musical. Cuando después di» una o varias fra- ses intimamente unidas, en que se ha enunciado una idea melódica, concluyéndose generalmente una cadencia bien versa ó determinada, se presenta otra nueva idea, ó se presenta la 11 de una con un desarrollo importante, contamos nuevo periodo, y damos por con manera finalizado el anterior. dicho concluyéndose generalmente con una cadencia "bien determinada, porque alguna vez puede ir un periodo en semicadencia o' cadencia interrumpida, del mismo modo que en el lenguage diHe concluescrito puede finalizar un párrafo en interrogación o' interjecion. Tengase presente que en la separación analítica de los pei'iodos musicales, ademas de las ideas y cadencias melódicas, hacen también peí importante la modulación y cadencias un pa - . armónicas. L a aplicación de estas instrucciones, y ciertos detalles minuciosos que a ellas corresponden, se comprendera'n claramente en el análisis que se hará de cada una de las cinco piezas que vana p r e - sentarse. También advierto que en la presentación de esas piezas, empezaré por la de dos periodos; porque los cinco nltimos periodos que se han presentado en el capitulo anterior, constituyen otras t a n tas piezas de un solo periodo, puesto que todos ellos tienen coda final. "NVanse, pues, ahora las siguientes piezas con el análisis y observaciones que las acompañan. NUMERO ducido a solo 1. Pieza de dos periodos: Piano. cuarteto de la opera Lucia del Maestro Donizetti, re- 87 Análisis. Esta pieza contiene dos periodos y una breve coda. El ir periodo contiene cuatro frases de forma ordinaria, siendo la 3fy 4l repetición exacta de la 11 y 21 A la 11 precede una adición anterior de dos compases: y la 21 contiene en su 2'.' miembro un compás mas de.'suposición: pero, como en el mismo compás, en que concluye esta 21 frase empieza la 31, resultando un compás de supretiori, forman entre las cuatro fiases 33 compases. El 2? periodo contiene igualmente cuatro frases, aunque mas breves, siendo también la 31 y 41 repetición exacta de la 11 y 21 Las frases 11 y 3. son de la forma ordinaria, pero de un solo miembro, por lo a cual no tiene cada una mas que cuatro compases. La 21 y 41 son de forma extraordinaria, y de consiguiente constan cada una de 6 compases. La coda, que aparece tener 8 compases, no contiene realmente mas que 4; porque un solo compás de fermata el 3. 41 51 y f>" son ó calderón, y el 7." y 81 otro de la misma especie. Respecto á la estructura de la parte ideal, el ir periodo, que contiene la idea principal de la pieza, se. llama por eso periodo principal; y el 2? que se distingue claramente del 1? por contener una idea diversa, de la de este en su ritmo y en sus giros, aunque perfectamente unida a' la 11, constituye un periodo secundario. Respecto a' la estructura armónica, debe advertirse que hay en esta pieza alguna monotonía; porque, las cuatro cadencias principales, que tienen lugar en las frases 2? y 41 de ambos periodos se hacen en el tono primitivo: pero este defecto está muy bien compensado con la excelencia de las ideas y con las modulaciones pasageras que se hallan en la parte interior de las frases. Advie'rtase de paso que ía generalidad de las piezas lirico-dramáticas, a' cuyo ge'nero corresponde esta, constan de un solo periodo, ó de dos á lo mas; teniendo presente que las que contienen Andante y Allegro ó Cabaleta, son consideradas escolásticamente como dos piezas distintas, según quedó establecido anteriormente. Para presentar, pues, en adelante piezas de mayor numero de periodos para ser analizadas, hay que recurrir, á las del ge'nero instrumental ó al religioso. KTJMERO 9 . reducida Pieza de tres periodos, extractada á solo Adagio. "* i V frase. j. ^i t Periodo 1 0 ?f — s \— —0 # MB 1 pr mi'ro ,f mi b de Beethoven, obra 81, Piano. 1? ñ del sexteto en 1 fras "TT" V. fras i L *t —1 — y - c-- : 1 y 4= 5 ? frase. m "rf r - 0 - Ì iJU 0 r PS de tre r — -- m f 1 Th« i • T » -ti— i " fi " ¿: - —zr- Tt •a - p t fe 3 S S m i — r fe 88 2? 1*.* fras£_ I TVriodo segundo ri uro fr.'isp U L A A Л ft 4 # fe frase 4? frase 5 Ш •4- 4 4—4 1 -i 4 ­4 à ë ë -8 ir <>- H f SEO ë ë ë * 4* » 8 8- E S fr* » g» 5 ? frase g* à 2 0 g* 4 #• T 1» fe 9: top Conducción de S compases it Si? » J 31 -0- Ì • 1-h "I II ë .» f™, ir-frm 1 ^ tCtfT " Вв» i "1 i :i —4 — * m л 4 —щ -f- 2 kf ' ^ j r 4^k- Cnda 89 — fe i — • — _ • * — i • - i i — 4 * i. f 4" Pp pp í. Coda ^* de lal frase /O Análisis. Esta pieza consta de tres periodos y una larga coda. El Y. periodo contiene tres frases de forma ordinaria; la Y. y 3 de 8 compases cada una, divididas en dos miembros, y la 2 de 4 compases y un solo miembro. a a El 2" periodo contiene 5 frases: la I 2 y 3? son de forma ordinaria, de 4 compases cada una y de un solo miemA a bro: la 4 es también de forma ordinaria, dividida én dos miembros, y que solo contiene 7 compases; porque el 4? a del Y. miembro es al mismo tiempo 1" del 2" miembro por supresión: la 5. frase, que consta de 6 compases, y que a marcha de 2 en 2 , es de forma mista. El 3Í periodo, que está precedido de 3 compases de conducción armónica, es repetición del 1? pero con mayor interés de acompañamiento, especialmente en su parte interior, que lleva una especie de glosa. Este periodo, como todos los que son repetición del 1", se llama periodo de ffa capo. La coda contiene 3 frases, que son otras tantas codas, porque todas ellas hacen cadencia final. Respecto á la estructura de la parte ideal, el Y. periodo contiene la idea principal, por lo cual le damos el nombre de período principal. El 2? que se distingue claramente del l?por la diferencia de su ritmo y de sus giros, es un periodo secundario; y el 3? que es periodo de da capo, depende enteramente del l?en su parte ideal. La coda, que es larga respecto al todo de la pieza,, es alglin tanto libre en su parte ideal; y cualquiera frase sola, de las tres qu* contiene, pudiera ser suficiente para finalizar debidamente. Respecto á la estructura armónica, los periodos l?y 3" hacen cadencia perfecta en el tono propio de la pieza; y el 2'.' hace semicadencia en la dominante del relativo menor inmediato. Debe advertirse que, como el tercer pe-, riodo y cada una de las tres frases de la coda hacen cadencia final en el tono de la pieza, resulta cierta monotonía armónica cadeneiál. Sin embargo de esto, es bastante frecuente dicha monotonía cadencial en los finales de piezas de cierta estension, y muy especialmente en las del genero puramente instrumental. 90 3 . Pieza de cuatro periodos, extractada del Museo orgánico español. NUMERO I'LF.OAHIA V.' fr rJ rnrJ J JVri ^1 J 7 ><l» 1" (!.• .l.,s 1 - j -jr-^ fras e .— • ^—3—3—7 « — r » — m n^! 0 \\0 *f J l r—í- 10 ! £ J- r r ! - + S — : H 1 T =f= • jt m 1 H3 J »J * cLsss—1i- 1- f-f— " 3­! 2 ? frase •—» •—»— :JL —f~~*~ 4 — = ^ 7 rfin < - i — J ^=№*=] Andan! i no. -* 1 — y ^ l'í frase i Periodo 2'.' de 3 1- i ^4 ES f frases P 3=, 1 _ ta ?—tJT| ,/ p ¡ —= Y É . Ii tí 2 .' frase ; ^ k I r-p— ^ i7 Lf » 1 » t * é- i—L — ! N — ­­ F f f f i 1—=j 5 - = ^t-T— ¿==: 55 Coda dell I rrtarrlnmlo Periodo terrero de una ffas,. \L /Til ^ S — f c r —J — J — 1 J" JjjJ " , i • ^JJj J J tfi-4 tzT w m4 4 1 I fr... a Periodo 4 f o r d.. 1 dos r m I 01 4 =^ -*—«i * — * - frases f f f i « j .¿á - * — f - f * = * l r 1 |*—— i i i a 1 P 8g i g p: tt r -(9- retartl 3 f f Análisis. Esta pieza contiene cuatro periodos y una coda breve. El primer periodo consta de dos frases de forma ordinaria de 8 compases cada una, divididas en dos miembros. El 2 ? periodo contiene tres frases de forma ordinaria: la I consta de 8 compases en dos miembros; la 2'1 A de 4 compases en dos miembros de 2 compases cada uno; y la 3 ? de 5 compases, siendo el 3'.' repetición rít^mica del 2 ? Este periodo tiene una coda de 4 compases. El 31 periodo consta de una sola frase de forma ordinaria.. El 4 ? periodo contiene dos frases: la D de forma ordinaria y de 8 compases en dos miembros; y la 2 " de forma mista y de 7 compases, siendo el 5? repetición rítmica del cuarto. La coda consta de dos pequeñas frases de 4 compases cada una, siendo el ultimo de la 1'.'. primero de la 2 ? , por cuya supresión forman entre las dos 7 compases. Respecto á la estructura de la parte ideal, el Y. periodo contiene la idea principal: el 2 " contiene la 2 ! idea, : que aunque algo distinta de la 1% esta" intimamente unida á ella: el 3 ? , es periodo de da capo, porque es repetí-, cion parcial del 1? aunque está en modo mayor; y el 4 " es también repetición del 2 ? La coda esta' también sobre la idea principal. Respecto á la estructura armónica, el i r periodo hace cadencia perfecta en el tono relativo inmediato: el 2 ? conelu-. ye, con semicadencia en la dominante del tono primitivo: el 3 ? está en modo mayor, siendo el modo primitivo menor; y el 4? y la coda siguen y concluyen en el mismo modo mayor. Ahora que van á analizarse piezas de mas extensión y de mayor numero- de periodos, conviene presentar algunas consideraciones generales, acerca de la estructura tanto ideal como armónica que. dehen tener, según los principios antes establecidos y la práctica de los autores clásicos. Por el anaü-is de las tres piezas anteriores se ha visto, que el discurso musical ha marchado en ellas rápidamente, deteniéndose muy poco en la idea secundaria de cada una de ellas y en l o s tonos relativos á que se han hecho transiciones armónicas; porque la corta extensión de dichas piezas no permite proceder de otra manera. Pero cuando se trata de piezas de mayores dimensión es, como son por ejemplo, un Allegro de una Sonata, de una Sinfonia, de un Concierto etc. el discurso musical debe detenerse en el desarrollo de la 22 idea, del mismo modo que en el de la 1% eligiendo para ello un tono relativo que permanezca por algún tiempo, y dando unidad y variedad tanto á la parte ideal c o mo á la armónica '• L o s autores clásicos (pie nos han precedido, guiados por el sentimiento de la belleza y por el f i - no instinto de (pie estaban dotados, han procedido en esto de un modo uniforme; observando ciertos, procedimientos casi invariables, que son los siguientes. Vi Si el tono de la pieza es mayor, el de do por ejemplo, la 2¿ idea se presenta en el relativo mayor de su 5Í, que es el de sol mayor, deteniéndose el discurso musical en este nuevo tono, formando en el varios perio-'os, y volviendo después al tono primitivo, en el cual aparecen de nuevo total d parcialmente las dos ideas y miiy principalmente la 2* que se dijo en el tono relativo de la 5'I con todo el desarrollo anteriormente dado. 2'i Si el tono de la pieza es menor, el de la por ejemplo, la 2 . idea se presenta en el relativo maa yor inmediato, que es el de do, deteniéndose el discurso musical en este nuevo tono, formando en el v a rios periodos, y volviendo después al tono primitivo, en el cual aparecen de nuevo total o .parcial-, mente l a s ' d o s ideas y muy principalmente la 2i' sión en modo menor es algún tanto débil y poco Aqui es necesario advertir que, como la conclusatisfactoria en piezas de grande extensión, mas frecuente es finalizar en modo mayor, diciéndose en la mayor los periodos de la 2 í idea, lo que se habían dicho en do mayor. 3.' Tanto las piezas compuestas en modo mayor como en menor pueden tener dos partes, dis-.* puestas de modo que pueda repetirse la 1.', lo cual es bastante frecuente. En este caso la 11 parte concluye con cadencia final en el tono relativo en que se presentd y desarrollo la 2 . idea. a Esta es la práctica de los clásicos; y aunque yo creo que podría llevarse el discurso musical en 9,1 su _ i idea á alguno de los otros tonos relativos,, es necesario confesar (pie \\ estructura ideal y a r - . ! monica de los clásicos ofrece muchas mas ventajas que todas las demás, que-pudieran practicarse. Teniéndose, pues, presentes estas observaciones, examínense ahora las'dos piezas siguientes, que. están la K en modo mayor y la 2 . en menor, y véase el análisis que á cada una de ellas acompaña. a Adviértase que estas dos piezas son de breves dimensiones,- comparadas con la generalidad de las de esta especie, y que han sido esi égidas por llenar menos espacio, y presentar con mayor claridad su estructura. El discípulo, después de examinar el análisis de estas dos piezas, debe hacer por si el análisis de otras varias de mayor extensión, que podrá hallar en las obras instrumentales y religiosas de los clásicos, y mas cómodamente en las Sonatas de los pianistas célebres modernos; y en ellas verá que, sin faltar á los principios establecidos, son infinitas las formas que pueden darse á la estructura de las piezas. NOIERO 4. Pieza de ocho colás Ledesma. periodos, extractada de una Sonata de Piano del Maestro D . N i - ^ - - i [fft*f, Uatt r ti 1 1 U iL r —f i ! r r , 4 - o f -—-L J c L J L Pi rii.du 3" de f P -%т-Г7 N SS *—<—— -"£j -tf - щ ^- r [ U ] una f r a s e j roda гГ1^% Г7Г1гГ_ -.ГГгГГ гГ r Г/иг rJ r Г/ Г/1 1, < ¿f—^_тг~^r __j M § VT —i,—p ГУ,*"» "ff '—* цЗ -1 »3 f ^•ф- COD A —- ^ 1 — ч — — [ A rftpf >n—ч—t— i—r~" -fa* y - y V * / • 1 , А i. А А S 1 А 1 i- J J J J ,J J 1 J [J J J j i j , =f— LU 'LU V L_r . J b Frase (1 • f'ciiidii''('i<)ii iiriii'íiiira —F- *• p—1—-2 1 ' \jL 1 1 1 1 • Ц Г — — м 1 -» 1 Г f r r M = i ^ — . î M sr'lT-sl fl—¡ 7f r f " t 'r P J ' 7 7 "Л—э* г r f r 1 i FraseJ? г i —v, lit; ч f ч ; 1 {§> i. i : S— в—в- Р Periodo4?deuna frase , J ^ Ir =4 f 1 1 f F ' - - - - - - - - : — ^ Periodo S ° de 5 frases Frase 2 ? iГ nrfffrlfffr j .J, г н = . __J • ^ 31 Ъ _____ 1 ^ л , m « Fra-e V *x^+3, 1 p^f 5 # - Г щ Г r Condur-oion armmiifa -#• i i J 1 [J­ i -, *i i j • J| J Ji| 1 r tJ tyi: r J ' - g - — Periodo 6V di' ima sola j h — r - — Frase Ï. # Г : 1 : •Ф-. . p P P• Periodo 7." de 4 frases -—p ____ p - p p p ­f­ *- ß4-ß #4—* P 3-5=2= ^ " p • p Г r r 'J J J >J V = t. 3 Frase 3 ? nГ ß I l Frase 2 ? g_ -ß- |__Ё__ br-- il \ fiscsa pesi, , л ж Frase 4 . :l p p *ti*" é de p Il J i m ! «ii -*2 r p. «p ш 96 Análisis. Esta pieza contiene 8 periodos-y coda final. El 11^ periodo consta de una sola frase de f o r - , ma ordinaria, dividida en dos miembros de 4 compases cada uno. El 2 ! contiene 4 frases de forma ordinaria: la 1'.' 2'. y 3? de 4 compases, y la 4'] de 8, divididas todas ellas en dos miembros. El último compás de la 1 2? fiase es al mismo tiempo l! de la 3 por supresión. El 3Í periodo consta de una sola frase de 10 compaa ses -porque en lugar del 7.° en que se presenta la cadencia con acorde de 4 y 6. se alarga dos compases . a a mas por silposición. Este periodo concluye con una breve coda de tres compases, finalizándose aqui la I a parte de la pieza, aunque el autor no quiere que se repita. Antes del periodo 4! hay una frase de conduc-. cion armónica. El periodo 4? es repetición del periodo I . aunque en diverso tono. El periodo 5° contiene o 5 frases breves de forma ordinaria de 4 compases cada una y divididas en dos miembros. Siguen á este pe-, riodo dos compases de conducción armónica. El 6" periodo es también repetición del 1? y en el mismo to-. no. El periodo 7.° consta de 4 frases de forma ordinaria: la I y 2 de 4 compases cada una; la 3 de 6 com-. a a pases por repetición rítmica del 1? en el 2? y 3? y la 4 . de 8 compases. a a El periodo 8? es repetición del 3" aunque en distinto tono. Esta pieza concluye con una breve coda de 6 compases, con cadencia final repe-. tida en el 3:' A" 5." y 6 o Respecto á la estructura ideal, el 1? y 2? periodos contienen la idea primera: el 3? contiene la 2 ! idea; y como esta por su ritmo y giros es muy diversa de la I a el autor-para amalgamar el tra'nsito de una á otra, ha colocado en el penúltimo compás del 2? periodo el ritmo de tresillos, que va á dominar en el 3? sin. lo cual ese tra'nsito hubiera sido poco natural. En los periodos 4? y 5?, que son de da capo, se repite la 1 idea, contenida en el 1? y 2? aunque en distinto tono: en los siguientes 6" y 7.° que también son de da a dacapo, se vuelve á repetir la 1? idea casi totalmente, y en el 8? se dice exactamente en el tono primitivo la 21 idea que se había dicho en el tono de la 5 . a Respecto a la estructura armónica, el Y. periodo hace la cadencia en la mayor, qne es el <!e la meza: el 2? en la frase 3 modula á mi mayor, cuyo tono reina en la frase 41 y en todo el periodo 3" ni que concluye la 1.' parte. Como a el periodo 4? está en do mayor, y el 3? ha concluido en mi mayor, el autor ha colocado una frase de conducción ar­ mo'nica,para suavizar esa transición. El periodo 5? empieza en el mismo tono de do mayor, y modula al fin ala do­ minante de la menor, para repetir en el tono primitivo toda la I parte, de modo que los periodos 6" 7.°y 8" a son. repetición casi exacta de los 1.' 2° y 3? tanto en la parte ideal como en la armónica. NUMERO 5 . Pieza de ocho periodos, estractadá del Museo orgánico­español. Mod!" pero libre № PRELÜDH Cont. 1 U-l vivo Sil MJSL _ 3 =___ mf mf -p- j*n* li I i _E M.I. All?moderato i S E f Periodo l " d e una sola frase r 7 f. f f r h> | _L=_ r- ' r [ f <• r r V v r r I' ip r r T^r 9Н l frase : i I ¿1, Periodo 2° (le dos frases S i i J éíéíé P I T r J J -»—г = ^ — 4 ï W " - а ш\,.ш*шР$р\? —f 1 Ни ГГ - fffff Г " ni [• ц 2 " frase Ux-fc*^ ¿ J , i fei-J -*—f— 1 H 1- г* э T — - —. r-O Г f r T —= . „ a » . I a-»—' --m ——'gz= _p \ f— Ф" 2« frase f r г ад— 1 j ­ .~ 1 ­Fr^ •Ф- Ì ' — S i " ^ i J i Ы **- £ ! f * t í — f- p f- f^f - -f- -f- * = '= —r—• ¿frase # , , 4 * ¥=*= • ; r Г j J r- -t : ; e S — i > 'Period о 4 ° d e una frase И 1 r - 5 О Cont е й » .P jP J , — s —' 1 m ••Ri ь p ­i L 1 h а É-l-f- B -m « ¥—1—*—-+—* —i - Я ^ — L—j —r~ ­J . . 1 f Í - , S ì , 4 Г La 1 •JE}l i " »J » ' "ULJ ; ш \ y* 1 H • m = f— f N ­ Г 1 ——Í—i r ^ 4 1,-5- i I'(.TÍ(Hlu Я Л:,!/ s V j —Um«» e~ tr-f- J4 г* j T 1- 1" frase ф ; f— -, • И г f H JJ P¿ f h— j-% « *"r f i — •- - f • • m M-FZ.' . e ­ ' ' T f~ f • Г• п %J — Ц № f'T'^T" " ­ ^ и н 4 ' — » f : Jß. »—0—1 — W"— ••- 9 а НУ ГЦ H ==И j f + — ^ M f - : ^ 1 . f — гf " F T * J q l.J J»* L • * 1 •- ffïff ^ ìftg F r * *a 1 f ' 1 Г *— 'Р'ГГ — * Г ~ " V ' l fi» - — 1 -1 S 1 #-» 1 M — r -_C o i ! н - ч - г * # té* CODA f ^ ь fi Г о SU—«J. E= f fl.]ff3J — * — p П fH I P -7 Г Г -—i г r f *•> D " r- + «,. « - • 1 ' fras,.. ; • г • J ь * i l é r — > _ _ . 1 Jaua= 1 g p - f ^ * 1 ' 5 aa.-" " l U 1 FJ "J h-Jtl?^ r = - a tt • -t н * frase •p- Г r - tra PT =| ° á'.- tres frases ' J ^ J , — f i — r ~ a 4 n i tr^ • - Tt 'jf ' - H —é 0i p- 9- 5 1 J V frase 1 f. r r r f t p f - e ) : !i В 1 Я — Ыд- •ав»»» M "hf f. f * 1 1 t i I-»-»»» 1 J 1 a f rs a —щ , -, i f - 1 ^ *' st p Pi-riotlo 6 ° de cinco frases 2 a frase 4=i p 1 r • (¿- T A. P 3 я frase f T f •fZ f û t m V х fr — 100 1 * у — ч—н -- ^ • г 1 и 5'' 'Г ГТ Г г • —*• — 1 - 1 | —• М П ] 9 г г - ъЩ * # г {ГНЧР „ =35= 4 г I р^'-Р е -г (1е и^'в спил 1 1 'т* г гг г 1га*е5 ^ - — ГТП - .1­ ^)^а"Ььп. »Ьр|.р, Г г ч и «• ицЦ и т- И К—#— 7 J — —е—р— —!• ! : ±1 г •да 4 " Г г Л» 1 Ев^ •у 1 М 1 Д-4 А . 4=- * р 7ГО * ей* Г Т *:—г 4 Р~Г* -Ей» ^ . . т г ^ ^ Т 1 СОЛА 1^1 1^ _»_ ±3 101 Análisis. Esta pieza consta do un preludio y 8 periodos; y contiene dos partes, repitiéndose la I a El preludio es un trozo libre, en el que se indica la idea de la pieza en los" compases 8'1 y 9? que no. son mas que fragmentos de frases.-El primer periodo consta de una sola frase de forma ordinaria y de 10 compases, porque el 2" miembro tiene dos repeticiones rítmicas. El 2" periodo contiene dos frases de forma ordinaria; la I de 8 compases y la 2f de 4; y aunque en ellas hay algunas repeticiones rítmicas, no a alteran estas su regular estructura. El periodo 3? contiene 3 frases de forma ordinaria y de 4 compases cada una; y aunque en la 2 no alteran su na- tural estructura. hay también repeticiones a Es necesario advertir que la I a rítmicas de algunos compases, frase de este periodo se cuenta desde que bajo, cuyo procedimiento es escepcionalpor suposición de imitación, aunque entra el ella solo sea rítmica. El .4°. periodo consta de una sola frase larga, cuyo-2'.' miembro contiene 6 compases por repeticiones rítmicas. Este periodo tiene una breve coda, con la cual finaliza la 1.' parte. El 5'.' periodo contiene 3 : fra- ses; y aunque cada una de ellas no tiene mas que 4 compases, están todas ellas divididas en dos miembros El 6" periodo consta de 5 frases de igual naturaleza que las del anterior; pero bay que advertir que la 3? y 4 son del genero de imitación, y que en la 3! se cuenta la frase desde (pie entra el bajo diciendo a la imitación, y la 4 desde que entra la parte superior según se explicó en las suposiciones. Este periodocona cluye con una coda breve. El 7.° periodo es repetición del 3." aunque en distinto tono; y el 8'.' es tambienrepeticion del 4", como igualmente la coda con que concluye la pieza. Respecto á la estructura de la parte ideal, el preludio indica la idea de la pieza en los 8" y 9.° El ir periodo contiene la I idea, que es la exposición de la pieza, porque la 2? idea, a compases y todas las que se derivan de ambas en los periodos secundarios, están intimamente unidas á la 1? El 2'.' periodo es un desarrollo importante de la Ü idea. El 3r periodo, que constituye la 2 a idea, esta intimamente unido de la I . porque conserva el mismo ritmo de esta. El 4°. periodo y su coda se derivan naturalmente de las a al dos ideas principales I . y 2?, y no es mas que una recapitulación de ellas. Los periodos 5? y 6? son desarrollos i m p o r a tantes de la 1? idea. El 7"periodo es repetición del 3'.'; y el 8'.' y su coda lo„ son del 4? En esta pieza no hay p e riodo de da capo, porque la I idea ha sido muy desarrollada en los periodos 4'.'5?y •>?; y si se volviese á r e a petir esa misma I .idea, habria monotonía. Estaes la razón de que solo se repitan en la 2 parte los periodos a a correspondientes a' la 2 idea, que se dijeron en la I parte. a a Respecto á la estructura armónica, el preludio, que es adlibitum, empieza en la dominante del tono, que es sol menor, y después de modular á do menor, indica como por incidencia y muy pasageranieute en la \> mayor la idea principal en los compases 8" y 9" concluyendo con una cadencia decisiva, (pie prepara la en- trada de la pieza. El IT periodo hace cadencia en su propio tono. El 2'.' empieza en si t> mayor, y sin detenerse en él, pasa a' fa mayor, haciéndose en él cadencia perfecta. El 3'.', que contiene el periodo principal de la 2" idea, empieza en la dominante de si \> mayor, concluyendo en este. El 41 sigue y concluye en el mismo tono, haciéndose algunas modulaciones pasageras. El 5? modula a' los tonos de do menor, de re menor, y finalmente al de fa mayor. El 6?, que empieza en fa menor, modula á la \> mayor, á do menor, y finalmente hace semicadencia en la dominante de sol menor. Los periodos 7.° y 8 . que están en sol mayor, son repetio ciones de los periodos 3.° y 4°. que se habián dicho en si b mayor. 102 \ OBSERVACIONES VARIAS S O B R E L A S P I E Z A S MUSICALES. I . Para l;i elección de las piezas que el discípulo elija con el objeto de hacer a un estudio ana- lítico, debe tener presente que en las- obras anteriores a la 2* mitad del siglo pasado no se servan todas las regla*., (pie el arte en su progreso ritmo del fraseo. Por esta razón ob-. ha ido estableciendo, especialmente respecto~al le aconsejo que elija obras modernas de buenos autores que estén exentas de faltas de ritmo y buena estructura, y las analice debidamente. 2 . E s necesario tener présenle que ademas de las piezas, que en general tienen a ra correcta según queda establecida y explicada una estructu- en el presente capítulo, suelen presentarse algu- nas veces composiciones de una estructura caprichosa, y que llevan títulos, que por si solos ab- suelven á sus autores de todas las incorrecciones y aun desatinos que hayan podido cometer. Tales son algunas piezas instrumentales, especialmente de Piano, que suelen publicarse con los titulos de Fantasía, Miscelánea d pot pourri, de campiñas etc. en cuyas obras el autor, por mero dido libremente respecto censura puede haber lirio o' locura? Sépase, pues, que aunque no ha lugar nos de 3 a Aun (pie á conocer nerse á la pensar de ignorancia encubierta, ha p r o c e - en algunas obras de este genero del arte respecto á su estructura, en otras a examen alguno, seriamente. E n efecto, ¿pie. estructura de una pieza que expresa el sueño, de-, debiendo ser calificadas, el discípulo en los estudios escolares trate de componer diversas o por suelen se falta sino es respetarse y. á ellos; y en este de malas, por lo me- románticas. tores de reconocido dar capricho la estructura, sin que se le pueda censurar contra la incorrección observarse los principios caso á de barios, de v i a g e s , sueños, insomnios, delirios, recuerdos mérito, y esforzarse obras, su genio y de cualquier talento. para imitarlas; genero que ellas como no debe usar sean, para modelos piezas de au- ese procedimiento, cuando presentarlas al público, y En este caso debe proceder libre y espontáneamente, sin a t e - estructura de tal o cual pieza de reglas que deben observarse puede~~"tomar este d aquel autor. Instruido el discípulo respecto k las frases, periodos y piezas, no debe en dichas reglas, al hacer una composición; sino seguir libremente su propia en las tampoco inspiración. Después de compuesta la pieza, es cuando debe examinarla detenidamente, y corregir los defectos en 103 que haya incurrido, teniendo presentes los principios generales y las diversas reglas particulares rp> se han dado y que deben observarse, retocando la nueva faltas que en ella haya podido cometer. 4i Como las escuelas no han ordenado rico-practico nes que á esta carrera, y que nía, Contrapunto y Fuga, proceden c h o , sin ser guiados por la norancia de los principios las piezas: siguiendo hasta ahora de un modo conveniente de la composición de piezas de los se dedican composición, hasta dejarla exenta de las diversos géneros que el arte abraza, los jo've- han adquirido los conocimientos escolares de generalmente de una de dos maneras: 1* siguiendo su razón, ni por el estudio analítico de generales que deben observarse respecto 2* analizando antes algunas obras, que consideran sin tener el criterio a la estructura y buenas como modelos no y mediano que ellas pueden contener. necesario, capri- forma de belleza, fundamenles para distinguir lo malo,bue- é insuficientes, aunque la 2 t lo es menos que la I . E l discípulo, p u e s , debe instruirse perfectamente en los principios que quedan establecidos y en las reglas que se han dado en este tratado, y con aquellos y estas ner un criterio seguro, para caminar con acierto en la difícil senda de la composición 5Í Las instrucciones que he dado, y las consideraciones que he presentado las materias y detalles particulares piezas que á los mismos en el presente DE gé- pertenecientes á cada uno de ellos, y á cada una de las corresponden. FIN te- musical. capitulo, coi-responden á las piezas en general, reservándome para el tratado de los diversos neros de los principios Ambas maneras son viciosas a Armo- buenas obras, y con total i g - ciegamente su forma y estructura, pero ignorando también en es,ta materia, y de consiguiente el estudio t e ó - ESTA 2. a PARTE. 104 T A B L A DE M A T E R I A S V J'atjina» Introducción _ _ Plan de la obra _ _ _ Conocimientos preliminares De la E-use _ _ Del principio tonal _ _ • _ _ _ _ _ _ _ _ . _ Del principio rítmico Extension de las diversas voces 6 Modelos para el estudio pra'etieo del periodo - 5 5 8 Periodos de dos frases _ 13 _ D " l principio estético _ _ _ ídem de tres frases ídem de cuatro frases 14 ídem sin modular _ 20 _ 25 Pieza de dos periodos 27 ídem de tres periodos De las supresiones De las suposiciones _ _ _ _ _ Observaciones varias sobre la Frase Del Periodo _ _ _ . _ 69 _ 71 _ _ _ - 8 7 ídem de cuatro periodos 90 - Piezas de grandes dimensiones _ 33 Observaciones 35 musicales 38 Tabla de materias _ varias sobre _ _ _ 84 _ _ 28 _ 44 64 81 De la forma extraordinaria de la Frase _ _ _ _ 79 De las Piezas D e las adiciones _ Observaciones varias sobre el Periodo 21 De los procedimientos excepcionales de la Frase _ 2 8 58 Periodos con preludio y coda _ _ 56 _ _ De la forma ordinaria de la Frase _ D e la forma mista de la Frase _ _ 13 _ 16 De las diversas formas de la Frase 52 3 las . 92 piezas . 102 -104 'Я т ./ 4 1 f. . W - li*-'' r 1 •i r / Ì7- fer­' Т ^^Ж #4 IP* 4 ^1 V;. 3& f 7­ I Vît