Hildegard y Peter Wack son activos desde desde casi dos décadas y media en el movimiento hamburgués de solidaridad - sobre todo para León - y son muy respetados por su esfuerzo. solidarios. ios. Peter Por su edad avanzada desean retirarse poco a poco, pero por supuesto siguen solidar Borstelmann tuvo una larga conversación con ellos. Solidaridad dada y recibida La evaluación de una encuesta a los miembros del circulo de coordinación Nicaragua en el año 2007 sobre su deseo de continuar en el, dio un resultado: “la familia Wack se retira por razones de edad”. Esto me produjo una ola de sublevación. Eso fue todo?. Decidí “invitarme” por teléfono donde Hildegard y Peter para conversar con ellos y enterarme. Después de ser saludado muy afectuosamente fui atendido inmediatamente con una comida preparada con mucho cariño. No tardaron ni cinco minutos y nos encontramos sumergidos en Nicaragua y León. El interés en Nicaragua de los dos es inquebrantable, tal y como tuvimos ocasión de observarlo en las reuniones del circulo de coordinación. Ya en los últimos tiempos no se les veía frecuentemente porque por muchas razones no pudieron tomar parte en nuestras reuniones. Tan solo las escaleras de la estación de «Landungsbrücken» hasta el lugar de reuniones de la AGJF representaban un obstáculo insalvable para Hildegard y Peter! Sin embargo ellos permanecen muy interesados para saber como siguen las cosas en Nicaragua, cómo se desarrolla la solidaridad en León y en Hamburgo y qué acciones están en marcha. Por supuesto, ellos están muy informados sobre las contradicciones actuales en Nicaragua. Por un lado hay progresos muy llamativos y por otro está el desacato de los derechos humanos y democráticos. Hildegard y Peter están especialmente indignados por la implantación de la penalización del aborto terapéutico De: Periódico Nicaragua Junio 2008, pagina 8-10 en el año 2007. Por eso apoyan «Yo decido mi vida», la campaña contra la pena de muerte indirecta a mujeres de condiciones pobres en Nicaragua, De pronto suena el teléfono mientras profundizamos las diversas historias de solidaridad vivida y experimentada a través de los sindicatos – consejo de personal, y el trabajo para Nicaragua. El artista Rolf Becker desea una cita con Hildegard y Peter. Las viejas relaciones dentro del escenario de solidaridad se mantienen – desapercibidamente - a un simple nivel humano! El cariño y el empeño para Nicaragua empezó en 1984: un colega y antiguo voluntario del DED pidió a Hildegard y Peter (ayuda) para Nicaragua. Como recién jubilado, Peter se puso en busca de maquinaria, la que antes de su envío a Nicaragua fue revisada por centros de capacitación para desocupados, de tal forma que en Hamburgo también sirvieron para un buen objetivo. Las primeras actividades se dirigieron a la Managua revolucionaria. Ese fue también su destino en el primer viaje de Hildegard y Peter a Nicaragua. Sobre bueyes y tractores La petición/solicitud para (el financiamiento) de bueyes se pudo cumplir con donaciones en Hamburgo. Poner a disposición un tractor usado para una cooperativa agrícola pareció a Hildegard y Peter ir mas allá de sus posibilidades, sin embargo por medio de acciones solidarias lograron reunir suficientes donaciones para la compra de un tractor usado. También fue revisado minuciosamente y se fue de viaje casi como nuevo. El tractor abrió nuevas perspectivas a la cooperativa e impulsó fuertemente su desarrollo. Pero no faltaron injusticias: en el año 1990 la empresa de la cooperativa fue devuelta a su antiguo dueño incluyendo el tractor donado! Los primeros contactos con León los tuvieron Hildegard y Peter cuando todavía no existía el hermanamiento oficial entre las dos ciudades. Se enviaron al politécnico La Salle en León cajas con máquinas de coser, máquinas para la siembra de maíz y artículos similares, donde se utilizaron para fines de enseñanza o para dar servicio de mantenimiento y arreglos a los artículos que traían las cooperativas para tal fin. Un sitio especial merecía MACASA en la solidaridad de Hildegar y Peter. Mas de diez años apoyaron a la empresa de marroquinería. Por casualidad se encontraron en la playa de Poneloya con el director de producción de la sociedad anónima MACASA, donde las trabajadoras y trabajadores después del triunfo de la revolución se habían convertido en accionistas. Fue «la primera empresa en manos de trabajadoras y trabajadores» como escribió «Nuevo Diario» aquella vez. Era lo ideal para el sindicalista, miembro del concejo de personal, “ocupador” de la empresa y amigo de Nicaragua Peter Wack. Para los dos hamburgueses, fue impresionante esta empresa colectiva y no se podía comparar con las situaciones en Alemania. Al mismo tiempo habían muchas dificultades. Es una historia larga de altos y bajos la que cuentan los Wack sobre MACASA, pero es 1 indudable que no lamentan ni un día el haber apoyado en la cooperación con las y los trabajadores. Un aspecto muy importante para los Wack era que su apoyo a la autoayuda estaba impulsada por solidaridad y no por fines económicos. diseño y mercadeo de artículos de moda. Peter tiene buenos recuerdos de aquella vez: el trabajo intensivo, un saneamiento de la empresa con mejores condiciones de producción y de trabajo ( pegamento con pocos productos disolventes químicos). «Incluso en la venta a Alemania, por ejemplo a GEPA había éxitos!” Pero a pesar de todo las condiciones de vida de las trabajadoras y trabajadores no mejoraron de forma permanente y sostenible. Después de las elecciones perdidas el 1990 hubo tensiones por la devolución de un 25% de las acciones a los dueños anteriores, una curtiembre leonesa. Este hecho trajo también consecuencias negativas para la adquisición de cuero de buena calidad en León. Una empresa en manos trabajadoras y de trabajadores Recién en el año 1984 pudo MACASA, - después de destrucciones y saqueos después del triunfo de la revolución en el año 1979 – dedicarse a la producción bajo condiciones muy difíciles: Los aparatos y máquinas tenían que ser arregladas y completadas. Las relaciones con los compradores extranjeros se había perdido y en Nicaragua faltaba dinero para comprar artículos de cuero de «lujo». Una oportunidad posible era producir para la exportación por ej. para Alemania. “No fue fácil” describen así Hildegard y Peter sus experiencias. Las exigencias de alta calidad y el cumplimiento de plazos de entrega frecuentemente no podían cumplirse bajo las condiciones existentes en aquel tiempo y tenían malas consecuencias: En vez de lograr ganancias se «lograban» deudas porque la materia prima, el cuero curtido en León, se compraba mayormente a crédito de tal forma que la no venta de los productos era fatal. El convenio del hermanamiento oficial entre León y Hamburgo en el año 1989 trajo esperanzas: con el apoyo del Senado hamburgués Peter Wack y Andreas Sonntag pudieron viajar por tres meses a León para ayudar a MACASA para la revisión general de las máquinas y sobre todo para el De: Periódico Nicaragua Junio 2008, pagina 8-10 salió a flote bajo condiciones tensas” lamenta Peter. “Otro problema fue que el personal se entendía como miembros sindicalistas: “Se preocupaban demasiado por el cumplimiento a corto plazo de sus exigencias de sus sueldos. No se llevó a cabo un trabajo capacitador del sindicato, el cual lleva una conciencia de clase, el conocimiento de derechos democráticos, conocimiento de su propia historia y una representación estructurada de los propios intereses.” de MACASA, como funcionó una empresa donde 3/4 estaba todavía en propiedad de trabajadoras y de trabajadores? Cómo manejaba y cómo trabajaba el colectivo de propietarias y propietarios, cómo se discutieron y se tomaron las decisiones necesarias? Preguntas interesantes, pero también «explosivas». Hildegard y Peter dieron respuestas diferenciadas y reveladoras (instructivas), las cuales pueden ser de provecho para discusiones posteriores sobre «Empresas en manos de trabajadoras y tajadores», pero que también explican el fracaso en León. “La poca cohesión entre el personal La mayoría de los directores, quienes por muchos años cambiaban frecuentemente, unas veces mas y otras menos aprovecharon de esta situación y cuando eran despedidos obtenían indemnizaciones o a través de demandas lograban embargos de máquinas de la empresa. Ellos fueron un obstáculo decisivo para el desarrollo de la empresa. El colectivo de la empresa podía raras veces contrarrestar ese desmontaje puesto que las trabajadoras y trabajadores “nunca fueron preparados a su nuevo rol como propietarias y propietarios, conductores, controladores y vigilantes de la empresa”. El resultado amargo de los Wack: “Desde el principio existió hasta cierto punto una sobreestimación y falta de profesionalismo al nivel directorial, puesto que no se empleó personal profesional, sino se empleó gerentes que gozaban de la confianza del FSLN. Otro punto clave: Puesto que en todas las funciones en MACASA estaban miembros del FSLN – y al que las trabajadoras y trabajadores tenían plena confianza en el – nunca se llego a definir claramente los roles y los intereses diferentes. Nunca discutieron (solucionaron) abiertamente, constatan Hildegard y Peter: “De esa forma los directores empleados se mantuvieron dominantes con su monopolio de informaciones”. Incluso el apoyo económico de Hamburgo se agotó 2 finalmente, después de que la dirección de MACASA no estaba dispuesta a mostrar los libros.” En definitiva el porcentaje de acciones de las trabajadoras y trabajadores se encogió/disminuyó cada vez mas, a raíz de quiebras evitadas a ultima hora, la renuncia de trabajadoras y trabajadores y la creación dudosa de otra empresa (MECALZA): “al final el valor de las acciones disminuyó aun más para el pago del apoyo de un consejero legal. El apoyo brindado al resto de las trabajadoras y los trabajadores fue motivado nuevamente por intereses económicos y no por solidaridad” lamentan Hildegard y Peter Wack. El resultado: “La empresa en manos de trabajadoras y trabajadores ya no existe” A pesar de todo: esperanza. A pesar de este desarrollo, los dos no han perdido la confianza de que algún día en Nicaragua las cosas irán mejor. Los errores cometidos son demasiado evidentes como para poder ignorarlos en el futuro, por eso desean apoyo para su proyecto: Ellos quieren plasmar sus experiencias con y en León en un folleto para que las generaciones venideras no cometan los mismos errores y no tengan que ir otra vez por el mismo “calvario”. Para ello han juntado y ordenado bastante material. El folleto tendría que ser en alemán y español para que dentro del hermanamiento y cruzando por encima del “charco” pueda originarse un dialogo. Entre tanto Hildegard y Peter han adaptado su apoyo – que al principio fue para la reconstrucción de MACASA y su desarrollo positivo - .a un nivel individual: para emergencias por enfermedad o para posibilitar capacitaciones profesionales. De este modo han posibilitado la estadía en Hamburgo a trabajadoras de MACASA – últimamente a Ruth de la siguiente generación, quien acaba de terminar su carrera de Economía en León. Quizás algún día Ruth con su carrera y sus conocimientos pueda aportar para lograr plazas de trabajo calificadas y seguras y disminuir la emigración al extranjero. Peter Borstelmann De: Periódico Nicaragua Junio 2008, pagina 8-10 3