Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid Ponencia Jaime Cervera 21/4/2009 La Cooperación Universitaria al Desarrollo Resumen En este texto se presentan algunas reflexiones a partir de la experiencia de dos casos en los que el autor está involucrado y que reflejan el actual estado de la cooperación universitaria al desarrollo: la evolución reciente de la Cooperación en la Universidad Politécnica de Madrid, con la experiencia de la creación de los Grupos de Cooperación, y la experiencia ligada a la creación del Observatorio de la Cooperación Universitaria al Desarrollo (OCUD) En este documento se muestran, pues, tras una introducción general a las relaciones entre Universidad y Desarrollo Humano 1. los objetivos de la creación de los Grupos de Cooperación, las razones que fundamentan la adopción de dicha figura organizativa, así como un breve análisis de sus características, necesidades, y evolución. 2. el origen y una orientación de futuro de la actividad del Observatorio de la Cooperación Universitaria al Desarrollo (OCUD) en el marco de la evolución reciente de la Cooperación Universitaria al Desarrollo (CUD), uno de los componentes relevantes del actual y futuro sistema internacional de ayuda. Universidad y Desarrollo Humano Existe un amplio consenso en el discurso que se refiere al análisis del papel de la universidad en la promoción del Desarrollo Humano, tal como muestra el la encuesta DELPHI realizada por Josep Lobera y el secretariado de GUNI [Guni 2008] para el tercer informe de la serie GUNI sobre el compromiso social de las universidades, y como muestra una buena lista de declaraciones o referencias en acuerdos internacionales, entre los que cabe reseñar las declaraciones Estocolmo, 1972, Talloires, 1990, y Halifax, 1991, la Agenda 21, 1992, Kyoto, 1993, Carta Cre­Copernicos, 1993, UNESCO, 1996, Declaración Mundial sobre la ES en el siglo XXI. CMES, 1998, la Carta de la Tierra, 2000, las declaraciones de Lüneburg, 2001 y la UBUNTU en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, 2002, la Década de las NNUU de la Educación para el Desarrollo Sostenibe (2005­2014), el Comunicado de la 34ª reunión de la Conferencia General UNESCO, 2007, etc... Pero frente a este consenso, la realidad es que sólo una fracción pequeña de las universidades consideran estratégicamente su papel en el desarrollo humano, lo que exigiría su integración natural en el proceso educativo, orientaría el establecimiento de prioridades y enfoques a la investigación, exigiría la existencia de sistemas de evaluación y reconocimiento apropiadas, e impondría amplios retos a los procesos de internacionalización de la universidad prestando en éstos una clara atención a las desigualdades en los sistemas de Educación Superior, e incorporando asimismo líneas de actividad en Cooperación para el Desarrollo. Podrían resumirse los retos a que se enfrentan las universidades en relación con la forma de abordar el compromiso con el desarrollo humano de acuerdo con el cuadro siguiente: Las universidades hoy pueden seguir diferentes patrones estratégicos Centrada en contenidos Formación de profesionales productivos Orientada a las necesidades del mercado de trabajo Uso social basado en el estatus, enriquecimiento y reconocimiento individual, y en el crecimiento económico Centrada en contenidos, actitudes y valores Formación de ciudadanos­ profesionales Orientada a anticiparse a las necesidades de la sociedad en su conjunto Uso social basado en la contribución al bien colectivo, la construcción social y al desarrollo humano En este contexto puede situarse la declaración que desde se hace las universidades españolas en relación con la Cooperación al Desarrollo como parte de su compromiso social: el artículo 12 del Código de Conducta [CEURI­CRUE 2006] dice explícitamente: “La cooperación al desarrollo es parte esencial del compromiso social de la Universidad y como tal no puede entenderse como una actividad extraacadémica ni restringida a compromisos individuales, sino integrada en el conjunto de actividades que le son propias.” Hay que señalar que el código ha sido aprobado a esta fecha por 44 universidades españolas a través de sus Consejos de Gobierno o sus Claustros. El modelo de la Universidad Politécnica de Madrid. Los Grupos de Cooperación. La creación de un marco estratégico para la actividad de Cooperación para el Desarrollo en la UPM se inicia en 2004, con el objetivo de superar la posición preexistente en los años anteriores, que puede describirse en dos grandes rasgos: ­ posición institucional de compromiso parcial e inespecífico, como "donante", con recursos apreciables (100 Mpeseta/año) ­ existencia en la UPM de actores con amplia experiencia en CD, si bien sin implicación institucional (no reconocidos en la actividad universitaria), y descoordinados entre sí. Dicho marco estratégico se aprueba en 2005 por el Consejo de Gobierno de la UPM, mediante un documento denominado Normativa de la UPM de Acciones en Cooperación para el Desarrollo. Dicho documento instituye, en su capítulo de Organización, la figura de los Grupos de Cooperación como instrumento para la acción en este ámbito. El 20 de junio de 2006, en Jornadas, celebradas en la Universidad Jaume I de Castellón por iniciativa de la Comisión de Cooperación de CEURI, sobre buenas prácticas en Cooperación Universitaria al Desarrollo presenté una primera aproximación a esta estrategia organizativa de la UPM bajo el título: Grupos de Cooperación: una estructura distribuída para la Cooperación Universitaria al Desarrollo. Tres años después, la reflexión sobre el trabajo realizado desde tales grupos permite concebirlos como elementos centrales para el éxito de la imbricación de la cooperación entre las tareas habituales universitarias. Debe hacerse constar entre los indicadores de éxito que los diez grupos que fueron reconocidos inicialmente en 2005 se han duplicado en estos tres años. ­ Objetivos: Objetivo general de la estrategia en cooperación de la UPM, de la que los Grupos de Cooperación contituyen el elemento organizativo básico, es la mejora de la calidad en las acciones de cooperación (a través del incremento y mejora en la formación y calidad de sus agentes) y la implicación creciente de las Universidades en los problemas del desarrollo, como instrumento para lograrlo. Son objetivos específicos La creación de un marco distribuído y estable de trabajo y reflexión que permita reorientar a problemas del Sur parte de las capacidades y recursos universitarios destinados hoy casi en exclusiva a problemas del Norte, La creación de sinergias entre actividades (docentes, investigadoras y de acción sobre el terreno) entre ámbitos de conocimiento, y entre agentes de cooperación. ­ Orientación: La urgencia en extender y mejorar la ayuda al desarrollo sugiere la implicación de colectivos crecientes, y de formación más profesionalizada que voluntarista, aunque el valor añadido que supone la motivación aconseja no descuidar el incentivo a las actitudes solidarias. Por otro lado el carácter cada vez más global de problemas, instrumentos u organizaciones de todo tipo aconseja generalizar el conocimiento y la conciencia crítica relativa a los problemas del desarrollo entre toda la población universitaria de cara a su formación como ciudadanos y como futuros responsables de decisiones que pueden tener incidencia en agravar o paliar problemas de pobreza. Efectivamente, cabe aplicar a todos los ámbitos del conocimiento y de la política la crítica que Dudley Seers aplicó a los teóricos de la economía y a quienes aplican las políticas deducidas de éstos cuando publicó, en 1963, su célebre artículo, citado y reeditado ampliamente después, The limitations of the special case. En dicho trabajo Seers decía textualmente: La economía dominante,enseñada en las universidades, se construye a partir de fenómenos observados en los países hoy día "desarrollados" (los que constituyen precisamente el "caso particular") y, en consecuencia, es inaplicable al caso general, que es el de los países "subdesarrollados". De este modo señalaba que las teorías, los conocimientos y las políticas ­económicas­ desarrollados en el análisis del caso particular del mundo desarrollado ­de algunos de sus países­ no son ni lo completos, ni lo relevantes que debieran ser para poder ser de aplicación al planeta en su conjunto, ni desde luego a los países desfavorecidos: no explican el caso general, sino sólo el particular en el que surgieron, ni son por ello extrapolables. De este modo, sólo la exploración de dichos campos teóricos y políticos en el marco de los problemas propios de los países en desarrollo, o no desarrollados, podrían extender el conocimiento para poderle aplicar con rigor la pretendida categoría de universalidad y poder con ello servir de base a políticas aplicables fuera de sus regiones de origen. Aplicar las conclusiones de esta reflexión al ámbito universitario supone impulsar una vía de trabajo de mucha mayor atención a los problemas del Sur: dicha vía de trabajo debe tratar alcanzar la mayor generalización posible en la implicación de todas las unidades docentes e investigadoras de la universidad en problemas del desarrollo: en problemas críticos para el Sur, desviando la atención casi exclusiva dedicada a los problemas del mundo desarrollado. El modo natural para ello sería la derivación de parte de la actividad de todo grupo investigador o docente a problemas de desarrollo ligados a su área de conocimiento o de actividad. Puesto que los grupos de investigación son estructuras distribuídas y especializadas que abarcan el tejido universitario completo, y todas las áreas de conocimiento, dedicar parte de su actividad a abordar problemas del combate contra la pobreza resulta sin duda el instrumento más poderoso para generalizar el conocimiento sobre las condiciones de ésta, para proponer reflexiones compartidas sobre vías de acción para su combate y para probarlas en la práctica, y para, finalmente, integrar el aprendizaje alcanzado en estos procesos en la actividad docente habitual. Ahora bien, hay una dificultad básica cuando la actividad del grupo y la de los investigadores senior que la dirigen no tiene previamente orientación alguna a problemas propios del Sur: como seniors que han construído su éxito en un ámbito de trabajo dado no van a cambiar fácilmente de orientación, y los investigadores junior que se integren en tales equipos difícilmente pueden impulsar una reorientación, de modo que no tienen oportunidades fáciles para reconvertir parte de los objetivos del grupo. Por otro lado el impulso solidario se da en profesores e investigadores jóvenes, pero resulta básico hacer posible la integración de estudiantes y otro personal que, no siendo doctor o personal en formación de tercer ciclo, no tienen cabida fácil en los grupos de investigación, de tal modo que las estructuras permitan un flujo sencillo desde el impulso solidario hacia la formación académica y la reflexión investigadora orientada al Sur y la acción derivada de ésta. De este modo el reconocimiento y apoyo a una figura como la del Grupo de Cooperación, bajo la que puede ser reconocido un grupo de investigación que dedique parte de su actividad a este ámbito, permite crear un espacio intermedio, no idéntico, pero que puede superponerse parcialmente con el de alguno de los grupos de investigación, espacio que da cabida y alienta la actividad en este campo a investigadores jóvenes, que permite incorporar a estudiantes, y permite finalmente avanzar en la generalización buscada. Los Grupos se organizan por adscripción voluntaria y aceptada en base a intereses compartidos, y su actividad, apoyada y asesorada en caso necesario por los responsables de la Universidad, permite la acumulación de un acervo de conocimiento y experiencia que resulta fácil de incorporar a procesos de cooperación en los que los actores trabajan colaborando en red aportando su capacidad especializada: esta colaboración puede darse entre grupos, o entre grupos y otros agentes como administraciones, ONGD o empresas, etc... ­ Resultados: La figura se puso en marcha en la UPM a principios de 2006, con el reconocimiento de 10 grupos. En la actualidad hay 21 grupos reconocidos en diversos ámbitos de actividad, y con diversos modelos de funcionamiento, que están ya colaborando entre sí y con ONGD aportando su capacidad específica en diversos proyectos, dando espacios para integrar actividades formativas, investigadores, y de acción en el terreno, y que permiten valorar la estrategia como muy prometedora. Entre los efectos positivos de la colaboración puede señalarse la puesta en marcha de un Título Propio de Grado de Experto en Cooperación para el Desarrollo en el que colaboran profesores de 24 departamentos, de 13 centros de la UPM. La existencia de los grupos permite por otro lado alimentar, tanto de fuentes de actividad, como de experiencia, otros programas, como es el de Proyectos de Fin de Carrera para el Desarrollo. En este caso los grupos aportan el entramado básico ­capital intelectual y social­ para orientar y facilitar la actividad de los alumnos que se embarcan en dicho tipo de experiencia. Los Resultados de esta primera fase de puesta en marcha permiten también identificar diversos tipos de grupos en su fase inicial, que, a través del trabajo compartido, empiezan a converger hacia la figura presentada como la imagen obejtivo. Una somera clasificación tentativa sería la siguiente: ­ Un primer tipo de grupo (el más alejado del tipo objetivo) corresponde al orientado a la acción humanitaria, iniciada por razones personales o de oportunidad ­contacto directo inicial con un problema agudo, y apoyo en su paliación o solución­ Sería análogo en origen a muchas ONG pequeñas y orientadas a una localidad definida. El trabajo y la reflexión compartida con otros grupos ha empezado a sacar partido de la orientación universitaria de sus miembros, moviéndolo hacia reflexiones y acciones en su ámbito de especialidad, sin abandonar las acciones que dieron origen a la agrupación inicial. ­ Un segundo tipo sería el formado para dar marco a colaboraciones individuales previas especializadas de algún (algunos) profesores en el ámbito de su área de actividad con actores foráneos de desarrollo. Deriva hacia la incorporación de más miembros, la integración de actividades educativas (PFC) en las acciones originales, y la imbricación en el ámbito universitario de tareas previamente individuales y ajenas. ­ Un tercer tipo lo constituyen grupos que han permitido la agrupación y canalización hacia el mundo del Sur de esfuerzos de investigación que no tenían cabida previa en los espacios de investigación preexistentes, y que han permitido la dedicación de lleno de investigadores jóvenes (que ya participaban en cooperación el entorno de ONGD) a este ámbito, con rápida productividad y reconocimiento. ­ Un cuarto grupo lo constituyen grupos que ya simultaneaban investigación y cooperación en su área de especialidad, y que están aportando experiencia y conocimiento en nuevos proyectos compartidos. La existencia de los grupos y su potenciación pone de manifiesto la necesidad de aportar recursos adicionales a los disponibles inicialmente. Señalaremos alguno, brevemente. Por un lado se detecta una necesidad de extender la formación entre los miembros de los grupos: las técnicas específicas de formulación, gestión y evaluación de proyectos de cooperación contienen elementos que suponen una novedad para muchos de ellos. Por otro lado, la información sobre recursos disponibles, convocatorias, socios, etc... así como la gestión económica y técnica de los proyectos en marcha, es decir, todo lo que atañe a la identificación y gestión de recursos, requiere de instrumentos de apoyo ­análogos a los puestos en marcha en las universidades para apoyar a los grupos de investigación­ La carencia esencial se detecta en la dificultad de estabilizar alumnos avanzados en torno a estas líneas de trabajo: doctorandos en fase de formación en líneas ligadas a problemas relevantes para el desarrollo y la cooperación: las fuentes de financiación no valoran suficientemente dichas líneas, por lo que se hace necesario potenciar la finaciación de perfiles en cooperación. La vía elegida en la UPM es la de añadir en las convocatorias generales para becas de formación de doctores plazas ligadas a tales perfiles, y cabría explorar estrategias adicionales en dichas líneas, como financiar ­en fase de repesca­ a candidatos en las convocatorias generales cuya calificación global sea buena, y próxima a la de las personas que han obtenido plaza, pero que han quedado fuera por falta de recursos o de prioridad para las líneas de investigación propuestas. El futuro se presenta abierto, pero prometedor. La dirección más evidente está en la estabilización de instrumentos de coordinación y colaboración entre grupos, lo que apunta a la creación de estructuras que los agrupen, en línea análoga a la agrupación de grupos de investigación en el marco de Institutos de Investigación. Todo ello sólo muestra, tal como se decía al principio, que el futuro está ligado a la implicación de los grupos de investigación y las estructuras creadas en torno a ellos en tareas de cooperación al desarrollo como vía para la reflexión sobre la solución de los problemas de las regiones y las poblaciones más desfavorecidas de nuestro planeta. La necesidad de información de las acciones de la Universidad en Cooperación para el Desarrollo. Cuando el sistema de Cooperación Española pregunta a las universidades su papel en el sistema de cooperación, en el marco del proceso de consultas destinado a elaborar el consenso básico para el Plan Director de la Cooperación Española 2009­2012,la pregunta ¿Cuál es la misión que tiene su organización como actor de la política de cooperación al desarrollo del Estado? obtiene de éstas la respuesta siguiente: La Cooperación Universitaria al Desarrollo (CUD) debe entenderse como el conjunto de actividades llevadas a cabo por la comunidad universitaria y orientadas a la transformación social y el fortalecimiento académico en los países más desfavorecidos, en pro de la paz, la equidad, el desarrollo humano y la sostenibilidad medioambiental en el mundo. ... su misión específica es doble: Poner al servicio de la cooperación al desarrollo los recursos técnicos y humanos cualificados de que dispone, y Difundir en el ámbito universitario valores solidarios y universalistas, al mismo tiempo que dirige su actividad a formar e investigar sobre los problemas del desarrollo y la cooperación. El marco estratégico de las actividades CUD está definido tanto por documentos de las propias universidades (Estrategia de Cooperación Universitaria al Desarrollo, ESCUDE, 2000, de la CRUE, y Código de Conducta 2006, fundamentalmente) como por los documentos de la planificación estatal (Planes Directores de la Cooperación Española: 2005­2008 y 2009­2012) y autonómica (Planes Generales autonómicos, etc...) En dichos documentos se referencian las actividades CUD. Los que siguen son algunos extractos relevantes en relación con las funciones de la CUD. ESCUDE 2000: Formación y educación. La formación inicial ... educación para el desarrollo ... formación continua. ...mejora de las capacidades de los recursos humanos. ... Compartir experiencias compartiendo recursos. ... creación de comunidades científicas, académicas ... aportando su punto de vista y su conocimiento científico ... Investigación para el desarrollo. ... se dirige, con un propósito finalista, a obtener efectos e impactos concretos y directos en el desarrollo humano. ... investigación sobre el propio desarrollo y sobre los métodos de la cooperación, como ...[sobre] los objetivos y/o los procesos de desarrollo. Transferencia de tecnología. ... apoyo a los países para que puedan desarrollar sus propias capacidades de investigación, de innovación o adaptación tecnológica ... y [su incorporación a] profesionales internacionales ... la movilidad (tanto de estudiantes como de profesores y gestores) y la colaboración entre estructuras ... Incidir en el entorno social. ... sensibilización y educación al desarrollo constituyen una cara de esta moneda; pero la Universidad puede y debe ... aportando su punto de vista y su conocimiento científico ... Código de Conducta 2006, Artículo 11: La labor de la Universidad ... se encuentra estrechamente vinculada a su ámbito natural de actuación: la docencia y la investigación, cuestiones ... esenciales tanto para la formación integral de los estudiantes como para una mejor comprensión de los problemas que amenazan la consecución de un desarrollo humano y sostenible a escala universal. Además, el fortalecimiento institucional de los sistemas universitarios (mediante transferencia de [diversos tipos de] recursos, etc.) y el asesoramiento y apoyo técnico a programas de desarrollo (... los relacionados con la educación superior y aquellos en los que las capacidades científicas y críticas universitarias puedan suponer un valor añadido), junto con la sensibilización de la comunidad universitaria, constituyen ámbitos prioritarios del trabajo de la Universidad... Plan Director de la Cooperación Española 2005­2008 En este sentido, se pueden considerar como ámbitos de la cooperación universitaria al desarrollo los siguientes: Investigación para el desarrollo. Investigación aplicada y transferencia de tecnología adaptada a las condiciones locales. Fortalecimiento institucional de las universidades de países en vías de desarrollo. Educación para el desarrollo y sensibilización. Asesoría técnica en las distintas fases del ciclo de los proyectos. Formación de profesionales en los ámbitos de la cooperación y el desarrollo. Fomento del voluntariado y formación inicial de los estudiantes. Plan Director de la Cooperación Española 2009­2012 Fortalecimiento de los sistemas universitarios de los países socios. Investigación sobre los procesos de desarrollo y cooperación. Formación en los ámbitos de la cooperación y el desarrollo. Educación para el desarrollo: formación, sensibilización e investigación, en especial de los estudiantes y la comunidad universitaria en general. Transferencia de tecnología adaptada e investigación aplicada a problemas críticos para el desarrollo Para realizar estas actividades se necesitan actores o agentes universitarios, que podemos identificar: por un lado las estructuras (órganos rectores o de gobierno de la universidad, órganos asesores... unidades de investigación, de docencia, de cooperación ... cátedras, institutos, grupos..., centros u oficinas especializadas –administrativos, de apoyo...– Redes ...) y por otro las personas mismas en el marco de estas estructuras (PDI, PAS, alumnos y colaboradores –jubilados, antiguos alumnos, profesionales– ) es decir, personas, actuando en roles diversos. Con dicho contexto, un proceso de reflexión estratégica y en pro de una mejor calidad de la actividad exige saber qué se hace, por quién y para quién, dónde se actúa y cómo, cuántos recursos se implican, analizando por tanto acciones y actores, regiones y sectores de actuación... e impactos de las acciones, en el marco de las orientaciones estratégicas previamente definidas para verificar su correspondencia, o corregir su orientación si no hay tal correspondencia... Dicho análisis debe tener en cuenta las definiciones estratégicas y las líneas de coordinación establecidas por el sistema internacional de ayuda y las demandas planteadas por otros actores, sin renunciar a los debates sobre la orientación general del sistema y los roles apropiados a cada agente, de modo que la evaluación de la actividad CUD enmarque sus acciones en dicho contexto así como en sus propios principios estratégicos, adecuados al mejor empleo de sus recursos y capacidades. La reflexión en pro de la mejora es estratégica, pero no sólo: un ejemplo de reflexión meramente táctica sería la que puede realizarse sobre cuáles son las mejores estructuras para la ejecución de las funciones CUD citadas más arriba. Un cuadro indicativo podría ser el siguiente en el que, a título meramente indicativo, y desde una visión subjetiva, se confrontan tipologías de estructuras y de funciones: Externas: ONGD, Asociaciones Fundaciones Docentes e investigadoras Institutos Cátedras Grupos Cooperac. CICODE Administrativas CCD OAS Servicio CD Institucionales ⊃ Dirección E EU ( y Coop ) Vicerrectorados ... RRII ( y Coop ) Cooperación Formación Asesoramiento técnico Investigación Cooperación terreno % Fortalecimiento I. Difusión Sensib. 10 x X X Promoción 5 x x X x Coord 15 X X x X x X X x x X X X x x x x x , X x , X x X X 70 x , x Un análisis riguroso de la cuestión exigiría un conocimiento preciso y empírico, cuantificando la eficacia de las diferentes estructuras a partir de la experiencia. Lo mismo podría decirse en relación a los instrumentos... De este modo, la mejora de la CUD en el actual momento de redefinición estratégica –Declaración de París, Consenso Europeo, etc...­ y de crecimiento del sistema de la cooperación española necesita de instrumentos de información mejorados: no basta el conocimiento directo, ni la abundante, pero limitada, información compartida en los órganos de coordinación de la CUD (la Comisión de Cooperación al Desarrollo de CEURI). Es de gran valor el conocimiento empírico derivado de investigaciones y publicaciones como [Freres y Cabo 2003], [Arias y Simón 2004], [Sebastián 2004], [Unceta 2006], [Arias y Molina 2008], pero aún así resulta insuficiente frente a una situación de rápido cambio. Estas consideraciones son las que dan paso a la necesidad del Observatorio. El Observatorio CUD En las bases de constitución del Observatorio CUD se lee textualmente: La idea de crear un Observatorio de la CUD se planteó por vez primera en la reunión de la Comisión de Cooperación al Desarrollo (CCD) celebrada en Bilbao, con motivo de las Jornadas celebradas en el mes de diciembre de 2005. Posteriormente, el tema volvió a ser planteado ... A lo largo de todo ese debate se evidenció la carencia de un sistema integrado de información que permitiera un mejor conocimiento de la CUD y, en consecuencia, la elaboración de estrategias para la misma. Por otra parte, los representantes de la Administración también expresaron su necesidad de disponer de una base de datos sobre las actividades de la CUD para el proceso de Planificación­Evaluación que debe alcanzar a todo el sistema de cooperación español, así como sobre su financiación en relación con la AOD. Los objetivos de tal observatorio serían ­ Facilitar la integración de la CUD en el sistema de Cooperación Española, ... recopilar ... determinar si una actividad es computable [AOD], ... [verificar el] seguimiento de prioridades ... [del] Plan Director de la Cooperación Española... ­ Mejorar el conocimiento por parte del propio sistema CUD ... en cada universidad y en el conjunto de ellas. ... [para facilitar la] planificación ... [la definición de] estrategias ...[la] coordinación . ­ Homologar los diferentes tipos de acciones ... intercambiar y/o compartir experiencias entre universidades, ... unificar los instrumentos de apoyo a la CUD. ­ Hacer más visible el trabajo que llevan a cabo las universidades ... su relación con otros agentes ... y ... la colaboración ... en tareas conjuntas o proyectos ... ­ Integrar ... evitando su reiteración, los procesos de gestión de recursos y los flujos de información ... ­ Potenciar el trabajo en red ...[entre] universidades ...y otros agentes de cooperación. Elaborar informes periódicos y facilitar el acceso a la investigación y a la evaluación de las actividades CUD. De modo que los resultados de su existencia serían – por un lado de Transparencia y Visibilidad (facilitar los procesos de difusión y divulgación de cara a la rendición de cuentas, o a la publicidad , permitiendo la localización, por parte de todo tipo de socios o contrapartes, de información sobre áreas de actividad, recursos, socios existentes o potenciales, destacando iniciativas novedosas etc., y facilitar la integración de la CUD en los reportes de AOD que la cooperación española remite anualmente al CAD) – por otro, de Mejora estratégica, facilitando planificación, la homologación de actividades e instrumentos, la mejora y homologación de la gestión, la coordinación y la creación de redes y consorcios, y aportando información relevante de cara a la investigación y evaluación de la calidad... La idea del observatorio se lanza en 2006, y desde entonces el calendario del proceso hasta hoy ha sido el siguiente: ● Enero 2007 aprobación de propuesta y bases: Plenario CEURI ● Junio 2007 aprobación en la Asamblea de la CRUE de los Convenios SECI / AECI y CRUE, firmados en Julio ● Noviembre 2007: Constitución de la Comisión Mixta de seguimiento ● Nombramiento de Director del Observatorio y del Consejo Asesor ● 9 Enero 2008: lanzamiento público de la licitación para realizar el desarrollo ● 8 Febrero 2008: Constitución Consejo Asesor: y adjudicación del contrato ● 13­18 Febrero: Sesiones de presentación y debate con otros actores y expertos ● Inicio del desarrollo ● 12 Marzo 2008: Firma de contrato entre promotor (CRUE) y desarrollador (UPM) ● 7 Abril: Sesión Consejo Asesor: Aprobación de requisitos, taxonomías, plataforma, modelo de datos, universidades piloto. ● 3 junio 2008: inicio de pruebas con las universidades piloto (UB, ULPGC, U Comillas). ● 17 a 19 septiembre: formación a 69 usuarios de 52 universidades. ● 10 octubre: apertura de la plataforma en carga. Inicio de carga ● 21 octubre: formación a otros 15 usuarios con 9 universidades nuevas ● noviembre: apertura de la plataforma en explotación ● 17 Noviembre Consejo Asesor: fin de la primera fase y paso a la Fase de régimen permanente El Observatorio (www.ocud.es o www.ocud.org) consta de dos componentes fundamentales: un gestor de contenidos destinado a servir de referencia o portal de la CUD mediante información de carácter periódico, divulgativo y analítico (los ámbitos de información incluyen áreas temáticas, convocatorias y eventos, ayudas y subvenciones, buenas prácticas, estadísticas e informes...) y un gestor de actividades, construído sobre una herramienta informática (herramienta web) destinada a facilitar a las universidades la carga y explotación de información sobre las acciones y estructuras CUD, sobre la base de tres grandes áreas de información nucleadas en torno a los conceptos de personas, entidades y acciones, y sus clasificaciones y relaciones mutuas. Un esquema simbólico y simplificado de la información contenida en el gestor de actividades podría ser el de la figura adjunta en la que las flechas indican relaciones entre objetos y donde se han representado sólo algunas de las clasificaciones disponibles y sólo para el caso de las acciones. Se refleja en la figura que tanto acciones como entidades pueden describirse en sus relaciones complejas (las acciones relacionadas por conexiones de inclusión o colaboración como las que forman parte de programas comunes, etc... o unidades que forman parte de entidades complejas, etc...). Se ve que pueden igualmente describirse los roles con que intervienen personas y entidades en las diferentes actividades, y también que la representación geográfica se realiza mediante un procedimiento que permitirá su explotación con herramientas SIG. çLas siguientes figuras presentan el conjunto de herramientas accesibles a los usuarios del gestor de contenidos que tengan alguno de los roles de autor, revisor o administrador, o la portada de acceso a la herramienta de georreferenciación. Actores asociados en el Observatorio Los diferentes actores o socios en el Observatorio y sus aportes respectivos son los siguientes: Por un lado a la Comisión de Cooperación para el Desarrollo de CEURI le corresponde la iniciativa y el liderazgo del Observatorio: aporta la orientación y la reflexión crítica, de acuerdo a los objetivos de la CUD. La CRUE, de la que CEURI constituye la comisión sectorial de relaciones internacionales aporta un marco político, jurídico, y a largo plazo económico de estabilidad. Las Universidades alimentan la información, y aportan recursos personales y de conocimiento. AECID aporta apoyo y consenso técnico, así como apoyo económico inicial. La Secretaría de Estado de Cooperación Internacional (SECI), a través de la Dirección General de Planificación y Evaluación de Políticas de Desarrollo (DGPOLDE), aporta el control de alineación a los principios y criterios del sistema internacional y estatal de ayuda, y el control de utilidad para dicho sistema. De este modo facilita la integración de OCUD en el sistema de información de la Cooperación Española. Los usuarios del OCUD, y los resultados que pueden obtener de éste serán al menos los siguientes: Las Universidades españolas obtienen difusión (tanto desde la perspectiva de la visibilidad como desde la de la transparencia). El OCUD puede facilitarles la gestión de las acciones, y las actividades de evaluación. La SECI (DGPOLDE) y AECID obtienen información relevante para la planificación y la evaluación de la CUD (pertinencia de las actividades realizadas, grado de coordinación y complementariedad de la CUD con la acción del resto de los agentes...) y obtienen la información precisa para la contabilidad de la ayuda. Las universidades (tanto del norte como del sur) pueden identificar socios y redes potenciales, y aplicar el conocimiento generado para llevar a cabo procesos de evaluación. Los diversos actores del sistema de cooperación, y los agentes locales, pueden identificar recursos y capacidades en las universidades de cara a establecer estrategias de asociación con orientación geográfica o sectorial. Pueden igualmente identificar programas formativos de interés para sus miembros o asociados. Los financiadores pueden contrastar la actividad de los diversos agentes, así como emplear la información disponible en procesos de evaluación. Los investigadores llevan a cabo análisis críticos sobre las actividades y las redes de actores, realizando tareas de clasificación e interpretación. Pueden rastrear innovaciones, así como aportar elementos para la evaluación de la CUD, mediante análisis de la pertinencia de las acciones, su impacto, etc. Finalmente, el público en general puede informarse sobre las actividades de las universidades, conocer proyectos concretos y valoraciones personales de las diversas experiencias, etc. El OCUD deberá aportar informes sobre su actividad y sobre las actividades CUD, siendo sus productos básicos los siguientes: Un Informe trimestral sobre calidad y uso del portal (usabilidad, coste y calidad (de contenidos y datos, taxonomías, navegación...), por tipos de usuario, sugerencias de mejora) Un Informe de estado y evolución de la CUD (¿Qué se hace y cómo evoluciona la CUD? en cada uno de los ámbitos de actividad CUD, en recursos, distribución sectorial y territorial y por actores, y cual es el grado de cumplimiento de orientaciones estratégicas) Un Informe sobre actores CUD sus redes, su especialización y complementación (sectorial, territorial,...) su estructura y escala (números de entes, personas...) Se trata, en definitiva de elementos que pueden servir de base para la evaluación de la CUD. El Observatorio y la evaluación de la CUD. De acuerdo al Manual de gestión de evaluaciones de la Cooperación española, DGPOLDE 2007, la evaluación es “la apreciación sistemática y objetiva de un proyecto, programa o política en curso o concluido, de su diseño, puesta en práctica y resultados, así como de su pertinencia, eficacia, eficiencia, impacto y viabilidad para el desarrollo”, su objetivo es “incorporar las enseñanzas aprendidas en el proceso de toma de decisiones de beneficiarios y donantes para la mejora de la calidad y la eficacia de la acción, (planificación y gestión incluídas), [junto con la] rendición de cuentas”, y se hace “de acuerdo a los principios de Participación, Aprendizaje e incorporación de las lecciones de la experiencia, Utilidad y Transparencia, a través de una aproximación integral orientada a resultados, un enfoque pluralista y participativo, una orientación analítica, formativa y conclusiva y una estrategia basada en la utilización de los resultados”. Si nos inspiramos como fuente en los principios de evaluación del CAD “Principles for Evaluation of Development Assistance” DAC 1991, la evaluación tiene como objetivo la mejora y la rendición de cuentas, debe ser imparcial e independiente, creíble, útil, compartida por donantes y beneficiarios, deba hacerse en cooperación entre los distintos donantes, su realización debe ajustarse a los principios de programación, diseño e implementación decantados por la experiencia, y debe asegurarse la diseminación y retroalimentación de los informes generados. Si a éstos principios añadimos los de la actual orientación del sistema de ayuda (los principios de la declaración de París 2005 de Apropiación, Alineamiento, Armonización, Gestión orientada a resultados y Mutua responsabilidad, y los derivados de otros documentos recientes), se decantan como criterios de evaluación, y haciendo uso nuevamente del Manual de gestión de evaluaciones ... DGPOLDE 2007, los siguientes: 1. Pertinencia adecuación de la intervención al contexto. 2. Eficacia grado de consecución de los objetivos. 3. Eficiencia 4. Impacto efectos globales de la intervención. 5. Viabilidad sostenibilidad futura de la intervención. 6. Coherencia idoneidad de la estructura interna de la intervención y su omplementariedad con otras intervenciones 7. Apropiación liderazgo de los socios locales. 8. Alineamiento asimilación de estrategias y procedimientos locales. 9. Armonización coordinación entre actores donantes. asignación óptima de los recursos 10. Participación papel asignado a los beneficiarios. 11. Cobertura colectivos atendidos. El OCUD puede aportar elementos de valoración de acuerdo a dichos criterios, tal y como se refleja en la tabla siguiente, en la que se señalan en cursiva modificaciones necesarias a la estructura y contenidos existentes para asegurar un eficaz soporte desde OCUD al criterio indicado. Criterio Aportes OCUD Pertinencia Adaptación a la planificación y programación de la CD Concordancia con indicadores de pobreza o de desarrollo humano Requiere finalizar la implementación geográfica Eficacia Análisis de evaluabilidad y fiabilidad de resultados e indicadores propuestos Criterio Aportes OCUD Análisis de resultados consolidados Requiere ampliación en modelo y en carga de datos Eficiencia Indirecto: idoneidad de actores Respeto de cronogramas: requiere retoques en modelo, y control de calidad de datos comparativa en uso de recursos (base de información para el análisis) Impacto Análisis de continuidad (de las cadenas de acciones) ­a medio plazo­ Agregados en actividades, agentes o beneficiarios involucrados Evolución en "conectividad" de instituciones universitarias del Sur Sostenibilidad (viabilidad) Análisis de la programación de objetivos y prioridades horizontales Coherencia Análisis agregados de actores y de sus redes: idoneidad y complementariedad justifica ampliaciones al modelo Análisis agregados de relaciones ­conectividad­ entre acciones habrá datos; requiere formular un modelo para el análisis Apropiación Alineamiento Armonización Análisis agregados de los roles de los agentes locales. Análisis de los roles de las instituciones locales. Datos de colaboración con otros agentes donantes. Participación requiere ampliaciones en el modelo, y control de calidad de datos Cobertura requiere ampliaciones en el modelo, y control de calidad de datos OTROS APORTES Programación conjunta de evaluaciones CUD con la CCD / CEURI, y Universidades, por Universidad o Región o Sector Se comprueba, pues la utilidad que el OCUD puede aportar al sistema, siempre que pueda asegurarse su continuidad y evolución. Conclusiones Las Universidades comienzan a incorporar en su visión estratégica la contribución al Desarrollo Humano. Su incorporación como actor en la Agenda del Desarrollo es parte de este proceso de cambio y lo hace visible. El incremento en la Cooperación Universitaria al Desarrollo y la transformación de la citada Agenda imponen exigencias de información precisa creciente. El OCUD nace en respuesta a estas exigencias. En su fase de creación ha implicado ya a 61 universidades. La próxima etapa en la CUD va a exigir mejor calidad e impacto ­más coordinación y complementariedad­ y la evaluación como herramienta básica de mejora. Para ello la información de OCUD constituirá una fuente imprescindible. Bibliografía: La educación superior en el mundo 3: Educación superior: Nuevos retos y roles emergentes para el desarrollo humano y social. GUNI 2008. Código de Conducta de las Universidades en materia de cooperación al Desarrollo. CEURI, CRUE, 2006. Christian Freres y Carlos Cabo: Las universidades de la Comunidad de Madrid y la cooperación al desarrollo. CM, Madrid 2003 Silvia Arias y Alfonso Simón: Las estructuras solidarias de las universidades españolas. UAM, Madrid 2004 Jesús Sebastián: Cooperación e internacionalización de las Universidades. Biblos, Madrid 2004 Koldo Unceta, La cooperación al desarrollo en las universidades españolas. AECI, Madrid 2006 Silvia Arias y Estefanía Molina: Universidad y Cooperación al Desarrollo: la experiencia de las universidades de la ciudad de Madrid, La Catarata 2008. Manual de gestión de evaluaciones de la Cooperación española, DGPOLDE 2007. Estrategia de Cooperación Universitaria al Desarrollo, ESCUDE. CRUE 2000. Normativa UPM de acciones en cooperación para el Desarrollo. Universidad Politécnica de Madrid 2005.