Yo soy lo más cercano a los Beatles que la gente va

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LATERCERA Lunes 6 de junio de 2016
Paul McCartney
Cantautor inglés
“Yo soy lo más
cercano a los
Beatles que la
gente va a oír”
R El ex Beatle sigue más vigente que
nunca: acaba de pasar por
Argentina y en octubre liderará el
histórico festival Desert Trip.
R Además, explica por qué ha
decidido tocar canciones propias
de John Lennon y George Harrison.
Pablo Ximénez de Sandoval
El País Semanal
Fue aquí, asegura, en este
mismo sitio. Entonces se llamaba Seattle Coliseum. Era el
25 de agosto de 1966 y los
Beatles tocaron en dos pases,
a las tres y a las ocho de la tarde. Melodie Adams-Forsstrom recuerda que los vio en
el segundo. Ella tenía 14 años,
y Paul McCartney, 24.
“Las chicas gritaban tanto
que no se oía la música”. Lo
cuenta mientras espera en
esas mismas gradas en Seattle a que empiece a tocar
McCartney el pasado 17 de
abril, medio siglo después
de aquel concierto. Lo ha
visto seis veces a lo largo de
una vida. En este tiempo,
McCartney y ella han tenido
hijos y se han hecho viejos.
Pero ese acorde del arranque
de A hard day’s night suena
igual de desafiante.
Paul McCartney cumplirá
74 años el 18 de junio. En
abril empezó una nueva gira
por Estados Unidos y Europa, luego viajó hasta Argentina, con fechas en Córdoba
y Buenos Aires, para luego
volver a España esta semana, como antesala del festival Desert Trip que protago-
nizará en octubre en California, ese festín de leyendas
donde también aparecen
The Rolling Stones, Bob
Dylan, Neil Young, The Who
y Roger Waters.
Son tres horas de concierto de un músico en plena
forma. El show, la experiencia de McCartney en directo,
ha evolucionado hasta convertirse en una especie de
celebración de una carrera.
Mantiene el diálogo con la
generación de Melodie, pero
las gradas están llenas de sus
hijos y sus nietos. El catálogo del que se nutre va desde
antes de que se inventara el
rock and roll hasta Rihanna.
Es una carrera tan grande
que cuando busca una canción para sorprender al público le sale, por ejemplo, A
hard day’s night. Y se deja
en el cajón otras 200 que podían valer igual.
“No la había tocado en 50
años. La ensayamos y, ya sabes, ese acorde del principio
es muy icónico. A algunos en
la banda se les puso la piel de
gallina. Pensamos que, si
abríamos el show con eso, al
público le pasaría igual”. Lo
dice Paul McCartney por teléfono el martes 19 de abril,
desde el coche que le lleva
del aeropuerto a un concierto en Vancouver.
En esta gira da la impresión
de que McCartney piensa en
términos de legado. Cualquier músico viviría de las
rentas con haber firmado
una sola canción del catálogo de los Beatles. El ha hecho
más de 30 discos desde que
se separaron, el último en
2013 (New). A pesar de que
se mantiene activo como
compositor, ya no se presenta ante el público diciendo: “Esto es lo nuevo que he
hecho”. En este momento
de su vida parece querer decir: “Esto es todo lo que he
hecho, todo esto es McCartney”. Se trata de una obra
inabarcable. Esta semana
sale a la venta una recopilación de su obra después de
los Beatles (Pure McCartney) y tiene 67 canciones.
No hay ninguna selección
posible de su repertorio que
sea razonable ni justa, solo la
que él decida hacer.
“Normalmente lo que
hago es pensar: si yo fuera a
este show, qué me gustaría
oír”, responde McCartney
cuando se le pregunta cómo
destila su obra en una lista
para un concierto. “Si voy a
un concierto de los Rolling
Stones, seguramente querré
oír Satisfaction y Honky
Tonk Women. Me hago esa
pregunta sobre mí mismo:
si yo fuera a un show de
Paul McCartney, ¿qué querría oír? Ese es el principio
de la lista y esas son las fijas”. La pregunta sugiere
Yesterday, Hey Jude, Let it
Be y otra docena. Por supuesto que están.
“Después pensamos en
FOTO: CLAUDIO VERGARA.
Sociedad
Espectáculos
EL CATALOGO BEATLE
“(En los 70) no tocamos
ninguna melodía de los
Beatles porque
queríamos consolidar a
los Wings”.
EL LISTADO DE TEMAS
“Normalmente, lo que
hago es pensar: ‘si yo
fuera a este show, qué
me gustaría oír’ ”.
RESPETO POR EL PASADO
“A menos que se nos
ocurra algo mejor,
debemos ceñirnos a los
arreglos originales en
los temas de los Beatles”.
canciones que nos gusta tocar y que pensamos que podrían gustar. Luego van las
que no hemos tocado antes,
para darle novedad al show,
las que no se han escuchado.
Y por último buscamos canciones que nadie espera que
toquemos. Esas vienen de
lugares muy diversos. Por
ejemplo, Temporary Secretary. No había pensado en
ella en años, desde que salió.
Me gusta, pero no la tenía en
la cabeza. Alguien me dijo
que hay un club en Brighton
en el que el DJ se vuelve loco
con ella. Eso despertó mi interés. Si es buena para él,
también lo es para nosotros.
Tuvimos que estudiar la manera de tocarla. La ensayamos y nos gustó. Al final, ese
es el secreto, que te guste
tocarla. Así se hace la lista”.
Más de la mitad de su espectáculo es de los Beatles.
No siempre fue así. Después
de la ruptura del grupo, en
1969, las carreras en solitario de sus miembros eludieron el inmenso catálogo de
la banda. Paul McCartney,
John Lennon y George Harrison tocaban sus composiciones nuevas, haciendo
algunas pequeñas concesiones y solo con temas inequívocamente suyos. En los
setenta, con todos los
miembros del grupo vivos y
dando conciertos, no había
forma de escuchar en di-
recto esas canciones. “No
tocaba ninguna melodía de
los Beatles porque queríamos consolidar Wings. Solo
tocaba material de Wings.
Pero una vez que teníamos
un par de éxitos en la mochila y la gente nos conocía,
que fue como en 1976, pensé: ‘Ahora ya puedo interpretar las canciones de los
Beatles”.
Y entonces dejó de tocar.
Desde la última gira de
Wings, el grupo que formó
junto a su esposa Linda, hasta la primera de Paul
McCartney en solitario pasó
una década. En 1989, de la
mano del promotor Barrie
Marshall, volvió con una gira
mundial en la que se encuentra el origen del
McCartney de hoy.
Parte de la emoción de ver
a McCartney por aquel entonces era que podía ser la
última oportunidad. “Sí, esa
era una parte del asunto”,
reconoce Barrie Marshall
entre risas en su camerino,
horas antes del concierto de
Seattle. Resulta cómico 27
años después, pero entonces
tenía todo el sentido.
Desde 1989, el espectáculo de McCartney ha evolucionado hasta abrazar el catálogo de los Beatles por
completo. Entonces había
muerto Lennon. En 2001
murió Harrison. Y este año
acaba de fallecer George
Martin. Él es el que mantiene la antorcha encendida,
mientras queden fuerzas.
Parte del show es un homenaje a los tres, reconoce
Marshall.
En esta etapa de la carrera
de McCartney ya no solo toca
a los Beatles, sino también
canciones de los otros componentes. En algún momento tomó la decisión de que le
corresponde a él interpretarlas. “Al principio sobre
todo tocaba las canciones
que son mías en los discos”,
dice McCartney. “Pero me
di cuenta de que muchas
canciones se escribieron a
medias. Como Being for the
Benefit of Mr. Kite, por ejemplo, se cree que es de John
porque él es el que la canta
en el disco, pero la escribimos juntos”.
En el escenario cuenta la
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