Un don del Nilo

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Un don del Nilo
Egipto entre el 3000 y el cambio de Era
La evolución histórica de Egipto no es tan compleja como la de Mesopotamia: su
posición, fuera de un lugar de paso, rodeado por desiertos amplios el líbico, al Oeste, y
el Sinaí, al este dificultaron el incesante trasiego de gentes que hemos visto en torno a
los ríos Tigris y Eufrates.
Aunque sufrieron periodos convulsos y algunas invasiones, en general existe una
notable estabilidad, favorecida por la constancia y previsibilidad de las inundaciones del
Nilo, que marcaban el ritmo de la vida.
Según la cronología tradicional, la historia del reino de Egipto se divide en 30 Dinastías
más un periodo inicial predinástico, de historicidad discutida. Al igual que sucede con
Mesopotamia, las conquistas de los macedonios de Alejandro en torno al 330 a. C.
suponen la entrada definitiva de este territorio en el mundo clásico mediterráneo,
primero en la koiné helénica y posteriormente en el Imperio romano; la derrota de
Marco Antonio, rival de Octavio, en la batalla naval de Actium, y la alianza política y
personal entre el primero y Cleopatra VII, reina de Egipto pone fin al periodo Dinástico
y hace convertirse a Egipto en una de las provincias más importantes de Roma.
Pero como en Mesopotamia, todo comienza en la Prehistoria…
Hacia el 6000 a. C. comienzan a encontrarse en Egipto asentamientos Neolíticos,
basados en agricultura y ganadería. Al parecer, según estudios genéticos y datos
arqueológicos, el origen hay que buscarlo en Mesopotamia. No se trataría de grandes
movimientos de pueblos, sino de influencias culturales, imitaciones y pequeños grupos
en movimiento. En ese momento habría ya grupos semisedentarios basados en la
recolección y la caza, en un entorno menos árido que el de hoy. Este periodo es
conocido como Cultura de El Fayum
Unos 1000 años después encontramos la cultura de Naqada, plenamente Calcolítica es
decir, con metalurgia del cobre, cuya parte final es considerada ya Predinástico y
finaliza hacia el 3000 a. C. Se documentan desde su fase inicial notables contactos
comerciales que incluyen elementos como cobre, obsidiana y oro, procedentes del Sinaí
o de Nubia, aguas arriba del Nilo. Son muy características las paletas hechas sobre
piedra dura, que representan animales.
La última fase del periodo de Naqada se extiende entre el 3200 y el 3000 a. C Es
conocido también como Dinastía 0 o Protodinástico. En este momento parece surgir
una entidad política única en Egipto las fuentes hablan de unificación del país bajo un
solo faraón que ostenta la doble corona del Alto y el Bajo Egipto.
Aparecen además los jeroglíficos más antiguos que ponen por escrito el idioma egipcio
y se han encontrado yacimientos en el actual Israel que indican una fuerte presencia de
lo egipcio en este territorio, que implicaría notables contactos comerciales. Es posible
que los primeros sistemas de riego apareciesen en este periodo.
Los primeros faraones que cita Manetón, egipcio del siglo III a. C. que estableció la
secuencia dinástica que seguimos manteniendo, habrían reinado en este periodo: son
Horus Ka y Escorpión.
Horus Ka es el primer faraón cuyo nombre aparece señalado. En este momento se trata
de un serej, un rectángulo encima del cual se representa al dios Horus, el halcón. El
interior de ese rectángulo se hallan los jeroglíficos con su nombre. Según la tradición
egipcia, habría sido precedido por Horus Iry, pero muchos arqueólogos dudan de su
existencia.
Serej
Posible tumba
de Horus Ka
Vasijas de Horus Iry izq y de
Horus Ka arriba
Hacia el 3100 a. C. se cree que gobierna Horus Escorpión, quien conquista el Alto
Egipto, unificando así el territorio a lo largo del Nilo.
Su existencia parece confirmada por una maza ceremonial de caliza, con decoración en
relieve, donde aparece un personaje con la corona blanca de Alto Egipto y un escorpión
junto a su cabeza. Lleva en la mano una azada, como símbolo de la importancia del
cultivo para los egipcios. El paisaje queda insinuado por la presencia de papiros, lo que
situaría la escena en el Bajo Egipto, en torno al delta. Según parece, Escorpión habría
conquistado Hieracómpolis, la principal ciudad del Alto Egipto en egipcio, Nejen;
Hieracómpolis quiere decir ciudad de halcones, en griego, es un nombre tardío.
El sucesor de Horus Escorpión habría sido Narmer, a quien tradicionalmente se
atribuye el inicio del Egipto Dinástico. Al parecer gobernaría en el Alto Egipto y
unificaría definitivamente el reino, conquistando el Delta del Nilo. Aparece citado
también como Menes o Meni. Trasladó la capital a Menfis, cerca del inicio del delta.
Se conserva una paleta de esquisto verde, conocida como Paleta de Narmer, en la que
aparece en una cara el rey con la corona del Alto Egipto a punto de golpear a un
extranjero convencionalmente representado con cabello rizado y barba que puede
representar a los habitantes del Delta, mostrando así la unificación del país. En la cara
opuesta lleva la corona roja del Bajo Egipto y aparece junto a un séquito ante unos
enemigos decapitados.
Herodoto narra que Menes, el primer faraón, protegió Menfis con un dique que la
libraba de las aguas del Nilo. Su nombre ha aparecido en diversos objetos, alguno de
ellos localizado en Cannaán, lo que demuestra la existencia de contactos entre estas
regiones. Se cree que reinó hacia el 3050 a. C.
A partir de Narmer comienza el Periodo Dinástico Temprano o periodo Tinita de Tinis,
supuestamente la capital en este periodo, aunque arqueológicamente no está
demostrado, que finaliza hacia el 2700 a. C.
Se produce la consolidación de las estructuras estatales y el territorio nacional toma
forma, frente a los nómadas del desierto de Libia por un lado y hacia el sur, llegando
hasta la Primera Catarata, en torno a la actual Asuán, zona interesante por la existencia
de recursos mineros.
La unión de Alto y Bajo Egipto se consolida, con ejemplos como la doble corona
faraónica o las alianzas matrimoniales con mujeres de familias notables de la zona del
Delta, donde se promueve la construcción de templos y se empiezan a enterrar los
propios faraones. Hasta ahora las tumbas reales estaban en Abidos Alto Egipto. Ahora
las encontraremos también en Saqqara Bajo Egipto.
Controlaban el territorio a través de altos funcionarios llamados nomarcas, que
actuaban como gobernadores locales. Se comerciaba con Levante para madera, sobre
todo y con Nubia, Nilo arriba piedra y oro.
Al final de este periodo se produce una época de inestabilidad, con luchas por el poder
de tipo religioso y regional enfrentamientos entre Alto y Bajo Egipto.
Nombre del faraón Aha sucesor de
Narmer
Mastaba tumba
Recipientes para vino
Jasejemuy II Dinastía
Necrópolis
de Abidos
En torno a 2665 a. C. comienza el reinado de Necherjet-Dyeser, o Zoser, segundo
faraón de la III Dinastía. Tras la época de inestabilidad religiosa y política que le
precede, parece que consigue fijar con claridad los límites del reino, ampliando las
zonas de influencia en territorios vecinos.
Controla las fuentes de explotación minera del Sinaí, donde pueden conseguir turquesa
y cobre. Por el sur fija los límites junto a la primera catarata del Nilo.
Aunque al principio de su reinado basaba su poder en el Alto Egipto al parecer empezó
a construir su tumba en la necrópolis real de Abidos, tiempo después se trasladó hacia
el norte, a la zona de Menfis, donde impulsó la construcción de un gran tumba.
Conocemos el nombre de su primer ministro , que en este caso asumió funciones de
arquitecto. Se trata de Imhotep, que fue venerado a lo largo de toda la historia de Egipto
como un gran sabio, con amplios conocimientos de medicina y astronomía.
Su poder fue tan grande que su nombre y cargos aparecen citados al lado de los de su
señor, el faraón Zoser:
Tesorero del rey del Bajo Egipto, Primero después del rey del Alto Egipto, Administrador del Gran
Palacio, Señor hereditario, Sumo sacerdote de Heliópolis, Imhotep el Constructor, escultor, hacedor
de vasijas de piedra…
Es el responsable de la construcción de la tumba real, la Pirámide Escalonada, en el
complejo funerario de Saqqara.
Constituía un gran desafío técnico y administrativo, por la enorme movilización de
materiales y personas necesaria para llevar a cabo el trabajo: extracción de miles de
toneladas de bloques calizos, transporte, construcción…
Fruto de sucesivas modificaciones, el diseño final es una superposición de seis plantas
troncopiramidales, que alcanzaban originalmente los 60 metros de altura, con unas
dimensiones en la base de 140 x 118 metros.
El interior lo forman bloques de caliza silícea procedentes de canteras vecinas, mientras
que el exterior se revistió con una caliza de grano más fino.
La pirámide forma parte de un complejo mayor, de unos 550 metros de norte a sur y
casi 300 de este a oeste, rodeado por un gran muro de caliza de unos 10 metros de
altura, con 14 puertas falsas en el perímetro y sólo una entrada real. Por esta entrada se
accede a un pequeño patio que conduce a una sala hipóstila con cuarenta columnas que
imitan haces de papiros, de casi 7 metros de alto, que sujetaban un techo plano.
Se conocen 11 pozos de 32 metros de profundidad, que conducen a otros tantos pasillos
horizontales en los cuales aparecieron dos sarcófagos de alabastro; uno de ellos acogía
los restos de una hija de Zoser muerta a los ocho años. En las paredes había
bajorrelieves con representaciones del faraón y existían zonas de almacenaje donde
había casi 50.000 vasijas de cerámica y piedra, algunas de las cuales debieron
pertenecer a faraones anteriores, de las dinastías I y II, a juzgar por las inscripciones
pintadas sobre ellas.
La cámara funeraria del faraón estaba bajo la pirámide, en un pozo de 28 metros de
profundidad y 7 de ancho, construida con granito recubierto de yeso; la sellaba un
bloque de granito de 3,5 toneladas. Una momia localizada en 1932 parecía datar de
varios siglos después de la época de construcción del complejo.
Además de la pirámide, en el gran complejo funerario había otras dependencias, en una
de las cuales se halló una estatua del rey de gran tamaño, sentado en un trono, la
primera de este modelo hallada en Egipto. Destaca también un gran foso en la zona sur,
cercano al muro, de 7 metros de ancho y casi 30 de profundidad, de función
desconocida.
Hueco en la pared del serdab por
el que se ve la estatua de Zoser
En origen el serdab es una capilla
completamente cerrada en la que se
deposita la estatua sedente del faraón.
A través de dos huecos practicados en
la pared el espíritu ka del difunto
puede contemplar los rituales y
sacrificios celebrados en su honor.
Imhotep, el arquitecto real, fue deificado en el Imperio Nuevo unos 1300 años después
como dios de la medicina y la sabiduría, así como patrón de los escribas.
Se supone que es la fuente de los saberes recogidos en el papiro Edwin Smith;
probablemente posterior, de en torno a 1700 a. C., donde se recogen medio centenar
de “casos clínicos” tratados con cierta racionalidad y sin recurrir a explicaciones
mágico-religiosas. Recomienda el uso de opiáceos como anestésico y describe distintas
heridas de guerra y los tratamientos recomendados. Se detallan suturas craneales y se
identifica que los vasos sanguíneos parten del corazón.
El último faraón de la III Dinastía fue Huny, que reinó hacia 2637-2613 a. C., a
quien se atribuye la construcción de la pirámide inacabada de Meidum, aunque no
hay ningún dato arqueológico que lo confirme. Se supone que Seneferu, su sucesor,
finalizaría las obras, aunque esto es una suposición.
Al parecer la pirámide sufrió un derrumbe parcial en época antigua; algunos autores
opinan que no llegó a terminarse, de ahí su aspecto actual. El proyecto original
seguiría el modelo de escalones de la de Zoser. Seneferu ordenaría posteriormente
su recubrimiento, creando la forma piramidal clásica, pero ese revestimiento se
habría derrumbado, quedando al descubierto el núcleo original, que vemos hoy día.
De base medía 147 metros por unos 90 de altura; quedan 65 metros. La entrada
estaba en el lado norte, unos 20 metros sobre la superficie. Se desciende por un
pasaje inclinado de unos 60 metros de largo (hasta justo debajo de la superficie), que
conduce a una serie de antecámaras; tras un pasaje de 10 metros, se asciende a la
cámara funeraria. No está claro que llegase a ser utilizada para el faraón Seneferu.
Las proporciones constructivas son similares a la Gran Pirámide, aunque el tamaño
es menor, lo que se interpreta en función de símbolos de tipo matemático.
Seneferu gobernó entre 2614 y 2579, es el antecesor inmediato de Keops (Jufu), y
se le considera el primer faraón de la IV Dinastía.
Se le atribuye la construcción de tres pirámides; una de ellas es la inacabada de
Meidum, cuyos trabajos serían continuación de los de Huny, probablemente su
padre. Las otras dos son la pirámide Acodada y la pirámide Roja, en Dahshur. En
total sus proyectos constructivos son los más importantes de toda la Antigüedad,
pues implican el movimiento de más de 3 millones de metros cúbicos de piedra
unos 700.000 metros cúbicos más que la Gran Pirámide.
Existen diversas teorías sobre la
sucesión de las obras. Diversos
graffiti en algunos bloques de las
pirámides muestran que la
construcción era simultánea a lo
largo del reinado de Seneferu.
La Pirámide Acodada o Romboidal de Dahshur destaca por varias circunstancias:
en primer lugar, presenta una ruptura del ángulo de inclinación a 49 metros de
altura; hasta ese punto se inclina 54,3º; desde ahí, hasta completar los 105 metros
de altura total, la inclinación es de 42,2º. Esto le da un perfil muy característico e
inconfundible. En segundo lugar, es la que tiene el revestimiento exterior mejor
conservado, manteniendo la mayor parte de bloques de caliza fina pulida, que en
otras pirámides ha desaparecido casi por completo.
Mide 188 metros de lado en la base y la orientación es rigurosa N-S, con un error
de apenas 9 . Su volumen supera los 1,2 millones de metros cúbicos.
Se piensa que el cambio de inclinación se debe a una modificación del proyecto a
mitad de su construcción. Según dos investigadores italianos, Maragioglio y
Rinaldi, al parecer hubo un proyecto anterior de menores dimensiones, en torno a
157 metros de lado y 125 de altura, con una inclinación de 58º. Cerca de su
finalización se decidiría aumentar sus dimensiones, lo que provocó la aparición de
las grietas que aún se ven en las galerías internas. Diversos derrumbes del añadido
externo por falta de estabilidad aconsejarían modificar el perfil a partir de cierta
altura, rebajando considerablemente el ángulo de los lados. De hecho, la
construcción de la parte alta revela cierto apresuramiento y escaso cuidado.
De haberse construido la pirámide con el proyecto de ampliación, sin problemas
estructurales, la altura habría sido de 128 metros en lugar de 105.
Un hecho único presente en esta pirámide es la existencia de una entrada en un
lado distinto del septentrional. Algunas otras pirámides, como la de Kefrén,
muestran dos entradas, pero siempre en su lado norte. La Pirámide Acodada tiene
una entrada en el lado septentrional a unos 12 metros del suelo y un segundo
acceso en la cara occidental a unos 33 metros.
La entrada norte conserva todavía el paramento intacto, con los restos de los goznes
que sostendrían una puerta de madera. Un pasillo desciende con un ángulo de 26-28º
durante casi 80 metros, cubierto con aproximación de hiladas. Llega a un corredor
recto, con un techo de casi 13 metros de alto, a 22 metros de profundidad bajo el
terreno circundante. De ahí se accede por una empinada escalera a una cámara
situada 7 metros por encima, que presenta una falsa bóveda por aproximación de
hiladas de más de 17 metros de altura.
La entrada occidental fue descubierta entre 1946 y 1951, pues se hallaba oculta por el
recubrimiento de la pirámide. Un pasaje de casi 70 metros, descendente, se hallaba
bloqueado por sillares de caliza cementados con yeso, que fueron retirados durante
las investigaciones. Finaliza en un corredor de 20 metros de largo, ya horizontal,
yconecta mediante un pasaje secundario con la cámara inferior, a la que se accede
desde la entrada norte. Tras el pasaje existe una cámara abovedada al estilo de la
inferior, con aproximación de hiladas, pero mal terminada. Se sospecha que este
segundo pasaje pudo ser utilizado para sellar la tumba. En la sala superior apareció
una gran estructura en madera de cedro.
La cámara principal quedaba sellada mediante un sistema de bloques deslizantes que
impedían el paso al ser retirado el soporte de madera que los mantenía arriba.
Mediante una pequeña rampa se deslizaban hasta su posición definitiva.
Al sur de la Pirámide Acodada se encuentra una pequeña pirámide secundaria que
parece responder al culto del Ka del faraón. De dimensiones modestas (53 de lado por
26 de alto), es de caliza revestida por bloques finos pulidos.
Por un pasaje inclinado descendente que nace en el lado norte, de 12 metros, se
accede a un breve pasillo horizontal que continua en otro pasaje ascendente que
conduce a una cámara situada bajo el ápice de la pirámide; se cree que nunca acogió
un sarcófago.
El complejo se completa con dos templos, uno situado junto a la cara oriental de la
pirámide Templo Alto, usado para depositar ofrendas, restaurado y reutilizado siglos
después, y un templo más alejado, llamado Templo Funerario, al final de una larga
calzada, estructurado en antecámara, un patio con pilares y seis capillas, con notables
esculturas en las paredes.
Paralelamente, en el mismo complejo de Dahshur, unos 1000 metros al norte de la
pirámide Acodada, Seneferu construye otra pirámide (la tercera!!!!) que se considera
el primer intento exitoso de lograr un edificio piramidal de caras lisas.
A cambio, su aspecto no es muy airoso, ya que el ángulo de inclinación es bajo, unos
43º, como la zona alta de la Acodada, lo que le da un aire achaparrado. Sus
dimensiones son notables: es la tercera pirámide egipcia en volumen, tras las de
Keops y Kefrén: la base mide 221x218 metros y alcanza 104,4 metros de altura. La
entrada, como es habitual, se halla en el lado septentrional.
El nombre de Pirámide Roja que se le atribuye
es debido al empleo de caliza roja procedentes
de canteras locales; en realidad su aspecto
original debía de ser blanquecino, como las
otras pirámides, pues se hallaba revestida con
la fina caliza de Tura.
Se trata de la única pirámide en la que las
salas internas se hallan bajo el nivel del suelo.
La entrada se efectúa por el lado norte, a unos
28 metros de altura, bajando por un pasillo de
unos 63 metros de largo que finaliza en un
tramo horizontal de 7,5 metros. Desde ahí se
accede a dos antecámaras cubiertas por
aproximación de hiladas. En la segunda,
situada justo bajo el centro de la pirámide,
una abertura a 7,6 metros de altura conduce a
un nuevo corredor de 7 metros de largo que
finaliza en la cámara funeraria, también
cubierta con falsa bóveda de casi 15 metros de
alto.
A partir de ciertas marcas en algunos de los sillares, distintos autores han intentado
calcular el tiempo que duró la construcción. Para unos, diecisiete años; para otros, diez
años y siete meses.
Se encontraron algunos restos humanos en la cámara funeraria pero no está claro
que fuesen los de Seneferu.
Izquierda, entrada en el lado norte
Derecha, paso entre la primera y
la segunda antecámara
El reinado de Seneferu es el mejor conocido de
toda la IV Dinastía a través de lo grabado en la
Piedra de Palermo: se sabe que hizo una
expedición a Nubia de la que trajo 7.000
prisioneros y hasta 200.000 cabezas de ganado
esto suponía una penetración profunda en
África; que también luchó contra los libios
apresando 11.000 hombres y 13.100 cabezas de
ganado y además llegó hasta Uad Medani en el
Sudán del Nilo Azul y la península montañosa
y desértica del Sinaí.
Se narra que mandó construir múltiples
templos, fortalezas y palacios por todo Egipto,
lo cual hizo que importara grandes cantidades,
del Líbano, de madera de cedros y pinos.
La Piedra de Palermo refleja hechos anuales
para los primeros faraones hasta la V Dinastía,
con algunas lagunas debido a su mala
conservación: como curiosidad, se cita para
cada año la altura de la crecida del Nilo.
Años del reinado de Udimu (I Dinastía, hacia 2890 a. C.)
1 codo= 0,4-0,5 m
Año 18?. El año de ... El Gran Blanco ? ...
Año 19?. El año de golpear a los Asiáticos.
Altura del Nilo: 5 codos.
Año 20?. El año del Festival del Nacimiento de la Piel de Anubis ? o lmy-Ut en el santuario «Las Dos Capillas».
Altura del Nilo: ... codos.
Año 21?. El año de golpear al Pueblo del Chacal ?.
Altura del Nilo: 6 codos, 1 palmo, 2 dedos.
Año 22?. El año del Festival de Sokaris, en la fortaleza llamada «Compañero de los Dioses».
Altura del Nilo ... codos ...
Año 28?. El año de la estancia del rey ? en el Templo de Sau o Ptah, en la ciudad de Heka ...
Altura del Nilo: 3 codos, 1 palmo, 2 dedos.
Año 29?. El año de golpear a los Trogloditas Intyu.
Altura del Nilo: 4 codos, 1 palmo,
Año 30?. El año de la Aparición del Rey del Alto Egipto, y de la Aparición del Rey del Bajo Egipto, en la Fiesta SEd.
Altura del Nilo: 8 codos, 3 dedos.
Año 31?: El año del Llenado? de todos los Lagos ? de la gente del Oeste y del Este del Bajo Egipto.
Altura del Nilo: 3 codos, 1 palmo.
Año
32?:
El año de
celebración
del Festival
Djet
vez.
La
crecida
della Nilo:
fuente
de vida
(ypor
de segunda
muerte)
Altura del Nilo: 5 codos, 2 palmos.
El Nilo es uno de los ríos más regulares de la Tierra. Su enorme longitud, casi 7000
Año
33?.le
El permite
año del Festival
de Sokaris
en laparte
fortaleza
«Los
Tronos La
de los
Dioses».
km,
drenar
una gran
delllamada
Este de
África.
construcción
en 1970 de
Altura
del
Nilo:
5
codos,
1
palmo,
2
dedos.
la presa de Asuán hizo desaparecer el efecto de las crecidas anuales, provocadas por
las lluvias de invierno en la meseta etiópica y la región de los Grandes Lagos.
El calendario egipcio se articulaba en función de la inundación, desde la Estación de
la Siembra a la de la Cosecha. Las crecidas eran lentas, nunca violentas. La altura se
medía en la zona alta mediante estructuras llamadas Nilómetros, a modo de
escaleras que eran cubiertas por las aguas, indicando unas marcas en la pared la
altura en codos del agua. La lentitud de la inundación permitía avisar en las zonas
habitadas, aguas abajo, para crear diques en caso de exceso de crecida. Pese a la
regularidad, había oscilaciones notables, que podían provocar hambrunas o cosechas
magníficas.
Entre 1871 y 1965 la crecida (en el mes de septiembre, durante su máximo) osciló
entre un mínimo de 12.000 metros cúbicos y un máximo de 32.000.
Nilómetro de Elefantina (Asuán)
A Seneferu le sucede Jufu (“rebautizado” por Herodoto como Keops, nombre que ha
quedado establecido), que reinó aproximadamente entre 2579 y 2556 a. C. Tuvo dos
mujeres, Meretites y Henutsen, que fueron enterradas en las pequeñas pirámides que
flanquean la Gran Pirámide.
Durante su reinado la monarquía logró su mayor poder, consolidando la figura del
“primer ministro” (chaty, en egipcio) como subordinado de la máxima confianza.
Las fuentes tardías critican (véase Heródoto) la desmedida soberbia de Keops al
ordenar la construcción de la Gran Pirámide; sus dimensiones asombran, pero hemos
visto que Keops continuaba una tradición constructiva iniciada un tiempo antes que
conducía a un aumento constante del tamaño de estos edificios.
El nombre original que se le dio a la pirámide es El Horizonte luminoso de Jufu. Al
parecer, se empleó a grandes grupos de trabajadores especializados, regidos por
capataces y “técnicos” expertos en construcción y astronomía. Al frente de las obras se
hallaba Hemiunu, el chaty de Keops, que se hizo enterrar en una mastaba cercana a la
Pirámide.
Durante 4000 años, hasta el siglo XIV (catedral de Lincoln, Inglaterra), fue el edificio
más alto del mundo.
Estatua sedente de Hemiunu; el aspecto
rollizo es signo de triunfo social en la
imaginería del antiguo Egipto. Era pariente
del faraón Keops, y aparece con los títulos de
Supervisor de los trabajos, Portador del sello real,
Jefe del Ejército y Guía de las Expediciones.
Abajo, relieve de su tumba en que se
representa a Hemiunu de perfil, siguiendo la
costumbre egipcia.
La Gran Pirámide de Guiza medía originalmente 280 codos (0,524 metros por codo)
de altura por 440 codos de lado en la base. Es decir, 146,5 metros de altura por 230,4
de lado. Se estima que su peso alcanzaría casi los seis millones de toneladas, con un
volumen de 2,5 millones de metros cúbicos.
Suponiendo que la construcción duró unos 20 años se estima que cada día de trabajo
habría que mover 800 toneladas de piedra, colocando al menos 12 bloques por hora,
día y noche. El núcleo de sillares de caliza proviene de canteras locales, en la misma
orilla del río. El recubrimiento de caliza fina de Tura procede de la orilla opuesta, y
fue ajustado con precisión máxima: la media de anchura de las juntas entre los
bloques del revestimiento es de 0,5 mm.
El error en las dimensiones y la orientación es mínimo. La diferencia media entre la
longitud de las cuatro bases es de menos de 6 cm; en la horizontal el error es de 1,5
cm. Los lados están alineados con el norte verdadero con un error de 4 minutos,
probablemente basándose en la alineación de una estrella de la constelación de la
Osa Menor. Aunque el concepto de latitud apareció milenios después, cierta idea de
la orientación precisa basándose en el recorrido solar y en la posición regular de
ciertas estrellas era tenida en cuenta.
En la cámara principal, llamada “Cámara del Rey”, se utilizaron bloques de granito
de entre 25 y 80 toneladas cada uno, transportados desde las canteras de Asuán, a
más de 800 km aguas arriba del Nilo. Se calcula que en total se transportaron desde
Asuán unas 8.000 toneladas de granito.
Según el arqueólogo británico Petrie la relación en codos entre el perímetro de la
base y la altura es de 1760/280, es decir 2 !. El error sería inferior al 0,05%, similar
a la aproximación al cálculo de Pi como 22/7. Algunos egiptólogos consideran esta
proporción un cálculo deliberado, aunque en aquel momento los egipcios aún no
habían sistematizado el cálculo de Pi.
Hasta comienzos del siglo XIV d. C. la pirámide se conservó en muy buen estado,
pero un terremoto provocó el derrumbe de buena parte de la cubierta exterior de
caliza fina, que fue aprovechada por el sultán al-Hasan para construir mezquitas y
fortalezas en El Cairo, situado en las cercanías de la meseta de Guiza. En la parte
baja de la pirámide se conservan algunos de los sillares de revestimiento originales,
cubiertos durante siglos de escombros originados por el derrumbe y descubiertos por
los arqueólogos desde finales del XIX.
La entrada original está a 17 metros de altura, en la cara norte, ligeramente
desviada hacia el este desde su centro. Un estrecho pasaje, alrededor de 1 metro de
lado, desciende en ángulo de 26,3º (equivalente a una pendiente del 50%) durante
unos 105 metros, tras lo que sigue un pasillo horizontal de 9 metros hasta la cámara
inferior, que parece inacabada; desde ella continua el pasillo horizontal hacia el sur;
se excavó en su suelo un pozo. Algunos arqueólogos creen que este era el lugar
original de enterramiento previsto por Jufu, pero por algún motivo se modificó el
proyecto.
A unos 30 metros de la entrada hay un hueco cuadrado en el techo del pasillo
Descendente, que en su momento estuvo camuflado con una lastra de piedra, donde
comienza el Pasaje Ascendente, con casi 40 metros de longitud, de dimensiones
similares al Descendente y con una inclinación similar.
En su extremo comienza la Gran Galería, que mide casi 47 metros de largo pero
más de 8,5 de alto y 2 de ancho en la parte inferior, por algo más de 1 metro en el
techo. Al final hay un corto pasillo de 1 metro de largo, horizontal, donde
probablemente se deslizaban cuatro bloques de granito que sellaban el acceso a la
cámara del Rey.
Al comienzo de la Gran Galería parte un pasaje Horizontal que lleva a la “cámara de
la Reina”, de alrededor de 1 metro de altura excepto al final en que alcanza casi 2.
La Cámara de la Reina está a medio camino entre las caras sur y norte, y mide 5,7
por 5,2 metros de lado, con un techo a dos aguas cuya altura máxima supera los 6
metros. De las paredes parten conductos estrechos cuyo alcance y función se
desconocen. Se han realizado diversos intentos de explorarlos con pequeños robots
teledirigidos: en 1992, el robot Uauput 2 recorrió 65 metros de longitud por uno de
estos conductos, siempre hacia arriba, para encontrar el paso cortado por un bloque
de caliza que presentaba “asas” de cobre. Poco tiempo después otro robot perforó un
hueco en uno de los cierres de los conductos, encontrando un segundo cierre más
potente.
En 2011, el proyecto Djedi empleó una cámara pequeña con posibilidad de realizar
giros, para sortear las curvas hechas por alguno de estos conductos, localizando
jeroglíficos pintados en rojo en las paredes y descubriendo que la “puerta” con las
asas de cobre presentaba un excelente acabado por ambos lados.
La cámara del Rey mide 10,5 metros de este a oeste y 5,2 de norte a sur, con un
techo plano a casi 6 metros de altura. A casi un metro del suelo, en las paredes
norte y sur, se encuentran dos conductos estrechos que conducen al exterior de la
pirámide, quizás asociados con rituales que permitieran el ascenso del espíritu real
a los cielos. No siguen una línea recta, por lo que no es posible ver el exterior.
Paredes, suelo y techo son de granito; el techo lo forman nueve losas con un peso
conjunto de unas 400 toneladas, sobre el cual existen unos compartimentos
llamados cámaras de descarga. Todos, excepto el superior, que presenta vertientes a
dos aguas, tienen el techo plano. Se cree que su función era proteger la cámara del
Rey contra posibles derrumbes de la parte alta de la pirámide. Como no se
plantearon que fueran accesibles, no presentaban un trabajo cuidado. Se
descubrieron en el s. XIX mediante el uso de explosivos que perforaban las enormes
losas graníticas.
El único objeto en el interior de la cámara es un sarcófago rectangular de granito,
algo más ancho que el pasaje ascendente, lo cual implica que fue dispuesto durante
las obras de construcción. Está muy mal acabado, por lo que se piensa que fue
realizado con prisas por motivos desconocidos.
Ya Petrie, a finales del s. XIX, observó que las caras de la pirámide presentan dos
planos ligeramente inclinados hacia el centro, por lo que técnicamente presenta
ocho lados en planta, con forma de estrella de cuatro puntas. La ausencia de
revestimiento dificulta la observación de este fenómeno, que sería más visible en su
forma original.
Esto provoca que durante los equinoccios parte de las caras norte y sur estén
iluminadas y parte permanezcan en sombra a la salida del sol y al ocaso. Se conoce
esto como efecto relámpago. Su duración es breve y debía de ser espectacular.
La pirámide de Keops formaba parte de un complejo funerario mayor: incluía un
Templo del Valle, hoy enterrado bajo la localidad de Nazlet el-Samman, unido por
una calzada que apenas se ha conservado. Un templo funerario se hallaba adosado
al cuerpo de la pirámide, hoy desaparecido a excepción del pavimento de basalto
negro.
Además se elevaban tres pirámides menores, conocidas como Pirámides de las
Reinas, y cinco pozos para barcos, dos de los cuales, en el lado sur, aún contenían
barcos intactos desmontados, uno de los cuales ha sido reconstruido y se exhibe en
un edificio ad hoc.
Llegó a existir una cuarta pirámide subsidiaria, casi destruida en la actualidad y
enterrada bajo escombros y arena.
Todo el complejo, incluyendo las pirámides de Kefrén y Micerinos, se hallaba
rodeado por un muro de bloques ciclópeos, el Muro del Cuervo , en cuyo exterior
se levantaba una pequeña ciudad de artesanos y trabajadores, así como un
cementerio, ligados con las larguísimas obras de construcción del complejo así como
con el culto posterior de los faraones.
Se conocían tres pozos con forma de barco junto a la pirámide, aunque de escasa
profundidad, y vacíos. Sin embargo, en 1954 el arqueólogo egipcio Kamal el-Mallakh
encontró un cuarto pozo rectangular, estrecho, aún cubierto con losas de hasta 15
toneladas. Dentro había 1224 piezas de madera, de entre 23 metros y 10 cm de largo.
Trabajando con constructores de barcos tradicionales de las cercanías, consiguieron
recomponer un barco de madera de cedro, de 43 metros de largo, con las cuadernas
sujetas mediante cuerdas.
Durante la construcción del edificio que alberga este barco se descubrió un quinto
pozo que se dejó sellado para proteger el contenido en espera de que futuras técnicas
de excavación permitan obtener más información.
Supuestamente es una barca solar , con propósitos ceremoniales, por lo que aunque
apta para la navegación apenas llegó a surcar el río. Según la religión egipcia, en esta
nave el rey resucitado sería llevado junto al dios solar Ra a lo largo de los Cielos.
Posiblemente sería empleada para trasladar el cadáver del rey de Menfis, en la orilla
opuesta, a Guiza.
Existen otros ejemplos de barca solar en el Antiguo Egipto, pero esta es la
embarcación mejor conservada de esta época.
Keops tuvo como heredero a Dyedefra, que sucedió a su padre y gobernaría durante
unos 20 años, aunque no es seguro que fuese ese tiempo.
Mandó construir una pirámide, hoy casi desaparecida, lejos de la meseta de Guiza,
unos 8 km al norte, que al parecer fue desmantelada en época romana para ser usada
como cantera tras la instalación de un recinto militar en los alrededores.
Nunca llegaría a ser una obra de grandes dimensiones, se calcula que pudo haber
alcanzado los 68 metros de altura, de los que ahora sólo quedan 12, por 106 metros
de lado, con un ángulo de unos 60º de inclinación. La escasa altura de la
construcción quedaba compensada por la mayor elevación del terreno en esa zona,
con lo que la cúspide estaba unos 20 metros por encima de la altura sobre el nivel del
mar que alcanza la de Keops (226 por 207 metros).
A Dyedefra le sucedió su hermano Kefrén (Jafre, en egipcio), otro de los muchos hijos
de Keops, que reinaría unos 24 ó 25 años, aproximadamente hasta el 2530 a. C.
Mandó construir la segunda pirámide más grande del complejo de Guiza y de Egipto,
que fue llamada Jafre es Grande , a la que acompaña una pirámide subsidiaria de
pequeño tamaño y el habitual complejo de Templo funerario anexo, avenida
ceremonial y Templo del Valle, así como la Gran Esfinge y un templo relacionado con
ella.
Mide de lado en la base 215,5 metros, y alcanza 136,4 metros (originalmente llegaba a los
143,5 metros), con un ángulo de inclinación de 53º 10 , frente a 51º 50 de la de Keops. Se
sitúa en una eminencia rocosa 10 metros más alta que la zona donde se construyó la de
Keops, por lo que visualmente parece más alta.
Probablemente fue saqueada pocos siglos después de su construcción, durante el Primer
Periodo Intermedio. Tiempo después, se empleó parte de la fina caliza de su revestimiento
para construir un templo en Heliópolis, siguiendo órdenes de Ramsés II.
Construida con grandes bloques de caliza que hacia la parte alta van disminuyendo de
tamaño, conserva todavía en la parte alta buena parte del revestimiento fino, pero le falta
parte del ápice y el remate, el piramidión. La fila baja del revestimiento era de granito rosa,
pero el resto de caliza blanca de Tura.
La regularidad es nuevamente prodigiosa: menos de 8 cm de error en la longitud
de cada lado; menos de 5 30 de error en la orientación a los puntos cardinales.
Los bloques del interior son algo menos cuidados que los de la pirámide de Keops,
y estaban fijados sin cemento, que sólo se utilizó para el recubrimiento exterior.
La pirámide se levanta sobre un macizo calcáreo elevado, que hubo de ser
regularizado. Parte de la base rocosa aún puede verse en algunos de los lados.
Existen dos entradas, en el lado norte, ligeramente desplazadas del eje central, una
a ras de suelo y la otra a casi 13 metros de altura, así como un boquete practicado
por saqueadores a unos 8,5 metros del nivel del suelo.
La entrada original estaba a casi 13 metros del
suelo; de ella parte un pasillo inclinado 26º 30
durante 37 metros, recubierto de granito rosa;
desemboca en un pasillo horizontal que
comienza con un pasaje sellado por un bloque
deslizante, de casi 40 cm de espesor, abierto por
Belzoni a comienzos del s. XIX. Este pasillo
horizontal era originalmente una trinchera
excavada en el suelo calizo, que posteriormente
fue cubierto por la masa construida de la
pirámide. Finaliza en la cámara funeraria.
La cámara se halla protegida por diecisiete pares
de grandes bloques de caliza dispuestos en
ángulo sobre ella, para distribuir el enorme peso
de más de 140 metros de pirámide por encima.
El suelo está excavado en el macizo rocoso. Se
encuentra todavía el sarcófago, de granito rosa,
muy bien trabajado.
Una segunda entrada, a ras de suelo, había sido cerrada en la Antigüedad con grandes
bloques de piedra. Conducía a una segunda cámara vacía, excavada en el suelo de la
meseta calcárea. Se unía por un pasadizo al nivel superior.
Existió una pequeña pirámide anexa, hoy arrasada, que cubría un pasillo descendente
que finalizaba en una cámara rectangular, probablemente destinada al culto del Ka del
faraón muerto.
El templo funerario está muy cerca de la pirámide, aunque separado, medía 111x48 m
de lado, aunque se halla en estado muy ruinoso. Junto a él se localizaban cinco fosas
para otras tantas embarcaciones, hoy desaparecidas.
El templo del valle se halla en bastante mejor estado, era cuadrado y medía casi 50
metros de lado por 13 de altura; construido en caliza, lo recubría granito rosa de
Asuán. En un pozo excavado en el vestíbulo norte apareció una estatua del faraón
Kefrén protegido por Horus, el dios halcón.
La esfinge es una escultura monolítica, de grandes dimensiones (unos 70 metros de
largo por 6 de ancho y 20 de altura), excavada en la caliza de la meseta de Guiza. Se
atribuye su construcción al reinado de Kefrén (hacia 2588-2532 a. C.)
Ninguna inscripción del Imperio Antiguo se refiere a ella; en el Imperio Nuevo, unos
1000 años después, era llamada Hor-em-ajet (Horus del horizonte). Tutmosis IV, en el
s. XIV, realizó tareas de restauración y dejó una inscripción refiriéndose a ello, con una
gran estela que dispuso entre las patas delanteras.
El nombre de esfinge fue puesto por los griegos unos dos milenios después de que fuese
construida, a partir de una bestia mitológica de la cultura helena.
La identificación con Kefrén se debe a que se sitúa junto a su complejo funerario
(pirámide-templo-calzada-templo) y a que su nombre, incompleto, se cita en la Estela
del Tutmosis, aunque sin más explicaciones.
La ausencia de la nariz parece deberse a la iconoclastia de un tal Muhamad al-Dahr,
quien en 1378, viendo que los campesinos locales adoraban la estatua, procedió a
destruir la nariz con la ayuda de barras de metal a modo de cuñas. Al-Maqrizi,
historiador egipcio del s. XV, narra que el destructor fue colgado por vándalo.
Las historias sobre soldados napoleónicos son falsas: los grabados de mediados del
XVIII ya muestran la mutilación de la cara.
hacia 1880!
Comienzos s. XX!
1755!
Micerino (Menkaure, en egipcio), sucedió a Kefrén, de quien sería hijo, y reinó
aproximadamente hasta 2500 a. C. Se conservan numerosas estatuas suyas, de gran
belleza.
La pirámide de Micerinos tenía en origen 65,5 metros de alto por 108,5 metros de
lado en la base. Las caras se inclinan 51º 20 . La parte inferior se hallaba recubierta
de granito, mientras que la parte superior de caliza blanca de Tura. Junto a ella se
encuentran 3 pirámides subsidiarias, que probablemente no llegaron a terminarse
nunca. El conjunto en general muestra señas de haber quedado inacabado, quizás
por la muerte temprana del faraón.
La pirámide de Micerinos tenía en origen 65 metros de alto por 105 metros de lado
en la base. Las caras se inclinan 51º 20 . La parte inferior se hallaba recubierta de
granito, mientras que la parte superior de caliza blanca de Tura. Junto a ella se
encuentran 3 pirámides subsidiarias, que probablemente no llegaron a terminarse
nunca. El conjunto en general muestra señas de haber quedado inacabado, quizás
por la muerte temprana del faraón.
Presenta una gran brecha vertical en el lado norte practicada por los trabajadores
del sultán mameluco Osman Bey en la búsqueda de la entrada, que ya habían
encontrado en las otras dos pirámides. Su trabajo no dio frutos, aunque a cambio de
la destrucción permite estudiar el sistema constructivo interno.
En el siglo XIX se localizó la entrada, a cuatro metros sobre el suelo y bajo la
vertical del gran boquete anterior.
Un corredor conduce a una antecámara con las paredes decoradas con motivos
típicos de las fachadas de los palacios, siendo la primera pirámide con este tipo de
adornos en las salas internas.
Tras esta antecámara se halla un pasaje con tres bloques deslizantes que sellaban el
acceso al resto de la pirámide, consistente en otro pasillo que finalizaba en una
cámara principal. Bajo ella, y accesible desde el suelo por un pasadizo, se encuentra
una cámara alargada, recubierta del granito rosa de Asuán, donde se halló el
sarcófago del rey, esculpido en basalto, con decoración tipo fachada , imitando
bandas verticales y puertas. A costa de grandes esfuerzos, fue extraído de la
pirámide (hubo que desmontar algunos bloques de las paredes por ser más ancho) y
llevando a Alejandría, donde fue embarcado hacia Londres. Sin embargo, a la altura
de Cartagena, una tempestad hundió la goleta Beatrice, con todo su contenido. Era
1838, se salvaron todos los tripulantes y al parecer no hay más que 40 metros de
profundidad en la zona. Sin embargo, hasta el momento no se ha intentado la
recuperación, quizás por problemas diplomáticos sobre la propiedad de los restos…
Al este de la pirámide se levantaba el templo funerario, construido con grandes
sillares de caliza y que albergaba diversas estatuas en alabastro del rey. Algunos de
los bloques empleados en los muros pesan más de 200 toneladas. De ahí partía
hacia el templo del valle una calzada de unos 600 metros de largo.
El templo del valle, como todo el complejo, nunca fue terminado, aunque también
contenía varias estatuas del rey acompañado de divinidades, las triadas de
Micerinos.
Al parecer, los edificios resultaron dañados siglos después, en la VI dinastía, por un
desastre natural (terremoto???) y fueron restaurados y modificados. En épocas
posteriores fueron ocupados por gente que dividía las grandes estancias en pequeños
espacios, hasta que fue abandonado en el Imperio Medio y empleado como cantera
hasta la Edad Media.
Las tres pirámides cercanas se interpretan con ciertas dudas: una podría acoger el
culto del Ka del faraón, aunque algunos las relacionan con las reinas u otros
parientes del faraón. Una de ellas es de caras lisas y las otras dos escalonadas.
Tras los grandes faraones de la IV Dinastía comienza una época de conflictos
territoriales entre distintas regiones de Egipto. Los sucesores de Micerinos ya no
construyen pirámides, sino de nuevo mastabas. Shepseskaf se entierra en Saqqara,
en una gran mastaba de casi 20 metros de altura y 105x78 de planta.
Se considera que el Imperio Antiguo de Egipto finaliza con la VI Dinastía, hacia el
2190 a. C. Faraones como Pepi I y Pepi II se entierran en pirámides en la zona de
Saqqara, pero son construcciones pobres, que han soportado mal el paso del tiempo:
hoy semejan colinas erosionadas, con algunos bloques en la zona exterior que
recuerdan su forma original. Su importancia deriva de ser las primeras
construcciones en las que aparecen los textos funerarios llamados Textos de las
Pirámides, que incluyen fórmulas mágicas y religiosas, descripciones de rituales,
ceremonias, etc.
Una amplia sequía en torno al 2200 a. C. pone fin al Imperio Antiguo, al que sucede
el llamado Primer Periodo Intermedio, durante el que se suceden diversas dinastías
(de la VII a mediados de la XI) en sólo 140 años, hasta aproximadamente el 2040 a.
C. El poder pasa a ser regional, y los faraones pierden influencia, conservando el
titulo nominalmente. En el bajo Egipto el nomarca de Heracleópolis controla el
territorio, mientras que en el Alto Egipto es el de Tebas quien lo hace. Mentuhotep II
se hace con el poder en todo Egipto hacia el 2040, unificando de nuevo el país.
El Imperio Medio ocupa las Dinastías XI y XII, y es una época de expansión
territorial (especialmente hacia el Sur, llamado el país de Kush, que es fortificado
para acceder a los recursos) y agrícola, con la puesta en regadío de amplios territorios
en torno al oasis de El Fayum.
Uno de los faraones más conocidos es el segundo de la Dinastía XII, llamado
Senusret o Sesostris. A él se atribuyen diversas construcciones entre las que destaca el
templo de Atum-Ra en Heliópolis, que contaba con dos obeliscos de granito rojo de
Asuán. Uno de ellos, aún en pie, es el obelisco más antiguo que se conserva. Fue
enterrado en una pirámide construida según un nuevo procedimiento más
económico: un núcleo de adobe a base de compartimentos que se rellenaban con
arena y escombros, todo ello recubierto de sillares de piedra. Medía 105 metros de
lado y 61 de altura.
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