Violencia y barbarie contra Médicos sin Fronteras El testimonio de

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Violencia y barbarie contra Médicos sin
Fronteras
El testimonio de la consternación ante una tragedia incomprensible de un
Médico sin Fronteras que reclama reflexión activa sobre la violencia e la
comunidad médica.
Fuente: IntraMed
"Nuestra tarea como médicos, nuestra responsabilidad, no puede ya mas
limitarse a lo técnico, que
es indispensable pero no
suficiente"
Otra vez la violencia ofensiva,
la barbarie, otra vez la
hipocresía de hablar de
“daños colaterales”: esta vez
hacia compañeros de
Médicos sin Fronteras en
Kurduz (Afganistán) como
antes hacia tantas y tantas
vidas de civiles inocentes,
inermes.
Acabo de regresar de mi décima misión en MSF, esta vez en Yemen (donde ya
había estado en 2010 y 2011), y de comprobar una vez más las secuelas físicas,
sicológicas y sociales de una geopolítica perversa, como en el tema que nos ocupa
hoy.
Hay dolor, hay bronca, pero las organizaciones médico-humanitarias que, muchas
veces a su pesar, actúan tercerizando las funciones que corresponden a los
Estados, cumplen su función a través de voluntarios que asumen
conscientemente los riesgos “viviendo y trabajando entre gentes cuya dignidad es
violada día a día” (discurso de aceptación del Premio Nobel a MSF en 1999) y
dando, con su presencia física en el lugar, testimonio de lo que allí han visto.
La pregunta que surge con frecuencia es por qué lo hacen. Ciertamente no es por
la paga (exigua para muchos standards), ni por sentirse heroicos o indispensables
porque es mucho mas lo que se recibe (en afecto, en enseñanzas de vida y de
profesión) que lo que se da.
La respuesta a la pregunta es simple: ¿y porqué no?
La posibilidad de ser "Sin Fronteras", de no tener fronteras (económicas, de
culturas, de geografías) que nos separen de nuestros semejantes que están
pasando una situación difícil, de acompañarlos, de cuidar pero también de ser
cuidados, de darle un sentido y un para qué a lo que hemos aprendido, de
comprobar que no estamos solos en esto sino que hay compañeros de todas
partes del mundo que actúan igual y que seguirán actuando cuando uno de
nosotros se va, es parte de la respuesta.
No obstante ante la repetición de estos episodios de ataques a hospitales,
ambulancias, personal sanitario, pacientes, es evidente que nuestra tarea como
médicos, nuestra responsabilidad, no puede ya mas limitarse a lo técnico, que es
indispensable pero no suficiente. Nunca lo fue, pero nunca como ahora sabemos lo
que ocurre más allá de nuestros límites geográficos y no podemos, no debemos,
permanecer callados.
Por eso es necesario y urgente que nuestras `publicaciones científicas, nuestros
cursos, nuestros Congresos y reuniones amplíen su horizonte e incorporen en sus
programas a esta violencia como tema de estudio y debate: sus causas, sus
consecuencias, nuestro firme rechazo y condena, nuestro compromiso.
Dr. Carlos Trotta (para IntraMed)
Dr. Carlos Trotta: Jefe de la Sala de Cirugia
Cardiovascular del Hospital Oscar Alende de Mar
del Plata (Institución que- en su carácter de
entidad de bien público ha autorizado que
cumpliera misiones en; Sri Lanka, Haiti, Gaza,
Kenia, Sur Sudan y Yemen, esto último en 2
oportunidades- siempre en ocasión de crisis
humanitarias). Es cirujano general y
cirujano cardiovascular formado en las residencias del Hospital de Ingenio Ledesma en Jujuy,
del Hospital Castex de San Martin, Eva Perón) y en la Cleveland Clinic de E.E.U.U. Estuvo en
dos oportunidades, un fellowship en cirugía vascular con el Dr. Edwin Beven y en una
segunda oportunidad haciendo el fellowship en cirugía cardiovascular con los Dres. Floyd Loop
y Delos Cosgrove. Trabajó en el Lincoln Hospital en el Bronx, en Nueva York haciendo trauma
cardiovascular.
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