48 LATERCERA Viernes 14 de diciembre de 2012 Mundo Derecha europea apadrina a Monti Miguel González (El País) Bruselas RR El actual líder de la socialdemocracia alemana Peer Steinbrück aspira a superar el próximo año el 30% de apoyo. Oposición alemana alista coalición para derrotar a Merkel R Los líderes de la SPD y los Verdes se unieron de cara a comicios de 2013. Enrique Müller Berlín Cuando Peer Steinbrück fue investido candidato al cargo de canciller por el opositor partido socialdemócrata alemán, el SPD, el domingo pasado, hizo dos promesas que inquietaron e hicieron temer a la actual jefa de gobierno, Angela Merkel, por su futuro político. Steinbrück señaló que no debían contar con él para formar un gobierno de “gran coalición” (con la CDU) y, al mismo tiempo, confesó que su R Partido Liberal también podría unirse a un gran pacto opositor. meta era dar nuevamente vida a un gobierno junto con Los Verdes, como el que nació en 1998 gracias a la alianza que sellaron el socialdemócrata Gerhard Schröder y el legendario líder de los Verdes, Joschka Fischer. La visión de un nuevo gobierno formado por socialdemócratas y verdes comenzó a cobrar actualidad el miércoles pasado, cuando Steinbrück compareció ante la prensa en Berlín acompañado de Jürgen Trittin, el principal abanderado de los Verdes para las elecciones generales de 2013. Aunque los dos políticos deseaban presentar un proyecto de ley que obliga a la banca privada a financiar sus propios errores, ambos pusieron más énfasis en resaltar la nueva amistad que los une. El espectáculo mediático cautivó a los veteranos periodistas germanos, que recordaron con ironía la furiosa antipatía que despertaba Peer Steinbrück en las filas de los Verdes, cuando ocupó el cargo de ministro presidente de Renania del Norte Westfalia y los ata- ques que lanzaba Trittin desde el Bundestag contra su nuevo amigo, a quien acusaba de diletantismo y de ser poco creíble, cuando Steinbrück ocupaba la cartera de Finanzas. La posibilidad de acabar con el “reinado” de Angela Merkel provocó el milagro de la gran amistad que ahora une a los dos políticos, que sueñan con dirigir los destinos de la primera potencia económica de Europa, uno desde las modernas oficinas de la cancillería germana y el otro como ministro de Finanzas. El sueño puede convertirse en realidad si el SPD, de la mano de Steinbrück, logra salir del estado comatoso que sufre a causa del resultado que obtuvo en las última elecciones: un miserable 23 % de los votos, el peor resultado obtenido por el SPD en la posguerra. Las encuestas más recientes señalan que el SPD podría lograr un 30% de los votos y los Verdes entre un 14 y un 16%, si este domingo los alemanes tuvieran que acudir a las urnas. La Democracia Cristiana recibiría entre un 36 y un 38 % y su aliado, el partido Liberal, si tiene suerte, un raquítico 5 %. Si se repite este panorama el 22 de septiembre de 2013, Angela Merkel estaría obligada a buscar nuevos aliados para seguir en el poder. La férrea promesa de Steinbrück de rechazar una alianza con la CDU para formar un gobierno de gran coalición, impactó por razones diferentes a los líderes del Partido Liberal (FDP), que vieron la posibilidad de seguir en el poder si son invitados a formar una alianza con el SPD y los Verdes, si estos dos partidos no logran obtener una mayoría en el Bundestag. Esta triple alianza que en Alemania recibe el nombre de “Ampelkoalition” (coalición semáforo) por el color que identifica a los tres partidos rojo para el SPD, amarillo para el FDP y verde para Los Verdes-, cuenta con el apoyo de varios militantes distinguidos del partido Liberal, como la actual ministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Scharrenberger. La llamada “coalición semáforo” a nivel federal no es utópica por dos razones. Los socialdemócratas y liberales formaron una alianza que nació en 1969 y duró hasta 1982. b Si hace poco más de un año la derecha europea forzó la caída de Silvio Berlusconi y su sustitución por el tecnócrata Mario Monti, para evitar que Italia se despeñara por el abismo de la crisis arrastrando al resto de la zona euro, ahora apadrinó una operación política para que este último siga en el Palacio Chigi después de las elecciones legislativas adelantadas a febrero. Incluso si no se presenta. El escenario del compromiso fue la Academia Real de Bélgica, donde los líderes del Partido Popular Europeo (PPE) celebraron su tradicional almuerzo previo a cada cumbre de la UE. Como jefe del Pueblo de la Libertad (PDL), Berlusconi era uno de los invitados, aunque su nombre no figuraba en la lista de asistentes distribuida a la prensa. A quien no se esperaba era a Mario Monti, que apareció a última hora cuando la mayoría de los comensales estaban ya sentados a la mesa. Fue el presidente del PPE, el belga Wilfried Martens, quien le invitó a lo que, más que un almuerzo, fue su acto de ingreso en el club político más poderoso de Europa. Monti no pertenece a ningún partido y, como profesor universitario, presume de estar por encima de intrigas y banderías políticas.b