LA MÚSICA BARROCA La música barroca está vinculada al arte barroco, que transcurre desde finales del Renacimiento –inicios del S. XVII hasta la mitad de S. XVIII–, que comenzará el Neoclasicismo. Se desarrolla desde el 1607, estreno de la ópera Orfeo y Eurídice, de Monteverdi, hasta 1750, muerte Juan S. Bach. Sus características coinciden, fundamentalmente, con las otras artes. En la arquitectura barroca destacan los movimientos de las fachadas, los frontones partidos, las columnas retorcidas o salomónicas, adornos recargados y retorcimiento en las formas. En pintura, se favorece el movimiento de las figuras –también en las imágenes–, las técnicas de claroscuro o tenebrismo. En la música se desarrolla al máximo la armonía de las voces e instrumentos, el uso del bajo continuo, frecuentes florituras y recursos expresivos. También participa del esplendor y la vida galante de la nobleza y las monarquías absolutas del momento, así como de la pompa y el lujo propios de estas cortes. El barroco es una de las época más fecundas de la música, con compositores de máxima altura, como Vivaldi, Haendel o Bach, que influirán poderosamente en la posteridad. La orquestación adquiere valor por sí misma, independientemente del texto o de las voces, aunque también acompaña frecuentemente a estas. Se despliegan nuevas técnicas compositivas y un mayor conocimiento de los instrumentos. Se expande la forma sonata, el concerto grosso, la ópera, el oratorio y el ballet. Se considera a la música como transmisora de emociones, hecho que adquirirá su máxima expresión, más tarde, en el romanticismo. PRINCIPALES COMPOSITORES DEL BARROCO Claudio Monteverdi (Cremona, 1567 – Venecia 1643 ). Podíamos decir que en él se une el final de la música renacentista, con sus famosos madrigales, y el comienzo de la barroca, que tiene su esplendor en la ópera Orfeo y Euridice. Es considerado el padre de la opera. Henry Purcell (1659 - 1695). Probablemente el mejor compositor inglés de todos los tiempos. De entre sus óperas cabe mencionar Dido y Eneas (1689). Pero la obra que más fama le dio fue “Música para los funerales de la Reina Mary”: María II de Inglaterra (1662 – 1694). Arcángelo Corelli ( Fusignano–Ravena 1653 — Roma 1713) Corelli fue famoso como compositor y como intérprete, viajó a Francia e Inglaterra en varias ocasiones, siendo acogido con júbilo por la alta aristocracia. Solían llamarlo el Príncipe de los músicos. Su mayor aportación fue la creación del concerto grosso. Johann Christoph Pachelbel (Nüremberg 1653 - 1706). Organista y clavecinista alemán. Fue maestro de un hermano mayor de Bach. Ha pasado a la posteridad, sobre todo, por su célebre Canon en Re mayor, para tres violines y bajo continuo. Alessandro Marcello (Venecia, 1669 — 1747) Es autor de numeroso de conciertos, entre los que destacan “La cetra” (la lira). Ha llegado también hasta nuestros días por su célebre Concierto para oboe y orquesta. Tomaso G. Albinoni (Venecia, 1671 - Venecia, 1751) Era admirado entre sus contempéranos como compositor de ópera, las cuales han pasado, prácticamente, al olvido. Recordándose de él, hoy día, sus composiciones para orquesta, como el célebre El Adagio en sol menor. Antonio Vivaldi (Venecia, 1678 - Viena,1741). Una de las grandes figuras del barroco. Consagrando la forma concierto que iniciara Corelli. Fue sacerdote, “il prete rosso”, le llamaban por e color rojizo de su pelo. Y trabajó durante años en el Ospedale della Pietà, que acogía a niñas de Venecia sin padres reconocidos. “Las cuatro estaciones” es su obra más famosa. Georg Friedrich Händel (Halle 1685 – Londres 1759). Junto con J. S. Bach constituyen la cumbre, no sólo de la música barroca, sino de la música universal. Destacan sus obras para teclado, sus óperas y sus Oratorios, sobre todo, El Mesías. Johann Sebastian Bach. Para algunos, el mejor músico de todos los tiempos. Entre sus obras, “El clave bien temperado”, “El arte de la fuga”, cima del clavecín. Y lo más asombroso, su Pasión según San Mateo. Su influencia en la música posterior es incuestionable. Jean Philippe Rameau (Dijon1683 - París 1764) Gran clavecinista y teórico de la música. Destaca, entre sus obras, la ópera – ballet, “Las indias galantes”.