Módulo 9

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Guía del estudiante:
Módulo 9. Discusión en pequeños grupos: Impacto emocional de los desastres
en los niños y las familias
Caso 1: Cómo responder al impacto de un desastre natural sobre una escuela
Una escuela primaria ubicada en el centro de la ciudad cuenta con 350 estudiantes de
entre 5 y 12 años. Durante el almuerzo, mientras los estudiantes se reúnen afuera, el
personal advierte que el clima comienza a empeorar rápidamente, solicita a los
alumnos que regresen al edificio y agrupa a varios de ellos en el comedor. Todos los
estudiantes y el personal se encuentran dentro de la escuela cuando el viento
comienza a soplar violentamente y se desata una tormenta. Uno de los árboles
ubicado cerca del comedor de la escuela se arranca de raíz y golpea la ventana
principal de la sala, lo que provoca que una gran cantidad de vidrios caiga
directamente sobre una mesa donde seis estudiantes habían estado almorzando.
Momentos antes de que el árbol cayera uno de ellos se había dirigido al baño (lo que
implica que el resto esperaba que su compañero regresara) y no resulta herido; tres de
los estudiantes mueren por el impacto y dos sufren heridas graves, pero no letales. Al
menos otros diez niños presentan lesiones, incluidas una laceración ocular (que podría
derivar en ceguera), dos heridas faciales y varias laceraciones de extremidades que
provocan hemorragias significativas, aunque se espera que sanen sin complicaciones.
Al menos 50 estudiantes presencian el suceso en forma directa, y muchos otros ven
que hay niños sangrando y otros que huyen del comedor. La tormenta pasa
rápidamente pero, debido al daño extendido que ha ocasionado, resulta difícil transitar
las calles que conducen a la escuela y el servicio de respuesta a emergencias se
demora. Por lo tanto, transcurren más de dos horas antes de que los rescatistas,
familiares o miembros de la comunidad puedan llegar a la institución. Durante este
lapso de tiempo, toda la escuela se entera de la muerte de los estudiantes, y muchos
niños lloran y se preocupan por su propia seguridad.
1) Posteriormente, esa tarde, usted participa de una reunión de planificación con el
personal de la escuela en el hospital local donde varios niños fueron atendidos. Los
integrantes del personal le preguntan: “¿Qué tipo de reacciones es posible que
observemos en nuestros estudiantes y en el personal esta tarde y durante las
próximas semanas?”
Enumere algunas reacciones inmediatas, a corto y a largo plazo, que se pueden
esperar entre los estudiantes y el personal de la escuela.
2) Según el personal, la escuela cuenta con 350 estudiantes y 25 empleados adultos.
Sólo hay un empleado a quien el director considera capaz de brindar servicios de
salud mental. Se logra reunir a cinco personas más provenientes de otras escuelas,
instituciones de salud mental y grupos comunitarios. Debido a que el personal que
puede responder al incidente es escaso, se le pide asesoramiento acerca de si existen
factores de riesgo para identificar a los niños que requieren atención inmediata y a los
alumnos e integrantes del personal que pueden llegar a beneficiarse a partir del apoyo
de salud mental adicional
Enumere algunos factores de riesgo para problemas de adaptación.
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3) La comunidad decide organizar una reunión informativa esa tarde, a la que asisten
200 padres. Se le solicita que intervenga en la reunión y aconseje a los padres acerca
de cómo hablar a sus hijos sobre lo sucedido, y cómo brindarles apoyo y asistencia.
¿Qué recomendaría?
Realice una lista de los aspectos principales que desea transmitir a los padres acerca
de qué decirles a sus hijos y cómo brindarles apoyo y asistencia. Aborde, en especial,
temas relacionados con información a compartir, programas de televisión informativos
y preguntas que los niños tal vez hagan, así como respuestas recomendadas. No dude
en reunir una lista de preguntas que podría anticipar, aunque no sepa cuál sería la
mejor respuesta. Prepare un volante de una página y entrégueselo a cada familia.
Caso 2: Planificación hospitalaria de gestión del desastre para brindar servicios de
salud mental
Lluvias intensas durante varios días ocasionan un abrupto incremento en el cauce de
un río que atraviesa el sur de una zona densamente poblada de la ciudad, lo que lleva
a que se inunde una gran cantidad de hogares, sin anticipación. Debido a que la
inundación se produjo en medio de la noche y no había sido anticipada, los hogares de
la zona no habían sido evacuados y mucha gente murió ahogada mientras dormía o
quedó atrapada en sus viviendas. Muchos otros resultaron heridos al intentar
abandonar sus hogares atravesando el agua que les llegaba a la cintura. Si bien en las
siguientes 5-6 horas el agua retrocedió y se pudo llegar a más hogares, los informes
sobre la cantidad de víctimas se incrementan y extienden por todo el pueblo, lo que
lleva a que los ciudadanos huyan caóticamente a zonas más elevadas. En una parte
de la ciudad, al menos 10 individuos mueren y 20 resultan gravemente heridos en una
estampida generada cuando 300 personas reunidas en un edificio que los residentes
locales consideraban seguro huyeron por una pequeña entrada, al ver que ingresaba
agua de manera repentina por otras entradas del edificio en el que se habían
refugiado. Durante estas caóticas evacuaciones, muchos niños del pueblo se separan
de sus familias y se los encuentra llorando afuera de las casas o en medio de la calle.
En una hora, alrededor del 20% de la población comienza a reunirse en el hospital de
la ciudad, que se encuentra en la cima de una montaña, a fin de recibir tratamiento
para las heridas o en busca de niños, familiares y amigos desaparecidos.
En su pequeño grupo de trabajo, comience a desarrollar planes para responder a las
probables necesidades de apoyo y salud mental de uno de los siguientes grupos:
1) Pacientes (niños y adultos) que resultaron heridos durante la inundación o en las
secuelas
2) Familiares de los heridos o desaparecidos y visitantes
3) Trabajadores de la salud (personal del hospital)
Para cada grupo (i.e., pacientes, familiares/visitantes, trabajadores de la salud):
1. Enumere los servicios de apoyo y salud mental que se pueden requerir
2. Desarrolle un plan para efectuar triage en los individuos que requieran servicios de
salud mental
3. Enumere grupos de profesionales que puedan convocarse para brindar servicios de
apoyo y salud mental
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Caso 3
Se produce un sismo de alta intensidad cuyo epicentro está cerca de una localidad de
6000 habitantes. Sus principales actividades económicas son la minería, huertos
familiares y pastoreo de cabras. Cuenta con cuatro escuelas básicas y un liceo para
una población total de 1100 estudiantes, un centro de salud con dos médicos, una
enfermera y una partera, dos postas rurales con un paramédico y dos ambulancias
para llevar pacientes al hospital de la ciudad más cercana, situada a 150 km.
El terremoto ocurre durante la noche, cuando las familias se encuentran en sus casas.
En un sector más antiguo de la ciudad, donde la construcción es de adobe, debido al
derrumbe de numerosas viviendas mueren 48 personas, en su mayoría adultos
mayores y mujeres. De los fallecidos, ocho son niños y niñas, alumnos de una misma
escuela. El edificio de la escuela de ese sector sufre daños importantes, así como el
centro de salud ubicado en una zona cercana. El equipo de salud debe trabajar solo
hasta la llegada de personal de apoyo desde el hospital.
Preguntas
1. ¿Cómo comienza a organizar la asistencia emocional de la población infantil?
2. Una vez identificada la población infantil, ¿cuál considera que debe ser su función
como pediatra en la evaluación del impacto emocional del desastre en este grupo
etario?
3. ¿Qué factores de deben tener en cuenta al evaluar el impacto emocional de la
población infanto-juvenil?
Caso 4
Una madre concurre a un centro de salud con su hijo de 9 años. La madre refiere que
recientemente su familia ha perdido su casa y pertenencias a raíz del desborde de un
río luego de lluvias muy intensas. Han sido evacuados. El motivo de la consulta es que
su hijo lleva dos semanas sin querer separarse de su lado, se asusta de los ruidos
fuertes y no quiere regresar a la escuela. La madre informa que cuando fueron
evacuados, Esteban repetía constantemente: “las lluvias siguen; ¿por qué no deja de
llover…? Yo creí que aquí estaríamos a salvo”.
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Preguntas
1. ¿Cuáles son las características individuales y los factores que condicionan la
vulnerabilidad del niño?
2. ¿Qué atención brindaría al niño y a la madre?
3. ¿Qué intervención planearía para la familia?
Caso 5
Usted es pediatra de guardia en un hospital al que ingresan varios pacientes víctimas
de un incendio en un centro comercial cercano. Una de ellas es una mujer que ha
sufrido quemaduras graves y se encuentra inconsciente. Ingresa acompañada de sus
dos hijos, una niña de 9 años y un niño de 5, que debieron ser separados de la madre.
Usted es requerido para brindar atención a los niños, que no presentan heridas ni
lesiones de importancia.
Preguntas
1) ¿Qué haría ante una situación similar?
2) ¿Cuál es el rol del pediatra en este tipo de situaciones?
3) ¿Cómo está determinada la vulnerabilidad emocional del niño?
Caso 6
Usted recibe en el centro de salud a la Sra. Yadira que concurre con su hijo Marcelo
de 6 años. Hace 2 semanas han perdido a las dos hermanas de Marcelo a causa de
un deslave en la localidad donde vivían. Ella relata que “no entiende qué le sucede a
su hijo”. El niño lleva cinco días sin querer hablarle, le cuesta dormirse, refiere dolor de
estomago y está todo el tiempo enojado. Cuando su madre intenta acercarse se torna
violento, la patea y grita. La madre explica que Marcelo nunca se había comportado de
esa manera.
Marcelo vivía con sus padres y sus dos hermanas en Guatemala. Dos semanas antes
de las intensas lluvias Yadira dejó a su esposo y se mudó con sus hijos a la casa de
sus padres, a 15 minutos de donde vivía antes.
Durante los días de lluvia más intensa, el pueblo de Panabaj fue arrasado por un
deslave que ocurrió a las 5 de la madrugada. Doña Yadira relata que oyó el intenso
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ruido de una correntada, intentó llegar a sus hijas, todavía en sus cuartos, pero no
logró sacarlas a tiempo. “El lodo se llevó todo…”. Marcelo se había sentido mal a
media noche y había ido a dormir junto a su madre; gracias a esto, se salvó.
Preguntas
1. ¿En qué etapa del desastre se encuentra este caso?
2. ¿Qué características determinan la vulnerabilidad emocional del niño?
3. ¿Qué factores condicionan el impacto emocional que sufre Marcelo después del
desastre?
4. ¿Qué trastorno podría estar sufriendo Marcelo?
5. ¿Qué atención inmediata daría a Marcelo y a su madre?
6. ¿Cuál es el objetivo de una derivación profesiona?
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Guía resumen para alumnos:
Cómo responder a las necesidades emocionales de los niños durante una crisis
Una importante función de los pediatras:
Los pediatras suelen ser los primeros en responder ante los niños y las familias
afectados por reacciones emocionales y psicológicas ocasionadas por el terrorismo y
otros desastres. Los pediatras cuentan con la oportunidad única de ayudar a los
padres y otros adultos a cargo a comunicarse con los niños, para permitirles
comprender mejor los sucesos traumáticos y recuperarse. Los pediatras también
pueden ayudar a facilitar derivaciones oportunas a servicios de salud mental, si
corresponde, para estos niños y sus familias.
Importantes recomendaciones para los padres y otras personas a cargo:
Es importante transmitir a los adultos a cargo que las manifestaciones emocionales de
los niños son esperables y dependen de múltiples factores como la etapa evolutiva en
la que se encuentran, su capacidad de adaptación, las circunstancias del entorno y la
reacción de los adultos a cargo, entre otros. Se debe enseñar a los padres a
diferenciar entre estas reacciones de adaptación y aquéllas que requieren atención.
• Primero, se debe cuidar usted mismo. Los niños dependen de los adultos que los
rodean para sentirse seguros y fuera de peligro. Si usted está ansioso o enojado, es
probable que los niños se vean más afectados por su estado emocional, que por sus
palabras. Acuda a una persona de confianza capaz de ayudarlo con sus
preocupaciones personales.
• Observe para detectar comportamientos extraños, como indicios de que el niño tiene
dificultades para sobrellevar los sucesos perturbadores. Los síntomas relacionados
con el estrés que deben tomarse en cuenta son: estados de ánimo depresivos o
irritables, trastornos del sueño, incluidos sueño excesivo, dificultad para conciliar el
sueño, pesadillas o desvelo; cambios en el apetito, ya sea incremento o disminución,
aislamiento social, juegos obsesivos, como actuación repetitiva del suceso traumático,
que interfieran con actividades normales, e hiperactividad que antes no se había
manifestado.
• Hable con el niño acerca de lo ocurrido. No hablar del suceso lo convierte en un
hecho aún más amenazador en la mente de su hijo. El silencio implica que lo que
ocurrió es demasiado nefasto como para mencionarlo.
• Inicialmente, pregunte qué es lo que el niño ha escuchado acerca de los sucesos y
hasta qué punto los comprendió. A medida que el niño lo explica, reconozca la
información errónea, los conceptos equívocos y los miedos o preocupaciones
subyacentes.
• Explique (lo más simple y directamente posible) lo que ocurrió. La cantidad de
información necesaria para un niño depende de su edad. Por ejemplo, los niños
mayores, generalmente, demandan información más detallada que los niños más
pequeños y se beneficiarán al obtenerla. Como todos los niños son distintos, preste
atención a las señales de su hijo para saber cuánta información debe brindarle.
• Limite la exposición a la televisión, en especial a los programas sobre ataques
terroristas u otros desastres, sobre todo en el caso de los niños más pequeños.
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Cuando los niños mayores miran televisión, intente estar presente y aproveche la
oportunidad para comentar lo que ven y cómo los hace sentir a usted y a su hijo.
• Anime al niño a hacer preguntas y respóndalas directamente. Al igual que los
adultos, los niños lidiarán mejor con una crisis si sienten que pueden comprenderla.
Los intercambios de preguntas y respuestas aseguran un apoyo continuo a medida
que su hijo comienza a comprender la crisis y las respuestas ante ella.
• No fuerce el tema con su hijo. En cambio, presente diversas situaciones para generar
una charla, luego brinde una mayor presencia física y emocional, y espere a que su
hijo esté listo para esas conversaciones.
• Debe advertir que su hijo puede parecer desinteresado. Tras una crisis, es posible
que los niños más pequeños no sepan o comprendan lo que ha ocurrido, ni lo que ello
implica. Los niños mayores y adolescentes, que suelen pedir consejo de sus pares,
pueden rehusarse, en un principio, a aceptar invitaciones por parte de los padres u
otros mayores para comentar los sucesos y sus reacciones personales. O bien, quizás
simplemente no se sientan preparados para expresar sus preocupaciones.
• Tranquilice a los niños contándoles las medidas que se toman para mantenerlos a
salvo. Los ataques terroristas y otros desastres nos recuerdan que nunca estamos
completamente exentos de todo peligro. Ahora, más que nunca, es importante
transmitir confianza a los niños y garantizarles que estarán protegidos tanto en la
escuela, en su casa, como en el vecindario.
• Considere compartir sus sentimientos acerca del suceso o crisis con el niño. Ésta es
una oportunidad para dar el ejemplo de cómo lidiar con lo ocurrido y hacer planes para
el futuro. Antes de comenzar, sin embargo, asegúrese de poder expresar un plan
positivo o esperanzador.
• Ayude a su hijo a identificar acciones concretas que pueda realizar para ayudar a los
afectados por los sucesos recientes. En lugar de concentrarse en lo que se pudo
haber hecho para evitar un ataque terrorista u otro desastre, concéntrese en lo que se
puede hacer ahora para ayudar a las víctimas.
• Si tiene preocupaciones acerca del comportamiento de su hijo, comuníquese con el
pediatra, otro profesional de la salud o un especialista de salud mental, para obtener
ayuda.
Además de ayudar a los padres y otros adultos a cargo a comunicarse con los niños
de manera efectiva, los pediatras tienen la oportunidad de cumplir una función
importantísima en la comunidad, al asistir a escuelas y otros grupos comunitarios a
planificar cómo satisfacer las necesidades de los niños de la mejor manera posible
durante períodos de crisis, y al brindar asesoramiento y apoyo. Por ejemplo, los
pediatras pueden trabajar en conjunto con escuelas e instituciones locales para
facilitar que se identifiquen en forma temprana las reacciones ante la adaptación y se
brinden servicios de apoyo en lugares específicos de la comunidad, como las
escuelas.
Para obtener más información, por favor visite el sitio Web de la American Academy of
Pediatrics: Niños, terrorismo y desastres en www.aap.org/terrorism.
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