Noticias de Capellanía Noviembre 2005 Índice 1 ¿Es posible mandar a la alegría? 2 «El futuro de la Fe depende de la fidelidad de los cristianos» 3 La Eucaristía: el poder de la Iglesia 4 Actividades noviembre’05 San Pablo, en todos sus sufrimientos, en todas sus tribulaciones, sólo podía decir a los demás "gaudete"; podía decirlo, porque en él mismo estaba presente la alegría. ¿Es posible mandar a la alegría? Benedicto XVI recordó a todos los cristianos que tenemos motivos para estar alegres porque el Señor está cerca de cada uno de nosotros. En una vida tan atormentada como la de San Pablo, una vida llena de persecuciones, de hambre, de sufrimientos de todo tipo, siempre está presente, sin embargo, una palabra clave: “gaudete”. Surge aquí la pregunta: ¿es posible mandar a la alegría? Queremos decir que la alegría viene o no viene, pero no puede imponerse como un deber. Y aquí nos ayuda pensar en el texto sobre la alegría más conocido de las cartas paulinas, el del domingo “Gaudete”, en el corazón de la liturgia de Adviento: «Gaudete, iterum dico, gaudete, quia Dominus prope est» («Estad alegres, a vosotros lo digo, estad alegres, porque el Señor está cerca»). Aquí vemos el motivo por el cual san Pablo, en todos sus sufrimientos, en todas sus tribulaciones, sólo podía decir a los demás “gaudete”; podía decirlo, porque en él mismo estaba presente la alegría: «Gaudete, Dominus enim prope est» («estad alegres, porque el Señor está cerca»). Si el amado, el amor, el mayor don de mi vida, está cerca de mí; si estoy convencido de que aquel que me ama está cerca de mí, incluso en las situaciones de tribulación, en lo hondo del corazón reina una alegría que es mayor que todos los sufrimientos. El Apóstol puede decir “gaudete” porque el Señor está cerca de cada uno de nosotros. Y así, en realidad, este imperativo es una invitación a sentir la presencia del Señor cerca de nosotros. Es una sensibilización ante la presencia del Señor. El Apóstol quiere que percibamos esta presencia, oculta pero muy real, de Cristo cerca de cada uno de nosotros. A cada uno de nosotros se dirigen las palabras del Apocalipsis: «Llamo a tu puerta, óyeme, ábreme». Por tanto, es también una invitación a ser sensibles a esta presencia del Señor que llama a nuestra puerta. No debemos ser sordos a Él; los oídos de nuestro corazón están tan llenos de muchos ruidos del mundo que no podemos percibir esta presencia silenciosa que llama a nuestra puerta. Al mismo tiempo, analicemos si estamos realmente dispuestos a abrir las puertas de nuestro corazón; o, quizás, este corazón está tan lleno de otras muchas cosas que no hay lugar en él para el Señor, y por el momento no tenemos tiempo para el Señor. Así, insensibles, sordos a su presencia, llenos de otras cosas, no percibimos lo esencial: Él llama a nuestra puerta, está cerca de nosotros y así está cerca la verdadera alegría, que es más fuerte que todas las tristezas del mundo, de nuestra vida. Por tanto, en el contexto de este primer imperativo, oremos así: “Señor, haznos sensibles a tu presencia; ayúdanos a escucharte, a no ser sordos a ti; ayúdanos a tener un corazón libre, abierto a ti”. Noticias de Capellanía Noviembre 2005 Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei «El futuro de la Fe depende de la fidelidad de los cristianos» El Opus Dei es un organismo vivo, que crece y madura con el tiempo, con la gracia de Dios y siguiendo sus planes, con el esfuerzo de cada hombre, de cada mujer, por luchar, y también con los errores personales, que son siempre una estupenda escuela personal de aprendizaje. Se percibe cada día con mayor claridad la importancia de cultivar esa dimensión familiar de la existencia que aporta el imprescindible ambiente de cariño y que, al mismo tiempo, fortalece la sociedad civil. 2 Las entrevistas de Benedicto XVI con el líder de los lefevrianos, Bernard Fellay, y con Hans Küng, han transmitido una imagen diferente del actual Pontífice. ¿Cómo interpreta estas audiencias? Aunque aún no tenemos muchos datos sobre su contenido, lo que está claro es que la Iglesia sigue estando abierta a todos. El Papa va dando facilidades para que la gente se vaya acercando a Dios, para recuperar almas para Dios. Y los que busquen la verdad, lo encontrarán. Desde que falleció el fundador en 1975, ¿qué cosas han cambiado en la Prelatura? El Opus Dei es un organismo vivo, que crece y madura con el tiempo, con la gracia de Dios y siguiendo sus planes, con el esfuerzo de cada hombre, de cada mujer, por luchar, y también con los errores personales, que son siempre una estupenda escuela personal de aprendizaje. Pues habrá habido errores, pero durante el Pontificado de Juan Pablo II no me negará que la Obra ha crecido en todos los sentidos. En estos treinta años ha habido, como es natural, un aumento en personas, en países, en nuevas labores. Se ha modificado el contexto en la Iglesia y en el mundo: basta pensar en lo que ha supuesto el Pontificado de Juan Pablo II. No cambia, en el Opus Dei, lo sustancial: su espíritu fundacional, las implicaciones de la llamada a la santificación y al apostolado en la vida ordinaria, en el trabajo profesional, en el ejercicio de los deberes comunes de los cristianos. Parece que los apostolados de la Prelatura apuntan a la familia. Me parece lógico que aparezcan iniciativas tan abundantes; ésas y otras, porque la familia constituye una fuente de vida y de felicidad, ahora y siempre. Se percibe cada día con mayor claridad la importancia de cultivar esa dimensión familiar de la existencia que aporta el imprescindible ambiente de cariño y que, al mismo tiempo, fortalece la sociedad civil. Ese apostolado familiar, ¿es específico del Opus Dei? En el Opus Dei, los apostolados se realizan de persona a persona, de amigo a amigo. La eficacia de la evangelización no depende sólo de las estructuras, ni de las organizaciones. La clave principal consiste en que los católicos sepamos hacer presente a Jesucristo, que ayudemos a los demás a descubrir la hermosura y la verdad de su Palabra, y que tratemos con caridad a quienes nos rodean. Pero no me negará que el ambiente no es cristiano. El ambiente externo ciertamente influye, pero el futuro de la Fe depende sobre todo de la fidelidad de los cristianos. Quizás es algo muy distinto de lo que usted acaba de ver en la reunión de jóvenes de Colonia. Quienes han participado en el encuentro de Colonia han experimentado las ansias de encontrar a Dios por parte de muchos cientos de miles de jóvenes, y también de personas maduras que se han removido ante esa movilización surgida desde todos los continentes. Pero, al margen de Colonia, no me negará que el mundo se aleja de Dios. Tiene usted razón: muchos otros síntomas hablan de que, por des- Noticias de Capellanía Noviembre 2005 gracia con demasiada frecuencia, los hombres nos alejamos de Dios, miramos a otro lado. No se trata de enumerar de nuevo los motivos de preocupación, los brotes de violencia, la plaga de la soledad, el desprecio a la vida, la difusión de una mentalidad relativista, tan claramente denunciada por Benedicto XVI, etc. Pero no me detengo en la descripción de los males de nuestro tiempo; ni deseo olvidar jamás los numerosos elementos positivos de la sociedad actual. Pero, ¿qué puede hacer un cristiano frente a esta situación? En todo caso, la respuesta al mal no consiste en la queja, ni en el lamento, sino en la decisión humilde y alegre de aportar nuestro grano de arena en la construcción colectiva del bien. Me viene a la mente otra expresión muy querida por San Josemaría: “sembradores de paz y de alegría”. Así hemos de movernos los cristianos. Hablando de moverse. En España algunos siguen desconfiando de la presencia del Opus Dei en la vida pública. De su fuerza y poder... Pienso que la actitud de algunos, que usted describe –menos de los que se piensa–, refleja el problema al que me he referido antes: el desenfoque que supone ver a los católicos en general, o a los fieles del Opus Dei en particular, como piezas de un engranaje, parte de una organización, que obedece ciegamente órdenes venidas de lo alto y actúan como un bloque en materias políticas. Nada más alejado de la realidad: los millones de personas que han conocido de primera mano el Opus Dei en España, en sus casi ochenta años de existencia, dan testimonio unánime de la libertad que han encontrado. Quizás es que rechazan la presencia de los miembros de la Prelatura en la política. Pienso que a medida que se vaya entendiendo mejor la libertad de los católicos en la vida pública y política, y que se superen esquemas ideológicos que pertenecen al pasado o que responden a mentalidades poco abiertas, se comprenderá mejor que los fieles del Opus Dei gozan de la misma libertad que los demás ciudadanos, ni más ni menos. ¿Y cree que a ese hombre le interesa lo que pueda ofrecerle la religión? Por supuesto. Nada más lógico y natural que la Iglesia desarrolle su labor de proclamar el Evangelio entre los laicos, porque a ellos corresponde, con libertad y con responsabilidad, poner la luz de la fe en el corazón de las actividades humanas, dignificar todas las tareas nobles, construir una sociedad a la medida de la admirable dignidad de la persona, creada a imagen y semejanza de Dios. En todo caso, la respuesta al mal no consiste en la queja, ni en el lamento, sino en la decisión humilde y alegre de aportar nuestro grano de arena en la construcción colectiva del bien. Los millones de personas que han conocido de primera mano el Opus Dei en España, en sus casi ochenta años de existencia, dan testimonio unánime de la libertad que han encontrado. Extracto de la entrevista publicada en "La Gaceta de los Negocios" el 11 de octubre de 2005 La Eucarístia: el poder de la Iglesia El 2 de octubre se inauguró la Asamblea General Ordinaria del Sínodo: “La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia”. Por primera vez, el papa Benedicto XVI ha abierto al final de la jornada un turno de intervenciones libres en el que los obispos han podido compartir las preocupaciones que viven en cada una de sus diócesis. Estas intervenciones han reflejado la unidad de la Iglesia en el mundo y las especiales circunstancias que se viven en algunas comunidades. Reproducimos a continuación dos de estas intervenciones. SR. ANDREA RICCARDI FUNDADOR DE LA COMUNIDAD DE SANT’EGIDIO (ITALIA) «La vida del cristiano entre la gente a menudo cae en el anonimato. ¿El cristiano tiene algo que dar a los otros? No se da sino lo que se ha recibido: el pan de la Palabra y de la Eucaristía. Jesús dice a los discípulos: “dadles vosotros de comer” (Mt 14,16): es la misión. Si se ofrece el pan bueno, se experimenta que se tiene hambre del mismo; que el tiempo es menos negativo de lo que parece. ¿Y frente a la gran pobreza? Hoy, o te has perdido o te han olvidado. No se les puede hacer faltar a los pobres el Evangelio. La caridad no dura sin el alimento de la Eucaristía. Esto lo he visto yo en tantas conocidas y desconocidas existencias entre los pobres, que hacen que hoy –a pesar de nuestros límites– la Iglesia haya resurgido para los más desesperados. En fin, los cristianos, desde el infierno de las persecuciones del siglo XX, demuestran que siempre es posible vivir No se les puede hacer faltar a los pobres el Evangelio. La caridad no dura sin el alimento de la Eucaristía. Esto lo he visto yo en tantas conocidas y desconocidas existencias entre los pobres, que hacen que hoy –a pesar de nuestros límites– la Iglesia haya resurgido para los más desesperados. 3 Noticias de Capellanía Noviembre 2005 Actividades noviembre’05 REV. P. ATHANASIUS SCHNEIDER SEMINARIO MAYOR DE KARAGANDA (KAZAJISTÁN) He pasado mi infancia y mi primera juventud en la Unión Soviética. La vida sacramental y, especialmente la vida eucarística, debían desarrollarse en la clandestinidad. (...). A continuación doy los siguientes ejemplos de dos sacerdotes de aquellos tiempos. El primero es el Beato Alexis Saritski, que murió mártir en Kazakistán (+30-10-1963). En los años cincuenta, durante sus visitas clandestinas a los católicos deportados en los Montes Urales, mi madre le pidió que dejara una hostia consagrada para su madre gravemente enferma, la cual deseaba ardientemente recibir la Santa Comunión antes de morir. El Beato Alexis le dejó una hostia consagrada, dándole la instrucción de administrar la Comunión de la manera más reverente posible. Cuando llegó el momento, mi madre se puso los guantes blancos y con una pinza le administró la Santa Comunión. Y esta fue la última Comunión para ella. Durante la administración de la Eucaristía, mi madre misma hubiera querido recibirla, pero no fue posible hacerlo sacramentalmente, sino espiritualmente. Pasaron todavía algunos años antes de que mi madre pudiera recibir la Santa Comunión. Sin embargo, esa Comunión espiritual le daba la fuerza suficiente para seguir siendo fiel en tiempos de la persecución para transmitir el amor y el respeto hacia la Eucaristía a sus hijos. El otro ejemplo es el del Padre Janis Pawlowski. También él pasó un período en el "lager" estalinista y murió en olor de santidad en Letonia (+09-05-2000). Él celebró mi primera Comunión en la clandestinidad cuando éramos un pequeño grupo de niños. Las circunstancias de la vida eran bastante modestas, pero había una gran alegría interior en nuestras almas, y el Padre Pawlowski nos repetía: «Traten de hacer cada comunión como si fuera su primera y última Comunión». Barcelona Madrid Santa Misa: Santa Misa: Confesiones: Confesiones: TODOS LOS DIAS: TODOS LOS DIAS: De lunes a viernes Horas: 7:45 y 12:35 Lunes, martes, jueves y viernes a las 13:45 Miércoles a las 8:30 y sábados a las 8:00 10 minutos antes de la Santa Misa 15 minutos antes de la Santa Misa De 15:30 a 16:00 SIEMPRE: SIEMPRE: durante el día, avisando a los sacerdotes durante el día, avisando a los sacerdotes Misas en Conmemoración de todos los Fieles Difuntos: Misas en Conmemoración de todos los Fieles Difuntos: • Miércoles, 2 (7:45, por todos los difuntos) (12:35 ,por los familiares difuntos de los que trabajamos en el IESE.) • Miércoles, 2 (10:30, por todos los difuntos) (13:30 ,por los familiares difuntos de los que trabajamos en el IESE.) Vela de adoración al Santísimo Sacramento: Vela de adoración al Santísimo Sacramento: •Jueves, 3, 10, 17 y 24 (De 14:30 a 15:30) •Viernes, 4 (De 15:15 a 16:00) Retiros Mensuales: Retiros Mensuales: Profesores, Antiguos Alumnos, participantes en Programas de Perfeccionamiento, personal no docente, familiares y amigos invitados Profesores, Antiguos Alumnos, participantes en Programas de Perfeccionamiento, personal no docente, familiares y amigos invitados Hombres Hombres •Lunes, 14 (De 14:30 a 16:00) •Jueves, 17 (De 14:30 a 16:00) Para Antiguos Alumnos del IESE • Jueves, 17 (De 19:45 a 21:15) Lugar: Vitrubio, 3 •Martes, 8 (De 19:30 a 21:00) •Jueves, 10 (De 19:30 a 21:00) Mujeres •Lunes, 7 (De 19:00 a 20:30) •Martes, 8 (De 14:30 a 15:30) •Martes, 15 (De 13:00 a 14:30) •Jueves, 27 (De 16:50 a 18:15) Horario Capellanes: Horario Capellanes: • Joan Garcia Llobet Lunes, martes y viernes, de 10:30 a 19:00 • Domènec Melé Lunes a viernes de 8:15 a 9:00; martes y jueves de 19:00 a 21:00 y a horas convenidas • Ricardo Peris Lunes a viernes, de 9:00 a 19:00 • John Twist Lunes a jueves, de 10:30 a 13:30; miércoles y jueves, de 17:00 a 19:00 • Pelegrín Muñoz Lunes a viernes, de 10:00 a 17:00 • Ernesto Juliá Viernes, de 12:00 a 18:00 ( * Las actividades se realizan en el Oratorio del IESE, siempre que no se indique lo contrario Fiestas y celebraciones: 1 Todos los Santos, 2 Conmemoración de los Fieles Difuntos, 4 San Carlos Borromeo, 9 Ntra. Sra. de la Almudena, 20 Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, 21 La Presentación de la Virgen, 27 1er. Domingo de Adviento, 28 Aniv. de la aprobación de la Prelatura del Opus Dei, 30 San Andrés, Apóstol. Comienzo de la Novena a la Inmaculada Noticias de Capellanía: [email protected] • www.iese.edu • Depósito Legal: B-12034-1998 • ISSN: 1139-6644 Avda. Pearson 21, 08034 Barcelona, Tel.: 93 253 42 00, Fax: 93 253 43 43 • Camino del Cerro del Águila, 3 (Ctra. de Castilla, km 5,180), 28023 Madrid, Tel.: 91 211 30 00, Fax: 91 357 29 13 ( y comunicar el Evangelio. En 2000, Juan Pablo II ha invitado a recoger los testimonios de los nuevos mártires. Llamo la atención sobre el hecho de que es una obra que hay que recuperar en las Iglesias particulares y a nivel central. Hay un testamento de los mártires que hay que abrir en el contexto de la Eucaristía. El vínculo entre Eucaristía y martirio es fuente de confianza y esperanza más allá de nuestra lectura realista o pesimista de las situaciones.»