Y el Fundador del Opus Dei sigui trabajando

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Y el Fundador del Opus Dei siguió
trabajando
10.7.2009
Para realizar el Opus Dei no es preciso cambiar de ocupación, ni hay que hacer
cosas raras. Por eso, después del 2 de octubre de 1928, don Josemaría siguió
trabajando, dedicado a las tareas que desempeñaba antes de esa fecha.
El 17 de marzo de 1927 había obtenido permiso del Arzobispado de Zaragoza
para ir a Madrid, por dos años, con motivo de estudios, y el día 28 del mes
siguiente estaba ya matriculado en las asignaturas del doctorado en la Facultad
de Derecho. Hizo dos en aquel curso 1927-28, y se examinó en septiembre de
Historia del Derecho Internacional, y de Filosofia del Derecho. (Más adelante
cursó Historia de la Literatura jurídica española y Política social).
Se alojaba entonces en una residencia sacerdotal, en la calle Larra, número 3.
Aún viven algunos compañeros de residencia, como Mons. Avelino Gómez Ledo,
que le contempla yéndose antes de desayunar y llegando normalmente más tarde
que los demás a la hora del almuerzo. Tanto él como don Fidel Gómez Colomo
saben que, entre otras cosas, dedicaba tiempo a su tesis doctoral. Versaba sobre
la ordenación sacerdotal de mestizos y cuarterones en los siglos XVI y XVII.
Lo cierto es que, hasta después de la guerra de España, no pudo leer su tesis en
la Facultad de Derecho de Madrid. Lo hizo el 18 de diciembre de 1939, con
calificación de sobresaliente. Trató sobre la Abadesa de la Huelgas, porque su
trabajo de investigación, que acabo de citar, desapareció, con toda su biblioteca
—que era muy buena—, durante la guerra civil. Sobre la Abadesa publicaría en
1944 un libro —reeditado en 1974—, con base en la tesis doctoral, pero
redactado en forma totalmente distinta.
Durante aquel curso 1927-28 dio clases de Derecho romano y Derecho canónico
en la Academia Cicuéndez, que estaba en un primer piso de la calle de San
Bernardo, esquina a la del Pez, frente al Ministerio de Justicia. La Academia tenía
prestigio, pues contaba con profesores de auténtica calidad universitaria, en
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opinión de Pedro Rocamora. Sólo había clases por las tardes, y acudían alumnos
que se examinaban "por libre" en la Facultad, a veces porque alternaban el
estudio del Derecho con otras actividades, como es el caso de Julián Cortes
Cavanillas, que estudiaba periodismo en la escuela de El Debate.
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Acceso directo a los capítulos
Presentación
Capítulo Primero: Una Familia Cristiana
Capítulo Segundo: Vocación al sacerdocio
Capítulo Tercero: La fundación del Opus Dei
Capítulo Cuarto: Tiempo de amigos
Capítulo Quinto: Corazón Universal
Capítulo Sexto: El resello de la filiación divina
Capítulo Séptimo: Las Horas de la Esperanza
Capítulo Octavo: La libertad de los hijos de Dios
Capítulo Noveno: Padre de familia numerosa y pobre
Epílogo
Gracias a la autorización expresa de Ediciones Rialp ha sido posible recoger
esta publicación en formato electrónico en la presente página web.
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