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Diario de la RevoluciónFrancesa
JUEVES.6
JULIO1989
--,-.-..
L
La
toma
de
la
‘El asalto no tardó en convenirseen el símbolo
de la calda del AntiguoRégimeny de la
eonqutsta de la libertadpor el pueblo”
l—i,yte cnaia.i iiia vtçtorta
(útmorosa (IICtal ve-;
_J l1t11)S nic:to la tania de
t-tIIl1. en &iialni hol-aL
n,ala i1entc 1-n Dliin:i liigr. !i 1)
nic’naiJo ÍCi 1-{ l entiada itt- lt
dle
Aiioiric pars pelletrii
i 1 ortaicra. donde jailiás niri - Ilceal- ,il puctite levadizo
‘
este
gui-ihombre babia entrado sin el el tiavesaño que lo bloque-iba:
ita
cedido
y
el
gentío
ha
podido
PrII
del odioso despotismo.
aIimdonde el mn()iStlUO todavía llegar al segimdo foso, donde ha—
habaabm. El gobernador ha izado bian caído les primerasvíctimas.
:i lr,mc1c)n
la handera blanca- En- Mientras, muchos han corrido a
lliccs htn elnt)catlo a avanzar buscar un cañoti y lo han colocado
al lado del agua, en los tardmes del
t- a coufianzu mitidestacamento
arsenal allí -se ha producido un
i!md as 1 aiu:eses y cinco. o
d&.
(7 S’I mi! bimrueses, ai mudos ‘c-rdadeto asedio: han av-atizado
ILU) cntr;mdu&‘i-iel corazon de la desde muchos flancos. rnieiflras
Iliilla. ,eiscientas personas ym 1(MJOardia incesantei1enle era lO-IL)i)uIflpas:ulo el primer puente rrible ericontrarse allí en medto la
I’O(I/O enuncIode pn)nlo éste ha intrépida guardia fi-tncesa ht he
)ev;mntado una de-scarga de cha iitm’avillaa.Hacia las tres han
jil llcm’ia
(-ma
derribad’) u baslaute-s cogido al adiitinistradoi del palvario que. a catisad_esi unifoiie,
, ‘si íd a 1ia m)ceLe:
y mJjunm
u
çLs1(ael caíton ha disparado so— hubia SIdOconfundido con et go-hr’ a ciudad., el puel)Io eslá ate- be:nador de la Etasuilla Lo han
murizado. mucha gente ha resal— maltratado y ui -‘-nductdo a l r’iu
Lmdomuerta o herida, otros se han dad, donde ftnalmente ha sido rerel ugiado para escapa! de los ttro— conoctdo y libet talo.
Mtentras, la batalla se tntensift
teus lina linea de bayonetas cml’azada a lo largode un muro ha caba. Las mujeres competlan por
permitidoa un hombre valiente ayudar al múximo; meluso los u’
Ej acontecirnientoej,JD
r e n sa
.
fios despues le las descargas del
fuerte. corrían por todas partes re-cogiendo balas y metralla; alegres
excitados, se las llevaban a los
soldados que las utilizaban de
nuevo, sembrando la niucete cnt re
tos flancos asediidos
brha
*bíert
j_3s nailores dal,an i3uesti.t5
de quererse rendii, peto ya muime
confiaba en sos señalesCuando al fin -seha ab;eto ima
brecha, se ha buscado a aliiilien
que estuvlel’a dispuesto a saitat el
foso Inmediatamente, un bLil-gue-. Se ha lanzado al asalto prece
dido de un granadei’o el primala
consigue llegar al otro lado-.perí
!_i_ncañón dispara, en ese momC
10, hacia la brecha y el hombre cae
muerto; pet’oel granadem sale in
demne y cubre la entrada con una
destreza y una valentía increíbles,
todo cañonero que avanza muer
de el polvo La multitud se preci
pila ávida de sangre hacia las oscaleras, degolian a todo aquel que se
interpone en su camino; llegan finalmeitie a las celdas y entran en
todas partes. Este busca al gober
nadar. aquél sube a-las torres, otro
cuarbolu la bandera sagrada de la
patria cnt-reaplausos y aciamacionc de un inmenso gentío. Qmnerert
capturar al pé-fído gobeinador
por fin lo Jescubren; dos granado-i-oslocogcn- (Jnjovenabad, M- de
la Reynie, extiende el acta de rondición y st’ declara jefe de la ciuda dala y ll*’ las llaves a la Bastilla.
pero h aquí que llega un ioven
burgaes; Pc laitiiay quiere Cnite
parso. se lanza &-:ntiesus brazos
desgurTado P° el do!or pero le
arrancan los galones y lo califican
‘le infante-;lo arrastran entre la de,aforada ti-mltititd que se apifta en
1.cirno al oven que lo conduce y
Desmoulins
Dos hombres
predicaban por aquel
entonces la república:
uno de los más fecundos
escritores de la época, el
infatigable Brissot,
y el brillante, el elocuente,
el atrevido Camille Desmouuins.
Su libro “La Francia libre”
contiene una pequeña
historia (violentamente
satírical de la
monarquía. En él
muestra que este
principio del orden y de
la estabilidad ha sido, en
la práctica. un perpetuo
desorden - Desmoulíns renueva
con su palabrería
inaiotab1e las viejas
humoradas sobre la
horca y lo anorcados
que llenaron toda la Edad
Media... Ese joven
abogado de la Picardía,
muy ligero de dinero, y
aun más ligero de
carácter, diiagaba sin
objetivo por e
Palai Royal. Su ligera
tartamudez lo hacia aún
mús divertido. Sus
ocurrencias errantes -‘ e le
escapaban corno dardos
de entre sus labios
encallados. Pero él
pioseguia con su cómica
palabrería, sin
informarse demasiado
sobre sus posibles
consecuencias- Los
famosos juicios de la
curia. las farsas
judiciales que tanto
habian entretenido en el
antiguo palacio, no eran
más divertidos que
los juicios del Palais Royal:
la diferencia era
que éstos se ejecutaban
en la Gréve.
JULES
MICHELET
los insultos, las imprecmi000s di—
rígidas contra los pérfidos prismaneroS de guetra: wdo eta corifu
sion_ Reunida en la place de (iré ve, esta gente. ávida de venganza.
no ha pci-mit-idoa De Launas y a
otros oficiales submral 1rihuai de
que quiere protegerlode los insul-- la ciudad; han sicko arrojados a
tos de la plebe: ‘Ah! —dice.lleno manos de los vencedores, uno tras
de remordimientos—.F1e traicio- otro han sido aplastados;De Lau—
nado a mi patria!”, mientras el nay ha sido tremendamente golpeado. le han cortado la cabeza. la
hipo sofoca su voz.
han clavado en a puma de una
En tanto, han apresadoal vice
gobernador. al mayor, al capitán lanza. mientras la sangre chorrmi
ha por todas paPes.
de cañonelos y a todos los prisio
Eran ya das las cal-ca qfl. M
neros de guerra; se abren de par en
par las puertas de las celdas de lo exhihian antes de is llegada de los
inválidos que formaban parte de
incomunicados. hombres macen
tesron puestos en libertad, iI3CILLSOla guardia de la Bastilia.
La gente pide que se-te emecuta
los ancianos venerables temerosos
dt:ms, pero la ger,CLOSsguamdma
tIc enfrentarsea la luz del día.
l-am-icesaha ini.crccdmtiapor sus vi
das y e! pvrdon ha s-do mlnanmmoc
Un tiía glorioso
fste dí glorLss—o1-ia dchdo
cnt r.
i’o- primeia vCi la amigost -‘ scnibrz-ir la adniirac n
i-ioe-st_rosenea-migo-.
y orn dOIfl(
‘tinta Itlwrtad penci fi ca la niatu
cIa de los horrotes, terrible asilo de fiiaimentc el triunfo de h jcsmama
los monstrtlOS y de los crimenes y de la libertad.
Esta noche Li ciud i.
di,- del despotismoEntretanto, se forma un cortek’ umitmada.se vc-,tmradv lm:sm‘1 s R’ ‘c’s d !‘-,
que surge del inmenso gentío: los
nrni”n-’ 1 aa ¡;-/ ‘,ba’ 1 O
aplausos, la alegría desenfrenada,
“Esta-nochelaciudad vestirá
defita”
L*
Elpersonaje
Bastilla
A
revolución jurídica apuntaba a
un régimenpolítico a la inglesa. L&
soberania nacionaL representadi
por la Asamblea no pretendía sustituir la
vieja soberanía representada por el rey,
sino pactar con ella y modificarla en el
sentido de una monarquia constitucional.
La viabilidad del nuevo sistema depen
día, por tanto, en gran parte, de la buena
voluntad del monaica. Y éste, a pesar de
sus concesiones y de su aparente recono
cimiento de la nueva soberanía, no había
dejado en ningún momento de mantener
una actitudque, en la mejor de las lectu
ras. cabía calificar como poco clara.
La víspera del día en que ordenó que la
noblezay el clerose uniesena la Asamblea
NacionaLLuis XVI había hecho concen
trar en los alrededoresde París seis regímientosmilitares.El 1 dejulio, como consecuencia de la proliferación de actos de
indisciplina entre los componentes de estos regimientos, hizo que se reforzaran
con diez regimientos más, formados, en
su mayorpafle, por soldados suizos y aleinanes.
El pretextoque justificaba este magno
desplegamientoera la presunta necesidad
de mantenerel orden ante el creciente
malestareconomico de las masas parisi
nas aquejadaspor el recrudecimiento del
hambre, el paro y la inflación. Pero los
diputadostemían un golpe de fuerza contra la Asambleay, por ello. el 8 de julio
acordaronreclamar la retirada del ejer
CilíL
La respuesla del rey ( 11 de julio) fie
contunden1e No só’o no ordenó la retira
da delejercito.sino que, además, despidio
a Neeke , que en el maximo valedorene1
1ccflhlvo (ICkS posiciones cte lu Asan
U,um¡/usfrae,órm
ro?mPflenmor’jtil’edel aaa!Loa la legendariapri-ión
blea. y 1ormo lIflgobierno de clarotalante
cointarrevoluconar1o, con ci baron de
Las consecuencias políticas del asalto
llIet(Ul Cfl la cartera de Hacienda y el
fueron inmediatas.El día 15 de julio, Luis
rnarsca] )c llioglier en la de Oticría
xvi acudió a la Asamblea paraanunciar
Li aparente snm1I1enca de iu golpe de
la retirada de las tropas. Al día siguiente,
fuerza provoco tin&seriede reacciones en
accedió a llamar de nuevo a Necker a!
adeo que luveon suepicentroen Pana.
Gobiernotj 2 de julio los agentes (le cambio. que
La burguesia parisina, por su parte.
/elae en Necker la unica salvacicti poa—
aprovechó
la victoria popular para apa—
hi: afltC la precaria situación económius,
derarse definnimente
de la administradecidieroncerrar la jyjlsa. Las salas de es
consiguieron que se les entregaran 32.000 ción de la capital El Comité permanente
blica
(sobre
todo
por
la
seguridad
de
las
pectcuÍostmb,én tueron cerradas. Laa
armas. A contnuacion se dirigieron a la pasó a denommarse Comuna de París y
obra,leal rales 1ucron siisttnidas por les propiedades que los burguesesveían peli— Bastilla para llevar a cabo una operación
ieflge politices y les manifestaciones gruí a causa de los tumultosi y proteger a semejante. Lannay, el gobernador de la Bailly fue elegido alcalde. mientras que
La Fayetteera nombrado comandante de
NCC’LCJ
y CIduque de ()rleans se convir - los miembros de la Asamblea (una protee- legendaria prisión, negoció con los asal
la Miljcia burguesaSque posteriormente
ieron en los inopinados héroes de las ma ción que no había sido pedida por los tu- tantes. Pero los hechas acabaron tomanteresados y que, en un principio, no fue
adoptaría el nombre de Guardia NacíaEn el Palais Royal. Camille r)inow
do una dirección inesperadaque culminó mil.
aceptada)
ms un joven orado’ tartainudcane,
con una carga contra la multitud que suEl día 17. luis XV1, escoltado por la
rengaba ;4las multitudes paraque toitia - Nuevomotín
frió más de un centenar de bajas.
Milicia. acudía a París para reconocer la
rae Jasarmas contra la amenaza contra-Los asaltantes, en su mayor parte arte-- legitimidad de la Comuna. El nuevo alEl mismo día en q ticla Asamblea había
r-evhiejonana.
En los jardines de las
calde lo obsequió con la escarapela trico
FuIlcrui, los dragones (tel Royal--Alie hecho público su manifiesto a favor del sanos del barrio de Saint-Antoine, conta
ban con el refuerzo de destacamentosde br, “simbolo de la alianza augustay eter
gobierno
caído,
se
produjo
un
nuevo
no
inanti del pnnespe l-ambesc cargaron
eofltr løsmanifestantes, que recibieronel tín. La nbelión se estaba generalizando- infantería rebeldes y de cierto número de ea” entre el monarcay el pueblo.
Los jefes de la facción aristocrática de
Numerosos grupos recorrían París bus— burgueses de la Milicia municipal, con
P°Y) de la guardiafrancesa.
cinco cañones, tres de los cuales fueron los estados generales, dolidos y asustados
cando
armas,
amenazando
con
saquear
H (lo 1- la Asamblea declaró su “esti
por esta muestra de debilidad del monar
las mansiones de la nobleza y levantando puestos en hatería ante la puerta de la for
IflACl()fl ‘( eondolcncia’ por Necke y los
taJea.
Ante
esta
maniobra,
Launay,
que
ca, optaron por emigrar.
barricadas.
Por
su
parte.
los
regimientos
Illinisi ()Sdepuestos Se trataba de un arto
Las revueltas municipales no se habían
)Ili-H1WflteiestlOOfl1Edque refleiaba la de infantería que hablan recibido órdenes sólo disponía de una guarnición corn
producido sólo en París. Casi todas las
de evacuar París se negaron a obedecer y puesta por 80 inválidos y 30 guardias sui
ImpoR,nci de los diptesidos ante la amese pusieron a disposición del Comité mu- zas, optó por la capitulación e hizo bajar ciudades de provincias protagonizaron
na de jina acción nilitar.
l)uranie el mes de juno, se baban ido nicipal revolucionario. Los miembros de el puente levadizo. Las masas al ver la en- agitaciones urbanas que culminaron con
orinando olros poderes revolucionarios este Comité. en su totalidad burguesespa-- rada franqueable. quisieron vengar sus la desaparición de las autoridades pre
existentes y la constitución de comunas
rsmos, temían que los acontecimientos muertos y se lazaron al asalto. Tres of i
que, en este momento, tomaron a inicia
ciales y tres guardias fueron masacrados. acordes a los vientos que soplaban en Ver1lv5 C inientaron canalizar la creciente protagonizados por las masas terminaran
en agresoneS a la propiedad privada y se Launay. que en un principio había canse— salles y en París.
anLieión popular
Más allá de la realidad de los aconteci
H 1Udcjidio. los çlecIfres pai 15111tj5
‘le apresuraron a constituir la Milicia- Esa guido huir de la Bastilla, fue apresado en
l esilos generales ‘-c labian ennudo misina nochc, la futura Guardia Naci& el 1-lotelde Ville y abatido y decapitado en mientas, la toma de la Bastilla no tardó en
la plaza de la Gréve. Su cabeza. como la convertirse en el símbolo de la caída del
Tsiracmsifl UITulla municipalidad para- na1 patrullaba por las calles de París, que del también ajusticiado Fleuseles,prevos- Antiguo Regimen y de la conquista de la
lela. que nombro un coiwte permanente y permunecielun iluminadas siguiendo las
te de los comerciantes parisinos, fue pa libertad por el pueblo.
CflirC.caves objel vos niis inmediatos se instrucciones del propio comité.
El día 14, la multitud seguía exigiendo seada por las calles de París clavada en e)
lsi11ihi ci de formar una milicia urbana
JOSEP MARIA RUIZ SIMON
dcsimadu a vigsJar por la segnrtdad.pu-- el rearme generalizado. En los Invalidas extremo de una pica.
(
55
.,,- .....-
Crónica
5*
LA NGUAFD1A
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