PROYECTO Tuning- América - Latina 2004-2006 Centros Nacionales Tuning DOCUMENTO DE PRESENTACIÓN DEL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR CASO: VENEZUELA Dr. José Miguel Cortázar1 Introducción: Las páginas que siguen ofrecen una apretada síntesis de los aspectos más resaltantes que tipifican al sistema de educación superior en Venezuela. Por razones obvias, esta presentación se ajustará a los rasgos más notorios que registra el sistema en las dos últimas décadas a fin de proporcionarle al lector una visión de conjunto que permita apreciar sus características más significativas. Antes de pasar a describir los aspectos de esta reseña, que se ciñe en su estructura a las pautas propuestas por los organizadores de este encuentro, debemos indicar que a pesar de las diferencias idiosincráticas que nos separan con otros países de la región; de las peculiaridades que introduce en el funcionamiento societario el hecho de ser un país productor petrolero, así como los embates de la disputa política que atraviesa a la nación en los últimos años, Venezuela comparte con el resto de los países de la región un conjunto de características comunes como lo son, el haber registrado en las últimas décadas un crecimiento significativo de la matrícula a nivel superior, una notoria diversificación institucional, fuerte presencia del sector privado, severos problemas de equidad y desencuentros entre el sector universitario y el productivo lo que hace que en la práctica no exista un sistema nacional de innovación y transferencia tecnológica que articule a ambos sectores. Por otra parte, contrariamente a la fuerte dinámica que ha atravesado la historia política reciente de Venezuela, dominada por conmociones de diverso orden y cambios, aparentemente profundos, en la composición de los liderazgos y recomposición de los factores de poder, paradójicamente, la educación superior registra pocas modificaciones a la luz de la agenda de transformaciones y cambios que han venido instrumentando distintos países de la región, producto de las presiones y de los nuevos retos y desafíos que se le imponen o presentan a estas instituciones como consecuencia de la 1 Profesor Titular de la Universidad Central de Venezuela, Coordinador del Doctorado en Educación de la UCV y Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Venezolana de Promoción del Investigador profundización de los procesos de internacionalización que se vienen adelantando con una fuerza inexorable en los últimos tiempos. I. Descripción del sistema de Educación Superior Aspectos generales El sistema de educación superior de la República Bolivariana de Venezuela hunde sus raíces en el tiempo gracias a la presencia de la Iglesia Católica que durante el período colonial, sentó las bases de la primera universidad en el año de 1721 con la fundación de la Real y Pontificia Universidad de Caracas. La gesta independentista generará a su vez la necesidad de modificar las lógicas institucionales ancladas en visiones escolásticas y pre-republicanas, por ello el Libertador Simón Bolívar y el sabio y civilista Dr. José María Vargas formularán en 1827 los nuevos estatutos republicanos de esa Universidad, con lo cual se ponen las bases de un modelo universitario más cónsonos con los requerimientos de este nuevo orden político. La fragilidad institucional que dominó a la República en el siglo XIX sin embargo, será la impronta que marcará a las instituciones universitarias que en el devenir del tiempo se irán creando, pero es básicamente a partir de los años sesenta y setenta del siglo XX, cuando se da inicio al proceso de masificación y democratización de la educación superior en Venezuela. Los cambios en la plataforma política generados con el surgimiento de la democracia, serán el marco en el cual se formule la Ley de Universidades de 1958, que en sus rasgos fundamentales, aun mantenemos. Por otra parte, las exigencias de nuevo modelo de acumulación de capital presionarán por una mejora en la educación de la población y la peculiaridad de ser un país petrolero, será el soporte financiero que permitirá un fuerte proceso de modernización del país, proceso que se verá también reflejado en los claustros universitarios. Los ecos del movimiento del mayo francés de 1968 impactarán a la estructura del sistema, pues el así denominado Movimiento de Renovación Universitaria, será el detonante de la Reforma de la Ley de Universidades del año 1970, ley que todavía rige a buena parte del sistema y que abrirá el espacio para la aparición de nuevas universidades de carácter experimental. Con la reforma de la Constitución en 1999, se consagra como precepto constitucional la autonomía universitaria, se reafirma el legado de la Constitución del año 1961 en materia de gratuidad total de la educación en todos los centros oficiales y se 2 abren las expectativas para romper con los desequilibrios sociales que afectan a las grandes mayorías. Este rápido y por demás incompleto paneo de la historia del sistema no lleva al momento presente, donde se entremezclan logros (expansión y diversificación institucional, desarrollo de estudios de postgrado, elocuente presencia de la mujer en todas las disciplinas universitarias, por citar algunos de los más relevantes) con severas limitaciones (fragmentación y desarticulación del sistema, profunda heterogeneidad estructural, abiertas iniquidades sociales, predominio de enfoques corporativos) así como notorios retrasos en la puesta en escena de la agenda de transformaciones que encara la universidad y los centros de educación superior en su conjunto en el presente milenio, entre otros: (1) transparencia en la rendición de cuentas, (2) ejercicio de la autonomía responsable, (3) articulación de los componentes del sistema, (4) instrumentación de procesos de acreditación y de evaluación de la calidad para dar respuesta tanto a las exigencias de los actores y destinatarios nacionales como responder a la presión que la internacionalización y el nuevo mercado educativo internacional supone. II. Estructura organizativa de la educación Superior a Nivel Nacional El sector universitario es coordinado por el Consejo Nacional de Universidades, cuerpo integrado por el Ministro de Educación Superior quien lo preside, los rectores de la Universidades nacionales, tanto autónomas, experimentales como privadas, tres representantes del cuerpo docente por cada una de estas instituciones; dos profesores designados por la Asamblea Nacional y un representante del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas, ente éste que hoy se denomina Fondo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas. A fin de cumplir con las tareas que la ley le asigna, este cuerpo cuenta con un conjunto de oficinas, a saber: (a) El Secretariado Permanente del CNU, responsable de los procesos de gestión y seguimiento de las decisiones y resoluciones que adopte. (b) La Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), responsable de las tareas de planificación, programación financiera y evaluación de nuevos proyectos y de creación de instituciones. (c) La oficina Coordinadora de las Contralorías de las Universidades (OCOCI), encargada de la gestión y de la articulación de las distintas contralorías internas de las universidades. Por ultimo, (d) para el análisis de materias específicas, el CNU ha establecido distintas comisiones de trabajo denominadas Núcleos, como por ejemplo el 3 núcleo de vice rectores administrativos y académicos, el núcleo de autoridades de postgrado, y el núcleo de directores de planificación, entre otros. Las universidades autónomas cuentan con la prerrogativa de elegir cada cuatro años a sus autoridades rectorales y cada tres años a sus respectivos decanos, en tanto que las autoridades de las universidades de tipo experimental son designadas por el ciudadano Ministro de Educación Superior. Las otras instituciones no universitarias (tanto públicas como privadas) son coordinadas o supervisadas por el Ministerio de Educación Superior a través de la Dirección General Sectorial de Educación Superior. Estas dependencias se rigen por un Reglamento del año 1974. Por su parte, las universidades privadas se rigen por lo que establece el Capítulo IV de la Ley de Universidades del año 1970 y por lo que se establece en sus propios estatutos internos. Como podrá advertir el lector perspicaz, la estructura legal y organizativa vigente es lenta, burocrática y en muchos casos desfasada en el tiempo. Para zanjar esas deficiencias en distintos momentos se han elaborado proyectos de ley que no han podido aglutinar los necesarios consensos para su aprobación. En las actuales circunstancias se plantean dos propuestas de Ley de Educación Superior, una formulada por el Ministerio de Educación Superior contando con los auspicios del IESALC/UNESCO y otra liderizada por un grupo de docentes de la UCV cuyo contenido se anuncia en forma constante pero se desconoce. La alta conflictividad política que domina a la nación ha sido un obstáculo para conjugar posiciones y materializar la deuda que registra el sistema en esta materia. III. Características cuantitativas más resaltantes En consonancia con la tendencia que se experimenta en otros países y como resultado del salto cualitativo que implicó el tránsito de una educación de élite a una educación de masa, el sistema de educación superior venezolano experimentará una notable expansión en las últimas décadas. En efecto, la matrícula, pasará de 70.816 alumnos en la década de los setenta a cerca de 750.000 mil alumnos en el año 2004 (García Guadilla, 2004). Dicha expansión se apoyará fundamentalmente en el peso del sector oficial que absorbe en este año el 57.% de los alumnos matriculados. Sin embargo, no es de desmerecer también la contribución del sector privado, que atendía el 7% de la matricula a principio de los setenta y que a comienzos del presente milenio capta el 43% 4 de la alumnos matriculados en el sistema. Los valores que se aprecian en la cobertura del sistema determinan que Venezuela exhiba una tasa de escolarización bruta a nivel superior del 33.1% para el año 2001, tasa que supera con creces el promedio que registra la región en este indicador (17.3%). Cabe destacar por otra parte que a diferencia del resto de los países de la región, la presencia del sector privado en la educación superior venezolana, es, relativamente, de reciente data y su peso se hará sentir en forma más contundente a partir de la década de los ochenta, momento en el cual una confluencia de diversos factores alentó la presencia de ese sector para responder a una creciente demanda que no quedaba cubierta por el Estado. Este salto en la cobertura supondrá, como es obvio, una expansión y diversificación de las instituciones. Así, de 13 instituciones de Educación Superior existentes en 1970, de las cuales 10 eran universidades, se pasará a contar en 2001 con 145 centros de estudios superiores con la particularidad que el balance ya no estará centrado en las universidades, sino en otras instituciones universitarias. Así, para el año antes mencionado el espectro institucional está conformado por 41 universidades (21 oficiales y 20 privadas) y 104 instituciones superiores, (tecnológicos, colegios universitarios), predominando en este rubro el peso del sector privado que aglutina el 59% de los institutos no universitarios. Por lo que respecta a la estructura presupuestaria las cifras nos indican que Venezuela consagra montos significativos a las universidades públicas. Así en 1994, Venezuela destinaba un 1.18 puntos del PIB a la educación superior, en tanto que el promedio de la región alcanzaba un 0.88 (García Guadilla, 2004). Ello se explica por el hecho de la gratuidad de la enseñanza; por la fuerte y constantes demandas que los grupos universitarios han ejercido en la distribución de los fondos públicos y por el convencimiento que prevalece en la mayoría de los sectores políticos, en cuanto al papel que juega la universidad en la estructura de poder. Como podrá apreciarse en el cuadro nº 1, las cifras no son nada desestimables, pero ellas no bastan para cubrir las demandas infinitas que tiene este sector. 5 Cuadro nº 1 Presupuesto de las universidades nacionales Año Tasa de Presupuesto total en Bs Presupuesto en US ($) cambio 1998 570 760.487.225.259 1.334.188.114 1999 605 1.119.986.199.397 1.851.216.858 2000 697 1.674.030.975.283 2.465.435.898 2001 723 1.973.100.264.806 2.729.046.009 2002 1159 1.955.683.404.483 1.687.388.614 2003 1606 2.257.568.245.590 1.405.708.745 2004 1920 2.940.558.087.656 1.531.540.670 2005 2150 3.575.022.487.914 1.861.470.045 Fuente: CNU/OPSU (2004) IV. Retos que tiene el País en lo concerniente a la educación superior Los retos que presenta el país en materia de educación superior abarcan distintas dimensiones y planos de acción. A título de formulación sucinta nos permitimos mencionar los siguientes: 1. Disminuir los desequilibrios en materia de equidad en el ingreso. En este sentido tal y como lo reportan diversos estudios, Fuenmayor y Vidal (2000), Fuenmayor y Rigione (2003) Villarroel et al (2000), cada vez es menor la probabilidad de que alumnos provenientes de los sectores menos favorecidos logren superar las condiciones de selección para poder ingresar a los centros oficiales, por lo que paulatinamente disminuyen las expectativas que tienen estos sectores para optar a estos centros. En efecto, en 1984, el 66.6% de los aspirantes procedentes de los niveles socioeconómicos más bajo de la población, aspiraban a ingresar a una universidad nacional, en 1998, sólo un 27% de los estudiantes provenientes de ese sector, soñaba tocar las puertas de los centros oficiales. El resultado de esta realidad, es que paulatinamente es menor la proporción de alumnos que cursan estudios en los planteles oficiales que 6 ingresan en los centros que dependen del erario público. Por lo que garantizar mayores oportunidades de estudios y brindarles una atención de calidad es uno de los principales retos que enfrentar 2. Establecer el sistema nacional de acreditación y evaluación de la calidad de las instituciones universitarias. Venezuela ha experimentado en materia de evaluación institucional de sus universidades un periplo caracterizado por múltiples iniciativas, (Cortázar 2004) muchas de ellas espontáneas que denotan el interés al interior de las propias instituciones por impulsar cambios que rompan con las inercias institucionales. A ellas se suman la concurrencia de esquemas burocráticos que confrontan las limitaciones y restricciones, los logros y sinsabores que acompañan al funcionamiento de la administración de la cosa pública, los cuales, a su vez coexisten con programas consolidados de acreditación de postgrado, y de estímulos a la productividad científica y humanística de sus investigadores. Programas estos que con sus baches y dificultades han permitido calibrar cuál es la verdadera dimensión de la comunidad científica venezolana, así como conocer con mayor grado de profundidad la calidad del servicio brindado a nivel de postgrado, todo lo cual ha proporcionado a su vez, indicadores robustos que han servido como criterio de referencia para la asignación de presupuestos de las universidades nacionales. La tarea que resta por hacer en este plano es ardua y compleja por lo que si bien en los últimos años, en un escenario de abierta conflictividad política, se comienzan a dar los pasos formales encaminados a la institucionalización de la evaluación universitaria y a la conformación de un sistema orgánico e integrado de evaluación de todas las actividades académicas, análogo o comparable, a los modelos aplicados en otras coordenadas de este hemisferio, resta mucho por avanzar en esta materia. 3. Establecimiento de un sistema de crédito académico. A igual que el enunciado anterior, ésta es una tarea pendiente. Hay iniciativas de algunos centros y universidades autónomas y experimentales que dentro de los programas que alienta la Unión Europea han facilitado el reconocimiento de las estancias de un año de alumnos en algunos centros y las posibilidades de doble titulación, como es el caso del convenio de 7 cooperación en las áreas de Arquitectura e Ingeniería entre la Universidad Central de Venezuela y el Politécnico de Turín, el Politécnico de Milán, y la Universidad de Barcelona respectivamente y la Universidad Central de Venezuela. Pero las posibilidades de interacción en el espacio local y subregional son todavía tímidas e insatisfactorias si las comparamos con los logros alcanzados en esta materia por los Programas Sócrates y Eramus. Iniciativas como las que alienta la Unión de Macrouniversidades Latinoamericanas, la Asociación Latinoamericana de Facultades de Agronomía, la Asociación Andina de Facultades de Ingeniería y la Asociación Venezolana de Facultades de Ingeniería, ente que ha adelantado un estudio de las competencias generales y específicas que debe reunir un egresado en el área de las ingenierías, entre otras, están encaminadas en esta misma dirección, pero el trecho que aun falta por recorrer es largo. V. Tuning y el Sistema Universitario Nacional En correspondencia con lo planteado en el apartado anterior, aspiramos que la experiencia acumulada en el plano teórico y metodológico por el Proyecto Tuning en materia de reconocimiento de las competencias que el estudiante debe reunir una vez culminado su proceso de aprendizaje, específicamente, en la determinación de los puntos de referencia que se deben adoptar para medir la carga de trabajo que permita establecer el sistema ECTS (definición de descriptores por nivel y áreas disciplinarias) será de suma utilidad, tanto para poder articular de forma más eficiente a nuestros centros con las instituciones radicadas en los países miembros de la Unión, así como para estrechar en forma práctica, lazos de unión con las universidades y centros de estudios superiores de la región. El impulso que los actuales mandatarios latinoamericanos le están dando al fortalecimiento del MERCOSUR, es un marco propicio para actuar en consonancia con estos programas de integración. VI. Universidades que participaran en el proyecto Tuning Conforme a lo pautado entre las instituciones participantes y el Viceministro de Políticas Educativas del Ministerio de Educación Superior, en esta etapa del Proyecto 8 Tuning participarán cuatro (4) universidades. Tres (3) de ellas pertenecientes al sector oficial y una (1) al sector privado. Ellas son, respectivamente, las siguientes: Universidad Central de Venezuela (UCV), Escuela de Historia. Universidad de Carabobo, (UC). Escuela de Educación área enseñanza de la Matemática, Universidad Experimental Simón Rodríguez (UESR), área de Educación y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en el área de Administración.- En la selección de estas instituciones se combinan distintos criterios, a saber, (1) trayectoria e impacto institucional de las universidades seleccionadas en sus respectivos campos disciplinarios, en este orden la muestra cubre dos universidades autónomas, una experimental, y una de las más prestigiosas instituciones privadas de educación superior del país la UCAB. (2) Disposición de las autoridades para colaborar con las tareas encomendadas (3) Interlocutores responsables y ganados a la idea. (4) Cobertura de distintos ámbitos disciplinarios vinculados al campo de las ciencias sociales y humanas. Por último debemos indicar que se tiene previsto que tanto los responsables por cada universidad como las distintas instancias de las universidades seleccionadas acometan el conjunto de tareas previstas en el Proyecto Tuning en su Fase II. José Miguel Cortázar Caracas, octubre 2004 9 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CNU/OPSU (2003) Proyecto Alma Mater para el Mejoramiento de la Calidad y la Equidad de la Educación Universitaria, Fortalecimiento Institucional: Investigación y Postgrado en las Universidades, Caracas. CNU/OPSU (2004) Informe que presenta al CNU la Oficina de Planificación del Sector Universitario sobre la asignación y distribución de la cuota presupuestaria 2005, Caracas, mimeo. CORTÁZAR, José Miguel (2004) La experiencia venezolana en materia de evaluación de sus instituciones universitarias. Lecciones, tendencias y retos, en Experiencia Universitaria, Revista Venezolana de la Educación Superior, Caracas, Vol. 1, nº 2, pp 121160. 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