coherencia y cohesión

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COHERENCIA Y COHESIÓN
Antes de realizar la actividad, lea lo siguiente:
Para que una secuencia de oraciones se constituya en un texto debe cumplir con ciertas normas de “buena
formación textual”. Cada uno de nosotros hemos desarrollado una competencia textual que nos permite
construir textos bien formados o darnos cuenta de los textos bien formados de otros. Esta “buena formación
textual” implica que todo texto debe ser coherente y cohesionado.
La coherencia es la interacción que existe entre el receptor, el texto y el conocimiento de mundo, es decir,
sabemos que un texto es coherente cuando las partes de que consta están relacionadas unas con otras de
modo que se constituye una unidad. La cohesión designa a los aspectos formales, gramaticales de las
relaciones que existen entre una oración a otra en el texto; se trata de relaciones visibles (Álvarez, 1996).
Ahora observa los siguientes textos:
“El gobierno chino rechaza el acuerdo de paz. Huaiquipán es criticado por las redes sociales. Compra hoy
mismo y aprovecha los descuentos”.
Lo que acabas de leer es una secuencia de oraciones, en la que cada una de ellas está bien construida
individualmente, pero que no constituyen texto, porque hay tres temas distintos y no hay continuidad de
sentido.
“La invitación que me hizo Teresa era muy interesante, pero no puedo aceptarla. La llamaré para darle mis
disculpas”.
La anterior corresponde a una secuencia textual bien formada; hay continuidad en el sentido. Las marcas de
cohesión son evidentes: “La invitación” – “era muy interesante”, “no puedo aceptarla” / “Teresa”—“la
llamaré”, “darle”. El fragmento tiene coherencia y cohesión.
“Ayer fui a comprar zapatos. Escuché mi disco favorito”.
Aparentemente no existe relación entre ir a comprar zapatos y escuchar un disco, pero bien podría tratarse de
alguien que siempre lleva consigo su dispositivo para escuchar música y que en cada trámite que hace en su
vida cotidiana lo utiliza. Así, la coherencia, además de tener que ver con el conocimiento de mundo, tiene que
ver con la normalidad del mundo y los mundos posibles. Es posible que con la adición de conectores el
fragmento anterior adquiera más sentido para el lector.
Para lograr que un texto sea coherente y cohesionado se debe tener en cuenta tres procedimientos, conocidos
como reglas de textualidad. Estas son: recurrencia, progresión y conexión. Veamos el siguiente cuadro:
________________________________________________
La Cohesión: Mecanismos de Recurrencia
Todo texto bien formado presenta elementos que reaparecen; cada nueva oración retoma elementos de otras
oraciones. La recurrencia, unida a la mantención de las indicaciones de tiempo y lugar, contribuye a formar un
texto coherente y cohesivo. Los principales mecanismos lingüísticos de la recurrencia son:
Mecanismos
Ejemplos
“Toda la escuela estaba feliz con los anuncios que
Elipsis: Se omite el elemento que se reitera, ya que es
dio la Directora. No se imaginaban que al día
posible deducir del texto.
siguiente daría más”.
“Toda la escuela estaba feliz con los anuncios que
Pronominalización: Se cambia el elemento a reiterar por
dio la Directora. No se imaginaban que estos serían
un pronombre.
tan buenos”.
“Toda la escuela estaba feliz con los anuncios que
Utilización de sinónimos o palabras equivalentes: También
dio la Directora. No se imaginaban que las
se pueden emplear hiperónimos (felino por gato).
noticias serían tan buenas noticias”.
“Toda la escuela estaba feliz con los anuncios que
dio la Directora. La comunidad escolar no se
Utilización de frases que se refieren a lo mismo
imaginaba que las noticias serían tan buenas
noticias”.
Repetición: No es aconsejable abusar de este mecanismo, “Tecnología de punta. Tecnología en la usted puede
se debe evitar.
confiar”.
La Cohesión: Mecanismos de Progresión
Un punto que debe tener en cuenta quien escribe un texto es que la introducción de información nueva debe
hacerse a partir de la información ya conocida. Si esta condición no se cumple, la continuidad del discurso se
cumple y, por ende, su coherencia se ve afectada.
Tema y Rema
La oración está típicamente conformada por sintagmas nominales. El TEMA es el primer sintagma, el de la
izquierda, que está en el sujeto. La informatividad de la oración “corre” desde la izquierda hacia la derecha: el
tema es menos informativo que el REMA, éste da más información.
Considerando tema y rema como ejes informativos para la progresión, el verbo cumple una función de
transición.
“Pedro
hará
una fiesta
la celebrará
en casa de
amigos”
TEMA
- INFO
VERBO
TRANSICIÓN
REMA
+ INFO
VERBO
TRANSICIÓN
REMA
+ INFO
Ejemplo:
 Si decimos:
“Descartes fue un pensador profundo. El saber humano se afirma en la razón”.
En este caso el segundo enunciado aporta información nueva, pero no la relaciona- ni explícita ni
implícitamente- con la información precedente, lo que genera un quiebre en la continuidad.
 En cambio, si decimos:
“Descartes fue un pensador profundo. Sostuvo que el saber humano se afirma en la razón”.
En este caso no hay problema de continuidad: la información nueva se asienta en la conocida. Ello se ha
conseguido retomando el referente “Descartes” y a partir de él se ha introducido el nuevo contenido.
La progresión se ha producido por TEMA CONTINUO.
Mecanismos de Progresión:
Mecanismos
Tema continuo: El tema se mantiene en todas las
oraciones
Progresión derivada de hipertema: El Tema incluye
otros que se irán tratando en el transcurso del texto.
Ejemplos
“ La Secretaria tuvo su primer día. La recién llegada
tomó recados telefónicos y redactó solicitudes”
“Los programas de televisión implican distintos
espectadores. 24 Horas supone un público adulto,
Tronia y 31 minutos han sido pensados para niños.
De El último pasajero pudiera esperarse un público
más transversal”.
Progresión por tema fragmentado: Es una variante de la El fútbol es pasión de multitudes. Los estadios se
progresión derivada de hipertema. Se diferencia de ésta repletan cada fin de semana. Los niños desean ser
porque carece de una estructura tan ordenada.
como el jugador de moda, habitualmente en la
mañana del lunes el titular del periódico es
deportivo”.
La Coherencia: Los Conectores
En
general,
los
conectores
por
excelencia
son
los adverbios,
las frases
adverbiales,
las preposiciones, las conjunciones y expresiones preposicionales. Existen dos maneras de relacionar o
conectar los términos de un enunciado:
a) Relación de Coordinación
b) Relación de Subordinación
Relación de coordinación
- Estos enunciados se enlazan entre oraciones y expresan variadas relaciones entre sí.
- Las oraciones por sí solas tienen sentido completo.
Ejemplo: “Roberto canta y Antonia baila” (en este caso el conector es la conjunción copulativa y).
Relación de subordinación
- Se establece una dependencia semántica y sintáctica, uno de los elementos no tiene autonomía (su
coherencia
y
comprensión
depende
absolutamente
del
elemento
anterior).
Ejemplos: “Estudió a conciencia, por lo tanto, tuvo excelentes resultados”.
Antecedente (Subordinante): Estudió a conciencia
Conector: por lo tanto
Consecuente (Subordinado): tuvo excelentes resultados.
Tipos de conectores
Independientemente de que la relación entre los enunciado sea de coordinación o de subordinación, y de que
sean conjunciones, adverbios u otras expresiones, los conectores poseen en sí mismos una connotación propia,
la cual caracteriza el tipo de relación que se produce entre los enunciados.
De acuerdo a esta característica tenemos conectores:
Aditivos: Son aquellos que sirven para sumar información.
Son, por ejemplo: y, ni (e), que, además, incluso, en segundo lugar, por otra parte, asimismo, también, sumado
a, paralelamente, a continuación, en otro orden de cosas, al mismo tiempo, de la misma manera, otro caso
más, además de eso, aparte de eso, por añadidura, igualmente, encima, es más, más aún, incluso, hasta, para
colmo, etcétera.
De contraste o adversativos o modificativos: Invierten la orientación de la argumentación. Rectifican el texto
anterior. Oponen ideas o conceptos. A veces los restringen.
Son, por ejemplo: pero, no obstante, empero, contrariamente, pese a, en cambio, al contrario, por el contrario,
sin embargo, mas, sino, aunque, de todas formas, en todo caso, en cualquier caso, otra cosa es que, mejor
dicho, al fin y al cabo, de hecho, en efecto, con todo, a pesar de todo, aun así, ahora bien, de cualquier modo,
al mismo tiempo, en cierto modo, en cierta medida, hasta cierto punto, si bien, por otra parte, por el contrario,
en cambio, etcétera.
Disyuntivos: Establecen una disyunción o separación, una opción.
Son: o (u), bien, sea que, ya, etcétera.
Causales: Expresan relaciones de causa y efecto. Son, por ejemplo: por lo tanto, por consiguiente, porque,
pues, ya que, debido a que, a causa de, por este motivo, por esta razón, por lo dicho, por lo cual, por lo que,
por eso, por esto, por ello, etcétera.
Concesivos o condicionales: Establecen alguna oposición o condición o conceden algo parcialmente. Son
restrictivos.
Son, por ejemplo: aunque, por más que, si bien, aun cuando, pese a (que), de todas maneras, si, (en el) caso
(de) que, siempre que, a menos que, salvo que, a condición de que, con tal de que, a no ser que, etcétera.
Temporales: Indican un momento en el tiempo o establecen relaciones temporales.
De estos conectores temporales o de tiempo, encontramos tres clases:
a) De anterioridad: antes, hace tiempo, había una vez, al principio, al comienzo, anteriormente, previamente,
tiempo atrás, antes de que, en primer lugar, inicialmente, hasta que, etcétera.
b) De simultaneidad: en este (preciso) instante, al mismo tiempo, mientras tanto, a la vez, cuando, entonces,
fue entonces cuando, mientras, simultáneamente, actualmente, mientras que, a medida de que, etcétera.
c) De posterioridad: más tarde, luego, después, con el paso del tiempo, al día equis, posteriormente,
finalmente, después de que, etcétera.
Locativos: Hacen referencia a lugares. A veces se sustituyen.
Son, por ejemplo: aquí, ahí, allí, delante de, encima de, en este/ ese/ aquel lugar, donde, junto a (arcaísmo:
cabe), al lado de, en medio de, por arriba de, por debajo de, etcétera.
Repetitivos o aclaratorios: Son más importantes o tiene mayor uso en la lengua oral.
Son, por ejemplo: es decir, en otras palabras, mejor dicho, más precisamente, dicho de otro modo/ otra
manera, en pocas palabras, resumiendo, etcétera.
De precisión o explicativos: Detallan, precisan o profundizan.
Son, por ejemplo, así, así pues, es decir, esto es, en términos concretos, de esta manera, en cuanto a, por una
parte, respecto de, con referencia a, por otro lado, en lo que concierne a, etcétera.
Comparativos:
Son, por ejemplo, igualmente, del mismo modo/ la misma manera, en cambio, contrariamente, inversamente,
etcétera.
Para resumir o concluir:
Son, por ejemplo, finalmente, en resumen, en síntesis, en definitiva, en conclusión, por último, sintetizado,
resumiendo, para concluir, etcétera.
Ordenativos (parecidos a los de precisión): dividen, distribuyen y ordenan el contenido.
Son, por ejemplo: en primer lugar, en segundo lugar, al final, por último, finalmente, para concluir, en cuanto a,
por lo que se refiere a, en el caso de, por un lado... por otro, a su vez, por su parte.
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