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S A N T IA G O R US I ÑO L
FUENTE DE SAN PASCUAL DE GENOVÉS
La fuente de San Pascual de Genovés es una obra del pintor modernista Santiago Rusiñol que nació en 1861 y
está considerado como uno de los artistas más polifacéticos del modernismo catalán. Después de los primeros
estudios trabajó en el negocio familiar de tejidos, pero lo abandonó muy pronto, rompiendo con la tradición
industrial de la familia.
Aunque inicialmente fuese autodidacta en arte, se formó en el Centro de acuarelista de Barcelona del que fue
uno de sus fundadores.
Después de un viaje a París (1889) su pintura adoptó tonos grises y una especie de sutil vaguedad muy
influenciada por los impresionistas. Su producción pictórica de esta época es paisajística, sobre temática
urbana, retratos y también composiciones simbólicas de inspiración modernista.
Desde 1896 y después de un viaje a Andalucía, empezó a pintar jardines.
Desde que volvió a Barcelona se transformó en uno de los grandes animadores del movimiento modernista “els
quatre gats” que reunía artistas y escritores de vanguardia.
Además de su actividad como pintor, también desarrolló un importante trabajo como escritor, por el que
también es muy conocido.
Rusiñol murió en Aranjuez, donde estaba pintando sus jardines, en el año 1931.
La fuente de San Pascual del Genovés es una muestra del arte contemporáneo de principios de los años veinte
y es una de las obras que nos dejó de su paso por nuestra ciudad, en ella puede verse un paisaje urbano del
municipio vecino del Genovés. En las afueras de este municipio se encuentra este conjunto ornamental que
data del siglo XVIII, con banco circular de piedras sillares y casalicios con la escultura de San Pascual Bailón
patrón de el Genovés a quien está dedicada.
EL ABASTECIMIENTO DEL AGUA POTABLE
Las fuentes urbanas de Xàtiva constituyen un elemento propio de un aspecto mucho más amplio y que
conocemos con el nombre de cultura del agua. Sólo comprendiendo el papel que el agua juega como elemento
articulador de una sociedad determinada podremos entender el carácter representacional que encierra cada
una de las manifestaciones humanas con relación al agua, tanto en su uso como en su concepción ideológica.
Xàtiva posee unas excepcionales condiciones geológicas que la convierten en una tierra donde brota el agua
abundantemente de manera natural y permite la explotación tanto para la economía doméstica como para la
economía pública y privada.
Debemos hacer distinción sobre las tipologías de las fuentes, ya que además de las fuentes particulares, las
fuentes públicas se subdividían en fuentes reales y fuentes vecinales. Las primeras estaban adosadas a una
casa, normalmente en una calle. Solían tener la pila de una pieza de piedra picada o mármol amarillo de
Buixcarró y no más de dos caños. La construcción, mantenimiento y reparación corrían a cargo de los vecinos
de la calle.
Las fuentes reales estaban situadas casi siempre al centro de una plaza y algunas estaban rematadas por la
imagen de un santo, la conservación de la fuente corría a cargo del caudal público de la ciudad.
Además de las fuentes de carácter público, existían fuentes privadas que estaban a las situadas en los patios
de las casas de familias acomodadas, o en los conventos de la ciudad.
Además de las fuentes hay que añadir la existencia de los lavaderos, el de la Plaza de la Bassa y el del Jardín
del Beso, fundamentales en la articulación del espacio urbano y social de la ciudad hasta mediados del siglo
pasado.
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LOS DIFERENTES CANALES QUE SUR TEN LA CIUDAD
Desde sus primeros tiempos la antigua ciudad se desarrolló en torno a la riqueza acuífera de la zona.
Ya en época romana el caudal sometido al variable régimen fluvial, no era suficiente para abastecer a la
totalidad de la población, por lo que se desarrolló un sistema de aljibes, así como cisternas y balsas que
recogía el agua de la lluvia y la almacenaban para el posterior abastecimiento de la ciudad y cuyo uso perduró
durante la época visigótica, y aún islámica.
Será en la época de la población musulmana cuando se explote realmente la riqueza acuífera de la zona, la cual
aprovechando la riqueza de las aguas del nacimiento de Bellús y ríos, desarrollaron todo un sistema de canales
hasta el recinto urbano.
Gracias a esta gran obra de ingeniería hidráulica, iniciada en época islámica cuyo trazado ha perdurado hasta
nuestros días, se hizo posible el crecimiento del número de fuentes en el interior de la ciudad.
De esta época datan la acequia de la Vila, y el canal de Bellús. La más antigua, la acequia de la Vila, se
construyó atendiendo a la expansión de la población y el crecimiento de las actividades humanas que se
desarrollaron en época islámica. La acequia de la Vila abastecía, en diversos puntos, a la ciudad a través de
fuentes y caños. La acequia se utilizaba en las tierras de regadío alrededor de la ciudad y luego la cruzaba. A
partir del siglo XV se dedicó exclusivamente para regadío.
Desde este momento las fuentes públicas, viviendas, baños, huertos privados y conventuales e industrias que
tomaban el agua de la Vila se les dio servicio a través de una nueva conducción de agua, la acequia de las
Santas.
A finales del siglo XIV se llevó a cabo la reconstrucción del trazado de la acequia del Bellús para dotar de
agua potable para consumo doméstico a la ciudad de Xàtiva, debido a la necesidad de una fuente alternativa a
la de la Vila, en períodos de sequía abasteciendo un mejor suministro de agua a la parte baja de la ciudad,
justo la que más había crecido en los últimos años.
LAS FUENTES PÚBLICAS Y PRIVADAS EN EL PAISAJE URBANO
La conducción del agua de Bellús y de Santa por dentro de la ciudad supuso un gran beneficio para la totalidad
de la población, no sólo para concesiones particulares sino por la posibilidad de ubicar fuentes públicas, tanto
reales como vecinales.
En época cristiana se mantuvo esta costumbre, aunque adaptando la arquitectura del agua a las nuevas formas
artísticas de los conquistadores.
Desde el siglo XV son multitud las fuentes que se han ido construyendo, renovando o modificando en la ciudad.
Junto a la fuente gótica de la trinidad, se han conservado las barrocas: la fuente de San Juan, la de la plaza
de Alejandro VI, la de la plaza de San Francisco, la de los peces o de la Alameda, además de las realizadas en
el siglo XIX, que presentan una tipología diferente a las anteriores. Se abandona la fuente exenta como
elemento localizador del paisaje urbano, por la fuente adosada, como la de lo vint-i-cinc Dolls, la fuente del
león, la de la plaza Roca y la de Fernando VII. A finales del siglo XIX se construyó la de la plaza del
Trinquet, situada antiguamente en la plaza de la bassa , y las farolas fuente de hierro fundido que es un
interesante modelo de arquitectura industrial aplicada a esta tipología .
Muchas de estas fuentes son construcciones de nueva planta sustituyendo a otras anteriores mucho más
antiguas.
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BIBLIOGRAFÍA
•
Varios, El sistema de regadío de la costera, dirección general de patrimonio artística, Conselleria de
cultura i educació, generalitat valenciana.
•
Alfred Boluda Perucho, El llibre del repartiment de l’aigua de la Séquia de Bellús, Editorial, Xàtiva:
Matéu, D. L. 1998.
•
Santiago Rusiñol
http://www.escriptors.com/autors/rusinols
•
Santiago Rusiñol y Prats
http://www.gaudiallgaudi.com/AP002.htm
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