museo de historia

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1973. En ese año se inició la renovación socialista, y entre
1973 y 1976 el periódico, impreso en Bélgica, recuperó su cabecera habitual, siendo redactado completamente desde el
interior de España.
VI. DE NUEVO LA LIBERTAD
(1977-2011)
Apenas transcurridos quince meses desde la muerte del
dictador, España se transformaba en una monarquía parlamentaria, se restablecían las libertades y se redactaba una
constitución democrática. En enero de 1977 EL SOCIALISTA
reaparecía en toda España y poco después se legalizaban todos los partidos políticos.
Consciente de las dificultades que entraña el abrirse hueco entre una prensa libre numerosa, con medios inalcanzables
para un periódico de partido, EL SOCIALISTA ha atravesado
diversas etapas, con sucesivos directores y ha ensayado varios
modelos tanto de presentación como de contenidos. En la actualidad su tirada rebasa los 180.000 ejemplares y su circulación es gratuita entre los afiliados del PSOE.
De 25 de nov i e m b re , 2011 a 26 de fe b re ro, 2 0 1 2
MUSEO DE HISTORIA
Fuencarral, 78
28004 Madrid
Teléfono: 34 91 701 1863
Fax: 34 91 701 1686
[email protected]
www.madrid.es/museodehistoria
Horario:
De martes a viernes: 9:30 a 20:00 horas
Sábados y domingos: 10:00 a 14:00 horas
Lunes y festivos cerrado
E N T R A DA GRAT U I TA
PLANO DE LA EXPOSICIÓN
I. VERTEBRANDO EL PARTIDO
DE LOS TRABAJADORES (1886-1913)
II. DE LA MONARQUÍA CONSTITUCIONAL
A LA IIª REPÚBLICA (1913-1931)
Visitas guiadas:
Sábados y domingos
a las 12:00 y a las 13:00 horas
III. UNA REPÚBLICA DE TRABAJADORES
DE TODAS CLASES (1931-1939)
IV. LOS AÑOS DE HIERRO.
LA CLANDESTINIDAD (1939-1977)
V. UN EXILIO DE AFANES Y ESPERANZAS
(1939-1977)
VI. DE NUEVO LA LIBERTAD
(1977-2011)
VII. PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Autobuses: 3, 21, 40, 147 y 149
Metro: Tribunal y Bilbao
El Socialista (diciembre de 1946) >
Tarjeta postal con la edición
diaria de El Socialista (1913).
Extraordinario de El Socialista
(1 de mayo de 1933).
El Socialista.
Prospecto (marzo de 1886).
Mitin de la UGT y del PSOE en >
Toulouse (11 de marzo de 1945).
I. VERTEBRANDO EL PARTIDO
DE LOS TRABAJADORES (1886-1913)
Durante el siglo XIX y los comienzos del XX el único medio de comunicación de masas existente era el periódico.
Todos los partidos políticos de la época lo utilizaron para
divulgar su ideología y fortalecer sus organizaciones.
Para las asociaciones obreras, dotarse de una prensa propia suponía superar obstáculos económicos y políticos ingentes. La Iª Internacional (AIT), creada por Marx y Engels, no fue
capaz de dotarse de un órgano propio. El socialismo francés
editó a saltos semanarios como L’Égalité y Le Socialiste. Los
socialistas belgas fueron los primeros en contar desde 1885
con un diario, Le Peuple, gracias a su formidable organización
sindical y cooperativa. Para el PSOE de las primeras décadas,
constituido básicamente por trabajadores manuales, dotarse
de un órgano permanente de prensa resultó un sacrificio
extraordinario, pero su logro contribuyó de forma indiscutible
a consolidar la organización.
II. DE LA MONARQUÍA CONSTITUCIONAL
A LA IIª REPÚBLICA (1913-1931)
Desde 1910 Pablo Iglesias fue elegido diputado por Madrid. El socialismo era ya una fuerza creciente cuya presencia
destacaba en muchos ayuntamientos y diputaciones. En diversas regiones los afiliados contaban con publicaciones propias, pero el órgano central del partido debía abrir paso y con-
solidar estos avances. En abril de 1913 EL SOCIALISTA se
transformó en diario, tras 27 años como semanario, gracias a
las aportaciones de los afiliados al PSOE y a la UGT, sobre
todo de los sindicatos más fuertes de esta, siendo el primer
diario promovido en España por un partido de los trabajadores. Contaba el PSOE con 11000 afiliados y la tirada media inicial del diario pasó de 13.000 ejemplares a 17.000 el año
1930, mientras el extraordinario que se editaba el 1º de Mayo
alcanzó una media de 40.000 ejemplares.
III. UNA REPÚBLICA DE TRABAJADORES
DE TODAS CLASES (1931-1939)
La caída de la dictadura del general Primo de Rivera arrastró tras de sí a la monarquía de Alfonso XIII. La IIª República, y
la nueva constitución democrática significaron un avance sin
precedentes en nuestra aproximación a la Europa más desarrollada. La igualdad de la mujer y los derechos de los trabajadores gozaron del respaldo institucional.
Tres socialistas, Francisco Largo Caballero, Indalecio Pri eto y Fernando de los Ríos fo r m a ron parte de los pri m e ros gobiernos republicanos presididos por Manuel Azaña. En esta
atmósfera favorable EL SOCIALISTA, re forzada su redacción
y diri gido por Julián Zuga z a goitia alcanzó tiradas diarias de
78.000 ejemplares y uno de sus extraordinarios en 1932 superó los 155.000. Estos log ros culminaron con la instalación
de una nu eva rotativa cuando ya se había iniciado la Guerra
Civil.
IV. LOS AÑOS DE HIERRO. LA CLANDESTINIDAD
(1939-1977)
Concluida la Guerra Civil, se estableció en España una
férrea dictadura militar alineada con las potencias fascistas.
Las organizaciones democráticas que habían defendido la República fueron perseguidas sin piedad y sus bienes destruidos
o incautados arbitrariamente. Mientras la rotativa de EL SOC I A L I S TA y sus locales pasaban a ser las instalaciones del BOE,
los socialistas se reorganizaban en las cárceles, constituían
sucesivas comisiones ejecutivas –desarticuladas por la policía–, y seguían editando clandestinamente el periódico, en
pequeño formato, con lo que arriesgaban su integridad física y
su libertad.
V. UN EXILIO DE AFANES Y ESPERANZAS
(1939-1977)
Los socialistas marcharon al exilio divididos a consecuencia de la Guerra Civil. En Méjico, Francia y norte de Africa aparecieron distintas ediciones en general efímeras. Apenas liberado el sur de Francia, el grupo socialista mayoritario celebró
sus primeros congresos en Toulouse y reanudó la edición de E L
S O C I A L I S TA, que reaparecía en octubre de 1944 como Órgano del Partido Socialista Obrero Español y portavoz de la UGT.
En 1961 el gobierno francés prohibió la prensa española
antifranquista. Los socialistas galos cedieron entonces la cabecera del histórico Le Socialiste, con la que se editó hasta
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