Shakespeare en el parque La noche más corta del año, en la que quemas tus penas en las hogueras, en la que puede ocurrir cualquier cosa, sí sin duda la noche de San Juan es una noche de pasión y libertad. Pero este año en el parque del pueblo de Consett se celebra de una manera peculiar. Los asistentes al espectáculo no saben muy bien a lo que han venido y su impaciencia por ver lo que pasa crece por momentos. “Pero, ¿qué van hacer?, ¿qué significa Shakespeare en el parque?” se repite entre la concurrencia. El reloj de la Iglesia de Saint Andrew’s marca las diez de la noche. De la sombra de un pino alargado sale de un salto un hombrecito singular vestido de verde que anuncia: “Os damos la bienvenida a la representación de El sueño de una noche de verano. ¡Debéis hacer lo que os indique, sin rechistar!”. Sorprendidos y aturdidos el público se mira entre sí como diciendo “Y este, ¿de qué va?” pero su ansia y deseo por ver lo que les espera supera su asombro y comienzan a seguir al “de verde”. Paso a paso, el hombrecito, nos adentra más y más en el parque hasta llegar a una gran explanada luminosa y silvestre donde comienza la obra del gran dramaturgo William Shakespeare. Pero, no hay asientos, no hay escenografía, tan solo los actores en medio de la bella explanada, “¿Qué ocurre? Esto no es teatro” piensan los asistentes. A medida que se desarrolla la primera escena el público se relaja y queda prendado del maravilloso trabajo actoral de la compañía. “Amor ve con la mente, no con la vista; por eso a Cupido dios ciego lo pintan.” El maravilloso soliloquio de Helena termina y vuelve a salir el “hombrecito de verde” anunciando que debemos seguir a los actores “Allá donde os lleven, tened fe en ellos”. Los espectadores vuelven a quedarse atónitos ante la declaración pero deciden, de nuevo, seguir a los actores a su nuevo destino. La gente comienza a darse cuenta de lo que está ocurriendo y es que se trata de una gran innovación teatral. La obra no se representa en un lugar fijo sino que el parque entero es su escenario. Así, a lo largo de dos horas, los actores nos llevan de un punto a otro contándonos los líos amorosos de Lisandro, Hermia, Demetrio y Helena. “Es maravilloso, jamás había visto cosa igual. Te hace sentir parte de la representación, me encanta” comenta el señor que tengo al lado. Y sí, verdaderamente es una manera espléndida de transmitir al público la obra y el acercamiento ente espectador y actor es mucho más fuerte que un teatro convencional. Es un gran privilegio poder admirar una obra de teatro del gran dramaturgo británico, William Shakespeare en un maravilloso parque del norte de Inglaterra. “Si esta ilusión ha ofendido, pensad, para corregirlo, que dormíais mientras salían todas estas fantasías.” Para nada, pequeño duende, esta ilusión ha sido maravillosa, como si de un sueño se tratase, un sueño de una noche de verano…. Consett Park, County Durham