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GUIAR Y CORREGIR: LABOR DE PADRES, COLABORACIÓN DE LOS ABUELOS
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Para que ejerza una acción positiva en la educación del niño, la autoridad tiene que responder al principio:
“Fortiter in re, suaviter in forma” (“Fuerte en la cosa, en lo indicado o mandado, suave en la forma”)
Debe guiar, al estilo del guía que indica, demuestra y acompaña. Y que va señalando los errores y defectos y
cómo corregirlos.
Pero si estos consejos y correcciones no son duraderos, si no se transforman en conductas, si no se hacen
hábitos, no son educativos.
A) LOS HÁBITOS SON UNOS GRANDES AUXILIOS:GUIAR Y CORREGIR
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Los hábitos deben ser considerados siempre un medio eficaz para educar y nunca esclavizarse a ellos. La
flexibilidad es una de las virtudes más sabias y en este caso, moderadora en las situaciones del hogar. Los
hábitos son para los padres, la familia y la educación y no viceversa.
Son de diversos tipos, los fisiológicos ayudarán al funcionamiento orgánico del niño en cuanto sueño,
alimentación, actividad, evacuación... Funciones íntimamente ligadas con la vida familiar y que no están al
margen de otras consecuencias; contribuyen también a un equilibrio interior y a la formación del carácter.
Los hábitos sociales buscan la integración del niño al medio en que se desenvuelve.
Otros son conductuales, que tienen que ver con las actitudes del niño y que repercuten posteriormente en
su capacidad para entender el bien y el mal.
Existen también los higiénicos encaminados a proteger la salud y prevenir enfermedades, y que se vinculan
con aprender a presentarse antes los demás y darle un justo valor a la imagen externa. Todos se pueden
relacionar entre sí. Ej. Comer con corrección en la mesa es también una forma de respeto a los demás.
Los mejores hábitos a establecer en la infancia son todos los relacionados con el orden de vida, tiempo,
espacio, alimentación, sueño; con la actividad, dejando lugar a juego, movilización, vida al aire libre; con la
vida escolar, colaboración doméstica, razonamiento, deporte, y todos aquéllos que le pueden ayudar a llevar
una vida sana y de buena relación.
Las virtudes a trabajar cuando se inicia la época escolar, al empezar a tener vida de relación con los demás y
a establecer las primeras amistades, aunque sea sólo para jugar, son: la empatía, la generosidad, la
sinceridad y el perdón, (pedirlo y concederlo).
B) ENCARGOS Y CONSIGNAS
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En relación a la colaboración familiar, los padres se suelen plantear la necesidad de fijar una serie de labores
que deben ser atendidas por los niños. Esta es una buena iniciativa porque fomenta pensar en los demás,
involucrarse en la importancia del orden familiar y adquirir responsabilidades. Sin embargo hay que ver con
claridad qué se persigue, cuando se establecen y la prioridad respecto a otros hábitos o quizá mejor el
equilibrio con los demás. ¡Pero ni los padres ni los abuelos tienen que hacer esas labores suplantando el
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deber de los niños!
C) CASTIGO
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¿Cómo recurrir a un castigo para corregir una conducta inadecuada?
MENTO
El castigo educativo consiste en privar intencionadamente al niño de un bien o situación agradable (libertad,
posesión, diversión, etc.), privación de la que va a resultar un sentimiento o estado de ánimo penoso, pero
que a la vez es una muestra del disgusto de los padres necesario para corregir.
Es un recurso sin el cual no se consigue el resultado esperado.
Es necesario que el castigo sea pedagógico, y no hay que considerarlo como una frustración para el niño ni
una forma de represión.
Es preciso que no se interprete por parte de quien lo recibe, como una acción personal del que castiga
contra él.
Para que conserve la naturaleza propia de un bien, se debe evitar que sea un desahogo de la tensión
producida por la misma conducta indeseable.
El castigo no se origina en la persona por sí misma, la causa es un comportamiento inadecuado.
La clase y el efecto producido por los castigos varían según la edad, el sexo, la personalidad, las
circunstancias y la disposición interior del castigado.
Es necesario aplicarlo por haber fallado otros medios educativos, como la motivación, el estímulo o el
razonamiento previo.
Deberá mediar poco tiempo entre la comisión de la falta y la imposición del castigo. La petición de perdón o
disculpas debe fomentarse, pero no reclamarla con urgencia ni sustituirla por la pena salvo en casos muy
especiales.
Proporción entre el castigo y la falta cometida, en intensidad y duración.
No hacer caso de las pataletas, ¡ignorarlas para que vean que no dan resultado!
Cuando se pase la rabieta, que hagan lo que tenían que haber hecho.
No ceder a los chantajes y no chantajearlos. Lo que hay que hacer se hace porque está bien, porque es lo
que se debe (es la justicia) y para fomentar una sana obediencia.
Administrar y repartir muy bien premios y castigos cuando hay varios nietos. Nada de favoritismos,
engendran resistencia por el “agravio comparativo” al que son muy sensibles. De este modo se previenen los
celos.
No apelar al castigo físico. La transgresión de normas implica perder un beneficio o premio. Una estrategia
importante, sobre todo a partir de los 2 -3 años es el “rincón de pensar” un minuto por año de edad. Si se
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rebotan, aislamiento.
No temer a los resentimientos, los niños, al contrario que los adultos, perdonan sobre todo cuando se dan
cuenta de que no tienen razón.
D) LA RECOMPENSA EDUCATIVA
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Por otro lado debemos ser conscientes de que la recompensa educativa también tiene repercusiones en la
educación de la voluntad del niño, va íntimamente vinculada con “sentirse bien” y “ser reconocido y
estimado”. Hay muchos padres que creen que premiar puede ser signo de debilidad o se olvidan de hacerlo,
Los adultos podemos dar fe de la importancia del reconocimiento al esfuerzo para seguir actuando.
Es pedagógica cuando se da como muestra de satisfacción por parte del educador; puede consistir en
objetos, palabras, hechos, que signifiquen para el premiado un goce o una ventaja de cualquier índole.
Hay varias clases de recompensas: sensibles, afectuosas, lucrativas, instructivas, honoríficas, según la parte
de la personalidad que afecte y según la conveniencia del momento. El educador deberá cuidarse del
empleo excesivo de la recompensa, especialmente si es material, para que no degenere en soborno o precio
por el deber cumplido y tener cuidado de no fomentar codicia, celos o vanidad en el educando.
Como el castigo, es un recurso, que en esta ocasión puede ser preventivo, ya que precede a la acción o la
sigue. Puede ser también una alabanza y tampoco se deberá abusar de ella o emplear cuando no es
adecuada, porque le quitaría eficacia al hecho de hacerlo “porque sí”.
¡Cuidado con una conducta que en sí es negativa y que se estimula a través de una que pretende ser positiva
pero que en realidad es un engaño. Ej... -¡Qué bien te has portado en tal o cual lugar!..., claro que me
gustaría más que te portaras de tal o cual manera...- Cuando el comportamiento del niño ha sido fatal se
debe reprobar, nunca alabar.
Y nunca ser flexible en casos que ceder implique elegir un mal para el niño o para otra persona.
ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS
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PADRE/MADRE y también abuelos:
Ayúdale a ejercitarse en la virtud, especialmente en la fortaleza, la laboriosidad, la caridad, el sentido del
deber, etc... Recuérdale y motívalo para cumplir su deber no sólo por un premio, sino por la satisfacción de
lo obtenido con esfuerzo.
Que se comprometa a cumplir sus deberes tanto escolares como en el juego. Debe cumplir unas reglas sin
cambiar constantemente. Procura brindarle labores y juegos de acuerdo a sus posibilidades y capacidades.
No le exijas lo que no puede hacer pero no hagas lo que sí puede hacer. Así lo harás responsable.
Enséñale a levantarse cuando tiene fallos o fracasos, haciéndole ver que éstos le pueden ayudar a crecer y
mejorar.
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Estimula las iniciativas del niño. No resuelvas sus problemas, dale al niño recursos para que él lo haga, que
sea él quien encuentre las soluciones.
La voluntad se mueve con motivaciones. Entre más fuertes y elevadas sean, más le ayudarán. Es
indispensable enseñar a hacer las cosas por amor, a sus padres, a sus hermanos, a Dios. El AMOR es motor
de la voluntad.
COMENTARIOS FINALES
La educación es un camino HACIA LA MADUREZ INTEGRAL que se recorre con lentitud; para que un ser
humano llegue a la plenitud, transcurren muchos años.
Cuando un niño viene al mundo nos puede parecer por su invalidez y dependencia que es débil, sin embargo
su naturaleza tiene una constitución tan fuerte que física y espiritualmente manifiesta todas sus
potencialidades en muy poco tiempo. Es verdad que nace desprovisto de todo y ¡he aquí la maravilla!
necesita de sus padres para satisfacer esas necesidades básicas y también para saber quién es.
De ahí la grandeza de la misión de SER PADRES, que los abuelos deben respetar y reconocer diferente a la
suya, pero también con la responsabilidad de poner los medios para que los padres puedan realizarla.
“Vuestros hijos o nietos, padres y abuelos, son un reflejo de vuestra personalidad, hábitos, valores,
ambiente, tradiciones... sois su marco de referencia. Aprenden de vosotros, por ello tenéis que revisar
vuestras actitudes, razones, criterios, autoridad, aceptación de las personas, organización y sentido de
vida.”
Autores:
Dª María Antonieta Casanueva, educadora familiar, especialista en Escuelas de Padres.
D. Rafael Ortín, Pediatra. Máster en Ciencias del Matrimonio y la Familia.