Biblioteca Pública de Noáin/Noaingo Herri Liburutegia Horario de verano: de 8:30 a 14:30 Horario de invierno: de 15h a 21h. Los escritores de Loli Albero Gil c/ Real, 10 Noáin Tel. 948312149 C.e.: [email protected] http://www.bibliotecaspublicas.es/noain/ Loli Albero Gil. Escritora impenitente, lectora impenitente también. En Pamplona nació, pero si de algún lugar se siente, es de su pueblo Noáin. Es licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación. Su vida siempre ha girado en torno a su pasión: la literatura. Ha publicado El misterio de la loca-muda (2002) y Todo es mentira (2006). Está a punto, ahora en 2009, de ver publicada su Más allá de la obra publicada, la obra de Loli Albero Gil es muy extensa: relatos (premiada en varios certámenes), novelas, libros infantiles y poesía. En la biblioteca de Noáin tuvimos el privilegio de oír y sentir la poesía que nació de los escombros de una casa maltratada. Durante una charla en la biblioteca, se le preguntó a Loli Albero Gil si sólo leía literatura escrita por mujeres (véase sobre este tema la guía de lectura de Loli Albero también publicada en la web de la biblioteca). “Pues no —responde dulcemente Loli—. También leo a escritores. Y entre los escritores masculinos busco textos que me lleguen al alma, que los hay.” Adoro a Benito Pérez Galdós. Me parece el escritor español por excelencia, muy por encima de Cervantes. Sus obras me gustan todas, pero si tuviera que elegir una sería Fortunata y Jacinta, por su talento a la hora de conocer y describir la psicología humana y en concreto el intrincado mundo de las emociones, del amor. Otro libro para mí especial es La Regenta, de Leopoldo Alas, “Clarín”. Aunque no soy barojiana, en mi adolescencia, Pío Baroja me impresionó con su El árbol de la ciencia, un libro que recomiendo, así como toda la Generación del 98 al completo, con Unamuno a la cabeza (Niebla, La tía Tula). Vicente Blasco Ibáñez hizo unos retratos geniales de su época en obras como Entre naranjos, Cañas y barro o La barraca. Mi primer premio literario, ganado en el colegio, fue premiado con un libro que nunca voy a olvidar: La vida sale al encuentro, de Martín Vigil. Me gusta Camilo José Cela (La colmena), Juan Marsé (El amante bilingüe), José Luis Sampedro (La sonrisa etrusca), Julio Llamazares (La lluvia amarilla, El cielo de Madrid), Manuel Rivas (Los libros arden mal), Juan Manuel de Prada (La tempestad), Gustavo Martín Garzo (Los amores imprudentes, Mi querida Eva), Jesús Ferrero (Belver Yin), Alfredo Gómez Cerdá (Noche de alacranes), Luis Landero (Juegos de la edad tardía), Javier Cercas (Soldados de Salamina), Carlos Ruiz Zafón (La sombra del viento), toda la producción de Pablo Antoñana y un libro que me parece imprescindible: Fuerte de san Cristóbal, 1938. La gran fuga de las cárceles franquistas, de Félix Sierra e Iñaki Alforja. Todo esto, y resumiendo mucho, en prosa. Como se ve, todo lo citado es español. Y es que me siento muy cerca de la literatura española, no así de la que se hace fuera de nuestras fronteras, aunque también existan títulos que me hayan gustado y pueda recomendar. En cualquier caso, irán en la dirección descrita: intimistas, psicológicos, siempre en la línea de las emociones y en la de la preocupación social y política. Por supuesto toda la obra de los clásicos: Shakespeare, Wilde, Dickens, Flaubert, Tolstoi, Dostoievski, Chèjov, Zola... Por otra parte, por mi formación filosófica, aconsejaría las obras de Platón, Epicuro, Séneca, San Agustín, Rousseau, Blaise Pascal (Pensamientos), Karl Marx (El manifiesto comunista), Sartre (en concreto La náusea), Bergson, Emmanuel Mounier (Manifieste au service du personalisme), y un libro muy especial para mí, agotado en todas las librerías: A la búsqueda del sentido de Max Horkheimer. Entre los novelistas extranjeros que me gustan estaría Paul Auster. Me encanta Paulo Coelho en El alquimista, tan sencillo y tan profundo a la vez. Me impactó muy positivamente el libro de Osho, Alegría. Y muchos años antes Martín Eden, de Jack London. Este libro, que me lo aconsejó mi amigo Alberto, es especialmente idóneo para escritores. Valoro a Herman Hesse en Siddarta y Demián. Descubrí a Nicholas Sparks hace varios años en su libro El cuaderno de Noah, que me encantó, y desde entonces me he leído todos sus títulos. Otro autor de culto para mí es Stefan Zweig, con obras como Carta de una desconocida y Veinticuatro horas en la vida de una mujer, entre otras. En lo referente a poesía, tengo tres autores predilectos: Gustavo Adolfo Bécquer (Rimas y leyendas), Antonio Machado (Obras completas) y Pedro Salinas en La voz a ti debida. Me gusta la poesía del Siglo de Oro, pero venero especialmente la del siglo XIX (Bécquer, Espronceda, Rosalía de Castro, Zorrilla, Campoamor), época del Romanticismo, mi referente. En el siglo XX la buena poesía para mí la representan principalmente: Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Miguel Hernández, Dámaso Alonso, Jaime Gil de Biedma... Y, por supuesto, no me olvidaré de mis amigos y colegas: Javier Asiáin (Desde las ondas, a dúo con Isabel Blanco Ollero, Efectos personales, Votos perpetuos y Simulador de vuelo), Daniel Aldaya (Inventario de panes y peces, SMS, Poema York) y Alfredo Rodríguez (Salvar la vida con Álvarez).