declaraciones ante la reunión de la csce sobre la aplicación de la

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DECLARACIONES ANTE LA REUNIÓN DE LA CSCE SOBRE
LA APLICACIÓN DE LA DIMENSIÓN HUMANA
VARSOVIA
27 DE SEPTIEMBRE - 15 DE OCTUBRE DE 1993
NOVIEMBRE DE 1993
RESUMEN
ÍNDICE AI: IOR 52/03/93/s
DISTR: SC
Amnistía Internacional presentó cinco declaraciones orales en la
primera Reunión sobre la Aplicación de la Dimensión Humana (RADH) de
la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE),
celebrada en Varsovia entre el 27 de septiembre y el 15 de octubre de
1993. La RADH constituye la principal reunión de la CSCE sobre derechos
humanos y se celebra cada dos años. Por vez primera en este tipo de
reuniones, se ha concedido el derecho a realizar declaraciones orales
a las organizaciones no gubernamentales. En la reunión se establecieron
dos grupos de trabajo: El Grupo Subsidiario de Trabajo 1 (GST1) tenía
como misión examinar en qué medida los 53 Estados participantes llevaron
a la práctica sus compromisos con la CSCE en materia de derechos humanos,
y el Grupo Subsidiario de Trabajo 2 (GST2) presentó recomendaciones
para perfeccionar y consolidar los mecanismos de derechos humanos de
la CSCE. Amnistía Internacional presentó tres declaraciones ante el
GST1: Sobre las torturas cometidas en los países de la CSCE, sobre la
libertad de expresión y la objeción de conciencia, y sobre la protección
a los refugiados. Igualmente, realizó dos declaraciones en el GST2
relativas a la función de las organizaciones no gubernamentales en la
CSCE, la primera, y sobre los derechos humanos en las misiones de la
CSCE, la segunda.
En la alocución denominada La Tortura en los Estados de la CSCE,
Amnistía Internacional mostró que la tortura todavía constituye un
importante problema en la región de la CSCE. Igualmente, recordó ante
la Conferencia que ni la democracia ni la ratificación de los
instrumentos internacionales concebidos para proteger los derechos
humanos establecen garantías contra la tortura si los gobiernos no
muestran la voluntad política necesaria para acabar con ella. Amnistía
Internacional expuso ejemplos de torturas cometidas en Alemania,
Bulgaria, España, Hungría, Italia, Portugal, Rumanía y Turquía.
En la declaración titulada La protección a los refugiados en riesgo:
Elaboración de una respuesta común ante una crisis regional, Amnistía
Internacional hizo un llamamiento para que se elaborara una respuesta
regional común ante la crisis de los refugiados en Europa. También
reiteró su preocupación ante las medidas restrictivas impuestas por
la Unión Europea (UE) y las graves consecuencias que acarrean, como
una reacción en cadena, en Europa Oriental. Amnistía Internacional
exhortó a la CSCE, prácticamente el único organismo que puede reunir
a todos los Estados afectados, a que participe en la elaboración de
una respuesta común a los problemas de los refugiados en Europa y a
que garantice que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados y las organizaciones no gubernamentales desempeñan una
función fructífera en este proceso.
2
En la declaración de Amnistía Internacional que lleva por título
Libertad de expresión y objeción de conciencia al servicio militar,
se insistió en la necesidad de que la CSCE garantice que todos los Estados
participantes respeten las normas mínimas de derechos humanos. También
se llamó la atención sobre las violaciones de la libertad de expresión
que se producen en Tayikistán, Uzbekistán, Grecia y Turquía. En la
segunda parte de esta declaración se acogió con satisfacción el hecho
de que un creciente número de Estados de la CSCE estén efectuando cambios
para reconocer el derecho a la objeción de conciencia al servicio
militar, pero se señaló también que en países como Grecia, Francia y
Chipre todavía se encarcela a personas por sus convicciones contrarias
al cumplimiento del servicio militar.
En la declaración llamada Misiones de larga duración y misiones
de dimensión humana, Amnistía Internacional resaltó la necesidad de
que todas las misiones de larga duración incluyan un componente de
derechos humanos. También exhortó a la CSCE a que elabore informes
públicos sobre dichas misiones. Por lo que respecta a las misiones de
dimensión humana, Amnistía Internacional insistió en la preocupación
que le causa el hecho de que sean pocas las misiones que se han llevado
a cabo, y urgió a los Estados participantes a que empleen ese mecanismo.
La organización subrayó la necesidad de que la CSCE contemple tales
misiones como parte de un proceso en marcha y no deje de realizar un
seguimiento de las mismas.
En la declaración titulada Función de las organizaciones no
gubernamentales en la labor de dimensión humana de la CSCE, Amnistía
Internacional presentó varias recomendaciones prácticas en las que se
expone la manera en la que la CSCE puede mejorar la aplicación de los
compromisos adquiridos con las organizaciones no gubernamentales por
los que se obliga a conceder a dichas organizaciones una función
significativa en el trabajo de derechos humanos de la CSCE. Las
recomendaciones se centran en las formas en las que la CSCE puede
beneficiarse de la experiencia de las organizaciones no gubernamentales,
mejorar la transparencia del trabajo de la CSCE y ampliar sus
atribuciones en la protección de quienes defienden los derechos humanos.
PALABRAS CLAVE: CSCE1 / TORTURA/MALOS TRATOS / CENSURA1 / OBJETORES
DE CONCIENCIA1 / REFUGIADOS1 / ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES /
MUERTE BAJO CUSTODIA / EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL / DETENCIÓN EN RÉGIMEN
DE INCOMUNICACIÓN / CONDICIONES PENITENCIARIAS / DISCRIMINACIÓN
RACIAL / INDEPENDENCIA DEL PODER JUDICIAL / IMPUNIDAD / AMNISTÍAS
PARA VIOLADORES DE DERECHOS HUMANOS / CARGOS PENALES POR MOTIVOS
POLÍTICOS / PRESOS DE CONCIENCIA / PRESOS POLÍTICOS / ACTIVISTAS
POLÍTICOS / ACTIVISTAS DE DERECHOS HUMANOS / PERSONAS DESPLAZADAS
/ ESCRITORES / PERIODISTAS / MINORÍAS / GRUPOS ÉTNICOS / DELINCUENTES
COMUNES / CIUDADANOS EXTRANJEROS / GRUPOS RELIGIOSOS - TESTIGOS DE
JEHOVÁ / POLICÍA / MILITARES / PERSONAL PENITENCIARIO / ENTIDADES
NO GUBERNAMENTALES / VIOLENCIA POLÍTICA / LEGISLACIÓN / LEGISLACIÓN
DE EMERGENCIA / BOSNIA-HERZEGOVINA / BULGARIA / CROACIA / CHIPRE /
ESPAÑA / FEDERACIÓN RUSA / FRANCIA / ALEMANIA / GRECIA / HUNGRÍA /
ITALIA / PORTUGAL / RUMANIA / SUIZA / TAYIKISTAN / TURQUÍA / UZBEKISTAN
/ CE /
3
Este informe resume un documento titulado Declaraciones ante la
Reunión de la CSCE sobre la Aplicación de la Dimensión Humana, Varsovia,
27 de septiembre - 15 de octubre de 1993 (Índice AI: IOR 52/03/93/s),
publicado por Amnistía Internacional en noviembre de 1993. Quienes
deseen más información o emprender alguna acción al respecto deberán
consultar el documento completo.
SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO
UNIDO
TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL, ESPAÑA
DECLARACIONES ANTE LA REUNIÓN DE LA CSCE SOBRE
LA APLICACIÓN DE LA DIMENSIÓN HUMANA
VARSOVIA
27 DE SEPTIEMBRE - 15 DE OCTUBRE DE 1993
Diciembre de 1993
Índice AI: IOR 52/03/93/s
Distr: SC
SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO
UNIDO
TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL, ESPAÑA
LA TORTURA EN LOS ESTADOS DE LA CSCE
Reunión de la CSCE sobre la
Aplicación de la Dimensión
Humana, Varsovia, octubre de
1993
Grupo Subsidiario de Trabajo
Nº 1
Grupo
2
Declaración Oral: 7 de octubre
de 1993
La tortura constituye un grave problema en la región de los países
de la CSCE. El pasado año, Amnistía Internacional recibió informes sobre
torturas u otra clase de malos tratos procedentes de 42 Estados
participantes en la CSCE.
La democracia no es una garantía contra la tortura. Más de la mitad
de los países de los que haré mención concreta son antiguas democracias
de Europa Occidental; en su mayor parte, cuentan con salvaguardias
teóricas contra la tortura, así como con procedimientos para investigar
denuncias de torturas. También gozan de una prensa libre y de un poder
judicial independiente. Todos los países que se mencionan más adelante
han ratificado la Convención de la ONU contra la Tortura, e igualmente
han ratificado o firmado el Convenio Europeo de Derechos Humanos; a
pesar de ello, todavía se producen torturas en países que disfrutan
de todos estos beneficios. ¿Por qué?
A menudo la causa reside en la falta de voluntad que muestran los
gobiernos para acabar con la tortura. [Incluso cuando la prensa, los
abogados, organismos nacionales y las organizaciones no gubernamentales
llaman la atención sobre este hecho a los gobiernos, en la mayoría de
los casos éstos se apresuran a negar que pueda sucecer tal cosa, declaran
que las investigaciones internas llevadas a cabo han demostrado que
nada ha ocurrido, ponen en cuestión los motivos de quienes han denunciado
los hechos, y solamente en última instancia ─si es que emprenden alguna
acción─ pondrán en marcha una investigación completamente independiente
e imparcial que conduzca a los responsables ante la justicia.]
La principal preocupación de los gobiernos con frecuencia parece
ser la protección de las fuerzas militares o encargadas de hacer cumplir
la ley; unas veces porque dependen de ellas para atajar las verdaderas
amenazas a la ley y el orden, y otras porque, según parece, la negación
es un acto reflejo.
En ESPAÑA durante muchos años han salido a la luz informes sobre
torturas y malos tratos cometidos por funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley. Las personas detenidas en régimen de incomunicación
prolongada en virtud de la legislación antiterrorista son las que más
en peligro están. Las personas sospechosas de pertenecer a un grupo
armado pueden permanecer detenidas por la policía en régimen de
incomunicación hasta cinco días por orden judicial. Durante ese tiempo,
no tienen acceso a su abogado ni pueden informar a su familia sobre
su detención.
2
Las investigaciones judiciales que se han llevado a cabo en España
sobre denuncias de torturas se han efectuado con lentitud. Los
funcionarios muy rara vez comparecen ante la justicia, incluso en los
casos más graves. En las pocas ocasiones en las que han resultado
condenados funcionarios por estos delitos, casi nunca han cumplido
condenas de prisión; se los ha indultado de forma rutinaria, y a veces
hasta se les concede un ascenso. En algunos casos, los funcionarios
condenados por torturas o malos tratos han seguido en el servicio activo,
con lo que han continuado practicando las torturas.
[No es, pues, sorprendente que la incuria mostrada para que los
responsables comparezcan ante la justicia, dé a entender a los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que pueden actuar con
impunidad.]
En PORTUGAL se ha sometido a torturas o malos tratos a presuntos
delincuentes comunes. Habitualmente, la violencia se produce en las
comisarías de policía, en los puestos de la Guardia Nacional Republicana
(Guarda Nacional Republicana), en la calle y, aunque menos
frecuentemente, también en las prisiones.
Las torturas más comunes a las que se somete a las víctimas son
patadas, puñetazos, rodillazos y golpes con pistolas y porras. No
obstante, a algunas víctimas también se les golpeó con mangueras de
goma y de metal flexible o se les introdujeron objetos en el ano. [Los
abusos raciales verbales han sido muy comunes en los casos que afectan
a las minorías étnicas].
Portugal ha aprobado medidas legislativas y administrativas para
combatir la tortura, entre las que se cuenta el establecimiento de un
organismo para investigar y juzgar las denuncias, pero hasta el momento
estas medidas no han resultado eficaces.
[Se han iniciado investigaciones judiciales sobre todas las
denuncias que obran en conocimiento de Amnistía Internacional, pero
se han realizado muy lentamente y son pocos los responsables que han
comparecido ante la justicia.]
Con el objeto de imponer severas sanciones disciplinarias y penales
a quienes aplican torturas, se han reforzado las leyes; sin embargo,
los tribunales se han venido mostrando reiteradamente incapaces de
imponer sanciones con las que se demostraría la gravedad del delito.
En julio del pasado año, el Segundo Tribunal de lo Penal de Oporto declaró
culpable a un funcionario de la Policía de Seguridad Pública (Policia
de Seguranca Publica) de causar graves daños corporales a un joven.
El joven había sido arrojado por una ventana; se le dieron 59 puntos
en un brazo y quedó desfigurado de por vida. El funcionario fue condenado
a una pena de seis meses de prisión, pero esta pena se sustituyó por
una multa, y posteriormente ─en virtud de una ley de amnistía de 1991─
fue amnistiado.
Desde hace años, Amnistía Internacional ha venido recibiendo
informes de ITALIA en los que se refiere que los organismos encargados
de hacer cumplir la ley, entre ellos los carabineros, los aduaneros
y la policía judicial (guardia di finaza) han ocasionado malos tratos,
y en ocasiones torturas, a presuntos delincuentes. En la mayoría de
los casos, los malos tratos se producen durante las primeras 24 horas
3
en las que la víctima permanece bajo custodia, antes de comparecer ante
un tribunal o ser trasladado a una prisión.
Durante 1992, también se produjo un incremento significativo en
el número de informes sobre violencia física deliberada a manos de
funcionarios de prisiones. [Los informes procedían de prisiones situadas
en Brescia, Cagliari, Messina, Nápoles, Padua y Roma o en los alrededores
de esas ciudades. Este incremento se ha producido en un momento en el
que existe un exceso de población penitenciaria, acentuado por la
lentitud del sistema judicial penal, las precarias condiciones
sanitarias y una asistencia médica inadecuada.]
En la mayoría de los casos se condujeron investigaciones
judiciales, pero algunas de ellas distaban mucho de ser completas. Se
realizaron con mucha lentitud y a menudo los funcionarios encargados
de hacer cumplir la ley se negaban a cooperar.
La creciente ola de racismo que se extiende por Europa se refleja
en el alarmante incremento de malos tratos de carácter racial perpetrados
por la policía. Las minorías étnicas, los solicitantes de asilo, los
trabajadores emigrantes, los turistas y estudiantes, todos estos grupos
han sido víctimas del racismo.
En Bulgaria, Rumania, la República Eslovaca y Hungría, Amnistía
Internacional ha podido documentar casos de ataques, en apariencia sin
mediar provocación alguna, cometidos por la policía contra gitanos.
En un caso ocurrido en marzo del presente año, un gitano de 33
años de edad fue arrestado en Stara Zagora, BULGARIA, como sospechoso
de hurto. Le propinaron patadas y le golpearon con porras repetidamente
con tal violencia que en el hospital se le hubo de extraer parte de
un pulmón y de un riñón.
En julio del pasado año, entre 40 y 50 soldados de la policía militar
de RUMANIA atacaron indiscriminadamente a miembros de la comunidad
gitana en Pia_a Rahova, Bucarest, tras investigar una pelea entre
personas ebrias. Los soldados iban embozados con máscaras negras y
estaban armados con porras de goma, nunchakus, patas de sillas y
piquetas. Según los informes, 13 gitanos resultaron heridos en este
ataque, producido sin que mediara provocación alguna.
En HUNGRÍA, fueron torturados o sometidos a malos tratos ciudadanos
extranjeros en el campo de detención de Kerepestarcsa, cerca de Budapest.
En la comisaría del 5º Distrito Policial de Budapest, ciudadanos
extranjeros sufrieron roturas de huesos y contusiones como consecuencia
de las patadas y golpes recibidos.
En ALEMANIA, ciudadanos extranjeros, entre ellos solicitantes de
asilo, han sido víctima de malos tratos policiales, y la policía no
ha intervenido en el curso de ataques racistas.
Existen modos muy prácticos mediante los cuales los gobiernos
podrían colaborar en la erradicación de la tortura. Tenemos la esperanza
de que esta reunión sirva para determinar los más importantes.
4
En muchas de las situaciones descritas, los gobiernos se han
mostrado incompetentes para garantizar que los abusos se investiguen
de forma independiente e imparcial. No han sido capaces de que los
torturadores comparezcan ante la justicia rápida ni sistemáticamente.
La impunidad ─literalmente, la exención del castigo─ engendra un circulo
vicioso de violencia.
Los gobiernos no han sido capaces de poner fin a la detención en
régimen de incomunicación garantizando para ello un acceso rápido y
común al mundo exterior, esto es, a jueces, familiares, abogados y
médicos de elección propia. Los jueces no han supervisado las detenciones
con la rigurosidad y continuidad adecuadas.
[Los gobiernos no han condenado la tortura, ni han puntualizado
a todo el personal encargado de hacer cumplir la ley que la tortura
resulta inaceptable en toda situación.]
Sin embargo, tal como hemos visto, estas medidas prácticas no se
deben limitar a la letra de la ley, sino que se deben llevar a la práctica.
En el transcurso de esta reunión, han surgido considerables debates
acerca de la situación de los derechos humanos en TURQUÍA. Es necesario
insistir en algunos puntos fundamentales sobre la tortura en ese país:
1. La tortura está muy extendida, se practica rutinaria y
sistemáticamente, especialmente en Estambul, Ankara y las diez
provincias del sudeste sometidas al estado de emergencia. No se trata
pues de incidentes aislados o casuales de brutalidad policial.
La tortura se utiliza por razones muy concretas: para extraer
confesiones, para sonsacar nombres de otros miembros de organizaciones
ilegales, para forzar a los habitantes de los pueblos a que abandonen
toda oposición al sistema de vigilancia rural, para obligar a los
detenidos a convertirse en informadores de la policía, y como castigo
extraoficial para quienes apoyan a organizaciones ilegales.
A lo largo de este año, al menos 14 detenidos perecieron bajo
custodia, al parecer como consecuencia de las torturas sufridas.
El grado de responsabilidad de los fiscales del estado es evidente
al impedir que los detenidos puedan ver a un abogado, por no investigar
las denuncias de torturas y por no iniciar acciones contra los
torturadores. Los ministerios gubernamentales están al tanto de lo que
sucede, pero con su silencio, respaldan activamente el sistema.
2. La existencia en Turquía de una democracia consolidada no ha
influido en modo alguno en la práctica de la tortura. En la actualidad,
la cuestión se debate libremente en los medios de comunicación. Los
dirigentes políticos han menudeado sus declaraciones públicas en las
que prometen reformas. [En 1991, Süleyman Demirel, antes de ocupar la
presidencia, prometió que "los muros de todas las comisarías de policía
serían de cristal".]. Pero ni los debates públicos ni la retórica
política han cambiado la situación. Hoy día, los detenidos políticos
están tan desprotegidos ante la tortura como lo estaban en 1983, cuando
se restauró la autoridad civil.
5
3. El conjunto de medidas legislativas aprobado por la Gran Asamblea
Nacional de Turquía el pasado noviembre está en flagrante contradicción
con el Convenio Europeo de Derechos Humanos y con los compromisos de
la CSCE. A tenor de esas medidas, los detenidos por razones políticas
en el sudeste del país ─esto es, aquellos que más riesgos corren de
ser objeto de torturas─ pueden permanecer detenidos por la policía en
régimen de incomunicación hasta 30 días antes de comparecer ante un
juez. La ley establece sin ambigüedades el derecho de aquellos detenidos
en calidad de delincuentes comunes a ver a un abogado. Pero de hecho,
la ley priva de este derecho a los detenidos por causas políticas. En
la práctica, antes de la promulgación de la nueva ley y con posterioridad
a la misma, es del dominio público en Turquía que a miles de detenidos
se les impide ver a su abogado, lo que ha motivado que se produjeran
torturas y muertes bajo custodia.
4. Resulta evidente que el gobierno turco tiene que hacer frente
a un grave problema de violencia política y de oposición armada. Amnistía
Internacional continua recogiendo información sobre los abusos
cometidos por el PKK (Partido de los Trabajadores Kurdo) y por Devrimci
Sol (Izquierda Revolucionaria), y los condena sin paliativos, incluidos
los homicidios de civiles y personas apresadas. [Recientemente, el 28
de agosto, en el pueblo de Yoncalibayir, en la provincia de Elazi_,
nueve de sus habitantes fueron muertos, como si de una ejecución se
tratara, por el PKK.] No obstante, apenas es necesario repetir que la
prohibición contra la tortura es absoluta en cualquier situación.
5. La Comisión Parlamentaria de Derechos Humanos, que tanta
publicidad ha recibido, no ha resultado eficaz. Las discrepancias que
dividen a los partidos la han paralizado, y han obstaculizado sus
tentativas de visita a las comisarías de policía y a las prisiones.
Tampoco puede sustituir a las acciones directas y enérgicas de los
Ministerios de Interior y de Justicia, del primer ministro o del
presidente.
No hay duda de que la tortura está muy extendida en Turquía. Las
organizaciones no gubernamentales no son las únicas que lo afirman.
Después de varias misiones en el país y de largas conversaciones con
el gobierno, el Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura (CEPT),
apoyándose en las pruebas más objetivas, ha confirmado esta conclusión.
El CEPT sólo hizo pública la declaración como último recurso, después
de que las autoridades turcas no contribuyeran a mejorar un ápice la
situación.
Ahora es el momento para que el gobierno emprenda acciones. No
se trata simplemente de un problema que necesite una solución a largo
plazo, con una educación progresiva. Se trata de un problema urgente,
al que se debe ─y puede─ hacer frente en este momento. Para empezar,
el gobierno turco debe enmendar la ley de inmediato, de forma que todos
los detenidos en todo el país comparezcan con prontitud ante un juez;
dados los riesgos que corren en Turquía, esto se debe producir antes
de un plazo de 24 horas desde el momento del arresto. En segundo lugar,
el gobierno debe garantizar que, no sólo en teoría, también en la
práctica, todos los detenidos tengan acceso a su abogado poco después
de que se produzca el arresto. Los detenidos deben ser autorizados a
solicitar a un tribunal una orden urgente dirigida a la policía para
que permitan dicho acceso.
6
¿Qué acciones emprenderá la CSCE para garantizar que se ponga
término a la tortura en Turquía?
LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y OBJECIÓN DE CONCIENCIA
AL SERVICIO MILITAR
Reunión de la CSCE sobre la
Aplicación de la Dimensión
Humana, Varsovia, octubre de
1993
Grupo Subsidiario de Trabajo
Nº 1
Grupo 1
Declaración Oral: 5 de octubre
de 1993
1. Libertad de expresión
Los compromisos de dimensión humana de la CSCE establecen las normas
mínimas de derechos humanos que todos los Estados participantes deben
respetar, ya se hayan incorporado hace poco o mucho tiempo. En
particular, se resalta que ni las dificultades internas o circunstancias
excepcionales pueden justificar jamás el uso de la tortura o los
homicidios arbitrarios. Es responsabilidad de la CSCE que cada Estado
participante cumpla los compromisos adquiridos. En algunos de los
Estados de la CSCE se encarcela a las personas arbitrariamente o son
objeto de homicidios o torturas para suprimir su derecho a la libertad
de expresión.
En TAYIKISTÁN, se ha encarcelado a activistas de la oposición por
expresar pacíficamente sus opiniones, algunos falsamente acusados de
delitos relacionados con armas de fuego.
Bozor Sobir, un famoso poeta que con anterioridad había sido miembro
del Partido Democrático, se encuentra en espera de juicio tras haber
criticado públicamente a un grupo de diputados del Consejo Supremo de
Tayikistán. También escribió un poema denominado "amalgama de sangre
y harina" en el que criticaba el legado de la influencia rusa. Creemos
que los cargos contra él, entre los que se encuentra el de "tentativa
de enardecimiento de la discordia interétnica", carecen de fundamento.
Debe ser puesto en libertad de forma inmediata.
En la región de Leninabad, al norte de Tayikistán, los activistas
de la oposición también pueden haber sido falsamente acusados de delitos
relacionados con armas de fuego para silenciarlos. Se les han impuesto
condenas de hasta diez años de prisión.
Tenemos profundos temores de que cuatro presos políticos en
Tayikistán, periodistas de la televisión, sigan siendo sometidos a
torturas en una prisión dependiente del Ministerio del Interior, en
Dushanbé. Habían sido arrestados en enero por varios cargos, incluidos
los de traición y conspiración para derrocar al gobierno. En una
respuesta pública, el Ministerio del Interior acusó a Amnistía
Internacional de "derramar lágrimas de cocodrilo porque tal preso
político pase una noche sin dormir o porque a tal otro se le ha roto
la nariz." Y añadía "Las prisiones son para encerrar a los criminales,
no son sanatorios donde mejorarles la salud".
2
En UZBEKISTÁN prosigue la represión de la disidencia. Se ha detenido
a activistas de la oposición bajo la acusación de promover el
derrocamiento del Estado, se les ha juzgado por injurias al presidente
o se les ha condenado acusados de delitos penales aparentemente amañados
con antelación. El "arresto administrativo" de corto plazo todavía se
utiliza para sancionar a quienes ejercen el derecho a la libertad de
asociación. Asaltantes desconocidos han atacado a periodistas
independientes o a opositores al gobierno.
Tanto en Tayikistán como en Uzbekistán es preocupante el alto número
de casos de activistas de oposición y de derechos humanos a quienes
se arresta por períodos breves para impedirles salir del país y que
no puedan asistir a conferencias, o para que no se reúnan con delegaciones
foráneas. En este punto, la CSCE tiene una responsabilidad bien definida:
En abril se detuvo a varios activistas de oposición y de derechos humanos
para impedirles que se reunieran con la delegación del presidente en
funciones enviada a Uzbekistán.
Amnistía Internacional se siente crecientemente preocupada por
el progresivo aumento del número de personas a quienes se condena en
GRECIA por expresar pacíficamente opiniones opuestas a las del gobierno.
Christos Sideropoulos y Anastasios Boulis fueron condenados a cinco
meses de prisión por declarar a una revista, entre otras cosas, que
"tenían conciencia de pertenecer a una etnia macedonia". Ambos fueron
condenados por difundir información falsa sobre el "carácter no griego
de Macedonia" y la existencia de una minoría macedonia en territorio
griego, y por promover conflictos entre ciudadanos griegos mediante
la diferenciación entre los hablantes de una lengua eslava y los griegos.
Permanecen en libertad, en espera de la apelación presentada.
Amnistía Internacional no adopta postura alguna sobre cuestiones
territoriales; sin embargo, al igual que la CSCE, defendemos el derecho
de todos a expresar pacíficamente sus opiniones. Pero, ¿constituye ésta
una condición previa fundamental para disfrutar el resto de las garantías
de la CSCE?
Amnistía Internacional se siente profundamente preocupada por la
profusión de homicidios políticos de que son víctima periodistas de
investigación y activistas políticos en TURQUÍA, lo que apunta hacia
posible implicación de la policía.
Once periodistas activos y vigilantes ante los abusos de derechos
humanos en el sureste de Turquía han resultado muertos desde enero de
1992.
Desde enero de 1992 han sido asesinados 54 miembros del Partido
Democrático o de su predecesor, el Partido Popular de los Trabajadores
(HEP).
Habip Kiliç, miembro del Consejo del Partido Democrático (DEP)
de la ciudad de Batman, fue detenido el pasado invierno. La policía
le aseguró que de proseguir con sus actividades políticas no le
arrestarían, sino que le matarían directamente. Habip Kiliç murió por
los disparos recibidos en una concurrida calle de Batman el 1 de
septiembre de 1993.
3
Mehmet Sincar, miembro del parlamento por el Partido Democrático,
y Metin Özdemir, Presidente del Partido Democrático de Batman, murieron
por los disparos que tres hombres armados descargaron sobre ellos a
plena luz del día el 4 de septiembre en la ciudad de Batman.
Habitualmente, esta ciudad es una de las que dispone de más vigilancia
policial en Turquía; sin embargo, el 4 de septiembre las calles
permanecían misteriosamente desiertas de policías.
Existen informes insistentes y dignos de crédito que hablan de
amenazas de muerte de la policía contra activistas kurdos. En Silvan,
en la provincia de Diyarbakir, se pudo grabar una conversación en la
que un jefe de la gendarmería local alentaba a un joven para que asesinara
a un político de la localidad. Por la información que obra en conocimiento
de Amnistía Internacional, no se han emprendido acciones judiciales
contra ese funcionario.
El gobierno turco no ha adoptado ninguna medida seria por cuanto
se refiere a las denuncias en las que se acusa a las fuerzas de seguridad
de estar implicadas, e incluso ser las inductoras, de los asesinatos
políticos.
Casi indefectiblemente, las investigaciones ─si es que se ha
producido alguna─ han sido dirigidas por fiscales del Estado, quienes
carecen de independencia real de la policía.
La investigación parlamentaria a la que se refirió la delegación
turca la pasada semana supone, ciertamente, un comienzo; reconocía que
existe un problema grave, pero parece que se ha hecho caso omiso de
sus recomendaciones.
Evidentemente,
los
cientos
de
homicidios
acaecidos
en
circunstancias misteriosas, incluidas las muertes de decenas de
periodistas y activistas políticos, exigen una comisión de investigación
independiente e imparcial que debe disfrutar de amplios poderes
judiciales para citar a testigos, solicitar el testimonio de peritos
y proteger a los testigos. Igualmente, debe emitir un informe público,
y los responsables deben comparecer ante la justicia. Esta es la reacción
mínima que un Estado participante en la CSCE debe adoptar para defender
el compromiso de la CSCE con el prevalecimiento de la ley y del respeto
a los derechos humanos.
2. Objeción de conciencia al servicio militar
Amnistía Internacional acoge con satisfacción el llamamiento que
la delegación danesa ha realizado a los Estados para que intercambien
información sobre la objeción de conciencia al servicio militar. Después
de todo, con ello no se hace sino reiterar el compromiso adquirido en
Copenhage.
La CSCE también acordó en Copenhage mantener a examen la cuestión.
Un creciente número de Estados de la CSCE está avanzando hacia el
reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia. En mayo del
pasado año, los habitantes de SUIZA votaron mayoritariamente en un
referéndum nacional la reforma de la Constitución y que se introdujera
4
una alternativa civil al servicio militar obligatorio, si bien todavía
no se ha terminado de preparar la legislación necesaria para ello. La
Constitución de la FEDERACIÓN RUSA contempló ese derecho a inicios
del presente año, pero todavía no existe la legislación pertinente.
No obstante, algunos de los Estados participantes todavía
encarcelan a las personas que conscientemente mantienen creencias
contrarias al servicio militar.
En GRECIA, unos 400 testigos de Jehová permanecen todavía en prisión
a causa de las creencias religiosas que en el uso de sus facultades
sostienen. A pesar de sus continuas promesas, el gobierno griego apenas
ha mostrado voluntad alguna de reformas. Muy al contrario, se escuda
tras un dictamen de asesoramiento del Consejo de Estado Jurídico, sin
carácter vinculante, para afirmar que el servicio civil alternativo
sería incompatible con la Constitución Griega. Este mismo año, el
Parlamento Europeo condenó "el modo de proceder de Grecia, por el que
los objetores de conciencia reciben el tratamiento de delincuentes y
se les condena a largos períodos de cárcel que cumplen en prisiones
militares".
En el documento de Copenhage se declara que el servicio alternativo
no debe ser de carácter punitivo. Este principio no se respeta en algunos
países. En FRANCIA, por ejemplo, la duración del servicio alternativo
es de 20 meses, el doble que el servicio militar ordinario. El pasado
año, entre 750 y 1.000 testigos de Jehová fueron encarcelados por un
período no inferior a 18 meses cada uno. Se habían negado a realizar
tanto el servicio militar como el inadecuado servicio alternativo.
Amnistía Internacional considera a estos objetores como presos de
conciencia.
En CHIPRE, la nueva legislación es defectuosa debido al carácter
punitivo de la larga duración del servicio alternativo: 42 meses en
lugar de los 26 del servicio militar.
Una de las tareas de esta reunión debe ser determinar la disparidad
de criterios utilizada en los distintos compromisos de la CSCE. El
compromiso sobre objeción de conciencia acordado en Copenhage es más
inconsistente y de ámbito más estrecho que las normas internacionales
en uso. A medida que otras organizaciones intergubernamentales progresan
en la elaboración y consolidación de este derecho, la CSCE se encuentra
cada vez más aislada en este sentido.
En marzo del presente año, la Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas resaltó de nuevo que la objeción de conciencia es un
derecho y constituye el ejercicio legítimo del derecho a la libertad
de pensamiento, conciencia y religión.
El mismo mes, el Parlamento Europeo confirmó que la libertad de
conciencia "debe incorporarse al sistema legislativo de las Estados
miembros como un derecho fundamental".
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa estudia en la
actualidad un proyecto de Recomendación que, entre otros asuntos, hace
un llamamiento en favor de la creación de un nuevo Protocolo para el
5
Convenio Europeo de Derechos Humanos, poniendo con ello de manifiesto
que este derecho está garantizado.
Es hora de que la CSCE comience a avanzar en este sentido. Exhortamos
a los miembros de esta reunión a que recomienden al Comité de Altos
Cargos (CAC) que la objeción de conciencia al servicio militar necesita
examinarse de nuevo en Budapest el próximo año. Allí, las normas de
la CSCE pueden ponerse al mismo nivel de que gozan las de otros organismos
internacionales.
LA PROTECCIÓN A LOS REFUGIADOS EN RIESGO
ELABORACIÓN DE UNA RESPUESTA COMÚN ANTE UNA CRISIS REGIONAL
Reunión de la CSCE sobre la
Aplicación de la Dimensión
Humana, Varsovia, octubre de
1993
Grupo Subsidiario de Trabajo
Nº 1
Grupo IV
Declaración Oral: 11 de octubre
de 1993
El sistema internacional para la protección de los refugiados,
especialmente el principio contra la repatriación forzada, no puede
funcionar si se prescinde de la solidaridad internacional.
Algunos Estados, tal sólo por el mero hecho de su situación
geográfica, reciben cientos de miles de solicitantes de asilo y de
refugiados, mientras que otros reciben muy pocos. Algunos Estados que
acogen a un gran número de refugiados no poseen el dinero suficiente
para atenderles.
Por desgracia, los gobiernos poderosos están destruyendo
paulatinamente el concepto de solidaridad internacional y alientan un
sentimiento adverso hacia la protección de los refugiados y de los
solicitantes de asilo.
Los Estados de la CE se están apresurando para "armonizar" la
política de refugiados, y adoptan actitudes comunes que en algunos casos
infringen las normas internacionales existentes y que perjudican
directamente a los Estados de Europa Central y Oriental. La CE ha urdido
acuerdos secretos para enviar a los solicitantes de asilo a los llamados
"terceros países seguros" y restringir sistemáticamente la entrada de
los solicitantes de asilo en sus propios territorios; se cuenta con
que miles de estos solicitantes que viajaron por estos países regresen
de nuevo a Europa Central y Oriental. Sin embargo, estas zonas fueron
excluidas de las principales reuniones en las que la CE adoptó esta
decisión.
Entretanto, el gobierno de los EEUU está obligando a los refugiados
haitianos a regresar directamente a su país sin darles ninguna
oportunidad. Esta línea de conducta constituye un ultraje hacia los
principios básicos del derecho internacional sobre refugiados y también
una amenaza contra la solidaridad internacional.
Tan sólo la semana pasada, Sadako Ogata, Alta Comisionada de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), advirtió que se sentía
"preocupada ante el hecho de que los compromisos para con los principios
de asilo se puedan ver conculcados en tal medida". Y prosiguió: "Los
mismos Estados que apoyan generosamente nuestra acción en algunas partes
del mundo, ultrajan el principio fundamental contra la repatriación
forzada en otros lugares".
Sr. Moderador:
2
En Europa existe una crisis de refugiados que exige una respuesta
internacional auténtica.
Este hecho se ha evidenciado recientemente con la respuesta
especial dada a la crisis producida en la antigua Yugoslavia. En Africa,
América Latina o Asia, a menudo se proponen soluciones regionales cuando
se presenta una crisis de refugiados. Por el contrario, este tipo de
propuestas brillan por su ausencia en las declaraciones realizadas por
los gobiernos europeos en relación con los refugiados procedentes de
la antigua Yugoslavia; en Europa, un país tras otro ha impuesto la
necesidad de visado a los ciudadanos de Bosnia-Herzegovina, en una
vergonzosa exhibición de mezquinos intereses nacionales, antepuestos
a la protección de decenas de miles de personas desesperadas que huyen
de exorbitantes violaciones de los derechos humanos.
Esto ha originado una reacción en cadena manifiesta: Los Estados
europeos que no son miembros de la CE, de forma creciente, también han
empezado a exigir visado de entrada. Esto se debe en gran medida por
el temor a recibir un número desmesurado de refugiados como consecuencia
de las restricciones impuestas en el resto de Europa.
Asimismo, Amnistía Internacional ha llegado a la conclusión de
que ya no se puede considerar a Croacia como un país que ofrezca
seguridades para dar asilo a los refugiados musulmanes de Bosnia. Existen
continuos informes sobre repatriaciones forzosas desde Croacia a
Bosnia-Herzegovina. Las autoridades croatas han restringido el acceso
en su frontera a los refugiados que huyen de Bosnia-Herzegovina. No
obstante, creemos que Croacia no se vería tan inclinada a violar las
normas internacionales si otros Estados europeos no impusieran la
necesidad de visados.
Sr. Moderador:
Amnistía Internacional cree que ante la crisis de refugiados se
debe estudiar una respuesta común europea en el marco de la CSCE, o
─al menos─ que la CSCE debe desempeñar alguna función en la creación
de un foro de debate. Las diversas consultas bilaterales y multilaterales
que se han llevado a cabo sobre el tema en Europa no sustituyen a un
debate en el ámbito de la CSCE.
La CSCE es casi el único organismo capaz de reunir a todos los
Estados afectados. La importante responsabilidad de la CSCE respecto
a la seguridad y a los derechos humanos, le convierte en el foro natural
donde tratar la cuestión de la protección a los refugiados. [El propio
Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados ha hecho un llamamiento
para que Europa, en virtud de su profundo conocimiento de la cuestión
de los refugiados, colabore en calidad de organismo regional.]
No obstante, conviene señalar que, cualquiera que sea el foro
regional utilizado, éste debe contemplar que el Alto Comisionado de
la ONU para los Refugiados desempeñe un papel primordial y preeminente,
así como una participación significativa de las organizaciones no
gubernamentales pertinentes. [Uno de los errores en los que se incurre
en las deliberaciones secretas que en la actualidad celebra la CE es
no dar cabida al ACNUR en las reuniones y, ciertamente, tampoco se ha
dado la oportunidad de contribuir activamente en las reuniones a ninguna
3
ONG ni a ningún experto independiente. En todo caso, se permite al ACNUR
realizar comentarios sobre los proyectos de resolución.]
Por último, Sr. Moderador:
Se ha debatido con bastante amplitud, en esta ocasión y en el
transcurso del seminario sobre migración, refugiados y personas
desplazadas, el concepto de protección temporal a grupos grandes de
refugiados. Hemos escuchado con interés la intervención de la delegación
sueca de la semana pasada; llegados a esta fase de la reunión, desearíamos
realizar algunos comentarios sobre las propuestas planteadas.
Primeramente, es importante considerar a los refugiados y a los
solicitantes de asilo, conceptualmente y en la práctica, a tenor de
los dispuesto en la Convención sobre Refugiados de 1951, separadamente
del tema de la migración, mucho más amplio.
En segundo lugar, al establecer los criterios regionales mediante
los cuales determinar quiénes son las personas necesitadas de
protección, la CSCE debe atenerse a las normas internacionales
existentes; para ello podría valerse de la experiencia de otras regiones
[como por ejemplo América, donde en 1985 la Asamblea General de la
Organización de Estados Americanos aprobó la Declaración de Cartagena].
En tercer lugar, la aplicación de la protección temporal no debe
ir en detrimento del sistema de protección eficaz y prolongada
establecido en virtud de la Convención sobre Refugiados de 1951. Los
individuos que formen parte de un grupo susceptible de ser seleccionado
para disfrutar de protección temporal deben tener la posibilidad de
elegir entre presentar una solicitud de refugio o aceptar la protección
temporal. Quienes acepten esta última, deben tener la oportunidad de
que se examine su caso antes de que se retire a su grupo la condición
de protección temporal.
Por último, no se debe retirar la protección temporal hasta que
esté verdaderamente garantizada la seguridad para el regreso al país
de origen. Ello requiere el uso de criterios objetivos con los que
verificar que las circunstancias en el país de origen han sufrido un
cambio radical y perdurable.
Sr. Moderador:
Amnistía Internacional abriga la esperanza de que en esta reunión
se llamará la atención al Comité de Altos Cargos (CAC) sobre la función
de la CSCE como foro donde elaborar una respuesta europea común ante
una crisis de refugiados común a Europa.
MISIONES DE LARGA DURACIÓN Y MISIONES DE DIMENSIÓN HUMANA
Reunión de la CSCE sobre la
Aplicación de la Dimensión
Humana, Varsovia, octubre de
1993
Grupo Subsidiario de Trabajo
Nº 2
Grupo 1
Declaración Oral: 1 de octubre
de 1993
1. Derechos humanos y misiones de larga duración
Ya son varias las delegaciones que han reiterado que la dimensión
humana configura el núcleo del concepto de seguridad de la CSCE. Las
injusticias cometidas contra los derechos humanos constituyen una
advertencia ante posibles conflictos futuros, y la resolución de un
conflicto carece de sentido a menos que las personas se puedan sentir
completamente seguras.
Amnistía Internacional cree que ha llegado el momento de reconocer
que todas las misiones de la CSCE de larga duración deberían contar
con un componente de derechos humanos. El alcance preciso de este
componente será diferente en cada caso.
Por ejemplo, el Dr. Gyamarti, Representante Personal del Presidente
en Funciones de la CSCE y que además encabeza la delegación húngara
en esta reunión, ya ha sugerido que en el futuro se extienda el mandato
de la misión en Georgia, así como la posibilidad de investigar las
violaciones de derechos humanos y asesorar al gobierno en lo que respecta
a la aplicación de sus compromisos. Las recientes misiones en Kosovo,
Sand_ak y Vojvodina pueden haber colaborado activamente para que no
se cometan abusos.
Como mínimo, no se debe admitir que los diplomáticos, cuya misión
es alentar el diálogo, ni los observadores militares que verifican el
alto el fuego, se conviertan en testigos silenciosos ante los abusos
de los derechos humanos. Se les debe pedir que informen de los incidentes
que se produzcan, y el Comité de Altos Cargos (CAC) debe decidir qué
acciones conviene emprender.
Cuando se esté tomando alguna decisión sobre una misión a largo
plazo, la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos
Humanos (OIDDH) podría asumir alguna responsabilidad operacional para
asesorar sobre el componente de derechos humanos más eficaz.
Todas las misiones de larga duración deben contar con al menos
varios observadores con experiencia en el campo de los derechos humanos
y el derecho humanitario, así como en la recopilación de información
sobre violaciones de derechos humanos y su debida valoración. La OIDDH
podría preparar a estos observadores para sus misiones específicas y,
conjuntamente con el Centro para la Prevención de Conflictos,
proporcionarles apoyo en el transcurso de su misión.
Los informes de la misión deben incluir siempre una valoración
de la situación de los derechos humanos. Igualmente, las misiones deben
2
presentar recomendaciones al Comité de Altos Cargos sobre la manera
en la que la CSCE y el gobierno del país donde desempeñan su misión
pueden hacer frente a los problemas que surjan.
En algunas ocasiones, la misión tendrá que desempeñar una función
más activa. Es posible que deba usar su presencia y su capacidad para
proteger activamente a quienes corran algún riesgo, llamar la atención
de las autoridades sobre algún caso concreto o presentar recomendaciones
firmes sobre la legislación adecuada o la aplicación de la misma. Cada
misión es diferente. La CSCE podría aprovechar la experiencia de las
Naciones Unidas, y a partir de ahí elaboraría su propia experiencia.
Nosotros acogeríamos satisfactoriamente que en esta reunión se celebrara
un debate sobre el papel que los derechos humanos deben desempeñar en
las diferentes clases de misiones, ya consistan en diplomacia
preventiva, militar o ambas a un tiempo.
En la actualidad, todos los informes de actividad de las misiones
de larga duración tienen carácter confidencial. Con excepción de unos
pocos entusiastas de la CSCE, muy poca gente ajena a este organismo
tiene conocimiento, no ya de lo que hacen tales misiones, sino de su
propia existencia. Creemos que el Comité de Altos Cargos debería emitir
periódicamente ─quizá cada dos meses─ informes públicos de estas
misiones. Con ello su labor alcanzaría un mayor impacto político,
ayudaría a que el público comprendiera el trabajo de la CSCE y se lograría
que su trabajo no se solapara con el que llevan a cabo las organizaciones
no gubernamentales y otras organizaciones.
Creemos que esta reunión debería enviar un mensaje diáfano al Comité
de Altos Cargos y a la reunión del Consejo de Ministros de Relaciones
Exteriores, que se celebrará en diciembre en Roma. Si la dimensión humana
constituye realmente una parte inseparable de la seguridad, los derechos
humanos deben ser parte integrante de una de las herramientas más
importantes con las que cuenta la CSCE para la prevención y actuación
ante los conflictos, a saber, las misiones de larga duración.
2. Misiones de Dimensión Humana
Son muchas las sugerencias que se han ofrecido para convertir al
mecanismo de dimensión humana en una herramienta más rápida, eficiente
y experimentada. Me limitaré a decir que Amnistía Internacional está
dispuesta a cooperar en la búsqueda del modo más adecuado para modificar
el mecanismo, incluida la ampliación y consolidación de la lista de
expertos. Más adelante, en otro punto del programa, nos referiremos
a la función de las organizaciones no gubernamentales.
Me gustaría, sin embargo, aclarar un punto. El mecanismo de Moscú
carece de complejidad; en otras palabras, o bien un Estado invita a
una misión, o un mínimo de seis Estados se ocupan de enviarla. El
mecanismo solamente se ha empleado cinco veces, no a causa de su
complejidad, sino a causa de la inexistencia de voluntad política. Para
demostrar el nuevo espíritu aperturista y de cooperación de la CSCE,
los gobiernos tienen que invitar a misiones para que acudan a su
territorio. Mencionaré, en particular, a los Estados de Europa
Occidental. Nunca han sido objeto de una misión de dimensión humana,
aunque persisten graves violaciones de los derechos humanos, incluidos
3
problemas de tortura muy enraizados. En el Grupo Subsidiario de Trabajo
1 (GST1) nos referiremos a estos abusos con más concreción.
Como mínimo, cualquier país al que se cite repetidamente en el
GST1 por adolecer de problemas específicos de derechos humanos debe
mostrarse solícito y dispuesto a abrir sus puertas a una misión. Si,
por el contrario, no emite ninguna invitación, el resto de los Estados
de la CSCE no pueden permanecer al margen, dejando de invocar el mecanismo
de Moscú. Este punto reviste especial importancia cuando se producen
informes sobre violaciones de derechos humanos graves y prolongadas.
De no ser así, la credibilidad de que pueda gozar la CSCE se verá
arruinada, o simplemente se le considerará totalmente inocua.
Quizá resulte innecesario añadir que una misión de dimensión humana
no constituye un fin en sí misma, sino que es un medio para que el Comité
de Altos Cargos estudie una acción de seguimiento efectivo de la
situación en cada uno de los casos. No obstante, consideramos necesario
que en esta reunión se insista en lo importante que resulta que el Comité
de Altos Cargos asuma seriamente las recomendaciones presentadas por
estas misiones.
FUNCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES
EN LA LABOR DE DIMENSIÓN HUMANA DE LA CSCE
Reunión de la CSCE sobre la
Aplicación de la Dimensión
Humana, Varsovia, octubre de
1993
Grupo Subsidiario de Trabajo
Nº 2 Grupo 1 (Puntos 9 y 10)
Declaración Oral: 11 de octubre
de 1993
Presentaré varias recomendaciones prácticas relativas a la manera
en la que la CSCE puede mejorar la aplicación de sus compromisos con
las organizaciones no gubernamentales para que éstas disfruten de un
papel relevante en el proceso de derechos humanos de la CSCE.
Estas recomendaciones giran en torno a tres temas principales;
primeramente, se trata de hallar la forma mediante la cual los organismos
específicos de la CSCE puedan servirse con mayor eficacia de la
experiencia
acumulada
por
organizaciones
no
gubernamentales
especializadas. En segundo lugar, conviene mejorar la transparencia
en el funcionamiento de la CSCE, de manera que las organizaciones no
gubernamentales puedan comprender mejor el proceso y así aportar
contribuciones más importantes. En tercer lugar, se encuentra el papel
que desempeña la CSCE en la protección a los defensores de los derechos
humanos y en el fomento de las organizaciones no gubernamentales como
parte del proceso de construcción de una sociedad civil en las nuevas
democracias.
Los derechos humanos en el Comité de Altos Cargos (CAC) y en el Grupo
de Viena
La integración de las preocupaciones por los derechos humanos en
el proceso de toma de decisiones de la CSCE constituye una evolución
lógica y natural. No obstante, dicha integración puede comportar riesgos
para la dimensión humana.
La integración puede ser la causa de que se apliquen experiencias
de menor relevancia en los temas de dimensión humana. Los diplomáticos
acreditados en el CAC y en el Grupo de Viena distan mucho de contar
con la experiencia necesaria en derechos humanos, si bien esperamos
que esta situación cambie gradualmente.
La integración puede motivar que la dimensión humana adolezca de
menor transparencia en su funcionamiento. A diferencia de esta reunión
para su aplicación y de los seminarios, el CAC, y especialmente el Grupo
de Viena, son organismos carentes de una identidad conocida. ¿Cómo está
estructurado el Grupo de Viena? ¿Quién acude a sus reuniones? ¿Con qué
frecuencia? ¿Qué temas constan en su programa? ¿Qué es lo que deciden?
¿Qué subgrupos especiales, abiertos o de otro tipo se han constituido?
¿De qué manera se reparten las tareas entre el Grupo de Viena y el CAC?.
Es posible que los Estados participantes conozcan las respuestas a estas
preguntas, pero no así el mundo exterior, y sin su conocimiento, las
2
organizaciones no gubernamentales no podrán presentar sugerencias de
utilidad a los gobiernos ni a los organismos de la CSCE.
La integración también puede ser motivo para que la contribución
de las organizaciones no gubernamentales en las decisiones importantes
sobre derechos humanos sea menor, ya que el CAC y el Grupo de Viena
no recurren de forma directa a la experiencia de dichas organizaciones.
Creemos que, para contrarrestar estos riesgos, esta reunión debe
presentar al menos cuatro recomendaciones al CAC:
Recomendación: La Oficina para las Instituciones Democráticas y
los Derechos Humanos (OIDDH) debe distribuir con regularidad al CAC
y al Grupo de Viena listas de los documentos que han recibido de las
organizaciones no gubernamentales. Cualquier Estado participante puede
solicitar copias de documentos específicos a la OIDDH.
Estas listas ayudarían al CAC y al Grupo de Viena a determinar
qué organizaciones no gubernamentales cuentan con la experiencia
pertinente.
Recomendación: El siguiente paso es alentar al CAC y al Grupo de
Viena a que inviten a organizaciones no gubernamentales, y a agencias
como el ACNUR, a que presenten colaboraciones escritas o verbales en
sus reuniones. Ello se realizaría con carácter extraordinario y sobre
cuestiones concretas que exijan la experiencia de organizaciones no
gubernamentales especializadas.
Recomendación: El CAC y el Secretario General deben inspirarse
en lo que ya se ha conseguido hasta el momento mediante la elaboración
de una estrategia de información pública para incrementar la
transparencia del CAC y del Grupo de Viena; en dicha estrategia debe
incluirse la difusión pública de la composición y los métodos de trabajo
del Grupo de Viena en especial, así como la publicación previa del
programa de las reuniones del CAC y del Grupo de Viena, concediendo
amplia difusión a los diarios de sesiones y a las decisiones, y mediante
la publicación regular de notas de prensa tras la celebración de sus
reuniones.
Recomendación: La OIDDH debe informar al CAC y al Grupo de Viena
sobre los aspectos relacionados con los derechos humanos de los temas
sometidos a consideración, así como determinar las organizaciones no
gubernamentales y demás expertos que puedan aportar su colaboración.
Comunicaciones de las organizaciones no gubernamentales al Presidente
en Funciones ante las situaciones graves
Hemos expuesto algunas sugerencias sobre la manera en la que el
CAC y el Grupo de Viena podrían aprovechar la experiencia de las
organizaciones no gubernamentales. No obstante, Amnistía Internacional
cree que es necesario establecer una forma más sistemática mediante
la cual las organizaciones no gubernamentales puedan llamar la atención
de la CSCE sobre las situaciones que presenten gravedad.
3
Recientemente, la Universidad de Essex propuso acertadamente que
las ONG deben tener la capacidad de remitir comunicaciones al Presidente
en Funciones ─a través de la OIDDH─ sobre cualquier cuestión de dimensión
humana. Amnistía Internacional considera que dicho sistema resultaría
especialmente útil para llamar la atención de la CSCE sobre situaciones
de derechos humanos que exijan una acción urgente, entre ellas
situaciones en las que se produzcan violaciones graves o sistemáticas
de los derechos humanos.
Tras tomar en consideración esa información, el CAC y el Grupo
de Viena deben decidir qué acciones conviene emprender. En el lapso
de tiempo que media entre las reuniones, el Presidente en Funciones
podría enviar comunicaciones pertinentes a otros organismos de la CSCE
adecuados, tales como el Alto Comisionado para Minorías Nacionales,
o iniciar acciones inmediatas, quizá mediante el nombramiento de un
representante personal para visitar un país determinado.
No proponemos que las organizaciones no gubernamentales deban tener
capacidad para poner en marcha los mecanismos de la CSCE. La decisión
sobre la conveniencia de iniciar acciones, tales como el envío de una
misión de dimensión humana, debe seguir siendo una responsabilidad
intergubernamental. Tampoco se sugiere que estas organizaciones
disfruten de derechos sobre las decisiones o soluciones provenientes
de la CSCE, y por tanto no es necesario ningún sistema que tenga que
filtrar las comunicaciones inaceptables. Por el contrario, esta
propuesta proporcionaría un punto de referencia sobre la información
facilitada por las organizaciones no gubernamentales sobre situaciones
que revistan especial gravedad, por lo que consideramos que merece ser
estudiada detenidamente.
Función de las organizaciones no gubernamentales en las misiones de
la CSCE
Se ha propuesto que la relación de expertos en dimensión humana
disponibles podría incluir expertos que pertenezcan a organizaciones
no gubernamentales pertinentes, pero que actúen en calidad de expertos
individuales. Naturalmente, cabe dentro de toda lógica disponer de ese
sistema flexible, en el que la CSCE pueda aprovechar toda experiencia
disponible.
Sin embargo, desearía mostrarme precavido al respecto. Una de las
funciones de las organizaciones no gubernamentales es exponer sus ideas
con franqueza, criticar abiertamente a los gobiernos y a organizaciones
como la CSCE; para hacerlo con eficacia, debemos mantener una relación
inestable con los gobiernos. Si las organizaciones no gubernamentales
se involucran en exceso en las actividades de la CSCE, aun cuando sus
expertos participen en ellas en calidad de expertos independientes,
podríamos perder nuestra credibilidad al valorar exteriormente esas
mismas actividades. Cada organización no gubernamental y cada experto
tendrán que decidir por sí mismos, caso por caso. Pero no habrá por
qué sorprenderse si los expertos de las organizaciones no
gubernamentales declinan aceptar la oferta y conservan su función como
vigilantes independientes.
4
Transparencia de la dimensión humana y misiones de largo plazo
En una intervención anterior, planteé la cuestión de la difusión
pública de los informes de las misiones de larga duración. Las
delegaciones de algunos gobiernos también han sacado a la palestra esta
cuestión. [En resumen, las recomendaciones de Amnistía Internacional
relativas a la difusión pública de información sobre las misiones de
dimensión humana y de larga duración son las siguientes:
Recomendación: Como regla general, en cuanto se decida enviar una misión
de dimensión humana, o una misión de larga duración, se debe
informar a los medios de comunicación y a las organizaciones no
gubernamentales sobre las fechas de la misión, su itinerario, los
nombres de los delegados y su mandato. En particular, se debe enviar
dicha información a las ONG y a las partes interesadas del país
visitado por la misión.
Recomendación: Los informes sobre misiones de dimensión humana deben
hacerse públicos tan pronto como hayan sido examinados por el Grupo
de Viena, a no ser que por razones excepcionales se decida que
el informe deba pasar por el CAC antes de su publicación.
Recomendación: El CAC o el Grupo de Viena deben emitir regularmente
informes públicos sobre cada misión de larga duración, por ejemplo,
con carácter mensual o bimensual.]
Protección a los defensores de los derechos humanos
La
CSCE
quizá
sea
la
única
de
las
organizaciones
intergubernamentales que cuente con disposiciones detalladas en las
que se reconozca la legítima función de las organizaciones no
gubernamentales como observadores del cumplimiento de los compromisos
de la CSCE, ya sean de carácter nacional o internacional.
En Moscú, los Estados de la CSCE se comprometieron a colaborar
con las organizaciones no gubernamentales que se declararon como tal
en esos países "para desarrollar libremente sus actividades". A pesar
de ello, se sigue encarcelando arbitrariamente a los defensores de los
derechos humanos, y en ocasiones son torturados u objeto de malos tratos.
[En una intervención anterior ante el GST 1, mencioné un par de ejemplos
de abusos cometidos contra defensores de los derechos humanos.]
Como quiera que las organizaciones no gubernamentales son uno de
los pilares básicos del proceso de dimensión humana, un ataque contra
los defensores individuales de los derechos humanos constituye un ataque
contra el sistema de la CSCE; por ello, la CSCE es responsable de la
protección de las personas individuales y, por tanto, del sistema. Este
caso quizás constituya una excepción a la renuencia que muestran los
organismos de la CSCE a ocuparse de casos individuales.
Recomendación: El CAC, el Grupo de Viena y el Presidente en Funciones
deben asumir la protección de los defensores de los derechos humanos
que arriesgan sus vidas o a los que los gobiernos impiden llevar
a cabo sus actividades, tal como se garantiza en los compromisos
5
de la CSCE. Por ejemplo, el Presidente en Funciones podría enviar
con carácter urgente a un representante personal.
Expansión de la proyección nacional
organizaciones no gubernamentales
e
internacional
de
las
Existen algunos compromisos concretos relacionados con las
organizaciones no gubernamentales que algunos Estados participantes
no han dejado de transgredir. En Moscú, los Estados acordaron facilitar
las visitas de las ONG pertenecientes a cualquier Estado de la CSCE
en calidad de observadores de los derechos humanos, y en Copenhague
los Estados aceptaron la presencia de observadores de dichas
organizaciones en los juicios. A pesar de ello, durante el pasado año
se negó la entrada a misiones enviadas por Amnistía Internacional a
Estados de la CSCE, y en un caso, una misión fue expulsada de uno de
estos Estados.
[Más aún, ¿cuántos gobiernos han aplicado activamente los
compromisos adquiridos en Helsinki II (Parte IV, párrafos 14, 15 y 17)
con el objetivo de "promover los contactos y el intercambio de opiniones
entre las organizaciones no gubernamentales y las autoridades nacionales
e instituciones gubernamentales pertinentes" o de "procurar la mayor
difusión posible de la CSCE, sus principios, compromisos y actividades
en el seno de sus sociedades"?]
Tal como señaló en nombre de la CE la Comisión de las Comunidades
Europeas, en algunos países apenas existen organizaciones no
gubernamentales.
Recomendación: Dentro del proceso de desarrollo de la democracia y de
la sociedad civil, Amnistía Internacional exhorta al Programa de
Apoyo Coordinado para los Estados de Reciente Admisión para que
se dirija de forma progresiva a los grupos, expertos e instituciones
no gubernamentales.
[Para evitar la duplicación de las tareas y
valorar las necesidades, las organizaciones no
enviar información a la OIDDH sobre sus propios
de formación y asistencia que mantiene con las
para que la CSCE pueda
gubernamentales deben
programas bilaterales
nuevas democracias.]
Muchas ONG de nuevo cuño de Europa Central y Oriental carecen de
fondos no sólo para asistir a reuniones internacionales, sino incluso
para necesidades básicas, y apenas tienen experiencia en la utilización
del proceso de la CSCE.
Recomendación: Tal como se señaló aquí mismo la pasada semana en una
reunión sobre ONG, la OIDDH podría desempeñar la función de centro
distribuidor de información sobre la procedencia de los fondos
para las organizaciones no gubernamentales incipientes.
Recomendación: Quisiéramos animar a los Estados individuales de la CSCE
a que proveyeran de algunos fondos a los organizaciones no
gubernamentales para que puedan incorporarse al proceso
internacional de la CSCE. La OIDDH podría administrar dichas ayudas
6
para que las ONG sin experiencia puedan acudir a las reuniones
pertinentes de la CSCE.
Conferencia de Verificación de Budapest
Las organizaciones no gubernamentales han podido participar a lo
largo de toda esta reunión, al igual que en los Seminarios de Dimensión
Humana. Creo que no me equivoco al afirmar que tanto los gobiernos como
las organizaciones no gubernamentales han estimado que esta interacción
ha sido constructiva y que ya constituye una parte arraigada del proceso
de dimensión humana posterior a Helsinki II. Si en efecto es así, esta
reunión debería enviar un mensaje al CAC:
Recomendación: El CAC debe confirmar que el grado de participación de
las organizaciones no gubernamentales en los aspectos de dimensión
humana de la Conferencia de Verificación de Budapest, sea al menos
el mismo que aquél del que en la práctica disponen en esta reunión.
Ello debe incluir la participación en los debates sobre el Alto
Comisionado para las Minorías Nacionales, así como los componentes
de dimensión humana de las misiones de larga duración.
INTERNO (sólo para miembros de AI)
52/03/93/s
Índice
AI:
IOR
Distr: SC
--------------------------
Amnistía Internacional
Secretariado
Internacional
1 Easton Street
Londres WC1X 8DJ
Reino Unido
A:Todas las Secciones
Secciones de Europa y América del Norte: Coordinadores de Organizaciones
Intergubernamentales (OIG) y personas de contacto con la CSCE
De:Oficina
Jurídica
y
de
Intergubernamentales
Relaciones
con
Organizaciones
Fecha:Noviembre de 1993
DECLARACIONES ANTE LA REUNIÓN DE LA CSCE
SOBRE LA APLICACIÓN DE LA DIMENSIÓN HUMANA
VARSOVIA, 27 DE SEPTIEMBRE A 15 DE OCTUBRE DE 1993
Acciones Recomendadas
Se ruega se aseguren de que todas las personas pertinentes de la
Sección reciben copias a su atención, y de que el documento queda
debidamente archivado para futuras consultas. Se ruega que además
adopten la siguiente acción recomendada.
Esta circular se puede distribuir a cualquier persona interesada en
el trabajo de AI con la Conferencia para la Seguridad y la
Cooperación en Europa o en las preocupaciones temáticas que cubren
las declaraciones. Existen más copias disponibles en la Oficina
Jurídica del Secretariado Internacional.
Información General
La primera Reunión de la CSCE sobre la Aplicación de la Dimensión
Humana (RADH) tuvo lugar en Varsovia del 27 de septiembre al 15 de octubre
de 1993, donde se dieron cita expertos procedentes de los 53 Estados
miembros. La RADH constituye la principal reunión sobre derechos humanos
de la CSCE y se reúne cada dos años. La RADH no puede negociar un documento
concluyente o adoptar decisiones vinculantes para los gobiernos, pero
las recomendaciones realizadas en la reunión pasan al Comité de Altos
Cargos, principal órgano de decisión de la CSCE. Se animó a participar
a las organizaciones no gubernamentales, lo que comportó un cambio
extraordinario en la dinámica de la reunión. Para más información
general, se ruega consulten The Challenges of Change, de agosto de 1993,
Índice AI: IOR 52/01/93 y también CSCE and the human rights challenge:
The first Human Dimension Implementation Meeting, Warsaw, 1993, de
septiembre de 1993, IOR 52/02/93.
2
En el resumen se explican los diferentes temas de las declaraciones.
AI obtuvo un éxito destacado al llamar la atención sobre las violaciones
sistemáticas acaecidas en Turquía; las Secciones hallarán resúmenes
útiles sobre las preocupaciones de AI en Turquía en los documentos
adjuntos sobre La tortura en los Estados de la CSCE y Libertad de
expresión y objeción de conciencia al servicio militar. La crisis de
refugiados en Europa constituyó un tema importante en la reunión, y
AI contribuyó en gran medida —en parte debido a su declaración oral
adjunta— para que la reunión recomendara que la CSCE participe
activamente en la elaboración de una respuesta regional común ante la
crisis de refugiados en Europa.
A lo largo del próximo año, en su campaña de presiones sobre los
gobiernos de la CSCE, AI adoptará como base su postura pública expuesta
en sus declaraciones orales, especialmente por lo que a la protección
de refugiados se refiere, para defender la participación de las
organizaciones no gubernamentales en el proceso de la CSCE, los derechos
humanos en las misiones de la CSCE y la elaboración de nuevas normas
sobre objeción de conciencia al servicio militar. La Oficina Jurídica
está redactando un informe completo sobre la RADH que se enviará a las
Secciones tan pronto como sea posible.
Distribución
Las Secciones deben distribuir la presente circular a los
Coordinadores de Organizaciones Intergubernamentales (OIG). Las
Secciones de Europa y América del Norte deben distribuirla a las personas
de contacto con la CSCE y a los responsables del Consejo de Europa y
la Unión Europea (UE) de la Sección para su información.
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