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En el domicilio
Valoración del anciano: actividades
de la vida diaria
M.D. San Román Bachillera y J. Barruso Cebriánb
aMédico
de Familia. Centro de Salud Guzmán el Bueno. Área 7. SERMAS. Madrid.
Centro de Salud Guzmán el Bueno. Área 7. SERMAS. Madrid. España.
bEnfermera.
Clasificación de las actividades de la vida
diaria
Las actividades de la vida diaria (AVD) desde el punto de vista
funcional se pueden clasificar en:
– Actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Son las imprescindibles para cubrir las necesidades elementales de la vida cotidiana, afectan al autocuidado e incluyen: baño, vestido,
aseo, continencia, alimentación y deambulación. Las escalas
de medida más utilizadas son: índice de Katz, índice de Barthel y la escala de la Cruz Roja de incapacidad física.
– Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD). Son
funciones más complejas y necesarias para vivir con independencia: utilizar el teléfono, ir de compras, desplazamiento fuera del domicilio, hacer la comida, realizar tareas domésticas,
tomarse la medicación y manejar dinero. Muchas de ellas son
socialmente desempeñadas por mujeres. Se suelen relacionar
con la capacidad mental o cognitiva y, por ello, son más útiles
en los estados iniciales de las demencias, ya que en estos casos las ABVD están conservadas. La escala de medida más utilizada es el índice de Lawton y Brody.
– Actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD). Son las
tareas más complejas que el sujeto lleva a cabo como parte de
su realización personal. Se trata de actividades físicas basadas
en la ejecución: velocidad de la marcha, pruebas de balance
estático, tiempo en levantarse de una silla y alcance funcional.
Tienen una mejor correlación con la detección precoz de los
problemas geriátricos. Hay algunas escalas de medición, pero
no está demostrada su utilidad clínica.
En la evolución del deterioro funcional del anciano, primero
se afectarán las AIVD y posteriormente las ABVD.
ción con unas características definidas: para aplicar en población
hospitalizada o no, para valorar la evolución de los pacientes o
para incluirlos en distintos programas de atención, por ello, no
deben de utilizarse indiscriminadamente ni compararse entre sí.
Las que se utilizan en los pacientes que reciben atención domiciliaria evalúan la capacidad del sujeto para realizar las AVD.
La selección de una u otra escala debe obedecer a los siguientes criterios: que mida lo que se desea medir realmente y que no
haya variabilidad entre las mediciones obtenidas por distintos
observadores; es decir, deben poseer una validez interna y externa adecuadas. También influye su sencillez de aplicación y
que el tiempo que hay que emplear en su realización sea breve.
El índice de Katz y el de Barthel para las ABVD, y el índice de
Lawton y Brody para las AIVD cumplen estas características; esto hace que sean las escalas más utilizadas en atención primaria.
La utilización de las escalas debe realizarse de forma secuencial, según la jerarquía de las funciones que se evalúen.
Como se ha comentado anteriormente, las AIVD se afectan
primero y las ABVD posteriormente, por lo que sería incoherente admitir que una persona es independiente para las AIVD
y dependiente para las ABVD. Por ello, la valoración de un paciente en el domicilio, comprende la estimación del grado de
dependencia para las ABVD, y para las AIVD cuando es independiente en las primeras. Ninguna de las escalas comentadas
presenta la sensibilidad adecuada para detectar cambios cuando el grado de incapacidad en las ABVD es alto.
Todas las escalas se pueden administrar por el personal sanitario, por los propios ancianos cuando sus circunstancias lo
permiten o por sus familiares o cuidadores, aunque hay una
clara preferencia a que sea el personal médico o de enfermería quienes recojan la información tras la observación directa
del paciente, sobre todo en las ABVD. En la tabla I se resumen
algunas de las principales características de las escalas más
utilizadas en atención primaria.
Escalas de valoración funcional
Para la valoración funcional del anciano, se recomienda la entrevista estructurada, mediante el empleo de escalas que permiten una evaluación estandarizada, fiable, específica y uniforme y permiten un lenguaje común entre los diferentes profesionales que participan en la atención al anciano. Las escalas
describen y cuantifican el deterioro funcional, son reproducibles a lo largo del tiempo y alcanzan un alto grado de concordancia entre los profesionales que las emplean, pero no diagnostican la causa que produce un posible deterioro.
Hay múltiples escalas para la valoración funcional de las personas, cada escala de valoración funcional ha sido diseñada en rela86
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Escalas de medida de las actividades
básicas de la vida diaria
Índice de Katz
El índice de Katz (tabla II) fue ideado inicialmente en el Hospital Benjamín Rose de Cleveland en 1958 para pacientes con
fracturas de cadera, y en 1963 se popularizó internacionalmente como instrumento de valoración en instituciones geriátricas, y su uso se introdujo de forma paulatina atención primaria para la valoración domiciliaria de pacientes crónicos.
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Tabla I. Características de las principales escalas de valoración funcional utilizadas en atención primaria
Valoración funcional
Contenido
Características principales
Potencia
Limitaciones
Índice de Katz
Baño, vestido, ir al servicio,
desplazarse, continencia,
alimentarse
ABVD
Fiabilidad interobservador, 0,9
< 10 min
Muy empleada
Útil en pacientes domiciliarios
Valoración de resultados
en letras
Insensible a pequeños cambios
Índice de Barthel
Baño, vestido, aseo, retrete,
escaleras, sillón-cama,
deambulación, micción,
deposición, alimentación
ABVD
< 10 min
Mayor discriminación
No útil para pequeños deterioros
de funciones y rango de ítems
(de 0 a 100)
Más útil en valoración inicial,
monitorización y pronóstico
Escala de la Cruz Roja
Movilidad, ayuda en actos,
continencia
ABVD
Reproducibilidad
interobservador baja
Alta sensibilidad para detectar
cambios en pacientes
domiciliarios
Subjetiva
No hay instrucciones de aplicación
Escasos datos de sus
cualidades métricas
Índice de Lawton y Brody
Cuidado de la casa, lavar, cocina,
compras, teléfono, transporte,
manejo de del dinero, medicación
AIVD
Coeficiente de
reproducibilidad, 0,9
< 10 min
Amplio uso a pesar de
importantes limitaciones
Sesgo cultural (sexo)
Puntuación de 0 a 8 puntos
limita su discriminación
AIVD limitadas
ABVD: actividades básicas de la vida diaria; AIVD: actividades instrumentales de la vida diaria.
Tabla II. Índice de Katz
Valora la independencia en las siguientes funciones.
Lavado: dependiente si recibe ayuda en el aseo de más de una parte del
cuerpo o ayuda al entrar o salir de la bañera
Vestido: dependiente si recibe ayuda para coger la ropa o ponérsela, o
permanece parcialmente vestido
Uso del sanitario: dependiente si recibe ayuda para ir, limpiarse, ajustarse
la ropa o en el uso nocturno del orinal
Movilización: dependiente si recibe ayuda para entrar en la cama y salir de
ella o se sienta y se levanta de la silla con ayuda
Continencia: dependiente si presenta incontinencia urinaria, fecal o ambas
Alimentación: dependiente si recibe ayuda para comer o es alimentado
parcial o completamente usando sondas o fluidos intravenosos. No se apunta
si recibe ayuda sólo para cortar el pan o la carne
Valoración
A. Independiente en todas las funciones
B. Independiente en todas menos 1
C. Independiente en todas salvo en el lavado y otra más
D. Independiente en todas salvo en el lavado, el vestido y otra más
E. Independiente en todas salvo en el lavado, el vestido, el uso del inodoro
y otra más
F. Independiente en todas salvo en el lavado, el vestido, el uso del inodoro,
la movilización y otra más
G. Dependiente en las 6 funciones
Otros: dependiente pero no clasificable en los estadios anteriores
dependientemente de las enfermedades que presente. Es capaz de predecir la evolución funcional, la mortalidad y el riesgo de institucionalización. No es sensible a pequeños cambios.
Su rango está limitado a las actividades que valora y su fiabilidad interobservador es de 0,9. Por su reproducibildad, el índice de Katz resulta ser idóneo para valorar las ABVD en los pacientes domiciliarios. Se puede utilizar con fines descriptivos,
de monitorización y de pronóstico.
Índice de Barthel
También conocido como “índice de discapacidad de Maryland”.
Es una de las escalas más utilizadas para evaluar las ABVD. Es
fácil de aplicar y rápido (habitualmente menos de 5 min). Es capaz de predecir la evolución funcional, la mortalidad y el riesgo
de institucionalización. Evalúa 10 ABVD (alimentación, baño,
vestido, aseo personal, deposición, micción, uso del sanitario,
traslado sillón-cama, deambulación, subir y bajar escaleras). El
rango global puede variar de 0 a 100 (90 para pacientes limitados en silla de ruedas), siendo 0 la máxima dependencia y 100 la
máxima independencia. Agrupa a los pacientes en 4 categorías
de dependencia: 1) dependencia total, < 20; 2) dependencia
grave, 20-35; 3) dependencia moderada, 40-55, y 4) dependencia leve, ⱖ 60. Es más sensible para detectar cambios pequeños
en la funcionalidad que el índice de Katz y más fácil de explotar
estadísticamente. Su utilidad se ha acreditado tanto para la
práctica clínica diaria como para la investigación epidemiológica.
Escala de incapacidad de la Cruz Roja
Es una escala sencilla, de fácil administración, rápida (menos de 5 min) y ampliamente utilizada. No requiere de un entrevistador entrenado. Consta de 6 ítems ordenados jerárquicamente, según la secuencia en que los ancianos pierden y recuperan la independencia para realizarlos: baño, capacidad en
el vestido, control de esfínteres, movilidad, alimentación y uso
del inodoro. Clasifica a los ancianos alfabéticamente en una
escala creciente de pérdida de capacidades, desde A (máxima
independencia) hasta G (máxima dependencia).
El índice de Katz está adecuadamente validado, y al ser dependiente en sí mismo está relacionado con la mortalidad in-
Desarrollada en el Servicio de Geriatría del Hospital Central de
la Cruz Roja de Madrid y publicada por primera vez en 1972. Su
cumplimentación es sencilla y rápida (menos de 5 min5), y no
precisa entrevistador entrenado. Consta de 2 subescalas, una
para la incapacidad física y otra para la incapacidad psíquica.
La escala de incapacidad física clasifica en forma de estadios o grados de incapacidad, desde el 0 (independiente) hasta el 5 (máximo grado de deterioro) que corresponde al paciente encamado, y evalúa de forma especial la movilidad y
control de esfínteres y, de manera más genérica, la capacidad
para el autocuidado.
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Valoración del anciano: actividades de la vida diaria
M.D. San Román Bachiller y J. Barruso Cebrián
En el domicilio
Escalas de medida de las actividades
instrumentales de la vida diaria
Tabla III. Escala de Lawton y Brody
La puntuación máxima de independencia es de 8,
y la de dependencia de 0
Índice de Lawton y Brody
Capacidad para usar el teléfono
Utiliza el teléfono por iniciativa propia
1
Es capaz de marcar bien los números familiares
1
Es capaz de contestar el teléfono, no de marcar
1
No utiliza el teléfono
0
Compras
Realiza todas las compras necesarias independientemente
1
Realiza independientemente pequeñas compras
0
Necesita ir acompañada para realizar cualquier compra
0
Totalmente incapaz de comprar
0
Preparación de la comida
Organiza, prepara y sirve las comidas por sí solo adecuadamente
1
Prepara adecuadamente la comida, si tiene los ingredientes
0
Prepara, calienta y sirve las comidas, pero no sigue una dieta adecuada 0
Necesita que le preparen y sirvan las comidas
Es la escala más utilizada para evaluar las AIVD, que son las actividades que se alteran inicialmente. Se trata de una escala fácil
de administrar y rápida (en general, menos de 5 min5) y puede
ser administrada por un profesional o por el propio paciente (tabla III). Tiene un rango de 0 a 8 puntos. Una puntuación de
0 puntos indicará la máxima dependencia y de 8 puntos expresará una independencia total. La dependencia se considera moderada cuando la puntuación se sitúa entre 4 y 7, y grave cuando es < 4. Tiene un índice de reproducibilidad del 0,9. Se puede
utilizar para evaluar el plan terapéutico y planificar los cuidados.
Escalas de valoración mixta
de las actividades básicas de la vida diaria
y de las actividades instrumentales
de la vida diaria
Escala older american resources and services
de la Universidad de Duke (OARS)
0
Cuidado de la casa
Mantiene la casa solo o con ayuda ocasional (para trabajos pesados)
1
Realiza tareas ligeras, tales como lavar los platos o hacer las camas
1
Realiza tareas ligeras, pero no puede mantener la limpieza
1
Necesita ayuda en todas las labores de la casa
1
No participa en ninguna labor de la casa
0
Globaliza las ABVD y las AIVD, por lo que sus resultados no
pueden ser comparables a los de las escalas específicas. Presenta mayor dificultad en su aplicación y requiere un alto consumo de tiempo en su administración, por lo que su uso se recomienda para actividades de investigación.J
A tener en cuenta
• Uno de los objetivos de la valoración funcional
Lavado de la ropa
Lava por sí solo toda su ropa
1
Lava por sí solo pequeñas prendas
1
Todo el lavado de la ropa debe realizarlo otra persona
0
en el anciano es conocer y clasificar el grado de
independencia para la realización de las actividades
de la vida diaria (AVD).
• Las AVD se deben de medir periódicamente para
evaluar el deterioro o la mejoría que se va
produciendo en el paciente.
Uso de medios de transporte
Viaja solo en transporte público o conduce solo su propio coche
1
Es capaz de coger un taxi, pero no usa otro medio de transporte
1
Viaja en transporte público cuando va acompañado de otra persona
1
Utiliza taxi o automóvil sólo con ayuda de otros
0
No viaja en absoluto
0
• Está demostrado que la dependencia para las AVD
se correlaciona con una mayor mortalidad y mayor
riesgo de institucionalización.
• La selección de una u otra escala dependerá de la
población que se estudie y del objetivo de la valoración.
Responsabilidad respecto a su medicación
Es capaz de tomar su medicación a la hora y dosis correctas
1
Toma su medicación si la dosis es preparada previamente
0
No es capaz de administrar su medicación
0
Manejo de sus asuntos económicos
Se encarga de sus asuntos económicos por sí mismo
1
Realiza las compras de cada día, pero necesita ayuda en las grandes
compras, bancos, etc.
1
Incapaz de manejar dinero
0
Bibliografía recomendada
Alba Romero C, et al. Módulo 9 prevención en el anciano. En: Grupos de trabajo del PAPPS. Manual de prevención en Atención Primaria. SemFYC. 2003; Módulo 9:931-50.
Benítez del Rosario MA. Valoración integral y multidimensional en atención domiciliaria. En: Contel JC, Gené J, Peña M, editores. Atención domiciliaria. Organización y práctica. Barcelona: Springer; 1998. p. 93-100.
Grupo de trabajo de la Semfyc. Atención al anciano. Madrid: Eurobook; 1997.
Viñals Pérez JM, Garre Contreras A. Valoración integral del anciano.
Área de Formación Belmac, 2003;1.1-1.4.
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