04 Dom 6989 valoracion 10/10/06 08:43 Página 1 En el domicilio Valoración del anciano: actividades de la vida diaria M.D. San Román Bachillera y J. Barruso Cebriánb aMédico de Familia. Centro de Salud Guzmán el Bueno. Área 7. SERMAS. Madrid. Centro de Salud Guzmán el Bueno. Área 7. SERMAS. Madrid. España. bEnfermera. Clasificación de las actividades de la vida diaria Las actividades de la vida diaria (AVD) desde el punto de vista funcional se pueden clasificar en: – Actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Son las imprescindibles para cubrir las necesidades elementales de la vida cotidiana, afectan al autocuidado e incluyen: baño, vestido, aseo, continencia, alimentación y deambulación. Las escalas de medida más utilizadas son: índice de Katz, índice de Barthel y la escala de la Cruz Roja de incapacidad física. – Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD). Son funciones más complejas y necesarias para vivir con independencia: utilizar el teléfono, ir de compras, desplazamiento fuera del domicilio, hacer la comida, realizar tareas domésticas, tomarse la medicación y manejar dinero. Muchas de ellas son socialmente desempeñadas por mujeres. Se suelen relacionar con la capacidad mental o cognitiva y, por ello, son más útiles en los estados iniciales de las demencias, ya que en estos casos las ABVD están conservadas. La escala de medida más utilizada es el índice de Lawton y Brody. – Actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD). Son las tareas más complejas que el sujeto lleva a cabo como parte de su realización personal. Se trata de actividades físicas basadas en la ejecución: velocidad de la marcha, pruebas de balance estático, tiempo en levantarse de una silla y alcance funcional. Tienen una mejor correlación con la detección precoz de los problemas geriátricos. Hay algunas escalas de medición, pero no está demostrada su utilidad clínica. En la evolución del deterioro funcional del anciano, primero se afectarán las AIVD y posteriormente las ABVD. ción con unas características definidas: para aplicar en población hospitalizada o no, para valorar la evolución de los pacientes o para incluirlos en distintos programas de atención, por ello, no deben de utilizarse indiscriminadamente ni compararse entre sí. Las que se utilizan en los pacientes que reciben atención domiciliaria evalúan la capacidad del sujeto para realizar las AVD. La selección de una u otra escala debe obedecer a los siguientes criterios: que mida lo que se desea medir realmente y que no haya variabilidad entre las mediciones obtenidas por distintos observadores; es decir, deben poseer una validez interna y externa adecuadas. También influye su sencillez de aplicación y que el tiempo que hay que emplear en su realización sea breve. El índice de Katz y el de Barthel para las ABVD, y el índice de Lawton y Brody para las AIVD cumplen estas características; esto hace que sean las escalas más utilizadas en atención primaria. La utilización de las escalas debe realizarse de forma secuencial, según la jerarquía de las funciones que se evalúen. Como se ha comentado anteriormente, las AIVD se afectan primero y las ABVD posteriormente, por lo que sería incoherente admitir que una persona es independiente para las AIVD y dependiente para las ABVD. Por ello, la valoración de un paciente en el domicilio, comprende la estimación del grado de dependencia para las ABVD, y para las AIVD cuando es independiente en las primeras. Ninguna de las escalas comentadas presenta la sensibilidad adecuada para detectar cambios cuando el grado de incapacidad en las ABVD es alto. Todas las escalas se pueden administrar por el personal sanitario, por los propios ancianos cuando sus circunstancias lo permiten o por sus familiares o cuidadores, aunque hay una clara preferencia a que sea el personal médico o de enfermería quienes recojan la información tras la observación directa del paciente, sobre todo en las ABVD. En la tabla I se resumen algunas de las principales características de las escalas más utilizadas en atención primaria. Escalas de valoración funcional Para la valoración funcional del anciano, se recomienda la entrevista estructurada, mediante el empleo de escalas que permiten una evaluación estandarizada, fiable, específica y uniforme y permiten un lenguaje común entre los diferentes profesionales que participan en la atención al anciano. Las escalas describen y cuantifican el deterioro funcional, son reproducibles a lo largo del tiempo y alcanzan un alto grado de concordancia entre los profesionales que las emplean, pero no diagnostican la causa que produce un posible deterioro. Hay múltiples escalas para la valoración funcional de las personas, cada escala de valoración funcional ha sido diseñada en rela86 JANO 20-26 OCTUBRE 2006. N.º 1.624 . www.doyma.es/jano Escalas de medida de las actividades básicas de la vida diaria Índice de Katz El índice de Katz (tabla II) fue ideado inicialmente en el Hospital Benjamín Rose de Cleveland en 1958 para pacientes con fracturas de cadera, y en 1963 se popularizó internacionalmente como instrumento de valoración en instituciones geriátricas, y su uso se introdujo de forma paulatina atención primaria para la valoración domiciliaria de pacientes crónicos. 04 Dom 6989 valoracion 10/10/06 08:43 Página 2 Tabla I. Características de las principales escalas de valoración funcional utilizadas en atención primaria Valoración funcional Contenido Características principales Potencia Limitaciones Índice de Katz Baño, vestido, ir al servicio, desplazarse, continencia, alimentarse ABVD Fiabilidad interobservador, 0,9 < 10 min Muy empleada Útil en pacientes domiciliarios Valoración de resultados en letras Insensible a pequeños cambios Índice de Barthel Baño, vestido, aseo, retrete, escaleras, sillón-cama, deambulación, micción, deposición, alimentación ABVD < 10 min Mayor discriminación No útil para pequeños deterioros de funciones y rango de ítems (de 0 a 100) Más útil en valoración inicial, monitorización y pronóstico Escala de la Cruz Roja Movilidad, ayuda en actos, continencia ABVD Reproducibilidad interobservador baja Alta sensibilidad para detectar cambios en pacientes domiciliarios Subjetiva No hay instrucciones de aplicación Escasos datos de sus cualidades métricas Índice de Lawton y Brody Cuidado de la casa, lavar, cocina, compras, teléfono, transporte, manejo de del dinero, medicación AIVD Coeficiente de reproducibilidad, 0,9 < 10 min Amplio uso a pesar de importantes limitaciones Sesgo cultural (sexo) Puntuación de 0 a 8 puntos limita su discriminación AIVD limitadas ABVD: actividades básicas de la vida diaria; AIVD: actividades instrumentales de la vida diaria. Tabla II. Índice de Katz Valora la independencia en las siguientes funciones. Lavado: dependiente si recibe ayuda en el aseo de más de una parte del cuerpo o ayuda al entrar o salir de la bañera Vestido: dependiente si recibe ayuda para coger la ropa o ponérsela, o permanece parcialmente vestido Uso del sanitario: dependiente si recibe ayuda para ir, limpiarse, ajustarse la ropa o en el uso nocturno del orinal Movilización: dependiente si recibe ayuda para entrar en la cama y salir de ella o se sienta y se levanta de la silla con ayuda Continencia: dependiente si presenta incontinencia urinaria, fecal o ambas Alimentación: dependiente si recibe ayuda para comer o es alimentado parcial o completamente usando sondas o fluidos intravenosos. No se apunta si recibe ayuda sólo para cortar el pan o la carne Valoración A. Independiente en todas las funciones B. Independiente en todas menos 1 C. Independiente en todas salvo en el lavado y otra más D. Independiente en todas salvo en el lavado, el vestido y otra más E. Independiente en todas salvo en el lavado, el vestido, el uso del inodoro y otra más F. Independiente en todas salvo en el lavado, el vestido, el uso del inodoro, la movilización y otra más G. Dependiente en las 6 funciones Otros: dependiente pero no clasificable en los estadios anteriores dependientemente de las enfermedades que presente. Es capaz de predecir la evolución funcional, la mortalidad y el riesgo de institucionalización. No es sensible a pequeños cambios. Su rango está limitado a las actividades que valora y su fiabilidad interobservador es de 0,9. Por su reproducibildad, el índice de Katz resulta ser idóneo para valorar las ABVD en los pacientes domiciliarios. Se puede utilizar con fines descriptivos, de monitorización y de pronóstico. Índice de Barthel También conocido como “índice de discapacidad de Maryland”. Es una de las escalas más utilizadas para evaluar las ABVD. Es fácil de aplicar y rápido (habitualmente menos de 5 min). Es capaz de predecir la evolución funcional, la mortalidad y el riesgo de institucionalización. Evalúa 10 ABVD (alimentación, baño, vestido, aseo personal, deposición, micción, uso del sanitario, traslado sillón-cama, deambulación, subir y bajar escaleras). El rango global puede variar de 0 a 100 (90 para pacientes limitados en silla de ruedas), siendo 0 la máxima dependencia y 100 la máxima independencia. Agrupa a los pacientes en 4 categorías de dependencia: 1) dependencia total, < 20; 2) dependencia grave, 20-35; 3) dependencia moderada, 40-55, y 4) dependencia leve, ⱖ 60. Es más sensible para detectar cambios pequeños en la funcionalidad que el índice de Katz y más fácil de explotar estadísticamente. Su utilidad se ha acreditado tanto para la práctica clínica diaria como para la investigación epidemiológica. Escala de incapacidad de la Cruz Roja Es una escala sencilla, de fácil administración, rápida (menos de 5 min) y ampliamente utilizada. No requiere de un entrevistador entrenado. Consta de 6 ítems ordenados jerárquicamente, según la secuencia en que los ancianos pierden y recuperan la independencia para realizarlos: baño, capacidad en el vestido, control de esfínteres, movilidad, alimentación y uso del inodoro. Clasifica a los ancianos alfabéticamente en una escala creciente de pérdida de capacidades, desde A (máxima independencia) hasta G (máxima dependencia). El índice de Katz está adecuadamente validado, y al ser dependiente en sí mismo está relacionado con la mortalidad in- Desarrollada en el Servicio de Geriatría del Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid y publicada por primera vez en 1972. Su cumplimentación es sencilla y rápida (menos de 5 min5), y no precisa entrevistador entrenado. Consta de 2 subescalas, una para la incapacidad física y otra para la incapacidad psíquica. La escala de incapacidad física clasifica en forma de estadios o grados de incapacidad, desde el 0 (independiente) hasta el 5 (máximo grado de deterioro) que corresponde al paciente encamado, y evalúa de forma especial la movilidad y control de esfínteres y, de manera más genérica, la capacidad para el autocuidado. JANO 20-26 OCTUBRE 2006. N.º 1.624 . www.doyma.es/jano 87 04 Dom 6989 valoracion 10/10/06 08:43 Página 3 Valoración del anciano: actividades de la vida diaria M.D. San Román Bachiller y J. Barruso Cebrián En el domicilio Escalas de medida de las actividades instrumentales de la vida diaria Tabla III. Escala de Lawton y Brody La puntuación máxima de independencia es de 8, y la de dependencia de 0 Índice de Lawton y Brody Capacidad para usar el teléfono Utiliza el teléfono por iniciativa propia 1 Es capaz de marcar bien los números familiares 1 Es capaz de contestar el teléfono, no de marcar 1 No utiliza el teléfono 0 Compras Realiza todas las compras necesarias independientemente 1 Realiza independientemente pequeñas compras 0 Necesita ir acompañada para realizar cualquier compra 0 Totalmente incapaz de comprar 0 Preparación de la comida Organiza, prepara y sirve las comidas por sí solo adecuadamente 1 Prepara adecuadamente la comida, si tiene los ingredientes 0 Prepara, calienta y sirve las comidas, pero no sigue una dieta adecuada 0 Necesita que le preparen y sirvan las comidas Es la escala más utilizada para evaluar las AIVD, que son las actividades que se alteran inicialmente. Se trata de una escala fácil de administrar y rápida (en general, menos de 5 min5) y puede ser administrada por un profesional o por el propio paciente (tabla III). Tiene un rango de 0 a 8 puntos. Una puntuación de 0 puntos indicará la máxima dependencia y de 8 puntos expresará una independencia total. La dependencia se considera moderada cuando la puntuación se sitúa entre 4 y 7, y grave cuando es < 4. Tiene un índice de reproducibilidad del 0,9. Se puede utilizar para evaluar el plan terapéutico y planificar los cuidados. Escalas de valoración mixta de las actividades básicas de la vida diaria y de las actividades instrumentales de la vida diaria Escala older american resources and services de la Universidad de Duke (OARS) 0 Cuidado de la casa Mantiene la casa solo o con ayuda ocasional (para trabajos pesados) 1 Realiza tareas ligeras, tales como lavar los platos o hacer las camas 1 Realiza tareas ligeras, pero no puede mantener la limpieza 1 Necesita ayuda en todas las labores de la casa 1 No participa en ninguna labor de la casa 0 Globaliza las ABVD y las AIVD, por lo que sus resultados no pueden ser comparables a los de las escalas específicas. Presenta mayor dificultad en su aplicación y requiere un alto consumo de tiempo en su administración, por lo que su uso se recomienda para actividades de investigación.J A tener en cuenta • Uno de los objetivos de la valoración funcional Lavado de la ropa Lava por sí solo toda su ropa 1 Lava por sí solo pequeñas prendas 1 Todo el lavado de la ropa debe realizarlo otra persona 0 en el anciano es conocer y clasificar el grado de independencia para la realización de las actividades de la vida diaria (AVD). • Las AVD se deben de medir periódicamente para evaluar el deterioro o la mejoría que se va produciendo en el paciente. Uso de medios de transporte Viaja solo en transporte público o conduce solo su propio coche 1 Es capaz de coger un taxi, pero no usa otro medio de transporte 1 Viaja en transporte público cuando va acompañado de otra persona 1 Utiliza taxi o automóvil sólo con ayuda de otros 0 No viaja en absoluto 0 • Está demostrado que la dependencia para las AVD se correlaciona con una mayor mortalidad y mayor riesgo de institucionalización. • La selección de una u otra escala dependerá de la población que se estudie y del objetivo de la valoración. Responsabilidad respecto a su medicación Es capaz de tomar su medicación a la hora y dosis correctas 1 Toma su medicación si la dosis es preparada previamente 0 No es capaz de administrar su medicación 0 Manejo de sus asuntos económicos Se encarga de sus asuntos económicos por sí mismo 1 Realiza las compras de cada día, pero necesita ayuda en las grandes compras, bancos, etc. 1 Incapaz de manejar dinero 0 Bibliografía recomendada Alba Romero C, et al. Módulo 9 prevención en el anciano. En: Grupos de trabajo del PAPPS. Manual de prevención en Atención Primaria. SemFYC. 2003; Módulo 9:931-50. Benítez del Rosario MA. Valoración integral y multidimensional en atención domiciliaria. En: Contel JC, Gené J, Peña M, editores. Atención domiciliaria. Organización y práctica. Barcelona: Springer; 1998. p. 93-100. Grupo de trabajo de la Semfyc. Atención al anciano. Madrid: Eurobook; 1997. Viñals Pérez JM, Garre Contreras A. Valoración integral del anciano. Área de Formación Belmac, 2003;1.1-1.4. 88 JANO 20-26 OCTUBRE 2006. N.º 1.624 . www.doyma.es/jano